Professional Documents
Culture Documents
Hecha la observación anterior, podemos ver que en el canto I de la Ilíada se vislumbra la disputa de
Agamenón contra Aquiles por Briseida, entonces, Aquiles dice:
«¡Ay! ¡Imbuido de desvergüenza, codicioso! ¿Cómo un aqueo te va a obedecer, presto a tus palabras, para andar
un camino o luchar valerosamente con los hombres? No he venido yo por culpa de los troyanos lanceadores a
luchar aquí, porque para mí no son responsables de nada: nunca hasta ahora se han llevado ni mis vacas ni mis
caballos, 155 ni nunca en Ftía, de fértiles glebas, nutricia de hombres, han destruido la cosecha, pues que en
medio hay muchos umbríos montes y también el resonante mar; a ti, gran sinvergüenza, hemos acompañado
para tenerte alegre, por ver de ganar honra para Menelao y para ti, cara de perro, 160 de los troyanos 5. De eso
ni te preocupas ni te cuidas. Además me amenazas con quitarme tú mismo el botín por el que mucho pené y
que me dieron los hijos de los aqueos. Nunca tengo un botín igual al tuyo, cada vez que los aqueos saquean una
bien habitada ciudadela de los troyanos. 165 Sin embargo, la mayor parte de la impetuosa batalla son mis manos
las que la soportan. Mas si llega el reparto, tu botín es mucho mayor, y yo, con un lote menudo, aunque grato,
me voy a las naves, después de haberme agotado de combatir. Ahora me marcho a Ftía, porque realmente es
mucho mejor no ir a casa con las corvas naves, y no tengo la intención de procurarte riquezas y ganancia
estando aquí deshonrado.»
1
2
Esto va a generar en el Héroe la exaltación de su ira, porque Agamenón lo deshonra: “Para Homero,
y el mundo de la nobleza de su tiempo la negación del honor era, en cambio, la mayor tragedia
humana. Los héroes se trataban entre sí con constante respeto y honra. La sed de honor en ellos era
simplemente insaciable.”
Como se lee en esta cita, Aquiles le reclama a Agameón el hecho de que nunca encabezaba ninguna
afrenta, y que, sin embargo, se quedaba con la mayor parte de los botines. Es este reclamo lo que
constituye el centro de la disputa en relación con la tensión entre ambos por el poder. La cólera de
Aquiles y su decisión de abrirse de la causa contra los troyanos cobran una justificación legítima en
su deseo de venganza, dado que, como diría Werner Jaeger, “nadie teme en la Antigüedad reclamar
el honor debido a un servicio prestado.” (p. 25)
En relación con esto, en el transvasar de lo literario al film, podemos observar cómo se materializa
esta tensión en la película a partir del minuto tanto….
>>Añoranza de Aquiles llega un día a los hijos de los Aqueos sin excepción, y entonces no podrás,
aunque te aflijas, socorrerlos, cuando muchos bajo el homicida Héctor sucumban y mueran. Y en tu
interior te desgarrarás el ánimo de ira por no haber dado satisfacción al mejor de los aqueos.»
«Sí que es, oh anciano, oportuno cuanto has dicho. Pero este hombre quiere estar
por encima de todos los demás, a todos quiere dominar, sobre todos reinar, y en todos
mandar; mas creo que alguno no le va a obedecer. 290 Y si buen lanceador lo han hecho
los sempiternos dioses, ¿por eso le estimulan a proferir injurias?» (Il., I, 286 y ss. La
cursiva es nuestra.)
A pesar de que la soberbia es aquí referida como una pasión mala u oscura, según la entendemos
hoy, en el siglo XXI, en este ensayo nos referiremos de manera diacrónica al concepto de soberbia,
según la entendían en la época clásica. Entonces, es necesario preguntarnos: ¿Era la soberbia una
sentimiento que no habrían de cultivar los griegos o, por el contrario, era una pasión que denotaba el
kleós, la timé, y, abarcativamente, el areté?
Así lo entiende Werner Jaeger, cuando sostiene que "la soberbia no es un valor moral.
Es incluso ridícula si no se halla encuadrada por la plenitud de la areté, aquella unidad
suprema de todas las excelencias..." (p. 27). En otras palabras, el autor argumenta que
si la soberbia no se enmarcaba dentro de la excelencia (areté), no tenía existencia dentro
del sistema de valores éticos a los cuales aspiraban los héroes de la Grecia arcaica.
CONCLUSIÓN
Para nosotros, en la soberbia se reúnen y se constatan todas las aspiraciones de los
héroes Alejandro y Aquiles, es decir, en ella encontramos el honor, la fuerza, la belleza, el
agathós, el areté, el kléos, etc. Ya sea en el caso de Alejandro como en el del Aquiles, el ser
hijos de una divinidad (Amón, en Alejandro y Tetis, en Aquiles) le otorga un küdos y un
ethos que lo llevan a vencer a sus enemigos y alcanzar gloria generacional. Como diría
Werner Jaeger, "la soberbia resulta, así, la sublimación de la areté. Pero de ello resulta
también que la soberbia y la magnanimidad es lo más difícil para el hombre."(P. 28).
REFERENCIAS
MUNDO GRECOLATINO
ENSAYO
PROFESORAS TITULAR: Dora Gladis Villalba
PROFESORA AUXILIAR: Lucía Casal Viñote
ESTUDIANTE: Ítalo Daniel Cherey
COMISIÓN: A
AÑO: 2018