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OMAR GUTifRREZ' VALDEBÉNITO

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enseñada a sus miembros y los líderes tratarán de hacer máxima la mo­ VII CAPÍTULO
dernización. Además, que la nueva tecnología no es muy diferente de la LAS RELACIONES CIVILES MILITARES
que caracteriza la modernización en general .
Se enseñará la modernización en general, por estricta que sea l a pre­
ocupación por la tecnología militar como tal, y esta enseñanza se efec­
tuará fuera del contexto soC.i.afgeneral. Su significado radicaría en que
dicho alistanuento haría mínima la resistencia de las personas a la mo­
dernización, y minimizaría la repercusión en el contexto social general;
aspectos importantes para los problemas ·ie la modernización. Afirma
que el aislamiento y e: extn:mado autoritarismo característico de estas
l. FUNCIÓN POLÍTICA DE LO S MILITARES
organizaciones, la' falta de problemas en el control de sus miembros,
ayudan a minimizar estos problema�-
La minimización del problema de repercusión en el conjunto gene­ Uno de los aspectos en debate dentro de la Sociología Militar y la Ciencia
ral de los núembros de' la sociedad, lo considera más importante. Pese al Política es si las Fuerzas Armadas poseen o no una función politica. En este
aislamiento que puedan tenerlos miembros de las organizaciones de las sentido, aunque existe una tendencia a catalogar de indiscutible el princi­
Fuerzas Armadas, la difusión de los efectos de la modernización más pio de subordinación de los militares a la autoridad civil, algunas posturas
allá de ellas no se p'uede evitar. Afirma que el marco de las Fuerzas Ar­ reconocen cierta integración política de lo militar. Entre estos planteamien­
madas hace posible la maximización del impacto de la modernización tos, se puede mencionar ciertas corrientes francesas de la Ciencia Política,
al minimizar la extensiónincontrolada de ésta y la consiguiente produc­ en las que destacan autores como Mégret, Girardet, Burdeau y Duverger1 .
ción de problemas y crisis que por el momento son difíciles de resolver. Los dos primeros reconocen una vocación política de las Fuerzas Armadas.
Finalmente, las Fuerza:s Armadas, una organización compleja ante Girardet afirma que no se puede separar el aspecto político del militar, al
los escenarios del futuro, se centrará! expr-eiamente en los cambios que analizar la función política de las Fuerzas Armadas. Para Mégret, ésta sur­
están teniendo lugar o tendrán lugar en la organización militar debido ge desde el momento en que, dentro del Estado, aparece una responsabili­
al cambio de escenario inaügurado por la caída del muro de Berlín, cam­ dad permanente y directa con respecto a la Defensa Nacional. El reconoci­
bios caracterizados por la inseguridad, la complejidad, los riesgos y las miento de esta función ha sido obstaculizado, a su juicio, por tres causas:
amenazas difusos. Ante la crisis con que se enfrentan las Fuerzas Arma­ "En primer Jugar, se refiere al tradicional postulado del apolitici�mo
das se plantea el problema de la nueva órganización, posiblemente in­ de las Fuerzas Armadas, desmentido, en su opinión, por los hechos, que
édita en la historia,' ya que las funciones clásicas de éstas parece que confirman un fuerte conservadurismo en los estamentos militares. Un
quedan relegadas a·un segundo plano, aparecen nuevas misiones y se segundo obstáculo al reconocimiento de la función política del Ejército
impone la nece.>idad de im nuevo concepto de las organizaciones mili­ proviene de ciertos excesos producidos, especialmente, .11 verterse en
tares'en las sociedades. Crece la importancia de los elementos simbóli­ moldes occidental ?S la concepción ideológica de la guerr<• desarrollada
cos, el modelo de carrera se pone en cuestión y cambian los criterios de en la Unión Soviética, reclamando algunos militares el control perma­
reclutamiento y ascensos de los militares de carrera. nente de los espíritus(... ). La tercera h1ente de conflicto consiste en el
contraste entre la fuerza de los valores de la tradición militar y la acele­
ración de los cambios políticos en la actual sociedad internacional "2.

1 LóPEZ RAMÓN, FERNANDO LA CARACTERIZACIÓN JURÍDICA DE LAS FUERZAS AR·


MA DAS. Centro de Estudios Const.itucionales MAdrid, 1087. p. 21\1.
1 1 lll'E7.. n,,cfl'm, pp 2RS y 2F.r•.

206 207
Burdeau y Duverger3 categorizan a las Fuerzas Armadas como 2. EL CONTROL POLíTICO DE LOS M[L!TARES
un Rrupo de presión4• El primero sostiene que el Ejército es la poten­
cia colectiva mejor organizada, cuya intervención como fuerza po­
El control político de las Fuerzas Armadas, no definido de forma satis­
lítica ha podido ser evitada conforme a los principios de subordi­
factoria, se relaciona en general con el mayor o menor poder q•1e pueda
nación al poder civil y de apoliticismo de las Fuerzas Armadas. El
tener la Institución Militar o, en �tras palabras, co1,1la forma en que ese
segundo reconoce que el Ejército constituye un peligro permanente
poder se puede reducir y hasta qué límite es conveniente o no, extre­
para la autoridad civil y para los ciudadanos, amenaza que se redu­ mos, éstos, sobre los que existe controversia y disá1sión.
ce a través de sentimientos de obediencia al Estado v la mantención
del Servicio Militar Obligatorio. Asimismo, señala ue este peligro q l. El co ntrol civil del militar. Corresponde a la sumisión total e incondi­
sólo puede ser eliminado en una sociedad en que se mantenga el cional del poder militar a la autoridad civil, que se cristaliza en el
consenso popular sobre la legitimidad de los gobernantes. No obs­ gobiemo legítimo y que tiene la exclusividad de la toma de decisio­
tante, considera que existe un rango de normalidad en la presión nes. El poder civil decide los sistemas de defensa, de organi2ación
ejercida por las Fuerzas Armadas, que se encuentra dentro de la militar, los nombramientos, reclutamientos y fomias de aislamien­
legitimidad del sistema. to.·Dentro de este sistema, el Ejército tiene comq única· forma de par­
Una postura contraria a la francesa es el planteamiento sociológico ticipación política la defensa de la sociedad contra cualquier ataque
itd!iano, según la cual, se sugiere que el poder técnico-militar debe ser exterior y el apoyo al mantenimiento del orden público ir1terno. Asi­
limitado a través de la acción parlamentaria. Entre los autores que se mismo, las Fuerzas Armadas carecen de un estatuto juríd_ico espe­
ubican dentro de esta tendencia se puede mencionar a Cemma, De cial y se encuentran sometidas a los tribunales ordinarios.
Bencdelti, Rochat, Peccioli y Boldrini, Colonna y Bova. En general, reco­ Tomando como refereitcia los enWlciados de Huntington6, que por
nocen la existencia de poder político en las Fuerzas Armadas italianas, definición, excluye el que los militares profesionales puedan com­
el gue no ha sido debidamente controlado por la autoridad civil y, en prometerse en política, contempla dos posibilidades de ejercer el con­
especial, por el Parlamento, al que algúnos critican una falta de inter­ trol civil del militar7. La primera, que denomina contro l civil subjeti­
vención en materias castrenses. De ahí que las propuestas vayan en esa vo, se caracteriza por potenciar el poder civil y se ha dado
línea de acción. ampliamente en nuestra sociedad, a través de Wla diversidad de �a­
Este tema de la función política nos lleva al análisis del tema más nifestaciones. Reconoce la existencia de un poder militar a priori, el
general de las relaciones civiles-militares. En este sentido, resulta per­ que debe ser reducido aumentando el poder de los grupos civiles,
tinente reparar en los planteamientos de Hermann Oehling, para los que también rivalizarán por el poder. Sin embargo, cabe señalar
quien las relaciones entre la sociedad civil y las Fuerzas Armadas que en lQS países democráticos, el militar adquiere pode.r político
constituyen manifestaciones de poder, las que pueden asumir, en un por medio' de un proceso legítimo, por lo que se considera falsa la
principio, dos modalidades: el control civil del militar o el control premisa que el � ército posee un mayor nivel �e actuación en la�
militar del civils naciones totalitarias. El control civil objetivo sólc¡¡ tiene una modali­
dad y se consigue mediante la potenciación dé la profesionalidad
militar. Supone el control de las Fuerzas Armadas por el Gobierno
civil, reduciendo las funciones de las primeras a: 1) representar ante
'LOPEZ, fuid!!m, p. 28i y 288, citando a CEORGES BURDEAU, TRAITE DESCIENCE POLITI 1UE,
l<.>mulll, LA DYNA.MIQUE POLJTJQUE, 2·, e di ción, París, 19ó8, pp. 254-262;y, MAURJCE Duvt:J¡GEJ\,
JNSTITUCJONES POLITICAS Y DEJ�ECHO CONSTITUCIONAL, traducción española de la 15
écdición francesa por E. AJA y otros, Ariel, Barcelonil, l �80, pp. 364·365. • HUNllNGTON, SAMUELP. TiiESOLDIERANDTHESTATE:THE THEORY ANDPOUTIC:SOF
' C1upus <ir ¡wd, )VIl aquellos que trdtan de influir en q�,;ienes deter tan el poder a fin ,1� CIVIL-MJLITARY RELATIONS, ap artado ''Poder, ldeologia y Profesiorulidad; Lls Relaciones Oviles­
u
Jugrar ventajas para �us int<::re ses, q e pueden ser económicos, religiosos, ·a cial es o una combi­ MiJjtares en Teoría", en la compilación de RAFAEL BAÑÓN y jostANlONJo OLMEDA, LAINSITIUCIÓN
nación de ellos. MIUTAR EN EL ES'T ADOCONTEMPORÁNEO, Alianza Universidad, 1985, pp. ;:35-253.
'0EHLING, HERMANN. LA FUNCIÓN POLfTICA DEL EJÉRCITO, p. 15rJ. 7 BAJ\IÓN y OLMEDA, !bidem, p. 235.

208 209
l a e�;tructura bllbernamental de la oc:iedad las necesidades de la que movieron a la sustitución, s e d é paso a l poder ci\'il, que queda
seguridad militar; 2) prevenir a los jefe�s de Gobierno de los puntos sometido al poder mili tar, el cual le dirige y controla. La penetración
de vista estrictamente militares y su · tplicación en la política mili­ civil es progresiva y obvia"9•
tar propuesta, y 3) ejecutar en la es. era militar. De este modo, se En el segundo caso, "El Ejército se le considera un factor supra o
consigue la 'militarizació'l' del militar por medio del Estado, apar­ extra constituciúnill, guardián y salvoguorda de la constitución por
tándolo de la vida pól1üéa y constitucional. Oehling especifica que cuyo ascendiente el militar tiene una actividad política destacada
este si�:tema de control civil ha sido introducido por el sistema libe­ ( ... ).Se le reconoce un 'status' político -permanente o transitorio- y
ral, perq no se consigue su estabilidad fácilmente. la influencia o presión política ejercida supone una fuerza irresisti­
"En muchos países puede decirse que durante períodos determina­ ble que acaba imponiendo sus decisiones. Esta segunda modalidad
dos existió un efectivo control objetivo, pero, sobre todo, y esto lo per­ está ampliamente extendida en la actualidad. Por la vía de la Políti­
cibe Huntington, cuando la s�guridad se siente amenazada, la situa­ ca Exterior ya han venido jugando un importante papel los milita­
ción se hace difícil(... ) Habrá que confiar, pues, en la convicción interna res. Pero hoy se extiende esta actuació,Q, por razones deSeguridad
de las Fuerzas Armadas de dedicarse exclusivamente 'a sus cosas' y Nacional, a otros campos( ... ). Por una osmosis gradual, por incom­
recluirse en su objetivo neutral de alcanzar un alto grado de prepara­ petencia del civil en los casos de subdesarrollo o por la complejidad
ción, y también cox;ttar con un prestigio regular y de autoridad del de la técnica y de los factores que conjugan la política exterior ac­
poder civil(...) Pero cambiemos el decorado y hagamos aparecer des­ tual, el militar gana ascendiente ante el civil, y de ahí pasa a ejercer
orden, crisis, gobierno incapaz, corrupción, peligro exterior, unidad influencia en eJ amplio campo de las tareas i nternas d_e l Ejército"10•
inestable o cualquier otro factor capaz de alterar las estructuras y vea­ Un aspecto en debate respecto al control militar del civil es la relación
'
'mos si ese 'control_objetivo' tiene su milagrosa eficacia"8• que existe entre el grado de intervención y el nivel de profesionalización
Control militar del 1 civil. En
• • .
este cáso, las Fuerzas Armadas dejan de

de las Fuerzas Armadas. Algunos sectores suponen que a mayor gra­
constituir un instrumentorasivo y pasan a desempeñar un papel im- do de intervención o participación política del Ejército, mayor nivel
portante dentro de la política de una �ociedad determinada, hasta tal de profesionalización de este último, y viceversa.Sin embargo, Oehling
punto, que en ocasiones incluso pasan a ser las protagonistas de la considera que esto no es efectivo, pues la alta tecnificación de las Fuer­
escena política. Esta preponderancia de lo militar no se debe solamen­ zas Armadas hace que éstas tengan un ascendiente político aún ma­
te a la fuerza física que posee, sino que tiene como factor significativo yor, puesto que los militares se sienten con mejores capacidades en
el ascendiente que las misma socieda�.le reconoce a sus Fuerzas Ar­ ciertas áreas que la autoridad civil. De este modo, se p::oduce un con­
madas. En este sentido, se producen dos situaciones; o bien el militar trol indirecto del militar sobre la política interna.
es quien regula la política, o, lo que sucede con mayor frecuencia, el Después de describir estos dos modos de relaciones civiles-mi litares ­
militar constituye U:n factor de las decisiones políticas. En palabras de el control civil del militar y el control militar del civil-, Oehling propo­
Oehling, en el primer caso, "En su fornia histórica, el E jército supone ne una tercera modalidad a la que denomina sistemasflexibles. Explica
una institución fundida con el poder político, lo dispone y lo acciona, que, en general, en las relacic:mes enh·e las Fuerzas Armadas y la socie­
y que lo encontramos en las monarquías militares de Prusia y tantos dad civil se produce una tensión entre Jos principios de seguridad y
otros países, manteniéndolo por ·,.m dispositivo feudo-aristocrático. de libertad. El predominio de cualquiera de los dos significa peligros
En su manii':!stación actual, el Ejército se apodera de las palancas del insalvables, pero el problema radica en la dificultad de conseguir una
mando y gobierno(...) . La sociedad militar en estos casos reemplaza o armonía de ambos principios. "Los sistemas que descansan en w1a
domina a la civil. Supone una sustitución del poder civil por el militar comprensión de la dificultad del problema, y tratan de resolverlo
(...). La evolución corriente es que, pasadas y superadas las causas

'OEHUNG, Ib1dem, pp. l6p y 161.


1 OEHUNG, Ibidem, pp. 155 y 156. 10 Ü EHUNG. Jbidem, pp. lól )' lti�.

210 211
so�dado y el Estado) y la subordinación �el primero al último. También
mediante una armonización lo más perfecta posible en cada caso de
existe una clara implicancia normativa: la organización militar debe es-
ambos principios, conscientes de la dificultad que enh·aña cada uno ·

por separad�?, tienen mayores perspectivas de éxito, que aquéllos que tar bajo el control civil.

se esfuerzan inútilmente en conseguir un control objetivo o subjetivo, Este enfoque tradicional sobr l s re�aciones civiles-militares pre­
. . � �
ya sea de un signo como del otro. El fenómeno de la convivencia so­ senta algunas dific tltades. No es faCil aphcar e1. concepto en la práctica,
. �
cial exige de coordinación y cooperación"11• Como ejemplo de este debido �la compleja nat ..leza.de las interaccion�s político-militares y
��
tipo de sistemas, menciona los casos de Suiza e Inglaterra, países en las relacwnes entre el mihtar y la sociedad en general. A(l.emás, la no­
los que existe una clara cooperación entre las instituciones militares y ci �� de "control civil" se complica desde el momento en que el personal
las civiles. Asimismo, reconoce una tendencia parecida en los Estados mihtar comparte labores con el profesional civil. En este sentido los
Unidos de América, que comienza a tomar fuerzas en la medida en n ili tares tampoco constituyen un grupo monolítico, pues las dif ren­
:

queda atrás el pensamiento decimonónico de los intérpretes de la Clas en los servicios recíprocos e interburocracias dentro de la institu­
Constitución. De este modo, dice Oehling, se perfila un sentimiento ción de la defensa, son algunas veces más prominentes que aquéllos
de cooperación efectiva enh·e civiles y militares, sin detenerse a pen­ entre la visión de "militares" y "civiles". Otra desventaja del enfoque

sar en la precedencia legalista.


tradicional es que éste se hace estrecho al estar basado en gran medida
en las normas y experiencias Occidentales, por lo que no refleja las rea­
lidad es hist ?ricas, sociale ni políticas de todas las naciones. Estas negli­

_
gencias sugieren la necesidad de realizar un enfoque comparativo más
3. MODELOS Y TIPOLOGÍAS DE RELACIONES
e tenso s bre las ladones civiles-militares. Una nueva conceptualiza­
FUERZAS ARMADAS Y SOCIEDAD �_ � ��
c�on podr�a adqumr la forma de marco de trabajo político para la segu­
nda� nacional, en el que se resuelven los problemas y conflictos por
En Sociología Militar se han utilizado varios conceptos refere n tes a la s medw de procesos políticos y burocráticos que incluyen a varios indivi-
relaciones civiles-militares; con el objet o de definir y analizar las ma­ duos, grupos e instituciones. ·

neras en que se vinculan el sistema político y el militar. Distintos estu­ En lugar de identificar las partes sobre bases a priori como "civiles"
diosos han propuesto algunas clasificaciones que muestran posibles y "militares", los verdaderos "jugadores" y su valor de preferencias en
formas de relaciones civiles-militares, como un modo de lograr un en­ el proceso político, podrían ser identificados _ empíricamente por cada
tendimiento y una explicación del proceso que las envuelve. Dichas áreá del problema o decisión. Alternativamente, el abandono de la idea
clasificaciones, llamadas tipologías o modelos, son útiles en las des­ dicotómica entre las relaciones civiles-militares, en beneficio de un con­
cripciones, análisis y explicación del complejo medio de las relaciones tinuo acercamiento en las diferencias entre civiles y mili1ares, ofrecería
civiles-militares. una perspectiva comparativa más dinámica. Finalmente, se podría ade­
Como se puede desprender del punto anterior, el concepto tradicio- cwir el modelo convencional de relaciones civiles-militares, distin­
nal de relaciones civiles-militares tiene como premisa fundamental la guiendo varios niveles en los cuales dichas vinculaciones pudiesen ser
existencia de una institución militar bien definida y autónoma dentro analizadas. Por ejemplo: se podrían diferenciar los siguif'ntes tres nive-
del sistema político. En otras palabras, los aspectos estructural, funcio­ ·

les de análisis:
nal y cultur¡¡l de un sistema militar deben existir en forma independien­
te de otras organizaciones sociales. Lo anterior, requiere de un alto gra­ l. El nivel más general del sistema, es decir, las relaciones entre milita­
do de profesionalidad y reconocimiento de los limites que existen entre res y sociedad.
las funciones y organizaciones militares y civiles. Implica tanto una 2. Las relaciones dentro de la institución militar, es decir, entre perso­
marcada separación entre el sistema militar y político (es decir, entre el nal uniformado y personal civil.
3. Las relaciones entre la institución militar y el sistema político a nivel
de elite.
tr
OU-tLII�C, lbidem, p. 167.

213
212
Cualquiera sea el a(ercarr.iento que se adopte, resulta útil elaborar der de w1.a elite política revolucionaria o propia de un partido de masas
tipologías y modelos en tomo a este tema Antes de continuar, cabe ex­ autoritario, apoyada por fuerzas paramilitares. Quizás en un principio
plicar brevemente Jo que entenderemos por estos conceptos. Se puede se puede identificar una alianza de estos grupos con la elite militar tra­
definir tipología Como una clasificación cualitativa de fenómenos en las dicional, pero ésta no tardará en ser infiltrada por miembros del partido
distintas categorías de acuerdo al criterio obtenido, en la que dichas ca­ dominante o desplazélda por una policía secreta. De este modo, se impi­
tegorías son totales y mutuamente excluyentes. Los modelos son de la independencia del profesio!}al mili tar, el que no tendrá otra alter­
�epresentaciones simples, lógicas y abstractas de las relaciones y proce­ nativa que obedecer las órdenes de� partido. Ejemplos históricos de este
sos de un m�ndo real y complejo. En este sentido, se pude decir que las modelo se encuentran principalmente en los Estados comunistas, en la
tipologías ayudan a organizar y analizar conceptos, mientras que los Alemania Nazi y en, en menor grado, la Italia Fascista.
modelos ayudan a explicarlos. Finalmente, el modelo de estado-guarnición - enunciado inicial­
Es evidente la variedad en Jos patrones de las relaciones civiles-mi­ mente por Lasswell -,constituye una consecuencia del debilitamiento
litares en todo el mundo. Por ejemplo, Morris J anowitz distingue cuatro de la supremacía civil, situación que puede gestarse, incluso, en aque­
modelos históricos, que serían el aristocrático-feudal, el democrático, el to­ llas sociedades que con anterioridad hayan poseído una estructura
talitario y el de estado-guarnición. política y democrática efectiva. Aunque el resultado último de este sis­
El primero, describe la ·relación política-militar en la Europa pre-in­ tema se parece al totalitario en ciertos aspectos, el modelo de estado­
dustrial, cuandJ la clase aristocrática gobernante componía las elites guarnición tiene una historia natural distinta. Janowitz explica que, en
política y militar, de modo que se aseguraba la permanencia de los mili­ este caso, no se da un dominio de la política por parte de las Fuerzas
tares bajo el control político. Los grupos sociales dominantes se encon­ Armadas ni tampoco se conduce a una dictadura militar; sino que la
traban integrados por lazos familiares y valores comunes, lo que tenía elite castrense debe asumir la autoridad cuando las condiciones inter­
como consecuenda que las Fuerzas Armadas se identificaran con la ideo­ nacionales se hacen prolongadamcnte tensas y la guerra se observa
logía de dichos sectores dominantes. Asimismo, dentro de las institu­ como inminente12.
ciones castrenses existía una jerarquía muy rígida que constituía la fuente Se puede conje �urar, sin embargo, que estos modelos no son muy
de autoridad y prestigio de los miembros de la elite castrense; sin em­ útiles para describir las relaciones civiles-militares en las nacionale1' élC­
bargo, la fa�ta de especialización de la profesión Il'ilitar p ermitia a la tua les. Las experienciéls históricas de las naciones nuevas no sólo han
elite política mantener el liderazgo. La ausencia de las diferencias entre sido diferentes de las occidentales, sino que en la mayoría de Jos casos
lo civil y lo militar evitaba el surgimiento de una intervención militar. Jos avances históricos de los pueblos indígenas fueron detenidos por
En el modelo democrático, en contraste, fas cúpulas civiles y mili ta­ conquistas y reglamentos coloniales. Por Jo tanto, Janowitz planea una
res están claramente diferenciadas. El militar es profesional, autónomo, tipología para Jos Estados emergentes. A continuación se describen léls
políticamente n1�utral y subordinado a la autoridad civil. El dominio cinco tipologías, utilizando ejemplos de la década de los 1960:
civil se mantiene a través de controles institucionales externos, y una 1. Control Autoritario - Pe1·sonal. El poder militar está restringido y lél
ética profesional interna propia de los servicios apolíticos. Este modelo supremacía civil se mantiene, por autocracia personal izélda. (Ejcm­
constituye una n·alidad histórica, por cuanto describe las relaciones ci­ plos: Etiopía, Afganistán, Arabia Saudita).
vil-militar· en países como los Estados Unic;Ios y el Reino Unido, y se 2. Grupo de Partidos - Autoritario. Es aquel en el que el rol militar estéÍ
perfila, además, como uno de los objetivos qe la política. limitado e institucionalmente subordinado al grupo de partidos do­
El modelo totalitario emerge en algunas sociedades industriales una minantes. (Ejemplos; Ghana, Guinea, Mali).
vez que el aristocrático-feudal queda obsoleto. Asegura el control de los
militares eri la política civil, por medio de una penetración política e
• ideológica, centralizaqa generalmente en un partido autoritario. Este 11 ]ANOI\IlTZ,
MORll!S; "Military Organizations". Capítulo 2 del texto compila torio HANDBQOK
sistema no nace de ninguna unión social o natural entre las.elites políti­ 01' MIUTARY INST!TUTIONS, Pdit�cln pnr ROGER W. LllTLF. Sag!' Puhlic"tions, lkvcrly 1 lills,
cas y mili tares tradicion�les, sino que surge a partir de la llegada al po- 1971. rp. 24.25 �· 2fi.

214 215
3. Democrático - Competitivo. Las tradiciones coloniales, instituciones
COMPARACIÓN DE ROLES Y REGÍMENES roLf11co- MILITAR
civiles competentes y los partidos políticos mantienen a los milita­
res restringidos. (Ejemplos; India, Israel, Nigeria).
4. Coalición Civil- Militar. Modelo generalmente inestable en el cual el Politica Civil \Politica Pretoriana
militar asume un papel político sobresaliente e interviene en política Limitaciones · Umitaciones

algunas veces. (Ejemplos; Turquía, Indonesia, Irán). Extensión de Política de Integral Fragmentada Integral Fragmentada
S. Oligarquía Militar. Gobierno directo de los militares. (Ejemplos; Tailan­ Participación Fortalecimiento

dia, Egipto, Corea del Sur). Política de los militares

Alta E.E.U.U. URSS Grecia Francia ·

En un esfuerzo por entregar un cuadro comparativo más amplio sobre (al final de
La 4• Rep.)
regímenes y roles político-militares, Claude E. Welch, Jr. y Arthur K.
Smith crearon una tipología que se basa en la extensión y naturaleza de Alta Media Suecia Israel Turquía Argentina

la participación política popular, la relativa fortaleza militar y las causas 1954-1963

de las limitaciones de la institución militar. Las Fuerzas Armadas, que Baja Japón Finlandia Alemania· Austria
son altamente institucionales y profesionales, tienen limi taciones i nte­ 1920 1934
grales, mientras que las limitaciones fragmentadas caracterizan los bajos Alta India Cuba Brasil Egipto
niveles de institucionalidad y profesionalidad. En política, la subordi­
Media Media Chile México Perú Ghana
nación de los militares se mantiene por control civil objetivo, en aquéllos
1926-1972
en que las limitaciones militares son integrales, y por control civil subjdi­
Baja Costa Rica Guyana Burma República
vo, en aquellos casos en que las limitaciones militares son fragmentadas.
Dominicana
Desde una perspectiva contraria , Welch y Smith observan las políti­
1957 1965
cas pretorianas como aquéllas en gue I�s civiles controlan a los milita­
Alta Senegal lrán El Salvador Thailandia
res, pero existe cierta inseguridad en el proceso. En otras palabras, el
militar es políticamente poderoso e interviene en política de varias ma­ Baja Media Costa de Etiopía Malagasy Nigeria
neras. En c:stc sistema, el militar es como w1 actor político independien­ Marfil

te, si sus limitaciones son integrales, pero ingresa a la política o encabe­ Baja Zambia .Nepal Rep. de Haití Congo
zando coaliciones si sus limitaciones son fragmentadas. De aquí nace la (Bra:z.zaville)
siguiente tipología que nos muestra ejemplos de cada combinación de
Con"rol Civil Control Civil Militar como Militar como
las variables pertinentes. Objetivo Subjetivo actor político actor en
El concepto clásico de la pr ofesionalidad militar, según lo expresa independiente coalición
Huntington en The Soldier and the S tate (El Soldado y El Estado), llama a
un equilibrio balance entre la experiencia o la competencia, el sentido Fuente: CLAUDE E. WELCH, }R. y ARnruR K SMJTii, MIUTARY ROLE AND RULE. North
Scituate, Mass: Duxbury Press, 1974, p. 43.
·

de responsabilidad social o servicio público y una identidad corporati­


va. Para Huntington, la intervención profesional y militar en la política
es antitética y el corporativismo que conduce a tal intervención es un
desarrolla fuera del "profesionalismo" y puede conducir la interven­
m a l de "profesionalismo". Desde una perspectiva contrastante,
ción y guiar el pretorianismo. En relación a esto, Perlmutter distingue
Perlmutter, en The Military and Politics in Modern Times, argumenta que
tres tipos de Ejércitos dentro de la historia militar moderna, de acuerdo
el corporativismo debería estar separado del "profesionalismo" y debe­
a sus tendencias corporativistas: 1) el profesional clásico, representado por
ría ser tratado como la variable independiente que determina el com­ .
los ejércitos de Prusia- Alema nia, Francia, Japón y R1:1"sia¡ 2) el pretoriano,
portamiento político del militar. A su modo de ver, el corporativismo se -
tipificados por los militares en Arabia, Africa y países latinoameriC-anos;
216
217
y 3) el revolucionario, tomando como ejemplo a los soldados de China e Armadas en las instituciones civiles. En resumen, se refiere al grado de
IsraeP3• Según Perlmuther, ni la profesionalidad militar ni el corporati­ legitimidad o aceptación conforme a tales instituciones. De acuerdo a lo
'
vismo aseguran que no se lleve a cabo un intervención. La variable crucial anterior, las sociedades pueden ser clasificadas conforme al grado que
que explica la intervención o no intervención mi'litar es la relación diná­ existe y quP se mantiene entre tales enlaces.
mica entre el militar y su régimen o Estado cliente. Sistemas legítimos y La intervención militar en política significa la substitución forzada de las
estables reducen la posibilidad de la intervención militar. La decadencia autoridades civiles por políticas y 7 o personas militares. La intervención
política y la in1�stabilidad motivan la frecuente intervención que condu­ puede llevarse a cabo por medio de actos de comisión u omisión. También
ce al pretoria.nismo. De esta forma, las condiciones políticas determinan se precisa que la fuerza armada tenga la disposición para actuar, así como la
la naturaleza de las relaciones civiles- militares. ocasión para intervenir. El modo de intervenir consiste en aplicar las técnicas
específicas o métodos utilizados por los militares interventores.
Finer destaca cuatro grados de intervención militar en política, de
4. LA INTERVENCIÓN rvrrLITAR acuerdo a la integridad de substitución forzada, mencionada anterior­
mente. El primer grado, de simple influencia, se refiere a la habilidad de
La intervención de los militares en la vida política constituye uno de Jos los jefes militares para persuadir a las autoridades políticas, con el obje­
tópicos de interés de'la.Sociología Militar como de la Ciencia Política. El to de que adopten políticas en favor de los militares. Podría ser aquél en

tema ha sido abordado según criterios muy distintos y desde puntos de el que las Fuerzas Armadas o algunos de sus miembros inciden en la

vista muy diversos. Se han estudiado sus causas, los motivos que favo­ vida política sin modificar o alterar los poderes políticos ·�juego, sus
recen tal intervención o que la dificultan, los tipos y grados de la misma, relaciones o sus respectivas posiciones; generalmente esta influencia se
etc. Como señalamos en el capítulo sobre perspectivas en la Sociología traduce en tratar de aumentar los recursos militares d isponibles, de al­
Militar, existen distintos investigadores que se han abocado al análisis terar las orientaciones políticas en lo que se refiere a los militares o de
de la intervención militar, 'entre los que aestacan Lang, Bien en, Feit y impedir divisiones o fisuras en asuntos internos o externos que puedan
Nordlinger. Sin embargo, entre las muchas teorías formuladas, revisare­ perjudicar las tácticas de defensa o de estrategia general. Tales requeri­
m os inicialmente la p l antea d a por el pr ofesor británico Samuel E. Finer, mient os son absolutamente constitucionales, legítimos y ru tin a r i os: no
que quizás sea la más difundida. Su obra The Man on Horseback: The Role amenazan la supremacía civil. En este caso, el militar actúa igual c¡ue
of the Military irz Politics, publicada en 1962, presenta una introducción cualquier otro elemento burocrático en el gobierno. El segundo gr¡:¡do
muy apropiada al problema de las intervenciones militares y su relación de intervención militar es por medio de chantaje o de presión con amena­
con las condiciones sociales. En ella, Finer relaciona la intervención mi­ zas o intimidaciones. De acuerdo con Finer, se utiliza esta forma con el
litar con métodJs y niveles específicos de intervención. objeto de presionar a las autoridades para que acepten, con desagrado,
Los conceptos 'principales que se emplean en relación a este tema las exigencias militares. Las Fuerzas Armadas, por medio de amenazas
son "cultura política",; ':inten¡ención militar eri política" y el "modo de inter­ o coacciones de muy diverso tipo, coartan las libres decisiones de los
vención". El primero e_s un concepto que ha sido ampliamente divulga­ poderes políticos en juego, especialmente en materia militar, aunque,
do desde los años 60, década a partir de la cual se han escrito muchos aparentemente, las relaciones y posiciones de unos y otros no se alteren.
textos que tratan este tema. Finer describe a la cultura política simple­ De este modo, el régimen se transforma en instrumento de los militares.
mente como el grado de enlace público y de partid pación de 1 as Fuerzas En el tercer nivel, el de desplazamiento, los militares provocan el cambio
de los poderes en juego, obligando a unos a marcharse y apoyando a
otros que no hubiesen accedido al poder sin tal ayuda; son los supues­
tos tópicos en los que las Fuerzas Armadas son el á rbitro de tal situación
13 i'Ul.M1.JT!U. AMOS. LO MILITAR Y LO POÚTICO EN EL MUNDO MODERNO, Ediciones
Ejército, Servicio de Publicaciones del E.M.E., Madrid, 1982, p. 13 y ss. Título origir\aL 1HE MILITARY
política. Es así como el militar logra establecer un nuevo liderazgo polí­
AND POtmCS IN MODERN TIMES. ON PROFESSIONAL, PRAETORIAN, AND REVOLU· tico, más manejable y conveniente para los intereses castrenses. Final­
TIONARY SOLDIERS, Yale Universíty Press, New Haven, 1977. mente, la suplantación es el nivel más alto y más directo de intervención

218 219
Los cuatro grados de intervención milÚar se relacionan con los cua­
militar. Los militares, por medio de un jefe o de una junta, reemplazan a tro niveles de cu ltura política. Los países con Wl. grado de madurez en·
los poderes constituidos y asumen abiertamente el gobierno; no se trata cultura política son susceptibles solamente a la .influencia militar, dado
ya de respaldar a un determinado grupo o partido político, sino de ejer­ que cada intervención que pudiera ir más allá sería contraria a los prin­
cer el poder directamente. cipios del militar profesional, e ilegítima a los ojos de las instituciones

Los niveles que puede alcanzar la intervención militar en política se civiles bien establecidas. . .
encuentran relacionados con el grado de cultura política de una sociedad q
Las sociedades que han ad uirido una cultura política _desarrolla­
determinada, la que se mide por: 1) la cantidad de público que acepta da, tradicionalmente experimentan la intervención militar en sus {ar­
los medios establecidos para transferir el poder, 2) el grado de reconoci­ mas de influencia y extorsión. A pesar que la legitimidad del proceso
miento a la autori<:f;d soberana, y 3) el grado de participación popular de transferencia del poder político y el asWl.to de la autoridad sobe­
en asociaciones particulares, como son las iglesias, los sindicatos y los rana pudiesen estar en disputa en tales países, sus organizadas insti­
partidos políticos. Finer distingue con el uso de estos tres principios, tuciones civiles detendrían públicamente los int�ntos por desplazar
cuatro niveles de cultura política: maduro, desarrollado, bajo y mínimo. o suplantar al régimen en vigencia. Sin embargo, en los países con Wl.
Estos niveles limitan en los grados de intervención militar y legitimidad bajo nivel de cultura política, las posibilidades de una intervención
del gobierno militar. Finer escribió: "La legitimidad del gobierno militar p
militar son mayores: el chantaje, el des lazamiento "! incluso el
sería inalcanzable en el primer grupo, resistida en el segundo, fluida: suplantamiento florecen ante la ausencia de medidas e instituciones
fácil en el tercero y sin importancia en el cuarto grado". equilibradas.
La figura a continuación muestra los niveles de cultura política y al� Por último, en las sociedades con un mínimo de cultura políti­
gunos ejemplos: ca, la única fuerza política es la militar, que en forma .repetida toma
el poder por medio de violentos desplazamientos y suplant�mientos
NIVELES DE CULTURA POLITICA abiertos. .
Finer también diferencia seis modos o métodos de ir.tervenci6n militar y
Orden de cultura política Características del orden Nivel característico en el
los relacioná sistemáticamente a los niveles de intervención y cultura polf­
de cultura política que se ejerce la
intervención militar
tica. Estos seis métodos son:

]0 urden: Legitimidad por sobre l. Canales hacia la Constitución normal.


Cultura politica todo, todo e inaccesible 2. Colusión o competencia con las autoridades civiles.
madura a los militares - Influencia.
3. Intimidación a las autoridades civiles.
4. Amenazas de no cooperar o de violencia hada las autoridades civiles.
2" orden: Legitimidad importante y /
Cultura política resistente a los militares. L_ Extorsión.
S. Fracaso en la defensa de las autoridades civiles, ante la violencia.
t.lesarrolh1d a. 6. . Práctica de la violencia en contra de las autoridades civiles.

Las relaciones entre lo:; niveles de cultura política, niveles de inter­


3"orden: la legitimidad tiene
Cultura política alguna importancia pero Desplazamiento del vención militar y modos de intervención se pueden representar en el
baja. es fluida. Gobierno civil. siguiente diagrama:. · ;

4° orden: La legitimidad carece Suplantación


Cultura política de importancia
del régimen civil
mínima.

Fuente: SAMUEL E. Fu,ER, THE MAN ON HORSEBACK: THE ROLE OF MILITARY IN POLITICS,
Editorial Sudamericana, Buenos Aires,1962, p. 185.
221
220
RELAOONES: CULTI1RA POÚ11CA, NIVELES DE INTERVENCIÓN Y METODOS ésta de una ética civil que representa un conjunto de valores y activid a­
des sobre problemas d e l Estado, que p redomina en la sociedad civil y,
ORDSN DE CARACIERlSnCAS NIVEL DE MtroDOS
CULTURA om. ORDEN DE �VENCIÓN por consiguiente e n su gobierno.
POÚilCA CULTURA POÚI'ICA MILITAR
E n tanto exista una variedad de grupos civiles comprometidos en la
lerOrtlen
Cultura PoUtica
lucha por el poder, también hay una variedad d e éticas civiles o ideolo­
MADURA gías. En consecuencia es imposib l e suponer un continuum que se ex­
dviles
tiende desde los va lores mili tares en un extremo y los valores civiles en
2do . Orden :
Cultura Polltia el otro. 8 término "civil", por otro lado, solamente se refiere a lo guc no
DffiARROLLADA
es militar.
3er.Ortlm El profesor H untington, señala que "No existe dicotomía alguna entre
mcntahdad militar y mentalidad civil, porque no hay una sola men talidad
Cultura Polftica
BAJA
autoridades
civil. Hay muchas menta lid ades civiles, y la diferencia entre dos étilas
•• Orden civiles cualesquiera puede ser más grande que la d i ferencia entre cual­
Cultura Polltica
MÍNIMA quiera de ellas y la ética militar. En consecuencia, la étrca militar sólo
puede compararse con éticas civiles particulares".
Por lo tanto, e3te au tor, compara cuatro manifestacio.1es de una es­
Puente: SAMUEL E. PINER, THE MAN ON HORSEBACK: THE ROLE OF MILITARY IN POLITJCS,
Editonal Sudamericana, Buenos Aires, 1962, p. 221.
pecie de ética civil: l a ideología política, entendida ésta como un conj u n ­
t o d e valores y actitudes orientado a l rededor de l o s problemas del Esta­
do. Las ideologías políticas selecci o nadas son: liberalismo, fascismo,
4 . 1 . LAS RELACIONES CIVILES MILITARES SEGÚN SAMUEL HUN11NGTON marxismo y conservadurismo.

A continuación nos focalizaremos en l�s p l anteamientos de Samuel El Liberalismo


Huntington. Set;ún Huntington, las "relaciones civiles-militares" aluden
al papel del ejército en la sociedad. TérminÓ que sugiere una dicotomía En lo fundamental, se c en t r a en la libertad ind ivi d u a l d e l h o m bre,
básica y una oposición entre el punto de vista civil y el militar; oposición como ser esencialmente racional, sosteni e n d o que la relación natural
que considera falsa. Ello porque en la mayoría de las sociedades, la uni­ entre los h o m b res es la paz, d á n d o l e una g r a n i m p o r tancia a su
dad de intereses, capacidad o puntos de vista entre los militares sería es­ au torrealizació n . Minimiza l a existencia d e l p o d e r e n las relaci0ncs
casa; y cuando existe un p,unto de vista, unos intereses y unas institucio­ h u m a n a s , o p o n i é n d o se a las g r a n d es e s t r u c t u r a s m i l ita res y al
nes militares diferenciados e identificables, no habría ningun a sociedad armamentismo. Se opone a l a guerra y sólo la j u s t i fica p a r a l a defen­
que cuente con 1ma unidad comparable entre la población civil. sa de los principios universales de j usticia y libertad, desde la pers­
Define e l término "civil", en la expresión relaciones civiles-milita­ pectiva l iberal. Considera que las instituciones m i l i ta res deben estar
res, como "no militar".:Estima que las relaciones civiles-militares llevan bajo el control del poder civil.
consigo una multiplicidad de conexiones, "entre instituciones, i ntereses Entiende a l a defensa nacional como una respo nsabilidad de todos,
y personas militares, y los diferentes y frecuentemente opuestos entre sí considerando en un caso de guerra que la "nación en armas" debe ser
intereses, instituciones y personas no militares·'. Se trataría de una reJa- apoyada por las milicias populares y Jos ejércitos ciudad a nos. Por el
• ción multilateral. contrario, establece que la ética mili tar, sostiene que el hombre debe su­
Samuel Huntington estudia las relaciones civiles-militares según dos bord inarse al grupo e n u n a condición de obediencia y que s u rcl¡:¡ción
• planos: natural es el conflicto, que las relaciones human as se b a s an en el pod er,
En el primer caso, para establecer cómo podrían ser estas relaciones, .1 cr p tanclo la guerra como instrumento d C' l a política para la soluci(ln d ('
compara la ética militar con la ideología política, como manifestación los conflictos e n general y no para fines espE.'cíficos.

222 22,1
E1 Fascismo
ideología del partido, con puntos de vista sobre la naturaleza humana,
la historia y el concepto de poder distintos, en gran manera, con la rela­
l�n rt'lación a éste, establece que es similar en ciertos aspectos a la ética
ción ética militar; el conservadurismo no tiene un modelo político-ideo­
militar, diferenciándose de ésta en lo siguiente: mientras el militar acep­
lógico que imponer a las instituciones militares y, en consecuencia, n_E se
ta la guerra y el poder como instrumentos de la política, el fascismo las
er camina por su propia lógica hacia un conflicto inevitable con los valo­
glorifica y las entiende como un fin en sí mismo. El fascismo por esencia
res militares de las demandas de ta función militar.
es más individualista que el liberalismo, resaltando el liderazgo y la sub­
En segundo l ugar, HunHngton s e refiere a 'as pautas de las relacio­
ordinación a su voluntad, considerando a éste como un ser supremo; en
nes civiles atendiendo a tres variables, estas son:
contra posición, la ética militar cree en la universalidad de los rasgos
humanos, reconociendo la necesidad de liderazgo y disciplina en la so­ l. La ideología promilitar o antimilitar predominante en la sociedad
ciedad. El fascismo entiende a la fuerza militar como un instrumento de civil.
poder subordinado a sus intereses, además ve en el Estado o en el parti­ 2. El mayor o menor poder político de los militares y,
do el órgano rector de la sociedad. 3. El grado de profesionalidad de los militares.

La combinación de estos tres elementos le permitió establecer cinco pau­


El Marxismo
tas de relaciones.

Establece que éste es fw1damentalmente opuesto a la ética militar, COJ15i­


PAUTAS DE RELACIONES CIVII..ES MIUTARES
derando al hombre básicamente como bueno y racional. El marxista igual
que el militar, ve la lucha en forma generalizada, sin embargo, la gran • Ideología antimilitar, alto peoder político de las FF.Al\., y baja profesionalidad
diferencia, es que los primeros sólo ven la "lucha de clases". Indicando
• Ideología antimilitar, bajo poder político de las FF.AA., y baja prohsionalidad
que el marxista pone el acento en la importancia del poder económico, a
• Ideología antimilitar, bajo pl)der político de las FF.AA., y alta profesionalidad
diferencia del miljtar, que lo pone en la superioridad de las armas. El
marxismo, al igual que el liberalismo, intenta formar a las instituciones • Ideología promilitar, alto poder político de las FF.AA., y alta profesion�lidad
militares conforme a su propia ideología, la que debe estar organizada • Ideología promilitar, bajo poder político de las FF.AA., y alta profesionalidad
bajo líneas proletarias, en contraposición con los capitalistas.

El Conservadurismo
Huntington se refiere a las pautas de las relacione� civiles militares
atendiendo a tres variables: la ideología pro militar o antimilitar pre do­
En cuanto a éste, señala que es la ideología que más se asimila a la ética
minante en la sociedad civil; el mayor o menor poder político de los
militar, por cuanto coincide con ésta sobre la percepción del hombre, de
militares y el grado de profesionalidad de las Fuerzas Armadas.
la historia y de la sociedad, reconociendo la función del poder en las
La combinación de estos tres elementos le permitió establecer las
relaciones humanas. No se encamina hacia un conflicto.
cinco pautas14 indicadas.
Una síntesis de la comparación entre ética militar con las ideologías
políticas son las siguientes: l. Ideología a n t i m i l i t a r, a l t o p o d e r político de los militares y baja
Existe un contraste y conflicto inherente entre ética militar y el libe­ profesionalidad. Este tipo de relaciones civiles militares por lo general
ralismo, el fascismo y el marxismo; y, también hay una compatibilidad y
similitud inherente entre la ética militar y el conservadurismo.
En tu n l o d libL:ralbmu y d mü rxismo insisten en modelar lüs institu­ �
'; Hay ocho combinaciones posibles de estos tres factores, pero una (ideología an tar, alto

ciune:> mil itares conforme a ideas "no militares", y el fascismo (pienso :


poder militar, alta profesionalidad) es imposible, dadas las premisa teóricas es ablec1das
por
alto poder militar, baja _
prof�l!)�dad)_ �
HUIV11NGTON, y las otras dos (ideología promilitar,
que también en cierto grado el marxismo) trata de inculcar en ellas la
poco probables, excepto en circunstancias menos habituales.

224 225
se encuentran en países más primitivus, donde la profesional i d 3 d Gmpos Maitares y No Militares
militar se ha retardado, o en países más avanzados cuando las ame­
nazas de se guri dad súbitamente se intensifican y, en consecuencia, Sostiene que las relaciones civiles-militares, en cualquier sociedad , refle­
los militares aumentan su poder político, tal fue el caso de Alemania jan la natu raleza y el nivel de desarrollo predominantes en esto sociedad
durante la Primera Guerra Mundial y de los Estados Unidos de y en su sistema político. Lo importante es en qué m � �ida existe una . ife � ­

América durante l a Segtiñda Guerra Mundiál. renciación entre los individuos y los intereses no m1htares cnn relaeton a
2. Ideología a n timili tar, bajo poder político de los m i litares y baja los militares. Difen�nciacíón que podría tener Jugar en tres niveles:
profesionalii.ad. Esta combinación de elementos sólo aparece cuando
l. E n las relaciol"'es entre las Fuerzas Armadas y la soc•edad (ambos
la ideología anti militarista en la sociedad es muy profunda y se
como totali dad);
mantiene. intensamente por un período prolongado y los m i litares
no pueden escapar a su influencia. Las relaciones civiles - militares 2. En las re la cion es entre el mando militar (cuerpo de oficiales), en cuan­
en los Estados totalitarios modernos p)Jeden tender hacia este tipo; to elite, y otros grup os elitistas; y
una aproximación muy cercana a él por ejemplo, la logró Alemania
,

durante la Segunda G:uerra Mundial .


3. En la relación entre los altos mandos de las Fuerzas A rm ad as y l os
máximos líderes políticos de la sociedad .
3. Ideología a n timilitar, bfZjO poder político de los m i litares y alta
profesionalidad. Una sociedad que sufre pocas amenazas a su segu­ Estima que, en e l . primer nivel, las Fuerzas Armadas pueden ser una
ridad es probable.mente l a que permita este tipo de relaciones civi­ parte integrante ¿�·la sociedad, l a cual refleja e interioriza ·las fuerzas e
les - militares. Históricamente, este modelo prevaleció en los Esta­ ideologías sociales dominantes. Que el orden o estamento militar puede
dos Unidos de Alnérica desde el surgimiento de la profesional id a d ser coincidente con la socie d ad y d esempeñar todos sus m iembros fun­
militar después de la Guerra Civil hasta comienzo d e la Segunda ciones militares. Y, en el otro extremo, el orden militar puede estar a lta­
Guerra Mundial. . mente diferenciado, de modo que sus miembros no desempeñen otras
4. Ideologfa pro m i l itar, a l t o poder político de los m i l i t a res y a l t a funciones de i m p ortancia que las exclusivamente m i l i tares.
profesionalidad. Una sociedad con constantes amenazas d e seguri­ En el s egu n d o nivel, considera que la con e x ión entre los o fi ci a le s de
dad y u na ideología que simpatiza con los valores militares puede las Fuerzas A rma d a s y otros grupos d irigentes de la sociedad puede ser
permitirse un ,alto nivel de poder político militar y, sin embargó, muy estrecha (las mismas personas pueden ser a la vez líderes políticos,
mantener la profesionalidad militar y el control objetivo ci vil Pro­ .
económicos y militares). Mien tras que en el o tro extremo del proceso, la
bablemente, el logro sobresaliente de esta variedad de relaciones oficia l i d a d m i l i tM puede constituir una e<1rrera pro(csionill excl u s i va,
civiles militares se;dio en Prusia y Aleuania, durante la época incompatible con otras tareas.
bismarckiana - moltkea�a (1860-1890). En el úl timo nivel, los mismos i n di vid u os p u ed e n ej e rcer las dos
S. ldeologfa p r o milita r,, bajo poder político de los m i l i tares y alta funciones dirigentes, la política y l a m ilitar, o bien estos papeles pueden
profesionalidad. Este tipo d e relaciones puede esperarse en una so­ ser totalmente d i s tintos y sus titulares recl utados de proced encias dife­
ciedad relativamente a salvo de amenazas de segu r id ad y d omina­ rentes y p or disti ntos canales.
da por una ideología conservadora o de otro tipo que t.i ene simpa­ Considera que, en gen e ra l , una elevada d i ferenciación a un o de los
tías por el punto de vista militar. Las relaciones civiles mil itares en niveles tiende a ser asociada con una igualmente eJeyacJa d i ferenciacinn
Gran Bretaña del siglo XX, en cierta forma, han tendido a ser de
· a otros niveles, pero esto no tiene lugar d e modo invariable. Ejemplifica
este tipo.15 cómo evolucionan estas relaciones en los Ejé rci to s europeos a partir del
siglo XVII y XVIII, hasta Jos Ejércitos modernos.
H u ntingto n sostiene q u e en cada nivel de las r el a c ion es c i v i l e s � rr� i l i ­
tares, l o s sectores de las Fuerzas Armadas pueden diferir d e los c1v1les
15 HtJI'..'TINGTON, SAMUEL THE SOLDIER ANO THE STATE, p. 96 y 97. en l o que respecta a especiali zación, valores e instituciones. Señala qu e

226 227
renciación entre las instituciones mil itares y las restantes suele ser muy
l� s militares suelen diferenciarse de los no militares en su especializa­
!E-ve, y las Fuerzas Armadas pueden coincidir con el conjunto de la so­
CIÓn en el uso de la violencia y en su regulación. A través del tiempo esta
ciedad.
d i ferenciación ha ido variando, en las sociedades desarrolladas de la
mitad del siglo X X las diferencias entre la especialización militar y las
restantes han tendido probablemente a descender, según plantea
4.2. SOCIEDADES TRADICIONALES Y SOCIEDADES
Janowitz (1960). EN PROCESO DE MODERNIZACIÓN
Los individuos militares también pueden diferir de los grupos civi­
les en lo relativo a sus actitudes y valores. Afirma que en muchos de los
Afirma 9ue, en general, cuando la sociedad es más primitivá, menos
p �íses que �an comenzado el proceso de modernjzación en la segunda
d1ferenctadas se encuentran las técnicas, los valores y las instituciones
mltad del s1glo XX, los valores de los grupos dominantes de las Fuerzas
militares con relación a los restantes grupos de ésta.
Arn: adas corren paralelos a.los de la clase media civil, nacionalista, pro­
En las sociedades modernas las relaciones civiles-militares difieren
gresJsta y reform1sta, que es la que está en ascenso. Los cuerpos de ofi­
_ de las sociedades anteriores por la existencia de un cuerpo de' oficiales
C!ales profesionalizados estimularían, en general, las actitudes y valores
at·tónomo y profesionalizado. La aparición ?e esté_ cuerpo de oficiales,
distintivos ("mentalidad militar"), que pueden diferir considerablemente
eshma, sería el factor clave del proceso de modernización. Tanto en Eu­

de as actitude s y valo � �s dominantes dentro de la sociedad. Afirma que
ropa Occidental como en Estados Unidos este c'Úerpo de oficiales sería
_
la etJCa profesiOnal m1htar suele tener un carácter conservador. Estima
producto del siglo XIX; la pauta de moderniZación de es�os países con­
que si los valores básicos de la sociedad son de índole liberal, fascista o
trastaría con la de otros países de Asia, África e I"Beroar.aérica. Afirma
socialista, la tensión entre el liderazgo político y l a militar puede ser
que en Europa y Estados Unidos, la mode n;iz
aciÓI) politica h?. 'precedi­
considerable, especialmente cuando los líderes militares están en una
situación de poder efectivo o potencial, o bien cuando los líderes políti­
do, generalmente, al
_
�esarrollo de un _cuerpo modemo de ofici�les pro­
cos consideran necesario imponer una amplia uniformidad ideológica a
ff�siOnales; sólo en pa1ses como Franela (donde los problemas constitu­
cwnales quedaron sin resolver), las intervenciones milite:res han
todos los elementos de la sociedad, incluidos los militares. Alú el nacio­
desempeñado un papel de primera importancia en la vida política. En
nalísmo podría proporcionar una base común para el desarrollo de la
Alemania, también ha sido importante; p�ro ·menos evidente, como re­
ideología revolucionaria del liderazgo político y de la perspectiva con­
sultad� d � las conflictivas reivindicaciones de legitimidad y autoridad
servadora de los militares. _
de las mstltuC!ones monárquica y parlament_aria. Estima qut:, en gene­
Las instituciones militares también podrían diferenciarse en una
ral, los cuerpos de oficiales profesionales se han desarrollado dentro de
medida variable respecto de las civiles. Sería clave en este aspecto, el '" ·
la estructura de un orden po lítico estableciJci.
grado en que la organización castrense está compuesta por enrolados
Mien_t ras que, a l contr<trio, e n los p aíses co�o Asia, África e
para largos períodos de servicio y de oficiales de carrera, la proporción
Iberoamérica, los líderes militares han sido en much�s casos los promo­
en que los sol d a d o s y los oficiales son reclu tados en sectores específicos
tores del proceso de modernización. Los países con una irdependéncia
Je la sociedad y formados en instituciones educativas especiales; la si­
relativa �esde la época del colonialismo europeo, se hé'n visto obligados
tuación orgánica de las Fuerzas Armadas dentro de la estructura guber­
a iniciar una "modernización defensiva" y transformarse en modernas
namental, y la estructura de las relaciones de autoridad entre los man­
instituciones capaces de oponer resistencia a la penetración europea . La
dos de la institución militar y el liderazgo político de la sociedad. Afirma
institución militar h a pasado a ser, a menudo, l a institución más moder­
que en una situación extrema las instituciones militares se convierten en
na y eficaz de la sociedad y sus líderes los más apasionados promotores
un Estado dentro de o tro Estado; en dichas circunstancias podrían lle­
de la modernización, del na cio n alism o y de la refonna.
gar a ser relativ amente d i fíciles de c o n t rol a r por parte de las institucio­
Afirma que los militares se encontraban en mejor situación que los
nes ejecutivas y legislativas del gobierno.
r � st� nt � s grupo � e instituciones, debido a su coherencia organizativa y
Mientras que en el extremo opuesto, en las naciones donde la pauta
d1sc1 plma su penor, y a su capacidad para ejecutar las necesarias realiza-_ · - .
de relac10nes civiles-militares es la de una "nación en armas", la dife-

229
228
dones; por su identificación con el'conjUI1to de la sociedad y su preocu· Ser1ala que en el Estado moderno las relaciones civiles-militares son
padón por los objetivos nacionales, en lugar de los intereses minorita· c1bjeto de una preocupación mayor que la que suscitan las relaciones
rios de clase, partido, grupo étnico o comunal; también por su nivel de entre el sector civil y otros sectores (diplomático, científico), la que pue­
experiencia técnica en la alfabetización, educación y especializaciór de atl'ibu irse a factores como:
mecánica y técnica.
• Que existe en muchos grupos civiles un temor heredado por pasa­
Señala que en Iberoamérica, la relación entre los militares y el proceso de .
das intervenciones mili tares en política. Los oficiales y tropa del Ejér­
modernización ha sido más compleja. Recién en la primera parte del siglo X)l
cito suscitarían una prevención y hostilidad que no se daría en los
los oficiales de'. Ejército adquirieron una mayor profesionalización, y comen·
restantes grupos de expertos.
zaron a constituir una clase media y se pronunciaron crecientemente a favm
del progreso y las reformas. Fenómeno que llevó a un nuevo período de in­ • La coherencia de la estructura organizativa y la disciplina del Ejérci­
tervenciones militares en política que comenzó en el decenio de 1930. to contrastaría con las pautas de las democracias constitucionales,
Estima que en lberoamérica, así como en Asia o África, las interven­ las que serían más iguali tarias y voluntaristas. Los militares serían
ciones de los militares en política en lo relativo a modernización pueden frecuentemente considerados como dotados de una tendencia po­
representar un beneficio a corto plazo, con una debilidad de largo alcan­ tencial a la acción política disciplinada que no poseen ctros grupos.
ce en las instirtciones civiles y políticas. Sólo los países q ue han hereda­ • En las é p ocas de guerra y de crisis intemacional prolongada, los
do instituciones políticas fuertes de la era colonial (India), o que han militares pueden ejercer el control sobre una parte sustancial de los
sido capaces de crear instituciones políticas fuertes por medio de la re­ recursos de la sociedad.
volución (México), o la reforma (Uruguay), han logrado minimizar el
Los militares son frecuentemente identificados con la guerra y con-
papel del estamtnto militar en política y mantener unas instituciones

siderados como los principales protagonistas de ésta.


militares profesionales no políticas.
Según Huntington, actualmente en las sociedades más modernas, in­
cluido los Estados Unidos de América, los cuerpos de oficiales y s u s
4.3. EL EsTADO MODERNO jefes han desempeñado un papel moderador y de control en la dirección
de la política exterior. El belicismo ha sido más característico de los gru­
Según señala Huntington, en las sociedades tradicionales el principal pos civiles y de los movimientos pol íticos, que de los militares profesio­
problema permanente en las relaciones civiles-militares fue minimizar nales. Pese a esto, la identificación tradicional de los m il ita res con l a
el papel de la fuerza y la violencia y el dominio de los militares en polí­ guerra ha persistido y se h a manifestado e n l a convicción C] U e mientras
tica. Mientras que en el Estado moderno, la línea divisoria entre los asw)­ más sea el poder político y los recursos que se destinan a los m i l i tares,
tos políticos y los militares es mucho más marcada, donde los cuerpos más aumentarán las probabilidades de guerra.
de oficiales constituyen un organismo diferenciado y profesionalizado, Estas actitudes tradicionales respecto a los militares, se daría más,
cuyos mandos dedican su carrera al estudio y práctica del ejercicio de la en forma variable, en las sociedades occidentales; en otros lugares la
violencia. Estima que el papel de la violencia en el orden político es la­ imagen habría cambiado significativamente. Afirma que la creación de
tente, y sólo durante las crisis constitucionales y cuando existen conflic­ un cuerpo de oficiales profesionales ha ido acompañada de un lento
tos sociales intensos la fuerza se convierte en el árbitro de la política. declive del prestígio y el estatus de los militares. Este descenso en el
Afirma que los problemas más persistentes de las relaciones civiles­ esta tus social ha ido acompañado de un aumento de la experiencia téc­
militares no E on los relacionados al papel de la fuerza en política, sino al nica; la imagen aristocrática del oficial ha sido sustituida, en gran medi­
papel de la experiencia en ésta. Los paralelo. ; del problema moderno de da, por la imagen del experto. Sostiene que los líderes militares, en m u ­
las relaciones civiles-militares .se encuentran en las relaciones existentes chos casos, han desarrollado y empleado l a s compleji d a d es de la
en los Est?dos modernos entre los líderes políticos y los especialistas moderna ciencia militar para erigir u n muro d efensivo contra presiones
(diplomáticos, funcionarios, científicos v economistas).

de p olíticos civiles, apelando a la autoridad del conocimiento esotérico
t

230
1
231
para reforzar sus recomendaciones políticas. Pero, en épocas de cambio brían tomado medidas extremas para prevenirse contra una influencia
rápido en la guerra, los jefes militares educados con verdades antiguas, excesiva del estamento militar en el gobierno (en Alemania y URSS, con
·
pueden verse retr,asados respecto a los civiles al ajustar los conceptos y la creación de la policía secreta).
tácticas militares a unas condiciones totalmente distintas (en Primera - - Sostiene que l o s sistemas constitucionales n o confían er. estos méto­
Guerra Mundial, Lloyd George y otros políticos civiles captaron antes dos de control. En los sistemas parlamentarios, el jefe de Estado sería
que el Estado Mayor Imperial, las implicaciones de la guerra total). -con frecuencia el jefe militar de las Fuerzas Armadas, pero el control real
En el Estado moderno distingue tres responsabilidades generales estaría depositado en el primer ministro y en el gobierno. En las demo­
para los altos jefes militares: cracias constitucionales, el ministro del cual depende el Ejército es gene­
ralmente un civil, que <;e halla asesorado por un grupo de fWlcionarios
l . Defender las necesidades de la seguridad militar dentro de la es­
civiles permanentes . Los Estados modernos tienen tres departamentos,
tructura gubernamental, formulando peticiones a los líderes polí­
.cada uno con su jefe militar, después de la Segunda . Guerra Mundial
ticos relativas a los recursos que consideran necE·sarios para la se­
casi todos los Estados modernos habrian instituido un jefe supremo de
guridad;
estado mayor, o comandante militar, que era la máxima é. utoridad del
2. Aconsejar a los líderes políticos sobre las implicaciones militares de país y ejercía un grado variable de control o mando sobre todos los de­
las líneas de acción que se proponen, y preparar los planes para las partamentos militares. Señala que la integración de las Fuerzas Arma- ·

posibles contingencias mili tares; y das y la aparición, en casi todos los países, de un Ministro de Defensa o
Ministro del Ejército, ha_reducido significativamente la estat�..tra y poder
3. Reflejar en la esfera militar las decisiones de los líderes políticos.
del ministro de cada Ejército.
Afirma que estas responsabilidades p lantean a los altos jefes militares Fl grado de influencia del estamento militar y el de los demás gru­
continuos conflictos con los líderes políticos y con los departamentos pos en la política de la vida cotidiana estaría también determinado por
civiles del gobierno. Estas d iferencias de actitud darían lugar a las di­ su grado de unidad (ejemplos, Estados Unidos de América y Gran Bre­
vergencias más característiCas entre civiles y militares en el Estado mo­ taña). Así como la unidad de los líderes político$ varia de país en país,
derno. A nivel burocrático afectarían a los departamentos de asuntos varía la propia unidad de los militares. Especialmente en tiempos de
exteriores y de hacienda (las organizaciones militares expresarían con paz, la competencia entre los distintos servicioS'existe en todos los Esta­
frecuencia su disgusto por estar entre un Ministerio de Asuntos Exte­ dos modernos; ésta alcanza sus formas extremas en Estados Uzúdos, . .
riores que aumenta sus responsabilidades y un departamento finan­ donde el liderazgo político está menos unifica d o que en la mayoría de.
ciero que reduce sus recursos; polémicas que serían arbitradas por los los países. Dicha competencia entre los div�rsos departamentos prod�-­
líderes políticos del Estado). Señala que la mayoría de los Estados cons­ ciría efectos de gran importancia en las relaciones civiles-militares; l a
titucionales han creado comités mixtos para asesorar este proceso (en incapacidad d e los servicios militares para colaborar entre s í aumen�-'·­
Estados Unidos, el Consejo Nacional de Seguridad; en Reino Unido, la ría el poder de los líderes políticos y el de los departamentos burocráti­
Comisión de Defensa y de Política Ultramarina); concebidos para ac­ cos civiles.
tuar como foro durante las consultas y discusiones y para asesorar a
los líderes políticos en lo relativo a la integración de la política exte­
rior, financiera y militar. Los conflictos y debates de estos comités re­ 4.4. lNTERVENCION MILITAR EN 20úTICA
flejarían la diferencia funcional de los papeles de los departamentos
militares y los restantes en el Estado moderno, y serían un aspecto Huntington afirma que la causa principal de la intervención r��él!.-�
normal de la política moderna. política reside más en la propia politica que en el estamento militar. Sm
Señala que la situación de la estructura organizativa de las fuerzas un cuerpo de oficiales profesionales, la línea divisoria �ntre los � s �tos
militares en el Estado moderno varía de acuerdo con la naturaleza del militares y políticos, no estaría nunca bien definida; mcluso 51 eXISte
:
sistema político. Los Estados totalitarios fascistas y los comunistas ha- una institución profesionalizada, la intervención militar. tamb1énp uede._

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.
. 1 independiente al principio del control civil y deben sen tirse disuadidCls
t
producirse cuando las instituciones polít cas de la sociedad se debilitan de la intervención por el temor que les inspire la capacidad de combate
y dividen. Sostiene que l a intervención militar es estimulada a l no haber de sus fuerzas, el miedo a dividir a su Ejército y al futuro de su institu­
un "consensus constitucional y por conflictos intensos entre las clases, ción, si su intervención fracasara . Sostiene, también, que la propia
las regiones y los grupos étnicos o comunales" . profesionalización puede impulsar a los m ilitares a la acción política
Señala que en un país que esté en proceso de modernización, donde las debido a que se consideren más como serv1dores del Estado que del
institutiones políticas tradicionales han sido abolidas y las modernas no gobierno en el poder, o a que lleguen a obsesionarse c� n las necesidades
. han alcanzado aún su legitimidad, la intervénción militar en política puede de la seguridad militar, a costa de otros valor es, o .debido a que se opon-
ser casi continua. En estas sociedades las relaciones civiles-militares asu­ .
1 gan a ser utilizados para preservar e l orde � 1� teno �.
men un estilo pretoriano, con un ciclo recutrente de golpes y contragolpes. . . .
Huntington plantea que las relaciOnes CIVJles-nuhtares en tiempo de
Mientras que en las sociedades mode¡ffi as donde elementos cualifi­ .
guerra difieren, en alguna medida, de las que prevalecen en tiempos de
cados de la población niegan la legitimidad del sistema político los mi­ .
paz. La diferencia mayor sería cuantitativa, ya que en t1e mpos de guerra
litares son susceptibles de desempeñar un papel activo en la política se dedican recursos mayores para fines militares. La guerra hende a
(República de Weimar). aumentar el poder de los militares; pero, según señala, la exper �encia de
Hasta en aquellas soci�dades que tienen un sistema político investi­ las dos guerras mundiales indicaría que es aventurada cualqmer gene­
do de autoridad y legitimado, la proliferación de las crisis puede desta- ralización . Estima que, en general, el prestigio ganado durante la guerra
·
car el papel de los militares. sólo p u ede ser explotado políticamente después de ésta.
Sostiene que la intervención militar también es estimulada siempre
que la competencia y resolución de un gobierno se ponen en cuestión.
La derrota en la guerra y los fracasos dipl0máticos provocarían con fre­
cuencia la acción política de los militares.
Según señala Huntingtor:t, unas instituciones políticas legítimas y efica­
ces son, el primer requisito para el control ciyil; mientras que los requisitos
referidos � aspecto militar ya han sido discutidos. Manifiesta que el punto
más debatido ha sido la relación existente entre el control civil y la
profesiomlización y difenmdación del estamento militar con respecto a los
restantes grupo·;. El autor en 1957, sostiene que el Estado moderno solo
puede alcanzar un nivel de control civil ele.vado cua�do existe una marca­
da diferenciación de las instituciom5 militares respecto a las restantes insti­
tuciones sociales y cuando s,e ha creado un cuerpo de oficiales completa­
mente profesionalizados, esto es "control civil objetivo". Este cuerpo de
oficiales se sentiría celoso de su propia esfera limitada de influencia, pero
reconocería su incompetencia en cuestiones·ajenas a las profesionales de la
esfera militar, y se mostraría dispuesto a aceptar su papel como instrumen­
to subordinado del Estado. Mientras menos profesionalizados se encuen­
tran los cuerpos de oficiales, al contrario, menor será la d�erenciación que
exista entre las funciones política y militar y n¡tenor será la justificación para
el sometimiento militar a la autoridad política.
Finer (1962) se opondría a este argumento, éste señala que la
profesionalización por sí misma, no impide la intervención militar en
política. Los oficiales del Ejército deben mostrar, además, una adhesión
.
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