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GEOLOGÍA DEL ORO EN EL MUNDO

El oro en el planeta Tierra

El oro se encuentra ampliamente distribuido por todo el globo terráqueo aunque en cantidades
muy pequeñas por lo que es un elemento poco común. La zona de la corteza terrestre que ha
podido ser explotada por el hombre, (una costra superficial de sólo 3 Km. sobre un radio de
6.370 Km.) contiene por término, medio según R.W. Boyle, 0.005 ppm (partes por millón).
Además hay oro en el agua de los mares y su proporción varía según sea el lugar y los estudios
realizados pasando de 1 mg/m3 a más de 10 mg/m3 que por poco que parezca supondría unos
10 mil millones de toneladas de oro en todos los océanos del mundo. Ningún método de
extracción es viable comercialmente, el oro se obtiene mundialmente de yacimientos,
explotados principalmente para este elemento, o como subproducto en la minería y
procesamiento de menas de níquel, cobre, zinc, plomo y plata. Los yacimientos primarios
ocurren en diferentes ambientes geológicos desde el Precámbrico hasta el Cenozoico. Mientras
que la mineralización de oro primario en el mundo se encuentra en las provincias metalogénicas
de rocas verdes y granitos (granite-greenstone belts), generalmente confinada a remanentes
irregulares de cinturones verdes, que ocurren en terrenos de gneises graníticos de edad
Precámbrica, habitualmente del Arqueano a Proterozoico temprano. Los cinturones verdes
están constituidos por rocas meta-volcánicas y meta-sedimentarias. Las rocas volcánicas
representan secuencias complejas que van de ultramáficas y básicas en la base a calco- alcalino
ácidas en el tope. Estos cinturones son ricos en concentraciones de mineral de oro, níquel,
antimonio, cobre, zinc y hierro. Muchos de estos yacimientos son considerados singenéticos con
las rocas en las cuales se encuentran, pero en algunos casos, los metales han sido removilizados
y posteriormente concentrados durante procesos de intrusiones graníticas, deformación
estructural y metamorfismo, aunque antiguamente el origen de los depósitos primarios de oro
se consideraba ligado a soluciones hidrotermales provenientes de intrusiones graníticas,
estudios recientes han puesto en evidencia que algunas mineralizaciones de oro están asociadas
directamente a secuencias volcánicas y a formaciones ferríferas de origen volcánico-exhalativo.

La concentración de oro asociado a arcos volcánicos alcanzó su máximo durante el Arqueano;


los grandes cinturones volcánicos auríferos de Canadá, Australia y Rodesia (actualmente
Zimbabwe), no han sido repetidos en menas de arcos volcánicos más jóvenes.

Los depósitos de oro más jóvenes, Mesozoico-Cenozoico (en ambientes eugeosinclinales), están
más bien relacionados a intrusiones graníticas posteriores. Algunos investigadores de las
provincias auríferas de arcos volcánicos arqueanos, están convencidos de que existe una
estrecha relación entre las rocas ultramáficas (volcánicas y ultramáficas con textura spinifex) y
los mayores depósitos de oro, si esta relación es válida para explicar la restricción de esta clase
de depósitos en el tiempo, podría ser válida también para explicar el patrón de confinamiento
de níquel al ambiente ultramáfico del Arqueano y del Proterozoico Inferior.

Origen de los yacimientos de oro en el mundo

El oro es de origen magmático. No existe una capa continua de magma fundido debajo de la
corteza sólida de la tierra, aun cuando a gran profundidad la temperatura de la roca debido a la
energía geotérmica interna de la Tierra es superior al punto de fusión, la enorme presión de la
carga de roca suprayacente impide la fusión. Sin embargo si fuera aligerada la presión, al ser
removida la roca suprayacente por la erosión, produciría combaduras hacia arriba y
fallamientos, seguido entonces por la fusión y por la producción de magma como resultado final.

Durante el enfriamiento del magma se genera el proceso de diferenciación, que separa los
minerales formados de las soluciones acuosas, originándose las rocas ácidas o básicas y las
soluciones mineralizadoras.

En el ascenso hacia la superficie, a través de la corteza terrestre, el magma obedece a ciertos


cambios en las soluciones, a medida que la temperatura y la presión disminuyen, los diferentes
minerales que existían en el fluido rocoso cristalizan y se separan siguiendo un orden de
saturación. El magma en su movimiento ascendente puede despegar bloques de rocas y separar
estratos o ser inyectado en fracturas y aberturas, formando grandes masas intrusivas como
batolitos, stocks o lopolitos. Durante este proceso se produce la diferenciación magmática, que
da origen a los fluidos magmáticos en los que se concentran algunos metales que originalmente
estaban presentes en el magma pero en escasas proporciones. Estas soluciones hidrotermales
transportan los metales desde la intrusión en consolidación hasta el lugar de la depositación del
metal y se le considera el factor de mayor importancia en la formación de depósitos
epigenéticos. Son soluciones calientes y supersaturadas que gradualmente pierden calor a
medida que aumenta la distancia a la intrusión y se aproximan a la superficie, al enfriarse
comienzan a depositar los minerales que traen en solución, formando así la serie de depósitos
conocidos como hidrotermales que según la profundidad y temperatura en que se forman
reciben los nombres de:

 Hipotermales: los formados por las soluciones a alta temperatura y presión (300º y 500º
C).

 Mesotermales: los formados por las soluciones a temperaturas y presiones moderadas


(175º a 300º).

 Epitermales: los formados a baja temperatura y presión.

El desplazamiento de las soluciones hidrotermales, desde su origen hasta el lugar de


depositación de las menas contenidas en ellas, depende de las aberturas que se hallan
disponibles en las rocas, es decir, de la porosidad y permeabilidad de las mismas. La mayoría de
los yacimientos de oro se han originado de estas emanaciones hidrotermales y unos cuantos se
han formado por metamorfismo de contacto del cuerpo ígneo intrusivo original en las rocas
adyacentes.

El oro es uno de los metales que se encuentra en la naturaleza en estado nativo, algunas veces
en cristales del sistema regular (cúbico) o bien en agujas o granos, dándose a estos últimos el
nombre de pepitas cuando son ya de cierta dimensión. Muchas de estas masas de oro son
bastante célebres bien sea por su peso o por su aspecto. El oro nativo en masas, más o menos
considerables, no ha sido solamente encontrado en los aluviones, sino que también en las rocas
ígneas y en los filones. No se encuentra en el estado de pureza absoluta puesto que casi siempre
se encuentra aleado con otros metales, sobre todo con la plata en forma de telururos y
seleniuros (Silvanita, Krennerita, Muthmannita, Nagyagita, Calaverita y Petzita). Los minerales
de oro y plata son difíciles de tratar y frecuentemente son abandonados por esta razón; en
cuanto a los telururos de oro, se les concentra mezclándoles con otros minerales de oro. Las
menas con oro corrientemente presentan como ganga al cuarzo, pero también pueden hallarse
carbonatos, turmalina, fluorita y se halla asociado a pirita, calcopirita o pirrotita. Comúnmente,
el oro está contenido en sulfuros básicos metálicos, en minerales afines o en subproductos de
oxidación.

Diferentes épocas de mineralizaciones de oro

La historia geológica de la tierra está marcada por un número de épocas de mineralizaciones


epigenéticas de oro, la mayor parte de las cuales ocurrieron en el Precámbrico, seguido de otras
de menor extensión en el Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico.

La formación de placeres auríferos ha ocurrido en todas las épocas geológicas, particularmente


en el Terciario y el Cuaternario. Si se acepta que los yacimientos de Witwatersrand (Transvaal)
de Sudáfrica son placeres, o placeres modificados, se tiene que la formación de grandes placeres
también ocurrió en el Precámbrico.

Durante el Precámbrico se originaron extensivos yacimientos epigenéticos de oro, siendo la


mayor parte vetas auríferas y zonas silicificadas.

En el Precámbrico en Sudamérica el área más intensamente mineralizada se encuentra en el


cratón de Guayana, parte del cual pertenece a Brasil y parte a Venezuela.

La historia orogénica de la era Mesozoica hace que, consecuentemente, su metalogenia sea


compleja. Los yacimientos asociados con la orogénesis del Mesozoico en las Cordilleras de
Sudamérica son menores y de poca importancia económica.

El Cenozoico es la última de las tres eras geológicas que incluye los períodos Terciario y
Cuaternario, ésta representa, fuera del Precámbrico, la época de mayor concentración de oro
epigenético en el mundo, así como de placeres.

El Terciario en Sudamérica fue una época de extensa mineralización particularmente de cobre,


plata y estaño, siendo el oro un acompañante de estas mineralizaciones. El oro se presenta en
pequeñas vetas dispersas y los reemplazamientos ocurren a lo largo de la Cadena Andina,
asociados con el Terciario y con las rocas intrusivas más antiguas. Los yacimientos de oro han
sido pequeños y de bajo tenor con excepción de algunos en Colombia, ubicados en la Cordillera
Central. En Venezuela sólo se han encontrado pequeñas manifestaciones sin importancia en las
Cordillera de la Costa.

Historia del oro en el mundo

El oro probablemente fue el primer metal que llamó la atención del hombre, ya que es uno de
los pocos que se encuentran en la naturaleza en un estado relativamente puro y resiste la acción
del fuego sin ennegrecerse o experimentar ningún daño. Por otra parte, como en el estado
nativo suele tener una gran belleza, ello atrajo poderosamente la atención del hombre primitivo;
a esta cualidad hay que añadir que, al revés de lo que aconteció con los otros metales, el oro no
pierde su brillo en presencia del aire, es relativamente blando y puede trabajarse fácilmente con
martillo, propiedad que les permitió hacer adornos, brazaletes, anillos y collares que se hallaron
como restos en las tumbas del hombre neolítico. Al final de la época neolítica el hombre
comenzó a sustituir la piedra por el metal; no se sabe como llegó a este resultado, pero es
probable que recogiera los metales que aparecen puros en la superficie de la tierra, como el oro,
la plata y el cobre.

Aunque el oro haya sido el primer metal que atrajo la atención del hombre, su utilización aún
para ornamentos de carácter simple no fue alcanzado hasta tanto que el arte de fundirlo no
fuera inventado en la edad de bronce. De todos modos el oro ha influido favorablemente en el
progreso de la civilización pues el afán de poseerlo ha llevado al hombre a explotar y colonizar
territorios.

En Egipto, a fines del paleolítico, seis milenios antes de nuestra era comenzó la edad del oro, no
había empezado aun la primera dinastía faraónica, cuando los ribereños del Nilo, adornaban con
mango de oro batido sus cuchillos de silex. El oro de Egipto en esa época provenía de Nubia, al
sur del Sudan, donde los placeres auríferos cubrían extensas áreas cuadradas que fueron
trabajadas hasta una profundidad de dos metros. Es muy probable que la minería de esos
placeres auríferos, comenzara en esa región 600 años atrás y mas tarde en esa área se comenzó
a trabajar en los filones auríferos. Los primitivos instrumentos utilizados en esos comienzos de
la minería del subsuelo, fueron martillos de piedra y la roca aflojada por calentamiento directo
por el fuego; una vez caliente se arrojaba agua fría provocando así el resquebrajamiento. Se han
encontrado objetos de oro en tumbas egipcias de la edad de piedra. Los primeros trabajos
mineros para la extracción de oro en Nubia que se tienen noticias, provienen de uno de los
monumentos de la Cuarta Dinastía, referente a un minero lavando oro. En Egipto se han hallado
los documentos más antiguos sobre el oro, ya que el signo que lo representa aparece en diversas
inscripciones de la época de las primeras dinastías Mefíticas y no solo esto, sino que Egipto según
parece ser fue la mayor potencia aurífera de los tiempos antiguos. Se desarrolló la metalurgia
del oro y la técnica minera hasta alcanzar un nivel elevado durante la dinastía de los Ptolomeos
tras la conquista de Alejandro Magno.

En China, se ha explotado oro durante milenios, la primera indicación de esta actividad está en
los artefactos de la dinastía Shang (1765 A.c.). Más recientemente la minería de oro considerable
se ha llevado a cabo en rocas del Arqueano-Proterozoico y en los terrenos más jóvenes en
Shandong, Yunnan, Kansu, Szechuan, y otras provincias.

En Corea, la minería de oro es igualmente una tecnología antigua que se remonta por lo menos
al principio de la era cristiana, en distritos mineros como Unsan, Nurupi, Sak Ju, y Sen Sen.

En Japón, la búsqueda de oro se remonta antes de la era cristiana; a juzgar por las evidencias
arqueológicas se introdujeron los métodos de buscar y minar el metal probablemente de Corea.
La mina Sado, en Isla Sado, en el Mar de Japón, la más grande productora de oro y plata en
Japón, se descubrió en 1542 y ha estado produciendo sin interrupción desde ese tiempo.

En India, la minería de gran escala, en India, empezó con la colonización de Mauryan de Deccan,
a finales siglo IV a.C. Se cree que el descubrimiento del campo de Kolar fue al principio de la era
Cristiana, probablemente en el campo de Hutti al norte. La minería moderna de la veta famosa
Champion Lode en el campo de Kolar, se redescubrió en 1873 y aproximadamente en 1880
empezó la explotación y ha continuado desde esa fecha.

En Mesopotamia, el oro era conocido y explotado antes de ser conquistada hacia el año 2000
a.C. Se ignora si de parte de Caldea procedía el oro; Persia, Armenia y Fenicia fueron productores
de oro mucho antes de nuestra era; Persia era rica en metales preciosos, Ciro y Darío en el siglo
VI A.c. reciben tributos en forma de oro hasta el punto que alcanzaron un gran poder tanto en
el interior como el exterior del país. Los Fenicios obtenían su oro valiéndose de transacciones
con los pueblos que visitaban; el mismo Heródoto relata, que los cartagineses navegaban por la
costa occidental de África a fin de cambiar sus mercancías por oro en los pueblos ribereños.

En Grecia, en los tiempos arcaicos y clásicos algunas de las islas Egeo especialmente: Tasas,
Samotracias, Imbros, Lammos, las regiones costeras y Macedonia fueron las principales fuentes
de oro para el mundo Griego. Los griegos clásicos aparentemente obtenían oro de Asia Menor.
En el año 353 a.C., Genofontes señalaba que los registros mas antiguos de las minas de oro de
Grecia se perdían en la más remota antigüedad; en Creta el arte de trabajar el metal aparece
con las piezas del tesoro de Midas durante el minoico. Con el objeto de satisfacer la demanda
se importaba oro de Egipto, Tracia es famosa por sus minas de oro, gracias a ella Pisitratos, hacia
550 a.C hallándose en el exilio adquiere una notable fortuna.

Los Romanos, explotaron las mismas fuentes de los griegos, descubriendo nuevos yacimientos
en España, El Danubio y Bretaña. El oro griego de Dacia fluyó todo el tiempo durante el control
del emperador Trajano. En el siglo IV d.C. aumentó la circulación del oro particularmente en la
forma de moneda; este incremento probablemente se debió a la época de Constantino cuando
se insistía que el pago de los impuestos y otras deudas al gobierno se efectuaran en oro. La
civilización romana estableció importantísimas explotaciones de oro, que después de la ruina de
Cartago, llegan al mas alto grado de su apogeo, a juzgar por los restos que de aquellos
prodigiosos trabajos que todavía quedan; todo ello revela que la industria del oro era muy
floreciente en esa época. Sin embargo, para comienzos del siglo V vinieron las invasiones
bárbaras y con ellas el derrumbamiento del Imperio, esto fue un grave golpe contra la industria
del oro, que durante mucho tiempo quedó reducida a la simple explotación esporádica de
algunas arenas auríferas. En el lapso del siglo V d.C. al siglo VIII d.C. decayó el suministro de oro
de las minas en el occidente de Europa, aún cuando existía suficiente metal en el mercado para
mantener la continuación monetaria de oro entre Francia y España. El oro cae en la oscuridad y
se interrumpe su comercio hasta después de la invasión árabe, cuando recobra un poco de vida;
en esta oscuridad la industria del oro se mantendrá por espacio de un milenio. La conquista de
los árabes en el Medio Oriente (Persia-Siria) en el siglo VII d.C. se refleja de inmediato en el
establecimiento de la moneda de oro de gran pureza (97%), que circula con gran profusión en
Europa Occidental.

En América, en su descubrimiento, a fines del siglo XV se inaugura la Edad Moderna, vuelve a


abundar el metal, en algunos países de América (México, Perú, Bolivia y Chile) se produjeron
grandes cantidades de oro que enriquecieron las capitales de Europa durante los siglos XVI, XVII
y XVIII. En Norte America la producción comienza en el siglo XIX en los Estados Unidos; en
Carolina del Norte en 1801 y en Georgia en 1829. En 1846 ocurrió el sensacional descubrimiento
de oro de placer en California, que culmina con la gran “fiebre del oro “ de 1849. La producción
se duplica y hacia 1853, los Estados Unidos se habían convertido en el principal productor de
oro en el mundo, posición que conserva por espacio de aproximadamente 50 años. En Canadá
los mayores descubrimientos de oro se encuentran en la Provincia de Ontario.

En Rusia, ha sido por mucho tiempo una fuente legendaria de oro. En Georgia, la tierra de
Cotchis en el río Phasis -el Rioni moderno- reporta haber proporcionado grandes cantidades de
oro, al igual que Persia donde se ha obtenido mucho oro de los scitianos, así como de varios
iraníes y otras tribus que habitaron la región de Ural-Uzbek-Altai, donde el camino dorado a
Samarkanda era ya conocido siglos antes de Cristo.
Con el tiempo el monopolio de la minería de oro se volvió exclusividad de los Zares Imperiales,
ellos explotaron los extensos depósitos aluviales y vetas primarias en los Urales, empezando
aproximadamente en 1774 y después en muchas partes de Siberia, sobre todo en la región de
Altai, donde se minaron los depósitos aluviales ya en 1820. En 1829, el depósito aluvial de Lena
se explotó primero y en 1840 los aluviales de Yenisei entraron en producción. Se trabajaron al
parecer primero los depósitos aluviales en el sistema del desagüe del Amur, alrededor de 1867,
y en el área marítima del Lejano Oriente parecen haber sido explotados alrededor de 1870 o
antes.
En años recientes, muchos más distritos de oro, depósitos aluviales y primarios (como el caso
de Muruntau, Uzbek) se han desarrollado y se ha incrementado la producción, convirtiendo a la
antigua Unión Soviética en el segundo productor más grande de oro en el mundo después de
Sudáfrica. No obstante, desde que la nueva Rusia abolió la red de campos de trabajo forzado de
prisioneros políticos y de guerra, muchos de estos depósitos no son económicos para la minería.

En Australia, en 1851 se hizo un gran descubrimiento algo similar al de California, lo cual


contribuyó en ascender la producción de oro en el mundo en más de seis millones de onzas, en
el lapso de 1850 a 1860. Esta producción declinó rápidamente hasta 1891.

En África Oriental, entró en Europa ya en el siglo X d.C., la mayoría de este oro venía por
caravanas del Sahara a Barbary y después a Europa, y sus fuentes originales fueron los reinos de
Ghana, Malí, y Songhai. Se dice que mucho de este oro vino de una región conocida como
Wangara (un afluente del Río Senegal, notorio por sus depósitos aluviales), pero considerando
la larga distribución de oro en África Oriental parece probable que el oro haya tenido una fuente
mucho más extendida. Los primeros visitantes y exploradores fueron los portugueses, seguidos
pronto por empresarios ingleses, franceses, holandeses, dinamarqueses y españoles.

Se cree que anualmente más de un cuarto de un millón de onzas de oro llegó a Europa de fuentes
africanas durante los siglos XV y XVI, basado principalmente en el trabajo de los nativos
africanos, los numerosos depósitos de oro, primarios y aluviales, se redescubrieron durante la
última parte del siglo XIX a lo largo de Senegal, Guinea, Sierra Leona, Ghana, Nigeria, y las otras
naciones de la Costa del Oro. Se desarrollaron los depósitos en los conglomerados auríferos
Precámbricos de Tarkwa a Ghana de una manera moderna durante el periodo 1876-1882 por
Pierre Bonnat, el padre de la minería de oro moderna en la Costa del Oro. En 1895, la Ashanti
Goldfields Corporación empezó trabajos en el distrito de Obuasi de Ghana, desarrollando los
depósitos de Ashanti y otras minas de las que han producido una gran proporción de oro, desde
1900 en los países de la Costa del Oro.

En Zimbabwe los nativos trabajaron los depósitos de oro quizás desde el principio de nuestra
era. La exploración antigua en las zonas oxidadas de depósitos del Precámbiano (Arqueanos)
fueron desarrollados después por métodos mineros modernos, al principio del siglo pasado. La
mina de Gaika se desarrolló en 1894, Globe y Phoenix en 1895-1900, El Dorado en 1905,
Antelope en 1908, Cam y Motor en 1909, Shamva en 1909-1910, y numerosas otras durante el
período 1895-1911.

En Sur Africa, se realiza el descubrimiento del “Gran Rand “, en 1896, una breve reseña histórica
del oro en esta región, señala que ella ha dominado la producción de oro en el mundo en todo
el siglo XX. El total acumulado desde 1900 a 1979 ha sido de 36.250 toneladas métricas de oro,
habiendo alcanzado su máxima producción en el año 1970, con un total de 1000 toneladas
métricas de oro para ese año. Esta producción según datos estadísticos representa
aproximadamente el 75% del total producido mundialmente, es decir que el mundo produjo
aproximadamente 48.500 toneladas métricas de oro en el lapso mencionado entre 1990 a 1979.

En Brasil, la consecuencia más importante de las expediciones entre 1690 y 1800 fue el
descubrimiento de yacimientos auríferos al mismo tiempo que la fiebre del oro convocó a miles
de personas que habían quedado ociosas en las plantaciones costeras, lo que también atrajo
inmigración nueva desde Portugal.

En el contacto con los indígenas los extranjeros se dieron cuenta de que algo muy valioso se
escondía en las entrañas de Brasil. Al igual que en otras zonas de Sudamérica, no faltaron
historias sobre una tierra distante donde el oro brotaba en el lecho de los ríos (el Dorado). Entre
esas historias estuvo la de Sarabuçu una montaña en cuya cima podrían quitarse piedras de
colores magníficos, verde y azul. En total casi 1.000 toneladas de oro fueron extraídos de la
región entre 1700 y 1800. El incremento de la minería en Brasil fue un importante desarrollo
que influyó en el curso de los acontecimientos. Fue consecuencia de la fiebre del oro el
incremento en la cría de ganado para proveer de carne y cuero a los centros mineros, además
de las nuevas ciudades emergentes que se formaban en lo que es hoy el Estado de Minas Gerais.

El oro como moneda

Las cualidades del oro, su presencia en todas partes, no en abundancia, su facilidad de


transporte, su inalterabilidad y su divisibilidad le han hecho representar un importante papel en
la economía del hombre desde sus comienzos en la historia, cuando el trueque pone en contacto
a dos partes y permite la discusión sobre la cantidad y calidad de los productos intercambiados.
A medida que este sistema de comercio se perfecciona crece la influencia de una tercera
mercancía que sirve como medida para apreciar los valores relativos en discusión; esta tercera
mercancía, es la antecesora de la moneda. El cobre sirvió como el primer metal monetario en
Mesopotamia, la plata le sucedió entre los años 2700 a 2500a. C.

El oro era muy raro y de escasa disponibilidad, y por ello no es empleado hasta más tarde,
primero como medio de referencia, incluso de pago, más aún como verdadera moneda. La
diferencia está entre simples lingotes de oro marcados o sellados que faciliten pagos, y el
verdadero instrumento monetario.

En Egipto, país rico, practicó por mucho tiempo el trueque antes de que algunos pagos fueran
efectuados en oro. Existen dudas de cuando la primera moneda fue un diminuto lingote de oro
de 14 gramos, en tiempos del Faraón Menees (3150 a.C). La economía egipcia dependía del
Estado, para que el comercio privado pudiera desarrollarse libremente y que la moneda de oro
pudiera circular en abundancia. .

Para la moneda, la etapa decisiva no queda superada más que a partir del momento en que se
bata el oro en forma de disco, con el sello y la garantía del soberano que la emite. La primera
moneda de oro es obra de Creso, rey de Lidia (550. a. C.), pesaba algo menos de once gramos,
estaba acuñada con el emblema del rey y dos cabezas de toro frente a frente. Es emitida en el
mundo griego, país que se limita a batir piezas pequeñas y ligeras. Por el Mediterráneo oriental
las monedas de oro llegan a Marsella y se extienden por todo Occidente. Más tarde Roma hará
un Importante aporte con la unificación monetaria: aparece el "Aurus" y después el "Solidus",
que dan nacimiento al sueldo. A partir de entonces, todos los estados del mundo tienen la
ambición de emitir monedas de oro, es la forma de consolidar su autoridad y poder exterior
sobre súbditos o sobre los demás países. Avanzando en el tiempo, se llega al siglo XVI, en que
los metales preciosos originan una de las primeras controversias económicas. Se ha producido
el descubrimiento de América, y es el momento álgido de la afluencia a Europa de oro y la plata,
procedente de ese continente. Esta avalancha de los metales preciosos ocasionó en Occidente
una considerable alza en los precios y el poder adquisitivo de la moneda descendiente.

El desarrollo de las relaciones comerciales y la afluencia de los metales preciosos provocaron


una revolución económica cuyas consecuencias políticas aparecen progresivamente; con el
advenimiento de las naciones modernas se establece la institución de un poder político central,
y la aparición del capitalismo comercial financiero, el método de conservar los metales poseídos
y al mismo tiempo el de vender y resistir a comprar. El oro se ha convertido en un vehículo de
circulación monetaria, en un instrumento de cambio político y en un símbolo del poderío de las
naciones.

Por muchos siglos los dos metales preciosos, el oro y la plata, se disputaron la primacía
monetaria. Los demás metales que han podido ser acuñados, no pretendieron alcanzar tal
rango: tanto el hierro como el estaño no han logrado desempeñar un papel de tipo monetario
más que en algunos países y por poco tiempo; el cobre y el bronce han sido tradicionalmente
reservados para que sirviesen de pequeñas monedas.
Entre el oro y la plata la batalla resultó desigual, el oro ha sido siempre el metal más escaso y
por lo tanto el más caro. De ahí que siempre se haya utilizado para realizar los pagos de cierta
importancia, mientras que la plata se reserva para saldar cuentas de poca cuantía.

El bimetalismo, heredado de siglos remotos, existe de hecho antes de figurar en las leyes.

A fines del siglo XVIII, cuando Estados Unidos de América, se consolida como República, es el
primer país en zanjar la cuestión, en su constitución acepta el doble patrón monetario. El antiguo
régimen de Francia, había dejado como herencia la utilización de ambos metales ya que en el
curso de los años que van de 1793 a 1803 las leyes monetarias que se suceden, protegen el
bimetalismo. En Inglaterra nadie piensa que el oro pueda convertirse verdaderamente en el
patrón monetario, pues la libra ha sido definida por un peso de plata.

Históricamente es en el año de 1816, cuando en Inglaterra es libre la acuñación de la plata en el


texto del decreto y aunque trata principalmente de la plata, establece verdaderamente el código
fundamental del patrón de oro.

En 1821, cuando en Inglaterra, después de haber liquidado el pasivo (secuela de un cuarto de


siglo de guerra), restablece la convertibilidad de sus billetes, la Banca de Inglaterra se halla
dispuesta a reembolsar en metálico todos los billetes que le fueron presentados al cobro en
metal de oro, por supuesto que los pagos que excedían 40 chelines debían ser efectuados
obligatoriamente en oro.

Como se puede comprobar, entra en vigor el "Patrón Oro", sin que nadie lo haya sabido ni
deseado; que es como sigue: El "Patrón Oro" es el sistema monetario que caracteriza una
circulación de piezas de oro, disfrutando únicamente ellas de plena fuerza liberatoria, y de libre
acuñación, y que los particulares puedan, con los lingotes de oro, comprobados en el mercado,
obtener de la casa de la moneda, por igual peso, piezas de oro, sin más retención que un
reducido impuesto sobre la acuñación.

El Patrón Oro es el sistema monetario en el que cada unidad de moneda en circulación es


equivalente a una cantidad fija de oro, es decir en el que el valor en oro de la moneda viene
fijado por la ley. Sus principales reglas son:

1. No puede haber restricciones para la importación y la exportación de oro.

2. Todo el papel moneda puede convertirse en su valor nominal en oro.

3. Las reservas de oro deben ser mantenidas a un nivel suficiente que permitan satisfacer
todas las demandas efectuadas sobre ellas.

El Patrón Oro es el régimen de convertibilidad internacional monetario que estuvo en vigencia


en casi todos los países occidentales hasta la Primera Guerra Mundial. Estos países definían su
moneda como una determinada cantidad de oro.
Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial la mayor parte de los países volvieron al Patrón
Oro, pero esta vez el oro no circulaba con libertad, sino que se guardaba en forma de lingotes
en el Banco Central.
En la década de los 30 como consecuencia de la crisis de 1929, la posterior depresión, el cambio
de estructura financiera y de la productividad mundial, los países abandonaron el Patrón Oro.

Al encargarse Franklin Delano Roosevelt en 1933 de la presidencia de los Estados Unidos,


proclamó que "se debe establecer una moneda adecuada y sana", y en consecuencia el Gobierno
Federal se declaró dispuesto a comprobar el oro extraído de las minas americanas a un precio
aumentado. La onza de oro que valía 20,67 dólares, pasó a 31,36 y luego paulatinamente alcanza
los 34,45 dólares.
En 1934, según los acuerdos de Bretton Woods, el dólar quedó inmovilizado, en un punto que
situó la onza troy (poco mas de 31,1 gramos) de oro en 35 dólares.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, un nuevo orden monetario, definido en el año de 1941
en nuevos acuerdos de Bretton Woods, vienen a definir para cada moneda nacional una tasa de
convertibilidad con respecto a una divisa de las reservas, que haber ser el dólar convertible en
oro a razón de 35 dólares la onza troy de oro puro.

En 1960, por los temores de que se produjera una devaluación del dólar con respecto al oro, se
originó una brusca sacudida en las cotizaciones del mercado londinense, lo cual se registró un
día del mes de diciembre con la cotización extraordinaria de 40 dólares la onza. Hasta 1966, el
sistema funciona sin demasiados contratiempos. A partir de 1966, la demanda industrial y las
adquisiciones de los particulares absorben toda la producción de oro del mundo occidental.

A principio de 1968, la devaluación de la libra esterlina y el empeoramiento de la situación de la


balanza de pagos de los Estados Unidos, acarrearon una poderosa ola de adquisiciones
especulativas; los miembros del "pool" del oro con el objeto de mantener artificialmente la
cotización en dólares de la onza, tuvieron que sacar importantes cantidades de sus encajes de
oro, a fin de alimentar el mercado ya que no existía medio alguno de mantener artificialmente
dicha cotización en el mercado; las naciones miembros del "pool" resolvieron cesar toda clase
de intervenciones. De manera que a principios de 1968 en Londres, Zurich y París,
principalmente las transacciones del oro se realizaron libremente según las cotizaciones
determinadas por la oferta y la demanda de los particulares.

En el lapso 1972-1979, el precio del oro se cuadruplicó, la producción bajó en un 25 por ciento
debido a que se comenzó a explotar el mineral de baja ley, hasta entonces considerado anti-
económico. El mineral explotado hasta entonces cayó en un 40 por ciento, de 12,69 gramos T.
M. en 1972 a un nivel de 8,22 gramos T. M. en 1979.

Entre mayo de 1977 y mayo de 1979, el precio del oro pasa de 148,38 dólares la onza a 275,88
dólares. El 6 de junio de 1979 el oro abrió el mercado con el récord de 283,88 dólares la onza,
mercado de Zurich. Este nivel representa, aproximadamente, un aumento de 60 dólares por
onza, en comparación al nivel de enero pasado. Este ascenso se debió a lo que compradores
aspiraron a vender rápidamente con alguna ganancia fácil; eran representadas por instituciones
financieras norteamericanas y por países árabes quienes buscaban protegerse de la inflación
que ocurría en las naciones industrializadas y de las pérdidas de valor de las monedas
tradicionalmente fuertes.

El oro después de haber alcanzado precios de 517 dólares la onza en diciembre de 1979, 852
dólares la onza en enero de 1980, en febrero de 1980 710,50, 644 en marzo de 1980, registró
en abril, mayo, junio y julio cotizaciones que oscilaron entre 500 y 600 dólares la onza, para
alcanzar en septiembre un alto de 716 dólares la onza.

Cuando comienza la guerra Irán-Irak el precio bajó a 630 dólares la onza en octubre, aunque
registró posteriormente una cierta subida, debido a las especulaciones sobre los rehenes
americanos en Irán. Los rumores de que los países en guerra han vendido cierta cantidad de sus
reservas de oro, para hacer frente a los gastos ocasionados por las acciones bélicas, han influido
para mantener el precio del oro a cierto nivel, por lo que resta de año de 1980. El fenómeno que
ha situado el precio de la onza de oro desde 1968 hasta el presente, según un experto árabe, se
debe a la gran masa de divisas acumuladas por los países productores de petróleo que son
cambiadas constantemente por oro.

El estrecho vínculo que existe entre el oro y el petróleo ha sido señalado por una firma
londinense y también por Abu Dhabi, quien fue presidente de la Federación de la Cámaras de
Comercio y de los Emiratos Árabes Unidos; éste último ha dicho, “cada vez que el precio del
petróleo aumenta, aumenta el del oro y viceversa". Explica Dhabi que los países explotadores
de petróleo han acumulado tal cantidad papel moneda dólar que se ha visto la necesidad de
buscar una garantía contra la devaluación comprando oro. Un ejemplo de esto aconteció en
agosto de 1979, los países árabes productores, adquieren 652.000 onzas de oro de las 750.000
subastadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, a 301 dólar la onza, cuando
en el mercado el día anterior el precio de una onza era 299 dólares. En la subida del oro
convergen además factores que son la especulación, el capital flotante y el certificado del oro.

Hasta comienzos de la década del setenta los economistas afirmaban que el oro no podría ser
considerado como una inversión. Los ahorristas, las instituciones financieras y los gobiernos que
se han dedicado en la última década a adquirir monedas y lingotes de oro, al punto de
desestabilizar el sistema financiero internacional, han olvidado esas premisas.

El desmesurado incremento del precio que dominó en la década del 70 el precio del oro, ha
logrado acabar con el sistema de divisas concentrado en torno al dólar. En la actualidad el
mercado del oro es libre de precisiones y de especulaciones monopolistas. Encuentra sus
propios niveles de acuerdo con las leyes intemporales de la oferta y la demanda.

El sistema que regirá en los próximos años funcionará probablemente sobre la base de los
bloques monetarios dominados desde Europa, Estados Unidos y Japón, el oro se incorporará a
ese sistema como uno de los principales medios de preservación del valor.

La fuerte subida de la cotización comenzó en la década del 70 a posteriori de la no conversión


declarada del dólar estadounidense del 15 de Agosto de 1971. A esta fuerte subida le siguió una
sostenida caída situándose en 1982 en alrededor de 300 $ la onza. Los países y los organismos
internacionales emprendieron una firme política de desprenderse de sus existencias de oro,
alcanzando un valor mínimo de 251,70 $ la onza durante el año 2000. Como consecuencia de
que algunos importantes países europeos tomaron la decisión de limitar las ventas anuales a
400 toneladas, el precio del oro comenzó a activarse desde el año 2002 y el valor de la onza se
aceleró al compás del precio del petróleo y de las materias primas minerales y agrícolas. No cabe
duda que el oro ha quedado como una señal de riesgo de los problemas actuales de las monedas
mundiales.

La cotización del oro desde 1800 hasta la fecha es la que sigue (fin de cada año) (en dólares por
onza):
$/Oz $/Oz $/Oz

1800 - 19,39 1968 - 43,50 1991 - 379,90

1900 - 20,67 1971 - 43,80 2000 - 272,15

1934 - 35,00 1973 - 114,50 2005 - 517,20

1950 - 40,25 1974 - 195,20 2006 - 636,30

1961 - 35,50 1980 - 641,20 2008 - 863,00

Producción de oro en el mundo

Escasas estadísticas han investigado todas las producciones de oro que incluían hasta en los
siglos mas remotos y en las regiones mas apartadas; las posibilidades de documentación y los
datos que aportan, están posiblemente plagadas de inexactitudes; sin embargo sus
evaluaciones pueden ceñirse bastante a la realidad con un error relativamente admisible, las
estadísticas retrospectivas deben ser contempladas según los investigadores, no como
absolutamente correctas sino aproximadamente verosímiles.

Según el historiador René Sedillot, las inexactitudes relativas a las épocas mas remotas
revisten una importancia mínima, en efecto, la producción insignificante en sus orígenes, sin
gran trascendencia en lejanos milenios, se acrecentó considerablemente a medida que
aumentó la población en la tierra; al aumentar ésta, se intensifica su búsqueda y con ellos las
técnicas para su extracción.

Los historiadores han dividido la historia del hombre según las etapas del metal utilizado. La
primera etapa corresponde a la Edad del Cobre, lapso de 2400 años, del 4500 al 2100 a.C. La
extracción de ese lapso según los historiadores alcanzaría a 920 toneladas métricas, sobre esta
cifra África participaría con 730 toneladas, Asia con 140 y Europa con 50. El promedio anual
era menos de una tercera parte de una tonelada.
En la Edad de Bronce del 2100 a.C al 1200 a.C, lapso de 900 años, la producción según los
historiadores alcanzaría África a 2645 toneladas y Europa con 400 toneladas. Promedio de 3
toneladas anuales, esto es un incremento de producción que equivale a 8 veces de la etapa
anterior.

En la edad de Hierro del 1200 al 50 a.C, es decir un lapso de 1150 años, la producción de oro
alcanzaría según los historiadores a 4120 toneladas, de las que África participó con 1415
toneladas, Asia con 895 y Europa con 1810 toneladas o sea una producción anual de 3,6
toneladas aproximadas.

En la etapa que corresponde al Imperio Romano, del año 50 al año 500 d.C., lapso de 550 años,
la producción de oro alcanzaría a 2570 toneladas, de las cuales África participaría con 320
toneladas, Asia con 540 toneladas y Europa con 1710 toneladas, un promedio anual de 4,7
toneladas.
En la etapa que transcurre desde la caída del Imperio Romano hasta el descubrimiento de
America, del año 500 a 1492, lapso de aproximadamente 1000 años, donde comienza la época
de las invasiones de los Bárbaros y la Edad Media, la producción de oro disminuye y cae a 2312
toneladas, que corresponde 838 a África, 903 a Asia y 571 a Europa, el promedio anual
desciende a 2,4 toneladas.

Los 400 años que van desde el descubrimiento de América (1492) hasta la puesta en
explotación del distrito del Rand (Sur África 1890), o sea prácticamente los comienzos del siglo
20, la producción de oro alcanza espectacularmente la cantidad de 16.469 toneladas, que
corresponde: 1.579 para África, 1.116 para Asia, 2.647 para Europa y Siberia, 7.665 para
America y 3.462 para Oceanía.

En resumidas cuentas, para fines del siglo XIX el mundo produjo mas oro en los últimos cuatro
siglos que en el transcurso de los 6000 años anteriores, siendo el promedio anual para fines
del siglo XIX aproximadamente de unas 40 toneladas.

En el siglo XX, la producción de oro viene caracterizada por un salto hacia delante y luego
estancamiento. Dicho salto se produce al iniciarse el siglo, gracias a la presencia del oro Sur
Africano. En el lapso de 1900 a 1920, a pesar de la primera Guerra Mundial el mundo produce
tanto oro como todo el siglo XIX. En el lapso de 1921 a 1940 se incrementa la producción
estimulada por la crisis económica imperante que hace disminuir los salarios y las
devaluaciones monetarias que suben el precio del oro. En 1940 se alcanza una producción
tope de 1.275 toneladas.

Durante el periodo de 1941 a 1945 segunda Guerra Mundial, la extracción de oro se estabilizó
momentáneamente; pero al renacer la paz se establece el nivel de producción que existía
antes de la contienda.

El decenio de 1961 – 1970 representa una producción como toda la del siglo XIX, con pocas
toneladas de diferencia; la producción de 1970 alcanzó una nueva cima, llegando
aproximadamente a las 1.800 toneladas de oro estabilizándose la producción. Es evidente que
el oro pierde aliento al llegar a esa cifra de producción, no por que falten yacimientos sino por
que el precio marcado impuesto por el bloque de oro a una tasa de 35 dólares la onza, no es
un incentivo para incrementar la producción.

A partir de 1971 el precio del oro comienza a sufrir un alza en todos los mercados del mundo, y
en el lapso de 1970 al 1979 alcanza cifras jamás señaladas en su historia; lo que trajo como
consecuencia el incremento de las reservas de bajo tenor, las cuales eran consideradas
antieconómicas en relación a los precios anteriores.

La producción acumulada de Sur África de 1900 a 1979 fue de 36.500 toneladas de oro,
habiendo alcanzado su máximo de 1000 toneladas métricas en el año de 1970; desde ese año
hasta 1979 la producción fue de un promedio de 700 toneladas métricas. La producción para el
año 1979 fue de 715 toneladas métricas. Se estimó un aumento en la producción para los años
siguientes. La producción de oro de Sur África para el siglo XX representa aproximadamente un
70% de la producción el mundo excluyendo a Rusia.

Resumiendo las cifras que han investigado los historiadores y economistas desde los
comienzos de la historia del oro hasta 1979 alcanza un total de 77.358 toneladas métricas.
Para la producción total del oro en el mundo en sus 6000 años de historia, de los cuales más de
la mitad (48.500 toneladas métricas) han sido producidas en siglo XX (1900 a 1999).
El principal productor, aunque disminuyendo su participación, sigue siendo Sur África con el
11,1%. Le siguen los EUA con el 10,5 %, Australia con el 10,2 %, China con el 9,7 %, Perú con el
8,2 %, Indonesia con el 6,8 %, Rusia con el 6,2 % y cantidades menores para otros países. En la
actualidad la mayor producción de oro anual ha sido de 2.467 toneladas métricas.

Fuente: López, V. 1981, M.E.M., cuadro N° 2


Fuente: López, V. 1981, M.E.M., cuadro N° 4
Reservas mundiales de oro

Las reservas mundiales de oro han sido siempre problema, debido a los muchos factores que
influyen en su estimación en una u otra dirección.
El “Bureau of Mines” de Estados Unidos estima las reservas de oro de Sur África en 500 millones
de onzas, o sea 16.430 toneladas métricas; cantidad que representa el 50% de las reservas
totales de oro en el mundo.

A su vez el “South African Mineral Bureau” ha estimado las reservas de Sur África en 16.500
toneladas métricas o sea en 577 millones de onzas cerca del mismo orden de magnitud que
calcula el “Bureau of Mines” de Estados Unidos.

Otros investigadores han estimado las reservas de oro en el mundo en 53.824 toneladas
métricas, cuya cantidad el 50 % provendrían de Sur África.

La Comisión del Oro del Congreso de EUA estimaba que las reservas por extraer de Sur África
eran de aproximadamente 15.550 toneladas. Las existencias de la ex-URSS se calculaban en un
volumen similar. Las existencias de los yacimientos en otros países se estimaban en 60.000
toneladas. En 1984 se consideraba que restaba por extraer alrededor de 91.000 toneladas. De
hecho entre 1985 y 2007 se extrajeron 53.000 toneladas por lo que las reservas en yacimientos
no superarían en la actualidad las 40.000 toneladas.

Bibliografía

www.sattvacapital.net/pdf_files/Una-Breve-Historia-del-Oro.pdf

sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/libros/2007/cyamientos/cap01.pdf

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