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EL BARRO QUE PISAMOS En 2010, investigadores de la Universidad Austral deseubrieron en Osorno una marca en el barro datada en 15.600 afios, idéntica a una huella humana. La noticia, sin embargo, fue recibida con desconfianza en el mundo cientffico. Esta es la historia del equipo que durante casi una década intenté demostrar al mundo que allt, en el sur de Chil habfan encontrado un rastro extraordinario: la antigua de é A LAHORE, DESDE VAL we su “Me iteresan las Estaba de rodillas, con ln espaldla encorvadl y los ojos fjos en el barra hiimedo, Leonora Salvadores, de 31 aos, despejabs tana pequefia pal +, centimetro a centimetro, sin buscar nada en eonereto x por lo tanto, dispuesta a en: contrarlo todo. Podia ser algo minimo: un diente de roedor, una lasea de piedra, un inseeto que vol6 en un pasado lejano, Braun sibado de diciembre de 2010 y levaba horas a tres me- tros de profundidad, en a ex wacién del sitio paleoar queol6gico de Pilauco, en Osorno. De pronto, noté un cambio en el color yla textura de la terra —Traté de perflarlo que hs bia encontrado. -recuerda la paleontdioga, asi nueve afios después, sentada en una sala Je la Universidad Austral, en Valdivia. Lo primero que apareeié fue la forma del talin yel areo plantal. Me pareci6 raro, Enseguida pensé en un pie humano, pero no sabis si rme lo estaba imaginando, Por ese entonces, Leonora ‘Salvadores ya sabia que el an tiguo rio Damas habia genera- «do un pantano en esa zona y ‘que Ia tierra, baja en oxigeno, habia sido capazde conservar- lo toda. Eso explieaba que en ‘ese lugar, ahora rodeado de ca- sas de madera, hubiera podido Fescatar del pasado una marca dde 27 centimetros,idéntica al Cuando sus ‘companeros la vieron coinei- astro de un pi dieron en que el descubri mientoera extrano y se pusie- ron a sacar medidas, a tomar fotos, a hacer un molde. El gedlogo Mario Pino, director de Ia excavacién, estaba en su bficina de la Universidad Aus: tral,cuandolegéasu mail una n inesperad —Lo primero que pensé ceuando vi la foto fue: esto es ‘una huella humana ~diee Pino misma oficina, rodeado de tesis de geologta y de vejas biticoras de exeavacién Lo segundo que pensé, dice después, es que el descubri ‘miento ibaa ser muy difiell de publica mm La historia, que se remonta- ba 13.500 aos atv, habia s- un grupo de cazadores nom: dos por sus puntas de flecha y sus cacerias de mamuts, hae do durante Ia Ut ‘ma glaciacién desde Siberia hastaAlaska a través del estre cho de Bering. Se habjan con- vertido asi en losprimeros po- bladores de América, Eso al ‘menos era lo que la eomunt dad clentifica erey6 durante casi todo el siglo XX, porque a fines de los setenta, al sur de Chile, la historia toma iro, En 1977, los huesos de un gonfoterio —una especie pre histérica emparentada con los lefantes legaron a les ma nos de Tom Dillehay, un ar- {queslogo estadounidense que trabajaba en la Universidad Austral, Habfan sido encon: trados por un lugareio en Monte Verde, 2 28 kilémetros de Puerto Montt. En ellos re conoeié marcas humanas, y junto a Mario Pino eomenza: ron excavar el lugar Allien: contraron trozos de euero y cuerdas, artefactos, fogatas ccomunitarias, marcas de pisa as y una estructura parecids un toldo, Pero lo mas sor- prendente fue su antiguecad: estaban alll —al sur del su desde hacia 14.600 afi. Ese dato ponta en eux toria del poblamiento simeri CUADRICULA FOU \ erate) 4] 44AD Pa Wall Vicia N ARCO PLANTAR: $3. E ARCO PLANTAR: 65 , file mes La huella mide 27 contimetros (equivalente a una talla 43) y se alla, La canoy desatabau comunidad arqueol6gicase di- vidi6, Sobre todo los nortea: mericanos quisieron echar abajo los descubrimientos de ‘Tom Dillehay. Lo desacredita ron durante décadas. No crefan, ono querian ereer, que hubiera pruebas de presencia humana pre-clovis. —El modo de vida de los clo- vis era muy parecido al de un cowboy ~explica Mario Pi- no=. Eran expertos en azar Siempre fue un tema politico era sper conveniente propo- ner que todos los americanos descendemos de ese grupo de norteamericanos, Recién en 1997, veinte aiios después de ci6n, una comisién investiga dora viajé al sur de Chile y re- 20 Su presume que es de un hombre adulto que caminaba descalzo. conoeis el sitio, una decisién histériea que hoy en dia es aceptada por la comunidad ienti Una década antes, y a solo 100 kilémetros de Monte Ver- de, se habia descubierto otro tesoro bajo la tierra: mientras, construfan la villa Los Notro: en Pilauco, aparecieron los restos de un gonfoterio, y des- de el 2007 cuando co ron las excavaciones— se han encontrado huesos de mega- fauna, artefactos de piedra,se- millas, material volednico y, por supuesto, una huella hu- mana en el barro, una nueva evidencia de que el hombre legé a los prados del sur mu: cho antes de lo imaginado, Casi nueve aiios después de ese descubrimiento, el sitio —financiado aetualmente por la Municipalidad de Osorno— sigue siendo particular: es un fosoenorme ubicado en el me- dio de la ciudad, al costado de tuna casa roja de madera, con techoa dos aguas, quesirve co- ‘mo centro de operaciones de los exeavadores dela Universi- Austral. Si-uno se aso por alli una tarde de mayo, los vera trabajando, bajo el lahumedad extremos, sobre el silencio de un barrio que mira con curiosidad lo que cando de sus entrafias. mn Se necesitaron varias horas y varios hombres para retirar cl Bloque de tierra donde esta- ba estampada la huella. Des pués, se tomaron muestras siete pedacitos minimos de madera y de plantas~ que ‘ban a servi para dar el segun- do paso: averiguar su antigiie- dad. De eso estuvo a cargo el chileno Ricardo De Pol-Holz bidlogo marino y especialista en earbono 4. Una mafana de diciembre de 2011, en un labo- ratorio de la U ~Amitad de tarde sablamos que iba a marear alrededor de 15 mil anos dice De Pol-Holz al teléfono desde Punta Are- nas, donde trabaja como in- vestigador de la Universidad de Magallanes~. Era una edad anteriora cualquier yaeimien- to clovis, incluso que Monte Verde. La polémica que existia era nueva para mi, porque yo hacfa dataciones como ocea- ndgrafo, y nunca se arman po- lémicas de este nivel. Fue si- per emocionante ver que nos estibamos metiendo en un te- ‘ma controversial Lamafana siguiente Hegé el dato definitivo: el material de la huella tenia 15.600 aos. La citra, dice el bidlogo, no deja ugar a dudas, ya que e! error de estimacién del earbono 14 ¢s de solo 30 aftos. Desde et momento que lo supo, De Pol Holz tuvo una certeza: si sus colegas podian probar que se trataba de una huella huma la noticia eseala tas cientificas tes del mundo. Casi ocho la paleontéloga Karen Moreno, de 43 aos, abre una carpeta de su computador y sefiala fo- tografias de huellas recientes. El cielo de mayo esti nublado y por Ia ventana de su oficina de la Universidad Austral en- tra una luz grisdcea, pesad: Las imégenes corresponden Jas pruebas que en 2012 Ia te- sista Cintia Macias hizo en P Jaueco: rellené un eajén con el mismo sedimento de la exc vacién y lo mezel6 con aguaen ‘res combinaciones distintas Luego hizo caminar a tres hombres con una talla de pie similar a la de la huella, Com probs que sobre la mezela mis aguada las pisadas se veian igual laque habian encontra- do. Es decir, que bajo las mis- mas condiciones Ia huella de uun hombre antiguo y lade uno moderno eran idénticas. E pequei Jes, una lupagigante, una plan- tae tomate. También hay di- bujos de sus hijos pegados en las paredes ~de dinosaurios: y enciclopedias y juguetes de oma —de dinosaurios~. De ellos, y de otros vertebrados, ha estudiado principalmente suformadecaminar. Poreso, ella, la directora del tinico mi ister en Paleontologia que existe en Chile, leencomenda- ronunamisién:intentarnegar de todas las formas posibles (que fuera humana. Sin embar- 0, tiempo después, en ese tro zo de barro encontré el rastro de un hombre, ‘Me interesan las huellas, 1s dice Moreno—. En llas, cen las que no son nitidas, est grabado el movim laoficina de Moreno hi nto, Esta

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