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Yesid Nicolás Tovar Tapias

Lic. En recreación y turismo


Cód. 2014223015 / IX Sem. U.P.N

Paidia: filosofía helénica (educación helénica)


Desde el pensamiento griego se puede destacar el interés racional de organizar o estructurar al
hombre para acompañarlo en su camino Altruista a la trascendencia humana, por ello se puede comunicar
que desde la civilización griega, esta intento según un pensamiento europeo historiador, el ser humano
intenta alcanzar la grandeza del ser. La cual se esconde en la expresión del límite humano, en el control
de la soberbia, el cual se representa en las virtudes de Fuerza, excelencia y lucha. (FREIJOMIL, 2010)

Este periodo griego se dividió en cuatro periodos la Edad oscura que transcurre entre el siglo 12
al 8 A.c. donde esta civilización no da a conocer proceso alguno de desarrollo del conocimiento ya que
no se hallan fuentes que lo confirmen; dando con ello paso a la edad arcaica entre los siglos 8 al 5: donde
aparece la aristocracia, los reyes o monarcas, los cuales estaban liberados de trabajos serviles o físicos
como cultivar, construir o trabajar para otros. (FREIJOMIL, 2010)
El pensamiento Arcaico estuvo guiado por Homero quien inspiro la educación de rasgos
aristocráticos, La Paideia la cual recoge según los historiadores aquello que paso en siglos anteriores y
dio origen a esta época donde el Arete era aquel ideal educativo que se le trasmitía al joven o al niño para
la estructuración futura de una mejor sociedad o estado.

Esta sociedad se estructuraba en virtudes tales como la nobleza, el orgullo, el respeto, la


reverencia a los dioses y la bondad, actitudes las cuales les permitía alcanzar el arete la virtud griega y la
Techné: formación física y guerrera la cual daba paso a la Métis (formación técnica o inteligencia
practica) que contempla la formación física y gimnastica, el manejo de armas, el desarrollo artístico,
danza río, musical, el dominio del lenguaje y del saber convivir. (FREIJOMIL, 2010)

Lo que permite la gestación del concepto logos como disciplina, como pensamiento, como
educación, dando lugar a que todo griego quisiera ser un héroe o un guerrero; provocando con ello que
las vidas de los antiguos griegos, girara entorno al reconocimiento del individuó competitivo o agonal.

Donde el honor, el sentido del deber, el orgullo de casta, el amor a la gloria forjaba los valores
aristocráticos, los cuales se traducían en la acción: los mejores en todo. Transformando de este modo el
sentir humano en la antítesis del igualitarismo. Dentro de su sistema educativo arcaico se puede distinguir
la mimesis, la retórica y el Agón el cual se muestra como el espíritu competitivo que cada individuo de
la Grecia antigua potencializaba de acuerdo con sus deseos de formación.

Por ello a continuación daré a conocer parte de mi vida en tres términos griegos el primero es el
Arete como el proceso formador de valores, principios y virtudes; El segundo término será entendido
como la Métis la cual pretenderá dar a conocer aquellos saberes técnicos o prácticos adquiridos que
motivan mi Agón, mis ganas de competir mis deseos de sobresalir.

El Areté:
Teniendo en cuenta este término como la formación de la virtud por medio de la mimesis, la
retórica sin reflexión y solo intentando cumplir con el estándar propuesto por el núcleo social en el cual
Yesid Nicolás Tovar Tapias
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se habita, podría decir que esta etapa se comprendería entre mis 4 a los 12 años donde me interesaba
portarme bien y que no le llevaran reportes negativos a mi madre, sobre mi mal comportamiento.

Comencé a entender que era el respeto, la amistad, la caballerosidad, la integridad aunque nunca he
podido realizar una buena práctica de ello, sigo siendo un vasto que no saluda porque ve en la cordialidad
el más vivo reflejo de la hipocresía, la mentira y el engaño. Pero bueno en esta etapa de mi edad inicie a
creer que lo más importante era como los otros me veían, tratando gracias a ello de cambiar, de este modo
mi vasto semblante por el de un chico más amable. (Gual, 26 de noviembre de 1988)

Comprendí con el pasar de los días que como había acciones o palabras que me incomodaban, también
podría haber palabras o acciones realizadas por mí que, podrían incomodar a otros. Llevándome esto a
entender que los demás también sienten, piensan y actúan y que si no quería consecuencias negativas en
mis futuras relaciones sociales debería estar mas presto a escuchar, aconsejar y apoyar aquellos que me
rodean.
Tanto así, que en esta corta etapa de mi vida decidí apartarme de todo aquel que pudiera lastimar,
incomodar o mal influenciar. Desde aquella época creo que me he caracterizado como un líder negativo
ya que siempre he sentido un gusto grato por el desorden, el caos y la risa, la confusión y la mentira, las
cuales se me mostraron en el entorno social en el cual crecí como algo normal ya que “el vivo vive del
bobo y el bobo de taita y mama”.
Lo que abre paso a la segunda etapa de mi vida, la Métis donde mi mal accionar busca atacar el mal
accionar de aquellos que me agreden o agreden a quienes me rodean, respetando la ley del “ojo por ojo,
diente por diente,” comportamientos negativos que sin querer potencialice buscando el equilibrio y la
armonía de las relaciones sociales que practicaba.

La Métis:
“La metis es un poder y una carta para el éxito en un universo ambiguo y violento. Recurre al
engaño, dólos y apáte, como en el enfrentamiento hesiódico entre Prometeo y Zeus; y al disfraz y el
enmascaramiento, al disimulo y al hábito ajustado a las circunstancias, como hace el pulpo, o el mismo
Ulises. Aquí se perfila una ética de la ambigüedad, donde es el zorro zalamero el que se lleva el queso.”
(Gual, 26 de noviembre de 1988)

Identificando este término como la acción que me lleva a mejorar mis habilidades y talentos puedo
escribir que de los 12 a los 18 años de mi corta edad e buscado desarrollarme como un ser integro. Desde
pequeño siempre tuve atracción por el teatro, la música, la escultura, la pintura, la danza y la poesía.

Practicaba día tras día algún arte, sin ningún tipo de guía, buscando acariciar la soledad que se
escondía, en el que hacía caso omiso a lo que se le imponía. De clase siempre huía, así mi cuerpo estuviera
presente, mi mente y espíritu fueron ausentes, ante tanta opulencia, artificialidad indecente que deseaba
más gente consciente que piense tan solo en el desarrollo material mientras en las aceras del barrio
jóvenes solían masacrar por el mismo ideal.
Hablar de un futuro entre delincuencia y violencia hacia parte de mi inocencia, no sabia pelear,
ni alegar; pues de pequeño, mamá logro inculcar el respeto, la tolerancia y la amabilidad hacia los demás.
Yesid Nicolás Tovar Tapias
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Pero cuando eres agredido, el odio y el rencor son difíciles de manejar, la fuerza bruta te va a dominar y
es en este momento, cuando en las grises calles hallo un grupo de jóvenes mayores a mi, quienes desde
un inicio me brindaron protección a cambio de favores que eran fáciles de realizar para un menor.

Con este grupo de jóvenes aprendí a compartir a convivir a trabajar en equipo o mejor dicho a
conseguir dinero por que para un menor de edad el trabajo justo no existe; existe la explotación, el dinero
el cual no es un bien escaso; escaso los valores y principios para conseguirlo. Con ellos pulí muchos de
mis talentos negativos como el de la mentira y el engaño, entendí que la mayoría de los seres humanos
vivimos de la ilusión, por que nos cuesta mucho la acción constructiva, de ese sueño que posibilita que
jueguen con nuestras ilusiones.

Aprendí a defenderme y a no creer en la palabra de nadie, a alegar y agredir a quien agrede; a dar
maldad a quien le gusta hacer el mal, buscando la justicia y la bondad para quien practica en silencio el
bien hacia los demás. Lo que me a llevado a comprender que el mejor de mis talentos a sido el del reflejo
donde he podido potencializar mis alter egos artísticos o creativos llevándolos a una acción para muchos
incoherente pero como ser coherente ante el que agrede de manera sofistica y se impone ante los demás.

Mostrando con ello en mí el propio reflejo de acciones que me agreden y dándole a conocer a
quien me agrede, que si mal acciono es por que usted a mal accionado con anterioridad. Considerando
de este modo la actitud reflexiva o mimesis como un conocimiento práctico o técnica que me ha
permitido consolidar relaciones sociales harmónicas y equitativas en busca de un desarrollo social lo que
se transforma en mi Agón, en mi deseo de sobresalir y competir.

El espíritu agonal:
Agon: “…se entender aquí como un mecanismo de afianzamiento de la identidad, de elevación
de la autoestima, de modo de mantener las condiciones físicas aceptables y la coordinación…” (Garcia,
2006)

Este término se entiende como el espíritu de competencia para demostrar quién es el mejor.
Termino establecido o impuesto desde la antigua Grecia en los campos artísticos, deportivos, espirituales;
encuentra en mi realidad un espacio en las consecuencias negativas de las malas decisiones tomadas en
tiempos anteriores por nuestros antecesores y contemporáneos; lo que le da un tinte social a esta historia
la cual para sobresalir o trascender necesita que los demás trasciendan como individuos sociales.

En las calles hay muchos talentos menospreciados, apartados y desolados. Chicos prodigios sin
oportunidades de desarrollo, alienados gracias a la narco farándula que se televisa en el territorio
colombiano, donde Colombia es una finca a cargo de unos pocos y no un país democrático.

Por ello compito consigo mismo cada día en busca de liberar-me del ego que se muestra como
una tapia que me limita, que no me permite compartir con otros, por que la desconfianza y el miedo
dominan mi deseo de un entorno armónico para desarrollarme como un ser integro que lucha como héroe,
predica como poeta y piensa como científico intelectual.
Esa es mi lucha, donde mi espíritu competitivo se concentra en buscar relaciones harmónicas que
no dependan de un deber ser, sin no de un deber hacer. Compito a diario para demostrar y demostrarme
Yesid Nicolás Tovar Tapias
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que lo que menos interesa es lo artificial de nuestros cuerpos ya que ellos no dan a conocer lo hermoso
de nuestro espíritu. Compito por un desarrollo intrínseco y no artificial.

Bibliografía
FREIJOMIL, P. A. (2010). TEORÍA DE LA HISTORIA. madrid: youtube.
Garcia, G. M. (2006). el espiritu agonal: competitividad en la antigua grecia . Gailaecia n° 25, 359-370.

Gual, C. G. (26 de noviembre de 1988). Historia de la astucia en la literatura helenica . ABC madrid, 69
.

El presente texto fue tomado de los siguientes sitios WEB.


1. https://introduccionalahistoriajvg.wordpress.com/2013/12/04/%E2%9C%8D-las-artimanas-de-
la-inteligencia-la-metis-en-la-grecia-antigua-1974-1978/ (TEORÍA DE LA HISTORIA. PROF.
ANDRÉS G. FREIJOMIL
2. https://www.youtube.com/watch?v=7oD7WkaABNE (historia de la educación griega).

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