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América.

Principales Productores de Petróleo

Por: Nelson Hernández

 En aquellos países donde se ha permitido la participación del sector privado


en el negocio energético, estos han incrementado y/o mantenido su nivel de
producción de petróleo

Para el 2018, existían 101 países productores de petróleo1 para un volumen total de
94718 kBD (94.7 MBD) de acuerdo a las cifras del informe estadístico de BP 2019.

Esta producción desde el punto de vista regional, se distribuye de la siguiente manera y


en MBD: África 8.2 (8.7 %); Asia – Pacifico 7.6 (8.0 %); Medio Oriente 31.8 (33.6 %);
CIS2 14.5 (15.3 %); Europa 3.5 (3.7 %) y América 29.1 (30.7 %).

Por otro lado, la distribución por agrupaciones geopolíticas es como sigue: Países
OECD 26.3 (27.8 %) y No OECD 68.4 (72.2 %). Países OPEP 39.3 (41.5 %) y No
OPEP 55.4 (58.5 %)

1
Las cifras BP de producción de petróleo incluye: petróleo crudo convencional, petróleo
lutítico, petróleo de arenas bituminosas, petróleos extrapesados FPO, condensados (de
yacimientos y de plantas de procesamiento), y Líquidos del Gas Natural (LGN – etano,
GLP y gasolinas naturales provenientes de las plantas de extracción de LGN)
2
Comunidad de Países Independientes (CIS, siglas en ingles): Azerbaiyán, Bielorrusia,
Kyrsiquistan, Kazakastán, Moldavia, Rusia, Takquisistan, Turkmenistan, Ucrania,
Uzbesquistan
La grafica muestra los 7 principales países productores de petróleo en América y la
evolución de esa producción para el periodo 1998 – 2018. Tres países muestran un
crecimiento (Estados Unidos, Canadá y Brasil) y cuatro países muestran una baja en su
producción (Venezuela, México, Colombia y Argentina)

Estados Unidos

Presenta el mayor crecimiento en el periodo de análisis. De una producción de 8.0 MBD


en 1998, declina en los próximos 7 años situando en 6.9 MBD en el 2005. A partir del
2005 se inicia un crecimiento, sin precedente en su historia petrolera, situándose en el
2018 en 15.3 MBD. Es decir, un incremento de 8.4 MBD producto de la explotación de
los recursos (petróleo y gas) existentes en las lutitas.

El desarrollo de las lutitas hidrocarburíficas ha permitido a Estados Unidos convertirse


de un importador de petróleo y gas en un exportador neto de estos hidrocarburos,
logrando su independencia energética. Esta situación ha cambiado drásticamente el
mercado petrolero mundial en cuanto a oferta, demanda y precios. Prospectivas indican
que esta supremacía de Estados Unidos en la producción de petróleo se mantendrá por
los próximos 15 años, estimándose un máximo de producción de 17.0 MBD para el
2021.

Este auge en su producción de petróleo se ve reflejada en la disminución de las


importaciones desde los países OPEP, que en marzo de 2019 totalizaron 1.5 MBD, su
nivel más bajo desde hace 33 años. Desde 2008, cuando el volumen de importación se
situó en 5.9 MBD, ha venido disminuyendo hasta el día de hoy, lo cual coincide, como
es de esperar, al aumento de la producción, como fue indicado anteriormente.

Canadá

Es otro de los países que ha aumentado su producción en los últimos 20 años. Para
1998, Canadá tenía una producción de 2.7 MBD. Esta ha experimentado un aumento
sostenido hasta situarse en el 2018 en 5.2 MBD. Es decir, un incremento de 2.5 MBD,
asociado al aumento de la producción del crudo proveniente de las arenas bituminosas
de Athabasca (crudo no convencional).

Este gran reservorio3 de petróleo extrapesado estuvo casi inactivo hasta el 2005 cuando
los precios del petróleo hicieron rentable su explotación, año en el cual la producción
supero el 1.0 MBD. Actualmente la producción se sitúa en 3.0 MBD, con prospectivas
de alcanzar los 5.0 MBD en el 2030.

Sin embargo, para alcanzar esos niveles de producción, Canadá debe superar la
problemática del cuello de botella de la infraestructura de transporte para la salida al
mercado de este crudo.

3
Para el 2018, las reservas de extrapesado en Athabasca se situaron en 162 GB, de los
cuales 21 GB están desarrolladas.
La construcción del oleoducto de Keystone XL ha sido muy controversial. Aprobado y
desaprobado, en varias ocasiones, por Estados Unidos. Lo último es un cambio de
planes que consiste en ampliar el oleoducto existente entre Edmonton (Alberta) y
Burnaby (Columbia Britanica) para transportar hasta 1.0 MBD y darle salida al
extrapesado de Athabasca, y poder cumplir con el aumento de producción anunciado.

Brasil

Brasil ha mantenido un crecimiento importante en su producción de petróleo, al pasar de


1.0 MBD en 1998 a 2.7 MBD en el 2018, equivalente a un aumento de 1.7 MBD en un
periodo de 20 años (2.68 % de crecimiento interanual).

El auge de la producción de Brasil se debe al descubrimiento de los yacimientos


petrolíferos del Pre Sal, siendo el yacimiento Tupi, el más importante de todos con
reservas del orden de los 8 millardos de barriles (8 GB) de un petróleo liviano y dulce
(poco azufre). Petrobras ha estimado para Brasil una producción de 5.0 MBD para el
año 2040, equivalente a un crecimiento interanual del 2.84 % para el periodo 2018 –
2040. Es de aclarar que este aumento de las reservas y producción de petróleo, está
asociado a una fuerte participación del sector privado en la industria de los
hidrocarburos brasileña.

México

México experimento un aumento de su producción de petróleo entre el periodo 1998


-2004, al pasar de 3.5 MBD a 3.8 MBD, respectivamente. A partir del 2005 hasta el
presente, la producción petrolera de México ha venido declinando hasta situarse en el
2018 en 2.1 MBD. Es decir, una pérdida de 1.7 MBD, equivalente a una disminución
interanual del 3.87 %.

La caída de producción de petróleo en México está asociada principalmente a la


desinversión en el sector, producto de su política petrolera cerrada a la inversión
privada y por la mala praxis en la explotación de los yacimientos.

El Complejo Cantarell es la máxima expresión de la industria petrolera mexicana (el


2do. yacimiento más grande del mundo). Alcanzo su máxima producción en el 2004 con
2.2 MBD. Su explotación acelerada, sin contrarrestar adecuadamente la caída de presión
del yacimiento, mato la productividad de este. Actualmente la producción ronda los 40
kBD, que se traduce en una pérdida de producción de 2.16 MBD en 15 años.

La producción petrolera de México está en franco proceso de declinación. La


producción actual es cada vez más difícil de sostener. Solo importantes descubrimientos
en las aguas profundas del Golfo de México permitiría revertir la tendencia. En tal
sentido, México abrió al sector privado su industria de los hidrocarburos con rondas de
negocios en el 2014, y años sucesivos. Esta visión de negocios es una vía para recuperar
tal industria, cuyos resultados se verán en el mediano plazo. Sin embargo, el nuevo
presidente de México, López Obrador (2018 – 2024), ha cuestionado la apertura al
sector privado y la ha congelado, hasta tanto se revisen las condiciones convenidas de
la misma. Lógicamente, esto repercutirá es un atraso en proyectos y acciones que
conlleven a detener la caída de la producción petrolera mexicana. Nuevamente, el
Estado interviniendo directamente en la Economía.

Colombia

La producción de petróleo colombiana pasa por valles y picos. Así tenemos que para
1998 la producción fue de 0.8 MBD, declinando en el año 2008 a 0.6 MBD y
alcanzando un pico máximo de 1.0 MBD en el 2013, para luego declinar hasta 0.9 en el
2018.

Esos vaivenes de la producción de petróleo en Colombia obedecen a una ausencia de


claridad en la participación del sector privado. Al principio esta participación, en las
empresas mixtas, era solo el 30 % y el resto lo tenía Ecopetrol. Esto evoluciono hasta
permitir la venta en la Bolsa de acciones de Ecopetrol. Por otra parte, los programas de
exploración y los de desarrollos de campos nuevos, no han sido todo lo exitoso que se
esperaba. Se continúa trabajando en varios frentes como la reactivación de la actividad
exploratoria en áreas continentales y el desarrollo de la exploración y producción costa
afuera. Después de pasar 5 años sin firmar contratos, en el presente año, se han firmado
5 contratos de exploración costa afuera, cuyos resultados se verán en el mediano plazo.

Colombia es optimista con su industria petrolera. La meta es alcanzar una producción de


2.0 MBD en los próximos 10 años. Al menos en lo que va del 2019, Colombia llego a
superar la producción de Venezuela y exporto a Estados Unidos mayor volumen que
Venezuela.

Argentina

Después de alcanzar un máximo de 0.9 MBD en el 2001, se inicia una declinación de


producción hasta situarse en 0.6 MBD en el 2018, equivalente a una pérdida de 0.3
MBD en 18 años.

Han sido al menos 20 años de privatización y de estatización de la industria petrolera


argentina. Repsol en el año 1999 compra la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Argentinos. Repsol, y otras empresas, se dedicaron a la explotación de los
yacimientos sin realizar inversión alguna, lo que trajo como consecuencia la declinación
de la producción de petróleo y la importación por parte de Argentina de petróleo y
derivados (incluyendo gas natural) para satisfacer sus requerimientos internos. El
gobierno de los Kirchner (2003 – 2015), revierten parte de la privatización, lo que
acentúa el desinterés por la inversión en el sector y su saneamiento económico.

En el 2011, un año antes de cesar sus operaciones en la Argentina, Repsol anuncia el


descubrimiento del yacimiento no convencional (lutitas) Vaca Muerta. En la actualidad
este yacimiento está siendo explotado bajo un consorcio (YPF Argentinos, Chevron,
Dow Chemical y Petrobras).
Argentina tiene puesta sus esperanzas en lograr un desarrollo de Vaca Muerta en los
próximos 5 años y elevar su producción de gas a niveles de poder exportar vía GNL. En
cuanto al petróleo, esperan alcanzar para el 2030 un nivel cercano al 1.0 MBD

Venezuela

Presenta un profundo deterioro de su industria energética (hidrocarburos + electricidad).


El declive de la producción de petróleo es patético e inverosímil. Para 1998, la
producción de 3.4 MBD comenzó una declinación sin precedentes situándose en el 2018
en 1.5 MBD. Es decir, una disminución de 1.9 MBD. Es de acotar que la producción
para mayo 2019, reportado por OPEP es de 0.7 MBD.

Esta situación obedece principalmente a la aplicación de políticas públicas energéticas


(expropiación, confiscación, cambio en el marco legal, etc.) que conllevaron a la
desinversión en toda la cadena de la industria. PDVSA es hoy una empresa quebrada.
En su gestión empresarial prevaleció la fidelidad política antes que el conocimiento
profesional del negocio de los hidrocarburos.

A futuro4 se han establecido planes para aumentar la producción, al menos, a nivel de


1998. Sin embargo, luce cuesta arriba por el bajo volumen d producción actual, las
inversiones a realizar y el tiempo que no favorece, si se toma en cuenta la ventana que
tienen los fósiles dentro de la transición de la matriz energética mundial. De todas,
todas, es necesario la apertura total al sector privado, en todas las fases, de la industria
venezolana de los hidrocarburos.

Corolario

Del análisis se desprende que en aquellos países donde se ha permitido la participación


del sector privado en el negocio energético, estos han incrementado y/o mantenido su
nivel de producción de petróleo.

4
Tanto el gobierno como la oposición han establecido planes para incrementar la
producción de petróleo y gas. Crisis Energética

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