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Factores

Críticos de
Éxito
Por John David Manage
Copyright © 2009 Todos los derechos reservados por Leopoldo Maldonado Martínez

Si me citas, por favor pon la fuente. Y escríbeme a lmaldonadom@gmail.com para cualquier comentario.
PRÓLOGO

Este e-book (dividido en 5 volúmenes, en 23 conferencias)


trata acerca de una empresa ficticia llamada Nebulae, Inc., en
situaciones enteramente ficticias. Habla de unos héroes que no
existen, y el autor utiliza un pseudónimo. Cualquier parecido
entre sus personalidades y la realidad es puritita coincidencia
debida al azar.
Los casos que presenta, en muchas ocasiones, no tienen
que ver con las empresas, en las que el autor tuvo el privilegio
de dar clases de inglés.
Muchos de los casos provienen de la evidencia histórica.
Las razones son muy simples:
Primero, el autor tiene que guardar confidencialidad
respecto a los casos que sus alumnos ejecutivos manejaron, y
que él observó a veces durante años, sin necesariamente
participar.
Es por eso, en parte, que utiliza un pseudónimo.
Además no se quiere presentar como el típico “pep talker”
que se dedica a animar a la gente ni como el “gurú del
Management”.
Sus alumnos confiaron en él contándole sus casos, sus
Factores Críticos de Éxito, y sus Factores Arbitrarios de
Fracaso y él no está dispuesto a traicionar dicha confianza.
Pero además se han escrito billones de palabras respecto a
los casos de empresas, y la bibliografía (inmersa en el texto) es
apenas una breve fracción de lo que hay.
Segundo, el autor hizo observaciones generales que se
transformaron en la información que aparece en este volumen.
Su objetivo original era sustentar su conocimiento empresarial.
Tercero, este libro es el fundamento de otro estudio
mucho más completo de las Ciencias Sociales, Humanas y la
Civilización. Este estudio será publicado posteriormente. El
autor cree firmemente que hay una esperanza para la
Civilización, si los pequeños empresarios logran entender su
propia importancia para salvarla.
Cuarto, este texto, explica mucho de lo que se ha dicho
hasta ahora de una manera más simple, y liga las “modas”
administrativas para que dejen de ser justamente eso, “modas”,
y se conviertan en herramientas plenamente útiles.
También, y por último, el autor liga el punto de vista de
self-help, de la ‘auto-ayuda’, de los escritores motivacionales,
con los textos de administración y Management, algo que le
dijo un editor, era ‘imposible’. Ése mismo editor presumió que
‘la ruta crítica está pasada de moda, ya no se usa…’
De los Factores Críticos de Éxito que cada autor tiene, que
cada empresario revela, que cada ejecutivo conoce, dentro de
su campo respectivo, se ha escrito muchísimo. De lo que en
verdad son, prácticamente nada. Este texto pretende llenar ese
vacío.
Para lograr entenderlos, el autor desarrolla una dicotomía,
palabra elegante para significar ‘contraste de opuestos’,
utilizando el concepto del Factor Arbitrario de Fracaso que
tiene, como Factor de Fracaso, su origen en la ingeniería.
La palabra ‘arbitrario’ se utiliza sólo para clarificar su falta
de racionalidad.
El análisis de los Factores Críticos de Éxito vs. los Factores
Arbitrarios de Fracaso, sus definiciones claves y su utilización
componen este libro.
Que lo disfrutes y que te ayuden a alcanzar el éxito.

John David Manage


PREFACIO
Primera Conferencia
Nebulae, Inc.

El Management es el puente entre la cultura y la Civilización.


Peter Drucker.

Una nueva Civilización está emergiendo en nuestras vidas y


hombres ciegos están intentando en todas partes sofocarla.
Esta nueva Civilización trae consigo nuevos estilos
familiares, formas distintas de trabajar, amar y vivir; una nueva
economía; nuevos conflictos políticos; y más allá de todo esto, una
conciencia modificada también.
Actualmente ya existen fragmentos modificados de esta nueva
Civilización. ....
(Su) amanecer es el hecho más explosivo de nuestra vida; es el
acontecimiento central, la clave para la comprensión de los años
inmediatamente venideros.
La Humanidad enfrenta un salto cuántico hacia adelante: se
enfrenta a la más profunda conmoción social y reestructuración
creativa de todos los tiempos.
Sin advertirlo claramente, estamos dedicados a construir una
Civilización extraordinariamente nueva: es necesario identificar
las pautas fundamentales de cambio a medida que van surgiendo...
La Civilización naciente escribe para nosotros los nuevos
códigos de conducta.
Alvin Toffler, La Tercera Ola.
El problema— dice Pepe Holmes Watson— se halla en
las compañías que van ganando, no en las que van perdiendo.
El punto es que...
—El punto es que nadie entiende ya nada —le
interrumpe una furiosa doctora en economía, Yolanda
Moriati— nadie tiene absolutamente ninguna idea de qué
hacer en este momento. He sido empresaria por muchos años
y, ahora, por primera vez, estoy perdiendo muchísimo dinero.
El lugar es un hotel en Tepotzotlán, en invierno, fuera del
alcance de todo tipo de distracciones.
El cielo acuarela se alcanza a ver y uno puede removerlo
con la mano.
Yo, John David Manage, soy un simple observador, un
secretario de la CEO tomando notas exactas de lo que está
ocurriendo en este lugar de ensueño.
La empresa va muy mal y hay que hacer algo ya.
Temo por mi puesto, pero temo más por la reputación
ligada a alguien que estuvo en un proyecto fallido.
Holmes no se indigna, entiende perfectamente.
Toma su pipa y señala con toda dignidad al mapa de
mercadotecnia que tienen enfrente: ‘el punto es encontrar los
Qs o Factores Críticos de Éxito...’
— ¿Críticos, por qué críticos?—se escuchó a un acento
japonés preguntar con frialdad. Era Cecilia Sake.
—Son críticos porque tienen que hacerse ahora, porque
ya no hay tiempo qué perder para llevarlos a cabo. Son
urgentes e importantes; no sólo urgentes ni sólo importantes.
Eso lo veremos más adelante. Lo más interesante es que se
tienen que hacer a tiempo, esto es, crean un momentum para
poder elevar o derrumbar a la empresa…como ocurre con
cualquier avión que despega.
—Q s o Factores Críticos de Éxito, o como los quiera
llamar, no se ve que Ud. entienda nada: ya nadie sabe qué
hacer— dice, perdiendo el control, nuestro Chief Finance
Officer— estamos en quiebra, técnicamente hablando.
Holmes nota lo que sucede: estos ejecutivos no entienden
lo que es un Factor Crítico de Éxito ni cómo funciona, ni lo
que un solo Factor Arbitrario de Fracaso puede provocar.
Su quiebra —como la de todas las empresas en
decadencia— es más mental que física o monetaria.
Algo había que hacer.
—Damas y caballeros— dijo fríamente— el primer
problema es saber cómo van las cosas cuando van bien. Luego
por qué van mal...
—Parole, parole, parole—susurró burlonamente la
Directora de Ventas, Josefina Letter Scarlett.
Secamente, Holmes-Watson continuó:
—Los he convocado para algo muy específico; esta es una
serie de conferencias de información, no de diálogo o como
ustedes lo quieran llamar. Responderé a sus preguntas
posteriormente. He estado en esta empresa durante un mes, lo
suficiente como para darme una idea de qué es lo que ocurre.
Además tengo otras fuentes. De manera que quiero una
oportunidad para hacer mi trabajo. Si no lo quieren ustedes
así, prefiero renunciar...
—Está bien— contemporizó la Chief Executive Partner.
Y luego mirándonos fijamente, nos dijo: lo escuchamos.
—Lo primero es establecer un punto común en cuanto a
lo que vamos a investigar. Lo primero de lo primero —
continuó— es establecer el cómo lo vamos a hacer, y luego
proponer las acciones necesarias para obtener la información.
Habrá que empezar desde el principio.
—Y ¿cuál es ese principio?— cuestionó la Directora de
Recursos Humanos, la licenciada en Administración de
Empresas, Cecilia Sake, escondida en una esquina.
—Sus preguntas serán respondidas al final de las
conferencias— contestó de nuevo con sequedad; luego
continuó: tenemos que repensar ciertos principios básicos de
lógica que tal vez les parezcan elementales a algunos de
ustedes (la mayor parte de nosotros no les puso ninguna
atención en la preparatoria o en la carrera, o nos los enseñaron
como una parte de relleno) pero les aseguro que los japoneses
los consideran como algo muy importante.
Cuando Holmes Watson termina de hablar lo miro junto
con los otros con profunda atención.
No me es dable escribir todo el caso de la empresa (es
confidencial).
Este libro es el resultado de mis propias ideas que intentan
resumir una serie de conferencias de Holmes Watson dadas a
los ejecutivos de Nebulae Inc.
La información que H. W. nos dio ha sido vertida aquí
para conocimiento profundo de los ejecutivos de las más
diversas empresas, y para mayor diversión de los empresarios.
Traté de preservar lo que estableció Holmes antes de irse
a la tumba a fines del 2000, agregándole mis propias ideas.
Holmes retomó sus conceptos y yo los vertí en este texto.

¿A quién va dirigido este libro?


Ante todo a los empresarios creadores de empresarios —
de los que nombra con tanto interés Gabriel Zaid: aquellos que
aumentan la demanda de habilidades.
En segunda a los intra-empresarios: aquellos que quieren
lograr un cambio radical en la empresa para crear nuevos
mercados o servicios; sin destruir sus fundamentos esenciales:
son empleados que sienten a la empresa como suya, que toman
iniciativa y promueven sus propios proyectos en función del
beneficio de la compañía. Véase la definición de intra-
empresario de The American Heritage Dictionary: una persona que,
dentro de una corporación grande, asume responsabilidad directa por
convertir una idea en un producto terminado con utilidades a través
de la toma firme de riesgos y la innovación.
En tercera, a cualquier vecino de este mundo: para que
descubra dentro de su ámbito aquellos Factores Críticos de
Éxito de su trabajo y pueda enseñarlos a sus hijos o utilizarlos
para mejorarse a sí mismo y a su trabajo.

La Nueva Civilización y los Factores Críticos de Éxito


Pepe Holmes Watson habla acerca del arte del empresario;
el arte de apoyar la creación de la nueva Civilización:
“Alvin Toffler tomó por sorpresa al mundo”—dice
Holmes Watson— “al escribir una tesis que fue corroborada
varias veces durante el siglo (o milenio) pasado—: el
nacimiento de una nueva forma de vivir. También Drucker al
señalar lo anterior, propone el puente, imagínate, entre la
cultura y la Civilización, una ruta que cualquier cultura —si lo
deseara— podría seguir”.
“Sin embargo, a pesar de que el cataclismo —el
nacimiento, la eclosión de una nueva Civilización— está
ocurriendo y lo estamos viviendo, ello no significa que
tengamos que cambiarlo todo a tontas y a locas.”
Mis notas de las sesiones continúan:
“Por lo contrario: estas conferencias tratan (en gran
medida) acerca de lo que no debemos cambiar; a pesar de las
ondas expansivas y contractivas que este parto cósmico
provoca, aún en contra de todas esos movimientos telúricos,
ese tremendo caos, que se están continuamente creando en el
ambiente de nuestra empresa y de nuestro mercado”.
“Éstas conferencias tratan de esas nuevas ondas que
corren a través de nuestras compañías y de lo que debe
permanecer inmutable en ellas, ya que hemos llegado al
punto en que podemos controlar y predecir de alguna
forma o de otra, ese cambio”.
“Porque existen ciertas leyes, ciertos patrones que
tendremos que mantener en marcha para poder lograr que
nuestras empresas se expandan y sobrevivan frente a
cualquier Escenario”.
“Si entendemos estas ideas nos permitiremos alterar
nuestras posiciones en forma más predecible e innovar sin
tanto barullo”.
“Muchos autores dicen que lo se tiene que hacer es
‘cambiar, cambiar, cambiar’, lo cual es cierto, claro, en tanto
no alteremos patrones exitosos o como se ha dado en
denominar, nuestros ‘Factores Críticos de Éxito”’.
Sin más interrupciones, continúo las notas:
“Y aquí encuentro pertinente aclarar algunos de los
términos que voy a utilizar aunque pareciera que las empresas
no tienen que ver con ello:
Entenderemos por Civilización a religión natural de la
persona en pro del bien común.
Aquí la palabra religión se usa deliberadamente para dar
como nota ese ‘fenómeno espiritual colectivo’, ese ‘sentimiento
de la colectividad’, ‘lazo que se ata colectivamente’ como la
denominaba Antonio Caso en su ‘Sociología’”.
No puedo creerlo al llegar a este punto de mis notas: el
¡tipo está hablando de religión!
“Y siguiendo a Will Durant, y a Norbert Elias, la
Civilización implica un orden moral y social que promueve la
creación cultural: el entramado de relaciones sociales basado en
ciertas costumbres denominadas urbanismo, buenas maneras,
cortesía. Implica al concepto de la tolerancia religiosa y de la
comunicación intercultural.
Sus fundamentos son políticos, económicos, filosóficos,
legales, éticos y morales.
La Civilización ha sido creada por los éxitos de cada
cultura y de cada individuo desde tiempos inmemoriales
hasta nuestros días: el I Ching, antiguo libro chino de las
mutaciones, es un ejemplo de lo añejo del tema; trata acerca del
éxito y los cambios.
La Civilización no es más que esa cultura que apoya,
controla o domina a otras culturas.
Se convierte en un problema cuando aquella cultura es
una barbarie y sólo se dedica a destruir; su dominio se
convierte en canibalismo.
Estamos diciendo —junto con Drucker— que el paso de la
cultura a la Civilización depende del Management: el
liderazgo ejecutivo.
Otra cosa que tiene que quedar muy clara: al hablar del
éxito es que tendremos en cuenta que este mundo es un sistema
y que como tal ‘el roce del ala de una mariposa puede provocar
un temblor en el otro lado del mundo’.
Te cito:
El éxito ni es mágico ni es misterioso; es la consecuencia natural
de aplicar, consistentemente, los fundamentos básicos…El éxito no
es más que unas cuantas disciplinas, practicadas cada día.
Jim Rohn

Te resultará obvio: los ‘fundamentos básicos’, ‘las


disciplinas básicas, practicadas cada día’ de las que habla Jim
Rohn, son los Factores Críticos de Éxito.
Estaremos hablando de lo que sabiamente, R.
Buckminster Fuller denominó como Omniéxito: el éxito total
de la Humanidad.
He ahí el ‘bien común’ de Tomás de Aquino, la
supervivencia de la cultura: la Civilización en sí.
Porque el empresario ya no puede pensar en sí mismo
exclusivamente: tiene que convertirse (como dice Gabriel Zaid)
en creador de empresarios.
Hasta podríamos definir a la Civilización como:
La suma de los éxitos infinitesimales de las personas que
son miembros productivos de una sociedad.
Y a la barbarie como la suma de los fracasos de sus
miembros improductivos (armamentistas, criminales de toda
laya, etc.).
Cuando un gobierno olvida el derecho del pueblo al éxito,
tarde o temprano es derrocado, es esta una antigua regla; un
viejo Factor Arbitrario de Fracaso”.

El Papel del Estado y del Gobierno


“En tal caso, el estado o el gobierno se convierten –en sí
mismos—en Factores Críticos de Éxito.
A lo que se están enfrentando el empresario, ejecutivo,
gerente, o simple ser humano en la actualidad, es al cambio
infinitesimal y a veces en gran escala de una Civilización a otra
a través del trabajo diario.
En este tremendo cataclismo ocurre que los puntos de
vista se están transformando y como que los Factores Críticos
de Éxito se están perdiendo de vista, los estamos olvidando
ante la presión de esta tremenda alteración de las costumbres;
todo lo cual parece intencional, y tal vez lo sea: equivale a una
destrucción cultural deliberada (que incluye la trata de blancas,
la drogadicción, el incremento en la criminalidad, el abuso
médico, y psiquiátrico, la impotencia de los psicólogos, la
destrucción de la educación y de las diversas religiones).
Son el producto de los Factores Arbitrarios de Fracaso.
Está claro que estamos (continuamente) creando nuevos
Factores Críticos de Éxito (las empresas más exitosas del
mundo jamás los abandonan a menos que se encuentren en
decadencia).
Cada una de las llamadas best practices, las acciones para
obtener un resultado favorable equivalen a los Factores de
Éxito.
Cuando estos Factores de Éxito se convierten en una Ruta
Crítica, esa ruta crítica se convierte en un Factor Crítico de
Éxito.

El conjunto de Factores Críticos de Éxito nos brinda el


Benchmarking: el conjunto de estándares de una industria o
mercado.
Una simple cita, para aclarar lo que es en realidad el
Benchmarking:
Si quieres ser exitoso, encuentra a alguien que haya logrado los
resultados que quieres, copia lo que hacen, y lograrás los mismos
resultados.
Anthony Robbins
Y el conjunto de Factores Críticos de Éxito es simple y
limitado; sigue las reglas de la ciencia conforme a lo que nos
dice Einstein:
El objetivo mayor de la ciencia es abarcar el número más grande
de hechos empíricos a través de la deducción lógica proveniente del
menor número de hipótesis o axiomas.
En este caso, las ‘hipótesis o axiomas’, son los Factores
Críticos de Éxito.
Pero en el camino del avance de la tecnología, nos hemos
olvidado de algo.

Confusión
El dejar los ‘viejos e inútiles’ compromisos morales está
provocando un caos que, desdichadamente, no está controlado
y que está afectando la ética empresarial en todos los niveles.
Nos estamos enfrentado a la mayor confusión que ha
conocido la Humanidad: necesitamos datos estables para
controlarla con cierto grado de predicción; lo mismo en el
mercado que dentro de la empresa (e incluso nuestras familias
y nosotros mismos).
Debemos entender por Mercado el Teatro de Operaciones
donde se estudia el Benchmarking –a través de las encuestas a
los clientes para desarrollar su estrategia— en el que se
desarrollan las diversas estrategias.
A pesar de lo que dice Adam Smith, no podemos dejarle
el mercado a la mano invisible, que lanza los dados
empresariales a la suerte nada más. Eso francamente es una
tontería.
La idea de la libre empresa es exactamente la contraria:
uno controla esos dados, aunque haya un elemento de azar en
los negocios, y en consecuencia, de riesgo empresarial. La
libertad de comercio como todas las libertades, tiene límites, y
sus límites se encuentran en el control de las finanzas de un
país, y para el caso, del planeta.
Uno de los objetivos primordiales de un empresario es,
por supuesto, disminuir el riesgo empresarial.
La teoría del caos y la entropía de la tercera ley de la
termodinámica–el aumento del desorden debido al desperdicio
de calor— existen en cualquier organización y, sobre todo en
los mercados, y cuando surgen deben ser controladas—hasta
donde sea posible— y, por sobre todas las cosas, tomadas como
una oportunidad de expansión.

El Propósito de todo éxito


El propósito de todo éxito es cuidar de más personas para
darles un estándar de vida mejor, alcanzado con la misma o
menor cantidad de energía, hasta que se logran cuidar a sí
mismas y la una de la otra.
En realidad, si el éxito no crea empresarios, se
autodestruye.
He ahí el bien común, el omniéxito, del que habla
Buckminster Fuller, a quien muchos gobiernos y empresas casi
han olvidado por completo.
Esta serie de conferencias parte de que existe el Derecho
al Éxito y que todos podemos ejercerlo; el cual está muy ligado
al derecho a la vida, a la libertad y a la consecución de la felicidad del
que habla Tomás Jefferson en la Declaración de Independencia
de los Estados Unidos.
Y hay que recordarlo: los Estados Unidos fueron la
primera república que propuso como ley positiva lo que antes
sólo eran buenos deseos, y que dio el impulso para crear un
ambiente donde se pueden crear o detectar, desarrollar, y dar
a conocer para todos los seres humanos los Factores Críticos
de Éxito, hoy cristalizados en Silicon Valley.
El ‘Sistema Americano’ tenía que ver con el manejo
sensato del dinero por parte del Estado, el control de su
moneda, con ser ahorrativos, con producir muchísimo en
empresas libres, y con empresarios que son ciudadanos
participativos.
Sin embargo, en la actualidad, así como el ser exitoso es
un derecho, también es un deber hacia sí mismo, la familia, la
empresa, el país, la Humanidad, el ambiente ecológico de los
organismos vivos, e incluso en la acumulación de dinero y
bienes, incluyendo el campo espiritual y el de las ideas
religiosas.
Desgraciadamente, es un poco paradójico que a veces los
empresarios, parecen ver con malos ojos el hablar del éxito
como algo personal, algo que tiene que ver con el cambio de
actitud de una persona, tal como lo soñaron Benjamín Franklin
y Tomás Jefferson entre otros.
En realidad, los Estados Unidos, al eliminar las castas de
la nobleza inglesa y de otros países, destaparon un potencial
extraordinario hacia la búsqueda del éxito.
Lo más curioso es que un programa japonés que se
denomina en Inglaterra y Canadá Dragons’ Dean (la Guarida de
los Dragones) nos muestra esa libre empresa bien expresada:
no es lo mismo que especulación, ni lo mismo que mala banca,
ni lo mismo que las fraudulentas aseguradoras.
Lo curioso es que si uno quiere tener una crítica coherente
de lo que ocurre en esas áreas políticas y económicas, sólo tiene
que revisar lo que muchos miembros competentes de la
izquierda señalan.
El enfoque en estas conferencias es que los Factores
Críticos de Éxito tienen que ver con cada uno de los
empresarios personalmente, lo mismo que con su empresa, la
Humanidad, el ambiente y hasta las propias iglesias.
Los Factores Críticos de Éxito son los ladrillos, las
herramientas con las que estamos construyendo la nueva
Civilización a través de un cambio de actitud: una redefinición
de los mercados.

Objetivos de los Factores Críticos de Éxito


Basándonos en las obras Built to Last y Hypergrowth
podemos decir que los objetivos de los Factores Críticos de
Éxito son:
1. Establecer la empresa como institución.
2. Mantener estables e inamovibles los valores de la
empresa.
3. Seleccionar sólo a aquellos individuos que estén
dispuestos a cumplir con el conjunto de valores de la
empresa.
4. Formar a sus propios líderes internamente; lo mismo
líderes visionarios y carismáticos que efectivos y
competentes, capaces de delegar actividades y poder
5. Experimentar, ensayar, eliminar los errores de juicio (los
Factores Arbitrarios de Fracaso) aprovechando el azar.
6. Comprometerse audazmente con metas audaces (a las
que llamo Propósitos Críticos).
7. Ganar los mercados a pesar de haber empezado con
lentitud.
8. Adaptar al mercado a los cambios, sin cambiar sus
valores empresariales fundamentales.
9. Competir consigo misma, superarse a sí misma;
establecer los estándares del mercado.
10. Perseguir objetivos aparentemente contradictorios,
hacer que la gente compita entre sí, creando
redundancias.
11. Convertir en críticas su Visión y Misión.
12. Buscar las primeras señales de cambio.
13. Encontrar anomalías en el mercado.
14. Encontrar a quién beneficia el cambio.
15. Observar y razonar las tendencias de dicho cambio.
16. Buscar nuevos Productos Críticos de Éxito.
17. Asociarlos con las nuevas tendencias y fuerzas al
inicio del ciclo de crecimiento.
18. Adelantarse a los cambios económicos, sociales,
políticos y tecnológicos que obligan a cambios rápidos
en las industrias.
19. Crear nuevos modelos de negocios dirigidos a
satisfacer por completo a los clientes/usuarios.
20. Planear empresas grandes desde cuadros muy
pequeños en Escenarios de cambio continuo.
21. Crear nuevos Productos Críticos de Éxito: aquellos
que producen una respuesta abrumadoramente
favorable de parte de los consumidores.
22. Capitalizar una tasa de rendimiento mayor al
promedio durante una década o más.
Como veremos más adelante, cuando una Visión y una
Misión se convierten en Críticas, mucha gente dentro y fuera
de la empresa están de acuerdo de manera entusiasta en que se
lleven a cabo. Los Factores Críticos de Éxito sirven para
encontrar las anomalías y para crear una o más empresas
duraderas.

Visión Crítica y Misión Crítica: El Mercado Crítico


Déjame darte una serie de citas útiles.
Dice W. Clement Stone:
La especificación definida del propósito es el punto de inicio de
todo logro. Y agrega: Cuando descubras tú tu misión, sentirás su
exigencia: te llenará de entusiasmo y un deseo ardiente de ponerte a
trabajar en ella.
Y dice Norman Vincent Peale:
El entusiasmo libera el impulso para llevarte por encima de los
obstáculos y suma significado a todo lo que haces…Los golpes de la
vida no pueden quebrar a una persona cuyo espíritu está encendido
por el fuego del entusiasmo.
Y nos dice Dale Carnegie: El entusiasmo inflamatorio
respaldado por un sentido de la perseverancia y persistencia, es la
cualidad que lleva con mayor frecuencia al éxito.
De Jim Rohn: El éxito es progreso constante hacia las propias
metas personales.
Una más de Miguel Ángel Cornejo que se refiere a la
Constancia: Para obtener el éxito haga de cada hora de su vida un
triunfo, sumará al final de la jornada: un día de Excelencia, así una
semana, un mes, un año, una vida de éxito.
El éxito se alimenta de éxito.
Un grupo sin un entusiasmo ardiente hora tras hora por
convertir su Visión y Misión en Críticas, desaparecerá sin
lugar a dudas en la durmiente mediocridad del fracaso.

¿Qué es un propósito?
El propósito, la meta bien definida, con plazos bien
delimitados, es el combustible de la vida: cuando le pones
entusiasmo, incluso felicidad, se enciende, y avanzas de ahí en
adelante.
La felicidad es necesaria para lograr los propósitos, no al
revés.
Las barreras, los incumplimientos a los que no se pone la
debida atención se termina poniéndoles demasiada atención.
Es el propósito el que tiene que tener toda la atención e
intención entusiasta de cumplirse para que arda.
Para eso el propósito tiene que tener sentido para los
individuos, tiene que ser parte de sus intenciones personales.
Atender el propósito de inmediato provoca su ignición.
Como todo combustible, arderá en la medida en que no
tenga barreras, incumplimiento u oposición o distracciones que
lo apaguen.
El fuego en sí es la decisión con la que le das ignición y el
entusiasmo con que manejes tu propósito.
Si das ignición a propósitos opuestos vas a tener
problemas, y ambos o uno solo se va a apagar.
Para eso tienes que decidir cuál de los propósitos que
tienes vas a encender.
El propósito puede crear una flama bien controlada, o un
incendio descontrolado, en cuyo caso, el ser busca apagarlo a
como dé lugar.
Es el caso del fanático, religioso o político, que se incendia
e incendia al mundo con su propósito descontrolado, con el fin
de destruir a todo aquél que se le oponga.
El tipo ya no entiende razones, ya no es razonable, no se
puede razonar con él, su idea fija lo destruirá.
Los Factores Críticos de Éxito mantienen encendido el
fuego, el entusiasmo provocado por un propósito valioso; si su
combustión está bien temperada, arderá continuamente.
Los propósitos requieren de atención y cuidado, de
entusiasmo, en ese sentido su ignición y su fuego es como el de
una planta que crece y se reproduce hasta abarcar un bosque.
Los propósitos se pueden entender si explicamos que una
planta (cualquier tipo de planta en la Tierra) es un organismo
que transforma la luz solar en energía bio-eléctrica, en otras
palabras ‘se enciende’.
La planta manufactura un producto (oxígeno) que la
vuelve valiosa para toda la biosfera.
Los propósitos siguen el mismo principio utilizando la
decisión como mecanismo de ignición y el entusiasmo como
mecanismo para mantenerlos encendidos.
Hay propósitos olvidados a los que pusimos atención
antes y que ya dejamos atrás, los cuales tenemos que o eliminar
o re-encender. Cuando uno tiene la duda, uno decide con base
en el máximo bien.
Las empresas tienen el mismo problema.
Así que los propósitos cuando uno los cuida se encienden
y se mantienen encendidos: en el caso del fanático incendiario
esos propósitos se prenden y se apagan casi de inmediato.
Y eso ocurre esos propósitos se prenden y apagan casi de
inmediato cuando no se aplican los Factores Críticos de Éxito.
En cambio, cuando el producto que lleva a la consecución
del propósito o meta se sigue entregando, cuando se sigue
creando entusiastamente con Factores Críticos de Éxito bien
especificados, entonces el propósito sigue ardiendo como la
llama que los devotos de Zarathushthra mantienen viva a pesar
de los siglos, las invasiones y las tormentas de las eras.
El propósito produce el fuego que se abrasa de
entusiasmo, cauterio de luz pura y voluntad de poder por el
interés y el trabajo.
El propósito es principio fundamental de la racionalidad;
viva imagen del triunfo sobre el rival, sobre el competidor;
ilusión tangible; sueño ‘con un plazo definido’; decisión auto-
determinada convertida en realidad casi absoluta: el todo o la
nada.
Una meta, un sueño… el propósito especificado se
convierte en el arma más temible de todas, en una especie de
artefacto de explosión nuclear que nos inyecta vida, al nosotros
inyectarle entusiasmo y alegría.
Un propósito encendido por el gozo quema todos los
obstáculos, los derrumba, ordena que las montañas se tiren al
mar y lo obedecen, es voluntad hecha lumbre, la ‘llama de amor
vivo’ que hiere tiernamente el centro del alma. Es lo que se
llama en religión, fe.
La actitud entusiasta es el combustible que lo mantiene
prendido: el propósito no se apaga si el entusiasmo persiste, su
sola existencia elimina las barreras, los incumplimientos, las
distracciones, la oposición.
No es que se tenga que cumplir el propósito para que se
produzca el entusiasmo sino al revés: para que se cumpla el
propósito debe aplicarse entusiasmo.
Un grupo con alta moral, con gran entusiasmo canalizado
hacia una Visión y Misión Crítica, puede en el sentido más
literal del mundo, conquistar un Mercado Crítico y
transformar la cultura entera.
El entusiasmo es el combustible por el que arde el
propósito.
La duda es el instrumento de razón que sirve para poder
encender el propósito correcto en nuestras vidas. La duda tiene
una utilidad indudable para saber si el propósito es el correcto
o el incorrecto…pero una vez que se tiene la certeza de que ése
es el camino ético, al desaparecer la duda, sólo queda llevarlo
a cabo.
El Propósito Crítico es aquel ideal racional que ayuda a
mirar lo ilógico, a reconocer su estupidez y a aniquilarlo;
quiebra todos los problemas, y hace surgir todas las soluciones.
Positivo en su pensar, cierto en su propia existencia,
pervive porque queremos; vive por nuestra intención; lo
comunicamos continuamente y le damos vida al coordinarlo
con otros; vive en la medida en que nosotros estemos de
acuerdo en que vive, en la medida en que resuene en la mente
de cada uno, para lograr la coordinación de su logro.
Podemos prenderlo o apagarlo dependiendo de nuestra
actitud y decisión, de nuestra imaginación e ilusión: de
nuestras dudas o certezas.
Cuando el propósito se apaga, nosotros morimos, aunque
sea un poquito; cada paro que aceptemos, cada barrera que no
nos decidamos a vencer, mata a la empresa y mata a sus
miembros poco a poco.
Y cuando lo logramos y el éxito llega a nosotros, es el
propósito el que cumple con su sacrificio, arde en las llamas del
entusiasmo y del triunfo, y entonces...tenemos que crear un
nuevo propósito, porque el anterior está en cenizas de la nueva
duda pero, si sus líderes son brillantes, de su rescoldo nacerá
un nuevo Propósito Crítico, un nuevo juego, recién nacido
fénix de nuevas aventuras y conquistas.
La Visión Crítica, la Misión Crítica, son ideales
racionales, metas como sueños con un término definido,
aquellos materiales con los que los líderes construyen el futuro
de una compañía, de sus clientes, de sus usuarios, de una
sociedad, y hasta de la Humanidad: crean un movimiento que
abarca una transformación de las costumbres.
Una Visión y una Misión vueltas Críticas pueden
transformar una Civilización entera.
Una visión es la imagen futura de una empresa, su misión
es la función que ejecuta en la sociedad y que la vuelve valiosa
ante ella.
Una visión se vuelve crítica en el momento en que mucha
gente la sigue convirtiéndose en un estandarte.
Una misión se vuelve crítica en el momento en que se
vuelve indispensable para muchos de los procesos que la
sociedad lleva a cabo.
Un mercado se vuelve crítico en el momento en que el
producto adquiere una oferta y una demanda tal que se vuelva
una innovación de las costumbres con las que la sociedad se
rige. Microsoft creó un Mercado Crítico, por medio de
compartir su Visión Crítica y a través del cumplimiento de su
Misión Crítica.
Los Factores Críticos de Éxito logran que un Producto
Crítico, en un Mercado Crítico, cumpla su Misión Crítica y
logre su Visión Crítica.
Los Factores Críticos de Éxito son los materiales de los
que está hecha la racionalidad.
Cada uno de ellos, llevados a cabo, logran que el
entusiasmo se mantenga hasta la consecución del propósito.
Un Propósito Crítico es aquel cuyo riesgo es gigantesco,
es aquél cuyo fracaso puede acabar con la empresa, y su
consecución puede hacer que la empresa se expanda una y otra
vez.
Un Propósito Fracasado puede matar a una empresa, y los
escalones que llevan hacia él son los Factores Arbitrarios de
Fracaso; los materiales de los que está hecha la irracionalidad.

Productos Críticos y Mercados Críticos: el Nicho Crítico


Los Productos Críticos de Éxito crean el Mercado Crítico.
Mercado Crítico es aquél que influye en la creación de
miles de nuevos productos, en miles de nuevos mercados.
Para iniciar un Mercado Crítico, una empresa debe buscar
su Nicho Crítico: aquél en el cual no tenga competencia, aquél
que llegue primero a la mente del cliente.
Los Procesos Críticos para producir el Producto Crítico
de Éxito se llaman Factores Críticos de Éxito: son sus
especificaciones básicas, aquellas donde comienza la empresa
e indican cómo se comercializa, en qué canales, su Nicho
Crítico para crear su Mercado Crítico.

Los orígenes y la actualidad


Veamos las definiciones originales del Factor Crítico de
Éxito:
Lo que sigue es una interpretación contemporánea del
trabajo de D. Ronald Daniel, consultor de McKinsey and
Company, Management Information Crisis, Harvard Business
Review, Sept.-Oct., 1961 quien creó el concepto sin usar las
mismas palabras:
[Los Factores Críticos de Éxito] definen las áreas de
performance (desempeño o ejecución) que son esenciales para que la
organización cumpla con su misión y realice su visión; consisten de
aquellas cosas que deben ir bien para que la organización para lograr
sus metas. Son simples de entender y ayudan a enfocar la atención en
los asuntos más importantes, son fáciles de comunicar a los empleados
y se monitorean con facilidad. Cualquier actividad emprendida por la
organización debe asegurar consistentemente una alta performance en
esas áreas claves, de otra manera la organización podría no poder
lograr su visión o vivir su misión.
Posteriormente, Jack F. Rockart en A Primer on Critical
Success Factors publicado en: The Rise of Managerial Computing:
The Best of the Center for Information Systems Research, editado
con Christine V. Bullen, Homewood, IL: Dow Jones-Irwin,
1986, definió los Factores Críticos de Éxito como:
El número limitado de áreas en las cuales los resultados, si son
satisfactorios, asegurarán la performance competitiva y exitosa de la
organización; son unas cuantas áreas donde las cosas tienen que ir
bien para que florezca el negocio; si los resultados en estas áreas no
son adecuados, los esfuerzos por el periodo serán menores de lo
deseado.
Lo cual nos lleva a decir que los Factores Críticos de Éxito
son parámetros condicionales a la obtención del éxito; todo lo
cual, paradójicamente, nos está llevando a un callejón sin
salida.

Nuestros Problemas Críticos como Humanidad


Los Factores Críticos de Éxito son la secuencia de
conocimientos y acciones que permiten la efemerización (hacer
las cosas más pequeñas y eficientes) y la aceleración para
producir y entregar más y de mayor calidad, conforme a la
observación de B. Fuller.
Permiten utilizar menos personas, pagar menos salarios y
obtener mayor productividad.
A todo lo largo y ancho de este planeta, las acciones de
‘downsizing’ (reducción de personal y de logística por
cuestiones de costos y automatización) han afectado a la
población trabajadora (e indirectamente, a la no trabajadora
como los niños y hasta los prenacidos), en especial a los
ejecutivos, empresarios y gerentes, debido a los Factores
Críticos de Éxito.
Marx debe de estarse revolcando en su tumba, ya que su
plan era acabar con los servicios de Management —como se
puede ver en sus fórmulas de:
MercancíaDineroMercancíaDineroMercancía
MercancíaDinero…y fracasó: el Management
paradójicamente sigue creciendo pero los trabajadores
manuales son cada vez menos, aunque no dejen de ser
indispensables.
Su sistema no funcionaba por una simple razón: alguien
tiene que administrar las empresas.
Y cuando no las administran debidamente, lo que debería
haber es un castigo digno: no se vale huir de la compañía muy
bien pagado en los casos de desfalco.
Pues lo que ha pasado es que una nueva clase de
administradores ha abandonado los Factores Críticos de Éxito
para convertirlos en la búsqueda de dinero sin entrega, usando
esta búsqueda como un gran Factor Arbitrario de Fracaso; a
veces con toda intención, a veces guiados por una mala escuela.
Esa búsqueda de dinero fácil sin entrega proviene de las
ideas utópicas inglesas, que convierten el ‘American Dream’ en
‘Humankind Nightmare’. Y a eso le llaman ‘Factores Críticos
de Éxito’ cuando en realidad son Factores Arbitrarios de
Fracaso.
Han medido el éxito en función de su propio ingreso
personal, no de la solvencia de sus empresas producida por la
entrega.

Empobrecimiento
Como Quino lo señala más o menos así en un cartón
genial: ¡Qué afán de la clase media de caerse encima de los pobres!
Lo que está ocurriendo es una catástrofe laboral de tal
magnitud, que puede llevar a la pobreza más extrema o a la
riqueza más generalizada a los individuos de este mundo.
La cantidad de desempleados es enorme, y la de
inempleables gigantesca.
Existen dos o tres generaciones que sólo se recuerdan en
crisis (un 50% de oportunidades y un 50% de peligros,
conforme al ideograma chino que la representa) de tal forma
que podría parecer que ya no importara el tener este nivel de
desempleo o inempleo (¡ha pasado tantas veces!).
Nada más que ésta vez la crisis es peor ya que, al mismo
tiempo, miles y miles de pequeñas empresas van a seguir
quebrando (debido a los impuestos, la especulación
desenfrenada y a las altísimas tasas de interés), aun cuando
otras –las gigantes— seguirán, aparentemente, incólumes.
Pero, como ya hemos visto, corren el riesgo de desplomarse.
Sin embargo, las semillas de la decadencia están
sembradas y se encuentran frente a nosotros; nadie puede
quedarse como espectador.
La situación real es que la automatización –y claro los
Factores Críticos de Éxito—nos puede brindar más bienes que
nunca pero parece que nadie podrá comprarlos porque el 98%
estará desempleado o será inempleable (por la falta de educación
funcional).
Y el otro multimillonario 2% (que mantiene a los
gobiernos) no podrá consumirlos.
Una opción (imbécil, claro) sería acabar con la población
para no tener que educarlos ni alimentarlos ni darles trabajo, lo
que equivale a que Microsoft, Google, Yahoo! y Oracle maten a
sus clientes futuros ¡porque no pueden entrenarlos en
computación!
Esta opción está siendo cuestionada por los países
europeos que disminuyeron su población para tener más
bienes qué repartir a menos individuos, y sin embargo, están
en una recesión terrible, y sin población suficiente.
Antes los gobiernos tendían a engordar a sus burocracias
debido a que los desempleados e inempleables (de otra
manera) buscaban cobijo bajo sus alas produciendo nidos más
grandes.
Ahora empiezan a comprar mano de obra (en forma de
servicios) de universitarios, como acostumbran, pero la oferta
de trabajo (desempleados e inempleables que ofrecen sus
servicios) es tan alta que no pueden satisfacerla.
No hay tanta demanda.
Las cifras están ahí y son obvias.
Con la explosión demográfica se incrementan los
mercados
1. Si se les sabe vender lo que necesitan: Factores Críticos
de Éxito…y
2. Si se les educa como se debe: con base en los Factores
Críticos de Éxito para formar nuevos empresarios.
De manera que tenemos aquí y ahora una de las
oportunidades más grandes de la historia: La de poder utilizar
enormes cantidades de individuos para crear una Civilización
estable, si y sólo si nos basamos en los Factores Críticos de
Éxito.
Un punto de vista anticientífico como es el
neomalthusiano no nos sirve para nada, ya que no toma en
cuenta ni la educación ni la producción de la gente que nace:
considera sólo el aspecto animal, no el de individuos
productivos.
El otro punto de vista –el keynesiano—de considerar a los
individuos exclusivamente como consumidores (y no como
productores) es un error mayúsculo, que ha llevado al menos a
una guerra mundial si no es que a dos.
Así, tenemos empresaurios incapaces o temerosos de
invertir en nuevos proyectos, que no pagan lo suficiente a sus
empleados, y bancos que sólo prestan para consumo…no para
producción.
En el momento en que un gobierno cobra demasiados
impuestos tipo Santa Anna, no promueve la producción sino la
especulación y no detiene a los agiotistas, las nuevas empresas
simplemente abortan; y el gobierno se ahorca: esta acción es
suicida.
Como decía antes, se convierte en Factor Arbitrario de
Fracaso.
Hoy estamos en el punto crucial de poder controlar ese
cambio en favor de esas nuevas empresas a pesar de todos los
Factores Arbitrarios de Fracaso que el ambiente pueda
imponer.
Cualquier gobierno tendría que agradecer el que se
formen nuevas empresas.
Pero la burocracia (gubernamental o no) es la gran
enemiga de esos empresarios y trata de destruirlos a como dé
lugar, tal como lo hizo Lenin en Rusia o Mao en China: acabar
con la ‘burguesía’ que según Marx y Engels –en el Manifiesto
Comunista—es la que había hecho las grandes obras.
Y luego, cuando comienza una etapa de libertad –como en
Rusia ocurrió—las mafias dominan el lugar: se convierten en la
única ‘libre empresa’; a menos que haya un control bancario y
financiero adecuado por parte del Estado.
De manera que, en medio de todo este caos laboral y de
mercado, uno debe adoptar ciertos datos estables para poder
controlar la confusión empresarial.
Estos datos se hallan en una abundante cantidad de libros,
en muchas estadísticas del mercado y, sobre todo, en la mente
del cliente.
Uno tiene que tener elementos para evaluar su estrategia;
tiene que tener una nueva visión y una nueva estrategia
coherente y replantear la misión o propósito que renueve
todo lo antiguo, y que a la vez dé continuidad a la tradición
empresarial.
Las palabras claves están en ‘dar continuidad’ ya que
no significan el dejar de crear nuevas tradiciones, sino que éstas
sean funcionales.
La actitud es: usar los Factores Críticos de Éxito o perecer.
Desgraciadamente, al respecto de las tradiciones existe
una confusión tremenda entre lo que es el capitalismo y lo que
es la libre empresa.
El capitalismo es un abuso del dinero, de su renta y de sus
costos a través de la creación de moneda sin respaldo, como
quiera que se haga.
La libre empresa es justamente eso, la libertad económica
para iniciar, continuar y terminar negocios.
Eso no quiere decir que el Estado tiene que perder el
control de sus productos ni de sus finanzas, ni mucho menos
de su banca, como ha ocurrido en los Estados Unidos o en
México, entre otros países.
El trabajo de un gobierno consiste en crear las condiciones
para crear empresas que generen empresas a través de los
Factores Críticos de Éxito, con los cuales educar a la población
para que sobreviva.
Los factores que determinan el triunfo de una empresa –
no de un cártel o de un estado totalitario—son los datos
estables que –como ya he adelantado—se denominan Factores
Críticos de Éxito.
Una empresa inteligente es capaz de revisar sus Factores
de Éxito (Lecciones Aprendidas y best practices) y utilizar aquellos
y sólo aquellos que, bajo cierta condición, funcionan siempre; y
hacer a un lado los otros (aun cuando los podría aplicar en otras
condiciones): los seleccionados son los Factores Críticos de
Éxito.
Ya que si asumimos que dentro de este caos del mercado
todos los parámetros de la función de producción de cada
empresa (tierra, capital y mano de obra) permanecieran
constantes (esto es, iguales para todas: impuestos, intereses, e
incluso considerando que parten de un capital 0); cualquier
aumento potencial de cualquier insumo aumentará la
producción de todas las empresas en una proporción constante
y, en consecuencia, el auge de la producción variaría entre las
empresas… dependiendo de la magnitud de la aplicación de
sus Factores Críticos de Exito.
Con otras palabras, dado todo lo demás constante (los
otros factores de la producción: tierra, capital y mano de obra)
la única diferencia entre el éxito y el fracaso será la aplicación
de los Factores Críticos de Éxito que, a su vez, pueden
llevarnos a la ruina si no se emplean para crear nuevas
empresas.
Los Factores Críticos de Éxito son programas
completamente secuenciales que hacen la diferencia entre el
éxito rotundo y total, y el fracaso o desastre completos.
Son drásticos, radicales…
Porque son las nuevas empresas las que solucionan el
problema del empleo, no el gobierno.
Éste se echa la soga al cuello al gravar a las nuevas
compañías más allá de su capacidad de pago: termina con ellas
por medio de la condonación de los impuestos a la
especulación y los altos impuestos e intereses a los pequeños
propietarios.
He ahí el principio básico del marxismo, A cada quién se le
dará según sus necesidades; de cada quién se cobrará conforme a su
capacidad para pagar se convierta en un vórtice que lo devora
todo, y nos lleva al cumplimiento de la ‘Ley de los
Rendimientos Decrecientes’: entre más energía usamos, menos
producción tenemos.
Sólo veámoslo así:
La empresa productiva gana una cantidad de 100. Paga
(en un país hipotético) 10%, pero el impuesto es progresivo, y
la tabla queda así:
100  +10%
200  +20%
300  +30%
400  +40%
500  +50%
600  +60%
700  +70%
800  +80%
900  +90%
1000  +100%
1100  +110% ó –10%
1200  +120% ó –20%
…n
Incluso una empresa estatal como Pemex tendría
problemas con un cálculo así.
Y de hecho, los tiene. ¿Por qué China tiene una empresa
estatal que sí tiene utilidades?
Porque sigue sus Factores Críticos de Éxito.
Si el gobierno no apoya la educación con base en los
Factores Críticos de Éxito con la mira de crear empresarios
creadores de empresarios, estaremos en la olla: un país de
burócratas no puede sobrevivir.
Para terminar la conferencia de hoy, una cita del Factor
Arbitrario de Fracaso más ejecutado por los gobiernos:
En un reino recién fundado, los impuestos suelen ser reducidos
pero rinden mucho; mas cuando propende hacia su fin, se multiplican
esos impuestos con poco rendimiento...
Al incrementarse la producción aumenta el número de los
contribuyentes en igual medida y por consiguiente los ingresos del
Estado. (Cuando) esta carga toma el carácter de obligatoriedad
permanente, debido a que el aumento de impuestos ha sido hecho
gradualmente, sin que se hubiera notado con precisión quién lo había
llevado más allá de la tasa antiguamente establecida y sin saber quién
había sido el autor...
El pueblo (se desmoraliza) ante el raquítico beneficio que le
queda en cambio de sus trabajos.
Cuando compara el costo y las cargas que debe soportar con el
provecho y las ventajas que puede esperar, ve perdidas sus esperanzas,
y muchos de los elementos laborantes renuncian a sus actividades.
El producto de los impuestos disminuye y, por consecuencia
necesaria, mengua la renta del Estado.
A veces, al notar los jefes del reino esa merma, creen poderla
subsanar con nuevo aumento de los impuestos, y rebasan así los
límites de toda moderación, hasta el punto de que la tasa de
contribuciones alcance un término más allá del cual no queda
provecho alguno para los laborantes.
Los costos de mano de obra y los impuestos ya absorben todo y
hacen desvanecer toda ventaja que pudiera esperarse.
Como la renta no cesa de disminuir, el gobierno continúa en sus
medidas aumentativas con el ánimo de nivelar su hacienda; el
desarrollo del país se detiene porque definitivamente se pierden las
esperanzas en la utilidad del trabajo, y todo el mal resultante de ello
recae sobre el estado. (Ibn Jaldún, Introducción a la Historia
Universal, FCE p. 504).
Estas palabras son tan ciertas ahora como cuando se
escribieron hace varios siglos ya.
Son el tipo de Factores Arbitrarios de Fracaso que se
deben cambiar, si no es que se quiere la ruina total y suicida de
los estados bajo los injustos escombros de la justicia.
Los Factores Arbitrarios de Fracaso se causan.
Los Factores Críticos de Éxito se causan. En este caso, son
Factores Críticos de Éxito: tener impuestos justos, cobrarlos
igualmente para todos, etc., omitidos por los gobiernos a pesar
de advertencias tan antiguas y funcionales.
Y son obvios.
Tal vez demasiado obvios.
El causar, crear, conocer, enseñar, controlar y asumir
responsabilidad de los Factores Críticos de Éxito y
distinguirlos de los Factores Arbitrarios de Fracaso ha sido mi
propósito al dar estas conferencias.
Los Factores Críticos de Éxito aplicados minuciosa y
cuidadosamente pueden hacer que un empresa resucite desde
el fracaso más profundo“.

Estas palabras fueron pronunciadas en una junta previa


de evaluación, durante la cual nos presentamos.
Espero, con este libro, poner un granito de arena en la
creación de una nueva Civilización —como en la que soñaba
Holmes Watson— y que logremos que nazca y no que aborte;
que se cree en verdad con todas las asombrosas posibilidades
que nos esperan y que podamos ponerla bajo un control
racional sin cambiar las costumbres funcionales de nuestras
culturas tradicionales.
John David Manage

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