You are on page 1of 17

NOVENA A FRANCISCO Y

JACINTA
PASTORCITOS DE FÁTIMA
http://www.fatima.org.mx/pastorcitos/novena/

ORACIÓN INICIAL
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo. Te adoro
profundamente con todos los poderes
de mi alma y te agradezco de todo
corazón por las apariciones de la
Santísima Virgen en Fátima a través de
las cuales se manifestaron en el mundo
los tesoros del Inmaculado Corazón.
Por los méritos infinitos del Sagrado
Corazón de Jesús y a través de la
intercesión del Inmaculado Corazón, te
imploramos, si es para tu mayor gloria y
el bien de las almas, que nos alcances
por la intercesión de los beatos Jacinta
y Francisco la gracia que te
imploramos.
Padre nuestro. Ave María. Gloria.
Nuestra Señora de Fátima, ruega por
nosotros.
Beata Jacinta Marto, ruega por
nosotros.
Beato Francisco Marto, ruega por
nosotros.

PRIMER DÍA
Francisco y Jacinta, que tanto han
rezado a los Ángeles y tuvieron la
alegría de recibir la visita del Ángel de la
Paz, enséñenos a rezar como ustedes.
Muéstrenos cómo vivir en su compañía
y ayúdenos a ver en ellos los
adoradores del Altísimo, los servidores
de Nuestro Señor, nuestros fíeles
protectores y mensajeros de la paz.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.

Francisco y Jacinta, intercedan por


nosotros.

SEGUNDO DÍA
Pastorcitos, vosotros que habéis visto
a la Señora tan linda, más brillante que
el Sol, y que en el mismo instante
aceptasteis ofreceros totalmente a Dios,
enséñenos también a ofrecernos
generosamente. Dennos valor,
recordándonos de que, en todos los
momentos de nuestra vida, incluso en
aquellos en que más nos hagan sufrir, la
gracia de Dios será nuestro consuelo. Y
háganos descubrir en Nuestra Señora, a
Aquella que es toda Bella, toda Santa y
toda Inmaculada.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
Francisco y Jacinta, intercedan por
nosotros.

TERCER DÍA
Francisco y Jacinta, a quienes Nuestra
Señora prometió llevar con Ella para el
Cielo y a quienes mostró Su Corazón
clavado de espinas, vuélvanos sensibles
a los dolores que le causan las
blasfemias y las ingratitudes de los
hombres. Concédanos que también
nosotros la podamos reconfortar con
nuestras oraciones y sacrificios. Y
aumenten en nosotros el deseo del
Cielo, allá en donde todavía, juntos por
nuestro amor, la podremos consolar
mejor.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
Francisco y Jacinta, intercedan por
nosotros.

CUARTO DÍA
Queridos Pastorcitos, que quedaron
horrorizados con la visión del infierno y
tan impresionados por los sufrimientos
del Santo Padre, enséñenos a utilizar los
dos grandes medios que Nuestra
Señora les indicó para salvar las almas:
la Consagración a su Inmaculado
Corazón y la comunión reparadora de
los Primeros Sábados. Recen con
nosotros por la paz en el mundo, por el
Santo Padre y por la Iglesia. Pidan con
nosotros a Dios que nos libre del
infierno y lleve todas las almas para el
Cielo.

Padre nuestro.Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.

Francisco y Jacinta, intercedan por


nosotros.

QUINTO DÍA
Francisco y Jacinta, ustedes a quienes
Nuestra Señora pidió que rezaran e
hicieran sacrificios por los pecadores
abandonados por no tener a nadie que
se sacrificase y pidiese por ellos, hagan
que nosotros sintamos el mismo
llamamiento por todas esas almas en
aflicción. Ayúdenos a interceder por la
conversión del mundo. Dennos su
confianza inamovible en la bondad de
Nuestra Señora que desborda de amor
por todos sus hijos, y en la misericordia
de Dios que quiere que todos los
hombres se salven.

Padre nuestro.Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.

Francisco y Jacinta, intercedan por


nosotros.
SEXTO DÍA
Pastorcitos que vieron a Nuestra
Señora en su deslumbrante e
incomparable belleza y que saben que
nosotros no la vimos, muéstrenos como
podremos contemplarla desde ahora
con los ojos de nuestro corazón.
Háganos comprender el maravilloso
mensaje que Ella les confió. Ayúdenos a
vivirlo plenamente y darlo a conocer en
nuestro entorno y a través del mundo.

Padre nuestro.Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
Francisco y Jacinta, intercedan por
nosotros.

SÉPTIMO DÍA
Francisco y Jacinta, a quienes Nuestra
Señora dijo querer una capilla en su
honor y reveló ser “la Señora del
Rosario”, enséñenos a rezar el Rosario
contemplando los misterios de la vida
de Su Hijo Jesús. Inflamadnos de su
amor para que con ustedes podamos
amar a Nuestra Señora del Rosario y
adorar a Jesús escondido más
realmente presente en las capillas de las
iglesias.

Padre nuestro.Ave María. Gloria.

Oh Dios, por el amor que María


Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.

Francisco y Jacinta, intercedan por


nosotros.

OCTAVO DÍA
Niños tan queridos de Nuestra
Señora, padecieron grandes
sufrimientos durante vuestra
enfermedad y serenamente los
aceptaron completándolos en el
ofrecimiento definitivo de vuestra vida,
enséñenos a ofrecer también nuestras
privaciones. Muéstrenos como el
sufrimiento nos configura con Cristo, Él
que quiso rescatar el mundo por la cruz.
Y háganos descubrir que el sufrimiento
nunca es en vano, pero si fuente de
purificación para nosotros mismos, de
salvación para otros y de amor hacia
Dios.

Padre nuestro.Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.

Francisco y Jacinta, intercedan por


nosotros.

NOVENO DÍA
Francisco y Jacinta a quienes la
muerte no asustó, ustedes a quienes
Nuestra Señora vino a buscar para
llevar al Cielo, enséñenos a mirar a la
muerte no como un desaire o un
contrasentido, sino como único medio
de pasar de este mundo hacia Dios,
para entrar en la luz eterna donde
encontraremos a aquellos que amamos.
Y dennos la certeza de que este paso
nada tiene de temible, pues no lo
haremos solos sino con vosotros y con
Nuestra Señora.

Padre nuestro. Ave María. Gloria.


Oh Dios, por el amor que María
Santísima mostró a Francisco y Jacinta
en Fátima y en honor a ellos, te
rogamos te dignes concedernos este
favor (hacer en silencio la petición), te
lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que
contigo vive y reina en la unidad del
Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
Francisco y Jacinta, intercedan por
nosotros.

LETANÍAS DE FRANCISCO Y
JACINTA
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Dios Padre, Creador del mundo, ten
piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor de los hombres,
ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, Perfección de los
elegidos, ten piedad de nosotros.
Santa María, Madre de Dios, ruega
por nosotros
Nuestra Señora del Rosario…
Corazón Inmaculado de María…
Francisco y Jacinta, niños bendecidos
por Dios…
Niños tan queridos del Corazón de
Nuestra Señora…
Niños tan queridos de todos
nosotros…
Pastorcitos maravillados por la
creación…
Pastorcitos admirando el cielo
estrellado…
Pastorcitos acariciando los corderitos
blancos…
Pastorcitos de mirada limpia…
Pastorcitos de sonrisa angelical…
Pastorcitos de alma cristalina…
Corazones apasionados de la
belleza…
Corazones hambrientos de la
verdad…
Corazones desbordantes de amor…
Pasmosas maravillas de oraciones…
Fuentes desbordantes de sacrificios…
Ofrecimientos totales prontos para el
martirio…
Francisco, pacífico y contemplativo…
Tú, consolador de Dios…
Tú, que haz fallecido sonriendo…
Jacinta, fiel aliada del Santo Padre…
Tú, apóstol del Corazón Inmaculado
de María…
Tú, amiga de los pecadores…
Ustedes dos, compañeros de los
ángeles, rueguen por nosotros
Confidentes de Nuestra Señora…
Testimonios vivos de Su Mensaje…
Ustedes, apasionados de Dios…
Vigías al lado de Jesús escondido…
Adoradores de la Santísima
Trinidad…
Estrellas de luz para la humanidad…
Zarzas ardientes del Altísimo…
Llamaradas de amor hacia la
eternidad…
Cordero de Dios que quitas los
pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los
pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los
pecados del mundo, ten piedad y
misericordia de nosotros.

Oremos.
Dios, que has concedido a los dos
Pastorcitos volverse dos pequeñas
zarzas ardientes, tan inflamados de
amor por el Santo Padre y por los
pecadores como abrasados de amor
hacia Nuestra Señora y Jesús
escondido, haz que nos volvamos otros
Franciscos y otras Jacintas, para que
por nuestra parte ardamos del mismo
amor y con ellos nosotros nos
encontremos todos juntos en el Cielo a
los pies de Nuestra Señora para adorar
a la Santísima Trinidad. Por Jesucristo
Nuestro Señor.
Amén.

You might also like