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Gerlin Hernández Martinez

11B
PROFESOR:
García Márquez, Gabriel. El general en su laberinto, Bogotá: Oveja negra, 1989.

ANALISIS CRITICO DE EL GENERAL EN SU LABERINTO


GABRIEL GARCIA MARQUEZ

Propósito del autor.


Podemos decir que el tema de El general en su laberinto es la descripción del viaje de
Simón Bolívar. Nos muestran una aventura, la última aventura del general contemplando
en ella también sus enemistades políticas, su grave enfermedad, la cual oculta todo el
tiempo. En esta novela vivimos con el general su enfermedad, lo acompañamos en su
largo y tortuoso camino hacia la muerte. En esta obra literaria se nos muestra una
persona del común, viviendo y muriendo lentamente. Se deja de lado esa imagen que
tenemos de nuestro libertador, esa persona grande en quien pensamos cuando hablamos
de Simón Bolívar, lo humaniza, lo pone a nuestro nivel.
En la obra también se nos muestra Colombia, su hermosura, la calidez de sus habitantes,
nos describe García Márquez pueblos donde sentimos que hemos vivido. Incluso la
gastronomía colombiana tiene un papel en esta obra. Los colores, olores y sensaciones
allí descritos hacen vivir en carne propia ese viaje del general. La manera en que García
Márquez nos narra ese último viaje de Simón Bolívar, de Bogotá a Santa Marta es
emocionante, cautivadora y muy humana.

Resumen.
La novela El General en su Laberinto tiene una narración en tercera persona. Comienza el
8 de mayo de 1830 en Santa Fe de Bogotá. El General está haciendo los preparativos
para su viaje hacia el puerto de Cartagena de Indias, con la intención de salir de Colombia
hacia Europa.
Después de su renuncia como presidente de la Gran Colombia, la gente de las tierras que
liberó se ha vuelto contra él, garabateando graffitis contra Bolívar y arrojándole basura.
El General está ansioso por seguir adelante, pero tiene que recordarle al Vicepresidente
electo, el General Domingo Caicedo, que aún no ha recibido un pasaporte válido para
salir del país. El general sale de Bogotá con los pocos funcionarios que aún le son fieles,
incluido su confidente y ayuda de campo, José Palacios. En la primera noche del viaje, el
General se queda en Facatativá con su séquito, que consiste en José Palacios, cinco
ayudantes de campo, sus empleados y sus perros. Aquí, como en todo el viaje que sigue,
la pérdida de prestigio del General es evidente; la recesión en su fortuna sorprende
incluso al propio General. El padecimiento del General, del cual no se dice su nombre lo
ha convertido en un hombre en un estado de deterioro físico, lo que lo hace que no sea
reconocido, y su ayudante siempre lo confunde con el mismo libertador.
Después de muchas demoras, el general y su partido llegan a Honda, donde el
gobernador, Posada Gutiérrez, ha organizado tres días de fiestas. En su última noche en
Honda, el General regresa tarde al campamento y encuentra a una de sus viejas amigas,
Miranda Lyndsay, esperándolo.
El general recuerda que hace quince años, ella había sabido de un complot contra su vida
y lo había salvado. A la mañana siguiente, el general comienza el viaje por el río
Magdalena Tanto su debilitamiento físico como su orgullo son evidentes a medida que
avanza por la ladera hacia el muelle: necesita una silla de manos, pero se niega a usarla.
El grupo permanece una noche en Puerto Real, donde el general afirma que ve a una
mujer cantando durante la noche. Sus ayudantes de campo y el vigilante realizan una
búsqueda, pero no logran descubrir ningún signo de una mujer que haya estado cerca.
El general y su comitiva llegan al puerto de Mompox. Aquí son detenidos por la policía,
que no reconocen al General. Piden su pasaporte, pero no puede producir uno.
Eventualmente, la policía descubre su identidad y lo acompaña al puerto.
La gente todavía cree que es el presidente de Gran Colombia y prepara banquetes en su
honor; pero estas festividades se desperdician en él debido a su falta de fuerza y apetito.
Después de varios días, el general y su séquito partieron hacia Turbaco El grupo dura una
noche sin cerrar los ojos en Barranca Nueva poco antes de ir a Turbaco. Según lo
planeado debían ir a Cartagena al día siguiente, pero el General es informado de que no
hay un barco con destino a Europa desde el puerto y que su pasaporte aún no ha llegado.
Durante su estancia en la ciudad, recibe una visita del General Mariano Montilla y algunos
otros amigos. El deterioro de su salud se hace cada vez más evidente: uno de sus
visitantes describe su cara como la de un hombre muerto.
En Turbaco, el General Daniel Farrencio O’Leary se une al General y recibe noticias de
continuas maquinaciones políticas: Joaquín Mosquera, sucesor designado como
Presidente de la Gran Colombia, ha asumido el poder, pero su legitimidad aún es
impugnada por el General Rafael Urdaneta. El general recuerda que su «sueño comenzó
a desmoronarse el mismo día en que se realizó».
Finalmente llega su pasaporte, y dos días después se van con su comitiva hacia
Cartagena y la costa, donde se realizan más recepciones en su honor. A lo largo de este
tiempo, él es abordado por muchas mujeres, pero debido a su enfermedad ya no puede
tener sexo con ellas El General se ve profundamente afectado cuando oye que su amigo
y posible sucesor para ser el presidente de la Gran Colombia, el mariscal de campo
Antonio José de Sucre, ha sido emboscado y asesinado.
Ahora, uno de sus ayudantes de campo dice al general que el general Rafael Urdaneta se
ha hecho cargo del gobierno en Bogotá, y hay informes de manifestaciones y disturbios
en apoyo de una vuelta al poder por parte de Bolívar.
El grupo del General viaja a la ciudad de Soledad, donde se queda por más de un mes, y
su salud sigue disminuyendo. En Soledad, el general acepta ver a un médico por primera
vez. El general nunca deja Sudamérica. Termina su viaje en Santa Marta, demasiado
débil para continuar y con solo su médico y sus ayudantes más cercanos a su lado. Muere
en la pobreza, una sombra del hombre que liberó gran parte del continente.

Análisis crítico.
Desde el nombre de la obra García Márquez nos anuncia la travesía que vamos a vivir
junto con el general. Un laberinto de sensaciones, historia y un gran golpe de realidad que
nos muestra el lado humano de un grande de la historia sudamericana. En ocasiones es
una parodia de la vida de un hombre que fue admirado por millones de personas pero que
al final se nos presenta su realidad, la triste realidad de cualquier mortal. La obra toca
muchos temas que nos dejan grandes indicios de lo que es la Colombia de hoy en día, los
intereses políticos, las traiciones y la corrupción ya existían en ese entonces. García
Márquez logra en esta novela transportarnos una y otra vez a el pasado y el presente del
general. Conocemos la travesía de su vida, sus amores, su temperamento inquebrantable
y su increíble prudencia. La forma tan particular en que García Márquez nos habla de las
mujeres que transitaron por la vida del general es tan detallada a veces, pero tan real,
suena a cualquier hombre de esa época abordando de manera caballerosa, prudente y a
la vez picara este tema. De los amores del general se menciona al más importante
Manuela Sáenz os la muestra el autor como una mujer fuerte, poderosa, inteligente y con
una paciencia y devoción inagotable hacia alguien que le demostraba poco o casi nada de
cariño. Aquello también es una muestra de cómo era todo en el pasado, la devoción casi
perpetua de las mujeres hacia los hombres que vivía y moría junto con ellos.
García Márquez se documentó profundamente para esta obra que no es solo ficción, la
odisea que vivió el Libertador (desprendido y mujeriego) desde Santa Fe hasta San Pedro
Alejandrino, en 1830.La forma en que nos dibuja esta época es impresionante, tan realista
y detallada. El lenguaje, las costumbres y hasta los objetos y acciones más comunes y
cotidianas nos hacen sentir que vamos en ese viaje. Los personajes, auténticos: Don José
Palacios, su más leal servidor, Manuela, su última amante y también los personajes
políticos: Páez, Santander, Sucre. No se siente como leer una novela, es más bien la
sensación de leer un relato de los últimos días de Simón Bolívar.
Gabriel García Márquez ironiza la última etapa de vida de un héroe que libero lo que son
hoy 5 países, lo hace de manera real y humana, tanto que se siente empatía por el
libertador al sentir que es la historia de cualquier ser humano. Una lectura nada forzada,
un viaje por la historia de Colombia con todo lo que un viaje conlleva, cosas buenas,
malas, peores, pero sobretodo reales.

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