La cebada, subproducto energético y

proteínico para el ganado

Durante algunos años, este cultivo se empleó como suplemento bovino en Colombia, por su alto
contenido de energía y fibra. Hoy en día, algunos ganaderos han llegado a acuerdos con cervecerías
para utilizar el afrecho de esta planta.

La cebada es un cereal de 2 envolturas de películas que recubren el germen y el resto del

grano. Es el quinto cereal más cultivado en el mundo, con 53 millones de hectáreas en todo
el planeta.

esta planta.

La cebada es un cereal de 2 envolturas de películas que recubren el germen y el resto del

grano. Es el quinto cereal más cultivado en el mundo, con 53 millones de hectáreas en todo
el planeta.

Se emplea principalmente en la elaboración de la cerveza. De este proceso, que incluye la selección

de la cebada, el maltaje y la fermentación, resultan materias primas que pueden aprovecharse para
alimento animal. (Lea: Proyecto de siembra de cebada en Boyacá es un hecho)

La principal de ellas es el afrecho, que es el residuo seco extraído de la malta de cebada o mezclada
con otros granos. Tiene altas cantidades de proteína cruda y energía, por lo cual se puede
suministrar tanto a especies monogástricas (aves, cerdos, caballos) como a poligástricas
(vacas, ovejas y cabras).

Alex Fernando Gutiérrez, experto en nutrición bovina, explicó que en Colombia la mayoría de los
ganaderos que utilizan el afrecho hacen acuerdos con cervecerías para adquirir este subproducto,
que compite con ingredientes más costosos como la torta de soya y el algodón.

“Se suministra sobre todo a animales en producción de leche, pues es un producto

lactogénico que tiene altos niveles de proteína y fibra”, comentó. (Lea: Cebada de
Cundinamarca, en la mira de Bavaria)

El afrecho tiene una composición de aminoácidos como lisina, meteonina y triptófano, así como los
subproductos del arroz y el trigo. Por el contrario, tiene bajos niveles de calcio, fósforo y potasio.
Por esta razón, el afrecho constituye una fuente proteica para los rumiantes.
Sin embargo, Gutiérrez explicó que la disponibilidad del subproducto depende de la temporada,
pues no está disponible todo el año para su consumo. Todo depende de las cervecerías, que son las
que suministran el afrecho a los productores. (Lea: Semilla de cebada le sigue el paso al cambio
climático)

“En Colombia no se usa tanto porque los cultivos de cebada en hatos ganaderos no son tan
comunes. Existen proyectos para sembrar la planta, pero la semilla es muy difícil
conseguirla”, afirmó.

En tiempos de escasez de alimento, Ernesto González Cely, profesional en Chiquinquirá de Gestión

Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, recomendó buscar subproductos
como suplementos que se produzca en la región como los afrechos de cebada. (Lea: ¿La
reingeniería del campo estará en los cambios de cultivo?)

Para suministrarla, debe tener cuidado de no dejarla más de 3 días almacenada, porque
puede desarrollar hongos que son dañinos para las vacas. Procure conseguirla seca, para que
pueda ser guardada por más tiempo.

Pueden suministrarse entre 8 y 15 kg de afrecho en sistemas estabulados. Sin embargo, si se usa

por mucho tiempo, las vacas pueden presentar hígado graso, por lo que solo se debe usar en
épocas en que las vacas presentan deficiencia de proteína.

“Los animales deben consumir el afrecho relativamente fresco, porque los procesos de
fermentación son rápidos. O también hay personas que lo ensilan y luego se lo dan a los
bovinos”, aseguró Gutiérrez.
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Propiedades de la cebada
Es un alimento con muchas más posibilidades nutricionales y gastronómicas que las
que le hacen aparecer como el ingrediente básico de la cerveza.

Es una buena fuente de energía, especialmente de hidratos de carbono de asimilación

lenta y resulta remineralizante por su contenido en potasio, magnesio, calcio, hierro
y fósforo.
Pero su mayor tesoro son sus oligoelementos, entre los que destaca el antioxidante
selenio, el cinc, el manganeso y el cobre, que la convierten en alimento ideal en
estados carenciales.

Además, la cebada es rica en varias vitaminas del grupo B (B1, B3 y B6).

Aunque no tiene tanta proteína como el trigo, su aporte no es desdeñable (casi un

10%). Su fibra soluble, rica en betaglucanos, se asocia a la prevención de
enfermedades cardiovasculares.