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7.2 Las propiedades eléctricas asociadas con las rocas
Los métodos eléctricos se basan en tres fenómenos y propiedades asociadas con rocas
1. Resistividad específica
La resistividad específica se define como la resistencia R de un cilindro conductivo con una
longitud unitaria l y una dimensión unitaria de su sección transversal S. Supuesto que la
resistividad específica del cilindro conductivo sea r , la longitud sea l, la dimensión de la sección
transversal sea S, la resistencia R se expresa como sigue:
R = ( S)/l.
J = (1/) E o J = E,
Los factores, que determinan la resistividad eléctrica de una roca, son los siguientes:
Porosidad
Composición química del agua, que llena los espacios porosos de la roca, como su
salinidad por ejemplo.
Conductividad de los granos minerales, aún en la mayoría de los casos es un factor
mucho menos importante en comparación a los dos factores anteriores.
En las rocas porosas situadas encima del nivel del agua subterránea en una profundidad somera
del subsuelo y en las rocas situadas en profundidades tan altas, que todos los espacios porosos
están cerrados por la presión ambiental, la corriente se mantiene en forma de la conducción
electrónica y ocurre adentro de los granos minerales. En estas condiciones la resistividad
eléctrica depende de las verdaderas propiedades microscópicas de la roca.
En el caso de las rocas, cuyos espacios porosos están saturados con fluidos la resistividad
eléctrica de la roca depende en primer lugar de la resistividad de los fluidos. El mecanismo
conductivo principal es electrolítico.
Una relación empírica llamada la ley de ARCHIE describe como la resistividad eléctrica , la
porosidad y la resistividad del fluido w dependen entre sí.
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s = porción de los espacios porosos llenados con agua u otro tipo de fluido
n2
a es una constante con 0,6 < a < 2,5
m es una constante con 1,3 < m < 2,5.
Todos los métodos eléctricos sensibles para la resistividad y empleados en la superficie detectan
la resistividad eléctrica total de un volumen de roca situada en cierta profundidad (in situ). Los
valores de resistividad eléctrica obtenidos de esta manera reflejan la combinación de los efectos
de todos los mecanismos conductivos.
Valores de resistividad específica en m para varios tipos de rocas saturadas con agua
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No se puede encontrar una diferencia consistente entre los rangos de resistividad de los varios
tipos de rocas. Estadísticamente la resistividad específica de las rocas metamórficas y las rocas
ígneas parece ser mayor en comparación a la de las rocas sedimentarias.
Los contrastes en la resistividad específica de las rocas, que construyen el subsuelo permiten el
levantamiento electromagnético en la superficie y relacionar sus resultados con estructuras
geoeléctricas situadas en la profundidad.
Algunas rocas tienden tener una resistividad específica anormalmente baja o es decir una
conductividad anormalmente alta respecto con las rocas en sus alrededores. En estos casos se
puede ubicar tales rocas midiendo las anomalías de resistividad en la superficie.
Muchos sistemas geotermales están asociadas con rocas altamente conductivas situadas en la
profundidad.
Los métodos eléctricos y electromagnéticos no alcanzan las resoluciones altas de las reflexiones
sísmicas.
Actividad electroquímica
Constante dieléctrica
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Algunos valores de la constante dieléctrica son:
Para el vacío = 1
Para la mayoría de las rocas compactas = 6 a 16 esu (unidades electrostáticas)
Para suelos húmedos y arcillas > 16 a 40 y 50 esu.
El método ‘potencial-drop-ratio’
El método ‘direct current resistivity-soundings’ = el método de sondeos de resistividad con
corriente directa.
Todos estos métodos se aplican entre otros en las exploraciones mineras, en la prospección de agua
subterránea y en la prospección petrolífera, donde la profundidad limitada de penetración y la naturaleza
conductiva de muchas estructuras prometedoras para llevar petróleo restringen las aplicaciones a
estructuras ubicadas en profundidad somera (5000pies = 1524m).
Consi Dos electrodos se insertan en el subsuelo y se aplican un voltaje externo a ellos, un flujo de
corriente atravesará por la Tierra desde un electrodo al otro. Las líneas de flujo de la corriente
siempre son perpendiculares a los planos equipotenciales. A lo largo de los planos o superficies
equipotenciales el potencial es constante. La variación del potencial o del voltaje
respectivamente superpuesto a los electrodos A y B se distribuye a lo largo del espacio ubicado
entre ambos electrodos. En un conductor homogéneo como supuesto en la figura arriba
presentada (ielect1b) el potencial respecto al electrodo A, que se observa a lo largo de un plano
vertical, que corta la superficie en el punto C (ubicado en la mitad entre los electrodos A y B)
tendrá la mitad del valor correspondiente al electrodo B. Si se podría medir el potencial en el
subsuelo se observará que el potencial tiene el mismo valor como en cada punto de la superficie
terrestre. Tal punto como D por ejemplo, donde la proporción de las distancias desde este punto
D hasta el punto A y hasta el punto B es igual a la misma proporción medida en la superficie
terrestre. En el caso de D la proporción es 1/3. La línea, que se extiende desde D hacia abajo y se
dobla debajo de A es la traza de la superficie equipotencial con respecto al plano vertical, que
contiene los electrodos A y B.
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La parte 2 (fig. ielec1bb) muestra donde una familia de las superficies equipotenciales interseca la
superficie, que contiene los electrodos A y B. Las líneas equipotenciales siempre son perpendiculares a
las líneas de flujo de corriente debido a que ningún componente de la corriente ubicado en cualquier
punto puede fluir a lo largo de una línea potencial
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El campo eléctrico E se define en cualquier punto con el gradiente de la función potencial V como sigue:
E = - V, donde -= gradiente y V = potencial.
El potencial se disminuye como 1/r, donde r es la distancia con respecto al electrodo de corriente.
Inyectando una corriente I a través de un electrodo situado en la superficie en un semi-espacio
homogéneo de resistividad r el potencial presente en otro punto P ubicado en una distancia r con respecto
al electrodo, que emite la corriente será:
= resistividad
En principio se puede detectar la configuración de las líneas equipotenciales en cada lugar de la superficie
terrestre a través de las mediciones de las diferencias de potencial o de voltaje, que ocurren entre un par
de electrodos colocados en la superficie terrestre. La variación de voltaje V refleja en la superficie la
interacción entre la fuente que conduce la corriente directa I por el medio resistivo y la estructura
geoeléctrica situada en el subsuelo. El objetivo de los sondeos de corriente directa (dc soundings) consiste
en deducir la naturaleza y la distribución de las resistividades eléctricas establecidas debajo de la
superficie terrestre a partir de las mediciones superficiales de la intensidad de la fuente emisora I
(corriente directa I) y los voltajes inducidos V.
Para la exploración el caso más sencillo es el caso 1-D (unidimensional) donde la variación de las
resistividades del subsuelo es completamente vertical, es decir donde la variación se produce a lo largo
del eje z correspondiente a la profundidad. En este caso el modelo geoeléctrico puede constituirse de
varios estratos horizontal y lateralmente homogéneos variándose discreta o continuamente a lo largo de la
vertical y cuya resistividad se expresa por el término (z). Generalmente en este caso con un aumento del
espaciamiento y de la extensión bidimensional de la corriente superficial y de los electrodos de voltaje se
logra la detección de las variaciones de la resistividad correspondientes a profundidades mayores. Este
hecho sigue siendo válido incluso en el caso que se producen algunas variaciones laterales o
heterogeneidades de las resistividades en el subsuelo.
Un ejemplo para el caso unidimensional consiste en una distribución muy regular del flujo de corriente
perturbada por cuerpos distintamente conductivos enterrados en el subsuelo (véase figura electri2.cdc).
Las anomalías conductivas tienden a concentrar las corrientes eléctricas mientras que los cuerpos
resistivos obligan las corrientes a desviarse alrededor de ellos.
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Resistividad aparente
En lo siguiente se considera un medio sólido semi-infinito con una resistividad uniforme . En este medio
se introduce una corriente I a través de dos electrodos A y B colocados en la superficie terrestre. El
gradiente de potencial se mide a través de dos otros electrodos puestos en las posiciones C y D entre los
dos electrodos emisores A y B, tal como la figura siguiente ilustra.
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La diferencia de potencial V, que se mide por un potenciómetro entre los electrodos C y D, es igual a V C
– VD = ((I )/2) ((1/r1) – (1/r2)) - ((I )/2) ((1/R1) – (1/R2)).
Expresado en unidades SI y empleando para la variación del potencial V la unidad voltas, para la
corriente I la unidad amperes y para las distancias la unidad metros se obtiene la unidad ohm-metros
(m) para la resistividad aparente a. El resultado no depende de las posiciones de los electrodos y no se
ve afectado cuando se reemplaza los electro
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Con esta configuración se determina la resistividad aparente de un medio homogéneo, semi-
infinito. La resistividad aparente se calcula conociendo la diferencia de potencial V, la
corriente I introducida en el subsuelo y los factores geométricos característicos para esta
configuración r1, r2, R1y R2. La diferencia de potencial V se mide por un potenciómetro colocado
entre los electrodos C y D y la intensidad de la corriente I introducida en el subsuelo se mide por
medio de un amperímetro colocado entre los electrodos de corriente A y B. Los factores
geométricos están determinados por la configuración de los electrodos.
Para calcular la resistividad aparente a se aplica la formula siguiente, la cual se ha deducido en la pagina
anterior, que lleva el bosquejo de la configuración:
El valor de la resistividad aparente a obtenido a partir de la última ecuación coincide con el valor de la
resistividad verdadera solo si la resistividad verdadera es uniforme en el subsuelo. En todos los demás
casos la resistividad aparente debe ser considerada una repuesta a la distribución actual de las
resistividades lateralmente homogéneas en el subsuelo basándose en las mediciones realizadas en la
superficie. Si los electrodos están colocados a lo largo de una línea y se aumenta su espaciamiento en
manera sistemática entonces la variación de la resistividad aparente en función del espaciamiento de los
electrodos permite determinar la variación de la resistividad con la profundidad aumentándose dentro de
los limites de resolución, los cuales dependen de la distribución vertical de las resistividades y de la
calidad de los datos.
En lo siguiente se considera un caso de dos estratos limitados por una interfase horizontal. El estrato
superior posee la resistividad 1, el estrato inferior tiene una resistividad 2 < 1. Entre los electrodos de
corriente A y B las líneas de flujo de la corriente se dirigen hacia abajo como ilustrado en la siguiente
figura, porque la resistividad mas baja 2 correspondiente al estrato inferior facilita el corrido de la
corriente en el estrato inferior. Por la misma razón, la corriente total es mayor en comparación con el caso
que el estrato superior se extendiera infinitamente hacia abajo. Cuanto mas alta la profundidad de la
interfase entre los dos estratos tanto más pequeño será el aumento del flujo de corriente. Cuanto mayor es
el espaciamiento de los electrodos de corriente en función con la profundidad de la interfase tanto mayor
será el efecto del estrato inferior de menor resistividad a la corriente, que fluye entre ambos electrodos.
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En el caso de dos estratos horizontales y en el caso que el espaciamiento es pequeño entre los
electrodos de corriente en comparación con la potencia e de la capa superior, la resistividad
aparente a sería igual a la resistividad 1 correspondiente a la capa superior, debido a que una
porción muy pequeña de la corriente penetraría por la interfase hacia la capa inferior.
En el caso de un espaciamiento grande entre los electrodos de corriente en comparación con la
potencia e de la capa superior la resistividad aparente a se acerca a la resistividad 2
correspondiente a la capa inferior, pues que la porción de la corriente correspondiente a la capa
superior se vuelve despreciablemente pequeña. La figura ilustra una curva esquemática de la
resistividad aparente en función del espaciamiento entre los electrodos de corriente para el caso
de dos capas con interfase horizontal. El comportamiento asintótico de la resistividad aparente
puede proveer una intuitiva guía en lo que concierne resistividades muy someras y muy
profundas.
Hoy día una variedad grande de configuraciones está en uso para los estudios a partir de la superficie. En
varias configuraciones los pares de electrodos de corriente y de potencial se orientan a lo largo de una
línea. Generalmente los electrodos de potencial se colocan entre los dos electrodos de corriente puestos en
los lados extremos del perfil. En lo siguiente se describe las configuraciones más comunes, las cuales son:
Configuración de Schlumberger
Configuración de Wenner
Métodos de dipolos
Configuración de Schlumberger
donde s = mitad del espaciamiento de los electrodos de corriente (en la figura AB/2)
V = diferencia de potencial
a = ( s2)/a (V/I).
Tomando en cuenta la precisión máxima realizable (posible a lograr) en la práctica un espaciamiento entre
los electrodos de potencial a < 0,05s es suficiente y la aplicación de la formula valida para el dipolo
puntiforme está permitida para delinear la resistividad aparente a partir de las mediciones del voltaje V en
terreno y para delinear la corriente I versus el espaciamiento de los electrodos de corriente s.
Configuración de Wenner
a = a (V/I).
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Métodos con dipolos
Los métodos con dipolos son más recientes en comparación con las configuraciones de Schlumberger y
de Wenner. Se los emplean frecuentemente, especialmente en la Unión Soviética antigua en los casos que
requieren una penetración profunda.
En la configuración de 2 dipolos, llamada configuración dipolo – dipolo (véase la figura puesta arriba)
los electrodos de corriente usualmente están en distancia larga con respecto al par de los electrodos de
potencial. Si el espaciamiento de los electrodos de corriente a es igual al espaciamiento de los electrodos
de potencial b y la distancia entre los centros de los pares de los electrodos es (n + 1) a, la resistividad
aparente determinada por esta configuración se obtiene a través de la formula siguiente:
El producto (n a) entrega la distancia entre los dos pares de electrodos y ((n + 1) a) es la distancia
entre los centros de los dos pares de electrodos.
Método de polo-dipolo
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En otra configuración colineal, en la configuración polo-dipolo se asume una distancia grande entre los
dos electrodos de corriente, es decir el segundo electrodo de corriente (electrodo infinito) se ubica en una
distancia muy grande con respecto al primero electrodo de corriente. Para tal configuración vale la
formula siguiente:
Método de polo-polo
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En la configuración polo-polo los electrodos de corriente y los electrodos de potencial poseen un
espaciamiento muy grande. La resistividad aparente se calcula como sigue:
a = 2 a (V/I).
Las resistividades aparentes determinadas a partir de las configuraciones con dipolos se delinean
comúnmente en un perfil seudotransversal a lo largo de la alineación de las mediciones. Tal perfil no se
puede considerar como una sección vertical ilustrando variaciones de resistividad. Los valores de a se
delinean para el punto, que subdivide la distancia entre el transmisor de la corriente y el receptor del
potencial (voltaje) en dos partes iguales. El eje vertical corresponde con el parámetro del espaciamiento n.
Aparte de las configuraciones colineales se emplean las configuraciones no axiales con dipolos (véase
fig.).
Interpretación
El modo más sencillo de interpretación de las delineaciones de resistividad con corriente directa es el caso
de la detección de una anomalía a lo largo de un perfil continuo. El único requerimiento consiste en la
identificación de la anomalía encima del nivel del ruido.
Los casos bidimensionales y tridimensionales con heterogeneidades laterales son mucho más complejos.
Su interpretación requiere la aplicación de algoritmos adecuados para tales modelos multidimensionales.
Casos complejos consisten por ejemplo en objetos no homogéneos y en la interpretación de estructuras
profundas caracterizadas por variaciones en las resistividades someras y en el relieve topográfico.
Algunos depósitos minerales caracterizados por anomalías de conductividad se pueden presentar por
medio de esferoides. Sus dimensiones y su profundidad se pueden calcular a partir de los datos de
resistividad aplicando formulas matemáticas diseñadas especialmente para estas formas geométricas. El
mismo procedimiento se puede aplicar en el estudio de estructuras geológicas huecas con un cierto
relleno.
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Secuencias estratificadas con interfases horizontales
Algunas soluciones teóricas están disponibles para el caso de unos pocos estratos discretos con
resistividades uniformes, pero distintas para cada estrato y separados por interfases horizontales.
Hummel (1932) ha elaborado la teoría para el caso de dos y de tres estratos con interfases horizontales
utilizando el método de las imágenes. Esta técnica se basa en la suposición que las fuentes de la corriente
se ubican en todas las posiciones de las imágenes reflejadas de los electrodos con respecto a todas las
interfases caracterizadas por una discontinuidad en resistividad en una de sus dos lados. Las reflexiones
múltiples resultan en un número infinito de tales imágenes reflejadas para cada interfase. Cada reflexión
provoca una pérdida de intensidad (comparable con un espejo parcialmente cubierto con plata) y las
reflexiones sucesivas corresponden con fuentes situadas en distancias incrementándose. Por tales razones
se debe considerar solo el efecto de los primeros múltiples para obtener un valor útil para el potencial.
Para el estrato superior de la potencia h y de la resistividad a1, que yace sobre un sustrato de potencia
infinita de resistividad a2, la resistividad aparente a es:
k = reflectividad de resistividad para configuraciones con corriente directa (un término parecido
al coeficiente de reflexión del método de las reflexiones sísmicas),
Como el modulo de k < 1, las series convergen es decir rápidamente se acercan a cero y se necesita solo
un número limitado de términos, cada uno correspondiente a una múltiple reflexión sucesiva, para formar
la suma.
Cuando se determina la resistividad aparente a variando los valores de a, las cantidades no conocidas h y
k se puede encontrar comparando las curvas observadas de a versus a con repuestas teóricas basadas en
varias condiciones asumidas para una secuencia de estratos.
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El caso de dos estratos se caracteriza por un substrato homogéneo de potencia infinita, que subyace un
estrato de potencia e definida. Para este caso se delinea una familia de curvas de patrón para distintos
valores de la potencia h y de la reflectividad de resistividad k para las configuraciones, que emplean la
corriente directa (resistivity reflectivity k = (2 - 1)/(2 + 1) ). La resistividad aparente (calculada a partir
de la formula valida para la configuración electrodos de Wenner a = 2 a (V/I) se delinea versus el
parámetro del espaciamiento a en la misma escala que la de las curvas de patrón. La curva de los datos
observados se compara con las curvas teóricas de patrón. Los valores correctos de h y k se deducen de las
características de la curva de patrón, que semeja en mayor grado a la curva de los valores observados.
(véase curvas de patrón correspondientes a la configuración de Wenner, en prep.).
Las curvas de patrón comúnmente se delinean a escala logarítmica como ilustra el diagrama con las
curvas de patrón para la configuración de Schlumberger (en prep.). La abscisa es el logaritmo de s/h,
donde s = mitad del espaciamiento de los electrodos de corriente y h = potencia del estrato superior. La
ordenada es el logaritmo de la razón de la resistividad aparente y su valor limite a1: a/1. Si la condición
de dos estratos con una interfase horizontal entre sí está cumplida, los únicos parámetros no conocidos
son la resistividad correspondiente al estrato inferior 2: y la potencia h. En tales diagramas logarítmicos
la curva experimental de resistividad, que se ajusta en la mejor manera a las mediciones realizadas en el
terreno será paralela a la curva de patrón aplicable. Si la potencia h del estrato superior no está conocida,
lo que generalmente es así, solo se necesita asumir un valor arbitrario para la profundidad para delinear
los datos experimentales. El valor de s/h de la curva de patrón que sigue lo más estrechamente la curva
basada en los datos observados permite determinar la potencia del estrato superior.
Hoy día la interpretación de casos unidimensionales de mediciones de resistividad con corriente directa
por medio de curvas de patrón tiene una importancia didáctica e histórica y está reemplazada por
algoritmos rápidos y eficientes disponibles para incluso computadores pequeños.
El método de la polarización inducida aplicado la primera vez el fin de la década 1940 ha sido utilizado
frecuentemente en la búsqueda de depósitos de sulfuros diseminados. Durante la década 1960 se volvió el
método más empleado de todas las técnicas geofísicas superficiales en la exploración minera.
Fundamentos
Algunas rocas y depósitos minerales no exhiben un potencial propio. Solo al dejar pasar una corriente por
las rocas a través de un par de electrodos de corriente se genera una polarización inducida en ellos, un
proceso comparable a la carga de un acumulador. Después de la interrupción de la corriente el potencial
generado se puede medir un cierto intervalo de tiempo todavía, mientras que se disminuye lentamente. Se
puede demostrar el voltaje inducido midiendo la diferencia de potencial entre dos electrodos colocados en
la superficie un intervalo de tiempo definido después de la interrupción de la corriente.
Cuando una corriente pasa por material terrestre, que no lleva minerales metálicos la cantidad de la
corriente se relaciona con el potencial solo por la resistencia óhmica de las formaciones rocosas
penetradas. Si las formaciones albergan minerales metálicas las corrientes provocan un intercambio de
iones, que ocurre en la superficie de contacto entre los minerales y los electrolitos disueltos en los fluidos,
que llenan los espacios de poros situados entre los granos. Tal intercambio electroquímico genera un
voltaje opuesto al flujo de corriente, que pasa por el material. Un voltaje adicional es necesario para
superar esta barrera creada por el intercambio electroquímico. Este voltaje adicional necesario para dejar
pasar la corriente por la barrera se denomina sobrevoltaje. Al apagar la corriente introducida en el
subsuelo los voltajes electroquímicos se diseminan paulatinamente. Los voltajes desintegrándose
paulatinamente se pueden medir un cierto intervalo de tiempo después de haber apagado la corriente
introducida en el subsuelo. El voltaje varía con el tiempo disminuyéndose paulatinamente como ilustra la
figura 18-52. La razón entre la amplitud del sobrevoltaje establecido inmediatamente después de la
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interrupción de la corriente y la amplitud del sobrevoltaje establecido brevemente antes de la interrupción
de la corriente es una medida para la concentración de los minerales metálicos en las formaciones
rocosas, que han sido penetradas por la corriente.
Procedimiento en el terreno
Las técnicas empleadas en el terreno para medir la polarización inducida semejan en muchos aspectos a
las empleadas para las mediciones de la resistividad. La corriente se introduce en el subsuelo con dos
electrodos. Para la transmisión de la corriente en el subsuelo se emplean transmisores. Por ejemplo el
'Induced Polarization Transmitter' (N250 I.P. Transmitter) de Crone se caracteriza por una potencia de
250W y un rango de voltaje de -120V, 212V (intensidad de corriente correspondiente I = 1,18A), 300V,
425, 600V y 850V (I = 0,3A). El potencial se mide entre dos otros electrodos después de haber
interrumpido la corriente. Generalmente se mantiene la configuración de los electrodos uniforme y solo
se varía la posición de la configuración lateralmente a lo largo de un perfil. Esta técnica es muy bien
adecuada para el reconocimiento de áreas todavía no conocidas.
Los datos provenientes de las corrientes alternas de frecuencias muy bajas usualmente se comparan a una
variedad de frecuencias.
Una técnica consiste en una sola interrupción repentina de la corriente directa pasando por el subsuelo y
en mediciones subsecuentes de las características de disminución del voltaje. La corriente pasa por el
subsuelo un intervalo de tiempo de 1 a 5 min. antes de interrumpirla. La duración del pulso debe ser
registrada precisamente. El voltaje transitorio se registra en intervalos poco espaciados después de la
interrupción de la corriente o se lo registra continuamente. Comúnmente se mide el área situado debajo de
la curva voltaje-tiempo (hasta el tiempo para que el voltaje no se puede registrar más) para determinar el
sobrevoltaje generado durante el corrido de la corriente.
La otra técnica hace uso de una serie de pulsos idénticos repetidos en intervalos cortos y uniformes. La
forma de la señal puede ser distinta en comparación con la señal generada por un solo pulso también si el
intervalo entre los pulsos repetidos es largo, pues que la señal disminuyéndose del primero pulso puede
superponer la señal correspondiente al siguiente pulso. El voltaje observado durante el periodo entre dos
pulsos se promedia y este promedio se usa para la interpretación de los datos.
Este método se aplica para medir las variaciones de la resistividad aparente en función de cambios de
frecuencia. La polarización que se opone a la disminución del potencial externamente aplicado tendría el
mismo efecto como una resistencia conectada en serie con la resistencia actual de las formaciones
excepto el caso que el efecto variaría con la frecuencia. En las rocas, que no llevan minerales que
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responden a la polarización inducida se producirá una disminución muy pequeña de la resistividad cuando
se aumenta la frecuencia, usualmente la disminución es menor a 1%. En el caso de rocas, que responden a
la polarización inducida la disminución de la resistividad será mucho mayor, de vez en cuando puede
llegar a 10 o 20% para un incremento de la frecuencia de 10veces. El porcentaje P de la disminución se
puede expresar por la formula siguiente:
Valores de para algunas rocas son según MARSHALL & MADDEN (1959 en DOBRIN & SAVIT,
1988):
Aplicaciones
Exploración de sulfuros diseminados: según ROGERS (1966, en DOBRIN & SAVIT, 1988) tomando en
cuenta ciertas limitaciones en lo que concierne las dimensiones, la profundidad y la concentración de los
sulfuros a través de la polarización inducida se puede detectar la presencia o ausencia de un depósito de
sulfuros diseminados en 80% de los casos solo aplicando este método y con un porcentaje mayor en
combinación con otros métodos de exploración.
Exploración de agua subterránea: localización del nivel freático. Experimentos de VACQUIER et al.
(1957 en DOBRIN y SAVIT, 1988)) con mezclas de arena y arcilla han mostrado, que las partículas de
arcillas pueden causar una polarización formando una barrera para el flujo de fluidos, que llevan
electrolitos y que pasan por el espacio poroso de la roca. Los intercambios iónicos en las moléculas de las
arcillas pueden provocar que la mezcla de arena y arcilla actúe como una membrana electronegativa. Una
interpretación adecuada de los datos de la polarización inducida puede resultar en la determinación de la
profundidad, en que ocurren tales efectos y la cual coincide con el nivel freático.
Los depósitos minerales a menudo se encuentran en distintos niveles freáticos (de acuíferos
respectivamente), especialmente si se extienden desde niveles cercanos de la superficie terrestre hasta
profundidades mayores. Debido a la alta conductividad de algunos depósitos minerales se genera en ellos
un elemento eléctrico, cuyo efecto se puede registrar en la superficie terrestre en forma de una diferencia
de potencial. El modelo de la figura (en prep.) se puede interpretar aproximadamente como un dipolo
vertical, el diagrama correspondiente (en prep.) delinea la distribución del potencial.
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Procedimiento de medición
El potencial se mide entre dos electrodos de potencial. Uno de ellos se instala en forma fija afuera del
área perturbada (matemáticamente se lo coloca en el infinito). Con el otro electrodo se establece una red
de estaciones de observación dentro del área perturbada. Los valores medidos se presentan en un mapa de
líneas equipotenciales.
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