1.
- Gioconda Belli
Reglas del juego para los hombres que quieran
amar mujeres
I con la mirada puesta en el futuro.
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer la que anida en mí,
la golondrina
transparente de la ternura.
II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.
III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.
IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.
V El amor de mi hombre
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca para descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones
la amiga con quien compartir sus íntimos
secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.
VI
El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si necesario.
VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del
enamoramiento
en una plaza pública llena de multitudes
Podra gritar —te quiero—
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.
X
no le huirá a las cocinas
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron
separados
como seres de distinta estatura
XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme o etiquetarme, no me llamaba
me dará aire, espacio, no me escribía
alimento para crecer y ser mejor, no me visitaba
como una Revolución y a veces
que hace de cada día cuando juntaba yo el coraje de llamarme
el comienzo de una nueva victoria. para decirme: hola, ¿estoy bien?
yo me hacía negar
* * * * * *
llegué incluso a escribirme
Y Dios me hizo mujer en una lista de clavos
a los que no quería conectarme
Y Dios me hizo mujer, porque daban la lata
de pelo largo, porque me perseguían
ojos, porque me acorralaban
nariz y boca de mujer. porque me reventaban
Con curvas
y pliegues al final ni disimulaba yo
y suaves hondonadas cuando yo me requería
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos. me daba a entender
Tejió delicadamente mis nervios finamente
y balanceó con cuidado que me tenía podrida
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre y una vez dejé de llamarme
y me inyectó con ella y dejé de llamarme
para que irrigara
todo mi cuerpo; y pasó tanto tiempo
nacieron así las ideas, que me extrañé
los sueños, entonces dije
el instinto. ¿cuánto hace que no me llamo?
Todo lo que creó suavemente añares
a martillazos de soplidos debe de hacer añares
y taladrazos de amor, y me llamé y atendí yo
las mil y una cosas que me hacen mujer todos y no podía creerlo
los días porque aunque perezca mentira
por las que me levanto orgullosa no había cicatrizado
todas las mañanas sólo me había ido en sangre
y bendigo mi sexo. entonces me dije: hola, ¿soy yo?
soy yo, me dije, y añadí:
hace muchísimo que no sabemos nada
2.- Susana Thénon yo de mí ni mí de yo

CANTO NUPCIAL (TÍTULO PROVISORIO) ¿quiero venir a casa?

me he casado sí, dije yo

me he casado
me he dado el sí
un sí que tardó años en llegar
años de sufrimientos indecibles
de llorar con la lluvia
de encerrarme en la pieza
porque yo -el gran amor de mi existencia-
y volvimos a encontrarnos
con paz
yo me sentía bien junto conmigo
igual que yo
que me sentía bien junto conmigo
y así
de un día para el otro 3.- Alejandra Pizarnik
me casé y me casé
y estoy junta LA ENAMORADA
y ni la muerte puede separarme
esta lúgubre manía de vivir
* * * * * * * * esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
¿Por qué grita esa mujer?
hoy te miraste en el espejo
¿por qué grita esa mujer? y te fue triste estabas sola
¿por qué grita? la luz rugía el aire cantaba
¿por qué grita esa mujer? pero tu amado no volvió
andá a saber
enviarás mensajes sonreirás
esa mujer ¿por qué grita? tremolarás tus manos así volverá
andá a saber tu amado tan amado
mirá que flores bonitas
¿por qué grita? oyes la demente sirena que lo robó
jacintos margaritas el barco con barbas de espuma
¿por qué? donde murieron las risas
¿por qué qué? recuerdas el último abrazo
¿por qué grita esa mujer? oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
¿y esa mujer? pero cierra las puertas de tu rostro
¿y esa mujer? para que no digan luego
vaya a saber que aquella mujer enamorada fuiste tú
estará loca esa mujer
mirá mirá los espejitos te remuerden los días
¿será por su corcel? te culpan las noches
andá a saber te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
¿y dónde oíste desesperada ¡nada más!
la palabra corcel?
es un secreto esa mujer * * * * * * * *
¿por qué grita? Exilio
mirá las margaritas
la mujer A Raúl Gustavo Aguirre
espejitos
pajaritas Esta manía de saberme ángel,
que no cantan sin edad,
¿por qué grita? sin muerte en qué vivirme,
que no vuelan sin piedad por mi nombre
¿por qué grita? ni por mis huesos que lloran vagando.
que no estorban
la mujer ¿Y quién no tiene un amor?
y esa mujer ¿Y quién no goza entre amapolas?
¿y estaba loca mujer? ¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
Ya no grita un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
(¿te acordás de esa mujer?) aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra. por cuáles milagros,
La sombra no muere. Me pretendes blanca
Y mi amor (Dios te lo perdone),
sólo abraza a lo que fluye me pretendes casta
como lava del infierno: (Dios te lo perdone),
una logia callada, ¡Me pretendes alba!
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma, Huye hacia los bosques,
y sobre todo ángeles, vete a la montaña;
ángeles bellos como cuchillos límpiate la boca;
que se elevan en la noche vive en las cabañas;
y devastan la esperanza. toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
4.- Alfonsina Storni renueva tejidos
con salitre y agua;
TÚ ME QUIERES BLANCA habla con los pájaros
y lévate al alba.
Tú me quieres alba, Y cuando las carnes
e quieres de espumas, te sean tornadas,
me quieres de nácar. y cuando hayas puesto
Que sea azucena en ellas el alma
sobre todas, casta. que por las alcobas
De perfume tenue. se quedó enredada,
corola cerrada Entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
Ni un rayo de luna preténdeme nívea,
filtrado me haya. preténdeme casta.
ni una margarita
se diga mi hermana. * * * * * * * *
Tú me quieres nívea, FRENTE AL MAR
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba. Oh mar, enorme mar, corazón fiero
Tú que hubiste todas De ritmo desigual, corazón malo,
las copas a mano, Yo soy más blanda que ese pobre palo
de frutos y mieles Que se pudre en tus ondas prisionero.
los labios morados.
Tú que en el banquete Oh mar, dame tu cólera tremenda,
cubierto de pámpanos Yo me pasé la vida perdonando,
dejaste las carnes Porque entendía, mar, yo me fui dando:
festejando a Baco. "Piedad, piedad para el que más ofenda".
Tú que en los jardines
negros del Engaño Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
vestido de rojo Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
corriste al Estrago. Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.
Tú que el esqueleto
conservas intacto ¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
no sé todavía Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.
Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.
Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.
Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,
¡Aire de mar!... ¡Oh tempestad, oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.
Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y equivoca
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!
Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.
5.- Sor Juana Inés de la Cruz
Hombres necios que acusáis
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?
Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?
Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
Pues ¿para qué os espantáis
 de la culpa que tenéis? besarse sabiendo que nuestras salivas arrastran
Queredlas cual las hacéis besos denegados/ opacados/ apagados/
o hacedlas cual las buscáis. cercenados/ mutilados/ hambrientos/ que no son
solo los nuestros
Dejad de solicitar, que tu labios y los míos mientras rajan la tierra
y después, con más razón, la construyen
acusaréis la afición y hay una historia de besos que el espanto no ha
de la que os fuere a rogar. dejado ser
y que por eso te beso
Bien con muchas armas fundo lxs beso
que lidia vuestra arrogancia, me besás
pues en promesa e instancia besaremos
juntáis diablo, carne y mundo. por eso el beso
beso

Susy Shock

Oración a la Divina Trans

Señora de lo Trans
sucia de pelo a rabo
y tan bendita…
concédeme la voluntad
de alumbrarme y alumbrar
dame fuerzas para batallar
con mi espada brillosa de ideas
con mi lumpen mariposa de amar
y la humildad de saberme diamante
de mi propio crear…
Amén

Susy Shock

* * * * * * * *

BESO

Besarse en los rincones oscuros

besarse frente al rostro del guarda
besarse en la puerta de la Santa Catedral de
todas las Canalladas
besarse en la plaza de todas las Repúblicas
(o elegir especialmente aquellas donde todavía
te matan por un sodomo y gomorro beso)
besarse delante de la foto del niño que también
fuí
(y sentir que me hace un guiño para que siga,
que no pare, que no interrumpa, porque le gusta
ese beso…)