You are on page 1of 7

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones

gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros de todo el mundo,


especialmente del Tercer Mundo, donde hay muy pocos seminarios teológicos
o escuelas Bíblicas, si es que hay.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000


computadoras en más de 221 países todos los meses en
www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube,
pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los
manuscritos de sermones se dan en 40 idiomas a casi 120,000 computadoras
cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los
predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para
aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran
obra de predicar el Evangelio a todo el mundo, incluyendo las naciones
Musulmanas e Hindúes. (http://www.rlhymersjr.com/donate.html)

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te


podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es
rlhymersjr@sbcglobal.net (mailto:rlhymersjr@sbcglobal.net).

LA SANGRE DE LA PASCUA
por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles


La Tarde del Día del Señor, 28 de Marzo de 2010

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

La noche antes de que el pueblo Hebreo dejara la esclavitud Egipcia para entrar
a la tierra prometida, Dios les dijo, que cada casa, tomará un cordero sin defecto y lo
matara. Y luego Dios dijo:

“Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en


el dintel de las casas en que lo han de comer” (Éxodo 12:7).
“Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y
heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los
hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en
todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre os será
por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la
sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga
de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto” (Éxodo
12:12-13).

Hasta el día de hoy, cerca del principio de Abril, el pueblo Judío recuerda
aquella noche, que se conoce como Pesach, la gran fiesta de la Pascua. La palabra
“pascua” [traducido “pasaré”] viene de nuestro texto:

“Y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en


vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de
Egipto”
(Éxodo 12:12-13).

¡Qué texto tan maravilloso es ese, tan lleno de significado en el corazón de todo
verdadero Cristiano!

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

Pensemos sobre ese verso esta noche. Que su mensaje se profundice en nuestros
corazones y mentes.

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

¿Qué significa para nosotros hoy?

I. Primero, aquella sangre era un tipo de la Sangre de Cristo.

El Diccionario Webster [en Inglés] nos dice que un tipo es “una cosa, o evento
que representa o simboliza a otra, especialmente que ha de venir, un símbolo, un
emblema”. Si ha habido alguna vez un claro tipo o símbolo de la Sangre de Jesucristo,
este lo es. A través de las Escrituras del Antiguo Testamento, con todos sus
anticipados y símbolos de la futura Sangre de Cristo, no hay ninguna más clara que
esta:

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

No fue por accidente que Jesús murió durante la fiesta de la Pascua. La tarde
antes de que fuera crucificado, los Discípulos le dijeron a Jesús:
“¿Dónde quieres que preparemos para que comas la
pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle:
El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré
la pascua con mis discípulos” (Mateo 26:17-18).

Los Discípulos hicieron lo que Jesús le dijo. Ellos fueron a aquella casa y
prepararon la cena de la Pascua. Y al llegar la noche, Cristo se sentó a comer la cena
de Pascua con sus doce Discípulos.

“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo


partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es
mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les
dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi
sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados” (Mateo 26:26-28).

Así, en la Cena del Señor, por el pan y la copa, Jesús dio el significado, el
cumplimiento de aquel tipo en el libro de Éxodo:

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

Nota lo que parece tan obvio, lo que parece evidente en sí – y sin embargo a
menudo se opaca hoy día. ¡Nota que el pan y la copa eran dos cosas diferentes! La
Sangre y la muerte de Cristo no son la misma cosa, como John MacArthur lo enseña.
El Dr. MacArthur repetidamente ha dicho que la sangre es una “metonimia” para la
muerte de Cristo. O sea, que la Sangre de Cristo es solamente otra palabra para Su
muerte. Él dice que la “Sangre se usa como una palabra sustituta para la muerte”
(traducción de The MacArthur Study Bible, nota de Hebreos 9:14). Esta es una
enseñanza peligrosa, porque si la gente cree en ella no podrá tener sus pecados
perdonados. La Sangre es para limpieza. Aquel que cree en la muerte de Cristo pero
rechaza Su Sangre podrá tropezar y no ser limpiado del pecado.
La muerte de Cristo no es lo mismo que Su Sangre. Es por eso que hay dos
elementos en la Santa Cena del Señor. El pan nos recuerda de Su Cuerpo crucificado.
La copa nos recuerda de Su Sangre. El Dr. John Gill habló de “que el pan y el vino
son dos artículos separados” en la Cena del Señor (traducción de John Gill, D.D., A
Body of Divinity, The Baptist Standard Bearer, n.d., tomo 2, p. 919).
Las cosas que son diferentes no son lo mismo. El pan retrata Su cuerpo,
quebrantado en la Cruz para expiar por nuestros pecados. La copa representa Su
Sangre, que nos limpia de todo pecado. La copa y el pan se toman por separado en la
Cena del Señor. Ellos representan dos aspectos de la salvación.

“Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio,


diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del
nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión
[libertad, ser librado de – Strong] de los pecados” (Mateo
26:27-28).

El Apóstol Juan dejó muy en claro el significado cuando dijo:

“La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”


(I Juan 1:7).

Ese es el anti-tipo. Ese es el cumplimiento del tipo, el significado del símbolo:

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

Habla de

“Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada


que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:24).

“Porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por


nosotros” (I Corintios 5:7).

La sangre del Cordero en Éxodo 12 era un tipo perfecto de Cristo:

“El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”


(Juan 1:29).

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

Aquella sangre, que el pueblo Hebreo puso en los postes de sus puertas en Egipto, era
un retrato de

“La sangre de Jesucristo su Hijo [que] nos limpia de todo


pecado” (I Juan 1:7).

Jesús salva al más vil pecador;


Lo que promete Él cumplirá;
Lavaos en la fuente para el pecar
Y de vosotros pasaré yo.
La sangre veré, la sangre veré,
La sangré veré,
Y de vosotros pasaré yo.
(Traducción de “When I See the Blood” por John Foote, 1892).

II. Segundo, aquella sangre había de ser aplicada.


La nota sobre Éxodo 12:11 de la Biblia Anotada de Scofield, dice: “La sangre
había de aplicarse (Ex. 12:7). Esto sugiere la necesidad de apropiar personalmente por
fe…” Esa nota en la Biblia Anotada de Scofield está exactamente correcta. Así como
el pueblo Hebreo tenía que aplicar la sangre a los postes de las puertas de sus casas, tú
también tienes ser limpiado de tu pecado por la Sangre de Cristo. Si tú no tienes la
Sangre de Cristo, Dios no pasará de ti. La plaga del juicio de Dios, Su ira y furia
contra el pecado caerán sobre ti - ¡tal como cayó sobre aquellos Egipcios!
Dios dijo:

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

¡Pero si Dios no ve la Sangre, Él no pasará de ti!

“El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de


tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor
castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de
Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual
fue santificado…?” (Hebreos 10:28-29).

Aquel que no tenga la Sangre de Cristo limpiando sus pecados caerá bajo el terrible
juicio de Dios y:

“¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!”


(Hebreos 10:31).

Entonces, mi pregunta para ti es esta – ¿tienes tú la Sangre Cristo? Dios dijo:

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

¿Tienes tú la Sangre de Cristo? Recuerda la nota de Scofield: “La sangre había de ser
aplicada (Ex. 12:7)”. El Universalismo enseña que todos, universalmente, serán
salvos. Pero la Biblia dice:

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa
creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está
sobre él” (Juan 3:36).

Tus pecados son borrados y lavados por la Sangre de Jesús en el instante en que
tú crees en el Hijo de Dios. Joseph Hart, el escritor de himnos Puritano, describió el
sudor sangriento de Cristo nuestra Pascua.

Su cuerpo, bañado en sudor y sangre,


Bañó al piso como púrpura;
La efusión rica fluyó
Para [lavar el pecado] del hombre.
(Traducción de “The High Priest” por Joseph Hart, 1712-1768).

Verte encorvado bajo la culpa mía;


¡Una carga intolerable!
Ver Tu sangre derramada por los pecadores,
¡Mi Dios que tanto sufres!
(Traducción libre de “The Wish” por Joseph Hart, 1712-1768).

Jesús está frente a nosotros en Getsemaní, vestido en ropas empapadas de Su


propio sudor sangriento. Aun no lo arrestan, ni lo azotan, ni lo crucifican. ¿De dónde
viene la Sangre que cae de los poros de su piel? Sale de la presión de tu pecado,
aplastándolo hasta la tierra bajo el peso de la ira de Dios. En unos momentos los
soldados llegan y llevan a rastras Su Cuerpo que sangra desde el Huerto. Le abofetean
el rostro, y le arrancan puños de Su barba. Los desnudan y lo azotan en la espalda
hasta hacerla trizas. Empujan una corona de espinas en Su cabeza. Clavan Sus manos
y pies a la Cruz. Él cuelga en agonía y Sangre. Y desde las tinieblas de Egipto Dios
clama:

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

¿Vendrás tú a pararte bajo Su Cruz por fe? ¿Vendrás al Salvador cubierto de


sangre esta noche? ¿Serás tú limpiado de toda la corrupción de tu pecado por la
Sangre

“del Cordero que fue inmolado desde el principio del


mundo?”
(Apocalipsis 13:8).

Cantemos de pie el himno número cinco en tu hoja de canciones.

¡De la sangre de Jesús,


Hablamos sin entender!
De su intenso sufrir,
Angeles no saben bien.

¡A Jesús mirad sufrir,


Sudando sangre en dolor!
¡Tan profundo ese amor!
¡Oh, qué amor el de Jesús!
(Traducción de “Thine Unknown Sufferings” por Joseph Hart, 1712-1768,
a la melodía de “‘Tis Midnight, and on Olive’s Brow”
por William B. Tappan, 1774-1849).

¿Qué me puede dar perdón? Solo de Jesús la Sangre;


¿Y un nuevo corazón? Solo de Jesús la Sangre.
¡Precioso es el raudal, que limpia todo mal;
No hay otro manantial, Solo de Jesús la Sangre!
(Traducción libre de “Nothing But the Blood of Jesus”
por Robert Lowry, 1826-1899).

¡Que Dios bendiga este sermón del Evangelio, y que por él vengas tú al
amoroso Salvador, Jesús, y seas lavado de todo tu pecado por Su Sangre, y seas salvo
por todo el tiempo y toda la eternidad! Jesús murió en la Cruz para expiar por tus
pecados. Él derramó Su Sangre para limpiarte de todo tu pecado. ¡Ven a Él y sé salvo!
Que Su ¡Sangre limpie tus pecados! ¡Que tú seas salvo de la ira de Dios por Él!

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).


(FIN DEL SERMÓN)
Tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com (http://www.realconversion.com). Oprime “Sermones en Español”.

La Escritura Leída por Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Éxodo 12:21-28.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“When I See the Blood” (por John G. Foote, 1892).

EL BOSQUEJO DE

LA SANGRE DE LA PASCUA
por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13).

(Éxodo 12:7)

I. Primero, aquella sangre era un tipo de Cristo, Mateo 26:17-18;


Mateo 26:26-28; I Juan 1:7; Hebreos 12:24;
I Corintios 5:7; Juan 1:29.
II. Segundo, aquella sangre había de ser aplicada, Hebreos 10:28-29, 31;
Juan 3:36; Apocalipsis 13:8.

You might also like