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La crisis alimentaria mundial, ya viene desde hace tiempo siendo anunciada por el
Revolucionario Cubano, Fidel Castro. Quién en sus recientes reflexiones denominadas:
Es Hora de Hacer Algo y La grave Crisis Alimentaria, hacía un llamado a la conciencia
de los países más poderosos, para que cesaran en su intento de acabar con gran parte de
los alimentos del mundo, y con el planeta mismo.
El comandante Fidel, en su trabajo incesante por advertir los problemas que amenazan a
la humanidad y al planeta, citaba en su reflexión “La Grave Crisis Alimentaria”, parte
de un artículo escrito por el ecologista estadounidense, Lester Brown:
“En los Estados Unidos, donde se cosecharon 416 millones de toneladas de granos en
2009, 119 millones de toneladas se enviaron a las destilerías de etanol a fin de producir
combustible para los automóviles. Eso bastaría para alimentar a 350 millones de
personas al año. La enorme inversión de los Estados Unidos en las destilerías de etanol
crea las condiciones para la competencia directa entre los automóviles y las personas
por la cosecha de granos mundial. En Europa, donde buena parte del parque automotor
se mueve con combustible diesel, existe una demanda creciente de combustible diesel
producido a partir de plantas, sobre todo a partir del aceite de colza y de palma. Esta
demanda de cultivos portadores de aceite no solo reduce la superficie disponible para
producir cultivos alimentarios en Europa, sino que también acelera el desbroce de los
bosques tropicales en Indonesia y Malasia a favor de las plantaciones productoras de
aceite de palma.”
El capitalismo es la principal amenaza del planeta tierra y todas las especies que aquí
convivimos. La grave crisis alimentaria, seguirá afectando a los países más pobres, a los
condenados y saqueados históricos por las potencias que organizan la repartición del
botín mundial.
Los países encargados de velar por la paz del planeta y con capacidad para tomar
decisiones en la Organización de Naciones Unidas, son los que “casualmente” más
gastan en presupuesto militar e imponen las hegemónicas formas de imposición en las
distintas naciones del mundo.
Las negociaciones sobre el cambio climático se han convertido en una gran estafa para
los pueblos, para los campesinos que exigen seguir su ejemplo y enfriar el planeta. La
fórmula capitalista de maximización de las ganancias por sobre todas las cosas,
incrementa los lucros de las corporaciones a ritmos acelerados, pero también
incrementan el recalentamiento del mundo y acaban con las posibilidades reales de
voltear el timón, hacia un sistema más justo para relacionarnos con el medio ambiente.
CRISIS ENERGÉTICA
Hoy en día dependemos básicamente de tres grandes fuentes de energía: petróleo, gas y
carbón, pero expertos en la temática dicen que éstas podrían acabarse en apenas 40 ó 60
años. Pero si a éste número le sumamos que en los últimos tres años el precio del
petróleo se ha triplicado estamos hablando de una verdadera crisis.
A su vez, estas fuentes energéticas de las que hablamos han provocado nefastos e
irremediables cambios ambientales, lo que se ha dado en llamar el calentamiento global.
Por otro lado y tal como pasa en cualquier orden de cosas, la desigualdad en el acceso a
este tipo de recursos también nos da otra idea de la panorámica mundial, ya que una
tercera parte de la población mundial no tiene accesos a la electricidad.
Sabías que…
Estados Unidos tendrá que luchar durante un largo tiempo para recuperar la
política monetaria y el déficit que se creó luego de la debacle económica
iniciada en el 2008 con la crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los
mercados.
Stiglitz señaló que el optimismo que impera en las distintas bolsas mundiales se
basan en una supuesta reactivación económica sostenida que ha generado el
visto bueno por parte de los inversionistas, pero el sistema financiero no
depende únicamente de los factores económicos.
"Es normal que en Wall Street se habla del crecimiento global de la economía,
porque eso vende acciones. Los economistas con quienes he hablado y con los
que estoy de acuerdo, no piensan así. Todo lo contrario: afirman que el sistema
financiero en este momento es mucho más frágil que antes de la crisis y
supone un riesgo para una estabilidad duradera", declaró.
"La única pregunta que habría que hacer es: ¿cuándo se repetirá todo esto?"
recalcó. El economista indicó que este es el momento para reformar el sistema
financiero global. Es horrible ver que el balón se infla y no hacer nada, aunque
está claro que explotará. Y no se ha hecho nada ni después de la explosión,
sobre todo no en Estados Unidos", señaló.