Professional Documents
Culture Documents
Integrantes:
Francisco Barría D.
Mary Reyes G.
María José Timmermann V.
Rosa Valdivia M.
Asignatura: Seminario en administración cultural.
Profesor: Irene Colin.
Fecha: 28 de Octubre de 2010.
Índice
Metodología de investigación………………………………………………………………………………………..
Primera parte
Desarrollo de la investigación………………………………………………………………………………………..
Segunda parte
Síntesis de información y Problemáticas planteadas………………………………………………………
Objetivos culturales…………………………………………………………………………………………………………
Capacidades de los agentes culturales……………………………………………………………………………..
Financiamiento para la cultura…………………………………………………………………………………………..
Herramientas utilizadas……………………………………………………………………………………………………….
Impacto social……………………………………………………………………………………………………………………..
Política Cultural…………………………………………………………………………………………………………………
Tercera parte
Análisis, opiniones y comentarios………………………………………………………………………..............
Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………
Introducción. Qué es la administración cultural
Nociones generales
Para definir el con claridad que es la administración cultural, primero resulta
necesario explicar y definir por separado nociones generales y sus respectivos contextos
históricos y teóricos para abordar gradualmente lo que viene a significar este término en
nuestros días en nuestra localidad.
Tenemos por tanto, que la noción de cultura tiene un carácter polisémico, que es
consecuencia de la indeterminabilidad y diferencias en las marcas existentes entre unas y
otras, en espacios y tiempos diferentes, por tanto este concepto se traduce a la pluralidad
de prácticas de la humanidad. Cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la
voz colere que significa cuidado del campo o del ganado. Mientras que La Unesco sostiene
(...) que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que
hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través
de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden.1
Desde la modernidad se consideró el que la cultura superaba la naturaleza
animalita y barbarie, para alcanzar al humanitas. Esto, en el siglo XVIII, contrapuso la
teoría ilustrada de Kant y Voltaire, que establece el que la cultura es única y universal, y
que la civilización europea conformaba un tipo de cultura avanzada, superior, y en
progreso; mientras que la teoría romántica (Rosseau), reconoció la universalidad, pero
también valoró la diversidad cultural, las costumbres e instintos de la vida, de manera
autónoma, en oposición a la uniformidad y continuidad. Esta idea se profundiza al
entender la cultura como culturas, lo que en 1871, es declarado por E. B. Tylor como el
que: "La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que
incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las Costumbres y
cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el Hombre en cuanto miembro de
la sociedad".
Hacia una mirada contemporánea la cultura es definida como el hacer, de la vida
del hombre en sociedad, una categoría del ser, donde entran en juego sus creencias y
1
(UNESCO, 1982: Declaración de México)
costumbres. Por lo que se pierde este sentido progresista y exclusivo de las sociedades
occidentales desarrolladas e ilustradas, para poner énfasis en procesos formativos
universales donde se instala un debate sobre las relaciones entre Naturaleza y Cultura,
tomando como parte al Humanismo y los problemas relativos al antropocentrismo en la
dimensión cultural, además de los fenómenos de Multiculturalidad e Interculturalidad, y
los nexos actuales entre Cultura y Desarrollo de las ciudades y los ciudadanos.
2
STONER, Freeman, 1992.
No existe un único modelo o forma de administrar, dado que los diferentes
ambientes llevan a la empresa a adoptar nuevas estrategias y las nuevas estrategias
exigen diferentes estructuras organizacionales para poder ser implementadas con
eficiencia y eficacia.
Las organizaciones están expuestas a una parte del ambiente y esa parte puede
presentar ciertas características que difieren de las demás. Así, en los mercados, los
ambientes pueden ser:
· Homogéneo: Cuando hay poca segmentación de los mercados.
· Heterogéneos: Cuando hay mucha segmentación de los mercados.
· Estables: Cuando se presentan pocos cambios o cuando los cambios se caracterizan por
un desarrollo lento y previsible
· Inestables o dinámicos: Cuando se presentan muchos cambios o cuando los cambios se
caracterizan por su imprevisibilidad y turbulencia.
Además del ambiente, la tecnología constituye la otra variable independiente que
influye poderosamente sobre las características organizacionales; todas las organizaciones
dependen de un tipo de tecnología o de una matriz de tecnología para funcionar y
alcanzar sus objetivos. La influencia de la tecnología sobre la organización y sus
participantes es muy grande. Podemos decir que:
· La tecnología tiene la propiedad de impactar fuertemente en determinar la naturaleza de
la estructura organizacional y el comportamiento estructural de las organizaciones.
· La tecnología, esto es la racionalidad técnica, se volvió sinónimo de eficiencia, la
eficiencia se volvió criterio normativo por el cual los administradores y las organizaciones
acostumbran ser evaluados.
· La tecnología crea incentivos en todos los tipos de organizaciones para llevar a los
administradores a mejorar su eficacia, pero dentro de los límites del criterio normativo de
producir eficiencia.
En la cultura, es crucial el trabajo que se desarrolla tanto en creación como en
producción, por esto el trabajo que desarrolla para la producción de bienes y servicios es
el mismo en procesos económicos. Por esto es necesario tener una misión y una visión
que pueda consolidar los aspectos más relevantes que la organización considere a futro,
donde se pueda establecer el porqué y para qué del ser de la organización. Para lograr una
efectiva misión y visión, una organización debe tener claro la actividad o beneficio que
produce, además de declarar los objetivos que la diferencia de otras organizaciones,
describiendo sus principales beneficiarios y algunos datos como principios, filosofía,
propósitos, entre otros.
Además, como estrategia para lograr concretar los objetivos, se encuentran los
denominados procesos genéricos, que son aquellas actividades y decisiones con las que la
organización condiciona sus objetivos, teniendo en cuenta el que posean, un fuerte
impacto potencial ene l mercado, fundamento económico/o tecnológico, que representen
una parte creciente del costo total del producto, que satisfaga una necesidad, que permita
ser evaluado mediante indicadores de gestión, y que posea documentación adecuado,
todo esto dentro de un ciclo de tiempo establecido.
En nuestro país, recientemente toma relevancia el debate en torno a la
administración cultural, pero sin embargo, se describe necesario como complemento de la
gestión dentro de las políticas culturales en el desarrollo de una sociedad. Por lo que, en
primera instancia, se busca profesionalizar esta área por medio de especialización y
formación, ya que los perfiles actuales nos hablan de personas que se han acercado a por
necesidad propia, y que elaboran muchas responsabilidades a la vez, teniendo como
resultando un trabajo deficiente, o de aquellos que se encuentran en la docencia, o
provienen de la política y que asumen cargos para los que muchas veces no presentan
competencias necesarias.
El sector cultural en Chile en general, es muy escueto, y la pregunta principal se
centra en la consecución de los recursos y cómo disponerlos de la mejor forma. Para esto
los gobiernos recientes han implantado desde el Estado una institución dirigida a la
cultura (CNCA), donde se organiza y crean políticas para el resguardo, conservación y
desarrollo de la cultura y las artes, además los legisladores también han aportado con
leyes como la de donaciones culturales. En nuestra región, el panorama no es muy distinto
al nacional y la administración de las organizaciones culturales se encuentra a cargo de
personas que en su mayoría no son formadas en el área, que provienen del campo
docente, artístico, u otras áreas, mientras que la administración se encuentra ligada a las
arcas municipales, institucionales (CNCA, DIBAM, etc.) y algunos casos privados.
La administración se enfrenta hoy a desafíos dados por los cambios en la
estructura de las relaciones del mundo, como el crecimiento de las organizaciones, que es
una consecuencia inevitable y que a medida que una organización crece, se da una
subdivisión interna, por lo tanto hace necesario una especialización, mayor coordinación e
integración, para garantizar la eficiencia y la eficacia en las regiones. Es también necesario
tener una mirada amplia sobre los problemas surgidos a partir de los cambios,
competencia o sobrevivencia, sofisticación de la tecnología, y aquellas herramientas que
conduzcan a un mejor desarrollo cultural.
Metodología de investigación
- Problemas comunicacionales
- Encargados de lugares (conocimiento, capacidad humana)
- Financiamiento (apoyo municipal)
- Continuidad de proyectos (fondart 6 meses)
- Relación entre objetivos propuestos y realizados
SEGUNDA PARTE
Síntesis de información y Problemáticas planteadas
Objetivos culturales
Ámbito nacional y regional.
3
Definiciones de Política Cultural región del Bio Bio 2006-2010. Bio Bio más cultura. Gobierno de chile,
Concejo nacional de la Cultura y las Artes, región del Bio Bio.
esta no se presenta como la solución al problema de sustentabilidad económica, el apoyo
por parte del público, la negativa a pagar por cultura, la poca asistencia, se suman a la
escaza atención por parte del gobierno hacia la educación artística para los alumnos,
teniendo aquí un punto desde el cual se debe comenzar a trabajar para, en un futuro,
tener un público ávido de satisfacer sus necesidades culturales.
Directamente en la región del Bio Bio, en relación a los objetivos (ideales)
planteados por la política cultural, se identifican varios problemas:
Actualmente la política cultural regional identifica este aspecto como uno de los
principales problemas a atacar, ya que la importancia del público como consumidor del
producto cultural es innegable, por esto debería ser prioridad.
La formación de nuevas audiencias es un aspecto al cual se le esta tomando el real
peso, ciertos establecimientos culturales han enfocado sus ideas a fomentar este aspecto
mediante diversas formas, como es el caso puntual del teatro de la Universidad de
Concepción y su programa “Martes Cinematográficos”, el cual se ha desarrollado
manteniendo una constante reproducción de películas a un costo inferior al de grandes
compañías especializadas en el rubro, junto a esto se incentiva al público joven
(universitario) mediante la entrega de “invitaciones” de acceso liberado, con el fin de
estimular la participación de estos. A partir de esta decisión podemos inferir que esto no
se realizo porque si, sino que deja entrever que la administración del recinto se empeñó
en realizar un trabajo de investigación en relación a las audiencias y propuso soluciones
adecuadas que hoy les rinden frutos.
Pero este no es el caso de todos los establecimientos culturales regionales o de la
misma ciudad, no todos están atentos a fomentar el aumento del público, sino que se
enfocan en mantener lo que tienen, no perderlos, la inversión e ideas relacionadas hacia
este aspecto son precarias para instituciones de renombre en la región.
Las principales diferencias que se dan a conocer tienen relación con la visión de un
gestor ligado a la creatividad, presente dentro de la sociedad como un agente de cambio y
organización, un enlace entre la institución y la ciudadanía que para construir su propio
modelo de gestión debe estar en conocimiento de los movimientos sociales, políticos,
artísticos y económicos del lugar territorial en que se tiene pensado implantar su gestión,
además de poseedor de una serie de características relacionadas con los valores morales y
la ética. Según la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) un gestor debería contar
con las siguientes características profesionales:
Como queda claro en el punto dos de la primera clasificación, que se refiere a las
características profesionales del gestor cultural, la administración se presenta como una
tarea más, una rama que debe ser abarcada por el propio gestor y no depender de otro
agente, un administrador. En este tipo de clasificaciones lo que hace es posicionar al
gestor como una persona con características personales y profesionales específicas, capaz
de hacerse cargo de tareas provenientes de diversos ámbitos profesionales. En este
sentido, las tareas de administrador y gestor no pueden ser consideradas por separado, o
como cargos distintos, ya que una es parte importante de la otra. Pero también hay
clasificaciones que se empeñado en hacer notar las diferencias entre ambos cargos, sobre
todo en relación a la línea educativa que se sigue en la formación de profesionales de la
gestión cultural. Es el caso de Jorge Eduardo Padula, quien en su artículo “Gestor cultural
¿creativo o administrativo?” hace referencia a que la oferta de muchas instituciones
académicas se basa en la formación de administradores, sin alcanzar a ser una formación
de gestores. Analizando los términos utilizados, dice que palabras como diseño,
planificación, ejecución, gerenciamiento y administración son las que por lo general están
presentes y apuntan a formación de un administrador, mientras tanto escasean términos
necesarios de la gestión como creatividad, imaginación, audacia, operatividad, indagación
o búsqueda. El error según Padula, tiene relación con la homologación entre gestionar y
administrar, pues si bien queda claro que son funciones inherentes para el óptimo
desarrollo del trabajo en cultura, debe quedar claro que no son lo mismo.
4
OEI.” Actores y agentes de los procesos de gestión”.
5
ALFONS MARTINELL. “Los agentes culturales ante los nuevos retos de la gestión cultural.”
Así como los agentes culturales provienen de ámbitos diversos, estos trabajan
apuntando a objetivos distintos dependiendo de sus intereses, lo que según el mismo
Alfons Martinell deriva en las siguientes funciones:
- Aglutinar y crear estados de opinión sobre temas que afectan a las personas y
permitir las condiciones necesarias para difundir su opción.
Así como cada una de estas organizaciones cuenta con objetivos distintos, debe
contar con un equipo acorde a las necesidades que busca satisfacer y manejar las
relaciones entre los integrantes del grupo con organigramas que permitan el óptimo
desarrollo de éstos. Por lo general en las instituciones culturales se suele usar un modelo
administrativo achatado que permite mantener una comunicación más constante y
directa entre las distintas partes. Las administraciones públicas por su esencia se enfocan
a temas como el acceso y la equidad, lo que hace necesaria la participación de agentes
con nuevas características además de artísticas y culturales, sobre todo sociales. Las
instituciones privadas generalmente utilizan un modelo más ligado al tema económico en
el que se deja de lado la existencia de órganos colegiados tan frecuentes en la
administración pública, para optar por pirámides administrativas altas.
Una característica que atraviesa a todas las comunas consultadas por el catastro,
es la escases de administraciones municipales, en San Pedro de la paz, de 6 instituciones
solamente 1 es municipal. En la comuna de Hualpén, de 9 organizaciones consultadas
solamente 2 pertenecen a la municipalidad.
Otro punto que cabe destacar tiene relación con las capacidades
comunicacionales, en la región muchas instituciones han avanzado en este ámbito a
través de la utilización de las nuevas tecnologías, mejorando así sus relaciones con el
público y poco a poco alejándose de la dependencia de los medios de comunicación
tradicionales. Pero aún quedan una gran cantidad de instituciones, sobre todo nacidas del
área social que no cuentan con páginas web, estas se centran principalmente en las
comunas de Tomé, Hualpén y Coronel.
Este último punto analizado en mayor profundidad, deja ver la dependencia que
surge entre las capacidades humanas con que puede llegar a contar una institución
cultural en relación a las limitaciones económicas con que deben convivir. Esto nos remite
nuevamente al inicio, a la relación inseparable entre la gestión y la administración y las
capacidades provenientes de ambas áreas que se hacen necesarias a la hora de trabajar
en cultura. Desde este punto de vista las capacidades necesarias para llevar a cabo
proyectos o desarrollar un óptimo funcionamiento dentro de una organización cultural se
presentan siempre desde la acumulación, desde el rescate de habilidades provenientes de
distintas áreas, desde la formación de equipos de trabajo multidisciplinarios.
El gobierno de Chile, a través las diversas formas de gobernar que se han sucedido
en los últimos años, ha realizado un importante aumento en cuanto a los aportes estatales
destinados hacia el mundo cultural, no tan solo de forma monetaria sino que en el trabajo
para la implementación de una institucionalidad concreta, como fue la creación del
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el Fondart y la ley de donaciones. Por el lado
monetario ha ido incrementando su inversión a lo largo de los años, solo viendo un
proceso de reducción debido a catástrofes naturales o por crisis económicas mundiales.
Las principales fuentes de financiamiento para la cultura en Chile son las
siguientes:
El ámbito de las políticas culturales ha sido, en cierta parte, poco explotado o bien
mal enfocado, ya que por un lado existe una fuerte inversión en la construcción de
infraestructura para la dotación de espacios culturales a nivel nacional, pero dejando de
lado el apoyo hacia las actividades que se puedan realizar dentro de estas. No se destina
parte de este capital a fomentar el desarrollo educacional en colegios o en la capacitación
de forma correcta a profesores ya dentro del espacio estudiantil. Además, en Chile
siempre ha sido cuestionada la capacidad de sustentabilidad en el tiempo de los nuevos
espacios que se crean.
Por otro lado la relación de las empresas privadas hacia la integración o más bien la
poca integración al mundo cultural como parte trascendente de la sociedad, ha resultado
en una disminuida utilización de medios propuestos por el gobierno para el incentivo de
estas a interesarse por el área cultural. En el país y específicamente en la Región, a pesar
de contar con grandes ejemplos de responsabilidad social empresarial a través de la
utilización de la ley de donaciones culturales, se trata de iniciativas que aún no se han
masificado como el mundo de la cultura esperaba. Cuando se trata este tema siempre se
aborda desde la incapacidad de los empresarios para con el ámbito de la cultura, pero se
debe abordar también como un desafío de gestión para los agentes existentes en la
sociedad.
Comunicación
Una herramienta con fieles características de difusión que aporta al objetivo que
tiene la comunicación, es la globalización, término que en cultura tiene tanto partidarios
como opositores, por lo que muchas veces nos encontramos con posturas que definen
dicho término como destructor de la identidad y promotor del individualismo, pero que
en el caso de la comunicación actúa como un medio que sirve para acercar culturas,
expandir una información de manera desmedida, traspasando los límites de tiempo,
lejanía, cualidades personales, etc. Esta herramienta funciona como una especie de
puente entre lo local y lo global, no permite limitarse a lo territorialmente alcanzable, sino
que amplía la visión y el pensamiento sin fronteras, nos permite enterarnos de lo que
sucede en el otro lado del mundo de forma actual, sin el desfase de tiempo que años atrás
era el gran impedimento para el traspaso de noticias a nivel mundial. Los medios de
comunicación masivos, nos acercan la información de manera pronta, por lo tanto el
aprovechar estas herramientas que nos entrega la globalización no es un tema que
debamos indagar mucho, más bien es mirar a nuestro alrededor y ver que estamos
rodeados de nuevas tecnologías, desarrollo económico e industrial, lo cual posibilita y
hace real el concepto de intercambio. Este concepto de intercambio contribuye a la
creación de ideas, ya establecidas u originales, las cuales son aporte al área de
comunicación que es necesaria en toda organización, ya sea cultural o de alguna otra
índole.
Las industrias culturales en este caso crean un público en el que sus diferencias se
trabajan en conjunto, creando una fusión de características propias de cada ser, lo que
provoca un público homogéneo que hace de su labor comunicacional un trabajo más fácil,
sin mucho tramite ni esfuerzo, a diferencia de como lo hacen muchas de las
organizaciones, instituciones o centros culturales, los cuales tienen un plan de marketing y
comunicación que se realiza con el propósito de enfocar a un público objetivo, estudiarlo
e investigarlo, lo que es realizado para primeramente darse a conocer como institución,
luego hacer difusión de su misión y el producto que ofrecen, crear lazos si es necesario
con otras instituciones y finalmente hacer uso de los medios de comunicación.
Son pocas las instituciones que destinan fondos y crean convenios con canales
televisivos, radios o prensa escrita entre otros, debido a que la administración está bien
balanceada en cuanto la importancia que se le da a cada área dentro del sistema
organizacional de la institución. Esto también depende del tamaño de la institución, ya
6
GARCÍA CANCLINI, Néstor. “La globalización imaginada.” Fondo de cultura económica, Buenos Aires,
1999.pp. 24
que se trata de medios de comunicación bastante caros, o bien de la capacidad de
asociación con que esta cuenta para lograr convenios, patrocinios, etc.
“el gestor cultural es igual que cualquier otro profesional, es una persona que
permanentemente debe actualizarse en las nuevas teorías y tecnologías que van
apareciendo, pues igual que en otros saberes, hoy en día los procesos del conocimientos
así como los de los cambios social y cultural son acelerados y para eso debe volver a la
universidad, para informase y después seleccionar una de las posibilidades.
1.-Nuevas tecnologías
2.-Cambios en la orientación del saber (ya no se trabaja con los mismos objetos ni
con los mismos lenguajes)
Tenemos entonces que el gestor cultural tiene también que estar abierto y conocer
las nuevas metodologías especialmente en comunicación, pues tiene que manejar las
llamadas autopistas electrónicas, debe hacer búsqueda e investigación de nuevas fuentes,
textos electrónicos, programas, archivos, redes, depósitos de documentos y clubes de
discusión. Todo esto debe conocerlo y saberlo seleccionar para que sean útiles y eficientes
porque la tendencia actual es tan finitamente grande que puede convertirse con gran
facilidad en una masa de información absolutamente inútil.”7
7
OEI. Actores y agentes de los procesos de gestión. pp. 4-5.
Impacto
Social, urbano, físico y económico.
¿Cómo medir el impacto social, urbano, físico y económico?
Como en toda área hay excepciones, en este caso podemos ver ejemplos
regionales de instituciones que no asumen, no miden, ni esperan un resultado del impacto
que generan las actividades que ellos mismos realizan en su entorno. En la ciudad de
Concepción solamente la Corporación Cultural Universidad de Concepción y
recientemente la Corporación Cultural Artistas del Acero, se preocupan de realizar
constantemente encuestas a sus públicos, con el fin de conocerlos, caracterizarlos y saber
acerca de sus propias necesidades culturales.
Muchas veces se habla del público penquista como un público desconocido, una
característica que abarca todas las manifestaciones culturales desarrolladas en la región.
Al aplicar el catastro cultural a las instituciones de la región, muchas de éstas no contaban
si quiera con información acerca de la cantidad de público que recibían, y los pocos que
contaban con esta información, no sabían acerca de las relaciones entre género, edad, etc.
Por otro lado, en la región aún perdura la visión de las áreas artísticas como algo
que no se debe promocionar ni vender, lo que aporta aún más deficiencias al desarrollo
pleno del área. Este último punto se avala sobre todo en la ignorancia que trae la falta de
especialización y profesionalización de las áreas administrativas y de gestión, ya que
instaurar una institución a través de los medios de comunicación y la utilización del
marketing, no tiene por qué ser relacionado solamente con el hecho de vender, sino que
se trata de herramientas, tanto comunicacionales como de planificación que fomentan el
mejor cumplimiento de los objetivos, sean estos del ámbito artístico, social o comercial.
Política Cultural
Local, nacional e internacional.
La gran necesidad de desarrollo cultural y humano que dejó a la vista dicho estudio
provocó la reacción del gobierno, ya que se hacía urgente plantear una solución a la
satisfacción de nuevas necesidades y expectativas más allá de lo tangible, necesidades
profundas de la persona humana, sobre todo en un país que había sido víctima de una
dictadura militar y de un apagón cultural que deja ver sus consecuencias hasta nuestros
días. La solución según la política de gobierno dada a conocer en el museo de bellas artes
el día 16 de mayo del año 2000, tenía relación con valorar la creación, acceso y goce de los
bienes simbólicos aportados por los ámbitos artístico y cultural. Antes de que un gobierno
concertacionista se autodefiniera como un gobierno centrado en la cultura y el desarrollo
humano, se proponían los mayores y más importantes esfuerzos en el crecimiento de la
economía, el desarrollo económico, el desarrollo con equidad y el desarrollo sustentable.
El documento titulado “Política cultural del gobierno del presidente de la
república señor Ricardo Lagos Escobar”, da un espacio al inicio de sus páginas a definir la
palabra cultura, dejando en claro ésta en relación con su importancia en la existencia de
un sello distintivo del país. Se trata de un documento estructurado en base a tres grandes
sectores, los principios, los objetivos y las líneas inmediatas de acción.
Los principios de la política son:
- Autonomía de la sociedad.
- Presencia y papel facilitador del Estado.
- Libertad de creación.
- Valoración y respeto de la diversidad.
- Afirmación y proyección de la identidad.
- Educación de la sensibilidad.
- Resguardo, conservación y difusión del patrimonio cultural.
- Igualdad de acceso al arte, a los bienes culturales y al uso de tecnologías.
- Descentralización.
Los objetivos:
- Ampliar espacios
- Recuperar espacios públicos.
- Mejorar el rol educativo de los museos, bibliotecas y archivos.
- Desarrollo del pluralismo.
- Práctica activa de la tolerancia.
- Estimular la creación y difusión de los pueblos originarios.
- Mejorar las condiciones para el ejercicio de la libertad.
- Instalar una institucionalidad cultural.
- Aumentar gradualmente los recursos asignados a la cultura.
- Incrementar el intercambio y la cooperación cultural sobre todo con los países
de Sur América.
10. Estudiar y formular las indicaciones que sean procedentes al actual proyecto de
ley de nueva institucionalidad cultural.
14. Incrementar los recursos destinados al segundo fondo cultural más importante
de la actualidad –el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura.
15. Impulsar desde ya, a partir de las antes mencionada instancia de asesoría
presidencial, un debate público y participativo que, junto con difundir esta política
cultural, recoja y ordene las contribuciones que permitan perfeccionarla, utilizándola
como base de una futura política de Estado sobre la materia.
Acerca del modo en que se abordó la política cultural plasmada a través de este
documento, en sociólogo Chileno Manuel Antonio Garretón dilucidó que en Chile las
políticas se concentran mucho más en los aspectos sectoriales, como financiamiento,
desarrollo, acceso, creatividad y difusión artística que en los aspectos ligados al extracto
social.
Garretón distingue entre dos dimensiones de cultura, para lo que existen dos
dimensiones de política cultural. La primera de éstas tiene relación con la identidad
nacional y la diversidad a la cual denomina “dimensión cultural de la política pública o
política cultural básica”. La segunda dimensión es la que tiene relación con las
manifestaciones, aparatos y expresiones del campo de la creatividad y difusión artística,
las comunicaciones y las industrias culturales, a las que Garretón denomina “políticas
culturales sectoriales o específicas.”
Si bien en Chile bajo los gobiernos de la concertación las políticas públicas no
fueron siempre formuladas explícitamente, Garretón reconoce que se avanzo en “la
promoción de temas y valores que pudieran considerarse parte de una cultura
democrática, en desarrollo y la generación de condiciones para el acceso masivo y
equitativo a los bienes y servicios culturales.”8
8
GARRETÓN, Manuel Antonio. “Las políticas Culturales: conceptos y tendencias en Chile”. 2001 pp. 8
También se pueden distinguir dos direcciones hacia las que se dirigieron los mayores
esfuerzos:
1.- Democratización de la cultura.
2.- Valoración de lo específico y propio de la cultura y la intervención activa en el
desarrollo cultural.
El compromiso con la cultura se manifiesta en la realización de acontecimientos
concretos, como el encuentro de políticas públicas, legislación y propuestas culturales en
el año 1996, que convocó a una gran cantidad de artistas y creadores provenientes desde
diversos sectores culturales. En el año 1997, la comisión asesora presidencial del gobierno
de Eduardo Frei proponía en informe llamado “Chile está en deuda con la cultura” y en el
año 1998, el mismo presidente envía el proyecto de ley para crear la Dirección Nacional de
la cultura y un fondo Nacional de Desarrollo Cultural, que tiempo después fue modificado
por Ricardo Lagos.
No cabe duda que nacionalmente se ha avanzado en relación a las políticas
culturales y a las legislaciones que rigen el área, pero este avance no ha estado exento de
problemas, los que para muchos se enfocan en la lentitud de las iniciativas, sobre todo las
que rigieron la formación de la nueva institucionalidad cultural y la gradualidad en el
aumento de los recursos.
“Los tres grandes problemas de la política cultural de los gobiernos democrático,
son la desvinculación entre financiamiento y contenido de las políticas culturales dejando
la solución de esta cuestión casi exclusivamente al mecanismo de los fondos concursables,
la ausencia de una institucionalidad organizacional y normativa que oriente el conjunto de
la política cultural y la desvinculación relativa entre política básica y políticas sectoriales.”9
Acerca de políticas básicas, se pueden encontrar referencias dirigidas hacia tres
áreas:
1.- Las condiciones básicas de existencia de la cultura, las libertades y ausencia de
censura.
2.- La reconciliación ético- histórica del país.
3.- Los derechos humanos violados bajo la dictadura y la existencia de un clima
cultural de impunidad.
En cuanto a las políticas sectoriales:
1.- Preocupación por la instauración de la institucionalidad y el financiamiento:
Establecimiento de instancias específicas, fondos concursables y estímulo hacia la
participación de los privados.
2.-Apoyo a la actividad cultural y el fomento de la creación, las artes, las industrias
culturales y el patrimonio: Instauración de fondos y premios nacionales.
9
Ídem. PP. 12.
3.- Democratización de la cultura: Promoción de la libertad, eliminación de la
censura cinematográfica y masificación en el acceso a los bienes culturales.
Para terminar, la situación actual que se vive en relación a las políticas culturales
regionales, es de renovación, ya que nos encontramos precisamente al fin del ciclo regido
por el documento “Bío Bío Más Cultura. Definiciones de Política Cultural Región del Bío
Bío 2006-2010.” Este es un documento que basa su fundamentación en la revisión de una
serie de antecedentes que engloban una visión a modo de diagnóstico general de la
situación cultural en la región, para luego en base a las necesidades detectadas, generar y
presentar las líneas estratégicas, objetivos y las medidas a impulsar. Estos últimos ámbitos
son los de mayor importancia dentro del documento, y ya se analizaron en mayor
profundidad a lo largo del capítulo denominado “Objetivos culturales: Ámbito nacional y
regional.”
Tercera parte
Análisis, opiniones y comentarios.
Otra desventaja que podemos visualizar a nivel regional, es el bajo aporte que
existe en los registros actuales de los centros culturales en la Municipalidad de
Concepción, al no estar actualizados dificultan así el acceso al servicio de información
acerca de las actividades artísticas realizadas en o por centros e instituciones culturales
para la comunidad, provocando con esto la creación de un público único y siempre
constante.
El arte y la cultura en Concepción circulan con una cantidad abundante de
material, pero en un espacio más bien limitado, lo que se traduce en la localización de
información exclusivamente para las personas que forman parte del rubro o aquellas
realmente interesadas, pero no se puede hablar de una información ajustada hacia todos
los habitantes de la ciudad. Esto puede ser consecuencia de la falta de expertos en el área
como personal calificado dentro de estas instituciones, que profundicen en el tema de la
difusión y que responsablemente cree esquemas que logren acercar exitosamente a la
comunidad. Lo que además, sucede con algunos centros como la Sala Andes y la del
Colegio Médico que ni siquiera cuentan con personas a cargo que puedan responder a
simples preguntas de la institución.
De la producción en Concepción y su vinculación con el circuito cultural se puede
concluir que pese a ser Concepción una ciudad con gran cantidad de artistas, gestores,
agentes culturales y espacios para la cultura, contando con una Universidad y una escuela
de artes próximas al perímetro central, existe la sensación de que a estos espacios no se
les da una gran importancia ni desde el público en general ni en los medios de
comunicación. Se trata de una ciudad que cuenta con escenas de arte y cultura, pero esta
no ha sido capaz de causar un impacto en la sociedad, lo que deriva en la escasez de
circuito y mercado, que abre un argumento a la necesidad de mas gestión, y difusión de
nuestro entorno cultural.
Bibliografía
Artículos
MANUEL ANTONIO GARRETÓN. Las políticas culturales: conceptos y tendencias en Chile,
2001.
TITO HERNÁNDEZ. La investigación y la gestión Cultural de las ciudades
GERARDO CAETANO. Políticas Culturales y el Desarrollo Social, algunos apuntes para
revisar conceptos.
LUIS AGUIRRE. Políticas Culturales en Chile.
OEI. Actores y gestores Culturales.
OEI. Formación en administración y gestión cultural.
ALFONS MARTINELL. Los Agentes Culturales ante los nuevos retos de la gestión Cultural.
LUIS BONET. El perfil del Gestor Cultural en el Siglo XXI.
JORGE PADULA. Gestores culturales: creativo o administrativo.
ARTURO NAVARRO. Es la Gestión Cultural una nueva profesión.
Documentos
Política cultural del gobierno del presidente de la república señor Ricardo
Lagos Escobar.
Bío Bío más cultura. Definiciones de política cultural región del Bío Bío.
Chile quiere más cultura. Definiciones de política cultural 2005-2010.
Manual de habilitación y administración de lugares para las artes visuales.