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NOMBRE:
La “Cuestión Social”
Conjunto de problemas sociales que vivieron los sectores populares a fines del siglo XIX
y comienzos del XX como consecuencia de las migraciones, los problemas urbanos y la
situación laboral. Los campesinos comenzaron a migrar hacia las oficinas salitreras del
norte, Santiago, Valparaíso y Concepción buscando trabajo y mejores condiciones de
vida. El problema es que las ciudades no estaban preparadas para albergar a tanta
población migrante, ya que no contaban con las condiciones adecuadas.
Causas
Industrialización: En las fábricas se concentraban obreros que no contaban con ningún
tipo de protección legal y que debían realizar trabajos que implicaban un gran desgaste
físico.
Migración: El aumento en la demanda por mano de obra en las industrias y las faenas
salitreras, estimularon la migración de los campesinos y sus familias desde los sectores
rurales hacia áreas urbanas.
Urbanización: Las ciudades a las que llegaron los campesinos no contaban con la
infraestructura necesaria para recibirlos, viéndose obligados a instalarse en sus márgenes
con todo tipo de carencias.
Indiferencia de la élite: Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, la élite dirigente que
controlaba el Estado no se preocupó de los problemas que aquejaban a los grupos.
“La masa de población que recorre nuestros campos y nos presenta con todos sus peligros el
gravísimo problema del proletariado es una consecuencia del antiguo inquilinaje. El peón nómade ha
salido de los ranchos; es el hijo del inquilino que va a rodar tierras en busca de trabajo y de
condiciones de vida menos duras que las que encuentra al lado de sus padres… Era, pues, natural que
el hijo del inquilino abandonara el rancho para salir en busca de trabajo y principiara a construirse el
proletariado”.
Yo soy santiaguino, nacido y criado en el barrio bravo de San Pablo con Maipú, cerca de la Plaza del
Roto Chileno. Para qué voy a decir una cosa por otra, me crié a para pelada, como todos los niños de
mi barrio, eran muy pocos los pobres que podían comprar zapatos para sus hijos. Hablando de
zapatos, la gente grande usaba bototos entaquillados con palitos, gustaban mucho porque eran
crujidores, no ve que los zapatos tenían que notarse…
Por ahí en 1912 comenzó mi lucha por la vida; en mi primera ocupación ganaba 80 centavos,
trabajando doce horas diarias como ayudante de maestro baldonista, que en paz descanse, don
Alejandro Villasur. Era muy buena persona don Alejandro, pero ¡reentusiasmado para el trago, el
pobre! Desde entonces empecé a conocer la vida de la explotación. En la casa éramos seis hermanos,
tres hombres y tres mujeres. Mi hermano mayor, que tenía diez años y yo, ocho; tuvimos que salir a
trabajar mi madre también se sacrificó mucho por nosotros.
Fuente: http://urbatorium.blogspot.com/2008/07/testimonios-de-la-vida-de-los-nios-en.html
Para atenuar el hambre de su miseria en las horas crueles de la enfermedad, el proletariado fundó sus
asociaciones de socorro. Para atenuar el hambre de su miseria en las horas tristes de la lucha por la
vida y para detener un poco a la feroz explotación capitalista, el proletariado funda sus sociedades y
federaciones de resistencia, sus mancomunales. Para ahuyentar las nubes de la amargura, creó sus
sociedades de recreo. Para impulsar su progreso moral, su capacidad intelectual, su educación, funda
publicaciones de folletos, crea escuelas, realiza conferencias. Mas toda esta acción es obra propia del
proletariado
Recabarren, L (2010). El balance del siglo: ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana