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Los procesos básicos del desarrollo psicomotriz son: tono, postura y movimiento.
TONO
El tono muscular es el estado de tension activa de los músculos, involuntario y
permanente. Varía en intensidad y sirve como base del movimiento y postura. Es un
estado permanente de ligera contracción de los músculos estriados y es el responsable
del control postural. El tono muscular es el grado de tensión o contracción muscular,
permanente e involuntaria, de naturaleza esencialmente refleja, cuya misión fundamental
es el ajuste de la postura y de la actividad corporal general, preparando al cuerpo para
responder a las múltiples demandas del entorno.
La función tónica tiene como referentes el grado de tensión muscular y las variaciones
que se pueden producir en él y que conllevarán a respuestas diferentes según se
produzcan acortamientos (aumento de la tensión) o elongamientos (disminución de la
tensión) en la longitud del músculo. Todas estas acciones son influenciadas de manera
directa por la acción de la musculatura antagonista, es decir, la que se opone al
movimiento realizado, es una actividad regida por el sistema nervioso central.
Existen músculos que se contraen (aumentan su tono) y otros que se relajan en cualquier
acto motor voluntario; lo que exige al individuo la capacidad de controlar la tensión
muscular producida en cada acción.
Según Ajuriaquerra, el tono muscular tiene una relación con el plano afectivo y social. Así,
el niño puede responder motrizmente con situaciones de hipertonía (como llorar o
patalear) o, por el contrario, mostrar respuestas hipotónicas o de calma (como tumbarse o
dormirse).
La inspección del tono muscular comienza con la inspección del niño desnudo,
observando el estado de nutrición y volulmen de sus músculos. La consistencia de las
masas musculares se aprecia por palpación.
Suele entenderse como sencillo y en general lo es, decidir si un lactante es normo, hiper o
hipotónico.
El estudio semiológico del tono comienza con la inspección del niño desnudo, que informa
a su vez, sobre su estado de nutrición y el volumen de sus músculos. La consistencia de
las masas musculares se aprecia por palpación y se mide con patrones personales dados
por la experiencia de cada observador. La consistencia muscular es, por lo común,
uniforme en los cuatro miembros.
Hay dos tipos de tonos:
Tono muscular base o pasivo: es el característico de cada persona, el grado de
excitación o relajación de cada persona sin efectuar ninguna acción especifica.
Tono muscular activo: es el que utilizamos para llevar a cabo acciones específicas o
voluntarias gracias a los músculos agonizas y antagonistas.
Durante el primer año de vida, el tono muscular muestra amplias variantes como parte del
proceso madurativo.
De recién nacido. Después de la dura lucha librada durante el parto y como respuesta al
cúmulo de estímulos nociceptivos, los neonatos suelen presentar tono muscular elevado,
representada por brazos y piernas en flexión. Sobreviene luego una etapa durante la que
deben adaptarse al mundo externo. La repercusión del parto y las dificultades de
adaptación condicionan sensibles variaciones del tono muscular entre uno y otro niño,
pero por lo común los recién nacidos presentan un período de hipotonía axial (parte
central del cuerpo) e hipertonía de los miembros superiores e inferiores. Luego van
recobrando paulatinamente su tono muscular para alcanzar, el cuarto o quinto día, valores
máximos que le acompañarán durante los meses subsiguientes.
De 3 a 6 meses. A fines del tercer mes, o en el curso del cuarto, comienza un suave y
progresivo descenso del tono muscular que recién se detendrá pasado el año de vida; a
esa edad, hay franca hipotonía fisiológica, determinante del pie plano y del genu valgo de
los pequeños que inician la deambulación.
En general no existen asimetrías entre el tono muscular de ambos hemicuerpos; no
obstante, particularmente durante los primeros tres meses, las aferencias provenientes de
las terminaciones de los nervios cervicales suelen inducir respuestas tónicas diferentes
según el lado hacia el cual está vuelta la cabeza.
Durante el primer semestre predomina el tono del plano flexor de los miembros, así se
constata al tomar con la mano el segmento distal de un miembro y probar su resistencia a
ser extendido: normalmente es mucho mayor que la que opone a su flexión. Por otra
parte, una vez liberado el segmento que se extendió pasivamente vuelve en forma
espontánea y rápida a su actitud primitiva.
De 6 a 12 meses. A los 6 meses, existirá nuevamente un aumento del tono pero en el
tronco, esto con la finalidad de dar paso a la incorporación de la posición sentada del
bebé.
Cerca del año, el tono muscular en regiones del cuerpo como cuello, columna y piernas
se encuentran desarrollados lo suficiente como para que el bebé de inicio a la postura de
pie.
A su vez, el tono muscular presenta variantes fisiológicas notorias: con el sueño
disminuye al máximo; durante el llanto se exalta.
La calidad del tono muscular constituye una característica inherente a cada niño,
determina una actitud general ante sí y ante el mundo que le rodea, influye y aún rige
aspectos de su conducta y continuará influyendo a lo largo de su infancia.
Las emociones se expresan a través de sutiles variantes de tono y las actitudes. Es lo que
Ajuriaguerra llama “el diálogo tónico”, el lenguaje de la afectividad.
Pero la calidad tónica del niño no determina solamente cómo es visto por los demás, sino
cómo se siente a sí mismo, cómo asimila los datos que le proporciona su propioceptividad
para la elaboración de la imagen de su cuerpo y, asimismo, cómo él ve y siente al mundo.
Referencias
Ajuriaguerra, J de: Manual de Psiquiatría Infan l. 1 vol. Ed. Toray-Masson S.A. Barcelona,
1972.
Meléndez, V.H. et al. Guía de psicomotricidad y educación física en la educación
preescolar. Consejo Nacional de fomento educativo. México . 2010.
PDesarrollo psicomotor en la infancia. Ideas propias. Ed. Vigo 2004.