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Bibliográficas | 297
Bibliográficas
Mujeres Montoneras articula la historia reciente de la Agrupación Evita. El segundo aborda la es-
y los estudios feministas y de género; con ello, se tructura interna y su relación con la dirección de
instala en dos campos que en forma simultánea, al Montoneros, también analiza las principales líneas
calor de las preocupaciones sociales y políticas de de acción, los discursos sobre la condición femenina
la actualidad, se encuentran en rápida y dinámica de la Agrupación en el contexto de los discursos del
expansión en la agenda historiográfica argentina. peronismo y la trayectoria de sus dirigentes. Este
Ambos enfoques desafían ciertos supuestos de la análisis revela que la Agrupación capitalizó la mili-
propia disciplina (sus formas de construir el co- tancia previa de las militantes y las mujeres de base y
nocimiento legítimo, de definir los tiempos y los la propia tradición peronista que se remontaba a Eva
sujetos históricos y las preguntas de investigación) Perón y al primer peronismo, que había incorporado
lo que resulta aún más pronunciado al conectar- a las mujeres como sujetos políticos en función de su
se entre sí. En ese sentido, el libro es un valioso condición de esposas y madres. También descubre el
fruto de los esfuerzos colectivos –expresados en rechazo que inicialmente ganó a las dirigentes que
Jornadas y compilaciones– que alentaron este cruce habían sido destinadas al trabajo con la Agrupación,
y que han tenido a la autora de este libro entre sus incluso, algunas lo concibieron como un castigo que
protagonistas. las apartaba de lo que consideraban las “verdaderas”
En su obra, Karin Grammático se pregunta qué tareas de la lucha revolucionaria.
papel tuvo la Agrupación Evita para Montoneros y El tercer capítulo profundiza el análisis de las
qué significación tuvo para las mujeres. Esta inte- acciones y los aprendizajes políticos de las militan-
rrogante se inserta en una problemática más amplia: tes. Colocando el foco sobre las relaciones entre las
entender las disonancias entre la vanguardia polí- militantes montoneras de clase media y las mu-
tica y el movimiento feminista en la Argentina de jeres de los sectores populares, la investigación
los años setenta. La autora coloca su análisis de la sugiere que la Agrupación asumió discursos que
Agrupación en el corazón de los enfrentamientos reafirmaban la división sexual del trabajo pero que,
y las estrategias políticas de Montoneros, la dere- paradójicamente, al hacerlo condujo a las mujeres de
cha peronista y el propio Juan Domingo Perón. Y los barrios fuera del ámbito hogareño al introducir-
luego recorre el camino inverso: analiza el carácter las en la organización colectiva de sus necesidades.
político de la experiencia colectiva de las mujeres en Simultáneamente, esas experiencias les permitieron
términos de las estructuras de poder dentro y fuera a las dirigentes descubrir las connotaciones políticas
de la organización armada. Este recorrido de ida y que asumían lo cotidiano y lo doméstico. En defini-
vuelta le permite moverse por diferentes niveles – tiva, que lo personal era político.
el peronismo, Montoneros, la cultura militante, la El último capítulo coloca nuevamente en el
condición femenina– lo cual constituye una pers- centro el escenario político y la interna peronis-
pectiva especialmente renovadora porque no sólo ta para explicar la disolución de la Agrupación
entrelaza dichas dimensiones sino que aborda algu- en el marco del pasaje a la clandestinidad de
nas que aún han sido escasamente transitadas como Montoneros. En ese contexto, según explica la
son los “frentes de masas” y la experiencia de los su- autora, la conducción congeló las actividades del
jetos que acompañaron a la organización armada sin frente de mujeres y derivó sus dirigentes hacia otros
estar encuadrados formalmente en ella. espacios y responsabilidades. La reconstrucción ex-
El libro está organizado en cuatro capítulos. El plora los efectos que tuvo la medida entre quienes
primero reconstruye la formación de la Agrupación militaban en las organizaciones sociales y se detie-
Evita en un riquísimo análisis de la coyuntura polí- ne en las incertidumbres y disidencias que provocó
tica y la interna peronista en 1973. La autora explica entre las dirigentes. Finalmente, reconstruye la sig-
que su creación se enmarcó en la lucha por la hege- nificación retrospectiva que tuvo esa breve e intensa
monía de la Rama Femenina que integraba, según la experiencia de la Agrupación en la percepción de la
carta orgánica, el Consejo Superior del Peronismo. condición femenina de aquellas dirigentes que so-
En términos más amplios, la Agrupación tenía el brevivieron al terrorismo de Estado. En ese sentido,
objetivo de disputarle a la derecha peronista el en- revela que para muchas de ellas fue un aprendizaje
cuadramiento de las mujeres dentro del peronismo que las llevó, luego, a la militancia política feminista.
en el contexto del regreso de Juan Domingo Perón En su conjunto, el libro nutre la comprensión
a la Argentina. de los setenta en distintos niveles. Por un lado, es un
El segundo y tercer capítulo, los centrales, importante aporte al conocimiento de la izquierda
hacen eje en la organización y las características armada y, obviamente, al de Montoneros y lo hace
Una nueva etapa se abrió para Freire entre 1969 paradójicamente ningún país aportó más recursos a
y 1980 cuando comenzó a trabajar para el Consejo la campaña que Estados Unidos. Aunque la admi-
Mundial de Iglesias: se transformó en un actor po- nistración Carter había intentado impedir que los
lítico a escala mundial, “un representante del tercer sandinistas ascendieran al poder, su principal obje-
mundo”. tivo era evitar que se convirtiera a Nicaragua en una
Sus ideas se difundieron en este período, pero, nueva Cuba.
según el autor, se produjo un cambio de dirección La campaña no logró sostenerse en el tiempo y
política en su aplicación: mientras en los perio- el autor especula con la posibilidad de que si esto
dos anteriores trabajó en el marco de democracias hubiera ocurrido, habría permitido desarrollar una
multipartidarias en este período trabajó fundamen- democracia más profunda. Sumado a esta debilidad,
talmente para estados unipartidarios. la existencia de un partido único que no promovió
Durante su estadía en Ginebra Freire creó el una nueva generación de líderes democráticos parece
Instituto de Acción Cultural (idac) a través del cual explicar algunas de las razones por las cuales el pro-
difundió y puso a prueba sus ideas. Un análisis tan yecto sandinista no logró consolidarse en el poder.
documentado como interesante es el que ofrece el Freire evitó las definiciones partidarias durante
autor acerca de las experiencias con campañas de toda su vida. Sin embargo, en 1980 después de su
alfabetización en las cuales Freire participó duran- retorno a Brasil, participó en la fundación del pt.
te este período: las campañas en Guinea Bisseau y Este partido reivindicó a la democracia como una
Sao Tomé. Luego de analizar las particularidades de conquista universal de la clase trabajadora: “Los
la implementación de las campañas en estos países trabajadores no serían más llamados a votar, ahora
recientemente descolonizados del África, el autor podían ser candidatos”. Para Freire el pt era un edu-
pone en evidencia las contradicciones de la aplica- cador popular de masas; el partido tenía que formar a
ción del método freiriano y de los límites al mismo sus propios militantes y además ser crítico con los sis-
impuestos por las condiciones políticas en que se temas educativos imperantes. La educación se volvió
desarrollaban, en particular por los compromisos así un asunto central en las campañas del pt.
que implicaba desarrollar la lucha por la alfabetiza- Erundina, candidata del pt victoriosa en las
ción como conciencia crítica en “estados de partido elecciones en San Pablo, quien había trabajado en las
único”. primeras campañas de alfabetización con Freire, lo
La última y la mayor campaña de alfabetiza- propuso como Secretario de Educación. Desde este
ción en que Freire participó mientras estuvo en cargo, Freire lanzó una nueva campaña de alfabeti-
el Consejo Mundial de Iglesias fue en Nicaragua, zación. El autor plantea que en esta oportunidad,
después del derrocamiento de Somoza. Según el paradójicamente, Freire logró una mayor coherencia
autor, ningún programa reflejaba mejor el espíritu con su concepción de la alfabetización como lectu-
utopista de la revolución que la “Cruzada por la al- ra problematizadora de la realidad. En ese contexto
fabetización”, la cual pretendía abarcar al 75% de la analiza las causas que habrían permitido a Freire
población analfabeta del campo. esta oportunidad: el contexto político multipartida-
La campaña se desarrolló de marzo a octubre de rio de Brasil y la finalización de la Guerra Fría.
1980, aunque la presencia de Freire fue tan solo una Según el autor, a pesar de la fuerte influencia
visita de nueve días en octubre de 1979. La cam- del legado freiriano en la actualidad, la alfabetiza-
paña sandinista, en lugar de incluir como palabras ción hoy no reviste el mismo interés político que
generativas las de los campesinos, utilizaba consig- durante la Guerra Fría. La influencia de ese contex-
nas revolucionarias. Para algunos de los actores, la to político hacía que la preocupación por el control
campaña apuntaba a “reprogramar la mentalidad ideológico del enemigo colocara a la alfabetización
de los nicaragüenses”, como una condición para la en el ojo de la tormenta. De ahí la centralidad que
modernización de la economía. Esto despertó las adquirieron las políticas de alfabetización durante
críticas de los freirianos, aunque no de Freire, quien este período, incluida la figura de Freire. Nos atreve-
se vio profundamente impresionado por la revolu- mos a plantear que esta investigación va a marcar un
ción sandinista. antes y un después en los estudios freirianos.
Nuevamente, el autor muestra la compleji- Mercedes Couchet
dad de las políticas de la alfabetización durante la Antonio Romano
Guerra Fría. La participación de Cuba fue central
Facultad de Humanidades y Ciencias de la
para el desarrollo de la campaña. Por otro lado,
Educación/Universidad de la República
las normas de género y las jerarquías del gusto el apoyo popular. Las restricciones en el consumo
propias de los sectores medios urbanos; para los hicieron que los sectores populares se volcaran ma-
sectores populares, este ideal generaba expectativas sivamente hacia alternativas por fuera del mercado
que no siempre podían cumplirse, así lo muestra que proponía el peronismo –como las proveedurías
Elena en el sexto capítulo a través de uno de los de la Fundación Eva Perón– para satisfacer sus ne-
más valiosos descubrimientos archivísticos del li- cesidades materiales. De esta manera, según Elena,
bro: la cuantiosa correspondencia que arribó a las no fue la contracción de la economía sino la ex-
oficinas del Ministerio de Asuntos Técnicos duran- pansión de la movilización masiva y el avance de
te una campaña que lanzó el gobierno en vísperas la censura los que agravaron los conflictos con una
de las elecciones de 1952 bajo el slogan “Perón amplia coalición opositora, lo que provocó el golpe
quiere saber lo que el pueblo quiere”. Lejos de la de Estado que puso fin al gobierno de Perón.
imagen armónica y homogénea que difundieron Uno de los aspectos más interesantes de este li-
los propagandistas oficiales sobre la política social bro es cómo el autor reconcilia dos interpretaciones
del peronismo, lo que muestran estas cartas es la enfrentadas del período. Elena apoya la perspectiva
diversidad de estrategias que utilizaron los secto- –que tuvo amplio consenso durante los años ‘80–
res subalternos para expresar simultáneamente sus que coloca al peronismo en un marco histórico más
demandas insatisfechas de “vida digna” y cumplir amplio. Desde esta perspectiva, el apoyo a Perón se
con las expectativas que las autoridades tenían sobre originó en formas previas de asociación, participa-
ellos. Si bien reclamaban su derecho a satisfacer sus ción y autoidentificación de los sectores populares.
necesidades materiales, a la vez expresaban sus de- La intervención estatal en la economía y las polí-
seos de colaborar con sus líderes, identificaban como ticas redistributivas fueron concebidas y diseñadas
enemigos a quienes estaban por fuera del peronismo localmente y en otras latitudes con anterioridad
y creían en la capacidad del Estado de satisfacer sus al surgimiento del peronismo. Otros trabajos más
demandas. Es decir que, si bien la campaña “Perón recientes sostuvieron que el peronismo reforzó las
quiere saber lo que el pueblo quiere” tuvo poca re- convenciones de género y de gusto prevalecientes
percusión en el diseño de las políticas públicas del en la etapa previa. Sobre estos aspectos, Elena tam-
segundo gobierno de Perón, ésta sirvió para renovar bién arroja luz, sin embargo, este libro está lejos de
los lazos de solidaridad y lealtad. Como resultado, subestimar los aspectos rupturistas del peronismo,
argumenta Elena, lejos de ponerlo en cuestión, la por el contrario, como vimos, uno de los argumen-
participación de los sectores subalternos en esta tos centrales del libro destaca las transformaciones
campaña fue funcional a las intenciones hegemó- que introdujo el peronismo en la política nacional al
nicas del peronismo, pues canalizó las demandas colocar la noción de ciudadanía por fuera del molde
populares hacia su propio fortalecimiento. Por otro liberal. Aunque en menor medida, otro aspecto que
lado, el análisis de Elena sobre esta correspondencia Elena pone de relieve es la importancia que tuvo el
permite matizar los retratos que ponen de relieve movimiento en torno a la definición de identida-
los rasgos autoritarios del peronismo: para el autor, des colectivas a través de movilizaciones masivas sin
las cartas revelan una continuidad en el desarrollo precedentes.
de prácticas ciudadanas autónomas que utilizan los
Argumentado sobre una sólida base empírica,
recursos del Estado para sus propios fines. El éxito
este libro vuelve desde una nueva perspectiva sobre
de la campaña, argumenta Elena, no fue mérito del
algunos de los tópicos clásicos en relación al pero-
gobierno sino de la persistencia de una vieja tradi-
nismo, a la vez que sugiere nuevas preguntas sobre la
ción de compromiso ciudadano con la comunidad y
aún prácticamente inexplorada historia del consu-
con el Estado.
mo en América Latina. Dignifying Argentina es un
Como muestran el quinto y el séptimo capítu- análisis complejo, interesante y, sin duda, destinado
lo, durante el segundo gobierno de Perón uno de a ocupar un lugar central en la historiografía sobre
los desafíos centrales del gobierno fue promover uno de los períodos más intrigantes y recorridos de
un consumo moderado, disciplinado y culto, fren- la historia argentina y latinoamericana.
te a un electorado que esperaba una expansión de
Mateo García Haymes
las políticas redistributivas. En el nuevo marco, la
austeridad y la productividad fueron presentadas Universidad de San Andrés / Universidad
como formas patrióticas de colaborar con el futuro Nacional de Quilmes/conicet
de la nación. Nuevamente, el gobierno logró articu-
lar la política económica hacia sus fines sin perder
la Ley. Varios autores enfatizan en las divisiones que Un enemigo para la nación. Orden interno,
atraviesan al Frente Amplio. Este hecho se ve refle- violencia y “subversión”, 1973-1976.
jado en el resultado del plebiscito de 2009 donde Marina Franco. Buenos Aires: Fondo de
se observa que la totalidad del voto frenteamplista
Cultura Económica, 2012, 352 pp.
no respaldó al “Sí rosado”. Finalmente, todos con-
cuerdan en decir que “los derechos humanos no se El libro de Marina Franco aborda de forma
plebiscitan” y que la estrategia de las consultas po- compleja y rigurosa el período constitucional que
pulares fue un arma de doble filo. tuvo vigencia en Argentina entre 1973 y 1976
haciendo centro en la violencia política como pro-
La tercera línea es la comparación con las
blema de época. El análisis propuesto parte de una
dinámicas de otros países del Cono Sur, sobre
sólida base empírica para adentrarse simultánea-
todo Argentina y Chile, y la influencia del factor
mente en una reflexión teórica más general, que
internacional.
invita a pensar la relación violencia/política en de-
Demasi muestra cómo el pulso de las luchas mocracias modernas y los problemas que genera el
uruguayas sigue las inflexiones de las luchas argenti- recurso sistemático a medidas de excepción tanto
nas. Skaar se pregunta por qué los jueces uruguayos para la pervivencia institucional de tales regímenes
no fueron más audaces o innovadores en su búsque- como para la protección de garantías individuales.
da de las fallas en la Ley de Caducidad mientras
La autora analiza ese corto pero efervescente
sus pares chilenos y argentinos se mostraban más
período indagando sobre las condiciones de po-
creativos “para esquivar las leyes de amnistía”.
sibilidad que sustentaron el espiral de violencia
Guianze retoma este argumento destacando la falta
–estatal y privada– alcanzada por la sociedad ar-
de integración del Derecho Penal Internacional a
gentina durante la década de 1970 y la paulatina
la jurisprudencia nacional, así como la ausencia de
conformación de un “consenso antisubversivo”. Así,
capacitación de los jueces uruguayos y de intercam-
mediante un fino y documentado rastreo de “conti-
bio de experiencias con sus pares latinoamericanos.
nuidades discontinuas”, Franco sustenta un análisis
La cuarta y última línea se refiere al consenso doble que conjuga el estudio del devenir represivo
entre varios de los autores en el intento de perio- estatal como estrategia de contención de la conflic-
dización de las luchas. Se destacan dos inflexiones tividad social imperante y el de la conformación de
mayores: el brutal freno de 1989 por el efecto un discurso político de condena a la violencia por
desmovilizador del fracaso del “Voto Verde” y el parte de sectores dominantes y de quienes no adhi-
impulso que generó en el 2005 el cambio propulsa- rieron al proceso de radicalización política hacia la
do por Tabaré Vázquez. Además se reconocen otros izquierda. En tal sentido, el peso que en el análisis
cuatro momentos importantes, dos impulsos y dos cobra el devenir autoritario de la institucionalidad
frenos, que introducen inflexiones menores: el im- democrática a lo largo del período sitúa el traba-
pulso de 1996 (“marcha del silencio”) que reactiva jo de la autora en varios campos: uno local, que ha
las luchas y el de 2000 (Comisión para la Paz); el tenido como centro la pregunta por las continuida-
freno de 2009 (derrota del “Sí rosado”) y el de mayo des entre la violencia estatal del gobierno peronista
de 2011 (fracaso de la Ley Interpretativa). predictatorial y el terrorismo estatal de la dictadura
Existe ya bibliografía sobre algunos actores militar de 1976; y otro más general, sobre el esta-
de las luchas: Familiares de Uruguayos Detenidos do de excepción como práctica de gobierno desde
Desaparecidos (Bucheli, Curto, Sanguinetti, 2005); una perspectiva que es tributaria de Carl Schmitt
Amnistía Internacional (Ruiz, 2006); los exiliados y Giorgio Agamben, en la cual también abrevan
(Markarian, 2006); así como sobre temas especí- otros estudios recientes sobre el funcionamiento de
ficos: los desaparecidos (Investigación Histórica, poderes ejecutivos latinoamericanos encabezados
2007); las políticas del perdón (Lefranc, 2002); los por liderazgos llamados neodecisionistas durante la
procesos de amnistía comparada (Mallinder, 2008). década de 1990 y sobre las respuestas dadas por las
Sin embargo, el texto logra algo verdaderamente actuales democracias a la llamada “amenaza terro-
novedoso: establecer en la impunidad el denomina- rista”; y, aunque la autora no se propone dar cuenta
dor común a todos estos temas y analizarla en todas de las causas del golpe de Estado, en una línea afín a
sus facetas para deslegitimarla. la desarrollada en Uruguay por Álvaro Rico sobre el
Benjamín Gény camino democrático hacia la dictadura.
Institut des Hautes Études de l’Amérique En la primera parte del trabajo, denominada “El
Latine/Université Sorbonne Nouvelle/ Paris 3 peronismo en el poder: Estado, partido y seguridad
sus certezas, heredadas de lo que él llama las “re- los intereses nacionales en tanto el complejo mi-
glas” o el “consenso de Washington” de la Guerra litar-industrial absorbe recursos que son escasos y
Fría, se disolvieron. Allí comenzó su reeducación: desastre medioambiental, entre otros. La solución
el viaje hacia la ex República Democrática Alemana también aparece esbozada: Estados Unidos debe
que realizó con fines autoeducativos junto a otros hacer regresar las tropas o, al menos, la mayor parte
ex compañeros de armas, fue el inicio del largo de ellas, resignando ese autoasignado rol de gendar-
camino que lo llevó a escribir éste y otros libros, me planetario.
como Los límites del poder o El nuevo militarismo Lo más interesante del libro es que deconstruye,
norteamericano. Narrando esta experiencia, que desde la mirada de un militar retirado, el consen-
cambió radicalmente su visión de la política y las so estadounidense en torno a una política exterior
relaciones exteriores estadounidenses, este profe- mesiánica e intervencionista, así como desmenuza y
sor de Historia y Relaciones Internacionales de la ataca los lugares comunes impuestos por el acuerdo
Universidad de Boston, retirado del Ejército con el bipartidista de demócratas y republicanos en las úl-
rango de Coronel, nos introduce a la deconstrucción timas seis décadas. El libro pretende mostrar que un
del consenso que Washington logró construir tras la cambio desde dentro de la sociedad estadounidense
Segunda Guerra Mundial. Diseccionar críticamen- es posible y el autor presenta su propia conversión
te estas concepciones, abrazadas por el propio autor individual, su toma de conciencia, como un ejemplo
durante décadas, es la aventura que nos propone la de lo que la educación puede lograr. En este senti-
lectura de Las reglas de Washington. do se propone, en concreto, discutir la idea de que
El primer capítulo, “El advenimiento de la Estados Unidos tiene el deber de liderar, salvar y
semi-guerra”, analiza, empezando por el gobier- transformar el mundo. Este credo es el que funda-
no de Obama y luego retrocediendo hasta el de menta la disposición del Pentágono a desarrollar
Einsenhower, la configuración de posguerra que una capacidad militar muy superior a la necesaria
determinó el estado de intervención y conflicto para garantizar la defensa nacional y se comple-
permanente impuesto por Washington. El segundo, menta con la “sagrada trinidad”, hegemónica en
“Ilusiones de flexibilidad y control”, explica cómo Washington: la convicción de que la paz internacio-
entre 1961 y 1965 se legitimó el creciente poder de nal exige una “presencia militar global” de Estados
la cia y del Pentágono para determinar las necesi- Unidos, que debe configurar sus fuerzas para la
dades militares estratégicas de Estados Unidos. En “proyección de poder global” y que, para anticipar o
el capítulo “El credo restaurado” Bacevich describe contrarrestar las amenazas, se requiere de un “inter-
cómo se reconstituyó y relegitimó el intervencionis- vencionismo global”.
mo militarista tras las resistencias que acompañaron Más allá de los aciertos y la gran utilidad de
el fracaso estadounidense en Vietnam, esa guerra la obra en este particular momento histórico, la
en Asia, que tanto minó las bases del consenso misma presenta algunas falencias. El principal pro-
de Washington, requirió de una ardua tarea para blema del libro es que no analiza la política exterior
encapsular las críticas, evitando que afectaran los intervencionista de Estados Unidos en relación al
fundamentos construidos en las dos décadas ante- “imperialismo” y los intereses económicos que la de-
riores. En el cuarto, “Reconstituyendo la trinidad”, terminan. Más allá de las críticas descritas, Bacevich
el autor explica la superación del “síndrome de idealiza la inserción internacional estadouniden-
Vietnam” durante la era Reagan, pero también tras se en la primera mitad del siglo xix soslayando la
la caída del Muro y el fin de la Guerra Fría, durante nefasta influencia de la ideología del destino ma-
las administraciones Clinton y Bush. En el quin- nifiesto, la “doctrina Monroe”, el aniquilamiento
to, “La falsa contra-inteligencia”, señala las críticas de los pueblos originarios, la guerra contra México
a la guerra sin fin, puntualizando las contradiccio- y tantas otras atrocidades realizadas en la fase de
nes derivadas de las intervenciones en Afganistán e ascenso de la burguesía estadounidense; además,
Irak. El último capítulo, “Cultivando nuestro propio reivindica diversos políticos o intelectuales (el di-
jardín”, permite a Bacevich sintetizar las críticas al plomático George Kennan, el senador J. William
consenso de Washington y sus indeseables conse- Fulbright o el líder afroamericano Martin Luther
cuencias: gastos militares crecientes que no hacen King) críticos del mainstream en Washington, que
sino disparar la deuda pública a niveles inmaneja- no avanzaron en una caracterización adecuada del
bles, víctimas entre las fuerzas armadas, ex veteranos rol de Estados Unidos luego de la Segunda Guerra.
con problemas físicos y psíquicos, perpetuación de
En síntesis, el libro tiene una potencia crítica
una burocracia que actúa en secreto, distorsión de
muy significativa al interior de Estados Unidos,
la atención en las fotografías propagandísticas (en- en proceso, la puja entre los partidarios de los dis-
trenamientos, niños soldados) correspondientes tintos métodos (bertillonage y dactiloscopía) para
al momento de consolidación de las instituciones una mejor identificación y clasificación de la pobla-
estatales. ción “anormal” y la extensión final de los sistemas
El mismo autor trata sobre la fotografía de afi- identificatorios a la totalidad de la población para el
cionados, en el tránsito que va de las Sociedades de ejercicio de la ciudadanía.
Fotógrafos hacia el Pictorialismo. Refiere a las ten- En el último capítulo, von Sanden estudia
siones entre el “amateurismo” no profesional y los cómo se utilizó la fotografía para crear la imagen
núcleos de profesionales y artistas y al surgimien- del Uruguay hacia adentro y afuera del país. Entre
to de instituciones como la Sociedad Fotográfica otras formas de circulación, analiza las “Vistas”, que
de Aficionados (1884-1898) o el Foto Club de comenzaron a circular con registros de paisajes, edi-
Montevideo (1901-1917), que supieron contar con ficios y la vida urbana desde mediados del siglo xix,
miembros de la intelectualidad entre sus integran- y las postales; luego, indaga acerca de la incorpora-
tes. Asimismo, estudia la relación entre el desarrollo ción de fotógrafos y la creación de dependencias en
de la industria y el mercado fotográficos (la llegada el ámbito estatal –ya iniciado el siglo xx– para la di-
de la empresa Kodak en 1910, entre otros hechos) fusión de imágenes del progreso y la modernización,
con el proceso de masificación y enseñanza de la tendientes a su vez a la elaboración de un “relato
fotografía. nacional” sostenido en un Estado fuerte.
Isabel Wschebor, por su parte, analiza los dis- El libro constituye una referencia para futuras
tintos períodos en el empleo de la fotografía dentro investigaciones sobre aspectos particulares de la fo-
del ámbito científico, uso que estuvo teñido por las tografía uruguaya de los siglos xix y xx; contribuyen
ideas del positivismo decimonónico: la extensión del a ello los anexos volcados en las últimas páginas, que
método gráfico, el pasaje de la fotografía como auxi- contienen una descripción cuali-cuantitativa de los
liar de la observación a la posibilidad de comunicar repositorios relevados, un glosario que refiere a los
y divulgar para “enseñar por la vista”, la creación de términos técnicos de procedimientos y productos
sistemas de registro y la sistematización de tomas, fotográficos y una línea de tiempo que vincula la
para concluir en la posibilidad de diagnosticar clí- evolución de la fotografía en Uruguay con aconte-
nicamente a través de las imágenes. En tanto eco cimientos de la fotografía a nivel internacional. Un
de prácticas corrientes de las burguesías en diversos dato merece ser destacado: la incorporación de dos-
países, refiere a la relación entre medicina, poder y cientas noventa imágenes con una excelente calidad
fotografía como entramado para la legitimación de de reproducción e impresión.
discursos morales e ideológicos. Silvia Pérez Fernández
En el abordaje del vínculo entre fotografía e Facultad de Ciencias Sociales/Universidad de
información, Magdalena Broquetas indaga sobre la Buenos Aires
noción de “documento gráfico”, trazando un recorri-
do que contempla los sucesivos modos de la relación
de la fotografía con los medios gráficos, ligados a
los continuos avances técnicos de los sistemas de El 68 uruguayo. El movimiento estudiantil
impresión: el lazo con dibujantes y grabadores, la entre molotovs y música beat. Vania
reproducción de piezas artísticas, la incorporación Markarian. Buenos Aires: Universidad
activa de los lectores con sus fotografías, el uso de Nacional de Quilmes, 2012, 164 pp.
las fotografías antiguas para conocer el pasado, el
fotorreportaje, la primicia y la figura del reportero Una nueva generación de estudios monográ-
gráfico para, finalmente, señalar la incorporación de ficos parece despuntar en los últimos años de la
imágenes relativas al ocio, la cultura y el deporte en historiografía uruguaya. Ese carácter, provisorio y
la prensa masiva. germinal por naturaleza, cobra su entidad cuando
la investigación se aplica con decisión a un objeto
Broquetas y Bruno se ocupan conjuntamente bien acotado pero capaz de contener un haz de pro-
de la cuestión de la fotografía en su relación con la blemas relevantes que lo trascienden y que se nos
vigilancia y el control social: el registro de las eje- esconden cuando la indagatoria se acomete desde
cuciones (espectáculo público del cual se vendían pretensiones más totales. La concisión, la observa-
luego las tomas), los archivos policiales de delin- ción múltiple y morosa, el recaudo minucioso de
cuentes y prostitutas, los reparos de los sectores los antecedentes, la dedicación a unos respaldos
garantistas respecto de la divulgación de inculpados
Camaradas y compañeros. Una historia Gabriel Terra, Frentes Populares, Segunda Guerra
política y social de los comunistas del Mundial, comienzos de la Guerra Fría), describe la
Uruguay. Gerardo Leibner. Montevideo: vida interna de este partido y analiza el proceso por
el cual pasa de ser un partido con cierta relevancia
Trilce, 2011, 632 pp.
electoral a convertirse en una “secta”.
Camaradas y compañeros constituye la prime-
Resulta muy fecundo el relato acerca de las
ra investigación cuyo objeto de estudio abarca la
prácticas partidarias que caracterizaron a la etapa
historia de los comunistas uruguayos entre 1941
de autoencerramiento: el deporte, por ejemplo, y
y 1973. El historiador uruguayo Gerardo Leibner
su relación con la creación de organismos secretos
divide su libro en dos tomos que, significativamen-
de seguridad o la versión criolla del culto a la per-
te, decide nombrar como “La era Gómez” y “La era
sonalidad a través de los homenajes y cumpleaños;
Arismendi”.
también aporta una información enriquecedora la
¿Cómo explicar los extremos opuestos a los que narración de las luchas intestinas y la descripción de
llegó el Partido Comunista en su historia? ¿Cómo los mecanismos a través de los cuales un dirigente
entender el grado de sectarismo de comienzos de político se transformó en el líder de una secta. No
la década de los ‘50 como la amplitud pragmática se pierden nunca de vista –en esta primera parte– el
posterior? Esta es la pregunta fundamental de la movimiento comunista internacional, las relaciones
que parte la investigación; ni las condiciones gene- entre el partido analizado y la urss, así como las
rales del movimiento comunista internacional ni la diversas lecturas de los comunistas uruguayos ante
sociedad uruguaya pueden, según el autor, explicar cada cambio de lineamiento del pcus y sus reper-
este itinerario. La clave, plantea Leibner, “tenía que cusiones en el perfil que, en cada coyuntura, fue
estar en el mismo Partido, en sus dinámicas y en su adquiriendo el pcu.
inserción social”.
El profundo análisis del historiador sobre el
El historiador parte de la premisa de que dicho fin de “la era Gómez”, la crisis del ‘55 y los sucesos
itinerario no fue sólo el producto de la elaboración posteriores a esta crisis, resultarán –desde ahora–
de dos direcciones distintas que condujeron a ese referencia ineludible sobre estos hechos (sucesos
partido de modo opuesto y considera que no pue- que han sido, a veces, interpretados sin tener en
de explicarse la historia partidaria como el reflejo cuenta el proceso anterior del pcu y sin suficientes
mecánico de los avatares de la urss. Se propone “re- fuentes). Precisamente, Leibner ubica la crisis en
visar la historia política del Partido Comunista, con un contexto, recurre a fuentes, narra con detalle, se
sus auges y decadencias, aciertos y fracasos, desde detiene en los antecedentes y fundamenta con soli-
el ángulo de la historia social de los militantes” y, dez su hipótesis: la crisis del ‘55 fue una reacción de
por lo tanto, “desentrañar las condicionantes socia- los propios dirigentes (todos ellos estalinistas) ante
les concretas del proyecto comunista en el Uruguay ciertas prácticas éticas cuestionables de sus secreta-
de aquellos años”. rios General (Eugenio Gómez) y de Organización
Su investigación se estructura en base a una ca- (Gómez Chiribao) y no constituyó un anticipo de la
tegoría conceptual que el historiador define como desestalinización posterior del pcus. Esta reacción
“ideología social”. Esta se compone de ideas, pre- permitió, a su vez y sin fracturas importantes, termi-
juicios, categorías, percepciones y aspiraciones nar con las prácticas de secta que habían aislado al
subjetivas, de ahí la importancia que adquiere en su Partido de la sociedad y prepararlo para los nuevos
texto el análisis de las prácticas sociales y del lengua- desafíos que, tanto la realidad internacional como la
je de los militantes y que las fuentes a las que recurre nacional, requerirían de él.
no sean sólo los múltiples documentos partidarios, De la segunda parte de la investigación se
sino también los testimonios orales (historias de destaca, en particular, el capítulo “El Popular y la
vida de militantes) y artículos de la prensa parti- ideología social popular-montevideana”, donde
daria cuya temática no es, precisamente, lo político. Leibner lee esta fuente de un modo realmente in-
En este ángulo y en el uso de estas fuentes radica, novador: el autor encuentra en ella la influencia del
justamente, una de las mayores originalidades de entorno social sobre los comunistas y analiza los
Camaradas y compañeros. mecanismos a través de los cuales estos se dejaron
“La era Gómez” resulta en muchos sentidos la permear por la sociedad en la que vivían y militaban.
parte más novedosa de esta investigación. Leibner Su investigación da cuenta, así, de las estrategias del
narra detalladamente las distintas posiciones del diario para intentar adecuarse a la conciencia so-
pcu frente a cada coyuntura histórica (dictadura de cial de los sectores populares montevideanos; para
El “viejo” partido socialista y los orígenes 1958 y 1961, desentendiéndose del curso seguido
de la “nueva” izquierda (1955-1965). por la otra rama del socialismo, salvo en lo relativo
María Cristina Tortti. Buenos Aires: a algunas polémicas con el primero. Los sucesos de
este cuatrienio son analizados como parte de una
Prometeo Libros, 2009, 405 pp.
transición que, partiendo de la crítica que había
Son varios los trabajos académicos (tesis de derivado en la ruptura partidaria, no terminó de
posgrado y publicaciones de diverso tipo) que en la consensuar una nueva alternativa y termina sucum-
última década se han dedicado al estudio de diversos biendo a la irreconciliable confrontación entre los
actores del campo de la “nueva izquierda” que emer- renovadores moderados y los que con fuerte prota-
gió en la Argentina de los años sesentas y setentas. gonismo juvenil reclamaban el abandono definitivo
La gran mayoría de estos registran la novedad que del liberalismo y del reformismo y la adopción de
sería propia de tal izquierda abordándola en el mo- una orientación definidamente revolucionaria. En
mento mismo de su irrupción, aproximadamente esta tensión interna, así como en el fluido diálogo
dentro de los límites cronológicos de la década crítico con otras expresiones políticas y culturales
previa al golpe de Estado de 1976, predominando de la izquierda de la época, que es exhaustivamente
además notoriamente los trabajos sobre las orga- reseñado en lo que indudablemente constituye uno
nizaciones revolucionarias que acabaron tomando de los méritos del enfoque propuesto, son decisi-
el camino de la lucha armada. El libro de Cristina vas las diferentes formas en que cada sector se fue
Tortti (basado en una tesis doctoral) se inscribe en posicionando frente a dos asuntos claves del con-
una tendencia más reciente de la historiografía ar- texto nacional y regional: la “cuestión peronista” y la
gentina, que se propone rastrear los orígenes de esos Revolución cubana.
procesos en el período inmediatamente anterior,
A lo largo de los cuatro capítulos de la terce-
entre los años cincuentas y mediados de los sesen-
ra parte se estudia la crisis y división del psa, para
tas. Lo hace a través del estudio monográfico del
luego focalizarse en el breve itinerario del psa de
itinerario que durante esos años, más precisamente
Vanguardia, que expresó al sector que se había con-
entre 1957 y 1963, experimentó el más tradicional
cebido a sí mismo como alternativa revolucionaria
de los partidos de la izquierda argentina, el “vie-
dentro del socialismo reformista. Una vez más, la
jo” Partido Socialista fundado en 1894. Buscando
otra corriente que emerge de la división del psa
allí los orígenes de una de las que considera como
es dejada fuera del foco central del análisis para
expresiones tempranas de la “nueva izquierda”, la
concentrarse en el “socialismo de vanguardia”.
autora reconstruye detalladamente las circunstan-
Esto es así porque se trata de la vertiente del so-
cias que derivaron en la crisis y ruptura del ps, que se
cialismo argentino que Tortti considera como la
concretaría en julio 1958, y el proceso de emergen-
expresión temprana de la “nueva izquierda”, la que
cia y fugaz existencia del “socialismo de vanguardia”
definiéndose como nacional y revolucionaria, y es-
entre octubre de 1961 y octubre de 1963.
tando fuertemente conectada con e influida por la
La estructura del relato de ese proceso se com- experiencia cubana, se vio tensionada con igual in-
pone en tres partes. Los dos capítulos contenidos tensidad por la sucesión de fracasos y desilusiones
en la primera exponen una apretada historia del en el persistente propósito de resolver la insoslaya-
ps desde su fundación en 1894 hasta su involucra- ble “cuestión peronista”.
miento en el derrocamiento de Perón en 1955 y la
La autora justifica la pertinencia de este mi-
instauración del régimen encabezado por Frondizi,
nucioso estudio en la enunciación de una hipótesis
así como los debates y confrontaciones internas que
general a la que se aludió al comenzar esta reseña:
se desarrollaron durante 1957 y 1958, terminando
las transformaciones operadas entre fines de los
en la división del partido en dos organizaciones: por
años cincuenta y comienzos de los años sesenta ha-
una lado, el ps Democrático, representante de la or-
brían sido el punto de partida de los procesos de
todoxia partidaria y, por otro, el ps Argentino (psa),
renovación de la cultura política y de los elencos
exponente de los sectores renovadores que venían
dirigentes de la izquierda argentina que se prolon-
reclamando una autocrítica del papel asumido por
garon hasta mediados de los años setenta. De allí
el socialismo durante los episodios de 1955 y un
se derivaría la importancia de estudiar monográfi-
cambio de actitud en relación con el régimen impe-
camente el origen de esos procesos en el período
rante desde entonces.
comprendido aproximadamente entre 1955 y 1965,
Luego, los dos capítulos que integran la segun- lo que aquí se verifica para uno de los múltiples
da parte se focalizan en el derrotero del psa entre vectores en que se fue fragmentando el socialismo