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TEMA 06

TECNOLOGÍAS PARA EL USO SOSTENIBLE DEL AGUA:


Una contribución a la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático

Subtemas
 Las tecnologías de uso eficiente del agua para la adaptación al cambio climático y la
seguridad alimentaria.
 Importancia de las tecnologías y prácticas para la adaptación al cambio climático

Curso: Curso: Responsabilidad Social


Profesor: Vilma Carhuatanta Olaya
Jesús María Sosa Agurto.

Lectura 11
Comentario
Los autores de la siguiente lectura realizan un interesante análisis sobre el uso de las tecnologías de
bajo costo, las cuales se adaptan a los contextos locales, son de fácil difusión e implementadas bajo
el enfoque de agricultura sostenible o de manejo sostenible de suelos y agua, y cuyo aspecto
fundamental es contribuir a la SAN (Seguridad Alimentaria y Nutricional).

Las tecnologías de uso eficiente del agua para la adaptación al


cambio climático y la seguridad alimentaria 1

Ante los efectos del cambio climático en la región, que agudiza la escasez del recurso hídrico, la
inseguridad alimentaria y la pobreza rural y urbana se ha intensificado la utilización de prácticas
agrícolas para una mejor conservación del agua y del suelo, así como la búsqueda de opciones
tecnológicas destinadas a captar agua de cualquier origen, y utilizarla en la agricultura o ganadería,
para el consumo humano.
La promoción de técnicas para la recolección o “cosecha” de agua, se fundamenta en dos tipos de
fuentes como ser: la zona donde se genera o la fuente del recurso hídrico (zona de recarga) y una
zona que es la que capta o almacena la escorrentía y permite su acopio o uso directo, por medio de
depósitos (cisternas, estanques, presas, represas, etc.).

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Lectura ligeramente resumida y adaptada con fines didáctico tomada de: Martínez,G.,M,A & otros(2013)
Las tecnologías de uso eficiente del agua para la adaptación al cambio climático y la seguridad alimentaria
en “TECNOLOGÍAS PARA EL USO SOSTENIBLE DEL AGUA: Una contribución a la seguridad alimentaria y la
adaptación al cambio climático”(pp,21-24), Tegucigalpa, Honduras, recuperado de http://www.fao.org/3/a-
i3442s.pdf
Curso: Responsabilidad Social

En la medida en que el cambio climático aumenta la inseguridad en la agricultura de secano, las


inversiones en acopio y distribución de agua son fundamentales. La acentuada escasez de agua y el
incremento en el costo de los grandes sistemas de riego, hace necesario aprovechar las distintas
oportunidades que se presentan para mejorar la productividad mediante la modernización de los
sistemas existentes, la validación, ampliación y difusión de los medios de recolección de agua y de
los pequeños sistemas de riego.
En Centroamérica en los últimos cuarenta años se han identificado, validado y difundido una amplia
gama de tecnologías para el uso sostenible del agua, que contribuyen a la seguridad alimentaria,
pero faltan mayores decisiones políticas e institucionales y financiamientos específicos que
permitan una adopción más amplia de las mismas, para que puedan contribuir con mayor
efectividad a la seguridad alimentaria y a la adaptación al cambio climático.
La región tiene un importante y crítico corredor seco y semiseco que presenta suelos poco
profundos y una mayor variabilidad y estacionalidad de la precipitación promedio que fluctúa entre
los 800 mm y 2000 mm. El manejo de estos territorios requiere un abordaje particular, no solo
tecnológico, sino en relación al uso de prácticas agrícolas sostenibles, así como aspectos
socioeconómicos y de gobernabilidad, que tienen que ver con la promoción del manejo integrado
de cuencas, la persistencia de una agricultura de secano, ganadería y la necesidad de apoyar otras
opciones económicas no agrícolas que sean viables a un territorio semiárido, con elevado deterioro
del suelo y del agua.
En este contexto la aplicación de prácticas de captación, almacenamiento y distribución de agua a
nivel familiar se ha convertido en una necesidad para asegurar la provisión de alimentos y consumo
de agua de la población. En tanto, en la perspectiva de la agricultura comercial y de medianas y
grandes extensiones productivas prevalecen las construcciones de infraestructura de captación de
agua y riego usando altos niveles tecnológicos, que requieren de cemento, equipos importados,
energía eléctrica, combustible y otros materiales industriales que tienen un costo elevado y solo se
pueden establecer mediante el financiamiento privado o subsidios estatales.
En relación a la existencia y uso de los recursos hídricos las tres categorías más importantes de
fuentes de agua son:
a. Las pluviales que provienen de las precipitaciones o aguas lluvias.
b. Superficiales que fluyen sobre la capa superior de la tierra, de forma permanente o intermitente
y que conforman los ríos, lagos, lagunas y humedales.
c. Subterráneas, referidas al agua que se filtra y satura el suelo o las rocas, se almacena y, a su vez,
abastece a cuerpos de aguas superficiales, así como a los manantiales y acuíferos.
En zonas como el Corredor Seco de Centroamérica las fuentes superficiales y subterráneas son
escasas en cantidad y calidad, por lo que prevalece la captación de agua de lluvia basada
principalmente en el agua de escorrentía superficial, la cual se utiliza para propósitos de producción
agrícola, pecuaria y agroforestal.
Muchos de los suelos bajo pequeña agricultura se ubican en zonas secas o de laderas las cuales por
efectos de la erosión carecen de cobertura vegetal. Por lo tanto, en zonas que son afectadas por la
sequía, el uso de tecnologías de captación y almacenamiento de agua brindan un aporte valioso
para asegurar la producción, mejorar los rendimientos de los cultivos tradicionales y la

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Curso: Responsabilidad Social

diversificación productiva, reduciendo los riesgos en las áreas de seguridad alimentaria, salud y
nutrición, a la vez que contribuyen a la adaptación al cambio climático.

Importancia de las tecnologías y prácticas para la adaptación al


cambio climático
Como se ha mencionado a lo largo del documento para contrarrestar los efectos del cambio
climático en la agricultura, específicamente en lo que se refiere a enfrentar una mayor variabilidad
de las precipitaciones y el incremento de temperaturas, se requiere de la implementación de
prácticas y tecnologías para asegurar la disponibilidad de agua durante el periodo de producción.
Por tal razón, la difusión de prácticas para la conservación de áreas de recarga o fuentes de agua,
de técnicas para la cosecha de agua de lluvia y de escorrentía; de técnicas para su almacenamiento
y conservación (micro-presas, embalses), para el reciclaje o reutilización del agua y el uso eficiente
de riegos y micro riegos, se convierten en acciones fundamentales para contribuir a la seguridad
alimentaria y la adaptación al cambio climático.
Un mejor uso de las aguas lluvia por ejemplo, a través de sistemas de acopio de agua junto con la
conservación de las zonas de recarga, un mejor manejo del suelo, la diversificación de los cultivos y
el uso de enfoques denominados “inteligentes respecto al clima”, podrían contribuir a que los
agricultores hagan más que simplemente eludir el temporal, y mejorar sus niveles de producción y
manejo sostenible de sus parcelas o fincas.
La clave es contar con tecnologías que sean aceptadas y que cuenten con un buen nivel de adopción,
para lo cual se requiere demostrar y propagar tecnologías de bajo costo, adaptadas a los contextos
locales, de fácil difusión, implementadas bajo enfoques de agricultura sostenible o de manejo
sostenible de suelos y agua, que parten desde las prácticas de la no quema, la incorporación de
rastrojos y sistemas agroforestales hasta el uso de sistemas de captación de agua y reservorios e
introducción de sistemas de riego por gravedad, aspersión y por goteo.
La definición del tipo de tecnología se debe hacer con base en: las condiciones socioeconómicas del
productor, las características agroecológicas y el conocimiento que se tiene del sistema de
producción o el rubro productivo predominante en la finca o parcela donde se quiere implementar
la tecnología.
Las opciones tecnológicas sostenibles para el manejo del agua impulsadas en América Central han
partido de las necesidades de pequeños y medianos productores con un énfasis en la producción
agrícola familiar de alimentos y en algunos casos cultivos comerciales, que permitan a las familias
rurales tener más oportunidades de un uso intensivo y extensivo de su tierra, de contribuir a su
seguridad alimentaria e insertarse en cadenas agroalimentarias y mercados locales y nacionales.
La importancia de estas tecnologías radica en la necesidad de contribuir a la SAN (Seguridad
Alimentaria y Nutricional), buscar alternativas de empleo rural y medios de vida sostenibles que
contribuyen a la vez como opciones ambientales en procesos de manejo de cuencas, gestión
sostenible de los recursos hídricos y adaptación al cambio climático.
En las zonas secas o de transición es donde se ha logrado establecer mediante métodos de
experimentación local o validación tecnológica, cuáles son las prácticas o sistemas de captación o

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Curso: Responsabilidad Social

distribución del agua que son las más convenientes a las características agroecológicas de las zonas
o a las condiciones y objetivos de los productores y productoras. Se destaca en estas tecnologías el
uso de diferentes tipos de sistemas de riego que se establecen de acuerdo a los ciclos agrícolas, para
cultivos en época de verano y suplementario para todo el año, con un enfoque productivo en donde
se desea aprovechar una ventana de mercado o asegurar la continuidad productiva para
mantenerse en la cadena del negocio durante todo el año.
En las zonas secas o con mayor irregularidad hídrica, son los pozos de captación de aguas de lluvia
o reservorios los que más se usan, junto a la búsqueda o perforación de fuentes subterráneas. Los
reservorios son excavaciones que se realizan en puntos en donde hay escorrentías de agua
superficial o se aprovechan para la época de invierno, con el objetivo de retener y almacenar el
agua, para luego aprovecharla de múltiples maneras.
El tamaño de estas estructuras varía de acuerdo a: la cantidad de tierra, capacidad económica del
productor, la existencia de mano de obra y a las condiciones del terreno. Para la construcción de las
mismas se puede emplear maquinaria, u otras herramientas y mano de obra. El uso dependerá de
las necesidades de los productores y de la capacidad del reservorio, pudiendo ser para uso
doméstico, consumo del ganado y para instalar sistemas de riego para los cultivos.
Los sistemas de captación de agua y riego deben estar asociados a otros factores de producción,
tales como: semillas de buena calidad, experiencia en técnicas de conservación suelo y agua,
conocimiento en el manejo del cultivo, planificación de la producción, cosecha, gestión y
comercialización.
Técnicamente la debilidad de los sistemas de riego son las limitadas fuentes superficiales de agua,
principalmente en las zonas secas de América Central. Por lo tanto la prioridad debe ser las formas
de captación del agua, dando énfasis a captar al máximo las aguas lluvias y las escorrentías por
medio de acequias, pozos, reservorios, uso de techos, etc.
Otro factor relevante es la conservación de las fuentes hídricas y zonas de recarga, lo que implica
una visión integral del sistema hídrico, con un enfoque de GIRH (Gestión Integrada de los Recursos
Hídricos), considerando la microcuenca como parte del sistema de producción.
El riego también tiene fuertes implicaciones sociales como: conflictos con otros propietarios o la
comunidad, disputas internas por el uso o reparto del agua, la necesidad de establecer turnos de
riego, contar con recursos financieros y conocimiento por los daños que sufre la infraestructura; en
muchos casos no se logra un uso correcto de la infraestructura y con facilidad algunos productores
abandonan los sistemas.
Otra práctica que se está validando en zonas secas de la región y que está siendo promovida por
ONGs y proyectos, es el uso de energía solar, sin embargo tiene implicaciones de alta inversión
inicial, establecer formas de organización y administración local y una mayor capacitación a los
usuarios para el mantenimiento y uso de los equipos.
Los crecientes problemas de inseguridad alimentaria y la creciente escasez de agua, acentúan la
necesidad de hacer un uso más eficiente de los recursos hídricos. En Centroamérica ya se ha
comprobado que la aplicación de tecnologías para el uso eficiente del agua es fundamental para
una producción sostenible, en vista de la creciente variabilidad de las precipitaciones y la alta
cantidad de agua que demanda la agricultura, principalmente la que se usa para el riego tradicional.

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Por tanto la contribución de estas tecnologías a la SAN (Seguridad Alimentaria y Nutricional) es


fundamental, considerando el contexto regional y global en donde el incremento de la población y
el cambio climático están acentuando la competencia por los limitados recursos hídricos.
El uso de tecnologías sostenibles para el aprovechamiento del agua a nivel de la agricultura familiar
es fundamental, de lo contrario a los pequeños agricultores no les será fácil pasar de la agricultura
de secano y contar con el agua necesaria para la producción de alimentos.

Invitación a reflexionar .

Según la lectura:

1. ¿Qué es el uso eficiente del agua y por qué es necesaria su implementación?


2. ¿Cómo podemos hacer uso eficiente del agua?
3. ¿Qué se entiende por “cosecha de agua”?

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