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Entre 1870 y el comienzo de la I GM se producen un conjunto de transformaciones económicas que

modifican el sistema capitalista y favorecen el dominio del mundo por Europa. Las nuevas fuentes de
energía, el progreso técnico y la nueva organización del trabajo permiten un espectacular desarrollo de
la producción y el comercio. Europa se lanzó al dominio político y económico del resto del mundo
creando entre 1870 y 1914 grandes países coloniales. Está cuestión provocó rivalidades entre potencias
siendo esta una de las causas de la Primera Guerra Mundial.

La Segunda Revolución Industrial, del capitalismo industrial capitalismo financiero

Hacia 1870 el sistema capitalista comienza a sufrir su primera recesión generalizada (Gran Depresión
1873-1890) que afecta en mayor medida a los sectores y países punteros en la I Revolución Industrial.
Paralelamente se producen transformaciones económicas tan importantes que se considera este tiempo
como el inicio de una segunda fase de la Revolución Industrial, caracterizada por el uso y generalización
de nuevas fuentes de energía, por la expansión de nuevos sectores industriales, por una estrecha
relación entre ciencia e industria, por nuevas formas de organización de la producción y el trabajo, por
el crecimiento del comercio y por el empuje económico de EEUU y Alemania.

1.1 La población europea crece espectacularmente (explosión blanca) gracias al descenso del precio de
los alimentos y a progresos médicos y sanitarios como los del Pasteur y Koch que frenan el
desarrollo de enfermedades infecciosas y de epidemias (tifus, difteria, cólera, etc.) disminuyendo
así los índices de mortalidad, especialmente infantil, al tiempo que se mantienen los de natalidad y
aumentan la esperanza de vida. Este aumento de población acompañado de la reducción de
empleos a causa de la crisis económica propicia el abandono de Europa de unos sesenta millones de
habitantes rumbo a américa en búsqueda de oportunidades y la gran migración interna en Rusia a
Siberia. También Australia y la Unión Sudafricana recibieron un importante número de inmigrantes.

1.2 El petróleo y la electricidad sustituyen al carbón. El petróleo comienza a explotarse en EEUU


(iluminación, calefacción, como lubricante, etc.). Con el descubrimiento del motor de explosión se aplicó
al transporte y a todo tipo de maquinaria. La electricidad comienza a producirse en saltos de agua y se
traslada mediante cables y transformadores a los lugares de consumo permitiendo ubicar las industrias
independientemente del origen de la energía. La electricidad tiene más aplicaciones que el carbón y es
más barata, permitiendo así aumentar la producción.

1.3 Las nuevas fuentes de energía combinadas con nuevos avances tecnológicos propiciaron una nueva
revolución de los transportes: Se completaron las principales redes ferroviarias de los países
industrializados. La electricidad trajo dos importantes novedades en el transporte urbano: el tranvía y,
en las grandes ciudades, el metro. La navegación a vapor sustituyó definitivamente a la impulsada por el
viento. La navegación marítima, muy beneficiada también con la aparición de los primeros barcos
frigoríficos, se vio muy favorecida con la apertura de los canales de Suez (1869) y Panamá (1914). El
automóvil surgió en las dos últimas décadas del XIX de la combinación del motor de explosión, del
petróleo y del neumático. La aviación empezó su desarrollo más tarde, a comienzos del XX.

1.4 El empuje industrial de finales del siglo XIX estuvo directamente ligado a la innovación tecnológica. A
diferencia de la primera fase de la industrialización en que los inventos fueron fruto de iniciativas
individuales, a finales del siglo XIX el avance tecnológico fue el resultado de la cooperación de un
número elevado de especialistas, agrupados en laboratorios de investigación y coordinados por
ejecutivos que buscaban nuevas aplicaciones prácticas de los descubrimientos científicos. Así, se
descubrieron nuevos productos o aplicaciones de otros poco utilizados hasta entonces, como el vidrio,
las fibras artificiales, el caucho, los tintes químicos, los abonos artificiales y el aluminio. Como
consecuencia de ello, entre los tipos de industria que experimentaron un mayor desarrollo destacan:
La mecánica (maquinaria para uso industrial, doméstico o en los transportes, la metalúrgica (aumento
producción de cobre para la producción y transporte de energía eléctrica) y la utilización de nuevos
metales como el aluminio. La química, que se diversificó extraordinariamente (abonos químicos, fibras
sintéticas, productos farmacéuticos, explosivos…) y la eléctrica produce turbinas, cables,
transformadores etc.
1.5 El crecimiento económico impulsado por las innovaciones tecnológicas y la globalización dio lugar a
un importante crecimiento del comercio, tanto nacional como internacional. A la vez surge el consumo
de masas, a lo que contribuyeron tres factores: la reducción de costes de los productos industriales, el
aumento del poder adquisitivo de los obreros y la difusión de nuevos sistemas de ventas (publicidad, a
plazos, rebajas, préstamos bancarios, grandes almacenes).
Muchas pequeñas empresas desaparecieron, algunas se fusionaron o fueron absorbidas por otras
mayores y surgieron gigantes empresariales cuyo capital pertenecía a grandes bancos o familias con
inmensas fortunas, como Rockefeller. La banca y la bolsa cobraron protagonismo, por lo que el capital
financiero relegó al puramente industrial.
Dependiendo del tipo de empresas agrupadas, se distingue entre: Concentración horizontal: Unión de
empresas dedicadas a la misma rama de la producción, como, por ejemplo, la siderurgia. Concentración
vertical: Unión de empresas de ramas complementarias, como la minería del carbón, la minería del
hierro y la siderúrgica.
Dependiendo de los vínculos entre las empresas agrupadas, las fórmulas más habituales fueron:
El cártel: Asociación de empresas independientes para restringir la competencia mediante acuerdos de
precios o reparto de cuotas de mercado o de producción. El trust: Fusión de diversas empresas del
mismo sector en una nueva. El holding: Sociedad financiera a la que pertenece la mayor parte del capital
de diversas empresas, de distintos sectores y ramas de actividad.

Las grandes empresas consiguieron, en diversos países y periodos, hacerse con el control de la práctica
totalidad del mercado, creando situaciones monopolísticas o de oligopolio siempre con la complicidad
del Estado.
Para reducir los costes de producción y aumentar la productividad de los trabajadores, las empresas
idearon nuevas fórmulas de trabajo aplicables en la producción en serie o estandarizada y en cadena. En
EEUU nacieron con dicha finalidad el taylorismo y el fordismo.
El taylorismo trató de aumentar la productividad eliminando movimientos inútiles del trabajador, para
lo que tenía que comportarse como la pieza de un engranaje. Situados en una cadena de montaje, y
especializados en una determinada tarea, los trabajadores debían seguir el ritmo de trabajo marcado
por la misma, sistematizando sus movimientos.
El fordismo es una variante del taylorismo creada por H. Ford en sus fábricas de automóviles, una
industria especialmente apropiada para la producción en serie y en cadena. Además, dicho empresario
pagaba salarios algo más elevados, pensando que al aumentar el poder adquisitivo de sus obreros
aumentaba la demanda de automóviles.
1.6 EEUU se convirtió en la mayor potencia económica mundial a partir de 1870 gracias a un conjunto de
factores como los grandes recursos naturales (minerales, petróleo, terrenos agrícolas, agua), el continuo
crecimiento de la población (inmigración), la marcha hacia el oeste, el espíritu emprendedor y la
especialización por grandes áreas.
Alemania se convirtió simultáneamente en la principal potencia europea.

2 Las causas del Imperialismo

Con el término colonialismo se designa cualquier forma de dominio territorial, político, económico o
cultural que ejerce un pueblo sobre otro. Comúnmente se utiliza como sinónimo el término
imperialismo. Ambos se utilizan de forma más restringida para designar un fenómeno y una época
concreta de la Edad Contemporánea, la del imperialismo colonial (o imperialismo) que comprende
básicamente el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del XX.

2.1 El avance de la industrialización y especialmente el desarrollo tecnológico de Europa significó la


división del mundo en dos polos: países industrializados y no industrializados. Los primeros se
impusieron sobre los segundos. Gracias a su vitalidad demográfica, su superioridad tecnológica, su
fuerza militar y su pujanza financiera, Europa impuso su modelo económico, sus ideales y su cultura.

2.2Causas económicas. La severa crisis económica, en gran medida de sobreproducción, en la que cayó
Europa entre 1873 y 1890 empujó a los países industrializados europeos a buscar nuevos mercados,
exclusivos, en otras zonas del mundo. El dominio de las colonias perseguía cuatro objetivos que debían
favorecer la economía de las metrópolis: El establecimiento de nuevos mercados, sin competencia. La
obtención de materias primas, de fuentes de energía y alimentos a bajo coste. Nuevas oportunidades de
inversión. La disposición de mano de obra abundante y muy barata.
Sin embargo, la historiografía más reciente apunta que, según datos de los que se dispone actualmente,
la importancia económica de las colonias para el desarrollo del capitalismo fue menor de lo que se creía,
pues, en general, la mayor parte de las inversiones y del comercio tuvo como origen o destino otros
países industrializados, antes que las colonias.

2.3 Factores demográficos; La revolución demográfica provocó una auténtica explosión blanca, que,
sobre todo coincidiendo con momentos de crisis, podía ser causa de inestabilidad social. La mejor
solución que encontraron algunos gobiernos fue la emigración, que tuvo en las colonias un destino
principal. Factores políticos y estratégicos;
Los gobernantes de los países industrializados vieron en el colonialismo una fórmula de afirmar y
ampliar el poderío, la fuerza de sus Estados. Las preocupaciones estratégicas, de tipo económico o
militar, estuvieron siempre presentes en la política imperialista, especialmente de las grandes potencias.
2.4 Causas ideológicas y culturales. La natural rivalidad económica entre los países industrializados,
favoreció la exaltación nacionalista, que desembocó en rivalidad militar y colonial. Simultáneamente, los
países colonizadores afirmaban su superioridad y se imponían el deber de difundir la cultura, la religión
y la civilización propias por el resto del mundo (La carga del hombre blanco Kipling) La actividad
misionera, evangelizadora, emprendida por las iglesias cristianas europeas entre los pueblos colonizados
es una de las manifestaciones de dicho impulso colonizador de carácter paternalista.
Como factor coadyuvante hay que mencionar, el interés científico en el siglo XIX por explorar zonas
desconocidas por los europeos hasta entonces.
3 El reparto del mundo
3.1 La severa crisis económica, en gran medida de sobreproducción, en la que cayó Europa entre 1873 y
1890, empujó a los países industrializados europeos a buscar nuevos mercados, exclusivos, en otras
zonas del mundo, factor decisivo en la colonización de África y de Asia.
3.2 África fue el continente más intensamente colonizado.
En la primera mitad del XIX, los europeos sólo disponían de enclaves costeros o pequeñas colonias, pero
a mediados de siglo comenzaron las exploraciones hacia el interior y a partir de 1870 Gran Bretaña y
Francia se lanzaron a la conquista y colonización. A la par, Bélgica se hacía con un amplio territorio en la
cuenca del Congo. Para resolver las disputas por el dominio de África, se celebró la Conferencia de Berlín
(1885). Sirvió para reconocer los dominios anteriores y abrió las puertas a nuevas conquistas, en las que
participaron también los portugueses, alemanes, españoles y, más tarde, los italianos.
3.3 En la colonización de Asia participaron además de las potencias europeas, Rusia, EEUU y Japón.
La colonización británica se centró, desde el siglo XVIII, en la India y zonas aledañas, extendiéndose por
la península malaya hasta Borneo y, más tarde, por el Próximo y Medio Oriente (dominios del antiguo
Imperio Otomano). La expansión francesa tuvo su centro en Indochina. Holanda, se hizo con el control
de Indonesia. El Imperio Ruso, se expandió por Siberia, hacia el extremo este, donde chocó con los
japoneses (guerra ruso-japonesa de 1904) y por las estepas y desiertos centroasiáticos hacia el sur,
donde entró en colisión con los británicos.
China, un imperio decadente en el siglo XIX, es un caso aparte. Aprovechando su debilidad militar,
diversas potencias lograron la concesión de enclaves (por ej. Hong Kong los británicos) y ventajas
económicas, (bóxers).
4 Las nuevas potencias imperialistas (poner en punto 3?)
El colonialismo americano se caracteriza por la injerencia en los asuntos internos y la sumisión de los
gobiernos autóctonos. Tiene su base en la doctrina Monroe, que sostenía que el espacio natural de
expansión de los EEUU era América y el Pacífico Norte, donde tenía derecho a intervenir para defender
sus intereses. El imperialismo japonés se originó con la modernización económica que trajo la revolución
Meiji (1868).
5 La organización de los imperios coloniales
Dependiendo de la finalidad principal, se distinguen dos tipos de colonias:
De explotación: Escasa población de la metrópoli, el objetivo básico del dominio era la explotación
económica. De poblamiento: con numerosa población de origen metropolitano.
Dependiendo de la fórmula de gobierno y administración, se distinguen básicamente cinco tipos:
Colonias convertidas en provincias de las metrópolis.
Protectorados: los indígenas conservaban su gobierno pero bajo la tutela de las autoridades y
funcionarios dependientes de la metrópoli que se ocupaba defensa y exterior.
Dominios: La mayoría de la población, o buena parte de ella, era originaria de la metrópoli, la población
europea contaba con leyes y un gobierno propio. Mandatos: Colonias bajo el dominio inicial de las
potencias perdedoras en la I GM, cuya administración fue concedida por la Sociedad de Naciones a otra
potencia colonial. Concesiones: Territorios cedidos temporalmente por un Estado a una potencia.
5.2 El dominio de los pueblos colonizados
Los pueblos colonizadores se beneficiaron económicamente de las colonias, las utilizaron como destino
de parte de su población, satisficieron sus ansias de poder e impusieron su cultura. Los pueblos
colonizados sufrieron un tremendo impacto, en general de consecuencias negativas:
La economía de las colonias se transformó para satisfacer los intereses de las metrópolis. La agricultura
tradicional, fue sustituida en las mejores tierras, de las que se apropiaron los colonizadores, por
plantaciones. Los artesanos no podían competir con las manufacturas de procedencia europea. Se
construyeron infraestructuras no con el objetivo de favorecer el desarrollo económico de las colonias
sino para facilitar la explotación por empresas europeas, del mismo modo que fue explotada la mano de
obra indígena, maltratada y mal remunerada.
Con la apropiación de las tierras, la expoliación de las materias primas y el abuso de la mano de obra los
empresarios de las metrópolis obtuvieron grandes beneficios. Se beneficiaron con el intercambio
desigual (manufacturas caras por materias primas baratas)
Demográficamente, mejoras sanitarias y en la higiene hicieron disminuir la mortalidad, causando un
aumento de población que no se correspondió con un aumento de los recursos alimenticios, lo que ha
provocado, hasta hoy, con frecuencia, una subalimentación crónica y repetidas hambrunas.
Socialmente, se desorganizaron las estructuras tribales de muchas colonias y se alteró el mapa étnico, lo
que creó nuevas situaciones de conflicto de difícil solución. Hubo, no obstante, una minoría favorecida,
la formada por indígenas al servicio de la administración colonial y determinadas élites.
En el ámbito cultural, los pueblos colonizados perdieron parte de sus señas de identidad, se extendieron
las lenguas europeas, la religión cristiana y los modos de vida europeos.
4.2 La transformación de Japón en potencia se originó con la modernización económica que trajo la
revolución Meiji (1868).
Tiene su base en la doctrina Monroe, que sostenía que el espacio natural de expansión de los EEUU era
América y el Pacífico Norte, donde tenía derecho a intervenir para defender sus intereses. 4.2 La
transformación de Japón en potencia se originó con la modernización económica que trajo la revolución
Meiji (1868).
4.2 La transformación de Japón en potencia se originó con la modernización económica que trajo la
revolución Meiji (1868).

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