Manuel llega a consulta a los 2 años y 8 meses. El motivo de la misma es
la preocupación de los padres ante el hecho de que su hijo todavía no habla. Según ellos, lo entiende todo pero, si intentan que hable, apenas consiguen que produzca alguna palabra. Al año aparecieron las primeras palabras, que se limitaban a “papa”, “caca” y “hola”, pero a partir de ahí no hubo progreso alguno. Actualmente su habla es infantilizada con omisión de consonante inicial y sílaba inicial. Su vocabulario esta reducido a objetos del entorno, presenta dificultad con los conceptos abstractos (colores, formas, espacio - temporales). Presenta un desorden en la secuencia normal de la oración y lenguaje telegráfico, hay número reducido de términos en la frase. Presenta dificultades para atribuir cualidades a los objetos y preguntar, escaza utilización del lenguaje para relatar acontecimientos y preguntar. Se observa una inmadurez en la coordinación psicomotriz (coordinación gruesa y fina). CASO N°2
Menor de 2 años 4 meses que se dirige a evaluación a escuela de lenguaje. En
la anamnesis según los datos otorgados por la madre, las primeras vocalizaciones fueron a los 4 meses, balbuceo a los 7 meses y primeras palabras a los 13 meses. Actualmente se comunica por medio de holofrases y gran apoyo gestual. A nivel expresivo, posee un vocabulario de no más de 10 palabras. Comprende órdenes simples y preguntas cerradas. Hay presencia de dislalias, PFS, memoria y discriminación auditiva descendida. Logra Identificar categorías semánticas básicas: partes del cuerpo, ropa, animales y objetos de uso común. Nomina algunas partes del cuerpo y animales por medio de onomatopeyas. Se comunica por medio de holofrases y jerga. El menor en un principio se rehúsa a situación de evaluación. Posee poca intención comunicativa, no es capaz de reparar, interrumpir o hacer reparaciones. Sin embargo, mantiene un adecuado contacto ocular, cinética, proxemica. CASO N°3
Menor de 2 años 7 meses. En la evaluación destaco lo siguiente. En su lenguaje
expresivo se comunica a través de algunos sonidos inarticulados y palabras aisladas /titi/, /tuto/, /ay/, algunas veces /mamá/, /pipí/. No es capaz de imitar oraciones de dos a tres palabras, no imita sonidos ambientales (motores, animales) mientras juega. Posee un vocabulario de diez palabras aproximadamente. Ante requerimiento verbal señala partes gruesas de su cuerpo pero no las finas. La madre refiere que su vocabulario no evoluciona. El menor trata de contar sus experiencias usando la combinación de jerga y palabras verdaderas. No se refiere a si mismo usando su propio nombre, aun no utiliza pronombres en sus enunciados.