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COMPETENCIA
El enfoque por competencias se ha convertido en los últimos años en la orientación central de la cual
gira la gestión de la calidad en la educación superior, esto lo ponen de manifiesto el desarrollo y
establecimiento de proyectos internacionales bajo este mismo enfoque, tales como: la creación del
Espacio Europeo de Educación Superior, El Proyecto Tuning de la Unión Europea, El Proyecto Alfa
Tuning de Latinoamérica y el Proyecto “6 x 4”, entre otros.
De otro lado, se define la competencia (Tobón S. , 2008) como procesos complejos de desempeño con
idoneidad en determinados contextos, integrando diferentes saberes (saber ser, saber hacer, saber
conocer y saber convivir), para realizar actividades y/o resolver problemas con sentido de reto,
motivación, flexibilidad, creatividad, comprensión y emprendimiento, dentro de una perspectiva de
procesamiento metacognitivo, mejoramiento continuo y compromiso ético, con la meta de contribuir
al desarrollo personal, la construcción y afianzamiento del tejido social, la búsqueda continua del
desarrollo económico-empresarial sostenible, y el cuidado y protección del ambiente y de las especies
vivas.
De las propuestas anteriores asumimos que la competencia es un desempeño complejo que describe
la capacidad del individuo para realizar una función en diferentes contextos y estándares de calidad.
Cada competencia se logra con la adquisición y desarrollo de conocimientos (saber), habilidades (saber
hacer) y actitudes (querer hacer).
La evaluación con base en competencias tiene como referencia el proceso de desempeño de los
estudiantes ante actividades y problemas del contexto profesional, social, disciplinar e investigativo;
teniendo como referencias EVIDENCIAS y CRITERIOS, buscando determinar el grado de desarrollo de
las competencias en sus tres dimensiones: afectivo – motivacional (actitudes y valores); cognoscitiva
(conocimientos factuales, conceptos, teorías y habilidades cognitivas); y, actuacional (habilidades
procedimentales y técnicas). (Tobón R. C., 2006)
Desde esta perspectiva, (VERDEJO, 2009) plantea que la competencia se demuestra en la acción o
ejecución. Para poder evaluar el grado de dominio de la competencia es necesario contar con variables
observables y criterios de valoración. En una expresión coloquial se puede decir que la competencia es
la ejecución de la acción esperada, de forma rápida, bien hecha y de buen modo. Este sencillo
acercamiento nos dice que hay que explicitar los criterios de valoración y que serán muy diferentes
para cada profesión, lo que en el lenguaje académico equivale a hablar de la capacidad efectiva para
realizar una actividad o tarea profesional determinada y de los criterios de ejecución y evidencias de
realización.
El Currículo Basado en Competencias se desarrolla bajo un enfoque funcional1, a través del cual trata
de explicitar las acciones, sus resultados y los criterios de ejecución para un ejercicio profesional
competente para, posteriormente, realizar el análisis de los conocimientos, habilidades y actitudes que
entran en juego para poder llevar a cabo las acciones. La calidad se refleja en los criterios de ejecución.
Este enfoque permite una mejor aproximación a los productos y evidencias que demuestran la
adquisición y se puede determinar con especialistas los elementos para calificar el grado de dominio
de la competencia que puede mostrar un profesional. De igual manera, para entender el proceso de
evaluación basado en competencias el currículo se basa en un modelo constructivista porque se enfoca
en desarrollar competencias a partir de aprendizajes significativos situados en un contexto, por lo que
el sujeto construye su realidad a través de su proceso de aprendizaje, desde esta visión, podemos decir
que las competencias se desarrollan gracias a la existencia de conocimientos previos, de la estructura
cognitiva del estudiante y del surgimiento de situaciones problemáticas que llevan al individuo a buscar
una o varias soluciones; finalmente, el currículo tiene un enfoque humanista porque concibe la noción
de competencia en un sentido más amplio y profundo. El desarrollo de competencias debe centrarse
en la persona, quien genera y se apropia del proceso de aprendizaje con la ayuda de un facilitador.
La evaluación debe estar vinculada a un contexto determinado o a una situación concreta como una
evaluación integrada al proceso de enseñanza aprendizaje. Con un énfasis en los desempeños, criterios
de ejecución y que basa sus resultados en juicios de valor (Gonzi). El juicio o inferencia sobre el dominio
de la competencia se basa en la obtención de un conjunto adecuado de evidencias de desempeño que
se comparan contra los estándares o criterios de ejecución.
1
Busca detectar los elementos esenciales que contribuyen significativamente al logro del resultado deseado. Se
pregunta cuáles son las funciones esenciales en las que el estudiante debe comprobar su capacidad de
desempeño. La formulación del perfil de egreso se lleva a cabo en consulta tanto en el campo académico como
en el profesional.
Las evaluaciones de competencias se basan en los modelos centrados en las evidencias que se pueden
observar y valorar y que dan cuenta de la adquisición o dominio de la competencia. Para ello es
necesario contar con el perfil de referencia que describe las competencias, y para cada competencia
será necesario describir los elementos operacionales de la misma en términos de evidencias clave y sus
criterios de valoración (VERDEJO, 2009).
Lo que está a la base de las evidencias son los criterios de calidad que deben ser descritos en los criterios
de ejecución. Avanzar en esta tarea, sin duda, es un trabajo de colaboración entre académicos y
profesionales para establecer criterios de calidad que permitan el diseño de procesos y herramientas
de evaluación, y que permitan valorar las evidencias tanto por los formadores como por los actores
externos al proceso.
Para demostrar las competencias, los instrumentos de evaluación deben cubrir los requisitos
psicométricos de confiabilidad (reproducibilidad, las diferencias en los puntajes se deberán a
diferencias en el desempeño), validez de contenido (que se mida lo que se pretende medir) y validez
predictiva (predicción de la calidad y perfil de la práctica profesional). (VERDEJO, 2009)
Para elaborar una prueba de competencias, es necesario contar con el perfil de referencia definido por
competencias en términos de excelencia y no de criterios mínimos, identificar cuáles son las
competencias que se van a evaluar, elaborar la tabla de especificaciones que asegure que todas las
competencias están presentes en el examen y asegurar que cada competencia se evalúe en su contexto
y no aisladamente. Para evaluar las competencias se requiere un número amplio de tareas de las
diferentes competencias, lo que hace que las pruebas sean de larga duración.
La evaluación de las competencias no debe considerarse de forma aislada sino de forma sistémica para
asegurar la congruencia con los planes de estudio y las formas de enseñanza-aprendizaje.
• Se debe diseñar un contexto que refleje las condiciones bajo las cuales operará el desempeño.
• El estudiante debe actuar de forma eficaz con el conocimiento adquirido y producir resultados.
- Definir con exactitud las competencias a evaluar con sus respectivas dimensiones.
- Construir los criterios para evaluar las competencias de manera integral con criterios
académicos y profesional.
- Definir el tipo de evidencias que se deben presentar para llevar a cabo las evaluaciones
- Establecer las estrategias e instrumentos.
- Efectuar la evaluación.
- Analizar la evaluación con base en los indicadores.
- Determinar fortalezas y aspectos a mejorar.
- Retroalimentar de forma oportuna a los estudiantes y generar un espacio de reflexión sobre el
proceso y en torno a los resultados de evaluación.
CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN
Sistemática: Porque es un proceso que no se cumple de forma improvisada, sino que responde
a una planificación previa; porque está íntimamente ligada a la acción didáctica y por lo tanto
participa de todas sus actividades; y, responde a normas, criterios relacionados.
Integral: En su proceso valora todas y cada una de las áreas que integran la personalidad:
cognoscitiva, afectiva y psicomotora. Al proceder de esta manera evaluamos los
conocimientos, valores y habilidades del alumno que corresponden, respectivamente, al saber,
saber ser y saber hacer. La característica de integral implica superar la práctica de evaluación
centrada exclusivamente en el saber del alumno, para comprobar o verificar qué hace con lo
que sabe, es decir qué destrezas utiliza para demostrar lo que ha aprendido sobre esta área.
PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN
1) La evaluación se lleva a cabo para tomar decisiones que mejoren y aumenten el grado de
idoneidad.
Permite determinar cómo está desempeñándose el estudiante ante una actividad y cómo
demuestra las evidencias; para ello se tomará en cuenta diversos grados en las valoraciones
porque no se trata de definir los dos extremos “competentes” y “aún no competentes”, lo
importante es reconocer las diferentes potencialidades en los estudiantes.
En general debe buscarse siempre estrategias de evaluación que tengan como base el
desempeño, como por ejemplo la realización de proyectos de carácter científico o
empresarial, demostraciones clínicas, análisis de casos contextualizados, etc, estrategias
que permitan evidenciar y valorar integralmente las competencias específicas y
genéricas.
1. Autovaloración
Es realizada por el mismo estudiante con pautas entregadas por el docente, cuyos instrumentos
consideren ítems cualitativos y cuantitativos para que los estudiantes valoren la formación de
sus competencias.
Recomendaciones:
- La autoevaluación se aprende y los alumnos deben ejercitarse en esta práctica.
- Los docentes deben enseñarles a sus estudiantes a autoevaluarse, buscando con ello
que tomen conciencia por sí mismos de sus logros, errores y aspectos a mejorar
durante el aprendizaje de las competencias. Esto genera en los estudiantes una actitud
más responsable ante su propio aprendizaje.
- También es importante que los estudiantes evalúen tanto las estrategias como los
instrumentos de evaluación, con el fin de que aporten su experiencia en torno al
mejoramiento de la calidad. (Tobón R. C., 2006)
2. Covaloración
Este tipo de evaluación fomenta la intervención de los compañeros de equipo para valorar el
aprendizaje a un estudiante en particular con respecto a la presentación de evidencias y
teniendo como base unos determinados indicadores de desempeño y niveles de logro para
cada indicador de desempeño. La covaloración es un juicio sobre logros y aspectos a mejorar
basado en argumentos que tengan como referencia criterios consensuados. (Tobón R. C., 2006)
La auto y coevaluación impulsa la capacidad crítica frente a sí mismo, frente a los demás y a la
sociedad en general; propicia, en materia de evaluación, la independencia del estudiante
frente al docente; y, estimula en gran medida el crecimiento individual y grupal al generar
actividades que fomentan la: interacción, discusión en grupos, consulta democrática;
exposición de puntos de vista y la reflexión continua. (Rojas)
3. Heterovaloración
Este tipo de evaluación la lleva a cabo el docente como facilitador del proceso de aprendizaje,
consiste en un juicio sobre las características del aprendizaje señalando fortalezas y aspectos a
mejorar, teniendo como base la observación general del desempeño en las sesiones de
aprendizaje y también evidencias específicas.
El propósito esencial de esta forma de evaluación es conocer lo que otros hacen, juzgar qué
hace, cómo lo hacen, para qué lo hacen; y, emitir juicios valorativos acerca del proceso
educativo o pedagógico que se está juzgando. (Rojas)
El proceso de evaluación por competencias se basa en evidencias; es decir en pruebas que deben ir
aportando los estudiantes durante su proceso de formación con el fin de demostrar el desarrollo de las
competencias y sus correspondientes niveles.
- Son pruebas que presentan los estudiantes para demostrar sus competencias
- Permiten valorar los criterios
- Permiten organizar el proceso de aprendizaje
- Dan claridad a los estudiantes frente a cómo deben demostrar su aprendizaje
- Permiten documentar el aprendizaje de los estudiantes a través de un portafolios
Las evidencias se relacionan con las tres dimensiones de una competencia; de esta forma tenemos
evidencias de saber, evidencias de actitud y evidencias de producto
1. Evidencias de saber
2. Evidencias de actitud
Son pruebas de la presencia o implicación de unas determinadas actitudes que se expresan
como predisposición del estudiante frente a un determinado aprendizaje. Estas pruebas
pueden ser indirectas, porque con frecuencia las evidencias de producto o del hacer dan cuenta
de forma implícita de las actitudes de base.
4. Evidencias de producto
Son pruebas en las cuales se presentan productos específicos que dan cuenta de las finalidades
de la competencia de referencia, dentro de un marco de significación profesional. Este tipo de
evidencias requiere conocer muy bien el campo de acción de cada profesión y en especial de
cada competencia, junto con los requerimientos de calidad establecidos en el entorno
profesional para los productos. (Tobón R. C., 2006)
Las evidencias que son útiles en la evaluación de competencias, sean del tipo que sean, solo
son adecuadas si están relacionadas directamente con la competencia que evalúan, si permite
observar el desempeño del estudiante, si es posible documentarlas para que pasen a ser parte
del portafolio y si son de utilidad para el estudiante para demostrar los conocimientos y
habilidades adquiridos (Flórez, 2012)
1. Evaluación diagnóstica
Es la que se hace al inicio de todo curso con la finalidad de determinar cómo vienen los
estudiantes, cuáles son sus aprendizajes previos, cómo están con respecto al logro de
aprendizaje y la competencia o competencias que se pretende desarrollar en un determinado
curso. Este conocimiento es esencial para articular las estrategias didácticas y actividades
acorde con las características de los estudiantes. La evaluación diagnóstica se realiza teniendo
en cuenta indicadores de desempeño, niveles de logro para las competencias, estrategias e
instrumentos de evaluación. Posibilita información tanto cualitativa como cuantitativa (basada
en criterios)
2. Evaluación formativa
Tiene como meta esencial brindar retroalimentación a los estudiantes y docentes en torno a
cómo están desarrollando las competencias en un determinado curso, mediante la auto, co y
heteroevaluación con el apoyo de unos determinados criterios. Se analizan los progresos de los
estudiantes en la formación de las competencias teniendo como base en punto de partida, del
mismo modo, es necesaria la evaluación continua porque permite a los docentes mejorar
constantemente su acción didáctica. De otro lado, la evaluación continua busca averiguar las
causas por las que se han producido determinados resultados para poder arbitrar las posibles
soluciones que permitan el desarrollo adecuado del proceso de enseñanza y aprendizaje.
(Tobón R. C., 2006)
4. Evaluación de certificación
La certificación consiste en una serie de pruebas que se le hacen a los estudiantes o egresados
con el fin de determinar si poseen las competencias en una determinada área acorde a criterios
públicos de alto grado de idoneidad. Hay dos tipos de certificaciones:
- De la institución educativa que determina si los estudiantes poseen las competencias en
el nivel esperado al finalizar la carrera profesional.
- De organizaciones profesionales, que buscan certificar como tal las competencias
mediante análisis independientes y objetivos. (Tobón R. C., 2006)
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Los criterios de evaluación son pautas de valoración que sirven de referente para apreciar si el
estudiante alcanza la competencia definida en la formación2.
2
Adaptado de la Guía metodológica de Programación Curricular Modular para la Educación Superior Tecnológica.
3
CONEAU. 2009
Los criterios de evaluación deben derivarse de las evidencias o criterios de realización y responden a lo
siguiente:
La evaluación por competencias se basa en estándares por lo que las evidencias de entrada, los criterios
de evaluación, las evidencias de desempeño, de conocimiento y de producto, todos son estándares, ya
que un estándar es un criterio público.
- Saberes: los criterios deben abordar los diferentes saberes de la competencia, en lo posible.
- Comparación: los criterios deben comparar un qué con una condición de referencia.
- Claridad: los criterios deben ser fácilmente comprensibles y claros.
- Pertinencia: los criterios deben ser pertinentes al desempeño idóneo.
Recomendaciones
Las competencias son solo observables en acciones reales y en productos elaborados por los
estudiantes en situaciones particulares. Por lo tanto, la evaluación de competencias profesionales se
caracteriza por estar basada en evidencias. Debe sustentarse en pruebas y demostraciones objetivas
obtenidas mediante diferentes técnicas, instrumentos y fuentes de información. Existen tres
instrumentos adecuados para evaluar competencias en formación profesional: la carpeta de
competencias o portafolios, las matrices de valoración o rúbricas y las pruebas situacionales. (Flórez,
2012)
Las matrices de valoración o rúbricas, son herramientas básicas para evaluar una carpeta de
competencias o alguna de las evidencias que incluye. La rúbrica es un instrumento utilizado para medir
el desempeño de los estudiantes en el desarrollo de una tarea concreta. Son especialmente adecuadas
y útiles para evaluar competencias. Tienen el formato de una tabla con un listado de criterios graduados
y niveles de calidad.
Las pruebas situacionales consiste en plantear una situación relacionada con las tareas específicas de
un perfil profesional, con el objetivo de observar cómo se desenvuelve cada estudiante en ella. “La
situación” es una actividad basada en las competencias de una actividad laboral concreta de modo que
la persona evaluada pueda mostrar sus habilidades en el desempeño de las tareas propuestas. La
finalidad de este tipo de pruebas es medir el grado en que los estudiantes son capaces de poner en
práctica los conocimientos, habilidades y las actitudes trabajadas durante un periodo formativo.
- Una herramienta reflexiva que permite almacenar y mostrar evidencias del desarrollo de un
estudiante.
- Una muestra de trabajos que permite conocer lo que el estudiante sabe y puede hacer.
- Una alternativa para evaluar, certificar, informar, promocionar, etc.
- Una herramienta para la gestión de la información y el registro de logros.
- Una publicación en la que el estudiante refleja su personalidad académica, incluso en la web.
a) Sección personal, donde se refleja todo lo referente a la vida personal: misión en la vida,
filosofía, valores y objetivos. Se distingue los siguientes elementos:
- Información personal: en esta sección se presenta un pequeño cuadro que muestra
toda la información básica del estudiante como su nombre, carrera, correo
electrónico, foto, etc.
- Acerca de mi persona: esta sección corresponde a una pequeña biografía del
estudiante, de modo que pueda hacer una descripción de sí mismo.
- Áreas de interés: en esta sección el estudiante coloca la descripción de las áreas,
temas o actividades que son de interés para él.
- Mis documentos e imágenes compartidos: en este espacio, el estudiante podrá
compartir cualquier documento (Word, Excel, power point) que considere importante
para mostrar en su portafolio.
- Mis sitios de interés compartidos: el estudiante podrá compartir enlaces a sitios de
interés que considere necesario.
- Mis páginas compartidas: en esta sección, el estudiante podrá crear páginas web y
compartirlas dentro de su portafolio electrónico.
b) Sección académica, es la parte central del portafolios, pues es aquí donde se incluyen los
trabajos académicos seleccionados de toda la formación, además del producto de la
reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje. Considera los siguientes elementos:
- Carpeta de trabajos: en esta sección se ordenan y comentan todos los tipos de
trabajos en diferentes soportes que evidencian el progreso en el desarrollo de las
competencias profesionales. En la carpeta de trabajo se considera lo siguiente:
Tabla de contenidos: es una tabla en la que se presentan y describen
brevemente los productos (trabajos – tareas) que se incluyen en la carpeta.
Hay también un espacio para que el formador escriba sus comentarios y
orientaciones.
Trabajos: este apartado constituye el corazón del portafolios. En él se
incluyen: pruebas situacionales, proyectos, ensayos, informes de
autoevaluación y cualquier otro tipo de evidencia que demuestre las
competencias desarrolladas.
- Borradores: en este apartado se colocan las diferentes versiones de un trabajo y/o
los materiales previos que se han utilizado para elaborarlos. Permite saber cómo
trabaja el estudiante, de modo que el formador puede orientar al estudiante para que
aproveche mejor su tiempo y sus habilidades.
- Otras actividades y programas: esta herramienta funciona como un blog donde el
estudiante agrega las experiencias que tiene al participar en exposiciones y
2. Ventajas
- Posibilitan criterios para determinar el grado de competencia de los estudiantes en áreas
complejas, diversas e imprecisas.
- Los criterios permiten evaluar de forma sistemática el desempeño de los estudiantes con
objetividad.
- Las rúbricas permiten que los estudiantes comprendan de forma clara lo que se espera en
torno a su aprendizaje y desempeño, antes de llevar a cabo la evaluación.
- Las rúbricas facilitan que los estudiantes revisen las evidencias de aprendizaje antes de
entregarlas al docente.
- Las rúbricas favorecen la autovaloración y covaloración, ya que brindan criterios claros de
los diferentes grados de calidad del desempeño y ayuda a manejar la subjetividad.
- Las rúbricas permiten determinar en detalle los aspectos en los cuales los estudiantes
tienen logros significativos y también los aspectos concretos en los cuales debe mejorar.
3. Metodología
1. Determinar cuál aspecto se va a evaluar de una competencia; de esta manera hay que
determinar si se va a evaluar una competencia global, una competencia concreta (unidad
3. Determinar los niveles de logro (niveles de ejecución) en cada criterio de desempeño con
el fin de tener descriptores para establecer la calidad con la cual se posee tal criterio de
desempeño. Los niveles de logro pueden plantearse de forma muy detallada (por ejemplo
cinco o más de cinco) o de forma resumida y global (de tres o cuatro). En general los niveles
de logro van de un desempeño con bajo grado de calidad a un desempeño de alto grado
de calidad.
Calificación o Descripción
Nivel
4. Construir la matriz, para ello se elabora una tabla para organizar de forma vertical los
criterios de desempeño o aspectos; y los niveles de logro o desempeño, de forma
horizontal. En las celdas centrales se describe de forma más clara y concisa los descriptores
que se van a utilizar para evaluar esos aspectos.
Niveles de logro
Criterios
o Descriptores
Aspectos (indicadores)
a evaluar
7. Revisar la matriz de manera cooperativa con otros docentes, discutiendo las aspectos que
aún no estén claros, finalmente se aprueba y se da la validez para luego aplicarse.
4. Tipos de rúbricas
4.1. Rúbricas comprehensivas
Se componen de un solo indicador de desempeño y varios niveles de logro (cuatro o más)
y con ellos se pretende evaluar de forma general un determinado tipo de desempeño, sin
tener en cuenta las partes que lo componen. El interés se centra en el producto total y no
importan pequeños errores en el proceso, pues lo esencial es el el resultado concreto.
Una prueba situacional consiste en plantear una situación relacionada con las tareas específicas de
un perfil profesional y tiene por objetivo observar cómo se desenvuelve cada participante en ella.
Siguiendo a Le Boterf (1991), se pueden definir las pruebas situacionales como el conjunto de
técnicas y ejercicios que permiten simular, total o parcialmente, una situación en la que los sujetos
tienen que poner de manifiesto las competencias que exige el desempeño eficaz, eficiente y seguro
de una actividad laboral concreta.4
La situación es una actividad basada en las competencias de una actividad laboral concreta de modo
que la persona evaluada puede mostrar sus habilidades en el desempeño de las tareas propuestas.
Su diseño y puesta en práctica es un poco complejo. Sin embargo, este tipo de pruebas, aportan
mucha información sobre el desempeño profesional de una persona que no es posible obtener de
otra forma.
4
Texto extraído de http://sorad.ual.es/mitra/documentos/tec_pereda03/EVALUACION.pdf (13/06/2013)
- Semejanza con las tareas reales de un perfil profesional, por tanto, permiten hacer
estimaciones sobre la transferencia de los aprendizajes al puesto de trabajo.
- Evalúan varias competencias a la vez.
- Se pueden realizar de manera individual como grupal.
- Favorecen la implicación y colaboración de los participantes.
Para que una prueba situacional proporcione información objetiva debe cumplir los siguientes
criterios:
Los principales tipos de pruebas situacionales son: ejercicios de ejecución laboral, estudio de casos,
“in basket” y juego de roles.
Ejercicios de ejecución laboral: consiste en la realización de una tarea laboral concreta de principio
a fin. El diseño de la prueba debe basarse en las condiciones reales de trabajo: materiales, espacios,
procedimientos, técnicas, etc. La evaluación se realiza utilizando listas de control y hojas de
observación.
Estudio de casos: se planeta por escrito una situación basada en el perfil profesional. En la
descripción de la situación se incluyen gran cantidad de datos y detalles para que los participantes
analicen el problema planteado y propongan una solución. Al final de la prueba se presenta la
solución y se explica cómo se ha llegado a ella. El estudio de casos es adecuado para evaluar
competencias de análisis, organización, planificación, toma de decisiones, solución de problemas y
conocimientos técnicos.
Bandeja de entrada o “in básket”: consiste en gestionar una serie de documentos (informes, notas,
gráficos, cartas, correos electrónicos, memorias, proyectos, etc) típicos de un perfil profesional. El
Se puede simular una situación laboral colocando al estudiante en una mesa similar a la que
ocuparía en su puesto de trabajo, en la cual hay documentos, una agenda con actividades
programadas, un teléfono y un ordenador a los que llegan diversos mensajes solicitando su
respuesta.
Juego de roles: consiste en representar una situación típica del perfil profesional de modo que los
participantes deben actuar como lo harían en la realidad. Se parte de la descripción de una
situación (un conflicto con un miembro del equipo) a partir de la cual los estudiantes deben tomar
una serie de decisiones cobre cómo actuar para afrontarla adecuadamente.
¿Qué? Refiere al objeto de evaluación, es decir, lo que vamos evaluar (competencias) pero como
la competencia es un proceso complejo que por sí sola no se demuestra, se tiene que
trabajar con los dos componentes básicos: las evidencias y los criterios, que ambos
caracterizan dicho objeto y que proponen un referente para poder establecer
comparaciones, además de especificar con mayor precisión qué es lo que se pretende
evaluar.
¿Para qué? Este es un cuestionamiento que busca darle sentido a las acciones de evaluación; funciona;
también como filtro para que, mediante un proceso reflexivo, definamos objetos que en
efecto guarden relación con los propósitos del perfil de egreso y las competencias por
desarrollar. En términos generales, se evalúa para: fortalecer la habilidad de la
metacognición en los estudiantes; que los estudiantes tomen consciencia de sus logros y
¿Cómo? Está referido en términos metodológicos a la técnica más adecuada para llevar a cabo el
proceso de evaluación. De lo que se trata es definir el proceso o las pasos que se va a
seguir de acuerdo con un enfoque ya sea cualitativo, cuantitativo o una combinación de
ambos.
¿Con qué? Se refiere a los instrumentos que se utilizarán para llevar a cabo el proceso. Los instrumentos
están relacionados directamente con los criterios y con las evidencias que se va evaluar.
¿Cuándo? Entendida como una serie de acciones sistematizadas en las que conviene determinar los
momentos en que se llevará a cabo cada evaluación, empezando por la diagnóstica e
insertando la formativa y la sumativa, según las necesidades del propi diseño. Es aquí
donde cobra importancia la noción de que los procesos de la evaluación no son
independientes de la planeación del programa en su conjunto.
¿Quién? Se refiere al agente evaluador, que bien puede ser el propio docente o un externo, ya sea
otro docente, una institución, una empresa donde realizó alguna práctica o algunos
posibles usuarios de los productos; aquí estamos hablando de la heterovaloración. De
igual manera, se empelará la covaloración, cuando los sujetos que evalúan son los
compañeros. Cuando el propio estudiante es quien evalúa, estamos considerando la
autovaloración, una capacidad imprescindible que requiere ser desarrollada de manera
intencional por el propio proceso evaluatorio; si los estudiantes aprenden a auotevaluarse,
estaremos promoviendo procesos de autogestión, muy necesarios para el desempeño en
la vida misma.
Evidencias y criterios
de la competencia a
evaluar ¿PARA
¿QUIÉN? QUÉ?
Evaluación formativa
¿CUÁNDO?
¿CÓMO?
Instrumentos que
utilizará para realizar la
evaluación
¿CON QUÉ?
Tobón, R. C. (2006). Competencias, Calidad y Educación Superior. Colombia: Editorial Delfín Ltda.
VERDEJO, P. (2009). Modelo para la Educación y Evaluación por Competencias (MECO). MÉXICO.