María Acaso, es líder en España y América Latina dentro de la denominada “Revolución
Educativa”, también es coordinadora de la escuela de educación disruptiva de la fundación Telefónica, es directora general de la asociación “Pedagogías invisibles” y profesora e investigadora especializada en el área de educación artística en la Universidad Complutense de Madrid. Esta revolucionaria académica, da una conferencia en donde inicialmente presenta el mundo actual y que tipo de mundos son los que controlan y limitan las acciones de las personas. Uno de esos mundos es el de la hiperalidad, en donde las imágenes hablan más que la realidad propia; hace algunas años, basado en mi opinión y en experiencias propias, no ocurría este fenómeno en las escuelas, ya que a los niños se nos explicaba de cómo era la realidad con ejemplos de la vida cotidiana sin necesidad de recurrir a imágenes, sin embargo esto sucedía porque los padres no nos permitían tener una interacción más cercana y frecuente con dispositivos electrónicos como celulares o computadores y solo podíamos ver una realidad, que era lo que ellos y los profesores nos enseñaban. Otro mundo que está muy relacionado con el anterior, es el del hiperconsumo, el cual está fundamentado en imágenes que imponen un estereotipo en la sociedad. En la conferencia definen a los medios de comunicación como los educadores de los pequeños. Si retrocedemos unos 10 años, los educadores eran única y exclusivamente los profesores, eran esas personas que se concebían como sabios que contenían mucha información para proporcionarnos y al no tener impuestos unos prototipos o modelos a seguir no existía ese miedo a actuar de forma natural y transparente. A pesar de que en mi educación, la informática, medios de comunicación y tecnología, no hayan estado muy presentes, hay que reconocer que las escuelas en gran parte, siguen siendo eso lugares en donde muere la pasión por el conocimiento como lo indica María Acaso en la conferencia. En muchas ocasiones, la curiosidad era la principal característica que teníamos en el aula de clase ya que al no conocer muchas de las cosas que escuchábamos o veíamos, inmediatamente surgía una incertidumbre por conocer esa cosa misteriosa y desconocida. Esa sensación era anulada por los maestros porque ellos solo querían y tenían un propósito al momento de impartir una clase y era que los alumnos estuviéramos callados recibiendo la información, para luego copiar lo que el profesor dictaba e ir a la casa a repasar de un cuaderno lleno de letras y números que no tenían ninguna profundización en nosotros. En la conferencia se hablan de unas características que tiene la pedagogía sexy que emplea Maria Acaso en su proceso de enseñanza/aprendizaje, una de esas características es la participación que debe de tener el alumno, su intensión se convierte en la mejor forma posible para que los estudiantes se integren al proceso educativo y puedan de una forma dinámica y responsable, participar en el compartir de conocimientos. Esa participación no fue posible en mi colegio, ya que el profesor, a pesar de que hiciera participar a algunos estudiantes, pretendía que con nuestra participación diéramos respuestas correctas y exactas para las preguntas que el mismo profesor nos había generado. Ese hecho, corta las alas de los estudiantes que no solo traen ideas y maneras distintas de ver la vida, sino que al no permitir su participación con respuestas genuinas, pierden la posibilidad de saber cuáles son las necesidades de cada una de esas pequeñas personas en constante transformación. La relación que existía entre el docente y el alumno era muy sistemática y disciplinada. El docente transmitía la información a sus alumnos, y estos, se dedicaban a solo recibir la información, no había posibilidad alguna de que el estudiante enseñase al profesor haciéndole ver las cosas desde otro ángulo. Lo desconocido era algo que estaba muy lejos del alcance de los niños, ya que el profesor y la escuela en general, con su estructura y reglamento, impedían abrir las puertas a ese mundo de incógnitas. Solo mostraban cosas básicas como números, figuras, animales y colores, todo tenía un plan para ser presentado, era en definitiva, algo monótono y predecible, no existía ese extrañamiento que se exhibe en la conferencia, al no existir esa motivación y esa sorpresa, cuando se recibía la información, no se llegaba a una satisfacción plena de la necesidad de aprender. Ese pasado que viví no es muy distinto al que se evidencia hoy en día. Los niños asisten a clase, todos con un mismo uniforme y con los mismos libros para ir a recibir información por parte del profesor, con una única intención, la cual es memorizar todas esas palabras que carecen de significado e importancia para un niño. Pienso que la implementación del modelo pedagógico que plantea María Acaso, es una gran alternativa y es el camino correcto para cambiar y revolucionar esa educación que existe en la actualidad que pretende elaborar únicamente personas que se limiten a laborar.