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Universidad nacional de Buenos Aires

Facultad de Filosofía y Letras


Teoría y Análisis Literario – Cátedra “C”
Segundo examen parcial
(Primer cuatrimestre 2018)
Prof. Jorge Panesi

Apellido: Nombre:

Comastri Sheyla Micaela

Nombre del Ayudante de los Trabajos Prácticos Número de Comisión:

Schettini Ariel 2

Horario de la comisión:
Martes de 13 a 15 hs TEMA: 1

Instrucciones:
-El número de tema es el mismo que usted tuvo en el primer parcial, según la primera letra de su
apellido:
Desde la “A” a la “F” inclusive: Tema 1.
Desde la “G” a la “K” inclusive: Tema 2.
Desde la “L” a la “O” inclusive: Tema 3.
Desde la “P” a la “Z” inclusive: Tema 4.
-Por favor, complete todos los datos en el cuadro anterior. Utilice esta página como portada para su
trabajo. Los parciales deben presentarse mecanografiados, en tamaño A4 o carta, a doble espacio, y
con márgenes de por los menos 2,5 cm. (No se aceptarán trabajos manuscritos). Recomendamos
sacar copias del parcial presentado y conservar una.
Entrega:
–El parcial puede ser entregado el día 3 de julio a las 19 horas, en Puan 480, o bien donde y cuando
su ayudante previamente le haya indicado. Entrega por correo electrónico: si su profesor/a de
Trabajos Prácticos está de acuerdo, podrá enviarle el parcial a la dirección que le indique.
Resultados: la fecha en que podrá saber los resultados será establecida por su profesor/a de
Trabajos Prácticos.
Consejos:
–El parcial ha sido pensado teniendo en cuenta la bibliografía obligatoria señalada en las clases
teóricas, teórico-prácticas y prácticas, pero desde luego, es solamente una base mínima para la
discusión y la evaluación.
–No se tendrán en cuenta (y serán evaluados negativamente) aquellos trabajos que se limiten a
meras glosas de la bibliografía obligatoria, o que se entreguen a la comodidad irrelevante de los
resúmenes.
Extensión:
-Total: hasta 8 carillas.
Se evaluará:
–La capacidad del alumno de discutir en forma argumentada, crítica y productiva el contenido y las
propuestas de la bibliografía teórica, las relaciones y distinciones que pueda establecer entre las
diferentes teorías, y la manera en que organice su trabajo. En los análisis de textos, se tendrán en
cuenta la coherencia del enfoque, el modo de argumentar el análisis, la eficacia persuasiva de las
explicaciones, y la fundamentación textual de las líneas interpretativas.
Teoría y Análisis Literario “C” 2017- 1er. cuatrimestre, 2do. Parcial

1) A partir de los poemas “Foto 1965” de Fabián Casas y “Veo-Veo”1 de Hernán, se

considerarán algunos ejes temáticos para analizar el discurso de ambos.

El primer eje a analizar será el deseo, deseo visto como anhelo que suscita

alguna reacción en ambos casos. En el primer poema mencionado, el deseo mismo se

encuentra implícito en el movimiento de la no- importancia de las cosas, y la foto. Es

decir que al momento que reflexiona sobre las cosas y aquello que ve, está implícito el

anhelo de la inmortalidad. Inmortalidad, quizás, vista como la puesta en escena de la

cosa misma, que en esa foto él será inmortal, pero a la cosa si no le importa, porque

ella inmortalizó aquel instante. Hizo de eso que él “no recuerda” algo eterno. En

cambio, en el segundo poema la idea de deseo reside en la idea de “pimpollo”

(término tomado de la idea que plantea Barthes en el texto La preparación de la

novela), la flor de magnolia mencionada en el poema, y de la cual agrega que la

imagen de la primavera es “toda la nostalgia del instante que no volverá”, deducido por

aquel reflejo del paisaje (anclada a la idea del espacio oriental; Ma). En este caso se

entiende la idea de deseo desde una perspectiva distinta a la adoptada por occidente,

no ligada a la idea de la muerte ni pensarla como un objetivo, sino que se entiende al

deseo como “la pulsión irresistible” 2. Este es un punto interesante para analizar ya que

se incluye dentro del siguiente eje, ya que el deseo es parte del “movimiento” que

tienen estas pequeñas narraciones que las hacen tan particulares.

El segundo eje que se puede analizar, es la idea mencionada por Barthes como

“Esto ha sido” o función/verdad. En el poema de Casas, esto se ve claramente en la

propia imagen, como testigo de una verdad indubitable. En el segundo caso, esto se

puede ver a través de la diferencia que hace Barthes sobre la verdad y la forma,

tomado como representación de la verdad misma. Cabe aclarar que en ambos

poemas el eje del tiempo es importante, ya que en el segundo se ve claramente la

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Teoría y Análisis Literario “C” 2017- 1er. cuatrimestre, 2do. Parcial

individualización de ese instante, como momento detenido en la historia. En el primer

poema el tiempo se detiene en la fotografía, pero también en el recuerdo. Esto lleva

directamente a la comparación que hace el autor mencionado recientemente sobre la

fotografía y el haiku. En La preparación de la novela, Barthes menciona:

“La foto es rara vez ficcional: experiencia limite […] Esto ha sido. […] Mi propuesta
es que el haiku se aproxima mucho al noema de la fotografía Esto ha sido”

Parte de la idea de que ambos elementos tienen una individuación del

momento, y que tienen un presente que garantiza que eso ha sido efectivamente. Si

bien menciona que hay una diferencia entre ambos (de que la fotografía está obligada

a decirlo todo, es más plena, es decir más detallista, y el haiku es más abstracto)

desarrolla la noción de “autoridades puras”, que son aquellas que solamente

corresponden a la idea de correlatividad con la verdad dado su forma breve,

imposibles de desarrollar, aumentarse.

2) A partir de los textos La muerte del autor de Barthes, y ¿Qué es un autor? de

Foucault, se tomarán en cuenta las diferencias y semejanzas planteadas por los dos

autores de los textos a tratar.

En primer lugar, se debe esclarecer que si bien ambos autores coincidían en la

necesidad de aclarar la noción de la categoría de autor, se contrastará los postulados

de cada uno por ser en si disímiles. En el primer caso Barthes sostiene que el autor

entra en su propia muerte, donde allí nace la concepción de lector, y comienza la

escritura en tanto actividad. Así mismo, sostiene que ponerle un autor a un texto es

cerrarlo, privarlo de cualquier otro sentido posible. También, desarrolla la idea de que

no es el autor quien habla, sino el lenguaje; el lenguaje en tanto que performa, actúa.
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Teoría y Análisis Literario “C” 2017- 1er. cuatrimestre, 2do. Parcial

Es decir que suplanta al autor por la teoría del texto que tiene como centro la noción

de escritura.

“[…] la escritura es la destrucción de toda voz, de todo origen. […] es ese lugar

neutro, oblicuo al que va a parar nuestro sujeto, el blanco-y-negro en donde acaba

por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que

escribe”.

Por otro lado, es pertinente aclarar que usa el término “muerte del autor” de dos

maneras disímiles pero complementarias: una es como noción teórica que excede al

autor como individuo de carne y hueso, noción supra-personal reemplazable con la

definición de texto en tanto “tejido de citas que no tiene nombre ni autor”, y el segundo

sentido es la desaparición de quien escribe en el momento en que lo hace, y que no

puede establecerse quien habla, tal cual sostiene Blanchot con la idea de que la

escritura es un lugar vacío. Por último, cabe destacar que si se sostiene que el autor

ha muerto, conjuntamente con la definición recién mencionada del texto, es posible

citar sin nombrar al autor, porque no solo se pone en duda la idea de autor, sino

también la propiedad que tiene este sobre el texto mismo. Por otro lado, Foucault,

trata de analizar las condiciones en las cuales es posible que un individuo ocupe la

función de autor en tanto función en un discurso. El autor sostiene que es necesario

que el discurso literario lleve autor. Un discurso portador de función-autor va a tener

algunos rasgos a resaltar: en primer lugar, son objetos de apropiación, en relación con

la ley penal y con la inserción de los discursos dentro del circuito del mercado, como

propietario del texto en un sentido literal. En segundo lugar, un discurso con la función-

autor tiene la peculiaridad de que hace que los signos textuales (indicadores como

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pronombres, verbos en primera persona, y otros tantos) remitan al autor, y a su “alter

ego” y que delimita el ámbito de circulación de los mismos, para poder así distinguirlos

de aquellos que tienen esta función, con los que no.

Otro punto a contrastar, es acerca de la idea de la teoría de la obra y del texto.

Foucault sostiene que la noción de obra no puede definirse por no poder establecer

los límites de esta. En el texto sostiene esto a través de la formulación de distintas

preguntas que demuestran la imposibilidad de abarcar el tema. Es necesario aclarar la

idea de instauradores de discursividad, ya que plantea que el texto es una idea de

citas infinitas donde los textos dialogan (similar a la idea barthesiana del tejido).

“[…] resulta insuficiente afirmar: prescindamos del escritor, prescindamos del autor

y vayamos a estudiar la obra en sí misma. La palabra obra y la unidad que

designa son probablemente tan problemáticas como la individualidad del autor”

En cambio, Barthes sostiene que el texto es un tejido de citas que provienen de

la misma cultura, y que el escritor solo se limita a recopilarlas y mezclarlas. Además

que es el lector quien entiende cada una de las palabras del texto y en él se inscriben

todas las citas que constituyen la escritura.

Un último punto para contrastar es la noción de escritura. Por su parte, Barthes

sostiene que la escritura es quien destruye la voz propia. Es decir que es un lugar

donde reside el sujeto que pierde toda identidad posible, hasta penetrar en la propia

muerte.

“la escritura instaura sentido sin cesar, pero siempre acaba por evaporarlo:

precede a una exención sistémica del sentido”.

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Desde su postura, Foucault opone esta teoría con la idea de que esta noción es

la condición general en todo texto, y que se trata de borrar aquellas “marcas

demasiado visibles de la empiricidad del autor”. Es pertinente aclarar que también

comenta la situación de la escritura ausencia, clara critica al otro autor que se trata

aquí.

Otro punto de diferencia entre ambos autores es el interés de ver quien habla. A

Foucault le interesa demostrar que no habla el autor. Nunca habla el autor. El autor es

solamente una construcción social e histórica. No importa su nombre, importa su

discurso teórico. Foucault, en el texto mencionado, propone una cita de Beckett “no

importa quién habla, dijo alguien”, tal es así que, según comenta Jorge Panessi en una

de sus clases, al final de la conferencia que da a lugar al texto, alguien le pregunta

porque no nombra a Derrida en el momento que hacía referencia a este. Esto

demuestra que Foucault es coherente consigo mismo, a tal punto que no nombra que

la teoría de escritura que está detallando es del otro autor, simplemente la desarrolla.

“La escritura le devuelve al autor sus propios derechos”. En cambio, Barthes sostiene

que si es necesario saber quién habla. Sostiene que el autor no es dueño de lo que

escribe porque “alguien” se lo dicta, y ese “alguien” es el lenguaje.

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Notas
1 Nubes
al fondo de la taza
flor de magnolia en agua.

Hernán (2014). Veo-veo. Buenos aires: Trenes hacia afuera.

2 Barthes, R. La preparación de la novela, p. 69

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