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Introducción

El desarrollo científico y tecnológico es uno de los factores más influyentes sobre


la sociedad contemporánea. La globalización mundial, polarizadora de la riqueza y
el poder, sería impensable sin el avance de las fuerzas productivas que la
ciencia y la tecnología han hecho posibles.

Los poderes políticos y militares, la gestión empresarial,


los medios de comunicación masiva, descansan sobre pilares científicos y
tecnológicos. También la vida del ciudadano común está notablemente influida por
los avances tecnocientíficos.

En los años 60 se habían acumulado numerosas evidencias de que el desarrollo


científico y tecnológico podía traer consecuencias negativas a la sociedad a través
de su uso militar, el impacto ecológico u otras vías por lo cual se fue afirmando
una preocupación ética y política en relación con la ciencia y la tecnología
que marcó el carácter de los estudios sobre ellas. Se formó una especie de
consenso básico: "Si bien la ciencia y la tecnología nos proporcionan numerosos y
positivos beneficios, también traen consigo impactos negativos, de los cuales
algunos son imprevisibles, pero todos ellos reflejan los valores, perspectivas y
visiones de quienes están en condiciones de tomar decisiones concernientes
al conocimiento científico y tecnológico" (Cutcliffe, 1990).

La ciencia y la tecnología han terminado por transformar numerosos espacios de


las sociedades contemporáneas. Son innegables los beneficios que de tal
transformación se obtienen, pero también son numerosos los riesgos que han
surgido de tan vertiginoso desarrollo. Esta doble condición obliga a que la ciencia
y la tecnología deban ser vistas con una actitud más crítica, ya que no siempre
son los mismos impactos los que se presentan en el mundo desarrollado que en
los países del sur (Osorio, 2002).
La ciencia y la tecnología parecen no haber contribuido suficientemente a
contrarrestar el aumento en más de mil millones de personas pobres en el mundo,
o los más de mil millones que no disponen de agua potable y adecuado
saneamiento, o los millones de habitantes sin techo, etc. África y América Latina,
en la década de los 80, fueron testigos de la detención e incluso de la involución
de los logros alcanzados en cuanto a nivel de vida.

El desarrollo científico y tecnológico cubano ha estado asociado a


prioridades políticas muy evidentes. El énfasis en ciencia y tecnología está
incorporado desde muy temprano al discurso político e ideológico cubano (Castro,
1990, 1991) y en correspondencia con él se han desencadenado
numerosas acciones prácticas. De acuerdo con esto, a las sucesivas
generaciones de científicos y profesionales se les ha pedido no sólo
destrezas técnicas sino también un comportamiento ético que convierta el
trabajo que realizan en beneficios sociales.

Un ejemplo evidente de lo anterior es el desarrollo alcanzado en


la industria farmacéutica cubana empleando como fuentes fundamentales
de materia prima las plantas medicinales, teniendo en cuenta el folklore popular y
el desarrollo científico tecnológico de la industria biofarmacéutica para finalmente
contar con nuevos productos eficaces, seguro, inocuos y biodisponibles para la
sociedad.
1. Ciencia y tecnología, origen y desarrollo
Ciencia.- Etimológicamente hablando, el término ciencia proviene del latín scire,
que en castellano significa saber. Actualmente, la palabra ciencia alude al conjunto
de conocimientos que se organizan de forma sistemática y que se han obtenido a
partir de la observación, experimentaciones y razonamientos dentro de áreas
específicas. Es por medio de esta acumulación de conocimientos que se generan
hipótesis, cuestionamientos, esquemas, leyes y principios.

Tecnología.- La Tecnología se define como el conjunto de conocimientos y


técnicas que, aplicados de forma lógica y ordenada, permiten al ser humano
modificar su entorno material o virtual para satisfacer sus necesidades, esto es, un
proceso combinado de pensamiento y acción con la finalidad de crear soluciones
útiles.

Los países que están en crecimiento, como México, aun están rezagados en
materia de tecnología por su falta de visión. Las empresas no se preocupan por
utilizar recursos actualizados, porque dentro del mismo país no hay una cultura de
competencia tecnológica. Es por ello que la globalización está ayudando a las
empresas extranjeras que llevan a los países menos desarrollados su tecnología
de punta y no encuentran competencia alguna con las empresas de la región. Los
consumidores se acercan a las opciones tecnológicas porque no ven el proceso
sino el resultado, que es lo que interesa a ellos, por tal motivo quienes deben de
perderle el miedo son las empresas mismas. En el ejemplo de México, los demás
países han visto a México como un lugar seguro para invertir porque a pesar de
que esto ayuda a México económicamente, quien en realidad crece es la empresa
misma y por ser extranjera no se refleja el crecimiento de México.

El desarrollo tecnológico de un país debe darse desde la iniciativa propia, esto es,
en las escuelas por medio de proyectos e investigaciones y en las empresas por
medio de capacitaciones y actualizaciones de infraestructura. La inversión privada
provoca competencia y pone al alcance distintos tipos de tecnología, logrando una
gama mucho más amplia que la inversión pública pues ésta última suele ser de
poco alcance y con menor aplicación. Estados Unidos aporta el 2% de su producto
interno bruto al estudio tecnológico mientras que México sólo utiliza el 0.4%, en
Estados Unidos la inversión privada llega al 80% y la pública se lleva el 20%
restante mientras que en México las cifras son cruzadas. No importa de qué país
se trate, quien no invierte en desarrollo tecnológico está destinado a tener
problemas, quien compra tecnología logrará competir, pero el país que quiera ser
líder necesita tener tecnología propia.
Cuando un país logra tener un buen desarrollo tecnológico, el impacto se nota por
todos los sectores. Se tiene la creencia que cuando se habla de tecnología y de
revolución digital se trata de medios de entretenimiento como los videojuegos, la
televisión e incluso el Internet y las computadoras. La realidad es que la tecnología
en estos tiempos afecta nuestro modo de vida a un nivel que si nos la quitaran de
golpe, el índice de supervivencia estaría por los suelos. El desarrollo tecnológico
se observa en la simplicidad a la hora de realizar las tareas diarias (hacer la
comida en horno de microondas, comunicarse por medio de celulares, Internet,
etc), en la economía (al haber mayor competencia los precios bajan y al tener con
que producir más y de mejor calidad las ganancias aumentan), en la educación (si
existe la infraestructura los proyectos e investigaciones se aprueban) , en el
entretenimiento, etc.

Por todos estos motivos se concluye que el impacto que tiene el desarrollo
tecnológico en un país es demasiado grande e importante. Más sin embargo es
decisión de cada país, de cada institución, de cada empresa y de cada persona el
uso que se le dé a la nueva tecnología pues por desgracia no siempre su impacto
es positivo y en ocasiones causa daños a la humanidad, cuando se supone que la
tecnología existe para hacer prosperar a la humanidad. Así tenemos como
ejemplo a Japón, el cual nos maravilla con sus avances tecnológicos encaminados
a el entretenimiento y a simplificarnos la vida diaria; como contraparte tenemos a
Estados Unidos, el cual usa gran parte de su avance tecnológico a las armas de
destrucción y material bélico.

UN MUNDO DOMINADO POR EL IMPERIALISMO

El derrumbe del denominado bloque socialista capitaneado por la ex Unión


Soviética (producido a fines de la década de los ochentas) causó el jolgorio y el
grito de victoria en los círculos capitalistas a nivel mundial. Los Estados Unidos
asumieron, por sí, la condición de potencia dominante del planeta. De hecho, su
poderío militar, las bases y tropas desplegadas en todo el orbe le daban motivos
para asumir esa condición, así como la existencia de burguesías nativas a su
servicio en muchos países, inclusive en aquellos con alto desarrollo capitalista.

Sin embargo, es un hecho que los Estados Unidos no son el único imperialismo ni
han logrado poner bajo su dominio total a todos los países capitalistas e
imperialistas. El planeta es escenario de una intensa confrontación de intereses
entre monopolios, países imperialistas y bloques comerciales, que se disputan el
control de mercados y de regiones. Los métodos y formas que esta confrontación
adquiere son diversos, van desde los "acuerdos amistosos" hasta la confrontación
bélica, no frontal y abiertamente uno a frente a otra potencia en este último caso,
sino que sus cuentas se saldan en territorios de terceros.
Así los pueblos siempre son víctimas de la confrontación inter imperialista,
mientras siempre hay un monopolio, una potencia que se benéfica de esa disputa.

Estados Unidos, Gendarme Del Mundo

Tras la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos lograron imponerse como la
principal potencia económica. Al no ser su territorio el escenario de la
confrontación bélica, su industria y aparato productivo general salió ileso de la
conflagración bélica, poniéndole en una situación ventajosa frente a los países
capitalistas de Europa y aún de la Unión Soviética, que vieron destruida su
economía. Los Estados Unidos se convirtieron desde ese entonces en la punta de
lanza del capitalismo mundial; contribuyó a la recuperación y desarrollo de los
países capitalistas de Europa (creó para ello el Plan Marshall entre 1948 - 1952) y
a Japón, para hacer frente a la manifiesta superioridad del socialismo de la Unión
Soviética. Sin embargo, con el transcurrir de los años, las repuestas economías
capitalistas europeas retomaron la disputa de los mercados al imperialismo
yanqui.

El surgimiento de bloques comerciales, como la Unión Europea, el ASEAN


Pacífico, planteó a los Estados Unidos, a inicios de los años noventa del siglo
pasado, la necesidad de constituir su "propio bloque", en la región que
tradicionalmente la consideró como su patio trasero. Así surgió la propuesta de
constituir el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas) que tenía un triple
propósito: anclar las economías de los países del hemisferio americano a su
propia economía; garantizar una zona para sus inversiones; y, concomitante a ello,
impedir la presencia de capitales europeos o asiáticos en su región.

El ALCA fracasó por la resistencia de los pueblos, pero inmediatamente impulsó la


suscripción de los Tratados de Libre Comercio, que al momento los ha firmado con
varios países como Chile, Colombia, Dominicana, entre otros. Antes lo hizo con
México y Canadá (el NAFTA por sus siglas en inglés), acuerdo que ha significado
para México el incremento del desempleo, la imposición de bajos salarios y la
eliminación de derechos laborales para los trabajadores.

Por supuesto, los Estados Unidos tienen como norte afirmarse en la condición de
potencia hegemónica en el mundo. Apoyándose en el aparato bélico, expulsaron a
sus competidores de Afganistán, Irak, en donde Rusia, Francia, Alemania tenían
intereses en la explotación del gas y del petróleo, ubicándose en Medio Oriente y
en el Asia Central con un doble propósito; controlar sus riquezas, como ya
señalamos, y crear una barrera de contención a China, a la que miran con mucha
preocupación y la consideran como su principal enemiga.

Union Europea
El fin de la Segunda Guerra Mundial también alumbró la idea de la constitución de
lo que en ese momento se conocía como la Europa Unida, propuesta lanzada por
la gran burguesía para alcanzar su recuperación y retomar la condición de
principal centro de la economía mundial. Una vez lograda la recuperación, en 1991
se concreta esa idea a través del Tratado de Maastricht, y ahora la UE reúne a 25
países, entre los que se encuentran algunos que tienen la condición de
imperialistas como Alemania, Francia, Inglaterra,Italia, Dinamarca, Suecia, entre
otros.

La UE compite con los Estados Unidos, a momentos las contradicciones son


abiertas, en otros la coincidencia de intereses los hace marchar juntos, pero
siempre cada uno con sus particulares intereses. No obstante su existencia como
bloque, al interior de la UE las pugnas y contradicciones inter-imperialistas están
presentes, pues, los intereses de una y otra burguesía, de uno y otro monopolio
los lleva a la confrontación. Son claras las contradicciones entre Alemania y
Francia, entre estas y Gran Bretaña que, por cierto, no acepta abandonar su
moneda por el euro y tiene estrechos lazos con el imperialismo yanqui.

Según el "Libro Mundial de Datos" de la CIA, la UE ya era considerado como el


bloque más rico del planeta en 2006. Su PIB fue calculado ligeramente superior al
de los EEUU y, en ese mismo año, el de China fue calculado ligeramente inferior
al de los Estados Unidos. Para Japón determinaron una cuarta ubicación.

La UE ha puesto en graves problemas a los Estados Unidos, datos oficiales


descubren que, en el área financiera, es la primera fuente de financiamiento para
América Latina, a través del Banco Europeo, el Banco Mundial y el BID; sus
inversiones en América ha crecido, al igual que en los países de la ex Unión
Soviética. En América, el Mercosur ha sido uno de los instrumentos para la
canalización de capitales europeos.

Otras Potencias

Japón no abandona su proyecto propio; tiene el interés de acercarse a varias


regiones y trabaja junto a otras potencias como los Estados Unidos, China, Rusia.
Las inversiones japonesas en Estados Unidos son altas; al igual que lo son las de
China. Ésta última se ha convertido en uno de los principales acreedores de los
Estados Unidos, por ello, a propósito de los problemas económicos que enfrenta
en la actualidad los Estados Unidos, se ha pronosticado que China será
duramente golpeada de producirse el crack financiero.

El crecimiento de la economía China es vista con temor por el imperialismo


yanqui, por eso decíamos, la ven como su principal enemigo. A mediados de 2007
tuvo un superávit comercial de 24.400 millones de dólares, un crecimiento de las
exportaciones del 34%. En ese año el PIB de China creció casi un 11%, el mayor
porcentaje de crecimiento del nuevo milenio, tanto así que, hoy se la denomina la
"fábrica del mundo". (Financial Times, 2007).

En América la presencia de capitales chinos está presente en varios ámbitos,


particularmente en el sector hidrocarburífero. En nuestro país están presentes
esos capitales imperialistas.

China, bajo el pretexto de su modernización y con lema de "un país dos sistemas"
ha justificado el acelerado proceso de restauración capitalista. Las altas tasas de
crecimiento de su economía, entre otros aspectos, recae fundamentalmente en la
super explotación a la fuerza de trabajo de la clase obrera, sometida a sistemas
"esclavistas modernos" como han sido calificados por organismos internacionales
como la Organización Internacional del Trabajo.

La tecnología moderna apoyada en el desarrollo científico (tecnociencia) ejerce


una influencia extraordinaria en la vida social en todos sus ámbitos: económico
político, militar, cultural. La Revolución Científica del Siglo XVII, y la Revolución
Industrial iniciada en el Siglo XVIII fueron procesos relativamente independientes.
La fecundación recíproca y sistemática entre ciencia y tecnología es, sobre todo,
un fenómeno que se materializa a partir de la segunda mitad del siglo y se acentúa
notablemente en el siglo actual. El tránsito que vivimos del siglo XX al siglo XXI es
un período profundamente marcado por el desarrollo científico y tecnológico.

En gran medida el desarrollo científico y tecnológico de este siglo ha sido


impulsado por intereses vinculados al afán de hegemonía mundial de las grandes
potencias y a las exigencias del desarrollo industrial y las pautas de consumo que
se producen y se difunden desde las sociedades que han marcado la avanzada en
los procesos de modernización (Acevedo y Núñez Jover). Por eso los Estados y
las grandes empresas transnacionales se cuentan entre los mayores protagonistas
de la ciencia y la tecnología contemporáneas.

La preocupación por la ciencia y la tecnología se venía manifestando desde la


segunda guerra mundial, aquella que dejó más de cuarenta millones de muertos,
con la posición de varios físicos que cuestionaron e incluso abandonaron sus
experimentaciones en el campo de la energía nuclear, decepcionados por la forma
como sus trabajos de investigación habían sido utilizados en la producción y
utilización de la bomba atómica. Estos científicos buscaron otras ciencias, como
la Biología, para trabajar desde allí por un conocimiento que contribuyera a la vida
y no a la destrucción de la misma y de verdad, de progreso de la humanidad,
parecía señalar el límite de su utilización a través de la creación de la bomba.
La preocupación por el desarrollo tecnocientífico creció y se multiplicó en los
sesenta, bajo el escenario de la tensión internacional por la carrera armamentista
y bajo el creciente deterioro del medio ambiente (Waks y Rostum, 1990). Cada vez
se hizo más evidente una sensación de temor y frustración generalizados, cuya
fuente de origen parecía estar ligada a la ansiedad sobre el desarrollo científico-
tecnológico.

Esta protesta social, de la que salió el movimiento ambientalista y el hipismo como


expresión existencial, fue canalizada en los espacios académicos de las
universidades, tanto norteamericanas como europeas e incluso latinoamericanas
tal como se desprende de los trabajos de Jorge Sábato y Amílcar Herrera al sur
del continente, en la óptica por buscar un espacio de desarrollo tecnológico más
adecuado para esos países (Vaccarezza, 1998). La movilización social sobre la
ciencia y la tecnología pasó a la preocupación académica, sin perder su
capacidad crítica.

Pero la relación ciencia - sociedad ha experimentado cambios bruscos en este


siglo. Sin embargo, hasta hace apenas dos décadas prevaleció un enfoque que
hoy se considera insatisfactorio. La idea era que había que invertir fuertemente en
investigación básica, lo que a la larga generaría innovación tecnológica y ésta
favorecería el desarrollo social. Tras esta idea, en el período que media entre la
Segunda Guerra Mundial y los años setenta se invirtió mucho dinero con este fin.
La crisis económica que experimentó el capitalismo mundial obligó a reconsiderar
este enfoque y transitar a un modelo mucho más dirigista del desarrollo científico
técnico. Esto es lo que es propio de la llamada Tercera Revolución
Industrial caracterizada por el liderazgo de la microelectrónica y el protagonismo
de la Biotecnología, la búsqueda de nuevas formas de energía, los
nuevos materiales, entre otros sectores.

La sociedad tecnológica contemporánea ha colocado a una buena parte de la


ciencia en función de prioridades tecnológicas. Según UNESCO (1996) la
investigación básica representa menos del 20% de la investigación que se hace en
los países desarrollados. Según esa misma fuente, las empresas son las que
están corriendo hoy con una buena parte del gasto en I+D e incluso con la
ejecución de las investigaciones. Obsérvese que hasta la ciencia básica (si aún
este término es sostenible) se caracteriza por una alta sofisticación tecnológica.
Estas realidades colocan a la ciencia en una relación inédita con la tecnología y es
de suponer que esta situación siga afirmándose.

A su vez, la tecnología, como hemos visto, es cada vez más dependiente de la


actividad y el conocimiento científico.
Todo esto sugiere que los clásicos límites atribuidos a ciencia y tecnología se
están volviendo borrosos y aún más, disolviéndose. Estamos frente a un complejo
ciencia - tecnología donde como dice Barret: "El guión que une los términos de
'ciencia - tecnología' indica esa unión esencial. La nueva ciencia es, por su
esencia, tecnológica" (citado en Hottois, 1991).

Existen tres tendencias del desarrollo tecnocientífico que justifican la afirmación


anterior. En primer lugar, el alto grado de concentración de la ciencia y la
tecnología en un grupo reducido de países y orientación prioritaria de la
investigación hacia países y personas con alta capacidad adquisitiva; en segundo
lugar la privatización y comercialización creciente del saber y en tercero, el
involucramiento en la empresa científica en objetivos militares que ponen en duda
la esperanza surgida al término de la guerra fría de que los
cuantiosos recursos destinados a tales fines se destinaran a la educación,
la salud y otros fines humanos.

El 20% más rico tiene el 93% de INTERNET. Pasa igual con la biotecnología
aplicada a la medicina y la agricultura. El informe dice: "al definir agendas de
investigación, y en las discusiones sobre el dinero los productos cosméticos
innecesarios y los tomates de maduración lentas, van más arriba en la lista que los
cultivos resistentes a la sequía o una vacuna contra la malaria" (ONU, 1999).

El flujo selectivo de personal calificado significa un aporte financiero notable que


hacen los pobres a los ricos y que es mucho mayor que la "ayuda oficial al
desarrollo". En la teoría clásica a este fenómeno se le denominó "robo de
cerebros" y se le contempló como fenómeno esencialmente económico. Hoy se
habla de una "teoría del nomadismo científico" que estudia la multitud de factores
que lo genera, los efectos que produce y las posibles estrategias para enfrentar
los procesos migratorios propios de las comunidades académicas. (Meyer et
al., 2001). Denominaciones aparte, el flujo migratorio sigue siendo devastador
para los países subdesarrollados.

La mayor parte del mundo, sin embargo, apenas tiene participación en la


definición y ejecución de los cursos científico-técnicos. Se ha dicho que la ciencia
mundial está aún más concentrada que la riqueza mundial. América Latina, por
ejemplo, tiene muy poca participación en ciencia y tecnología: poco más del 2% de
los científicos e ingenieros que realizan tareas de investigación y desarrollo en el
planeta y algo más del 1% de los recursos que se invierten con ese fin.

Sobre todo desde los años sesenta se viene insistiendo en que la salida
del subdesarrollo obliga a crear capacidades en ciencia y tecnología. Pero
los discursos han desbordado a las realizaciones prácticas (Núñez Jover).
Se atribuyen a la ciencia y a la tecnología grandes efectos sobre la sociedad, en
particular en el campo de las tecnologías de la producción y de la información y en
el de la biotecnología. Algunos críticos consideran que estos desarrollos han
contribuido a que los países, regiones y grupos sociales más ricos se hayan vuelto
más ricos, es decir, que la brecha entre ricos y pobres, que se pensaba podía
disminuir, habría aumentado. En 1960 el 20% de la población mundial en los
países más ricos tenía treinta veces más ingresos que el 20% más pobre; en
1997, setenta y cuatro veces más. Y si nos referimos a Internet, por ejemplo,
presentada por sus proponentes como la democracia para el futuro, vemos que
tan sólo el 20% más rico de la tierra dispone del 93% del uso total de este medio.
«Aquellos con ingresos, educación y contactos [en sentido literal], tienen un
acceso barato e instantáneo a la información.

La ciencia y la tecnología favorecen los intereses de los grupos sociales y de los


países más fuertes, como lo señalan, por ejemplo, algunos hechos: se da prioridad
a las áreas de Investigación y Desarrollo (I+D) destinadas a mejorar productos que
satisfacen las necesidades ya casi saturadas de una pequeña minoría de países
desarrollados, como en el caso del 90% del gasto en I+D para
la industria farmacéutica, el cual se destina al tratamiento de las enfermedades de
la vejez de la población de las ciudades y regiones más ricas del mundo (Núñez
Jover).

Otro ejemplo lo constituye acelerar el proceso de sustitución de importaciones de


los países pobres y en desarrollo por productos de los países desarrollados, como
sucede con los materiales compuestos que reemplazan las materias primas
tradicionales con ayuda de la biotecnología (Petrella, 1994).

Pero sabemos que la ciencia y la tecnología sólo juegan un papel en estos


aspectos, y que se requiere un reajuste más profundo de índole social, política y
económica. Sin embargo, sabemos también que si la ciencia y la tecnología no
tienen una orientación más sensible frente a estos problemas, continuarán
contribuyendo a aumentar significativamente la desigualdad global.

1.1 Ciencia y tecnología en Cuba

Durante las últimas cuatro décadas Cuba ha realizado un esfuerzo


significativo en educación, ciencia y tecnología. Sus indicadores en estos
campos (Fernández y Núñez, 1998), de acuerdo con el volumen de su
población y monto de recursos disponibles, son de los más altos en América
Latina. Se puede decir que el país ha apostado fuerte por la educación, la
ciencia y la tecnología. Incluso en medio de la crisis económica más reciente,
este esfuerzo se ha mantenido en algunas áreas e incluso multiplicado en
otras (Biociencias, Biotecnología, Industria Farmacéutica). Como todo país en
vías de desarrollo, Cuba enfrenta un extraordinario desafío científico y
tecnológico.

La comunidad científica cubana tiene expresiones de compromiso social poco


frecuentes en países del tercer mundo. La existencia de un código de ética de
los científicos cubanos en cierta medida refleja todo esto. En otras palabras, el
desarrollo científico, tecnológico y educativo cubano transparenta las
estrechas relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad; entre la ciencia, la
tecnología, la política y los valores.

El debate en torno al desarrollo de ciencia y tecnología en Cuba ha tenido


frecuentemente un carácter público y participan en él de diferentes modos
numerosos agentes sociales. Una expresión clara de esto es el llamado
Forum de Ciencia y Técnica, una experiencia de participación pública que
requiere aún un estudio detallado pero que sin dudas reviste un carácter
singular. Brevemente, el Forum es un concurso público y periódico de
innovación científico-técnica a nivel nacional que cuenta con una gran
popularidad en la isla. A él concurren en pie de igualdad tanto el trabajador
más humilde en, digamos, una cadena de producción de bicicletas como el
biotecnólogo de la Universidad de La Habana. Lo que se valora es haber
hecho algo, un cambio en la disposición de tornillos o la síntesis de una
vacuna, que se traduzca en mejora social.

Desde épocas remotas el hombre tuvo que aprender a vestirse, comer y


curarse. Para ello debió mimetizarse con su entorno y aprender
del comportamiento de los animales, que basados en su instinto sabía
seleccionar las especies que eran consideradas comestibles, de aquellas
consideradas como medicinales y también tóxicas.

Este aprendizaje le demandó largo tiempo y no todos estaban preparados de


igual manera para llevarlo a la práctica. Los continuos éxodos de muchos
pueblos debidos a las constantes guerras conspiraron contra la adaptación del
hombre a su medio o hábitat.

Sin embargo, en las primitivas aldeas hubo quienes desarrollaron un


conocimiento más profundo y una adaptación al medio de forma muy superior
al resto: ello motivó la aparición de los primeros chamanes quienes no solo
tenían a su cargo el manejo de los problemas de salud de sus congéneres,
sino que podían pronosticar cuáles eran las mejores épocas para el cultivo de
sus semillas y la época de recolección (Echemendía, 2006).

2. Ciencia y tecnología en el Perú


La ciencia, tecnología resuelve problemas relacionados con la salud, obtención y
utilización de energía, alimentos; mejor aprovechamiento de la tierra; suministro de
agua potable, productividad, competitividad y crecimiento económico. Por ello, el
desarrollo es imposible sin capacidades de innovación, ciencia y tecnología
autónomas.

Gobernantes y líderes empresariales de países de todo el planeta han entendido


la importancia de implementar planes y programas nacionales de ciencia,
tecnología e innovación que apoyen a los distintos componentes de la agenda
nacional de desarrollo.

La capacidad de un país o región para mejorar continuamente su eficiencia,


productividad y competitividad está directamente relacionada con el crecimiento
económico, la generación de riqueza y el aumento en los niveles de bienestar y
prosperidad de la población.

La captación de ciencia y tecnología puede conducir una transformación del


aparato productivo nacional hacia uno más industrializado y con mayor valor
agregado que ayude a los sectores productivos a competir en una economía
global basada en el conocimiento, generando empleo mejor remunerado, un
crecimiento económico con mejora en la calidad de vida de nuestra población,
reduciendo la pobreza y promoviendo una estrategia de crecimiento y
diversificación comercial.

El desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación es labor del Estado al


mismo tiempo que de diferentes actores sociales, principalmente de los institutos
de investigación, centros de investigación universitarios, sector académico, sector
privado, empresas y gremios, sociedad civil, comunidades y gobiernos regionales
y locales, es decir, de los llamados a generar conocimiento y tecnologías.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la Dirección de Ciencia y


Tecnología, ejecuta acciones de política exterior con el propósito de promover y
obtener que las tecnologías, principalmente las de punta, disponibles en otros
países sean transferidas al Perú con el consiguiente desarrollo de capacidades
nacionales.
Conclusión
A pesar de que la tecnología ha existido desde que el ser humano tiene
conocimiento y aplicación del mismo, éste no ha tenido tanta importancia como en
el último siglo. La rivalidad entre los países siempre ha existido, la cual se
demuestra desde eventos deportivos hasta guerras bélicas, sin embargo existe
algo en común entre todo esto. La tecnología ha llegado a el nivel de presentarse
en todo momento de nuestras vidas, así se le da aplicación en la fabricación de
nueva ropa deportiva hasta la creación de armas de fuego, con lo cual se
convierte en el factor más importante para obtener un ganador.

Actualmente los países de primer mundo son aquellos que toman en serio su
desarrollo tecnológico. Para verlo basta con observar las estadísticas. Estados
Unidos y Canadá siempre han tenido un continuo estudio de sus tecnologías y por
ello se han mantenido estables a nivel internacional con el paso del tiempo. Japón
se dio cuenta de ello y después de la segunda guerra mundial invirtió tiempo,
dinero y esfuerzo en la tecnología para pertenecer al primer mundo y llegar a ser
el país con mayor avance tecnológico hoy en día. A mediados de los 80"s Corea,
Singapore, Malasia, China y Taiwan también apostaron por la tecnología y en este
momento China es la nueva gran potencia económica con un crecimiento tan
acelerado que los chinos no saben qué hacer con tanto dinero (Crecimiento 5
veces mayor que en México, aproximadamente).

La Unión Europea compite con los Estados Unidos, a momentos las


contradicciones son abiertas, en otros la coincidencia de intereses los hace
marchar juntos, pero siempre cada uno con sus particulares intereses. No
obstante su existencia como bloque, al interior de la UE las pugnas y
contradicciones inter-imperialistas están presentes, pues, los intereses de una y
otra burguesía, de uno y otro monopolio los lleva a la confrontación. Son claras las
contradicciones entre Alemania y Francia, entre estas y Gran Bretaña que, por
cierto, no acepta abandonar su moneda por el euro y tiene estrechos lazos con el
imperialismo yanqui.

A pesar de que la tecnología ha existido desde que el ser humano tiene


conocimiento y aplicación del mismo, éste no ha tenido tanta importancia como en
el último siglo. La rivalidad entre los países siempre ha existido, la cual se
demuestra desde eventos deportivos hasta guerras bélicas, sin embargo existe
algo en común entre todo esto. La tecnología ha llegado a el nivel de presentarse
en todo momento de nuestras vidas, así se le da aplicación en la fabricación de
nueva ropa deportiva hasta la creación de armas de fuego, con lo cual se
convierte en el factor más importante para obtener un ganador.
Actualmente los países de primer mundo son aquellos que toman en serio su
desarrollo tecnológico. Para verlo basta con observar las estadísticas. Estados
Unidos y Canadá siempre han tenido un continuo estudio de sus tecnologías y por
ello se han mantenido estables a nivel internacional con el paso del tiempo. Japón
se dio cuenta de ello y después de la segunda guerra mundial invirtió tiempo,
dinero y esfuerzo en la tecnología para pertenecer al primer mundo y llegar a ser
el país con mayor avance tecnológico hoy en día. A mediados de los 80"s Corea,
Singapore, Malasia, China y Taiwan también apostaron por la tecnología y en este
momento China es la nueva gran potencia económica con un crecimiento tan
acelerado que los chinos no saben qué hacer con tanto dinero (Crecimiento 5
veces mayor que en México, aproximadamente).

La Unión Europea compite con los Estados Unidos, a momentos las


contradicciones son abiertas, en otros la coincidencia de intereses los hace
marchar juntos, pero siempre cada uno con sus particulares intereses. No
obstante su existencia como bloque, al interior de la UE las pugnas y
contradicciones inter-imperialistas están presentes, pues, los intereses de una y
otra burguesía, de uno y otro monopolio los lleva a la confrontación. Son claras las
contradicciones entre Alemania y Francia, entre estas y Gran Bretaña que, por
cierto, no acepta abandonar su moneda por el euro y tiene estrechos lazos con el
imperialismo yanqui.

Se hizo cada vez más claro que la ciencia y la tecnología son procesos sociales
profundamente marcados por la civilización donde han crecido;
el desarrollo científico y tecnológico requiere de una estimación cuidadosa de sus
fuerzas motrices e impactos, un conocimiento profundo de sus interrelaciones con
la sociedad.

Los éxitos de la ciencia, en su alianza con la tecnología son indudables. Nos han
proporcionado una gran capacidad para explicar, controlar y transformar el mundo.

La importancia de la ciencia y la tecnología aumenta en la medida en la que el


mundo se adentra en lo que se ha dado en llamar "la sociedad del conocimiento",
es decir, sociedades en las cuales la importancia del conocimiento crece
constantemente por su incorporación a los procesos productivos y de servicios,
por su relevancia en el ejercicio de la participación popular en los procesos
de gobierno y también para la buena conducción de la vida personal y familiar.

La enorme capacidad cognoscitiva de la humanidad debe ejercer una influencia


cada vez mayor en la vida de las sociedades y las personas.
Por eso es que la reflexión sobre la ciencia es un tema al cual
el pensamiento moderno, sobre todo el de la segunda mitad de este siglo, ha
dedicado especial atención.
BIBLIOGRAFÍA

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