En la presente carta correspondiente a la entrevista número 4, similar a las anteriores
ocasiones en las que he tenido que buscar a un sujeto con las características que se requieren y que tenga la disposición de apoyar, pude localizar a una adolescentes debido a que una amiga tiene una vecina que desde sus palabras “siempre está con el teléfono celular”, es así como me dirigí a entablar una plática con la sujeto para comentarle lo relacionado a la entrevista. Antes de hablar con ella, me dirigí al tutor de esta persona que en ese momento quien me atendió fue su padre y pude presentarme y comentarle todo lo relacionado a la entrevista y la dinámica que tendría, es así como después de la breve plática pude estar de frente con Ixhel Martínez, una adolescente de 17 años, y así entablar una conversación comentándole lo mismo que se le presentó a su papá y ver si accedía a que la entrevista se pudiera realizar, dando una respuesta positiva a la petición llevando a pactar una visita posterior para llevar a cabo la entrevista de manera que quedaría para el día viernes 28 de septiembre del presente año, en un horario de 6 de la tarde. Junto a mi amiga, me presenté el día y en la hora en la que habíamos acordado para realizar a cabo la entrevista, ésta se realizó en el comedor de su casa, anteriormente también lo he llevado en el mismo lugar y en la casa de cada sujeto ya que, al estar trabajando con adolescentes creo que es importante hacerlo bajo la presencia de un adulto, de forma que se evitan los prejuicios sobre el objetivo de nuestro trabajo, es sobre esta forma que decidimos trabajar en un escenario similar a las anteriores veces. Una vez que ella se encontraba en disposición para empezar, mi acompañante se retiró para permitirnos la libertad de hablar sin Ixhel, la sujeto, se sintiera limitada a responder a algo que no quisiera que demás personas supieran. Es así que estando frente a frente dimos comienzo; presenté la misma dinámica que las anteriores entrevistas, usando una entrevista semiestructurada pudiendo así realizar preguntas de las que considere hondar a la respuesta que me dé; el desarrollo, desde mi perspectiva, se fue dando muy ameno pues todo lo que ella nos iba contestando se iba dando de una forma concreta. Para esta entrevista, a diferencia de las anteriores y de los primeros acercamientos, tanto al hacer el primer contacto con Ixhel para informarle sobre el trabajo y al estar el día de la entrevista no noté que ella se mantuviera con el celular cerca, solamente pude percatarme que lo sacó de su bolsillo para revisar la hora el día de la entrevista y al finalizar, lo que me llevó a pensar de una forma anticipada que no mantenía un uso frecuente o excesivo del teléfono celular, sin embargo, al estar conversando ella responde que el uso con relación a su teléfono celular sí es frecuente pero que este no se debe precisamente a un ámbito personal recreativo, como el estar en diversas conversaciones en alguna plataforma social, en juegos o plataformas de reproducción de películas y/o videos, sino que su principal uso radica en el ámbito académico, ya que es para lo que mayor frecuencia lo utiliza y es principalmente uno de los motivos por los cuales actualmente tiene a su disposición un teléfono celular. Conforme iba trascurriendo la entrevista, la dinámica no cambió, siguió el mismo curso, sin embargo, esta entrevista presentaba una gran particularidad y fue que todo lo que nos mencionaba era casi completamente contrario a las pasadas entrevistas, como la principal razón de pasar mucho tiempo tras la pantalla del celular, lo importante e indispensable, en pocas palabras, que el celular se ha vuelto para ella, la gran herramienta que puede volverse para una persona que no presenta asertividad directa, sino una indirecta y que por este medio le permite expresarse de mejor manera que en persona y con ciertas personas, el dominio que ella mantiene sobre el celular y no viceversa, entre otras cosas que en la grabación nos relata. Aunque la mayor parte de la entrevista muestra diferencia con las anteriores, hay algunas en donde se puede notar ciertas similitudes, sobre todo en el ámbito del daño físico y orgánico, que aun siendo conocedora de los problemas físicos que el uso frecuente del celular puede ocasionar, aun así, no toma ciertas medidas para hacer un uso adecuado, no permitiendo algunos daño o en su caso, no agravando más un daño que ya se tiene. En lo personal, creo que esta entrevista se dio de la mejor forma porque ya con anterioridad tengo realizadas algunas sesiones anteriores y me permiten tener un manejo de las preguntas y de los temas que probablemente puedan surgir, ampliando una variedad de preguntas que puedan suscitarse con respecto a las respuestas dadas. También creo relevante el hecho de que días atrás, exactamente uno, había realizado una entrevista y de igual forma era una persona con la que nunca había presentado un intercambio de palabras, que por una edad más avanzada de lo que había trabajado parece haber disminuido las situaciones de complejidades que pudieron haberse presentado. Con relación a factores internos, para las últimas preguntas llegó a ella su mascota, un gato, el cual estuvo emitiendo maullidos cercanos al micrófono ya que la sujeto cargó al gato y aunque tratamos de alejarlo no quiso retirarse; en otro aspecto, el volumen y el tono de voz con la que el sujeto se dirigió fue muy baja, y aunque –con señas- se le decía que subiera el volumen y tono de su voz el cambio fue casi imperceptible. Con esta entrevista me lleva a cambiar el pensamiento que tenía con relación al abuso del teléfono celular, pues al hablar de un “abuso” mayormente se puede entender como un sinónimo de alguna “adicción”, sin embargo, en gran mayoría de los artículos que leímos junto a mi compañero de investigación, José Daniel, encontramos que uno de los parámetros con los que se puede llegar a hablar de una adicción del teléfono móvil es por la frecuencia con la que un sujeto mantiene en uso con su teléfono celular y que aunado de esto comienza a crear barreras en sus relaciones intra e interpersonales, en diversos aspectos, entre ellos en lo económico. En este caso, Ixhel, presenta un uso frecuente y por tiempos prolongados debido a un ocupación por cumplir con una responsabilidad como lo es la escuela, que más que un distractor se ha convertido para ella en una herramienta debido a la facilidad con la que puede encontrar información o en sus múltiples servicios que ofrecen los llamados “Smartphones” que le permiten comunicarse e interactuar con materiales que facilitan su proceso de aprendizaje. Más que prejuiciar a una persona como “adicta” hacía el teléfono celular solo por el hecho de darle una utilidad que va más allá de unas cuantas horas, debe verse los fines con los que se usa, porque si bien al momento de hacer uso de este artefacto el tiempo es mucho y además frecuente puede que no sea tan malo, todo dependerá de qué tanto limite sus ámbitos personales y sociales, cayendo en concordancia con todo lo que la información del sustento teórico nos decía, esto más orientado a los multiservicios y toda la gama de utilidades que el teléfono celular ha avanzado para las personas.
La Modernidad Ha Fungido Como Un Proyecto Civilizatorio Que Legitima Las Realidades Sociales y Ha Constituido Una Forma Universal Del Sujeto Excluyéndolo de La Diversidad