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Objetivo
Evaluar algunas de las propuestas planteadas por la Fiscalía y la academia sobre las reformas al Sistema
Penal Acusatorio.
Agenda
Orden Temas Tratados
1 Presentación de la reunión y discusión general sobre algunos problemas que aquejan el
sistema.
Desarroll
o
Orden Aspectos importantes
1 La reunión inicia con la presentación de la CEJ y los asesores presentes. Antes de iniciar con
los temas puntuales que se proponen, los funcionarios señalan algunos problemas que
aqueja el sistema. En primer lugar, la Juez de Control de Garantías, Jessica Stornino,
denuncia la poca capacidad que tiene la Policía judicial de reaccionar de forma inmediata
frente a los casos de hurto.
Al respecto, el Fiscal Jorge Fernán responde que, aun cuando lo planteado por la juez sería lo
ideal, a la policía judicial le queda muy difícil reaccionar frente a todas las denuncias, pues
falta personal. Así mismo, por presentarse el fenómeno de las BACRIM, a esta solo le
interesan las capturas y positivos, por eso no son buenos para asumir los casos de hurto.
El Fiscal de la URI agrega que es muy difícil que para 40 denuncias se asigne
inmediatamente un funcionario con funciones de policía judicial. Por este motivo, lo que se
está haciendo allí, es que se mantiene en contacto con los funcionarios que hacen el filtro de
las noticias criminales, de manera que cuando llega un delito grave, la Fiscalía contacta a
policía judicial para que asuma la investigación. Lo ideal es que en cada caso se pudiera
asignar un investigador, pero hoy en día no existen los suficientes recursos de personal para
ello.
Contestando a lo dicho por el Fiscal de la URI sobre los delitos graves, la Juez Jessica
Storino afirma que esto no se cumple. Difícilmente un caso que llegue por SAU lo conoce la
policía judicial o el fiscal de la URI, porque este no está y a la policía no le interesa. Al
respecto, la Dra. Ramos agrega que el diagnóstico nacional muestra que en la mayoría de los
casos, la denuncia no va acompañada por la reacción inmediata; la SAU es como “un mundo
paralelo” que solo se enfoca en la conciliación y la URI solo en flagrancia, de manera que solo
en algunas ocasiones recibe denuncias en la noche, únicamente cuando se trata de delitos
altamente graves y dramáticos.
Señala que varios de los casos que llegan a la Fiscalía podrían er resueltos mediante el
principio de oportunidad.Sin embargo, esto no ocurre por varias razones: i) dentro de las
causales para que opere este principio se exige que la pena máxima sea de 6 años, pero
ahora cualquier delito tiene una pena máxima superior a este término; ii) el principio procede
también contra delitos cuya pena máxima sea superior a 6 años pero con autorización del
fiscal, sin embargo, muchas veces se habla con estos pero no acceden.
En Santa Marta no se conoce el primer principio de oportunidad. Por este motivo, los delitos
más insignificantes terminan en juicio. La Dra. Ramos confirma que en Santa Marta para el
año 2012 se presentaron cero solicitudes del principio de oportunidad, por esto una de las
propuestas de reforma al SPA está encaminada a hacer más flexible su aplicación.
Frente a las denuncias que requieren reacción inmediata, es necesaria la articulación entre la
URI y la Sala de Atención al Usuario, ya que es importante que quienes reciben la denuncia
tengan funciones de policía judicial, debido a que muchas veces los denunciantes llegan con
elementos materiales probatorios donde es necesario iniciar cadena de custodia. Lo que está
pasando en la práctica, es que se está esperando a que el proceso sea asignado a un fiscal,
cuando quien recibió la denuncia tenía la obligación de recibir los elementos. Para prever
estas asignaciones, existe un coordinador en la URI del CTI y de SIJIN. Sin embargo, a pesar
de esto, los coordinadores están asignando sin tener en cuenta el perfil del funcionario
respecto de las necesidades del caso.
Dentro de su experiencia encuentra que la URI funciona muy bien. Cuando hay un acto
urgente, se está actuando de acuerdo con las necesidades. El problema está en que, cuando
la recepción de denuncias es asumida por funcionarios de la policía judicial que no tienen el
suficiente conocimiento jurídico, se está afectando el éxito de la investigación. Por otro lado,
afirma que le consta que en los años 2008 y 2009 si existió un filtro para determinar cuáles
conductas eran o no delictivas.
Haciendo referencia al documento entregado por la CEJ con los puntos principales sobre la
reforma al SPA, señala que: i) La ley 1453 ha desvirtuado la naturaleza del SPA, razón por la
cual propone reestablecer las rebajas punitivas a fin de dar más garantías al procesado, a las
víctimas y de que el proceso se más ágil. ii) Por otro lado, considera que es invconvenietne
volver a la investigación oficiosa de delitos querellables (como estaba consagrado en la Ley
1142/2007). Estos casos deberían impulsarse sólo cuando el afectado lo quiere. iii) Sobre el
acceso de los medios de comunicación a las audiencias, considera que si bien estos han
resultado útiles para dar a conocer a la luz pública casos importantes, se debe tecnificar esta
actividad con el fin de evitar excesos perversos que incidan en el éxito del proceso.
El Dr. Yesid Reyes introduce al tema, recordando que el tema se discutió cuando se estaba
planeando la reforma que dio lugar al sistema adversarial en Colombia. Actualmente existe un
control puramente formal de la acusación, pero desde entonces se planteó la incorporación de
un control material que sirviera como filtro a los casos que avanzan a juicio. La discusión en
aquella época terminó con la no aprobación de la acusación material debido a la operatividad
de esta, sobre la cual se cuestionaba: ¿qué juez debía hacer el control?, ¿qué limites debería
tener este control?, ¿es necesario una segunda instancia de estas decisiones?, ¿qué tanto
debería avanzarse en la audiencia de control de acusación sobre el fondo del proceso? y
¿qué intervenciones tendría la defensa?
Así mismo, señala que la incorporación de esta figura busca que no llegue al conocimiento de
los jueces conductas que no ameriten ser de la jurisdicción penal, disminuyendo así el
número de proceso a su cargo. Hoy en día se revive este tema, por lo cual se pregunta a los
presentes cuál es su opinión al respecto.
Hace un mes en Cartagena, en una reunión con todos los coordinadores académicos de la
Defensoría, se llegó a la conclusión de que si hay un control material sobre la formulación de
acusación, muchos procesos no terminarían en juicio. De manera que es fundamental la
incorporación de esta figura.
Sobre esta afirmación, la Juez de Control de Garantías Jessica Storino, cuestiona, ¿hasta
dónde debe llegar el control para que no se superponga con el juicio oral?
Otro funcionario de la Defensoría del pueblo considera que el control material de la acusación
es una forma de repetir la imputación. Así mismo, considera que quien ejerce la acción penal
es la Fiscalía, por lo cual no se deben inmiscuir en la decisión jueces y defensores. Entre
otras cosas, agrega que habría mayor dilación del proceso en la medida en que, si el juez
niega la acusación, ¿esto podría ser objeto de recurso?, ¿ante quiénes se debería recurrir?
El Sistema Penal Acusatorio falla desde la investigación, ya que lo primero que hace el fiscal
es enviar el proceso a la policía judicial, una policía que no cuenta con las suficientes técnicas
de investigación, a lo cual se le suma la corrupción en su interior.
En este sentido, para saber cuáles delitos imputar, se estructura el tipo penal dentro del
programa metodológico. Sólo cuando se tienen suficientes elementos es que el fiscal decide
imputar. Así las cosas, qué sentido tiene el control material de la acusación?
Al respecto alguien agrega que la incorporación de esta figura llevará a que los fiscales se
conviertan en jueces de instrucción.
Por otro lado, plantea la posibilidad de que las decisiones se tomen en tribunales penales de
conocimiento, no de forma individual como ocurre actualmente.
Así mismo propone que, como en otros sistemas, los jueces de control de garantías conozcan
hasta la audiencia preparatoria, y los jueces de conocimiento lleguen directamente a juicio, de
manera que quien vaya a fallar llegué sin contaminaciones a tomar la decisión.
La mayoría de los fiscales imputan muchos delitos para que se obligue a los preacuerdos,
muchas de las veces, delitos que no se logran demostrar con la acusación, situación que no
ocurre bajo la ley 1098 porque no proceden estos beneficios. En este sentido, está de
acuerdo con el control material de la acusación, ya que el tipo penal debe ser coherente con
lo que logró demostrarse con la investigación inicial.
Resumiendo lo dicho por los funcionarios a favor y en contra de esta propuesta, el Dr. Reyes
manifiesta su preocupación, ya que el proceso se convertiría en algo muchísimo más
complejo. ¿Cómo sería la audiencia de control de acusación si no es claro qué se puede
hacer con el control material? Esto se convertiría entonces en una réplica del juicio oral,
convirtiendo el sistema en algo más complejo.
Algunos fiscales tienen por ejemplo 350 casos, de los cuales 26 están en juicio, o 401 casos y
34 en juicio. La poca cantidad de juicios demuestra la inutilidad del control material de la
acusación, pues no son muchos los casos que estén llegando a esta etapa.
El problema del sistema penal no es de concepción teórica del sistema, sino por falta de
cultura y talento humano, ya que no hay suficientes recursos.
3 Lectura de documentos.
El Dr. Reyes señala que una actividad frecuente en los procesos es la aportación de
muchísimo documentos, algunos a su vez voluminosos, llegando al juicio oral con una
cantidad considerable, donde resulta impensable la lectura de todos estos. Esto lleva a que
las audiencias sean bastante extensas.
Al respecto, la Corte Suprema, tratando de resolver el tema, dijo que quien pedía la prueba
podía leer lo que quisiera. Sin embargo, esto generaba un problema frente al que no la pedía,
de manera que la Corte a su vez permitió que quien la pidiera, también la leyera, llevando a
que al final se leyera todo el documento, solo que en dos sesiones.
Cuando la Corte encontró que la decisión no estaba surtiendo efectos, estableció que la parte
que había pedido el documento, podría leer lo que quisiera, y la parte que no lo pidió solo
podía referirse a lo que quien pidió la prueba, decidió que se leyera. (Auto Maria del Pilar
Hurtado)
Estos problemas se podrían solucionar si los jueces fueran más estrictos en exigir la
pertinencia de la prueba con el hecho que se quiere probar, pero hoy en día las solicitudes de
prueba son muy vagas y los jueces los aceptan. La pertinencia hace relación a que la lectura
del documento sea apta para probar los hechos.
Cualquier medida que se tome sobre la lectura de documentos no debe solo aplicar para el
juicio oral, también para la audiencia de formulación de imputación y de acusación. Al
respecto, el Dr. Reyes refuta diciendo que el problema de las lecturas extensas en otras
audiencias diferentes al juicio oral, es del juez, quien debe exigir al fiscal mayor rigurosidad en
estas actuaciones.
Cuando un fiscal va a leer todo un documento, es el juez como director de la audiencia, quien
le debe pedir que lea únicamente lo que quiera probar. La solución al problema de la lectura
de documentos es del juez, quien debe pedir a la parte para dónde quiere ir con la
incorporación de estas pruebas.
Los jueces no abren el espacio para capacitar a los estudiantes de consultorio jurídico, ni
judicantes, asignándoles únicamente funciones de archivo de documentos y tareas
administrativos.
Extraña la autonomía que tenían los fiscales durante la ley 600 para impulsar la investigación.
Hoy en día, el fiscal depende de la policía judicial, pero como ellos no dependen de la
Fiscalía, el trabajo es muy complicado.
Sonia Gallego - Fiscal:
Por otro lado, ocurre que cuando el fiscal asigna determinada tarea a un investigador,
después el coordinador de estas asignaciones lo cambia.
La gran mayoría de los problemas del SPA empiezan con la policía judicial por la falta de
capacitación, corrupción, entre otros problemas.