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Gino Germani

La sociedad en cuestión
Gino Germani
La sociedad en cuestión
Antología comentada

Germani, Gino
Gino Germani, la sociedad en cuestión : antología comentada . - Gino Germani | Ana Germani | Inés Izaguirre | Raúl Jorrat
1a ed. - Buenos Aires : Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - Alfredo Lattes | Juan Carlos Marín | Miguel Murmis | Ruth Sautu
CLACSO, 2010.
704 p. ; 20x20 cm. - (Secretaría ejecutiva)

ISBN 978-987-1543-55-7 Carolina Mera | Julián Rebón


1. Sociología. 2. Pensamiento Argentino. I. Título (Coordinadores)
CDD 301

Otros descriptores asignados por la Biblioteca virtual de CLACSO:


Germani, Gino / Ciencias Sociales / Sociología / Clases sociales /
Migración / Democracia-autoritarismo / Comportamiento electoral /
Teoría y metodología / Argentina
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Decano Sergio Caletti
Vicedecana Adriana Clemente
Secretaria de Estudios Avanzados Carolina Mera
Director Julián Rebón

Diseño de tapa e interiores Fluxus Estudio

Impresión Gráfica Laf

Primera Edición
Gino Germani. La sociedad en cuestión
(Buenos Aires: CLACSO, octubre de 2010)

ISBN 978-987-1543-55-7
© Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
Queda hecho el depósito que establece la Ley 11.723

CLACSO
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los autores firmantes, y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO.
Índice

Actualidad y Retrospectiva del pensamiento de Gino Germani.............................. 14 La clase media en la ciudad de Buenos Aires. Estudio Preliminar (1942)
Carolina Mera y Julián Rebón Gino Germani. ................................................................................................................. 92

Clases sociales. Introducción (1955)


I Gino Germani. ............................................................................................................... 120
Gino Germani 1911-1979
Sobre la “crisis contemporánea”................................................................................. 20 Evolución reciente de las clases sociales (1955)
Ana Alejandra Germani Gino Germani. ............................................................................................................... 136

El perfil de un maestro. Gino Germani, fundador de la sociología Estructura, composición interna y distribución ecológica
en Argentina, 30 años después..................................................................................... 52 de las clases populares, medias y altas (1955)
Inés Izaguirre Gino Germani. ............................................................................................................... 146

Clase social subjetiva e indicadores objetivos de estratificación (1963)


II Gino Germani. ............................................................................................................... 168
Clases sociales, estratificación y movilidad social
La clase como barrera social. Algunos resultados
Clases sociales en el primer Germani......................................................................... 70
Miguel Murmis de un test proyectivo (1965)
Gino Germani. ............................................................................................................... 202
Las clases sociales según Gino Germani.................................................................... 76
Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalles y Santiago Rodríguez La estratificación social y su evaluación histórica (1970)
Gino Germani. ............................................................................................................... 210
Los estudios de movilidad social de Germani. Aspectos descriptivos
para el Gran Buenos Aires............................................................................................ 86 El origen social de los estudiantes y la regularidad de sus estudios (1965)
Raúl Jorrat Gino Germani. ............................................................................................................... 240
10 Gino Germani - La sociedad en cuestión Índice 11

La movilidad social en la Argentina (1963) IV


Gino Germani. ............................................................................................................... 260 Migraciones y cambio social

La contribución de Germani al conocimiento de las migraciones


III Alfredo E. Lattes......................................................................................................... 402
La sociología como Ciencia
Investigación sobre los efectos sociales de la urbanización en
La Sociología como Ciencia Teórica y Empírica..................................................... 316 un área obrera del Gran Buenos Aires (1967)
Ruth Sautu, Cecilia Fraga, Carolina Najmias, Gabriela Plotno Gino Germani. ............................................................................................................... 410

Una década de discusiones metodológicas. Ciencias Sociales (1951) La distribución geográfica de los habitantes (1955)
Gino Germani. ............................................................................................................... 324 Gino Germani. ............................................................................................................... 442

Sobre algunas consecuencias prácticas de ciertas posiciones Asimilación de migrantes en el medio urbano. Aspectos teóricos
metodológicas en sociología con especial referencia a la orientación y metodológicos (1969)
de los estudios sociológicos en la América Latina (1952) Gino Germani. ............................................................................................................... 466
Gino Germani. ............................................................................................................... 346
La inmigración masiva y su papel en la modernización
Encuestas en la población de Buenos Aires. Características técnicas del país (1962)
generales de las encuestas (1962) Gino Germani. ............................................................................................................... 490
Gino Germani. ............................................................................................................... 364
Investigación en el campo de la migración interna
Prólogo a La imaginación sociológica (1961) en la América Latina (1965)
Gino Germani. ............................................................................................................... 386 Gino Germani. ............................................................................................................... 544
12 Gino Germani - La sociedad en cuestión

V
Las bases sociales de las actitudes políticas
Los estudios electorales de Germani. Las bases sociales del voto,
con referencia particular a ocupación y voto.......................................................... 552
Raúl Jorrat

Diferenciación de las actitudes políticas en función de la


estructura ocupacional y de clases (1955)
Gino Germani. ............................................................................................................... 558

El surgimiento del peronismo. El rol de los obreros y de


los migrantes internos (1973)
Gino Germani. ............................................................................................................... 576

VI
Democracia y autoritarismo
La democracia, ¿tan solo una ilusión?...................................................................... 640
Juan Carlos Marín y Julián Rebón

Democracia y autoritarismo en la sociedad moderna (1979)


Gino Germani. ............................................................................................................... 652

Los autores................................................................................................................... 696


Actualidad y Retrospectiva del
pensamiento de Gino Germani

Carolina Mera* y Julián Rebón**

L a presente publicación apuesta a recuperar


la obra de Gino Germani para los investiga-
dores de hoy y del mañana.
fortalecimiento de la investigación en la acade-
mia argentina. En este contexto, la creación de
la carrera se articula al desarrollo del Instituto
que hoy en memoria del sociólogo italiano lleva
su nombre.
Más allá de su aporte institucional, es su obra
de vida y el momento histórico le formulaban.
Como consecuencia, pese al paso del tiempo y
el desarrollo de las ciencias sociales en la re-
Gino Germani personificó el desafío de de Sociología –nuestro antecesor institucio- sociológica la que destacó a Germani entre los gión, revisitar su obra sigue siendo relevante
construir, tanto institucional como investigati- nal–, el cual trasciende al viejo instituto de cá- cientistas sociales de su época. Sus estudios e para analizar el mundo de hoy.
vamente, el campo de las ciencias sociales en tedra para convertirse en un espacio de investi- investigaciones, muchos de ellos pioneros en Con este objetivo, presentamos un conjunto
la Argentina de mediados del siglo XX. En pri- gación de todo el departamento naciente. Esta su temática en la región, delimitaron la socio- de textos emblemáticos de la obra de Gemani
mer lugar, se destaca por ser uno de los princi- fecunda experiencia de vinculación entre in- logía como campo disciplinario en permanente seleccionados y presentados por especialistas
pales artífices de la institucionalización de las vestigación y docencia fue el semillero de toda diálogo con otras disciplinas de las ciencias so- de diferentes áreas temáticas. En su mayoría,
ciencias sociales en el país. Probablemente, la una generación de cientistas sociales, muchos ciales y las humanidades. Sus estudios supieron los investigadores responsables de la selección
creación de la carrera de Sociología de la Uni- de los cuales, provenientes de otras discipli- vincular distintas escalas y dimensiones –los de los textos han compartido espacios de for-
versidad de Buenos Aires fue su empresa más nas, se sumaron a la empresa formándose en el enfoques macro y microsocial, lo estructural mación, investigación y debate político e inte-
importante en esta dirección. Fruto emergente campo de la investigación social y enriquecién- y subjetivo, las trayectorias colectivas e indivi- lectual con el científico italiano, lo que sumado
de una alianza entre el movimiento estudiantil dola con sus experiencias políticas y académi- duales– habilitando análisis comparativos y de a su profundo conocimiento de Germani, ha-
y los sectores progresistas de la universidad, cas previas. A su vez, el programa de extensión larga duración. Esta nueva mirada sociológica, cen de esta compilación un medio ideal para
enfrentando oposiciones varias, la carrera de desarrollado por entonces en Isla Maciel sumó inaugurada por Germani en el campo local, in- renovar el interés sociológico en su obra.
Sociología nace en un período marcado por el a la experiencia investigativa y docente el desa- vitaba a abordar la realidad interdisciplinaria- Los textos escogidos pueden ser valorados
fío de intervenir en la resolución de problemas mente, no perdiendo nunca la totalidad social en diversas dimensiones. Se destacan por su
sociales. Esta articulación configurada entre como horizonte de referencia. De esta forma, valor documental y por prestar testimonio de
* Ex Directora del Instituto de Investigaciones Gino
docencia, investigación e intervención social con el mayor rigor científico disponible en su momentos específicos en la construcción del
Germani.
** Director del Instituto de Investigaciones Gino Ger- en el proceso que Gino Germani dirigió ha de- época, se abocó a responder los interrogantes campo disciplinar. Nos brindan, en algunos
mani. jado profundas huellas en nuestra institución, sociales y políticos que su propia experiencia casos, investigaciones que aún siguen siendo
16 Gino Germani - La sociedad en cuestión Presentación 17

referentes clásicos en lo relativo a ciertos pro- En segundo lugar, se agrupan un conjunto de miento de las migraciones y sus vinculaciones cativamente los supuestos ideológicos asumi-
cesos históricos y reclaman nuevas miradas presentaciones y textos referidos a la temáti- con los cambios sociales, políticos y culturales dos por Germani. Tal vez, uno de sus mayores
críticas que las cuestionen productivamente. Y ca de las clases sociales. Miguel Murmis; Ruth del país; especialmente, el rol de la migración aportes sea el de mostrar que la obra de Ger-
en general, aún tras el paso del tiempo y de la Sautu y equipo; y Raúl Jorrat, desde sus propias en la configuración de la sociedad argentina. mani sigue siendo sugerente para analizar el
crítica, continúan siendo fuentes de sugeren- trayectorias investigativas interpelan retros- Luego, Raúl Jorrat nos introduce a los es- mundo actual en la medida en que se la retome
cias para el abordaje de los grandes problemas pectivamente los trabajos escogidos. Murmis tudios electorales de Germani. Los dos textos críticamente.
sociales contemporáneos. Por último, esta se- analiza la contribución de Germani a la temáti- presentados nos muestran el trabajo de un in- Nos resta agradecer a todos los que contri-
lección tiene como valor agregado el hecho de ca en las primeras obras del autor, e indaga sus vestigador pionero en el uso de herramientas buyeron a que esta obra fuera posible. Entre
que muchos de los textos escogidos se encuen- fundamentos teóricos y metodológicos y las estadísticas aplicadas al estudio de las bases ellos queremos destacar el apoyo de CLACSO
tran agotados en sus respectivas ediciones ori- conexiones propuestas con los grandes proble- sociales del comportamiento electoral. Se pre- a nuestra empresa desde el primer momento y
ginales y posteriores reediciones. mas sociales de la época. Ruth Sautu y equipo senta aquí su trabajo clásico y ampliamente a Ana Germani quién generosamente cedió los
El presente libro se ordena en apartados te- revisitan el tratamiento de la estructura de cla- discutido “El surgimiento del peronismo: el rol derechos de autor.
máticos que incluyen los textos seleccionados ses a lo largo de su obra y plantean su impor- de los obreros y de los migrantes internos”. Di- Para el instituto de Investigaciones Gino Ger-
con las respectivas introducciones de los espe- tancia como fuente de inspiración para nuevas cho trabajo también es reseñado oportunamen- mani este libro forma parte de recuperar nues-
cialistas. El lector podrá escoger, de acuerdo investigaciones. Por su parte, Jorrat se focaliza te por Alfredo Lattes. tro pasado, de honrar aquella determinación de
a sus propios intereses, el itinerario de lectura en los estudios de movilidad social intergene- Finalmente, Juan Carlos Marín y Julián Re- Germani para investigar el orden social, aun en
deseado. racional, compartiendo con el lector el análisis bón presentan el último artículo escrito por condiciones adversas, y poder intervenir en los
En el primer capítulo, “Gino Germani 1911- de los trabajos escogidos en un constante diá- Gino Germani: “Democracia y autoritarismo debates y conflictos de su época. Hoy nuestro
1979”, el lector encontrará los artículos escri- logo con su propia producción investigativa. en la sociedad moderna” y lo hacen introdu- instituto renueva y actualiza día a día este com-
tos por Ana Germani e Inés Izaguirre, “Sobre la Posteriormente, Ruth Sautu y equipo presen- ciendo una mirada crítica que interroga provo- promiso de manera crítica, plural, y creativa.
crisis contemporánea” y “El perfil de un Maes- tan una serie de textos representativos de los
tro” respectivamente, donde se traza una bio- abordajes metodológicos y epistemológicos de
grafía intelectual del pensador italiano. Estos Germani. Estos textos nos advierten acerca del
trabajos nos presentan su trayectoria intelec- peligro de abusar de las herramientas metodo-
tual, delineada por las tensiones y dilemas de lógicas y caer en un tecnicismo puro, y nos re-
su experiencia personal y su producción aca- cuerdan la necesidad de trabajar los datos con
démica, las cuales se encuentran marcadas por teoría e imaginación.
el exilio, la migración y las consecuencias de A continuación, Alfredo Lattes analiza la vi-
sus opciones políticas. gencia de la contribución de Germani al conoci-
I
Gino Germani
1911-1979
Sobre la “crisis contemporánea”
Gino Germani 1911-1979

Ana Alejandra Germani

La cuestión más preocupante es el porvenir The most serious contradictions are found temporáneas y los riesgos que enfrentan las sociólogos italianos junto a Wilfredo Pareto y
de nuestra organización política, es decir, de at the global, planetary level. A fast growing democracias occidentales. Sus contribuciones Gaetano Mosca, su obra ha sido decididamen-
nuestra civilización misma. Los viejos ideales external proletariat is threatening modern a la sociología de la modernización resultan te una contribución al prestigio de la cultura
se mueren: liberté, égalité, fraternité, cuán civilization and the gap between advanced particularmente pertinentes para el análisis de italiana a nivel internacional. En primer lugar
lejos parecen estar frente a los nuevos credos and developing countries increases more and
las dinámicas de la llamada globalización y en en América Latina, en particular en Argentina,
que proclaman la santidad de la fuerza, de la more. The premodern international game of
negación del individuo y de la libertad. conflicts between states competing for power cierta medida anticipan el debate hoy en boga donde ha sido reconocido como uno de los pa-
and hegemony continues to its fullest expres- sobre la modernidad. dres fundadores de la disciplina, símbolo de la
G. Germani, inédito, circa 1932 En el transcurso de su carrera desarrollada sociología empírica latinoamericana inmedia-
sion. Uncontrolled technology is destroying the
environment for the first time in history Man entre América Latina, Estados Unidos y Euro- tamente después de la guerra que se desarro-
La crisis, o mejor la tragedia de nuestra épo- has the power to destroy himself. All this po- pa, Germani se dedicó al estudio de temáticas lló en la región inmediatamente después de la
ca, reside en el hecho de que la liberación de ints in a single direction: modern civilization
estas inmensas posibilidades materiales se
clave en las ciencias sociales y políticas: las Segunda Guerra Mundial1. A pesar de ello, su
is intrinsically planetary and can survive only contradicciones de la modernidad, la crisis y trayectoria científica e intelectual permaneció
ve trabada y torcida por el retraso en otros through global, long range rational planning
órdenes. Esta falta de sincronización en el el derrumbe de las democracias, los proble- más bien al margen de la disciplina en su tie-
guided by universalistic values, on the behalf
desarrollo de las diferentes partes de nuestra mas de la libertad individual en las sociedades rra natal.
of mankind as a unity
sociedad no solo puede impedir recoger los modernas de masas, la marginalidad, el au- Indudablemente Gino Germani formaba
frutos de las conquistas técnicas y científicas G. Germani, 1981 toritarismo y el totalitarismo. Problemáticas parte de aquella generación de intelectuales
sino que coloca a la humanidad frente al in- que él mismo conoció directamente y con las
minente peligro de una catástrofe irreparable. cuales ha debido confrontarse en varias eta-

L
El totalitarismo expresa en el orden político a obra del sociólogo Gino Germani, na- 1 No obstante aún hoy, varios investigadores han que-
pas de la vida. Muchos de sus estudios van-
de la organización social las profundas con- cido hace casi un siglo, se manifiesta hoy rido llamar la atención sobre la necesidad de volver a
tradicciones a que se ha aludido.
guardistas han resultado clásicos de la litera- examinar el mito arraigado y difuso sobre su rol como
rica en principios para cuidadosas reflexiones tura sociológica contemporánea. Reconocido padre fundador de la sociología contemporánea argen-
G. Germani, Cursos del Colegio Libre, 1948 sobre la vulnerabilidad de las sociedades con- por algunos como uno de los más importantes tina (Pereira, 2006) (Bollo, 2000).
22 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 23

fuertemente comprometidos con la ciencia, dadas las condiciones para que la democracia El exilio argentino: escritos logró terminar sus estudios superiores e inició,
el antifascismo y la democracia. No es casual, pueda sobrevivir (Bobbio, 1982). Su búsqueda antifascistas y las primeras a pesar suyo, el curso de Economía y Comercio
como había recordado Bobbio en ocasión científica nace de su constante preocupación búsquedas empíricas en la Universidad de Roma, estudios que se inte-
del Simposio Internacional llevado a cabo en por los aspectos contradictorios y oscuros del rrumpen con su exilio en Argentina en 1934.
Roma en su honor un año después de su falle- proceso de secularización y del destino mis- Sus amargas reflexiones sobre el destino de la En Buenos Aires sus intuiciones sobre la na-
cimiento2, que gran parte de su obra pueda ser mo de las democracias occidentales. Entre su democracia en la sociedad moderna y sobre las turaleza del autoritarismo moderno comienzan
considerada como una larga y atormentada primer artículo teórico, Anomia y desinte- raíces del totalitarismo se esbozaron precisa- a tomar forma en sus primeras intervenciones
respuesta a una pregunta fundamental: cuá- gración social (1945), y el último, Democra- mente en Regina Coeli y en Ponza en la prima- en diarios antifascistas locales. De ahí el tono
les son las condiciones de supervivencia de la cia y autoritarismo en la sociedad moderna vera de 1930, cuando fue arrestado por la poli- ideológico de gran parte de estos escritos: las
democracia o aun más drásticamente, si están (1978), pasaron otros treinta años de intenso cía política fascista. Ya estaba convencido de preguntas que se planteaba Germani eran pro-
trabajo, reflexiones y continuas revisiones. En que se atravesaba no solo una crisis histórica blemas que rozaban la sociología clásica y refle-
el primero comienza a proponer algunas cla- de la democracia, sino también una crisis ge- jaban tentativas de comprender las contradic-
2 Para estudiar a fondo los temas desarrollados en ves de lectura para analizar aquello que defi- neralizada de la sociedad moderna. Germani se ciones de la sociedad moderna y del fenómeno
su último escrito, un año después de la muerte del es-
tudioso, se celebró en Roma una Conferencia Inter-
nía como “la crisis contemporánea”. El segun- acercaba mucho a la visión del fenómeno fas- totalitario. Trató ampliamente el problema de la
nacional sobre Autoritarismo y Democracia en las do fue su testimonio casi apocalíptico sobre cista que había sostenido el fundador de Justi- fascistización, de la educación y de la cultura,
Sociedades contemporáneas en honor a Gino Ger- el futuro de las democracias occidentales y cia y Libertad: las causas del conformismo, los mecanismos
mani con el auspicio de la International Sociological constituyó una última contribución a la dis- de formación y de reclutamiento de las nue-
Association (ISA), el Consejo Latino-Americano de cusión de uno de los problemas aun hoy muy […] desde los inicios Rosselli comprendió la ver- vas clases dirigentes (que años después será
Ciencias Sociales (CLACSO), Harvard University De- dadera esencia del fascismo, vio que no se trataba
partment of Sociology, el Centro Nacional de Preven- importante para los historiadores, politólogos el tema de su tesis de licenciatura), los medios
de un fenómeno momentáneo, sino que represen-
ción y Defensa Social (ONPDS), el Consejo Italiano y sociólogos. de represión y de control del estado fascista y
taba la crisis total de la cultura occidental, de sus
para las Ciencias Sociales (CSS), la Universidad de Sus preocupaciones científicas se ligaban instituciones, de sus valores y de sus hombres. El
su política económica. Volverá muchas veces,
Nápoles, el Instituto de Sociología y la Universidad estrechamente a otras de carácter ético y polí- a lo largo de su carrera, a esta problemática.
Libre Internacional de Estudios Sociales. La realiza- antifascismo no es solo la negación de esta crisis,
tico. Libertad intelectual y precisión científica sino que es el deber fundamental de nuestra épo- Quería demostrar cómo el fascismo, para ga-
ción de este convenio fue posible con la contribución
de la FORD FOUNDATION, del Consejo Nacional de fueron el leitmotiv de su historia de vida ya sea ca. (Germani, 1943) rantizar la propia supervivencia, debería haber
Investigación, de la Interamerican Foundation, de la como sociólogo o como militante antifascista. seguido políticas que iban contra sus propios
Libre Universidad Internacional de los Estudios Socia- No es casual que para una correcta lectura de A causa de su precaria salud, los cuatro años de intereses en diversos ámbitos: desde la política
les. Las actas fueron publicadas en Los límites de la su obra sea importante recordar la interacción confinamiento fueron conmutados a un bienio económica hasta la política hacia los jóvenes.
democracia en la sociedad moderna, bajo la supervi-
entre historia de vida, análisis social y produc- de advertencia. En 1932, siempre bajo la estre- A Germani le interesaba especialmente el tema
sión de R. Scartezzini, L. Germani y R. Gritti (Nápoles:
Liguori) en 1985. ción científica. cha supervisión de la policía fascista, Germani de las contradicciones internas del proceso de
24 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 25

socialización política de los jóvenes, escasa- naturaleza del fascismo y sus repercusiones. trabajo teórico sobre la crisis contemporánea, el punto de vista metodológico y epistemoló-
mente tratado por los historiadores y los so- Esencialmente, rechazaba a todos aquellos que titulado Anomia y desintegración social5, en gico la legitimidad y el desarrollo de la socio-
ciólogos3. Sus discrepancias con algunos de los trataron de conciliar sus pasados fascistas con el cual enfrentó las problemáticas centrales logía científica como ciencia. Según Germani,
exponentes clave del antifascismo local como sus recientes adhesiones a las ideologías de- sobre las cuales trabajará en el transcurso de el triunfo de las corrientes antipositivistas no
Giuseppe Parpagnoli y Mario Mariani no eran mocráticas (Treves, 1990). su carrera: las contradicciones de la moderni- solo constituyó un desastre para las ciencias
tan solo expresiones de diversas concepcio- Hacia finales de los años treinta su nombre zación, los peligros de la secularización y las del hombre sino que sus repercusiones nega-
nes tácticas o políticas sino que manifestaban se encontraba todavía en una lista negra por lo dinámicas del proceso de la individuación. tivas fueron más allá del ámbito de la cultura
interpretaciones profundamente distintas a la cual el regreso a Italia habría significado una En el mismo período trabaja sobre un manus- e incidieron hasta en la vida cotidiana, contri-
inmediata detención en la frontera y la pena crito titulado Teoría y búsqueda en la sociolo- buyendo al nacimiento de expresiones de ideo-
de muerte. Encuentra un trabajo estable en el gía empírica6, que aspiraba a delinear desde logías irracionalistas y de los correspondientes
3 Escritos aparecidos en diarios antifascistas: “Doce Ministerio de Agricultura, precisamente en el intelectuales de los totalitarismos políticos.
años de educación fascista” en Italia del Pueblo, Mercado consignatario de la yerba mate, y re-
21/12/1934; “Las tiranías y la resignación” en Italia del nuncia a la ciudadanía italiana. En 1938 decide en el Boletín del Instituto de Sociología, Facultad de
Pueblo, 30/12/1934; “La reforma monetaria y la llegada Filosofía y Letras, UBA: “La clase media en la Ciudad
de la lira” en Italia del Pueblo, 18/01/1935; “Sobre el sig-
finalmente retomar los estudios en la Facultad Sobre la “crisis contemporánea”:
de Buenos Aires”, I, 1942, p. 105-126; “Sociografía de
nificado de la ‘rotación’” en Italia del Pueblo, 25/01/1935; de Filosofía y Letras de la Universidad de Bue- la clase media en Buenos Aires”, II, 1943, p. 203-209; primera confrontación entre
“Fascismo y crisis” en La Nueva Patria, 24/02/1935; nos Aires. En 1941 se convierte en investigador “Sociografía de la clase media en Buenos Aires”, 1943. fascismo y peronismo
“Los pobres” en La Nueva Patria, 1935; “Crítica y disci- ad honorem del Instituto de Sociología e inicia Otras referencias al censo nacional pueden encontrarse
plina” en La Nueva Patria, 1935; “Sobre la Unidad an- a principios de 1940 una serie de investigacio- en el Boletín del Instituto de Sociología, II, 1943, p. 97- Con el advenimiento del peronismo, su carrera
tifascista” en La Nueva Patria, 1935; “Antifascistas” en 111. Boletín del Instituto de Sociología, III, Facultad
La Nueva Italia e Italia Libre; “En el Programa” en La nes pioneras sobre la sociedad argentina. académica, que surgía prometedora, concluyó
de Filosofía y Letras, 1944, p. 240-245 y en el Nº IV del
Nueva Italia, 27/04/1943; (Giovanni Frati) “Carlo Ros- Hacia 1942 se ocupaba de los problemas Boletín, 1945, p. 133-136, “El Instituto de Sociología y el antes de comenzar. En vísperas del nuevo ré-
selli” en La Nueva Italia, 08/ 06/1943; (Giovanni Frati) metodológicos vinculados a la relación entre Cuarto Censo Nacional. gimen fue arrestado, alejado de la Universidad,
“El Neo Antifascismo” en La Nueva Italia, 26/06/1943; el censo y la investigación sociológica. El pro- censurado como intelectual y despedido de to-
(Giovanni Frati) “Sobre ‘Unidad antifascista” en Italia 5 “Anomia y desintegración social” en Boletín del Ins-
fesor Levene lo invita a presidir la Comisión tituto de Sociología, Nº 4, 1944, traducción del italiano dos sus trabajos, tanto en la Universidad como
Libre, 1943; (Giovanni Frati) “Por qué los italianos no
se rebelan” en La Nueva Italia, 1943; “Los jóvenes, el Nacional encargada de la preparación del IV “Anomia y disgregación social” en Scalmonti, Cavicchia en el Ministerio de Agricultura. Fue uno de los
fascismo y la nueva Italia” en Italia Libre, 15/09/1945. Censo Nacional4. En 1944 había completado su y Germani, Luis Sergio Gino Germani: Ensayos Socio- primeros en la izquierda democrática en insistir
lógicos (Buenos Aires: El Ateneo de G. Pironti), 1991.
Estas temáticas las retomará en el curso de su carre- en que el peronismo no era fascismo, a pesar de
ra: ver Autoritarismo, Fascismo y clases sociales (El 6 Una versión revisada fue publicada 10 años des- las estrechas ligazones ideológicas entre Perón
Molino, 1975), y en particular “La socialización de los 4 En 1940 se encontraba ya llevando adelante una pués en La sociología científica. Apuntes para su
jóvenes en los regimenes fascistas: Italia y España” en
y Mussolini. Establecer la diferencia entre fas-
primera investigación sobre la clase media en Argenti- fundamentación, (México: Instituto de Investigaciones
Cuadernos de Sociología, Vol. 1, 1971. na. Este proyecto dio lugar a publicaciones aparecidas Sociales, Universidad Nacional de México), 1956. cismo y peronismo no era para Germani sola-
26 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 27

mente un ejercicio de teoría sino que constituía hasta 1948 Germani dirigió Ciencia y Sociedad a las consecuencias de la secularización, a las lectivo extraordinario para la reconstrucción y
sobre todo un prerrequisito fundamental para de la editorial Abril y desde 1948 en adelante, condiciones subjetivas de la libertad, a las re- la renovación de las ciencias sociales y de las
poder extender la misma práctica democrática. Biblioteca de Psicología y Sociología de Pai- currentes explosiones de irracionalidad y otros ciencias exactas que culminó en un decenio de
Como muchos otros intelectuales disiden- dós. Desarrolló una intensa actividad como fenómenos de masas intrínsecos a la moder- producción científico-cultural sin precedentes
tes, logró continuar una cierta actividad didác- traductor y divulgador de numerosas obras de nidad8. Ningún otro intelectual, sociólogo o históricos en Argentina y en toda América Lati-
tica en el Colegio Libre de Estudios Superio- ciencias sociales, tanto europeas como esta- psicólogo, tuvo un rol tan importante instau- na. El florecer de una vida democrática univer-
res, un lugar que se convirtió rápidamente en dounidenses, hasta entonces desconocidas en rando un fuerte vínculo entre el psicoanálisis sitaria después de un golpe de estado es una
un punto de referencia crucial en el momento América Latina, dando así los primeros pasos y las ciencias sociales a través de la difusión paradoja que puede ser comprendida tan solo
en que la derecha católica y el nacionalismo hacia la renovación de las ciencias sociales7. y traducción de las diversas escuelas de pen- haciendo referencia al rol clave que desarrolló
tradicional detentaban el control de la cultu- A través de estas obras, Germani afrontaba un samiento. Finalmente, una parte importante de el movimiento estudiantil, cuya participación
ra. Los cursos que dictaba Germani versaban conjunto complejo de interrogantes relativos los materiales publicados con Abril y Paidós fue indispensable para el lanzamiento del nue-
sobre lo que él llamaba “la crisis contemporá- fueron incorporados en diversos programas del vo reglamento universitario y de los nuevos
nea”, sus características estructurales y psico- Departamento de Sociología de la Universidad cursos instituidos (Brusilovsky, 2000).
7 Entre los trabajos que Germani preparó para las
sociales y las posibilidades de desarrollo de la editoriales Abril y Paidós, figuran los prólogos de Po-
de Buenos Aires, en la década siguiente. Entre 1955 y 1965 Germani fue responsable
democracia en la sociedad de masas. De esta lítica exterior de los Estados Unidos de Walter Lipp- de la reorganización y dirección del Institu-
compleja trama de problemáticas nace su de- man (1944), La libertad en el Estado Moderno de Ha- to de Sociología y al mismo tiempo de la or-
seo de reconstruir, dentro de una prospectiva rold Laski (1946), Estudios de psicología primitiva de Nacimiento y ocaso de la ganización del Departamento de Sociología
histórica e interdisciplinaria, los procesos de Bronislaw Malinowski (1949), El retorno de la razón “sociología científica” (1958-1962). Su intención de renovar las cien-
de Guido de Ruggiero (1949), Psicoanálisis y sociolo-
modernización e individuación. Quiere demos- gía de Walter Holischer (1950), El carácter femenino cias sociales fue el fruto de un extraordinario
trar cómo los mismos rasgos que caracterizan de Viola Klein (1951), Espíritu, persona y sociedad de La Universidad de Buenos Aires recupera su empeño colectivo que tuvo el apoyo entusiasta
a la sociedad moderna encierran en sí mismos George H. Mead (1953). Tradujo El miedo a la libertad autonomía precisamente en ese clima de pre- de los principales protagonistas de la reforma
algunas de las contradicciones más profundas de Erich Fromm (1947). Hizo publicar también Adoles- cariedad político institucional, de proscrip- universitaria: Risieri Frondizi, José Luis Rome-
cencia y cultura en Samoa y Sexo y temperamento de
de la época contemporánea. Los instrumentos ciones electorales y continuos levantamientos ro, Manuel Sadosky, Rolando García y Mario
Margaret Mead (1945), La muchedumbre solitaria de
conceptuales que usa para dar sustento a su David Riesman (1964), Psicoanálisis del antisemitis- armados que siguieron al golpe de estado con- Bunge, y la singular participación de la prime-
tesis son aquellos que marcaron toda su obra: mo de Nathan Ackerman y Marie Jahoda, Carácter y tra el General Perón en septiembre de 1955. ra generación de intelectuales y profesionales,
secularización, crisis, asincronía, sociedad mo- estrucura social de Hans Gerth y Wright Mills (1961), Durante esos años tuvo lugar un esfuerzo co- compuesta sobre todo por egresados de otras
derna y sociedad tradicional. La personalidad básica de M. Dufrenne (1959), La so- disciplinas, entre ellos: Ana María Babini, Jor-
ciedad abierta y sus enemigos de Karl Popper (1957),
En esa época el mundo editorial represen- ge Garciarena, Juan Carlos “Lito” Marín, Ruth
El estado democrático y el estado autoritario de Franz 8 Para ulteriores profundizaciones sobre este perío-
taba otra posibilidad importante. Desde 1945 Neumann (1968). do, ver Blanco, 2006. Sautu, Perla Gibaja, Norberto Rodríguez Bus-
28 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 29

tamante, Enrique Butelman, Torcuato Di Tella, tes, se invitaba sistemáticamente a profesores una “ciencia de la crisis” y las ciencias huma- la estructura social, la estratificación, la ur-
Inés Izaguirre y tantos otros. extranjeros al Instituto y al Departamento de nas como tales representaban “una de las ta- banización y la marginalidad, los orígenes de
La columna vertebral del proyecto cultural y Sociología de la Universidad de Buenos Aires9 reas esenciales de nuestro tiempo”, tareas que los movimientos nacional-populares y, en tér-
científico propuesto por Germani se apoyaba en y colaboraba él mismo en diversos centros de pueden realizarse solamente donde existe la minos generales, las controversias relativas a
gran medida en sus relaciones con las ciencias investigación y se convertía en miembro de nu- posibilidad de confrontación y debate, en otras la llamada “paradoja argentina”, constituyeron
sociales internacionales. Germani se esforzó merosas asociaciones, entre ellas la American palabras, donde puede florecer la democracia y algunas de las problemáticas con las cuales la
en crear estrechos lazos entre el tipo de inves- Sociological Association, la Asociación Lati- la libertad. De ahí nace su preocupación apre- primera generación inició su propia carrera y
tigación que se llevaba a cabo en el instituto de noamericana de Sociología y el Instituto Inter- miante por su lado opuesto, el totalitarismo formación (Di Tella et al., 1991). Estas proble-
Buenos Aires y experiencias similares en otros nacional de Sociología. (Solari, Jutkovitch y Franco, 1974). De nuevo máticas superaron el estrecho ámbito institu-
países latinoamericanos, norteamericanos y La compleja relación entre democracia y de- sus preocupaciones científicas se ligaban estre- cional académico y se derramaron hacia otros
europeos. Entre sus ambiciosos propósitos fi- sarrollo y las variadas formas en las cuales los chamente a otras de carácter ético y político. ámbitos de la sociedad. Los mismos conceptos
guraba superar el aislamiento científico social procesos de modernización podían llevar a so- La búsqueda empírica se organizó de un clave de lectura terminaron mezclándose de-
latinoamericano, favorecer la comunicación luciones autoritarias constituyó el hilo conduc- modo muy innovador para la época. Entre finitivamente en el vocabulario cotidiano. Las
entre los estudiosos de diversos países, promo- tor de su trabajo científico y el interrogante de los cambios de relieve que introdujo Germani contribuciones teóricas y empíricas de Germa-
ver congresos y seminarios sobre la metodolo- fondo que influenció en gran parte el modo de uno de ellos fue precisamente someter a veri- ni fueron notables entre 1955 y 1966, y abrie-
gía y la teoría de la investigación, crear centros conducir el Instituto y el Departamento de So- ficaciones empíricas un conjunto de hipótesis ron diferentes espacios intelectuales hasta
de documentación bibliográfica y garantizarles ciología10. Germani definía la sociología como que predominaban en el debate político: la di- entonces casi inexplorados en la investigación
el uso apropiado de los datos; favorecer, en fin, mensión social, económica, política cultural y sociológica11. Sus estudios sobre la estructura
la coordinación nacional e internacional de la psicológica de la modernización, los procesos
investigación y la metodología. Estos objetivos 9 Entre ellos: B. Knox, A. Touraine, A. Cicourel, K. de movilidad social, las transformaciones de
Silvert, Horowitz; P. Heintz, L. Brams, G. Friedman; E.
se tradujeron en una intensa actividad destina- 11 Una descripción de los innumerables proyectos de
Pin, S. J. Medina Echavarría, L. Costa Pinto del Brasile, investigación llevados a cabo entre 1955 y 1966 en el
da a dar vida a redes institucionales internacio- R. Beals, R. Goldstein, A. Meister, F. Silvert, R. Treves, nal de México); 1964 La Sociología en América Latina Instituto de Sociología, puede encontrarse en los si-
nales, el Instituto de Sociología se afilió a la In- S. N. Esenstadt, F. M. Chombart de Lauwe, A. Pizzorno, (Buenos Aires: EUDEBA); 1950 “Una década de discu- guientes documentos: 1963 Informe del Departamento
ternational Sociological Association (ISA), y se R. Lukic, R. Aron, G. Balandier, F. Braudel, R. Girod, D. siones metodológicas” en Ciencias Sociales (Washing- de Sociología, FFyL, UBA; 1964 Informe del Director,
establecieron contactos con el Departamento Glass, M. Dogan, J. Reynaud, F. Bourricaud, T. Ktsanes, ton: Unión Panamericana) V. II, Nº 11-12; y 1952 “Sobre Instituto de Sociología, UBA, junio; Germani, G. 1968
N. Keyfits, B. Rosemberg, H. F. Cardoso, E. Faletto, J.
de Ciencias Sociales de la UNESCO y con nu- algunas consecuencias prácticas de ciertas posiciones “La Sociología en Argentina” en Revista Latinoameri-
Galtung, J. Dumazedier y P. Baran. metodológicas en sociología, con especial referencia a cana de Sociología (Buenos Aires) Nº 3, 1968; Di Tella,
merosos organismos internacionales. Además
10 Germani expone su proyecto para el desarrollo de la orientación de los estudios sociológicos en la Améri- T. 1980 “La Sociología argentina en una perspectiva de
se promovían becas de estudio en el exterior
la disciplina en numerosos escritos, entre ellos: 1956 ca Latina” en Boletín del Instituto de Sociología (Bue- veinte años” en Desarrollo Económico (Buenos Aires)
para la formación de sus docentes y estudian- La Sociología Científica (México: Universidad Nacio- nos Aires) Vol. X, Nº 6. Vol. 20, Nº 79.
30 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 31

social y el sistema de estratificación señalaron mente un precursor en el estudio del impacto empíricos sobre las transformaciones estruc- La llamada “época de oro” de las ciencias so-
el inicio de toda una tradición de investigación de las inmigraciones transoceánicas y de las turales, que caracterizaban en aquellos años a ciales argentinas estaba destinada a tener una
sobre las clases sociales en América Latina12. migraciones internas, dejando una huella rele- la Argentina, se inscribieron dentro del ámbito vida muy breve. Como escribiera Germani:
Comenzó además una serie de búsquedas pio- vante en el debate historiográfico además del de investigación sobre la modernidad, sus cri-
neras sobre la conformación urbana de la Ar- sociológico (Germani y Romero, 1959). sis y contradicciones. El interés de Germani […] los conflictos afrontados por la sociología
gentina contemporánea. Una parte considera- Recuperar el rol de la Universidad en la co- sobre aspectos conflictivos y “patológicos” de profesional en aquel primer decenio de su institu-
ble de sus trabajos estuvo dedicada a la parti- munidad constituyó una parte fundamental del la mutación social lo llevó a profundizar en las cionalización se encontraron esencialmente con
cipación política de las masas y a los orígenes proceso de renovación universitario iniciado a posibles salidas autoritarias de los procesos de tres grupos sociales diferentes pero influyentes,
que tuvieron efectos negativos para la consoli-
del peronismo13. De estos estudios surgió un mitad de los años cincuenta14. Con este propó- transición y a construir un modelo de análisis
dación de la nueva disciplina en el ámbito local:
debate que tuvo importantes repercusiones en sito fue implementado el Departamento de Ex- que permitiera delinear los ritmos, las secuen-
1- las tradiciones intelectuales de un considera-
los estudios comparados sobre el nacional po- tensión Universitaria, DEU en enero de 1956, el cias y los desfasajes entre los diversos momen- ble sector de las instituciones académicas y de
pulismo y el autoritarismo en América Latina y que inauguró una serie de actividades de bús- tos del proceso de transformación social. Una la élite literaria antipositivista, que compartía
en la Europa mediterránea. Germani fue igual- queda y de intervención en las áreas periféricas imposición que lo llevará a rever, durante su orientaciones filosóficas y normativas fundadas
y marginales de Buenos Aires, “para favorecer carrera, con diversos instrumentos empíricos en la fenomenología (Scheler), el neotomismo y
a aquellos sectores sociales que no tenían acce- y teóricos las tensiones específicas de la tran- el existencialismo alemán; 2.- el miedo profundo
12 Su obra Estructura Social de la Argentina, publi- so a la educación superior” (Brusilovsky, 2000). sición: la trasformación de las estructuras de y la desconfianza de ciertos grupos dirigentes,
cada en 1955, considerada como el primer ejemplo de particularmente los militares y la alta jerarquía
investigación empírica en América Latina, marcó deci- La primera investigación empírica fue llevada clase, las consecuencias de la urbanización y
a cabo en una zona obrera del Gran Buenos la movilidad social, las implicancias socio-po- de la iglesia católica que consideraban la nueva
didamente un cambio de ruta en las ciencias sociales
argentinas, en particular en el campo de los estudios Aires conocida como Isla Maciel (Germani, líticas de la integración de las masas sobre la sociología como una forma de subversión social.
sobre las clases sociales y la estratificación. Estos últimos fueron los que trataron de impedir
1958) y representó una verdadera inmersión en acción colectiva y la conciencia de clase15.
el desarrollo de la disciplina; 3.- los estudiantes y
13 Ver 1956 “La integración de las masas a la vida polí- la realidad de los suburbios para los estudian-
los intelectuales de extrema izquierda que hicie-
tica y el totalitarismo” en Cursos y Conferencias (Bue- tes y los entrevistadores. Los diversos estudios
nos Aires: Colegio Libre de Estudios Superiores); 1962 15 No al azar en 1969 volverá a su antigua idea de reali- ron una agresiva oposición en la confrontación
Política y sociedad en una época de transición (Bue- zar un volumen para Paidós, Materiales para el estudio de lo que percibían como un centro de “penetra-
nos Aires: Paidós); 1973 “El autoritarismo y las clases de la sociedad argentina: movilidad social e integra-
populares” y “El surgimiento del peronismo: el rol de 14 En la Reforma Universitaria de 1918 en Argentina ción política, que habría comprendido sus trabajos so-
los obreros y de los migrantes internos” en Desarrollo habían sido atribuidas a la Universidad pública tres bre la movilidad social y la estratificación en Argentina, misma obra estos trabajos habría dado así otro valor y
económico (Buenos Aires) Vol. 13, Nº 51; 1962 “Clases tareas y funciones principales: la docencia, la investi- aquellos sobre urbanización, la encuesta de Maciel y un sentido específico al tipo de investigación empírica
populares y democracia representativa” en Desarrollo gación y la extensión, además de la devolución de los otros estudios sobre la participación política de acuer- e interpretación de la sociedad argentina que estaba lle-
Económico (Buenos Aires) Vol. 2, Nº 2; y 1972 Sociolo- recursos y las competencias universitarias a la comuni- do a las clases sociales y a sus trabajos sobre las ac- vando adelante el Instituto de Sociología en sus años de
gía d e la modernización (Bari: La Terza) Cap. V. dad y a la ciudadanía. titudes autoritarias y el antisemitismo. Reunir en una máxima productividad.
32 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 33

ción ideológica del imperialismo estadounidense. no prestó adecuada atención a la problemática versidad y del gobierno, para proteger la inves- tes del golpe de estado de Onganía en junio de
(Germani, 1968) nacional y no tuvo satisfactoria relación con la tigación de los avatares de la política nacional 1966, Germani aceptó un cargo en el Departa-
historia. Hasta la fecha, el proyecto académico y dar trabajo a jóvenes investigadores. La idea mento de Sociología de Harvard.
Hasta 1960 las críticas y los ataques en la con- y su rol como padre fundador de la disciplina era investigar. Así nació el Centro de Sociolo- El golpe de estado de Onganía de junio de
frontación de la sociología científica provenían continúan alimentando una importante discu- gía Comparada del Instituto Torcuato Di Tella, 1966 había transformado a los protagonistas
sobre todo de los sectores tradicionales, de la sión en algunos círculos de las ciencias socia- que inició sus actividades en enero de 1964 y de aquella tentativa de renovación y moderni-
derecha y en particular de la derecha católica. les argentinas16. tuvo a Germani como director durante los dos zación de la ciencia y la cultura en enemigos
En la primera mitad de los años sesenta una A comienzos de la década del sesenta, la gran últimos años que pasó en la Argentina. de la Nación y de la Patria (Vessuri, 1992). La
coyuntura cultural e intelectual inseparable de inestabilidad social y política del país se vivía Después de Mussolini, después de Perón, intervención militar borraba con un golpe diez
los acontecimientos políticos que estaban mar- también en la Universidad, expuesta a toda después de varios levantamientos militares, e años de su trabajo. Todos los proyectos de in-
cando profundamente al país y toda América clase de peligros internos y externos. Germani innumerables denuncias y amenazas anónimas vestigación fueron interrumpidos, las publica-
Latina contribuyó a atenuar las ilusiones en la se sentía cada vez más inseguro y propuso la contra su persona, no habría tolerado otra dic- ciones de gran parte de sus informes fueron
confrontación de la llamada “sociología cientí- estrategia de crear una institución académica tadura, ya inminente. Alguno de sus colegas le prohibidos, la biblioteca totalmente desmante-
fica” abriendo así el camino a las teorías de la alternativa e independiente separada de la Uni- había advertido que su nombre se encontraba lada. Desde el punto de vista histórico Germani
dependencia y a la sociología crítica. Fueron desde hacía un tiempo en la lista negra de “per- definía la situación argentina como un sustitu-
revisadas las funciones y los objetivos mismos sonas altamente peligrosas para la Nación”: to funcional del fascismo, hipótesis esta que es-
de la sociología, su estilo de trabajo, los modos 16 Di Tella, T. 1980 “La Sociología en argentina en una se le negó repetidamente la visa de entrada a tudiará a fondo en el último capítulo de su libro
de hacer y concebir la búsqueda y las formas de perspectiva de veinte años” en Desarrollo económico Estados Unidos17. Finalmente, varios meses an- La sociología de la modernización:
(Buenos Aires) Nº 20. Después de 1983, junto a la aper-
institucionalización de la disciplina. De diablo
tura democrática, se dio un revival de las ciencias so-
comunista Germani rápidamente se transformó ciales, y fueron revalorizados intelectuales como Gino Vale decir, el régimen cumple las mismas funcio-
en la encarnación misma del imperialismo yan- Germani, pero las controversias sobre su obra y proyec- 17 En la primera mitad de los años sesenta, a Germani nes, pero con métodos distintos. La función prin-
qui; sus dos almas, rebatía el profesor, sin las to científico continúan aún hoy. En efecto, hace poco su se le negó repetidamente la visa de ingreso a Estados cipal es la desmovilización de las clases popula-
cuales no habría podido continuar su trabajo. proyecto académico fue acusado nuevamente de no ha- Unidos y fue sometido a periódicos interrogatorios por
ber tenido en cuenta de algún modo a los intelectuales, el cónsul estadounidense en Buenos Aires, y se exigían
Sin embargo, muchas observaciones críti-
ya sean marxistas, sean positivistas, sean nacionalistas, también reportes confidenciales desde Italia por su mi- con la policía fascista por ser democrático, y después
cas provenían de sus estrechos colaboradores, que habían escrito sobre la sociedad argentina en el pa- litancia antifascista. Para desbloquear esta situación se exilió, para no volver. Misterio. Cuando estos infor-
que no tardaron en señalar cómo la sociolo- sado, simplemente había considerado a estos autores participaron numerosos intelectuales americanos, entre mes especiales no llegaron, las autoridades consulares
gía, en su principal experiencia argentina, no como “restos “ de un conocimiento pre-científico (Noe, ellos Seymour Martin Lipset, hasta el mismo secretario se espantaron. Un homicidio es un delito que cae en
puso suficiente énfasis en el estudio del mar- 2005). Además, su rol como “innovador” de la investi- de la Casa Blanca Arthur Schlesinger. ”Pero me pre- prescripción después de 30 años, pero las ideas pare-
gación social empírica fue recientemente cuestionado gunto francamente, qué significa requerir información cen constituir crímenes cuya condena no tiene límites”
xismo como teoría y como fenómeno social, (Pereira, 2006), (Bollo, 2000). sobre un estudiante que 35 años atrás tuvo problemas (Carta a Kalman Silvert).
34 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 35

res y la dilación de la tregua política impuesta en valores centrales de la modernidad occidental, Paradójicamente, será en su oficina de Har- sugería a sus alumnos americanos un curso de
la resolución de los conflictos político sociales y como la libertad individual y la democracia19. vard, a pocos metros de Talcott Parsons, donde especialización intensivo, sobre riots in latin
económicos18. Comparte las responsabilidades del Depar- tomará distancia del estructural-funcionalismo, american style22.
tamento de Sociología de la prestigiosa Uni- volviéndose cada vez mas escéptico respecto de
versidad con estudiosos como Talcott Parsons, las escuelas de pensamiento estadounidenses
Los años en Harvard y las Seymour Martin Lipset, David Reisman, Daniel que había contribuido a difundir asiduamente Society”, “Political, Economic and Social Modernization
investigaciones comparadas Bell, Inkelhart, Alex Inkeles, Harrison White. en América Latina entre los años cincuenta y in Latin America”, “Society and Politics in the Emerging
Nations”, “Urbanization and Socio-Economic Develop-
Al mismo tiempo colaboró con autores inte- sesenta. No obstante la importancia que tuvie- ment”, “Stratification and Socio-economic Development”,
Los años en Harvard estarán dedicados a una lectuales de otras universidades y centros de ron las obras de Parsons, la relación entre ellos “Society and Education in Latin America”,“Individuation
profunda reflexión sobre el destino de la liber- investigación en Estados Unidos (Philippe Sch- fue limitada y distante20. as a Historical Process”. Germani dará también un semi-
tad en la civilización industrial-moderna, tra- mitter, Irving Horowitz, Albert Hirshman, Juan En Estados Unidos, tenía más tiempo y li- nario junto a S. M. Lipset titulado “Society and Politics in
tando con muchos años de anticipación las pro- the Emerging Nations”, en 1967.
Linz, Shmuel N. Eisenstadt y otros eminentes bertad, pero no se habituó jamás a la rutina
blemáticas centrales de las sociedades “post- intelectuales). americana, demasiado ordenada, sin revolu- 22 “Estamos completamente a favor de la insurrección
industriales” en la era de la “globalización”, de estudiantil, me gusta sobre todo la idea de prescindir de
ciones, sin huelgas, y aun peor, sin nadie con los profesores, que corresponde exactamente a mi ideal
las cuales hoy mucho se discute. Profundiza sus quien pelear. La political correctness, la ética de la universidad sin estudiantes. Ya es posible. Los estu-
estudios sobre el autoritarismo y sobre la natu- 19 Fue notable la producción científica del estudioso protestante y los hábitos victorianos lo depri- diantes haciendo la ocupación, los profesores en su casa,
raleza y las contradicciones de los procesos de durante su residencia americana, entre 1966 y 1975 pu- mían profundamente. Hasta la revuelta de los de viaje o donde les plazca. Naturalmente sus roles no-
modernización dentro de un cuadro de análisis blica 21 artículos especializados entre los cuales figu- estudiantes americanos le parecía miserable minales deberían continuar existiendo. De otra forma la
comparativo e interdisciplinario concentrán- ran varios en italiano: “Tradiciones políticas y cambios protesta no tendría más razón de existir. Los profesores
estructurales en los orígenes de un Movimiento Nacio- respecto de la que había conocido en Argen- y sus sueldos deben continuar una necesidad dialéctica
dose en dos grandes problemas de reflexión nal popular en G. Garruccio” (s/d) 1974. Momentos de tina, encontraba a los estudiantes poco prepa- de la protesta” (Carta de Germani a Paolo Terni, 1968).
teórica: a) los orígenes histórico-sociológicos y la Experiencia Política Latinoamericana (Bologna: rados, por este motivo, además de los cursos A propósito de la revuelta estudiantil, escribió: “una de
la naturaleza de la civilización occidental indus- El Molino). “El Proceso de urbanización” en. Ideas so- que dictaba en la Universidad de Harvard21, las cosas más curiosas que está sucediendo con la llama-
trial-moderna; b) las “tensiones estructurales”, bre America Latina (Roma: Nueva Antología), 1969, da revolución de los estudiantes es que todos parecen
innatas en esta civilización, que, en determina- “Estratificación Social y su evolución Histórica en Ar- ignorar que la primera esperanza de co-gobierno univer-
gentina” en Sociología, 4 (trad. española) en Marsal, F. sitario y muchas de las reivindicaciones estudiantiles
dos momentos de crisis o de agudo conflicto, (coord.) Argentina Conflictiva (Buenos Aires: Paidós). 20 Sus colegas, Germani aconsejaba “evitar incluir la fueron anticipadas hace cincuenta años, y precisamente
pueden determinar la radical negación de los “Aspectos teóricos y raíces históricas del concepto de obra de Parsons en la biografía obligatoria, de otra manera en el movimiento para la reforma universitaria en Ame-
marginalidad con particular cuidado de America Lati- se corre el riesgo de que la fuga de cerebros en las ciencias rica latina. Creo que debería ser de gran interés sea en
na” en Historia Contemporánea, III, 2 (s/d); “Aspectos sociales se vuelva irreversible” (Carta a la autora, 1978). Italia sea en Francia tener alguna información sobre la
18 Carta de Gino Germani a Guillermo O’Donnel, Lu- teóricos de la Marginalidad” en Revista Paraguaya de 21 Entre sus principales cursos: “Sociology of Moderni- reforma universitaria en America Latina” (Carta de Gino
glio, 1972, APF. Estudios Sociológicos (Asunción) VII, 4. zation”, “Authoritarian and Totalitarian Trends in Modern Germani a Enrico Butelman, abril, 1968, APF).
36 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 37

Gran parte de su actividad científica y sus re- Le interesaba desarrollar una verdadera “socio- social y las salidas autoritarias que habían y el otro en inglés Transaction en 197825). El
flexiones teóricas volvían a mirar a América La- logía del fascismo” centrada en su estudio com- dado lugar en nuestro siglo a casos solo apa- renovado interés por el fenómeno del fascis-
tina y a Europa mediterránea (particularmente parado e interdisciplinario ya sea en el área de rentemente diferentes, desde la Italia de Mus- mo, remarcaba el sociólogo, no era solo de
Argentina e Italia), las dos áreas que constitu- Europa mediterránea o en América Latina. Es- solini, a la España de Franco o la Argentina naturaleza histórica y teórica sino también
yeron el campo para la búsqueda comparativa tas premisas desembocaron finalmente en el de Perón. Respecto de las investigaciones de política, dado el curso que marcó el panorama
sobre la modernización y la crisis de la demo- ambicioso programa de la Latin Cultural Area: microsociología, Germani pertenecía a las ra- internacional de la época. Toda la búsqueda
cracia. Como bien recuerdan sus colegas de la “Authoritarianism in Latin and Meditteranean mas de aquella gran prospectiva sociológica que emprendió a lo largo de los años sesenta
Universidad de Harvard: Countries”24. que consideraba los cambios, las tensiones, y setenta, desde sus viajes de estudio, las ini-
Germani estaba convencido que la situa- hasta las rupturas traumáticas de ciertos sis- ciativas de promoción cultural y académica y
Gino Germani se vuelve una figura clave en los ción en América Latina reproducía en parte temas políticos contemporáneos como otras de cooperación científica e institucional, del
estudios interdisciplinarios sobre la política com- algunas de las condiciones que se verifica- tantas respuestas erradas y deformantes, pero incentivo a los estudios latinoamericanos en
parada y desarrollo. Fue a través de su particular ban en Europa durante el fascismo. Se había emblemáticas de una compleja y diversifi- Europa y Estados Unidos hasta los estudios
conocimiento y tenacidad que se podía aprender fijado la tarea de comprender la persistencia cada dinámica de la modernización. En esta
mucho desde un análisis de los países de Europa
y la recaída de los gobiernos autoritarios en visión atenta a los elementos históricos y a 25 Autoritarismo, Fascismo y Clases Sociales (Bolog-
mediterránea y de América Latina. Él rechazaba la
América latina, identificando al mismo tiempo las condiciones económico sociales, el ros- na: El Molino), 1975; Authoritarianism, Fascism and
división convencional entre los estudios de Europa
occidental por un lado y los estudios latinoameri- las semejanzas y las diferencias con las ex- tro totalitario del poder, es considerada por National Populism (New Jersey: Transaction Books),
periencias políticas de los países de Europa Germani no solo en términos ideológicos de 1978. El texto inglés difiere del italiano en aproximada-
canos por otro. Creía en cambio que los procesos
mediterránea. Indagaba cuidadosamente las pérdida de la libertad y de los valores indivi- mente el 30%; en algunos temas fueron profundizados
sociales, económicos y políticos comunes a las y ampliados y en general se buscó en la versión inglesa
experiencias europeas y de los americanos podían relaciones entre los procesos de movilización duales sino en relación a aquellos factores de mejorar el grado y la forma de organización. Otros en-
emerger precisamente de aquel grupo de países burocratización de democratización negativa, sayos sobre el autoritarismo: “Ideologías autoritarias y
herederos de las tradiciones italianas, francesas e que permanecen lamentablemente presentes crisis de transición” en Pellicani, L Sociología de las
ibéricas con las mismas experiencias de moderni- 24 G. Germani, K. Organski, y P. Converse junto a otros en no pocas sociedades de masas de hoy. En Revoluciones (Napoli: Guida), 1976. “El rol de los mili-
zación y específicas formas de regímenes autorita- intelectuales lograron sacar el proyecto de investiga- tares en la historia argentina” en Idoc Internazionale,
resumen, el autoritarismo era considerado un
rios. Estos países, remarcaba, debían ser compren- ción comparativa titulado “Social Structure and Poli- IX, Nº 5, 22-30, 1978. James Gregor, A. “Authoritaria-
tical Regimes: Authoritarianism, Populism and De- fenómeno característico, no solo patológico, nism, Fascism and Modernity”; “Fascism in Compara-
didos tan solo como casos particulares de las varias
mocracy” oficialmente en 1969. La iniciativa formaba sino una expresión de tendencias radicadas tive Perspective”, “Democracia y autoritarismo en la
tradiciones culturales a las que pertenecían”23.
parte del Comparative Historical Program in the Latin en la estructura social moderna. Los frutos sociedad moderna”, op. cit. Gran parte de su actividad
Culture, de la Ford Foundation. Con el transcurso del de su búsqueda se cristalizaron en una serie didáctica en Harvard profundiza el análisis comparado
tiempo la colaboración institucional y científica involu- de los países de Europa Mediterránea y de América La-
de publicaciones (principalmente dos libros,
23 Harvard Gazette 1984 (Faculty of Arts and Scien- cró a tantos otros eminentes estudiosos de las ciencias tina y más generalmente al examen de las tendencias
ces, Harvard University) mayo, APF. sociales latinoamericanos y europeos. uno en italiano publicado por Mulino en 1975 autoritarias radicadas en la modernidad.
38 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 39

piloto comparativos entre Italia y Argentina regreso del General Perón dejó un breve escrito, Otra figura clave era el profesor Spreafico, nado regreso a Italia, gracias a la propuesta que
se hacían con vistas a crear los fundamentos manteniéndose fiel a su enfoque anterior27, pero del COSPOS, con quien realizó diversos acuer- recibiera de parte del historiador Galasso para
para instaurar una importante investigación ya en 1972 Germani había interrumpido sus via- dos y colaboraciones. Ya en Roma había cola- concurrir a una cátedra de Sociología en 1975.
comparada e interdisciplinaria entre América jes a Argentina. Los boletines de la guerra civil borado con el Profesor Castellano, del Centro En el ápice de su carrera académica en una de
Latina y los países de Europa Mediterránea26. le llegaron puntualmente, sus amigos y colegas de Sociología Empírica de la Facultad de Esta- las Universidades más prestigiosas del mundo,
En la segunda mitad de los años sesenta re- describían un panorama cada vez más macabro dística, con el Profesor Ughi del Instituto Luigi se va para recomenzar desde abajo, en el ateneo
gresaba a Buenos Aires al menos dos veces al entre muertes y asesinatos cotidianos, miseria, Sturzo y con Franco Ferrarotti del Instituto de napolitano donde se presentó como cualquier
año. Los vínculos institucionales, científicos y desocupación, oscurantismo y fascismo. Sociología de la Facultad de Magistero; en am- joven investigador recorriendo sin embargo
personales con América Latina, en especial con bos lugares había dictado seminarios. En Milán velozmente todos los pasos intermedios para
Argentina fueron particularmente intensos. Se- el contrato más importante era con el Instituto llegar a ser profesor. Una combinación aquella
guía con extrema preocupación el proceso po- Un regreso a medias Superior de Sociología, originariamente orga- entre Harvard y Nápoles verdaderamente digna
lítico en Argentina, donde advertía que “los gru- nizado por el Profesor Pizzorno, y sucesiva- de atención, una suerte de movimiento pendu-
pos civiles y militares están dispuestos a todo Italia innegablemente representaba una suerte mente por el Prof. Angelo Pagani. En esta sede lar transoceánico ejercitado con notable mo-
para llegar a una suerte de revolución que nin- de meta, el sueño de una vida y por años perma- obtiene apoyo logístico, a cambio de breves se- destia, alternaba un semestre en Harvard con
guno sabe bien en qué consistiría”, y temía en neció inalcanzable. Se dedicaba con particular minarios y conferencias. Las relaciones institu- uno en Nápoles, residiendo en Roma durante
1971 una “catástrofe sin precedentes”. Sobre el cuidado a construirse una red de contacto con cionales se extendían también a los Ateneos de los períodos en que no estaba en América Lati-
los sociólogos y científicos sociales de la pe- Trento, Bolonia, y otros mientras sus contactos na o de viaje por Europa. Una vez a la semana
nínsula. En primer lugar, la relación con el his- personales comprendían tanto a intelectuales recalaba en Nápoles:
26 En 1977, Germani junto a Marsal y De Miguel elabo-
raron para la Fundación Ford un segundo proyecto de toriador Renzo De Felice fue decisiva no solo de la península, entre ellos Alberto Aquarone,
investigación con miras a indagar en algunas dinámicas por la puesta en marcha del proyecto LAP, sino Rosario Romeo, Costanzo Casacci. En sus fre- […] las pocas semanas que no eran feriados, huel-
específicas intrínsecas a Europa mediterránea que en también porque fue el mismo Renzo De Felice cuentes viajes a Italia en los años setenta había gas o elecciones universitarias.
parte habían emergido de la investigación LAP. “Natio- que introdujo a Germani en diversos ámbitos tratado de alentar muchas veces los estudios
nal Development and Authoritarianism in Southern Eu-
académicos italianos. de las ciencias sociales latinoamericanas en la En Italia el profesor rebatía:
ropean Societies: A Comparative Analysis on the Social
Structure of Italy, Spain, Portugal, Greece, Regarding península, un interés que estaba fuertemente
the social conditions of Authoritarianism and Demo- ligado a la importancia que atribuía a realizar […] el año se divide en un periodo de fiesta in-
cratization”, era la propuesta de Germani, De Miguel y 27 Poniendo de relieve cómo, después de tres de- estudios comparados entre Europa mediterrá- terrumpido por huelgas y crisis de gobierno. Si
Marsal presentada en la Fundación Ford. La investiga- cenios, el peronismo se mostraba aun más capaz de nea y América Latina. bien hay que admitir que hay algún día laborable.
ción preveía la creación de bancos de datos nacionales abrazar una variedad de fórmulas ideológicas y de
Será la Facultad de Letras de la Universidad El milagro italiano consiste justamente en esto.
y reportes nacionales relativamente autónomos, y final- implicar sectores sociales cada vez más heterogéneos
mente un reporte general de sociología comparada. (Germani, 1992). de Nápoles la que hará posible su tan ambicio- En recompensa, ni el Estado paga. Efectivamente
40 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 41

aquí los estudiantes fingen estudiar, los profeso- les de la modernidad: secularización, desinte- a emprender así un tipo de investigación poco La vasta literatura acumulada en el exterior so-
res enseñar y el estado pagar”28. gración, individualización, masificación, esta- común en Italia, cuyo elemento novedoso resi- bre el tema es poco conocida en Italia, y casi
dos nacionales e interdependencia. Un tema día en la efectiva interdisciplinariedad a nivel completamente ignorada la creciente literatura
A pesar de las incomodidades, confesaba en- frecuente de discusión era el de la marginali- macro sociológico y con prospectiva histórica sobre países del tercer mundo, ya sea la obra
contrar estudiantes napolitanos decididamen- dad y las formas específicas que esto tomaba y comparada. Cuatro eran a su modo de ver las de estudios o la de las mismas naciones peri-
te más creativos y divertidos respecto de los en el contexto napolitano29. principales lagunas de los estudios sociológi- féricas, o el importante trabajo científico e in-
de Harvard. Proponía extender las clases más Su actividad en la primera mitad de los años cos en Italia: formativo acumulado por las Naciones Unidas,
allá de las 22 hs. y dar clases con no más de 20 setenta se centró justamente sobre los diversos UNESCO y otras organizaciones internaciona-
estudiantes para tratar de afrontar el problema aspectos del complejo proceso de moderniza- En primer lugar, los límites geográficos: la gran les y regionales31.
de la instrucción universitaria de masa y para ción que marcaron a Italia30. Germani aspiraba mayoría de las búsquedas, particularmente aque- En la segunda mitad de los años setenta
seguir a los estudiantes. Continuaba creyendo llas basadas en el uso sistemático de datos eran continuó trabajando en un programa que él
resueltamente que la instrucción universitaria de carácter circunscrito a determinadas áreas mismo definía “bastante ambicioso si no utó-
29 Marginality Transaction (New Jersey), 1978. En geográficas, barrios, municipios, o provincias, ra-
debía ser accesible a todos. El nudo de fondo este volumen Germani ofrece un análisis de la margi- pico”. El estudio del desarrollo nacional de
para Germani era siempre la democracia: ramente a regiones. A la escasa potencialidad de
nalidad en relación a los procesos de modernización Italia, relacionando el proceso de urbaniza-
generalizaciones sobre el plano geográfico se ve-
social, económica y política, prescindiendo del nivel de ción y de los cambios en la estructura de cla-
desarrollo alcanzado por el país. rificaba una similar limitación en lo concerniente
[…] una sociedad democrática, debe ser una so- ses con las tendencias autoritarias sobre todo
a la duración de los períodos considerados: se
ciedad educada y debe tener un nivel de escola- 30 Las investigaciones que había emprendido eran: el fascismo “histórico” y el período sucesivo32
tomaban en consideración como mucho uno o
rización cada vez más elevado, y no creo que sea “Urbanización y desarrollo nacional en Italia 1870-1970”
dos decenios. Insuficientes eran los estudios so- Tenía en mente traducir esta orientación ge-
imposible obtenerlo. encargada originalmente por la Fondazione Agnelli en
1974; con Paolo Ammassari y Ornello Vitali “Clases bre “tiempos largos”. En tercer lugar los estudios neral en una serie de estudios más concretos
sociales, estratos socio económicos y modernización eran concebidos dentro de la prospectiva de una y cortos. Escribió de paso, algunos breves en-
Dictaba cursos de sociología e historia de la so- ciencia social dada, faltando en cambio la inter-
en Italia 1870-1970” (financiación CNR); “La amplia- sayos, uno de los cuales permaneció inédito,
ciología y algunos seminarios respectivamente ción del sufragio y el desarrollo político” (financiación disciplinariedad y reforzando así el carácter par- titulado “Clases sociales en el MSI”, que esta-
sobre la “estratificación social”, “autoritarismo CNR). Las investigaciones propuestas eran diseñadas cial y fragmentario de muchas búsquedas. En ba centrado en la notable continuidad de la
moderno y tradicional” y “mutación social e según un esquema teórico común y estaban situadas fin, faltaba casi completamente la aproximación
historia”. Un elemento central de sus cursos dentro de un cuadro de investigación internacional en- comparativa. En pocos casos, se tendía a limitar
caminado con sus colegas del otro lado del océano. En la comparación a los países más avanzados, y
versaba sobre las contradicciones estructura- su conjunto debían constituir la base para un análisis 31 “Ciudad y campo: boceto para un programa de in-
casi nunca se hacía referencia a situaciones aná- vestigación”, Informe presentado a la Fundación Agne-
sistemático de la sociedad nacional y de sus cambios
realizados en la estructura social, en el proceso de ur- logas en áreas o en naciones en vías de desarro- lli, 1974.
28 Carta de Gino Germani a Atilio Borón, 31 de marzo, banización y en el desarrollo y participación en el perío- llo que en cambio habrían resultado no menos 32 Proyecto de investigación titulado “El desarrollo
1976, APF. do considerado entre 1870 y 1970. esclarecedoras. social de Italia inmediatamente después de la guerra”.
42 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 43

composición del partido fascista en los años Sobre el tema de la estratificación social, Ger- naturaleza, el surgimiento y la evolución de la un punto de referencia importante para el aná-
veinte, con la de los años setenta analizando mani había querido hacer una contribución al subjetividad y la individuación34. lisis de la compleja relación existente entre la
al mismo tiempo los tratados de base del au- conocimiento comparativo del fenómeno, en moderna sociedad industrial y el proceso de
toritarismo y de la personalidad autoritaria en un momento en que en Italia se había desper- desarrollo por un lado y la supervivencia de la
la sociedad moderna. tado el interés por la sociología de las clases Modernidad y Democracia: democracia por otro. La tesis central del ensa-
A grandes líneas, las actividades de investi- sociales escribiendo un artículo sobre investi- algunos principios para el yo es aquella en la cual trabajaba a fines de los
gación que desarrolló en los últimos años se- gación latinoamericana relativa a las clases so- debate actual años cuarenta, si bien la democracia moderna
tenta estaban principalmente centradas en el ciales desde 1945 a 197533. Finalmente, menos tenía su base histórica y práctica en el proceso
autoritarismo político, sobre algunas caracte- conocidos en los círculos académicos pero no Una síntesis de los aspectos salientes de su de modernización, aún este proceso encierra
rísticas esenciales de la cultura y de la sociedad menos estrechamente vinculados a sus preocu- obra se encuentra en su último ensayo titula- contradicciones intrínsecas capaces, en algu-
moderna, en particular la subjetividad y la indi- paciones respecto de la relación entre demo- do Democracia y autoritarismo en la socie- nos casos de impedir el surgimiento de regíme-
viduación; en menor medida se dedicaba a pro- cracia y modernidad eran sus estudios sobre la dad moderna, de 197835. Constituye aún hoy nes democráticos o, una vez constituidos, de
fundizar algunos estudios sobre la estratifica- determinar su caída. Germani sostiene que la
ción social y la marginalidad. Hacia el fin de su 33 “Teoría e investigación sobre las clases sociales
“tensión estructural” implícita en la sociedad
vida había logrado completar parcialmente una en América Latina”, en Revista Italiana de Sociología 34 Los últimos años en Harvard dio un seminario in- moderna entre la creciente secularización por
parte importante de su principal trabajo cientí- (s/d) Nº 3, 1976. Sobre el tema de la marginalidad, el es- novador y experimental titulado “Individuación como un lado, y la necesidad de mantener un “núcleo
tudioso había publicado en los últimos años: “Aspectos proceso histórico”. Alguna relación con el argumento
fico. En Italia publica ya en 1971 con Laterza el proviene de su obra Sociology of Modernization (Tran- central prescriptivo” mínimo suficiente para
volumen Sociología de la modernización. En teóricos y raíces históricas del concepto de marginali- la integración, por otro, constituye un factor
dad” en Historia Contemporánea (s/d) Nº 2, 1972, y en saction Publishers, 1981): “En las sociedades modernas
1975 sale el libro Autoritarismo, fascismo y 1972 Turnaturi, G. (ed.) Marginalidad y clases sociales existen también contra corrientes que tienden a reducir
clases sociales, y en el mismo año publica con (Roma: Savelli); “La problemática de la marginalidad” el grado de conciencia de sí y el proceso de individua-
ción. De hecho el aspecto más importante de la ‘masi-
Il Mulino, una antología titulada Urbanización en Catelli, G. (ed.) (s/f) La Sociedad marginal (Roma: para la conferencia regional de CLACSO. “Las condicio-
Nuova Editrice); “La marginalidad como exclusión de ficación’ es precisamente el de la des-individuación y nes sociales de la democracia”, que se desarrolló en oc-
y modernización. Sobre las problemáticas re- la pérdida de la identidad. Los trechos estructurales de
derechos” en Bianchi, A., Granato F. y Zingarelli, D. tubre de 1978 en San José de Costa Rica cuando “el suce-
lativas a la marginalidad y a la estratificación la sociedad moderna no facilitan el surgimiento de la
1979 Marginalidad y lucha de los marginales (Milano: der de experiencias políticas autoritarias en numerosos
social se señalan el conjunto de proyectos de Franco Angeli). La publicación y divulgación de su obra conciencia del ego, son aspectos que de hecho la re- países de América Latina, imponía a los licenciados so-
investigación mencionados que tenían el pro- en inglés fue realizada a través de su querido amigo y ducen, de esto resulta la paradoja de una sociedad que ciales de la región la urgencia de examinar la naturaleza
ha alcanzado el nivel más alto de individuación que al
pósito de estudiar las transformaciones de la colega Louis Irving Horowitz, director de Transaction de estos regímenes y la posibilidad de pensar en otras
Publishers: Authoritarianism, Fascism and National mismo tiempo posee factores potentes que la reducen”. formas de organización política democrática” (Delich,
estructura socio profesional del pueblo italiano Sociology of Modernization, op. cit.
Populism (1978); Marginality (1979), Sociology of carta a Germani, 1977). Una conferencia que marcó un
en relación al desarrollo económico, la urbani-
Modernization (1980). Modernization, Urbanization 35 Publicado en italiano en Historia Contemporánea, antes y un después en el debate internacional sobre la
zación y otros aspectos de la modernización. and the Urban Crisis (1973). Año 9, Nº 2, abril de 1980, fue originariamente escrito democracia en America Latina (Lechner, 1984).
44 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 45

general causal de crisis de los ordenamientos nota además cómo las mismas contradicciones aspectos centrales de la dramática tensión Se trata de problemáticas que hoy afloran
democráticos. Pone en crisis algunos de los observadas dentro de cada sociedad nacional entra libertad y planificación en la sociedad nuevamente en los debates sobre los efectos
desafíos y de las contradicciones estructurales moderna o en vía de modernización se repro- contemporánea: desestructurantes de la globalización y de la
en la democracia ya sea en países moderniza- ducen a escala planetaria dentro de lo que aho- modernidad. Conceptos en boga hoy como
dos o en países en vías de desarrollo, entre los ra constituye el “sistema internacional”: En primer lugar conciliar la elección de los in- sociedad líquida, acuñados por Bauman, y so-
dividuos y de los grupos en la sociedad con las
que se encuentran: el alto grado de interdepen- ciedad del riesgo de Beck, reflejan fenómenos
[…] la situación de estrecha interdependencia y decisiones de los planificadores y conservar para
dencia internacional bajo el perfil económico, que Germani había observado en el transcurso
la internacionalización de la política interna, tien- los ciudadanos el poder de control sobre las pla-
social, político y militar y sus consecuencias nificaciones mismas. En segundo lugar relacionar de su carrera. Algunos estudiosos contempo-
para las instituciones liberal democráticas de den a favorecer las soluciones autoritarias más ráneos como Giddens, Beck y otros describen
que las democráticas. La distinción entre política por una parte las exigencias tecnocráticas de la
los Estados Nacionales; la concentración del sociedad industrial y, por otra, el problema de la la modernidad como una suerte de institucio-
interna y política internacional se volvió obsole-
poder en manos de estrechas élites burocráti- concentración del poder. La extrema especializa- nalización de la duda, agravado ulteriormente
ta. Ninguno de los problemas vitales (sistema mo-
cas y tecnocráticas que disponen de instrumen- netario, sanitario, alimentario, tecnológico, ener- ción del conocimiento en todos los campos hace por una secularización de las certezas. Para
tos sofisticados de manipulación de las masas gético, etc.) que afrontan los países, cualquiera imposible que el hombre común, aun con instruc- Germani, desde los años cuarenta el fenómeno
como los medios de comunicación; la continua sea su grado de desarrollo puede ser afrontado a ción superior, pueda comprender a pleno el sig- más inquietante y lleno de consecuencias nega-
oscilación entre el proceso de fragmentación nivel nacional. nificado de las propuestas y las decisiones de los tivas era justamente el carácter expansivo de la
y difusión del poder que caracteriza la socie- planificadores. Necesariamente tiene que confiar secularización por un lado, y por otro la necesi-
en los tecnócratas, en forma directa o por medio
dad tecnológica compleja, y sus consecuencias Estaba convencido de que dad de mantener un núcleo central prescripti-
de políticos. En ambos casos está expuesto no
para la estabilidad del orden democrático; la vo mínimo suficiente para la integración de los
solo al engaño deliberado, sino también a la pér-
creciente vulnerabilidad tecnológica, social y […] aun en el momento en que las necesidades valores universalmente aceptados sin los cua-
dida parcial o total del control sobre planificado-
física de las sociedades complejas que confie- estructurales se han vuelto obsoletas la organiza- les ninguna sociedad puede existir37. Más allá
res o sobre la clase política o ambos” (Ibidem).
re un poder de chantaje a una multiplicidad de ción en estados nacionales, las ideologías nacio-
nalistas se intensifican creando nuevos obstácu-
grupos y organizaciones36. Regresa, en fin, muchas veces, sobre el proceso
los a la creación de una comunidad internacional 37 Ya en 1992 Luciano Pellicani había puesto de relieve
Según el autor es precisamente a nivel glo- de marginalización de determinados estratos de
que constituiría un componente necesario para el la actualidad del pensamiento de Germani en referencia
bal y planetario que se verifican las contradic- surgimiento de mecanismos adecuados para ase- la población y sobre las consecuencias para la a las discusiones sobre la post-modernidad: “Para que
ciones más riesgosas para la democracia, y gurar la supervivencia social, cultural y física de estabilidad de los regímenes democráticos, en- la lectura hoy de moda de la modernidad no sea insoste-
las sociedades humanas” (Ibidem). fatizando cómo la interrupción del crecimiento nible conviene leer atentamente los últimos trabajos de
Germani publicados como póstumos ensayos sociológi-
36 A cada una de estas “tensiones estructurales” dedi-
real va creando nuevas fracturas ya sea en las cos. En estos se pone oportunamente de parte del aná-
cará amplio espacio de debate aun en sus cursos uni- Retomando algunos de sus trabajos inicia- sociedades avanzadas como en las sociedades lisis de las doctrinas que vuelta a vuelta se disputaron
versitarios Harvard y en Nápoles. dos en los años cuarenta se evidencian dos en desarrollo. los favores de los intelectuales y concentra la atención
46 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 47

de las polémicas acerca de la posmodernidad, mundial y del mundo del trabajo mientras el Obsesionado y apasionado por el estudio democracia. No obstante sus límites39 la rele-
“modernidad radical”, “modernidad avanzada”, desarrollo de los sistemas de comunicaciones, de la “crisis contemporánea” al fin de sus pri- vancia actual de la tesis de Germani reside en
“segunda modernidad”, “modernidad postin- la difusión de las nuevas tecnologías y de los meros escritos juveniles, Germani “ha sido haber puntualizado las tensiones estructura-
dustrial”, “modernidad reflexiva”, no hay lugar medios de transporte trastocó los parámetros casi el único entre los teóricos de la moder- les implícitas en la forma de integración de la
a duda que estamos asistiendo a una acelera- de la política, de la economía y de la misma nización que ha puesto de relieve las contra- sociedad moderna vista como tipo general de
ción del proceso de cambio social (Santambro- cotidianeidad. Las consecuencias de la caída dicciones de la modernización en su concep- sociedad, un enfoque que le había permitido
gio, 2008), y en particular de los tres principios del muro de Berlín han llevado a una nueva era ción dialéctica de la historia, en la conciencia individualizar con mucha anticipación un con-
estructurales que según Germani caracteriza- las relaciones internacionales. Parecería que la de la importancia de la lucha de clases y en junto de contradicciones estructurales fruto
ban la secularización: predominio de la acción tesis de Germani se desvaneció por la llamada la sensibilidad por las corrientes oscuras de de la expansión progresiva de la secularización
electiva, institucionalización o legitimación del “tercera ola”, que ha visto la crisis de los regí- la modernidad contemporánea” (Thernborn, (como por ejemplo las específicas dinámicas y
cambio y la creciente diferenciación de los ro- menes autoritarios del Sur de Europa, de Amé- 1982). Lejos de la etiqueta del “funcionalista” extensiones del proceso de individuación, la
les, status e instituciones. rica Latina, el fin de algunos autoritarismos en que le fue atribuida por años a costa de una interdependencia planetaria, los procesos de
Cuando Germani escribió su último ensayo, Asia y África y la caída de los regímenes comu- excesiva simplificación de su pensamiento, fragmentación / concentración del poder) que
la militarización de la política había alcanzado nistas en Europa centro-oriental. Sin embargo, la particular síntesis que maduró de la tradi- hoy han tomado una dimensión inimaginable
su ápice en América Latina. En el último trein- hoy son muchos los observadores que sostie- ción europea de las ciencias sociales (Max respecto de la época en que escribió sobre es-
tenio el escenario mundial ha cambiado mucho nen que la democracia no ha mostrado jamás Weber, Emile Durkheim, Vilfred Pareto, Karl tos fenómenos el mismo Germani.
y el curso de los acontecimientos desmintió signos de debilidad tan preocupantes como en Mannheim) con la tradición norteamericana
algunas de sus hipótesis. La globalización asu- este momento. Afloran en estas discusiones (Talcott Parson, Robert Merton) junto a un
mió una dinámica más compleja, impensable a muchos de los temores enunciados por Germa- variado conjunto de corrientes y escuelas de
fines de los años setenta. Se asistió a una pro- ni en el transcurso de su carrera: una crecien- pensamiento contemporáneas, dio lugar a una
funda transformación del sistema capitalista te diferencia, a nivel mundial, entre sociedad contribución original y aún hoy válida para 39 Algunos de estos límites, como ha sido subrayado
política y sociedad civil; el rol preponderante el estudio de la relación entre modernidad y en muchas lugares, residen por un lado una cierta des-
atención en el cuidado de algunos aspectos clave como
de los centros de poder internacionales libres
en el rol del mercado en primer lugar (Pellicani, 2009),
sobre elementos estructurales que definen el ideal tipo de supervisión democrática; el vacío de signifi- el alcance de las tensiones religiosas y regionales (Ho-
de la sociedad moderna. Vista de esta manera, la época cado de las instituciones representativas nacio- contemporáneas, desde sus primeros escritos juveniles rowitz, 1981) y a la escasa atención sobre la especifici-
en que vivimos no es en absoluto post-moderna. Por el nales, entre otros38. hasta sus ultimas artículos resultan particularmente re- dad de algunos movimientos sociales. Otros límites sur-
contrario. Es cada vez más moderna, es decir, más diná- levantes para el debate actualmente en boga en Italia gen del mismo pesimismo que no le permitió entrever
mica, más creativa, más individualista y precisamente sobre el fenómeno “Berlusconi” y sus repetidos tentati- las diversas formas de democratización de la base que
por esto más escéptica, incierta, inestable, disociada” 38 Muchas de las contribuciones de Germani acerca de vos de transformar la democracia parlamentaria en una pueden surgir de los procesos de fragmentación que él
(Pellicani, 1992). las tendencias autoritarias intrínsecas a las sociedades suerte de democracia autoritaria. mediática. había examinado.
48 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ana Alejandra Germani 49

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El perfil de un maestro
Gino Germani, fundador de la sociología
en Argentina, 30 años después*

Inés Izaguirre

H ace poco más de un mes, el 2 de octubre,


se cumplieron 30 años del fallecimiento
de Gino Germani, fundador de nuestra Carre-
Los investigadores menos jóvenes hemos tra-
tado de dejar algunas huellas de su paso funda-
mental por la UBA, como el nombre de nuestro
Prácticos, en una época en que la relación con
un maestro era más respetuosa y más distante.
Germani nació en Roma, el 4 de febrero
El fin de la Primera Guerra Mundial, la de-
rrota de Alemania y la efervescencia obrera
por el triunfo de la Revolución Rusa, así como
ra, quien fue designado profesor en la Univer- principal Instituto de Investigaciones, y algunos de 1911, en un hogar de trabajadores. Su pa- las confrontaciones con la socialdemocracia
sidad de Nápoles en los últimos años de su libros que lo recuerdan. Y pensándolo bien, dre Luigi era sastre, y militante socialista. Su alemana, que en 1923 –10 años antes que Hit-
vida: 1975 a 1979, cuatro años trágicos en la nuestro Instituto hoy es conocido en casi todo mamá, Pasqualina Catalini, era un ama de casa ler– creó el primer campo de concentración en
vida de Argentina. el mundo. ¡Eso sí que le hubiera gustado verlo! amorosa, muy católica, descendiente de una Alemania para internar a los obreros y militan-
Yo tuve el privilegio de rendirle homenaje Cuando se cumplieron 25 años de su muerte familia campesina. El clima político de su casa, tes comunistas y socialistas prorrevoluciona-
en la Universidad de Nápoles, en unas Jorna- se editó en Buenos Aires un bello libro sobre su unido a la emergencia de la primera revolución rios1, se unió en Italia a la otra efervescencia,
das de Memoria y Derechos Humanos cuya vida escrito por su hija Ana (Germani, A., 2004), socialista triunfante en Rusia, las discusiones en la que grupos intolerantes de capas medias
convocatoria expresa que se realiza “per non que no sólo reconstruye una biografía intelec- de su padre con sus compañeros de militancia, agitaban amenazantes el nombre del Duce y
dimenticare il passato e agire nel presente, tual y personal riquísima y exhaustiva, sino que favorecieron la construcción de la personali- perseguían a los opositores, instalando rápida-
riaffermando la dignitá della vita umana”. Y la articula con la historia de Argentina –el país dad de Germani, resistente a la obsecuencia y mente un orden policíaco. Todos estos hechos
que coincide también con el homenaje que este perdido, el país que fuimos– y con la historia de a la obediencia a cualquier régimen autoritario. llevaron rápidamente a Germani a la militancia
libro representa. Aunque quizás no es coinci- nuestra carrera. Todos los que lo conocimos y No obstante, su vocación era la música, inclina- antifascista, para la misma época que Grams-
dencia: Germani fue un claro ejemplo de los estudiamos con él, los que trabajamos y apren- ción difícil para un hogar de recursos escasos. ci ya estaba en la cárcel, de la que no saldría
efectos que producen las dictaduras en los es- dimos con él, estuvimos presentes con nuestro Sabedores de que debería ganarse la vida más. Los años de entreguerras –a los que Enzo
píritus libres. Su vida, desde joven hasta poco testimonio en ese libro. Como seguramente le cuando adulto, sus padres desalentaron su ca- Traverso (2009) llama de la guerra civil euro-
antes de morir, fue un permanente exilio. ha pasado a muchos, conocí mucho mejor a rrera musical y lo inscribieron en una escuela pea– fueron muy duros para la militancia de
Germani a partir de la lectura del libro de Ana. técnica, donde estudió contabilidad. Esto le
* Síntesis de la conferencia dictada en la Universidad Tuve con él una relación de alumna, de becaria, serviría para ingresar luego al Instituto de Eco-
de Nápoles el 12 de noviembre de 2009 de Ayudante de Cátedra y de Jefa de Trabajos nomía de la Universidad de Roma. 1 Cfr. Agamben (1997: 107).
54 Gino Germani - La sociedad en cuestión Inés Izaguirre 55

izquierda en general. Es así como en 1930 Ger- rado “loco” por el régimen fascista, lo cual influ- Cuando fallece su padre, su madre y él deciden de la Facultad de Filosofía y Letras, donde es-
mani cae preso en Roma por distribuir volantes yó también para disminuir su condena.2 venir a Buenos Aires, donde tenían algunos pa- tudiaba e investigaba.
contra el régimen, cuando tenía 19 años, y lo Como sabemos los argentinos, la calificación rientes. Germani llega de Italia en 1934 como El Instituto de Sociología había comenzado
llevan a la isla de Ponza, o “del Confine”, donde de “locas” también les cupo a las Madres, porque exiliado político, a los 23 años. La policía polí- a funcionar en 1940, dirigido por Ricardo Leve-
permanecerá entre 1930 y 1931. la locura es un atributo que se adjudica en general tica italiana lo vigilaría también en Buenos Ai- ne4, historiador, titular de la cátedra de Sociolo-
La condena inicial era de 4 años, pero Gino a todos los insumisos ya que, para las concepcio- res hasta el fin de la guerra, como a todos los gía desde 1918. Levene invita al Instituto como
sufría de pleuritis, lo que le sirvió a sus padres nes policíacas del orden social es inconcebible militantes antifascistas que habían huido del ré- “adscriptos” a personajes muy disímiles, histo-
y al abogado interviniente para hacerla dismi- que las personas luchen por sus convicciones si el gimen y mantenían reuniones en nuestro país3, riadores, filósofos y profesores de sociología de
nuir a la mitad. La vigilancia y el maltrato de régimen se lo prohíbe. Es inconcebible la desobe- dadas las buenas relaciones entre los gobiernos Universidades del interior: Alberto Baldrich, Al-
los prisioneros por parte de la policía política diencia. La fuerte preocupación de la madre de argentinos y los regímenes del eje en Europa. fredo Poviña, Raúl Orgaz, Renato Treves (otro
eran permanentes –lo sigue siendo en todo el Gino también impidió que se le aplicara la cura ita- Germani traía una buena formación en eco- italiano perseguido) y Giordano Bruno Genta
mundo, aun en países que disfrutan de demo- liana contra la desobediencia: el aceite de ricino. nomía, y en Buenos Aires se inscribe como (nazionalista confeso) del Litoral5, a sociólogos
cracias formales– y los diálogos sostenidos por De aquellos años proviene también que se lo estudiante de filosofía en nuestra Facultad de
el joven Germani con los demás prisioneros considerara judío, porque cuando le pregunta- Filosofía y Letras, en 1937. En 1944 recibiría su
socialistas y anarquistas, algunos de los cuales ron si era católico dijo que no. ¿Entonces es ju- título de Profesor de Filosofía. 4 En octubre de 1927 se había creado el Instituto de
eran grandes amigos de su padre, enfurecían a dío? Insistieron los interrogadores. Tampoco, En esos años fue un activo militante del Centro Sociología Argentina, también en Filosofía y Letras,
junto con otros institutos que harían a esa Casa famosa,
la policía, pues Germani se mostraba tanto o les respondió. Pero ya no le creyeron. de estudiantes de Filosofía y Letras, y en 1942 ya el de filosofía, el de literatura clásica, el de historia an-
más antifascista que cuando lo encerraron. Al No obstante, muchos años después Germa- era delegado a la FUBA, la Federación Universi- tigua y medieval. Levene le cambió el nombre por el de
punto que afirmaba que en la cárcel conoció ni diría que consideraba que esa condena car- taria de Buenos Aires, organismo estudiantil que Instituto de Sociología.
la verdadera libertad, ya que nunca había te- celaria fue su experiencia política más im- tuvo una activa participación política en la Univer- 5 Giordano Bruno Genta se haría famoso con el golpe
nido debates tan interesantes y tan libres con portante y formadora. sidad, y que se enfrentó al golpe militar de 1943 y militar nacionalista de 1943, que lo designó interventor
marxistas y socialistas. a la neutralidad del gobierno argentino frente a en la Universidad del Litoral, donde permaneció hasta
1944, en que retomó su cátedra en la Facultad de Filo-
Su persistencia ideológica antifascista le hizo los bandos de la Segunda Guerra Mundial.
2 Según nos relata Ana Germani, recién en mayo de sofía y Letras. Aunque hijo de un militante anarquista
decir a sus vigiladores que estaba desequilibra- 1979, pocos meses antes de morir, Gino Germani fue re- Mientras, se ganaba la vida como empleado y ateo, que le puso el nombre de un monje rebelde que
do, argumento que fue tomado por su abogado, conocido por el gobierno italiano como perseguido políti- administrativo en el Ministerio de Agricultura y fue quemado en la hoguera, se hizo nacionalista extre-
quien convenció a su padre que era necesario co con motivo de su encarcelamiento y confinamiento en asistía regularmente al Instituto de Sociología, mo y miembro de Acción Católica. En sus conferencias
conseguir un certificado médico que recomen- los primeros años de la década del treinta y porque, una en los años setenta reivindicaba la teología y la metafí-
vez expatriado fue inscripto en el “Registro de frontera”, sica como disciplinas formativas y predicaba contra la
dara su internación en una institución psiquiá-
por lo cual le fue vetado el regreso a Italia –bajo pena de 3 En el libro de Ana Germani puede encontrarse el “guerrilla marxista”. Un comando del ERP 22 de agosto
trica. Así se hizo, y Germani logró ser conside- muerte– hasta la liberación del regimen fascista. facsímil de las notas de la policía política en Argentina. lo fusiló en la calle el 27 de octubre de 1974.
56 Gino Germani - La sociedad en cuestión Inés Izaguirre 57

reconocidos de Brasil, como Gilberto Freyre; de anticipó su futura Estructura social de la Ar- Ése, fue un movimiento externo a la Univer- apoyó el ingreso a la Argentina de dirigentes
México, como José Medina Echavarría; y de Pa- gentina, obra fundacional de lo que Germani sidad, donde había algunos grupos que lucha- nazis que lograron huir de Alemania al fin de la
raguay, como Justo Prieto. Esta pluralidad era consideraba sociología científica. Dicho estu- ban por construir un proyecto propio de ciencia guerra, pero, consistente con su política exte-
un atisbo –débil hasta entonces– de los efectos dio era un análisis de los datos de la realidad de alta calidad, sobre todo en medicina, como rior, también fue de los primeros en reconocer
de la Reforma Universitaria6 de 1918, que en social argentina entre 1915 y 1942. la Escuela de Fisiología de Bernardo Houssay al Estado de Israel en 19489.
realidad llegará a la UBA después de 1955. En Junto a esta confrontación al interior del Ins- o el Instituto de Patología Regional de Salvador La lucha ideológica entre nacionalismo/fas-
el Boletín del Instituto de 1942, encontramos tituto entre dos modos de hacer sociología en Mazza. La guerra mundial había hecho posible cismo y liberalismo se trasladó a la Argentina
un estudio de Germani sobre la clase media de los años previos al peronismo, que se silenciará el crecimiento de los países de la periferia, que sin matices, y se dio con virulencia tanto en-
Buenos Aires, siendo todavía estudiante. Sus durante su gobierno, se desarrolla en Argenti- quedaron protegidos de los centros imperiales. tre las capas ilustradas, como entre los viejos
brillantes colaboraciones son reconocidas por na una nutrida producción ensayística cuyos El fin de la guerra marca la emergencia del pe- obreros industriales de izquierda y los nuevos
Levene en las actas del Instituto. representantes más conspicuos eran Scalabrini ronismo en Argentina, acaudillado por el coronel obreros migrantes. Se expresó con fuerza en la
Los Boletines, libros de gran calidad mate- Ortiz, Martínez Estrada, Hernández Arregui y Perón, que venía de dar un golpe nacionalista el Universidad, donde la mayoría de los profeso-
rial, reflejan la tensión que Germani señalaría Jauretche, que acompañarían en lo político la 4 de junio de 1943, representando a un grupo mi- res comunistas y antifascistas debieron exiliar-
más tarde entre los distintos enfoques de la dis- emergencia del peronismo, coincidente con el litar y a una fracción burguesa con un proyecto se o dedicarse a otras actividades: el país re-
ciplina: especulación versus investigación. En reclamo de autoafirmación nacionalista poste- de desarrollo industrial, hasta ese momento más ceptor fue en casi todos los casos Estados Uni-
el Boletín de 19437 encontramos un estudio que rior a 1930 de varias burguesías en el capita- encarnado en el ejército que en la sociedad civil. dos, pues Europa estaba destruida. Entre los
lismo central8: Alemania, Italia, España, pero Triunfaba en Argentina el proyecto que argentinos más conocidos, se exiliaron Risieri
también Estados Unidos y Japón. estaba siendo derrotado en el mundo desa- Frondizi, Rolando García, Oscar Varsavsky y
6 La Reforma Universitaria tuvo su epicentro en la rrollado por las mismas burguesías liberales Manuel Sadosky. Los europeos que habían hui-
Universidad más antigua del país, la Universidad de que nos habían asignado con éxito el papel
Córdoba, Argentina, en 1918, como uno de los tantos del Instituto de Filosofía. Germani deja el Instituto en
de proveedores de alimentos. La lucha entre
movimientos de cambio generados por la Revolución 1945. En 1952 reaparece el Boletín, perdido completa- 9 Este apoyo ha sido verificado por la Comisión de
Socialista de Octubre de 1917 en Rusia. Fue un verda- mente el pluralismo que Levene le había impreso. ambas fracciones de burguesía se resolvió en
Esclarecimiento de las Actividades Nazis en la Argenti-
dero movimiento revolucionario promovido por los es- Argentina con el golpe de 1943. Las masas de
8 En lo económico, el sustento teórico de esa autoafir- na (CEANA), quien ubicó la documentación que prueba
tudiantes, que se sublevan contra la enseñanza clerical, mación de las burguesías nacionales, provino de un lord trabajadores migrantes atraídos a la industria la existencia del SARE, Sociedad Argentina de Recep-
apartada de la ciencia, y contra la aceptación acrítica inglés (Keynes). En lo político en esos países se desarro- durante la guerra apoyaban el proyecto de Pe- ción de Europeos, fundada por Perón y por Rodolfo
de la autoridad profesoral; y que levanta como una ban- llaron diversas variantes del nacionalismo y del socia- rón, pero no necesariamente el contenido ideo- Freude a fines de la guerra, y que funcionaba en la Casa
dera la libertad de pensamiento y de cátedra. lismo autoritarios, mixtura ideológica de consecuencias de gobierno. Dicha Sociedad organizó a través de la
lógico fascista desarrollado por las burguesías
7 Se publicaron 5 números de Los Boletines del Insti- trágicas que ha sido poco estudiada, entre otras razones Dirección de Migraciones la llegada y recepción de no
en los países del Eje, sustentado por la fracción
tuto: 1941, 1942, 1943, 1945 y 1947. A partir de este últi- porque en el campo de la izquierda, dominado durante menos de 180 criminales de guerra. (Cfr. Diario Página
mo año, el Instituto queda refundido como una sección décadas por el estalinismo, de eso no se habla. militar que había triunfado en el golpe. Perón 12, 14/06/2000, pág. 6).
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do del fascismo permanecieron en el país (Án- maría por la libertad de Perón, enfrentado a una en la fracción reformista y socialista, como de- Su concurrencia al Instituto de Sociología se
gel Garma, Mimi Langer, Gino Germani, Rodol- fracción del gobierno militar. Los estudiantes legado por el Centro de Estudiantes de Filoso- interrumpe en 1945, y es despedido del Minis-
fo Mondolfo, Renato Treves) aunque dedicados habían tomado las Facultades de la UBA y de fía y Letras, pero formaba parte de la minoría terio en 1947. Acababa de obtener su título de
a otras actividades, fuera de la Universidad. las principales Universidades del país. La policía que no quería que la política de los partidos Profesor de filosofía en 1944 y a partir de enton-
El gran protagonista de las luchas univer- lleva presos a un grupo importante de estudian- se mezclara con la militancia universitaria. ces estudiará sociología en la rica Biblioteca de
sitarias del los años previos a la elección de tes, que irían a dormir a la Cárcel de Devoto. No obstante como testimonian varios compa- la Casa del Pueblo, sede del partido Socialista,
Perón y que coincide con el desarrollo de la A partir del golpe del ‘43 se desata una fuerte ñeros, nunca dejó de estar junto a ellos, y de donde podía leer desde los clásicos europeos
guerra mundial es el movimiento estudiantil, represión contra el movimiento estudiantil: tan bregar por la unidad. hasta los empiristas norteamericanos, y además
agrupado en las grandes Federaciones de estu- solo en las Universidades de Buenos Aires, La Una anécdota contada por el Prof. Eduardo J. los libros “se los prestaban por un mes, y no
diantes (FUA y FUBA) y hegemonizado por el Plata y el Litoral llegó a haber 3000 estudiantes Prieto, contemporáneo de Germani, lo pinta de por una semana, como en la Facultad”. Años
movimiento que se consideraba heredero de la presos. Claro que no era una prisión compa- cuerpo entero10. En 1942 Prieto era presidente después, la política de Perón se ensañaría con la
Reforma Universitaria de 1918, y se llamaban a rable con las que ocurrirían 30 años después, del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, Universidad y también con la Casa del Pueblo.
sí mismo reformistas. pero es un hecho bastante encubierto. y Germani, miembro del Centro, era militante La barbarie que había arrasado a Europa im-
En octubre de 1942 los estudiantes de la Fe- Lo que había caracterizado siempre al grupo antifascista y socialista. Cuando la invasión de pidió al fin de la guerra distinguir las diferencias
deración Universitaria de Buenos Aires, Ger- de militares que había llevado adelante el golpe la URSS por Hitler, que mostró la debilidad del entre el tipo de alianza de clases que expresaba
mani entre ellos, estaban haciendo una asam- de 1943, incluido Perón, era su anticomunis- pacto Hitler-Stalin, muchos militantes comunis- el peronismo, con la presencia dominante de la
blea en la Facultad de Ciencias Económicas mo, que tenía las mismas raíces que tenía el mo- tas del Centro cambian de idea: ya no se trataba clase obrera, y el nazi-fascismo europeo, asen-
adonde concurrieron estudiantes del Colegio vimiento reformista, aunque se posicionaban de dejar que los países imperialistas “se maten tado en las clases medias, del mismo modo que
Carlos Pellegrini. Son denunciados, y la policía en bandos distintos –la división entre capitalis- entre ellos” sino de unirse todos y criticar violen- invisibilizaba el enfrentamiento entre capi-
lleva presos a un grupo importante de estudian- mo y anticapitalismo que se opera a partir de la tamente a Hitler. Los estudiantes intentan echar talismo y comunismo, presente en la disputa
tes. Los aloja en el patio del Departamento de Revolución Rusa de 1917–, y también su nacio- a los comunistas, y hasta se producen escenas por los territorios de Europa del Este y de Ale-
Policía mientras los identifican, y sus compañe- nalismo. A diferencia del grupo que había dado de pugilato. Germani, muy respetado entre sus mania, que encarnaría como maccarthysmo en
ros esperan su salida, pues Gino temía por sus el golpe en 1930, no acordaban con el dominio compañeros, advierte que no era momento de Estados Unidos y se trasladaría al mundo como
trámites de nacionalización y por su trabajo en que ejercía Gran Bretaña hasta ese momento en dividirse, y que los jóvenes comunistas del cen- guerra fría.
el Ministerio. Fue su primera experiencia como nuestras economías, y que la burguesía agroex- tro no tenían la culpa de los enjuagues políticos Quizás porque la búsqueda de libertad lo
detenido en Argentina. portadora reivindicaba. Eran la fracción indus- de Stalin. Mantiene así la unidad. había obsesionado desde su adolescencia,
La segunda experiencia le permitió conocer trialista y nacionalista del ejército. Germani supo ver esa diferencia en el pero-
una cárcel. Fue en octubre de 1945, pocos días Germani participó de las luchas estudiantiles nismo: escribió sobre el contenido liberador
10 Eduardo J. Prieto fue un notable profesor de Filolo-
antes de la gran movilización obrera que recla- en lo que luego sería llamada la FUBA del 45, gía Latina en la Facultad de Filosofía y Letras. de la legislación peronista para el obrero y el
60 Gino Germani - La sociedad en cuestión Inés Izaguirre 61

militante sindical frente a los patrones, a dife- mas Allí trabó amistad con Enrique Butelman, normalmente culmina en la pubertad, pero que mente la clase obrera, la estaba pasando muy
rencia de lo que ocurría con las capas medias que también lo acompañaría en la fundación de muchas veces es frenado y hecho retroceder mal, reprimida y perseguida junto con la mili-
y sus fracciones ilustradas. Simultáneamente nuestra Carrera. por la sociedad. tancia peronista. Pero la mayoría de los estu-
se interesaba por la dimensión subjetiva de las También estuvo a cargo de la “Sección psi- Los años del gobierno peronista fueron di- diantes todavía no nos dábamos cuenta: pasá-
clases sociales. Era un científico con vocación coanálisis” del “Correo sentimental” de la Re- fíciles para la vida universitaria. Yo era estu- bamos la mayor parte del tiempo en la Facul-
de objetividad. vista Idilio, junto con Butelman y su antiguo diante de filosofía en los cincuenta y la policía tad, volvían los profesores del exilio, íbamos
La lamentable división entre el movimiento compañero estudiantil Eduardo Prieto11. Es nos pedía la Libreta Universitaria para entrar a a todas sus clases, se hacían asambleas, vol-
estudiantil y el movimiento nacional-popular aquí donde Germani, en diálogo constante la Facultad, pero además, en términos de con- víamos a leer autores prohibidos. Ya en 1957,
representado por el peronismo se mantendría con un psicoanalista, y con el psicoanálisis, tenidos, las humanidades habían quedado en los estudiantes de filosofía nos enteramos de
hasta años después de derrocado el peronismo. comienza a preocuparse por lo que él llamaría manos de las fracciones católicas más retarda- que en un edificio cercano de la calle Florida se
Fueron años de dura represión policial para el problemas de individuación, es decir, de ma- tarias, merced al pacto de Perón con la Iglesia, estaban dictando las primeras materias de las
movimiento estudiantil y de lucha de clases duración y autonomía individuales, que serían que desde entonces se apropió de funciones nuevas Carreras: Sociología, Psicología, Cien-
callejera. En las movilizaciones se escuchaba centrales en sus análisis de la resistencia en el Ministerio de Educación. Esa ofensa a la cias de la Educación.
el consabido “Zapatillas sí, libros no” o “Haga subjetiva de los individuos frente a los regí- inteligencia nunca se restañó del todo: yo es- Comencé a asistir a las fascinantes clases
patria. Mate un estudiante”. menes autoritarios. Para la misma época, Jean tuve en la fila de estudiantes que en el hall de de Germani, informales, en mangas de cami-
A partir de su despido del Ministerio y has- Piaget había descubierto en sus investigaciones entrada de Filosofía y Letras sacó literalmente sa, mientras llenaba el pizarrón de datos, y
ta el derrocamiento del peronismo en 1955, el proceso de construcción del juicio moral en a empujones de su despacho en septiembre del nos abría la cabeza a la historia del mundo.
debió ganarse la vida de muy diversas mane- el niño, a partir del descentramiento de sí, es ‘55 al decano Serrano Redonnet. Yo me gradué en filosofía en febrero de 1959.
ras: dictó cursos en el Colegio Libre de Estu- decir, a partir de superar las etapas de egocen- Germani aprovechó ese período para prose- En marzo se abrieron concursos de ayudantes
dios Superiores, un colegio secundario de muy trismo y dependencia de las diversas autorida- guir sus reuniones con los italianos emigrados de sociología y en julio ya estaba designada.
alto nivel con sede en Buenos Aires, Rosario y des con las que se va formando, proceso que en la Agrupación antifascista L’unione italia- Ese mismo año se creó el CONICET y obtuve
Bahía Blanca, donde dictaban clase todos los na. Pensemos que, desde su ingreso a la Argen- mi primera beca. Germani fue desde entonces
profesores echados de la Universidad que no tina en 1934, y hasta la Liberación, al final de mi director.
11 Idilio fue la primera revista de fotonovelas de Ar-
se exiliaron. Allí conoció a José Luis Romero gentina, editada por Editorial Abril, de César Civita, la guerra, Germani tenía prohibido retornar a Recuerdo que en los primeros años sesen-
y a otros colegas con los que volvería a la Uni- otro italiano emigrado, que tenía un enorme éxito de Italia, bajo pena de muerte. Recién pudo hacer- ta trajeron al Instituto la IBM 101, la primera
versidad en 1955 y desarrolló actividades edi- ventas. Ambos profesores convocaban a las lectoras a lo en 1954. Habían pasado 20 años. computadora de la Facultad, grande como un
toriales, fundamentalmente como traductor y responder cuestionarios y contar sus problemas afecti- A partir de 1955 todo cambió en Filosofía y escritorio, y que aprendimos a manejar con un
vos, y sus respuestas incluían nociones de psicoanálisis
editor de textos sociológicos y psicológicos en Letras. Tengo claro que simultáneamente una profesor de Exactas. Los “cuadros” se prepa-
en lenguaje sencillo. Participaba en las fotografías la
Editorial Paidós, ya que manejaba varios idio- famosa fotógrafa Grete Stern. gran parte de la sociedad argentina, particular- raban en un tablero enorme, lleno de cables y
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enchufes. Al mismo tiempo los graduados cur- estudiantes y profesores, sin “obedientes” de entusiastas12, tanto como de los alumnos de las En términos de investigación reorganiza el
sábamos el posgrado en sociología. Recuerdo partido, donde cada hecho político era inten- primeras promociones. La lista de realizacio- Instituto de Sociología, y conjuntamente con
como si fuera hoy cuando, con los datos del samente vivido. nes es enorme: investigadores de Montevideo, Río de Janei-
Censo Universitario de 1960 hice un enorme Sin embargo, la objetiva separación políti- Crea el Departamento de Sociología, como ro y Santiago de Chile prepara la muestra y la
cuadro sobre el origen de los padres y abue- ca entre el movimiento estudiantil y la clase parte de la Facultad de Filosofía y Letras. Invita Encuesta de Estratificación y movilidad social
los de los estudiantes, por Facultad. Era la obrera, fundamentalmente peronista, llamó a a profesores del extranjero, tanto de Estados del Gran Buenos Aires, a fin de contar con una
primera vez que intentaba construir un cuadro la reflexión a las dirigencias reformistas y de Unidos como de América Latina y de Francia. base de datos comparativa entre las principa-
significativo de tres variables, como aprendía- izquierda: era necesario recobrar esa alianza También de la Universidad Católica, cuyos pro- les capitales del Cono Sur de América Latina.
mos en Metodología. Era una “sábana” y yo no fundamental, que ya había sido pensada como fesores, muy poco tiempo después, adherirían Crea la Biblioteca de Ciencias Sociales más
lograba descifrarlo. Pero lo había hecho con un eje de la Reforma Universitaria del 18. La a las posiciones adoptadas por los profesores importante de América Latina, destruida luego
todas las reglas del arte y se lo llevé a Germani oportunidad de recuperar algunos de esos la- de la UBA frente al golpe de Onganía, y serían por las dictaduras, e instala la primera compu-
a su escritorio, siempre abierto para recibir- zos surgió con las elecciones de 1962, donde echados por su rector, Monseñor Derisi. tadora IBM 101, ya mencionada.
nos. “¡Es extraordinario!” me dijo. “Fíjese”. Me gana ampliamente el peronismo al que se le Organiza un sistema de traducciones de di- Para hacer estas tres últimas cosas solicitó
mostró cómo había que leer el cuadro y todo suma una alianza del PC y de las fracciones más versos autores contando con la colaboración un importante subsidio Ford –de 10.000 dóla-
lo que decía del país: el 50% de los estudiantes avanzadas del PS, llevando como candidato a de alumnos y graduados. Hace conocer auto- res– cifra que hoy parece más bien insignifican-
era hijo de inmigrantes, la mayor proporción gobernador de Buenos Aires a Andrés Framini, res, como Max Weber, casi desconocidos en te. Sin embargo, este hecho le valió fuertes críti-
de clases altas estaba en Derecho, Arquitec- militante obrero de la Resistencia Peronista. Argentina pero también en Estados Unidos. cas por parte de una fracción del estudiantado.
tura y Exactas, etc. Estaba contento por mis Los militares ponen nuevamente en peligro Envía a jóvenes graduados a estudiar sociolo- Hoy pienso que Germani debe haber sufrido
hallazgos, que yo misma no veía, y eso le había la estabilidad institucional. El presidente Fron- gía en el exterior, con el compromiso de retor- mucho, porque era acusado a menudo por la
borrado el gesto hosco que solía tener (Iza- dizi es destituido y enviado prisionero a la Isla nar y enseñar. Organiza un estudio de posgrado nueva camada de alumnos de izquierda de ser
guirre, 1965). Recuerdo también haberlo visto Martín García mientras se instala en el país una equivalente a una Maestría para graduados en “pro-yanqui”, por enseñar autores funcionalis-
trabajar con las fichas manuscritas de los dos parodia de gobierno legal con el presidente del ciencias humanas, entre los que me incluyo, tas y por haber obtenido el subsidio Ford. Pero
primeros Censos Nacionales de 1869 y 1895, Senado José M. Guido. Allí Germani comienza de modo de preparar docentes para las nuevas eso lo vi mucho después. Tal como lo expresa
que nunca se publicaron. a preocuparse seriamente, pues avizora una materias que se iban dando en la Carrera. en La sociología en Argentina:
¿Cómo evalúo hoy aquel momento fundacio- nueva avanzada de los militares.
nal? Solo tengo palabras de elogio y de afecto: Hasta ese momento Germani había hecho El contenido de los cursos trataba de reflejar el
se hizo tanto, en tan poco tiempo, con tanto grandes esfuerzos organizativos por instalar y 12 Entre ellos Enrique Butelman, Jorge Graciarena,
estado actual de la disciplina a nivel internacio-
José Luis Romero, Ruth Sautu, Regina Gibaja, Ana Ma-
entusiasmo, todos con “la camiseta de la Ca- desarrollar la sociología en Argentina, acom- nal y al mismo tiempo asegurar un amplio conoci-
ría Babini, Torcuato Di Tella, Miguel Murmis, Juan Car-
rrera”, con un nivel de politización altísimo de pañado por un grupo de colegas y amigos muy los Marín, María Eugenia Dubois, Carlos Alberto Erro. miento del pensamiento sociológico clásico […]
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y mantener en lo posible un cierto pluralismo. Germani había advertido la funesta combi- saber que casi el 30% 13 de los muertos y des- Mueve a reflexión el avance brutal del des-
Finalmente, se atribuyó mucha importancia a la nación de gobiernos militares e Iglesia católica, aparecidos de Argentina son universitarios. potismo desde que Germani estuviera preso,
metodología moderna y al adiestramiento para la proclives a retornar al pensamiento sociológi- Tan solo en nuestra Carrera de Sociología de la en su adolescencia, en pleno régimen fascista,
investigación… tratando de evitar una acentua- co tradicional, ya que la ciencia social les pare- UBA he registrado más de 60 casos de muertos con lo que hemos conocido en Argentina y en el
ción exclusiva en las técnicas cuantitativas […] cía peligrosa. Incluso evaluó que la oposición de y desaparecidos. No puede asombrar entonces mundo en épocas mucho más recientes. Valoró
Esto era posible gracias a la relativa importancia los estudiantes de izquierda –que poco menos lo que nuestra sociedad, y en particular nuestra la libertad, y en lo que constituía su tarea, la
dada a los cursos de historia social en los niveles
consideraban un agente del imperialismo yan- comunidad sociológica padezca los efectos de libertad académica. En su tarea universitaria,
introductorios y en los más avanzados. (Germa-
qui, por más que “era una combinación de pre- este “agujero social”. contribuyó a desarrollar la Reforma en la Uni-
ni, 1968: 405)
juicio e ignorancia que no distinguía entre los Recorriendo la vida de Germani descubro versidad de Buenos Aires. Y lo hizo junto con
autores norteamericanos y el gobierno”– tenía algo que seguramente muchos de nosotros los reformistas más consecuentes que condu-
Eso era la sociología científica, que Germani aspectos positivos, ya que se planteaba “la nece- no habíamos considerado: Germani valoró la cían la Universidad.
instaló en Argentina antes que se instalara en sidad de hipótesis originales para una realidad democracia mucho antes que se pusiera de El tercer punto que necesito destacar en la
Europa. En realidad le fascinaban los cambios muy diferente como era la del tercer mundo”. moda entre nosotros, y movido por los mis- obra de Germani es que nos enseñó a investi-
que veía en América Latina, y las diferencias Claro que, concluía, esta aspiración no dependía mos problemas: la dictadura, la guerra, el or- gar. Para quienes siguen confundiendo al opi-
con los países estructurados de Europa. En sólo de decisiones pragmáticas ni de actitudes den policíaco y el deseo de libertad. Pero tuvo nador con el investigador, debo decir que, casi
esos pocos años Germani viajaba incansa- ideológicas (Germani, 1968: 412 y 413). la fineza intelectual y la capacidad política de sin saber cómo, fuimos incorporando trabajo-
blemente: Vinculó a nuestro Departamento En 1964, a poco de graduarse las primeras establecer las diferencias entre los regímenes samente las condiciones de un proceso que va
y a nuestro Instituto con la Asociación Inter- camadas, Germani dejó la dirección de la Ca- nacionalistas de los que fue contemporáneo y de menos conocimiento a más conocimiento.
nacional de Sociología, y fue co-fundador y rrera y del Instituto y se instaló en el Di Tella. que su pasión vital rechazaba: y los gobiernos Germani luchó por instalar ese proceso en no-
concurrió a todos los Congresos del ALAS, la Duraría poco allí, pues antes del derrocamien- nacional-populares como el peronismo argen- sotros. Y lo logró.
Asociación Latinoamericana de Sociología. Las to de Illia se fue a Harvard, que lo recibió con tino. Y, particularmente en este último, la inte- Quizás seamos en el mundo de hoy mucho
primeras, y únicas, Jornadas Latinoamericanas el respeto que se debe a los grandes, aunque ligencia de señalar el maniqueísmo político más escépticos acerca de las posibilidades
de Sociología de Argentina las organizó Germa- no tenía título de doctor, ni concurso. Con gran con que la pequeña burguesía ilustrada des- transformadoras de la sociología como cien-
ni en 1961, en el Nacional Buenos Aires. A ellas dolor, como recuerda su hija, al punto que en cribía la sociedad argentina en su época. cia14, pero sabemos que para transformar algo
vinieron todos los latinoamericanos famosos: su casa no permitía que se hablara inglés.
Desde Pablo González Casanova hasta Fernan- Los hechos posteriores, acaecidos durante la
13 Dato construido sobre una muestra de más de 14 Quizás sea por eso que muchos sociólogos se lla-
do Henrique Cardoso y Enzo Faletto, pasando última dictadura militar los conocemos todos. 12.000 casos de muertos y desaparecidos, registrados man a sí mismos “cientistas”, en un cocoliche acadé-
por Ruy Mauro Marini y el cura guerrillero, Ca- Para darse idea del efecto que esta masacre en mi investigación sobre “El genocidio en la Argenti- mico que traduce mal al social scientist, y mezcla su
milio Torres. produjo en las Universidades, es suficiente na” hasta el día de la fecha. profesión con el técnico que repara las caries.
66 Gino Germani - La sociedad en cuestión Inés Izaguirre 67

es necesario conocerlo lo más objetivamente esa documentación! ¡Y cuánto hizo el Depar- vestigando, y pasada la catástrofe, hemos vuel- cerle, y el que más satisfacción le hubiera pro-
posible. tamento de Estado para avalar y sostener las to a formar numerosos grupos de investigación curado. El “tano” ha dejado de ser un hombre
También sabemos que la objetividad es una dictaduras genocidas desde aquellos años! y de docencia. Afortunadamente en la Carrera en el exilio.
construcción histórica, y que nuestras obser- Todo esto me hizo reflexionar con dolor hoy está presente toda aquella diversidad. Es
vaciones se enmarcan siempre en un lugar y en acerca de cuán difícil nos resulta a los huma- muy posible que no podamos reivindicar aque-
un tiempo. Pero sigue siendo una meta de todo nos modificar nuestras convicciones más pro- lla calidad. Pero esa distancia existe siempre. Bibliografía
conocimiento: objetivar es sacar hacia fuera, fundas, nuestras “ideas tenaces”, como diría Germani y nosotros, sus herederos univer-
hacer visible un objeto. Y gracias a Marx, y a Piaget, sobre todo cuando están construidas en sitarios de las ciencias sociales, tenemos los Agamben, Giorgio 1997 “The camp as the
Piaget, sabemos que solo la acción, las luchas, la juventud, una etapa de nuestras vidas en que mismos enemigos. No hay sociología posible si nomos of the modern” en De Vries, H.
unidas a la reflexión, logran esa visibilidad. nos marcan profundamente las experiencias no hay libertad, si hay miedo, si hay oscuran- y Weber, S. Violence, Identity and Self-
En este punto debo confesar que, leyendo el positivas y las negativas. tismo. Tales enemigos no pudieron con noso- determination (Stanford: Stanford
libro de Ana, su hija, me sorprendió advertir la Como le pasó a Germani, con su fuerte sen- tros, ni siquiera a lo largo de dos dictaduras. University Press).
dimensión humana –vulnerable– de Germa- tido de marginado: judío sin serlo, pobre, per- Aquí estamos. Yo diría entonces que Germani, Diario Página 12, 14/06/2000.
ni. Quizás un poco ingenua, esperanzada, re- seguido políticamente, con ideas socialistas, el “tano”, ganó. Su obcecación nos enseñó a Germani, Ana Alejandra 2004 Gino Germani.
negadora del fuerte maccarthysmo norteame- quedó marcado profundamente por el triunfo investigar, a ser rigurosos, a fundamentar con Del antifascismo a la sociología (Buenos
ricano que operaba al interior y al exterior de aliado sobre sus perseguidores. Como le pasó a datos nuestras afirmaciones, y la realidad, no Aires: Taurus).
ese país, en plena Guerra Fría desde fines de los peronistas de izquierda en los setenta con la él, nos obligó a ser menos intolerantes. Y si he- Germani, G. 1968 “La sociología en Argentina”
los cincuenta –para cuyas autoridades Germa- figura de Perón. A los comunistas con el socia- mos aprendido que no podemos hacer la revo- en Revista Latinoamericana de Sociología
ni era un subversivo, a la inversa de como lo lismo real. Y a la izquierda revolucionaria con lución con la sociología, también sabemos que (Buenos Aires: CIS / I. T. Di Tella) Nº 3.
consideraban sus alumnos en Argentina– pero la guerra real. no hay nada más revolucionario que el conoci- Izaguirre, Inés 1965 “Estratificación
que él, sosteniendo un prejuicio similar, no atri- Cuando partió hacia Harvard, en lo que Ana miento verdadero. y Orientación Profesional en la
buía a una política discriminadora de EEUU, llama su segundo exilio, decía con dolor: “Es Y esta celebración de su memoria, esta rei- Universidad de Buenos Aires” en Revista
sino al celo excesivo y equivocado de algunos una parte de mi vida que está perdiéndose, vindicación de su obra hecha en su propia pa- Latinoamericana de Sociología (Buenos
funcionarios de migraciones. El relato acerca después de haber trabajado tanto...”. Creo que tria y en esta patria adoptiva, expresada por Aires: CIS, ITDi Tella) Nº 3.
de sus avatares para obtener la “visa” que le todos los que vivimos aquellos días del golpe una socióloga argentina, que aprendió de él una Traverso, Enzo 2009 A sangre y fuego. De la
permitiera viajar a EEUU no lograba mellar su de Onganía sentíamos lo mismo. Pero hoy po- gran parte de las cosas que sabe, pero también guerra civil europea, 1914-1945 (Buenos
confianza en el mito del gran país democrático, demos decir que no solo su obra no se perdió, su ética, es el mejor homenaje que podemos ha- Aires: Prometeo Libros).
respetuoso de la ley. ¡Cuánto hicieron sus ami- sino que se expandió, se reprodujo. Todas las
gos sociólogos norteamericanos para obtener personas que él formó siguieron trabajando, in-
II
Clases sociales, estratificación
y movilidad social
Clases sociales
en el primer Germani

Miguel Murmis

E n los escritos tempranos de Germani, de


las décadas del cuarenta y del cincuenta,
las clases son un componente central y defini-
su acercamiento a este tema no responde solo
a un interés científico sino al hecho de que la
clase media se constituyó desde después de la
sugeridas por los cuadros y, finalmente, citas
bibliográficas que nos muestran las referencias
internacionales, en general acerca de la estrati-
tales esquemas. Un ejemplo, sobre el que volve-
remos, es el de la información sobre prestigio
de las ocupaciones.
torio de la estructura de la sociedad. Primera Guerra Mundial en un “problema”, que ficación social, por las que se orientaba, junto En momentos posteriores del trabajo de Ger-
Esta atención al tema de las clases va unida podemos decir, tenía la entidad propia de otros a alguna referencia nacional, así como también mani, tales como los textos incluidos en los vo-
a la utilización de un esquema analítico dentro problemas o cuestiones sociales, tal como exis- una identificación de fuentes de datos. lúmenes Política y sociedad en una época de
del cual incluye variables que podrán tener al- tía un problema o cuestión agraria, judía o de A este enfoque inicial de Germani lo denomi- transición de 1962 y Sociología de la moder-
gún parentesco con un enfoque marxista, pero la mujer. naremos enfoque analítico, en tanto se centra nización de 1969, la clase social deja de ocu-
sin adoptar tal problemática, a la vez que se Este estilo de trabajo orientado a esclarecer en generar información a partir de la identifica- par ese lugar central y pasa a ser un elemento
mantiene apartado de toda pretensión funcio- el tema de las clases, situando temas científi- ción y conexión de variables. conectado con un esquema funcionalista. Deja
nalista. Su punto de orientación fundamental cos y problemas sociales dentro de un amplio La construcción del concepto de clase que de ser central pero no desaparece: es más, está
es la bibliografía norteamericana sobre estra- marco estructural e integrando un esquema utiliza Germani y su aplicación en el armado presente en el análisis de una diversidad de as-
tificación social y las posibilidades del manejo conceptual con amplios volúmenes de infor- de la estructura social se hace sobre la base de pectos de lo social. En efecto, al desarrollar su
de datos estadísticos. mación estadística caracterizó los tempranos elementos concretos, que él trata como de rela- conexión con distintos esquemas teóricos la
Los dos textos que incluimos muestran la for- trabajos de investigación de Germani. tivamente poca complejidad teórica, tal como clase social ocupa un lugar menos central y se
ma en que Germani trabajaba con el concepto El otro texto que hemos incluido, correspon- ocurre con el concepto de ocupación. En ese combina con componentes de la sociedad o de
de clase y los pasos que daba ya en momentos de al libro en el que ese estilo de trabajo alcan- momento es visible cómo Germani trata de vin- la estructura social tales como la acción social
tempranos de su trabajo para operacionalizar- zó su máxima expresión. Se trata del capítulo cular su estudio de la estructura de clases con o las pautas variables.
lo, para conectar conceptos y datos. He inclui- IX de la Estructura Social de la Argentina. Allí materiales de la sociología norteamericana, lo Su presencia está centrada en situaciones y
do un texto de 1942 sobre La Clase Media en están presentes problemas de definición, una cual lo enfrenta de entrada a la dificultad que avatares de clases específicas o aisladas como
la Ciudad de Buenos Aires, al que él presenta enumeración de los datos pertinentes, cuadros representa el no contar con información que la clase media. Ocurre también que algunas
como Estudio Preliminar. Señala el autor que estadísticos generales, una lista de preguntas permita cumplir con los requisitos propios de entidades colectivas situadas jerárquicamente
72 Gino Germani - La sociedad en cuestión Miguel Murmis 73

en la sociedad no son incorporadas como cla- interpretación del peronismo. El tema político la presencia de clases sociales puede no llevar como cuando se habla de ricos y pobres. Hasta
ses sino con otras caracterizaciones grupales, es tratado entonces en la forma “analítica” que a la construcción de conceptos clasistas sino la actualidad el uso de la ocupación como di-
como “las masas”. Vemos un deslizamiento que vemos como característica de esta época ger- al despliegue de una multiplicidad de variables mensión vertical crea problemas dado que las
ocurre en cuanto los sujetos grupales son defi- maniana, o sea como una búsqueda de identi- estratificadas y a eso nos referimos con nuestra ocupaciones se presentan como un conjunto
nidos sobre la base de otros rasgos, como por ficación y conexión entre variables. Resulta denominación de enfoque analítico. La limita- de trabajos concretos sin una dimensión inter-
ejemplo, en tanto grupos étnicos o religiosos. entonces que el concepto de clase social es pre- ción del análisis germaniano de las clases, aje- na de ordenamiento jerárquico. Para ordenar-
En el caso de las masas se trata de un desplaza- sentado, por un lado como concepto central, no a nociones como lucha de clases o explota- las jerárquicamente se han buscado aspectos
miento por parte de conceptos de tipo clasista, mientras por otro lado, se ofrece poca funda- ción, dio lugar a críticas, entre ellas la de Eliseo tales como el del tiempo que lleva aprender
pero despojados de su caracterización como mentación teórica y poca riqueza del concepto. Verón, en la década del setenta. La lucha como una ocupación o los ingresos medios de cada
tales: en un momento anterior se llamarían Sean cuales hayan sido las limitaciones con estructuradora de las clases no está presente. ocupación pero no existe un criterio universal-
clases populares. Algunos de los análisis más que Germani trató en su primera etapa el tema El esfuerzo central es el de presentar la exis- mente aceptado al respecto.
conocidos de Germani, como el del peronismo, de las clases, sin duda consiguió ofrecer una tencia misma de las clases, el de encontrar un Para que la ocupación pueda ser utilizada
corresponden a un puente entre estos dos enfo- muestra palmaria de la importancia de la des- camino que permita mostrar esa existencia. Si como un indicador de estratificación, Germani,
ques, el analítico y el funcionalista. igualdad social. Cuando hablo de una muestra bien el enfoque centrado en la estratificación siguiendo a autores norteamericanos y algunos
La centralidad que tiene la clase en el primer palmaria pienso en la presentación de informa- presenta un análisis jerárquico no desarrolla el europeos de su época, le incorpora una dimen-
momento va acompañada de dificultades y pro- ción que permitiera ver (literalmente ver, en ta- tema de las relaciones entre las clases, tan cen- sión de prestigio. El primer estudio de Presti-
blemas tanto desde el punto de vista de su ope- blas y gráficos) la magnitud de la desigualdad. tral en un enfoque clasista. gio de las ocupaciones lo realizó Gloria Cucu-
racionalización como también desde el punto Reconocido y mostrado el hecho de la des- Veamos ahora más de cerca el camino que llu bajo la dirección de Germani y fue publica-
de vista de su contenido teórico. igualdad, para Germani se abre el largo cami- sigue Germani para elegir fenómenos socia- do en 1961 por el Departamento de Sociología
En el primer período, en el cual las clases son no que debería emprender para interpretar su les que den testimonio de la existencia de las de la Universidad de Buenos Aires. Aparece así
más centrales, su alcance social, su conexión significación. En verdad, el componente inter- clases. La primera concreción del concepto una dimensión escalable: hay ocupaciones más
con otros fenómenos, es limitado. Por ejemplo, pretativo ya estuvo presente desde la selec- de clases es su conexión con la ocupación. La prestigiosas o menos prestigiosas.
no se las ve como elemento jerarquizado y je- ción misma de las dimensiones de la desigual- ocupación es la que sitúa a los individuos en el Germani le ve a esta dimensión un mérito ex-
rarquizador, base de enfrentamientos sociales. dad, de las variables que darían consistencia al ámbito estratificado de las clases. Este es un tra para captar el carácter estructural de esa es-
Este enfoque carece por lo tanto de una pre- fenómeno. enfoque muy difundido en la sociología nor- tratificación. Para él la dimensión del prestigio
ocupación que es central en el marxismo. Ahora bien, si no se conecta la desigualdad teamericana (clásica) dentro del contexto del es objetiva: afirma que los estudios muestran
En Estructura social de la Argentina apa- con el conflicto social y con la lucha por el con- estudio de la estratificación social. que el prestigio atribuido a las ocupaciones tie-
rece un tema político, la correlación entre voto trol de recursos socio-económicos, el interés Ahora bien, el concepto de ocupación no ne una fuerte base de reconocimiento social, lo
y características sociales que culminará con su de mostrar que esta se manifiesta a través de tiene un componente interno de estratificación que la aleja del campo de la subjetividad.
74 Gino Germani - La sociedad en cuestión Miguel Murmis 75

Hemos pasado ya de la clase a la ocupación, terminante de clases a partir de una búsqueda como sabemos fue luego uno de sus trabajos Estas obras tempranas en que la clase social
de la ocupación al prestigio de la ocupación. de asociaciones con otras variables que otorga- polémicos más significativos a través de su es central tienen un aire de análisis técnico.
Surgen después de este punto tres considera- rían legitimidad a su papel definitorio. Germani interpretación del peronismo y los sectores Frente a esto, cuando el concepto pasa a tener
ciones importantes que modifican el camino adopta este camino indirecto para afirmar que populares, y desarrolla la relación con temas un papel menos central en obras posteriores,
seguido hasta aquí. los grupos construidos a partir de las catego- demográficos. En Estructura… (p. 181) enu- sus encuentros con la realidad de las clases
La primera tiene que ver con el hecho de que rías ocupacionales no son meros “conjuntos mera un conjunto de preguntas que un trabajo presentan un dramatismo y una densidad his-
al hacer su estudio Germani no cuenta con nin- estadísticos”. Vemos entonces cómo Germani como el suyo deja sin respuesta. Nos dice que, tórica que les otorgan una fuerte significación
gún estudio de prestigio de las ocupaciones, no termina utilizando esta dimensión agrupando en verdad tales preguntas están más allá de la política.
usa esa dimensión. Entonces teoriza sobre el categorías y pasando así a la construcción de naturaleza de su trabajo y que lo este puede Quizá ese carácter terso y sereno de los tra-
prestigio y utiliza las dimensiones “rama de ac- clases, tal como puede verse en el texto de la ofrecer con esas preguntas es un “vasto plan bajos sobre clases del primer Germani tuvo que
tividad” y “categoría de ocupación”. Estructura Social… aquí reproducido. de investigaciones ofrecido a los estudiosos de ver con cierta confianza evolucionista en un
La segunda está conectada con el hecho Hacia el final de su texto, Germani menciona la realidad social del país”. proceso unidireccional de cambio. Pero luego
de que el acceso a la variable ocupación uti- el tema del control de la producción y también Germani ofrece, entonces, una identificación se van haciendo presentes las trabas, los pro-
lizando el análisis vertical, por sectores, y el el del control económico de la tierra, pero solo de clases sobre la base de la ocupación, una blemas del desarrollo, las frustraciones y reza-
horizontal, totalizante, tiene serias limitacio- trata estos temas en forma limitada y, sobre búsqueda del desarrollo de clases como la cla- gos que muestran a las clases entreveradas con
nes por la necesidad de trabajar con estima- todo, no los incluye en el esquema conceptual se media y algo sobre el papel de las clases en otros aspectos de una sociedad que Germani ve
ciones (tal comenta Germani en la nota 14 de de su trabajo sobre clases. distintos terrenos como la demografía o el voto. cada vez más como un drama. Un drama que
la p. 153) y por la falta de datos para algunos Tengamos presente que, como dijimos antes, La clase basada en la ocupación es el principal culmina con el pesimismo de su Democracia y
sectores. A la vez el mismo Germani señala la todo el trabajo estadístico, además de permitir elemento morfológico y también causal. Autoritarismo en la sociedad moderna.
limitación resultante de la falta de una clasifi- la construcción de un vasto cuadro estructu-
cación de las familias. ral, sirve también para conectar las clases con
La tercera es la centralidad que adquiere la grandes problemas sociales.
dimensión ocupacional “categoría en la ocupa- En los dos textos que seleccionamos, en
ción”. Esta última variable permite definir po- Estructura… y en Clases medias… conecta
siciones que son estratificadas. Más aun, tiene las clases con temas de desarrollo, tal como
una relación directa con la visión de las clases ocurre con las clases medias y su significación
centrada en las relaciones de producción. Una como nuevas clases medias, con temas políti-
vez aceptada la centralidad de esta variable, cos tales como el voto, en el cual la preocupa-
Germani intenta legitimar su papel como de- ción central es el papel del voto popular, que,
Las clases sociales
según Gino Germani

Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Santiago Rodríguez

D os obras, dos temas, están asociados al


nombre de Germani. Estructura Social
de la Argentina (1987), publicada por primera
En Estructura Social..., un típico análisis
macrosocial, Germani reconstruye la estruc-
tura de clase de la Argentina utilizando datos
en esos años (principio de los cincuenta), Ger-
mani considera a las clases sociales como uno
de los aspectos básicos de la estructura social
y cultura personal– que se considera peculiar
de cada clase social” (Germani, 1987: 141).
Respondiendo a los que niegan la realidad de
vez en 1955 y la investigación Estratificación editados e inéditos del Censo Nacional de Po- de un país, y advierte “que la clase es un obje- las clases y piensan que “tan solo existiría una
y Movilidad Social en el Gran Buenos Aires blación de 1947. El segundo trabajo, Clase So- to con existencia sociológica real; es decir no serie continua de posiciones sociales, sin rup-
(1963), cuyo primer informe es incluido en esta cial subjetiva e Indicadores objetivos de Es- es un mero nombre clasificatorio: se refiere al tura”, sostiene, sin embargo, que “las clases no
compilación. La descripción de la muestra y la tratificación está centrado en las personas, es conjunto de individuos que tienen ciertos ele- son meros conjuntos estadísticos, al par que la
encuesta fue incluida en un capítulo anterior. lo que denominamos un estudio microsocial. mentos comunes que se manifiestan concre- conciencia común, una imponente masa de in-
Probablemente no han sido estas las primeras Finalmente, el tercero combina el análisis ma- tamente en sus maneras de pensar y obrar” vestigaciones” (Germani, 1987: l45).
publicaciones en Argentina sobre esos temas; cro con el microsocial. Sin esta distinción es (Germani, 1987: 140). Señala además que como En Clase social subjetiva e indicadores ob-
sí han sido en su momento las desarrolladas en difícil adentrarse en las teorías que sustentan en cualquier fenómeno social existen elemen- jetivos aparece nuevamente la diferenciación
forma más sistemática y, sin duda, de gran im- la obra de Germani. tos estructurales y psicosociales. En su listado entre aspectos estructurales y psicosociales de
pacto intelectual en nuestro medio. Impacto no La influencia de la formación en economía y menciona entre los primeros el tipo de exis- las clases sociales. Mientras los primeros son
siempre reconocido abiertamente. la tradición europea de Germani se evidencia tencia vinculada a criterios objetivos del “nivel operacionalizados con un conjunto de indica-
En esta introducción nos detendremos pri- en Estructura Social de la Argentina, 1987. económico, que se refiere a los límites mínimos dores objetivos de clase social, entre los segun-
mero en las raíces teóricas de la concepción En su Capítulo IX, con un tono más cercano al y máximos entre los cuales deben oscilar las dos, de los varios estudiados en la encuesta de
de la estructura de clase que es posible inferir marxismo1 que a cualquier otra teoría vigente rentas o ingresos de las diferentes ocupaciones Estratificación y Movilidad Social, Germani
de los trabajos publicados por Germani, los que integran las clases, y a las características analiza solo la auto-identificación de clase. En
ya citados y su análisis del Origen social de –en primer lugar el tipo y grado de instrucción esta publicación no se detiene en los aspectos
los estudiantes de la Universidad de Buenos 1 No nos consta con certidumbre cuál era la orien- teóricos, los cuales fueron discutidos y acor-
tación teórica de Estructura Social... porque Ger-
Aires (Argentina), también incluido en esta mani no especifica autores; lo inferimos a partir sus formación en marxismo incluyendo el debate europeo
dados, aunque nunca sistemáticamente redac-
publicación. palabras. Recordemos que Germani tenía una amplia sobre esta teoría. tados, por los directores de los cuatro equipos
78 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Santiago Rodríguez 79

nacionales en los cuales se llevó a cabo la inves- mos aquí distinguir entre lo que constituye el ción... puede haber inducido a confusión res- (1963b), Germani analiza la relación entre los
tigación (Chile, Uruguay, Brasil y Argentina). marco teórico de una investigación y la cons- pecto del marco teórico de esa investigación. indicadores objetivos de estratificación social y
Podemos inferir a partir de los propios trucción de los observables y su validación. La citada escala de prestigio fue construida la auto-afiliación de clase (Germani, 1963b: 5).
textos producidos en la investigación de es- Todas las investigaciones, por lo menos las cuando el trabajo de campo y la codificación Entre los primeros se destaca la escala deno-
tratificación y del diseño de su cuestionario, que nosotros conocemos, más allá de su enfo- de la encuesta de Estratificación... ya habían minada Nivel Ocupacional II2. Para Germani los
códigos y materiales complementarios, cuál que teórico utilizan a la ocupación como el in- concluido. Germani la utilizó para mostrar la grupos ocupacionales que conforman las clases
puede haber sido la orientación teórica del dicador predictivo principal de la clase social; asociación entre las posiciones ocupacionales ostentan formas comunes de vivir (vestimenta,
proyecto. Germani siempre cuidó la coheren- acuerdan, como también sostenía Germani, objetivas y el prestigio ocupacional. vivienda y otros elementos de la cultura mate-
cia lógica y la articulación entre la teoría y el que las clases están constituidas por determi- El ordenamiento y la categorización de los rial) que son el resultado de similar posición en
sustento empírico; esto nos permite sostener nadas ocupaciones o grupos ocupacionales y grupos ocupacionales dentro de las clases so- la estructura social. Este indicador conjunta-
que, aunque no de manera explícita, el encua- que los estratos ocupacionales representan el ciales es parte de procesos históricos sociales mente con el Nivel de Vivienda, el Nivel de Edu-
dre teórico de la encuesta estaría inspirado vínculo entre la estructura de clases y la estruc- concretos que moldean a las sociedades. En cación y el Nivel de Ingresos permitieron cons-
fundamentalmente en Weber, quien al igual tura económica (Germani, 1963b). Los códigos cada periodo la estructura de clase lleva la im- truir el nivel económico social que Germani
que Marx privilegia a la estructura económi- utilizados para categorizar ocupaciones en la pronta de la historia. Es decir, conlleva el de- utiliza para re-construir la estructura de clase.
ca como el basamento de las clases sociales. encuesta de Estratificación Social... fueron sarrollo económico-social de dos o tres gene- La última versión del Nivel Económico-Social
No obstante, debemos recordar que en el mo- construidos sobre la base de su inserción en la raciones y en consecuencia, los grupos ocupa- construido por Germani permite establecer los
mento de la medición de las clases sociales, la estructura económica. Los criterios que subya- cionales que conforman las clases pueden ver límites mínimos y máximos de los nivele edu-
encuesta de Estratificación Social... muestra cen a esa clasificación son propiedad, autori- modificada su posición real de poder dentro de cativos, de vivienda, y de las rentas o ingresos
estar inspirada en las investigaciones llevadas dad, jerarquía, conocimientos y capacitación. la sociedad (Germani, 1987: 142). de los grupos ocupacionales que integran cada
a cabo en la Escuela de Chicago en los años El esqueleto de la escala ocupacional es “la La realidad social se presenta con una va- una de las clases o estratos que conforman la
cuarenta y cincuenta por W. Lloyd Warner, A. posición” en la división del trabajo la cual fue riedad de grupos caracterizados por diferentes estructura de clase (Germani, 1963b: 5).
B. Hollingshead, Everett C. Hughes, y otros, articulada con la rama de actividad en el cual combinaciones de criterios estructurales “ob- Entre los criterios subjetivos vinculados a
en los que se combinan el método etnográfico se desempeñaban los encuestados. jetivos” y “subjetivos”. Las clases representan las clases sociales en Estructura Social... Ger-
desarrollado en esa escuela con el método de La mención que hace Germani en Clase so- las zonas de la estructura social en la que la
encuesta. Bajo ninguna hipótesis puede pen- cial subjetiva e indicadores objetivos de estra- combinación de los criterios, mencionados an-
sarse que la investigación de Estratificación tificación (1963b) de la escala de prestigio (Cu- teriormente, se observan con mayor frecuencia 2 Germani construyó dos versiones de la escala ocupa-
cional que se diferenciaron entre sí por el grado de dis-
Social... pueda haber estado influenciada por cullu, 1961) para validar los puntajes asignados estadística (Germani, 1987: 143). criminación y especificación de las ocupaciones que apa-
el funcionalismo ni por sus supuestos y con- en la escala ocupacional con que se codificaron Como ya dijimos en Clase social subjeti- recieron registradas en los cuestionarios. En el artículo
ceptualización de las clases sociales. Debe- las ocupaciones de la encuesta de Estratifica- va e indicadores objetivos de estratificación comentado utiliza la denominada Nivel Ocupacional II.
80 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Santiago Rodríguez 81

mani destaca principalmente dos: la autoiden- social de los estudiantes universitarios aquí proyectivo consistente en un dibujo con dos rrera abre interesantes interrogantes: ¿es una
tificación de los miembros de cada ocupación incluido, Germani analiza la influencia del ori- figuras, una masculina y otra femenina. En el forma de ocultamiento de aquello que se perci-
con una determina clase, y el sistema de ac- gen de clase social en el reclutamiento de los dibujo el varón en referencia a un candidato/a be como frustración? ¿O se trata, en realidad,
titudes, normas y valores que caracterizan a estudiantes universitarios y compara la base al matrimonio decía: “Sin embargo, es una bue- de un indicador de apertura e igualitarismo en
los individuos de cada clase. El artículo aquí social de diferentes universidades argentinas na persona”. El encuestado debía completar el las relaciones interpersonales en el Área Me-
comentado se centra en la autoidentificación con otras universidades europeas de referencia diálogo explicando a qué tipo de persona se re- tropolitana de Buenos Aires? Mientras que en
de clase social. Las categorías de esta variable (Germani, 1965). fería el hablante. Las respuestas fueron codifi- este texto Germani expone la primera interpre-
incluidas en la encuesta fueron: Gente acomo- El interés teórico de Germani por la dimen- cadas con un sistema de categorías que incluía tación, en otros trabajos del autor es posible
dada, Gente modesta, y Gente humilde. Clase sión subjetiva de las clases sociales no se limi- la percepción de la clase social. En el análisis hallar evidencias que apoyan la segunda. Para
alta, Clase media, y Clase popular. Y Gran bur- tó al análisis de la autoidentificación de clase se utilizó como variable independiente. las personas de clase trabajadora tanto de ori-
guesía o aristocracia, Burguesía y Proletaria- de las personas pertenecientes a los distintos La muestra intencional de Cucullu (1961) in- gen inmigratorio europeo como los migrantes
do3. En el momento del análisis estas catego- grupos ocupacionales sino que también indagó cluía cinco grupos ocupacionales: obreros cali- del interior del país de origen criollo, la llegada
rías fueron agrupadas en cuatro niveles (Nivel en qué medida sus miembros tenían conciencia ficados, empleados de oficina, jefes (personal al Área Metropolitana de Buenos Aires signifi-
bajo, Nivel medio-bajo, Nivel medio y Nivel de las barreras de clase. La clase como barrera jerarquizado administrativo), profesionales y có en su experiencia el acceso a una sociedad
alto) que permitió optimizar los datos y hacer social: algunos resultados de un test proyec- estudiantes. Germani correlacionó esta varia- más abierta en comparación con sus lugares de
las correlaciones entre la autoafiliación de cla- tivo (1965) retoma una definición de Edmond ble con los resultados del test. Los resultados origen (Germani, 1963a).
se y los indicadores objetivos antes analizados Goblot (1925) acerca de la clase social según muestran una correlación positiva: a mayor ni- El interés por el contexto socio-histórico
(Germani, 1963b: 10-11). la cual esta combina el nivel y la barrera. Los vel ocupacional más frecuente es la percepción de los cambios en la estructura de clase apa-
Las categorías construidas en la encuesta de miembros de una clase social comparten un ni- de la clase como barrera posible al matrimonio. rece en La estratificación social y su evolu-
Estratificación... fueron utilizadas por Sautu vel e imponen barreras a los contactos formales El análisis introduce otras variables entre las ción histórica en la Argentina (1970). Aquí
(1965) para la construcción de la clase social e informales con personas de clases distintas. que se destaca la influencia de la auto-afiliación Germani pone menos énfasis en el análisis de
de los padres de los estudiantes registrados en El connubium (matrimonio) y la comensalidad de clase. En todos los grupos ocupacionales, la clase y se centra en su vieja preocupación por
el censo universitario de 1960. En El origen (los círculos de amistades) son mecanismos auto-afiliación adecuada de clase (coincide la los cambios sociales ocurridos en Argentina
excluyentes que pueden medirse de manera auto-afiliación con la posición objetiva) favore- en el último siglo y medio. En ese documento
objetiva a través del índice de homogamia, lo ce la percepción de la barrera de clase, sin em- propone un esquema de estadios sucesivos en
3 Las nueve categorías de las cuales el encuestado que brinda información muy valiosa acerca del bargo, esta relación no se da entre los obreros. la transformación de la sociedad desde la tra-
debía elegir una, se hallaban encolumnadas en tres blo-
ques, cada uno de los cuales representaba una concep-
grado de apertura o cierre de una sociedad. El hecho de que el grupo social más expuesto dicional hacia estructuras de tipo moderno.
ción distinta de clase. En el artículo Germani no utilizó El estudio de Cucullu (1961) sobre prestigio a la discriminación basada en distinciones de Estos son: i) la sociedad tradicional (hasta
estas distinciones. ocupacional incluía en el cuestionario un test clase tiende a percibir menos este tipo de ba- fines del siglo XVIII); ii) Comienzos del de-
82 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Santiago Rodríguez 83

rrumbe de la sociedad tradicional (hasta fines la Plata, la ausencia de una aristocracia, el de- tos medios que reclutaron principalmente a los carácter abierto para la movilidad social ascen-
del siglo XIX); iii) Sociedad dual y expansión sarrollo temprano del comercio de orientación inmigrantes europeos y sus hijos. Asimismo, dente desde la clase trabajadora, ii) la amplitud
hacia afuera (desde mediados del siglo XIX capitalista y el carácter más heterogéneo de su Germani destaca que la clase alta fue más per- de la clase media y la clase trabajadora conso-
hasta 1920 aproximadamente); y iv) Movili- población en relación al centro y el noroeste meable al ingreso de extranjeros y sus descen- lidada con niveles salariales relativamente más
zación social de masa (desde 1930). En cada del país brindaron un marco de mayor apertura dientes que en otros países de América Latina, altos y amplio acceso a derechos sociales, y iii)
uno de estos estadios se desarrollan cambios en la estructura social y fueron factores condi- de Europa e incluso Estados Unidos. un carácter más equitativo en cuanto a la distri-
en los sub-sistemas económico, social, políti- cionantes para la rápida transformación inicia- El cambio de modelo de desarrollo econó- bución del ingreso.
co y cultural dotados de cierta estabilidad y da a fines del siglo XIX. mico luego de la Crisis de 1930 hacia la indus- El análisis de Germani sobre la conforma-
duración que le imprimen un sentido y una El notable desarrollo económico durante el trialización por sustitución de importaciones ción histórica de la estructura de clases es una
direccionalidad a la transformación del sis- modelo agroexportador y la llegada masiva de produjo un cambio en la composición de la fuente de inspiración y constituye a la vez un
tema de estratificación. No obstante, señala inmigrantes europeos desataron un proceso estructura de clases. Las migraciones internas desafío para plantear nuevas investigaciones
Germani, la asincronía entre los cambios que de modernización económico y cultural en la hacia los centros urbanos de la región pam- que nos ayuden a comprender qué nos pasó
se producen entre los distintos sub-sistemas región de Buenos Aires y el Litoral que cam- peana (Buenos Aires, Rosario y Córdoba) pu- como sociedad.
produce la coexistencia en un país de estra- biaron radicalmente la estructura social de la sieron en contacto la población criolla (con
tos sociales que corresponden a distintos sis- región. Este “gran salto” se produjo en un pe- dos o más generaciones de argentinos) con la
temas de estratificación. ríodo de tiempo corto para la vida de una na- población de ascendencia europea. Para los Bibliografía
En particular, Germani analiza la conforma- ción y para las generaciones que lo experimen- migrantes la llegada a los centros urbanos sig-
ción de la estructura de clase de Argentina en taron. En contraste, la región del noroeste que- nificó un ascenso social a través de su inser- Cucullu de Murmis, G. 1961 El prestigio de las
relación con los modelos de desarrollo econó- dó estancada y atrasada. Se originó un modelo ción en la industria (manufactura y construc- ocupaciones (Buenos Aires: Departamento
mico, los flujos migratorios, la dinámica demo- de desarrollo económico desequilibrado (con ción). Por su parte, los nativos del Área Metro- de Sociología, Universidad de Buenos
gráfica, el aporte cultural de los distintos gru- marcadas diferencias entre centro y periferia) politana de Buenos Aires (hijos de europeos) Aires) Documento de Trabajo.
pos étnicos y su posición diferencial en cuanto y vulnerable, en tanto era dependiente del mer- ascendieron a la clase media vía la inserción Germani, G. 1963a “La movilidad social
a poder y prestigio. Resulta muy interesante cado externo. en ocupaciones profesionales, técnicas, co- en Argentina” en Lipset, S. y Bendix, R.
cómo Germani muestra que cada etapa consti- Los inmigrantes europeos se insertaron en merciales y administrativas favorecidas por la Movilidad social en la sociedad industrial
tuye la base sobre la que se despliega el curso las clases más dinámicas del proceso de mo- expansión educativa. (Buenos Aires: EUDEBA).
futuro de la transición. dernización capitalista: la burguesía comercial En síntesis, hacia mediados del siglo XX Germani, G. 1963b Clase social subjetiva e
Si bien la sociedad colonial, previa al aluvión e industrial y la clase obrera. El resultado más (1960) la estructura social argentina se carac- indicadores objetivos de estratificación
inmigratorio europeo, era de carácter tradicio- notable de este proceso de cambio en la estruc- terizaba por tres rasgos que la diferenciaban (Buenos Aires: Instituto de Sociología,
nal y cerrado, al menos en la región del Río de tura social es la notable expansión de los estra- del resto de los países de América Latina: i) su Universidad de Buenos Aires).
84 Gino Germani - La sociedad en cuestión

Germani, G. 1965 La clase como barrera Germani, G. 1987 Estructura social de la


social: algunos resultados de un test Argentina. Análisis estadístico (Buenos
proyectivo (Buenos Aires: Instituto de Aires: Ediciones del Solar).
Sociología, Universidad de Buenos Aires) Goblot, E. 1925 La barriare et le niveau
Documento de Trabajo. (París: Alcan).
Germani, G. 1970 La estratificación social y Sautu, R. y Germani, G. 1965 Regularidad
su evaluación histórica en la Argentina y origen social de los estudiantes
(Cambridge, MA: Harvard University) universitarios (Buenos Aires: Instituto de
Documento de Trabajo. Sociología, Universidad de Buenos Aires).
Los estudios de movilidad social
de Germani
Aspectos descriptivos para el Gran Buenos Aires

Raúl Jorrat

A fines de la década del cincuenta, siguien-


do pautas internacionales, en cuatro de
las grandes áreas metropolitanas de América
Los resultados de tal exploración dieron
lugar a una única publicación que alcanzó di-
fusión pública por parte de Germani, como el
2000). Todos estos estudios descansaban en
encuestas en el AMBA. Debe señalarse que no
es el único escrito sobre movilidad por parte de
larmente en un ordenamiento jerárquico de las
categorías, ayudado por escalas ocupacionales
donde “el ordenamiento se realizó en función
Latina se realizan los primeros relevamientos Apéndice II a la traducción al castellano del Germani, pero sí constituye, hasta donde llega de criterios explícitos prefijados referentes al
de movilidad social intergeneracional, a partir libro de Seymour Martin Lipset y Reinhard nuestra información, el único intento, aunque carácter de la ocupación (nivel de calificación
de grandes encuestas. En Argentina, fue Gino Bendix Movilidad Social en la Sociedad In- inicial y provisorio, de analizar los resultados y otros), y a otras características económico-
Germani el responsable del estudio en el Área dustrial, publicado por Eudeba en 1963. El tí- de su encuesta.2 sociales”. Propuso así “una clasificación en
Metropolitana de Buenos Aires (AMBA –GBA tulo de ese apéndice fue “La movilidad social El trabajo seminal de Germani responde al siete niveles socio-ocupacionales de prestigio
en ese entonces–), basándose en “una muestra en la Argentina” (p. 317-365). Constituye, según estado de las artes de la época, si bien su es- creciente”, si bien el estudio incluía “diferentes
probabilística de áreas” de 2078 familias.1 nuestra información, el primer estudio por en- tudio –basado en encuestas a jefes de hogar, tipos de clasificación de ocupaciones y otros
cuestas sobre el tema hasta una publicación básicamente varones que incluían un 8,5% de indicadores de nivel económico social”, pero
de Beccaria en 1978, aunque en este caso por mujeres según el autor–, descansaba particu- que no estaban disponibles en el momento de
1 El autor aclara que si bien el presente análisis de el agregado de algunas preguntas puntuales a su análisis (p. 334). O sea, no podía aprovechar
movilidad intergeneracional e intrageneracional se encuestas del INDEC hacia 1969. Hay también, –si se hubiese interesado– sus resultados en
limitó a los jefes de familia de dichos hogares, “sería 2 Entre otros trabajos, puede mencionarse una publi-
posible extender parcialmente un análisis similar a los
con posterioridad, relevamientos acotados de cación interna, Nº 60, del Instituto de Sociología (co-
ese momento para un uso básico de categorías
otros miembros de la unidad familiar” (p. 333). Jorrat (1997) entre otros, hasta un relevamien- mienzos de los años sesenta), además de 1961 y 1965. de clases definidas de forma más o menos “tra-
2 Entre otros trabajos, puede mencionarse una publi- to importante específico sobre movilidad so- Una primera mirada sobre las clases y su evolución en dicional” (excluyendo escalas de estatus ocu-
cación interna, Nº 60, del Instituto de Sociología (co- cial por parte de este último en 1995 (Jorrat, Argentina puede encontrarse en los siguientes capítu- pacional o jerárquicas).
mienzos de los años sesenta), además de 1961 y 1965. los del libro clásico del autor (1987): “Clases sociales: Dentro de los signos distintivos de los tra-
Una primera mirada sobre las clases y su evolución en introducción” (pp. 139-154); “Estructura, composición
Argentina puede encontrarse en los siguientes capítu- interna y distribución ecológica de las clases populares, interna y distribución ecológica de las clases populares, bajos de Germani, previo a la presentación de
los del libro clásico del autor (1987): “Clases sociales: medias y alta” (pp. 194-217) y “Evolución reciente de las medias y alta” (pp. 194-217) y “Evolución reciente de las los resultados de su encuesta ofrece una dis-
introducción” (pp. 139-154); “Estructura, composición clases sociales” (pp. 218-225). clases sociales” (pp. 218-225). cusión histórica de la movilidad social a partir
88 Gino Germani - La sociedad en cuestión Raúl Jorrat 89

de datos censales, haciendo un uso ingenioso al azar entre todas las personas, cualquiera que Si se resumieran las contribuciones básicas 5. información sobre metodologías más elabo-
y criterioso de tales datos, dentro de los lími- fuera su origen paterno. […] Este índice tiende de Germani en sus estudios de movilidad so- radas para el estudio de la movilidad predo-
tes que los mismos permitían. Comienza con a eliminar en las comparaciones, entre tasas de cial intergeneracional, podrían destacarse los minantes en la época, aunque descarte su
una exploración de la movilidad en la época movilidad, el efecto del tamaño de los estratos, y siguientes puntos: uso en su propio análisis.
permite ver cuál es la movilidad con abstracción
de la inmigración masiva, pasando luego a la
del mismo. Para los fines de un análisis del fenó-
movilidad durante las grandes movilizaciones 1. primer estudio en gran escala mediante en- El análisis en general se basa en la presentación
meno desde el punto de vista de los efectos socia-
internas. Cierra luego con la descripción de la les en una sociedad dada, el método descriptivo cuestas a muestras elaboradas de población, de porcentajes de personas móviles que descen-
movilidad en el AMBA. es el indicado. (Énfasis propio). en este caso del AMBA; dieron o ascendieron distintos niveles, además
Hay una descripción metodológica en la 2. entrenamiento, para ello, de un amplio cuer- de los porcentajes que permanecieron estables
nota al pie Nº 16 (p. 337), que da la pauta básica Esta cita de la nota al pie tiene en realidad una po de alumnos, graduados y jóvenes colegas, en esos niveles. Considera las ocupaciones al
del enfoque de Germani, vinculada a un párrafo importancia relevante, que quizás hubiera de- quienes recién tenían la oportunidad de par- momento de la encuesta (o última) de los jefes
donde el autor nota que su encuesta da lugar a mandado que figure en el cuerpo del texto. Se ticipar en estudios de esa naturaleza; de familia (orígenes) y las últimas o actuales de
múltiples enfoques y que él se limitará solo a destaca aquí el conocimiento e información de 3. introducción de metodologías de catego- sus padres (destinos). Germani usa a veces la
algunos en la exposición del presente trabajo. que disponía Germani de los avances analíticos rización de jerarquías de estratos sociales, expresión “orígenes”, no así “destino”. 4
Citamos: sobre el tema en la época, aunque no conside- mediante procedimientos que conjugaban Su análisis distingue en un par de cuadros la
rara adecuado su uso a los fines de su estudio. usos de escalas de estatus o prestigio ocu- movilidad en los niveles populares y en los medio-
Esta exposición utilizará el llamado ‘método des- Y sobresale también –quizás anecdóticamen- pacional y aspectos socio-económicos de altos, mientras que un cuadro adicional distingue
criptivo’ que se basa en el cómputo de los por- las ocupaciones, obteniendo así siete nive- tres niveles, separando los medios y lo altos. Los
te– la forma drástica en que Germani decide,
centajes de personas del mismo origen (misma les socio-ocupacionales para el análisis de la aspectos de movilidad que detecta Germani los
ocupación paterna) que ascienden o descienden;
sin muchos esfuerzos de justificación –aunque
menciona un par de autores en su apoyo–, cuál vinculación entre orígenes –indicados bási- pone en contexto con los grandes cambios de la
y también, en el análisis porcentual de la compo-
era el enfoque más adecuado, según párrafo su- camente por la ocupación del padre cuando sociedad argentina por él descriptos: moderniza-
sición por origen social, de los estratos actuales.
brayado por mí. 3 el hijo estaba creciendo– y destinos –la ocu- ción de la producción agrícola-ganadera, cierto
A este tipo de análisis se oponen otros que se fun-
dan sobre determinados supuestos, por ejemplo pación de los jefes de familia encuestados, desarrollo de la industria, crecimiento urbano,
el de la movilidad “perfecta”: en este caso los ín- mayoritariamente varones–; migraciones masivas y grandes migraciones
dices de movilidad no miden las proporciones que 3 Debe observarse, de pasada, que el índice que men- 4. vinculación de amplios aspectos histórico-
ciona Germani como que elimina “el efecto del tama- demográficos con el análisis de los resulta-
empíricamente pasan de un nivel a otro, sino que
ño de los estratos” ha sido ya cuestionado, entre otras 4 Aclara Germani que cuenta además con informa-
comparan la movilidad empírica con aquella que cosas, por no cumplir con la pretensión de controlar
dos de la encuesta, dando así un importante ción ocupacional de los encuestados para cinco épo-
se daría en caso de que las posiciones disponi- el efecto de los valores marginales de los cuadros (ver contexto a los resultados de un momento en cas: a los 21 años, a los 28, a los 38 y a los 45 años, fuera
bles en la generación de los hijos se distribuyeran Hout, 1980). el tiempo; de la actual.
90 Gino Germani - La sociedad en cuestión Raúl Jorrat 91

internas. En cuanto a la movilidad intergenera- Al señalar la ausencia de análisis de cuadros Instituto de Sociología, publicación interna, Germani, G. 1987 Estructura social de la
cional en el Gran Buenos Aires, de las distintas típicos de movilidad no se intenta en absoluto Nº 60. Argentina. Análisis estadístico (Buenos
observaciones del autor sólo señalamos aquí su cuestionar la riqueza al análisis descriptivo de la Germani, G. 1961 “Estrategia para Estimular la Aires: Ediciones del Solar).
afirmación de que se “confirma la existencia de movilidad intergeneracional realizado por el au- Movilidad Social” en Desarrollo Económico Hout, Michael 1980 Mobility Tables
una alta movilidad desde los niveles populares” tor, que sentaron las bases por un largo tiempo (Buenos Aires) Nº 1, 3. (California: Sage).
que “ha pasado a niveles medios y altos” (p. 337), para el estudio de la estratificación y movilidad Germani, G. 1963 “Movilidad social en la Jorrat, Jorge Raúl 1997 “En la huella de los
siendo la movilidad dentro de los estratos popu- social en Argentina. Análisis que además Germani Argentina” en Lipset, Seymour M. y Bendix, padres: movilidad ocupacional en el Buenos
lares básicamente de orígenes obreros no califi- enriquece con comparaciones históricas censales Reinhard Movilidad social en la sociedad Aires de 1980” en Desarrollo Económico
cados a destinos de obreros calificados. y con comparaciones internacionales según re- industrial (Buenos Aires: Eudeba) (Buenos Aires) Nº 37.
Lo que se extraña es el cuadro clásico de movi- sultados descriptivos de estudios de movilidad de Apéndice II. Jorrat, Jorge Raúl 2000 Estratificación
lidad intergeneracional, donde se cruzan o tabu- ese momento, como los de S. M. Miller (1960). Germani, Gino 1966 “Social and Political social y movilidad. Un estudio del área
lan las clases (o “niveles”, para usar la expresión Consequences of Mobility” en Smelser, metropolitana de Buenos Aires (Tucumán:
de Germani para sus construcciones) de origen y Neil y Lipset, Seymour (comps.) Social Eudet).
destino. Y tal cuadro no lo puede obtener un lec- Bibliografía Structure and Mobility in Economic Miller, S. M. 1960 “Comparative social
tor de los resultados ofrecidos por Germani en el Development (Chicago: Aldine Publishing mobility” en Current Sociology
escrito bajo análisis. Pero sí puede recurrir a los Beccaria, Luis 1978 “Una contribución Company). (Loughborough) Nº 9.
datos básicos de la encuesta, felizmente deposi- al estudio de la movilidad social en la
tados por el autor en Estados Unidos. A partir de Argentina. Análisis de los resultados de una
esa información se pudo armar un cuadro como encuesta para el Gran Buenos Aires” en
el mencionado, aunque no con los “niveles” de Desarrollo Económico (Buenos Aires) Nº 17.
Germani sino mediante una aproximación a cua- Germani, G. c.1960 “La movilidad social en la
tro categorías: alto y bajo no manual, alto y bajo Argentina”. Trabajos e Investigaciones del
manual (Jorrat, 2000). En general, no hay incon-
sistencias entre las observaciones de Germani
en su enfoque y las que surgen del mencionado de Germani– se da para los encuestados cuyos oríge-
cuadro clásico de movilidad.5 nes son de los sectores medio-bajos (alto manuales) y
medio-altos (bajo no manuales), mientras que la mayor
movilidad del sector bajo manual se da hacia los secto-
5 La movilidad intergeneracional más relevante –se- res alto manuales, en consonancia, a nuestro entender,
gún evaluación por parte de Jorrat (2000) de los datos con los análisis que hace el propio autor.
La clase media en la
Ciudad de Buenos Aires*
Estudio preliminar

Gino Germani

E n los últimos cincuenta años la clase media


y su posición en la estructura social ha ido
despertando siempre mayor interés. El hecho
sociografía de este grupo es pues algo más que
un tema de interés científico: aun en nuestro
país, donde el llamado “problema de la clase
unidos de acuerdo con ciertas características:
constituye un conjunto con una cierta unidad
interna, representada en primer lugar por la
los individuos. La posición relativa importa un
juicio de valor y este a su vez un criterio de va-
lorización: una escala de valores; ahora bien,
se debía no solamente al conflicto de teorías media” no presenta la gravedad que llegó a al- existencia de ciertos contenidos de concien- siendo la clase una de las articulaciones funda-
sobre su porvenir, sino también a ciertas mo- canzar en otras partes, no podría desconocerse cia presentes en las conciencias individuales mentales de la estructura social, el principio so-
dificaciones que llegaban a afectar, en mayor o la utilidad del estudio de sus condiciones rea- de sus miembros y capaces de manifestarse en bre el cual descansa la diferenciación en clases
menor medida, la composición y la estabilidad les de existencia. determinados tipos de conducta (Halbwachs, se halla íntimamente relacionado con el tipo de
de esa clase. En diversos países, especialmente La expresión “clase media” proviene del len- 1913). ¿Qué es lo que distingue la clase de to- sociedad (Halbwachs, 1913 y 1940: 329). De ahí
en los de Europa central, surgieron organiza- guaje común. No es una noción científica y, si dos los demás grupos sociales? La existencia pues que las transformaciones experimentadas
ciones de defensa de la clase media, algunas de bien existe ahora un acuerdo casi general so- de clases implica la existencia de una sociedad por este, han sido siempre acompañadas por
ellas de carácter internacional, y, por otra par- bre su composición, no se ha logrado una de- jerarquizada: la clase es un grupo social que modificaciones de la estructura de las clases.
te, no falló la acción de los partidos políticos finición teórica satisfactoria. Por otra parte, la ocupa una cierta posición relativa de superio- Así los profundos cambios que se han opera-
y del Estado. Después de la guerra de 1914, el misma noción sociológica de clase es una cues- ridad o inferioridad que confiere a sus compo- do en la sociedad occidental desde el fin de la
profundo desequilibrio que se produjo en vas- tión muy debatida en la sociología contemporá- nentes, en cuanto tales, con abstracción de sus Edad Media, han producido también un nuevo
tas capas de las clases medias fue sin duda un nea. Sin entrar en problemas especulativos que calidades individuales, un puesto determinado tipo de estratificación social, variando no solo
factor no despreciable en las transformaciones no corresponden a la índole de este trabajo, es dentro de la jerarquía de posiciones producto el régimen legal de las clases, sino modificán-
políticas y sociales que experimentaron algu- preciso, sin embargo, enunciar las premisas de la diferenciación social. Estas expresiones dose sustancialmente sus características. Las
nas naciones (Vermeil, 1939; Frank, 1939). La que han de constituir una primera orientación de superioridad, inferioridad, jerarquía, no tie- castas indias, los “états” del antiguo régimen,
en el examen de los hechos. nen naturalmente ningún alcance moral o inte- las modernas clases, mientras constituyen en
* Germani, G. 1942 “La clase media en la ciudad de
lectual, sino que se refieren a una situación de el fondo un fenómeno social del mismo orden,
Buenos Aires. Estudio Preliminar” en Boletín del Insti- 1º- La clase no es simplemente un nombre co- hecho que, como tal, llega a afectar de algún presentan desemejanzas muy profundas; por
tuto de Sociología (Buenos Aires) Nº 1, pp. 105-126. mún para designar un grupo de individuos re- modo las conciencias y las conductas de todos otra parte, aun dentro de un mismo tipo cultu-
94 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 95

ral y en la misma época, los factores históricos a la conciencia de clase: solidaridades econó- decir, por un conjunto de condiciones objetivas del cruce de los círculos sociales. Sin embargo,
y sociales de carácter local producen amplias micas, vínculos profesionales y el conjunto de y subjetivas que llamaremos más brevemente si las clases mantienen una relativa cohesión,
divergencias en la estructura de las clases. tendencias, costumbres, ideas, que nacen de la “tipo de existencia”. Estos elementos, que son debe suponerse que el sistema de vínculos pro-
comunidad de vida. En la realidad todos estos también el resultado de la comunidad de vida fesionales, económicos, de comunidad de vida
2º- En la sociedad contemporánea ha desapa- elementos y el “nexo jerárquico” se fusionan en creada por la igualdad de funciones, represen- y de igualdad de nivel, tienden a cubrir con
recido todo régimen legal de las clases; sin un solo haz de representaciones colectivas, del tan al mismo tiempo atributos de la clase, pues igual intensidad un mismo sector social. Nóte-
embargo, estas se mantienen como unidades mismo modo que la clase no pierde su carácter también ellos son objeto del juicio de valor. Se se bien que se trata de una tendencia, pues la
colectivas reales y se extienden a toda la socie- de unidad real a causa de su complejidad. Sin debe a esta peculiar relación, que los grupos correlación entre los diversos nexos no es es-
dad, de manera que ningún individuo escapa a embargo cabe recordar que esta pluralidad de funcionales hayan sido frecuentemente confun- tricta. En particular las situaciones materiales
sus vínculos. Las clases son estructuras suma- elementos, unida al alto grado de complicación didos con las clases. Es verdad que la profesión de la profesión y de la posición económica no
mente complejas y podría distinguirse en ellas social (Bouglé, 1925; Simmel, 1939) si no llega tiende a crear un tipo social homogéneo: “por siempre se hallan unidas al “tipo de existencia”
un gran número de grupos menores; sin embar- a atenuar los efectos de la diferenciación, por la fuerza de las acciones repetidas cada día y que según el juicio social le correspondería.
go, solamente algunos se destacan sobre todos lo menos la hace menos evidente, en el compli- durante largos años engendra hábitos que, mo- Las manifestaciones objetivas y especialmente
los otros, pues con sus características contribu- cadísimo tejido de relaciones que caracteriza la dificando en el mismo sentido las naturalezas subjetivas de aquel, hasta cierto punto, evolu-
yen a formar la fisonomía particular de la clase. sociedad actual. primitivamente dispersas, las conduce a reali- cionan independientemente de las demás con-
Esto acontece porque en realidad el juicio de zar una suerte de tipo común en lo físico y en lo diciones y, en general, es necesario un tiempo
valor, en la que descansa la clase, se ejerce so- 3º- Las clases se hallan integradas por grupos moral” (Bauer, 1902: 57), pero el grupo profe- más o menos extenso antes que el “tipo de exis-
bre esas características: las clases resultan así funcionales que resultan de la conjunción de un sional no se erige de por sí en clase. Lo mismo tencia” se ajuste a nivel social correspondiente
integradas por todos aquellos grupos que ocu- cierto tipo de actividad profesional y del puesto podría decirse cuando al puesto ocupado en a las otras situaciones.1 Esta posible falta de
pan un mismo nivel social. Se crea así, entre ocupado en la producción. Desde este punto de la producción; es evidente que existen nexos correlación entre los varios elementos de la
todos sus miembros, un vínculo especial que vista toda la población se diferencia en los di- de solidaridad económica que, especialmente clase tiene una particular importancia. Donde
indicaremos provisoriamente, y para evitar pe- versos grupos, pues las familias pertenecen a la cuando abarcan todos los grupos que integran las clases son de formación reciente por el rá-
rifrasis, como “nexo jerárquico”. No puede em- clase de sus miembros económica o profesio- una clase, contribuyen potentemente a su co- pido ascenso de un gran número de individuos.
plearse en este caso la expresión “conciencia nalmente activos. Sin embargo ni la profesión, hesión, pero el sentimiento de esa solidaridad la diferenciación social se torna más borrosa
de clase”, pues esta tiene un contenido mucho ni la posición económica se confunden con la no agota el contenido de la conciencia de clase: y el juicio social tiende a tener en cuenta las
más amplio que se halla en relación con la com- clase. Esta resulta de la existencia de un juicio por otra parte, los vínculos funcionales a veces situaciones objetivas, más que las sutiles mani-
posición de la clase. En efecto, todo sistema de de valor acompañado por un género concor- eran conflictos en el seno de una misma clase
representaciones colectivas propio de sus gru- dante de vida, instrucción, educación, gustos, y en otros casos unen a grupos de clases diver-
pos representativos se transfiere, por decir así, modales, costumbres, ideas y tendencias, es sas; recuérdese a este propósito la importancia 1 En el caso del déclassé y del parvenu.
96 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 97

festaciones del “tipo de existencia”. Cuando en se esfuman en una gama de matices que pare- y sin embargo no deja de admitirse que “estos esta determinación, forzosamente impreci-
cambio se trata del movimiento de descenso de ce contradecir toda separación neta, las clases grupos heterogéneos manifiestan a veces, con- sa, de los grupos funcionales, ha de añadirse
vastas capas de la población, las derivaciones se destacan por su estabilidad y cohesión como tra otros grupos, contra ciertos peligros, una la nota común de un tipo de existencia que,
adquieren una amplitud y gravedad que puede unidades colectivas reales. Es evidente que su comunidad de actitudes y de deseos” y que los aun en los niveles inferiores de la clase, pre-
trastornar profundamente el equilibrio social.2 número y composición solo podría determinarse antagonismos económicos existentes en su seno senta ciertas manifestaciones ostensibles.4 5
El “nexo jerárquico”, producido por la igual- en base a la observación de los hechos, pero, a no destruyen la unidad creada por la igualdad
dad de nivel, señala el límite exterior de la cla- su vez, la observación requiere una orientación de valoración social. En realidad, es justamente En su límite inferior encontramos la clase
se: si por un lado vincula a sus componentes, previa: es necesario adoptar pues, como hipóte- el objeto de la investigación establecer el grado obrera cuya determinación sociológica es más
por el otro tiende a separar los individuos de sis, la composición que generalmente se atribuye de cohesión y la existencia misma de una clase fácil, pues responde a tipos definidos de activi-
clases diversas (distancia social). Es así como a la clase media.3 Los grupos funcionales que la media en el ambiente social estudiado. Se ha ob- dad profesional. En su límite superior, la clase
el efecto más característico (que se ha perpe- integran presentan características heterogéneas, servado también que la clase media presenta en alta constituye en la realidad un grupo bien de-
tuado a través de tantas transformaciones so- a veces antagónicas; en cambio, el tipo de exis- forma más o menos atenuada, las características finido, pero presenta mayores dificultades para
ciales) es la tendencia a limitar el matrimonio y tencia tiende a ser uniforme, por lo menos en de la clase superior; de ahí la dificultad de una su separación de la clase media en cuanto a
el trato social a los individuos de la misma cla- ciertas manifestaciones. A causa de esta hete- determinación precisa. Como se halla integrada la actividad social, se aceptará la hipótesis de
se (connubium y convivium). Evidentemente rogeneidad se ha llegado a negar su carácter de por elementos medios de categorías que encon- una clase alta constituida por los núcleos diri-
este fenómeno es a la vez el efecto de la comu- clase. A menudo se habla de “clases medias” en tramos también en la clase alta, los intentos de gentes políticos y económicos6 (altos funcio-
nidad de vida creada por los grupos funciona- plural, indicándose con esto su falta de unidad definirla en función de un solo carácter han fra-
les, pero en cuanto se erige en prohibición o casado generalmente (Aaron, 1939: 26).
4 Halbwachs (1939: 28 y sigs.) ha intentado definirla
prejuicio, constituye una manifestación de la en función de la actividad (funciones meramente técni-
desigualdad social. 3 Cf. por ejemplo: Simiand, F. 1928-1929 Cours 5º- Los sectores urbanos de la clase media pue- cas) y del objeto de la actividad misma (una “humani-
d’économie politique (París: Domat-Montchrétien) den dividirse en dos grupos principales: dad materializada”).
Año II, pp. 440 y sigs.; Mahain, E. 1936 “Les consom-
4º- Grupos e individuos se ordenan en capas su- mateurs, les classes moyennes et les formes modernes 5 Como se sabe, aun a igualdad de recursos econó-
perpuestas en función de la actividad profesio- du commerce de détail” en Revue économique Interna- a. Personas económicamente autónomas, con micos, los presupuestos de empleados y obreros pre-
nal, posición económica y “tipo de existencia”. tionale (París) noviembre, p. 227; Muffelmann, L. 1926 actividad profesional o sin ella. sentan una directa jerarquización de las necesidades.
La reciente investigación realizada en Estados Unidos
Si bien en la sociedad actual las desigualdades Orientación de la clase media (Barcelona: Labor S.A.) b. Dependientes cuya actividad profesional se sobre presupuestos familiares ha mostrado fenómenos
Introducción; Lynd, R. S. y Lynd, H. M. 1929 Middle- dirige a las cosas o a las personas, pero que
town (Nueva York: Harcourt, Brace and Company) pp. de esta especie. Cf. USDL (1939: 53-56).
2 A propósito de la grave crisis de la clase media ale- 22 y 23. También pueden consultarse los numerosos
requiere en todo caso el empleo prevalente 6 En Inglaterra, según Beatriz Webb (1939: 69) la per-
mana después de la guerra de 1914 y sus repercusiones estudios incluidos en la ya citada obra, Inventaire III, de facultades intelectuales (aun en trabajos tenencia a la sociedad está asegurada por el ejercicio
psicológicas, véase Vermeil, op. cit. Classes Moyennes. automáticos o sin funciones directivas). A de alguna especie de poder.
98 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 99

narios y directores de grandes empresas, etc.), nes contemporáneas, se confunde con el de probable que en parte esta línea de demarca- tegorías, funcionarios, profesionales, técnicos.
parte de la élite cultural, grupos hereditarios pequeño industrial, que muchos emplean como ción corresponda al desnivel jerárquico entre Una parte de ellos corresponde a los núcleos
y grandes fortunas (especialmente propiedad su sinónimo. Qué deba entenderse técnicamen- las dos clases. En el límite inferior es frecuen- de la clase alta: se trata de personas cuya de-
inmobiliaria). te por taller artesano, pequeña y media explo- te que la posición de autonomía económica no pendencia es más nominal que efectiva (diri-
Los grupos de la categoría A reciben la co- tación industrial, es un problema de difícil so- corresponda al “tipo de existencia”: como se gentes de sociedades anónimas, bancos, altos
mún designación de antigua clase media, en lución; cantidad de obreros, empleo de fuerza ha visto hay un gran número de trabajadores funcionarios del Estado); además existe toda
tanto que la segunda constituye la nueva clase motriz o de maquinarias y otros criterios, se libres que, por su nivel de vida y su mentalidad, una serie de distinciones según la actividad
media. Estos últimos grupos han ido adquirien- emplean generalmente para establecer clasi- pertenecen a la clase obrera. (trabajo creador, de disposición, de dirección,
do un gran desarrollo en los últimos tiempos ficaciones. Sin embargo parece que no pueda En las actividades comerciales encontramos responsable, trabajo ejecutor, automático) y
gracias al aumento de la burocracia pública y darse en esta materia ninguna norma a priori. el mismo cuadro, si bien aquí los efectos de la según el nivel económico, que pueden traducir-
a la difusión de las grandes empresas.7 La dife- En el límite inferior del grupo encontramos el concentración económica son quizá menores se en desigualdades sociales.
rencia entre antigua y nueva clase media no es obrero a domicilio, con el que a veces se con- o, en todo caso, adquieren caracteres diversos.
solamente de carácter histórico; se trata de dos funde: “Dos tipos sociales muy diversos pero Pequeños y medios comerciantes al detalle 6º- Es imposible trazar un plan detallado de la
tipos sociales que, si bien se hallan unidos por económicamente muy próximos y de hecho forman el núcleo de este grupo de la clase me- investigación. La realidad es tan compleja y las
la valoración social por otros vínculos, poseen con frecuencia indistinguibles: el mismo hom- dia; grandes almacenes y cadenas de negocios dificultades tan imprevisibles que solo a través
caracteres propios e incluso tienen intereses bre es a la vez ambas cosas es, por decirlo así, representan el equivalente comercial de la gran del contacto con los hechos se irán delineando
económicos antagónicos. anfibio y por lo tanto la línea de demarcación empresa; por otra parte tampoco aquí falta la los métodos y la marcha del trabajo. Debe recor-
Integran la antigua clase media varios gru- es muy difícil de trazar” (Brants, 1911: 11). En tendencia hacia la concentración y el monopo- darse que, mientras no faltan estudios sobre la
pos: artesanos, pequeños y medios comercian- el límite superior se sitúa la gran empresa, que lio. Las profesiones liberales, es decir el grupo clase obrera, en la Argentina no hay anteceden-
tes, agentes auxiliares del comercio (corredo- se destaca ante todo por su régimen jurídico de profesionales que ejercen con autonomía su tes sobre el problema que nos ocupa. Por otra
res, comisionistas e intermediarios) profesio- –sociedad anónima– y por su tendencia a inte- especialidad, integran (salvo un pequeño núme- parte, la experiencia de otros países, aun cuan-
nales libres, pequeños y medios rentistas. grarse en grandes coaliciones. Si bien ninguna ro que puede pertenecer a la clase alta) la clase do puede proporcionar una ayuda muy valiosa,
El término artesano, que corresponde a los de estas dos características son del todo deci- media. Y por último encontramos el grupo de los debe ser adaptada a las condiciones locales; no
antiguos oficios corporativos, en las condicio- sivas (pues existe la gran empresa individual) rentistas, categoría muy heterogénea en cuanto sería posible extender sin modificaciones, mé-
tienen mucha importancia porque correspon- a la magnitud y a la naturaleza de la renta, cuyos todos aplicados con éxito a ciertos ambientes,
den a una constelación de intereses económi- límites con el grupo correspondiente de la clase a otro medio social, quizás muy diverso.
7 En cuarenta años, el número de empleados en
Londres aumentó un 255%, mientras la población
cos a menudo en contraste con la pequeña y superior son de muy difícil determinación. La investigación deberá realizarse a través
activa había aumentado solamente un 50% (Smith, media industria que, en cierto sentido, señalan Una gran variedad de grupos compone la de un cierto número de estudios de carácter
1920-1936). los límites de la concentración económica. Es nueva clase media: empleados de todas las ca- general y parcial según los casos, pero siempre
100 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 101

conducidos con criterios uniformes, que permi- daría así lugar a interesantes comprobacio- parcialmente hacia otros aspectos susceptibles de integran la clase media.9 También ofrece, en la
tan llegar a una síntesis de los resultados. Así nes sobre la movilidad social. relevación estadística. De ahí que la distribución parte dedicada al estudio de familias, informa-
ciertos temas requerían la realización de mo- b. Nivel de vida: Estudio de presupuestos fa- profesional de la población, a menos que no haya ciones muy valiosas para obviar, aunque sea en
nografías de grupos profesionales, y en cambio miliares, observación de las condiciones sido realizada en base a un censo especial de las parte, las dos dificultades principales relativas
otros, como la relevación de los datos obre el de existencia y problemas relacionados (en profesiones, presenta siempre deficiencias más o a la distribución de la población no activa y al
nivel de vida, podrán ser llevados en condicio- particular problemas demográficos). menos graves que limitan su alcance. En general número de miembros de los grupos superiores
nes de uniformidad de los datos sobre el nivel c. Condiciones técnicas y económicas del tra- no ofrece ningún medio directo para separar los (ver cuadro 1 en página siguiente).
de vida, podrán ser llevados en condiciones de bajo en los diversos grupos (y problemas grupos de la clase alta de las correspondientes Ocho columnas de las cédulas censales esta-
uniformidad para todos los grupos. Por último, psicológicos y sociales conexos). categorías de la clase media, pues las actividades ban dedicadas a la profesión y medio de vida, pero
no debe olvidarse que un mismo tema deberá d. Pequeña industria y comercio al detalle. profesionales de ambas clases caen bajo las mis- solo interesan las cuatro siguientes: a) profesión,
ser investigado desde varios puntos de vista y Examen de su situación dentro de las con- mas denominaciones Por otra parte, el censo se ocupación, arte u oficio, o medio de vida en el mo-
con diversos métodos; por ejemplo, el estudio diciones económicas imperantes, y estudios refiere únicamente a la población con profesión mento del censo; b) especialidad dentro de la pro-
de los fenómenos de distancia y de movilidad monográficos de los diversos tipos represen- lucrativa o recursos propios, es decir a las perso- fesión arte u oficio declarado; c) naturaleza del es-
social requerirá investigaciones esenciales, tativos de pequeñas empresas. nas activas; para poder llegar a una distribución tablecimiento o rama de industria en que trabaja
pero al mismo tiempo podrá ser observado a e. Organizaciones gremiales. de la población total es necesario recurrir a méto- o para el cual trabaja, o actividad a que se dedica;
través de las otras manifestaciones estudiadas. f. Condiciones culturales: educación, costum- dos conjeturales con resultados muy inseguros. d) posición dentro de la profesión y trabajo: pa-
La necesidad técnica de subdividir la investiga- bres, tendencias y distancia social (estudia- El cuarto censo general de la Ciudad de Bue- trón, empleador o empresario; empleado, opera-
ción no debe hacer olvidar la íntima conexión dos en todas las manifestaciones de la vida nos Aires,8 el más completo de los que hasta rio u obrero; trabajador por cuenta propia, ayuda.
entre los diversos problemas. Pueden desde ya de relación). ahora se ha realizado en la República, a pesar La exposición de los resultados del censo se han
indicarse algunos de los temas principales: g. Grado de movilidad social. de los inconvenientes señalados, proporciona realizado agrupando la población activa mayor de
una información suficiente para obtener un 10 años en 142 grupos de actividades (pregunta
a. Volumen numérico de la clase media. Se tra- cuadro general de los grupos funcionales que “c”), distinguiendo en cada uno profesión, condi-
tará de establecer, en base a las estadísticas Volumen numérico
existentes, la importancia relativa de los de la clase media en la 9 Cabe señalar que el análisis se apoya sobre la com-
grupos funcionales dentro de la población Ciudad de Buenos Aires 8 Gracias a la gentileza del Director del Censo, conta- posición hipotética de la clase media examinada ante-
activa y total. En la medida que lo permitan dor Vito II. Petrolera, hemos podido utilizar la estadísti- riormente. De ahí que el resultado obtenido deberá con-
los censos profesionales, deberá analizarse El censo general de la población tiene fines y me- ca de las profesiones que todavía no ha sido publicada. siderarse como una hipótesis de trabajo; será objeto
También deseamos agradecer al Jefe de la Oficina Téc- del desarrollo ulterior de la investigación establecer la
su desarrollo: el estudio de los cambios en dios de ejecución que lo orientan hacia las cues- nica, contador Miguel A. Errea, quien nos proporcionó existencia como unidades colectivas reales de los gru-
la composición de los grupos profesionales tiones demográficas de mayor importancia y solo toda clase de facilidades pos que revela la estadística.
102 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 103

ción de patrón o dependiente, sexo y edad. En el base al detalle correspondiente a cada uno de los Patrones y cuenta propia y “confecciones para el vestir” se distinguen los
último grupo se hallan incluidas las personas sin grupos menores. Para llegar a una nueva agrupa- obreros a domicilio y “cuenta propia” de los pa-
actividad profesional. En el Cuadro 1 los diversos ción de las profesiones según las clases sociales, Cada una de las denominaciones contenidas en trones propiamente dichos; del total de 97.041
grupos han sido resumidos en grandes ramas, la se analizarán ahora las cifras correspondientes a la pregunta correspondiente del cuestionario hay que deducir 41.583 personas, que, tenien-
distinción entre patrones y dependientes no se cada grupo de actividad (dependientes y personas se hallaba definida en las instrucciones. En par- do en cuenta las condiciones de trabajo impe-
halla en el cuadro original y ha sido realizada en económicamente autónomas). ticular se trataba de distinguir el “patrón, em- rantes en ese tipo de actividad, pertenecen a
pleador, empresario” que por su cuenta emplea la clase obrera. En todos los grupos restantes
Cuadro 1. Personas con actividad profesional en la ciudad de Buenos Aires. 1936 a otros, de la persona que, sin depender de un no existe ningún indicio para una discrimina-
Número Grupos de actividad Patrones y “cuentas Dependientes Total principal, no emplea a otros (“cuenta propia”). ción similar. Puede sin embargo intentarse una
propias” En la práctica no fue posible mantener estas comparación con los datos de los censos indus-
1 Industria 97.041 285.326 382.367 distinciones excepto en algunas profesiones, triales de 1935 y de 1937. No existe simultanei-
2 Comercio 83.007 126.676 209.683 lo que es fácilmente explicable si se piensa en dad y la diferencia en la fecha de relevamiento
3 Transporte y comunicaciones 4.244 42.43 46.667 los obstáculos que se oponen a un neto des- es particularmente importante en un sector
linde entre el obrero a domicilio, el obrero a en pleno desarrollo y sujeto a variaciones es-
4 Electricidad y gas 15 7.125 7.140
jornal, el pequeño industrial, etc. Con razón ha tacionales en la ocupación obrera. El censo
5 Servicios particulares 34.264 54.977 89.241
sido llamada la zona nebulosa de la estadística. industrial además no tiene en cuenta el lugar
6 Finanzas 383 12.484 13.367
Otra información que el censo no proporcio- de residencia de las personas ocupadas, sino
7 Auxiliares del comercio 7.878 2.668 10.546
na, ni podría proporcionar, es la que se refiere que refiere todos los datos al lugar que ocupa
8 Profesionales liberales 12.696 4.634 17.330
a la importancia de la empresa comercial, in- el establecimiento. Estas divergencias impiden
9 Asociaciones y sociedades no 3.144 3.144 una comparación estricta pero pueden propor-
dustrial, o de otra naturaleza que es objeto de
deportivas ni comerciales
la actividad económica del censado. También cionar por lo menos algunos indicios sobre la
10 Artes y letras 2.299 216 2.515
aquí la deducción deberá hacerse sobre bases distribución de las industrias. Las cifras totales
11 Empleados de particulares 5.736 5.736 de los patrones y personal empleado muestran
puramente conjeturales.
12 Servicio doméstico 85.065 85.065 grandes diferencias con los resultados del cen-
13 Culto 2.151 2.151 so municipal de 1936.10
14 Reparticiones públicas 114.653 114.653 Industria
15 Ramos de ocupación no 153 3.770 3.923
especificados 10 Censo de 1936: del total de patrones han sido eli-
En cuatro subgrupos: “sastrería y sombrerería”, minados los obreros a domicilio (41.583). Censo indus-
Total de personas con actividad profesional 242.480 751.048 993.523 “modistería y similares”, “calzado y accesorios” trial de 1937: se han completado los datos del Cuadro I
104 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 105

Cuadro 2 Cuadro 3*
Industrial Diferencia Municipal Diferencia Industrial Escalas según el valor Establecimientos Obreros Producción
de la producción.
1935 entre 1935 a 1936 entre 1937 y 1937
En $ m/n Número % Número % $ m/n %
1936 1936
Hasta 10.000 5.173 34,52 8.716 3,42 27.428.986 1,39
Patrones 18.582 36.879 (66.5%) 55.458 35.726 (64,4%) 19.732
10.000 a 25.000 3.399 22,68 13.133 5,15 55.794.932 2,82
Dependientes 244.231 82.678 (25,1%) 326.909 20.777 (6,3%) 306.132
25.001 a 50.000 2.069 13,80 15.451 6,06 74.901.618 3,79
Personas ocupadas 262.813 119.554 382.367 56.503 325.864
50.001 a 100.000 1.735 11,70 23.131 9,07 124.676.514 6,31
100.001 a 250.000 1.350 9,01 35.561 13,94 214.446.250 10,86
Obsérvese que los datos referentes al per- trucciones, confecciones, carpintería y me- 250.001 a 500.000 582 3,88 30.329 11,89 203.646.701 10,31
sonal empleado divergen en una proporción tales; es decir donde es frecuente encontrar 500.001 a 1.000.000 349 2,33 28.801 11,29 328.215.125 12,06
mucho menor que los que se refieren a los pa- trabajadores aislados y sin empresa estable- Más de 1.000.000 312 2,08 99.901 39,18 1.036.115.160 52,46
trones. Puede deducirse que, prescindiendo cida. Además debe tenerse en cuenta la exis- Totales 14.969 100,00 255.023 100,00 1.975.225.186 100,00
de otros factores de perturbación, las causas tencia de un cierto número de personas que
* Datos de Capital Federal. Ministerio de Hacienda de la Nación, Comisión Nacional del Censo Industrial, en Censo
de las diferencias residen, principalmente, en actúan sin organización permanente (aun Industrial de 1937, Buenos Aires, 1940, Cuadro 12, p. 63.
un cierto número de pequeños patrones que, empleado obreros) o como intermediarios;
por el género mismo de sus actividades o su así en la rama de construcciones encontra- pequeños y medios industriales constituyen Comercio
importancia reducida, no fueron registrados mos constructores, ingenieros, dibujantes y pues la gran mayoría de las personas autóno-
por el censo industrial.11 Si se comparan al- subcontratistas de toda clase cuyo número mas de esta rama de actividad. En resumen, en En este sector nos encontramos en la misma si-
gunos grupos de industrias encontramos las –casi 6000– es varias veces mayor que la can- el total de aproximadamente 55.000 patrones y tuación, con la desventaja de no poseer ningún
mayores diferencias en las ramas de cons- tidad de empresas que registran los censos cuenta propia, el número de personas pertene- otro elemento de comparación, pues no existe
industriales. cientes a la clase alta debe ser muy reducido y un censo del comercio.13 En muchas categorías
El Cuadro 3 muestra una distribución de las no altera el total; el resto está constituido por
(p. 30), con los que se refieren a “oficinas administrati-
empresas industriales según su importancia grupos de diversa importancia económica y so-
vas”, en Estadística industrial de 1937, Buenos Aires, 13 Al inaugurar las deliberaciones de la Comisión ase-
1940, p. 18. económica. Los establecimientos grandes y cial que, teniendo en cuenta el carácter común
sora especial para el estudio de los problemas del co-
muy grandes12 alcanzan apenas al 4,4% el total; de autonomía, pueden ser incluidos en las cate-
11 Quizás a causa de la modalidad de empadronamien- mercio minorista, el Ministerio de Agricultura destacó
to; véase: Ministerio de Hacienda, Dirección General gorías de las clases medias. la necesidad de establecer un registro de comerciantes
de Estadística de la nación, Censo Industrial de 1935, que permita conocer el número de establecimientos, su
Buenos Aires, p. 6. 12 Según la clasificación de Dorfman (1940: 351). clase y las condiciones en que se desenvuelven.
106 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 107

el número de dependientes es inferior al de los es menor que en la industria, puede suponerse nes económicas pertenecen a la clase obrera; tado de seleccionar aquellos que, por su tipo
patrones, seguro indicio de la existencia de nu- que, deducido el grupo ya mencionado, el resto aproximadamente se trata de 7.000 individuos de actividad, respondieran a la noción de cla-
merosos pequeños comerciantes de una redu- se halla compuesto por pequeños y medios co- (censados en su mayor parte bajo las siguien- se media. El resultado en su cifra total puede
cida importación económica. En el grupo “ali- merciantes (aproximadamente 74.000). tes denominaciones: planchadoras, lavanderas considerarse como bastante aproximado; en
mentos” figuran seis mil vendedores ambulan- y cuidadores de autos) que deberán deducirse cambio no puede esperarse mucha precisión
tes y dos mil ochocientos en el grupo “diarios, del total, obteniéndose así una cifra aproxima- en las cifras parciales siendo muy difícil, en
revistas y periódicos”. Los datos que proporcio- Servicios particulares da de 27.000 patrones. En todas las demás ca- base a los datos del censo, llegar a una discri-
na el censo no permiten otras discriminaciones, tegorías el número de patrones y cuenta propia minación de profesiones que a veces resultaría
pero, si se tiene en cuenta que en las activida- En una rama figura numerosas personas autó- puede ser aceptado íntegramente (Cuadro 4). imposible aun en condiciones de observación
des comerciales la concentración económica nomas, que por su tipo de actividad y condicio- directa. No es posible exponer en todos sus
detalles las operaciones que han conducido a
Cuadro 4* Condiciones no profesionales los resultados que se resumen en el Cuadro 5;
nos limitaremos pues a citar los nombres de
Número Grupo de actividad Productores Trabajadores Patrones y “cuenta
autónomos independientes y propia” según el Rentistas las profesiones más importantes que han sido
incluidos en la obreros a domicilio Censo Municipal agrupadas en cada una de sus once categorías:
clase media no incluidos de 1936 En las “instrucciones a los jefes de circunscrip- 1ª “Directores y gerentes”  (y algunas perso-
1 Industria 55.000 42.041 97.041 ciones” esta categoría se define así: “la persona nas con cargos similares); 2ª “Jefes y encarga-
2 Comercio 74.000 9.007 83.007 que percibe alquileres, intereses de títulos, de dos”, “contadores y auditores”, “inspectores”,
3 Transporte y comunicaciones 4.244 4.244 cédulas, etc. y no se dedique a alguna ocupa- “oficiales” (denominación de presupuesto);
4 Electricidad y gas 15 15 ción, profesión, arte u oficio”. No disponiéndo- 3ª “empleados de contaduría”, “auxiliares de
5 Servicios particulares 27.000 7.264 34.264 se de ningún indicio en cuanto a la importancia oficina”, “ayudantes” y “auxiliares” (denomi-
6 Finanzas 883 833
de la renta, no pueden hacerse distinciones en- naciones de presupuestos) y otras profesiones
7 Auxiliares del comercio 7.878 7.878
tre pequeños y grandes rentistas. asimilares: (telefonistas, empleados de correo,
etc. Se ha excluido el personal del servicio
8 Profesionales liberales 12.696 12.696
administrativo); 4ª “Vendedores y dependien-
10 Artes y letras 2.299 2.299
Dependientes tes” y otras similares (del grupo “alimentos en
15 Ramos de actividad no especificada 153 153
general”, se ha excluido 10.886 dependientes
Total Patrones y “Cuenta propia” 184.168 58.312 242.480
Del gran número de profesiones que figuran que por su tipo de actividad y retribución han
* Municipalidad de Buenos Aires, El Censo Comercial de la Ciudad de Buenos Aires, p. 29. en cada uno de los 142 subgrupos, se ha tra- de considerarse obreros); 5ª “Comisionistas
108 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 109

y viajantes”; 6ª “Dibujantes”, Clasificadores y “maestros” y “directores de escuela”; 9ª “Perio- Cuadro 6


distribuidores varios, analizadores, “construc- distas”, 10ª “Artistas”, “músicos”; 11ª Oficiales Cifras absolutas Cifras porcentuales
tores”, “ayudantes de constructores”, “me- y suboficiales, “religiosos”. A estos grupos ha- Clase media Autónoma 216.614 20.5
cánicos dentales”, “ópticos”, “cinceladores y brán de añadirse 30.792 personas sin actividad 1. Industria 55.000 5,2
engarzadores joyeros”, “ayudantes de ingenie- profesional, cuyo medio de vida proviene de 2. Comercio, auxiliares de comercio y finanzas 82.761 7,8
ros”, “radiotécnicos”, “idóneos de farmacia”; 7ª pensión o jubilación. 3. Servicios públicos y particulares, transportes 31.413 3,0
Profesionales universitarios; 8ª “Profesores”, 4. Profesiones liberales, artes y letras 14.995 1,5
5. Rentistas 32.446 3,0
Cuadro 5
Clase media dependiente 26.185 25,4
Número Categoría profesional Cifras parciales Cifras totales
1. Personal directivo 24.482 2,4
Personal directivo 24.485
2. Personal subalterno 162.667 15,4
1 Directores y gerentes 6.070
3. Personal técnico y profesionales 45.300 4,2
2 Jefes, encargados y similares 18.415
4. Jubilados 30.792 2,9
Personal subalterno 162.667
5. Varios 4.941 0,5
3 Empleados 95.701
Total Clase media 484.799 45,9
4 Vendedores y dependientes 50.436
Obreros 571.967 54,1
5 Comisionistas y viajantes 16.530
Total población activa 1.056.766 100,00
Personal técnico y profesionales dependientes 45.300
6 Técnicos 14.545
7 Profesionales universitarios 5.385
Resumiendo los resultados obtenidos hasta que intervienen en la formación de las clases.
8 Profesores y maestros 19.528
ahora, se llega a la siguiente distribución de la Sin embargo, diferencias y similitudes, si son
9 Periodistas 1.973
población activa: correctamente interpretadas, pueden propor-
10 Artistas 3.869
Ofrece cierto interés comparar este resul- cionar una buena orientación para el estudio
11 Varios 4.941 tado con la distribución profesional existente ulterior. Para que la comparación sea posible
Totales grupos dependientes de la en otras ciudades. No se nos oculta que toda no ha de tratarse de datos referentes a países
Clase media 237.393 comparación resulta siempre un tanto enga- enteros que incluyen clases medias, rurales y
Obreros 513.655 ñosa, sobre todo a causa de los diversos mo- urbanas; a este respecto la investigación sobre
Total dependientes 751.043 dos de clasificación y de los factores locales presupuestos familiares, que el Departamento
110 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 111

de Trabajo de EEUU ha realizado en las ciu- unidense (Chicago, 1936) en comparación con Cuadro 8*
dades de la Unión, ofrece datos comparables. la que se ha obtenido en Buenos Aires. Pueden a) Primera distribución:
Por otra parte, el método de clasificación es destacarse dos hechos: Chicago presenta un Población total 2.415.142
muy parecido (USDL, 1938). En casi todas las menor número de propietarios de empresas
Población “activa” 1.056.766
ciudades el número de obreros fue algo supe- y un mayor número de empleados. Es posible
Población “no activa”:
rior al 50%, y en las ciudades menores y muy que esta doble diferencia responda al diverso
industrializadas cerca del 70%; le seguía en im- grado de concentración económica alcanzada 1. Sin profesión lucrativa ni recursos propios 1.226.376
portancia el grupo de los empleados (siempre por las dos ciudades. 2. Estudiantes (mayores de 10 años) 94.503
más del 20% en los grandes centros). Los em- Como el censo no ofrece datos para distri- 3. Incapacitados 27.416
presarios comerciales e industriales (Indepen- buir la población total en clases sociales es 4. Asilados y penados 10.081 1.358.376
dent Business) representaban el tercero de los preciso valerse de medios indirectos, que for-
b) Segunda distribución:
grandes grupos. El Cuadro 7 muestra la distri- zosamente no permiten llegar a resultados muy
Población total 2.415.142
bución profesional en un gran centro estado- precisos.
Familia natural:
1. Componentes con profesión lucrativa y recursos propios 894.558
Cuadro 7
2. Componentes “no activos” 1.308.147 2.202.705
Cifras porcentuales
Otras personas que forman la familia “censal”
Número Categorías profesionales Buenos Chicago*
Aires (1936) (1936) 3. Personal de servicio 73.430
1 Obreros (Wage earner) 54,1 50,8 4. Huéspedes y pensionistas 61.095
2 Empleados (clerical) 15,4 22,6 5. Otros componentes emparentados 19.339 153.864 1.356.569
3 Industria, comercio, servicios públicos y particulares (Independent business) 16,0 10,5 Convivencias 58.573
4 Profesiones liberales, artes y letras (Independent professional) 1,5 1,2
* IV Censo General de la Ciudad de Buenos Aires. Las dos distribuciones se han obtenido en base a los datos de
5 Personal directivo (Salaried business) 2,4 2,8 Profesiones (en curso de publicación) y Familias (IV tomo). La familia natural comprende a los miembros emparentados;
6 Personal técnico y profesionales (Salaried professional) 4,2 4,2 la familia censal, además de los anteriores, al personal de servicio, huéspedes y pensionistas y otros; las convivencias
7 Rentistas, jubilados y varios (non gainfully employer members) 6,4 7,9 comprenden el conjunto de personas “que hacen vida común en un establecimiento, por exigencias de alojamiento,
curación y otras”. Como se dio preferencia al domicilio habitual, las personas que residían provisoriamente en
100,0 100,0 convivencia fueron incluidas en las respectivas familias naturales o censales.
* USDL, 1938: 16.
112 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 113

Cuadro 9 Cuadro 10
Circunscripciones Personal de servicio Alfabetos por 100 Número de menores Componentes “no Categorías de la población Clase obrera Clase media Total
por 100 compon. de habitantes de 7 y de 0 a 4 años de activos” de la fam. “Familia natural”:
la fam. censal* más años** edad, por cada natural por cada
personas “activas”* 453.541 441.017 894.558
100 hab.*** 100 compon. con
recursos propios**** personas “no activas”** 911.617 396.530 1.308.147
Número 20 17,96 95,92 44,10 103 Personal de servicio 73.430 73.430
“ 14 7,23 96,51 36,94 92 Asilados y penados*** 10.081 10.081
“ 19 10,57 94,90 55,95 123 Otros componentes de la familia censal y “convivencias”**** 65.365 63.561 128.926
“ 13 3,83 95,951 46,32 108 Total (cifras absolutas) 1.514.034 901.108 2.415.142
“ I (Nueva Chicago) 0,19 88,48 104,23 201 Cifras porcentuales 62,7% 37,3% 100,00%
“ I (Nueva Pompeya) 0,38 88,92 91,06 171 * Se aplica el porcentaje obtenido por la población activa (54,1% de obreros) rectificado excluyendo del cálculo el
“4 0,76 89,86 69,80 141 personal de servicio (73.430) que no pertenece a la familia natural. Proporción aplicada: obreros 50,7%; clase media 49,3%.
** El número de personas “no activas” de la clase obrera se ha obtenido aplicando el coeficiente encontrado en la
“ 15 (Villa Mitre) 0,53 91,59 84,64 176
circunscripción Iª (Nueva Chicago), es decir 201 (ver Cuadro VII). Por diferencia se ha obtenido el grupo correspondiente
* Censo General de Buenos Aires, tomo IV, tabla 60, p. 330. de la clase media.
** Ibidem, tomo II, tabla 11, pp. 254 y sigs. *** Se considera que en su totalidad fueron censados en “convivencias”.
*** Ibidem, tomo I, tabla 11, pp. 267 y sigs. **** Careciendo de todo indicio al respecto han sido distribuidos de acuerdo a la proporción indicada en la nota 22
**** Ibidem. Porcentaje calculado en base a los datos contenidos en la tabla 65, pp. 340 y sigs., tomo IV. (50,7% y 49,3%).

La población total puede distribuirse en las dos primeros y los últimos tres lugares, con respecto Se llega así a la distribución de la población to- y no alteraba considerablemente los resultados
maneras que muestra el Cuadro 8. Los compo- a tres caracteres típicos de la posición social (al- tal que muestra el Cuadro 10. obtenidos. Una confirmación de esta hipótesis
nentes “no activos” de la “familia natural” se fabetismo, número de sirvientes, número de niños Se ha hecho notar anteriormente que el volu- la ofrece la distribución de las familias según el
distribuyen a razón de 147 por cada 100 miem- menores de 4 años) y sus correspondientes cifras men numérico de la clase alta era muy reducido número de sirvientes:
bros con recursos propios o profesión lucrativa. proporcionales de personas “no activas” (Cuadro
Es evidente, empero, que esta proporción varía 9). Si se considera que a mayor homogeneidad Total familias 609.219 100 %
según las clases sociales. Las diversas circuns- de caracteres corresponde una mayor homoge- Sin sirvientes 558.363 91,7
cripciones de la ciudad presentan a este respecto neidad de población, puede tomarse como base Con uno y más sirvientes 50.856 8,3
proporciones muy diversas. Obsérvese las cifras de cálculo para la población obrera el dato que Con dos y más sirvientes 14.227 2,3
relativas a las circunscripciones que ocupan los ofrece la circunscripción Iª (Nueva Chicago). Con tres y más sirvientes 4.736 0,8
114 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 115

Como se ve, las familias de más holgada po- ración con los resultados que arroja el censo Cuadro 11
sición constituyen un número muy reducido municipal de 1936.15 Año 1914 Año 1895
dentro del total de familias. El número de La mayor dificultad se debe a la falta de “Fabricantes” “Industriales” y “similares” (censo de la población) 4.228 2.632
contribuyentes que gozan de altas rentas pue- datos directos sobre la posición dentro de la Establecimiento (Censo Industrial) 10.275 8.439
de también considerarse otro indicio en el profesión que habrá de inferirse del nombre Propietarios* 14.400 11.800
mismo sentido. No se dispone de datos refe- (comerciante, empleado, obrero), cosa no
* Los Censos Industriales de 1895 y 1914 no mencionan el número de propietarios; se ha realizado, pues, un
rentes a la capital;14 en todo el país los contri- siempre posible. En el grupo “Industrias y Ar- cálculo aproximado aplicando la proporción de 140 propietarios para cada 100 establecimientos (en 1935 esta
buyentes con más de 50.000 pesos de rentas tes manuales” si se exceptúan algunas deno- proporción era de 138).
eran 3.000 en 1940 y 3077 en 1936. Como de minaciones (fabricante, industrial, construc-
estos cómputos están excluidas las rentas tor y similares) no hay indicios que permitan sonas ocupadas, era del 17,6%. En cambio, Puede suponerse que un cierto número de
de títulos exentos de impuesto y las de las establecer la condición de patrón u obrero en 1914 esta proporción era del 6,3% y en pequeños negocios hayan escapado al censo
sociedades anónimas (en 1936 eran 2303) la (Bunge, 1917: 93). 1895, del 8,7% (cálculos hechos en base al especial, y que una parte de los artesanos haya
distribución real ha de divergir considerable- Al mismo tiempo que el censo de la pobla- número de propietarios según el censo in- contestado “comerciantes” a la correspondien-
mente de estas cifras. No obstante es legítimo ción, se realizó en 1895 y en 1914 el censo de la dustrial). Parece pues evidente que el nú- te pregunta del censo. Sin embargo, en base
deducir que los datos citados no contradicen industria y del comercio, que ofrece elementos mero de personas autónomas ha de ser aun a la experiencia de 1936, creemos que, aun
nuestra hipótesis. de comparación. Así en ambos censos el nú- superior al que indicaría la cantidad de es- teniendo en cuenta esta compensación, el nú-
No existen estadísticas periódicas y compa- mero de establecimientos industriales es muy tablecimientos industriales. Una compen- mero de personas autónomas no fue inferior a
rables que permitan conocer las modificacio- superior al número de personas cuya denomi- sación a esta diferencia puede existir en el la proporción del 17,6% del total de personas
nes de la distribución profesional a través del nación indica propiedad de industrias (ver cua- número de “comerciantes”. Según el censo ocupadas.
tiempo. Los tres censos nacionales son muy dro 11 en página siguiente). del comercio, en efecto, el número de esta- El grupo “industrias y artes manuales” que-
insuficientes a este respecto, pues ninguno de Según el censo de 1936, en los grupos de blecimientos es muy inferior al número de da pues distribuido como sigue (ver cuadro en
ellos distingue la posición del censado dentro actividades correspondientes (“Industria”  y personas que figuran bajo la denominación página siguiente).
de la profesión y presentan deficiencias de “Servicios particulares”), la proporción de de “comerciantes”:
clasificación. Sin embargo, como estos censos personas autónomas, sobre el total de per-
constituyen el único antecedente estadístico
aprovechable, se intentará llegar a una compa- Cuadro 12
15 Se han considerado únicamente los censos de Año 1914 Año 1895
1895 y 1915, pues la estadística de las profesiones del “Comerciantes” (Censo de la Población) 61.430 32.810
14 Memoria de la Dirección General de los Impuestos I Censo Nacional (1869) no ofrece ninguna base de
Establecimientos (Censo del comercio) 27.761 12.831
a los Réditos (1940). comparación.
116 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 117

Año 1914 Año 1895 Cuadro 13*


Propietarios y Cuenta propia* 46.000 17.000 Censo Censo Censo Cifras porcentuales
Categorías profesionales Nacional Nacional Municipal
Obreros 227.140 85.333
1895 1914 1936 1895 1914 1936
Total de personas ocupadas 273.140 102.333
1. Industria y comercio 51.252 110.078 161.295 17,1 14,2 15,3
* Cálculo efectuado en base a la proporción del 17,6% del total de personas ocupadas. 2. Rentistas 9.254 13.732 32.446 3,1 1,7 3,0
3. Profesionales dependientes y autónomos 14.430 44.766 89.644 4,8 5,8 8,6
En las otras ramas de actividad el nombre de En lo que se refiere a las profesiones que inte- 4. Empleados y similares 30.176 129.190 201.414 10,0 16,7 19,0
la profesión es, hasta cierto punto, suficiente gran la categoría 3 se trata de personas cuya Clase media 105.112 297.766 484.799 35,0 38,4 45,9
para establecer la clase social. posición no fue posible determinar: profesio- Obreros 195.097 476.816 571.967 65,0 61,6 54,1
En el grupo de profesionales no puede cono- nales universitarios, técnicos y agentes comer- Total población activa 300.209 774.582 1.056.766 100,0 100,0 100,0
cerse si se trata de personas dependientes o in- ciales (ver cuadro 13).
* Fuentes: Segundo Censo de la República Argentina (1895); “Profesiones”, tomo II, págs 47-50; Censo de las
dependientes. En la última categoría “Designa- En resumen, los grandes grupos de actividad
Industrias, tomo II, págs 272-3; Censo del Comercio, tomo III, págs. 364-5; Tercer Censo Nacional (1914); “Profesiones”,
ciones generales sin indicación de la profesión que aparecen en los censos de 1895 y 1914, han tomo IV, págs. 201-212; Censo de las Industrias, tomo VII, págs. 113-120 y 313-319; Censo del Comercio, tomo VIII,
determinada y varios” encontramos en el censo sido distribuidos en las cuatro categorías en la págs. 211-216; Censo General de la Ciudad de Buenos Aires (en publicación).
de 1914, 47.167 personas bajo la denominación forma siguiente:
de “empleados”, cuya real posición social es Cuadro 14
por lo menos dudosa.16 1ª a) Algunas profesiones del grupo I (“Pro- Año 1895 Año 1914
En las categorías que aparecen el Cuadro 13 ducción de materia primar” en 1895, y “Agricul- Agricultura 1.328 2.504
se ha tratado de reunir profesiones homogé- tura y Ganadería” en 1914): cerealistas, criado- Industria 17.000 46.000
neas, en cuanto a la posición económica. Natu- res, estancieros y hacendados; b) Industriales Comercio 32.924 61.574
ralmente es una clasificación conjetural, pues, (ver cálculo anterior); c) “Comerciantes” y si- Total 51.252 110.078
como se ha visto, los censos de 1914 y 1895 no milares (parte del grupo III “Comercio”). Esta
proporcionan datos al respecto. Las categorías primera categoría resulta así integrada (ver
1 y 2 están probablemente integradas por per- cuadro 14). lares. Total de grupo IX (“Culto”). Total del gru- excluidos de la población activa. Grupo XIII y
sonas independientes y la 4 por dependientes. 2ª El total del grupo V (“Propiedad mueble e po X (“Jurisprudencia”). Grupo XI (“Profesio- XIV (“Bellas Artes” y “Letras y Ciencias”).
inmueble”). nes Sanitarias”: se han excluido algunos obre- 4ª Empleados y dependientes de Comer-
3ª Parte del grupo III (“Comercio”): agentes ros). Total del grupo XIII (“Instrucción y edu- cio (del grupo III, “Comercio” y del grupo IV,
16 A. Bunge los incluye entre los obreros. de comercio, comisionistas, corredores y simi- cación”: excepto los estudiantes que han sido “transportes”). También se han incluido 46.167
118 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 119

empleados del grupo XVIII (“designaciones en el mismo período, el 264 por ciento, el de ascenso, en un período menor de 50 años, Halbwachs, M. 1913 “Introducción” en La classe
generales”: censo de 1914). Grupo VIII (“admi- aumento de la clase media ha sido del 361. ha de haber incidido no solo en la estructura ouvrière et les niveaux de vie (París: Alcan).
nistración pública”: en 1914 comprende a los Como parte del crecimiento de la población de las clases, sino en todos los aspectos de la Halbwachs, M. 1939 “Les caracteristiques
jubilados). se debe al saldo migratorio, la diferencia con vida social. des classes moyennes” en Bouglé, C. (dir.)
el crecimiento vegetativo es aun más sensi- Inventaires III. Classes Moyennes (París:
Con el fin de establecer comparaciones se ble. Así, entre 1914 y 1936, este último fue Alcan).
ha adoptado, para los resultados del censo de del 26 por ciento, contra un aumento del 65 Bibliografía Halbwachs, M. 1940 “Las clases sociales” en
1936, una clasificación similar a la anterior: por ciento en la clase media. Esta ha recibi- Hechos e Ideas (Buenos Aires) marzo-abril,
do pues un aflujo constante de nuevos ele- Aaron, R. 1939 “Le concept de classe” en Nº 36.
• 1ª Industria, comercio y servicios particula- mentos de los grupos obreros. Bouglé, C. (dir.) Inventaires III. Classes Simmel, J. 1939 Sociología (Buenos Aires:
res. 2. Los grupos de dependientes acusan un au- Moyennes (París: Alcan). Espalsa Calpe) Tomo II, Cap. VI.
• 2ª Rentistas. mento considerable. Así la categoría 4 pasa Bauer, A. 1902 Las clases sociales (París: Smith, H. L. 1920-1936 The New Survey of
• 3ª Auxiliares de comercio, profesiones libe- del 10 por ciento en 1895, al 19 en 1936. Giard et Bridre). London Life and Labor (Londres: Clerical
rales, comisionistas y viajantes, profesiona- 3. Los grupos independientes, en cambio, se Bouglé, C. 1925 Les idées egalitaires (París: Works) T. VIII.
les universitarios, profesores y maestros, mantienen estacionarios. Aquí la impreci- Alcan) 2ª Parte, Cap. III. United States Department of Labor (USDL)
periodistas y artistas. sión de los datos estadísticos es muy gran- Brants, V. 1911 La pequeña industria 1939 Family income in Chicago 1935-36
• 4ª Personal subalterno, personal directivo y de y no es posible llegar a conclusiones contemporánea (Madrid: s/d). (Washington) Bulletin Nº 642.
jubilados. decisivas. Bunge, A. 1917 Riqueza y renta de la Vermeil, E. 1939 “Las clases moyennes en
Argentina (Buenos Aires: s/d) Cap. VII. Allemagne” en Bouglé, C. (dir.) Inventaires
A pesar de la imprecisión de las estadísticas, El hecho más notable es sin duda el aumen- Frank, Louis-R. 1939 “Les classes moyennes III. Classes Moyennes (París: Alcan).
pueden formularse algunas conclusiones, con to del volumen numérico de la clase media. en Italia” en Bouglé, C. (dir.) Inventaires Webb, Beatriz 1939 My apprenticeship
cierto grado de probabilidad: El crecimiento que marcan las estadísticas es III. Classes Moyennes (París: Alcan). (Harmandworth: Penguin Books Lted.) T. I.
demasiado grande para no reflejar de algún
1. La importancia numérica de los grupos pro- modo hechos reales. El alto grado de movili-
fesionales correspondientes a la clase media dad social y el escaso tiempo de formación de
ha ido aumentando desde el período 1895- la clase deberá ser muy tenido en cuenta en el
1914 hasta hoy. En 1895 representaba el 35 estudio de la distancia social y en el análisis de
por ciento de la población activa y en 1936 los elementos subjetivos del “tipo de existen-
el 45,9. Mientras la población ha aumentado, cia”. Es indudable que este vasto movimiento
Clases sociales
Introducción*

Gino Germani

Problemas de definición el material empírico disponible para el análi- ta los objetivos teoréticos de la investigación, refiere a la “ocupación” y consiste más precisa-
sis estadístico de la estratificación social en reduciéndose así el divorcio entre tales obje- mente en estimaciones sobre la estructura ocu-
Uno de los aspectos básicos de la estructura nuestro país. tivos y los datos. En el caso presente se dis- pacional de la población; se formula, pues, la
de un país es el de la estratificación de sus El problema que se presenta al investigador, pone de datos censales y otras informaciones pregunta: ¿cuál es la relación entre tal estructu-
habitantes en clases sociales. Quizás en razón en efecto, no es solamente el de formular de- cuya compilación lógicamente no se proponía ra ocupacional y las clases sociales?
misma de esta posición tan estratégica, ya sea finiciones y esquemas teoréticos que sean los responder a requisitos teóricos determinados: Existe en la actualidad un acuerdo que
desde el punto de vista de la teoría como del más adecuados y refinados posibles desde el principalmente se trata de la distribución de la puede considerarse unánime sobre el papel
de sus implicaciones prácticas e ideológicas, punto de vista de su coherencia lógica, alcance población activa en categorías de ocupación y central que desempeña la ocupación en la de-
el tema de la estratificación social ha sido empírico y armónica vinculación con el conjun- de otros datos que pueden utilizarse como com- terminación de las clases.2 Aun cuando nadie
causa de interminables debates dentro de las to de las teorías sociológicas, sino también que plemento. Además, solo en el caso del último identifique estos dos conceptos, se acepta co-
ciencias del hombre.1 No nos referiremos a sean capaces de permitir una utilización ópti- censo nacional, y en el de la Ciudad de Buenos múnmente que las clases sociales están consti-
ellos: solo será menester limitarnos a fijar los ma de los datos que están a su alcance. Este úl- Aires (1936) se cuenta con los detalles mínimos tuidas por determinadas ocupaciones o grupos
criterios que se han empleado en este trabajo timo requisito pone siempre rígidos límites a la indispensables para formular estimaciones re- de ocupaciones. Mas esto plantea a su vez un
para la determinación del concepto de clase, labor de investigación, especialmente cuando lativamente fundadas; en los anteriores faltan nuevo interrogante: ¿cuáles principios rigen en
de su número y características en relación con esta toma como objeto una sociedad nacional, atributos importantes que hacen su utilización la clasificación de las ocupaciones en clases?
y no se vale de estudios especiales e intensivos más incierta aun. Como se ve, siempre se trata
realizados en áreas o sectores restringidos. La de estimaciones, de diferente validez, realiza-
mayor parte de las investigaciones recientes das con la ayuda de informaciones de las más 2 También las investigaciones cuantitativas confir-
* Germani, G. [1955] 1987 “Clases sociales: introducción” man esta hipótesis. Véase Cattell (1942: 293-308); la
en Germani, G. Estructura social de la Argentina. Análisis sobre las clases sociales han sido sobre todo variadas fuentes. Las advertencias anteriores
ocupación posee la correlación más alta con la clase
estadístico. (Buenos Aires: Ediciones del Solar) pp. 139-154. de este tipo: en ellas el material empírico, aun- nos permiten circunscribir ahora el problema social estimada en base a otros criterios. Warner et al.
1 Cf. Pfautz (1953). Este autor da una lista de 333 tra- que siempre sujeto a las limitaciones propias teórico previo en sus reales alcances. El dato (1949: 168 y 177) han encontrado correlaciones supe-
bajos en 8 años, solamente en los Estados Unidos. del objeto social, se recoge teniendo en cuen- sobre el que se van a basar las inferencias se riores a 0,90.
122 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 123

Sobre este punto el acuerdo dista mucho de ser que denotan el límite de las clases. Estos ostentan ciertas formas comunes de vivir similitud de posición y perspectivas dentro
completo: han sido propuestas numerosas dife- “puntos de ruptura” en la serie jerárqui- –vestimenta, vivienda y otros muchos ele- de la sociedad, se supone posee la mayoría
rentes definiciones y criterios, a veces opues- camente ordenada de las ocupaciones, se mentos de la “cultura material”– que son el de los individuos de una clase.
tos entre sí. manifiestan como mayor “distancia social” resultado no solo de su similar posición den-
En esta controversia debe tenerse en cuen- entre los miembros de los diferentes grupos tro de la estructura social, sino que surgen Todos estos criterios –estructurales y psico-
ta que la clase es un objeto con existencia so- ocupacionales (dificultades para la frecuen- también de las tradiciones que, con el pasar sociales– no se suman mecánicamente en co-
ciológica real; es decir, no es un mero nombre tación “social”, para el matrimonio, etc.). del tiempo, esa misma comunidad de posi- incidencia automática para la clasificación u
clasificatorio: se refiere a un conjunto de in- Asignamos carácter estructural u objetivo a ción va formando, por un típico proceso de ordenación de los diferentes grupos ocupa-
dividuos que tienen ciertos elementos comu- este juicio de valor por cuanto se manifies- “institucionalización”. cionales: su vinculación recíproca resulta por
nes que se manifiestan concretamente en sus ta como norma socialmente establecida (si El tipo de existencia se vincula también a el contrario de los procesos histórico-sociales
maneras de pensar y de obrar. Por otra parte, bien no codificada) cuya existencia es re- otros criterios objetivos: al nivel económico, concretos que han moldeado cada sociedad na-
esta comunidad de actitudes psicológicas y conocida por los miembros de la sociedad que se refiere a los límites mínimos y máxi- cional o regional. En cada momento la estruc-
de conducta, estos hechos mentales, no están aunque sea para oponérsele. Esta pauta de mos entre los cuales deben oscilar las rentas tura de clase de un país lleva la impronta de
desencarnados, sino que se arraigan necesaria- la desigualdad social que se halla en contras- o ingresos de las diferentes ocupaciones que su historia,3 a veces de una historia ya remota,
mente en hechos de orden extrapsicológico. te con las ideologías igualitarias que funda- integran las clases, y a las características y siempre la del desarrollo económico y social
No planteamos aquí el problema de las rela- mentan nuestras sociedades modernas) es personas –en primer lugar el tipo y grado de de dos o tres generaciones. En las sociedades
ciones causales entre el orden psicológico y el naturalmente a su vez un producto histórico- instrucción y cultura personal– que se consi- altamente dinámicas de la época moderna, las
orden objetivo (estructural), pero sí insistimos social cuyos orígenes no corresponde exa- dera peculiar de cada clase social. modificaciones rápidas que se producen en la
en que ambos son componentes necesarios de minar aquí. Solo es preciso recordar que este 2. Entre los criterios psicosociales hallamos estructura de ocupaciones, en el juicio de va-
cualquier fenómeno social, y en particular de criterio valorativo se halla ligado a la dis- principalmente dos: la autoidentificación lor que las jerarquiza, en el tipo de existencia,
las clases. Los “determinantes” de esta han de tribución del poder real entre los diferentes de los miembros de cada ocupación con de- en el sistema de actitudes, etc., distan mucho
buscarse, pues, en esos dos órdenes de fenó- grupos sociales, y que tal distribución (por terminada clase, y el sistema de actitudes, de hallarse sincronizadas: por el universal
menos: a saber, en criterios estructurales y en lo menos en nuestra sociedad occidental) normas y valores que caracterizan a los indi- fenómeno del “rezago” cultural (cultural lag)
criterios psicosociales: expresa en cada fase histórica el equilibrio viduos de cada clase y los distinguen de las los diferentes criterios dejan de tener la coin-
existente entre esos grupos. otras. Estos criterios psicosociales se sin- cidencia perfecta que deberían poseer en una
1. Entre los primeros encontramos ante todo También un carácter objetivo reviste el tipo tetizan actualmente en el concepto de per- (teórica) sociedad estática. Grupos de ocu-
el juicio de valor, según el cual las ocupa- de existencia, que caracteriza a las diferen- sonalidad social de status, expresión que
ciones se ordenan en una serie de capas su- tes clases sociales: en efecto, los grupos de denota la configuración mental típica que, 3 Sobre este punto a menudo olvidado véase el inte-
perpuestas y fija soluciones de continuidad ocupaciones que integran cada una de ellas como resultado de la comunidad de vida y resante artículo de Cole (1950: 275-290).
124 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 125

paciones pueden ver modificada su posición que perciba la estructura de clases (por lo me- ción) que caracterizan en promedio las dife- carecemos de datos concretos acerca de los
real de poder dentro de la sociedad, mientras nos en nuestras sociedades) como en perpetuo rentes ocupaciones o grupos de ocupaciones. demás elementos. Para estos solo podemos va-
todos o parte de los dos elementos (juicio de movimiento, puede proporcionar esquemas d. “Autoidentificación” de los miembros de las lernos de conocimiento de sentido común y de
valor, tipo de existencia, etc.) quedan tempo- teóricos adecuados para la realidad social del diferentes ocupaciones con una u otra cla- algunas analogías con otros países.
rariamente rezagados a las posiciones corres- presente. se social. Destaquemos en primer lugar que el sistema
pondientes a la anterior estructura de clase. Por estos motivos sería vano buscar una dis- e. Características de diferentes sistemas de de clases en nuestro país se acerca al tipo de
El sistema de actitudes y expectativas de los criminación neta de las clases sociales: la reali- actitudes, normas, valores (personalidades las sociedades occidentales industrializadas:
miembros de un grupo de ocupaciones puede dad que enfrentamos nos presenta una variedad sociales de status) que deberían presentar cualesquiera que sean sus rasgos típicos, y las
resultar imposible de satisfacer en una situa- de grupos caracterizados por diferentes combi- los grupos ocupacionales y distinguirlos en- peculiaridades regionales que se pueden obser-
ción nueva que, demasiado rápidamente, ha naciones de los criterios estructurales y psico- tre sí (como para justificar su inclusión en var en sus diferentes zonas, parece que, como
desplazado el entorno tradicional. A veces el sociales antes indicados. Las clases representan distinta clases). primera aproximación se pueden aceptar los
“rezago” obedece también a la coexistencia de tan solo, por decirlo así, zonas de la estructura esquemas cuya relativa validez ha sido com-
elementos anacrónicos dentro de la estructu- social en las que cierta combinación de crite- Con estos elementos sería posible establecer el probada en otros países del mismo tipo.4 Por
ra social. Por ejemplo, restos feudales pueden rios se da con mayor frecuencia estadística. número y los rasgos de las clases sociales en otra parte, la misma escasez de datos básicos
explicar hasta cierto punto la supervivencia De acuerdo con el breve análisis realizado, nuestro país, como entidades sociológicas rea- simplifica el problema, pues se trata tan solo de
del principio hereditario en la determinación la clasificación de los habitantes de un país en les, y no como meros nombres clasificatorios. ordenar las grandes categorías de ocupaciones
de las clases. Esto ocurre especialmente en clases sociales requeriría datos relativos a los Este análisis, para ser completo, habría luego que se detallan en el Cuadro 1 y eventualmen-
ciertos países del viejo mundo, mas no faltan tópicos siguientes: de extenderse al estudio de las raíces socioeco- te intentar discriminaciones más finas –siem-
ejemplos en naciones nuevas donde la existen- nómicas de los grupos reales así descubiertos, pre sobre bases conjeturales– con la ayuda de
cia de una organización económico-social más a. Estructura ocupacional de la población: estudio que necesariamente debería rastrear otros datos.
próxima al tipo feudal que al capitalista origi- habitantes clasificados por categoría de también los orígenes históricos de la estratifi- Como no es posible dar aquí los anteceden-
na tal supervivencia. Sin embargo, aun donde ocupación. cación social del presente. tes y la bibliografía examinada, nos limitare-
esto no ocurre, el principio hereditario puede b. Jerarquía que se asigna a las diferentes ocu- Desgraciadamente, nos hallamos muy bien mos a algunas indicaciones someras referidas
llegar a mantener cierta limitada validez para paciones según las pautas socioculturales de esta posición ideal y, por otra parte, la ín- exclusivamente a investigación empírica.
la clase alta, en contraste con el principio de dominantes, y formas en que las ocupacio- dole de este trabajo asigna límites mucho más
la ocupación dominante. Este fenómeno del nes se agrupan en clases de acuerdo con ta- modestos al desarrollo que puede otorgarse al
“rezago cultural” es el principal responsable les pautas. tema de las clases sociales. 4 Entre todos los países latinoamericanos, Argentina
y Chile son los que más se acercan al tipo de estructura
de las dificultades que rodean al concepto de c. Tipo de existencia, nivel económico y carac- Contamos con algunas estimaciones acer-
de clase de Europa occidental y los Estados Unidos. Cf.
clase: por ello solo una perspectiva dinámica, terísticas personales (especialmente instruc- ca de la estructura ocupacional del país, pero Beals (1953: 338).
126 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 127

a. El juicio social de valor, según el cual se c. El problema de la “autoidentificación” y en autoidentificación de clase” sino que la es- consistencia a la clase como grupo socioló-
ordenan las diferentes ocupaciones y se general el estudio de la psicología de las cla- tructura que asume la jerarquización de las gico real, transformando el problema de su
las agrupa en clases, ha sido estudiado con ses sociales son el objeto de otros numero- ocupaciones es también muy similar. Las número en un asunto de mera convención.
diferentes métodos. En algunos países (Es- sos trabajos.7 A pesar de discrepancias no- divergencias más marcadas se observan Sobre este desacuerdo se fundan algunos
tados Unidos, Gran Bretaña) se han reali- tables en los resultados, pueden formularse en aquellos sectores en que influyen más autores al negar realidad a las clases: tan
zado investigaciones empíricas relativas al algunas conclusiones generales: poderosamente factores históricos, sobre solo existiría una serie continua de posi-
prestigio de las ocupaciones, tratándose de todo en el campo.8 Cierta incertidumbre ciones sociales, sin fracturas.9 Sin embar-
determinar “escalas de prestigio” válidas en 1. Existe en la conciencia colectiva una no- se manifiesta con respecto a categorías in- go, que las clases no son meros “conjuntos
determinadas comunidades o en toda la so- ción clara de la jerarquía social de las ocu- termedias (por ejemplo empleados, obre- estadísticos” lo demuestra, al par que la
ciedad nacional.5 paciones, es decir de una escala de pres- ros especializados): tanto desde el punto conciencia común, una imponente masa
b. En otros estudios se han empleado técnicas tigio que las ordena en una determinada de vista de su asignación a las diferentes de investigaciones que atestiguan su com-
a veces muy elaboradas para determinar secuencia. Hay un acuerdo considerable clases, como el de su sentimiento de per- portamiento diferencial. La existencia de
a través de la observación de la conducta en cuanto a ella, y en particular puede tenencia (o autoidentificación), los resul- gran número de situaciones ambiguas y
concreta el número y contenido (en cuanto afirmarse que las sociedades occidentales tados de las investigaciones son ambiguos. de grupos marginales tiende por supuesto
a grupos ocupacionales, etc.) de las clases industrializadas manifiestan marcada simi- Tal ambigüedad refleja una situación real: a ocultar los “puntos de fracturas” entre
sociales.6 laridad a este respecto. Recuérdese, por se trata de grupos que, aunque importantes las diferentes capas de la población: estos,
ejemplo, la semejanza de la estratificación numéricamente, ocupan posiciones “mar- sin embargo, se revelan con bastante dra-
objetiva y subjetiva (autoidentificación) ginales” y poseen atributos contradictorios maticidad en las esferas significativas de la
5 Véase especialmente Davies (1952: 134-147), que registrada en Francia y en los Estados (por ejemplo, carácter de asalariado y ocu- conducta colectiva. Lo que ocurre es que
contiene una reseña general sobre el tema, y Smith Unidos: no solo en ambos países “hay una pación y tipo de existencia orientado sobre frecuentemente grupos de ocupaciones
(1943), una de las investigaciones más completas. So-
relación muy estrecha entre ocupación y el modelo de las clases superiores). asignados a una misma clase revelan con
bre todo desde el punto de vista de la utilización de los
datos censales, tiene importancia el estudio de Hall y 2. No hay acuerdo en cambio en cuanto al respecto a determinado asunto diferentes
Caradog Jones (1950: 31-55). número de las clases sociales, que suele actitudes. Este hecho muestra que, desde
7 Recordamos particularmente el libro de R. Centers,
6 Quizá la más importante de las investigaciones The psychology of Social Classes (1949): un estudio oscilar entre dos o seis o siete; estas discre- el punto de vista de la conciencia colectiva
de este tipo es la realizada por Warner et al. en Social cuantitativo sobre escala nacional. Este autor pudo pancias, que se dan también con respecto y del comportamiento concreto, los grupos
Class in America, ya citada; en esta obra se exami- comprobar que tres cuartas partes de los propietarios a una misma comunidad, parecen restar ocupacionales tienen acaso mayor realidad
nan diferentes criterios objetivos y subjetivos para la de industria, comercio y agrícolas, de los profesionales
determinación de la clase social; entre los primeros se y de los empleados, se identificaban con la clase “me-
encuentran: ocupación, importe y fuente de la renta, dia” o “alta”, mientras que el 80% de los obreros se iden-
educación, tipo de vivienda y zona de residencia. tificaba con la clase “obrera” y “baja”. 8 Cf. Rogoff (1953: 327-339). 9 Típico el estudio reciente de Lenski (1953: 139-144).
128 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 129

que la “clase”. Tal fenómeno no contradice sificación tripartita en clase “alta”, “media” y citados, adoptamos la siguiente escala para dores” de la industria, comercio, servicios.
sin embargo su carácter real: solo significa “popular”, que también concuerda con la que una clasificación de los diferentes grupos “Ayudas” familiares que trabajan en la em-
que en cualquier análisis no debe olvidarse se adoptó en los escasos estudios que existen ocupacionales en clases sociales: presa del jefe de familia. “Cuenta propia”
el carácter de relativa heterogeneidad que en nuestro país sobre el tema.10 Se hablará, correspondiente a la rama “gráfico-prensa
ella posee. El grupo ocupacional represen- sin embargo, de “clases medias” y “clases po- a. Clases populares. Sector urbano: “Obreros” y papel”. “Comercio mayorista”. “Cam-
ta el vínculo entre la estructura de clase y pulares”, en plural, para subrayar el carácter y “aprendices” de las actividades secun- bios”. “Escritorio”. “Espectáculos públi-
la estructura económico-técnica y en defi- “compuesto” que poseen, en tanto resultan de darias y de comercio y servicios. En esta cos”. “Hotelería”. “Servicios sanitarios”.
nitiva su mayor consistencia y coherencia la conjunción de grupos ocupacionales dota- denominación se han resumido todas las “Transportes terrestres”. “Profesionales
interna constituye una confirmación del dos de cierta dinámica propia pese a las carac- ocupaciones que por sus funciones, forma liberales” (se supone que en esta ramas
carácter condicionante y determinante terísticas comunes que justifican su inclusión de retribución, instrucción prevalente y tipo la mayoría o en algunos casos la totali-
que posee tal estructura sobre las clases. en una misma clase. Un análisis más detallado de existencia, corresponden a las clases po- dad de las personas corresponden al tipo
Por este motivo, el método adecuado para de la estructura económica de cada uno de pulares (discriminación basada en nocio- social de la “clase media”). “Empleados”
superar los inconvenientes de un mero los grandes grupos ocupacionales nos habrá nes de sentido común). “Trabajadores por y “Cadetes” de los sectores secundario y
convencionalismo en la definición de las de permitir luego una discriminación más fina cuenta propia”: se han incluido todas las terciario. También se agregan “Rentistas”
clases sociales y en el de su número, es el tendiente a diferenciar no solo la clase “alta” ramas de actividades industriales y de co- y “Jubilados pensionados” no incluidos en
de mantener una estrecha conexión con las de las clases “medias” (que en una primera cla- mercio y servicios, con las excepciones que la población activa, y cuyas característi-
categorías derivantes de la estructura téc- sificación pueden mantenerse indiscrimina- se indican más adelante. Los trabajadores cas corresponden a la clase media.
nico-económica de las sociedad, es decir dos debido a la escasa importancia numérica incluidos son en gran parte obreros a do- d. Clases medias (y alta). Sector rural: “Pa-
con los principales grupos de ocupación, de aquélla), sino también a subdividir estas en micilio o bien personas que, aunque ejercen tronos, empresarios, empleadores”, del
diferenciados sobre todo en base a su po- dos grupos (“superior” e “inferior”). su ocupación sin hallarse jurídicamente en sector primario. “Ayudas” y “empleados”
sición dentro de la organización económi- En base a todas estas consideraciones y a una posición de dependencia (por cuenta del mismo sector (incluye propietarios y
ca (status legal: propietarios, asalariados, los antecedentes argentinos y extranjeros propia), corresponden por sus característi- arrendatarios).
trabajadores independientes, etc. y tipo de cas a las clases populares. e. Clases medias autónomas y clases me-
actividad: rama de la industria, comercio, b. Clases populares. Sector rural: “Obreros” dias dependientes: Dentro de las clases
servicios, etc.) y el significado que tal posi- 10 Véanse Bagú (1950), Poviña (1950), Barcos (1936: y “aprendices” del sector primario, casi medias se han distinguido estos dos gru-
ción posee con respecto al funcionamiento 243-319) y Bunge (1917). Bunge clasifica la población totalmente trabajadores agropecuarios. pos, que difieren en cuanto a su posición
económicamente activa en tres grupos: obreros, no
del sistema económico mismo. obreros y pudientes, correspondiendo los primeros a
“Cuenta propia” del mismo sector. jurídico-económica, con importantes con-
d. Ocupaciones y clases en la Argentina: Para las “clases populares” y el tercero a las “clases medias” c. Clases medias (incluyendo alta). Sector secuencias en lo relativo a las restantes
este trabajo emplearemos la convencional cla- de nuestra clasificación. urbano: “Patronos, empresarios, emplea- características.
130 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 131

Cuadro 1. Población económicamente activa por categorías de ocupación y grandes ramas por una manipulación de las estadísticas.11 Por lares y en las clases medias, y en sus sectores
de actividad. 1947.* (miles de personas) ello, aun cuando se trate de una clasificación urbano y rural. Además, Bunge pudo observar
Ramas de actividad formulada sobre bases conjeturales y única- que probablemente existen otras característi-
Categorías de ocupación
Total Primaria Secundaria Terciaria Desconocido mente como hipótesis, es indispensable contar cas diferenciales en el orden demográfico para
Total habitantes económicamente activos 6.267,4 1.654,3 1.795,4 2.616,9 200,8 con alguna prueba o indicio objetivo –más allá cierta parte de la clase alta: en numerosas fami-
Patronos, empresarios, empleadores 1.013,7 467,0 196,8 343,0 6,9 del sentido común que se ha utilizado en la cla- lias de ésta (la “aristocracia”) no se da la pauta
Ayudas 181,7 127,6 15,8 37,0 1,3 sificación y de las analogías y razonamientos de la reducción del tamaño de la familia propia
Cuenta propia y domicilio 440,3 65,2 166,5 199,4 9,3 apriorísticos que nos han proporcionado los de la clase media (Bunge, 1917: 342). (ver cua-
Empleados 1.079,4 28,5 157,5 859,8 33,5 criterios– de que esas cifras reflejan de algún dro 2 en página siguiente)
Cadetes 25,0 0,4 4,0 19,9 0,8 modo diferenciaciones reales existentes en la Además, es posible mostrar que estos gru-
Obreros 3.439,6 959,7 1.193,7 1.142,9 143,2
población. Ahora bien, como verificación preli- pos ocupacionales y clases difieren en su orien-
Aprendices 75,9 2,6 58,7 11,6 3,0
minar podemos citar algunos hechos: en primer tación política, tal como esta se revela en el
lugar, se ha mostrado que las características de- momento de las elecciones. Las correlaciones
Desconocidos 11,8 3,3 2,4 3,3 2,8
mográficas de los dos grandes grupos difieren que se han computado en el Capítulo 16 y en
* A.E.R.A. (1948: tomo 10) y detalles del I.C.N. sustancialmente: tasas vitales, composición y las cuales la proporción de los diferentes gru-
tamaño de las familias y evolución reciente de pos en cuestión ha sido tomada como variable
Cada una de estas categorías de ocupación tinciones deberá acudirse a la ayuda de los censos la natalidad son distintas en las clases popu- independiente, es bastante conclusiva a este
reúne un conjunto heterogéneo de personas. especiales que, si bien no son comparables direc- respecto. Este hecho tiene cierta importancia
La distinción entre “obreros” y “empleados” la tamente con los resultados del censo de población, pues demuestra indirectamente que la “autoi-
proporcionan las mismas tabulaciones censa- pueden arrojar cierta luz sobre la composición de 11 También Carr Saunders y Caradog Jones (1927: 67), dentificación” de los grupos ocupacionales con
les que utilizamos, y fueron realizadas en base a esos grupos. después de haber analizado las estadísticas censales, las diferentes clases se aproxima, en promedio,
comprueban en base a estas que “no existe ninguna
un criterio de clase social. No es posible llegar Antes de continuar con este análisis será ne- característica mensurable a disposición del estadígrafo
a la que resulta de la clasificación adoptada.
con estos datos solamente a discriminaciones cesario, sin embargo, preguntarnos hasta qué que permita clasificar la población en clases sociales”. Y Como lo ha demostrado Centers, en efecto, la
más finas: por ejemplo entre obreros especia- punto es posible asignar realidad sociológica por fin, aunque admite que estas dificultades metodoló- orientación política se halla en estrecha corre-
lizados y no especializados; entre empleados en nuestro país (en el sentido que se señaló an- gicas no implican de por sí la inexistencia de las clases lación no solo con la categoría de ocupación
sociales, se pregunta: “¿No interpretaremos de manera (v. gr.: el voto de los obreros difiere sustancial-
subalternos y directivos. Lo mismo ocurre con los teriormente) a las “clases” así definidas y a los
equivocada la estructura social de este país empleando
“patrones”, que incluyen evidentemente propieta- subgrupos que las integran. Ya se ha visto que el concepto de clase social, cuando con respecto a ves-
mente en promedio del de los patrones) sino
rios de pequeñas empresas artesanales y dueños muchos estudiosos señalan el peligro de tomar timenta, lenguaje, recreación, todos los miembros de la también con la autoidentificación (v. gr.: entre
de grandes fábricas, etc. Para estas ulteriores dis- como grupos reales meros conjuntos obtenidos comunidad se están pareciendo?”. los obreros tienden a votar similarmente a la
132 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 133

Cuadro 2. Población activa, distinguiendo clases y ramas de ocupación. 1947* de los gastos de un presupuesto familiar no se ciocultural y más que reflejar supuestas condi-
Urbano Rural Total realiza únicamente en función del tamaño de la ciones biológicas, constituyen la expresión de
Clases y categorías de ocupación
Miles % Miles % Miles % familia y de su capacidad de adquisición, sino ambientes distintos; es decir que los diferentes
Clases populares 2.853 44,2 998 15,5 3.851 59,7 que revela también marcadas diferencias en tipos de “subculturas” corresponden a las dis-
Obreros y aprendices 2.583 40,0 935 14,5 3.516 54,5 cuanto a sus necesidades: dos familias compa- tintas clases sociales.14
Trabajadores a domicilio y cuenta propia 270 4,2 65 1,0 335 5,2 rables en cuanto a su composición, y con un Puede así afirmarse con cierto fundamento
Clases medias (y alta) 1.979 30,6 619 9,7 2.598 40,3
nivel de ingresos prácticamente igual y o muy que los dos grandes grupos de nuestra clasifi-
Dependientes 1.198 18,5 25 0,5 1.223 19,0
similar, distribuirán sus gastos de manera dis- cación, “clases medias” y “alta” por un lado, y
tinta si pertenecen a la clase media (emplea- “clases populares” por el otro, no son meros
Empleados, cadetes 1.079 16,6 25 0,5 1.104 17,1
dos) o a la clase popular (obreros).13 conjuntos estadísticos sino que representan
Jubilados, pensionados 119 1,9 119 1,9
Y citaremos, por último, otro ejemplo: tam- grupos relativamente diferenciados, con res-
Autónoma 781 12,1 594 9,2 1.375 21,3
bién en nuestro país se observan diferencias pecto a varias características, dos de las cuales
Propietarios agropecuarios** 594 9,2 594 9,2
en cuanto a la capacidad intelectual promedio –por lo menos– quedan verificadas con las co-
Propietarios industriales*** 213 3,3 213 3,3 (medida por tests) de las diferentes clases so- rrelaciones que se acaban de señalar.
Propietarios comercio y servicios*** 415 6,4 415 6,4 ciales. Como se aclara en el capítulo dedicado Es importante subrayar la posibilidad de es-
Profesionales liberales 78 1,2 78 1,2 a este tema, tales diferencias son de valor so- tablecer uniformidades de este tipo, pues jus-
Rentistas 75 1,2 75 1,2 tamente en ello reside la utilidad que puede ex-
Totales población activa remunerada 4.832 74,8 1.617 25,2 6.449 100,0 traerse de una clasificación de la población en
* Estimaciones según texto. Estas cifras difieren considerablemente de otra estimación que se realizó en base a los 13 Cf.: Departamento Nacional del Trabajo: Costo de diferentes niveles económico-sociales. Com-
datos del III Censo Escolar (1943); Cf. Germani (1950). Debe advertirse que ese censo por su carácter se prestaba la vida (1935: 20-21). He aquí dos grupos de familias de probar que el 40% de los habitantes económi-
obreros y de empleados con un nivel de ingreso muy si-
escasamente a tales estimaciones. camente activos puede asignarse a las “clases
** Incluye “ayudas”. milar (230 y 250 respectivamente) e idéntica capacidad
de consumo. medias” y el 60% a las “clases populares”, y que
**** Incluye “ayudas” y algunos grupos de “cuenta propia” (véase texto).
Matrimonios sin hijos Matrimonio y 3 hijos
tales grupos se integran a su vez con determi-
Capítulo del
presupuesto Obreros Empleados Obreros Empleados nadas proporciones de empleados, patrones,
Alimentación 54,8 36,4 63,7 54,4 profesionales, etc., solo tendrá sentido en la
clase media los que se identifican a sí mismos Se dispone de datos relativos a otras dife- Menaje 7,7 2,9 6,5 4,5 medida en que nos permita formular hipótesis,
como miembros de la clase media, etcétera).12 rencias “culturales” (en sentido antropológico) Alojamiento 25,3 36,4 21,3 26,8
entre las clases y entre los diferentes grupos Gastos varios 12,2 24,3 8,5 14,3

12 Véase Centers (1949: 119, 126 y 127).


de ocupaciones. Por ejemplo, la distribución Total 100,0 100,0 100,0 100,0
14 Véase Capítulo XV.
134 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 135

válidas acerca de otros aspectos estáticos y di- de los habitantes, pone sin duda una limitación Carr Saunders, T. M. y Caradog Jones, D. Hall, J. y Caradog Jones, D. 1950 “Social
námicos de la realidad social. Las clases cons- a su empleo: de utilidad más general sería dis- 1927 A Survey of the Social Structure Grading of Occupations” en British
tituyen una categoría fundamental dentro de la poner de una clasificación de las familias en of England & Wales as illustrated by Journal of Sociology (Londres) I.
sociedad moderna, y por ello pueden asumirse los diferentes niveles económicosociales, mas Statistics (Londres: Oxford University Lenski, G. E. 1953 “American Social Classes:
como variable independiente en el estudio de se carece de los datos necesarios para realizar Press). Statistical Strata of Social Groups?” en
numerosos hechos sociales: su determinación tal estimación. Aun dentro de estos límites, sin Cattell, R. 1942 “The Concept of Social Status” American Journal of Sociology(Chicago) LVIII.
cuantitativa representa entonces el único me- embargo, las cifras estimadas ofrecen una bue- en Journal of Social Psychology (s/d) XV. Pfautz, H. P. 1953 “The current literature
dio de colocar tales estudios sobre una base na expresión de la estructura social del país tal Centers, R. 1949 The Psychology of Social on social stratification: critique and
más concreta y precisa. como se da en la actualidad, y su significado Classes (Princeton: Princeton University bibliography” en American Journal of
La lectura del Cuadro 2, más que darnos una resultará más claro cuando se examine las ca- Press). Sociology (Chicago) LVIII.
contestación, sugiere preguntas. ¿De qué ma- racterísticas de la estructura económica en que Cole, S. D. H. 1950 “The Conception of the Poviña, A. 1950 “Concepto de la clase media y
nera los diferentes grupos se reparten el rédi- los diferentes grupos se arraigan. Middle Classes” en The British Journal of su proyección argentina” en Crevenna, Th.
to nacional? ¿Cuáles son los orígenes sociales Sociology (Londres) I. (ed.) Materiales para el estudio de la clase
de los integrantes de cada uno de ellos? ¿Has- Davies, A. F. 1952 “Prestige of Occupations” en media en la América Latina (Washington:
ta qué punto la herencia, o las características Bibliografía British Journal of Sociology (Londres) III. Unión Panamericana).
personales, determinan la asignación en cada Departamento Nacional del Trabajo: Costo Rogoff, N. 1953 “Social Stratification in France
clase? ¿Cómo se diferencian por su nivel de Bagú, S. 1950 “La clase media en la Argentina” de la vida 1935 (Buenos Aires: s/d) Serie C, and in the United States” en American
vida, tipo de existencia, rasgos psicológicos? en Crevenna, Th. (ed.) Materiales para el Nº 1. Journal of Sociology (Chicago) LVIII.
¿Cuál es la relación de poder efectivo en que estudio de la clase media en la América Germani, G. 1950 “La clase media en Smith, M. 1943 “An Empirical Scale of Prestige
se hallan en este momento? ¿De qué manera Latina (Washington: Unión Panamericana). la Argentina” en Crevenna, Th. (ed.) Status of Occupations” en American
contribuyen a la formación de las élites inte- Barcos, J. R. 1936 “El trágico destino de la Materiales para el estudio de la clase Sociological Review (s/d) VIII.
lectuales y políticas? Escapa a la naturaleza y clase media” en Hechos e Ideas (Buenos media en la América Latina (Washington: Warner, W. Ll. et al. 1949 Social Class in America
a las posibilidades de este trabajo responder a Aires) I. Unión Panamericana). (Chicago: Science Research Associated).
estas y a otras preguntas: solo las dejamos for- Beals, R. L. 1953 “Social Stratification in
muladas, en tanto representan un vasto plan de Latin-America” en American Journal of
investigaciones ofrecido a los estudiosos de la Sociology (s/d) LVIII.
realidad social del país. Bunge, A. E. 1917 Riqueza y Renta de la
El hecho de que las cifras estimadas se refie- Argentina (Buenos Aires: Ag. General de
ran a la población activa en vez de la totalidad Librería y Publicaciones).
Evolución reciente
de las clases sociales*

Gino Germani

E l examen histórico de la estructura de cla-


ses representa un capítulo esencial para su
conocimiento. Desgraciadamente, el aspecto
gación más profundizada de este aspecto de la
historia social del país.
El inconveniente mayor que presentan los cen-
de su estructura económica y la inmigración.
Lo más exacto que puede decirse acerca de la
composición social del país en los años inme-
la urbanización había avanzado considerable-
mente. Todos estos hechos, sobre todo los úl-
timos, se reflejaban ya en la estructura social
cuantitativo de tal análisis es muy difícil; como sos nacionales –nos referimos al II y III Censo– diatamente siguientes a la organización social y los movimientos políticos de la década del
se ha visto en el curso de este trabajo, las fuen- para un análisis estadístico de la estratificación del país, es que se trataba de una sociedad de noventa atestiguan la transformación de la so-
tes estadísticas presentan tales deficiencias que social, es que la parte referente a ocupaciones no dos clases pues su característica peculiar debía ciedad argentina.
esterilizan o limitan drásticamente los intentos indica el dato esencial de la “posición dentro de la residir en la ausencia de una clase media dota- Una estimación relativa a la estratificación
de utilizarlas para obtener estimaciones media- ocupación”; por este motivo no podemos discrimi- da de suficiente fuerza numérica y económica social de la ciudad de Buenos Aires, efectuada
namente fundadas. No excluimos que a través nar entre los patronos o los dependientes, a menos que le prestara cierto significado. Sin embargo, en base a las cifras del Censo de Población de
de una minuciosa investigación monográfica, que el nombre mismo de la ocupación o profesión ya en 1895, al realizarse el II Censo Nacional, 1895, muestra que en ese momento las clases
y utilizando toda clase de fuentes, sea posible no indique de por sí solo ese atributo. Esto significa la estructura social había experimentado esen- medias debían representar aproximadamente
llegar a una reconstrucción aceptable, pero esa que el margen dejado al arbitrio de las conjeturas ciales modificaciones. Grandes masas de inmi- el 35% de la población activa (Germani, 1942).2
tarea –como ya se dijo reiteradas veces– esca- es muy amplio; por supuesto, mucho más amplio grantes habían llegado al país, la agricultura En ellas los empleados representan el 10% y
pa a los propósitos de este trabajo. Por ello nos de lo que ocurre con los datos del IV Censo, cuales- se estaba extendiendo y la ganadería se iba a hay otro 5% aproximadamente de profesio-
limitaremos a dar aquí algunas indicaciones quiera que sean las imperfecciones de este. Existen transformar; a pesar de sus limitaciones ya se nales libres y dependientes. Veinte años más
cuya utilidad será efectiva en la medida en que los censos especiales –ganadería, industria, comer- podía hablar de cierto desarrollo industrial,1 y tarde el número de patronos, en apariencia, ha
puedan ayudar a quienes intenten una investi- cio– mas aquí también encontramos, multiplicadas,
las mismas dificultades que ya hemos hallado con
respecto al último relevamiento. 1 El Censo de 1895 registró la existencia de 22.000 2 Los datos censales se prestan más a estimaciones
* Germani, G. [1955] 1987 “Evolución reciente de las establecimientos industriales con más de 176.000 obre- limitadas al sector urbano en cuanto permiten evitar las
clases sociales” en Germani, G. Estructura social de la La actual estructura de clases de la Argen- ros. En la Ciudad de Buenos Aires especialmente el nú- incertidumbres relativas a los trabajadores del agro, el
Argentina. Análisis estadístico. (Buenos Aires: Edi- tina es sobre todo el resultado de dos hechos mero de establecimientos se había doblado entre 1887 número de patrones agrícolas, etc. Aun así, se trata de
ciones del Solar) pp. 218-225. por otra parte conexos entre sí: la evolución y 1895. Cf. Dorfman (1942). meras conjeturas.
138 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 139

disminuido, pero el total de las clases medias con las anteriores. El punto débil de estos cóm- más las estimaciones que A. Bunge realizó en Reiteradas veces nos hemos referido a tales
sube considerablemente: es el grupo de los putos reside en la proporción de “patronos” esa misma época (Bunge, 1917). Teniendo en transformaciones. Crecimiento y madurez del
cuenta las varias categorías estimadas por este aparato industrial, comercial y de servicios y
autor, en función de la capacidad económica, consiguiente modificación cualitativa de las per-
Cuadro 1. Clases sociales en la Capital Federal (1895-1947)* y realizando las necesarias adaptaciones para sonas que en ellos desempeñan sus actividades.
1895 1914 1936 1947
Clases medias 35 38 46 48
Patronos y cuenta propia de la industria, Cuadro 2. Clases sociales en la Argentina (1914-1947)*
17 14 16 14
comercio y servicios Clases sociales 1914 1947
Rentistas 3 2 3 2 Clases medias 33 40
Profesionales autónomos y dependientes 5 6 9 32 Patronos comercio, industria, agropecuarios 19 19
Empleados y similares 10 16 18 Profesiones liberales 1 1
Clases populares 65 62 54 52 Rentistas 2 1
Total 100 100 100 100 Empleados 11 17
Jubilados – 2
Adaptaciones de las estimaciones publicadas en Germani (1942) y en los capítulos anteriores.
Clases populares 67 60
Total 100 100

* Estimaciones basadas sobre el III y IV Censo Nacional y los cómputos de Bunge (1917).
empleados y los profesionales que aumenta (pues su estimación es bastante arbitraria),
con rapidez. pero en cuanto al aumento de los “empleados”
En 1936 y en 1947 las clases medias siguen y del grupo de profesionales, caben muy pocas
ascendiendo, mas siempre en virtud del aumen- dudas: desde 1895 llega a más que duplicarse. hacerlas comparables con los datos actuales, En las clases populares, no solamente se
to de los “empleados”. Debe advertirse que en Creemos no incurrir en gruesos errores al afir- hemos compilado el Cuadro 2, cuyas cifras va separando el fuerte núcleo de los “trabaja-
estas estimaciones los patronos incluyen a los mar que el fuerte aumento de las clases medias confirman las conclusiones que se han extraí- dores de cuello duro”, que se transforma en
“cuenta propia” (que en realidad sólo en escasa se debió exclusivamente a estas dos catego- do de la comparación de las cifras relativas a la clase media, sino que también se diferencia
proporción pueden asignarse a la clase media), rías, sobre todo a la primera. Una comparación ciudad de Buenos Aires únicamente. un proletariado industrial, en parte concen-
y por ello las cifras relativas a 1947 han sido acaso más segura puede hacerse con respecto Cambios aun más significativos se producían trado en grandes establecimientos, con sus
modificadas para hacerlas más comparables a 1914, utilizando las cifras del Censo y ade- en la estructura interna de las varias categorías. categorías de técnicos, de especializados y
140 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 141

de semiespecializados; por último, otros nú- nales”, sino porque aun el mantenimiento Con la excepción del pequeño número de “ren-
cleos trabajan en las empresas de servicios de una proporción aproximadamente igual tistas”, todas las demás categorías de la clase
y de comercio en condiciones por cierto dis- de “patronos” debió significar el acceso a media han aumentado en proporción mucho
tintas que las de hace treinta años. Cambios esa categoría de un considerable número de más alta que el crecimiento vegetativo. Si ade-
aun más importantes se producen en la cla- personas de origen más popular. Las cifras más se recuerda que las tasas de natalidad de
se patronal: particularmente se transforma porcentuales, que indican que los “patro- los niveles medios y alto son considerablemen-
el sector secundario que adquiere potencial nos” han simplemente conservado su nivel te más reducidas que las de las clases popula-
y significado económico, y dentro del cual proporcional, pueden ocultar un hecho: el res, resulta obvio que parte de estas no sola-
se diferencia una alta burguesía industrial gran aumento absoluto que tuvo que regis- mente se ha transformado en “empleados” o
que acaba por participar de la posición de trar esta categoría para igualar el ritmo de “profesionales”, sino también en “patronos”.
otrora usufructuaba únicamente la burgue- crecimiento experimentado por la población Es probable que la contribución más fuerte
sía agropecuaria. a través de la corriente inmigratoria, consti- a esta última categoría se haya originado direc-
Estas cifras atestiguan también el alto tuida en su enorme mayoría por trabajado- tamente de la inmigración. (ver gráfico 21) (ver
grado de movilidad social que caracterizó res manuales. Esto puede verse muy clara- cuadro 4 en página siguiente)
a la sociedad argentina en el pasado. Y ello mente cuando se compara el crecimiento En efecto, ya en 1895 la gran mayoría de los
no solamente por la transformación de una vegetativo ocurrido entre los dos censos y propietarios y patronos de comercio o indus-
parte de la clase popular en “empleados”, o, el aumento experimentado por las diferen- trias eran extranjeros; su proporción en esas
en proporción más reducida, en “profesio- tes categorías: categorías resultaba muy superior a la existen-
te en la población activa en general. Hasta don-
de se conocen datos, esa situación, aunque en
menor medida, se mantiene aún; por ejemplo,
Cuadro 3
entre los contribuyentes de réditos hay 38%
Crecimiento vegetativo entre 1917 y 1947 76%
de extranjeros, mientras que su proporción en
Crecimiento del número de patronos 104%
la población activa es bastante menor (22%).
Crecimiento del número de profesiones liberales 170% Como la gran mayoría de los inmigrantes per-
Crecimiento del número de rentistas 19% tenecían a las clases populares, es claro que su
Crecimiento del número de empleados 209% aporte a estas categorías de las clases medias
Crecimiento del número de jubilados 2.280% es síntoma de un considerable movimiento de Aumentaron considerablemente las clases medias
Crecimiento del número de clases populares 80% ascenso social. dependientes.
142 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 143

Cuadro 4. Porcentaje de extranjeros en algunas categorías de las clases medias autónomas (1895-1947)* El crecimiento de las clases medias dependientes es probable que en años recientes el fuerte im-
Categorías 1895 1914 1935/38 1946/47 se realizó pues, a través del ascenso de argenti- pulso a la industrialización, el auge económi-
Patronos agrícolas – 57) – nos nativo, en gran mayoría hijos de inmigrantes co y el proceso inflacionista, hayan facilitado
) 36 extranjeros de origen popular. El gran número de nuevamente ciertos movimientos de ascenso
Patronos ganaderos – 44) – la educación media y superior nos indica cuál fue social, si bien no se dispone de datos para es-
Patronos industriales 84 64 45 – el camino de ascenso a los niveles económico- timar, aunque de manera aproximada, cuál fue
Patronos comercio 75 72 – –
sociales superiores, para estos núcleos. su importancia. Debe recordarse además, que
Contribuyentes Réditos – – – 38
En conclusión, puede afirmarse que durante la Argentina sigue siendo una sociedad dotada
el período de más intensa movilidad social –pro- de mayor fluidez que las viejas sociedades euro-
Población activa 39 46 – 22
bablemente desde el último veintenio del siglo peas, y este hecho tiene una gran importancia
* II C. N. (tomos 2º y 3º); III C. N. (tomos 4º, 7º y 8º); IV C. N. (tomos 1º y 3º); Censo Nacional Agropecuario (Economía pasado hasta el primer cuarto del presente– el para la comprensión de la psicología de las cla-
Rural), 1º, 1938. tránsito de las clases populares a las clases me- ses y de su orientación ideológica. Esta mayor
dias se realizaba para el argentino, sobre todo “permeabilidad” de los niveles sociales supe-
a través de alguna categoría de los sectores de- riores mantiene toda importancia aun cuando
Entre los profesionales y en la clase me- más baja que en la población activa; esta pendientes o de las profesiones liberales. Para ciertos núcleos de la clase alta se caracterizan
dia dependiente, la proporción de extran- situación ya se observaba a comienzos de el inmigrante, en cambio, el camino de ascenso por una mayor rigidez y asilamiento y por su
jeros es mucho menor, en algunos casos siglo. social era el de las actividades autónomas en carácter hereditario (especialmente la alta bur-
el campo del comercio, la industria o, en me- guesía terrateniente). Por otra parte, recorde-
nor medida, la agricultura: el tipo humano más mos que las más importantes transformaciones
Cuadro 5. Porcentaje de extranjeros en algunas categorías de las clases medias dependientes, y profesio-
nales (1895-1947)* frecuente entre los miembros de la clase media en la estructura social del país en los últimos
autónoma era (y sigue siendo en cierta medi- quince años no deben buscarse tanto en las va-
Categorías 1895 1914 1947
da) el self made man, el hombre que realizó riaciones de las posibilidades de ascenso social
Empleados públicos – 18 –
personalmente el tránsito de uno a otro nivel ofrecidas individualmente a los miembros de
Empleados de comercio 43 51 –
social, y en el sector dependiente, el del “diplo- las clases populares, sino en la modificación de
Empleados bancarios – – 6
mado”, nacido en el país, cuyos estudios fueron la composición y estructura de las clases mis-
Empleados de seguros – – 19
costeados por la familia, ella misma de origen mas, particularmente en la formación de una
Empleados de industria – – 22 obrero, y probablemente extranjera. Desde en- alta burguesía industrial por un lado y de un
Profesionales 53 45 15 tonces el ritmo y las posibilidades de ascenso nuevo proletariado urbano (también industrial
* II C. N. (tomos 2º y 3º); III C. N. (tomo 4º); IV C. N. se han aminorado considerablemente, aunque en parte), por el otro.
144 Gino Germani - La sociedad en cuestión

Bibliografía Dorfman, Adolfo 1942 Evolución industrial


argentina (Buenos Aires: Losada).
Bunge, A. 1917 Riqueza y renta de la Germani, G. 1942 “La clase media en la ciudad de
Argentina (Buenos Aires: s/d) Cap. VII. Buenos Aires. Estudio Preliminar” en Boletín
del Instituto de Sociología (Buenos Aires) Nº 1
Estructura, composición interna y
distribución ecológica de las clases
populares, medias y alta*

Gino Germani

E n los capítulos precedentes hemos realiza-


do un estudio de la estructura de cada uno
de los tres sectores en que se desarrolla la ac-
zontal relativo a la composición de cada estra-
to y a las relaciones recíprocas de todos ellos.
En primer lugar debemos preguntarnos de
de vista cualitativo, en cuanto en este se cons-
tituirán (o adquirirán importancia dinámica, lo
cual da lo mismo) grupos económico-sociales
Un estudio de la estructura y la composi-
ción interna de las clases sociales no podría
agotarse en verdad con un análisis de los dos
tividad económica del país. Este análisis –que qué manera los tres grandes sectores de la ac- inexistentes o casi, en una estructura de tipo hechos que hemos observado hasta aquí: el
podríamos llamar vertical– nos ha permitido tividad económica contribuyen a la formación primario. Además, no olvidemos que grupos grado de concentración de la propiedad y del
descubrir, dentro de la escasez de datos dispo- de cada nivel social. Porque la estratificación y “estructuralmente” análogos adquieren en control y la distribución de la población en las
nibles, sus respectivas pirámides económico- la diferenciación de los habitantes no solo se cada tipo de sociedad características psicoso- diferentes ramas de actividad. Sin embargo
sociales: hemos tratado de determinar el grado originan del grado y la forma de distribución ciales muy distintas. En nuestro país tenemos son estas las dos variables principales de la
de concentración de la propiedad y del control de la propiedad y del control económicos, sino ejemplos muy claros de este fenómeno en los estructura económica que es, en definitiva, so-
que se en cada sector y el volumen numérico que también dependen de la distribución de la conocidos contrastes entre regiones prevalen- cial. Por eso, sin dejar de señalar claramente
y el significado económico-social de los varios población en las varias ramas de actividad. No temente agropecuarias y regiones industriales. su carácter incompleto, entendemos que su
grupos funcionales y ocupacionales que los solamente tal distribución determina en parte (ver cuadro1 en página siguiente). estudio constituye de todos modos una nece-
constituyen. Nos falta ahora completar nuestro el volumen numérico de los varios grupos fun-
análisis con una visión de conjunto, que vuelva cionales que constituyen las clases, sino que
Gráfico 1. Estructura económico-social en los tres sectores de actividad agropecuario, industrial y de co-
a colocar a la clase como eje de observación. también influye fundamentalmente sobre sus mercio y servicios.
Al análisis vertical se sustituye el análisis hori- características internas. La estratificación so-
cial de un país prevalentemente agrícola difiere
–como todos saben– de la de un país industriali-
* Germani, G. [1955] 1987 “Estructura, composición zado, no solo cuantitativamente, en las propor- Sector de comercio y servicios Sector industrial Sector agropecuario
interna y distribución ecológica de las clases popula-
res, medias y altas” en Germani, G. Estructura social ciones de los distintos niveles (que dependen
Clase Alta Clase Media Sup. Clase Media Inf. Clases Populares
de la Argentina. Análisis estadístico. (Buenos Aires: además del grado y la forma de concentración
Ediciones del Solar) pp. 194-217. de la propiedad) sino también desde un punto El sector terciario –comercio y servicios– es el que incluye la mayor proporción de clases medias.
148 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 149

Cuadro 1. Composición de las clases sociales. Cifras por cada 100 personas económicamente activas o con
% “Autónomos” “Dependientes”
recursos propios.* Clases Sectores
Total Categorías % Categorías %
% “Autónomos” “Dependientes”
Clases Sectores Empleados subalternos del
Total Categorías % Categorías % Pequeños patronos comercio y comercio y servicios
III 17,1 4,8 12,3
Alta I-II-III 0,7 Total autónomos 0,5 Total dependientes 0,2 servicios Empleados subalternos del Estado
y entes públicos
I 0,3 Grandes propietarios agropecuarios 0,3 –
II 0,1 Grandes industriales 0,1 Altos dirigentes de la industria Varios 3,2 Pequeños rentistas Jubilados 1,9
1,0
Otros propietarios sin especificar Empleados sin especificar 0,3
Altos dirigentes Comercio y
Propietarios de grandes empresas servicios Clases Total trabajadores “por cuenta
III 0,3 0,1 0,2 I-II-III 59,8 4,9 Total “trabajadores dependientes” 54,9
comerciales y servicios Altos dirigentes administración Populares propia”
pública Trabajadores por “cuenta propia” de
I 16,0 1,0 Campesinos 15,0
Media la agricultura y ganadería
I-II-III 6,6 Total autónomos 4,7 Total dependientes 1,9
Superior II 21,9 Trabajadores “libres” de la industria 2,2 Obreros industriales 19,7
Empleados superiores de Trabajadores “libres” de comercio y Obreros y dependientes del
Propietarios y patrones medios III 19,5 1,6 17,9
I 1,1 1,0 grandes y medias explotaciones 0,1 servicios comercio y servicios
agropecuarios
agropecuarias Obreros y dependientes sin
Varios 2,4 Trabajadores “libres” sin especificar 0,1 2,3
Dirigentes de industria media, especificar
II 1,5 Industriales medios 0,9 0,6
Técnicos y universitarios Total
I-II-III 100,0 Total general autónomos 26,2 Total general dependientes 73,9
Dirigentes de empresas medias General
Propietarios de empresas medias comerciales y servicios, Técnicos, I 25,6 Autónomos agropecuarios 10,2 Dependientes agropecuarios 15,4
III 3,8 1,4 1,2
de comercio y servicios profesionales, Funcionarios medios II 27,8 Autónomos industriales 5,6 Dependientes industriales 22,2
de la administración pública
III 40,5 Autónomos comercio y servicios 9,0 Dependientes comercio y servicios 31,5
Profesionales liberales 1,2
Varios 6,1 Autónomos varios 1,4 Dependientes varios 4,7
Varios 0,2 Rentistas medios 0,2
Media * Véase estimaciones capítulos 9, 10, 11 y 12. El sector “Varios” y “Sin especificar” comprende: “Rentistas” (se ha
I-II-III 32,9 Total autónomo 16,0 Total dependientes 16,9 asignado el 20% al nivel superior de la clase media y el 80% al nivel inferior); “jubilados”: han sido asignados al
Inferior
Empleados subalternos de nivel inferior de la clase media; “patronos”: también a la clase media inferior; “obreros” y “cuenta propia” a las clases
I 8,2 Pequeños patronos agropecuarios 7,9 0,4 populares; “empleados” al nivel inferior de la clase media.
explotaciones agropecuarias
II 4,4 Pequeños industriales 2,3 Empleados subalternos de la industria 2,0
150 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 151

saria introducción a cualquier investigación La clase alta y significado, en efecto, no reside en el número sino en su composición interna, en su posición
más detallada. dentro de la estructura económica y en su rela-
En el capítulo IX se llegó a una clasifica- La determinación estadística precisa de esta ción con el resto de la sociedad.
sociedades anónimas y las de los empleados no declarados directamente
ción preliminar de los diferentes grupos fun- clase no tiene excesiva importancia.1 Su fuerza ante la Dirección.) Factores históricos y actuales gravitan por
cionales en dos grandes estratos sociales: las igual sobre las características de este grupo. Es
En el cuadro anterior observamos que el volumen numérico
clases medias (incluyendo alta) y las clases 1 Según las estimaciones realizadas (véanse capítulos estimado para la clase alta corresponde de manera aproxi- aquí donde se encuentran con más frecuencia
populares. El examen de la estructura eco- anteriores y Cuadro 1) el porcentaje de la población activa mada a la categoría de contribuyentes cuyos réditos son su- las supervivencias de formas pretéritas de es-
nómica de cada uno de los grandes sectores correspondiente a la clase alta sería de 0,7. En 1947 esta periores a 25.000 pesos anuales. Aun teniendo en cuenta la tratificación social. En nuestro país no puede
de actividad nos ha permitido luego llegar proporción equivalía a 42.000 personas. Ahora bien, ¿existe variación en el nivel precios (a los de 1954 ese límite mínimo decirse que ellas tengan importancia. Existe,
algún otro criterio, independientemente de los ya emplea- podría estimarse en 90/100.000 pesos), consideramos que
a una discriminación más fina: volveremos, se trata de un promedio de ingresos algo bajo (en su límite en verdad, un núcleo significativo (hasta hace
dos, para realizar algunas confrontaciones? Veamos en pri-
pues, a utilizar los resultados de estos aná- mer lugar la distribución de los réditos para el año 1947. inferior) para esta clase. Recordemos, sin embargo, que en
lisis para obtener una visión de conjunto de Estas cifras son escasamente utilizables por cuanto exclu- estas cifras no están incluidos los réditos de las sociedades
la estratificación social, enriquecida con la yen varios grupos, entre ellos los réditos de las sociedades anónimas, cuyo importe elevaría de manera considerable resulta muy cercana de la proporción estimada para
de capital, es decir el sector más importante desde el punto los ingresos en cuestión A pesar de toda la imprecisión que la clase alta (0,7%). Aquí también estamos comparan-
distinción en un número mayor de niveles rodea esta materia, no parece que las estadísticas de réditos
de vista de la estructura económica de la clase alta. Podría do cifras heterogéneas, y esta coincidencia solo puede
económico-sociales. En el Cuadro 1 sinteti- contradigan las estimaciones realizadas. tomarse como “sugestiva”, y de ninguna manera como
pensarse, sin embargo, que en promedio, los individuos ac-
zamos las estimaciones cuyos fundamentos tivos pertenecientes a este nivel social tienen probablemen- Otro criterio independiente podría extraerse de los da- una prueba de la validez de las estimaciones mismas. A
se han detallado en los capítulos anteriores. te varias fuentes de ingresos, y de este modo es difícil que tos relativos a la proporción de familias que cuentan este propósito advirtamos en primer lugar que estas se
con más de tres personas de servicio. El Censo Na- refieren a porcentajes de la población activa, mientras
La población activa de nuestro país se dis- puedan escapar del todo a una clasificación de los réditos
cional de 1947 no proporciona directamente este dato
basada sobre el criterio indicado; de ser así, deberían estar que el dato sobre personal de servicio se calcula por
tribuiría de este modo en los cuatros niveles (únicamente da el número global de sirvientes), que en
incluidos en las categorías superiores de esta escala: familia (las dos proporciones pueden no coincidir en
siguientes: Réditos personales por escala. 1947*
cambio hallamos en el Censo Municipal de la Ciudad de una medida imposible de determinar); además, se trata
Buenos Aires (1936). Según esta fuente, la proporción de datos referidos en un caso a la Capital Federal, y
Clase alta 0,7 Número Porcentajes Porcentajes de de familias con y sin sirvientes era la que sigue: en el otro a todo el país, y por último tampoco poseen
Escala
de casos de casos renta sobre el total
Clase media superior 6,6 correspondencia temporal (diez años de diferencia).
Sin sirvientes 91,7% del total de familias
Menos de 5.000 m$s 81.600 36,8 3,2 Estas discrepancias, sin embargo, no parecen pesar
Clase media inferior 32,9 5.000 a 25.000 97.700 44,0 22,7 Con 1 sirviente 6,0% del total de familias mucho, a juzgar por una comparación del porcentaje
Clase populares 59,8 25.000 a 50.000 23.100 10,4 17,2 Con 2 sirvientes 1,5% del total de familias global de sirvientes sobre el total de familias en las dos
50.000 a 100.000 11.200 5,1 15,7
Con 3 y más sirvientes 0,8% del total de familias épocas, y en las dos zonas:
100.000 a 1.000.000 7.800 3,6 35,0
Analizaremos por separado la composición y 1.000.000 y más 200 0,1 6,2
1936 1947
Nos encontramos aquí con otra coincidencia: la pro-
otras características de cada uno de los estra- Total 221.600 100,0 100,0
porción de familias que, por el número de sirvientes,
Capital Federal 12,0 11,4

tos que componen esta pirámide social. * Memoria de la Dirección General Impositiva. 1950. (Excluidas las de puede suponerse lleve un nivel de vida muy elevado Todo el país ? 11,0
152 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 153

poco, y acaso ahora mismo, el más importante) y burguesía industrial. Mas aquí también, es tos históricos, diferentes clases o constelacio- investigar –desde la perspectiva de los grupos
que arraiga su posición de poder y prestigio en innecesario decirlo, no son sus respectivas nes de intereses. humanos– aquellos aspectos de la concentra-
la posesión de la tierra y en la herencia. Mas proporciones cuantitativas lo significativo, Lo que consideramos importante deter- ción que escapan a la observación fundada en
su poder y posición son actuales, en el senti- aun cuando es claro que el peso de muchos in- minar, desde el punto de vista de un análisis las estadísticas corrientes. Tal es el caso, como
do que responden a características reales de tereses, la amplitud del círculo de personas y cuantitativo tanto para este sector como para ya se advirtió, de la concentración económico-
la estructura económica y no a la persistencia familias cuya existencia puede verse favoreci- los demás, sería aquí más que una escueta pro- financiera que constituiría la base de tales nú-
de un prestigio y un poder que ya no existen. da o amenazada por determinada orientación, porción numérica, el origen social, la forma de cleos sociales.
Numéricamente, el sector de la alta burguesía puede llegar a tener su importancia. Así, por reclutamiento y el tipo de vinculaciones que El estudio objetivo de este tipo de concen-
(y de la “aristocracia”) que se arraiga en la pro- ejemplo, es digno de consideración el hecho unen a los individuos de los diferentes secto- tración presenta dificultades muy serias y
piedad de la tierra y en las actividades agrope- de que la alta burguesía terrateniente aventaje res, dentro de la alta burguesía. El estudio de muy peculiares, que indudablemente oponen
cuarias, es el más importante. Según nuestras en proporción numérica, de manera tan con- la formación de la clase dirigente política (en obstáculos en ciertos casos infranqueables
estimaciones –cuyo valor de mera conjetura ya siderable, a la alta burguesía industrial, y que sentido amplio, es decir incluyendo a todos para una investigación completa, a pesar del
hemos señalado– representaría alrededor del este hecho no ocurra, como se verá, en los de- sus subgrupos gobernantes o no, y tanto en el gran interés que presenta el problema. En la
40% de la población activa perteneciente a la más niveles. orden estrictamente político como en el gre-
“clase alta”. La distribución de esta en los tres El sector terciario es en realidad igualmente mial) y sus nexos personales con los diferentes
sectores sería, en efecto, la siguiente: o más numeroso que el primario cuando se lo sectores de la clase alta y de las demás clases, a varios directorios de sociedades anónimas. Sin em-
considera en su totalidad (“autónomos” y “de- podría contribuir de manera decisiva al escla- bargo, debe advertirse que trátase a veces de un indicio
Sector primario autónomo 40% pendientes”), mas su homogeneidad es muy in- recimiento de los problemas más importantes, que puede resultar engañoso. Vinculaciones reales se
realizan por otros conductos, y en otros casos la mera
Sector secundario autónomo 10% ferior a la de los demás sectores. En él se cuen- relativos a la estructura social. Asimismo sería multiplicidad de pertenencia no establece un vínculo
Sector secundario dependiente 7% tan, como se recordará, no solo la alta burguesía esencial conocer las coincidencias y superpo- real, en el sentido de que aquí se trata. Un examen so-
Sector terciario autónomo 21% comercial y el reducido grupo dirigente de los siciones en las mismas personas o familia de mero de los datos recopilados en la Guía de Sociedades
bancos y la finanza, sino también los principa- la pertenencia a diferentes sectores y la con- Anónimas, Responsabilidad Limitada y Cooperati-
Sector terciario dependiente 22%
vas (Buenos Aires, 1950) revela que, de la totalidad de
les miembros de las profesiones liberales y los centración en determinados núcleos del con-
miembros de los directorios de sociedades anónimas
La distinción en sectores es por supuesto altos dirigentes políticos y administrativos del trol de intereses que en la superficie, o desde (7.000 aproximadamente), se registraban los siguientes
importante en tanto son estos los que mar- país. Solamente para los dos primeros puede el punto de vista organizativo o legal, apare- porcentajes de personas que figuraban en una o más so-
can los puntos de fractura dentro de la clase; hablarse de una estructura económica básica; cen como desvinculados.2 Se trataría aquí de ciedades:
una parte de la historia económica y política los demás se vinculan en realidad al juego total 77,1% era miembro de un solo directorio;
11,4% era miembro de dos directorios;
del país gira alrededor del conflicto entre los de las fuerzas económico-sociales que actúan
2 Estas vinculaciones aparecen a veces “en superfi- 7,1% era miembro de tres directorios;
dos primeros grupos: burguesía terrateniente en el país, pudiendo reflejar según los momen- cie” en la múltiple pertenencia de una misma persona 4,4% era miembro de cuatro o más directorios.
154 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 155

Argentina se han publicado algunos estudios Un problema análogo y en gran medida vin- La clase media industrial numéricamente guarda una propor-
parciales y a nuestro juicio insuficientes para culado con el que se acaba de mencionar es el ción poco inferior a las de los patronos del
un conocimiento adecuado. Se conoce así de relativo a los capitales extranjeros radicados en La separación de esta clase en dos niveles –su- agro. Todo el resto de este nivel está compues-
manera algo aproximativa la composición y la Argentina. Dentro de esta categoría cabe in- perior o inferior– se arraiga en características to por los que, dentro de una aceptación am-
extensión de algunos grupos financieros de cluir particularmente aquellas empresas que son de la estructura económica y se justifica además plia, se suele denominar “profesionales” y, en
notable importancia dentro de la estructura filiales de firmas establecidas en el exterior y en función de los criterios de “prestigio”, “tipo ciertos casos, “intelectuales”. Si computamos
económica y social del país, pero cuyo preci- cuya dirección se radica en última instancia fue- de existencia” y tipo de “personalidad social de conjuntamente los “autónomos” (“profesiona-
so volumen cuantitativo en cifras absolutas o ra del país. Las empresas cuyos propietarios son status”, que contribuyen a la determinación de les liberales”) y los “dependientes”, este grupo
relativas no es posible dar en base a los datos extranjeros radicados en la Argentina no deben la clase. Sin embargo como ya hemos podido resulta ser el más numeroso de la clase media
recogidos.3 considerarse a este respecto como “extranjeras”, comprobar, se presentan varias dificultades superior, pues alcanza al 45% del total de la
aunque la nacionalidad de los patrones tenga cier- para una discriminación cuantitativa precisa. población activa incluida en este nivel. Obser-
ta significación sociológica. Se sabe que cierto Ello nos obligará a realizar para ciertos aspec- vamos además, que en gran mayoría se arrai-
3 Un estudio inédito realizado en 1947 registraba los
siguientes grupos: “Bunge y Born” (43 sociedades, 459 número de tales empresas extranjeras (en el sen- tos un examen conjunto de los dos niveles. ga en el sector terciario, que en consecuencia
millones de capital, 1947); “Bemberg” (30 sociedades, tido aquí definido) se halla vinculado con impor- El Cuadro 2 muestra la composición del ni- aparece como la fuente generadora de un tipo
433 millones, 1947); “Fabril Financiera” (12 sociedades, tantes grupos internacionales: un conocimiento vel superior. Según nuestras estimaciones, la de burguesía profesional e intelectual carac-
185 millones, 1947); “Duperial” (4 sociedades, 116 mi- adecuado de este sector sería entonces de suma terístico de la sociedad actual. Tiene mucha
burguesía media, que es la denominación ge-
llones, 1947); “Sedalana” (6 sociedades). Un trabajo an-
importancia para el estudio de la estructura eco- neralmente empleada para designar a este gru- importancia destacar, por último, que más de
terior publicado por Paz (1939) proporcionaba aproxi-
madamente los mismos datos. Alberdi (1949) menciona nómica; desgraciadamente, aquí tampoco se po- po, representaría un 6,6% sobre el total de la la mitad de esta parte de la burguesía media
además el grupo “Dodero” y los grupo “Leng Roberts” seen datos u otros u otras referencias que puedan población activa. Su composición difiere con- aparece trabajando en relación de dependen-
(19 sociedades), “Tornquist” (13 sociedades), “Braun- considerarse completas y satisfactorias.4 siderablemente de la que hemos observado en cia (27%) está compuesta de “funcionarios”
Mendéndez Behety” (15 sociedades), vinculados entre (en sentido amplio) y que incluso aquellos que
la alta burguesía. Aquí el sector primario –las
sí y copartícipes de otro conjunto de 9 sociedades.
Posteriormente a la fecha de realización de esta inves- 4 Solo en algunos casos hay datos oficiales, pero in- actividades agropecuarias– pasan a segundo o formalmente se consideran “autónomos” (las
tigación, cabe señalar la desaparición del grupo Bem- actuales (por ejemplo, sobre las inversiones norteame- tercer término. Entre los autónomos, son los profesiones liberales propiamente dichas), es
berg, en gran parte transferido al conjunto de empresas ricanas): una bibliografía relativa a algunos estudios y propietarios y patronos de comercios y servi- decir el 18%, gozan acaso de una independen-
nacionalizadas (D.I.N.I.E.), que hoy ocupan un lugar fuentes que pueden utilizarse al respecto, se halla en cios los que ocupan el primer lugar; y el sector cia en cierta medida ficticia, por lo menos en
de considerable importancia en las industrias del país Fuchs (1951: 112-113). El censo de inversiones extran- tanto su actividad se relacione con cierto tipo
(muy superior al que indicaban los datos del IV Censo jeras (1953) podrá favorecer investigaciones más fun-
Nacional); y la nacionalización de los transportes ma- dadas. Sin embargo, aun con este censo subsistirán las
de “público” o con organizaciones vinculadas
rítimos (creación de la Flota Mercante), que afectó al dificultades principales: cuáles empresas están afecta- (sobre un plano nacional e internacional), alcance del a determinados sectores de la estructura eco-
grupo “Dodero”. das, cuál es la naturaleza de los vínculos que las unen control ejercido, y otros datos. nómica.
156 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 157

Cuadro 2. Composición de la clase media superior (cifras por 100 personas económicamente activas inclui- pasado, subsiste su importancia como “círculo terciario. La pequeña burguesía, en las socieda-
das en esta clase)* de opinión” dotado de un notable peso dentro des industriales de la actualidad, y por lo tan-
Sectores de Autónomos Dependientes de la sociedad, un peso por cierto superior al de to también en la Argentina, se compone sobre
Total
Actividad Categorías % Categorías % su mera proporción cuantitativa e incluso de su todo de empleados y una buena proporción de
Propietarios y patronos poder económico. Por ello insistimos en seña- ellos corresponde a las entidades públicas. Es-
Primario 16,0 Jefes, técnicos y universitarios 1,0 17,0
agropecuarios lar la contrastante composición que esta clase tos “proletaroides” y “obreros de cuello duro”,
Secundario Propietarios y patronos industriales 14,0 Jefes, técnicos y universitarios 7,0 21,0 posee en nuestro país, en comparación con la como se los suele llamar, constituyen, justamen-
Propietarios y patronos del Jefes, técnicos y universitarios, clase alta: trátase de una burguesía media com- te a causa de su ambigua posición dentro de la
Terciario 21,0 19,0 58,0
comercio y servicios públicos y privados puesta en sus cinco sextas partes por industria- sociedad, un grupo de difícil ubicación. Conjun-
Profesiones liberales 18,0 les, comerciantes, profesionales, funcionarios tamente con otros grupos de la pequeña burgue-
Sin especificar Rentistas 4,0 4,0 y altos técnicos, y tan solo en un sexto por pa- sía llegaron a constituir en ciertos países la masa
Total 73,0 27,0 100,0 tronos agropecuarios, que en cambio son el nú- de maniobras de movimientos totalitarios con
cleo más poderoso de la alta burguesía. No hay signo antiobrerista; su evolución más reciente,
Estimaciones. Véanse Capítulos 10, 11 y 12.
duda de que este hecho tiene gran importancia especialmente en la segunda postguerra, parece
en la historia política y social del país, sobre en cambio llevarlos a la adopción de actitudes
La composición social del nivel superior de la política y social de su país. En la actualidad no todo cuando se piensa que la composición de la similares a las de los obreros (especialmente en
clase media tiene cierta importancia para la di- puede negarse que su influencia en este sentido pequeña burguesía, cuya acción y orientación lo relativo a organización sindical, legislación
námica de aquello que los escritores liberales (como síntesis de la “opinión pública”) ha dis- en ciertos casos suele identificarse con la de la del trabajo, etc.).6 De cualquier manera, en las
del siglo pasado acostumbraban denominar “la minuido, o que por lo menos ha llegado a ser burguesía media, es también muy similar: tres varias –y a veces opuestas– manifestaciones de
opinión pública”. Antes de la actual época de compartida con las masas,5 sin embargo, aun cuartas partes corresponden a los sectores de la crisis de estado liberal burgués, este grupo (y
“democracia de masas” –según la terminología cuando en un sentido más limitado que en el la industria, comercio y servicios, y un cuarto a en parte todo el nivel de la “pequeña burguesía”)
y el significado que la asigna Mannheim (1945: la agricultura y ganadería. Agréguese que este
Parte I, Párr. 2º)–, es decir antes que aparecie- sector es más débil económicamente, y se ha- 6 Esta evolución es perceptible en muchos países y
ran como factores significativos en la vida polí- 5 Esto no significa que en la “democracia de masas llan disperso en zonas rurales. (ver cuadro en también en la Argentina. Por ejemplo, el recurso a la
tica y social los grandes núcleos de la clase me- (en el sentido que aquí se le da) la influencia que estas página siguiente). huelga, anteriormente casi desconocido o muy raro, se
dia inferior y sobre todo de las clases popula- ejercen se verifique en beneficio de las masas mismas: La característica esencial del nivel inferior ha hecho bastante frecuente en Europa. Hasta en los
determinados grupos pueden utilizar para otros fines Estados Unidos, donde la ideología individualista y el
res, esta burguesía media sintetizaba realmente esa base humana. Es lo que ha ocurrido en las varias
de la clase media es el predominio absoluto de mito del self made man representaba el ethos caracte-
toda la “opinión pública”, contribuyendo a for- formas de totalitarismo, fundado en las masas pequeño- los grupos dependientes (más del 50%) y el he- rístico de este grupo, se observan cambios radicales.
mar a veces de manera decisiva la orientación burguesas o en las proletarias. cho que más de la mitad se origine en el sector Véase por ejemplo Shkarman (1952: 1-25).
158 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 159

Cuadro 3. Composición de la clase media inferior. Cifras por 100 personas económicamente activas inclui- Gráfico 2. Distribución de la población activa en cuatro niveles económico-sociales.
das en este nivel* Clase Alta
Sectores de Autónomos Dependientes
Total Clase Media Sup.
Actividad Categorías % Categorías %
Clase Media Inf.
Pequeños propietarios y patronos
Primario 23,9 Empleados subalternos 1,2 25,1
agropecuarios Clases Populares
Secundario Pequeños industriales y artesanos 7,1 Empleados subalternos 6,0 13,1
Las clases populares representan el 59,8% de la población activa; las clases medias el 39,5 y la clase alta el 0,7.
Pequeños comerciantes y patronos Empleados subalternos (públicos y
Terciario 14,3 37,2 51,5
de empresas de servicios privados)
Patronos varios y pequeños rentistas 3,1 Jubilados y varios 7,2 10,3 aquí también de clases populares, más que de manera apreciable en el orden del psicoso-
Sin especificar clase popular al singular, para subrayar cier- cial, con actitudes y formas de obrar y pensar
Total 48,4 51,6 100,0 ta heterogeneidad que existe o puede existir muy distintas para cada estrato de las clases
en su seno. Por cierto se trata de una masa populares, sin embargo no dudamos de que
* Léanse estimaciones en Capítulo 10, 11 y 12.
más homogénea de las que hemos encontra- ciertas diferencias deben existir y que sería
do en los otros niveles sociales. Sin embar- posible observarlas en su historia política y
puede llegar a desempeñar papeles estratégicos significado dentro de la estructura social se des- go, es necesario advertir que tal homogenei- gremial, aun cuando sus efectos sean menos
(aunque pasivos o por lo menos no necesaria- tacará con mayor claridad. Recordemos por úl- dad surge en parte de nuestra incapacidad claros y marcados que los provocados por las
mente activos), y por lo tanto su volumen numé- timo que, como se verá, el grupo de los emplea- para poner de relieve con mayores detalles diferenciaciones existentes en las otras cla-
rico dentro del conjunto de la población tiene dos (en ambos niveles) es el que experimenta sus diferenciaciones reales. No poseemos ses sociales.
considerable importancia. Además, es esencial el mayor incremento desde comienzos del siglo. medios para discriminar entre obreros es- Uno de los atributos que posee mayor
advertir que su concentración en las zonas ur- (ver gráfico en página siguiente) pecializados y semiespecializados, y peones importancia para la correcta ubicación de
banas le otorga un peso mucho mayor de lo que o personal no especializado, tampoco pode- las clases populares dentro de la estructu-
haría suponer su mera proporción dentro del mos discriminar entre el personal obrero con ra social del país, es, conjuntamente con
total. Después de los obreros, son el grupo más Las clases populares funciones de supervisión y el resto. Algunas su volumen numérico, el grado y la forma
numeroso y, conjuntamente con ellos, repre- de estas subdivisiones las hemos podido esti- de su concentración, no solo en determina-
sentan casi el 80% de la población activa de las Las clases populares representan el 60% de la mar para el sector industrial, pero carecemos das regiones geográficas del país, o en las
zonas urbanas. Si a esto se agrega el hecho de población activa o con recursos propios; son, de datos para los demás. Es posible que en la zonas urbanas más que en las rurales, sino
su concentración preferente en ciertas regiones por lo tanto, la categoría social más poderosa Argentina las diferencias de nivel económico también en cuanto a las dimensiones de las
geográficas (Gran Buenos Aires y Litoral), su desde el punto de vista numérico. Hablamos y de tipo de ocupación no se traduzcan de unidades económicas en que desempeñan
160 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 161

sus actividades. Lo que interesa aquí, es su categorías de las clases populares, de acuerdo Cuadro 4. Grado de concentración de los trabajadores en los tres grandes sectores de actividad. (Cifras por
densidad dinámica, 7 es decir la intensidad con el grado de concentración en cada empre- 100 personas incluidas en las clases populares)*
de sus contactos e interacción, traducibles sa. (ver cuadro 4 en página siguiente). Grado de concentración
Prevalentemente Pervalentemente
Sin
en una conciencia y en una acción comu- Solamente para el sector industrial se poseen da- Industria urbano Comercio Total rural Total
por empresa determinar
y servicios agropecuarios
nes, menos fácilmente inducibles donde la tos precisos (ya indicados en el capítulo II); para
dispersión material y psicosocial impide o los demás es necesario valerse de estimaciones Alta (100 o más obreros
11,4 7,4 18,8 ? – 18,8
aprox.)
dificulta los contactos. basadas sobre el promedio general de obreros
La densidad dinámica tiene por supuesto por empresa (donde se conoce su número) o Media (de 10 a 200
8,5 3,5 12,0 ? – 12,0
importancia en la morfología de todas las cla- por patrón. El cuadro, en el que se resumen es- obreros aprox.)
ses sociales, y en este sentido no hemos dejado tas estimaciones, ofrece una visión muy clara del
de tenerla en cuenta en cada caso; sin embargo, grado y la forma de concentración de las clases Baja (menos de 10
4,3 3,0 7,3
obreros aprox.) 25,0 3,8 60,9
en las clases populares este hecho representa el populares. De los tres grandes sectores, el indus- 8,8 16,0 24,8
Único dependiente (aprox.)
eje de una verdadera transformación cualitativa: trial proporciona la mayor cantidad de obreros,
grupos dotados de diferente densidad dinámica y es también el que posee el núcleo con más alto “Cuenta propia” 3,7 2,7 6,4 1,7 0,2 8,3
son sociológicamente muy distintos; su con- grado de concentración (más de 100 obreros por Total 36,7 32,6 69,3 26,7 4,0 100,0
ciencia y su acción variarán notablemente en empresa), que solo comparte con una pequeña
Estimaciones basadas en los datos expuestos en los capítulos 10, 11 y 12.
función de esa característica. proporción de obreros del sector secundario (fe-
Con respecto a este rasgo, nos hallamos una rroviarios, comunicaciones y dependencias na-
vez más con el hecho que la diferenciación en cionales en general). A poco más de una décima
los tres grandes sectores de actividad –pri- parte de los obreros puede atribuirse una concen- considerable proporción de personal transito- en zonas urbanas, y que –especialmente para las
maria, secundaria y terciaria– tiene un papel tración media (10 a 100 por empresa), y también rio y su dispersión geográfica, le corresponde actividades industriales– una altísima proporción
esencial. La densidad dinámica es, en efecto, aquí son las industrias que dan el mayor contin- un grado bajo de “densidad dinámica”. se condensa en la zona del Gran Buenos Aires.
mínima en el caso de los trabajadores del agro gente, seguidas por otros obreros del transporte De este modo, más de un 70% de las clases po- Por ejemplo, la Capital Federal y la Provincia de
y máxima en los obreros industriales, o por lo y dependientes municipales); todo el resto de las pulares trabajarían en condiciones de baja o nula Buenos Aires reúnen el 75% de los trabajadores
menos cierta parte de ellos. Desde este punto clases populares trabaja en pequeña empresas concentración por empresa, mas el hecho de su industriales correspondientes a los establecimien-
de vista hemos tratado de clasificar a las varias artesanales o en forma casi individual; poco más distribución geográfica y su residencia urbana o tos con 100 o más obreros; y por lo que se refiere
del 8,3% ejerce oficios “por cuenta propia”. rural modifica de manera decisiva el significado de a los trabajadores de servicios y transporte tienen
Aunque no poseemos datos que nos permitan estas proporciones. En efecto, no olvidemos que valor análogas consideraciones. No hay duda de
7 Según la terminología de E. Durkheim. estimar la concentración de los trabajadores, la el 70% casi de las clases populares se condensa que la densidad dinámica es mayor que la mera
162 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 163

concentración demográfica, y este hecho otorga a diferencial, en efecto, es la presencia o la ausen- ciudad y en general en la región urbana del Gran la más alta proporción a patronos industriales
las clases populares pertenecientes a los sectores cia de una clase media dotada de suficiente vo- Buenos Aires, que se da también la más alta can- y de comercio y servicios, y, sobre todo, a los
más “densos”, ubicadas en la zona del Gran Bue- lumen numérico dentro de la población activa. tidad de obreros industriales. fuertes núcleos de “empleados” y otros depen-
nos Aires, un particular significado dentro de la Coexisten en la Argentina a este respecto Con una alta proporción de clases medias dientes (que oscilan alrededor del 15%). El vo-
estructura social del país. tres tipos de estructura social: uno más evolu- (más de las dos quintas partes de la población lumen de esta categoría, que tanto gravita en
cionado (en el sentido de más próximo al tipo activa) siguen las provincias del Litoral (ex- la formación de las clases medias, se halla en
de las sociedades urbanas occidentales) en que cepto Corrientes), Mendoza, y luego un grupo estrecha correlación con la importancia de las
Variaciones regionales las clases medias poseen un volumen numérico de provincias y territorios más bien rurales: actividades secundarias y sobre todo tercia-
en la estratificación social elevado; y otro menos evolucionado en el que Eva Perón, Misiones, J. D. Perón, Río Negro y rias. El índice de correlación entre porcentajes
prácticamente no cabría hablar de “clases me- Formosa. Estas últimas zonas corresponden de clase media dependientes y población ocu-
La estructura de clases presenta marcadas di- dias” pues estas, a pesar de su existencia formal, al tercer tipo, con un fuerte núcleo de patro- pada en la industria es de 0,66 y con respecto a
ferencias en las diferentes zonas del país. Este no alcanzan todavía el límite crítico que las co- nos agropecuarios, cuya proporción supera en la actividad terciaria de 0,84. No olvidemos que
hecho introduce cierto carácter de irrealidad loca entre los grupos socialmente significativos. todos los casos el 20% de la población activa, en este sector se cuenta la administración pú-
en las cifras que se refieren a todo el territorio, Además hay un tercer tipo, en el que se da una mientras en las provincias del Litoral y en Men- blica, cuya proporción (empleados y obreros)
y es por ello que, neesariamente, hemos debido notable proporción de clase media, pero cuya doza tal categoría es muy reducida y el volu- en cada provincia es muy considerable, como
aludir con mucha frecuencia a las variaciones composición –prevalentemente rural– difiere de men que alcanzan las clases medias se debe a ya se vio en un capítulo anterior.
regionales de la estratificación social. Tales va- la del primer tipo. Los casos extremos de la pro-
riaciones no son sino otro aspecto de esa dife- vincia de Córdoba y de Jujuy ilustran las dos for-
renciación que ya estudiamos en el orden de- mas indicadas en primer término: en la prime- Cuadro 5. Composición de las clases sociales en provincias y territorios. 194712
mográfico, y en parte en el económico, al exa- ra las clases medias representan el 43,8% de la Clases Sociales Patronos sociales Clases populares
minar la distribución de la población activa. población activa, en la segunda el 21,2. También Clase
Comercio Total Profesio- Ind., Com.
En este análisis debemos renunciar a las dis- podría tomarse como ejemplo la Capital Fede- Regiones Medias Agrope- Industria- media Agrope-
y
Populares y nes
criminaciones más finas que hemos realizado ral, pues justamente esta oposición correspon- (y alta) cuarios les depen- cuarias
servicios liberales Servicios
diente
al estudiar la estratificación social del país en de también al contraste entre estructura urbana
conjunto. Utilizaremos, pues, el esquema más y estructura rural. En esa ciudad las clases me- Capital
45,4 54,6 0,3 3,7 7,5 11,5 2,2 30,0 0,2 54,4
Buenos Aires
somero de la diferenciación en dos grupos (cla- dias alcanzan su máxima proporción (45%) con
Gran
ses medias, incluyendo alta, y clases populares), el característico predominio de los “empleados” 41,9 58,1 0,6 3,8 7,1 11,5 1,9 27,0 0,8 57,3
Buenos Aires
esquema suficiente a los fines de una caracteri- públicos y privados, que se acercan a casi una
Litoral 41,5 58,5 13,7 3,3 6,6 23,6 1,0 15,5 21,6 36,9
zación de las diferencias regionales. El elemento tercera parte de la población activa. Es en esta
164 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 165

Clases Sociales Patronos sociales Clases populares Clases Sociales Patronos sociales Clases populares
Clase Clase
Regiones Comercio Total Profesio- Ind., Com. Regiones Comercio Total Profesio- Ind., Com.
Medias Agrope- Industria- media Agrope- Medias Agrope- Industria- media Agrope-
Populares y nes y Populares y nes y
(y alta) cuarios les depen- cuarias (y alta) cuarios les depen- cuarias
servicios liberales Servicios servicios liberales Servicios
diente diente
Buenos Aires 41,2 58,8 12,7 3,5 6,7 22,9 0,9 16,1 23,7 35,1 Eva Perón 44,9 55,1 21,6 3,7 6,3 31,6 0,8 11,7 28,8 26,3
Santa Fe 41,6 58,4 13,0 3,3 6,1 22,4 1,6 16,5 21,1 37,3 Neuquén 33,4 66,6 12,1 1,8 4,0 17,9 0,3 15,0 26,4 40,2
Entre Ríos 40,7 59,3 16,6 2,6 6,5 25,7 0,8 13,3 20,6 38,7 C. Rivadavia 32,0 68,0 6,1 1,4 5,1 12,6 0,6 18,3 12,9 55,1
Corrientes 35,8 64,2 16,8 2,1 5,2 24,1 0,5 10,7 27,5 36,7 Río Negro 39,6 60,4 18,9 3,2 5,6 27,7 0,7 10,7 26,4 34,0
Córdoba 43,8 56,2 14,5 3,7 7,6 25,8 1,2 15,3 17,2 39,0 Chubut 50,4 49,6 15,9 1,8 4,7 22,4 0,7 26,9 27,4 22,2
Noroeste 29,9 70,1 9,6 2,0 4,2 15,7 0,6 13,4 24,6 45,5 Santa Cruz 32,3 67,7 8,6 1,5 5,1 15,2 0,7 16,2 33,7 34,0
Catamarca 29,1 70,1 10,8 1,9 3,0 15,7 0,5 12,6 26,1 44,8 Tierra del
21,9 78,1 2,6 1,1 3,0 6,7 0,2 14,8 29,2 48,9
Fuego
Tucumán 28,0 72,0 5,6 1,4 4,1 11,1 0,8 15,8 23,2 48,8
Santiago
33,6 66,4 14,3 2,4 5,1 21,8 0,5 11,1 25,8 40,6
del Estero
La Rioja 35,0 65,0 12,8 1,9 4,4 19,1 0,3 15,1 24,1 40,9 El aumento de las clases medias que se regis- cuerda la variable composición de las clases
Salta 32,8 67,2 12,1 2,9 4,3 19,3 0,2 12,7 24,9 42,3 tra a medida que se pasa de las zonas más ru- medias– que en la Capital Federal, con una
Jujuy 21,2 78,8 5,0 1,2 3,2 9,4 0,2 11,2 25,6 53,2
rales a las más urbanas e industrializadas, se proporción mínima de patronos (poco más
Centro y
debe entonces a esta categoría de dependien- de la décima parte de la población activa) se
39,6 60,4 11,8 3,8 6,2 21,8 0,8 16,4 20,3 40,1 tes, cuya posición ambigua dentro de la es- da la más alta proporción de pequeña y me-
Oeste
San Juan 37,6 62,4 11,6 3,0 5,6 20,2 0,2 16,4 23,3 39,1 tructura social no hemos dejado de destacar. dia burguesía.
San Luis 34,8 65,2 10,6 2,2 5,0 17,8 0,9 15,4 24,1 41,1 Debido a este hecho es importante insistir En aquellas zonas adonde, además de
Mendoza 41,6 58,4 12,2 4,5 6,7 23,4 0,6 16,7 18,1 40,3
sobre la opuesta composición de las clases carecerse de una industria medianamente
Nordeste 37,4 62,6 21,2 2,5 3,7 27,4 0,4 9,2 34,2 28,4
medias en las zonas prevalentemente rurales desarrollada, el régimen de la tierra es tal
y en las urbanas. Mientras en las segundas, que el número de patronos rurales resulta
J. D. Perón 35,9 64,1 20,2 2,2 3,6 26,0 0,4 9,3 39,0 25,1
el núcleo más numeroso está compuesto por escaso, las clases medias se ven reducidas a
Misiones 39,6 60,4 23,2 3,1 3,9 30,2 0,4 8,7 26,8 33,6
“dependientes”, en las primeras se integra su mínima expresión. Tal es el caso de la re-
Formosa 38,3 61,7 21,0 2,6 3,9 27,5 0,4 10,2 31,4 30,3
por “patronos”. Por ello se puede observar el gión del noroeste argentino, prácticamente
Sur 40,0 60,0 16,1 2,7 5,3 24,0 0,7 14,8 26,2 33,8
caso –en apariencia paradójico, si no se re- en todas las jurisdicciones que la integran.
166 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 167

Gráfico 3. Estructura de las clases en las diferentes jurisdicciones del país Sus clases medias no alcanzan en conjunto Bibliografía
al 30% de la población activa, y en ciertas
Clases populares Clases Medias (y alta)
provincias como Jujuy, Catamarca y Tucu- Guía de Sociedades Anónimas,
Ciudad de Buenos Aires mán bajan a porcentajes menores aun. Responsabilidad Limitada y Cooperativas
Eva Perón La contrastante estructura de clases de las di- 1950 (Buenos Aires)
Córdoba ferentes regiones del país se refleja en muchísi- Paz, R. 1939 “s/d” en Argumentos (Buenos
Gran Buenos Aires mos aspectos de la vida asociada. El ejemplo de Aires) febrero.
Santa Fe la opuesta estructura demográfica de las varias Alberdi, P. G. 1949 Por qué está en crisis la
Mendoza zonas es tan solo una expresión de esa interde- economía argentina (Buenos Aires: Anteo).
Buenos Aires pendencia: su estudio en otros órdenes ofrece Fuchs, J. 1951 Los trusts yanquis contra
Entre Ríos al investigador un rico repertorio de temas de la Argentina (Buenos Aires: Ed.
Misiones
singular importancia, no solamente para el co- Fundamentos).
Río Negro
nocimiento de la realidad social del país, sino Mannheim, K. 1945 Libertad y Planificación
Formosa
también como contribución teórica con respec- (México: Fondo de Cultura Económica).
San Juan
to a las correlaciones entre estructura social y Shkarman, V. 1952 “Status and ideology of
J. D. Perón
Corrientes
características objetivas y psicológicas de la so- office workers” en Science and Society
La Roja
ciedad. (s/d) XVI.
San Luis
Santiago del Estero
Neuquén
Salta
C. Rivadavia
Catamarca
Tucumán
Jujuy

La estructura social varía considerablemente en las distintas provincias y territorios.


Clase social subjetiva e indicadores
objetivos de estratificación* **

Gino Germani

I latinoamericanas” fueron incluidas dos pregun- A continuación se indican algunas situaciones a las que puede pertenecer una persona. Elija la
tas sobre autoafiliación a clase social. En este situación a la cual usted pertenece (marcar una sola):
En la investigación comparativa sobre “Estrati- trabajo se realizan algunos análisis relativos a los Gente acomodada Clase alta Gran Burguesía o Aristocracia
ficación y movilidad social en cuatro ciudades resultados obtenidos en base a una de ellas. Los Gente modesta Clase media Burguesía
datos que se comentan confirman ciertas relacio- Gente Humilde Clase popular Proletariado
nes reiteradamente observadas y en particular la
* Este trabajo se basa en los datos reunidos para la
investigación sobre Movilidad y estratificación social existencia de cierto grado de correlación entre
en cuatro ciudades latinoamericanas, realizadas bajo “indicadores objetivos” de estratificación y au- Al presentar de este modo se quiso explotar en hacia una u otra alternativa, algunos aspectos
los auspicios del Centro Latino Americano de Pesquisas toafiliación a clase. Nuestro propósito principal primer lugar la percepción que cada entrevista- de la autoafiliación.1
em Ciencias Socias, y bajo la dirección de los profeso- es aquí, sin embargo, no solamente el de dar a do podía tener (o no tener) de su nivel social:
res I. Ganón (Universidad de Montevideo), G. Germani
(Universidad de Buenos Aires), E. Hamui (Universidad
conocer dichas correlaciones para la población subsidiariamente se pensó ofrecer tres diferen-
del área metropolitana de Buenos Aires, lo que tes terminologías (la primera más orientada ha- II
de Chile), P. Accioly-Borges (Centro, Río de Janeiro).
En la encuesta de Buenos Aires se utilizó una muestra hasta ahora no se había hecho, sino también la de cia lo “económico”, la segunda hacia una esca- En cuanto a los indicadores “objetivos” in-
aleatoria de áreas, entrevistándose 2078 jefes de fami- explorar, sobre la base de estos datos, algunos de la de “prestigio” expresada en los estereotipos cluidos en la investigación, se han utilizado
lia. Los detalles pueden verse en Germani (1962). los supuestos e implicaciones de tales correlacio-
El presente artículo ha sido realizado con la colabora-
verbales supuestamente más comunes y la ter- aquí únicamente: el Nivel Económico Social
ción del Consejo Nacional de Investigaciones Científi-
nes, supuestos que a menudo son considerados cera dotada de ciertas connotaciones ideológi- (NES), el Nivel Ocupacional (NO), el Nivel
cas y Tecnológicas. “obvios” y por lo tanto excluidos del análisis. cas). Se esperaba que de este modo por un lado Educacional (NE), el Nivel de Ingresos (NI),
** Germani, G. 1963 Clase social subjetiva e indica- En la pregunta utilizada, se solicitaba al en- el entrevistado fuese menos constreñido por
dores objetivos de estratificación (Buenos Aires: Insti- cuestado que indicara, eligiéndolo entre una las alternativas terminológicas ofrecidas (que
tuto de Sociología, Departamento de Sociología, Facul- serie de nueve términos, cuál entre ellos le pa- 1 Esta pregunta fue sugerida por K. Silvert, habiendo
tad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, notoriamente afectan la respuesta en este tipo
sido utilizada previamente por él en una encuesta reali-
Trabajos e Investigaciones del Instituto de Sociología, recía corresponder a su propia situación social. de preguntas), por el otro se abría alguna posi- zada en Guatemala. En la encuesta sobre estratificación
Colección Datos, 3) 26 pp. El texto preciso empleado fue el siguiente: bilidad de analizar a través de las preferencias se le dio una formulación algo distinta.
170 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 171

el Nivel de Vivienda (NV), el Nivel Ocupacio- pondientes al sujeto (excluyendo es decir los truir el NES 3, se aplicó como puntaje al pun- solo en algunos casos los nuevos indicadores,
nal y el Nivel Educacional de padre del sujeto del padre). to percentilar medio de cada categoría en cada así como el nuevo índice NES 3.
(NOp y NEp). El NES convenido por los equipos incluía indicador, promediándose luego, sin ponderar,
En la encuesta de Buenos Aires el Nivel de una ponderación (3 para ocupación, 2 para estos puntajes. Como resultado el NES 3 señala
Vivienda fue construido sobre la base de una se- los demás indicadores), este índice fue deno- la posición promedio que cada individuo ocupa III
rie de indicadores simples: el Tipo de Vivienda minado NES 1. En Buenos Aires se construyó con relación a la distribución de los cuatro in-
(TP), que correspondía a una clasificación de las además otro índice de NES, del que se excluyó dicadores de base. El NES 3 está expresado en Antes de iniciar el análisis de nuestros resulta-
viviendas realizada por medio de una evaluación la ponderación y que se basa sobre una escala un puntaje que va teóricamente de 1 a 100 (en dos será conveniente señalar sus límites, den-
exterior (se utilizó a tal efecto una tipología, de prestigio ocupacional modificada.3 Este ín- la práctica de 3 a 97), y que por lo tanto ofre- tro de la problemática relativa a la cuestión que
previamente validada, y aplicada por medio de dice fue llamado NES 2. Por fin se construyó ce mucho más posibilidades de categorización nos ocupa.
fotografías tipo); el tamaño de la vivienda, nú- un tercer índice del nivel económico-social (el que los índices basados sobre unas pocas ca-
mero de habitaciones, de dormitorios, relación NES 3) que requirió una reclasificación de los tegorías fijas; además es posible categorizarlo a. La autoafiliación constituye uno de los po-
habitaciones-personas, dormitorios-personas; la índices de base y permitió varias elaboracio- en términos de la distribución de frecuencia, lo sibles indicadores de la identificación del
cantidad y calidad de las posesiones en bienes nes. Por ejemplo, la división en categorías en que puede ser conveniente en algunos casos.5 sujeto con una clase dada, lo que implica a
de consumo durables de la familia, inclusive au- cada escala de los indicadores (que se supuso Debe recordarse que de esta operación resulta- la vez la percepción que el tiene del sistema
tos, etc.; la existencia de personal de servicio y constituía un continuum) fue practicada de ron nuevos indicadores de ocupación, vivienda de estratificación y de su propia posición
otros elementos. De este modo, mientras el Tipo manera que los cortes en la serie de frecuencia educación (NO2, NO3, NE2, NV2). dentro del mismo. Con relación a ello se
de Vivienda correspondía al indicador común acumuladas cayera a la misma altura (aproxi- En este trabajo se han utilizado los indicado- plantean problemas relativos por un lado a
convenido por los equipos, el Nivel de Vivienda madamente en los mismos percentiles) en cada res “objetivos” convenidos por los equipos, y su validez como indicador, y por el otro con
constituyó prácticamente un índice del nivel y una de las cuatro escalas.4 Además, para cons- relación al fenómeno mismo de la auto-iden-
tipos de consumo (o estilo de vida). tificación. Además, tratándose de estudiar la
Los demás indicadores fueron construidos cepción del correspondiente a ingreso que debió que- relación entre este fenómeno y los indicado-
de acuerdo con las escalas convencionales de 3 Se utilizaron a tal efecto los resultados de en- dar invariado. res “objetivos” de estratificación, se suscitan
siete puntos (crecientes de uno a siete) acorda- cuestas sobre prestigio ocupacional, que aunque no 5 Este procedimiento resultó en realidad una espe- los problemas relativos a la validez de estos
das por los equipos nacionales.2 El NES resultó correspondieran siempre de manera precisa a los cie de sub-producto de la construcción de un índice de últimos.
Grupos Ocupacionales incluidos en la investigación,
del promedio de los cuatro indicadores corres- Congruencia de Status (CS) realizada de acuerdo con b. La validez de la autoafiliación como indica-
permitieron controlar algo la escala decidida en Mon- la técnica aconsejada por Lensky (1954: 405-413). Una
tevideo. dor de la percepción de clase dependerá de
descripción detallada del procedimiento se halla en G.
2 En la reunión de Montevideo. Cf. documento Nº 10 4 La reclasificación fue operada a base de otros in- Germani: Estratificación y Movilidad Social en Bue- varios elementos tales como el significado de
publicado en América Latina (a aparecer). dicadores objetivos incluidos en la encuesta con la ex- nos Aires, Instituto de Sociología (en publicación). los términos empleados en la autoafiliación;
172 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 173

el grado en que tal significado coincide o no casos en los que no se da esta circunstancia la nitidez de la diferenciación y el carácter cia (por ejemplo congruencia promedio, pro-
entre los individuos que los usan; la corres- la autoafiliación no podría constituir un indi- continuo o discontinuo que asuma el siste- porción de individuos de congruencia alta u
pondencia que puede haber (o no haber) en- cador válido. ma. La nitidez es un efecto del grado en que otra medida), mayor visibilidad del sistema.
tre el uso de determinado estereotipo verbal c. La noción misma de auto-identificación, es coinciden en los mismos individuos niveles La congruencia a su vez será un efecto de
(el término usado), la auto-identificación a decir, el fenómeno, se trata de observar por equivalentes en cuanto a los criterios o di- distintos procesos entre los cuales mencio-
clase (en sentido psicológico). Es bien sabi- medio del indicador mencionado, ya que po- mensiones de estratificación vigentes en la namos el grado de movilidad social ya sea
do que la situación de entrevista, el carácter see una serie de implicaciones que deben ser sociedad de que se trata (prestigio ocupacio- como movilidad de reemplazo, ya sea movili-
de la pregunta (desde un grado máximo de recordadas. nal, educación, poder, etc.). La nitidez es una dad por cambio de estructura.
estructuración, como cuando solo se ofre- En efecto puede suponerse que la posibili- condición necesaria de la visibilidad, pero no e. Un segundo elemento relacionado con la es-
cen términos fijos para la autoafiliación, al dad de la auto-identificación dependa de una es suficiente, pues aunque existiera una con- tructura del sistema, aunque no en el mismo
máximo de inestructuración, como cuando serie de factores relativos a la estructura so- siderable coincidencia en el sentido indicado, sentido que el anterior, es la posición que un
se omite hacer referencia a la palabra “cla- cial por un lado y de elementos individuales cierto grado de discontinuidad seguiría sien- individuo ocupa dentro del mismo. Sobre la
se”, con el fin de evitar toda sugerencia), los y situaciones por el otro. do necesario para que los diferentes estratos base de ciertas orientaciones teóricas y ob-
términos sugeridos, y en general el contexto d. Entre los elementos adjudicables a la estruc- pudiesen destacarse.7 Tal discontinuidad a su servaciones empíricas8 puede suponerse que
en que se da la autoafiliación, pueden ejercer tura social debemos mencionar en primer lu- vez, será un efecto –además que del grado de la percepción de sistema de estratificación
un efecto importante en la misma.6 Por otra gar el grado en que existe, en la sociedad en nitidez– de la distancia o desigualdad entre y auto-identificación es afectada por la posi-
parte aquí se suscita el problema de saber cuestión, una imagen institucionalizada del estratos: será mínima en donde toda la dife- ción ocupada por el sujeto: es decir varía la
hasta qué punto una identificación psicoló- sistema de estratificación social (esta puede renciación tienda a disolverse en una serie de perspectiva desde la que se percibe, y esto
gicamente real (es decir capaz de traducirse darse con suma claridad y nitidez como ocu- matices, pudiendo alcanzar obviamente una hace variar la percepción misma.
en una variedad de comportamientos) sea rriría por ejemplo cuando el sistema se acer- visibilidad mucho mayor en donde por el con- f. En cuanto a los factores individuales que-
necesariamente conciente y capaz de arti- ca a un tipo estamental, o bien puede resultar trario se dan cortes muy pronunciados entre remos recordar con ellos los efectos que
cularse sobre el plano verbal En aquellos casi inexistente como cuando predomina una un estrato y otro. El problema de la visibili-
ideología de tipo igualitario. En segundo lu- dad se conecta así con el de la congruencia
gar señalamos la visibilidad del sistema, que de status, pudiéndose suponer, en base a lo 8 No nos referimos tanto aquí a los supuestos genera-
6 Uno de los primeros en experimentar con cambios también puede variar considerablemente en dicho anteriormente, que a mayor congruen- les de la Sociología del Conocimiento, sino a los efec-
en la terminología con las consiguientes modificacio- distintas sociedades; tal visibilidad depende- tos restringidos a la percepción de clase, tal como por
nes en la respuesta fue Centers (1949: 76 y sigs.). Para ejemplo surge de lo que A. Davis y otros llaman “pers-
una reseña de conjunto concernientes a investigaciones
rá del grado de diferenciación entre los estra- 7 Una posible forma de definir operacionalmente los pectivas sociales” (ver Warner, 1949: 19) y a los demás
sobre el tema, Cf. Reissman (1959: 134-144 y 269-290); tos, es decir no ya de la desigualdad al nivel límites de clase y la discontinuidad en el sistema es la efectos de la posición tal como se observan incluso en
Barber (1957: Cap. 9); Kahl (1957: Cap. VI). individual, sino sobre todo de dos aspectos: que propone Landecker (1960: 868-877). los estudios sobre prestigio de ocupaciones.
174 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 175

puede ejercer la personalidad del sujeto no el grado en que este fenómeno se da en rela- sensibilidad las diferencias reales existentes las intercorrelaciones entre estos. Con otras
como expresión de un carácter social o per- ción a la clase social, y cuales son las condi- entre ellos. palabras, la auto-identificación en su grado y
sonalidad de status, sino como expresión ciones propias de la estructura social y de la Es posible que diferentes indicadores (o demás características puede estar condiciona-
de peculiaridades personales propias; como personalidad que lo favorece o bien lo debili- complejo de indicadores) registren distinto da por determinadas constelaciones de facto-
todo acto concreto, la percepción y la autoa- tan (Sherif y Cantril, 1947: 134 y sigs). grado de conexión y de “eficiencia predic- res. Y por supuesto algunos de ellos resultar
filiación de clase en este sentido es una ex- h. Por último el estudio de la relación entre tiva” con relación a la autoafiliación. Esta dominantes en determinadas circunstancias,
presión individual. autoafiliación e indicadores “objetivos” im- comprobación no podría por sí sola llevar- o quizás bajo cualquier circunstancia. Un
g. Por último, factores situacionales y acciden- plica el problema de la validez de estos últi- nos a la conclusión de que a mayor capaci- ejemplo simplificado de esta intercorrelación
tales pueden influir en la auto-identificación mos. Esta validez podría ser deducida lógi- dad predictiva mayor validez, a menos que no podría darse a través de la siguiente hipóte-
no solo en la situación ficticia de la entrevis- camente (y/o comprobada) a partir de una definamos ésta precisamente en términos de sis en la que tratamos de formular de manera
ta, sino también en las condiciones de la vida teoría general de la estratificación social; o la mencionada eficiencia predictiva. Además muy general las posibles relaciones entre los
real, en tanto se sabe que el mismo sujeto bien verificada pragmáticamente por me- esta cuestión se relaciona con el problema varios órdenes de factores: “Cuanto más alto
puede hacer variar los grupos de referencias dio de algún criterio externo, en la manera de unidimensionalidad o polidimensionali- el grado de institucionalización de la imagen
que emplea en la identificación de acuer- usual. De todos modos, no debería perderse dad de la estratificación, lo que por supuesto del sistema de estratificación, o bien cuanto
do con los cambios que se producen en la de vista el significado esencial de la correla- no es solamente un problema de verificación mayor el grado de visibilidad del mismo (o
constelación peculiar de circunstancias que ción que desea buscarse: se trata de saber si empírica, sino de enfoque teórico. bien cuando mayores ambos factores, proba-
caracterizan cada situación concreta (Bott, las circunstancias reales que caracterizan la i. A las consideraciones anteriores es necesario blemente intercorrelacionados), tanto mayor
1954: 259-286). Es claro que estas modifica- vida de los individuos, y su posición dentro agregar algunos otros comentarios. Es impor- la correlación entre indicadores válidos de
ciones ocasionales podrían ser consideradas de la sociedad se acompañan o no y en qué tante subrayar por ejemplo que sobre la base auto-identificación e indicadores “objetivos”
como poco importantes con relación a otro grado, y con qué precisión de la percepción de lo que se sabe al respecto, así como de in- válidos. Al mismo tiempo, en las condiciones
tipo de autoidentificación, que permanecie- de una jerarquía de posiciones y de su ubi- ferencias lógicas, es probable que los varios mencionadas tanto menor el efecto de otros
se invariado por debajo de las manifestacio- cación dentro de ella. El problema de la va- factores enumerados anteriormente y que se factores –personales y situacionales– sobre la
nes superficiales. Es decir, podrían aplicarse lidez, con referencia al tema que nos ocupa, supone influyen o pueden influir en la auto- auto-identificación. Una proposición de este
aquí algunas de las nociones bien conocidas se puede expresar en la pregunta de si los identificación, no actúan en forma aislada sino tipo –oportunamente articulada en hipótesis
relativas a las actitudes, distinguiendo dife- indicadores “objetivos” constituyen un sín- que registran entre sí grados variables de co- operacionales– requeriría investigaciones com-
rentes niveles más o menos profundos, más toma fiel de las circunstancias concretas que rrelación. Además es posible que el efecto de parativas en diferentes sociedades e indicado-
o menos arraigados en la personalidad del caracterizan la vida de los sujetos (y pueden cada factor sobre la auto-identificación resulte res específicos de la institucionalización, vi-
sujeto. O quizás, podría emplearse el con- influir en la identificación), y si son capaces modificado en mayor o menor medida por el sibilidad, etc. Pero algún estudio restringido a
cepto de ego-involvement y preguntarse por de traducir con veracidad y con suficiente grado en que se dan los demás factores y por una sola sociedad también podría ser posible,
176 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 177

comparando por ejemplo diferentes partes del sociedad global, del sistema de clase dentro utilizar: tales datos ponen limitaciones riguro- dores “objetivos” y la autoafiliación. Para ello
sistema de estratificación, dotadas por ejem- de la misma, de la posición de la propia clase sas al análisis. Lo que tenemos es por un lado hemos agrupado las nueve respuestas posibles
plo de mayor o menor nitidez, etcétera. y por fin del proceso histórico y el significado la distribución de las elecciones efectuadas en cuatro categorías considerándoselas de “ni-
j. También es conveniente señalar algunos de que el mismo tiene para la acción de la pro- por los encuestados con relación a una serie vel” análogo. La reclasificación empleada fue la
los límites de los conceptos de autoafiliación pia clase”; y tampoco a conciencia psicológi- de estereotipos verbales referidos a clase so- siguiente:10 (ver cuadros en página siguiente)
y de auto-identificación tal como han sido ca de clase, pues esta incluiría muchos más cial; por el otro la distribución de esos mismos Como puede verse en el Cuadro 1 la autoa-
empleados en este trabajo. El primero lo he- elementos sobre todo de carácter afectivo, individuos en función de ciertos indicadores filiación modal de los encuestados –dentro de
mos caracterizado como uno de los posibles siendo además posible otorgarle diferentes “objetivos”, en base a los cuales los podemos cada estrato de nivel económico-social similar–
indicadores de auto-identificación. Es decir, grados de extensión. Con todas estas nocio- clasificar en categorías presuntivamente carac- tendió a reflejar la posición del estrato mismo
tal como ocurre para cualquier variable o nes (auto-percepción, conciencia de clase en terizadas por determinadas condiciones eco- en la escala de posiciones objetivas construida
conjunto de variables, suponemos una serie sentido marxista, conciencia psicológica) no nómicas y sociales, jerarquizadas según ciertos convencionalmente por los investigadores. Esto
muy amplia de posibles indicadores. El pro- solo tienen conexiones lógicas sino que se criterios, que se estiman vigentes en la sociedad se da tanto para el NES 2 como para el NES 3, y
cedimiento de la autoafiliación tiene ciertas supone aislan fenómenos correlacionados estudiada. Muchos de los problemas señalados en cuanto al NES 1 cabe decir que resulta prác-
ventajas prácticas, y se presta con relativa o que guardan cierto grado de dependencia en los puntos enumerados arriba escapan por ticamente idéntico al NES 2 (coeficiente de co-
facilidad a la manipulación estadística, mas recíproca.9 En este sentido, sobre la base de completo a las posibilidades de análisis. Otros rrelación de rangos (Kendall): 0.971).
por otra parte presenta ciertas obvias limita- determinadas hipótesis acerca de tales rela- son susceptibles de ser analizados con cierta El NES 2 y el NES 1 incluyen seis categorías
ciones, algunas de las cuales han sido indica- ciones, sería posible formular inferencias a aproximación, utilizando la información dispo- pues la categoría 7 fue incluida en la seis, por
das en los párrafos precedentes. En cuanto partir de datos de auto-identificación, sobre nible. Nuestro propósito al realizar este estu- tener muy pocos casos (y lo mismo se hizo con
al concepto de auto-identificación, como se algunos de los otros fenómenos. dio es sobre todo el de sugerir nuevas hipóte- los demás indicadores). La frecuencia modal
sabe, ha sido empleado en la literatura con sis para investigaciones ulteriores. Sobre todo incluye más del 50% de los casos en cinco de
una variedad de significados. En el presente No sería posible –ni tampoco caería dentro de creemos posible aportar algunos materiales los seis niveles de NES 2 (yendo de un mínimo
contexto subrayamos que se ha querido ais- nuestros propósitos– tener en cuenta en este utilizables para una formulación más precisa de 55% en el estrato 2 hasta un máximo de 79%
lar con el mismo sobre todo ciertos aspectos trabajo esta vasta problemática. Ya se han in- de la proposición enunciada en el punto i). en el 5). La categorización en grupos de 10 pun-
cognitivos debiéndose en todo caso distinguir dicado anteriormente los datos que se piensa
netamente esta noción de la de conciencia de
clase. Parece claro que la autopercepción no IV 10 La disposición tipográfica en el cuestionario y tar-
9 La necesidad de distinguir claramente la noción de jetas empleadas facilitaban este mismo agrupamiento.
corresponde al concepto marxista definido, conciencia de clase como “conciencia psicológica” de Debe señalarse que en la categoría “Burguesía”, “Gran
como “conciencia antagonista fundada en una la noción más específicamente marxista, ha sido clara- En primer lugar determinaremos cuál es el Burguesía”, “Aristocracia” se autoclasificaron solamen-
evaluación “adecuada” de la estructura de la mente indicada por Lukacs (1960: 67 y sigs). grado de correlación entre los varios indica- te 14 sujetos.
178 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 179

Nivel bajo: “gente humilde”, “clase popular”; “proletarios” escala NES 3, la proporción de los que eligen V
Nivel medio-bajo: “gente modesta” términos bajos alcanza al 75% descendiendo re-
Nivel medio: “clase media”
gularmente hasta reducirse al 1% entre los indi- Como es obvio la forma de la distribución de-
“Gente acomodada o rica”, “clase alta”, “gran burguesía o aristocracia”,
viduos situados en el extremo opuesto es decir pende, además que de todos los demás factores,
Nivel alto: en el 10% superior de la distribución. Observa-
“burguesía” de los intervalos utilizados en la escala “objeti-
mos por otra parte que esta correspondencia va”: por ejemplo dicha distribución es diferente
Cuadro 1. Porcentajes de encuestados según el NES (2) y según el NES (3), de acuerdo con su autoafilia- entre escala “objetiva” y elección del estereoti- en el NES 3 en comparación con el NES 2. Pero
ción a clase. po verbal está muy lejos de ser perfecta, puesto de todas maneras no parece haber duda de que
Autoafiliación Autoafiliación que en cada estrato “objetivo” hay cierta pro- siempre que la escala objetiva tienda a reflejar
NES (2) Media N NES (3) Media N porción a veces muy importante de individuos el mismo fenómeno la forma de la distribución
Alta Media Baja Alta Media Baja “desviados” en relación a la autoafiliación mo-
baja baja tenderá a ser parecida a la observada en rela-
1 4 14 14 68 28 00 - 10 3 8 14 75 36 dal. La existencia misma de una “moda” clara- ción a los índices incluidos en el Cuadro 1.
2 - 15 30 55 735 11 - 120 - 12 26 62 166 mente discernible parece ser una función de Esto puede verse también con los coeficien-
3 1 39 32 28 687 21 - 30 - 14 28 58 296
la posición en la escala objetiva, pues tiende a tes incluidos en el Cuadro 2. No alcanzan valo-
4 1 66 20 13 387 31 - 40 - 16 32 52 256
desaparecer en sus posiciones centrales.11 res elevados pero revelan todos ellos la exis-
5 6 79 10 5 145 41 - 50 - 37 33 30 305 tencia de correlación. Las diferencias entre
51 - 60 - 42 31 27 220
ellos no son muy grandes y como, por otra par-
11 Esta distribución es análoga a la observada en mu-
6 27 70 3 - 90 61 - 70 1 50 29 20 240 chos otros estudios, empezando por el ya citado Cen- te, están también intercorrelacionados entre sí,
ters que usó la ocupación como indicador “objetivo” no podría diferirse directamente una jerarquía
71 - 80 2 70 20 8 224
(Cf. Centers, 1949: Cuadro 20, 86). En otro trabajo el de importancia en la conexión entre la parti-
81 - 90 6 76 11 7 153 mismo autor usó el índice ISC de Warner (el NES tie- cular dimensión que indican y la autoafiliación.
91 - 100 21 74 4 1 113 ne una construcción del todo similar) registrándose Anotamos sin embargo algunos detalles: (a)
una distribución de la autoafiliación parecida a la del
Cuadro 1 (Centers, 1951: 159-178; cit. por J. A. Kahl, op. Los coeficientes más elevados corresponden a
tos realizada a base del NES 3 (debe recordarse jas” en la estratificación disminuye en forma cit.). Distribuciones parecidas, aunque con el empleo los dos NES. En ambos casos se trata de índi-
que este puntaje se relaciona con la posición regular a medida que se pasa de individuos ca- de categorías ocupacionales muchos más imprecisas
promedio en la distribución de la población en- racterizados por indicadores objetivos también se observaron diferentes países; ver Rogoff (1953: 347-
375); Buchanan y Cantril (1953); muestras nacionales ción de autoafiliación (sobre pregunta abierta) del todo
cuestada) permite observar con mayor nitidez bajos, a individuos caracterizados por indica-
de varios países, Apéndice D, con una escala ocupacio- análoga (Martin, 1954, Cap. III). Resultados parecidos
esta relación: la probabilidad de que se elijan dores altos. Entre los encuestados situados en nal de siete puntos, usada por Glass y sus colaborado- obtenidos en otros países europeos, ver: Willener (1957:
términos correspondientes a posiciones “ba- el 10% inferior de la distribución total, según la res (Martin, 1954: Cap. III) obtuvo también una distribu- 212), Pagani Pavia (1960) y Svalastoga (1959).
180 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 181

Cuadro 2. Coeficientes de correlación entre indicadores “objetivos” de estratificación y autoafiliación al tipo de datos utilizados. Con todo, lo considera proporción que les correspondería en explicar
a clase. muy útil dentro del contexto de este análisis. la autoafiliación. Del cómputo de la correlación
Coeficientes de correlación El valor de R resultó ser 580, lo que con- múltiple hechos excluido los dos NES y el Tipo
Indicadores de estratificación
(Spearman) firma que la autoafiliación –por lo menos tal Vivienda, que ya se halla incluido en la cons-
Nivel Económico Social NES 1 0,517 como se dio en las condiciones de la entrevis- trucción del Nivel de Vivienda.
Nivel Económico Social NES 2 0,525 ta– no puede predecirse únicamente a base de El orden de importancia que asumen los
Nivel Vivienda NY 0.435 los indicadores objetivos empleados, o bien indicadores muestra que hay dos elementos
Tipo Vivienda TP 0,439 que dicha predicción es posible pero con un principales: Ocupación y Nivel de Vivienda.
Nivel Ocupacional NO I 0,446 notable margen de error; con muchas pala- Este último, conviene recordar, constituye
Nivel Ocupacional NO 2 0,475 bras –dentro de los límites de los datos dis- una especie de índice del nivel de consumo
Nivel Educacional NE 0,460 ponibles– la autoafiliación depende de otros de la familia, dada la forma en que fue cons-
Nivel Ingresos NI 0,396
factores no incluidos entre los que se han es- truido. El tercer elemento es Educación, al
Nivel Ocupacional Padre NOP 2 0,323
tado utilizando. que siguen con bastante distancia, los demás
En el Cuadro 3 hemos incluido los pesos que indicadores (Ingreso, Ocupación Padre, Edu-
Nivel Educacional Padre NEP 0,362
registran cada una de las variables y además la cación Padre).

ces compuestos a base de otros indicadores, es aspectos objetivos de la estratificación con


decir que apuntan a un complejo de circunstan- relación a la autoafiliación es la de computar Cuadro 3. Correlación múltiple entre autoafiliación e indicadores objetivos
cias pequeñas. (b) El nivel ocupacional y el ni- un coeficiente R de correlación múltiple, con Variables “objetivas Proporción en la variancia
vel educacional registran los coeficientes más lo que se obtendrá a la vez una indicación de Peso de cada variable
Contenidos de adjudicable a cada
Designación (Coeficientes Betas)
altos entre los indicadores simples; el Nivel de la importancia conjunta de todos ellos.12 los indicadores variable
Ingreso, el más bajo (dentro de los indicadores Al utilizar este procedimiento debemos formu- Ocupación NO 2 ,233 11,1%
del sujeto). lar ciertas reservas en cuanto a su aplicabilidad Vivienda NV ,217 9,4%
Educación NE ,112 5,1%
12 Para el cálculo se utilizaron los coeficientes de Ingreso NI ,087 3,5%
VI
Spearman indicados en el Cuadro 2. Este coeficiente Educación padre NE p ,066 2,4%
fue computado aplicando la corrección para los empa- Ocupación padre NO 2 p ,068 2,2%
Una manera más adecuada de comparar el tes (el coeficiente de Spearman puede considerarse del
R =,580 R2 = 33,7
peso relativo que puedan tener los diferentes todo análogo al de Pearson).
182 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 183

VII El Cuadro 5 muestra dos hechos importan- Cuadro 5. Factores resultantes del análisis por el método centroide de Thurstone*
tes: en primer lugar parece confirmar inves- Variables Factor Factor
Otra forma de estudiar el mismo problema puede tigaciones análogas, relativas a las dimen- NO 2 Ocupación ,14 ,49
encontrarse en la utilización del análisis factorial, siones de estratificación (en sociedades in- NE Educación ,06 ,57
con relación al cual hay que formular las mismas dustriales relativamente parecidas): apare- NV Nivel Vivienda ,66 ,05
reservas mencionadas a propósito de la correla- cen en efecto dos factores, uno constituido NI Nivel Ingresos ,13 ,43
ción múltiple. Con este fin se emplearán los mis- por el nivel ocupacional y educacional (del TV Tipo Vivienda ,68 ,01
AUT Autoafiliación ,20 ,34
NO2p Nivel Ocupac. padre ,04 ,42
Cuadro 4. Coeficiente de correlación (Pearson) entre ocho indicadores de estratificación
NE p Nivel Educ. padre ,01 ,51
Indicadores NO 2 NE NV NI TV AUT NO2p NEp
* Después de una rotación oblicua.
NO 2 Ocupación - ,611 ,551 ,594 ,515 ,481 ,362 ,410
NE Educación - ,522 549 ,489 ,470 ,397 ,550
ción.13 Con relación a la auto-identificación identificables con los datos usados– por los
NV Nivel Vivienda - ,461 ,744 ,476 ,373 ,414
se llegaría en base al análisis factorial a con- dos grupos de criterios mencionados.
NI Nivel Ingresos - ,466 ,431 ,286 ,334
clusiones análogas a las que nos había seña-
TV Tipo Vivienda - ,457 312 ,367
lado la correlación múltiple: por un lado la
AUT Autoafiliación - ,325 ,380
saturación es relativamente más baja que las VIII
NO2p Nivel Ocupac. padre - ,483
demás variables correspondientes al sujeto;
NE p Nivel Educ. padre - por el otro aparece relacionada con los dos Intentaremos ahora encarar el análisis de este
factores: en primer lugar con el factor ocu- otro punto de vista: tratando de descubrir las
pación-educación, y en menor medida, con características diferenciales de los individuos
mos indicadores objetivos incluidos en el Cuadro sujeto y del padre); el otro determinado por el factor estilo de vida (nivel de vivienda). que se autoafilian de diferente manera.
2 (con la excepción de los dos NES y el agregado el nivel de vivienda. Es decir, dentro de los De este modo se tendría la indicación de que Se ha visto que –dentro de cada estrato o
de Autoafiliación; el procedimiento aplicado fue límites dados por los indicadores incluidos en la autoafiliación los sujetos han sido in- cada intervalo de la escala “objetiva”– se dan
el método-centroide de Thurstone. Las intercorre- en el análisis, la posición del individuo en fluidos –además que por otros factores no distintas autoafiliaciones. Podemos pues pre-
laciones usadas para el cómputo se registran en el la actividad económica (educación y ocupa- guntarnos en qué difieren los individuos que,
Cuadro 4 y en el Cuadro 5 indicamos los resulta- ción) y su estilo de vida (nivel de vivienda), 13 Kahl y Davis hallaron dos factores análogos en su es- ubicados en posiciones análogas, eligen este-
dos finales, es decir los dos factores hallados. resultan las dos dimensiones de estratifica- tudio sobre 18 índices de estratificación (1955: 317-325). reotipos verbales distintos. Se tratará ahora de
184 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 185

establecer estas posibles diferencias con rela- ción dentro de un mismo estrato NES, y sobre Cuadro 6. Sumas de las Md, de los indicadores correspondientes al sujeto (Ocupación, Educación, Ingreso,
ción a las mismas variables que se han utilizado todo que estas diferencias parecen revelar cier- Vivienda) y al padre del sujeto (Ocupación, Educación), con relación al total de los sujetos de cada estrato,
y los sujetos que se autoafiliaron de distinto modo dentro de cada estrato
en las escalas “objetivas”, es decir, usando indi- ta regularidad.
cadores de estratificación propios del sujeto y Con el fin de facilitar las comparaciones Sumas de las medianas de los indicadores del sujeto
y de su padre para cada grupo de autoafiliación Sumas de las Md. de los
además indicadores correspondientes al padre eliminando los efectos de la construcción del Estratos Autoafiliación
Autoaf. indicadores del sujeto y de su
del mismo. NES, se ha construido el Cuadro 7. Para ello NES Auto-afil. Autoaf. Autoafil. padre para cada estrato NES
Modal
MEDIA
Para ello se han computado las medianas se ha procedido del siguiente modo: (a) en pri- BAJA
BAJA
MEDIA ALTA
de las indicadores de ocupación, educación, mer lugar se han separado los dos grupos de
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)
vivienda e ingreso del sujeto; y de ocupación y indicadores, del sujeto entrevistado y los de su
1 8,8 9,7 8,1 – 9,0 BAJA (68%)
educación del padre: (a) con relación a la dis- padre, en dos distintas sumas; (b) en segundo
2 11,5 12,3 12,9 – 11,9 BAJA (55)
tribución global de los individuos en cada uno lugar se han computado los números Índices
3 15,6 15,8 17,3 – 16,5 MEDIA (395)
de los estratos del NES 2; (b) con relación a de los grupos indicadores (para cada categoría
4 18,6 19,0 21,0 – 20,2 MEDIA (66%)
cada grupo de individuos que –dentro de cada de autoafiliación) tomando como base 100 las
estrato NES– se autoafilian utilizando el mismo sumas de indicadores correspondientes a cada 5 22,1 25,3 26,9 31,2 26,7 MEDIA (79%)
término (o término análogos según el reagru- estrato en conjunto, para los sujetos, y para sus 6 – – 32,1 37,4 34,3 MEDIA (70%)
pamiento indicado más arriba). Para sintetizar padres, respectivamente. (ver cuadro en pági-
toda esta información se han sumado los indi- na siguiente). 1 y 2: lo que es el mismo efecto que en el Cua- vel que sirvió para clasificarlos en un estrado
cadores correspondientes a cada uno de los Las cifras incluidas en el Cuadro 7 permiten dro 6, un resultado de la construcción del NES, dado), los que se autoafiliaron “bajo” tienen
agrupamientos señalados. el Cuadro 6 muestra observar de qué manera oscilan alrededor del o para los indicadores relativos a los padres, un indicadores menores que los que se autoafi-
en efecto tales sumas como relación al total valor de los indicadores correspondientes a to- efecto de la conexión entre NO y NE de padres liaron “medio-bajo”, estos a su vez están por
de cada estrato y con relación a las diferentes dos los encuestados (o a sus padres) incluidos e hijos), dentro de cada intervalo se revelan in- debajo de los auto-afiliados “medios”, por fin
categorías de autoafiliación dentro de cada es- en cada estrato del NES, los valores que carac- teresantes diferentes entre los individuos que los auto-afiliados “altos” son los que registran
trato. terizan cada uno de los grupos de encuestados aun teniendo posición “objetiva” muy similar, también los indicadores más elevados de todos
El incremento progresivo en la suma de los (o sus padres), que dentro de dichos estratos, se han auto-afiliado de manera distinta. los demás, siempre en relación al promedio
indicadores desde el estrado 1 al 6 es obvia- han elegido diferente autoafiliación. Mientras Como puede verse en todos los intervalos, general correspondiente a cada estrato NES.
mente un simple resultado de la construcción por un lado las medianas de los indicadores los que han elegido términos “bajos” tienden Esta regularidad tiene únicamente una excep-
del NES (promedio ponderado de los mismos correspondientes al total de los casos de cada a tener indicadores más bajo que los que han ción en estrato 1, una ligera flexión en el 4, y
indicadores), pero se observa que hay diferen- estrato aumenta paulatinamente desde los in- elegido términos “altos”. Es decir cualquiera en algunos otros casos se da igual nivel entre
cias entre las varias categorías de autoafilia- tervalos inferiores a los superiores (columnas que sea el nivel absoluto de los indicadores (ni- auto-afiliados distintos. En varias “casillas” de
186 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 187

la distribución cruzada faltan datos (o bien hay comparación con lo que ocurre con los indica- do a la falta de casos en algunas categorías las comprueba cierta relación entre indicadores
cinco o menos, por lo que fueron eliminados dores correspondientes a sus respectivos pa- diferencias debieron computarse para distintas “objetivos” y autoafiliación a clase. Podemos
del cuadro), y esto limita algo la comparación, dres. Con el fin de analizar con más detenimien- parejas de datos en algunos estratos). ahora explorar otro aspecto: la relación entre la
Los datos del Cuadro 8 permiten realizar varias posición “objetiva” promedio (es decir el NES)
observaciones, algunas de las cuales pueden tener y la manera de percibir el sistema de estratifi-
Cuadro 7. Números índices de las sumas de las medianas de los indicadores de ocupación,
educación, nivel vivienda e ingreso correspondientes al sujeto encuestado y de las sumas de las importancia. En primer lugar debemos recordar cación. Esto puede hacerse en los términos da-
medianas de los indicadores de ocupación y educación correspondientes al padre del sujeto. (La que el hecho de que las diferencias entre los indi- dos por la forma de la pregunta incluida en la
suma de las medianas –respectivamente del sujeto y del padre–, de las distribuciones totales de cadores correspondientes al sujeto sean menores encuesta en que se ofrecían tres formas alter-
cada estrato NES - 100.) que los registrados entre los indicadores corres- nativas de auto-afiliarse: ya sea de acuerdo a
Suma Md.
Indicadores del sujeto (N.I. de la Indicadores del padre (N. E. de la pondientes a sus padres es tan solo un efecto del una escala más orientada hacia las diferencias
Estrato suma Md. de indicadores de c/afil. y suma Md. de indicadores de c/ afil. y hecho que las primeras diferencias solo pueden va- económicas (acomodada, modesta, humilde),
indicadores
del NES estrato) (autoafiliación) estrato (autoafiliación)
riar dentro de los límites dados por cada intervalo o bien la de prestigio (alta, media, popular) o
(1) MEDIA MEDIA
del sujeto del padre BAJA MEDIA ALTA BAJA MEDIA ALTA o estrato del NES, mientras que los segundos nada bien con connotaciones ideológicas (aristocra-
BAJA BAJA
tienen que ver con tales intervalos. En cambio sí cia o gran burguesía, burguesía, proletariado).
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11)
tiene interés el hecho de que las diferencias rela- El Cuadro 9 revela que la elección de las dos
5.9 3.2 1 97 101 92 - 99 120 86 -
tivas a los indicadores del padre tiendan a ser ma- primeras alternativas se hallan vinculadas a la
8.3 3.6 2 98 12 106 - 93 107 112 -
yores a medida que se pasa hacia los estratos más posición en el sistema de estratificación medi-
11.4 5.1 3 97 97 102 - 88 93 113 - altos del NES.14 (ver cuadro en página siguiente). da por el NES, mientras que la tercera parece
14.4 5.8 4 97 96 102 - 80 89 107 - independiente de ella. Así la probabilidad de
19.4 7.3 5 92 98 100 106 58 84 103 145 elegir la alternativa basada preferentemente
24.2 10.1 6 - - 99 104 - - 82 119 IX en un criterio económico, disminuye regular-
mente desde los estratos bajos hacia los altos;
Ningún caso 0 hasta 5.
En las secciones anteriores hemos visto de qué lo contrario ocurre con la alternativa basada
manera –dentro de los datos analizados– se en criterios de prestigio. Estas dos alternati-
pero de todas maneras se nota una secuencia to esta tendencia hemos preparado el Cuadro vas reúnen la mayor parte de las respuestas,
progresiva desde los auto-afiliados “bajo” hasta 8, en el que se han computado las diferencias no registrándose muchas diferentes entre las
14 Martin (1954) observó una tendencia similar en primeras dos.
los auto-afiliados “alto”. entre números índices correspondientes a las
cuanto a cierta mayor propensión a retener el nivel de
Esta tendencia aparece en diferente grado autoafiliaciones extremas, indicando en cada Así la alternativa basada en criterio econó-
los padres al efectuar la autoafiliación. Este autor tam-
con relación a los indicadores del sujeto, en caso los términos que se comparan (pues debi- bién comprobó cierto efecto del sexo. mico reunió el 51,4% de las autoafiliaciones; el
188 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 189

Cuadro 8. Diferencias entre los Números Índices de las Mds. de los indicadores correspondientes a indivi- Cuadro 9. Proporción de encuestados que eligen alternativas de autoafiliación, según distintos criterios de
duos con distinta autoafiliación, dentro de cada estrato del NES 2 estratificación. Clasificados en cada nivel del NES.
Estratos Categorías de autoafiliación Diferencias entre los Números índices del Economía gente Prestigio Ideología
Alternativas de
NES 2 que se comparan sujeto padre acomodada clase alta gran burguesía Nº
autoafiliación
gente modesta media aristocracia proletariado
1 Baja / Media -5 -13 NES 3
gente humilde popular burguesía
2 id. +8 +19
1 - 10 83,3 167 - 56
3 id. +5 +25
11 - 20 78,9 18,1 3,0 166
4 id. -5 -27
21 - 30 73,1 21,5 5,4 298
5 Baja / Alta -14 -87
31 - 40 70,3 25,0 4,7 256
6 Media / Alta -5 -37
41 - 50 53,1 42,3 4,6 305
51 - 60 50,0 49,1 0,9 220
criterio de prestigio un 45,1% mientras la alter- X 61 - 70 41,7 55,0 3,3 240
nativa ideológica solamente concentró el 3,5% 81 - 80 27,2 71,5 1,3 224
resultando además, como se indicó, indepen- Los datos incluidos en la encuesta nos ofrece la 81 - 90 16,3 81,7 2,0 153
diente de la posición en el NES. Aunque la for- posibilidad de estudiar de manera directa los efec- 91 - 100 14,2 79,6 6,2 113
ma de la pregunta, basada en alternativas fijas, tos y algunos aspectos de la estructura del sistema
no permite comparaciones con investigaciones de estratificación (tales como visibilidad) y sobre
similares, puede decirse que la correlación ha- la autoafiliación, sin embargo van a permitir reali- un párrafo anterior que la visibilidad del sistema de individuos que se autoafilia adecuadamente (es
llada tiene ciertas analogías con las contras- zar algunas exploraciones al respecto. Se indicó en (definida como el resultado combinado de la niti- decir escogiendo términos coherentes con la posi-
tantes actitudes de los estratos populares (ma- dez y la discontinuidad) podría influir en la iden- ción “objetiva”), será tanto mayor, cuanto mayor
nuales, etc.) con relación a las de los estratos tificación de clase. En efecto podría sugerirse que sea la visibilidad, haciendo iguales las demás con-
medios y altos en cuanto a los criterios de es- en los estratos bajos en percibir el sistema como una
–a igualdad de otras condiciones– cuanto mayor la diciones que pueden influir. Con relación a estas
dicotomía generalmente basada en la riqueza (ricos vs.
tratificación.15 (ver cuadro en página siguiente). visibilidad, tanto mayor la probabilidad de que los otras condiciones debemos mencionar la posible
pobres), mientras que en los estratos medios y altos
se tendería a percibir con mayor frecuencia el sistema individuos perciban claramente el sistema en su existencia de una imagen institucionalizada del
como compuesto por una pluralidad de estratos, funda- totalidad y su propia posición dentro del mismo. sistema de estratificación: por ejemplo cuando tal
15 Reiteradas observaciones señalan que hay una dos sobre todo en el prestigio. Ver por ejemplo: Pagani Es decir, cuando la percepción y la autoidentifica- imagen rige con cierta fuerza, puede tender a re-
conexión entre la manera de concebir el sistema de (1960: 110), Svalastoga (1959: 232), Tumin y Feldmann
estratificación y el nivel económico social objetivo. (1961: 147), Willener (1957: 205 y sigs.), Oeser y Ha-
ción son medidos por medio de autoafiliación (y forzar, o bien a debilitar la visibilidad del sistema
Varios autores han encontrado una mayor propensión mond (1954: 272). suponiendo válido este indicador), la proporción real de estratificación, según la imagen misma co-
190 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 191

incida con tal sistema real, o bien se diferencia del de adecuación), en comparación con las posi- valores asumidos por los distintos indicadores aquellos individuos que poseen indicadores con
mismo. Un buen ejemplo, sería el de una sociedad ciones extremas (máximo de concentración y de un individuo dado. Si una persona tiene un valores dispares cuyo promedio resulta en un va-
con ideología igualitaria: aquí la imagen institucio- de adecuación). Hay dos elementos que podrían nivel educacional que lo coloca en el percentil lor intermedio. Sin embargo deben también re-
nalizada –igualdad– tendería a disminuir la visibili- influir: el primero corresponde más bien a las 95 e indicadores de ocupación, ingreso, vivienda flexionarse que este hecho no es absolutamente
dad de la estratificación real. Precisamente lo con- propiedades psicológicas vinculadas a toda po- que lo colocan en el mismo lugar o en su proxi- necesario: es decir las posiciones centrales pue-
trario ocurriría en la sociedad en que dominaran sición central: aquí la posición misma, con pres- midad, su grado de congruencia se aproximará den ser tanto el resultado de un promedio entre
creencias y valores orientados hacia la desigual- cindencia de toda otra característica estructural a 100 (congruencia perfecta); será mucho más indicadores incongruentes como de una coinci-
dad, en este caso la imagen institucionalizada específica puede inducir considerable ambigüe- bajo en caso contrario. La distribución de la Con- dencia entre indicadores que alcanzan todos los
tendería a enfatizar la discontinuidad y a marcar dad en los juicios. Es decir, es precisamente en- gruencia de Status en relación al NES muestra valores medios. Y en efecto, en los NES centrales
clivaje y desigualdad entre estratos. tre aquellos que se hallan equidistantes de los que la congruencia es máxima en los extremos: hallamos cierta cantidad de individuos que son
Una manera directa sería la de comparar dos extremos, puede hallarse mayor posibilidad de obviamente esto es un mero efecto del cómputo congruentes junto con una mayoría que no lo es,
o más sistemas de estratificación, dotados de di- identificarse indistintamente con un extremo o del NES: en las posiciones centrales se ubican o lo es menos.
ferentes grados de visibilidad, controlando a la bien con el otro. Por otra parte podría pensarse
vez las demás condiciones. Semejante investiga- que las condiciones de visibilidad, tal como las Cuadro 10. Congruencia de Status (CS) en relación al NES 3. Promedios y distribución porcentual
ción sería en extremo difícil pero no imposible. hemos definido anteriormente, sean justamente en cuartiles.
Otra manera podría ser la de observar –dentro máximas en los extremos, y mínimas en el cen- Distribución Porcentual CS
de un mismo sistema y suponiendo que se den tro. Disponemos de una de las posibles medidas Nº NES Promedio CS CS CS CS CS
diferentes condiciones de estratificación en dis- relativas a los fenómenos que supuestamente 1-67 68-78 79-86 87-100
tintos puntos del mismo–, de qué manera esas condicionan la visibilidad: grado de congruencia 56 1-10 92.3 0 0 11 89
diferencias en las condiciones de estratificación entre los distintos indicadores de estratificación. 150 11-20 82.7 8 7 63 21
se reflejan en la probabilidad de autoafiliación Un índice de congruencia de status (CS) fue
284 21-30 777 11 54 4 31
adecuada o no. En nuestra encuesta, como ya se construido de acuerdo con la técnica formulada
286 31-40 70.1 45 15 38 0
vio, la concentración modal en la autoafiliación por Lensky (1954). Dicho índice mide el grado
259 41-50 69.8 43 30 12 15
varía según la posición en la escala “objetiva”. en que los valores de los indicadores de estratifi-
236 51-60 70.4 52 8 40 0
Además la concentración modal es “adecuada” cación de cada individuo dado son congruentes.
241 61-70 75.2 26 42 18 14
en relación con dicha posición objetiva. Nos po- Habiéndose asignado a cada indicador valores
dríamos preguntar en qué varían las condiciones que expresan la posición dentro de la distribu- 212 71-80 79.5 17 20 44 19
de la estratificación en las posiciones centrales ción total, el grado de congruencia dependerá de 149 81-90 86.6 0 23 24 53
de la escala (concentración mínima y mínimo la igualdad, proximidad o alejamiento entre los 85 91-100 94.7 0 0 4 96
192 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 193

Entre la distribución de los promedios de CS incluso las pequeñas diferencias en los extre- Cuadro 11. Congruencia status autoafiliación NES (3)
que muestra el Cuadro 10 y el grado de concen- mos de la escala podrían ser resultado de este Concentración modal según intensidad congruencia de Status
NES (3) Nº
tración modal de la autoafiliación que registra efecto; si bien en la relación registrada confir- CS 1 - 78 CS 89 - 100
para una igual distribución del NES 3 y el Cua- ma otras observaciones Landecker (1963: 219- 1-10 55 - 72,7
dro 1 hay una gran similitud, pero no podemos 229), lo único que puede extraerse de una tabla 11-20 146 58,3 62,3
saber si la baja o ninguna concentración modal como la que estamos comentando es que la 21-30 275 53,0 65,9
de las posiciones centrales se debe a la baja congruencia de status constituye un elementos 31-40 26 51,3 54,7
congruencia o bien a otro factor; por ejemplo, a tener en cuenta en el problema, pero en el
41-50 266 38,6 37,7
el efecto de la perspectiva (equidistancia de los presente análisis no puede irse mucho más allá
51-60 225 39,8 42,4
extremos), etc. Para ello hemos observado de de esta cauta afirmación. (ver cuadro en página
61-70 235 53,7 50,6
qué manera varía la concentración modal en in- siguiente).
71-80 196 69,7 75,4
dividuos con baja congruencia en comparación Un elemento que debería tenerse en cuenta
81-90 144 60,0 83,3
con otros de alta congruencia, manteniendo es la existencia y la intensidad de una posible
relativamente homogéneo el NES 3. Este índi- imagen institucionalizada del sistema de estra- 91-100 91 - 70,3
ce ha sido categorizado en cinco grupos (de 20 tificación. La congruencia de status es un hecho
puntos cada uno), y el índice CS en dos catego- estadístico que no necesariamente tiene reflejos gruentes en percibirse “adecuadamente” dentro (que la viven como cosa normal). Ahora bien, en
rías: congruencia igual o inferior a la mediana psicológicos. Es posible que los desniveles en la del sistema de estratificación. Es también posi- un mismo sistema de estratificación ciertas par-
y congruencia superior a la mediana (CS = 78). educación, ingreso y prestigio de un individuo, ble que la incongruencia ejerza distintos efectos tes –por ejemplo las centrales– la incongruencia
Aunque las diferencias que registra este cua- no sean experimentados como desarmónicos según la posición dentro de la escala total. Se ha sería propia del sistema mientras que en otras
dro son muy pequeñas y no son significativas, considerándoselos como propios de cierto ni- observado en otros análisis de la encuesta que partes (los extremos) no lo sería: solo entonces,
puede observarse que todas ellas van en una vel (por ejemplo los estratos medios pueden ser por ejemplo, la incongruencia tiende a afectar el como hecho de “desviación individual”, tendría
misma dirección: mayor concentración modal percibidos precisamente como una situación grado de autoritarismo pero únicamente entre efectos sobre las actitudes.
entre los sujetos que poseen mayor congruen- compuesta de elementos algo contradictorios). los individuos de los estratos sociales extremos Debe reconocerse que esta sugestión va mu-
cia de status. Por otra parte debe tenerse en En este caso, si bien se puede dar el efecto psi- (muy bajos o muy altos). Esto podría sugerir que cho más allá de los hechos. Entre otras cosas
cuenta que aunque en las comparaciones se ha cológico derivante de la “ambigüedad de la po- la incongruencia ejerce influencia según se trate se basa sobre una serie de supuestos que no
mantenido el NES constante, con el fin de con- sición central” (identificarse como uno y otro de un rasgo individual o de una propiedad del por ser bastante difundidos deben considerar-
trolar el efecto de la asociación entre NES ex- extremo), no necesariamente se da el efecto de sistema. Diríamos que constituye una propiedad se probados, tales como el otorgar a una cla-
tremos y CS altos es posible que los intervalos la incongruencia de status: es decir los incon- del sistema cuando es muy frecuente y además sificación convencional (el NES u otra medida
usados sean demasiado amplios: en este caso gruentes no tienen mayor dificultad que los con- corresponde a las expectativas de los individuos similar), cierta realidad psicológica.
194 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 195

XI objetiva y la relación inversa ocurre con rela- b. Entre dichos indicadores, el que mayor la escala total: cualquiera que sea el nivel
ción con las autoafiliaciones “altas”. influencia tiene es el relativo a ocupación, absoluto de los indicadores los sujetos con
Trataremos ahora de resumir las observacio- 4. De acuerdo con los puntos anteriores se ob- siguiéndole muy de cerca vivienda y por autoafiliación más baja, también tienen
nes precedentes ensayando a la vez alguna in- serva que en cada intervalo de la escala “ob- último educación. Estos tres concentra- indicadores objetivos más bajos (aunque
terpretación: jetiva” hay cierto número de autoafiliaciones rían casi los cuatro quintos del poder pre- más altos, como es obvio, de los corres-
“no adecuadas”, y que la probabilidad de que dictivo atribuible al conjunto de los indi- pondientes a los intervalos anteriores).
1. En cada intervalo de la escala “objetiva” ello ocurre es mínima en los extremos de la cadores usados. c. En los que concierne a los indicadores co-
(tomando como índice algún promedio de lucha y máxima en el centro. 7. El análisis factorial realizado con las mismas rrespondientes a los padres estas diferen-
indicadores, o incluso un indicador aislado, 5. Diferentes índices e indicadores empleados variables (con el agregado de autoafiliación) cias internas en cada intervalo, parecen
relativos a uno o más aspectos “objetivos” como escalas “objetivas” tienen coeficientes muestra que el conjunto de las intercorre- irse acentuando a medida que se pasa de
de la estratificación), y siempre que el nú- de correlación algo distintos con relación laciones podría explicarse por dos factores los intervalos bajos a los altos.
mero de casos en cada intervalo no sea de- ala autoafiliación. Dentro de los que se han subyacentes: uno de ellos giraría alrededor 8. La congruencia de status podría afectar la
masiado reducido la autoafiliación modal observado, los índices compuestos de Nivel de ocupación-educación (del sujeto), el otro autoafiliación en el sentido de aumentar la
de los individuos tiende a variar de acuerdo Económico Social presentan correlaciones alrededor de vivienda (y consumo). Con rela- concentración modal entre los individuos
con las escalas “objetiva” (autoafiliación algo más elevadas que los simples. ción a autoafiliación este análisis de resulta- clasificados en un mismo intervalo de la es-
modal baja, en las posiciones bajas, autoafi- 6. La correlación múltiple, en la que se tuvie- dos análogos al anterior: autoafiliación es la cala objetiva, pero que se caracterizan por
liación alta en las posiciones alta). Se diría ron en cuenta indicadores de ocupación, variable más afectada simultáneamente por una congruencia más fuerte.
entonces que la autoafiliación tiende a ser ingreso, educación, vivienda (y consumos), ambos factores, con predominio del factor 9. En cuanto a los criterios de estratificación
“adecuada”. educación del padre, ocupación del padre, ocupación-educación, y en segundo término preferidos por los sujetos y comparando
2. La concentración modal en cada intervalo revela que: vivienda-consumos. tres posibles criterios (económico, presti-
de la escala tiende a alcanzar proporciones a. El conjunto de los indicadores utilizados a. En todos los intervalos de la escala “obje- gio, ideológico), se observa que mientras el
máximas en los intervalos extremos de di- se halla correlacionado con la autoafilia- tiva” se observan ciertas diferencias entre criterio ideológico parece independiente de
cha escala, disminuyendo paulatinamente ción, pero tomando esta como variable los individuos que dentro del mismo inter- la posición en la escala objetiva, y es elegido
hacia el centro de la misma. dependiente, solamente puede proporcio- valo han elegido diferentes autoafiliacio- por una reducida proporción de individuos,
3. Lo anterior también puede expresarse dicien- nar una explicación parcial. Por lo tanto, nes. Estas diferencias siguen una secuen- hay una relación definida con respecto a los
do la probabilidad de auto-afiliarse “bajo” dis- dentro de los datos y las medidas utiliza- cia regular en todos los casos o con muy otros dos: la probabilidad de utilizar una ter-
minuye regularmente a medida que se pasa das, la autoafiliación dependería de otros pocas excepciones: minología inspirada en un criterio económi-
de los individuos ubicados en los intervalos factores además de los representados por b. Dentro de cada intervalo se repite la mis- co disminuye regularmente cuando se pasa
“bajos” a los intervalos “altos” de la escala los indicadores mencionados. ma progresión observada con relación a de los estratos bajos a los altos, y la progre-
196 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 197

sión inversa se observa con relación al crite- b. Pero el conjunto de los indicadores “objeti- o superioridad, niveles de aspiración, etc.; titucionalizada, podemos sugerir que aquí
rio inspirado en prestigio. vos” utilizados no agota las circunstancias (iv) de factores situacionales originados en están actuando factores de tipo estructural
que explican la autoafiliación. Esto puede la particular configuración de circunstancias y de perspectiva que se imponen a los indi-
ocurrir por varios motivos: o bien porque los actuales en que se da la autoafiliación. Si se viduos polarizando sus elecciones a pesar
XII indicadores mencionados no son del todo formula además la suposición de que mien- de la diversidad en la situación y en la per-
válidos para expresar las circunstancias rea- tras los factores idiosincrásicos y situacio- sonalidad de cada individuo. La proporción
Se formularán algunas interpretaciones de los les mismas (ocupación, etc.), o bien porque nales no varían en los diferentes intervalos que se concentra en la autoafiliación modal
hechos indicados en los puntos (a) a (j), enu- sería necesario introducir otros factores de la escala (o sea que están distribuidos en cada intervalo dependería entonces de la
merados en el párrafo anterior. Estas interpre- para lograr una explicación más completa o al azar dentro de cada categoría de indivi- variable influencia que ejercen las dos cate-
taciones en parte resumen otras sugestiones quizás debido a una combinación de ambas duos convencionalmente obtenida a través gorías de factores. De las posiciones extre-
formuladas en el curso de este trabajo y en par- posibilidades. de la clasificación de la escala objetiva) los mas hacia el centro disminuiría la visibilidad
te las complementan. c. Con relación a la segunda alternativa se su- factores estructurales y los vinculados a la del sistema (congruencia y discontinuidad)
girió que la autoafiliación (y la identificación perspectiva varían con regularidad según los o bien la institucionalización de la imagen,
a. La existencia de una correlación entre indi- que expresa) dependa de cuatro categorías valores crecientes y decrecientes de la esca- o ambos; al mismo tiempo la perspectiva se
cadores “objetivos” de estratificación –usual- de factores: (i) de la estructura del sistema la, entonces se podría interpretar algunos de tornaría crecientemente ambigua. Correlati-
mente comprobada en investigaciones aná- de estratificación (sobre todo: existencia e los hechos observados del modo indicado en vamente aumentaría la influencia de los fac-
logas– señala que tales indicadores de algún intensidad de una imagen institucionali- los puntos siguientes. tores idiosincrásicos y ligados a la situación
modo expresan características o aspectos zada y visibilidad del sistema); (ii) de la d. Si en todos los intervalos de la escala obje- accidental en que se da la autoafiliación, lo
del modo de vida (la ocupación, la casa, los perspectiva que corresponde a los sujetos tiva actuaran por igual los factores idiosin- que tendería a dispersar las contestaciones
consumos, la educación, etc.) de los sujetos (y que depende de la posición que ocupan crásicos y situacionales que hemos supuesto sobre todos los términos ofrecidos.
que tienen ciertos correlatos psicológicos dentro de la escala); (iii) de factores idio- como igualmente distribuidos, no debería re- e. El grado de congruencia de status (definida
en tanto son capaces de influir sobre la elec- sincrásicos, originados en la personalidad velarse concentración modal alguna en nin- como equivalencia estadística de niveles en
ción de los términos en la autoafiliación. Tal individual del sujeto (y no el carácter social, guna posición de la escala. Como la existen- los varios indicadores) puede ejercer cierta
influencia consiste en que las características o personalidad de status, que se consideran cia de dicha concentración aparece asociada influencia. Esto ocurre en las posiciones ex-
mismas son asumidas como criterios de expresión de la estructura social, y por lo con las posiciones extremas, hasta el punto tremas, adonde la congruencia es la regla y la
evaluación diferencial tanto para construir tanto medios a través de los cuales se ma- de que en los intervalos correspondientes, incongruencia la desviación. En este sentido
el esquema que utilizan en la autoafiliación, nifiesta los efectos de la perspectiva). Entre la distribución de la autoafiliación recuer- entre los incongruentes habría una menor
como para ubicarse ellos mismos dentro del tales factores personales podríamos señalar, da la curva en J invertida que típicamente proporción de autoafiliaciones correspon-
esquema. como ejemplo, sentimientos de inferioridad se observa cuando existe alguna pauta ins- dientes al término modal del intervalo. En
198 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 199

las posiciones centrales, en la medida que frecuencias estadísticas de congruencia po- sugirió a propósito de la congruencia pues g. Las diferencias observadas con relación a
la incongruencia se torna en una situación drían traducirse en expectativas de normali- se tendería a dar realidad psicológica tanto los indicadores del sujeto mismo (dentro de
“normal” y esperada de las posiciones medi- dad o anormalidad. al conjunto toal de las posiciones (escala cada intervalo), son, por supuesto, un efecto
das, sus efectos sobre la autoafiliación serían f. A una conclusión similar (en cuanto a la absoluta) como al contorno inmediato en del menor grado de congruencia de los in-
mucho menores. Desde el punto de vista de relativa correspondencia entre contorno cada punto del sistema (escala relativa). Por dividuos no modales. Por definición estos
la clasificación en las cuatro categorías de concreto y promedio estadístico) se llega supuesto, no se pretende otorgar realidad sujetos se caracterizan por un promedio de
factores podría decirse que la incongruencia para interpretar el hecho de que, dentro de psicológica a los estratos o intervalos espe- indicadores que no es muy distinto del de
puede actuar como propiedad de la estruc- cada intervalo de la escala objetiva, los que cíficos del NES, que como tales son catego- los individuos modales (todos caen dentro
tura (posiciones centrales), o como propie- eligen términos “bajos” tienden a tener indi- rizaciones arbitrarias, sino al hecho de que del mismo intervalo del NES), pero que está
dad de los individuos (posiciones extremas). cadores más bajos que los que eligen térmi- el sistema de estratificación puede ser visto compuesto por valores muy desiguales. En
Como tanto los efectos de la perspectiva, y nos medios, y estos a su vez son inferiores como una totalidad o bien como una secuen- la medida en que usan una escala más redu-
la frecuencia de la congruencia varían en el a los auto-afiliados “altos”. Cualquiera que cia de contornos concretos, que pueden ser cida (más próxima a su contorno concreto),
mismo sentido, resulta difícil distinguir el sea la forma concreta de la autoafiliación asumidos como escalas relativas para la au- tienden a medirse por los aspectos desviados
uno del otro. en cada caso, ella ocurre como si los indi- toafiliación. con relación a la mayoría de su contorno. En
viduos “modales” utilizaran como referencia Se dijo anteriormente que la autoafiliación las posiciones centrales este efecto queda
Esta interpretación se basa sobre varias su- la totalidad de la escala, mientras que los se da como si se empleara dos escalas (la casi borrado pues la mayor parte se halla en
posiciones: la más importante es que una “desviados se valieran de una escala restrin- absoluta y la relativa). De hecho puede su- la misma situación de incongruencia.
vez más debemos asignar a la misma forma gida, definiendo su posición no ya en base a gerirse que el proceso ocurre a través del h. Las diferencias notadas con relación a los in-
en que se compone el promedio estadístico los extremos absolutos de la escala sino en empleo de escalas de diferente magnitud, dicadores del padre indicaría que a paridad
de indicadores (NES u otra medida similar), base a posiciones de individuos ligeramente que en algunos casos se limitan al contorno de otras condiciones, los individuos tende-
cierta realidad psicológica; por ejemplo el superiores o inferiores con respecto a ellos. concreto del sujeto, y en otros alcanzan un rían a retener en sus autoafiliaciones el nivel
que las posiciones centrales del sistema de Es decir en cada punto de la escala objetiva radio mucho mayor.16 de los padres (auto-afiliarse más bajos, los
estratificación (promedio estadístico) co- se darían dos posiciones perspectivas: una que tienen padres más bajos que el promedio
rresponden, desde el punto de vista de la ex- determinada por la escala absoluta (aquella de su contorno y auto-afiliarse más alto, los
periencia a ambientes o contornos reales en supuesta en las autoafiliaciones modales), y 16 Por otra parte en cierto número de casos los térmi- que tienen padres más altos que su contor-
los que predominan individuos con atributos una segunda relativa al contorno inmediato nos empleados para ubicarse en función de la escala no). Para poder interpretar la acentuación
relativa, pueden coincidir con los términos que corres-
desiguales, sobre individuos con atributos de las posiciones (la que se halla implícita en de las diferencias a medida que se pasa a los
ponderían si la ubicación se hubiese realizado en base a
medios, mientras que lo contrario se da en las autoafiliaciones desviadas). Hallaríamos la escala absoluta (es decir no hay manera de distinguir estratos más altos deberían realizarse otros
las posiciones extremas: solo de este modo, aquí una interpretación análoga a la que se aquí entre el uso de una u otra escala). análisis en base a la comparación de las dis-
200 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 201

tribuciones más que de los promedios. De Buchanan, W. y Cantril, H. 1953 How Nations Mobility in England (Londres: Routledge & Sherif, M. y Cantril, H. 1947 The psychology
todos modos estas diferencias parecerían See Each Other (Urbana: University of Kegan Paul). of ego Involvements (Nueva York:
sugerir que cuanto más alto el nivel econó- Illinois Press). Oeser, O. A. y Hamond, S. B. 1954 Social Wiley).
mico social, tanto mayor la influencia en la Centers, R. 1951 “Toward an articulation of Structure and Personality in a city Svalastoga, K. 1959 Prestige, Class and
autoafiliación del nivel de los padres. two approaches to social class phenomena” (Londres: Boutledge & Kegan Paul). Mobility (Copenhagen: Heinemann).
i. Por último los datos analizados confirman en Italian Journal of Opinion and Pagani, A. 1960 Classi e dinamica sociale Tumin, M. y Feldmann, A. 1961 Social
otras observaciones en el sentido de que la Attitudes Research (s/d). (Pavia: Centro di Ricerche Economiche e Class and Social Change in Puerto Rico
posición en la escala objetiva, no solamente Germani, G. 1962 Encuestas en la Población Sociali dell’Universitá). (Princeton: Princeton University Press).
se traduce en una relativa capacidad de per- de Buenos Aires (Buenos Aires: Instituto de Reissman, L. 1959 Class in American Society Warner, W. LL. et al. 1949 Social Class in
cibir el sistema de estratificación como un Sociología). (Glencoe: Free Press). America (Chicago: Chicago Science
todo, y a propia posición dentro del mismo, Kahl, J. A. y Davis, J. A. 1955 “A comparison Rogoff, N. 1953 “Social Stratification in France Research).
sino que también afecta el tipo de criterios of index of socio-economic status” en and in the United States” en American Willener, A. 1957 Imagenes de la Societé et
que se emplea en la autoafiliación: un cri- American Sociological Review (Chicago) Journal of Sociology (Chicago) LVIII. Classes Sociales (Berna: Staemplfle & Cie).
terio más económico empleado con mayor Nº 20.
probabilidad por los estratos bajos, y crite- Kahl, J. 1957 The American Class Structure
rio de prestigio por los estratos altos17. (Nueva York: Rinehart).
Landecker, W. S. 1960 “Class Boundaries” en
American Sociological Review (Chicago) Nº 25.
Bibliografía Landecker, W. S. 1963 “Class crystallization
and class consciousness” en American
Barber, B. 1957 Social Stratification (Nueva Sociological Review (Chicago) Nº 28.
York: Harcourt). Lensky, G. E. 1954 “Status cristallization: A
Bott, E. 1954 “The concept of class as a Non Vertical Dimension of Social Status”
reference group” en Human Relations (s/d) en American Sociological review (Chicago)
Nº 7. Nº 19.
Lukacs, G. 1960 Histoire et Conscience de
Classe (París: Editions de Minuit).
17 En la parte Estadística referente al análisis factorial
Martin, F. M. 1954 “Some Subjective Aspects of
colaboraron las profesoras Nuria Cortada de Kohan y
Malvina Segre Social Stratificacion” en Glass, D. V. Social
La clase como barrera social
Algunos resultados de un test proyectivo*

Gino Germani

E n una obra aparecida hace unos 40 años la


clase social era definida en términos de dos
conceptos: igualdad de nivel entre los miem-
jetivos”, es decir determinando el índice de
homogamia, o las características de la parti-
cipación social entre personas de diferentes
incluyó una pregunta sobre los obstáculos al
matrimonio. Solamente el 39 por ciento de la
muestra indicó obstáculos relativos a las ba-
dificultades creadas por la situación de encues-
ta en tales exploraciones.2
En esta nota se informará sobre algunos re-
bros de la misma clase y existencia de barre- clases sociales (definidas con criterios “ob- rreras de clase. Sin embargo el autor estima sultados obtenidos usando un test proyectivo,
ras para contactos formales e informales entre jetivos”). Hay varios estudios de esta natura- que dicha proporción alcanzaba en realidad relativo a la percepción de la clase social como
miembros de clases distintas (Goblot, 1925). El leza y no nos referimos a ellos en esta nota. al 50 por ciento, pues en por lo menos el 11 barrera para el matrimonio. El test fue aplica-
nivel y la barrera eran considerados como Un problema distinto es el de la conciencia por ciento de los casos, otros tipos de obs- do a cinco grupos ocupacionales diferentes:
los dos elementos esenciales de la estratifi- psicológica relativa a la existencia de tales táculos mencionados por los entrevistados obreros calificados, empleados de oficina, jefes
cación social. Este autor orientado hacia una barreras en distintas categorías de personas correspondían en realidad a barreras de cla- (personal jerarquizado de oficina), profesiona-
interpretación psicologista o subjetivista de definidas en base a indicadores “objetivos” se. Desafortunadamente Willener no informa les y estudiantes; y consistió en la presentación
la estratificación social volvía a señalar así al- de estratificación. Nos preguntamos aquí en sobre diferencias entre estratos “objetivos”. de una lámina que se realizó al comienzo de
gunos de los criterios clásicos: el connubium qué medida individuos ubicados en distintos Es innecesario señalar las limitaciones de una entrevista relativa a otros propósitos.3
y el convivium, formas de participación so- estratos (definición “objetiva” de parte de este tipo de preguntas directas. En términos Cada sujeto podía dar el número de interpre-
cial admitida entre personas del mismo ni- un observador”), tienen conciencia de tales generales se sabe que el tipo de preguntas, taciones que quisiese al explicar la situación
vel de clase y al mismo tiempo barreras que barreras. En algunos casos se ha intentado las condiciones de la entrevista y una serie de aludida en la lámina, pero sobre 510 sujetos,
separan las diferentes clases. La existencia averiguarlo por medio de preguntas directas. otros factores accidentales, influyen poderosa- menos de la mitad proporcionó más de una
de la clase como barrera a la participación Por ejemplo, Willener (1957)1 en su estudio mente en las respuestas. Con relación al aspec- contestación. Si bien la primera contestación
–formal o informal– y al matrimonio puede sobre aspectos psicológicos de la estratifi- to particular de la conciencia psicológica de
por supuesto ser verificado por medios “ob- cación realizado por medio de una encuesta clase pueden aplicarse las observaciones rea-
lizadas sobre auto-identificación, tema que ha 2 Cf. la bibliografía indicada en Germani (1963).
* Germani, G. 1965 La clase como barrera social: al- 1 Investigación basada sobre una muestra aleatoria
originado numerosas investigaciones. Parece 3 Encuesta sobre prestigio de ocupaciones realizada
gunos resultados de un test proyectivo. Mimeo, 8 pp. de la población de Ginebra. claro que la experiencia recogida confirma las por Gloria C. de Humis.
204 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 205

Cuadro 1. Contestaciones al test sobre barreras al matrimonio en cuanto a posición objetiva.4 Las dificultades socio-económico y una correlación inversa con
Obreros Empleados Estudiantes Profesionales económicas (todas ellas de orden práctico y sin relación al criterio “económico” (con excepción
Barreras al matrimonio Jefes
calificados de oficina Universitarios Universitarios implicaciones relativas a clase) son ligeramente del grupo de los estudiantes). En cuanto al cri-
Clase Social 31,1 50,9 66,3 72,9 75,5 más altas entre los obreros y (en menor medida) terio “origen familiar” hay una diferencia entre
Otras razones 56,6 39,8 25,3 21,9 15,7 entre estudiantes. Las diferencias a este respec- los obreros por un lado y todos los demás gru-
- Dificultades económicas no to, entre los demás grupos, son insignificantes. pos no manuales por el otro. Estos resultados
12,3 5,6 6,3 9,4 7,8
relacionables con clase* Debe hacerse notar que la escena presentada confirman las observaciones realizadas en otras
- Defectos morales o psicológicos 33,0 23,1 15,8 7,3 3,9 sugiere que la conversación se realiza en un ma- encuestas, inclusive en la población de Buenos
- Diferencias étnicas o nacionales 9,4 10,2 1,1 2,1 1,0 trimonio de clase media, y que la contestación Aires, en las que se pone de relieve que las dis-
- Otras 1,9 0,9 2,1 3,1 3,0 del padre indica no haber objeciones morales o tinciones de clase basadas en prestigio son más
- No contestaron 12,3 9,3 8,4 5,2 8,8 personales como obstáculo al matrimonio. En frecuentes a medida que se pasa a posiciones
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 este sentido el test se halla algo “cargado” en (objetivas) más elevadas, mientras que se da la
Número de casos 106 108 95 96 102 tanto favorece las interpretaciones basadas en correlación inversa con respecto a las distincio-
“barreras de clase”. A pesar de ello una parte nes fundadas en criterios económicos (Germa-
* Tales como dificultades de vivienda, insuficiencia del sueldo para mantener una familia y similares. considerable de los entrevistados “descarta- ni, 1963: 19-21). La excepción presentada por el
ron” estos indicios, y, lo que más interesa aquí, grupo de estudiantes (que también mencionan
tal percepción selectiva se correlaciona con la con mayor frecuencia que los demás “no manua-
podría interpretarse como un efecto de salien- por la ocupación) y percepción de barreras de posición de clase “objetiva”. les” las dificultades económicas no relacionadas
cia, el hecho de que el 89,5 por ciento de los clase. Hay una progresión constante desde el Los cinco grupos revelan también algunas con clase), podría quizás explicarse en función
casos o bien dio una sola contestación o bien grupo de los obreros manuales hasta el grupo diferencias en cuanto a los criterios de clase im- de las dificultades específicas que halla este gru-
coincidió (en cuanto a tipo de barrera) en las más elevado, compuesto por profesionales. Se- plicados en las contestaciones. Si bien de un 40 po más joven para establecer un nuevo hogar.
dos primeras contestaciones, apoya la decisión gún estos resultados cuanto más alta la posición a un 50 por ciento en todos los grupos dio con- (ver cuadro en página siguiente).
de limitar el análisis a la primera contestación. objetiva más frecuente la percepción de la clase testaciones que no permiten distinguir qué cri- En tres de los grupos los individuos de me-
Es interesante notar de paso que el grupo como barrera posible al matrimonio. En senti- terios específicos de clase se emplearon, en las nos de 30 años perciben con más frecuencia
menos productivo en cuanto a número de con- do inverso se da la interpretación términos de contestaciones restantes aparece una correla- barreras de clase. Los profesionales no mues-
testaciones fue el obrero, pues solamente el 17 defectos morales o psicológicos (máxima en ción positiva entre el criterio “prestigio” y status tran diferencias apreciables y la distinción no
por ciento dio más de una contestación. los obreros y mínima entre los profesionales). es observable entre los estudiantes debido a
Las cifras del Cuadro 1 ponen de manifiesto Las diferencias étnicas o nacionales tuvieron que se concentran todos en el grupo de menos
4 Esto podría relacionarse con la presencia de algu-
una correlación entre posición objetiva (dada cierta importancia en los dos grupos más bajos nos extranjeros en los dos grupos. de 29 años.
206 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 207

Cuadro 2. Criterios de estratificación empleados por aquéllos que percibieron barreras de clase las respuestas que implican “barreras de clase” escala de estratificación (lo que ocurría en los
Obreros Empleados son más frecuentes entre aquellos que se autoafi- trabajos mencionados). Además la autoafilia-
Criterios Jefes Estudiantes Profesionales
calificados de oficina lian “adecuadamente” con relación a su posición ción se hizo a base de pregunta abierta, lo que
Clase social genérica “objetiva” que entre los “desviados”. Este resulta- introduce otra diferencia con las demás inves-
42,4 49,1 50,8 41,4 45,6
(sin especificar criterios) do se obtuvo utilizando las respuestas a una pre- tigaciones. De todos modos es interesante des-
“Económico” 45,5 34,5 24,0 38,6 20,8 gunta (abierta) sobre autoafiliación. Las contes- tacar dos hechos: (a) a pesar de que casi al 70
Prestigio 6,1 5,5 6,3 11,4 20,8 taciones (que presentaron la habitual variedad de por ciento de los obreros tienen una adecuada
Familia 3,0 7,3 11,1 5,7 6,4 términos) fueron agrupadas en dos grandes cate- identificación de clase –sobre el plano verbal
Modales, cultura 3,0 3,6 7,9 2,9 6,4 gorías (clases bajas y clases medias) y se consi- de la autoafiliación– menos de una tercera par-
100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 deró “adecuada” para cada grupo ocupacional la te percibe a la clase como barrera; (b) mientras
categoría que registró más alta frecuencia. que la adecuación de la autoafiliación es un
Número de casos 33 55 63 70 77
Aunque el número de casos “desviados” es- factor que favorece la percepción de la barrera,
pecialmente en los grupos no manuales es muy esta relación no se da entre los obreros, Estos
Cuadro 3. Contestaciones que implican barrera de clase en dos grupos de edades (porcentaje por grupo reducido, las diferencias entre los individuos dos resultados siguieren la posibilidad de que
de edad y grupo ocupacional) de autoafiliación modal, con respecto a los un grupo menos favorecido (y más expuesto a
“desviados” se manifiesta de manera coheren- la discriminación que surge de la existencia de
Obreros Empleados
Edad Jefes Profesionales te con la excepción ya mencionada del grupo la barrera de clase), tiende a no percibir este
calificados de oficina
Menos de 30 60,0 66,7 90,9 80,0 obrero. La forma asumida por la autoafiliación aspecto negativo de su posición relativa en el
30 y más 27,8 52,7 69,7 84,5 modal en los cinco grupos es algo distinta de la sistema de estratificación. Ello podría ser una
que se ha observado en otros trabajos. Usual- expresión de la ambivalencia de sus miembros
Número de casos 92 98 87 93
mente la concentración modal es máxima en respecto a una escala de valoración que por un
ambos extremos de la escala (en los estratos lado han internalizado (en cuanto pertenecen
En cuatro grupos las mujeres registran una ocupación como a la educación de los padres) “objetivos” bajos y en los altos) (Germani, a la sociedad global), y que por el otro impli-
frecuencia algo más alta en la percepción de tampoco revela tendencias claras y sería nece- 1963: 11). En los cinco grupos observados aquí, ca para ellos una severa frustración.5 Si bien
la clase como barrera (el grupo de obreros no sario realizar otros análisis con el fin de tener en cambio, la concentración modal es menos
incluía mujeres). El grado de educación alcan- conclusiones más específicas a este respecto. elevada en uno de los dos grupos extremos (los
5 Esta interpretación coincide con observaciones
zado no parece introducir diferencias aprecia- Un aspecto de interés es la relación entre au- obreros). Esto quizás podría explicarse tenien- similares (en otros aspectos) que algunos autores atri-
bles al interior de cada grupo. Por último la si- toafiliación a clase y la percepción de la clase do en cuenta que los cinco grupos no consti- buyen a “reacciones contraculturales frente a la priva-
tuación de movilidad (tanto con respecto a la como barrera. Con excepción del grupo obrero tuyen una representación completa de toda la ción”. Ver Milton Singer (1960: 625-635).
208 Gino Germani - La sociedad en cuestión

los datos utilizados en esta nota no ofrecen alternativas, muestran la eficacia de técnicas
fundamentos suficientes para explorar estas proyectivas en la exploración de la conciencia
posibilidades así como otras explicaciones psicológica de clase.

Cuadro 4. Contestaciones que implican barreras de clase entre individuos de autoafiliación adecuada
(modal) y no adecuada (desviada). (Cifras porcentuales, dentro de cada grupo ocupacional y modo
de autoafiliación).
Autoafiliación Obreros Empleados Profesionales
Jefes Estudiantes
A clase calificados de oficina Universitarios
Autoafiliación
69,3 91,5 74,1 76,1 83,1
Modal (adecuada)
Porcentaje que percibe
barreras de clase entre los
individuos:
- de afiliación adecuada 36,1 54,8 76,7 76,7 84,0
- de afiliación no adecuada 37,0 25,0 57,1 50,0 50,0
Número de casos: 88 95 81 88 83

Bibliografía Goblot, Edmond 1925 La barriere et le niveau


(París: Alcan).
Milton Singer, J. 1960 “Contraculture and
Germani, Gino 1963 Clase social Subculture” en American Sociological
subjetiva e indicadores objetivos de Review (Chicago) Nº 25.
estratificación (Buenos Aires: Instituto Willener, Alfred 1957 Images de la Societé et
de Sociología). classes sociales (Berna: Staempfly).
La estratificación social
y su evolución histórica
en la Argentina*

Gino Germani

Consideraciones preliminares recordamos que la transición puede ser perci- en los que la urbanización precede, en distinto En el conjunto de sub-procesos componentes
bida como un proceso global, pero compuesto grado, la expansión de la actividad industrial. la transición pueden distinguirse tres grandes
Al describir el sistema de estratificación en por una serie de sub-procesos, correlaciona- Análogamente hubo una diferente dinámica de categorías: sub-procesos de modernización
la Argentina utilizaré un esquema de estadios dos entre sí, aunque a la vez dotados de cierta la transición demográfica, en las dos categorías económica o desarrollo económico, de moder-
sucesivos en la transformación de la sociedad autonomía, tal que cada uno se desarrolla con de países, lo que ha conducido a un incremen- nización social, y de modernización política. La
hacia estructuras de tipo moderno. Tal esque- ritmo y velocidad que a menudo difieren de los to acelerado de la población del “tercer mun- transformación del sistema de estratificación
ma que fue formulado en otros trabajos (Ger- que caracterizan a los demás componentes. En do” en comparación con los países de primera es uno de los más importantes sub-procesos
mani, 1969: Cap. I) y sus propósitos son los de segundo lugar, en cada país, debido a las con- industrialización, en etapas comparables de componentes de la modernización social y se
proporcionar una base de comparación, apli- diciones internas y externas bajo las cuales se desarrollo económico Germani, 1969: Cap. I, relaciona por un lado con la transformación
cable –dentro de ciertos límites– a los países desarrolla la transición, así como en virtud de VII). Debido a estas diferencias en ritmos, ve- del sub-sistema económico, y por el otro con el
latinoamericanos, en el análisis del proceso de las distintas características en el punto de par- locidades, y secuencias de los procesos com- cambio y/o supervivencia de determinados ras-
transición. Sin entrar a considerar ahora los su- tida, y otros factores contextuales, la secuen- ponentes (a su vez efecto de una multitud de gos de la estructura cultural, y de las formas de
puestos teóricos sobre los cuales se apoya ese cia entre procesos componentes puede darse causas), la transición global resulta distinta dominación que lo caracterizan. Esto se refiere
esquema, es preciso tener presente algunos de manera divergente. Así son bien conocidas en cada país, aunque es posible intentar la for- especialmente a la existencia de grupos étnicos
puntos; todos los cuales son aspectos de un las diferencias entre países de industrialización mulación de esquemas aplicables a grupos de o culturalmente distintos, y a su posición dife-
fenómeno general que caracteriza el cambio, a temprana en los que la urbanización (en térmi- países cuya transición se desarrolla dentro de rencial dentro de la sociedad en cuanto a poder
saber, su asincronía, las desproporciones que nos de concentración demográfica en centros un modelo relativamente generalizable, a todos y prestigio. Debido al fenómeno de la asincro-
se producen entre las varias partes y subsis- urbanos), se da, en gran medida, al mismo ellos. Esto es debido a cierta comunidad de si- nía, particularmente en determinados períodos
temas de la estructura social. En primer lugar tiempo que el proceso de transformación eco- tuación histórico-social (ya sea con respecto al de cambio más rápidos, coexisten o pueden co-
nómica, y más precisamente, el surgimiento sistema internacional, ya sea en cuanto a fac- existir dentro de un país, estratos sociales que
* Germani, G. 1970 La estratificación social y su evo- de la industria fabril, y los de industrialización tores internos, tales como el tipo de cultura, y corresponden a dos o tres diferentes sistemas
lución histórica en la Argentina. Mimeo, 28 pp. tardía –los actuales países del “tercer mundo” de sistemas sociales y políticos dominantes). de estratificación: el sistema “arcaico” o el que
212 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 213

corresponde a una fase anterior del proceso, consecuencias del proceso, por el ejemplo el capas de formación posterior –dentro de un dad y duración, y claramente diferenciadas de
el sistema “básico” que corresponde a la fase proletariado urbano industrial, también resul- estrato o clase dada– surgen en base a activi- las configuraciones estructurales precedentes
por la que se halla transitando la sociedad en el ta formado de manera discontinua. Dentro del dades económicas de un tipo distinto que las y siguientes; y (ii) “la importancia causal de la
momento dado, y el sistema “emergente”, que mismo estrato “proletariado urbano moderno” que originaron los primeros elementos “emer- configuración para dar forma al curso futuro de
corresponde a una (todavía potencial) fase su- habrá capas, de formación distintas: un prole- gentes” del estrato mismo. En la Argentina la transición”.
cesiva del sistema (Germani, 1969: Cap. VII). A tariado más “antiguo”, formado por los obre- hay varios ejemplos de estas coexistencias de
menudo esta coexistencia se da sobre un plano ros que participaron del primer crecimiento capas de distinta antigüedad y naturaleza, den-
geográfico, en el sentido de que mientras en al- de la industria, y/o de sus descendientes, y un tro de los que puede considerarse una misma La estratificación desde
gunas regiones “más adelantadas”, el sistema “proletariado nuevo” formado por aquellos que clase social, por ejemplo; proletariado urbano fines de la etapa tradicional
–y los estratos– “arcaicos” han desaparecido fueron reclutados para la actividad industrial –y empresarios industriales– originados en la hasta el comienzo de la
del todo, o casi, en otras regiones “atrasadas” durante una segunda fase de crecimiento in- primera fase de industrialización entre 1880 y sociedad dual y la expansión
tales “supervivencias” siguen teniendo impor- dustrial, que ocurrió acaso, muchos años des- 1920, y proletariado –y burguesía empresaria– económica “hacia afuera”
tancia. Otras veces la coexistencia se da dentro pués de la primera. Si hay diferencias entre correspondientes a la segunda fase, después de
del mismo ámbito regional. el reclutamiento operado en la primera fase, esta última fecha. Dos elementos pueden considerarse determi-
La coexistencia de distintos sistemas de es- con respecto al reclutamiento ocurrido en la En el esquema de la transición a que se alude nantes en moldear los rasgos del sistema de
tratificación no es la única consecuencia del segunda fase, las diferencias entre las dos ca- al comienzo de esta sección se distinguen cua- estratificación hacia fines del periodo colonial:
carácter asincrónico del cambio. Hay otro as- pas puede ser aun mayor, que la originada por tro estadios: I. Sociedad “tradicional” (hasta fi- por un lado el nivel tecnológico, la relación con
pecto que debe tenerse presente y que resulta antigüedad en el trabajo industrial y en las for- nes del siglo XVIII); II. “Comienzos del derrum- la metrópoli y las formas de actividades eco-
del hecho que la emergencia de un nuevo estra- mas de vida urbana. Tal es el caso cuando las be de la sociedad tradicional” (hasta mediados nómicas existentes, y por el otro, el sistema de
to social (correspondiente a un nuevo sistema dos fases de industrialización coinciden con del siglo XIX); III. “Sociedad dual, y expansión dominación establecido por España, basado en
de estratificación), no solamente no implica la otros cambios en la sociedad, tales que los ti- hacia afuera” (desde mediados del siglo XIX distinciones étnicas y de lugar de nacimiento.
simultánea e instantánea eliminación del estra- pos de población envueltos en el proceso son hasta la década del veinte); y IV. “Movilización El territorio que actualmente ocupa la Ar-
to o los estratos pertenecientes al sistema an- diferentes (por ejemplo distintas sub-culturas, social de masas” (desde 1930). La caracteriza- gentina carecía de aquellos recursos que habían
terior, sino que no se produce, a menudo, en o regiones dentro del país, diferente grado de ción de los estadios se halla en los trabajos ya atraído mayormente a los conquistadores espa-
forma continua. Así la industrialización puede “modernización” de las poblaciones afectadas, citados. Puede agregarse que los criterios de ñoles: metales preciosos o productos tropicales.
ocurrir en dos o tres “olas” sucesivas, pero se- etc.). Situaciones similares pueden producirse identificación de un estadio son: (i) “la emer- Esta carencia y el aislamiento determinado por
paradas en el tiempo por considerables lapsos, en otros estratos, clases medias, o varios sec- gencia de una configuración de características la política económica de la metrópoli, mantuvie-
por ejemplo de una década o dos. Cuando esto tores de la burguesía y las élites. Otras diferen- (en los sub-sistemas económicos, sociales, y ron estancado el desarrollo demográfico y eco-
ocurre los sectores sociales que surgen como cias pueden depender del hecho que ciertas políticos), dotada de cierto grado de estabili- nómico de la región hasta el siglo XVIII. Aunque
214 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 215

el contrabando hubiese en parte suplido a la Ferrer (1963) caracteriza la economía colonial forzar este sector. En el sector comercial “alto” habrían de adquirir una importancia creciente
falta de comercio legal, la serie de medidas de li- en el territorio argentino como un conjunto de cabe también incluir a los propietarios de en las décadas sucesivas. Si bien los segmentos
beralización tomadas durante este siglo modifi- “economías regionales de subsistencia”, ca- tiendas y otros comercios de bienes de impor- más significativos e importantes de este estrato
caron el régimen de estricto monopolio preexis- racterizadas por un alto grado de aislamiento, tación, en la ciudad de Buenos Aires. Íntima- se concentraba a fines del siglo XVIII en Buenos
tente y favorecieron el desarrollo del comercio poca incidencia del mercado monetario, bajo mente conexos con los comerciantes los estan- Aires, existían pequeños núcleos semejantes
exterior, y por este camino se estimuló la pro- volumen de comercio exterior, y prolongado cieros constituyeron el otro sector significativo en el interior en contacto con los hombres de
ducción interna –limitada a algunos productos estancamiento. Esta situación, como se ha in- de la alta burguesía, aunque, durante la época negocio porteños, que absorbían la producción
de la ganadería– vigorizando así la formación de dicado, empezó a modificarse en el siglo XVIII, colonial, no constituían el sector dominante, del interior, la pasaban al comercio del puerto,
una incipiente burguesía criolla. Así, con el Tra- particularmente durante el último cuarto. Sien- pues se hallaban social y económicamente su- y distribuían manufactura importada.1
tado de Utrecht, y el establecimiento de los “Na- do el comercio exterior el sector más dinámi- bordinados a los comerciantes. Su riqueza, más Por debajo de esta cúpula, y siguiendo el lla-
víos de permiso”, los ingleses obtuvieron ciertas co de la economía hallamos que en la cúpula que en el latifundio, estaba en el control de la mado modelo “dual” de estratificación, debería
limitadas posibilidades de comerciar la región del sistema de estratificación se sitúa el muy producción ganadera de la época, es decir en ubicarse un amplísimo estrato “bajo”, cerca de
del Plata y la autorización legal facilitó el tráfico reducido grupo de los “grandes” comerciantes primer lugar en la producción de cueros y en un 90 a 95 por ciento del total de la población.
ilegal. El abandono del sistema de convoyes, y españoles, favorecidos por el monopolio del segundo lugar, la salazón de carne. Ambas ex- Aunque para ciertos fines esta imagen dicotó-
la adopción del sistema de “navíos de registros” comercio exterior (los “registreros”), que ejer- portaciones, especialmente la segunda se vie- mica del sistema, puede tener alguna utilidad,
(1740), la ampliación del comercio con Espa- cieron un verdadero dominio sobre los varios ron grandemente facilitadas por las aludidas se trata de un esquema que simplifica en exceso
ña al puerto de Buenos Aires (y la apertura de aspectos de la economía colonial. A este grupo medidas de liberalización. Finalmente en la cla- una realidad más compleja. Con mayor exacti-
trece puertos españoles) (1728), la libertad de puede agregarse algunos altos funcionarios co- se alta podemos distinguir un pequeño núcleo tud habría que hablar de varios estratos inferio-
comercio interregional (1776) y la creación del loniales, también españoles. Dentro de la clase “industrial” vinculado a la producción ganade- res, inclusive una capa que podríamos denomi-
Virreinato, todas estas medidas contribuyeron a alta, pero situados en un nivel inferior en cuan- ra –saladeros, curtiembres y otros– basado en nar “estrato intermedio tradicional” compues-
iniciar la transformación de la estructura social to a derechos legales y prestigio, y condición el trabajo de esclavos, sector obviamente en to por el pequeño comercio, tales como las
de la región, la que debía continuar con mayor económica (propiedad y control), hallamos los extremo reducido. Dentro del conjunto del es- llamadas “pulperías volantes”, que acopiaban
impulso durante el segundo estadio, y servir de comerciantes mayoristas y los estancieros crio- trato alto, puede considerarse como declinante productos ganaderos, particularmente cueros,
base para el acelerado proceso de expansión llos. El comercio exterior era para este grupo el grupo constituido por los comerciantes es- para su traslado a Buenos Aires, y venta a los
económica y modernización social ocurrido en sobre todo comercio ilegal pero sirvió de base pañoles monopolistas, que desaparece como
la segunda mitad del siglo, durante las primeras para el surgimiento de una burguesía urbana, tal con la independencia, para ser reemplazado
décadas del tercer estadio. aunque muy reducida. Más tarde la liberaliza- por los miembros criollos del mismo estrato, y 1 Un buen esquema de la estratificación social hacia
fines del periodo colonial se halla en Astesano (1941:
Durante los dos primeros estadios no puede ción del comercio interregional y exterior, con como sector emergente, esta misma burguesía
Cap. VI y VII); ver también García (1954: Cap. I, II, VI,
hablarse de una economía nacional unificada, neutrales, aceleró el proceso y contribuyó a re- y sobre todo al grupo de los estancieros que VII, X XI, XII); Levene (1938) y Revello (1938).
216 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 217

exportadores (comercio que, aunque obstaculi- importancia, como el de los “plateros” y los “za- sugiere que el sector de los “labradores”, tanto muy distinta de las de los demás sectores de
zado por las autoridades, podía dar considera- pateros”, compuesto por españoles y criollos, en términos de su actividad económica como los estratos bajos. El rasgo diferencial más pro-
bles beneficios) (Astesano, 1941: 118), las pul- que establecían requisitos más estrictos para la de sus ingresos y prestigio, debía ubicarse en minente era el de su libertad e independencia
perías y pequeños almacenes radicados en los pertenencia y el ejercicio de la actividad (Gar- un nivel intermedio, pero inferior al del peque- de patrones, y el hecho de que su existencia se
pueblos del interior, sobre todo para el consu- cía, 1954 y Levene, 1938). También, había ar- ño comercio. Por último puede mencionarse al basaba sobre el consumo de la carne del abun-
mo de los sectores inferiores de la población. tesanos libres en el interior. Pequeños comer- “capataz” de estancia como otro elemento de dante ganado que vagaba por la pampa antes
Estos comercios también acopiaban productos ciantes y artesanos libres representaban enton- estos estratos intermedios, aunque obviamente, de la erección del alambrado. De acuerdo al
artesanales y agropecuarios. ces un primer estrato intermedio, por debajo su número fuese muy pequeño. Pasando ahora principio “La pampa y las vacas para todos”, no
Otros comerciantes intermediarios eran los de lo que se ha denominado estratos “altos”. a los estratos “bajos”, deben situarse en primer era la carne lo que interesaba a los estancieros
que se ocupaban del transporte con carretas, El sector rural dedicado a la agricultura lugar los trabajadores libres de la ciudad, lo en esa época, sino el cuero, y en este sentido el
pero en este sector podía haber empresas de debe situarse a un nivel inferior del indicado que, particularmente en Buenos Aires, forma- rol del gaucho podía integrarse dentro del sis-
mayor envergadura que reunían una considera- anteriormente, aunque todavía dentro de los ban un grupo reducido, dado que gran parte del tema económico social de la estancia colonial.
ble cantidad de carretas y ejercían esta activi- estratos “intermedios tradicionales”. En su ma- trabajo –inclusive el artesanal– era realizado Sus contactos con la sociedad eran limitados
dad en mayor escala, lo que los ubicaría en el yoría se trataba de formas de arriendo, o de tie- por esclavos o indios. Según J. A. García estos al mínimo indispensables, para satisfacción de
estrato alto, tal como fue definido anteriormen- rras “realengas”, carecían de capital y estaban “proletarios” aunque libres legalmente, se ha- sus pocas necesidades y, ocasionalmente, po-
te. Por otra parte debe tenerse en cuenta que expuestos a recurrir a préstamos usurarios, y llaban en una situación real no muy distinta de día trabajar en las estancias, sobre la base de
el grado de especialización en esta época era a vender sus productos a precios bajos o poco los siervos indios o de los negros y mulatos es- enganches de corta duración (Astesano, 1941:
bajo, es decir que diferentes actividades podían remuneradores con relación a sus costos. Ha- clavos. “El proletario lleva una vida miserable 203; Álvarez: 1938; García, 1954: Cap. XII).
ser realizadas por las mismas personas. bía varias causas que se combinaban para de- en pobrísimos ranchos edificados en terrenos Fuera de la sociedad colonial y por lo tanto,
A los comerciantes debemos agregar los ar- terminar el escaso desarrollo de la agricultura, baldíos...” (1954: 76). Las otras capas significa- fuera del sistema de estratificación, dentro del
tesanos. Particularmente en Buenos Aires la desde el tipo de valores dominantes en la so- tivas de los estratos bajos, lo constituyen los territorio que hoy ocupa la Argentina debemos
mayor parte de las artesanías eran ejercidas ciedad, que tendían a menospreciar el trabajo esclavos y los indios sometidos, que trabajaban ubicar a los indios no sometidos que ocupaban
por esclavos negros o mulatos, y también in- manual en general y el agrícola en particular ya sea en servicios domésticos en las casas, ya gran parte de la zona pampeana, la que solo en
dios, que trabajaban por cuenta de su dueño. (García, 1954 y Justo, 1968: Vol. 1, Cap. 1), la sea en actividades artesanas, o como peones un 10 por ciento podía considerarse incorporada
Según J. A. García esta era la forma más fre- falta de conocimientos técnicos y de capitali- en la ciudad o en el campo. a la sociedad colonial. Sectores indios se halla-
cuente, por lo menos en la ciudad de Buenos zación, los que tendían a mantener un bajísimo Un lugar aparte debe asignarse al “gaucho” y ban además en el norte y otras zonas del país.
Aires, donde solamente algunos blancos muy nivel de eficiencia, la impredecibilidad del mer- la población india no sometida. Aunque el pri- Hasta ahora no me he referido a los estra-
pobres ejercían esta actividad. De todos modos cado –tanto interno como externo–, la protec- mero se hallaba por lo menos en parte incorpo- tos sociales determinados por la estructura
existían ciertos gremios artesanales de mayor ción acordada a la ganadería, y otras. Todo esto rado a la sociedad tradicional, su situación era técnico-económica, pero esta a su vez se halla-
218 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 219

ba relacionada con el sistema de dominación estaba reservado. Todo el resto del sector co- aspiraciones de los estratos subordinados, des- siglo XVIII y comienzos del XIX se aproximaba
generado por la conquista y la coexistencia del mercial, industrial y estanciero de la burguesía, de los blancos criollos, hasta los mestizos. a la síntesis que se presenta a título de clasifica-
colonizador español, sus descendientes blan- “blanco”, pero nacido en América, ocupaba un Aunque de carácter conjetural, y teniendo ción en el Cuadro 1.
cos, la población india, y por fin, la población segundo lugar, económica y legalmente, dentro en cuenta que la realidad social de esta (como Debe agregarse que dentro del grupo “blan-
negra importada para el trabajo en esclavitud, de los estratos “altos” de la sociedad; por deba- de todas) las épocas difícilmente se deja enca- co” se encontraba un cierto número de ex-
y las distintas mezclas que surgieron a partir jo de ellos los estratos inferiores estaban cons- sillar en esquemas rígidos, se puede sugerir que tranjeros y descendientes de extranjeros. Este
de estos varios orígenes: de aquí una variedad tituidos sobre todo –como ya se indicó– por la estratificación predominante hacia fines del sector parece haber sido bastante amplio, a
de tipos que algunas veces se intentó clasificar. mestizos, mulatos, negros e indios. Es conve-
Así un autor de fines del siglo XVIII distinguía niente recordar que las distinciones raciales en
unas quince variedades, desde el español (blan- la América Latina no se apoyan predominante- Cuadro 1. Esquema de la estratificación social hacia fines del siglo XVIII.
co nacido en España), hasta el mestizo (blanco mente sobre características somáticas o estric- “Gran” Comercio de exportación
con india), el castizo (español con mestiza), el tamente biológicas. Con más precisión se ha /importación
Españoles
mulato, marisco, albino, etcétera (Torre Reve- hablado de “raza social” o cultural. Hacia fines Monopolista,
llo, 1938: 503). Dentro del sector blanco, la dis- de la época colonial, en toda la América espa- Altos funcionarios. Alto Clero.
tinción esencial radicaba, como es bien sabido, ñola se produce un proceso de reforzamiento “Gran Comercio” no monopolista.
Estratos Altos
entre el peninsular, nacido en España, y el blan- de las líneas de casta. En todas partes se hacen Estancieros
co criollo, nacido en América. Todos estos gru- “netas separaciones entre blancos, mestizos y Profesionales
Criollos (Blancos)
pos podrían en realidad reducirse a unos tres: mulatos libres” y hasta en la región del Río de Dentro del sistema de Otros comercios medianos
el español, el criollo, el mestizo, el negro, el la Plata, “relativamente abierta”, la puridad de estratificación (urbanos) Algunos “Industriales”
mulato, y el indio. Esta estratificación en térmi- la sangre tiende a volverse importante como (saladeristas, etc.)
nos de castas se correlaciona –en considerable distinción social drástica. Una distinción tanto Comerciantes al detalle
“Criollos” (Mestizos en
medida– con la estratificación fundada en la menos obvia, en cuanto muchos mestizos (bio- Estratos Intermedios mayoría) Artesanos libres
estructura técnico-económica. Debe destacar- lógicos) consiguen pasar por blancos en virtud Capataces y otros “empleados”
se en particular, que, bajo el régimen colonial, del hecho que en los “dos siglos precedentes
Algún Criollo, Negros, Trabajadores libres
el español gozaba de derechos económicos y la curiosidad acerca del árbol genealógico era
Estratos Bajos mulatos o indios (en Siervos
políticos negados al criollo, aunque en teoría menos viva” (Halperín, 1968: Cap. 1). Se trata- mayoría) Mestizos. Esclavos
perteneciera a la misma casta “blanca”. El ejer- ba, según Halperín, de una agudización causa-
Parcialmente marginales Mestizos, Gauchos libres
cicio del comercio autorizado por la corona y da por la creciente estrechez de la sociedad
el ejercicio de los cargos públicos más altos le colonial para hacer un lugar a las aumentadas Totalmente marginales Indios no sometidos
220 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 221

pesar de las prohibiciones existentes en cuan- miento. Su preeminencia se basaba únicamente requerido un largo periodo de maduración. A por cierta continuidad del modelo tradicional,
to a inmigración. El componente extranjero, en el poder político ejercido por la metrópoli. la vez, dadas las características del tipo de eco- no puede negarse que durante el mismo fueron
conjuntamente con otros rasgos, contribuía Desaparecido este, el estrato inmediatamen- nomía que podía más fácilmente desarrollarse produciéndose ciertos cambios, que, en defini-
significativamente a dar un carácter más cos- te subordinado, más fuerte numérica, social en el territorio argentino, particularmente en tiva, prepararon las bases para el “gran salto”
mopolita y abierto a la sociedad argentina, o y culturalmente, es decir, el sector criollo del el Litoral, eran necesarias otras innovaciones que ocurrió unas pocas décadas después.
con más precisión a la sociedad porteña. A pe- estrato superior, debía llegar a predominar. tecnológicas, organizacionales y económicas, Lo que en nuestro esquema se denomina
sar del predominio de valores pre-industriales, Su posición en la estructura social –como no solo internas, sino también en el orden in- “comienzo del derrumbe de la sociedad tradi-
en cuanto al desprecio hacia el trabajo manual “elite con movilidad ascensional parcialmen- ternacional (industrialización en Inglaterra y cional”, es designado por Ferrer como “etapa
y las “artes mecánicas”, y la división, más o te bloqueada”– presenta un caso clásico en otros países, innovaciones en los transportes, de transición” de la economía colonial, hacia la
menos marcada en las distintas regiones del la literatura sociológica2 en cuanto a una alta surgimiento de un mercado internacional mu- economía primaria de exportación. En rápida
país entre la “Gente Principal” (Españoles) y propensión hacia innovaciones y por lo tanto, cho más amplio y vigoroso, etcétera). síntesis los hechos más importantes que con-
descendientes, y la “Gente Inferior” (mestizos, en las condiciones de la época, tanto internas Estas mismas consideraciones pueden acep- tribuyeron a transformar la economía durante
indios, etc.) (García, 1954; Astesano, 1941), se como externas, un alto potencial revoluciona- tarse como aplicables a los estratos inferiores, esta etapa fueron los siguientes: la extensión
reconoce que la sociedad rioplatense era por rio. En cuanto a los estratos “intermedios”, su excepto en lo que hace a la situación legal de los palatina de la frontera, y la concomitante apro-
lo menos potencialmente más democrática que posición era también “declinante”, pero a un esclavos, y a los problemas creados por las dis- piación de la tierra, con la formación de gran-
otras áreas del imperio español. A esto contri- plazo mucho más prolongado, por cuanto tal tinciones en castas, pero de manera limitada a des latifundios; la completa liberalización del
buyo no solamente la falta de una aristocracia declinación dependía de una serie de cambios las definiciones formales, y no tanto a la posición régimen comercial; la mejora en los medios
propiamente dicha, sino también el predomi- estructurales potencialmente posibles y proba- efectiva dentro del sistema de estratificación. de transporte de ultramar, y el crecimiento
nio temprano del comercio de orientación ca- blemente inevitables, pero mucho más demora- Quizás teniendo en cuenta las circunstancias de la demanda; la (relativa) modernización de
pitalista, y el carácter más heterogéneo de la dos en el tiempo. No bastaba aquí la liberación aludidas en el párrafo anterior se suele afirmar la estancia colonial, que asume cada vez más
población. Es posible que esta mayor apertura de la acción de las elites modernizadoras, sino que el fin del dominio colonial y el estableci- caracteres de explotación capitalista, con la
de la sociedad colonial haya sido un factor de que había que poner en marcha un proceso de miento de un régimen independiente no im- transformación de la misma en una empresa
cierta importancia en la rápida transformación transformación de la estructura económico- plicaron grandes cambios en la estructura de productiva, con unidad de administración, em-
experimentada por la estructura social durante social que, aun en ausencia de los gravísimos la sociedad, excepto la sustitución del estrato pleo de trabajo asalariado, crianza de animales
la segunda mitad del siglo XIX. conflictos internos que se produjeron, al con- superior criollo, particularmente la burguesía y comienzos del uso del alambrado (lo que pro-
Dentro de la configuración estructural cris- solidarse la independencia política, hubiera comercial y terrateniente, al sector monopo- dujo un cambio esencial en el sistema social
talizada a fines de la época colonial el estrato lista español y a los funcionarios reales. Sin de la estancia y en la estructura de la sociedad
que se presenta como claramente “declinante” embargo, aunque este segundo estadio del es- campesina, y las áreas rurales); aumento de las
2 Se hace referencia a las conocidas tesis de Levy, Ha-
es el constituido por los españoles de naci- gen, y McClelland. quema que estamos empleando, se caracteriza inversiones (especialmente a través de rein-
222 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 223

versiones de las ganancias, del mismo sector recursos y a productos no perecederos, cierta Cuadro 2. Estratificación socio-ocupacional en 1869, (Porcentajes).*
ganadero). De aquí la expansión de las expor- expansión del mercado –aunque en una escala Estratos Independientes (Patrones Dependientes Total
taciones unidas a ciertas modificaciones en su todavía no muy amplia– estimuló otras activi- y cuenta propia) (empleados, obreros)
composición (por ejemplo aumento en la ex- dades industriales y artesanales, ya sea vincu- Estratos altos y medios 7.6 3,4 11. 0
portación de tasajo y, hacia el final del periodo, ladas al consumo destinado a los sectores de Estratos intermedios tradicionales 12. 1 – 12.1
surgimiento y expansión de la explotación del menores recursos, o a productos perecederos, Estratos inferiores 43,8 33,1 76.9
ganado lanar, y de la producción y exportación o a actividades subsidiarias generadas por la Total 63.5 36.5 100,0
de lana). Durante este periodo además se acen- expansión en el comercio interno y externo, en
tuó el desplazamiento del centro demográfico y los transportes y servicios y por el incremen- * Para computar este cuadro se ha utilizado como base la clasificación realizada por Ruth Sautu en Economic
Development and Stratification in Argentina (1969), pero se han reagrupado los nueve grupos ocupacionales en una
económico, desde la región del noroeste hacia to en la concentración urbana (por ejemplo la forma distinta.
el litoral y aunque la estructura de economías industria de la construcción). Esta expansión
regionales relativamente aisladas, y con un am- bien entendida, fue limitada, tanto en cuanto a
plio sector de economía de subsistencia, tendió volumen, como en cuanto a extensión geográfi- traste con una “periferia” con fuertes tendencias dillismo contribuyeron a generar una suerte de
a prolongarse, empezó a constituirse un merca- ca, pues afectó sobre todo a Buenos Aires y el al estancamiento y atraso.3 De todas maneras, movilización de los estratos inferiores, que de
do nacional integrado a partir de la provincia Litoral. El resto del país como ya se dijo, per- cualesquiera que fueran las limitaciones de este este modo salieron de los cauces de sus roles
de Buenos Aires y el resto del Litoral, área en maneció relativamente estancado, y ello afectó periodo transicional, hubo ciertos cambios que tradicionales para ingresar a nuevas formas de
que la economía de mercado reemplazó casi to- particularmente al noreste, que ya había perdi- alteraron la estructura tradicional preexistente participación. Aunque no puede decirse que
talmente a la de subsistencia. En esta región la do la base de la preeminencia de que disfrutó y constituyeron la base del espectacular desa- tales formas fueran de tipo “moderno” con
expansión del producto y del comercio exterior durante la época colonial, con la desaparición rrollo que se originó en las décadas posteriores. todo representaban una ruptura con respecto
estimuló también ciertas ramas industriales y del mercado del alto Perú. Tales cambios no dejaron de afectar la es- al orden tradicional. Las características de la
contribuyó a ensanchar el sector de servicios, Si bien en muchos aspectos de la estructu- tratificación social no solo a través de algunas estratificación social que emergieron al final
produciendo a la vez un considerable aumento ra social, el país quedó estancado, y el ímpetu modificaciones en la estructura ocupacional, de esta etapa distan todavía mucho del patrón
en la población y en la concentración urbana. modernizador de las elites innovadoras de la sino también en tanto los acontecimientos po- “moderno”, pero difieren cualitativa y cuantita-
Por cierto, la apertura del mercado interna- Revolución de Mayo quedó interrumpido, con líticos y militares, desde las guerras por la in- tivamente del sistema que hemos observado al
cional con la introducción de productos manu- todo, se aseguraron las bases para la unificación dependencia hasta las guerras civiles y el cau- final del periodo colonial.
facturados, afectó desfavorablemente el sector nacional, a pesar de que fue en esa época que Casi la mitad de los estratos altos está com-
artesanal local, tanto en el litoral como en el in- se fijó el modelo de desarrollo desequilibrado, puesto por “estancieros” (6.6%); los agriculto-
terior. Mas, dado que los productos importados con la diferenciación de un “centro” dotado de 3 Esta descripción de la fase “transicional” sigue la res, bastante más abajo en la escala socio-eco-
se destinaban sobre todo al público de mayores gran potencialidad económica y social, en con- exposición de Aldo Ferrer (1963: II parte). nómica, son alrededor del 1.0%; los profesiona-
224 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 225

les representan 0,5%; los empleados y similares importante notar un sector industrial de cier- proporción de extranjeros alcanzaba al 47 por una base económica muy vulnerable. Esta base
el 3,4%, y el resto, una cantidad muy pequeña, ta importancia en el campo de la construcción ciento del total. Es verdad que, a pesar del cie- fue, como es sabido, el extraordinario desarro-
(0,5%), son propietarios de industrias, comercio, (1,2% de constructores). rre de la inmigración existente durante la épo- llo y modernización de la producción ganade-
y servicios. Estas cifras revelan, que incluso en Típicamente, para este nivel de desarrollo ca de Rosas, la proporción de extranjeros en la ra y el surgimiento de una moderna y eficiente
términos de proporciones numéricas, el sector económico y social hallamos una gran propor- ciudad fue siempre relativamente alta. De todos agricultura (dentro de las condiciones de la
ganadero es el preponderante. Dentro del estra- ción de trabajadores por cuenta propia, entre los modos la composición étnica, excepto en esta época). La economía primaria de exportación,
to alto pueden considerarse como el sector bá- estratos bajos (casi el 44 por ciento de la pobla- área urbana, no se había modificado sustancial- conjuntamente con la inmigración masiva, la
sico. El sector agrícola, tan reducido, habrá de ción). En general, en el total de la población ac- mente: todavía existía una amplia proporción modernización del estado, las inversiones in-
constituir en el futuro la otra base esencial de la tiva, la proporción de los que ejercen actividades de población mestiza, y cierta cantidad de ne- fraestructurales –particularmente en los trans-
economía. Pero en esta época es apenas visible, “por su cuenta” es muy alta (casi las dos terceras gros y mulatos. Fuera del territorio ocupado, portes–, la expansión de la educación primaria,
desde el punto de vista de su capacidad econó- partes), un rasgo típico de esta etapa del desarro- persistían los núcleos indios no sometidos. y los efectos asociados a todos estos cambios,
mica, el pequeño grupo de campesinos medios, llo económico, la que todavía puede observarse en particular la urbanización y el estímulo
que es todavía muy débil. También como sec- hoy en día en varios países de América Latina. producido por la ampliación del mercado, y la
tores emergentes (pero todavía embrionarios) En esta época el sector primario sigue siendo El surgimiento y la expansión consiguiente expansión industrial y del sector
pueden considerarse los grupos de empleados preponderante (más del 40% de la población ac- del patrón moderno de de servicios, todo esto contribuyó a modificar
y profesionales que están llamados a multipli- tiva), aunque es menor de lo que podría esperar- estratificación social durante sustancialmente el sistema de estratificación
carse, con el aumento del poder del estado, la se en este grado de desarrollo. La proporción de la tercera y la cuarta etapa social, con el surgimiento, en un período suma-
diferenciación cada vez mayor de los servicios extranjeros se mantiene todavía relativamente de la transición mente breve, de un modelo muy próximo del
de tipo moderno y las crecientes necesidades de baja (alrededor del 12 por ciento del total). patrón de tipo urbano-moderno.
organización de la naciente estructura moderna. La inmigración había comenzado, pero toda- El censo de 1869 sorprendió así al país en el Es verdad que la base económica de esta
En la época del censo, a mediados de siglo, todo vía no tenía carácter masivo, pues el saldo mi- momento de su incipiente transformación. transformación careció de la firmeza que le
esto se halla apenas en sus primeros pasos. gratorio en el periodo anterior al censo (1857- Esta debía producirse con ritmo sumamente hubiera otorgado un desarrollo industrial ade-
El sector “tradicional intermedio”, que para 1870) fue de unas 88.000 personas.4 Con todo, acelerado, sobre todo a partir de 1880, una vez cuado. Todo el período en efecto, y como bien
muchos fines debería clasificarse en los estratos los efectos de la inmigración podían empezar a que los principales problemas políticos fueron se sabe, fue orientado hacia el estímulo de la
inferiores, corresponde a una serie de activida- pesar en el área de Buenos Aires, en la que la resueltos. Desde esa fecha, y con un ritmo que exportación de los productos agropecuarios, lo
des llamadas a modificarse sustancialmente en tiene pocos paralelos en la historia de otros paí- que estaba dentro de la ideología libre-cambis-
las décadas sucesivas. Se trata claramente de ses, la Argentina se transformó, virtualmente ta dominante, las oportunidades diferenciales
un sector “declinante”, compuesto sobre todo 4 Para este y todos los demás datos sobre inmigra- en unas cuatro décadas, en un país socialmente que favorecían extraordinariamente este tipo
por artesanos, comerciantes, y campesinos. Es ción, véase Germani (1966). moderno, aunque este proceso se basó sobre de expansión económica, y last but not least,
226 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 227

los intereses de los estratos dominantes que los transportes, y la viabilidad –transitoria– de sufrió limitaciones intrínsecas que tendían a empresarial, se orientó –en los descendientes
fueron los principales beneficiarios de este la división internacional del trabajo, las actitu- mantenerla en un bajo nivel de concentración de esta primera generación empresarial– ha-
tipo de economía. El estrato terrateniente y sus des y las capacidades de la élite dirigente, fue- técnico-económica, de capitalización y por cia otras formas de actividad, particularmen-
asociados constituyeron por cierto una élite ron sin duda el factor preponderante del ace- lo tanto de eficiencia. Como lo demuestra el te las profesiones liberales y los empleos. En
modernizadora sumamente enérgica, y dotada lerado proceso de expansión económica y de excelente análisis de Ruth Sautu (op. cit.), la esto puede haber influido también y de manera
de notables capacidades, empresariales.5 De modernización social ocurrido en esa época. prosperidad continuada de la industria no lo muy pronunciada tanto la tradición “cartorial”
paso podría notarse que dicha élite no puede La primera expansión industrial en la Ar- permitió sin embargo, dadas aquellas limitacio- (para emplear el término usado por Helio Ja-
clasificarse en ninguna de las cinco categorías gentina (1880-1930) fue una especie de sub- nes básicas, dar el salto en el orden tecnológi- guaribe), pre-existente en la sociedad colonial,
que enumera Kerr (1962), en su esquema del producto –imprevisto y hasta no deseado­– de co, organizacional y económico, que la hubiese y después, durante el periodo de transición,
proceso de modernización. No fue por cierto la expansión demográfica generada por la in- transformado en un sector realmente fuerte del como las orientaciones básicas de la población
“tradicional”. Su orientación fue claramente migración, y el extraordinario incremento del sistema económico. Mas esa prosperidad fue inmigrada, originarias de países como Italia y
capitalista y moderna, y en esto difirió sus- ingreso nacional generado por la economía pri- suficiente para tener efectos de largos alcances España, en que las aspiraciones de movilidad,
tancialmente de los grupos análogos en otras maria de exportación. Se debió al aumento del sobre la estructura social, es decir sobre las también tendían a orientarse en ese sentido.
naciones latinoamericanas. En efecto sus orí- mercado generado por la inmigración masiva, características del sistema de estratificación, La industria además, no fue de ninguna ma-
genes fueron relativamente más recientes que a la protección casualmente producida por un al contribuir poderosamente a la formación de nera el único sector generador de clase media.
los del estrato alto en aquellos países, y su ac- régimen tarifario que, finalmente, protegió los una clase media cuyo carácter desde el punto Más bien constituyó un eslabón necesario en
ción fue guiada en medida mucho mayor por productos de mayor valor, y por lo tanto des- de vista de su composición, modo de vida, ac- transmitir los efectos multiplicadores de las
criterios de logro, y por actitudes innovadoras. tinados al consumo de los sectores económi- titudes y aspiraciones, correspondía por com- repercusiones de la expansión económica
Conjuntamente con las circunstancias favora- camente más favorecidos, y al hecho que, el pleto al tipo de clase media surgido en países creadas por la exportación. El sector más di-
bles proporcionadas por la inmensa potencia- surplus creado por la expansión económica, de industrialización temprana, sobre la base de rectamente vinculado con la expansión de los
lidad económica del país (en términos de las aunque altamente concentrado en las manos un desarrollo económico dotado de una ma- estratos medios en particular en las décadas
oportunidades creadas en ese momento por la del estrato que controlaba la fuente principal yor flexibilidad, con mayores capacidades de posteriores al comienzo del siglo, fue el “tercia-
economía industrial de los países de primera de esa riqueza, pudo sin embargo filtrarse de incrementos autosostenidos. Es también posi- rio”: es decir el comercio, los transportes, y los
industrialización, la demanda de productos pri- manera no muy pequeña hacia otros estratos ble que esta debilidad intrínseca de la prime- varios tipos de servicios modernos, desde la
marios agrícolas ganaderos, la revolución en de la población. Por ello estos sectores, si bien ra fase de la industrialización en la Argentina organización centralizada y burocrática del es-
en mucho menor medida, pudieron igualmente (que hasta cierto punto se prolonga también en tado, hasta los servicios bancarios, financieros,
incrementar, de manera considerable su poder la segunda fase –1930-1960/1970–), tuvo otro de comunicaciones, educacionales, sanitarios,
5 Véanse las interesantes observaciones al respecto de compra y su participación en los consumos. efecto en el orden social, en tanto creó una cla- de protección y mantenimiento, recreativos y
de R. Sautu, op. cit. Pero el tipo de industria que pudo prosperar, se media que, aunque generada por la actividad otros. Por fin, la creciente complejidad de la
228 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 229

vida industrial, y la transformación de la em- en todos los sectores modernos de los varios Cuadro 3. Estratificación socio-ocupacional, 1869-1960* (en porcentaje de la población
presa, con un incremento creciente del perso- estratos (con excepción de las clases altas), económicamente activa).
nal burocrático con relación al personal obrero se registró un altísimo predominio de los ex- Categorías socio-ocupacionales 1869 1895 1914 1947 1960
–proceso que no se limitó a los países de alta tranjeros de nacimiento, y en el lapso de unas Estratos medios (no manuales), incluyendo los estratos 11.0 25.9 29.9 40.2 44.5
industrialización– fueron otros tantos factores dos décadas, de sus hijos. En los estratos al- altos (no más del 2/3%)
de expansión de los estratos medios. tos también hubo extranjeros, pero en menor Propietarios y “cuenta propia” agropecuarios, comercio, industria, 7.1 17.8 14.9 19.9 19.6
y servicios
El surgimiento de estos estratos, la desapa- número; sin embargo se trataba de estratos de
rición –o disminución drástica especialmente relativa permeabilidad, pues los descendientes Profesionales libres 0.5 1.5 2.6 1.3 1.5
en las zonas centrales– del antiguo estrato in- de inmigrantes pudieron penetrar en ellos con Empleados, profesionales, dependientes (de distinto nivel, 3.4 6.6 12.4 19.0 23.4
termedio “tradicional” (destruido por el efecto bastante facilidad (en comparación con otros todos no manuales)
combinado de las importaciones de manufac- países de América Latina, de Europa y de los Estratos inferiores (manuales) 89.0 74.1 70.1 59.8 55.5
turas extranjeras, y el surgimiento de activi- mismos Estados Unidos). De todos modos la Trabajadores “por cuenta propia” 51.6 23.8 20.9 5.2 4.8
dades industriales “modernas, aunque disemi- llamada oligarquía –particularmente su sector Trabajadores asalariados (no especializados y especializados) 24.5 36.4 39.2 49.6 45.5
nadas en unidades empresariales pequeñas y más poderoso a nivel nacional– es decir, el gru- Trabajadores del servicio doméstico 12.9 13.4 9.8 4.8 5.2
medias), la formación de un sector “proletario po porteño y de la provincia de Buenos Aires, Otros – 0.5 0.2 0.2 –
urbano-moderno”, el surgimiento de una clase fue de origen mucho más reciente, y nada aris- Totales 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
media agrícola si bien no muy grande, y muy tocrático (Imaz, 1963).
Fuentes: para 1869; ver nota 4; para 1895 y 1914, trabajo preliminar de clasificación realizado por Ruth Sautu en un
por debajo del grado de expansión que los El Cuadro 3 presenta un esquema sintético estudio inédito del Instituto de Sociología, Universidad de Buenos Aires. La agrupación indicada en la tabla difiere de
promotores de la política inmigratoria habían de la transformación de la estructura de clases la que realizo la autora en el manuscrito citado, para 1947: Germani (1955); para 1960, clasificación a base de una
preconizado (aunque persiguiendo una políti- en la Argentina, desde 1870 hasta 1960, y de- tabulación especial sobre una muestra del Censo nacional de ese año.
ca económica y social de efectos totalmente muestra, de manera muy clara, la rapidez de los
opuestos), y una cierta diferenciación interna cambios a la vez de su carácter radical.
de las elites, fueron los rasgos esenciales de la Como puede verse, durante todo el periodo y 1895, descendió un poco entre esta fecha y tercera fase– en las áreas centrales del país,
transformación del sistema de estratificación, la expansión de los estratos medios procedió 1947, y volvió a repuntar algo en el periodo in- mientras que las regiones periféricas permane-
durante la tercera etapa de la transición, es de- con singular vigor. Esto no se limita solamente tercensal 1947-1960. De todos modos fue siem- cieron estancadas o fueron mucho menos diná-
cir durante del auge de la economía primaria al periodo de la “sociedad dual”, sino también pre considerablemente elevado e implicó nece- micas. Por lo tanto el crecimiento de los estra-
de exportación. a la cuarta fase del esquema, es decir después sariamente un alto grado de movilidad social tos medios fue mucho más pronunciado que el
Una de las características que hay que te- de 1930. El crecimiento de los estratos medios tanto mayor en cuanto esta transformación se indicado por las cifras del Cuadro 4, que refle-
ner presente al considerar esta fase, es que alcanzó su ritmo más acelerado entre 1869 concentró sobre todo –particularmente en la jan el promedio a nivel nacional. La expresión
230 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 231

Cuadro 4. Incrementos porcentuales anuales de los estratos medios,1869-1960 .* Cuadro 5. Distribución personal del ingreso en la Argentina, en América Latina
y países desarrollados, 1965.*
Periodos Incrementos por sectores
Índice de Porcentaje del ingreso global recibido por los diferentes grupos de ingreso
Total sectores medios Sectores medios Sectores medios
concentración 20% más bajo 30% bajo 30% medio 15% medio 5% alto
independientes dependientes
superior
1869 -1895 +0.57 +0.45 +0.12
Argentina 0.48 5.2 15.3 25.4 22.9 31.2
1895-1914 +0.27 +0.04 +0.31
América Latina** 0.57 3.1 10.3 24.1 29.2 33.4
1914-1947 +0.29 +0.10 +0.14
Brasil 0.57 3.5 11.5 23.6 22.0 39.4
1947-1960 +0.33 0.00 +0.33
México 0.53 3.6 11.8 26.1 29.5 29.0
Fuente: véase cuadro anterior. Francia 0.52 1.9 14. 0 30.4 28.7 25.0
Estados Unidos 0.40 4.6 18.7 31.2 25.5 20.0
Noruega 0.36 4.1 20.6 34.4 25.1 15.4
“sociedad dual” responde precisamente a esta dos. El incremento de “independientes” en el
característica de la coexistencia de áreas desa- periodo 1914-1947, corresponde probablemen- * CEPAL, op. cit. (datos extraídos del Cuadro 31, reducido).
** En conjunto, excluida Cuba.
rrolladas en contraposición con una periferia te a la expansión generada durante la segunda
interna arcaica. En la etapa siguiente, aunque fase de industrialización (a partir de mediados
el desequilibrio se mantiene, la migración masi- de la década del treinta). restantes naciones latinoamericanas. El coefi- precisa es la comparación basada sobre la dis-
va interna, contribuye a modificar la situación Antes de examinar algunas de las concomi- ciente de concentración del ingreso (en 1965), tribución en diferentes grupos de ingresos de
de la población del interior que se vuelca hacia tancias y consecuencias de esta transforma- que para América Latina en su conjunto (excep- la población. Dividiendo esta en cinco grupos
las zonas centrales; esto agregado al hecho de ción de la estructura de clase, será conveniente to Cuba), era de 0.57, alcanzaba en la Argentina de ingresos (20% más bajo, 30% medio inferior,
que se desarrollan ciertos polos de crecimiento considerar brevemente otros aspectos de la es- a 0.48, siendo así inferior al de todos los demás 30% medio superior, 15% alto inferior, y 5% más
en el interior (por ejemplo la industria automo- tratificación. En particular me referiré aquí a la países de la región (pero igual al de Colombia), alto) se nota que la distribución se acerca a la
triz en Córdoba, y la expansión en Chaco y For- distribución del ingreso y a las características e inferior al de Francia (0.52). En comparación, de los países industrializados, con excepción
mosa y en parte en el Sur). psicosociales del sistema. países con distribución más igualitaria, como del cinco por ciento superior, donde se regis-
Es importante observar que, con excepción Por lo que se refiere a lo primero puede de- Noruega y Reino Unido registraban un índice tra una concentración considerablemente alta.
del periodo 1869-1895, toda la expansión de los cirse que, de acuerdo con los datos y estimacio- de 0.40 (CEPAL, 1970). Este índice, sin embar- Esto no ocurre en los demás países de Amé-
estratos medios –o casi– corresponde al sector nes publicados por la CEPAL la distribución del go, apenas proporciona una primera aproxima- rica Latina en los cuales existe una desigual-
“dependiente”, es decir al sector de empleados, ingreso en la Argentina se acerca más al de los ción muy grosera, insuficiente incluso para una dad mucho mayor y más generalizada. Ello se
dirigentes, profesionales y técnicos asalaria- países europeos y los Estados Unidos, que a las observación sumaria de la situación. Algo más debe principalmente al hecho que en la Argen-
232 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 233

tina, el sector arcaico y subdesarrollado de la qué medida las categorías construidas a priori Nivel económico social (Índice compuesto Correlaciones (Spearman con auto-identificación)
sociedad nacional es muy restringido, en com- corresponden a cierta realidad psicológica? Es de tipo warneriano; promedio ponderado de 0.525
paración con los demás países de la región, y bien sabido que, desde este punto de vista, exis- indicadores de ocupación, ingresos, vivienda
esta circunstancia a su vez fue causada por las te una abundante literatura empírica que mues- y nivel de consumo, educación)
modalidades históricas de la transición, a sus tra la existencia de correlaciones entre “indica- Nivel de vivienda y tipos de consumo 0.439
inicios más tempranos, y al mayor grado de de- dores objetivos” de estratificación (ocupación, Nivel ocupacional 0.475
sarrollo agrícola e industrial que permitió una clases de ingresos, grupos educacionales, tipos Nivel educacional 0.460
absorción más elevada del sector marginal. de consumo, etc.), y conciencia de pertenencia Nivel de ingresos 0.396
La mayor concentración de ingreso en el 5 a un estrato social, identificación con una cier-
por ciento más alto de la distribución –rasgo ta posición dentro de la jerarquía social. Esta
que la Argentina comparte con los demás paí- “conciencia de pertenencia” no corresponde También la distribución de frecuencia de la menos concentración modal (en correspon-
ses de la región– se debe a la estructura de la sin duda con la conciencia de clase en sentido población según el Nivel Económico social dencia con la clasificación “objetiva”), es en el
propiedad de la tierra (persistencia del latifun- marxista, pero implica la existencia en sentido (en percentiles) registrada en el Cuadro 6 (ver tramo central de la escala (percentiles 41 a 60).
dio), y también a la concentración del ingreso sociológico de las categorías construidas arbi- cuadros en página siguiente) muestra que a me- Ahora bien, como el NES resulta del promedio
en el sector industrial y de servicios. La exis- trariamente en base a criterios externos. Tam- dida que se pasa de los niveles (objetivos) infe- de cuatro indicadores (ocupación, vivienda y
tencia de un alto grado de sindicalización, y un bién en la Argentina se han realizado estudios riores a los superiores, aumenta el porcentaje consumos, educación, ingresos), una propor-
funcionamiento relativamente eficiente de es- que han puesto en evidencia la correlación en- de auto-afiliación a los estratos medios y altos ción considerable de los que registran niveles
tas organizaciones, conjuntamente con la exis- tre indicadores objetivos de estratificación, en y correlativamente, disminuye la auto afiliación medios, poseen indicadores “incongruentes”
tencia de un sector medio proporcionalmente particular la ocupación y la autoidentificación a los estratos bajos o populares. (por ejemplo, altos en educación y bajos en in-
mayor contribuyen a hacer algo más igualitaria de clase u otros indicadores de carácter psi- Aunque en cada Nivel Económico Social hay greso, etc.). La dispersión en la autoafiliación
la distribución en los segmentos bajo inferior, cosocia1. En una encuesta sobre una muestra cierta proporción de afiliaciones “desviadas” en tales circunstancias puede ser el resultado
medio, y medio-superior de la población. aleatoria (de 2000 familias) de la población del (personas con indicadores “bajos” que se au- de que estos individuos perciben en sí mismos
En el examen de la transformación del sis- área metropolitana de Buenos Aires (una terce- toafilian medios o altos y viceversa), en casi características de clase contradictorias entre
tema de estratificación social he utilizado, ra parte de la población del país), se observaron todos los niveles hay una clara concentración sí. El hecho que la “incongruencia de status”
como se ha visto, datos censales relativos a la las siguientes correlaciones entre indicadores de autoafiliación en correspondencia con la puede afectar la percepción de clase, es decir,
clasificación de la población en ocupaciones. objetivos y autofiliación a clase:6 clasificación en base a indicadores “objetivos”. en este caso, la autoafiliación a una clase, fue
¿Hasta qué punto esta clasificación puede to- Es interesante observar dos puntos, puestos también confirmado en la misma investigación,
marse como un equivalente de la estratificación en evidencia en la investigación que estoy utili- al observarse que la proporción de “desviados”
6 Tomado de Germani, 1963. Algunos fragmentos de este
en clases en sentido psicosocial? Es decir, ¡en trabajo han sido publicados en italiano en Paci (1969). zando. En primer lugar adonde no se nota una con respecto a la autoafiliación modal (“ade-
234 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 235

Cuadro 6. Buenos Aires. Porcentaje de jefes de familia según su Nivel Económico Social, y su firmada en la Argentina (como en otros países) hay que agregar la movilidad producida por
auto afiliación a clase (1961) (Germani, 1963) por investigaciones relativas a voto y actitudes factores demográficos (menor tasa de repro-
Nivel Económico Social (NEX) Auto afiliación (subjetiva) políticas, prejuicio y discriminación, formas de ducción en los estratos medios), y sobre todo,
(Objetivo) (Percentiles) Alta Media Media Baja Baja N socialización temprana y otras variables de or- la movilidad de intercambio o reemplazo, es
000-10 (bajo NES) 3 8 14 75 36 den psicosocial. decir la movilidad generada por el descenso de
11-20 - 12 26 62 166 individuos y familias desde los estratos medios
21-30 - 14 28 58 296 y altos a los inferiores. Esta movilidad en época
31-40 - 16 32 52 256 La movilidad social durante posterior y según investigaciones especiales,
41-50 - 37 33 30 305 el tercero y el cuarto estadío fue bastante alta.7
51-60 - 42 31 27 220 Un resultado inmediato del proceso de mo-
61-70 1 50 29 20 240 Como efecto inmediato de los cambios en la es- vilidad es la heterogeneidad en cuanto origen
71-80 2 70 20 8 224 tratificación se generó un proceso generalizado social de la población de los varios estratos.
de ascenso social, que puede considerarse entre Por ejemplo durante la tercera etapa se puede
81-90 6 76 11 7 153
los más elevados, incluso en comparación con estimar que entre dos terceras y tres cuartas
91-100 (alto NES) 21 74 4 1 113
países de más alto desarrollo económico. Pue- partes de los individuos y las familias pertene-
de estimarse que, para el período entre 1870 y cientes a los estratos medios tenía origen de
1920, la movilidad estructural únicamente (es clase obrera, ya sea dentro de la misma carrera
cuada”) tendía a elevarse con la mayor incon- ción de la autoafiliación a clase seleccionando decir la movilidad generada por la ampliación individual del individuo, ya sea con relación a
gruencia en cuanto a indicadores objetivos de el término preferido entre una serie de térmi- de las posiciones ocupacionales medias), fue la situación ocupacional del padre. Por lo que
una persona, tanto más esta persona tiende a nos de clases sugeridos para la respuesta. En no menor de un quinto en las clases inferiores. puede desprenderse del ritmo de crecimiento
desviarse de la autoafiliación más frecuente otra investigación, también en Buenos Aires, La proporción de ascenso real en las zonas sig- de los estratos medios en el estadio posterior, y
(y “adecuada”) en su nivel económico social. se utilizó un estímulo no verbal, un test de tipo nificativas del país, es decir en el Litoral y las sobre la base de las observaciones conducidas
También se vio que la desviación tendía a no proyectivo, tendiente a determinar la saliencia áreas urbanas, debe haber sido sin embargo con encuestas especiales en el área de Buenos
ser arbitraria en estos casos de incongruencia, (“salience”) de la clase social al interpretar una mucho mayor aun. Esto por dos motivos: en Aires, esta situación se prolongó durante la
sino que había una propensión a afiliarse en el situación personal conflictiva (Germani, 1965: primer lugar esa proporción del 20/22 por cien- época sucesiva, y continuó hasta el presente.
Nivel Económico Social del padre. 431-434). Los resultados de este trabajo confir- to corresponde a promedios nacionales mien- Así en 1960-1961 en la zona metropolitana de
La investigación que he utilizado preceden- maron la correlación entre el grupo ocupacio- tras que el proceso afectó solamente la zona
temente se basaba sobre las respuestas a un nal, y la percepción de clase. Dicha correlación, central, con unos dos tercios de la población. 7 Para este dato, y todos los posteriores sobre movili-
estímulo verbal de tipo “multiple choice”: elec- por lo demás, ha quedado indirectamente con- En segundo lugar, a la movilidad estructural, dad, ver Germani, 1962.
236 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 237

Buenos Aires (un tercio del país), el 36,5% de línea manual-no-manual durante su propia rante la primera fase de industrialización, y minación (los “cabecitas negras”) y aunque en
los hijos de padres de ocupación obrera había carrera ocupacional), es, como, puede su- una burguesía “nueva” surgida en la segunda medida muy tenue, dentro del estrato obrero
ascendido a los estratos medios y altos (31.8% ponerse, muy elevada. Por ejemplo en 1960 fase, después de 1930. La primera se hallaba y popular, de distinciones políticas.
a los estratos medios, y 4.7% a los estratos al- dentro de la clase obrera, se contaba con un –también en razón del tipo de actividad– más En general, puede decirse que la alta tasa de
tos). Estas proporciones eran mucho más altas 34.7% de individuos “estables”, otro 28% cir- plenamente vinculada y aceptada por el sec- movilidad que caracterizó a la sociedad argen-
entre los individuos nacidos en esa misma zona ca, de móviles (en su mayoría en ascenso) tor agropecuario de la elite, mientras que la tina desde la segunda mitad del siglo pasado in-
urbana, pues alcanzaba a casi el 50% de ascenso dentro de los mismos estratos manuales, y segunda halló diferentes dificultades para su fluyó poderosamente sobre la mentalidad de la
(alrededor del 48 por ciento, de los cuales un 6 un 37% de personas que habían experimen- aceptación. Esto se repercutió en su posición población, sus expectativas, sus aspiraciones,
por ciento a los niveles altos). El grupo menos tado movilidad descendiente, y cuyo origen política, con relación al régimen surgido en su manera de encarar el futuro, y sus orienta-
favorecido por la movilidad –es decir los recién era de nivel medio o incluso alto. La hete- 1945, el peronismo, en tanto este grupo em- ciones políticas. Solamente aquellos que no
inmigrados del interior desde las zonas más rogeneidad en los demás estratos medios y presarial fue bastante favorable al nuevo ré- conocen el clima social y moral que acompaña
atrasadas– alcanzaba algo menos que una cuar- altos era aun mayor. gimen, mientras la “antigua” clase industrial las sociedades verdaderamente cerradas, como
ta parte (el 23.3 por ciento). Pero debe tenerse El canal de ascenso (y de descenso) más fre- tendió a alinearse en su contra, es decir en la mayoría de los países europeos –por lo me-
en cuenta que para este sector el desplazamien- cuente y más efectivo, fue y es la educación. alianza con la oligarquía de origen agropecua- nos hasta la segunda postguerra–, o muchos
to a la ciudad ya representaba una forma de Para cada nivel socio-ocupacional dado (en el rio. Entre las clases populares se repitió un de los demás países latinoamericanos, pueden
ascenso y que, además, se registraba un fuerte padre), la probabilidad de ascender, de perma- proceso semejante. Además aquí difirió sus- llegar a desconocer la fuerza de este impac-
ascenso dentro del estrato manual mismo. De necer estable o de descender, está altamente tancialmente el origen étnico de las dos ca- to. La Argentina que emergió del proceso de
este modo, desde el estrato más bajo obreros correlacionada con el nivel educativo alcan- pas de “clase obrera”. La “nueva” clase obrera inmigración masiva, y de movilidad social no
no calificados no menos del 77 por ciento había zado. El nivel necesario para mantenerse en el estaba formada en buena parte (no por cierto menos masiva, es una sociedad esencialmente
ascendido ya sea al nivel obrero calificado, ya nivel del padre, o ascender, crece obviamente en su totalidad, pero quizás en mayoría) por igualitaria, cualesquiera que sean las diferen-
sea a niveles medios (estas proporciones eran con la posición inicial (es decir, la correspon- personas descendientes en más alta propor- cias en el orden de los ingresos, la educación,
respectivamente del 80 por ciento para los na- diente al padre). Este proceso es efectivo en ción del antiguo sector criollo, o de todos y otras dimensiones de la estratificación. Una
cidos en la zona, y del 75 por ciento para los todos los estratos. modos, se trataba de argentinos de dos o más sociedad en que las actitudes están fuertemen-
inmigrados desde el interior). Como se indicó en las consideraciones generaciones, en lugar de la composición pre- te influidas por una experiencia, cristalizada
La heterogeneidad de los orígenes sociales preliminares, en la Argentina se dio con par- dominantemente extranjera, o de hijos de ex- en muchas décadas, de que “todo es posible”
en todos los estratos, como consecuencia de ticular intensidad el hecho de la discontinui- tranjeros que constituyó la primera capa del y que el camino del éxito está abierto para
estas altas tasas de movilidad (tanto interge- dad en la formación de los distintos estratos. proletariado urbano. Este hecho tuvo ciertas cualquiera. Los últimos tiempos por cierto han
neracional como intrageneracional, pues al- Así en la clase alta, hallamos una burguesía repercusiones sociales con la aparición –por abierto una nueva fase, en que estas expec-
rededor de un 30 por ciento o más pasó la industrial más “antigua”, establecida du- suerte pasajera– de algunos atisbos de discri- tativas de éxito fácil se han visto bloqueadas
238 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 239

por dificultades cada vez más crecientes. De Bibliografía Comparative International Development R. (dir.) Historia de la Nación Argentina
allí el desencanto, el escepticismo y la crisis (s/d) II, Nº 11. (Buenos Aires: Imprenta de la Universidad).
de pesimismo que gravita sobre la gran mayo- Álvarez, J. A. 1938 Las Guerras Civiles Germani, G. 1969 Sociología de la Paci, M. (ed.) 1969 Immagine della Societa
ría de la población del país. Este pesimismo no Argentinas (Buenos Aires: La Facultad). Modernización (Buenos Aires: Paidós). e Coscienza di classe (Padova: Marcilio
se justifica en relación a la situación efectiva Astesano, Eduardo 1941 Contenido Social Halperín Donghi, Tulio 1968 Storia Editori).
de otros países –incluso más desarrollados– ni de la Revolución de Mayo (Buenos Aires: dell’America Latina (Torino: Einaudi). Revello, José Torre 1938 “Sociedad Colonial:
con relación a las potencialidades futuras del Problemas). Imaz, J. L. 1963 Los que mandan (Buenos las Clases Sociales, la Ciudad, y la
país, sino que halla su explicación en la larga CEPAL 1970 La Economía de América Latina Aires: Eudeba). Campaña”, en Levene, R. (dir.) Historia
experiencia por la que pasaron tres o cuatro en 1969 (Nueva York: ONU) Documento E/ Justo, Liborio 1968 Nuestra patria vasalla de la Nación Argentina (Buenos Aires:
generaciones de argentinos, en una sociedad CN, 12/852. (Buenos Aires: Schapiro). Imprenta de la Universidad).
en continua expansión. El descubrimiento de Ferrer, Aldo 1963 La Economía Argentina Kerr, C. et al. 1962 Industrialism and Sautu, Ruth 1969 “Economic Development
que la base de esa expansión no era durade- (México: Fondo de Cultura Económica) 1ª Industrial Man (Berkeley: University of and Stratification in Argentina: 1869-
ra y de que había que reconstruir una nueva parte. California Press). 1955”, Tesis doctoral, University
base sobre principios distintos y más sólidos, García, Juan Agustín 1954 La Ciudad Indiana Levene, Ricardo 1938 “Riqueza, Industria y of London, The London School of
produjo un impacto muy profundo en los ar- (Buenos Aires: Ediciones Emecé). Comercio durante el Virreynato” en Levene, Economics and Political Science.
gentinos de hoy. Para muchos se llego a una Germani, G. 1955 Estructura Social de la
especie de inversión de la imagen que tenían Argentina (Buenos Aires: Raigal).
del país: desde la imagen de un país progresis- Germani, G. 1962 Movilidad social en la
ta, avanzando y lleno de futuro –tal como se lo Argentina (Buenos Aires: Instituto de
vio hasta los primeros años de la década del Sociología) Documento de Trabajo Nº 60.
cincuenta– hasta la visión pesimista de un país Germani, G. 1963 Clase Social Subjetiva e
“subdesarrollado” o incluso en decadencia, es- Indicadores Objetivos de Estratificación
tancado y vencido. Ninguna de las dos visiones (Buenos Aires: Instituto de Sociología).
es exacta. Y la recuperación que el país pue- Germani, G. 1965 “La clase como barrera
de lograr, si tenemos en cuenta sus inmensos social. Algunos resultados de un Test
recursos materiales y humanos, solo podrá Proyectivo” en Revista Latino Americana
producirse en la medida en que surja una clara de Sociología (s/d) Nº I.
conciencia de este proceso, y de las causas que Germani, G. 1966 “Mass Immigration and
lo han generado. Modernization in Argentina” en Studies in
El origen social de los estudiantes y la
regularidad de sus estudios

Gino Germani

Consideraciones preliminares y el porcentaje de “irregulares” es extremada- enseñanza más intensiva (por lo tanto con cursos, pero lo hizo desordenadamente sin que
mente elevado en relación con lo que ocurre en mayor número relativo de personal docente), su estudio se ajustara a propósitos definidos,
I otras partes. sino también el riesgo de abandonos es mu- sin un plan que –incluso con menores ambi-
No cabe duda que tanto la deserción como cho menor (y por lo tanto el rendimiento de ciones que una carrera completa– apuntara a
Uno de los problemas más serios que debe en- la irregularidad ejercen efectos negativos. En la inversión en términos de menor costo por darle un nivel definido de formación. En mu-
frentar la Universidad en la Argentina es el de síntesis tales repercusiones –todavía no inves- graduado es mucho mayor); chos casos, además, se limita a cursar materias
la elevada proporción de abandonos y de estu- tigadas concretamente– pueden clasificarse en b. correlativamente hay pérdidas materiales y sin rendir los exámenes correspondientes. Por
diantes que no cumplen con regularidad sus es- dos categorías: psicológicas que afectan sobre el plano in- último no debe olvidarse la frustración que im-
tudios, y que emplean para terminarlos –cuan- dividual a las personas que invierten cierta plica el abandono del cumplimiento de ciertas
do los terminan– períodos mucho más largos a. efectos negativos con relación a la eficiencia cantidad de tiempo y de esfuerzos a una ta- aspiraciones.
que el previsto en los respectivos planes de es- de la enseñanza universitaria. Los estudiantes rea que luego no llegan a cumplir y de la que Parece muy difícil poner en duda las con-
tudio. Por supuesto no se trata de un problema que siguen uno o dos años y luego abandonan no extraen beneficio alguno. siderables pérdidas de eficiencia en el plano
peculiar o exclusivo de nuestro país, pero, aun- sus estudios han originado gastos que –en colectivo y en el individual, originados en los
que no se han hecho estudios comparativos, se promedio– no producen rendimiento alguno No falta quien afirma que el paso por la Univer- dos problemas –íntimamente conexos– de la
tiene la impresión de que la tasa de abandonos en términos de mejoramiento de recursos hu- sidad implicaría de todos modos cierto apro- deserción y la irregularidad. Por cierto no son
manos. Al mismo tiempo excesiva concentra- vechamiento incluso si se trata de unos pocos estos los únicos problemas de la Universidad:
* Germani, G. 1965 “El origen social de los estudian- ción de estudiantes en los primeros años (de- cursos, y por lo tanto la deserción universitaria bastaría recordar dentro del mismo orden de
tes y la regularidad de sus estudios” en Germani, G. y bido a la irregularidad), obliga a concentrar no supondría una pérdida total del tiempo y los cuestiones, la irracional distribución de los
Sautu, R. Regularidades y origen social de los estu- en estos años los escasos recursos materiales recursos invertidos. Pero esta opinión se basa estudiantes y de los egresados entre las varias
diantes universitarios (Buenos Aires: Instituto de So-
ciología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de
y humanos de que dispone la Universidad, sobre un optimismo injustificado. El estudian- carreras (distribución que no corresponde en
Buenos Aires, Trabajo e Investigaciones del Instituto de restándolos a los de los años superiores, en te que abandona la Universidad puede haber absoluto a las necesidades del país). Pero son
Sociología. Colección Estructura; 3/4) pp. 9-26. donde sin embargo no solo se necesitaría una rendido algunos exámenes y asistido a algunos lo suficientemente importantes como para re-
242 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 243

querir la atención no solo de la Universidad, las mismas Universidades. Desgraciadamente Investigaciones Económicas (Inst. Di Tella), un un país, es la tasa de estudiantes universitarios
sino del país. la organización de la Universidad en nuestro estudio inédito1 del Instituto de Sociología de sobre el total de la población. Esta tasa se ha-
país, a este respecto, es todavía muy deficiente la Facultad de Filosofía y Letras sobre estadís- lla correlacionada con los otros indicadores de
y aunque se registran algunos esfuerzos por co- ticas universitarias. Todo esto es insuficiente y desarrollo económico-social, pero como suele
II rregir la situación, todavía no se dispone de da- es de esperar que en breve se cuente con una ocurrir, obedece también a una serie de otros
tos que permitan conocer con alguna exactitud información más completa sobre este campo factores, por lo que la correlación dista de ser
En el trabajo de la Sra. Ruth Sautu incluido en y precisión aspectos tan elementales como la tan necesario para la organización de los estu- perfecta (por otra parte la tasa misma no siendo
esta publicación el lector hallará un análisis de proporción de estudiantes irregulares, clasifi- dios superiores en la Argentina. específica por edad está influida por la estructu-
algunos de los aspectos de la regularidad y la caciones de los alumnos por año de inscripción ra de edades que varía en los diferentes países).
irregularidad en los estudios, en la Universidad y exámenes rendidos, años que cursan, núme- Las pocas correlaciones incluidas en el Cua-
de Buenos Aires. En esta nota trataremos de ro de aplazos, etcétera. El Censo Universitario Acceso a la Universidad y dro 1 (computadas sobre una serie de alrede-
ubicar el problema dentro de un contexto más de 1958 (UBA) proporciona estos datos pero desarrollo económico-social dor de 80 países) tan solo constituyen un ejem-
general. Es necesario subrayar que tanto el es- como debido a la oposición de un pequeño plo del tipo de análisis que podrá realizarse en
tudio específico como este cuadro más general núcleo de egresados no fue posible relacionar III base a datos macroscópicos nacionales. De las
se basan sobre los pocos datos existentes, los la información contenida en la cédula censal, siete variables incluidas el Producto Nacional
que ponen limitaciones muy severas a las posi- con los registros universitarios, estos mismos Teniendo en cuenta que el problema del rendi- muestra el coeficiente más alto. En realidad los
bilidades de análisis. datos tienen varias limitaciones. Con todo, los miento, regularidad y deserción en los estudios dos coeficientes más bajos (natalidad y par-
Si bien un estudio de las causas psicológi- datos del censo permiten un primer examen de universitarios se relaciona, por lo menos en par- ticipación electoral), aunque constituyen sin
cas de la irregularidad requiere por su propia la cuestión. Lo que no se conoce es la inciden- te, con la base de reclutamiento de los estudian- duda indicadores de “modernización” (o mejor
naturaleza estudios especiales, un análisis de cia de la irregularidad en las demás universida- tes, es conveniente comenzar por señalar en qué “secularización”)2 se relacionan con el resto del
conjunto del fenómeno desde el punto de vista des del país; ni es posible construir series de situación se halla el país a este respecto. proceso de una forma incluso más compleja
de su incidencia sobre el total de los que ini- cierto número de años para analizar el proble- Una medida imperfecta, pero bastante efecti- de lo que ocurre con los demás, por lo que sus
cian estudios universitarios, y de las caracte- ma a través del tiempo, etc. En años recientes va de la incidencia de la enseñanza superior en coeficientes de correlación con relación a los
rísticas principales, especialmente en relación algunos organismos universitarios han realiza- otros indicadores incluidos o no en el cuadro
al rendimiento y comportamiento en la Univer- do algunas recopilaciones y estudios de esta- son generalmente bajos (Germani, 1963).
sidad, estudios previos, características gene- dísticas universitarias, tales como el estudio 1 Universidad de Buenos Aires (1958ª, 1958b, 1959a,
1959b); Balay (1963) (Trabajo inédito preparado en
rales demográficas y socio-económicas de los del Departamento de Pedagogía Universitaria base a contrato con el Consejo Federal de Inversiones);
estudiantes, debería ser posible tan solo utili- (UBA) sobre egresados, el estudio sobre oferta Zalduendo y colabs. (1962); Graciarena (s/f); Babini 2 Para una definición de “secularización”, tal como
zando las estadísticas normales obtenidas por de la mano de obra especializada del Centro de (1958); Frondizi (1961); Andujar (1962). aquí se usa, Cf. Germani (1962: Cap. 3).
244 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 245

Cuadro 1. Correlaciones entre algunos indicadores de desarrollo y tasa de estudiantes imperfectas correlaciones a que hemos aludido desarrollo bastante más avanzado que Filipinas.
por 100.000 habitantes.* y algunos casos de interesantes excepciones. Su posición estaría según la clasificación de K.
Indicadores de Desarrollo Económico-Social Coeficiente La clasificación utilizada es discutible como Deutsch en el segundo grupo de países, con re-
Producto Nacional Bruto, per cápita .674 todo ordenamiento de este tipo; ha sido extraí- lación a los desarrollos más avanzados. Según
% de alfabetismo .645 da de una serie de unos 150 países ordenados la clasificación de Naciones Unidas, ocuparía la
Consumo energía, per cápita .639 en cinco niveles de desarrollo. Cabe decir que tercera categoría en una serie de seis (siempre
% en actividades agrícolas –. 593 otro ordenamiento realizado por Naciones Uni- con relación a una primera categoría asignada
% urbanización .522 das (ONU, 1961) no presenta variaciones muy a los países más desarrollados). No obstante, la
Tasa bruta de natalidad –. 374 grandes con relación al de Yale (que es el utili- proporción de estudiantes universitarios que la
% participación electoral 359 zado en el cuadro). coloca en el tercer lugar (después de Estados
Uno de los casos más “desviados” es proba- Unidos y Filipinas), parece hallarse desnivelada
* Coeficiente de Spearman. blemente Filipinas, que ocupa el segundo lugar con relación a los otros indicadores de desarro-
en cuanto a proporción de estudiantes univer- llo. Aquí los factores principales son probable-
sitarios (en una serie de 121 países), estando mente dos: la alta proporción de clase media en
De todas maneras podría sugerirse que la tasa tasa no obedece a decisiones deliberadas, lo que clasificado en una etapa relativamente poco primer lugar; el alto nivel de aspiraciones de la
de estudiantes universitarios obedece además ocurre en cambio con relación a la política edu- avanzada del desarrollo económico-social (con población. El primer factor puede considerar-
que a variables obvias tales como el ingreso na- cacional del estado. Es probable que a esos dos un alto porcentaje de analfabetos –casi el 40%–, se suficientemente comprobado por el análisis
cional, la proporción urbana, la proporción en factores debería agregarse, también como de baja urbanización, bajo procuro per cápita, alta de datos censales y de encuestas.3 En cuanto al
actividades agrícolas (negativamente) y otras, a notable importancia, los niveles de aspiración proporción agrícola). Aquí los factores princi- segundo no se dispone de verificación directa,
muchos otros factores no incluidos en el Cuadro de la población en cuanto a movilidad social, pales son sin duda por un lado la decisión po- pero lo que se sabe en cuanto a la relación de
1. Entre estos citamos como principalísimos por pues a igualdad de otras condiciones tendrá más lítica de fomentar la enseñanza superior (una la tasa de movilidad en un país, y las actitudes
lo menos tres: la proporción de estratos ocupa- estudiantes universitarios aquel país en el que la cuarta parte de todos los gastos del Estado y aspiraciones hacia el ascenso, hace presumir
cionales medios y altos, los niveles de aspira- población asigne un gran valor a la educación están dedicados a enseñanza), y por el otro el que en la Argentina tales aspiraciones deben ser
ción de la población y las decisiones políticas como medio de ascenso social, y en el que, ade- valor acordado por la población a la educación muy elevadas (probablemente más que en otros
respecto del relativo énfasis a acordar a la en- más, exista una más alta proporción de perso- universitaria y el tipo de escala de prestigio de países con correspondiente o superior nivel de
señanza superior. El primer factor hace variar la nas que tienen aspiraciones de ascenso. las ocupaciones que predomina en esa sociedad desarrollo económico-social).
proporción de estudiantes universitarios en re- El Cuadro 2, que incluye algunos ejemplos de (Smelser y Lipset, 1964). Otro caso por lo menos
lación directa con la proporción de estratos (o países en distintas etapas de desarrollo econó- relativamente “desviado” es el de la Argentina.
clases medias) en cada país; en este caso dicha mico-social ilustra a la vez la existencia de las Este país, por supuesto, se halla, en un grado de 3 Por ejemplo ver Germani, 1955.
246 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 247

Cuadro 2. Tasa de estudiantes universitarios por 100.00 habitantes en algunos países clasificados en cinco Posición en Estad.
niveles de desarrollo económico social (circa 1950) la Proporción Univ.
% que Producto % en % en
sabe leer Nacional Bruto ciudades de actividades Nivel de desarrollo
Posición en Estad. de Países por
% que Producto % en % en y escribir per cápita u$s 20.000 y más agrícolas
la Proporción Univ. Universitarios Hab.
sabe leer Nacional Bruto ciudades de actividades Nivel de desarrollo
de Países por 51º Ecuador 148 55,7 204 18 53
y escribir per cápita u$s 20.000 y más agrícolas
Universitarios Hab.
2º Filipinas 909 60,0 201 13 59 Sociedades
I “Transicionales”
40º México 207 56,8 187 24 58
Estados (Promedio est. Univ.
1º 1816 47,5 2343 52 12 48º Chile 167 80,1 180 41 30 138)
Unidos
46º Perú 170 47,5 140 14 62
12º Canadá 459 94,5 1667 35 12
Etapa del “consumo de IV
8º N. Zelandia 517 98,5 1249 54 16
masas” (Promedio est. 85º Haití 30 10,5 75 5 83 “Civilizaciones
15º Suiza 384 98,5 1229 29 16
Univ. 463) tradicionales”
14º Australia 407 98,5 1215 57 14 52º India 147 19,3 72 12 71 (Promedio est. Univ.
13º Francia 416 96,4 1046 30 26 53)
67º Pakistán 96 13,5 56 8 85
44º 173 98,5 998 67 5
II V
Alemania 118º Etiopía 1 2,5 58 2 65 “soc. trad. primit.”
30º 282 98,5 762 44 14
Occidental (Promedio est. Univ. 6)
Etapa de la 105º Afganistán 6 2,5 54 8 75
Unión
6º 613 98,5 682 32 50 “Revolución Industrial”
Soviética Fuente: Yale Political Data Program. Informes Provisionales.
(Promedio est. Univ.
11º Uruguay 493 80,9 569 30 37
347)
3º Argentina 765 86,4 490 48 25
29º Italia 290 87,5 442 29 Es fundamental que se entienda los límites modos, se sabe que está fuertemente influida
III de estas generalizaciones: ellos se fundan por por circunstancias histórico-culturales pro-
28º Yugoslavia 299 72,6 297 13 67 Sociedades un lado sobre datos no muy precisos, y por el pias de cada país. Las consideraciones ante-
“Transicionales” otro, sobre una serie de hipótesis relativas a la riores, por lo tanto, no tienen otro propósito
58º Brasil 117 49,4 262 20 61 (Promedio est. Univ. 138)
transición y a la secuencia entre los diferentes que el de proporcionar una primera visión de
procesos que la integran, la que todavía no ha conjunto del problema sin pretender formular
sido establecida rigurosamente, y que, de todos proposiciones generales definitivas en cuanto a
248 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 249

los factores que determinan la tasa de escolari- muestreo probabilístico, pero da una idea que estratos económico-sociales de la población, en del área de Buenos Aires, no se refiere directa-
dad al nivel universitario. puede considerarse fidedigna de la situación de cuanto a su educación. Debe aclararse que los mente a la población estudiantil de la Univer-
Cabe recordar por último, que las estadísti- la población del área de Buenos Aires en cuan- niveles 1 y 2 corresponden a lo que usualmente sidad de Buenos Aires, dado que esta universi-
cas consideradas hasta aquí, se refieren a los to a grado de educación alcanzado. Como se ve, se denomina clase popular (obreros no especia- dad recluta sus estudiantes también fuera del
estudiantes inscriptos, lo que, por lo menos en menos del 10% de la población llegó a completar lizados y especializados), los niveles 3 y 4 a las área y por otra parte, la población de Buenos
el caso argentino, está muy lejos de correspon- el secundario. Pero estas cifras como es obvio, clases medias inferiores (empleados, pequeños Aires pudo haber realizado y estar realizando
der a los estudiantes regulares por un lado, y a incluyen, la situación educacional del pasado, y modestos comerciantes e industriales, etc.), sus estudios en otras universidades. En la prác-
la proporción de egresados por el otro. pues toda la población anciana o incluso adul- y por fin los niveles 5 y 6 a los estratos medio- tica la población de la zona constituye la base
ta refleja épocas de mucha menor difusión de superior y alto. Estos niveles fueron obtenidos de reclutamiento con relación a la mayoría de
la educación secundaria y superior. El aumento por medio de cuatro indicadores (prestigio en la los estudiantes de la Universidad de Buenos
Clase social y educación de la penetración de la enseñanza universitaria ocupación, nivel de ingreso, nivel de educación, Aires y por ello las observaciones realizadas
universitaria puede apreciarse considerando que el porcenta- nivel de vivienda y consumos). Como la educa- hasta aquí pueden ser tenidas en cuenta para
je que seguía estudiando a nivel universitario es ción formaba parte de la definición de nivel eco- interpretar los datos del censo.
IV igual al que había completado estudios, catego- nómico-social es obvia la conexión entre las dos Una manera distinta de examinar la contribu-
ría que incluye todos los adultos y ancianos que clasificaciones; pero debe indicarse que el NES ción de los varios niveles económico-sociales a
Las consideraciones expuestas en el párrafo vivían en la zona en el momento de la encuesta. constituye una medida válida de estratificación la población de la universidad es examinar di-
anterior muestran que la base de reclutamiento Por otra parte, el aumento de la enseñanza uni- social en cuanto diferencia a la población con rectamente la composición de dicha población
del estudiantado universitario en la Argentina es versitaria en el país queda bien descripto usan- relación a una serie de otras variables tanto de según el nivel económico-social del padre. El
muy amplia. Una forma de examinar de manera do la tasa por 1.000 habitantes: 1985: 2 estudian- comportamiento como de actitudes.4 (ver cua- índice utilizado a tal efecto fue computado por
algo más precisa el grado de acceso de los dife- tes por cada 1.000 hab.; 1945: 3; 1950: 5; 1955: dros en página siguiente). Ruth Sautu a partir de la información obteni-
rentes estratos de la población a la enseñanza 8; descendiendo luego a 7 en 1959. El salto más da en el cuestionario del censo y de manera de
universitaria, la obtenemos utilizando los datos fuerte aparece entre 1948 y 1955. Naturalmente guardar en lo posible la mayor comparabilidad
de una encuesta reciente sobre la población del se habla aquí de inscriptos, sin tener en cuenta V con el índice utilizado en la encuesta sobre es-
área metropolitana de Buenos Aires (con siete el rendimiento, los abandonos y los egresados. tratificación.
millones de habitantes aproximadamente). Se estima, aunque no se cuenta con datos preci- El análisis realizado en el párrafo anterior, fun- Este tipo de análisis nos permite realizar al-
El Cuadro 3 muestra cómo se distribuye sos, que la deserción y la irregularidad aumenta dado en informaciones relativas a la población gunas comparaciones internacionales.
toda la población por nivel educacional. Natu- considerablemente en esos años. Como se ha visto en el párrafo anterior, en la
ralmente las cifras son aproximadas, dentro, de El Cuadro 4 revela de qué manera se distri- 4 Cf. Capítulo 2 de Germani, G. Estratificación y Mo- Argentina, los estratos medios y altos represen-
las oscilaciones normales en una encuesta por buía la población correspondiente a diferentes vilidad, op. cit. tan la base de reclutamiento de los estudiantes
250 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 251

Cuadro 3. Población de 18 años y más según nivel educacional alcanzado. Área Metropolitana de Buenos universitarios. Esos estratos tienen un acceso El Cuadro 5 ilustra bastante bien tales gene-
Aires. 1960-1961.* más que proporcional a los estudios universita- ralizaciones. Teniendo en cuenta estos datos
Nivel educacional Alcanzado
Dejaron de estudiar Siguen estudiando TOTAL rios. Ahora bien, se trata de una característica y otros aunque no estrictamente comparables
% % % universal del reclutamiento de los estudiantes (sobre todo los utilizados por Anderson) pue-
No fueron a la escuela 5,0 --- 5,0 de los niveles superiores de la enseñanza, y las de decirse que la proporción de clases popu-
Hasta primaria incompleta 23,3 0,2 23,5 variaciones que se observan son bastante limita- lares en Buenos Aires es comparativamente
Completaron primaria 43,4 1,1 44.5 das. Anderson que realizó un estudio compara- “alta”.
Hasta secundario incompleta 9,5 1,9 11,4 tivo al respecto hace algunos años, concluía que Una confrontación en la que los niveles eco-
Completaron secundaria 8,4 1.1 9,5 la “desigualdad de oportunidades para la edu- nómico-social son algo más discriminados pue-
Hasta universitaria incompleta 1,3 2,4 3,7 cación superior es una característica general y de realizarse entre la Universidad de La Plata y
Completaron universitaria 2,0 0,4 2,4 obstinada de las sociedades” (Anderson, 1956). la de Buenos Aires.
% 92,9 7,1 100,0
N 4,309 329 4,638 Cuadro 5 . Origen social de los estudiantes en varias universidades
* Fuente: Germani, G. Estatificación y movilidad social en Buenos Aires (Instituto de Sociología) (en publicación). Univ. de Bs. Univ. de La Univ. de Sur Univ. de Univ. de Univ. de
Niveles
As. 1958 Plata 1957 1956 Madrid 1949 Francia 1951 Mèxico
Alto y Medio 72 89 87 95 92 88
Cuadro 4. Población de 18 años y más, según nivel económico social y nivel educacional alcanzado. Área Popular 18 11 13 5 8 12
Metropolitana de Buenos Aires 1960-1961 (por cien personas de cada nivel económico social.)*
Total 100 100 100 100 100 100
Nivel
No fueron Fuentes: Buenos Aires: Datos del Censo Universitario.
Económico Primaria Primaria Secundaria Secundaria Univ. Univ.
a la N La Plata: Graciarena (s/f). Otras universidades: Babini (1958).
Social Incompleta completa incompleta completa Incompleta completa
escuela
(NES, I)
1 19,6 43,8 30,6 4,5 1,5 --- --- 265
2 7,9 39,9 44,2 3,9 3,1 0,8 0,2 1653 Cuadro 6. Origen social de los estudiantes en varias universidades
3 3,0 16,0 55,3 15,5 6,7 3,1 0,4 1334 Nivel Económico-social BS. AS. LA PLATA
4 1,5 10,1 47,1 19,0 15,6 5,4 1,3 853 Popular 18,4 11,2
5 0,6 2,6 26,4 18,0 28,9 13,6 9,9 345 Medio 46,2 46,5
6 0,5 1,0 9,3 12,3 32,3 12,2 27,4 204 Medio Superior y alto 35,4 42,3
* Fuente: Germani, op. cit. Fuente: Graciarena, op. cit.
252 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 253

Aparentemente, también comparando con la tes. En el nivel popular el porcentaje de fami- Cuadro 7. Posición de los padres con relación a los abuelos en cuanto a nivel económico-social. Población
Universidad Nacional del Sur, la Universidad lias de estudiantes que se hallan “en descenso” general y estudiantes de la Universidad de Buenos Aires.
de Buenos Aires recluta una proporción mayor (es decir, cuyos abuelos eran “clase media” o Padres con relación a los abuelos
de su alumnado en el nivel popular. “alta”) es el doble que en la población general, Nivel En descenso Estables En ascenso Sin determinar
y representa las cuatro quintas partes del total. económico Pobl. Pobl. Pobl. Pobl.
social Universidad Universidad Universidad Universidad
Viceversa, a pesar de que hay un 60% de fami- gral. gral. gral. gral.
VI lias “estables” en este nivel solamente se regis- Populsr
68,3 34,9 21,4 60,4 -- -- 10,3 4,7
tra un 20% entre las familias de los estudiantes. (Nes 1 y 2)
Los datos del Censo Universitario permiten Por otra parte en el nivel medio (inferior), la Medio Inferior
19,1 17,2 65,7 37,5 7,7 38,7 7,5 6,6
también estudiar, dentro de ciertas limitacio- desproporción se observa con relación a las fa- (Nes 3 y 4)
nes, la movilidad social que caracteriza las fa- milias “en ascenso”; a pesar de que hay casi un Medio Superior
17,8 19,3 32,2 23,9 44,0 48,9 6,0 7,9
milias de los estudiantes. 40% de estas familias en la población general, (Nes 5)
En el Cuadro 7. se compara el nivel socio- estas se hallan representadas por menos del 8% Alto (Nes 6) -- -- 22,3 25,2 72,2 68,1 5,5 6,7
económico de los padres de los estudiantes, entre las familias de los estudiantes. En cambio
con el de sus abuelos. Además estos datos se estas se encuentran sobre-representadas en la
confrontan con una información similar, con- categoría de los núcleos familiares “estables” hacia los estudios universitarios aquellos iii. las desproporciones observadas podrían ex-
cerniente a los jefes de familia de la población (66% aproximadamente entre los estudiantes que pertenecen por su origen familiar a ni- plicarse entonces en virtud de un solo princi-
de Buenos Aires (situación del jefe de familia contra 38% en la población general). (ver cua- veles en los que existe tal expectativa (es pio: la tendencia a retener la actitud hacia
con relación a sus padres). Aunque todas estas dro en página siguiente). decir las familias “en descenso” portadoras los estudios universitarios existente en la
cifras no son estrictamente comparables, las de esa actitud hacia la universidad); en se- generación anterior; dicha tendencia solo
diferencias que aparecen entre las dos distribu- Aunque no es muy fácil interpretar este hecho, gundo lugar, los recién ascendidos del nivel puede manifestarse cuando la movilidad se
ciones pueden indicar algunas características podría sugerirse lo siguiente: popular al nivel medio, todavía no han ad- da entre aquellos niveles entre los que existe
importantes en el reclutamiento de los estu- i. La educación universitaria tiende a ser quirido esa pauta y es solamente cuando ha una marcada diferencia al respecto, a saber,
diantes universitarios. una expectativa normal a partir de los transcurrido otra generación (en las fami- al pasar al nivel popular (sobre todo traba-
En el cuadro llama la atención el hecho de niveles medios, pero no lo es en el nivel lias “estables”) que la misma hace sentir jadores manuales) y al nivel medio inferior
una marcada diferencia en las proporciones de popular; sus efectos (y de ahí la menor proporción (sobre todo trabajadores no manuales) o
familias en descenso, en ascenso y estables que ii. como consecuencia de esto se producen dos entre las familias “en ascenso” y la mayor viceversa; es importante observar que un
se nota en los dos niveles inferiores, entre la hechos: en primer lugar en el nivel popular proporción entre las “estables”, de este nivel “retraso” análogo se nota con relación a la
población general y las familias de los estudian- tienden con más frecuencia a encaminarse medio inferior); autoidentificación a clase social (tendencia
254 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 255

a retener la identificación de la clase ante- sitarios, o, los abandonaron antes de terminar- condiciones para iniciar y continuar estudios gundo año, y el apenas menor entre el segundo
rior) (Germani, 1963). los. Para simplificar las comparaciones se han son las mejores posibles tanto desde el punto y tercero, representa obviamente un resultado
agrupado los niveles económico sociales (índi- de vista económico, como psicológico. Aunque de la gran irregularidad en los estudios (alumnos
De todas maneras puede considerarse impor- ce NES) del mismo modo que en el Cuadro 7. la reducida cantidad de casos en las categorías que siguen cursando primero y segundo año) a la
tante para la interpretación del rendimiento, Este agrupamiento corresponde también al uti- consideradas restringe la precisión de las esti- vez que del abandono en los años superiores. No
regularidad y tasa de deserción de los estudian- lizado para los datos del Censo Universitario. maciones, las proporciones observadas, no de- constituye sin embargo una medida precisa del
tes de distinto nivel económico-social, la exis- Como puede verse, según estos datos la pro- jan de señalar circunstancias muy importantes. fenómeno pues refleja también las variaciones en
tencia de las diferencias señaladas (en particu- porción de aquellos que abandonaron los estu- Estas observaciones hallan por lo demás una las inscripciones a primer año a lo largo de un
lar el hecho de que el 80% de los estudiantes de dios universitarios sin completarlos es mayor en confirmación en los análisis más detallados del período de cinco y más años. La situación de la
nivel popular, tenía abuelos que eran de nivel los niveles superiores. Esto también es un efec- censo universitario. Universidad de Buenos Aires, con relación a es-
medio o alto). to de la cantidad de personas que, en cada nivel tas cifras es aproximadamente la misma que en el
inició estudios universitarios, pero cuando se resto del país, y las diferencias acaso reflejen tan
VII tiene en cuenta este aspecto se observa que la Irregularidad y deserción en solo el hecho de que varios de los organismos de
Para completar esta sección sobre la rela- proporción de abandonos sigue siendo más ele- otras universidades del país enseñanza superior en el interior son de creación
ción entre estudios universitarios y diferen- vada en los niveles superiores, tal como puede mucho más reciente (y por lo tanto han acumula-
ciación de la población en niveles económicos apreciarse en los porcentajes siguientes: VIII do una proporción menor de estudiantes “irregu-
sociales, veamos algunos datos que permiten lares” que siguen en primero y segundo año). (ver
obtener por lo menos una idea aproximada de -- Niveles 1 y 2: 6% de abandonos sobre el total Como ya se ha indicado los datos de carácter cuadro en página siguiente).
la incidencia de la deserción universitaria en de ingresados a la Universidad; (n=17) general sobre irregularidad y deserción univer- De una manera algo más precisa (pero toda-
los distintos estratos de la población del área -- Niveles 3 y 4: 19.2% de abandonos sobre el to- sitaria son escasos y poco confiables; más que vía insuficiente) es posible examinar la situa-
de Buenos Aires. Para ello volvemos a los datos tal de ingresados a la Universidad; (n=104) proporcionar una medida precisa del fenómeno ción de los alumnos inscriptos en la Universi-
de la encuesta sobre estratificación y movilidad -- Nivel 5: 24.7% de abandonos sobre el total de dan alguna indicación acerca de la importancia dad Nacional de La Plata durante el decenio
social, datos, que, como se ha indicado antes, ingresados a la Universidad (n=81) que presumiblemente posee. En esta sección 1945 a 1954 (Graciarena, s/f). Estos datos, des-
no son directamente comparables con los del -- Nivel 6: 24.7% de abandonos sobre el total de trataremos de analizar la información existente graciadamente, no son comparables con los
Censo Universitario. ingresados a la Universidad (n=81) con relación a otras universidades del país. que se poseen con relación a la Universidad
En el Cuadro 8 se han reelaborado los da- En 1957 figuraban en los registros de las Uni- de Buenos Aires. Fueron obtenidos a base de
tos de algunos de los cuadros anteriores, de Como se ve existe una proporción considera- versidades del Estado de todo el país alrededor una muestra del 5% de los inscriptos, cuya ac-
manera de poner de relieve la proporción de ble de deserción universitaria precisamente en de 151.000 habitantes. De estos, casi la mitad tividad universitaria fue seguida, hasta 1957, a
personas que completaron los estudios univer- los niveles medio superior y alto en los que las en 1er. año: el enorme salto entre primero y se- través de los registros universitarios.
256 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 257

Cuadro 8. Personas de 18 y más años sobre cada 100 de cada nivel económico social, que se hallan en la Cuadro 10*. Inscriptos en primer año y en años superiores en la Universidad de Buenos Aires y en las del
situación educacional indicada. Área Metropolitana de Buenos Aires. 1960-1961. resto del país. 1957. (Universidades Nacionales únicamente).
Inició estudios universitarios Proporción que Año de Inscripción Universidad de Buenos Aires Otras Universidades del país
Nivel Completó
Sigue est. representa cada 1º año 50,4 45,1
económico secundario Completó est. univ. Abandonó Total
en la univ. nivel en el total
social Otros años 49,6 54,9
0 1 2 3 4 5
* Ver Cuadro 9.
Popular
3,8 0,2 0,65 0,05 0,9 40,3
(Nes 1 y 2)
Medio Inferior Como puede verse en el Cuadro 11., la propor- guía inscripto pero o bien nunca había dado
14,9 0,7 3,2 0,9 4,8 45,7
(Nes 3 y 4) ción de graduados (hasta 1957) de los inscrip- examen, o bien no los daba desde por lo menos
Medio (Nes 5) 52,5 9,9 9,3(*) 5,8 23,5 8,2 tos entre 1945 y 1954 fue del 17% y de los que dos años.
Alto (Nes 6) 72,1 27,5 7,4(**) 9,8 39,7 5,8 abandonaron o por lo menos no habían dado La composición de los que figuraban inscrip-
-- --- --- --- --- (100,0) exámenes en los últimos cinco años, ascendía tos en 1957 y que habían iniciado estudios en-
* Incluye el 1.5% que sigue estudiando habiendo ya cumplido un curso universitario. al 27%. Se encontró además otro 31% que se- tre 1945 y 1954, era esta:
** Incluye el 5.0% en la condición indicada anteriormente.
Fuente: G. Germani, op. cit.
Alumnos que rindieron examen en 1955/57 46%
Cuadro 9. Inscriptos en las Universidades Nacionales del país, por año, 1957 * Alumnos que no rinden desde 1954 19%
Año que Cursan N % Alumnos que nunca rindieron examen 35%
1er año 71.866 47,6
2º año 31.309 20,7 Cuadro 11. Situación actual (1957) de los inscriptos en la Universidad Nacional de La Plata, entre 1945 y 1954*
3º año 19.463 12,9 Situación en 1957 de los inscriptos Porcentaje sobre el total de inscriptos
4º año 15.809 10,5 entre 1945 y 1954 en el período 1945-1954
5º año 7.847 5,2 Graduados 15
6º año 2.963 2,0 Rindieron examen entre 1955 y 1957 25
7º año 1.148 0,8 Rindieron examen entre 1952 y 1954 16
8º y 9º año 473 0,3 Abandonaron o no dieron examen desde 1951 27
150.878 100,0 Nunca dieron examen (aunque siguen inscriptos) 15
* Datos recopilados por el Centro de Investigaciones Económicas (I. Di Tella). * Fuente: Graciarena, op. cit.
258 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 259

Como se indicó no es posible comparar direc- y al rendimiento deberán ser debidamente inves- Balay, R. 1963 Educación y desarrollo ONU 1961 Informe sobre la situación social
tamente estas cifras con los datos del Censo de tigados por las universidades del país, sobre todo económico: sector universidad (Buenos del mundo (Nueva York: ONU).
la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo en relación con la posibilidad de sugerir reformas Aires: Instituto de Sociología de la Facultad Smelser, N. J. y Lipset, S. M. 1964 “Notes
puede mostrarse que la proporción de “irregu- tendientes a aumentar la eficiencia de la enseñan- de Filosofía y Letras de la Universidad on Social Structure, Mobility and
lares” en ambas universidades debe ser bastan- za superior y el cumplimiento de sus propósitos de Buenos Aires) Inédito, preparado en Development”, trabajo inédito para una
te parecida. En efecto, el 46% de los inscriptos evitando las pérdidas de orden individual y colecti- base a contrato con el Consejo Federal de mesa redonda realizada en Straford.
hasta 1954, que había rendido examen en los vo que se originan del presente estado de cosas. Inversiones. Universidad de Buenos Aires 1959a Censo
años 1955-1957, debe incluir a los regulares: es Esta breve nota de carácter general, y el Frondizi, R. 1961 “Universidad y Desarrollo” Universitario 1959 (Buenos Aires).
decir, el porcentaje de regulares no puede ser estudio preliminar que constituye la segunda en Revista Universitaria (Buenos Aires) Universidad de Buenos Aires, Departamento
mayor, y con suma probabilidad ha de ser con- parte de esta publicación tienen el fin de con- Tomo VI, Nº 1. de Orientación Vocacional 1959b
siderablemente inferior al mencionado 46%, en tribuir, aunque de manera muy parcial, al estu- Germani, G. 1955 Estructura social de la Documento de trabajo presentado ante la
tanto este incluye estudiantes –en una propor- dio de estos problemas y la de atraer sobre los Argentina (Buenos Aires: Raigal). III Asamblea de Universidades de América
ción no conocida– que han rendido examen en mismos el interés de los especialistas y de los Germani, G. 1962 Política y Sociedad en Latina (Buenos Aires).
los últimos tres años, pero que se encuentran dirigentes de la Universidad. una época de transición (Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, Departamento
“retrasados” en su carrera universitaria. Ahora Paidós). de Pedagogía Universitaria 1958a Informe
bien, la proporción de “regulares” entre los ins- Germani, G. 1963a “Secularización, estadístico preliminar sobre alumnos y
criptos a la Universidad de Buenos Aires (to- Bibliografía Urbanización y Desarrollo Económico” en egresados a la Universidad de Buenos
mándola entre los inscriptos con anterioridad Revista Mexicana de Sociología (México) Aires (Buenos Aires).
de hasta dos años a la realización del censo) al- Anderson, C. A. 1956 “The Social Status of s/d. Universidad de Buenos Aires, Departamento
canza aproximadamente al 36%. No es aventu- University Stndents in Relation to Type of Germani, G. 1963b Clase social subjetiva e de Pedagogía Universitaria 1958b Tabla
rado pensar entonces que la tasa de regularidad Economic: An International Comparison” indicadores objetivos de estratificación comparativa: diplomados años 1900-1958
en las dos Universidades no es muy diferente. en Transactions of the Third World (Buenos Aires: Instituto de Sociología) (Buenos Aires) setiembre.
Congress of Sociology (Londres: ISA) Vol. V. Colección Datos Nº 3. Zalduendo, E. A. y colabs. 1962 Oferta de
Andujar, G. A. 1962 Educación y Desarrollo Graciarena, J. P. s/f Encuesta en la Mano de Obra Especializada (Buenos
IX Económico (Buenos Aires: Instituto de Universidad de La Plata (Análisis en Aires: Centro de Investigaciones
Sociología) Publicación Interna Nº 49. preparación). Económicas, Instituto Di Tella).
El problema de la regularidad en los estudios uni- Babini, A. M. 1958 “Encuestas Universitarias”
versitarios conjuntamente con las cuestiones ínti- en Cuadernos del Boletín (Buenos Aires:
mamente conexas, concernientes a la deserción Inst. de Sociología) Tomo XI, Cuaderno 7.
La movilidad social
en la Argentina*

Gino Germani

I tropolitana de Buenos Aires, la mayor zona ur- cionales disponibles, de aquellos otros que ori- sistente en modificaciones del tamaño relativo
bana del país y que concentra una tercera parte ginan movilidad en virtud del hecho de que cier- de los estratos.
No se poseen muchos datos, por ahora, sobre la de sus habitantes, estudiada a través de una ta parte de los individuos (o familias) dejan las Debe destacarse que desde el punto de vis-
movilidad social en la Argentina, y esta obser- encuesta especial. posiciones que ocupaban en un momento dado, ta de las experiencias individuales todos estos
vación se aplica aun con mayor razón al resto En una sección aparte examinaremos la las que por consiguiente se vuelven disponibles tipos de movilidad –de reemplazo, estructural,
de América latina. Con todo, es posible formu- poca información disponible sobre movilidad para que otros las ocupen (mientras que la pro- demográfica– tienen probablemente los mis-
lar algunas inferencias sobre la base de datos en las “élites” y por fin se tratará de analizar porción de plazas en cada categoría permanece mos efectos. Los individuos deberían experi-
censales y de otro orden y a la vez aprovechar brevemente el significado y las consecuencias estable). La movilidad originada en modificacio- mentar el impacto psicológico de la movilidad
los primeros resultados de algunos estudios es- de la movilidad en la sociedad argentina. nes en el tamaño relativo de las categorías, sue- ascendente o descendente de la misma mane-
pecíficos llevados a cabo en los últimos tiem- le recibir el nombre de movilidad estructural u ra, cualquiera que sea la causa de la movilidad.
pos en algunas ciudades. otro similar; la que depende del intercambio de Desde el punto de vista de las motivaciones y
En esta nota nos proponemos analizar, den- La movilidad social durante la personas o familias podría denominarse movili- de otros rasgos diferenciales que puedan dis-
tro de la limitación de los materiales existen- época de la inmigración masiva dad de circulación o por reemplazo. Una forma tinguir a los individuos en ascenso o en descen-
tes, la movilidad (especialmente la de tipo es- particular de movilidad, también importante en so, entre sí y con relación a aquellos otros que
tructural) producida en la Argentina, al nivel II los países en transición, es aquella que deriva permanecen estables, los varios tipos de mo-
nacional en la época 1869-1914 y en el período del hecho de la menor fertilidad de las familias vilidad no presentan probablemente diferencia
posterior a esa fecha; también nos referiremos Para analizar la movilidad en sociedades que se ubicadas en determinadas posiciones (gene- alguna. Sin embargo, en la medida en que la
a la movilidad general observada en el área me- hallan en proceso de rápido cambio es necesario ralmente las medias y elevadas) por lo cual la presencia de una fuerte movilidad estructural
recordar la distinción entre diferentes factores población allí ubicada no logra reproducirse en o demográfica tiende a incrementar de manera
* Germani, G. 1963 “La movilidad social en la Argenti- de movilidad y, en particular, entre aquellos fac- cantidad suficiente para cubrir todas las plazas muy intensa la tasa de movilidad general mo-
na” en Lipset, S. y Bendix, R. Movilidad social en la so- tores que se vinculan con las modificaciones en disponibles. Este hecho tiene los mismos efec- dificando sustancialmente las chances de los
ciedad industrial (Buenos Aires: Eudeba) pp. 317-367. la proporción de categorías o posiciones ocupa- tos que el cambio de estructura del sistema, con- individuos de ascender o descender, es muy
262 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 263

Cuadro 1. Población y números índices en la Argentina y en los Estados Unidos comparándolo con el registrado en el país que geográfica y demográfica. Aquí también la com-
Fechas Población en millares Números índices 1870 = 100 concentró el mayor número de inmigrantes du- paración con Estados Unidos ayuda a percibir
EE.UU. Argentina EE.UU. Argentina rante la época de las grandes migraciones in- la magnitud del fenómeno.
1870 39,8 1,9 100 100 tercontinentales, es decir, Estados Unidos. En
1920 105,7 9,0 266 474 el mismo lapso de 90 años este país creció unas
1950 150,7 17,4 379 916 cuatro veces y media, la Argentina diez veces y IV
1960 179,3 20,1 450 1057
media. En el período que examinaremos más
detalladamente, 1870 a 1920, aproximadamen- La proporción de extranjeros alcanzaba entre
Fuentes: Censos nacionales. te, la Argentina creció casi cinco veces, los Es- los varones de 20 años y más en Buenos Aires
tados Unidos menos de tres. Debido a la esca- fue de alrededor del 80% entre 1890 y 1920 y
posible que se verifiquen efectos psicosociales rio de su población, una expansión sin prece- sez de población existente en el país al comen- entre el 50 y el 60% en las mismas fechas, en la
de importancia. dentes de su economía y un cambio drástico en zar la inmigración masiva y el gran volumen de región Litoral. Debe recordarse que la Ciudad
En países como la Argentina y otras naciones el sistema de estratificación. El crecimiento de la inmigración de ultramar, la proporción de de Buenos Aires juntamente con dicha región
latinoamericanas, en los que se han dado períodos la población ocurrió en virtud del aporte inmi- nacidos en el extranjero fue altísima, incluso si concentra dos tercios de la población total y
relativamente prolongados de inestabilidad políti- gratorio por medio del cual se pobló el país, y no se tiene en cuenta el hecho, a nuestra mane- una proporción aun mayor de la capacidad pro-
ca, cabe también señalar otro tipo de movilidad que hizo de la Argentina no ya una nación con ra de ver esencial, de la aludida concentración ductiva del país.
que, aunque cae dentro de la definición ya formu- una minoría inmigrante, sino un país con ma-
lada como movilidad por reemplazo, tiene cier- yoría de extranjeros pues, si se tiene en cuenta
Cuadro 2. Proporción porcentual de personas nacidas en el extranjero, en los Estados Unidos
tas características distintas por estar originada en la concentración geográfica de la inmigración y en la Argentina
las modificaciones masivas del personal directivo en las zonas centrales y más importantes del Fechas Estados Unidos Argentina
o calificado de las organizaciones que dependen país y su concentración demográfica, se reve-
1869 – 12,1
del Estado o que pueden estar afectadas por deci- la un predominio numérico de los inmigrantes
1870 13,8 –
siones de los líderes políticos y del gobierno. de ultramar precisamente en los grupos más
1895 – 25,4
significativos desde el punto de vista político
1910 14,4 –
y económico: los varones adultos (Germani,
1914 – 29,9
III 1962: Cap. 7).
1920 13,0 24,0
El ritmo de crecimiento de la población fue
1950 6,8 15,8
Entre los años 1860-1870 y 1910-1920 la Argen- singularmente intenso en el período conside-
tina experimentó un crecimiento extraordina- rado y esto podrá apreciarse con más claridad Fuente: Censos nacionales.
264 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 265

Esta enorme proporción de extranjeros haber duda de que en menos de una generación Cuadro 3. Población activa según estratos socio-ocupacionales. Argentina: 1869-1947
presta un carácter especial a la rapidísima ex- surgió un amplio sector medio y que necesa- Estratos socio-ocupacionales 1869 1895 1914 1947
pansión de los sectores medios del sistema de riamente sus “ocupantes” debieron reclutarse 1. Estratos medios de las actividades secundarias y terciarias 5,1 14,6 22,2 31,0
estratificación que pasa de un tipo “tradicional” entre los estratos populares urbanos y rurales y 2. Estratos populares de las actividades secundarias y terciarias 53,5 46,2 50,0 43,8
con el 10% de la población activa en los estratos que, además, la movilidad social resultante, no 3. Estratos medios de las actividades primarias 5,5 10,6 8,2 9,2
medios y altos, el 25% en el lapso de 26 años, solo abarcó a los hijos de individuos de niveles 4. Estratos populares de las actividades primarias 35,9 28,6 19,6 16,0
para luego seguir expandiéndose hasta alcanzar inferiores que se ubicaron en posiciones más 100,0 100,0 100,0 100,0
el 30%, 19 años más tarde. Las cifras del Cuadro favorecidas que sus padres, sino que afectó a
3 tienen por cierto, toda la incertidumbre de los individuos mismos a lo largo de su propia Fuentes: Estimaciones sobre la base de una elaboración de los cuatro censos nacionales (demografía y censos
económicos) y otras fuentes. Para los años 1869, 1895 y 1947; Instituto de Sociología (S. Torrado y R. Sautu).
los resultados obtenidos a base de estimacio- carrera ocupacional. La expansión de las opor-
Evolución de la estratificación en la Argentina según los censos nacionales (en preparación). Para 1947: Germani
nes sobre informaciones censales incompletas tunidades, en otras palabras, no solamente se (1955) (adaptación del Cuadro 88).
y de difícil comparación.1 Con todo, no parece tradujo en movilidad intergeneracional, sino
que produjo un grado muy intenso de movili-
dad intrageneracional, esto último entre los decir, se supondrá que las otras formas de mo- que tal cambio es una expresión de otras modi-
1 Como es bien sabido, una de las categorías de más
difícil ubicación en los censos es la de los que trabajan extranjeros (ver cuadro 3). vilidad son inexistentes. En hipótesis sucesivas ficaciones sustanciales de la sociedad argenti-
“por su cuenta”, sin personal: en ella suelen mezclarse Aunque no poseemos por ahora datos que veremos qué efectos pudo producir cierto gra- na, además del hecho de la inmigración masiva.
personas de ocupaciones manuales, de bajos ingresos permitan realizar una medición directa de este do de movilidad por reemplazo. Dejaremos de En síntesis, los dos cambios más importantes
y con características idénticas o análogas a los obreros proceso, es posible formular por caminos in- lado la movilidad debida a la fertilidad diferen- se dieron en primer lugar en lo económico con
asalariados, con otras personas que, por el contrario,
ejercen ocupaciones no manuales, y en todos los demás directos e inferenciales, algunas estimaciones cial pues no creemos que para el período que la modernización de la producción agrícola-
respectos se asemejan a los estratos medios (existiendo que permitirán, por lo menos, ilustrar su orden estamos analizando (fines del siglo pasado, y ganadera, que colocó al país entre los primeros
además otras situaciones intermedias entre estos extre- de magnitud. comienzos del actual) ese factor haya sido muy del mundo a este respecto, y el desarrollo de
mos). Como en la clasificación subsiguiente se utiliza Para comenzar, nos fundaremos únicamente importante (aunque por cierto existió). una industria, que si bien vinculada sobre todo
a menudo la dicotomía manual-no manual, y como el
propósito es el de estimar tasas mínimas de movilidad,
en el supuesto de la movilidad estructural: es a su producción, fue una fuente importante de
los individuos clasificados como “por propia cuenta” la renta nacional, y contribuyó poderosamen-
han sido incluidos en los estratos populares (de las tres V te a transformar la estructura ocupacional
grandes ramas), con la excepción de los profesionales. se advierte que los estratos “altos”, en la clasificación del país. El otro cambio sustancial fue el cre-
Solamente para el Censo de 1947, para el cual se con- utilizada, se hallan englobados en los medios. A todos
Es necesario recordar, para comprender la cimiento urbano: a pesar de que el campo se
taba con una información mayor, cierta parte de los los fines prácticos y con la reserva señalada, en cuanto
“cuenta propia”, con características claramente de ni- a los “cuenta propia”, la dicotomía “estratos-populares- transformación de la estructura de la estratifica- fue poblando (por lo menos con relación a la
vel medio, ha sido incluida en estos estratos. Por último estratos medios” corresponde a “manual-no manual”. ción, que se pone en evidencia en el Cuadro 3, situación anterior), las ciudades crecieron ver-
266 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 267

tiginosamente y en realidad, el período de más de una clase media que alcanza a casi una ter- Cuadro 4. Proporción de extranjeros por personas clasificadas en cada estrato. Argentina, 1895-1914
intensa urbanización en la Argentina, se ubica cera parte de la población, se ubica en las tres Categorías socio-ocupacionales 1895 1914
entre los años 1869 y 1914. A pesar de las gran- décadas comprendidas entre 1870 y comienzos 1. Estratos medios. Actividades secundarias y terciarias 59,4 50,7
des migraciones internas iniciadas a mediados del presente siglo. 2. Estratos populares. Actividades secundarias y terciarias 38,7 47,7
de la década que va del año 1930 en adelante, 3. Estratos medios. Actividades primarias 43,0 44,5
la estructura, predominantemente urbana del 4. Estratos populares. Actividades primarias 25,0 34,8
país, ya estaba consolidada desde comienzos VI
Fuente: Instituto de Sociología (S. Torrado): Argentina y extranjeros en la estructura ocupacional (en preparación).
del presente siglo (Germani, 1959).
El porcentaje “urbano” (habitantes en cen- Para una idea de la forma en que este vasto y
tros de 2.000 y más) pasó del 28% en 1869 al rápido proceso de transformación se tradujo Por lo que se refiere al sector nacido en el ex- de la población activa y en 1914 se acercó a la
37% en 1895 y ya alcanzaba más de la mitad de en movilidad social, formularemos una primera tranjero hay que tener en cuenta en primer lu- mitad (45%). Su distribución en niveles socio-
la población en 1914 (53%). Si tomamos como hipótesis destinada a ilustrar, en primer lugar, gar que en 1895 alcanzaba a representar el 39% ocupacionales resultó ser tal que, en los estratos
límite urbano las ciudades mayores de 20.000 los efectos de la movilidad estructural tomada medios urbanos (es decir las actividades comer-
habitantes, estas proporciones son también aisladamente. ciales industriales y de servicios) el elemento
El procedimiento seguido es diferente se- de cada período intercensal (argentinos y extranjeros con-
muy altas: desde el 14% en 1869, al 24% y al 36%, juntamente) hayan contribuido a la formación de los estra- extranjero era mayoritario (Cuadro 4).
respectivamente, en 1895 y 1914. Esta concen- gún se trata del sector extranjero o del sector tos medios nativos existentes al final de cada período, por La manera más directa de estimar la movilidad
tración urbana no reflejaba solamente el hecho nativo de la población. Con relación a este, la su crecimiento vegetativo, de manera proporcional al incre- con relación a este sector es la de partir de una
que –sobre todo debido al régimen de tenencia estimación es todavía más grosera que con re- mento vegetativo general experimentado por la población
clasificación de los inmigrantes en categorías
lación al primero: se ha supuesto que los secto- activa en el mismo período (este incremento se mide toman-
de la tierra– la mayor parte de los extranjeros do el total de la población activa al comienzo del período, socio-ocupacionales análogas a las usadas hasta
se radicara en las ciudades. También hubo un res medios registrados por el censo en la fecha en comparación con la población activa nacida en el país, aquí, y correspondientes al momento de su ingre-
desarrollo industrial y, por lo tanto, ya desde inicial del período (nativos y extranjeros por censada al final del período). Esto supone que la natalidad so al país. Son bien conocidas las limitaciones
1869 el incremento anual de la población activa igual) han tenido un crecimiento vegetativo y la mortalidad de los diferentes estratos de la población ac- de las estadísticas de inmigración, sobre todo en
proporcional al registrado en la población ac- tiva nativa en tanto pudo afectar la población activa; 2) que
fue a ubicarse en más del 50% en actividades ningún individuo de los estratos medios descendió de nivel, una cuestión de esta naturaleza3 y no es necesa-
no agrícolas, a pesar de que en esos años esta- tiva (comparando la población activa total del y que lo mismo ocurrió con sus descendientes, por lo menos
ba en pleno crecimiento el sector agropecuario comienzo del período con la población activa hasta el fin del período intercensal. Estos dos supuestos que
del país (Germani, 1959). En realidad la trans- nativa al final).2 tienden obviamente a subestimar considerablemente la mo- 3 Además del carácter impreciso de las declaracio-
vilidad, constituyen, pues, una hipótesis mínima. J. Kahl, ha nes al ingresar, debe mencionarse las dificultades e in-
formación urbana, la aparición de una estruc- formulado un método distinto para discriminar la movilidad certidumbres con respecto a la misma calidad de “inmi-
tura ocupacional predominante “no agrícola” 2 Esta estimación se basa sobre varios supuestos: 1) que estructural de las otras formas de movilidad, partiendo tam- grante”. Otro problema no resuelto es el de las personas
de la población activa, y, por fin, el surgimiento los integrantes de los estratos medios existentes al comienzo bién de los datos censales. Cf. Kahl (1957: Cap. IX). que vuelven a emigrar.
268 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 269

Cuadro 5. Inmigrantes clasificados en dos estratos socio-ocupacionales, según ocupación declarada entre los extranjeros; entre una cuarta parte y una con aquellos, que sin duda existieron, produci-
al ingresar. Argentina, 1857-1924 tercera parte de estos pasó de ocupaciones “ma- dos por la menor fertilidad de los estratos me-
Categorías socio-ocupacionales 1857-1870 1871-1900 1901-1920 1921-1924
Total nuales” o similares a ocupaciones “no manuales” dios. Tanto el trabajo de Lipset y Bendix como
1857-1924 o medias. En cambio, esa proporción fue mucho otras comparaciones recientes han puesto de
Patrones de comercio, servicios, industria, agricultura 4,4 5,4 8,6 13,4 7,9 menor entre los argentinos. relieve la existencia de una considerable movi-
profesionales liberales, empleados y similares
Sin embargo, si no queremos subestimar la lidad descendente a través de la línea manual/
Obreros, calificados y no calificados, campesinos, 95,6 94,6 91,4 86,6 92,1
movilidad en una medida que podría ser impor- no manual y otra similar. En un trabajo de Mi-
jornaleros y similares
tante, es necesario intentar otras hipótesis que ller (1960: cap. IX) en el que se comparan unos
100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
tengan en cuenta otras formas de movilidad. quince países (encuestas en escala nacional) se
Total inmigrantes con ocupación declarada (miles) 123,4 1.329,6 2.241,8 402,5 4.097,3
observa que la proporción de personas de ori-
gen no manual que pasan a estratos manuales
VII varía entre un mínimo de 19.7% (en los Estados
rio insistir sobre el carácter conjetural que tienen Las cifras registradas en el Cuadro 6 ilustran Unidos) hasta un máximo de 43,2% en Holanda.
las proporciones registradas en el Cuadro 6. Ellas los efectos de la movilidad estructural, con pres- Trataremos ahora de ilustrar los posibles efectos También cabe señalar que en el área de Buenos
confirman lo que se sabe acerca del enorme pre- cindencia de las otras formas. Como puede verse, de la movilidad de reemplazo, conjuntamente Aires (es decir una tercera parte de la población
dominio del inmigrante de clase popular. No pa- por obra de la expansión de las posiciones medias,
rece haber duda de que el orden de magnitud de dos tercios de estas tuvieron que ser cubiertas con
las proporciones de los dos estratos debe haber personas de origen popular, y en el caso de los ex- Cuadro 6. Movilidad estructural en la Argentina. 1895 y 1914 (estimaciones)
sido el que se indica y, teniendo en cuenta el pro- tranjeros –no se trataba ya de movilidad interge- Composición de estratos medios. De cada 100 Porcentaje de ascensos medios en los estratos
pósito ilustrativo de nuestras estimaciones, se los neracional, sino de movilidad intrageneracional–, personas pertenecientes a los estratos medios populares. De cada 100 personas de origen
Lugar de
ha tomado como criterio. eran los mismos inmigrantes, obreros, jornaleros, había en los años indicados la siguiente popular habían ascendido a los estratos
nacimiento cantidad de individuos de origen popular medios la siguiente cantidad de individuos
Para la estimación de la movilidad estructural campesinos, que se transformaban en comercian-
se supone, entonces, que el origen de los inmigran- tes, industriales, empleados, etc. En el sector ex- 1895 1914 1895 1914
tes sobrevivientes, en el momento de cada uno de tranjero, los estratos medios estuvieron constitui- Población activa
46 58 10 19
los dos censos analizados, fuese proporcionalmen- dos en su gran mayoría por self made men. argentina nativa
te el mismo que el registrado por la totalidad de Desde el punto de vista de la proporción de Población activa
85 74 31 26
los inmigrantes ingresados aproximadamente en personas que ascendieron, sobre el total de la po- extranjera
el período anterior (para 1895 se tomó el período blación de origen popular, la estimación muestra Población
66 66 18 22
1857-1900 y para 1914, los años entre 1900 y 1920). que el proceso de ascenso tuvo, sobre todo, lugar activa total
270 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 271

Cuadro 7. Movilidad estructural y movilidad de reemplazo en la Argentina. 1895 y 1914 (tres estimaciones) mostrar entre qué límites podrían darse los efec- (descenso y reemplazo). Al mismo tiempo la po-
Composición de estratos medios. De cada 100 Porcentaje de ascensos medios en los tos acumulados en la movilidad estructural y la blación extranjera que, como se ha visto, tuvo
personas pertenecientes a los estratos medios estratos populares. De cada 100 personas de de reemplazo. Puede extraerse la conclusión de una tasa de movilidad mucho más pronunciada,
Hipótesis había en los años indicados la siguiente origen popular habían ascendido a los estratos que entre una cuarta y una quinta parte de las se concentraba en un 80% en estas áreas. De este
cantidad de individuos de origen popular medios la siguiente cantidad de individuos personas de origen popular pasarán a niveles modo, por varias causas, precisamente en aquella
1895 1914 1895 1914 medios, y que estos resultaron compuestos pro- parte del país que tenía mayor importancia diná-
(Movilidad bablemente en una proporción próxima a tres mica tanto desde el punto de vista político como
estructural cuartos de individuos de origen popular, ya sea económico, los dos efectos de la movilidad que
únicamente)
66 66 18 22
por haber sido ellos mismos “manuales” ya sea hemos estado señalando (proporción de ascensos
Ningún descenso porque esa fue la ocupación de sus padres. en los estratos populares y proporción de origen
entre las personas
Los datos estimados hasta ahora se refieren a popular en los estratos medios) deben haberse
de origen medio
todo el territorio. En realidad, las tasas de movili- acentuado considerablemente.4
20% de las dad deben de haber sido muy desiguales, en rela-
personas de origen
73 73 20 25 ción con el muy desigual desarrollo del país. Los
medio desciende a 4 Para interpretar estas estimaciones es necesario te-
nivel popular cambios estructurales se concentraron, de mane- ner en cuenta varias circunstancias. En primer lugar es
ra casi exclusiva, en la zona Litoral y en Buenos necesario tener en cuenta que la tasa de movilidad as-
30% de las Aires mientras el área periférica quedó “retrasa- cendente entre los estratos populares está limitada por la
personas de origen amplitud del estrato medio y superior. En las sociedades
medio desciende a
76 76 21 26 da”, según el proceso bien conocido. Por lo tanto
en donde hay solamente el 10% de tales estratos, incluso
nivel popular la ampliación de los estratos medios, que se refleja en el caso de que todos los ocupantes de nivel superior
de manera tan marcada en las estadísticas al nivel descendieran y dieran su lugar a los inferiores, la pro-
nacional, fueron mucho más pronunciados en las porción de estos, que podría ascender, nunca excedería
mencionadas áreas “centrales”. Por ejemplo, en a más del número absoluto representado por ese 10%,
es decir, que solamente el 11% de las personas de origen
del país), la movilidad descendente de las per- ahora habíamos supuesto que dicha movilidad Buenos aires, ya desde 1869 los estratos medios popular podría ascender. Bajo la hipótesis llamada de
sonas de origen no manual o similar, registrada era nula, ahora vamos a utilizar dos supuestos representaban una proporción doble de la que se “movilidad perfecta” (es decir, si las personas de todos
en la encuesta de 1960-1961, era del 36,6%. Po- por los cuales estimamos que el déficit de perso- daba en el promedio nacional, alcanzando casi los orígenes tuvieran iguales chances de ingresar en los
demos entonces formular dos nuevas hipótesis nas causado por la menor fertilidad, sumado a la una quinta parte de la población; en 1895 pasaban estratos superiores) la proporción de personas de origen
popular que podrían haber ascendido en la Argentina hu-
destinadas a estimar diferentes niveles relativos proporción de personas de origen medio que des- del 30% y en 1914 llegaban al 36%. Esto significó, biese sido del 25% en 1895 y del 30% en 1914. Ahora bien,
a los efectos de la movilidad de reemplazo. Así, cienden al nivel popular es del 20%, o bien alter- por supuesto, una mayor movilidad estructural y, la movilidad estimada alcanzó a más del 72% de la mo-
mientras en las estimaciones realizadas hasta nativamente del 30%. La finalidad del Cuadro 7 es a la vez, mayor oportunidad para la circulación vilidad “perfecta”, bajo la hipótesis mínima de ninguna
272 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 273

La movilidad social en la Argenti- ocupacionales comparables– del 30,4% en la Cuadro 8. Incrementos porcentuales anuales en los estratos medios. Argentina, 1869-1947
na durante las grandes migracio- primera fecha al 40,2% en el último año nombra-
Incremento anual por sectores
nes internas do. Por lo tanto, la tasa de movilidad estructural Incremento porcentual
Períodos
debió haber seguido con una intensidad quizás anual (total) Sectores medios Sectores medios
VIII no muy distinta de la que se daba en el período independientes dependientes
anterior. Algún indicio al respecto puede obte- 1869-1895 0,56% 0,46% 0,10%
Para este período, y hasta tanto no puedan uti- nerse comparando el incremento porcentual 1895-1914 0,27% -0,04% 0,31%
lizarse los datos del V Censo Nacional (1960), anual en los estratos medios registrados en los 1914-1947 0,29% 0,10% 0,19%
no es posible intentar las estimaciones “ilus- tres períodos intercensales, para los que hay
datos, y que se incluyen en el Cuadro 8. Como Fuente: Ver Cuadro 3.
trativas” llevadas a cabo en la sección anterior.
La razón principal de ello es que no se conoce puede verse, el incremento anual mayor se dio
la distribución de los extranjeros por catego- en el primer período intercensal (1869-1895). la existencia de un considerable proceso de mo- empeñar un papel en la Argentina a la vez que
ría ocupacional en el único censo intermedio Sin embargo, en el período posterior a 1914, vilidad estructural, por lo menos comparable aparece la migración interna que, aunque con
(1947) y, aunque con otras informaciones dis- a pesar del cese de la inmigración, se registró con el registrado entre 1895 y 1914. Pero si en ciertas diferencias, vino a sustituirla. Mientras
ponibles, no sería imposible formular algunas un incremento por lo menos igual o algo su- este aspecto todo hace suponer que la sociedad hasta 1914 alrededor del 36% del aumento de
estimaciones, por ahora no se cuenta con ellas. perior al del inmediatamente anterior que se argentina se mantuvo considerablemente móvil población registrado en cada uno de los dos
El análisis deberá, pues, limitarse a señalar he- caracterizaba por un enorme saldo migratorio en las décadas sucesivas al cese de la inmigra- períodos intercensales (1869-1895 y 1895-
chos que indirectamente pueden dar una idea externo. Es claro que estas tasas de aumentos ción masiva, también sabemos que hubo cam- 1914) estaba constituido por extranjeros, esta
del fenómeno en el período considerado. Una no se traducen necesariamente en tasas de bios considerables en la estructura social y que proporción desaparece prácticamente en la
descripción más precisa se tendrá, sin embar- magnitud relativa equivalente en términos de presumiblemente esos cambios imprimieron época posterior (los extranjeros constituye-
go, con relación al área urbana de Buenos Ai- movilidad social,5 pero de todos modos indican diferentes características a la movilidad social. ron apenas el 0,6% del aumento entre 1914 y
res que se examina en otra sección. 1947, y el 3,1% entre 1947 y 1960). La población
Como lo muestra el Cuadro 3, el proceso de inmigrante se mantuvo en números absolutos
5 Por ejemplo, a pesar de que el incremento anual de
expansión de los estratos medios en la Argenti- los estratos medios en el período 1869-1895 es el doble IX pero disminuyó drásticamente en números re-
na siguió durante el período 1914-1947, pues es- del período siguiente, la movilidad ascencional (estruc- lativos, aunque el país sigue registrando una
tos pasaron –usando, como es obvio, categorías tural) desde los estratos populares fue, en este último En primer lugar debemos referirnos al hecho proporción de extranjeros bastante elevada,
período, superior al de aquel (18% contra 22% en 1914).
La razón debe buscarse en que la amplitud de los estra- esencial de que a partir de 1930 (y después de en términos de comparaciones internaciona-
movilidad de descenso entre los estratos medios y a más tos medios entre 1895 y 1914, fue siempre muy superior una interrupción durante la Primera Guerra les. Por otra parte se trata de una población
del 80% suponiendo una movilidad de descenso del 20%. a la que se registraba en el período intercensal anterior. Mundial), la inmigración externa cesa de des- envejecida, a pesar de un breve período de
274 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 275

Cuadro 9. Inmigrantes internos y extranjeros en las ciudades de 50.000 y más habitantes. provenientes de zonas rurales) contribuyeron 1963: 202) y este cambio implicó, sobre todo el
Argentina, 1869-1960 de una manera muy considerable a constituir crecimiento del sector terciario que en 1955 se
Inmigrantes extranjeros Inmigrantes internos los estratos medios alcanzando en ellos (hasta estimaba en un 46% del total activo.
1864 1914 1947 1960 1869 1914 1947 1960 1914) incluso un predominio cuantitativo, en la Es verdad que el crecimiento de la industria y
Área de Buenos Aires 47 49 26 21 3 11 17 22 época posterior parecería que los inmigrantes del sector de servicios no correspondió de nin-
Ciudades de 1000.000 y más 9 35 15 11 15 11 29 * (tanto los extranjeros como los internos) se guna manera a un desarrollo equilibrado, y que,
Ciudades de 50.000 a 100.000 8 22 7 5 8 11 18 * ubicaron sobre todo en los estratos inferiores tras un breve período de rápido crecimiento del
“empujando” a los nacidos en la ciudad hacia producto nacional por habitante (en 1945-1948
Fuentes: Germani, G.: Urbanización y migraciones internas en la Argentina (en preparación). La migración interna solo
abarca a los nacidos en provincias distintas de la residencia, por lo tanto no indica la migración intraprovincial.
las posiciones medias. Según esto, en la época alcanzó a una tasa anual del 6,4%), sufrió un es-
más reciente, los efectos de la migración sobre tancamiento e incluso una reducción (Repúbli-
* No hay datos todavía.
la movilidad se aproximó a lo ocurrido en los ca Argentina, 1955), mas la transformación de
demás países receptores de grandes migracio- la estructura ocupacional no dejó por ello de
inmigración (1947-1952) que aportó indivi- nera exacta el aporte inmigratorio extranjero. nes como por ejemplo los Estados Unidos. originar una expansión de las ocupaciones “no
duos más jóvenes. En la misma época en que Como consecuencia, el crecimiento urbano se manuales” a expensas de las “manuales”.
se interrumpió la inmigración masiva, desde mantuvo a pesar de la eliminación de estos y la En efecto, el crecimiento del sector ocupado
mediados de la década que parte del año 1930 proporción de personas nacidas en las mismas X en comercio y servicios, aunque no respondió a
se inicia un movimiento migratorio interno de ciudades de residencia permaneció en un nivel un aumento de la productividad, tampoco pue-
gran intensidad. Estas dos migraciones –inter- bastante uniforme desde fines del pasado siglo El otro rasgo que caracteriza la época posterior de ser asimilado al “seudo terciario” típico del
na y externa– desempeñan un gran papel en la hasta ahora. Por ejemplo en el área de Buenos al fin de la migración masiva externa es que, crecimiento urbano de los países subdesarro-
movilidad social, pero en sentido algo distinto, Aires osciló entre el 30% y el 50% hasta 1947 y en coincidencia con las grandes migraciones llados (servicios domésticos, vendedores am-
aunque puede decirse que muchos de sus efec- subió en 1960 al 57%. En las demás ciudades internas, la industrialización recibió un impul- bulantes, etc.) sino que se tradujo fundamen-
tos sobre la sociedad argentina son análogos. grandes (de 100.000 y más habitantes), hasta so considerable y, ya desde 1943 en adelante, talmente en un incremento de la burocracia
Las dos migraciones ejercieron el mismo im- 1947 se mantuvo cerca de las dos terceras par- la contribución de la agricultura y ganadería pública y privada. La proporción de empleados
pacto en cuanto a la urbanización. tes, excepto a comienzos de siglo. al producto bruto resulta inferior a la de la in- de todas las categorías que representaba me-
Ya la inmigración extranjera se había ubica- Ambas migraciones influyeron en las carac- dustria (CEPAL: 1959: Cuadros XXVII y sigs.). nos del 7% de la población activa en 1895 y del
do sobre todo en las ciudades, con lo cual des- terísticas de la movilidad en tanto alimentaron La distribución de la población activa que en 12% en 1914, alcanzaba a casi una quinta parte
de comienzos de siglo la estructura urbana del sobre todo la movilidad urbana, pero mientras 1900-1904 absorbía cerca del 40% pasa en 1940- del total en 1947 (19%). Desde entonces el pro-
país estaba constituida. Las migraciones inter- en la época de la inmigración masiva los extran- 1944 a ocupar un tercio y se reduce en 1955 a ceso siguió acentuándose aun más y en 1955
nas, a este respecto, vinieron a sustituir de ma- jeros de origen “popular” (y muchos de ellos poco más de una quinta parte (26,1%) (Ferrer, se estimaba que solamente el Estado estaba
276 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 277

absorbiendo más del 10% de la población acti- tivamente el 18,4% y el 46,2% (1958) y en la Cuadro 10. Alumnos secundarios y universitarios por 1.000 habitantes. Argentina, 1895-1959
va total. Hay varios otros indicios de que esta Universidad de La Plata del 11,2% y del 46,5% Fechas Alumnos secundarios Alumnos universitarios
transformación debe haber originado movilidad (1957); proporciones considerablemente altas por 1.000 habitantes por 1.000 habitantes
social, por supuesto de un tipo distinto del que si tenemos en cuenta los niveles habituales en 1895 1,6 –
se dio durante la época de la inmigración masi- sociedades industriales. Por lo demás, la pro- 1914 3,7 1
va. Quizás el más significativo es la difusión de porción de estudiantes universitarios sobre 1925 5,3 –
la enseñanza superior y media en la población, el total de la población es también una de las
1934 9,0 –
que aumentó relativamente a la población en la más elevadas que se conozca.6
1935 – 2
forma que indica el Cuadro 10.
Debe hacerse notar que estas cifran serán 1944 12,9 3
interpretadas teniendo en cuenta que una 6 Ver Germani y Sautu (1965); datos compilados y 1953 35,0 7
considerable proporción de jóvenes inician analizados a partir del Censo Universitario y de la en-
1959 38,0 7
cuesta en los estudiantes de la Universidad de La Plata,
estudios –en particular al nivel universitario– realizada por J. P. Graciarena. Las proporciones de es- Fuentes: Memorias del Ministerio de Educación de la Nación y E. A. Zalduendo y otros: Oferta de mano de obra
sin terminarlos (de manera que no indican un tudiantes de origen popular (en base a una clasificación especializada. Centro de Investigaciones Económicas. I. T. di Tella, 1962.
crecimiento proporcional de los graduados fundada en ocupación, educación e ingreso) resulta ser
universitarios), pero representan sin duda en Buenos Aires una de las más altas que se conozca
y solo comparable a la de los Estados Unidos y, des-
una expresión de movilidad social para los XI en la etapa anterior. Es probable, sin embar-
pués de la reforma educacional, a la de Gran Bretaña;
sectores inferiores de los estratos medios y en Francia era todavía a comienzos de 1951, nada más go, que sus características hayan sido muy
para cierta parte de los estratos populares y que del 8%, en la Universidad de Madrid del 5%, en la En síntesis, a pesar de que después del ex- distintas: por lo pronto, las personas más
esto en dos sentidos: 1) como síntoma del ni- de México del 12%, en Holanda del 9%, en Austria del traordinario ritmo de crecimiento que carac- móviles (a través de la línea “manual”/‘no
vel de aspiración, y 2) como cambio efectivo 8%. Al comentar los datos referentes a Europa, K. B. terizó la época de la inmigración masiva, la manual”) no fueron los extranjeros, sino los
Mayer comentaba recientemente: “…en Europa, el sis-
en la composición de la población activa pues tema educacional sigue todavía funcionando más como
sociedad argentina disminuyó considerable- argentinos nativos; y en el caso de estos se
aumentan la proporción de aquellos que han barrera de clase, que como un canal de movilidad” (Cf. mente su desarrollo económico, hasta el pun- trató de movilidad intergeneracional, y no
alcanzado algún estudio al nivel secundario o comentario del libro en American Sociological Review to que, en la década del cincuenta, especial- intrageneracional como en el caso de aque-
universitario, aunque no todos hayan logrado [1963: 638]). En cuanto a la proporción de estudiantes mente, entró en una fase de estancamiento; llos. Además, ya desde comienzos de siglo
un título. Con este propósito señalamos que universitarios, por 1.000 habitantes la Argentina ocupa la transformación industrial, la acentuación las categorías en mayor expansión fueron
el tercer lugar en una serie de unos 170 países (Cf. Yale
la proporción de estudiantes universitarios University [1963]); si se toma el grupo de edad de 20 a
de la urbanización y otros factores contri- las de los estratos medios “dependientes”, es
de origen popular y de clase media inferior en 24 años, la Argentina sigue ocupando el séptimo o el buyeron a mantener una tasa de movilidad decir, empleados, categorías para las cuales
la Universidad de Buenos Aires eran respec- octavo lugar. presumiblemente no inferior a la que se dio los estudios superiores y secundarios repre-
278 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 279

sentan un requisito esencial. Por lo tanto, en mente un análisis similar a los otros miembros ros, además, se tiene la misma información de siete rangos y, los valores mediados de los
esta época, la educación aumenta su impor- de unidad familiar.7 para cinco épocas (ocupación a los 21 años, individuos incluidos en cada grupo, referentes
tancia en términos cuantitativos, como canal El estudio incluye diferentes tipos de cla- a los 28, a los 35, a los 45 y última obtenida a otros indicadores de estratificación, tales
de movilidad ascensional. sificación de ocupaciones y otros indicadores o actual); para los padres y abuelos se utili- como Nivel de Vivienda, Nivel Educacional,
Estas observaciones realizadas en base a de nivel económico social, pero en esta expo- za la última o la del momento de la encuesta. Nivel de Ingresos, Nivel Económico-Social,
indicios indirectos hallan, por lo demás, su sición debemos usar principalmente, para el Además, es posible estudiar los cambios en índice compuesto por los indicadores men-
confirmación en los resultados de estudios análisis de la movilidad, una clasificación en el nivel educacional también con relación a cionados inclusive ocupación, y, por fin, un
específicos en la población del área de Bue- siete niveles socio-ocupacionales de prestigio tres generaciones. En este análisis se utiliza- indicador de autoasignación a clase social por
nos Aires. creciente, pues no se dispone por ahora de rá, para el análisis de la movilidad ocupacio- parte de los mismos entrevistados, alcanzaron
los demás resultados. La misma clasificación nal intergeneracional, la comparación entre valores muy altos.8 Estos controles permiten
ha sido aplicada a los jefes de familia, sus pa- las ocupaciones últimas (o actual) del padre afirmar que la escala de nivel ocupacional
La movilidad en Buenos Aires dres y sus abuelos; con relación a los prime- y del jefe. constituye un buen indicador de la posición
La escala de ocupaciones no fue estable- económico-social de los sujetos. En el Cuadro
XII cida sobre la base de encuestas especiales 11 se da una descripción somera del conteni-
7 Datos extraídos de la encuesta comparativa sobre (aunque se tuvo en cuenta un trabajo existen- do de los siete rangos.
Una imagen mucho más precisa de la movi- Estratificación y Movilidad Social realizada en cuatro te en Buenos Aires) pero el ordenamiento se
países latinoamericanos, bajo los auspicios del Centro
lidad social puede obtenerse con relación a realizó en función de criterios explícitos pre-
Latino Americano de Pesquisas em Ciencias Sociais y
Buenos Aires. Se trata de un conglomerado ur- la dirección de los profesores I. Gañón, G. Germani, P. fijados referentes al carácter de la ocupación 8 Los coeficientes de Spearman computados con re-
bano cuya población asciende en cifras redon- Accioli-Borges y E. Hamui. La investigación en Buenos (nivel de calificación y otros), y a sus otras lación a las medianas de cada grupo ocupacional, por
das a 7.000.000 de personas lo que representa Aires estuvo a cargo de G. Germani. Ver detalles del características económico-sociales. La clasifi- cada indicador, y con el nivel de prestigio ocupacional,
diseño de la muestra y de la investigación local en En- fueron los siguientes:
aproximadamente una tercera parte del país. cación se realizó en dos etapas: en una prime-
cuestas en la Población de Buenos Aires y Movilidad
El breve análisis que se presenta se basa so- social en Buenos Aires (en preparación). Los datos que
ra se construyeron 62 grupos ocupacionales, Nivel de ocupación y nivel económico social 0,98
bre una encuesta especial realizada sobre una se emplean en esta exposición han sido extraídos de los que posteriormente fueron ordenados por
Nivel de ocupación y nivel ocupacional 0,86
muestra probabilística de áreas de las familias un análisis de tipo descriptivo en el que los jefes varo- prestigio en siete rangos. La clasificación de-
Nivel de ocupacional y nivel de vivienda 0,91
que viven en la zona. La muestra resultó com- nes, en muchas tablas, no fueron separados de los jefes tallada tiene, como es obvio, el propósito de
Nivel de ocupación y nivel de ingresos 0,93
puesta por 2.078 familias y el estudio sobre mujeres. Estas constituyen el 8,5% de los que tenían permitir reagrupamientos con el fin de faci-
ocupación, y, en realidad, no alteran el resultado de los Nivel de ocupación y auto-afiliación a clase 0,89
movilidad intergeneracional e intrageneracio- cómputos que aquí se utilizan, o los alteran en uno o
litar las comparaciones. Los coeficientes de
nal fue limitado a los “jefes de familia” única- dos decimales. Cuando se trata de varones únicamente, correlación computados entre grupos ocupa- Todas las escalas son de siete puntos excepto auto-afi-
mente, aunque sería posible extender parcial- se formulará la indicación expresa. cionales ordenados por prestigio en la escala liación que contaba con cuatro.
280 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 281

Cuadro 11. Jefes de familia del área de Buenos Aires clasificados en siete niveles medidas y formas para el estudio del fenómeno. En
ocupacionales. 1960-1961 este sentido es incorrecto hablar de la movilidad,
Frecuencia sin otras especificaciones. En efecto, en un mismo
Nivel (Jefes de familia)
Ocupacional
Descripción de cada nivel ocupacional Nivel actual
del jefe
en descenso Los números dentro de
cada barra indican el 50 momento y en un mismo lugar, pueden coexistir
estables 7
Nº % de familia
en ascenso
nivel alcanzado por los
jefes de familia
40 “alta” movilidad en ciertos aspectos (por ejemplo
Niveles 1 y 2: manuales 7
30 proporción de ascensos en los estratos inferiores),

Estratos altos
Niveles 6 y 7:
7
1 278 14,2 Personal de servicio doméstico privado y en actividades comerciales, 7
7
6
6 20
y “baja” movilidad en otros. La encuesta ofrece un
6 6 10
industriales, comunicación y otros servicios. Obreros no calificados, 6 6 6
00
gran acopio de información que ha de permitir un
peones. Vendedores ambulantes y similares. análisis bastante detallado de los diferentes proce-
70
2 692 35,4 Obreros calificados, asalariados o por cuenta propia. Capataces y otro 60 sos, pero en esta exposición nos limitaremos tan
personal de supervisión manual. 5
5 50 solo a algunos entre ellos, tratando de mantener
5 5
Niveles 3 a 6: no manuales 40
cierta continuidad con el procedimiento seguido

Estratos medios
Niveles 3, 4 y 5:
5 4 5
4 4 30
4
3 398 20,3 Empleados subalternos y de rutina de baja calificación. Pequeños 5
4
4
20
hasta aquí.9 Por otra parte creemos que las formas
empresarios comercio, industria, servicios (con firma establecida). 4
3
3
3 3
3 3 10
3
4 239 12,2 Empleados subalternos de mayor calificación. Personal de formación 00
técnica. Empresarios comercio, industria, servicio, medio inferiores (1 a 9 Esta exposición utilizará el llamado “método des-
70
5 dependientes). criptivo” que se basa en el cómputo de los porcentajes de
60
personas del mismo origen (misma ocupación paterna)
5 134 6,8 Personal de formación intelectual, técnica y universitaria. Jefes de 50 que ascienden o descienden; y también, en el análisis por-

Estratos altos
Niveles 1 y 2:
2
administración pública y privada. 40 centual de la composición por origen social, de los estra-
2
6 181 9,3 Empresarios de nivel medio-superior (6 a 49 dependientes). Jefes 2 30 tos actuales. A este tipo de análisis se oponen otros que
medio-superior administración pública y privada. Profesionales libres. 2 2 20 se fundan sobre determinados supuestos, por ejemplo
1
2 10 el de la movilidad “perfecta”: en este caso los índices de
7 35 1,8 Grandes empresarios (60 o más dependientes). Altos jefes de 1 1 1
1
1 2
1 00 movilidad no miden las proporciones que empíricamente
administración pública o privada. Nivel del padre del jefe de familia pasan de un nivel a otro, sino que comparan la movilidad
1957 100,00 TOTAL Cada barra vertical representa a 100 jefes de familias hijos empírica con aquella que se daría en caso de que las posi-
de padre perteneciente al nivel que se indica al pie
ciones disponibles en la generación de los hijos se distri-
Fuente: Germani, G.: Estratificación y movilidad social en Buenos Aires (en preparación). buyeran al azar entre todas las personas, cualquiera que
XIII fuera su origen paterno. El índice comúnmente usado a
Nivel actual del jefe de familia este respecto es el índice de asociación de D. V. Glass (va-
Nivel 1 y 2: Estratos populares
Antes de pasar a una breve descripción de la mo- ría entre 1 –movilidad perfecta– y más o menos de 1; ge-
Niveles 3, 4, 5: Estratos medios neralmente resulta superior a la unidad, y cuanto mayor,
Niveles 6 y 7: Estratos altos vilidad general en Buenos Aires es conveniente tanto mayor la asociación entre la ocupación paterna y
recordar que existe una gran variedad de índices, la ocupación del hijo, es decir tanto menor la movilidad).
282 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 283

de movilidad que se analizan son las más impor- peón), y el 6% del nivel 2 (padre obrero especia- posiciones “populares” (ocupaciones manuales y Aires, tal como pudo observarse en la encues-
tantes, desde el punto de vista de su significado, lizado) llegaron al nivel 6. similares). En los niveles ocupacionales interme- ta, podría sintetizarse en estas proporciones:
para otros procesos de orden macro-sociológico Por otra parte, el Gráfico y el Cuadro 12 per- dios –3 a 5– ocurre un proceso parecido. el 29,7% de los individuos permanecieron en la
que se dan en la sociedad global. miten ver también la movilidad interna dentro de En términos generales, el grado de fluidez del posición de sus padres; el 32,4% descendió y el
El Gráfico I proporciona una visión de con- los estratos populares. Para los hijos de obreros sistema de estratificación en la zona de Buenos 37,9% ascendió uno o más niveles.
junto de la movilidad observada desde el punto no calificados, la posibilidad mayor ha sido la de
de vista del nivel ocupacional de los padres de ingresar al nivel de los obreros calificados (ni- Cuadro 12. La movilidad en los niveles populares. Buenos Aires 1960-1961
los actuales jefes de familia que viven en la zona vel 2), pues el 50% se halla en esas condiciones. Nivel ocupacional alcanzado por los hijos
de Buenos Aires. En el Cuadro 12 se especifica Para los hijos de padre del nivel 2, existe cierta Nivel Permanecieron en los niveles “manuales Ascendieron a niveles medios y altos
la movilidad en los estratos populares y permi- posibilidad de descenso al nivel 1 (el 11,9%). ocupacional Permanecieron Ascendieron a Ascendieron a Nº
del padre Descendieron un
te realizar algunas observaciones en los mismos En cuanto a la movilidad que tiene lugar entre estables, ascencieron niveles medios niveles altos
nivel
un nivel (3 a 5) (6)
términos que se ha hecho en las secciones an- los hijos de padres pertenecientes a niveles me-
Nivel 1 – 74,0 23,1 2,9 373
teriores. Se confirma la existencia de una alta dios o altos, podemos en primer lugar señalar la
Nivel 2 11,9 43,5 38,5 6,1 492
movilidad desde los niveles populares, pues un movilidad descendente a través de la línea popu-
Nivel 1 y 2 6,7 56,8 31,8 4,7 865
36,5% de las personas cuyo origen está en los ni- lar-media (análoga a la empleada anteriormente):
veles 1 y 2 (aproximadamente análogos a los es- este movimiento representa en conjunto el 35,2% Fuentes: Ferrer (1963).
tratos “pupulares” de la clasificación usada para de los niveles medios y altos. Pero si bien, cuando
Cuadro 13. La movilidad en los niveles medios y altos. Buenos Aires, 1960-1961
los datos censales) ha pasado a niveles medios y se los toma en conjunto, casi los dos tercios de los
altos. También es importante observar que nin- que nacieron en los niveles medios y altos logran Nivel ocupacional alcanzado por los hijos

guno de ellos penetró en el nivel más alto (nivel mantenerse en los mismos, hay considerables Nivel Ascendieron o
Descendieron Permanecieron o descendieron a niveles
ocupacional del permanecieron en niveles
7), y que menos del 3% de las personas origina- cambios de posiciones en el interior del conjunto padre a niveles bajos medios
altos Nº
rias del nivel I (padre obrero no especializado o mismo (niveles 3 a 7). Así nos parece particular- (Niveles 1 y 2)
Nivel 3 Nivel 4 Nivel 5 Nivel 6 Nivel 7
mente importante que, entre un 50 y un 70% de Nivel 3 44,4 28,9 10,9 5,3 8,7 1,8 411
los que tuvieron padre profesional o empresario Nivel 4 33,4 21,3 20,0 9,3 13,3 2,7 150
Esta índice tiende a eliminar en las comparaciones, entre
tasas de movilidad, el efecto del tamaño de los estratos, medio o grande, o bien dirigente alto o medio alto Nivel 5 16,0 22,2 14,8 25,9 13,6 7,5 81
y permite ver cuál es la movilidad con abstracción del hayan descendido a los niveles intermedios (es Nivel 6 31,2 17,1 17,1 10,8 20,8 2,6 240
mismo. Para los fines de un análisis del fenómeno, desde decir, hayan pasado de los niveles 6 y 7, a los nive- Nivel 7 5,6 16,6 8,4 16,6 30,6 22,2 36
el punto de vista de los efectos sociales en una sociedad
dada, el método descriptivo es el indicado. Ver Mukher- les 3 a 5), y que, incluso, cierta proporción –aun- Niveles 3 a 7 35,2 23,4 14,4 9,7 13,9 3,4 918
jee (1954); Carlsson (1958: Cap. V). que reducida– hayan llegado a descender hasta Fuentes: Ver nota 7.
284 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 285

XIV Un aspecto de no menor interés es el relativo Cuadro 14. Origen social y tipos de movilidad en los jefes de familia clasificados en tres niveles (ocupación
a la producción de personas en descenso desde actual). Buenos Aires, 1960-1961
Desde el punto de vista del origen social o forma otros niveles. Por lo pronto el 37% de los niveles Niveles populares Niveles medios Niveles altos
de reclutamiento puede verse a través del Cuadro populares está constituido por personas cuyos (1 y 2) (3, 4 y 5) (6 y 7)
14, que en los niveles medios (3, 4, 5) en conjunto padres tenían ocupaciones medias o altas. Una Movilidad y origen % Movilidad y origen % Movilidad y origen %
algo menos del 40% se origina desde abajo (niveles proporción menor, pero de ningún modo peque- Origen popular Origen Medio: Origen alto:
1 y 2): se recordará que en la época de la inmigra- ña, de los niveles medios tiene orígenes familia- –Estables (en 1 o 2) 34,7 – Estables (en 3, 4, 5) 23,8 – Estables (en 6 o 7) 29,0
ción masiva se estimó que los estratos medios in- res en los niveles altos.10 Además hay sectores en – En ascenso (1 a 2) 21,7 – En ascenso (3 a 5) 11,4 – En ascenso (6 a 7) 3,0
cluían un 50% de personas o más de origen popular ascenso o en descenso, cuyos movimientos inter- – En descenso (2 a 1) 6,6 – En descenso (5 a 4 ó 3) 8,7 – En descenso (desde 7) 5,5
(además se trataba en una medida considerable generacionales se han producido en el interior de Origen medio y alto: Origen alto: Origen medio:
de movilidad intrageneracional). Aquí se nota los los tres agrupamientos utilizados en el cuadro. (en descenso desde 3 a 7) 37,0 (en descenso desde 6/7) 17,4 (en descenso desde 3/5) 42,0
efectos del cese de la inmigración masiva, como Esta interpretación de personas de diferentes Origen popular Origen popular:
ya se observó en otro lugar. Con todo, esta propor- orígenes en los distintos estratos sociales repre- (en ascenso desde 1/2) 38,7 (en ascenso desde 1/2) 20,5
ción puede considerarse elevada puesto que de senta, probablemente, uno de los hechos de ma-
Total (Nº = 872) 100,0 Total (Nº = 711) 100,0 Total (Nº = 200) 100,0
todas maneras dos quintas partes de los estratos yor significado para tener en cuenta al analizar
Porcentaje en el total 48,9 Porcentaje en el total 39,9 Porcentaje en el total 11,2
medios tienen origen popular. las consecuencias de la movilidad social.
En cuanto a los niveles altos (6/7), si se los toma
en conjunto, revelan también un grado considera-
ble de permeabilidad, puesto que una quinta parte XV Cuadro 15. Jefes de familia por nivel económico-social y lugar de nacimiento. Buenos Aires, 1960-1961
se origina en familias de nivel obrero y más del Lugar de nacimiento
40% de niveles medios. Sin embargo el cuadro no La población del área de Buenos Aires está inte- Nivel Económico Social Nº
Buenos Aires Interior Exterior
discrimina entre el nivel 6 y el 7, y es importante grada en una proporción muy elevada por inmi- 1 (bajo) 9,2 39,1 51,7 87
realizar esta distinción. Por ejemplo, ninguna per- grantes internos y externos. Entre los jefes de
2 27,1 33,2 39,7 775
sona de origen popular alcanzó el nivel 7 (grandes familia menos del 38% había nacido en la zona
3 39,7 23,2 37,1 582
empresarios, etc.), aunque más de la mitad de los y más de una tercera parte era extranjero.
4 46,9 23,2 29,9 375
que lo componen tienen origen medio (el 54,8%
5 56,2 21,9 21,9 160
tuvo padre de nivel ocupacional de 3 a 5). Sobre el
10 El nivel económico-social es –como se indicó– un 6 (alto) 67,8 14,9 17,3 87
reclutamiento de las élites se volverá más adelan- índice de tipo warneriano compuesto por cuatro indica- General 37,5 27,1 35,4 2.066
te. (ver cuadro 14 en página siguiente). dores: ocupación, vivienda, ingreso, educación.
286 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 287

Pero la situación de estos en el sistema de es- samente, el hecho de que si bien los extranje- Cuadro 16. Movilidad de los jefes de familia de origen popular (niveles 1 y 2). Según lugar de nacimiento y
tratificación había variado considerablemen- ros mismos ya han dejado de ser la base más según origen nacional de los padres. Buenos aires, 1960-1961
te desde la época de la inmigración masiva. importante para el reclutamiento de los es- Por cada 100 jefes de familia cuyo padre tenía
Aunque se los encuentra en todos los estra- tratos medios, sus hijos siguen teniendo más ocupación “popular” (niveles 1 y 2)
tos, son proporcionalmente en mayor nú- posibilidades, por lo menos en relación a los Características Llegaron a Llegaron a Nº
de los jefes de familia Llegaron a
mero en los estratos inferiores. La encuesta argentinos de segunda generación nacidos en ocupaciones ocupaciones
ocupaciones altas
confirma que en Buenos Aires, como en otras el interior del país. (ver cuadro 16 en página medias o altas medias
(niveles 6 y 7)
(niveles 3 a 7) (niveles 3 a 7)
grandes ciudades, la inmigración interna siguiente).
ha ido a ubicarse en los estratos inferiores, No parecería que la inmigración interna de Argentinos. Nacidos en Buenos Aires.
47,8 44,9 2,9 69
Padres argentinos
mientras que los nativos de la zona urbana se origen medio difiera a este respecto de la de
Argentinos. Nacidos en Buenos Aires.
han visto comparativamente favorecidos, as- origen popular. Ambos grupos se han visto fa- Padres extranjeros (uno o ambos)
45,5 38,4 7,1 255
cendiendo a posiciones más altas. Así, mien- vorecidos menos que los nacidos en la ciudad.
Argentinos. Nacidos en el interior.
tras los nacidos en Buenos Aires ascendieron Es razonable suponer que uno de los elementos Padres extranjeros (uno o ambos)
38,4 28,8 9,6 104
en general en una proporción del 41,3% entre diferenciales sea las facilidades educacionales Extranjeros 31,7 28,3 3,3 300
los inmigrantes internos esta proporción fue de que han disfrutado a estos últimos. Ulterio- Argentinos. Nacidos en el interior.
algo menor (37,5%) y lo mismo ocurrió con res análisis podrán verificar tal suposición. 23,3 22,6 0,7 157
Padres argentinos
los extranjeros (ascendieron el 34,4%). Esta En cuanto a la situación más favorable de General 36,5 31,8 4,7 885
diferencia a favor de los nacidos en la zona los hijos de extranjeros inmigrados desde el in-
urbana de Buenos Aires se acentúa cuando terior, es posible que ello dependa del hecho de
se comparan separadamente las personas de que estos provenían en mayor proporción de XVI nes, particularmente con referencia al grupo de
origen popular (nivel 1 y 2) y las de origen la zona Litoral y otras áreas más desarrolladas los individuos nacidos en 1932 o después. Por
medio y alto (3 a 7), distinguiendo, no solo el del país (donde se radicaron preferentemente Un examen de la movilidad a través del tiempo, otra parte con relación a estos, debe conside-
lugar de nacimiento, sino el origen nacional los extranjeros). En este caso las ventajas ob- siempre limitado a los dos aspectos estudiados rarse que se trata de personas que se hallan en
de los padres. Esto permite establecer que servadas se deberían a diferentes característi- hasta ahora, a saber: movilidad desde los nive- los comienzos de su carrera ocupacional, y no
en realidad, además de haber nacido en la cas de las zonas de origen, más que a rasgos les populares y desde los niveles medios y altos parece posible una directa comparación con
misma zona, el otro elemento que favorece vinculados al origen nacional o extranjero de revela la existencia de algunas tendencias, aun- los demás que están mucho más avanzados en
el ascenso (y protege contra el descenso) es los padres. Es este otro aspecto importante que que debe advertirse que como para el análisis la misma.
el origen extranjero de uno de los padres, o deberá ser investigado. (ver cuadro 17 en pá- anterior referente a orígenes, el número reduci- Lo que aparece con cierta coherencia en
ambos. Los Cuadros 16 y 17 muestran, preci- gina siguiente). do de casos limita el valor de estas observacio- los Cuadros 18 y 19 es, en primer lugar, la
288 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 289

Cuadro 17. Movilidad de los jefes de familia de origen medio y alto. Según lugar de nacimiento y según ori- Cuadro 18. Movilidad de los jefes de familia de origen popular según fecha de nacimiento. Buenos Aires,
gen nacional de sus padres. Buenos Aires, 1960-1961 1960-1961
Permanecieron Por cada 100 “jefes de familia” cuyo padre tenía ocupación “popular”
Características de los Descendieron (o descendieron Alcanzaron o en niveles 6 y 7 Fecha de (niveles 1 y 2)
Nº nacimiento de los Nº
jefes de familia a nivel 1 y 2 de niveles altos) Llegaron a ocupaciones Llegaron a ocupaciones Llegaron a ocupaciones
Nivel 3 a 5 jefes de familia
Por ascenso Permanecieron medias y altas (niv. 1 y 2) medias (niv. 3 a 5) altas (niv. 6 y 7)
Argentinos. Nacidos en Buenos Aires.
18.6 53.5 11.0 16.9 118
Padres argentinos 1901 y antes 28,7 26,7 2,0 150
Argentinos. Nacidos en Buenos Aires.
19.8 56.5 14.5 9.2 248 Entre 1902 y 1911 32,3 28,5 3,8 186
Padres extranjeros (uno o ambos)
Entre 1912 y 1921 41,4 33,3 8,1 210
Argentinos. Nacidos en el interior.
37.9 50.9 6.9 4.3 116
Padres extranjeros (uno o ambos) Entre 1922 y 1931 39,1 33,5 5,6 233
Extranjeros 46.5 42.4 6.3 4.8 316 En 1932 o después 40,2 39,1 1,1 87
Argentinos. Nacidos en el interior. Fuente: Ver nota 7.
50.8 33.9 5.9 9.4 118
Padres argentinos
General 35.2 47.6 9.2 8.0 916
Fuente: Ver nota 7.
Cuadro 19. Movilidad de los jefes de familia de origen medio y alto. Buenos Aires, 1960-1961
Por cada 100 “jefes de familia” cuyo padre tenía ocupación “media” o “alta”
disminución (hasta los nacidos en 1931) de la XVII
Permanecieron
movilidad descendente entre las personas de Fecha de nacimiento Alcanzaron o permanecieron en

de los jefes de familia Descendieron a en niveles 3 a 5 (o niveles 6 y 7
origen medio o alto (en conjunto), el aumento El efecto de la educación en la movilidad puede nivel 1 y 2 descendieron desde
de la movilidad ascendente desde los niveles ilustrarse con los Cuadros 20 y 21. En una pri- 6/7) Nivel 3 a 5 Por ascenso Permanecieron
populares, hasta la década iniciada en 1912 a mera aproximación puede verse que este efec- En 1901 o antes 41,1 41,6 8,4 8,9 190
partir de la cual ya no hay aumento a este res- to es doble: 1) por un lado, dentro del mismo Entre 1902 y 1911 35,2 47,9 9,1 7,8 219
pecto. Y, por último, el aumento del ascenso nivel paterno a mayor educación mayor mo-
Entre 1912 y 1921 32,1 47,9 9,6 10,4 249
tanto de las personas de origen popular como vilidad ascendente; 2) por el otro, cuanto me-
las de origen medio a los dos niveles altos en Entre 1922 y 1931 31,7 50,5 11,3 6,5 186
nor la educación, tanto mayor la movilidad de
conjunto (6 y 7). (ver cuadros 18 y 19 en pági- descenso. Puede verse también las exigencias Entre 1932 o después 39,5 52,7 3,9 3,9 76
na siguiente). educacionales aumentan regularmente para Fuente: Ver nota 7.
290 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 291

que se den ambos efectos positivos (ascenso o punto de partida, mayores probabilidades de Cuadro 20. Movilidad intergeneracional en descenso según el nivel de educación alcanzada.
estabilidad) a medida que se pasa a niveles pa- ascenso solo se obtienen con la educación uni- Buenos Aires, 1960-1961
ternos superiores. Debido al hecho de que las versitaria (42,9% contra el promedio de 21,1%). Porcentaje que desciende por cada 100 jefes de familia que tienen
Nivel educación % Total que
posibilidades de ascenso y los riesgos de des- (ver cuadros 20 y 21 en página siguiente). ocupacional desciende en Nº
censo tienen límites dados por la posición de Es apenas necesario advertir que si la educa- del padre Sin Primaria Primaria cada nivel
Secundaria Universitaria
instrucción incompleta completa
partida (las personas con padre de nivel 1 no ción constituye un factor de gran importancia
2 33,3 19,1 7,7 4,5 0,0 11,9 492
pueden descender, etc.) para evaluar los por- para el ascenso (o para proteger contra el des-
3 81,2 71,6 42,1 18,6 3,8 44,4 411
centajes de descenso o ascenso en cada nivel censo) la explicación de estos dos hechos no se
4 – 88,2 60,7 45,7 0,0 54,7 150
educacional, es preciso compararlo con el por- reduce únicamente a diferencias educacionales.
5 + + 77,3 52,9 14,3 53,0 81
centaje general que en esos aspectos se da en Por ejemplo, aun cuando la mayoría de los de 6 – 95,1 88,5 67,7 34,1 76,6 240
el nivel de origen como un todo. Puede verse, origen manual que ascendieron a niveles me- 7 – – + 57,1 86,7 77,8 36
por ejemplo, que entre las personas cuyo padre dios, habían por lo menos completado la escue-
– No hay casos con este nivel de educación.
tenía nivel 3, para que las chances de descenso la primaria y varios entre ellos habían alcanzado + Menos de 10 casos.
sean iguales o menores que para el promedio o superado el nivel secundario, todavía queda Fuente: Ver nota 7.
de todos los de igual origen, es necesario tener un 23,3% que asciende, aunque no alcanzó a ter-
por lo menos educación primaria completa; a minar el ciclo primario; asimismo, entre los de Cuadro 21. Movilidad intergeneracional en ascenso según el nivel de educación alcanzado.
Buenos aires, 1960-1961
partir de aquí los que alcanzaron mayor educa- origen medio que ascendieron a niveles altos,
Porcentaje que desciende por cada 100 jefes
ción, descienden en mucho menor proporción hay más de una tercera parte que apenas llegó a Nivel de familia que tienen educación % Total que Nº
que la generalidad de las personas del mismo completarlo, sin llegar más allá del mismo. ocupacional asciende en en cada
del padre Sin Primaria Primaria cada nivel nivel
origen. En cambio, para que se dé la misma si- Secundaria Universitaria
instrucción incompleta completa
tuación con relación al nivel 6, es necesario, por 1 58,3 73,0 87,7 91,6 + 76,7 373
lo menos, alcanzar la escuela secundaria. En XVIII 2 5,6 23,5 50,0 80,3 85,7 44,6 492
general, solamente el 26,7% de las personas de 3 0,0 3,6 22,7 45,3 73,0 26,7 411
nivel 3 logra ascender, pero, si tiene educación Las chances de alcanzar un nivel de educación 4 – – 20,0 30,4 72,2 25,3 150
secundaria, esa proporción se eleva al 45%. Por están desigualmente distribuidas y, a este res- 5 – + 9,1 20,6 42,9 21,1 81
otra parte, este mismo grado de educación es pecto, el Cuadro 22 no necesita mayores co- 6 – – 1,6 1,5 12,2 2,6 240
apenas suficiente para mantener la proporción mentarios.
– No hay casos con este nivel de educación.
promedio de ascenso para las personas cuyo Aquí también, aunque el nivel ocupacional + Menos de 10 casos.
origen paterno corresponde al nivel 5. Con este del padre aparece como un factor preponderan- Fuente: Ver nota 7.
292 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 293

te de la educación que alcanzará el hijo, no se Un estudio sobre el origen social de los ción manual, se reclutan preferentemente niveles medios, pero no lo es en los niveles
trata de un determinante absoluto: aunque so- estudiantes de la Universidad de Buenos Ai- entre aquellos que tuvieron abuelo perte- populares;
lamente entre los hijos de padres del nivel alto res muestra que entre los alumnos de origen neciente a los estratos medios. Una compa- 2. como consecuencia de esto se producen dos
hay una mitad que ingresa a la universidad, una popular (categorías ocupacionales compara- ración del mismo tipo muestra un proceso hechos: en primer lugar en el nivel popular
reducida proporción de las personas de origen bles a las que se utilizaron aquí) un 68% tuvo análogo (pero invertido) con relación al re- tienden con más frecuencia a encaminarse
popular también llega a ella. A este respecto se abuelo que pertenecía a estratos medios: clutamiento de los alumnos en los estratos hacia los estudios universitarios aquellos jó-
medios inferiores (correspondientes a los venes que pertenecen a familias que en la ge-
niveles ocupacionales 3 y 4). Aquí mientras neración anterior estaban ubicadas en tales
Cuadro 22. Jefes de familia por nivel educacional alcanzado y por nivel ocupacional del padre (+). la proporción de alumnos con padre de nivel niveles medios (presumiblemente eran porta-
Buenos aires, 1960-1961
medio y que tienen abuelo del mismo origen, doras de las actitudes correspondientes); en
Nivel Nivel educacional alcanzado por el hijo Total
es el 65,7%, la correspondiente proporción segundo lugar los recién ascendidos del nivel
ocupacional Sin Primaria Primaria Secundaria
del padre Universitaria % Nº en la población general es muy inferior, pues popular todavía no han adquirido tales actitu-
instrucción incompleta completa completa o no
alcanza al 37,5%. Es decir, los alumnos se des, y es solamente cuando ha transcurrido
1 7,0 49,9 33,4 7,0 2,7 100,0 341
reclutan desproporcionadamente entre los una generación más (en las familias “estables”
2 4,0 30,0 48,4 14,5 3,1 100,0 454
que pertenecen desde dos generaciones por de nivel medio) que las mismas aparecen;
3 4,2 24,9 41,6 22,6 6,7 100,0 382 lo menos a los estratos medios. Viceversa, la 3. las desproporciones observadas podrían
4 – 12,5 40,4 33,9 13,2 100,0 136 proporción de alumnos cuyo padre ascendió entonces atribuirse a un solo proceso: a la
5 1,3 6,6 28,9 44,8 18,4 100,0 76 a niveles medios (es decir que tienen abuelo tendencia a retener ciertas aspiraciones y
6 3,7 19,0 28,2 30,1 19,0 100,0 216 de nivel popular) es entre los universitarios actitudes existentes en la generación ante-
7 – – 3,3 46,7 50,0 100,0 30 muy inferior a la de la población general rior. El proceso de socialización tendería a
+ Varones únicamente (7,7% contra 38,7%). Como una hipótesis adecuarse con el retraso de una generación,
Fuente: Ver nota 7. por comprobarse, estos hechos sugieren un a la situación social correspondiente (Ger-
mecanismo relativo al surgimiento de aspi- mani y Sautu, 1965).
dispone de cierta información que pone de re- ahora bien, la proporción correspondiente raciones de movilidad a través de la educa-
lieve algunos de los mecanismos que, dentro de que se registra en la población general del ción que podría describirse en los siguientes
los estratos inferiores favorecen o dificultan el área de Buenos Aires, según la encuesta que términos: XIX
acceso a los estudios, y por lo tanto, como se estamos analizando, es muy inferior pues
ha visto, aumentan o disminuyen considerable- abarca al 34,9% (Germani y Sautu, 1965). Es 1. la educación universitaria tiende a ser una No nos detendremos aquí sobre la movilidad
mente las chances de movilidad ascencional. decir, los alumnos, cuyo padre tiene ocupa- expectativa común o normal a partir de los intrageneracional, limitándonos a examinar
294 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 295

los cambios habidos en tres momentos de manual pasaba a no manual y una propor- La movilidad con relación época de la inmigración masiva: en un momen-
la carrera ocupacional de los jefes de fami- ción menor, entre el 8,4% y 4,5%, descendía a las élites to (1914) en que casi la mitad de la población
lia, medidos con relación al tránsito entre de posiciones no manuales a manuales. La activa era extranjera (47%), y la proporción de
ocupaciones de nivel popular o manual (1 y comparación entre la posición ocupaba a los XX estos en varias categorías de la clase media
2) a ocupaciones no manuales (3 a 7). Anali- 21 años y la ocupada a los 45 años, muestra era en extremo elevada (por ejemplo más de
zando los cambios habidos entre los 21 y los que el cambio global implicó el ascenso del Un aspecto particular de la movilidad que no dos tercios de los industriales, tres cuartos de
28 años, entre los 28 y los 35 años y entre 18% de las personas manuales y el descenso puede omitirse, es el que se refiere a las élites. los comerciantes y empresarios de servicios),
los 35 y los 45 años, podía observarse que del 13,5% de las no manuales. Estas cifras de Desafortunadamente en este campo nos encon- la proporción de los propietarios de tierra na-
alrededor de un 20% de personas ascendían conjunto para los tres períodos son menores tramos con una escasez de datos aun mayor que cidos de fuera del país solo alcanzaba al 10%
o descendían a través de la línea manual no que la suma de los cambios en cada uno de la referida a la movilidad general. Pueden formu- (Germani, 1962). Pero esta misma “élite”, aun-
manual. Como puede verse en el Cuadro 21, los mismos, pues hubo avances y retrocesos larse algunas inferencias indirectas y utilizar algu- que se la pueda denominar “tradicional” para
en los tres períodos mencionados, un poco en el mismo sujeto, en las fechas tomadas nos estudios sobre composición social de ciertos distinguirla de otros sectores de formación
más del 13% de las personas de ocupación en cuenta. sectores de las “élites”. Además, se cuenta con los más recientes, de ningún modo permaneció in-
resultados de la encuesta utilizada anteriormente, mune al llamado aluvión inmigratorio. Un estu-
pero que se limita a la población de Buenos Aires, dio del origen de los apellidos de los miembros
Cuadro 23. Movilidad intrageneracional entre los niveles manuales y no manuales en tres períodos de la y que de todos modos ofrece posibilidades res- de la “alta sociedad” de Buenos Aires muestra
carrera ocupacional. Buenos Aires, 1960-1961 tringidas en cuanto a este tipo de problema. que por lo menos el 35,2% de los apellidos per-
Entre los 21 años Entre los 28 años Entre los 35 años Entre los 21 años Hay una observación que no parece pueda tenecen a orígenes inmigratorios relativamen-
Movilidad
y los 28 años y los 35 años y los 45 años y los 45 años contradecirse: si los estratos medios fueron te “recientes”, es decir, de la mitad y segunda
Porcentaje de personas que tenían constituidos en una gran proporción por perso- mitad del siglo pasado (italianos, franceses y
ocupación de nivel 1 y 2 en la primera nas de origen popular, en muchos casos ascen- anglosajones, incluyéndose familias de reli-
fecha, y ocupación nivel 3 a 7 en la 13,5 13,9 13,6 28,0
didos personalmente desde ocupaciones obre- gión judía) y el resto resultó ser de origen es-
segunda (sobre cada 100 personas
de nivel 1 y 2 en la primera fecha) ras o manuales, la penetración de elementos pañol y vasco (conjuntamente del lado francés
populares en los estratos altos, en particular, en y español). Dentro de este grupo se hallan las
Porcentaje de personas que tenían
ocupación de nivel 3 a 7 en la primera la clase que durante muchos años monopoliza- familias más antiguas, pero no puede decirse
fecha, y ocupación nivel 1 y 2 en la 8,4 8,9 4,5 13,5 ba el poder político, fue menor. Probablemen- de ningún modo que todo el grupo sea tal: por
segunda (sobre 100 personas de nivel te el dato cuantitativo más sugestivo de esta el contrario, el mismo debe incluir una pro-
3 a 7 en la primera fecha) diferencia de reclutamiento la tenemos en la porción no determinada de familias de origen
Fuente: ver nota 7. proporción de propietarios de tierra durante la inmigratorio también “reciente”. En el mismo
296 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 297

estudio se seleccionó una pequeña muestra de XXI der” en la Argentina, pueden extraerse del dores y altos funcionarios), pero sin determi-
varones, en base a una cuidadosa definición de mismo estudio utilizado anteriormente (Imaz, nar el nivel socio-económico del padre, sino
la clase “alta tradicional” hallándose que sola- En el sector de la “élite” empresaria, no agrope- 1963). El Cuadro 24 registra el origen pater- desde el punto de vista de la propia ocupación
mente el 78% pertenecía realmente a familias cuaria, nos hallamos con una situación por cierto no de los presidentes y vicepresidentes de la y educación. Con respecto a esta última se
que podrían considerarse “tradicionales” mien- más fluida. Desde el punto de vista del origen na- República, de los miembros del gabinete y de observa que entre el 60% y el 80% de los di-
tras que el resto había ingresado al país entre cional, un estudio (Imaz, 1963) muestra que sobre los gobernadores de las tres provincias más rigentes, en los cuatro períodos (1946, 1954,
los años 1840 y 1880, incluyéndose además de 286 personas incluidas por el “¿Quién es quién?” importantes del país (Córdoba, Buenos Ai- 1956 y 1960) tenían educación universitaria,
dos casos de extranjeros naturalizados. Por lo entre los más importantes dirigentes de industria, res, Santa Fe). Lo que se destaca en el cuadro lo que hace presumir un origen de clase me-
demás, la misma categoría de las familias tra- comercio y servicios, todavía en 1958 el 45,5% era es, en primer lugar, la preponderancia de las dia y alta, y la misma impresión se extrae de
dicionales contenía más de una cuarta parte extranjero. Esto no implica todavía que se trata- familias tradicionales en 1936 (lo que corres- un examen de las ocupaciones habituales de
(el 21% del total) de personas cuya vinculación ra de personas de origen popular, pero hace bas- ponde a los efectos de la revolución militar de estos dirigentes (Silvert, 1962). Otros indicios
con esas familias se daba por vía materna. Tam- tante plausible la hipótesis que una parte de ellos 1930 que implicó un regreso a la “democracia indirectos pueden extraerse de un estudio que
bién solamente la mitad de todo el grupo tenía hubiesen ascendido a esa posición por movilidad limitada” y al predominio de la llamada “oli- analiza los orígenes nacionales de los legisla-
antepasados argentinos (por vía paterna) por y no por herencia. Asimismo se observa que la garquía”), el incremento en la proporción de dores en tres períodos de la historia del país: al
cuatro generaciones o más (Imaz, 1960). El proporción de la “élite” empresaria que ha alcan- origen medio y obrero en 1946 y en 1951, ex- cabo de la tercera década, aproximadamente,
sector análogo radicado en el interior consti- zado educación universitaria era el 30%, mientras presión esta de la forma de reclutamiento de desde el comienzo de la inmigración masiva
tuye sin duda un grupo más homogéneo desde un 53% no había llegado a ella y quedaban el 17% los dirigentes políticos vinculada al régimen y cuando la base de funcionamiento de la de-
el punto de vista de sus orígenes tradicionales del que no se tenían datos. Estas proporciones peronista y, por fin, el parcial repunte de los mocracia era muy limitada (1889); casi al final
mas, por otra parte, su significado en el orden también pueden tomarse como un indicio de que altos dirigentes de origen “tradicional” en del período de inmigración, y precisamente
nacional es mucho menor. Por lo demás, es di- existe un reclutamiento bastante elevado de líde- 1961 (régimen de Frondizi). Como se ve aquí, con la primera elección que alargó considera-
fícil poder apreciar cuál es todavía el peso de la res empresarios en los estratos medios, inferio- el reclutamiento de la alta “élite” política de blemente las bases electorales (1916) y por úl-
“élite” tradicional en el país. Se trata, sin duda, res y populares, donde la educación universitaria gobierno responde fielmente a las alternativas timo durante el período de las grandes migra-
de un grupo que ha perdido gran parte de su es muy poco frecuente. políticas del país. Sería aventurado, sin em- ciones internas, en el momento de la primera
poder político, y que ha visto fuertemente dis- bargo, extraer conclusiones relativas al signi- elección en que se manifestó el peronismo, y
minuido su significado relativo en la economía ficado real de estos cambios. En otro trabajo se alcanzó una participación total en el pro-
por el crecimiento de los sectores industriales XXII (Silvert, 1962: Cap. V) se ha estudiado un gru- ceso electoral (1916). La proporción de hijos
y de servicios; sin embargo, su influencia puede po similar de “líderes políticos manifiestos” de extranjeros entre los legisladores, en 1946,
ir todavía más allá de su peso real en la estruc- Algunas informaciones sobre el origen social (miembros del poder ejecutivo nacional como era muy superior a la que se daba en el país en
tura social del país. de tres grupos importantes de la “élite de po- en el anterior, más cierto número de goberna- general (51% contra 35,9%), en 1916 alcanzaba
298 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 299

al 55% y en 1889 al 38% aunque no poseemos 1951, del 46%; por fin, en años recientes 1956- Cuadro 24. Origen social de altos dirigentes políticos, 1936-1961
datos para comparar estas últimas cifras con 1961, del 23%. Estas cifras sugieren, una vez Fechas Familias tradicionales Estratos medios Estratos populares Total
las de la población, no parece que, por lo me- más, que la proporción de hijos de inmigrantes 1936 10 4 1 15
nos desde 1916, los hijos de inmigrantes hayan en este importante sector de la vida política ar- 1941 8 6 1 15
estado sub-representados en la “élite” política gentina, aunque a través de oscilaciones pro- 1946 3 13 4 20
(Canton y Arruñada) por lo menos al nivel de nunciadas, se aproximó y no fue muy inferior a 1951 3 22 5 30
la legislatura nacional. Si tenemos en cuenta la existente en la población. Por otra parte, con 1956 4 20 1 25
el carácter preponderante de la inmigración relación a la ocupación de los padres, el mismo 1961 7 21 1 29
extranjera, estas proposiciones indicarían que estudio pone de relieve que, presumiblemente,
Fuente: Imaz (1963).
la actividad política como canal de ascenso, algo más de dos tercios pertenecía a los estra-
estuvo relativamente abierto a personas de tos medios, medio-superiores y altos (aunque Cuadro 25. Grandes empresarios, alto dirigentes y profesionales según el nivel ocupacional del padre.
origen medio o popular, aunque estos últimos estos últimos serían menos del 10%, otro 27% Buenos Aires, 1960-1961
por cierto en medida menor.11 (ver cuadro 24 a categorías de ocupaciones medio-inferiores Grupos ocupacionales de élites
en página siguiente). (empleados y similares) y, por fin, un 6% a ocu- Nivel ocupacional de los
Grandes Total %
padres Profesiones liberales Altos dirigentes
paciones claramente obreras (Imaz, 1963). (ver empresarios
cuadro 25 en página siguiente). Popular (1-2) 15,6 – – 7,8
XXIII Medio-inferior (3) 18,6 23,8 18,2 20,3
Medio (4-5) 18,8 38,1 18,2 25,0
En la esfera de las fuerzas armadas hallamos XXIV Medio Superior (6) 37,5 28,6 27,3 32,8
que entre los oficiales superiores (general y
Alto (7) 9,5 9,5 36,3 14,1
equivalente) la proporción de hijos extranjeros En un tercer sector –la iglesia– el reclutamien-
100,0 100,0 100,0 100,0
era en el período 1936-1941, del 29%; entre 1947- to en los estratos medios y populares resulta
Nº 32 11 21 64
ser extraordinariamente elevado: en las dos
últimas décadas los obispos (y las jerarquías Fuente: Ver nota 7.
11 Esta conclusión contrasta con la de K. Silvert quien más elevadas) se reclutaron en un 44% en los
habla de una “obstinada estrechez” en el reclutamiento estratos medios y populares rurales, en una XXV dos en la encuesta sobre la población de Bue-
de la élite política. En realidad, en términos de compa-
ración internacional, incluso con relación a sociedades
proporción igual en estratos medios urbanos, y nos Aires y que podrían asimilarse a la noción
típicamente “abiertas”, la sociedad argentina difícil- por fin en un 12% entre las familias “tradiciona- Finalmente, si analizamos en forma más detalla- de “élites” que hemos utilizado implícitamente
mente podría considerarse como rígida o “cerrada”. les” (Imaz, 1963). da algunos de los grupos ocupacionales estudia- hasta aquí, hallamos otras indicaciones acerca
300 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 301

de la proporción en que los estratos medios, Las consecuencias de la movilidad: medios (no discriminados de los altos). Ello, movilidad ascensional, desde los estratos po-
medio-inferior y popular contribuyen a su for- efectos políticos a su vez, implicaba que entre el 65% y el 75% pulares, debió haber sido bastante mayor que
mación. De los tres grupos tomados en cuenta de los individuos ubicados por su nivel socio- el promedio nacional. En las décadas posterio-
–grandes empresarios, altos dirigentes privados XXVI ocupacional en los niveles medios tenían padre res al cierre de la gran inmigración de ultramar
y públicos, civiles, militares y profesionales–, y con ocupación manual o de nivel popular, y el proceso continuó con ritmo por lo menos
que representan en conjunto el 3,6% de los jefes La movilidad social es un proceso sumamente que en la población extranjera (que represen- igual o mayor. En el área de Buenos Aires, que
de familia, la categoría de los grandes empresa- complejo y que puede ser analizado desde una taba en esa época más de la mitad de dichos concentra una tercera parte de los habitantes
rios revela la mayor proporción media superior multiplicidad de puntos de vista y medido por estratos medios), la proporción de aquellos que del país, el 36,5% de los estratos populares as-
y alta, lo que puede deberse al hecho de que el una variedad de índices: en la exposición an- habían ascendido personalmente desde tales cendía a los estratos medios y altos y al mismo
mismo incluye las tres ramas de actividad y, por terior nos hemos limitado tan solo a algunos ocupaciones alcanzaba a la mayoría. Por otra tiempo un 35,2% de estos descendía a los nive-
lo tanto, también a algunos terratenientes. Lo entre ellos, y es en términos de los mismos que parte, la movilidad manual o no manual debió les populares. El intercambio entre los rasgos
reducido del número de casos impide generali- trataremos ahora de examinar el significado haber sido mayor, pues la hipótesis mínima de más elevados de la jerarquía ocupacional pare-
zar sobre estos resultados, pero, mientras tanto, del proceso y sus consecuencias para la socie- ningún descenso es del todo irrealista. Además cía también elevado, pues entre un 50 y un 70%
vale la pena señalar que los mismos no contra- dad argentina. estas estimaciones se referían a la totalidad de las personas que tuvieron padres pertene-
dicen la impresión que se extrae de la otra infor- En primer lugar se hará una breve síntesis del país y dado que hubo fuertes desniveles cientes a niveles altos (6 y 7) había descendido
mación considerada antes, a saber, que una par- de lo tratado hasta ahora. El hecho fundamen- en cuanto a la proporción de extranjeros y al a niveles medios e incluso a niveles populares
te de las “élites” (con excepción de las familias tal que afectó la movilidad en la Argentina fue grado de desarrollo económico y social (en o manuales, mientras un 4,7% de las personas
“tradicionales”) se recluta en una proporción el crecimiento muy rápido de la proporción de particular con respecto a la expansión de los de padre manual y un 13,1% de las de origen
presumiblemente no inferior a la mitad en los los estratos medios los que se incrementaron a estratos medios), entre las áreas centrales y las medio alcanzaba los dos estratos superiores.
estratos medios, medio-inferior y popular.12 razón del 0,56% anual entre 1869 y 1895 y entre áreas periféricas del país, todo hace presumir
el 0,27 y el 0,29% anual en las épocas posterio- que la movilidad en las primeras fue conside-
12 El grado de autorreclutamiento medido por el índi-
res hasta 1947, continuando presumiblemente rablemente más elevada. Por ejemplo, incluso XXVII
ce de Asociación (Ia) (ver nota 6), para el nivel 7, es el con el mismo ritmo en la década del cincuenta. en la hipótesis mínima (de ningún movimiento
más elevado de todos los niveles, y presenta con rela- Debido a esta expansión, y según nuestras esti- de descenso entre las personas de los estratos En términos generales el proceso descrito
ción a estos una diferencia muy pronunciada. maciones, y en la hipótesis mínima de ninguna medios) y el ascenso entre los extranjeros ma- ocurrido en la Argentina, es análogo al que se
Ia Ia movilidad de descenso entre las personas de nuales o populares oscilaba entre el 31 y el 26% ha verificado en los países industriales. Aun-
Nivel 1 1.140 Nivel 4 1.578
Nivel 2 1.230 Nivel 5 3.820
origen medio, durante la época de la inmigra- (en 1895 y 1914) para todo el país; por lo tanto, que se admite generalmente que un alto grado
Nivel 3 1.406 Nivel 6 2.198 ción masiva, por lo menos un 20% de las per- en la zona donde los extranjeros representaban de movilidad es un requisito de la sociedad in-
Nivel 7 12.181 sonas de origen manual ascendía a los estratos entre el 60 y el 80% de la población activa, la dustrial, existe por ahora poca certeza acerca
302 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 303

del grado y la forma de dicha movilidad. Sin señalar que, por lo menos, con respecto a cier- correlación entre estas variables. Utilizan- la movilidad hacia las élites resulta mucho
embargo, no cabe duda de que con la indus- tas formas de movilidad, se registran diferen- do una serie de unos 12 países para los que menor o nula.
trialización se produce una expansión de los cias entre las sociedades industriales, y estas se cuenta con datos relativos a movilidad13 Si se confrontan las estimaciones formula-
estratos medios y a su vez este proceso con- diferencias parecen relacionarse precisamente puede verse que el coeficiente más elevado das con relación a la Argentina (sobre el plano
duce a un aumento de movilidad, por lo me- con el grado de desarrollo industrial. se da entre proporción de estratos no ma- nacional), en cuanto a la movilidad manual en
nos en el sentido que tiende a transformar a Esta relación, sin embargo, no parece ser di- nuales en la población y proporción de hijos no manual, se observa que durante la época de
los campesinos en obreros, y estos en emplea- recta: por ejemplo, la tasa de movilidad de de padre manual que asciende a no manual la inmigración masiva, incluso en la hipótesis
dos, y otros dependientes de cuello blanco. personas de origen manual que ascienden al (0,931). Al mismo tiempo el tamaño relativo mínima (ningún descenso entre los no manua-
Además, en el mismo sentido opera la extre- no manual, depende en primer lugar del ta- de los estratos medios se halla relacionado les), la Argentina se situaría en el nivel del gru-
ma diferenciación ocupacional producida por maño de los estratos no manuales y en grado con el grado de desarrollo medido por el in- po medio, y si se colocaría en el grupo de movi-
el avance tecnológico. menor del nivel de desarrollo económico. A greso nacional bruto per capita (0,651). La lidad más elevada. Estas confrontaciones están
Lipset y Bendix (1963: Cap. II y III) han se- su vez, ese último aparece relacionado con correlación directa entre movilidad manual limitadas a índices de movilidad, computados
ñalado que en todas las sociedades industriales el tamaño de los estratos medios y movilidad en no manual e ingreso bruto nacional per en escala nacional. Si restringimos la compara-
existiría una tasa elevada de movilidad y que a manual a no manual se mantiene también con capita, es también positiva: 0,731. Un autor ción a medios urbanos únicamente el porcenta-
este respecto existirían pocas diferencias entre relación a países en los cuales ya se ha pro- ha realizado un análisis análogo con relación je de ascensos entre los hijos de padre manual
ellas, en tanto los procesos estructurales men- ducido el período de gran expansión de tales a la movilidad de las personas de origen ma- a estratos no manuales en Buenos Aires resulta
cionados son, por definición, comunes a este estratos. Alguna evidencia en este sentido nual hacia las “élites”. Aquí parecería darse ser más elevado que cualquiera de los corres-
tipo de sociedades. No parece del todo ocioso puede verse a través de los coeficientes de el mismo tipo de correlaciones (Marsh, 1963: pondientes a las ciudades citadas por Miller.14
565-575), a mayor tamaño relativo de los es-
tratos de élite, mayor movilidad en términos
Cuadro 26. Movilidad manual en no manual en 13 países* (circa 1950) de porcentaje de hijos manuales que logran 14 Frente a la tasa de 36,5% de ascenso de los manua-
% hijos manuales que ascienden a no manuales Porcentaje ascender a ellos. A su vez, el tamaño relativo les, en Buenos Aires hallamos el 24,1% para Melbourne
Países 29,4%, para San Pablo, 5,7% y 30,9%, respectivamente
Mínima Máxima Promedio estratos medios de las “élites” se correlaciona con el grado
para dos ciudades belgas, etc. Naturalmente, la tasa de
Italia, Finlandia, Puerto Rico, Hungría 8,5 14,5 12,1 25,5 de desarrollo (medido en término de por- Buenos Aires resulta más elevada que todas las demás
Holanda, Alemania, Occidental, centaje en ocupaciones no agrícolas). Pero tasas nacionales de los 13 países incluidos analizados
Noruega, Japón, Dinamarca, Gran 19,6 24,8 22,6 36,3 la correlación directa entre este indicador y por Miller, es posible que en la alta tasa de Buenos Ai-
Bretaña res influya algo la composición por edades (se trata de
Suecia, Estados Unidos, Francia 25,5 29,6 25,5 50,2
jefes de familia y no de toda la población), pero aun
13 Datos tomados de Miller (1960). El coeficiente de teniendo en cuenta esta circunstancia se trata de una
* Computados de la información contenida en Miller (1960). correlación empleado en el de Spearman. movilidad muy elevada.
304 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 305

Con relación a la movilidad hacia las “élites”, la XXVIII pueden formularse sobre tales efectos están tegración, sino que dependerá del tipo de ac-
comparación resulta más azarosa, por cuanto todavía en el campo de las hipótesis plausi- titudes más igualitarias o más jerárquicas el
las variables definiciones del término influyen Si los estudios comparativos relativos a la bles, mas no comprobadas. que la movilidad efectiva ejerza influencia en
aun más en el tamaño y por lo tanto en la movi- medición de la movilidad, o de algunos de cuanto a la integración. Una sociedad muy je-
lidad. Tomando una definición equivalente a la sus aspectos, resultan todavía fundados so- rarquizada (como en Europa) no registrará los
de los niveles 6 y 7 de la clasificación empleada bre bases inseguras, nuestros conocimientos XXIX efectos integrativos de la movilidad, a pesar
en Buenos Aires, el porcentaje de manuales y acerca de las repercusiones del proceso, en de que esta sea alta (por ejemplo igualmente
medios que ingresan a las élites en Buenos Ai- cuanto a la estructura y el funcionamiento No nos referiremos aquí a las repercusiones alta que en los Estados Unidos), por cuanto
res (el 17,8% resulta superior al registrado en la de la sociedad, tampoco son muy firmes. Se de la movilidad en el orden individual sino a o bien será mucho menos visible, o bien re-
mayoría de los países, con excepción de Suecia cuenta con algunos datos, pero no hay en rea- su posible impacto en el comportamiento co- sultará igualmente frustrante, pues, de todos
y Estados Unidos, restringiendo la compara- lidad investigaciones que se hayan propuesto lectivo, particularmente en la esfera política. modos, habrá barreras para el ascenso de la
ción a los países con un tamaño de élite ligera- analizar expresamente el problema, incluso La hipótesis generalmente aceptada indica que mayor parte de las personas hacia posiciones
mente superior, igual o inferior al registrado en en forma parcial. Por otra parte, tales reper- una alta tasa de movilidad, en especial desde aun más elevadas.
Buenos Aires. Por lo que se refiere al descenso cusiones pueden ser distintas no solo según los estratos manuales, tiende a favorecer la No es posible discutir aquí, en detalle,
desde posicones no manuales o manuales se el tipo de movilidad de los estratos que afecta integración de estos estratos al orden social esta nueva hipótesis que, por cierto, repre-
tiene la misma impresión de un alto grado de su intensidad y su ritmo, sino también según existente. Así, el hecho de que en los Estados senta un avance importante con relación a
fluidez en la sociedad argentina, o por lo menos el contexto histórico social en el que el pro- Unidos no haya nunca surgido y prosperado la formulación, un poco simplista, de una
en la zona de Buenos Aires. ceso tiene lugar. En este sentido, índices aná- un fuerte movimiento popular de izquierda relación directa entre tasas estadísticas de
Estas comparaciones sugieren entonces que logos pueden tener implicaciones diferentes socialista y comunista (en contraste con Eu- movilidad y sus efectos sociales. Ya se vio
en la Argentina, desde la época de la inmigra- según el tipo de sociedad y la situación histó- ropa), se explicaría por la característica de que dentro de las sociedades industriales
ción masiva, y presumiblemente con igual o rica en que se dan. Estas afirmaciones no sig- sociedad “abierta” que posee aquel país en existen diferencias en cuanto a los varios
mayor intensidad después, se produjo un grado nifican que debe presumirse una especie de contraste con las naciones del viejo mundo. tipos de movilidad, y que el tamaño de los
de movilidad que puede calificarse de “eleva- indeterminación entre procesos de movilidad Lipset y Zetterberg (1963) han sugerido una estratos medios resulta ser el mayor factor
do” cuando se toma en cuenta lo ocurrido en y otros procesos sociales pues, por el contra- modificación de esta hipótesis introduciendo en la movilidad desde los estratos manuales
otros países. Esta afirmación se aplica tanto a rio, existe la convicción de que la movilidad como una variable importante las ideologías (y los Estados Unidos registran uno de los
la movilidad manual hacia no ocupaciones ma- constituye un fenómeno de singular impor- y valores imperantes en cuanto al sistema de más amplios). Ello podría indicar que si bien
nuales como a la inversa, y con alguna reserva tancia en la explicación de la dinámica social estratificación y la movilidad misma. actitudes e ideologías constituyen un factor
también parece aplicable el caso de la movili- en muchos de sus aspectos. Pero es necesa- Según estos autores no hay una relación interviniente importante, el volumen físico
dad hacia las élites. rio tener presente que las afirmaciones que directa entre las tasas de movilidad y la in- de la movilidad no dejaría de tener efecti-
306 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 307

vidad. Por otra parte, es necesario recordar XXX que se iba acercando a la que se registra en los del inmigrante, la Argentina debió parecer, por
que la movilidad actúa en todo caso dentro países industriales.15 La misma analogía po- lo menos durante la época de la inmigración
de un complejo de circunstancias y que es Ahora bien, apoyándonos en la argumentación dría mencionarse con relación a la ausencia de masiva, una sociedad mucho más abierta, en la
este mismo complejo el que se relaciona con anterior, no parece fuera de lugar sugerir que un pasado feudal, ya que el grupo de familias
las actitudes de los grupos sociales afecta- en la Argentina por lo menos uno de los fac- tradicionales de la Argentina en ningún modo
dos por ella. Así, al tratar de explicar por tores decisivos que ha desalentado la consti- podría considerarse análogo a la aristocracia (34,9% de las respuestas) o “trabajar mucho” (19,3%) y
qué en los Estados Unidos no han prospe- tución de grandes movimientos populares de europea por sus características intrínsecas, ni otros medios similares es posible avanzar parecía ser
rado los movimientos de izquierda entre los por su significado con relación al ethos iguali- compartida por la mayoría de las personas, aunque en
izquierda, como ha ocurrido en los países euro- menor medida en los niveles económicos-sociales más
estratos populares, Lipset y Bendix (1963, peos, ha sido precisamente la alta tasa de mo- tario o jerárquico de la sociedad. Con relación bajos:
énfasis propio) enumeran seis diferentes vilidad que se registró en el país por un período a esto puede decirse que, aunque la Argentina
condiciones: muy prolongado. Este proceso, además, se vio carece de mitos populares igualitarios como Nivel Económico
acompañado por algunas de las circunstancias ocurre en los Estados Unidos, no cabe duda de social: 1 (bajo) 2 3 4 5 6/7 (alto)
1. ausencia de un pasado feudal; que Lipset y Bendix y otros autores invocan que se trata de una sociedad mucho más iguali-
% que atribuye
2. la alta tasa de movilidad que ha tendido para los Estados Unidos. Por cierto, no se ha taria que la de los países de Europa en todo lo el éxito al
a mantener la ideología de una sociedad alcanzado la etapa del “consumo de masa”, mas referente a valores, actitudes y relaciones in- esfuerzo y a las
abierta; durante muchas décadas, y hasta el reciente re- terpersonales.16 En realidad, en la experiencia condiciones
3. el aumento de las oportunidades educacio- troceso y estancamiento, el nivel de vida de la personales 55,8 68,1 76,5 81,5 84,2 82,8
nales; Argentina, por lo menos para los dos tercios de Estas actitudes observadas en un momento de crisis
4. el tipo de carrera de los empresarios, que la población total que se concentra en Buenos 15 Entre 1937 y 1954 la proporción del Ingreso Nacio- política y económica, parecerían indicar creencias po-
nal que correspondía a los salarios y sueldos, pasó del
parecería confirmar las creencias acerca Aires y Litoral, fue relativamente elevado; la sitivas acerca de las posibilidades de mejoras ocupacio-
47% al 56% (o del 46% al 60% según la forma de cálculo). nales sobre el plano individual.
de la igualdad de oportunidades; expansión de las oportunidades educacionales Estas proporciones se redujeron considerablemente en Desgraciadamente no se cuenta con investigaciones o
5. la presencia de inmigrantes y de minorías fue en extremo pronunciado, como lo indican los años posteriores. Cf. República Argentina (1955). datos sobre el tipo jerárquico o autoritario de las re-
raciales que ocupan las posiciones más las proporciones mencionadas en una sección Para las mejoras en las clases populares entre 1940 y laciones personales particularmente entre superiores
humildes, mientras que los nativos ascien- anterior que por lo menos alcanzan a ingresar 1950 ver Germani (1952: 559-578). e inferiores. Un ejemplo de extremo igualitario puede
den; en la Universidad; durante el período de expan- 16 En la misma encuesta sobre estratificación un ser dado en las relaciones entre estudiantes y profeso-
6. el crecimiento económico y el consumo de sión industrial que se interrumpió al comienzo 74,3% de los jefes de familia atribuyeron a condicio- res en la universidad, en fuerte contraste con Europa.
nes y esfuerzos personales del éxito en la ocupación También en las relaciones dentro de la empresa el trato
masa, que ha tendido a reducir las diferen- de la década del cincuenta, la participación de
o el trabajo y solamente el 22,4% a conexiones familia- tiende a ser más igualitario que jerárquico (por cierto
cias en el nivel de vida entre clases medias los asalariados en el producto nacional estu- res, suerte, falta de escrúpulos y opiniones similares. mucho más que en Europa Meridional, en Italia o en
y populares. vo creciendo hasta alcanzar una proporción La idea de que con la “buena preparación y estudios” España).
308 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 309

que eran inexistentes o mínimos los obstácu- minantes en los estratos a los que han llegado a relación a su familia, ha modificado su posición ocupacional: por ejemplo, entre los 21 y los 45
los, la desigualdad, y la diferenciación jerárqui- pertenecer en el presente. En realidad, la rela- social, lo expone a presiones contradictorias en años había por lo menos un 28% de individuos
ca característicos de sus lugares de origen. ción no es de ningún modo simétrica y el hecho cuanto a su orientación política y esta circuns- que habían pasado de niveles manuales a no
de ascender o descender introduce diferentes tancias, como ha sido probado reiteradamente, manuales y otros 13,5% que había recorrido el
efectos, los que, además, resultan también con- tiende a traducirse en retraimiento. camino inverso. Aunque con todas las reservas
XXXI dicionados por las circunstancias histórico-po- del caso e insistiendo sobre el carácter hipoté-
líticas peculiares de cada situación. De todos tico de la afirmación, es difícil sustraerse a la
Para entender el efecto específico de la movi- modos la evidencia sistematizada por Lipset y XXXII impresión de que este intercambio entre estra-
lidad en la orientación política de los estratos Bendix en una variedad de países muestra que tos sociales, era considerable heterogeneidad
populares y de los estratos medios, es necesa- No poseemos en la Argentina estudios simi- de orígenes tiene un papel de importancia en el
rio también prestar atención a la composición […] el proceso de intercambio social a través del lares que permitan conocer los efectos de la hecho de que en la Argentina, a pesar de la alta
de estos estratos, tal como resulta en virtud no cual algunas personas ascienden y otras descien- movilidad sobre la orientación política, pero concentración de obreros industriales en pocos
solo de la movilidad de ascenso, sino, también, den debilita la solidaridad y la fuerza político- lo que puede extraerse de observaciones “im- centros urbanos, no se hayan desarrollado par-
de la de descenso. Por el efecto acumulado económica de la clase obrera. La mayoría de los presionistas” y la analogía con los estudios tidos de masa, de orientación similar a la que se
hombres que asciende a la clase media se vuelve
de la movilidad intergeneracional e intragene- mencionados hacen por lo menos plausible la observó en Europa. En efecto ni el socialismo,
políticamente más conservadora (esto ocurre con
racional, tanto de ascenso como de descenso hipótesis de que la movilidad haya producido ni el peronismo pueden considerarse tales. El
más intensidad en los Estados Unidos que en Eu-
disminuye la homogeneidad de los diferentes ropa, pero, de todos modos, se da en una mayoría efectos similares. Si volvemos al Cuadro 14, re- primero, que por lo demás nunca pasó los lími-
estratos en tanto estos resultan compuestos de las personas en ambos continentes), mientras lativo a la composición social de los diferentes tes de la zona de Buenos Aires, fue siempre una
por personas que, ya sea por origen familiar, ya que los individuos de origen medio que descien- estratos en Buenos Aires, veremos que en las expresión moderada que durante mucho tiem-
sea por experiencia personal propia, han per- den al nivel obrero mantienen su posición más clases populares solamente un 35% había na- po funcionó más bien como una alternativa del
tenecido a niveles sociales muy diferentes. En conservadora: esto ocurre para una considerable cido de una familia obrera (niveles 1 y 2) una electorado independiente del partido típico de
la medida en que la orientación política resulta minoría en los Estados Unidos y para una mayo- proporción mayor (el 37%), había nacido en las clases medias, el radicalismo.
condicionada por la socialización temprana, las ría en Europa. (Lipset y Bendix, 1963: Cap. II) hogares de nivel medio alto (3 a 7), y el res- Por otra parte, hasta 1946 por lo que se sabe,
personas móviles deberían llevar consigo en el to, aunque nacido en ambiente obrero, había no aparece una diferenciación pronunciada del
nuevo ambiente actitudes correspondientes a Además, como lo recuerdan también los auto- tenido diferentes experiencias de ascenso (de voto sobre líneas de clase tal como es el caso,
su posición de origen; por otra parte, en la me- res citados, las personas móviles tienden a tor- calificado o no calificado o viceversa). A esta por ejemplo, de Italia o Francia.17 Después de
dida en que tales actitudes están afectadas por narse más apáticas y menos activas políticamen- movilidad hay que agregar otra proporción de
las nuevas experiencias personales debería ha- te: esto es, como consecuencia del hecho de que personas que experimentaron movilidad as-
17 Las correlaciones ecológicas entre voto obtenido
ber una adecuación a las orientaciones predo- el individuo, ya sea personalmente, ya sea con cendente o descendente en su propia carrera por los varios partidos y distintas categorías ocupacio-
310 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 311

1945 el peronismo logra, por cierto (probable- más bien es cierto que ni la vieja organización movimiento similar con suficiente rigor como dia que hallaron escaso eco en aquellas mismas
mente por primera vez), un reclutamiento ho- sindical, ni los partidos de la izquierda ideológi- para tornarse en una fuerza política importan- clases populares que pretendían representar.
mogéneo en la clase popular, pero tanto por su ca pudieron absorberlos, tal como por ejemplo te sobre el plano nacional. Hubo, en realidad, Por otra parte, durante la veintena de mayor
contenido, como por sus obras características, ocurre en Italia, con las grandes migraciones movimientos ideológicos de ese tipo, pero no intensidad de las migraciones internas, desde
estuvo muy lejos de expresar una posición de internas sur-norte cuyas características socia- tuvieron efectos políticos duraderos;18 por un comienzos de la década que se inicia el año 1930
transformación radical del orden social. Fue un les son las parecidas a las que se dan en la Ar- lado estaban compuestos por extranjeros que hasta comienzos del año 1950, las clases popu-
movimiento que expresó, sobre todo, a la gran gentina. La experiencia reiterada durante 60 o carecían de derechos políticos y por el otro, lares experimentaron no solo una tasa elevada
inmigración interna, originaria de áreas todavía 70 años, por los inmigrantes extranjeros y por ellos mismos y sus descendientes no permane- de movilidad individual, sino también conside-
tradicionales y compuesta de personas que por sus hijos, de una sociedad abierta, unida al gran cieron suficiente tiempo en la condición obrera rables mejoras en su nivel de vida. De todos
primera vez se hallaban en contacto real con intercambio entre clases, fue probablemente un como para dar estabilidad y continuidad a orga- modos, si la expansión de los estratos medios
la sociedad nacional, fue, como ya se indicó en factor muy importante en impedir que el pro- nizaciones ideológicamente orientadas hacia la favorecía a los hijos de los antiguos inmigran-
otra parte (Germani, 1962: IV parte), el medio a ceso de urbanización y la constitución de un izquierda clásica. El partido socialista como ya tes extranjeros (que como se ha visto predomi-
través del cual se canalizó la participación po- proletariado industrial originaran movimientos se dijo fue claramente una expresión moderada nan en la clase media actual), la migración a la
lítica de esta masa recién urbanizada y recién de masa orientados ideológicamente hacia la y reflejo fiel, por lo demás, de su composición ciudad significó también una mejora para los
introducida al trabajo industrial y que (no por izquierda. Este hecho es tanto más sintomáti- social, y sus innumerables desprendimientos, inmigrantes internos19 que fueron a ocupar el
azar) los partidos existentes fueron incapaces co por cuanto la formación de una clase obrera hasta la pulverización final, así como los mu- lugar dejado por aquellos en la jerarquía social.
de expresar. Por cierto que había en una adhe- en las ciudades no es cosa reciente en la Ar- chos otros intentos de formar movimientos de Ese período de crecimiento económico fue fa-
sión un anhelo de reformas (las que por lo de- gentina: como se vio ya, desde fines del pasado izquierda han sido hasta ahora iniciativas de vorecido por la guerra, y aprovechando por el
más no fueron satisfechas por sus líderes), mas siglo había una estructura predominantemente pequeños grupos intelectuales y de clase me-
no cabe duda de que –justamente– se trataba urbana, y aun dentro de las limitaciones de una
de “reformas”, más bien que de cambios sustan- industria incipiente, ya podía hablarse de un 19 A pesar de la grave situación de la vivienda y otras
18 Los movimientos obreros cobraron mucha inten- dificultades los inmigrantes internos consideraban su
ciales de la estructura social. Aquí es probable proletariado urbano. Por lo tanto, en un perío- sidad en la primera década del siglo; por ejemplo, el nueva situación en la ciudad como una mejora con
que el origen más “tradicional” de los inmigran- do en que la única expresión ideológica de los número anual de huelguistas de 1907-1909 en Buenos respecto a la provincia. Por ejemplo el 76% de los in-
tes internos haya jugado un papel importante movimientos populares de protesta estaba cla- Aires fue superior en términos absolutos al del vente- migrantes obreros, residentes en una “villa miseria”
en el carácter del movimiento que alimentaron, ramente marcada por el pensamiento europeo nio 1925-1944. La mayor intensidad y violencia, en este declararon encontrarse bien en Buenos Aires y el 80%
de izquierda, y en la misma época en que se es- sentido, se dieron antes de 1910 y a fines de la Primera no haberse arrepentido de la migración; estas propor-
Guerra Mundial; luego, desde 1945, en el primer perío- ciones eran mayores para los inmigrantes internos del
taban consolidando los partidos socialistas de do del régimen peronista, las huelgas volvieron a alcan- mismo nivel de ocupación y que habían podido hallar
nales puede citarse como fundamento de esta afirma- Europa (por ejemplo en Italia y en Alemania) zar intensidad, pero ya no tenían el carácter ideológico vivienda en casas de inquilinato (Germani, 1961) (las
ción. Ver Germani (1960: Cap. VII). podía haberse establecido en la Argentina un de comienzos de siglos. Ver Germani, 1959. cifras están tomadas del informe original).
312 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 313

peronismo, con su más favorable distribución El amargo despertar de las crisis políticas una radicalización de las masas en sentido ex- Carlsson, G. 1958 Social Mobility and Class
del rédito nacional, representó acaso una ex- y económicas subsiguientes, el grave retroce- tremista sigue siendo improbable en la Argenti- Structure (Lund: CWK Gleerup).
periencia similar a la que tuvo en su tiempo la so en cuanto a nivel de vida la desocupación y na y, según la hipótesis que se ha sugerido, y que CEPAL 1959 El Desarrollo Económico de la
gran inmigración extranjera. Poco importa que los demás aspectos negativos que fueran acen- por supuesto necesita investigaciones detalla- Argentina (México: ONU).
el crecimiento careciese de fundamentos y que tuándose en los años siguientes a la caída del das antes de considerarse verificada, las causas Ferrer, Aldo 1963 La economía argentina
la estructura económica estuviese profunda- régimen peronista no han modificado estas ac- de este hecho no son muy disímiles de las que (México: Fondo de Cultura Económica).
mente desequilibrada: lo que aquí interesa son titudes básicas de las clases obreras populares, han caracterizado la escena estadounidense y Germani, G. 1952 “Algunas repercusiones
sus efectos al nivel de las experiencias indivi- como lo muestran, claramente, las experiencias que, aunque con diferentes rasgos, condicionan sociales de los cambios económicos
duales. Se trató de un proceso de participación electorales de los últimos tiempos. En realidad, la actual despolitización de las clases populares en la Argentina. 1940-1950” en Curso y
creciente tanto en lo económico como en otras de Europa Occidental en los últimos años. En- Conferencias (Buenos Aires).
esferas, y esta participación reforzó obviamen- tre estas causas la alta tasa de movilidad social Germani, G. 1955 Estructura social de la
te el carácter conservador del movimiento polí- En la esfera política, estos mismos sujetos proporcio- registrada en el país desde hace ochenta o no- Argentina (Buenos Aires: Raigal).
tico que expresaba a este sector de la población nan otro índice de conformidad, esta vez con el régimen venta años ocupa probablemente un lugar muy Germani, G. 1959 El proceso de Urbanización
pluripartidista:
del país, recién ingresado a la vida nacional.20 importante, y es este uno de los efectos de ma- en la Argentina (Santiago de Chile: Naciones
Nivel económico social (bajo) (alto) yor alcance que el proceso descrito ha tenido Unidas) Seminarios sobre Urbanización en
1 2 3 4 5 6/7 en la vida argentina. Parece innecesario reiterar América Latina, mimeógrafo.
20 A pesar del estancamiento y el retroceso, Personas que prefieren que las afirmaciones anteriores constituyen tan Germani, G. 1960 Política e Massa (Belo
todavía en 1960-1961 casi el 70% de los jefes de un sistema pluripartidista solo sugerencias y que se requerirán cuidadosas Horizonte: Universidade de Minas Gerais).
familia de Buenos Aires decían estar satisfechos al régimen de partido
con su ocupación presente. Incluso en el estrato único 54,8 65,3 76,4 83,4 90,4 94,6 investigaciones antes de transformarlas en hipó- Germani, G. 1961 “Investigación sobre los
más desposeído (Nivel Económico Social 1, que Eliminarían todos los tesis verificadas. No obstante, tienen algún fun- efectos sociales de la urbanización en
representa el 42% del total), había un 39% que se partidos, menos el damento que las recomienda a la consideración un área obrera del Gran Buenos Aires”
consideraba satisfecho, y otro 14,6% de personas mejor 16,1 18,2 12,5 9,0 6,1 3,2 de los estudiosos. en Hauser, Ph. (ed.) La urbanización en
“conformes”: No saben o no
América Latina (París: Unesco).
contestan 29,1 16,5 11,1 7,3 3,5 2,2
Nivel económico Germani, G. 1962 Política y Sociedad en una
social (bajo) (alto) La pregunta estaba en realidad algo “cargada” en favor Bibliografía época de transición (Buenos Aires: Paidós).
1 2 3 4 5 6/7 del partido único para contrarrestar las posibles inhibi- Germani, G. y Sautu, R. 1965 Regularidad
Personas que están ciones o temores en la entrevista: “Si en el país hubiese American Sociological Review 1963 (Chicago) 28. y origen social de los estudiantes
satisfechas o muy un partido que en su opinión pudiera asegurar el bien-
Cantón, D. y Arruñada, M. Investigaciones universitarios (Buenos Aires: Instituto de
satisfechas con su estar del pueblo y la grandeza del país, ¿qué le parecería
ocupación actual 39,0 58,9 71,8 81,8 76,9 83,3 mejor a usted?” sobre la élite política (en preparación). Sociología, Universidad de Buenos Aires).
314 Gino Germani - La sociedad en cuestión

Imaz, J. L. 1960 La clase alta de Buenos Aires Miller, S. M. 1960 “Comparative Social
(Buenos Aires: Instituto de Sociología). Movility” en Current Sociology (s/d) Nº 1.
Imaz, J. L. 1963 Los que mandan (Buenos Mukherjee, R. 1954 “A further note on the
Aires: Eudeba). analysis of data on social mobility” en
Kahl, J. 1957 The American Class Structure Glass, D. V. (ed.) Social Mobility in
(Nueva York: Rinehart & Co.). England (Londres: Routledge & Kegan
Lipset, S. M. y Bendix, R. 1963 Movilidad Paul).
social en la sociedad industrial (Buenos República Argentina. Poder Ejecutivo
Aires: Eudeba). Nacional. Secretaría de Asuntos
Lipset, S. y Zetterberg, H. 1963 “La movilidad Económicos 1955 Producto e Ingreso de la
social en las sociedades industriales” en Lipset, República Argentina en el período 1935-
S. M. y Bendix, R. Movilidad social en la 1954 (Buenos Aires).
sociedad industrial (Buenos Aires: Eudeba). Silvert, K. 1962 La sociedad problema (Buenos
Marsh, R. M. 1963 “Values, Demand and Social Aires: Paidós).
Mobility” en American Sociological Review Yale University 1963 Political Data program
(Chicago) 28. (Yale) Monografía de Investigación Nº 1.
III
La sociología como Ciencia
La Sociología como Ciencia
Teórica y Empírica

Ruth Sautu, Cecilia Fraga, Carolina Najmias, Gabriela Plotno

P resentar la posición epistemológica y me-


todológica de Gino Germani implicó re-
mitirnos a artículos dedicados a explicitar sus
Para entender a Germani es necesario tener
en cuenta que fue un hombre de su época y
como tal recreó en el Instituto de Sociología
países de América Latina nos encontramos en
una situación que es casi [la] opuesta […] El
‘ensayismo’, el culto de la palabra, la falta de
En su búsqueda de racionalidad encontra-
mos las marcas de su historia personal. Su pre-
ocupación por construir una sociología cientí-
reflexiones sobre qué es la ciencia social y qué las ideas y metas científicas imperantes en la rigor son los rasgos más comunes en la pro- fica se vio afectada por la experiencia de haber
metodología habría que utilizar en la investi- Universidad de Buenos Aires de fines de los ducción sociológica del continente. Lejos del vivido el régimen fascista en su Italia natal, y su
gación científica. Consideramos también sus cincuenta y principios de los sesenta. Al igual ‘perfeccionismo’ y el ‘formalismo metodológi- exclusión –durante el peronismo– de la Univer-
diagnósticos y críticas sobre el estado de de- que otros de su generación, promovió un pro- co’ yanquis escasea o falta la noción misma sidad de Buenos Aires, controlada en aquel en-
sarrollo de la ciencia social, especialmente de yecto de ciencias sociales construido en la ar- de método científico aplicado al estudio de la tonces por grupos ideológicos del catolicismo
la sociología, en América Latina, en su época. ticulación entre la teoría y los procedimientos realidad social” (p. 19). ultramontano. Su rechazo abierto al ensayismo
Asimismo, revisamos, para incluir en esta com- metodológicos propios de la aplicación rigu- Germani pretendía que las ciencias so- y su carácter irritable crearon de él una imagen
pilación, algunos de sus estudios empíricos. rosa del método científico. Teoría y metodolo- ciales adoptaran los “principios básicos del ideológica que no se correspondía con la reali-
Nuestro interés fue establecer la consistencia gía eran para él inseparables. En ese espíritu conocer científico en general […] con su dad. A su manera comprendió el peronismo, y
entre sus propuestas metodológicas y su prác- rescata, en el prólogo al libro de Wright Mills propia especificidad metodológica” (Ger- aunque se declaraba anti-peronista, era de los
tica de investigación, cuestión que aun en la (Germani, 1964a), que “el ‘pensamiento social’ mani, 1964a: 9). Nunca perdió de vista una pocos que afirmaban en debates públicos que
actualidad constituye un desafío. de América Latina presenta más de un hermo- preocupación aún vigente: la necesidad de no había una sola libertad, y que el peronis-
La selección de artículos a ser incluidos no fue so ejemplo de lo que Mills llama análisis social generar conocimiento científico que se re- mo representaba una concepción de libertad
sencilla. Adoptamos como criterio la vigencia de clásico” (p. 19) así como “la ubicación de los nueve y ponga a prueba permanentemente, distinta a la vigente en aquel momento. Tanto
los mismos, dada por su forma de hacer investi- problemas dentro del contexto mayor de la es- que se acumule, y transmita para someter- en su comprensión de la política como en su
gación y por sus enseñanzas. Si bien los métodos tructura social percibida históricamente” (p. se a la crítica. Aspiraba a una ciencia social quehacer científico vemos su preocupación por
específicos de generar conocimiento social cien- 19). En el mismo prólogo, refiriéndose a las fundada en normas objetivas de evidencia distinguir entre términos, conceptos y defini-
tífico han evolucionado, los lineamientos genera- críticas que Wright Mills hace de la sociología que pudiera dar respuestas racionales a los ciones. Para él “un concepto es un ‘instrumen-
les que Germani transmitió se mantienen. norteamericana, Germani sostiene que “en los problemas de la sociedad. to’ para seleccionar una parte de la realidad y
318 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ruth Sautu, Cecilia Fraga, Carolina Najmias, Gabriela Plotno 319

someterla a investigación empírica; además ha y la idea de que la investigación empírica de lo comienzan a emerger con la introducción del Un ejemplo práctico de la postura epistemo-
de haber acuerdo sobre el término que designa social solo debiera limitarse a proporcionar ca- Interaccionismo Simbólico como perspectiva lógica y metodológica de Germani se encuen-
el concepto” (Germani, 1944: 106). tálogos y clasificaciones. Criticaba asimismo a teórico-metodológica. En el contexto de auge tra en el texto Encuestas en la Población de
El énfasis de Germani en el status científico aquellos autores que rechazaban marcadamen- de la llamada sociedad industrial y difusión de Buenos Aires. Características técnicas gene-
de la sociología suponía diferenciarla tanto de te los métodos naturalistas y cualquier intento la sociología norteamericana a nivel mundial, rales de las encuestas (Germani, 1962), primer
las ciencias de la naturaleza como de la filo- de lograr una vinculación más estrecha entre Germani reivindicaba la “estandarización de trabajo de tal envergadura. En el marco del es-
sofía social. Esta separación entre saberes le realidad y observación. De allí que la propuesta procedimientos de investigación, uso genera- tudio por encuesta sobre estratificación social
permitía extender los métodos de la ciencia en de Germani para Latinoamérica fuera “superar lizado de determinados instrumentos, rutiniza- y movilidad, autoritarismo y prejuicio étnico,
general a la esfera de las ciencias sociales, y la tendencia predominantemente filosófica de ción de tareas y carácter colectivo de las mis- y asimilación de inmigrantes, especifica todos
al mismo tiempo, limitar la especulación y el las ciencias sociales, incorporando efectiva- mas” (Germani, 1964a: 10) refiriéndose tanto a los pasos seguidos para la construcción de los
ensayismo en favor de la investigación. Busca- mente la investigación directa de la realidad estudios cuantitativos como cualitativos. Para datos, desde el diseño de la primera muestra
ba para el modelo de ciencia social en América dentro de las tareas propias de la sociología” Germani la investigación no era una actividad aleatoria estratificada del conglomerado urba-
Latina sistematicidad y rigurosidad en la ense- (Germani, 1951). en solitario, implicaba un trabajo en equipo a lo no de Buenos Aires (actualmente AMBA), has-
ñanza y la labor (Germani, 1952). Frente a la necesidad de superar el giro ex- largo de todo el proceso investigativo. ta la salida al campo. Se esfuerza por mostrar
Concebía la investigación en sociología cesivamente especulativo de la sociología en Concebía la ciencia como conocimiento que la construcción de una encuesta implica
como una unidad entre la fase empírica y la América Latina, Germani (1964a) recuperaba acumulativo, como “el resultado del aporte decisiones teóricas y metodológicas, y que en
teórica, ya que divorciadas ninguna de las dos la tradición empirista anglosajona, heredera sucesivo de generaciones de investigadores el momento de la implementación del cuestio-
se desarrollaría plenamente (Germani, 1952). de la Escuela de Chicago, vigente en Estados precedentes y no […] una incesante recons- nario están presentes tanto la subjetividad del
Germani debatía con los adeptos del historicis- Unidos desde principios del siglo XX. En con- trucción ab imis de nuevos sistemas unita- encuestador como la del encuestado. Explicitar
mo alemán y con la forma espiritualista en que traste con otras tendencias teóricas, esta es- rios que simplemente refutan los anteriores” la trastienda de ese diseño contribuyó a garan-
este había sido adoptado en América Latina. Su cuela estaba comprometida con la realización (Germani, 1952: 116). Asimismo, se interesaba tizar la confiabilidad de los datos y a mostrar
discusión era con aquellos que postulaban una de estudios empíricos basados en trabajo de por la promoción de estructuras burocráticas un camino a seguir.
separación entre ciencias del espíritu y ciencias campo, sobre todo a través de la observación que fueran capaces de financiar y avalar el Por otro lado, Germani advirtió el peligro de
de la naturaleza, adjudicando el momento de la participante y los estudios de caso. Luego de trabajo científico, tanto de los investigadores abusar de las cada vez más sofisticadas herra-
comprensión a los aspectos espirituales de lo la Segunda Guerra Mundial emerge un cierto consagrados como de aquellos en formación mientas metodológicas y caer en un tecnicismo
social, y el momento de la explicación, a los na- consenso respecto de la estandarización de los (Germani, 1964c). En esta línea apoyó y par- puro, y señaló la necesidad de trabajar los datos
turales. La sociología quedaba ubicada así en- procedimientos utilizados en estudios cuantita- ticipó del CONICET (Comisión Nacional de en conjunto con teoría e imaginación, sin abu-
tre las primeras. Objetaba asimismo la idea de tivos y asimismo, en la Escuela de Chicago, un Investigaciones Científicas y Técnicas) desde sar de la teoría a fin de evitar confundir ensayo
que la sociología fuera una disciplina auxiliar conjunto de procedimientos no-estandarizados su creación en 1958. con investigación científica (Germani, 1964a).
320 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ruth Sautu, Cecilia Fraga, Carolina Najmias, Gabriela Plotno 321

Si bien el ensayo es una forma de conocer, este sentativas, y sostenía que la generalización En la obra escrita de Germani –que es dón- con vistas a una compresión más acabada de los
tiene sus propias reglas, las cuales no son las solo era posible en tanto y en cuanto se tratara de auténticamente se conoce el pensamiento y mismos. En Asimilación de inmigrantes en el
mismas que las del método científico. Respecto de conocimientos científicos válidos, los cua- orientación de un investigador– se nos presen- medio urbano. Notas Metodológicas (Germani,
de reposar sin demasiados miramientos sobre les requerían verificación. Entendía por validez ta la imagen de un hombre que disfrutaba de 1964b)1 encontramos un ejemplo de la imbrica-
las herramientas técnicas, consideramos que es la posibilidad de proporcionar medidas exac- la controversia y que –ávido lector de cuanta ción de estos niveles y los procedimientos me-
una advertencia que hoy adquiere importancia tas de lo que se buscaba estudiar (Germani, teoría e investigación estuviera disponible– te- todológicos que permiten conocerlos. Germani
con la amplia difusión de softwares estadísticos 1944) y consideraba que sin ella la sociología nía una amplia formación multidisciplinaria. La mostró que existen dos modelos posibles para
aplicados a datos cuyas definiciones nominales era filosofía y especulación (Germani, 1952). biblioteca del Departamento de Sociología que explicar los procesos migratorios. Por un lado,
y operacionales se mantienen en la oscuridad y Desarrollos posteriores indujeron a cuestionar él había formado incluía autores de las más di- el nivel macro-social que implica mirar factores
son de dudosa relevancia teórica. Si bien la es- a los enfoques cuantitativos, pero cuando es- versas disciplinas y orientaciones, colecciones de expulsión/ atracción que operan histórica-
tadística es una valiosa herramienta que permite tas críticas comenzaron a emerger, Germani ya completas de revistas norteamericanas y euro- mente. Mediante procedimientos cuantitativos
llevar a cabo complejas operaciones analíticas, se había alejado de la discusión metodológica, peas. Su erudición en filosofía, psicología, psi- accedió a un abordaje estructural del fenómeno
la construcción de los datos que les sirven de en parte porque el Instituto de Sociología de la cología social, economía, sociología y política de la migración, que en el caso argentino estuvo
insumo y las conclusiones a las que se llega son Universidad de Buenos Aires se había consoli- era sorprendente, además de poseer una imagi- relacionado con el deterioro de las economías
responsabilidad de los investigadores. dado, y en parte porque él había migrado a los nación y habilidad privilegiadas en la práctica regionales y la presión de las poblaciones de las
Sobre el quehacer científico, dos de las ca- Estados Unidos. Como parte de la crítica actual de la investigación. Leyendo sus libros e infor- ciudades intermedias. Por otro lado, a través de
racterísticas que recupera son en primer lugar, a la pretensión universalista de los métodos mes constatamos que fueron construidos uti- métodos cualitativos (observación, narracio-
su propósito: generalizar a todos los fenóme- cuantitativos, desde enfoques cualitativos, se lizando una multiplicidad de métodos. Lo que nes de los migrantes, documentos personales,
nos de la misma especie, más allá del tipo de concibe la generalización como la presunción hoy denominamos método narrativo-histórico, extensas conversaciones, etc.) y de encuestas
método que se utilice (Germani, 1944), y en de que una determinada teoría puede ser apli- versión latinoamericana del método comparati- centradas en las personas y hogares, accedió
segundo lugar la necesidad de la verificación: cable para dar sentido a personas y situaciones vo-histórico de la tradición europea, constituye al conocimiento de las expectativas, las orien-
“Acaso Galileo descubrió por intuición la ley de similares no estudiadas directamente. De to- el esqueleto de muchos de sus estudios empí- taciones y los esquemas interpretativos de la
la caída de los cuerpos, pero no fue esa intui- das formas, el cuestionamiento de las metodo- ricos, por ejemplo Política y sociedad en una gente. Esto supone un enfoque micro-social que
ción la que le dio status científico, sino la veri- logías cuantitativas como forma exclusiva de época de transición. De la sociedad tradicio-
ficación. Análogo proceso de verificación hay producir conocimiento válido y de contribuir nal a la sociedad de masas (Germani, 1966).
que seguir en el campo de las ciencias sociales” así a la construcción de teoría, no invalida su Adentrándonos en la construcción de los pro- 1 Este artículo se publica en la sección La contribu-
ción de Germani al conocimiento de las migraciones
(Germani, 1952: 111). pertinencia metodológica para la investigación blemas sociales a investigar, Germani concebía en la versión editada por Paidós en 1969 con el título
Germani defendió la posibilidad y la conve- de temas centrales de las ciencias sociales. Lo los niveles macro y micro-sociales de la realidad Asimilación de migrantes en el medio urbano. Aspec-
niencia de lograr muestras aleatorias y repre- que se cuestiona es su hegemonía. articulados en los distintos fenómenos sociales tos teóricos y metodológicos (N. E.).
322 Gino Germani - La sociedad en cuestión Ruth Sautu, Cecilia Fraga, Carolina Najmias, Gabriela Plotno 323

permite captar cómo es vivido, desde la pers- ticos en el desarrollo de la investigación. Su Germani, G. 1964a “Prólogo” en Wright Mills, the Social Science approach”, Conferencia
pectiva del actor, el fenómeno de la migración y, anhelo fue contribuir a consolidar una ciencia C. La imaginación sociológica (México: sobre la aplicación de Ciencia y Tecnología
además, permite una mayor comprensión de la social no solo desde la investigación misma Fondo de Cultura Económica). al desarrollo de América Latina, Reunión
inserción del migrante en el lugar de destino, de sino también desde la formación de las nuevas Germani, G. 1964b Asimilación de inmigrantes preliminar, Santiago de Chile, 23 al 27 de
los procesos de asimilación cultural, etc. generaciones de investigadores, la creación de en el medio urbano. Notas Metodológicas. noviembre.
La combinación de procedimientos para el una carrera de sociología y de un instituto don- (Buenos Aires: Instituto Torcuato Di Tella, Germani, G. 1966 Política y sociedad en
abordaje del fenómeno de la migración nos mues- de pudieren formarse e investigar. Centro de Sociología Comparada). una época de transición. De la sociedad
tra un Germani que no es enteramente cuantita- Germani, G. 1964c “Problems in applications tradicional a la sociedad de masas
tivista y que enfatiza la importancia de enfoques of Science and Technology to Development (Buenos Aires: Paidós).
cualitativos para el estudio de los fenómenos Bibliografía
sociales. Esto nos remite al multimétodo, hoy en
día muy difundido, el cual permite una mirada de Germani, G. 1944 “Métodos cuantitativos en la
conjunto de los procesos sociales haciendo hin- investigación de la opinión pública y de las
capié en los distintos niveles de análisis. actitudes sociales” en Boletín del Instituto
Como conclusión de esta presentación, nos de Sociología (Buenos Aires) Nº III.
parece importante remarcar la visión holísti- Germani, G. 1951 Una década de discusiones
ca que Germani poseía de la sociología como metodológicas. Ciencias Sociales
ciencia social. Pensaba el proceso investigati- (Washington: Unión Panamericana) II, 11 y 12.
vo como un todo: desde la selección del tema Germani, G. 1952 “Sobre algunas consecuencias
a investigar, y su discusión teórica, la forma de prácticas de ciertas posiciones metodológicas
abordarlo a través de conceptos, definiciones, en sociología con especial referencia a la
elaboración de instrumentos para recolección orientación de los estudios sociológicos en
de datos y entrenamiento de aquellos que los re- la América Latina” en Boletín del Instituto
cogerían. Su concepción tanto del investigador Sociología (Buenos Aires) Nº 6.
como del investigado como poseedores de di- Germani, G. 1962 Encuestas en la población
versas subjetividades que permean la situación de Buenos Aires. Características técnicas
de interacción durante el trabajo de campo, así generales de las encuestas (Buenos Aires:
como su advertencia acerca de la presencia de Trabajos e Investigaciones del Instituto de
los elementos políticos, ideológicos y pragmá- Sociología, Colección Datos, 1).
Una década de discusiones
metodológicas*

Gino Germani

L a clásica disputa sobre el método en las


ciencias sociales no ha perdido en nada su
actualidad. Por el contrario, el último decenio
influencia que esa labor está ejerciendo sobre
los sociólogos de todos los países. En efecto,
el notable desarrollo de las técnicas de investi-
sociales, incorporando efectivamente la inves-
tigación directa de la realidad dentro de las ta-
reas propias de la sociología.
relli, 1942) destinados a la escuela secundaria,
la teoría de las ciencias del espíritu, tal como ha
sido formulada por los pensadores alemanes, se
–tan fecundo para el desarrollo de la ciencia gación y la acumulación de observaciones bien presente tout court como la posición actual del
sociológica– ha enriquecido notablemente la establecidas ha planteado sobre nuevas bases pensamiento científico sobre ese problema, sin
ya voluminosa bibliografía existente sobre el el problema de las relaciones entre teoría e in- Methodenstreit en Latinoamérica referencia alguna a los desarrollos ulteriores de
tema. Esto no sería, de por sí, un motivo de vestigación en sociología. Puede decirse que es la cuestión o a las tradiciones intelectuales que
complacencia, pues difícilmente puede evitar- esta la cuestión teórica de mayor significado, Es el mundo latino la investigación empírica de no aceptan esa tesis, tradiciones de cuya vitali-
se la duda acerca de la utilidad de esa larga e en la actualidad para el futuro de nuestra dis- la realidad social (especialmente la realidad del dad y actualidad no puede dudarse.
inacabable polémica, pero ocurre que por lo ciplina. Pero tal cuestión se plantea de manera presente) se halla en general menos desarro- Mas en la actualidad, al par de lo que ocurrió
menos una parte considerable de los trabajos muy distinta dentro del círculo de la tradición llada que en los países anglosajones. Correla- en Alemania a comienzos de la tercera déca-
publicados ha contribuido al esclarecimiento empirista anglosajona y el de la tradición es- tivamente, con las importantes excepciones de da de este siglo, la sociología latinoamericana
del problema. Además, se tuvo una creciente piritualista predominante en Latinoamérica Brasil, en América, y de Francia, en Europa, la se halla frente al hecho del enorme desarrollo
conciencia de la labor que iba realizando la y en otros países latinos. Mientras que en los sociología es considerada sobre todo como una de la investigación en los países sajones y a la
sociología empírica, especialmente por obra primeros se trata como se verá, de organizar y disciplina de carácter filosófico. En España y en necesidad de superar de algún modo, el giro
de los estudiosos de habla inglesa, y el hecho orientar la considerable masa de investigación Latinoamérica, en general, se acepta la dicoto- excesivamente especulativo de su enseñanza y
que caracteriza, sin duda, el desarrollo de los concreta dentro de un sistema teorético rela- mía entre ciencias del espíritu y ciencias de la su labor. Frente a este ha adoptado en muchos
estudios en los últimos años lo constituye la tivamente coherente y dotado de significación naturaleza, tan cara al pensamiento germano. casos la solución a que habían llegado en esa
para los grandes problemas de la sociología, Para muchos autores esa separación ha llega- época sociólogos como Tönnies, Vierkandt o
* Germani, G. 1951 Una década de discusiones me- en los países latinos (excepto Francia y Brasil, do a ser absolutamente indiscutida. Quizá nada Freyer. Todos ellos afirmaban la posibilidad e
todológicas. Ciencias Sociales (Washington: Unión Pa- acaso), lo inmediato es superar la tendencia simbolice mejor tal estado de cosas el que en incluso la necesidad de la investigación, pero
namericana) II, 11 y 12, pp. 67-77. predominantemente filosófica de las ciencias tratados generales de lógica (Romero y Puccia- la mantenían separada de manera más o menos
326 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 327

rigurosa de la sociología, pues consideraban ción. Sin embargo, su tentativa no puede tener tigaciones Sociales (1941), su concepción de una filosofía social. Según este autor, “La socio-
a esta una disciplina de carácter cultural con todo el éxito que se espera, pues al considerar la sociología es la de una disciplina filosófica, logía no puede consistir en una ciencia de leyes
acentuación filosófica, aun cuando mantuvie- que el momento de la “comprensión” corres- obra de un solo estudioso (es decir desprovis- ni tampoco en una simple tipología o morfolo-
ran para ella el nombre de “ciencia”, estando la ponde a los aspectos “espirituales” de lo social, ta del carácter acumulativo de la ciencia), bien gía social”. Trataríase de una ciencia “de la res-
sociografía encargada de proporcionar “mate- el de la “explicación” a los naturales, vuelven a distinta de la sociografía, disciplina auxiliar ponsabilidad”, cuyo fundamento (objeto de la
riales” a la primera. introducir un dualismo ontológico que conduce de corte naturalista destinada a proporcionar teología y de la metafísica) reside en un orden
Este divorcio metodológico entre las dos una vez más al divorcio entre teoría e investiga- al sociólogo los materiales para su construc- trascendente de valores, de validez supratem-
ramas de la sociología conduce a anular todo ción. Este mismo resultado se debe, también, a ción conceptual. Aquí también, a pesar de una poral y absoluta. Consecuentemente, la inves-
tránsito posible entre el momento de la inves- causas de orden institucional: al hecho de que indudable aspiración de concreción empírica, tigación empírica de lo social tan solo puede
tigación y el de la teoría. Si esta se desarrolla la mayoría de los sociólogos provienen de los nos enfrentamos con una insuperable escisión limitarse a proporcionar como “elementos
como ciencia individualizante, si emplea mé- estudios filosóficos, y que la sociología misma entre teoría e investigación. auxiliares”, “catálogos y clasificaciones de las
todos de intuición inmediata, si apunta a las se ha desarrollado, sobre todo, dentro del mar- Al mismo peligro no escapan las soluciones formas sociales”, las que, empero, no constitu-
“esencias”, no se entiende de qué manera pue- co de las Facultades de Filosofía. eclécticas de otros pensadores latinoameri- yen verdadero “saber” en un sentido teorético,
de aprovechar los “materiales” de la sociogra- En Renato Treves hallamos un ejemplo muy canos. Así, Gilberto Freyre, en su Sociología característica que –siguiendo a Croce– atribu-
fía, disciplina de carácter generalizador, que cumplido de esta posición. En su obra So- (1945), mientras acepta una noción rickertiana ye tan solo al pensar filosófico.
emplea la inducción, la generalización y los de- ciología y Filosofía Social (1941) este autor de las ciencias de la cultura, sostiene que la so- Alfredo Poviña, que se ha ocupado repetidas
más métodos de cuño naturalista. Por otra par- destaca la irreductible coexistencia del lado ciología es una ciencia “anfibia” o mixta y como veces en sus numerosos trabajos del problema
te la guía que la sociografía espera de la teoría empírico y del lado filosófico en la sociología, tal abierta a ambos métodos. Afirma así, muy vi- del método (1941b, 1941a, 1939, 1950, 1945,
sociológica debe serle proporcionada en forma cualquiera sea el punto de partida –naturalista gorosamente este autor, la necesidad de la inves- 1939), si bien evita actitudes tan dogmáticas,
de hipótesis verificables en formas, es decir, uti- o espiritualista– que se asuma, y encuentra en tigación empírica pero con un sincretismo entre acepta también el dualismo de métodos. Su
lizables para organizar observaciones; y es aquí la metodología de Weber una orientación fe- teorías y entre métodos, “transnacionalizando la posición revela la influencia de los pensadores
justamente donde fracasan las construcciones cunda para el desarrollo de la sociología. Mas, sociología”, fundiendo las opuestas tradiciones alemanes: Scheler, Max Weber, y especialmen-
especulativas alejadas de los problemas y los aun cuando destaque la necesidad de renunciar culturales sajonas, francesas y germanas. Tal te Freyer, cuya concepción de la sociología
requerimientos de la investigación concreta. a la solución definitiva de los problemas últi- sincretismo no es un daño, todo lo contrario, como ciencia de la realidad acepta, si bien con
Muchos sociólogos latinoamericanos piensan mos, para liberarse de los vínculos dogmáticos pero no resuelve de por sí el problema básico de ciertas reservas. Por otra parte, admite con
que esta dificultad no existe cuando se adopta y para adherirse “siempre más íntima y profun- la orientación de nuestra disciplina. R. Orgaz (1950) (que concebía a la sociología
una metodología inspirada en Max Weber, ba- damente a la complejidad, a la variedad, y a la La escisión entre teoría e investigación se como una ciencia cultural por su contenido y
sada sobre el empleo del “tipo ideal” y del con- dinamicidad de la experiencia”, como bien pue- hace más rigurosa aun en autores que, como A. natural por su método), la existencia de leyes
temporáneo empleo de comprensión y explica- de advertirse en su Introducción a las Inves- Baldrich (1943), conciben la sociología como sociológicas especialmente de carácter ten-
328 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 329

dencial y probabilístico). Y tampoco deja de disciplina científica mas de carácter no natura- Las soluciones eclécticas fundadas en con- –afirma– de la crisis general del conocimiento
conceder adecuada importancia en sus Cursos lista (si bien puede emplear en algunos de sus sideraciones de orden ontológico, relativas a la científico. Y señala en la relativización de los
de Sociología a las técnicas concretas de inves- sectores métodos de la ciencia natural) y por doble dimensión espiritual y natural del hom- criterios de verdad su aspecto más significati-
tigación. Este autor, aun aceptando el princi- el otro la Filosofía Social. bre, encuentran en este autor un crítico agudo. vo. Si aceptamos que el criterio de verdad de la
pio de la dicotomía entre ciencias culturales y Algo atenuada resulta la posición culturalis- Sin embargo, al cabo de las densas páginas que ciencia en general es lo que el autor llama el de
ciencias de la naturaleza, rechaza la reducción ta en L. Recasens Siches, que en sus Lecciones le dedica, no hallamos una solución del pro- la “efectividad”, es decir el experimental latu
de lo social a puro espíritu (como, por supues- de Sociología y otros escritos (1939, 1943, 1948, blema metodológico. Muy significativamente sensu, cabe ahora preguntarse cuál es el que ha
to, a pura naturaleza) y acepta, con Scheler, la 1944, 1946), aun reiterando las críticas clásicas concluye su Sistema, volviendo a plantear el de regir en las ciencias de la cultura.
existencia de una sociología “real”, advirtiendo al “naturalismo”, condena la reducción de su problema esencial de las vivencias humanas: Mas el autor no proporciona ninguna acla-
que esta “puede ser exacta […] mas no auténti- estudio a objetos puramente ideales, a “signifi- la coincidencia de sujeto y objeto del conoci- ración a este respecto, y el fino análisis con
camente verdadera”, pues omite la dimensión cados”, descarnados de su viviente realidad. miento y el hecho de la libertad en las acciones que concluye la obra afirma, en definitiva, la
histórica inherente a la realidad social. Para el En J. E. Miguens (1948) encontramos, tam- del hombre. incapacidad de una sociología científica para
conocimiento de esta la sociología debe acudir bién, un rechazo de los métodos naturalistas, mas Ayala reconoce la posibilidad y la utilidad de contestar a este tipo de conocimiento plenario
a medios no naturalistas, tales como la “com- acompañados de un intento de fundamentar, en un conocimiento científico natural en sociolo- que, sin embargo, corresponde a una ineludi-
prensión”, los “tipos ideales” weberianos, los la sociología así concebida, una vinculación más gía, conocimiento que, “pese a todo –dice– si- ble aspiración humana. Con esto Ayala coloca
“conceptos-estructuras” de Heller. Además de estrecha con la realidad y la observación. gue siendo el suelo sobre el que reposa el torso a las ciencias de la cultura, que incluyen jus-
la sociología, y distinguiéndola de esta, Poviña Como ya se indicó, estos autores no conce- de la disciplina y un suelo hasta cierto punto tamente ese tipo de conocer esencial, dentro
afirma como imprescindible la existencia de la den importancia al cómo habrán de efectuarse firme”, pero advierte que, mientras en la esfera del “saber de salvación”, según la terminolo-
Filosofía Social. Las relaciones entre esta y la las relaciones entre Sociología y Filosofía So- de la naturaleza es posible desinteresarse de la gía scheleriana que él adopta, es decir dentro
sociología son mucho más íntimas y estrechas cial, o lo que es más importante aun, entre las esencia del objeto, en el campo de lo humano, de la filosofía. Por lo demás, Ayala acepta el
de lo que ocurre con las conexiones entre la partes de la Sociología en las que rigen métodos la peculiar situación de tal objeto –a la vez suje- método ideal típico no sin reservas (pues “re-
filosofía y la ciencia en general, pues el estu- opuestos entre sí; tampoco enfrentan –lo que es to del conocimiento– introduce como ineludi- cae –dice– en el tipo de conocimiento físico-
dio de la sociedad “es a medias sociológico y muy grave– el problema de la verificación con ble una consideración cumplida de esa esencia. matemático”), insiste en la historicidad de los
a medias filosófico”. La Filosofía Social se ocu- respecto a los métodos “comprensivo”, “ideal Los métodos naturalistas solo darán resultados conceptos sociológicos, rechazando empero
pa del deber ser, mientras que la sociología se típico”, etc. La dificultad de llegar a una proble- inesenciales y fragmentarios, útiles si se quiere, la posición subjetivista de Freyer, y reitera
dirige al ser, a los fines ya realizados. “Única- mática de este tipo para aquellos que se mueven mas insuficientes: el objeto mismo debe alcan- la necesidad de “destacar y afirmar para las
mente las dos reunidas –dice– pueden llegar al dentro de la tradición alemana puede ulterior- zarse con los métodos propios de las ciencias categorías sociológicas el aspecto formal, sin
conocimiento de lo social”. Poviña admite así, mente ejemplificarse con un breve examen del del espíritu. La escisión que se plantea así entre despojar por ello tales formas de su conteni-
por un lado, la Sociología considerada como Tratado de Sociología de F. Ayala (1947). las dos formas del conocer representa un lado do histórico”.
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El no haber aclarado la naturaleza de los sobre técnicas de carácter proyectivo– podría tífica”, y por este camino se declara de hecho cir consideraciones acerca de la esencia de lo
criterios de verdad que deberían regir en so- llegarse a fundar generalizaciones de este tipo inútil toda tarea de investigación, aun cuando social al hablar repetidas veces de su carácter
ciología conduce a consecuencias que trataré de vivencias. Y serían únicamente tales obser- no se deje de afirmar una y otra vez su necesi- irreductible tanto a lo natural como a lo espiri-
de mostrar con un ejemplo extraído del mismo vaciones las que podrían otorgar validez a la dad y utilidad. tual. El empleo de estas categorías ontológicas
Tratado. Al comienzo de su exposición siste- proposición que Ayala acepta como probada Una de las contribuciones más importantes de nada sirve para fundar el carácter empírico
mática, Ayala formula la siguiente proposición: en base a una “vivencia”. En realidad el pro- para restablecer la unidad de la ciencia y supe- de la sociología y puede introducir, por el con-
la primera pregunta que se plantean dos des- ceso de verificación podría revelar una situa- rar la posición “culturalista” en la que parecía trario, elementos de disgregación. Es así que,
conocidos que van a entrar en relación “será ción completamente diferente a la que describe estancarse el pensamiento latinoamericano, la a pesar de su insistencia en que la realidad es
la pregunta acerca de la posición relativa que Ayala: toda clase de “estereotipos” y categorías debemos a J. Medina Echavarría con su obra indivisible, parece subsistir el peligro de que
ocupa el otro en la estructura total de la socie- sociales podrían aparecer como “ejes” de la Sociología, Teoría y Técnica (1941), publicada la interesante solución propuesta al problema
dad”, es decir la clase social. Ahora bien, frente discriminación social. Mucho dependerá de las a comienzos de la década. Este autor no sola- pueda ser interpretada en sentido dualista, lo
a esta proposición que trata de describir cier- características de los individuos (ideologías, mente presentó, en ciertos casos por vez prime- cual conduciría nuevamente a escindir teoría e
tos hechos reales, tenemos el derecho de pre- actitudes profundas, etc.) y, además, proba- ra, a los estudiosos de habla castellana puntos investigación. Sin embargo, resulta claro que la
guntar al autor: ¿Cuál es el criterio, en virtud blemente, diferentes tipos de discriminaciones de vista y desarrollos intelectuales que ya ha- intención de Medina Echavarría es la de fun-
del cual debemos aceptar su validez?, ¿cuáles aparecerán con frecuencias e intensidades va- bían logrado incorporar y superar las críticas damentar una sociología empírica que tenga en
son los experimentos, las observaciones que riables en los diferentes sectores sociales, etcé- de la tradición alemana, aun manteniéndose cuenta las críticas antipositivistas, pero sin re-
la verifican? ¿Bastará con que se trate, como tera. Resulta claro, por consiguiente, que dado dentro del marco del conocer científico propia- nunciar a los rasgos específicos que caracteri-
dice Ayala, de una “vivencia muy general […] el significado que posee esa afirmación inicial mente dicho, sino que mostró que la escisión zan el conocer científico Muy interesante a este
a disposición de todo el mundo” para que pue- que se halla en la base del sistema, su validez entre ciencias naturales y ciencias culturales respecto es su contestación a J. Gaos (1942).
da omitirse la verificación sin la cual ninguna no puede inferirse de una simple “vivencia indi- debía, con razón, considerarse “como cosa pa- Cabe citar ahora a L. Mendieta y Núñez, que en
proposición puede ser aceptada en el cuerpo vidual”, como lo hace el autor, sino que debería sada y disuelta”. Medina Echavarría afirma vi- su fecunda producción científica ha dedicado al-
de una ciencia? Y además, ¿es cierto que la ve- ser el resultado de observaciones controladas gorosamente la independencia de la sociología guna atención al problema (1949c, 1949b, 1949a).
rificación destruiría aquí la esencia del hecho y sistemáticas. con respecto a la filosofía y funda de manera Según este autor, si bien en sociología el experi-
por ser este, según la posición de Ayala, una Este ejemplo muestra claramente cómo el convincente el carácter empírico de la sociolo- mento propiamente dicho (experimento de labo-
realidad “espiritual”? Es evidente que no; la ve- declarar inasequible para la metodología cien- gía. Debemos señalar, sin embargo, un residuo ratorio”) no es asequible por ahora, el método ex-
rificación de esa hipótesis acerca de la actitud tífica ciertos hechos, acaba por abrir el camino dualista que no deja de debilitar en algo su posi- perimental latu sensu es perfectamente posible,
hacia un desconocido, es perfectamente rea- a toda clase de afirmaciones incontroladas. Lo ción. A pesar de haber afirmado la independen- como lo demuestra la experiencia de los investi-
lizable: con procedimientos de muestra y ob- que vivencialmente parece obvio o aun posible cia del método científico (en sus fundamentos gadores norteamericanos. Y es en un método ex-
servaciones adecuadas –posiblemente basadas se transforma ipso facto en una “verdad cien- lógicos) del objeto de estudio, vuelve a introdu- perimental adecuado a las necesidades del objeto
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que reside la posibilidad de superar, en nuestra de manera efectiva el estudio concreto de la te latinoamericano. Es también el país en que más reciente desarrollo de la problemática me-
disciplina, “el estado de especulación pura como realidad social (1946b, 1946b, 1951). se ha desarrollado con mayor vigor e intensi- todológica en los Estados Unidos, aboga tam-
cadena interminable de teorías y conjeturas”. En la primera Reunión Argentina de Sociolo- dad la investigación social y la enseñanza de la bién por un mayor ajuste entre teoría y praxis,
Aunque alejado de estos problemas de or- gía, realizada en Buenos Aires en julio de 1950, metodología adecuada para realizarla. Dentro por una sistemática sociológica que de sentido
den metasociológico, y entregado a la más fe- las diferentes tendencias metodológicas a las de lo publicado en la última década, además de y organización a los actos empíricos.
cunda labor de la investigación, M. Figueroa que nos referimos hallaron alguna expresión en la obra de Freyre ya señalada, conocemos los
Román (1948) ha subrayado una y otra vez la el debate suscitado en torno a la comunicación trabajos de Carneiro Leão (traducidos al caste- ***
unidad de teoría e investigación, de sociolo- de P. Horas, dedicada al problema del método. llano) (1940), de Fernando de Azevedo (1935,
gía y sociografía. Rechaza, así, la separación Este sociólogo, que acepta en general la posición 1942), de Donald Pierson (1946b, 1945, 1946a, En la década transcurrida se han publicado tra-
entre el estudio de la sociedad en abstracto de Max Weber, sostuvo la necesidad del empleo 1946c, 1942), de Mario Lins (1940a, 1944, 1947, ducciones de varias obras extranjeras de gran-
(sociología) y el de las sociedades concretas simultáneo de la comprensión y la explicación, 1949, 1940b, 1945) y de L. de Aguar Costa Pinto. de importancia para el problema metodológi-
(sociografía), pues dice: ¿en dónde pueden para el estudio de la realidad social, fundándo- Azevedo, que se mueve principalmente dentro co. En primer lugar cabe citar la edición de las
basarse los principios sociológicos sino en las se en el supuesto ontológico de la doble dimen- del pensamiento durkheimiano, señala la iden- obras de Dilthey (1944, 1945, 1946), de Spran-
observaciones concretas de la realidad? Cabe sión –espiritual y natural– de la realidad social. tidad –desde el punto de vista de los fundamen- ger (1948, 1947, 1949), de Aron (1946), de Win-
recordar, además, su insistencia sobre otro Si bien puede decirse que esta posición refleja tos– de las ciencias sociales y las naturales, te- delband (1950), de Rickert (1943), de Simmel
aspecto esencial de la metodología: el carác- bastante bien la orientación preponderante de niendo en cuenta especialmente los recientes (1950), de Max Weber (1944), y otros autores
ter sintético de la investigación como medio la sociología en la Argentina, pudo observarse desarrollos epistemológicos en el campo de la ubicados todos dentro de la tradición “cultu-
indispensable para alcanzar el conocimiento que los sociólogos más jóvenes experimentaban física. Donald Pierson, en su Teoria e Pesquisa ralista”, predominante en Latinoamérica. Den-
total de la realidad social, y su afirmación de serias dudas al respecto y manifestaban la nece- em Sociologia y en trabajos sucesivos insiste tro de esta misma tradición han de colocarse
que ese carácter sintético solo puede corres- sidad de hallar una base metodológica capaz de sobre todo en la interdependencia de teoría e además numerosos trabajos de crítica y expo-
ponder a la sociología, como ciencia teórica y asegurar una posición más firme al momento de investigación, en la necesidad de escapar por sición realizados por autores sudamericanos.
empírica a la vez. la investigación concreta. En general, el conte- un lado a la especulación no verificada e inve- Así, sobre Weber han escrito Poviña, Recasens
El autor de esta nota ha insistido también nido de los temas tratados en esta primera Re- rificable, y, por el otro, al mero empirismo del Siches y otros; sobre Dilthey, Pucciarelli, Fran-
en la Argentina, en la necesidad de superar el unión reveló de manera muy clara el giro espe- “Fact finding”, a la ciega y vana búsqueda de cisco Romero, Imaz, Doura Parella, etc.; sobre
dualismo metodológico que es la causa más culativo y filosófico que caracteriza la sociología datos. Rechaza, por otra parte, la posición be- Freyer, Poviña, etc. No nos detendremos sobre
grave del escaso desarrollo de la investigación argentina en estos momentos, por lo menos en haviorista extrema, incluyendo como esencial estos trabajos ni sobre las traducciones citadas
empírica. Solo en tanto se comprenda cuál es sus centros académicos. en la investigación el estudio de las motivacio- por tratarse de una labor ya muy bien conocida
la verdadera posición epistemológica y meto- Brasil, como ya se dijo, representa una ex- nes. Lins, por su parte, fundado sobre todo en entre nosotros, y de obras cuya edición original
dológica de la sociología será posible impulsar cepción “culturalista” en el resto del continen- la lógica nueva, en la teoría del campo y en el se remonta por lo general al primer cuarto de
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este siglo, y por lo tanto ya tradicionalmente lógica de Stuart Mill. Además, en el prefacio a rales o sociales–, ese criterio es la verificación; cuestión, la conducta de otros individuos o gru-
incorporadas a la bibliografía. la obra El carácter femenino de V. Klein (1951), los fundamentos lógicos de ambos métodos pos en situaciones comparables. (ibid.)
La literatura sociológica sobre nuestro tema insiste y aclara considerablemente su principio son así los mismos. Lo que se propone MacI-
se ha enriquecido también con la traducción de la integración de la investigación social por ver en su obra es “el problema de la aplicación Trátase, como se ve, de la investigación de los mo-
de cierto número de obras, todas ellas edi- medio del enfoque simultáneo de las diferen- al objeto particular de las ciencias sociales tivos de orden psicosocial que explican la acción
tadas en el idioma original, en fecha reciente tes disciplinas especializadas. Se destaca allí de la fórmula universal de la investigación de humana; según cierta forma de behaviorismo mal
(aproximadamente en el última década) que el papel unificador del sociólogo como jefe de causas”. En su indagación rechaza el operacio- entendido, tales motivos quedarían excluidos de
representan –si bien de diferentes modos– en- un equipo de especialistas, papel que se realiza nalismo y el behaviorismo extremos: la expli- la investigación. MacIver (y con él la enorme ma-
foques nuevos y a menudo opuestos a los de dentro del proceso acumulativo de las ciencias cación sociológica debe ir más allá que el des- yoría de los sociólogos anglosajones) rechaza esa
la tradición “culturalista”. Recuerdo en primer empíricas y no como una tarea puramente sub- cubrimiento de correlaciones estadísticas; esta exclusión y afirma las posibilidades y la necesidad
lugar a Karl Mannheim, cuyas obras Ideología jetiva y personal, como sostenían aquellos es- son, sin embargo, la conditio sine qua non de de efectuar inferencias válidas acerca de los mo-
y Utopía (1941) y Libertad y Planificación tudiosos (recuérdese, por ejemplo, a R. Treves, toda investigación social, pues “proporcionan tivos de la acción. Así, su análisis para determinar
(1942) tienen notable importancia para la me- ya citado) que conciben a la sociología como la prueba que debe pasar toda hipótesis antes el método de investigación relativo al papel cau-
todología. Especialmente en el libro citado en una disciplina “del espíritu”, y por lo tanto de de que pueda ser aceptada como una preten- sal de aquel nexo gestalt-motivacional, que llama
último término (la edición alemana es de 1936, orden filosófico. sión legítima digna de una investigación ulte- “ponderación dinámica”, aunque presenta rasgos
pero fue completamente reelaborada en la edi- Ya como una contribución especializada al rior” (p. 328-329). Cuando esta prueba quede peculiares que le son propios, no escapa en sus
ción inglesa en 1942) el autor aboga por una problema del método cabe citar las obras de satisfecha, la investigación pasa a otro plano, fundamentos a los principios lógicos en los que
superación tanto del intuicionismo romántico MacIver (1949), de H. Kelsen (1945) y de F. mas, adviértase bien, no se trata de un plano se apoya el conocer científico en general.
como del conocimiento puramente “individua- Kaufmann (1946). La primera, Causación so- que escapa a la verificación: La idea de la unidad de la ciencia y una com-
lizador” de la tradición hegeliana e historicista. cial, que apareció en la edición original ingle- pleta superación de la dicotomía ciencias cultu-
En su lugar propone el empleo de una lógica sa en 1942, para ser plenamente comprendida De nuevo acudimos a las pruebas, pero su inter- rales-ciencias naturales la hallamos en la obra
especial que, aun reconociendo ciertas peculia- debe ubicarse dentro del clima de la sociología pretación sigue una línea diferente y requiere de H. Kelsen, Sociedad y Naturaleza (1945).
ridades en el objeto sociológico, no abandona anglosajona. Se ha querido ver en esta obra un la aplicación de métodos diferentes. Esas prue-
En su interesante análisis del pensamiento pri-
bas son de varias clases, las otras actividades
el suelo firme del conocer científico en gene- apoyo a la metodología de la comprensión a la mitivo, y de acuerdo con los resultados de la
patentes de aquellos cuya conducta está siendo
ral. Esa lógica, como se sabe, supone el empleo manera de Dilthey, mas en verdad se trata sim- investigada en algún respecto particular las co- sociología del conocimiento, Kelsen muestra
de principia media, destinados al estudio del plemente de un enfoque que, si bien reacciona municaciones orales, escritas y expresiones de cómo el principio de causalidad se origina a
funcionamiento de leyes generales en las con- frente al operacionalismo extremo (tipo Lund- los participantes, las opiniones de los que están partir del principio de retribución. “El primiti-
figuraciones concretas; el antecedente de tales berg) no sale del terreno científico en general. en contacto directo o indirecto con ellos, la con- vo interpreta la ‘naturaleza’ confirme a normas
principia media, cabe recordar, se halla en la Para MacIver, como para otros autores –natu- ducta pasada de los individuos o de los grupos en sociales, especialmente según la lex talionis,
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norma de retribución”. La dualidad sociedad- damental que impida el arribo de la sociología ción científica” (cuerpo de conocimientos es- ciones científicas” a que se aplican, es decir, según
naturaleza se produce a través del ordenamien- a este tipo de leyes en su propio dominio”. tablecido hasta el momento en que debe deci- el objeto de estudio. En las ciencias sociales, en
to de los mismos elementos alrededor de los La obra de F. Kaufmann, Metodología de las dirse la aceptación, rechazo o eliminación); particular, es necesario emplear simultáneamen-
dos principios causalidad y normativo, que, sin Ciencias Sociales (1946), representa una con- b. entre tales fundamentos, la observación te reglas preferenciales distintas o, como suele
embargo, tienen un origen único. Alrededor del tribución de primera magnitud en el desarrollo (proposiciones-protocolo) desempeña una decirse, diferentes métodos. Pero, cualesquiera
principio de causalidad se constituye la noción de nuestro problema. Sería imposible incluir función esencial; que sean estos métodos (es decir las reglas pre-
de la naturaleza y en torno al principio norma- aquí un análisis adecuado de este libro; es, sin c. todas las “decisiones científicas” son rever- ferenciales seguidas), nunca debe olvidarse que
tivo, la de sociedad. De este modo la separación embargo, necesario señalar algunos de los pun- sibles (principio del control permanente); se fundan sobre las reglas básicas señaladas más
entre una y otra “concebidas como diferentes tos de mayor interés. Kaufmann fija en primer d. un “decisión científica” no puede conducir arriba, reglas que son únicas para todas las cien-
sistemas de elementos” es el resultado “de mé- lugar los fundamentos del método científico en a la inclusión o mantenimiento en el cuerpo cias, independientemente de su objeto.
todos diferentes de pensar, y solo en cuanto general. La tarea principal de la metodología de una ciencia de dos proposiciones incom- Teniendo en cuenta esta concepción me-
tales, dos objetos diferentes”. Mas el proceso –dice– es la de explicitar el sistema de reglas de patibles entre sí; todológica de Kaufmann, resulta claro que la
no acaba en esta dicotomía, la que constituye procedimiento puesto en práctica por los cien- e. toda proposición debe ser (potencialmente, controversia sobre métodos en sociología se
simplemente una etapa del pensamiento, etapa tíficos en la investigación. Tal sistema tiene por si no actualmente) susceptible de ser acep- refiere en realidad a las reglas preferenciales;
próxima a ser superada por un nuevo monismo, objeto regular la aceptación, rechazo o elimina- tada o rechazada. puede concederse que estas difieran en cada
opuesto al primitivo, pues lleva a la absorción ción de proposiciones en el cuerpo de una cien- disciplina según el objeto, y que las ciencias del
de la sociedad en el sistema de la naturaleza. cia. Si bien se debe admitir que tales reglas de Es fundamental distinguir estas reglas “básicas” hombre y de la sociedad requieran un sistema
Esto es posible debido al desarrollo de la no- procedimiento pueden modificarse a través del de la metodología en general de lo que Kaufmann de cánones y preferenciales diferentes del que
ción de causalidad de la ciencia moderna, que tiempo, es evidente que han de existir ciertos llama “reglas preferenciales” (preference rules). resulta más eficaz en el campo de la naturaleza.
del de necesidad absoluta pasa al de probabi- principios invariables “constitutivos del méto- En la investigación de todo problema científico Mas lo que han olvidado los sostenedores de
lidad estadística. “Para la sociología moderna do científico como tal”, sin los cuales esta ex- hay evidentemente cierta serie óptima de “pasos” los métodos comprensivos e intuicionales, es
–dice Kelsen– un hecho social aparece como presión carecería de sentido. Según Kaufmann, que conducen a la solución aceptable y otras que la omisión del requisito de la verificación
una parte de la realidad, determinado por las los principios invariables fundamentales de la series que probablemente no conducirán a ella (así como de cualquiera de las demás reglas
mismas leyes que un hecho natural” pues “no metodología científica son los siguientes: o bien que no lo harán de manera tan rápida y “básicas”) significa simplemente abandonar el
existe diferencia entre las leyes naturales y las eficiente. Los criterios que rigen aquella serie de campo del método científico como tal.
sociales […] tan pronto como una ley natural a. los fundamentos (grounds) de una “decisión pasos, que son presumiblemente más adecuados Además de esta fundamental clarificación, la
misma abandona su pretensión de necesidad científica” (admisión o rechazo de una propo- para alcanzar la solución de determinado proble- obra de Kaufmann contiene otras afirmaciones
absoluta y se satisface con ser una aserción de sición determinada) deben encontrarse entre ma científico, constituyen las “reglas preferencia- que contribuyen a eliminar la separación radical
probabilidad estadística. No hay obstáculo fun- las proposiciones pertenecientes a la “situa- les”. Tales reglas pueden variar según las “situa- entre ciencias de la naturaleza y ciencias socia-
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les. Así muestra como la supuesta oposición entre influida por el pensamiento de Dewey, y en par- de R. Treves (1942) y de Carneiro Leão (1940); M. sociológica: Aplicação às relações entre
la rigidez y la necesidad de las leyes físicas y el ticular por su Lógica, cuya edición castellana Figueroa Román dedica un capítulo a los métodos histórica e sociologia” en Sociologia (San
carácter tendencial de las leyes sociales se basa acaba de aparecer (1950), pero de esta impor- sociográficos y a su desarrollo, en su Sociografía y Pablo) II, 4, octubre, pp. 305-327.
sobre una confusión entre leyes teoréticas y leyes tante obra hablaremos en otra oportunidad. Planificación (1948). Por último, se han publicado Ayala, Francisco 1947 “Sistema de la
empíricas. Las primeras son reglas de procedi- diferentes artículos (de autores hispanoamerica- sociología” en Tratado de sociología Vol. II
miento: no se dan exactamente en la realidad (tal, *** nos y extranjeros) sobre problemas de técnica de (Buenos Aires: Editorial Losada, S. A.).
por ejemplo, la ley de la caída de los cuerpos), sino la investigación (Chapin y Stuart, 1944; Germani, Azevedo, Fernando de 1935 Principios de
que indican lo que ocurriría en ciertas condicio- Para terminar, nos referiremos a lo más importan- 1944, 1943, 1950; Gusti, 1947; Kluckhohn, 1946; Sociologia (San Pablo: s/d).
nes específicas (aunque irreales); las leyes empíri- te que se ha publicado en castellano sobre técni- Lundberg, 1949; Nogueira, 1942; Queen, 1944, 1945; Azevedo, Fernando de 1942 Sociología de
cas, por ser proposiciones universales sintéticas, cas de la investigación. En verdad es muy poco Ware, 1947; Young, 1947-1951). la educación (México: Fondo de Cultura
no son necesariamente válidas y en muchos casos (demasiado poco). Es esta una consecuencia de Económica).
son de carácter estadístico y probabilístico. Cabe las ideas metodológicas que prevalecen en el con- Baldrich, Alberto 1943 “La causa y la condición
observar aquí que los “tipos ideales” weberianos tinente, pues es comprensible que la enseñanza de Bibliografía sobre métodos y de la sociología” en Boletín del Instituto de
de algunos consideran exclusivos de las ciencias la técnica de la investigación queda prácticamente técnicas sociológicas Sociología (Buenos Aires) Nº 2, pp. 43-49.
del hombre, no son más que “leyes teoréticas”, olvidada cuando se considera la sociología como Baldrich, Alberto 1942 “Libertad y
que se dan en todas las ciencias. una disciplina especulativa y filosófica. Trabajos publicados en el determinismo en la sociología de Max
En cuanto al problema del conocer psicológico, La publicación de la metodología de G. A. Lu- período 1940-19501 Scheler” en Boletín del Instituto de
si bien Kaufmann critica la posición de los behavio- dberg (101) y la traducción de la obra de P. V. Sociología (Buenos Aires) Nº 1, pp. 57-99.
ristas y fisicalistas extremos, también rechaza co- Young que viene realizando la Revista Mexicana I - El problema del método: trabajos Bossano, Luis 1941 Los problemas de la
herentemente con su concepción del método cien- de Sociología (1947-1951) representan los dos de autores latinoamericanos2 sociología (Quito: Imp. de la Universidad).
tífico, el intuicionismo, “basado –dice– en teorías acontecimientos más importantes en este campo. Campos, C. 1948 “Nuevos aspectos en teoría
del conocimiento inmediato” que, por otra parte, no Desgraciadamente no existe todavía un manual Arbousse-Bastide, Paul 1940 “Os métodos, del conocimiento” en Realidad (Buenos
son tampoco exclusivas de las ciencias “del espí- metodológico del autor hispanoamericano: la obra os processos e técnicas da pesquisa Aires) III, 7, pp. 198-208.
ritu” sino que corresponden exactamente a ciertas anunciada (mas todavía no publicada) de M. Figue- Caplow, Theodore 1946 “Hacia una definición
teorías de la verdad sostenida por epistemólogos roa Román habrá de llenar una urgente necesidad. 1 La presente bibliografía debe considerarse incom-
analítica de la sociología” en Revista
–empiristas radicales– de las ciencias físicas. Cabe señalar, sin embargo, unos cuantos trabajos pleta, a causa de las conocidas deficiencias de informa- Mexicana de Sociología (México), VIII, 3,
La obra de Kaufmann, en su edición ingle- parciales. Así, los Cursos de Sociología (1950) de A. ción existentes en este campo. septiembre-diciembre, pp. 421-426.
sa de 1944, que modifica de manera notable la Poviña contienen referencias acerca de las técni- 2 Se han incluido algunos autores extranjeros radica- Carneiro Leão, Antonio 1940 Fundamentos de
anterior alemana (1936), fue profundamente cas; lo mismo la obra de Medina Echavarría (1941), dos en Latinoamérica. sociología (Río de Janeiro: Rodrigues & Cía.).
340 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 341

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Sobre algunas consecuencias prácticas
de ciertas posiciones metodológicas
en sociología, con especial referencia
a la orientación de los estudios
sociológicos en la América Latina*

Gino Germani

S e ha afirmado más de una vez que las dis-


cusiones metodológicas alrededor de una
ciencia son tareas estériles e incluso perjudi-
nera directa de las teorías que formulen los epis-
temólogos y los estudiosos de la lógica. Estos
se colocan frente a la ciencia y a sus métodos
te, hay una relación directa entre el carácter
eminentemente especulativo de cierta parte de
la sociología alemana y la radical separación
de orden extrateórico, consecuencias que han
afectado seriamente, a mi juicio, el desarrollo
de la investigación concreta de la realidad so-
ciales pues consumen energías que deberían como frente de un objeto dado, para analizar entre ciencias culturales y ciencias naturales cial. En efecto, al negar la posibilidad de exten-
emplearse en procurar el desarrollo de la cien- críticamente su significado, sus alcances, sus que allí llegó a prevalecer. Por supuesto, para der a esta esfera los métodos de la ciencia en
cia misma. Aun prescindiendo de la falsedad supuestos implícitos y su validez. explicar estas diferencias, cabe también tener general, se favoreció la especulación en lugar
de esta actitud estrechamente pragmática apli- En las ciencias sociales, en cambio, debido en cuenta otras razones de carácter histórico- de la investigación; y la actividad intelectual
cada al conocimiento, debe afirmarse que en el en parte a una tradición intelectual todavía vi- social, pero no puede negarse que la presencia dirigida al conocimiento de los fenómenos so-
campo de las ciencias sociales el predominio de gorosa, que sigue vinculando estrechamente de dos tradiciones intelectuales opuestas cons- ciales fue más de carácter filosófico que cien-
una determinada teoría acerca del método tiene esos estudios con la filosofía, y en parte a causa tituye el elemento diferencial que se presenta tífico y bajo el nombre de sociología se hizo
efectos de vastos alcances, no solamente sobre de la naturaleza misma del objeto, las posicio- en primer término al realizar un análisis. filosofía social.1
los métodos realmente empleados, sino también nes metodológicas llegan a representar un fac- Por estos motivos, creo, ocuparse del pro-
sobre el desarrollo de la ciencia misma. No ocu- tor de importancia en la orientación concreta blema del método en sociología no solamente
rre lo mismo en el campo de las ciencias natura- de la teoría y de la investigación y hasta en la representa una tarea legítima desde el punto 1 Recientemente se empezó a reconocer, incluso en-
tre los mayores exponentes de las posiciones filosófi-
les, pues aquí los procedimientos efectivamente selección de los temas de estudio. Por ejemplo, de vista de la especulación epistemológica y cas adversas al naturalismo y al positivismo, que los ex-
empleados en la investigación y en la evolución no cabe la menor duda que una parte notable lógica a la cual corresponde este tema, sino cesos de la reacción antipositivista tuvieron gravísimos
del conocimiento científico no dependen de ma- de las investigaciones que se realizan en los que constituye también una tarea esencial para efectos sobre el desarrollo de las ciencias del hombre
Estados Unidos se deben, en lo que se refiere favorecer determinadas orientaciones en el tra- en nuestros países americanos. Esa enconada crítica,
* Germani, G. 1952 “Sobre algunas consecuencias prác- tanto a la elección del objeto, como a la pro- bajo concreto de la ciencia. afirma, por ejemplo, Francisco Romero, “no se paró en
ticas de ciertas posiciones metodológicas en sociología distinguir lo que en esa sociología y en esa psicología
blemática que se sigue en la formulación de la También en España y en Latinoamérica la positivistas era pretensión injustificada y lo que era
con especial referencia a la orientación de los estudios so-
ciológicos en la América Latina” en Boletín del Instituto hipótesis, al ideal metodológico que predomina radical separación entre ciencias de la natura- aporte; y sobre todo –y fue lo más grave– no se advirtió
de Sociología (Buenos Aires) Nº 6, pp. 105-118. en la tradición empirista sajona. Análogamen- leza y ciencias del espíritu tuvo consecuencias que en otras partes se iba pasando insensiblemente a
348 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 349

El olvido de la investigación y la transforma- en Dilthey como en los autores que lo siguie- etcétera. Parece bastante claro, sin embargo, lenguaje se van construyendo ad hoc teniendo
ción de la sociología en una disciplina de carác- ron, pero se refiere siempre a un tipo de apre- que ni la “vivencia” ni estos supuestos “crite- en cuenta los fines específicos del interés cog-
ter prevalentemente filosófico y especulativo hensión inmediata, a un conocer que surge de rios exteriores” pueden sustituir al proceso de noscitivo.
se debe sobre todo a la eliminación implícita o la identidad de sujeto cognoscente y objeto verificación, cuyo rasgo esencial es su alcance Por otra parte, la operación por la cual co-
explícita del proceso de la verificación comos conocido. Sea que se trate de la comprensión intersubjetivo. En realidad la noción de lo “in- nocemos los hechos psicosociales no puede
requisito esencial del conocer científico, cual- en un nivel psicológico o en otro nivel (com- mediatamente dado”, tanto en lo que se refiere tener el carácter de inmediatez que lo atribu-
quiera sea el objeto al que se aplica. Tal elimi- prensión de formas o totalidades espirituales, a la vivencia en el conocer sobre el plano psico- ye Dilthey por una razón que fue formulada
nación ocurrió de muy distintas y aun cuando etcétera), nunca estamos en presencia de algo lógico, como a la “intuición”, “comprensión” de por Rickert, en su crítica al institucionismo
escapa a los limitados alcances de esta comu- “construido” sino de algo –para emplear los totalidades, etcétera, en el conocimiento de los Diltheyriano. El acto del conocer, dice Rickert,
nicación realizar un examen detallado del pro- términos diltheyanos– “inmediatamente dado”. objetos culturales, parece introducir una peli- requiere desde el punto de vista lógico y epis-
blema, señalaré dos de sus aspectos, que pue- En esto justamente se oponen “comprensión” grosa confusión entre ciencia y conciencia. temológico un percipiens y un perceptum, un
den relacionarse de manera significativa con y “explicación”, siendo esta última el método Cabe recordar a este propósito que ningún sujeto y un objeto. Esto se aplica tanto al cono-
el estado de los estudios sociológicos en esta característico del conocer científico-natural. objeto del conocimiento, trátese de la llamada cimiento de lo físico como al de lo psíquico. En
parte del continente americano. Resulta bastante claro que esta forma de in- experiencia interna o de la realidad exterior, se la introspección, pues, la diferenciación lógica
El primer aspecto se refiere al carácter pri- tuicionismo, en el cual la vivencia se eleva a nos da inmediatamente en la manera que afirma entre objeto y sujeto persiste, y prácticamente,
vilegiado que poseería el método peculiar de fuente primaria de conocer, puede fácilmente Dilthey. Nunca conocemos la realidad tal como por así decirlo, tenemos una parte de la psique
las ciencias de la cultura: la comprensión. Este transformarse en un incentivo para evadir u ol- se nos da, “ella se nos presenta como una mu- que observa a la otra. Rickert introduce a este
término cubre una variedad de sentidos tanto vidar el penoso proceso de la verificación. Lo chedumbre incalculable para nosotros”. Para propósito el concepto de “sujeto epistemológi-
que parece vivencialmente obvio se transforma observarla, necesitamos operar una selección co” (erkenntnistheoritisches Subjekt)3 que no
ipso facto en una proposición científicamente por la que escogemos ciertos elementos en su formaría parte de la realidad empírica sino que
otro experimentalismo psicológico que escapaba a los válida. La presencia de este peligro fue adverti- infinitud potencial; tanto en las operaciones del representaría el límite de nuestros esfuerzos
reproches que se hacían a la psicología experimental
del Positivismo, y que la sociología igualmente ensaya-
da por el mismo Dilthey, que se refirió a veces sentido común como en las de las ciencias y cuando exploramos nuestra psique, haciendo
ba nuevos métodos y se afianzaba y robustecía cada vez a la necesidad de “criterios exteriores”, tales cualesquiera que sea la esfera hacia la cual nos pasar a objeto y sujeto, sucesivamente, dife-
más […] La consecuencia ha sido el retraso enorme de como la “conciencia lógica de validez gene- dirigimos, el objeto del conocimiento es el re- rentes contenidos de la misma. Cualquiera que
ambos géneros de estudios en el país.” (1952: 21). Sin ral de los juicios”, conciencia de la evidencia, sultado de esa simplificación. La selección que sea la opinión que se tenga sobre este concepto
embargo –cabe advertir–, el mismo Romero sigue acep- “evidencia inherente al proceso de pensar”,2 se opera en el sentido común se hace por medio de Rickert, lo que debe aceptarse es la distin-
tando la radical separación entre ciencias naturales y
ciencias culturales, y con ella, una posición metodoló-
del lenguaje corriente y de los conceptos que el
gica que es directamente responsable del escaso desa- mismo contiene. En el conocimiento científico,
rrollo de la investigación sociológica. 2 Cf. las observaciones de Roura Parella (1946: 37-57). los sistemas de referencia, los conceptos y el 3 Cf. Rickert (1929), Goldenweiser (1940: 98 y sigs.).
350 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 351

ción necesaria entre objeto y sujeto en el acto al observar las acciones humanas, interpretar interpretación de las acciones humanas, indu- antropólogos. Malinowski cuenta, por ejemplo,
de conocer. O por lo menos del conocer cien- ciertos signos y qué es lo que acontece en la ce a postular la existencia de alguna cualidad que no lograba comprender por qué en ciertas
tífico, puesto que son numerosas las filosofías psique del individuo en cuestión. Pero ocurre misteriosa que parece diferenciarla del tipo de ocasiones los nativos se mostraban resenti-
que pretenden fundamentar otras formas de que ese tipo de comprensión le hallamos tam- inferencia aplicado a otros asuntos en la pre- dos y ofendidos con él. Pudo descubrirlo solo
conocimiento fundado en una u otra especie bién cuando se trata de cualidades materiales sencia implícita, en el proceso analógico, de más tarde, cuando supo que representaba una
de intuición. Con esto se pone en evidencia que sensibles. Comprendemos la sensación que al- una uniformidad de conducta.5 Me explicaré ofensa muy grave mencionar el parecido exis-
uno de los resultados de la dicotomía ciencias guien experimente al ver el color rojo, porque con otro ejemplo: tente entre hermanos. Esta era la uniformidad
naturales-ciencias del espíritu es la transforma- nosotros también hemos visto alguna vez ese La necesidad de conocer las uniformida- de conducta que le faltaba conocer para “com-
ción de estas en filosofía, aun manteniendo el color; por lo tanto somos capaces de colocar- des de conducta imperantes en una sociedad prender” (en el sentido de Dilthey) la actitud
nombre de ciencias. nos imaginativamente en su lugar y “revivir” para explicar las acciones humanas que se de- de los nativos en ciertas ocasiones. Estas uni-
Para estudiar más concretamente el método (como dice Dilthey) su sensación, de rojo. La sarrollan en su seno es bien conocida por los formidades de comportamiento solo aparecen
comprensivo y sus verdaderos alcances y sig- situación es la misma: en ambos casos la sen- explícitamente cuando no las conocemos; pero
nificado conviene examinar separadamente la sación o el sentimiento experimentados en un ocurre que como hombres hemos acumulado,
comprensión que tiene por objeto los procesos determinado momento, por una determinada a la polémica acerca del conocimiento del yo ajeno en para las necesidades mismas de la vida en co-
los términos de la problemática aludida anteriormente,
psíquicos, de la que se dirige a las totalidades, persona, son algo irremediablemente personal mún, un saber que, además, se ha vuelto acríti-
logró poner muy de relieve el carácter analógico de las
a las conexiones de sentido objetivas. Por su- y único pero en ambos casos, por un proce- inferencias acerca de contenidos particulares de la con- co, no reflexivo o automático –una creencia– y
puesto, en una y en otra se habla de totalidades dimiento analógico, inferimos el tipo de sen- ciencia ajena. E. Cassirer (1951) en una de sus últimas es por ello que cuando lo empleamos en alguna
indivisibles, y de intuición interna, pero es evi- sación o de sentimientos que aquella persona obras vuelve a colocar el problema de la fundamenta- inferencia efectuada para interpretar la con-
dente que ambas se diferencian por lo que se debió experimentar.4 El elemento que, en la ción de las ciencias de la cultura y su diferenciación del ducta o la psique ajena no nos damos cuenta
conocimiento científico-natural sobre un plano ante-ló-
refiere a su objeto. gico, y precisamente en las distinción entre percepción
de su presencia. Por supuesto esas reglas im-
La primera es la comprensión del yo ajeno y de cosas y percepción de expresiones, mas no puede plícitas que nos guían en la vida cotidiana no
4 Esta afirmación escapa a las críticas que T. Lipps,
de sus procesos psíquicos. M. Scheler y otros han dirigido a la teoría analógica del decirse que su argumentación aporte nada decisivo a la siempre se verifican, a veces son, como suele
Para dar un caso concreto puede decirse conocimiento del yo ajeno. Aun cuando la noción (o controversia. decirse, “prejuicios”, justamente porque se tra-
por ejemplo que comprendemos el proceso mejor la vivencia) de la existencia de otros yo (del tú). 5 El mismo Dilthey incurre en numerosas contra- ta de otras tantas sociologías privadas (como
psíquico que experimenta la persona que odia, fuera anterior a todos proceso intelectual, parece cla- dicciones acerca del carácter de la comprensión. En alguien las llamó alguna vez), que empero nun-
por cuanto nosotros también, como seres hu- ro que la comprensión de un contenido particular de ciertos pasajes incluso llega a interpretarla como una ca fueron verificadas. Una de las tareas de las
la conciencia ajena solo puede basarse en inferencias operación analógica y a admitir la necesidad de infe-
manos, somos capaces de experimentar ese implícitas fundadas sobre un proceso de orden ana- rencias sobre la base de determinadas uniformidades
ciencias sociales es justamente la de obtener
sentimiento, y posiblemente lo hayamos expe- lógico. Muy interesante a este propósito el análisis de de conducta. Cf. por ejemplo en Dilthey, 1946: 165 y una descripción de tales normas tal como se
rimentado alguna vez. Tan solo así podemos, Abel (1948: 211-218). Si bien este trabajo no se refiere 341; y 1945: 261-262, 339-340, 350-351 y passim. dan en la conciencia común, y la de verificar
352 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 353

su correspondencia con los comportamientos mento universalmente válido” de la estructura elementos empíricos extraídos de la historia. relaciones que ligan los distintos aspectos de
y las actitudes observables. Todas ellas pue- psíquica. Así, aun cuando en la hermenéutica Ahora bien, este tipo de comprensión puede ser ese todo, sea una institución, una cultura, una
den, en efecto, ser reducidas a proposiciones abandona el psicologismo, ese comprender su- interpretado de dos modos: se puede suponer época, una escuela, etcétera. Decir que deter-
verificables (en el sentido que comúnmente se pone siempre la experiencia personal por un que lo que se pretende captar es una esencia, minado grupo de fenómenos representa una to-
da a la palabra verificación) y no tienen nada lado y la constancia de la naturaleza humana o un “espíritu”, al que se declara por definición talidad significa que sus partes guardan entre sí
de inmediatamente dado y de metaempírico por el otro. –como lo hacen algunos de los representantes una relación funcional determinada. Así, puede
como pretenden implícitamente los sostene- Por otra parte, aun en el caso de la com- de esta corriente–, por encima de toda verifi- afirmarse que tal estilo artístico, tal forma re-
dores del método comprensivo. Es así que, prensión de formas espirituales objetivas, de cación empírica. En este caso lo único que hay ligiosa, tal filosofía, tal organización económi-
muy fácilmente, este método puede conducir a totalidades, nos hallamos frente a algo pare- que objetar es el empleo de la denominación co-social, son formas entrelazadas funcional-
considerar superflua la verificación. Lo que se cido. Este tipo de comprensión que algunos ciencia para designar tales especulaciones. mente entre sí. Desde el punto de vista de las
descubre como vivencia pasa a ser una propo- autores diferencian de manera más neta de la Evidentemente, habría que disputar sobre las ciencias propiamente dichas, hay que definir en
sición científica, sin necesidad de ser sometida comprensión vivencial (por ejemplo Sombart y palabras. Pero ocurre que esas construcciones qué consiste semejante relación funcional múl-
a los procedimientos que establece, en general, Sorokin), escapa igualmente a la verificación. tienen también un contenido que puede some- tiple, para luego tratar de comprobarla. Que las
la metodología científica. Las totalidades de que se trata son formas del terse a verificación empírica. La proposición de configuraciones, o Gestalten, no escapen al al-
La afirmación del carácter privilegiado que espíritu objetivo, conjuntos históricos sociales, que el racionalismo o el carácter adquisitivo son cance del método científico general, lo prueba
poseería la experiencia interna se apoya en el por ejemplo un estilo artístico, el llamado “espí- rasgos que caracterizan la sociedad capitalista el desarrollo de la psicología de la forma, es-
fondo sobre una concepción de la naturaleza ritu” de una época, la iglesia, una determinada occidental podría ser también examinada empí- pecialmente el desarrollo experimental que ha
humana como idéntica a sí misma. A pesar del forma religiosa o cultural, etcétera. Se sostiene ricamente. Sería necesario definir qué se entien- tenido y está teniendo actualmente.6
historicismo que caracteriza a los autores de que por medio de este método puede captar- de por racionalismo o por tendencia adquisitiva, De hecho la sociología y las demás ciencias
esta corriente, esta debe sostener que en cada se en toda su riqueza, en su plenitud, ese todo si se trata de determinada forma de comporta- sociales han ido aceptando la noción de todo o
individuo de la especie las estructuras psíqui- indivisible, que, sometido al desmenuzamiento miento, de un tipo predominante de ideología, de forma, pero en sentido naturalista, es decir,
cas son las mismas y que, además, es suficien- del análisis, perdería lo que tiene de esencial- de una manera de pensar, etcétera. Se iniciará como hipótesis (a comprobar) de la existencia
te poseerlas de una naturaleza humana en ge- mente propio y peculiar. así una investigación que, progresivamente, iría de determinadas correlaciones.
neral, pues sin ese postulado sería imposible Así se incurre en el error ya mencionado de aclarando los distintos aspectos de esa cultura, Una de las confusiones que se hallan en el
fundar la validez de la comprensión vivencial. asumir como dado lo que es una construcción. y diferenciación en mil problemas de detalle. origen de la posición idealista en esta materia
Esto es cierto aun cuando superándose el psi- Y como se trata de algo dado o inmediatamen- Esta afirmación de la indivisibilidad de los
cologismo se pasa a alguna otra forma de com- te conocido se consideran superfluas las veri- conjuntos histórico-sociales encierra, sin em-
prensión. Así, para Dilthey, el estudio del espí- ficaciones. En su lugar aparecen a manera de bargo, una verdad susceptible de verificación 6 Recordar, por ejemplo, la importancia que adquiere
ritu objetivo sigue apoyándose sobre el “funda- ilustraciones, o de ejemplificaciones, algunos empírica. Y es la existencia de determinadas la noción de campo en la lógica de Dewey.
354 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 355

es la de atribuir el carácter de método cien- evidente adecuación de sentido –afirma– solo es una construcción arbitraria o convencional, terísticas dadas por convención, los movimien-
tífico a un proceso psicológico. Es evidente puede considerarse como una proposición cau- que si bien posee algunos elementos extraídos tos y las correlaciones posibles en esos tipos
que el proceso psicológico por el cual el in- sal correcta para el conocimiento sociológico de la realidad no pretende reproducir ningún de construcción irreal. Esto facilita entonces
vestigador descubre alguna hipótesis, puede en la medida en que se pruebe la existencia fenómeno concreto. Por lo contrario, es una el análisis de las instituciones concretas que se
ser muy bien un acto intuitivo. Muchos des- de una probabilidad (determinable de algu- estilización con acentuación de ciertos rasgos clasifican en ese tipo social ideal. Ahora bien,
cubrimientos en las ciencias naturales tienen na manera) de que la acción concreta tomará extraídos de una pluralidad indefinida de ca- numerosas leyes físicas son exactamente del
un origen psicológico semejante. Pero no hay de hecho, con la determinable frecuencia o sos concretos. El tipo ideal es irreal, pero sir- mismo género. La ley de la caída de los cuer-
que confundir el proceso psicológico del des- aproximación (por término medio o en el caso ve para el estudio de los fenómenos reales que pos se cumple solamente en el vacío absoluto
cubrimiento con los procedimientos que fija el “puro”), la forma que fue considerada como se le acercan a medida mayor o menor, porque lo que constituye una condición irreal, o ideal-
método científico para que una determinada adecuada por el sentido. Tan solo aquellas re- posee coherencia lógica y permite estudiar así típica; en las condiciones de la experiencia co-
proposición sea aceptada. gularidades estadísticas que corresponden al el hecho en condiciones simples y claramente mún la ley se cumple pues, solo en la medida
Acaso Galileo descubrió por intuición la sentido mentado “comprensible” de una acción definidas. Por ejemplo, se define un mercado en que los factores reales no incluidos en la for-
ley de la caída de los cuerpos, pero no fue constituyen tipos de acción susceptibles de perfecto de acuerdo con determinadas caracte- mulación ideal-típica de la ley no impidan su
esa intuición la que le dio status científico, comprensión (en la significación aquí usada); rísticas: absoluta racionalidad de los operado- verificación. Otro ejemplo parecido sería el de
sino la verificación. Análogo proceso de ve- es decir son “leyes sociológicas”, y constituyen res, perfectos conocimientos de parte de estos una máquina sin fricción.
rificación hay que seguir en el campo de las tipos sociológicos del acontecer real tan solo de la situación del mercado, perfecta posibili- Por lo tanto, el empleo del tipo ideal no
ciencias sociales. aquellas construcciones de una “conducta con dad de trasladar la demanda o la oferta de bie- significa de ningún modo alejarse de los fun-
Es justamente esta verificación la que exigía sentido comprensible” de las que pueda obser- nes, de un sector a otro, etcétera. De acuerdo damentos de la ciencia en general. Por otra
Max Weber, quien aun perteneciendo a la tradi- varse que suceden en realidad con mayor o me- con estos rasgos se deducen entonces cuáles parte, permite el estudio de esos conjuntos
ción idealista alemana llegó a formular una me- nor aproximación” (Weber, 1944: 11). serían las repercusiones de tal o cual otra mo- histórico-sociales, de esas configuraciones o
todología que disminuyó considerablemente el Por lo que se refiere, por otra parte, a la com- dificaciones en una determinada curva de ofer- Gestalten que los intuicionistas pretendían al-
kiatus entre las ciencias naturales y las cultu- prensión de las conexiones objetivas de senti- ta, etcétera. Es evidente que los mercados con- canzar con un acto de aprehensión inmediata.
rales. Weber llegaba a rechazar el intuicionis- do, es decir a la captación de las formaciones cretos están muy lejos de reflejar esta situación Aquí el empleo del tipo ideal permite descu-
mo incluso por razones éticas, pues afirmaba del espíritu objetivo, Weber proponía un mé- privilegiada, pero el análisis realizado sobre el brir conexiones que la infinita complejidad
que esa posición permitía evadir la responsa- todo que, a pesar de las interpretaciones que tipo ideal permite igualmente formular leyes de los casos reales ocultaría de manera más o
bilidad científica. Por ello, Weber, al lado de la suele dársele, no difiere en su fundamentación condicionales y tendenciales. Lo mismo ocurre menos completa.
comprensión, exigía la explicación, es decir, la lógica de los procedimientos que se emplean con otros fenómenos sociales Se construyen, El error en que había incurrido el positi-
verificación. Consideraba que ambas son igual- en las ciencias naturales. Me refiero al tipo por ejemplo, los tipos de sociedad “urbana” y vismo era el de haber llegado de “reificar”, es
mente necesarias en la sociología. “Aun la más ideal. El tipo ideal en la metodología de Weber “rural” y se deduce luego a partir de las carac- decir a elevar el rango de cosas concretas los
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conceptos semejantes a los tipos ideales, que narla pues de manera más o menos explícita; se ciones históricas (Tönnies, 1910: 366; 1942: 37 en efecto, de conceptos susceptibles de verifi-
necesariamente debían emplearse en el estudio ha formulado también entre nosotros. y 349-350). La primera describe las entidades cación empírica (en el sentido de la observa-
de los fenómenos sociales. Así ocurre cuando Uno de los autores que se han preocupado en tanto de reposo, estáticamente; la segunda ción, inducción y generalización, pues tal es el
se pretende aplicar, por ejemplo, las leyes de la por fundamentar la coexistencia de la sociolo- se ocupa del movimiento de dichas entidades, método que se asigna a la sociografía). Pero
economía pura al proceso económico concreto, gía pura y la empírica es F. Tönnies. Este autor de una dinámica social. Su objeto propio es la los conceptos susceptibles de verificación en
sin antes haber procedido a las rectificaciones distingue la sociología general de la especial y evolución histórica “que envuelve aún nuestra este sentido son aquellos que se refieren a co-
necesarias. Se trata del error que Whitehead subdivide esta en tres disciplinas: sociología vida con resultados todavía imprevisibles”. Y sas y acontecimientos observables y que, ade-
llamó de misplaced concreteness, la atribución pura, sociología empírica y sociología aplica- con esto la sociología aplicada desemboca en más, poseen una estructura lógica análoga a
de un carácter concreto a un concepto que es da. La sociología pura es concebida como una la investigación de la “vida social, contempo- la de los conceptos que emplean las ciencias
tan solo una construcción convencional e irreal ciencia filosófica y, como tal, debe ocuparse de ránea en su marcha adelante, en su incesante naturales. Debe aclararse que no se identifica
del espíritu, destinada a captar la compleja rea- los conceptos; es “sobre todo una teoría de las transformación” (Tönnies, 1942: 355). Es decir, aquí la observabilidad con la materialidad: se
lidad de los fenómenos (Whitehead, 1938: 66 y formas o entidades sociales”. Entidades que en este punto se vuelve sociología empírica, consideran “observables” también ciertos fe-
sigs., 73 y sigs.).7 se dan en las conciencias de los hombres en sociografía, cuyo objeto es precisamente la nómenos “inmateriales”, como los motivos de
tanto se hallan poseídos por un querer común. investigación del presente, con métodos empí- las acciones humanas, siempre que se expre-
*** Por lo tanto, los conceptos sociológicos deben ricos, inductivos. sen de algún modo –simbólicamente– y permi-
distinguirse de los conceptos de las ciencias Concebida la sociografía como una disci- tan así su captación por inferencia. No pueden
La otra forma que conduce a eliminar u olvidar naturales, ya que “estos se refieren siempre a plina especial de tipo empírico se plantea un considerarse capaces de verificación empírica,
a la investigación como una tarea propia de la cosas que por lo menos tienen la posibilidad doble problema: a) el de sus relaciones con la por el contrario, los conceptos de “esencia” o
sociología es la división de esta ciencia en dos de ser pensado como visibles o perceptibles de sociología propiamente dicha y b) el de las re- aquellos que expresan un particular “espíritu”
ramas o partes bien separadas: una teorética o algún modo”. La sociología pura por el contra- laciones que, en el seno mismo de la sociogra- (Geist) de un todo cultural. Su verificación
pura y la otra aplicada o empírica. La primera rio, trata de entidades que no son perceptibles, fía, han de mantener teoría e investigación. como tales escapa a la ciencia empírica y, por
sería una ciencia de tipo cultural y la segunda sino que se piensan como algo que en princi- Según Heberle, la sociología pura propor- otra parte, es totalmente inútil desde el punto
una disciplina de orden naturalista. Esta formu- pio existe solo en la conciencia de las personas ciona los conceptos, mientras la sociografía de vista de la sociología pura o de la filosofía
lación es muy característica de cierto período humanas que están y se mueven dentro de una aseguraría por su parte la validez empírica de social que los formula, que no necesita la con-
de la sociología alemana y vale la pena exami- de esas entidades. Mientras la sociología pura los mismos (Heberle, 1931). Ahora bien, la po- firmación de la empiria.
constituye “un sistema más o menos estable de sibilidad de establecer esta relación recíproca ¿De qué manera podría llegarse a la com-
7 Sobre el carácter ideal típico de algunas leyes na-
conceptos y teorías”, la sociología aplicada es entre una y otra disciplina, está condicionada probación empírica, por ejemplo, de las dis-
turales, véase F. Kaufmann (1944: 86) y las citas de E. un intento de “valorar determinados conceptos por el carácter que posean los conceptos for- posiciones sociales que Vierkandt descubre
Cassirer allí indicadas. y teorías […] para la comprensión de las evolu- mulados por la sociología pura; ha de tratarse, empleando la intuición fenomenológica? Su
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afirmación del carácter esencial, fundamental nal del autor en tanto que él también es un ser complejo cultural.9 No se necesita comprobar Unterdisziplin, tal como quiere Tönnies,
e irreductible de la tendencia a la sumisión, social. Esto resulta muy claro en el ejemplo la frecuencia estadística de un determinado fe- o aun un simple nombre común para un con-
por ejemplo, no es susceptible de ser verifica- citado, pues lo que Vierkandt está empleando nómeno para descubrir su nexo lógico-signifi- junto de técnicas y otras disciplinas auxiliarias
da por los hechos: se trata de conceptos que son algunos conceptos de psicología social.8 cativo.10 En el lenguaje de este autor diríamos como quiere Treves (1942: 15-16), y la sociolo-
pertenecen a otro modo de conocer; justamen- Es legítimo preguntarse ahora: ¿Qué impor- que la interpretación causal-funcional (causal- gía, cuyo objeto es, según este autor, “la com-
te por ello no es con la comparación y la induc- tancia tiene, desde el punto de vista de la in- functional reading) es independiente de la lógi- prensión total y unitaria de una época”, hay
ción que pueden obtenerse sino por medio de tuición fenomenológica, la manera con la cual co-significativa (logic-meaningful reading). una diferencia cualitativa, y no simplemente
aquella captación inmediata que es propia de se ha llegado a aislar esos conceptos? Que Debemos entonces llegar a la conclusión de de grado de generalización, como sería el caso,
la intuición. Es verdad, por otra parte, que mu- resulten de laboriosas investigaciones sobre que en tanto se considere la sociología pura por ejemplo, de una sociología pura, constitui-
chos de esos conceptos podrían ser tomados el comportamiento social, conducidas con los como una ciencia dirigida a la comprensión y no da por los conceptos más generales aplicables
como base de la investigación empírica, pero métodos más rigurosos, o sean simplemente a la explicación, a la intuición inmediata de sig- al conjunto de los fenómenos sociales. Por
entonces –y esto es lo importante– cambiarían “generalizaciones de sentido común”, en nada nificaciones últimas o a la captación efectiva en- esto también se considera que la sociología
completamente su carácter, desde el punto de debería afectar la consideración fenomenoló- tre la sociología pura y la empírica en el sentido empírica es “tan solo el trabajo preparatorio
vista lógico, al perder sus connotaciones de gica que por su método y su objeto pertenece que la primera sea una guía teórica de la inves- para la sociología propiamente dicha” (Men-
esencialidad e irreductibilidad. En el caso de a un plano distinto del pensamiento. (Se opo- tigación y la segunda la verificación de la teoría. zel, 1940: 87) y que mientras la primera resulta
las “disposiciones” de Vierkandt, por ejemplo, ne a las ciencias positivas como una ciencia Por el contrario, los contactos entre filosofía y de la colaboración de diversos especialistas, la
se las consideraría designaciones de ciertos de “esencias” a una ciencia de “hechos”). ciencia que al nexo teoría-investigación. Solo en segunda “tiene que ser obra continua y perso-
tipos de conductas y, siempre que se lograra Esto vale también para la comprensión de este sentido se puede hablar, como lo hace Tre- nal de un solo investigador Treves (1942: 15).
una definición unívoca o que se aproximara las totalidades. Según Sorokin, una conexión ves, de la utilización por parte del sociólogo de Esta exigencia muestra claramente el carácter
a ser tal, podrían utilizarse para observar la de sentido objetiva puede ser captada indepen- los datos y los resultados de las investigaciones filosófico que posee la tarea del sociólogo se-
frecuencia de tal tipo de conducta y su rela- dientemente de todo otro conocimiento. No es sociográficas,11 pues entre la sociografía como gún esta concepción. La ciencia es esencial-
ción con otros fenómenos sociales. El motivo preciso conocer las correlaciones funcionales mente acumulativa, es el resultado del aporte
por el cual muchos de estos conceptos son (que son la finalidad de la ciencia empírica) 9 P. A. Sorokin: Social and cultural dinamics, New
sucesivo de generaciones de investigadores
susceptibles de un empleo empírico reside en para aprehender el sentido de un determinado York, American Book Co., 1937, vol. i, págs. 60-61. precedentes y no como una incesante recons-
el hecho de que su origen es siempre alguna 10 Ibid., pág. 27.
trucción ab imis de nuevos sistemas unitarios
forma de observación de la realidad social, que simplemente refutan los anteriores.
11 R. Treves, Introducción a las investigaciones so-
presente o pasada. Su materia, la vida social, 8 En este caso la psicología de Mac Dougall basa- ciales, Tucumán, Universidad Nacional de Tucumán,
La separación de la sociología en dos partes
no pudo ser obtenida sino por la experiencia, da sobre una concepción instintivista que el desarrollo Instituto de Investigaciones Económicas y Sociográfi- o en dos disciplinas, una pura, la otra “empíri-
aun cuando fuere solo la experiencia perso- posterior de la investigación ha refutado por completo. cas, 1942; pág 7. ca”, conduce no solamente a transformar la pri-
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mera en una disciplina puramente especulativa, mente porque tal separación es engañosa, pues ta de la realidad social de los países latinoame- Goldenweiser, A. 1940 “The Relation of the
sino que reduce la segunda al predominio de todo conocimiento es el resultado de una inte- ricanos solo puede lograrse a través de la estre- Natural Sciences to the Social Sciences”
un empirismo ciego –un planless empiricism, racción entre el elemento lógico y el empírico, cha conexión entre teoría e investigación, y esta en Barnes, H. H.; Becker, H. y Becker, F. B.
según la famosa frase de Thomas–, tan alejado sino porque, para que el conocimiento posea unión supone a su vez una rectificación de los (eds.) Contemporary Social Theory (Nueva
de la verdadera ciencia como la desenfrenada validez y fecundidad, esa interacción debe efec- puntos de vista metodológicos predominantes York: Appleton Century Pub. Co.).
especulación de la sociología filosófica. Esto tuarse en cada nivel del proceso cognoscitivo, hasta ahora en el pensamiento sociológico de la Heberle, H. 1931 “Soziographie” en Handwör-
ocurre por varios motivos: en primer lugar, por debiendo teorías y conceptos articularse de mayor parte de tales países. Como consecuencia terbuch der Soziologie (Stuttgart: Enke).
las razones expresadas, la sociología “pura” no manera armónica, tanto en lo particular como fundamental de este cambio, los métodos y téc- Kaufmann, F. 1944 Methodology of the social
proporciona a la sociología “empírica” teorías en lo general, sin solución de continuidad, sin nicas de investigación deberían pasar a ocupar sciences (Londres: Oxford University Press).
susceptibles de verificación, es decir hipótesis separaciones de ninguna especie. Por ello, vol- la importancia esencial que merecen dentro de Menzel, K. 1940 Introducción a la sociología
utilizables en la investigación concreta de la viendo a considerar el problema dentro de los la enseñanza sociológica; solo así será posible (México: Fondo de Cultura Económica).
realidad; en segundo lugar la tarea de investiga- términos formuladas por Tönnies, debe acep- promover de manera efectiva, no solo el desa- Rickert, H. 1929 Die Grenzen der naturwis-
ción concreta de la realidad; en segundo lugar tarse la posición de Wiese, quien rechaza toda rrollo de la sociología como ciencia, sino tam- senchaftlichen Begriffsbildung eine logis-
la tarea de investigación escapa de las manos separación entre sociografía y sociología. Esta bién la formación de “sociologías nacionales” che Einleitung in die historischen Wissens-
de los sociólogos y se desarrolla sobre todo actitud es el resultado natural de su concep- de los diferentes países de este continente, así chaften (Tubingen: Verlag J. C. B. Mohr).
por obra de estudiosos formados fuera de esta ción de la sociología como ciencia empírica. como de una sociología latinoamericana. Romero, Francisco 1952 (1947) “Indicaciones
disciplina (esto también por la tradición acadé- “la Sociología como ciencia especial –afirma sobre la marcha del pensamiento filosófi-
mica que asigna la sociología a las facultades este autor– solo puede ser doctrina de lo so- co en la Argentina” en Sobre la filosofía en
de Derecho y Filosofía). No se afirma que no cial, es decir de las influencias de los hombres Bibliografía América (Buenos Aires: Raigal).
puede existir una diferenciación de actividades sobre los hombres en sus diversas actuaciones, Roura Parella, J. 1946 “Fundamentación de las
entre sociólogos teoréticos y sociólogos inves- ya simultáneas, ya sucesivas. Por consiguiente, Abel, Th. 1948 “The operation called Verstehen” en ciencias del espíritu de Dilthey” en Revista
tigadores, pero debe admitirse que su forma- lo social no es una idea platónica constituida American Journal of Sociology (Chicago) IV. Mexicana de Sociología (México) VII.
ción debe ser común: ambos han de surgir del solo por la contemplación de la esencia de su Cassirer, E. 1951 (1942) Las ciencias de la cultu- Sorokin, P. A. 1937 Social and Cultural Dina-
terreno común de la sociología científica. objeto, sino… un conjunto de procesos suscep- ra (México: Fondo de Cultura Económica). mics (Nueva York: American Book Co.).
Nos parece muy claro que la superación del tibles de ser observados. No se trata de especu- Dilthey, Wilhelm 1945 Psicología y teoría del Tönnies, F. 1910 “Mezzi e fini della socio-
empirismo desordenado, por un lado, y de la laciones sino de observaciones comprobables” conocimiento (México: Fondo de Cultura logia” en Revista Italiana di Sociologia
especulación incontrolada, por el otro, no pue- (Von Wiese, 1932: 18). Económica). (Roma) XV
de lograrse dividiendo teorías e investigación La reconocida necesidad de conceder una Dilthey, Wilhelm 1946 El mundo histórico social Tönnies, F. 1942 Principios de Sociología
en dos cuerpos distintos y separados. No sola- creciente importancia a la investigación concre- (México: Fondo de Cultura Económica). (México: Fondo de Cultura Económica).
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Treves, R. 1942 Introducción a las investiga- Weber, Max 1944 Economía y Sociedad (Méxi-
ciones sociales (Tucumán: Universidad Na- co: Fondo de Cultura Económica).
cional de Tucumán, Instituto de Investiga- Whitehead, A. N. 1938 Science and the Modern
ciones Económicas y Sociográficas). World (Handonswosworth: Penguih Book
Von Wiese, L. 1932 Sociología (Barcelona: Ed. Lted.).
Labor).
Encuestas en la población
de Buenos Aires
Características técnicas generales
de las encuestas* **

Gino Germani

Encuestas en la población reunir gran cantidad de datos susceptibles de ofrece grandes posibilidades para el análisis sobre cada ítem de los cuestionarios, ya sea
de Buenos Aires proporcionar un material muy rico para una multivariado. en forma directa, ya sea en función de un ín-
serie de análisis relativos a una considerable La explotación completa de tales posibilidades dice de Nivel Económico Social.
• Estratificación y movilidad social. variedad de aspectos del comportamiento de requerirá un tiempo considerable debiéndose tam-
• Autoritarismo y prejuicio étnico. los grupos sociales estudiados. Dichos análisis bién dividir la tarea entre muchos investigadores, El propósito señalado en segundo término pro-
• Asimilación de inmigrantes no solamente pueden proporcionar una infor- que simultánea o sucesivamente tratará diferentes porciona no solamente información indispensable
mación valiosa relativa a la población del con- aspectos del análisis. Debido a esta circunstancia, para el investigador sino también un conocimiento
glomerado urbano de Buenos Aires, sino que y también con el fin de facilitar en el futuro el uso sociográfico de la población encuestada y con tal
Títulos y propósitos de los informes también ofrecen excelentes posibilidades para de los datos reunidos en las encuestas se ha consi- carácter tiene un valor independiente. Aunque se
que componen esta serie trabajos de tipo teórico. Con otras palabras, derado necesario publicar una serie de cuadernos dedicará un trabajo especial para dicho análisis de
además del análisis descriptivo que puede pro- cuyos propósitos son los siguientes: carácter descriptivo de la realidad social estudia-
Las tres encuestas relativas a “Estratificación y porcionar un conocimiento sociográficos de da, la presente serie podrá poner desde ya el alcan-
Movilidad”, “Autoritarismo y Prejuicio Étnico” la realidad estudiada, los materiales reunidos a. proporcionar sobre las encuestas una infor- ce de los estudiosos y de las entidades interesadas,
y “Asimilación de Inmigrantes” han permitido deben ser empleados para la verificación de hi- mación técnica que facilite, conjuntamente una información muy valiosa sobre una variedad
pótesis y proposiciones de validez más general, con los demás materiales –cuestionarios, de aspectos de la estructura social del conglome-
* Germani, G. 1962 Encuestas en la población de las que por otra parte estaban contenidas en códigos, instrucciones, localización en IBM, rado urbano de Buenos Aires.
Buenos Aires: 1- Características técnicas generales los esquemas conceptuales a base de los cuales etc.– el uso de las tarjetas para los diferentes
de las encuestas (Buenos Aires: Instituto de Sociología, se formularon los diseños de las tres encues- investigadores; Informe I: Características técnicas genera-
Departamento de Sociología. Facultad de Filosofía y tas. La circunstancia de que las tres encuestas b. proporcionar un análisis, en un nivel descrip- les de las encuestas.
Letras, Universidad de Buenos Aires) 28 p.
** Colaboraron en la preparación de este informe se realizaron en una sola operación y con un tivo, de la población encuestada, poniendo Informe II: Estratificación y móvil social.
la Oficina de Mecanización y Cómputos del Instituto, mismo sistema de cuestionarios ha permitido de relieve sus principales características y a Informe III: Autoritarismo y prejuicio étnico.
Blanca Ferrari y Gerardo Andujar. acumular una riqueza y variedad de datos que la vez la distribución de las contestaciones Informe IV: Asimilación de Inmigrantes.
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Personal que intervino en la Preparación de las instrucciones para la A. Generalidades A.2. Breve noticias sobre las encuestas
realización de las encuestas aplicación de los cuestionarios: Jorge P. Gra-
ciarena A.1. Propósitos de este informe En este apartado se dará una información some-
Dirección de las tres encuestas: Gino Ger- Dirección del trabajo de campo. Ruth ra sobre las encuestas y otros trabajos conexos,
mani 1 Sautu 4. Las tres encuestas relativas a “Estratificación y Mo- la que será ampliada en los cuadernos dedica-
Bases teóricas generales para la encuesta Codificación: Ruth Sautu y equipo. vilidad Social” “Autoritarismo y Prejuicio Étnico” y dos a cada una de las tres investigaciones.
sobre estratificación y movilidad social (docu- Mecanización Equipo de la Universidad y “Asimilación de Inmigrantes” se realizaron utilizan- La encuesta sobre estratificación y movili-
mento de trabajo inicial): Gino Germani. Oficina de Mecanización y Cómputos del Insti- do un único sistema de cuestionarios (Cuestiona- dad en Buenos Aires forma parte de la serie de
Diseño de la parte común de la encuesta so- tuto de Sociología.5 rios A y B) de códigos (Código I y II), de instruccio- investigaciones dedicadas a ese tema promo-
bre estratificación y movilidad social (Conteni- Cómputos: Oficina de Mecanización y Cóm- nes, y otros elementos, y se llevaron a cabo en una vidas por el Centro Latino Americano de Pes-
do correspondiente del cuestionario) (Equipos putos del Instituto de Sociología (a cargo de única operación de trabajo de campo. El propósito quisas em Ciencias Sociais (Río de Janeiro).
nacionales): Pompeu Accioly-Borges (Brasil), Malvina Segre con la colaboración de Blanca del presente informe es el de proporcionar una Ya en su primer período de sesiones el Comité
Isaac Ganón (Uruguay), Gino Germani (Argen- Ferrari y Horacio Gutiérrez), Instituto del Cál- descripción general de las características y de las Ejecutivo restringido (Prof. Carvalho, Germani
tina), Eduardo Hamui (Chile).2 culo de la UBA. tareas comunes a las tres encuestas. Además con- y Hamui) reunido en Belo Horizonte en 1957
Diseño y cuestionarios de la parte no común Análisis: Gino Germani y colaboradores6. tiene el relato de experiencias metodológicas que decidió iniciar una serie de trabajos en varios
de la encuesta sobre (a) estratificación; (b) au- pueden resultar de interés para el investigador. países de América Latina. Los primeros en ini-
toritarismo y prejuicio étnico; (c) asimilación Para el uso de las tarjetas IBM en las que se ciar la tarea fueron Argentina, Chile, Brasil y
de inmigrantes: Gino Germani3. hallan consignados los datos obtenidos, el in- Uruguay y en sucesivas reuniones (ver párrafo
Muestra aleatoria de áreas: Jorge Goldem- 4 Dirección de la primera parte del trabajo: Torcuato vestigador deberá además acudir al conjunto 12 del informe II) se formuló un plan que in-
berg y Sigfrido Mazza, con la cooperación de Di Tella. de elementos que se señala en los párrafos A.2 cluía esencialmente: (a) un estudio histórico de
Malvina Segre y Francis Korn. 5 Parte de las tabulaciones y cómputos fueron rea- y B.1 a B.4 de este informe y a las aclaraciones conjunto sobre cada país; (b) una encuesta por
Preparación de los códigos: Gino Germani, lizados en el Survey Research Center, Universidad de especiales para cada encuesta incluidas en los muestreo en las respectivas capitales (toman-
con la colaboración de Ruth Sautu. California, Berkeley. tres informes respectivos. do toda el área del conglomerado urbano); (c)
6 Gino Germani está a cargo de la dirección general El contenido del presente informe se ha ba- una serie de investigaciones de detalle.
de los análisis de las tres encuestas, y en particular en sado en las publicaciones internas enumeradas Con el fin de poder realizar dicha encuesta y
1 Contó con la colaboración de J. P. Graciarena. lo correspondiente al contenido de los cuatro infor- en el párrafo A.2, las que en muchos casos han como no se contaba con una muestra de la po-
mes. Aspectos especiales de las investigaciones serán blación de Buenos Aires, el Instituto de Sociolo-
2 Participaron y colaboraron Garmendia (Uruguay) y sido extractadas o resumidas. Además se han
analizados por distintas personas lo que originará la
Graciarena (Argentina). preparación de varios trabajos con distintos autores o realizado tabulaciones y cómputos para dar gía inició un proyecto específico destinado a la
3 Colaboraron J. P. Graciarena y R. Sautu. co-autores. cuenta de los resultados del trabajo de campo. construcción de una muestra aleatoria de áreas.
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Su preparación fue confiada a los profesores J. por el Centro Latino Americano de Pesquisas em nicas y algunos aportes del Centro Latino Ame- no del regreso en la inmigración reciente,
Goldemberg y S. Mazza y los detalles de su cons- Ciencias Socias destinado a estudiar en términos ricano de Pesquisas em Ciencias Sociais y del 1959.
trucción se han resumido en el apartado B.1. más amplios las condiciones de asimilación de los American Jewish Committee. Todas estas con- • Nº 15 Goldemberg, J. y Mazza, S.: La mues-
Ya desde 1957 se había realizado en el Ins- inmigrantes extranjeros, y por implicación las cau- tribuciones fueron complementadas con fon- tra de áreas en el Gran Buenos Aires, 1959.
tituto una encuesta exploratoria sobre autori- sas genéricas de “fracaso” de la inmigración. dos propios del Instituto originados de la Sub- • Nº 21 Germani, G. y Verón, E.: Authoritarian
tarismo y antisemitismo al mismo tiempo que A medida que progresaba la preparación de vención Ford. El hecho que las investigaciones and Ethnocentric attitudes, 1960.
se dictaba un seminario vinculado con el tema, las tres investigaciones resultaba más claro que fueron programadas en 1957 y 1958, pero reali- • Nº 22 Germani, G.: Manual del Encuestador,
el que preveía dos etapas: una primera de ca- todas ellas tenían muchos elementos en común: zadas entre 1958 y 1961 alteró por completo la 1960
rácter extensivo basada sobre una nuestra “por (a) la misma población; (b) prácticamente to- financiación debido al proceso inflacionario. • Nº 23 Graciarena, J. P.: Instrucciones a los
cuotas” y la segunda de carácter intensivo so- das las variables sociológicas y demográficas. La realización de las encuestas, la construc- encuestadores para el t. de c. de las encuen-
bre grupos seleccionados en base a los resul- Parecía claro que si podían realizarse sobre ción de la muestra y otros trabajos demanda- tas proyectos 6.12.26, 1960.
tados de la primera etapa. Al programarse la los mismos individuos o familias todas resul- ron la publicación de una serie de publicacio- • Nº 24 Germani, G. y Sautu, R.: Código Sec-
construcción de una muestra aleatoria para la tarían notablemente enriquecidas en cuanto a nes internas en las que se halla en parte docu- ción II Para uso de la oficina, 1960.
zona de Buenos Aires se modificó el plan inicial posibilidades de análisis. Por otra parte, si bien mentada la marcha de las operaciones. Dichas • Nº 47 Graciarena, J. P. y Sautu, R.: Informe
y se resolvió utilizar dicha muestra para el es- la acumulación de tres encuestas ya bastante publicaciones internas son, hasta la fecha, las sobre la encuesta de estratificación y Movili-
tudio sobre autoritarismo y prejuicio étnico, en amplias en una sola operación podía recargar siguientes: dad social en Buenos Aires presentado ante
su primera etapa, lo que permitiría estimar en de manera peligrosa el trabajo de campo, por el II Seminario Latino Americano sobre Es-
condiciones óptimas la incidencia de las actitu- el otro parecía claro que el costo total de esta • Nº 1 Germani, G.: Personalidad autorita- tratificación y Movilidad Social, 1961.
des autoritarias en la población estudiada. operación unificada podría resultar inferior a la ria y actitudes políticas. • Nº 52 Germani, G.: Proyectos de investigación
Mientras se estaban realizando los trabajos suma de los costos de las tres encuestas toma- • Nº 2 Bases para la investigación compa- sobre asimilación de inmigrantes, 1962.
preparatorios de las dos encuestas mencionadas das separadamente. Se llegó así a la decisión rativa de la estratificación social y movi-
y de construcción de la muestra, se fueron reali- de reunir en un solo sistema de cuestionarios lidad en cuatro capitales latinoamericanas
zando conversaciones con el Departamento de e instrumentos auxiliares las tres investigacio- (Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro B. Instrumentos.
Ciencias Sociales de UNESCO sobre la posibilidad nes, dejando para la etapa de análisis la prepa- y Santiago de Chile), 1959.
de realizar una investigación relativa a las causas ración de estudios específicos a cada tema. • Nº 12 Research Projects on Social Stratifica- B.1. Muestra empleada
de retorno de los inmigrantes extranjeros. Debido El costo de las tres investigaciones y de la tion and Social Mobility (progress report,
a diferentes dificultades este trabajo –que tuvo un construcción de la muestra de áreas fue cu- august 1959). a) La muestra básica
comienzo de ejecución– no pudo realizarse, pero bierto a través de una subvención del Consejo • Nº 14 Germani, G.: La asimilación de los A fines de 1958 se iniciaron los trabajos de
se preparó un proyecto que luego fue adoptado Nacional de Investigaciones Científicas y Téc- inmigrantes en la Argentina y el fenóme- construcción de una muestra aleatoria de
370 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 371

áreas para el conglomerado urbano de Buenos gar en el área urbana que cubre (siempre que Por lo tanto la población total abarcada por social de la población de cada circuito. Dicha
Aires. Tales trabajos fueron dirigidos por los se trate de población). Ello se debe al listado la muestra sería según el censo de 1960 de estimación fue realizada teniendo en cuenta
profesores J. Goldemberg y S. Mazza y se or- muy amplio que abarca y al sistema de diseño 6.770.000 habitantes. que, en base a otros estudios, se había demos-
ganizó una oficina (oficina de la muestra urba- adoptado que vincula las características de- En el momento de construir la muestra se trado la existencia de una correlación de 0,90
na) que estuvo a cargo de Malvina Segre con la mográficas con atributos relativos a nivel eco- contaba únicamente con los datos del censo de (correlación ecológica) entre porcentajes de
cooperación de Francis Korn y otro personal nómico-social. El método seguido está inspi- 1947. La única información al día estaba consti- votos en favor del peronismo (en blanco en
del Instituto. rado en una técnica sugerida por W. Deming. tuida por el padrón electoral del año 1958 (mas- elecciones sucesivas) y porcentaje de obreros.
Se trata de una muestra de tipo general apli- El área cubierta por la muestra incluye los culino y femenino). El padrón tiene además una Esto permitió clasificar los circuitos de Capi-
cable a cualquier tipo de problema a investi- siguientes distritos: ventaja considerable sobre los datos censales: tal Federal y de los partidos del Gran Buenos
mientras estos se hallan subdivididos en gran- Aires en cinco estratos, desde bajo porcenta-
des zonas (20 circunscripciones en Capital Fe- je de voto peronista (es decir baja proporción
deral y 17 partidos en la provincia de Buenos obrera, alto nivel económico social), hasta alto
Población Población Aires), el padrón electoral subdivide el área en porcentaje de voto peronista (es decir alta pro-
según censo según censo
Distritos Distritos un gran número de distritos de tamaño relativa- porción obrera, bajo nivel económico social).
1960 1960
(000) (000) mente pequeño y uniforme, los “circuitos”. Los circuitos fueron clasificados de acuerdo
Al utilizar los datos del empadronamiento con las siguientes categorías (ver cuadro en
Capital Federal 2.981 Lomas de Zamora 275 electoral se introduce el supuesto de la existen- página siguiente)
Almirante Brown 135 Merlo 100 cia de una proporcionalidad constante entre el La diferencia de escala adoptada en Capi-
Avellaneda 330 Moreno 59 total de familias y el total de empadronados tal Federal y en los partidos de la provincia se
Esteban Echeverría 69 Morón 344
dentro de cada circuito. Los estudios realiza- debe a la necesidad de mantener cierta homo-
dos en Rosario, ciudad semejante a Buenos Ai- geneidad de clasificación en ambas zonas.
Florencio Varela 42 Quilmes 318
res, muestran que tal proporcionalidad existe y Los resultados de esta zonificación coinci-
Gral. San Martín 279 San Fernando 92 es el orden de 1 a 5. Desde el punto de vista del dieron con la restante información disponible
Gral. Sarmiento 168 San Isidro 196 cálculo no se trató de establecer ningún núme- sobre la distribución ecológica de los diferen-
La Matanza 403 Tigre 92 ro basado en esta relación sino que se trabajó tes estratos ocupacionales en Buenos Aires.
Lanús 382 Tres de Febrero* 262 sobre la base de ponderaciones demográficas La construcción de la muestra básica requirió
entre los diferentes circuitos electorales. luego el examen de toda el área cubierta por la
Vicente López 251
También pudo utilizarse otro tipo de infor- misma, la clasificación de las manzanas que la
* Este distrito resultó de la subdivisión del partido de General San Martín. mación: una estimación del nivel económico- integran en habitadas, semihabitadas o desha-
372 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 373

Capital Federal Partidos provincia de Buenos Aires


urbano de Buenos Aires, de manera proporcio- c. determinación exacta de cada una de las
Estratos nal a la población y dentro de cinco estratos unidades de vivienda en caso de edificios de
% votos peronistas % votos peronistas
I (NES más elevado) 00 a 34% 6 a 18%
de homogénea composición económico-social. departamentos y otras construcciones de vi-
II 35 a 40% 19 a 23%
Dichos listados pueden entonces servir de base viendas colectivas;
para la extracción de muestras específicas, de d. revisión de posibles errores en el listado ori-
III 41 a 44% 24 a 27%
diferentes características, adecuadas a cada ginal;
IV 45 a 50% 28 a 31%
tipo de investigación. e. ubicación precisa de las unidades de vivien-
V (NES más bajo) 50% y más 32 a 42%
da sorteadas para esta muestra específica, de
b) La muestra específica empleada en las tres manera que fuera posible asignar al encues-
bitadas y una serie de operaciones tendientes a de los circuitos (y respectivas “unidades de encuestas tador domicilios claramente identificados.
constituir zonas de tamaño aproximadamente trabajo”) en los cinco estratos de similar nivel Se resolvió emplear una muestra entre 2000 y
uniforme (“unidades de trabajo”), es decir de económico-social, de manera que las unidades 2500 familias (de conformidad con lo resuelto A continuación se especifican algunas de las
unas 30 manzanas de extensión más o menos. se seleccionaran proporcionalmente dentro de en las reuniones internacionales relativas a la tareas cumplidas en la revisión por cuanto ello
Esto implicó obviamente la segmentación de cada estrato. Habiendo decidido utilizar para la encuesta sobre estratificación). En definitiva re- aclara las bases seguidas en el muestreo:
cierto número de “circuitos” y en los partidos Capital Federal 40 “unidades de trabajo” como sultó una muestra de 2262 familias (29 en cada
de la provincia debió hacerse con todos (en al- zonas de muestreo, se aplicó la misma propor- “unidad de trabajo”, las que fueron seleccionadas i. Ubicación de las familias dentro de un
gunos de ellos se llegó hasta a 100 segmentos). cionalidad a los partidos de la provincia en los con cierto agrupamiento destinado a reducir los mismo edificio. Cuando se trataba de una
Estas operaciones implicaron un trabajo muy que, entonces, resultaron 38 zonas (se aplicó costos de las entrevistas. El agrupamiento fue vivienda colectiva el listado indicaba el nú-
largo, realizado con la ayuda de mapas, de un el mismo intervalo que en Capital). Dentro de de una vivienda cada diez a partir de un punto mero de orden de la familia sorteada (por
relevamiento fotográfico completo de la zona, cada una de las 78 “unidades de trabajo” así se- de penetración determinado aleatoriamente. ej. la familia número 5. El revisor debía
inspección ocular, etcétera. leccionadas se realizó un listado completo, con Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido contar las familias que vivían en un mismo
La muestra básica se obtuvo escogiendo indicación de la composición exacta del área entre la construcción de la muestra básica y el edificio entrando desde la calle por la de-
cierto número de zonas de muestreo, es decir incluida en ella. comienzo de las encuestas, se procedió a una recha hasta encontrar el número de orden
de unidades de trabajo seleccionadas al azar Los detalles técnicos de las operaciones su- revisión detallada del listado original tendiente indicado. Las instrucciones contemplaban
dentro de todas las unidades existentes, en cintamente mencionadas aquí pueden consul- a determinar toda posible modificación ocurri- también, por supuesto, la existencia de
proporción a la población (estimada en base tarse en la Publicación Interna Nº 15. da y en particular: viviendas colectivas de varias plantas (pi-
al total de empadronados en cada circuito y En definitiva la muestra básica consiste en sos), y de varios cuerpos independientes.
por lo tanto en cada unidad de trabajo). En un listado realizado en 78 zonas dispersas en a. nuevas construcciones y/o demoliciones; ii. Viviendas aisladas. Se consideraban tales
la selección se tuvo en cuenta la clasificación forma aleatoria en el área del conglomerado b. cambio de destino de los edificios; a aquellas habitadas por una sola familia
374 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 375

censal (todos los que viven allí de mane- mitirle individualizar la (o las) vivienda(s) B.2. Los cuestionarios dos los miembros de la familia incluyendo
ra permanente aunque no estén emparen- sorteada(s). el jefe. Incluye la trascripción (del cuestio-
tados directa o indirectamente con el jefe iv. Incorporación de las viviendas reciente- a) Cuestionarios A y B nario “A”) de una serie de datos de índices
de familia). Cuando se efectuó el listado mente construidas y eliminación de las El material relativo a las tres encuestas fue or- relativos a la clasificación de la familia en
original, solo se preguntó por el número demolidas; inubicables y deshabitadas. ganizado en dos cuestionarios (“A” y “B”) de cuanto a sus características demográficas y
de familias que ocupaban un mismo edifi- Los revisores recibieron, además, una lista contenido en parte similar y dirigidos a diferen- económico-sociales (64 ítems).
cio en aquellos casos en que cabía suponer con los terrenos que en el momento del lis- tes universos:
tal situación por el aspecto exterior de la tado eran baldíos, y con los edificios que a El informante fue para ambos cuestionarios
vivienda. Pero como se observó que en al- esa fecha se hallaban en construcción, para • Cuestionario A: Dirigido a los “jefes” de fa- el jefe de familia. Además se realizaron en-
gunos edificios originalmente construidos que informaran cuáles de ellos se encontra- milia. Contiene –además de una lista no co- trevistas complementarias para los miembros
para dar cabida a una sola familia, en rea- ban ya habitados y por cuántas familias. Ello dificada de todos los integrantes de la unidad extranjeros o nativos hijos de padre, madre o
lidad convivían varias, los revisores proce- permitió incorporar a la muestra a aquellas de vivienda (familia natural o censal)– las ambos extranjeros, en lo referente a preguntas
dieron a comprobar esta posibilidad en las familias que hubieran salido sorteadas, por preguntas relativas a estratificación y movi- sobre asimilación de inmigrantes.
viviendas que habían salido sorteadas en la su ubicación, en el listado primitivo. En lidad, actitudes autoritarias, asimilación de En total se reunieron 2078 cuestionarios
muestra especial. Si se encontraba más de los casos en que una vivienda hubiera sido inmigrantes. En las preguntas sobre estrati- “A” (jefes de familia) y 7712 cuestionarios “B”
una familia, se procedía a un nuevo sorteo demolida, se encontrara deshabitada, etc., ficación se incluyen datos relativos al nivel (miembros de la familia “natural” y/o “censal”,
para determinar cuál de ellas sería la en- era reemplazada por otra que se sorteaba económico-social de la familia como un todo incluyendo jefes). La codificación de los cues-
cuestada. en las mismas condiciones. (212 ítems). tionarios “A” y “B” permite su uso combinado.
iii. Ubicación de la vivienda dentro de la Una vez efectuados los reajustes conse- • Cuestionario B: Incluye la información rela-
manzana. Las viviendas eran individua- cuentes de la revisión del listado primi- tiva a cada habitante de la unidad de vivienda b) Diseño de los cuestionarios
lizadas por la calle y el número, pero en tivo, se confeccionó una nueva lista de (miembro de la familia natural y/o censal). Los cuestionarios “A” y “B” fueron diseñados
algunos circuitos del conurbano –sobre direcciones, producto de una serie de La información contenida en este cuestiona- para permitir codificar en ellos directamente.
todo en los recientemente urbanizados– a expurgaciones y correcciones, que redu- rio se refiere a estratificación (todos), asimi- Cada pregunta posee una posición especial,
menudo no figura el número en el frente de jo sensiblemente el margen de error y dio lación de inmigrantes (únicamente argenti- incluida en recuadro en el costado derecho de
la vivienda, por lo que la única manera de una base más segura al trabajo de los en- nos nativos hijos de padre o madre o ambos la hoja, donde el entrevistador o el codificador
individualizarlas era por su ubicación den- cuestadores. extranjeros, o extranjeros). La información colocan el número de código correspondiente.
tro de la manzana. En los casos necesarios, Las tareas de construcción de la muestra sobre estratificación en el cuestionario B Por otro lado, el cuestionario incluye pre-
el revisor recibió un plano de la manzana específica para las encuestas fue realizada es bastante más reducida que la incluida en guntas de respuestas “cerrada” y otras de con-
con una serie de detalles capaces de per- por las Prof. R. Sautu y M. Segre. el A. El cuestionario B fue llenado para to- testación “abierta”. La combinación de estos
376 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 377

dos tipos de pregunta se realizó siguiendo una limitaciones inherentes a unas y otras, per- blicación interna Nº 22, que se utiliza para to- de no cubrir más de 00 campos (los de una ficha
estrategia que perseguía obtener varios efec- mitiendo registrar la expresión personal del das las encuestas del Instituto). IBM) con cada uno de los cuestionarios “B”.
tos; entre ellos, conviene mencionar: entrevistado y ofreciendo a la vez una infor- Análogamente que con los cuestionarios y
mación suplementaria para la codificación las instrucciones, la parte común de la encues-
• Reducción de la tensión y mayor interés del de las preguntas “abiertas”. El cuestionario A B.4. Los códigos ta de estratificación fue codificada de acuerdo
entrevistado, al que en general le fatigan las incluía varias preguntas de tipo proyectivo, Como ya se dijo, los cuestionarios fueron dise- con las orientaciones y decisiones adoptadas
preguntas sobre hechos y le interesan más una de ellas a base de una lámina. ñados para poder codificar directamente sobre conjuntamente por los equipos nacionales, ba-
las preguntas sobre actitudes. Estas cam- ellos, tanto en lo correspondientes a las pregun- sándose en los esquemas conceptuales, defini-
bian “el clima” de la entrevista y estimulan el tas como a los índices incorporados. Parte de la ciones y tipos de análisis previstos en los dise-
interés del entrevistado por continuarla. B.3. Las instrucciones para la codificación fue hecha por el mismo encuesta- ños de las respectivas encuestas.
• Es sabido que las preguntas cerradas, con una aplicación de los cuestionarios dor (revisada por el jefe de grupo y controlada El código tiene algunas particularidades que
serie limitada de alternativas de respuesta, re- en la oficina). El resto de la codificación se hizo conviene destacar:
ducen la variedad y riqueza de contenido de las Las instrucciones a los encuestadores y jefes de en la oficina. Se prepararon dos códigos: en el
contestaciones del entrevistado. Con varias de equipos para la aplicación de los cuestionarios Código I se encuentran las instrucciones para i. Tiende en general a ser lo más analítico po-
las preguntas abiertas se trataba de hacer aflo- están contenidas en un Manual preparado a tal codificar las preguntas cerradas y algunos índi- sible, es decir a no resumir o perder infor-
rar actitudes generales de manera más libre y efecto (Publicación Interna Nº 23). Dichas ins- ces de fácil cálculo. Este código fue usado por el mación. Así por ejemplo se han codificado
espontánea, como así también matices perso- trucciones deben ser consultadas para conocer entrevistador para codificar las respuestas que concretamente las edades, las fechas, etc.;
nales y expresiones verbales significativas. las definiciones operacionales adoptadas con se le habían asignado. El Código II fue emplea- se han desplegado todas las categorías lógi-
• Dado que las preguntas abiertas tienen la relación a los diferentes aspectos sometidos a do solamente en la oficina para codificar las pre- camente, deducibles, esto ya sea en la pre-
desventaja de su difícil codificación, se pro- encuestas. Para la parte del cuestionario que guntas abiertas y los índices más complejos. codificación de las preguntas cerradas como
cedió en algunos casos a agregar, después corresponde a la investigación comparativa de Ambos Códigos fueron preparados para su en la codificación de las preguntas abiertas.
de una pregunta abierta, otra cerrada con la Estratificación y Movilidad en cuatro capitales empleo en los dos cuestionarios. “A” y “B”, ya ii. Por consiguiente en muchos casos cada
misma o parecida formulación, enmarcando latinoamericanas, dichas instrucciones fueron que la codificación era la misma, salvo dos ex- ítem del cuestionario ha requerido dos
todas las posibles respuestas dentro de una redactadas en base a los acuerdos y directivas cepciones: la pregunta sobre el número de los columnas (a veces tres) en las tarjetas
serie de alternativas lógicamente ligadas a la aprobadas en las reuniones de los equipos na- miembros de la familia natural (Nº 9 del “B”), y IBM: esto permitiría disponer de una serie
pregunta; es decir en este caso la respuesta cionales. Para el resto, las instrucciones refle- la codificación de la provincia natal (Nº 17 del “muestra” de tarjetas a partir de la cual, a
debe ajustarse a las alternativas preestableci- jan los diseños de cada una de las encuestas. “B”); en estas dos preguntas la codificación del través de reperforaciones y recodificacio-
das. El examen combinado de las respuestas Además del Manual especial, se utilizó un cuestionario “A” ocupa dos dígitos mientras nes de resumen se pudieran extractar tarje-
abiertas y cerradas hace posible superar las Manual general (Manual del encuestador, pu- que en el “B” ocupa solo uno, debido al deseo tas especiales para estudios en particular.
378 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 379

i. Siempre que se pudo –especialmente en las A menudo las nuevas serie incluyen recodifi- En total desde que se inició el trabajo de campo 3. entrenamiento del equipo para el control in-
preguntas abiertas– se construyeron grandes caciones (agrupaciones de categoría analíticas) hasta que se concluyó de revisar la codificación y terno y la codificación;
categorías (que abarcan una sola columna que han permitido reducir a una sola columna se envió a mecanización transcurrieron 17 meses 4. realización de las encuestas, revisión de las
de la tarjeta IBM) y una segunda categoriza- perforaciones que se hallan ocupando dos co- (desde junio de 1960 hasta octubre de 1961). Una mismas y control de todas las operaciones
ción más analítica (dentro de la anterior) que lumnas. De consiguiente con cada planilla de lo- relación de las operaciones realizadas –de gran del trabajo de campo;
abarca una segunda columna de la tarjeta. calización, va adjunto un agregado de código que interés metodológico– se halla en la Publicación 5. codificación, cálculo de índices y revisión final.
registra las nuevas codificaciones sintéticas. Interna Nº 47:7 en este informe no consideramos
En términos generales el investigador de- indispensable reproducir su contenido y nos limi- Tanto en el control de la realización de la en-
B.5. Las tarjetas IBM
berá cerciorarse si existe entre las series de taremos a algunas indicaciones someras. cuesta, como en el control de los cuestionarios
El cuestionario “A” cubrió 6 tarjetas y el “B” una. tarjetas ya perforadas alguna que se adapta al El trabajo de campo y el de codificación llenados y en el control y verificación de las
En las seis tarjetas “A” se repitieron en las prime- tipo de análisis que desea realizar. En caso de estuvieron concentrados en una sola oficina codificaciones se puso un extremo cuidado, lo
ras columnas una serie de índices y datos que se no ser así deberá plantear una nueva serie que dotada de: (a) un equipo interno encargado de que aseguró la reducción de los errores y un
suponía básicos para los análisis. Sin embargo se condense en una sola tarjeta todas las variables la revisión de los cuestionarios y de la primera alto grado de confiabilidad, lo que también po-
decidió posteriormente –según lo indicado arri- que necesita utilizar. etapa de codificación (a cargo de los encuesta- drá apreciarse en el examen de algunos de los
ba– perforar nuevas tarjetas ad hoc para cada dores y jefes de grupos); de la segunda etapa resultados del trabado de campo.
tipo de análisis condensado en una sola tarjeta de codificación y cómputo de índices; y de la
C. Trabajo de campo y codificación
cada vez toda la información necesaria para el revisión final de todo el proceso; (b) un equipo
trabajo de que se tratare. Tanto para la serie bá- C.1. Trabajo de campo y codificación: externo a cargo de la realización de entrevistas C.2. Resultados del trabajo de campo
sica “A” y “B” como para las nuevas tarjetas que aspectos generales y parte de la codificación.
se han ido perforando, y para las que se perforeN La oficina mencionada realizó en síntesis las En los cuadros C.2.1 a C.2.5 se exponen los resul-
en el futuro existen “planillas de localizaciones”. La aplicación de cuestionarios muy complejos siguientes operaciones: tados del trabajo de campo. Como puede verse
Cada serie está identificada con un número de la en entrevistas de larga duración, a una población las pérdidas por todo concepto fue del 8% sobre
columna 80 (o a veces de la columna 1). muy dispersa, implicó un esfuerzo organizativo 1. preparación de la muestra especial; el total de casos incluidos en la muestra. Es esta
En el Survey Research Center de la Univer- importante. El hecho de que los trabajos tuvieran 2. selección y entrenamiento de los encuestado- una proporción muy baja que asegura un excelen-
sidad de California (Berkeley) se ha preparado que adaptarse al ritmo de la actividad universita- res y jefe de grupos para el trabajo de campo; te grado de confiabilidad en cuanto a los cumpli-
un manual especial que incluye los códigos, los ria (exámenes y vacaciones representaron inte- mientos de los planes de muestreo, los que se rea-
totales marginales cada ítem y de los cuestio- rrupciones obligadas) y en un período perturba- lizaron de manera estricta según lo programado.
narios A y B, y las localizaciones en la serie ori- do por varios problemas (huelgas de transporte, 7 También se publicó en el Boletín del Centro Latino Hacemos notar en el cuadro C.2.1 la varia-
ginal y en algunas de las series ad hoc. etc.) prolongaron la duración de las operaciones. Americano de Pesquisas em Ciencias Sociais, 1961, Nº 4. ción entre los cinco estratos en que fueron
380 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 381

clasificadas las zonas de muestreo: los casos de entrevistas no realizadas no se pudo obtener C.2.2. Causas de entrevistas no realizadas por estrato.
pertenecientes al estrato I; el de más elevado tampoco la estimación. De todas maneras aun- Rechazos
nivel económico social registran unas pérdidas que las mayores pérdidas en el NES alto hayan Escepticismo
totales del 20%, mientras que en los restantes producido una leve subrepresentación de este Falta infor- Pérdidas
Estra- Desconfianza no impu- Cuestionarios
estratos ellas oscilan entre 8,7% y 5% (en el es- estrato, debería tratarse de una deformación Totales Falta de
Por intromi-
mación
Rechazo
tos por Total interés y/o No es obliga- tables a perdidos
trato de nivel más bajo). Si bien no es probable muy pequeña. Eventualmente se podría –si es sión en la violento
estrato tiempo toria rechazo
que todos los casos clasificados en el estrato necesario– introducir correcciones al realizar vida privada
Otros comen-
I hayan pertenecido a familias de alto NES, los análisis. Se aclara que el NES (I) es uno de tarios
puede sospecharse que es precisamente entre los índices compuestos de nivel económico so- I 39 18 5 5 8 – 6 15
estas donde se han producido las pérdidas ma- cial utilizado en la encuesta de estratificación; II 43 30 8 9 13 _ 5 8
yores, aunque en realidad no se tiene ninguna su construcción se describe en el código II y en
III 43 33 14 7 12 – 1 9
prueba de que realmente haya sucedido así. El e informe relativo a esta encuesta (colección
IV 38 24 4 6 11 3 11 3
dato sobre estimación del NES por parte del datos Nº 2). El NES (I) le corresponde al nivel
V 22 14 4 3 7 – 3 5
encuestador (para el caso de entrevistas no más bajo y el NES (I) 6/7 al más alto (se han
T. 185 119 35 30 51 3 26 40
realizadas) que se ha utilizado para construir combinado los dos niveles más altos –6 y 7–
el Cuadro C.2.3 no resulta útil pues en 72 casos por cuanto resultaron tener pocos casos.
El cuadro C.2.2 clasifica las causas de pér- cada caso, y hay una correlación casi perfecta
didas. Las que se clasificaron como recha- entre NES y cantidad de entrevistas: cuanto
C.2.1. Casos incluidos en la muestra y entrevistas realizadas por estratos.
zo (incluyendo postergaciones reiteradas más alto el NES mayor el promedio de entrevis-
Estratos Casos incluidos Casos no Entrevistas % entrevistas de la entrevista) constituyen la mayoría de tas. Debe agregarse que estos promedios son in-
en la muestra entrevistados realizadas realizadas por estrato
las pérdidas. Hay 40 cuestionarios clasifi- feriores a la realidad, pues se sabe que muchos
1 2 3
cados como “perdidos”: en general se trata entrevistadores no registraron todas las visitas
I 203 39 164 80,5
de entrevistas postergadas de manera muy realizadas en cada domicilio sino solamente las
II 581 43 538 93,0 repetida hasta que se llegó al momento del más importantes (aquellas en que por ejemplo,
III 493 43 450 91,3 cierre de las operaciones, sin que se hubie- empezaron una entrevista). Por lo tanto el nú-
IV 580 38 542 93,0 se determinado claramente la actitud del mero de entrevistas es probablemente mayor.
V 406 22 384 95,0 informante. De todos modos, la correlación con NES indica
Totales 2263 185 2078 92,0 Como puede verse en el cuadro C.2.4 debie- claramente que las dificultades se concentraron
Nota: Correspondía tener 2262 casos pero en la zona Nº 8 de Capital se realizaron 30 encuestas en lugar de 29. ron realizarse en promedio 2 entrevistas por más bien en los niveles superiores. Por otra par-
382 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 383

C.2.3. Entrevistas realizadas y no realizadas por nivel económico social (i) (observado o estimado). C.2.4. Número de entrevistas realizadas en cada familia para completar los cuestionarios
según nivel económico social (i).
NES Total entrevistas en la Entrevistas realizadas Entrevistas % de entrevistas
(I) muestra (n) no realizadas realizadas sobre el NES Entrevistas realizadas
(x) total (n) (I) N 1 2 3 4 y más promedio
1 88 87 1 99,0
1 87 49 21 7 10 1,87
2 791 778 13 98,0
2 775 444 187 69 75 1,78
3 622 583 39 94,0
4 415 379 36 91,0 3 582 300 149 66 67 1,92

5 180 159 21 88,0 4 377 170 113 46 48 2,11


6/7 90 87 3 97,0 5 159 67 38 32 22 2,17
s/s 77 5 72 0,66 6/7 87 29 23 17 18 2,55
Total 2263 2078 185 92,0
Total 2067 1059 531 237 240 1,95
(x) Se tomó la estimación del tipo de vivienda exterior.

cuestas y los resultados de la enumeración entre ambas series, lo cual representa otra
te, para lograr reducir la proporción de pérdi- D. Evaluación de los resultados y completa practicada en ocasión del censo. garantía en cuanto a la confiabilidad de las
das y de rechazos al nivel muy bajo obtenido errores de muestreo Como puede verse por el Cuadro D.1.1 se operaciones de muestreo y de su realización
se insistió en volver a visitar numerosas veces registra una correspondencia muy próxima en el trabajo de campo.
todos los casos “difíciles”. De acuerdo con cier- D.1. Comparación entre los
tas reglas, muchos de estos casos eran visitados resultados obtenidos en base
por encuestadores especiales; en estos casos se D.1.1. Población del conglomerado urbano de Buenos Aires (Cap. Fed. y partidos de la provincia)
a la muestra y algunos datos por sexo y por nacionalidad, según el Censo Nacional de 1960 y según los resultados de las
los consideraba como una entrevista nueva: he del censo de 1960 encuestas. (porcentajes)
aquí otra causa por la cual el número de entre-
vistas realizadas está sub-estimado en el cuadro CENSO O SEXO NACIONALIDAD
La publicación de los datos por sexo y por
de referencia. ENCUESTAS Varones Mujeres Argentinos Extranjeros
origen nacional correspondientes a Capital
Federal y partidos del Gran Buenos Aires, Censo 48,8 51,2 78,3 21,7
relativo al Censo Nacional de 1960, permite Encuestas 47,7 52,3 78,6 21,4
confrontar las estimaciones a base de las en- Diferencia + 1,1 - 1,1 - 0,3 + 0,3
384 Gino Germani - La sociedad en cuestión

D.1.2. Errores de muestreo que pueden aplicarse a diferentes frecuencias de los subgrupos, en función
de los cuales se han realizado los análisis y diferentes porcentajes de los atributos estudiados en cada
distribución de los subgrupos. Probabilidad del 95 por 100.

N P nº
E de q 5/95 10/90 15/85 20/80 25/75 30/70 35/65 40/60 45/55 50/50
S casos

1 87 4,66 6,43 7,35 8,58 9,28 9,83 10,21 10,51 10,67 10,72
2 778 1,56 2,15 2,46 2,87 3,10 3,29 3,41 3,51 3,57 3,59
3 583 1,80 2,48 2,84 3,31 3,59 3,80 3,94 4,06 4,12 4,14
4 380 2,33 3,08 3,52 4,10 4,44 4,70 4,89 5,03 5,10 5,13
5 161 3,43 4,73 5,41 6,30 6,82 7,23 7,50 7,72 7,84 7,88
6 89 4,61 6,36 7,27 8,48 9,18 9,72 10,09 10,39 10,55 10,60
Total 2078 0,95 1,32 1,50 1,75 1,90 2,01 2,09 2,15 2,18 2,19

En el cuadro D.1.2 se presentaron los márgenes nes reales existentes en la población estudiada.
de error en más y en menos entre los resultados Hay 95 probabilidades sobre 100 de que dichos
obtenidos en base de la muestra y las proporcio- errores permanezcan dentro de tales márgenes.
Prólogo a
La imaginación sociológica*

Gino Germani

L a traducción de un libro implica algo más


que un mero problema lingüístico. Se trata
de introducir en cierta cultura el producto de
en el ámbito de las Ciencias Sociales. Debe re-
conocerse que en las últimas décadas se ha ido
acentuando un proceso de universalización de
La Sociología –ya se ha dicho– atraviesa una
fase de universalización. ¿De qué manera se ca-
racteriza esta emergente “Sociología mundial”?.
que tanta difusión y aceptación encontró en el
mundo de habla hispana. Hoy en día el problema
de las relaciones entre teoría e investigación se
otra, alejada o próxima de la primera pero, en esta disciplina y que está emergiendo lo que Quizás sea posible sintetizar en unos puntos lo plantea en términos en extremo más concretos-
todo caso, distinta. Es bien sabido que la tra- podríamos llamar una Sociología “mundial” en esencial del cambio: a) En primer lugar, la acen- operacionales, diríamos, y, por ejemplo, parte de
ducción en este sentido especial será tanto más oposición a las Sociologías “nacionales” tan ca- tuación del carácter científico de la disciplina las preocupaciones de Mills versan precisamen-
fácil cuanto más “comunicable” es el significa- racterísticas de una etapa previa del desarrollo, con la adopción de principios básicos del cono- te sobre las formas más productiva de entender
do del objeto cultural que lo trata. La máxima con su estrecha vinculación a las tradiciones cer científico en general, aunque con su propia y llevar a cabo todo proceso de verificación; b)
comunicabilidad la encontramos obviamente intelectuales y a las peculiaridades culturales especificidad metodológica; las antiguas contro- El desarrollo de procedimientos de investigación
en la ciencia, sobre todo a través del lenguaje de cada país. versias sobre el carácter más “filosófico” o más en extremos más refinados y poderosos de los
universal de la matemática. Pero aun aquí halla- Este libro trata por cierto problemas univer- “empírico” pueden considerarse superadas: na- que existían en el pasado: mientras en la época
mos notables diferencias, pues la comunicabi- sales, problemas que surgen de algunos de los die ya duda que la Sociología es una disciplina de Durkheim o Simmel, por ejemplo, el sociólo-
lidad podrá variar en razón de la universalidad dilemas que debe enfrentar la disciplina en la positiva, en la que la fase “empírica” se halla indi- go debía limitarse a utilizar únicamente datos
del contenido, de la problemática y concep- presente fase de su desarrollo; no obstante, el solublemente unida a la etapa “teórica”, siendo preexistentes ahora dispone de técnicas que han
tualización de cada disciplina en particular. La examen que realiza Mills no deja de darse en un una sola y misma cosa del mismo modo que la ampliado de manera insospechada sus posibili-
Sociología se halla a este respecto en una fase contexto intelectual y científico bien distinto del hipótesis y verificación constituyen “momentos” dades de observación y de experimentación en
de comunicabilidad por cierto menor de lo que que existe en América Latina: en este sentido la inseparables de todo conocer científico. Análo- el campo de los hechos sociales. Las estadísticas
existe, por ejemplo, en Economía, para quedar “traducción” requiere un esfuerzo para ubicar el gamente, es muy difícil, por no decir imposible, oficiales, las obras históricas, los documentos
contenido del libro dentro de un contexto origi- encontrar hoy quien defienda el carácter “cultu- personales o de otra índole, constituían antes las
* Germani, G. 1961 “Prólogo” en Wright Mills, Charles
nario y a la vez evaluar su significado con rela- ralista” o “espiritualista” de la Sociología en tér- únicas fuentes para el investigador. Incluso en
La imaginación sociológica. México: Fondo de Cultu- ción al contexto intelectual y científico propio minos tan propios del pensamiento alemán de antropología los relatos de viajeros fueron todo
ra Económica. p. 9-20. de la cultura en que se trata introducirlo. fines del siglo pasado y comienzos del actual y el material sobre el que trabajaron los antropólo-
388 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 389

gos clásicos. La observación sobre el terreno mana y material, organización humana y mate- adecuados en todas o incluso en varias de las ra- cirse hoy), y el segundo desempeñado tareas en
apoyada en el uso de una gran variedad de técni- rial, con una concentración considerable de re- mas de la Sociología. De ahí la necesidad de es- toda clase de instituciones públicas y privadas,
cas se han transformado ahora en una práctica cursos económicos, y, también con todas las pecialización y de especialistas con todas sus en los más diferentes campos: económicos, asis-
habitual del investigador social, y de este modo consecuencias malas y buenas de la burocratiza- conocidas ventajas y desventajas; e) La tecnifica- tenciales, educacionales, religioso, etc. De aquí
el alcance de la observación se está extendiendo ción. Puede decirse que se ha pasado de una fase ción, expansión y diferenciación interna debían una serie de nuevos problemas de carácter mate-
cada vez más, y sectores del comportamiento hu- artesanal a una fase industrial de la investiga- conducir necesariamente a otro cambio: al surgi- rial y –especialmente– moral, derivantes estos de
mano, una vez del todo inaccesibles, pueden ción, y esta transición ha sido genuinamente re- miento de escuelas específicamente dedicadas a la particular situación del sociólogo y de las difí-
ahora ser objeto de un estudio perfectamente querida por las innovaciones metodológicas y la enseñanza de la Sociología, un reemplazo de ciles alternativas que se le presentan una vez
ajustado a los más ortodoxos cánones de la me- técnicas, aun cuando las exageraciones de una las antiguas “cátedras” aisladas incluidas en el puesto a intervenir –de una manera u otra– en
todología científica. La experimentación stricto época dominada por la organización pueden ha- curriculum de las facultades de Filosofía, Dere- esa misma realidad humana que en pasado se li-
sensu que siempre pareció vedada al sociólogo ber introducido en ciertas casos deformaciones cho u otras. De este modo, y de manera análoga mitaba a estudiar, a tratar con mero y desintere-
es ahora posible, por lo menos en ciertas esferas. perjudiciales; d) Un cuarto proceso –también a lo recurrido en el campo de la investigación, la sado y observador; g) Un efecto digno de ser no-
Este desarrollo ha implicado lo que podríamos vinculado con el anterior– es la creciente dife- enseñanza de la Sociología requirió una forma tado, derivado de la extrema diferenciación in-
llamar una creciente tecnificación de la Sociolo- renciación interna de la Sociología, el surgimien- mucho más compleja de institucionalización: terna, ha originado otro rasgo característico de
gía: estandarización de procedimientos de inves- to de numerosísimas ramas especiales. Esto es instituciones especiales, multiplicidad de cursos la Sociología actual, rasgo por lo demás íntima-
tigación, uso generalizado de determinados ins- por supuesto el resultado del crecimiento y ex- y materias, títulos profesionales específicos, y el mente vinculado a la naturaleza misma de la dis-
trumentos, rutinización de tareas y carácter co- pansión de los estudios. Así, ya desde la época de paralelo surgimiento de los medios de control ciplina: la tendencia hacia la llamada coopera-
lectivo de las mismas; necesidad de invertir con- Durkheim, al lado de la Sociología general (cuya científico y académico destinados a asegurar un ción interdisciplinaria, el trabajo en equipo de
siderables recursos para ciertas investigaciones, legitimidad este autor ponía en duda, por lo me- nivel profesional adecuado; f) También en rela- especialistas de diferentes ramas de la Sociolo-
de contar con equipo material, locales, personal nos para las primeras fases del desarrollo de la ción con este desarrollo, con la profesionaliza- gía y de otras ciencias sociales. Esta cooperación
administrativo y técnicas, etc.; c) Estos requeri- disciplina), surgió una considerable variedad de ción de la Sociología –tanto como actividad pu- supone desde luego un proceso previo de espe-
mientos de la nueva metodología y la tecnifica- especializaciones, y la nomenclatura adoptada ramente académica, como en tanto actividad cialización, y aun cuando solo sea posible en
ción de ciertas fases de la investigación socioló- en el Année Sociologique todavía ejerce su in- “aplicada”– se produjeron o se están producien- base al uso de un leguaje común, de una base
gica han conducido a otras importantes innova- fluencia en la clasificación de las disciplinas so- do una serie de otros cambios: surgimiento del compartida de comunicación, su sentido es jus-
ciones y particularmente al crecimiento del as- ciológicas. En la actualidad el crecimiento de la “rol” del sociólogo, diferenciado en el del “cientí- tamente el de aprovechar las ventajas de espe-
pecto organizativo de la labor científica. Mientras bibliografía y la enorme expansión de la labor de fico puro” y en el del “profesional” o del “técni- cialización, corrigiendo al mismo tiempo su in-
que en el pasado la regla era el investigador aisla- investigación, hacen prácticamente inasequible co”, el primero dedicado principalmente a tareas evitable unilateralidad. Propósito en extremo di-
do y su biblioteca, en la actualidad lo normal es la posibilidad de que una sola persona pueda al- académicas de enseñanza o de investigación en fícil de lograr manera cumplida y que, puede de-
el Instituto, con su compleja organización hu- canzar y mantener un nivel de conocimientos el campo de “ciencias básicas” (como suele de- cirse de paso, tiende a reforzar algunos de los
390 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 391

rasgos apuntados anteriormente, en particular el des individuales y en la mayoría de los casos Desde allí y con singular rapidez se los ha más alto nivel en el campo de la metodología y
aspecto organizativo, el trabajo en equipo, y más solo resulta asequible al Estado o a las grandes visto difundir en muchos países de Europa oc- de las técnicas de investigación a la vez que el
específicamente en “comisiones”, “grupos de tra- fundaciones o a las entidades internacionales, cidental, a la mayoría de las nuevas naciones de acervo del pensamiento sociológico universal
bajo” y formas similares, los que se han vuelto es decir, siempre a organizaciones que trans- África, Oceanía y Asia, para llegar a penetrar por recibía particularmente adecuada para el aná-
hoy una experiencia habitual para el sociólogo y cienden “la escala humana” y que se caracteri- fin en el mundo socialista, donde hace poco, la lisis de la moderna sociedad industrial. Es ne-
el científico social en general; h) Por último to- zan por su estructura burocrática y por la con- Sociología era violentamente rechazada como cesario insistir sobre el hecho de que el aporte
dos estos cambios, que han transformado tan centración del poder. El hecho de que ahora el “ciencia burguesa”1. Esta rápida difusión no es del pensamiento sociológico clásico – la genera-
radicalmente la Sociología, no podían dejar de proceso empieza a afectar el campo de lo que fruto del azar, o del prestigio que acompaña el ción de los Durkheim, Weber, Simmel, Pareto y
influir de manera no menos poderosa sobre el en un tiempo se incluía en “humanidades”, en poder político (aunque puede haber algo de eso otros– combinose allí con la vigorosa tradición
tipo de personalidad requerido al sociólogo en particular la Antropología Cultural o Social, la también), sino de manera mucho más esencial, empirista sajona y que el florecimiento origi-
sus nuevos papeles en considerable medida con- Psicología y la Sociología, solo pone de relieve del hecho que mientras por un lado la emergen- nado por esta confluencia, ocurrido particular-
tradictorios: el de hombre organización, por un de manera más dramática aun los problemas y te sociedad industrial requiere en todas partes mente a partir de los años treinta, tuvo lugar a
lado, y el de “erudito”, por el otro. los dilemas que el hombre de ciencia moder- el desarrollo de la investigación científica de la la vez como respuesta, y dentro del contexto, de
Se advertirá fácilmente que esta profunda no está llamando a enfrentar, cualquiera sea el realidad social, por el otro es precisamente en los cambios sociales producidos en las últimas
transición no es de ninguna manera peculiar campo específico de su quehacer científico. los Estados Unidos donde se ha alcanzado el fases del desarrollo de la sociedad industrial,
o exclusiva de la Sociología: por el contrario, El libro de Mills refleja los problemas teó- precisamente en el país y en el momento en que
corresponde a una tendencia claramente per- ricos, prácticos y morales del proceso de esta iba a alcanzar su expresión más avanzada.
1 Rusia y otros países del Este ingresaron en la Aso-
ceptible en toda la ciencia contemporánea a la transición que hemos tratado de sintetizar en ciación Internacional de Sociología en 1955 aproxi- La aguda crítica de Mills al estado actual de
vez que refleja ciertos rasgos esenciales y bien las páginas procedentes. Lo hace sobre todo madamente. En el tercer congreso mundial hicieron la Sociología en los Estados Unidos debe ser
conocidos de la sociedad industrial. La crecien- con respecto a la situación norteamericana su primera aparición en una actitud claramente “pro- examinada a la luz de las consideraciones que
te importancia de la organización, con su con- y esta circunstancia está lejos de limitar su pagandística”; en el congreso siguiente (Stresa, 1959), se acaban de formular. Su significado para el
se observaron cambios notables. La relación rusa so-
secuente burocratización, impersonalidad del validez, pues la Sociología de este país ofre- bre el estado Sociológico en aquel país da cuenta, por
desarrollo de la Sociología en general, y en par-
trabajo, fragmentación de tareas es obvia en el ce un caso que es o puede ser singularmente ejemplo de varios estudios empíricos en los que se hace ticular sus implicaciones para América Latina,
campo de las ciencias de la naturaleza; también sintomático o predictivo del desarrollo de la uso de los procedimientos de encuesta; el tono seguía pueden acaso sintetizarse en estas preguntas:
es inevitable hoy la separación del sabio con disciplina en los demás países. Es en el Esta- haciendo polémico pero era más informativo y más ob-
respecto a la propiedad o control de los instru- dos Unidos, en efecto, donde la Sociología ha jetivo que en las contribuciones de tres años antes. En 1. ¿En qué medida las deformaciones que el
Polonia la Sociología se halla relativamente desarro-
mentos científicos que usa: la magnitud de la alcanzado su mayor desarrollo y es también llada y existen frecuentes relaciones entre sociólogos
autor denuncia son inherentes al desarrollo
inversión necesaria para montar un moderno en ese país donde han aparecido los rasgos norteamericanos (y de otros países occidentales) y los científico de la disciplina, es decir a las nue-
laboratorio rebasa infinitamente las posibilida- señalados. sociólogos polacos. Las técnicas son las mismas. vas condiciones requeridas por el hecho mis-
392 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 393

mo de su expansión, diferenciación interna, bre todo– el fruto de una actitud vital: de una que no se trata realmente de defectos inheren- expresión en el campo de los estudios sociales
perfeccionamiento técnico y demandas de la actitud decididamente crítica con respectos a tes a las nuevas orientaciones metodológicas y de ciertas tendencias “obsesivas” claramente
sociedad industrial? ¿Y en qué medida, por ambos modelos históricos. Si por un lado el a las exigencias organizativas, sino que reflejan perceptibles en muchas otras esferas de la vida
el contrario, se vinculan a la forma peculiar desarrollo económico es necesario (y desea- sobre todo (aunque no exclusivamente) ciertos norteamericana: desde la educación a la propa-
asumida por la disciplina en el contexto his- ble), ¿de qué manera evitar las deformaciones rasgos de la sociedad norteamericana, rasgos ganda, los negocios, la industria (recuérdese el
tórico peculiar de la sociedad norteameri- que –de acuerdo con nuestros valores– afectan que han conducido a desarrollos unilaterales y fetichismo del gadget o las exageraciones en la
cana, con su propia tradición intelectual y aquellas dos expresiones particulares de socie- extremos, a la exasperación de actitudes que, renovación anual de los modelos de auto), ten-
con sus rasgos culturales específicos? ¿En dad “desarrollada”? Mills es un crítico riguroso en su expresión más moderna, lejos de resul- dencias que son con suma frecuencia conducen
qué medida es posible una Sociología, que de la sociedad norteamericana, una sociedad tar perjudiciales o “deformantes” constituyen la aplicación crítica de principios e innovacio-
manteniendo un carácter científico –es de- superdesarrollada como él suele llamarla, iró- un avance necesario en la evolución de la So- nes que empleados con discernimiento consti-
cir positivo y empírico– logre evitar aquellas nicamente. Una postura análoga lo ha llevado ciología como disciplina científica. Tómese el tuirían aportes muy valiosos. Análogamente no
deformaciones? acaso a una posición heterodoxa con respecto ejemplo del “perfeccionismo” metodológico, cabe restar importancia al impacto que la cre-
2. ¿En qué medida el análisis de Mills es rele- a las tendencias imperantes en la Sociología de ya la reducción de la fase creadora en la acti- ciente significación de la organización, con su
vante para la situación de la Sociología de ese país. vidad científica a mera manipulación rutina- estructura burocrática y con su centralización
América Latina? Intentaremos sugerir alguna contestación ria de técnicas perfectamente estandarizadas, del poder, puede ejercer sobre la libertad del
a esas tres preguntas. Tarea de por cierto en o por la producción masiva de datos de casa investigador, sin embargo, aquí también halla-
Obsérvese que la pregunta formulada en pri- extremo difícil, pero incomparablemente más de escasa significación, y el formalismo en la mos a los Estados Unidos ejemplos extremos
mer término coincide con otro interrogante, simple que la de hallar una respuesta satisfacto- selección de temas de investigación (elegidos que no necesariamente han de repetirse con
un interrogante angustioso que, en un ámbito ria al interrogante aludido en último término. más por la aplicabilidad de procedimientos otras partes, si se logra mantener una clara y
infinitamente más vasto, suele formularse en Pocas dudas caben de que el análisis de “elegantes “ que por la importancia teórica vigilante percepción de la realidad. No parece
relación a los “modelos” de sociedad industrial Mills apunta certeramente a ciertas deforma- del contenido): no hay duda de que todo esto haber duda de que el papel de la organización
que nos presentan los dos opuestos casos de la ciones graves de la Sociología en los Estados ocurre en los Estados Unidos y con demasiada en la actividad científica irá aumentando y que
Unión Soviética y los Estados Unidos: Unidos: “gran teoría”, “empirismo abstracto”, frecuencia. Pero mientras por un lado nunca tal proceso es irreversible; en este sentido una
¿Cuáles son los rasgos de la sociedad indus- “ethos burocrático”. Pero resulta igualmente deberá perderse de vista el hecho esencial de posición aferrada a estructuras pretéritas pue-
trial como tal? ¿Cuáles son los que tan solo se claro para quien conozca la sociedad norte- que el empleo abusivo de ciertas técnicas de de resultar inocua o contraproducente. Pero
vinculan con esas dos particulares expresiones americana y a la vez haya examinado con al- ningún modo resta el valor que las mismas pue- los necesarios cambios organizativos pueden
históricas? Tal pregunta, como es obvio, no es guna atención el desarrollo, estado actual y dan tener –y efectivamente tienen– como ins- llevarse a cabo sin una pérdida de la indispen-
únicamente el resultado de una legítima curio- tendencias visibles que la Sociología presenta trumentos de investigación, por el otro es fácil sable autonomía del científico. La solución
sidad científica, es también –o quizás lo es so- en sus centros más avanzados en otros países descubrir en la deformación “metodologista” la francesa con su carrera de investigador cien-
394 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 395

tífico, recientemente adoptada también en la Unidos. No puede decirse, con todo, que las da un excelente ejemplo– son calidades indis- en buena medida del retraso en la enseñanza y
Argentina, y el desarrollo de los centros univer- nuevas formas asumidas por la Sociología en pensables para el investigador. la investigación que se nota en gran parte del
sitarios y extrauniversitarios dotados de la más su aspecto teórico o en su infraestructura or- En el divorcio entre teoría e investigación continente, especialmente en cuanto se tornó
completa autonomía2, y sobre todo una actitud ganizativa representen un cambio esencial a –otro de los temas centrales en el análisis de en un obstáculo para el mejoramiento del nivel
vigilante por parte de los mismos estudiosos este respecto. Las tendencias especulativas y el Mills– hallamos sin duda un problema univer- académico del sociólogo y la adquisición por
constituyen elementos esenciales al respecto. irracionalismo filosófico florecido en la estruc- sal de la Sociología, aunque la forma específica parte de este de una formación seria y especí-
Por lo demás, en los mismos Estados Unidos tura tradicional de la universidad en Alemania examinada por nuestro autor (la escisión entre fica31
abundan ejemplos de libertad y autonomía in- constituyo sin dudas uno de los ejemplos más “gran teoría” y empirismo abstracto”) puede Tal experiencia –y varias más en que abunda
telectual y científica en el contexto de estruc- típicos de deformación ideológica, tal como se considerarse más bien una expresión peculiar la historia del pensamiento sociológico– mues-
turas burocráticas, y el hecho que el apoyo de hizo patente cuando una gran parte de la So- de la situación norteamericana. A fines del siglo tra que la escisión puede surgir tanto de un
las fundaciones y de las organizaciones inter- ciología alemana (precisamente las corrien- pasado y en el primer cuarto actual, en Europa abuso de la teoría, como de un abuso de la téc-
nacionales o del Estado puede utilizarse sin tes más “espiritualistas” a lo Freyer) se puso y particularmente en Alemania la misma ten- nica, o –como parece ocurrir en ciertos casos
menoscabo de aquellos valores esenciales para desembozadamente al servicio de la ideología dencia asumió diferentes rasgos: se apoyó en de los Estados Unidos– de ambas.
la tarea científica está siendo comprobado dia- totalitaria. Toda la antropología social inglesa, la proclamada dicotomía entre ciencia natural Con acierto Mills señala el ejemplo de los
riamente en países tan distintos como Polonia florecida en el clima de perfecta libertad acadé- y ciencia del espíritu y tradújose en la separa- grandes maestros de la Sociología europea
o Yugoslavia (cuyos sociólogos han utilizado y mica de Oxford o Cambridge, ha sido acusada ción entre la llamada “Sociografía” (investiga- –Durkheim y Weber especialmente– el camino
utilizan el apoyo de fundaciones occidentales), una y otra vez de constituir un útil apéndice ción empírica, considerada de menor prestigio a seguir; sin embargo el hecho sin precedentes
Francia, Inglaterra, Alemania y otras naciones del Colonial Office. Para no hablar de lo que intelectual) y la Sociología propiamente dicha, de la creación de poderosas técnicas de la inves-
europeas. ocurre en Rusia, donde las ciencias sociales concebida como una disciplina filosófica, ajena tigación confiere al problema aspectos nuevos.
Debe reconocerse, sin embargo, que el pe- fueron transformadas en abiertos instrumen- por la naturaleza de su objeto a los métodos En primer lugar, tras la superación de la reac-
ligro de la deformación ideológica que Mills tos ideológicos. Una clara conciencia teórica “naturalistas” de la ciencia general. Los resul- ción antipositivista –con todo lo bueno y todo
denuncia con tanto vigor constituye una ame- en cuanto a las implicaciones ideológicas del tados fueron devastadores, especialmente en
naza constante en el campo del conocer social propio pensamiento y una actitud vigilante aquellos países –como los de América Latina–
en todas partes y no solamente en los Estados orientada exclusivamente en la búsqueda de la donde esta posición fue adoptada con el exce- 3 Un análisis detallado de este proceso fue realizado
verdad constituyen dos condiciones esenciales sivo celo de los epígonos y seguidores algo des- por el autor en el libro La sociología científica (Méxi-
de todo quehacer científico. La imparcialidad provistos de sentido crítico: los temas propios co: Universidad Nacional Autónoma de México), cap.
2 En algunos países de América Latina –por ejemplo I, 1956, y más recientemente en “Development and
Brasil–, aunque existe un Centro nacional para el de-
absoluta es quizá tan solo una meta ideal hasta de la Sociología fueron reemplazados por los Present State of Sociology in Latin America” en Procee-
sarrollo de la ciencia, únicamente incluye las ciencias cierto punto inalcanzable, pero la honestidad contenidos más arbitrarios y esta indetermina- dings del IV Congreso Mundial de Sociología, Londres,
naturales. moral y la claridad intelectual –de las que Mills ción acerca del objeto fue sin duda responsable 1959, vol. I.
396 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 397

lo malo que ella significó– es imposible volver partes del mundo, y con ello los correspon- “formalismo metodológico” yanquis escasea alguna actividad extracientíficas5. La tarea de
a poner la cuestión en aquellos términos. Para dientes cambios en la estructura organizativa o falta la noción misma del método científico orientar el desarrollo de la Sociología en una
Mills el problema ni siquiera aparece: la so- del trabajo científico en la Sociología: el pro- aplicado al estudio de la realidad social. Solo en dirección fructífera, que supere el estado ac-
lución que él propone, y de la que un ejemplo blema que debe enfrentarse es cómo evitar contadas universidades se enseña algo de me- tual y a la vez evite la imitación de los errores
concreto en el apéndice, es la vuelta a la “arte- las deformaciones del “empirismo abstracto”, todología y técnica de la investigación. Faltan ajenos no es por cierto fácil cuando se piensa
sanía” del “analista social clásico”, a la vincu- la “gran teoría”, el “ethos burocrático”. Si la textos modernos en esta materia de tan rápida en los grandes obstáculos materiales existen-
lación íntima, como parte de la tarea diaria del interpretación anterior no está del todo equi- evolución4 y –lo que es mucho más grave– casi tes y en ciertos rasgos de la cultura. Más a la
investigador, entre teoría y empiria: una y otra vocada, los males que Mills denuncia –aun- no existen bibliotecas especializadas y la in- vez no debemos olvidar aquellos elementos de
resultado de la imaginación, del trabajo creador que en parte resultan de tendencias presen- formación sobre la enorme literatura existente la tradición intelectual latinoamericana que
del sociólogo. En esta re-unificación en un solo tes en toda sociedad industrial– son sobre es en extremo escasa. Tan solo en los últimos sin duda nos colocan en una posición más fa-
individuo de los separados papeles del manipu- todo la expresión de una particular cultura: tiempos han aparecido algunos centros ins- vorable que la existente en el país del norte: así
lador de conceptos por un lado y del manipula- la sociedad norteamericana. Ello no implica pirados en una noción seria y adecuada de la no cabe duda que el “pensamiento social” de
dor de técnicas por otro, hallamos unos de los que las deformaciones no puedan exportarse; investigación sociológica, e investigadores que América Latina presenta más de un hermoso
elementos esenciales de la solución propuesta por el contrario, el “efecto de demostración” no necesitan buscar su sustento económico en ejemplo de los que Mills llama análisis social
por Mills. Solución excelente sin duda, mas que no se da solamente en el terreno económi- clásico. La influencia profunda del historicis-
solo puede ser entendida plenamente dentro del co sino a menudo en el intelectual también, mo, y algunas de las características mismas de
contexto de la particular situación norteameri- con la adopción de la ultimísima novedad de la cultura predisponen casi “naturalmente” a
4 Los únicos dos textos de metodología sociológica
cana, como reactivo a la especie de fascinación los países “desarrollados”: en este sentido la en los que se exponen las nuevas técnicas tienen ya la ubicación de los problemas dentro del con-
que las nuevas técnicas están ejerciendo espe- valiente crítica de Mills constituye un aporte más de 20 años y no reflejan los avances más significa- texto mayor a la estructura social percibida
cialmente en la joven generación de sociólogos, que pueda resultar de singular eficacia pre- tivos que han ocurrido sobre todo en la última década históricamente, procedimiento que Mills reco-
y a sus consecuencias teóricas y organizativas, ventiva, mas su significado variará en función (G. A. Lundberg, Investigación social, publicado por mienda con tanto énfasis. El peligro es en todo
el Fondo de Cultura Económica; y el manual de P. V.
como una necesaria reacción al formalismo téc- de las distintas situaciones en que se halle la Young, publicado por el Instituto de Investigaciones
caso el opuesto: la incapacidad para los deta-
nico y al teórico, mas no a las innovaciones me- Sociología en cada país. sociales de la Universidad de México). Paradójicamen- lles, la impaciencia hacia el trabajo minucio-
todológicas mismas ni a la formulación de teo- En los países de América Latina nos encon- te, los latinoamericanos están más familiarizados con so que inevitablemente –cualquiera que sea el
rías generales que realmente resulten fecundas tramos en una situación casi opuesta a la exis- las críticas dirigidas a la moderna metodología que con papel de la imaginación– representa una parte
para el conocimiento de la realidad social y no tente en los Estados Unidos. El “ensayismo”, el la metodología misma. El poco afortunado y del todo
inexacto libro de Sorokin sobre este tema (Achaques
se reduzcan a meros juegos conceptuales. culto de la palabra, la falta de rigor son los ras- y manías de la sociología contemporánea, Aguilar, 5 Esta es probablemente una de las causas más serias
El empleo de los nuevos procedimientos gos más comunes en la producción sociológica 1957) fue publicado casi contemporáneamente al ori- del atraso en que se encuentra la Sociología en muchos
de investigación se está extendiendo a todas del continente. Lejos del “perfeccionismo” y el ginal inglés. países de América Latina
398 Gino Germani - La sociedad en cuestión

inevitable del trabajo científico, el retraso en dos horizontes que los desarrollos recientes de
el aspecto organizativo y material de la inves- nuestra disciplina han logrado conquistar6.
tigación. Si la Sociología latinoamericana sabe
aprovechar estos elementos valiosos y a la vez Berkeley, California, febrero de 1961
utilizar los extraordinarios avances realizados
en las últimas décadas, recuperando el retraso
en que se encuentra, podrá acaso lograr aque- 6 J. Medina Echavarría en un libro publicado hace 20
años (Sociología: teoría y técnica, México, Fondo de
lla síntesis feliz que conserve los valores de la Cultura Económica, 1942), pero que posee extraordina-
gran tradición clásica –de la que Mills es sin ria actualidad, realizo un análisis total de las condicio-
duda un ejemplo– con los nuevos insospecha- nes y posibilidades de esa síntesis.
IV
Migraciones y cambio social
La contribución de Germani al
conocimiento de las migraciones

Alfredo E. Lattes

T anto las migraciones internas como inter-


nacionales han sido fenómenos medulares
en las investigaciones de Gino Germani. Los
tos. Pero hoy, más de medio siglo después
de ser escrito, el capítulo sigue atrayendo a
los estudiosos porque es el primer texto en
duce entre componentes del cambio de la
sociedad:
nes de Germani por las migraciones siempre
apuntaron a encontrar el rol que ellas juga-
ban en el cambio social, político y cultural
seis trabajos seleccionados −publicados entre que Germani presenta su mirada acerca de la Como es sabido, tal desequilibrio (demográfico) del país.
1955 y 1973− son para quien esto escribe una importancia de las migraciones ocurridas en se halla condicionado a la vez por causas históri- El libro Estructura Social de la Argentina
muestra representativa de la importante contri- Argentina. En este trabajo instala la propues- cas y políticas, por una estrecha vinculación con también contiene un capítulo dedicado a la in-
bución que Germani hizo al conocimiento y al ta que continuará desarrollando en trabajos la estructura económica, de la que constituye migración extranjera, pero Germani expandió
una ajustada expresión […] y el hecho demográ-
desarrollo de la investigación sobre las migra- posteriores, y que para ese momento podría y profundizó el tema en varios trabajos poste-
fico, a su vez, repercute sobre los otros ordenes
ciones. sintetizarse así: las migraciones internas e riores y por ello se elige un trabajo publicado
reforzando la misma tendencia centrípeta. (Ger-
En el primero de los trabajos seleccionados internacionales, interrelacionadas con múl- mani: 1987: 64) en 19621. Desde el inicio del trabajo el autor
Germani analiza la redistribución geográfica tiples procesos históricos, políticos, socia- vuelve a sintetizar su visión de la migración,
de la población de la Argentina entre 1869 y les y económicos, alcanzan en la Argentina Germani entrega muchas ideas pero le cues- aunque en este caso solo se trate de la inmi-
1947 y el rol de las migraciones en ese proce- tal relevancia social que su consideración y ta encontrar relaciones sistemáticas entre gración externa, y expresa: “La Argentina con-
so. En ese capítulo recorre someramente el análisis es inevitable cuando se trata de com- sus ideas y los datos, y esto, en buena me- temporánea no podría ser comprendida sin un
crecimiento y la redistribución interregional prender cómo se forma la estructura social dida, es por las limitaciones de los datos, análisis detenido de la inmigración masiva”
de los habitantes del país, el proceso de urba- del país hasta mediados del siglo XX. por lo que advierte que por no disponer de (p. 179).
nización y la masiva concentración de pobla- El trabajo significa también un avance medidas directas de las migraciones solo se
ción en el Gran Buenos Aires. También, con en el estudio de las interrelaciones entre guía con indicios de estos movimientos; su-
el auxilio de unos pocos indicadores sobre estructura demográfica, migración y es- brayando la necesidad de mejorar las crudas
1 Germani, Gino 1962 “La inmigración masiva y su
la importancia y dirección de las migracio- tructura social y, en este sentido, basta con estimaciones censales y de producir nuevos papel en la modernización del país” en Política y So-
nes internas e internacionales, esboza el im- citar las propias palabras de Germani en datos a partir de otras fuentes. Sin embargo, ciedad en una época de transición (Buenos Aires: Pai-
portante papel que jugaron estos movimien- relación a la retroalimentación que se pro- debe quedar en claro que las preocupacio- dós) Capítulo 7, pp. 180-232.
404 Gino Germani - La sociedad en cuestión Alfredo E. Lattes 405

Germani recorre en este trabajo2 una am- lidad, finalizando con análisis particulares de hito en América Latina, se propuso describir en otros trabajos, como el que se comenta a
plia y rica selección de datos e indicadores, la situación en 1947 y de la Ciudad de Buenos un grupo de inmigrantes venidos del interior, continuación.
pero por sobre todo despliega un abanico de Aires. En síntesis, se trata de un texto que estudiar sus motivaciones y circunstancias, Según Germani (1971)4 la migración es una
ideas acerca del rol de la inmigración en la aunque fuera escrito hace más de cuatro dé- observar algunos aspectos del impacto de la expresión de cambios básicos que están ha-
formación y modernización de la sociedad cadas, continúa siendo de lectura obligatoria vida urbana sobre ellos y establecer diferen- ciendo del mundo un planeta de ciudades y me-
argentina. Comenta los saldos migratorios para los interesados en conocer acerca de la cias entre grupos de inmigrantes de distinta trópolis; en otras palabras, apunta a la relación
decenales, en el siglo que va desde 1857 a inmigración externa y sus implicaciones en antigüedad y, también, entre inmigrantes y entre migración, urbanización, concentración
1958, los principales países de origen de la el desarrollo argentino. población nativa del lugar. Fue una investi- urbana y modernización, pero también destaca
inmigrantes y su impacto demográfico so- Germani continuaba prestando atención gación de gran complejidad y con múltiples la importancia de la migración como proceso
bre la población del país, las regiones y los a la urbanización y la marginalidad social, y variables intervinientes en cada uno de los social. En general, para los que sostenían este
principales centros urbanos. Analiza la com- el tercer trabajo seleccionado es su ponen- diversos fenómenos estudiados. enfoque teórico −de escasa vigencia en la ac-
posición por sexo y edad de los inmigran- cia al seminario sobre problemas de la ur- Aunque el texto seleccionado es una ver- tualidad− la modernización tiene un doble sig-
tes como su participación económica, por banización en América Latina, organizado sión apretada del informe original, igualmen- nificado: primero, el desarrollo de estructuras
ramas, categorías ocupacionales y también, por UNESCO en Santiago de Chile en 19593. te consigue brindar los elementos suficientes sociales caracterizadas por la diferenciación,
por grandes estratos socio-ocupacionales. Se trata de un resumen de resultados de la para saber de la población estudiada, los la diversificación y la separación, y segundo, el
Presta atención al nivel de educación de los encuesta sobre estratificación y movilidad procedimientos utilizados en la elección de desarrollo de nuevas estructuras instituciona-
inmigrantes, su participación en asociacio- social, el estudio de un “caso” que Germani los casos y el cuestionario empleado. Tam- les, incluidos valores, actitudes, aspiraciones
nes voluntarias, naturalización y también la realiza con sus colaboradores del Instituto bién brinda un resumen de los principales y objetivos, personales y sociales, modelados
homogamia de los inmigrantes por naciona- de Sociología de la UBA, en una zona obrera resultados obtenidos en cuanto al lugar de por la dinámica de los cambios sociales estruc-
de la provincia de Buenos Aires denominada origen de los inmigrantes, sus motivaciones turales. La distinción entre sociedades tradi-
Isla Maciel. La encuesta, que constituyó un y formas de la emigración y, también, sobre cionales y modernas es propia de este enfoque
2 Con pequeñas modificaciones y/o agregados, Ger-
mani publicó, otras versiones de este trabajo, entre
su participación social y otros aspectos del
ellas: La Asimilación de los Inmigrantes en la Argen- proceso de adaptación. El trabajo, además
tina y el fenómeno del Regreso de la Inmigración Re- 3 Germani, Gino 1967 “Investigación sobre los efectos de documentar esta original investigación de 4 Germani, Gino 1971 “Capítulo IV. Asimilación de
ciente (publicación interna del Instituto de Sociología, sociales de la urbanización en un área obrera del Gran campo sobre migración interna en Argentina migrantes en el medio urbano (Aspectos teóricos y me-
Número 14, en colaboración con Jorge Graciarena y Buenos Aires” en Hauser, P. (comp.) La urbanización −una línea de trabajo que Germani no conti- todológicos)” en Germani, G. Sociología de la Moderni-
Miguel Murmis) y Mass Inmigration and Moderniza- en América Latina (Buenos Aires: Solar / Hachette) zación (Buenos Aires: Paidós). La primera publicación
tion in Argentina, Harvard University, Contribution 23, pp. 231-262. Cabe señalar que UNESCO había publica-
nuaría en los años siguientes− posibilita una de este texto, con ligeras diferencias, apareció en 1965
Reprinted from Studies in Comparative Internacional do este mismo trabajo en inglés en 1961 y en castellano aproximación a la orientación teórica del au- en la Revista Latinoamericana de Sociología (Buenos
Development, Vol II, Nº 11, Original series: 025, 1966. en 1962. tor, que luego será abordada específicamente Aires) Vol. 1, Nº 2.
406 Gino Germani - La sociedad en cuestión Alfredo E. Lattes 407

y está presente en la mayoría de los trabajos psico-sociales y el privilegio de las variables lidad, como por ejemplo la necesidad de la de población de la Argentina7, generando así
de Germani, vinculando a las primeras con el individuales5. Sin embargo, hoy subsisten “investigación histórica de las migraciones una nueva fuente de datos que permite co-
mantenimiento del statu quo y a las segundas elementos de la “teoría de la modernización” internas tal como ocurrieron en el pasado y nocer, entre otros temas, varias característi-
con los cambios de actitud, las nuevas expecta- en varios de los nuevos enfoques teóricos en relación con otros cambios sociales, cul- cas de la migración interna ocurrida en esa
tivas, el rechazo a los viejos valores, creencias utilizados para estudiar las migraciones. De turales y económicos” (pág. 274). época8. También señala Germani que además
y obligaciones. todos modos, e independientemente de la Continuando con su constante tarea de del aprovechamiento de los datos censales es
Citando a Eisenstandt (1954) Germa- medida en que los distintos autores intenten promover el mejoramiento de la producción necesario desarrollar otras estrategias de in-
ni distingue tres procesos principales en la resolver la relación entre causas agregadas o y utilización de las estadísticas sociales en el vestigación y recomienda la combinación del
migración: la decisión de emigrar, el trasla- estructurales y causas individuales de los fe- país y en la región, Germani subraya la im- análisis de los datos censales, con los datos
do y la aculturación en la sociedad urbana, nómenos migratorios, las nuevas proposicio- portancia de aprovechar los nuevos datos provenientes de encuestas por muestreo y
y destaca tres niveles de análisis, objetivo, nes han elaborado bases para un análisis de que proveen los censos (de las rondas 1950 y, los estudios de campo, tanto en el lugar de
normativo y psico-social, postulando la per- las migraciones que exceda las motivaciones en particular, 1960) sobre migración interna origen como en el lugar de destino de los in-
manente interrelación entre los tres niveles. racionales (teorías económicas neoclásicas) y exhorta a las oficinas centrales de estadís- migrantes, advirtiendo que se debe superar el
Aunque Germani asigna mucha importancia o psico-sociales (teoría de la modernización) ticas a que preparen muestras censales y las limitado enfoque de los factores (objetivos)
al individuo como unidad analítica, señala de los individuos, sin por ello derivar en la pongan a disposición de estudiosos e insti- de expulsión y atracción, para lo cual sugiere
que ello no implica reducir las causas de la “racionalidad” del sistema en su conjunto, tuciones de investigación. También destaca la utilización de su enfoque de los tres nive-
migración a un proceso psicológico, sino a la enfoque propio de la ecología humana. la tarea que en este mismo sentido iniciaba les de análisis, antes referido.
necesidad de utilizar un contexto psicológi- En 1965 Germani presentó una ponencia el CELADE, con la creación del primer ban- Pasados unos años, Germani retoma y vuelve a
co y un contexto normativo para comprender corta en la que se refirió a la investigación co de muestras censales. Para el avance de insistir en el rol de la migración interna en el surgi-
el funcionamiento de los factores objetivos. necesaria sobre migración interna en Améri- la investigación histórica, particulariza en miento del peronismo (1973: 435-4889), destacando
Este esquema teórico, que él mismo aplicara ca Latina6. Varias propuestas y demandas de la recuperación, mediante muestras repre- dos ideas principales en relación a estos movimien-
parcialmente en sus investigaciones empíri- esa nota realmente sorprenden por su actua- sentativas, de los datos de censos antiguos
cas que, como se sabe, fueron principalmen- cuyos cuestionarios originales se encuentren 7 Las muestras de los censos de 1869 y 1895, de 100.000
te de naturaleza macrosocial y sostenidas disponibles. En relación a esta sugerencia, personas cada una, fueron realizadas en 1966 y su deta-
5 Véase, entre otros, Mora y Araujo (1982).
por datos secundarios, fue objeto de críticas, cabe recordar que poco tiempo después de lle puede verse en Somoza y Lattes (1967).
en particular, por quienes utilizaban el de- 6 Germani, Gino 1965 “Investigación en el campo de esa presentación, Germani, en otra de sus ta-
la migración interna en la América latina”, traducción 8 Véase, entre otros, Rec­chini de Lattes y Lattes (1969).
nominado enfoque histórico-estructural. Un de una ponencia presentada a Components of Popula-
reas pioneras, gestionó y obtuvo un subsidio 9 Este artículo se publica en la sección Los estudios
enfoque que pone el acento en lo social e his- tion Change in Latin America. The Milbank Memorial para la extracción y procesamiento de mues- electorales de Germani: las bases sociales del voto, con
tórico y al que le molestan las explicaciones Fund Quarterly, 45, Part 2 (pp. 324-337). tras de los dos primeros censos nacionales referencia particular a ocupación y voto (N. E.).
408 Gino Germani - La sociedad en cuestión Alfredo E. Lattes 409

tos: i) la mayor intensidad de las migraciones inter- tivas básicas de las migraciones al GBA, siguen Germani, Gino 1962 “La inmigración masiva los migrantes internos” en Desarrollo
nas hacia el Gran Buenos Aires (GBA) se produjo abiertas las preguntas acerca de cuál fue el com- y su papel en la modernización del país” Económico (Buenos Aires) 13 (51).
en años anteriores al censo de 1947, y ii) las provin- portamiento político de los migrantes. en Política y Sociedad en una época de Lattes, Alfredo y Recchini de Lattes, Zulma
cias de origen de esas migraciones fueron, princi- Varios autores han planteado diversas obser- transición (Buenos Aires: Paidós). 1992 “Auge y declinación de las migraciones
palmente, las provincias menos desarrolladas del vaciones a este trabajo y no solo han discutido Germani, Gino 1965 “Investigación en en Buenos Aires” en Jorrat, J. y Sautu, R.
país. Al particularizar en el GBA, Germani destaca las cifras de las migraciones sino, particularmen- el campo de la migración interna en (eds.) Después de Germani (Buenos Aires:
acertadamente, el “verdadero desplazamiento en te, el rol que Germani les atribuye, dejando de la América latina”, traducción de una Paidós).
masa de la población” que se produjo hacia esta lado los roles que cumplieron otros determinan- ponencia presentada en Components of Mora y Araujo, Manuel 1982 “Teoría y datos.
área, tanto de personas nacidas en Argentina como tes del surgimiento del peronismo. Se trata de un Population Change in Latin America Comentarios sobre el enfoque histórico-
de personas nacidas en el exterior. artículo muy complejo que fue calificado por un (The Milbank Memorial Fund Quarterly) estructural” en Mertens, Walter y otros
Aunque Germani alerta al lector al inicio del comentarista como “un verdadero laberinto de 45, Part 2. Reflexiones teórico-metodológicas sobre
artículo acerca de que “la evidencia empírica re- cifras” y esto, a su vez, en el medio de una con- Germani, Gino 1967 “Investigación sobre los investigaciones en población (México D.F.:
unida es insuficiente […] carecemos de sólidos tinua y densa cascada de ideas formuladas des- efectos sociales de la urbanización en un El Colegio de México / CLACSO).
estudios históricos sobre las características de- de un enfoque rígido, en el cual las migraciones área obrera del Gran Buenos Aires” en Rec­chini de Lattes, Z. y Lattes, A. E. 1969
mográficas y sociales de las migraciones inter- quedaron constreñidas al rol asignado. Como Hauser, P. (comp.) La urbanización en Migraciones en la Argentina. Estudio de
nas del período 1935-1946, así como sobre otros generalmente sucede tras esfuerzos interpreta- América Latina (Buenos Aires: Solar / las migrac­iones inter­nas e internacionales
cambios estructurales del período” (pág. 436), es tivos de esta magnitud resta lo más importante, Hachette). basado en datos censales, 1869‑1960.
necesario subrayar que todas las cifras, propias poner en limpio y estructurar una nueva serie de Germani, Gino 1971 “Capítulo IV. Asimilación (Buenos Aires: Instituto Torcuato Di Tella,
y ajenas, que utiliza Germani son estimaciones preguntas acerca de la emergencia del peronis- de migrantes en el medio urbano (Aspectos Edi­torial del Instituto).
muy gruesas, obtenidas con escasos recursos mo para volver a discutirlas desde una perspec- teóricos y metodológicos)” en Germani, G. Somoza, Jorge L. y Lattes, Alfredo E. 1967
de información y técnica. Mejores estimaciones tiva multi e interdisciplinaria hasta encontrar, al Sociología de la Modernización (Buenos Muestras de los dos primeros censos
realizadas hace unos años (Lattes y Recchini de menos, una convergencia de respuestas. Aires: Paidós). nacionales de población (Bue­nos Aires:
Lattes, 1992) posibilitaron una suerte de verifi- Germani, Gino 1973 “El surgimiento del Centro de Investigacio­nes Sociales, Instituto
cación parcial de las cifras que presenta Germa- peronismo: el rol de los obreros y de Tor­cuato Di Tella) Documento de Trabajo 46.
ni en su artículo de 1973 y el resultado fue que Bibliografía
algunas de sus afirmaciones sobre las dimensio-
nes y origen de las migraciones continuaban en Eisenstadt, S. N. 1954 The Absorption of
pie, otras no y otras debían ser calificadas. Sin Immigrants (Londres: Routledge & Kegan
embargo, más allá de las dimensiones cuantita- Paul).
Investigación sobre los efectos
sociales de la urbanización en un área
obrera del Gran Buenos Aires* **

Gino Germani***

Objeto y método del estudio b. Estudiar las motivaciones y circunstancias El campo cubierto por el estudio es muy am- los fenómenos estudiados, solo puede preten-
que acompañaron su migración. plio y abarca gran cantidad de aspectos de la der abrir el camino a otros trabajos, proporcio-
Propósitos c. Observar algunos aspectos del impacto de la vida familiar, el trabajo, la participación social nando datos de utilidad para afinar conceptos,
vida urbana sobre los inmigrados. y el consumo, los ingresos y la vivencia, no solo hipótesis y metodología. Trátase de un ensayo
Las finalidades de esta investigación pueden d. Determinar la existencia de diferencias en el nivel de los hechos sino también en el de destinado sin duda a ofrecer una preciosa in-
enunciarse del siguiente modo: entre grupos de inmigrados con distinta las actitudes. formación en un campo en el que se carece casi
antigüedad de residencia en la ciudad, Es obvio que una investigación de este tipo, por completo de datos en el país, pero también
a. Obtener una descripción de un grupo de inmi- también en comparación con un grupo de por la amplitud de sus alcances y la enorme afectado por severas limitaciones, que por su-
grados desde el interior al Gran Buenos Aires. nativos. multiplicidad de variables que intervienen en puesto no deben ser olvidadas al evaluar los

* El manuscrito original se ha reducido en más de la grados recientes, inmigrados más antiguos y nativos. Instituto de Sociología de la Facultad de Filosofía y Le- siones requeridas; b) se ha basado sobre una tabulación pro-
mitad. Se han conservado la mayoría de los conceptos B. Una encuesta realizada en la escuela que sirve al tras (Buenos Aires). La encuesta B), por el organismo visoria en la que se han debido omitir muchos de los cruces
de fondo y las supresiones han consistido sobre todo área estudiada y que abarcó a la totalidad de sus indicado en segundo término. Ambas investigaciones requeridos por un análisis en un nivel más avanzado. Por
en eliminar los datos estadísticos basados en las tabu- alumnos. En la misma se estudian comparativa- estuvieron a cargo del profesor Gino Germani y del per- otra parte, el estudio definitivo tratará de sintetizar en un
laciones preliminares. mente niños de familia inmigradas y nativas desde sonal de los dos institutos. La encuesta C) fue realiza- conjunto los resultados de las diferentes encuestas. (N. E.).
Este trabajo constituye un informe preparado especialmen- el punto de vista del nivel intelectual, tipo de perso- da por la Cátedra de Medicina Social de la Facultad de ** Germani, G. 1967 “Investigación sobre los efectos
te para el Seminario sobre urbanización en América Latina, nalidad y problemas de adaptación. Medicina de la Universidad de Buenos Aires y estuvo sociales de la urbanización en un área obrera del Gran
organizado por la UNESCO y las Naciones Unidas (Comi- C. Una encuesta sanitaria llevada a cabo en dos gru- dirigida por el doctor Guido Ruiz Moreno; la encuesta Buenos Aires” en Hauser, P. (ed.) La urbanización en
sión Económica para América Latina). Ha sido redactado pos: nativos e inmigrantes, seleccionados dentro de D) estuvo a cargo del Instituto Nacional de la Nutrición América Latina (Buenos Aires: Ediciones del Solar /
como análisis preliminar de los datos de una investigación los casos incluidos en A). bajo la dirección del doctor Boris Rotman. Hachette) pp. 231-262.
realizada en una pequeña zona obrera dentro del área del D. Una encuesta sobre alimentación realizada en un El presente informe se basa únicamente sobre los datos de *** Del Instituto de Sociología de la Facultad de Filosofía
Gran Buenos Aires. La investigación comprende: grupo de familias de las incluidas en A) y C). la encuesta A). Se trata de un análisis preliminar por los si- y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, y del
A. Una encuesta de tipo general e intensivo levantada en La encuesta (A) ha sido realizada por el Instituto de guientes motivos: a) se ha tratado de sintetizar al máximo Instituto de Sociología Argentina y Bonaerense del Minis-
grupos seleccionados de habitantes de la zona; inmi- Sociología Argentina y Bonaerense (La Plata) y por el los resultados obtenidos para limitar el informe a las dimen- terio de Educación de la Provincia de Buenos Aires.
412 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 413

resultados. Una de las dificultades insalvables minada tradicionalmente Isla Maciel, se ubica (que había solicitado una encuesta para fines en cambio, procedimientos más discretos. No
que ha habido que enfrentar ha sido la falta de entre el Riachuelo y el antiguo arroyo Maciel, de acción social) y al mismo tiempo, se trataba es posible presentar los resultados del estudio
estudios antropológicos y sociológicos básicos hoy entubado, y que en un tiempo la separa- de una población que ofrecía una variedad de como “representativos” de la población inmi-
sobre la estructura cultural y social de las re- ba del resto del partido haciendo de ella una situaciones que podrían ser utilizadas en un es- grada del interior. En realidad, una investiga-
giones de donde son originarios los inmigran- isla. Esta área, netamente obrera por la com- tudio comparativo. La existencia de un Centro ción de este tipo hubiese significado un enfo-
tes internos que, de haber existido en suficiente posición ocupacional de su población, sus que permitiría establecer un rapport favorable que totalmente distinto. La comparación que
cantidad y detalle, tendrían que haber servido características edilicias, su tradición, incluye con la población que debía estudiarse fue un puede hacerse con otras comunidades respec-
de punto de partida para la investigación. Solo dos zonas claramente separadas. Una de ellas, elemento decisivo. Es necesario recordar, en to de las cuales existen datos muestra que la
se ha podido contar con algunas referencias regularmente urbanizada, está constituida por efecto, no solamente que se trataba del primer zona de Maciel se halla aproximadamente den-
muy generales para establecer el ritmo y las viviendas humildes –en su mayoría casas de in- estudio del género intentando en el país, sino tro del margen de variabilidad observada en las
transiciones del proceso de transculturación quilinato construidas en madera y chapa cana- también que las circunstancias imperantes di- otras zonas. La discrepancia más notable se
que no han resultado suficientes para poder ha- leta– y habitada por familias nativas del Gran ficultaban o hasta impedían la comunicación refiere a ocupaciones anteriores a la migración
cer comparaciones entre los inmigrantes insta- Buenos Aires o inmigrantes desde hace mucho entre diferentes sectores de la población, to- que revelarían una mayor proporción de origen
lados en Isla Maciel y los grupos que habitan tiempo; la otra parte incluye un conglomerado davía conmovida por los sucesos de septiem- netamente rural en las demás villas: en estas
las regiones de donde proceden. Esta situación de casuchas de emergencia construidas por sus bre de 1955. La totalidad del trabajo, contacto, las ocupaciones primarias van de un máximo
ha hecho necesario un cambio de dirección propios moradores, una de las típicas “villas preencuesta y trabajo de campo tuvo que rea- del 54% de la población masculina a un mínimo
de la perspectiva y es por eso –entre otras co- miseria”, surgida en los últimos quince años, lizarse en períodos electorales (dos elecciones del 26% (en Maciel, 16%). En el mismo sentido
sas– que la comparación se ha orientado hacia habitada en su gran mayoría por inmigrantes entre fines de julio de 1957 y fines de febrero iría la diferencia (mucho más leve) en cuanto a
la confrontación de los emigrados en distinto originarios de provincias del interior del país.1 de 1958) perturbados por toda clase de conflic- instrucción. Es muy difícil afirmar aquí, sin em-
grado de transculturación con los nativos del La elección de Isla Maciel para la realización tos político-sociales y de huelgas. Esfuerzos y bargo, cuál es la verdadera proporción rural de
Gran Buenos Aires. del trabajo obedeció a razones de convenien- tiempos muy considerables tuvieron que dedi- la población inmigrada de clase popular en su
cia. Se poseía en la zona un punto de apoyo carse a asegurar relaciones favorables con la conjunto, dado que puede estimarse como muy
constituido por el Centro de Desarrollo Integral población que debía estudiarse. Frecuentes considerable la inmigración desde zonas urba-
La población estudiada del Departamento de Extensión Universitaria visitas a las instituciones y dirigentes sociales nas intermedias en las que existe subempleo.2
de la Universidad Nacional de Buenos Aires y una cuidadosa preparación psicológica de la En otros atributos la diferencia es mínima o va
Para la realización del estudio, se eligió una población, permitió llevar a cabo el trabajo de
pequeña área urbana situada en los límites de 1 La zona habitada por residentes nativos del Gran
manera satisfactoria. Sin embargo, debieron 2 Las comparaciones de la zona urbana nativa (isla)
la Capital Federal hacia el sur, en el partido Buenos Aires se denomina en este informe “isla”; la se- evitarse las operaciones que significaran un con otras zonas obreras de Buenos Aires ponen de ma-
bonaerense de Avellaneda. Esta zona, deno- gunda zona, “villa”. despliegue demasiado ostensible y adoptar, nifiesto diferencias importantes.
414 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 415

en sentido contrario (por ejemplo, cantidad de que debían tenerse en cuenta para la construc- Cuadro 1. Grupos comparativos de familias.
matrimonios legales superior en Maciel, siendo ción de los grupos: a) origen (interior o Gran Grupos de familias
Criterios
sin embargo un rasgo más rural). Buenos Aires); b) antigüedad de la migración 1 2 3 4 5
al Gran Buenos Aires); c) residencia (zona ur- Origen del jefe de familia* Interior Interior Interior Interior Nativo
bana normal o villa); d) nivel económico social Origen de la mayoría de los miembros adultos Interior Interior Interior Interior Nativo
La selección de los casos comparable de acuerdo a la lógica de la inves- Fecha de la inmigración al Gran Buenos Aires 1951-1957 Hasta 1950 1951-1957 Hasta 1950 Nativos
tigación. A base de estas cuatro variantes se Antigüedad. Promedio de residencia en la ciudad 3 años 13 años 3 años 16 años Nativos
De acuerdo con los objetivos de la investiga- establecieron los siguientes criterios: a) origen
Residencia Villa Villa Isla Isla Isla
ción debían construirse grupos de inmigrantes (interior o Gran Buenos Aires) del jefe de fami-
Nº de familias 73 24 6 33 74
argentinos, originarios del interior del país, de lia; b) antigüedad de residencia en el Gran Bue-
Total de miembros 330 116 19 133 269
diferente antigüedad de residencia en el Gran nos Aires, también del jefe; c) proporción de
Buenos Aires, y por lo menos un grupo de nati- miembros, de dieciocho o más años de edad, * El grupo 1 incluye dos jefes de familia del Gran Buenos Aires; el grupo 2, uno; el grupo 4, cinco; el grupo 5, dos jefes
vos de esta zona. La decisión de reclutar estos nativos del interior o del Gran Buenos Aires; d) de familia procedentes del interior llegados antes de 1945 y tres extranjeros (llegados antes de 1950).
grupos en un área obrera que incluía a la vez ubicación de la vivienda: manzanas edificadas
una parte de urbanización edilicia regular y una (“isla”) o agrupación de viviendas de urgencia
parte de villa miseria, se debía, además, no solo (“villa”). Combinando tales criterios se constru- accesibilidad a la cultura urbana; por otra parte, guntas; la duración de la entrevista oscilaba
a la facilidad de encontrar allí una mayor pro- yeron cinco grupos, de manera que se presen- en promedio, tienen una antigüedad de residen- según el tipo de familia entre 3 y 7 horas. En
porción de inmigrantes residentes, sino tam- taran dispuestos en una especie de progresión cia de 6 años, es decir, inferior al promedio del general, se cumplió en dos etapas y a menu-
bién al propósito subsidiario de tener en cuenta desde las familias inmigradas más homogéneas grupo 4. Por supuesto que cuando aparezca muy do, en tres. Debía ser contestado por el jefe de
también el tipo de ambiente urbano en que se en cuanto a origen de sus miembros y carácter necesario, incluso en este análisis provisional, familia y su cónyuge, o en el caso de familias
desenvuelve la vida de los recién inmigrados; reciente de su inmigración, hasta las familias se los tomará por separado. Respecto al grupo incompletas, por un segundo adulto en el caso
por ello otro elemento que había que tener en totalmente nativas (véase el Cuadro 1). 3, muy reducido en su número, será examinado de existir. El cuestionario se refería a todos
cuenta en la constitución de los grupos, ade- A los fines del presente análisis provisional en la redacción definitiva, caso por caso. los integrantes de la familia y se preveía la po-
más de origen y antigüedad (parte urbanizada se han empleado más frecuentemente tres gru- sibilidad de completar la información con las
o villa). Por último, de acuerdo con las consi- pos, el lugar de cinco, combinándose los grupos El cuestionario empleado, aplicación personas en cuestión cuando el jefe y su cón-
deraciones señaladas en el párrafo anterior, la 1 y 2 y omitiendo el grupo 3. Lo primero se fun- y codificación yuge no pudieran contestarlas. Ciertas sec-
comparación debía llevarse a cabo dentro de da en el hecho de que, si bien tienen diferente ciones del cuestionario sin embargo estaban
un nivel económico social de clase popular. En antigüedad de residencia, su igual domicilio en El cuestionario incluía 169 preguntas principa- reservadas únicamente al jefe y su cónyuge
resumen, son cuatro las variables principales la villa los coloca en el mismo plano en cuanto a les discriminadas a menudo en varias subpre- –por ejemplo actitudes familiares, actitudes
416 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 417

hacia la migración y la vida urbana, causas de psicología, además de algunos pertenecien- tanto, el análisis se ha basado sobre todo en la La mayoría de estos inmigrantes no vivía en
y circunstancias de la migración–, otras úni- tes al personal permanente de los institutos interpretación lógica de las comparaciones del áreas rurales: solamente un 15% residía en lo-
camente al jefe (v. gr. historia ocupacional). participantes. Un buen número tenía entrena- comportamiento de los distintos grupos some- calidades de menos de 2.000 habitantes, y no
Se tomaron las precauciones necesarias para miento previo en entrevistas de carácter psi- tidos a encuesta, en particular en su graduali- hay diferencia a este respecto entre los recién
uniformar en todas las entrevistas el tipo de cológico. El entrenamiento se realizó a través dad y dirección. llegados y los de residencia más antigua; más
persona que debía contestar a las diferentes de clases, de lecturas (se preparó un manual de una tercera parte nació en centros interme-
categorías de preguntas. basado en parte en extractos del empleado por dios, entre los 2.000 y los 20.000 habitantes y
El cuestionario se dividía en las siguientes el Survey Research Center, de Michigan), ensa- La migración la mitad restante en centros mayores. El tipo
secciones principales: yos dramatizados y ensayos reales. El trabajo de ocupación de los jefes de familia antes de
de campo tuvo que realizarse casi cuatro meses Origen de los inmigrantes la migración refleja este origen, pero en el gru-
A. Composición de la familia. después de la preencuesta debido a dificulta- po de los inmigrantes más antiguos –de origen
B. Menores, problemas y actitudes de los pa- des surgidas en la zona las que aconsejaban de- Como en la mayor parte de las villas miseria, más heterogéneo– la proporción de los que
dres. morar la operación. El trabajo de campo duró los inmigrados de Villa Maciel, en su mayoría tenían ocupaciones agropecuarias es un poco
C. Menores, problemas y actitudes de los pa- aproximadamente tres meses. En la zona villa de una misma región, en este caso de unas po- mayor. En realidad, muchos de los centros pe-
dres. casi no hubo negativas y estas también fue- cas provincias del noreste del país: Corrientes queños e intermedios –pero clasificados como
D. Estado sanitario. ron reducidas en la zona urbanizada (en total y Entre Ríos, proporcionaron casi la mitad de urbanos en base a su población– incluyen una
E. Alimentación; preferencias. Cambios pro- 7,2%). los casos estudiados y otra parte, Chaco y Mi- cantidad de personas de ocupaciones rurales
vincia-ciudad. Del cuestionario se hicieron dos versiones siones; hay también un 19% que nació en Santa o que se alternan con ellas. Solamente de un
F. Residencia y migraciones principales y otras variantes menores que fue- Fe; el resto se distribuye en las demás. En la 60% aproximadamente se sabe que tenía una
G. Causas y circunstancias de la migración. Ac- ron ensayadas antes de la aplicación definiti- inmigración más antigua, la concentración por ocupación permanente, el resto o bien no tra-
titudes hacia la ciudad. va. origen es menor (aunque una cuarta parte vino bajaba o bien lo hacía en trabajos accidentales.
H. Trabajo. Actitudes hacia el trabajo. El presente informe se basa sobre una tabu- de una sola provincia, Entre Ríos) y las diferen- En su mayoría estos inmigrantes eran peones,
I. Problemas y actitudes económicas. lación provisional realizada manualmente. El tes regiones del país están más equitativamente u obreros no especializados o semiespeciali-
J. Participación social. Recreación. número de tablas de la codificación definitiva representadas. Esta relativa concentración por zados o trabajaban en “changas” (“cuenta pro-
K. Aspectos materiales de la vivienda. es de aproximadamente 300. provincia y por localidades se explica, como se pia”); el resto, alrededor del 20 o 30%, podía
En la gran mayoría de los casos no se han verá, por la modalidad de la migración, que a considerarse especializado o trabajaba como
El cuestionario fue aplicado por un núcleo de computado pruebas de significación en las menudo se apoya en las conexiones existentes empleado. A este respecto no hay diferencias
encuestadores reclutados principalmente entre diferencias encontradas y ello se hará, por en la ciudad, con parientes y amigos o con gen- notables entre los dos grupos, el más antiguo
los estudiantes de las carreras de sociología y supuesto, en el informe definitivo. Mientras te de la misma zona de origen. y el reciente.
418 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 419

Motivaciones y formas ellos mismos las experimentan. Las mismas bien por todos, y solo en pocos casos se men- gos; en primer lugar se menciona la vivienda.
de la emigración motivaciones aparecen en cuanto a la elección ciona la intervención del cónyuge como decisi- Para los habitantes de la villa se trató sobre
de Buenos Aires, pero aquí es significativo que va al respecto. Cuando hubo alguna oposición todo de cooperación para instalarse en la villa
Estos pocos datos en cuanto a la ocupación las causas familiares ocupen también un lugar –lo que ocurrió en menos de la quinta parte de misma o en alguna otra agrupación similar; y
confirman, por supuesto, lo que se sabe acerca destacado, como se verá luego. La mitad de los los casos– esta vino sobre todo de los pobres, en segundo lugar trabajo; ya sea en vivienda,
de las motivaciones económicas de la emigra- hombres, aproximadamente, vinieron solos, la algunas pocas veces del cónyuge. en trabajo o en alguna otra forma más del 60%
ción. Coinciden también con las afirmaciones gran mayoría de las mujeres, con sus familias, ¿Sobre qué contaban los emigrantes al deci- recibió ayuda al llegar. La proporción de inmi-
de los inmigrantes. En sus respuestas a la pre- o por lo menos siguieron a algún familiar que dir su viaje? No hay duda que para muchos la grantes residentes en la parte más urbanizada y
gunta directa mencionaron como más impor- las precedió. Pero aquí, por supuesto, se habla única base la constituía la presencia en Buenos de inmigración más antigua, que recibió ayuda,
tante la falta de trabajo, el trabajo “mal pago” de la familia próxima o nuclear y no de otros Aires de parientes o amigos o ambos; no todos es algo más elevada que en la inmigración re-
o el hecho que tuvieron una oportunidad de miembros del grupo de parentesco. por cierto recibieron ayuda, pero esa presen- ciente, y con domicilio en la villa. Aunque no es
mejor trabajo en Buenos Aires; sin embargo, En el grupo de la emigración más reciente, las cia en Buenos Aires debió alimentar las espe- posible saber si también en cuanto a volumen
también aparecen mencionadas otras moti- dos terceras partes de las familias estaban cons- ranzas de hallar de algún modo una solución a la ayuda recibida por aquel grupo fue mayor,
vaciones no directamente económicas: deseo tituidas antes de la emigración, en el grupo más los problemas que encontrarían al llegar. Así, es conveniente recordar esta circunstancia al
de cambiar, deseo de mejorar, atracción de la antiguo solamente un tercio. La mayoría de los aproximadamente el 60% dice que al salir te- comparar el grado de adaptación a la vida ur-
ciudad, el que todos se fueran. No hay duda inmigrantes deja el lugar de nacimiento antes de nía pensado algo acerca de la forma de encon- bana de ambos grupos. El que reside en “isla”
de que las causas económicas actúan sobre los treinta años: una tercera parte lo hace entre trar vivienda: la concentración en una misma no solamente es más antiguo, sino que incluye
un trasfondo de otras motivaciones, como los dieciséis y los veinte años y otro tanto en la agrupación y zonas de los inmigrados de una un número mayor de familias que recibieron el
también puede inferirse en la apreciación que década sucesiva. Aquí también hay diferencias provincia de determinado origen se explica, ya apoyo de personas ya residentes en la ciudad.
estos emigrantes hacen a propósito de los que entre varones y mujeres; entre estas, una propor- sea por la ayuda que los residentes prestan a Para más de las dos terceras partes de los
se quedan y los que se van: por lo pronto, más ción más alta emigró antes de los dieciséis años, los nuevos, ya sea por las esperanzas motiva- inmigrados Buenos Aires fue la meta elegida
del 80% dice que “muchos otros se fueron del acompañando probablemente a familiares. das simplemente por el hecho de conocer su de primera intención; sin embargo, particular-
pueblo”, es decir, perciben la emigración como Para la mayoría la decisión de emigrar no existencia. Fueron proporcionalmente menos mente en el grupo de inmigración más reciente
lo más común (sea ello cierto o no). En cuan- fue largamente discutida: fue tomada de im- los inmigrantes que tenían alguna idea de cómo casi una cuarta parte realizó varias etapas y tar-
to a los que se quedan, lo atribuyen no solo a provisto, acaso aprovechando alguna coyuntu- encontrar trabajo: aquí operó la expectativa ge- dó un número variable de años en establecerse
causas económicas sino también al miedo de ra favorable. En menos de una tercera parte de nética acerca de las posibilidades ofrecidas por en Buenos Aires, después de haber salido de
lo peor, a la falta de progresar, a la costumbre. ambos grupos de inmigrantes hubo un período Buenos Aires. su pueblo o ciudad natal. Los desplazamien-
Estas motivaciones proyectadas en los demás de reflexión previa. En la mayoría de las veces, La mayor parte de inmigrados recibió alguna tos más frecuentes fueron de lugares menos
reflejan las propias, por lo menos tal como la decisión fue tomada por el jefe de familia o clase de ayuda por parte de parientes o ami- urbanos a los lugares más urbanos (según la
420 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 421

población de los respectivo centros); pero no característico del grupo de inmigrados recien- lar, mas también se sabe que es relativamente urbanas, y con ellas las normas que caracteri-
faltó cierto número que pasó –durante las eta- tes es la existencia de convivencias, de grupos alta la proporción de uniones no estables. Así zan a la familia, por el otro los factores bien
pas intermedias– de lugares más urbanos a me- de personas no emparentadas, generalmente la ilegitimidad alcanza tasas muy altas, de has- conocidos de desintegración particularmente
nos urbanos. También aquí difiere el grupo de varones, que conviven en una misma casa y se ta el 50-55% del total de nacimientos. No se dis- activos en determinadas áreas de la ciudad
inmigración más reciente con respecto al más consideran miembros de una misma unidad. pone de estudios sobre el punto pero no cabe inciden sobre una minoría destruyendo o dete-
antiguo. En el grupo en el que se efectuó la encuesta duda que la imagen de una familia rural o de riorando cierto número de unidades familiares
Aproximadamente la mitad de los inmigran- se registró un 3% de estas convivencias. Aun- zonas menos urbanizadas, caracterizada por anteriormente integradas. Con otras palabras,
tes –tanto los más recientes como los más anti- que la comparación resulta imprecisa, es im- un mayor grado de estabilidad y mayor apego el proceso de transculturación a la sociedad
guos– llegaron a Buenos Aires con la intención portante observar que la composición de la a los valores de la familia tradicional, no puede urbana produce a la vez –y algo paradójica-
de quedarse allí definitivamente. familia según otras encuestas en poblaciones aplicarse sin reservas a estas poblaciones. Re- mente–  organización y desorganización. Esta
similares no difiere sustancialmente de la que presenta entonces un problema bastante com- última, sin embargo, es mucho más difícil de
se ha descrito. plejo determinar el impacto de la ciudad sobre medir, no solo por los obstáculos que se inter-
Organización de la familia grupos humanos cuyas pautas culturales serían ponen a una observación sistemática, sino tam-
consideradas como síntomas de desorganiza- bién por cuanto se carece de una base cierta de
Composición de la familia Matrimonios legales y no legales ción según las normas urbanas. La hipótesis comparación, con respecto a las características
que surge de las observaciones llevadas a cabo de la vida en provincia y a la real extensión de
La composición de la familia de los inmigran- La composición por estado civil de los encues- en los grupos estudiados es que ese impacto patrones de comportamiento, particularmente
tes difiere de la de los nativos tan solo en cuan- tados con más de catorce años de edad revela produce dos efectos contrarios: por un lado en lo que hace a costumbres sexuales, diferen-
to al promedio de los hijos que conviven en un fuerte contraste entre inmigrados y nativos. una mayoría de las familias adquiere las pautas tes de las que rigen en la ciudad.
cada familia: hay un descenso regular desde Las uniones libres, los matrimonios no sancio-
el grupo de inmigración más reciente hasta el nados por la ley y unas pocas otras situaciones
de familias nativas. Así, estas son en promedio irregulares caracterizan en diferente medida Cuadro 2. Correlación entre la antigüedad de residencia y el número de matrimonios legales.
más reducidas que las de los inmigrados y esta ambos grupos de nacidos del interior. Esta si- Características de los grupos Domicilio Matrimonios legales
reducción de tamaño procede también de ma- tuación refleja claramente una pauta generali- Grupo 1 Inmigrantes, 3 años de residencia urbana como promedio Villa 49
nera regular, según la antigüedad de residen- zada en las regiones de origen de estos inmigra-
Grupo 2 Inmigrantes, 13 años de residencia urbana como promedio Villa 55
cia. Por lo demás, como en la gran mayoría dos en donde el matrimonio ante la autoridad
Grupo 4a. Inmigrantes, 10 años de residencia urbana como promedio Isla 55
de las familias del país, predomina la familia civil o religiosa se alterna casi con igual fre-
Grupo 4b. Inmigrantes, 17 años de residencia urbana como promedio Isla 82
nuclear aislada, sin otros parientes que con- cuencia, con la unión libre. A menudo esta no
Grupo 5. Nativos de la ciudad Isla 100
vivan en el mismo hogar. Lo que en cambio es difiere sustancialmente de un matrimonio regu-
422 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 423

Los datos obtenidos muestran una notable re- Estas consideraciones se ven confirmadas Estas observaciones, fundadas sobre un dos los grupos en cuanto a su composición por
gularidad en cuanto a la progresiva adquisición cuando se analizan los tres grupos de inmi- pequeño número de casos y sobre diferencias edad, duración de vida marital, etc. Dentro de
de la pauta del matrimonio legal. La correlación grantes en función de otras variables: es impor- no siempre estadísticamente significativas, o las mujeres observadas se registra una dismi-
entre la proporción de estos y la antigüedad de tante observar que para los grupos 1 y 2 en el para las cuales no se hizo el cómputo corres- nución del número de hijos tenidos pasando de
residencia se cumple con una sola excepción nivel de instrucción ni el de ingresos (ambos pondiente, tienden a formular meras hipótesis; los inmigrados a los nativos y de los más re-
en los grupos estudiados. promedios por familia) se asocian en el senti- a señalar, por ejemplo, en la adquisición de la cientes a los menos recientes. Naturalmente, el
La única aparente excepción, resultante de do esperado con la proporción de matrimonio pauta del matrimonio legal un medio adecua- número de casos es muy reducido.
la subdivisión del grupo 4 en dos subgrupos a legales; se asocian en cambio con otra variable do acaso para medir el grado de adaptación de
y b), puede explicarse como se verá en base a y, precisamente, con el nivel de participación un grupo a la vida urbana, en tanto se vincula
una misma hipótesis, a saber, que los elementos social, medida por la presencia o ausencia de probablemente con otros rasgos que también Los ingresos familiares y el
implícitos de la “antigüedad de residencia” solo afiliaciones formales a alguna entidad; la aso- caracterizan ese proceso. En efecto, en los ca- comportamiento económico
son efectivos en tanto tal antigüedad también ciación se da en los tres grupos. Como se verá pítulos sucesivos se verán algunos rasgos de
implique facilidad de contacto. En este caso más adelante, una de las características de la los grupos examinados que se presentan en Los ingresos familias promedio de los grupos
el grupo 2, con antigüedad de residencia de 13 población nativa de esta zona (lo que parece, una secuencia progresiva, en cuanto a su inci- de inmigración reciente son más bajos que los
años, tiene la misma proporción de matrimo- por lo demás, un rasgo común de la clase popu- dencia en los varios grupos estudiados. de inmigración más antigua y los de las fami-
nios legales que el grupo 4a, cuyo promedio de lar en Buenos Aires) es un alto grado de partici- lias nativas. Esto se explica no solamente por
residencia es menor (10 años), pero aquí la me- pación en asociaciones voluntarias; viceversa, cuanto las remuneraciones individuales de los
nor antigüedad podría estar compensada con lo que caracteriza la población inmigrada es la Limitación voluntaria integrantes de cada grupo difieren en el sen-
la mayor proximidad a la vida urbana, pues su ausencia o el bajo nivel de tal participación. La de los nacimientos tido indicado, sino también en tanto estas fa-
residencia no es la zona marginal de la “villa” adquisición de este rasgo puede considerarse milias cuentan con una mayor proporción de
sino la zona urbanizada. entonces un síntoma del proceso de integra- Cierta percepción de la limitación del número miembros que trabajan y aportan (familias más
Podría pensarse que la forma que asume el ción a la sociedad urbana; y lo mismo puede de hijos es mayor en las familias de mayor anti- reducidas con menos hijos). Hay una consi-
matrimonio depende de donde se constituye decirse del matrimonio legal que se transforma güedad y máxima, dentro de los casos estudia- derable superposición entre los grupos en su
la familia; no es así sin embargo: aproximada- en un símbolo de respetabilidad apenas se toma dos, en el grupo nativo. Las diferencias no son distribución por escala de ingresos y esto se
mente la misma proporción de matrimonios como grupo de referencia, no ya la propia so- muy grandes, pero se verifican en la dirección da también cuanto se consideran los ingresos
legales se da en las uniones constituidas antes ciedad rural o provinciana que no lo reputaba esperada. Coinciden por lo demás con el des- por persona (activa o no activa) integrante de
y después de la emigración. Tampoco parece importante o necesario, sino la cultura urbana cendente tamaño de la familia en los tres gru- la unidad familiar. No todo el ingreso que reci-
ser un factor de duración de la convivencia en que por el contrario lo considera una condición pos, a pesar de que esta comparación no puede ben los miembros activos es entregado para los
“unión libre”. indispensable. ser rigurosa por el hecho de no estar uniforma- gastos familiares; a este propósito aparecieron
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una variedad de formas; en promedio la pro- cierta adquisición de las pautas de mayor re- los grupos inmigrados es mucho más elevado operaciones rutinarias alrededor de las cua-
porción del aporte sobre lo ganado oscila entre gularidad y previsión que lo acerca más, a este que en el nativo. les gira tanta parte de la vida diaria.
el 73 y 82% del ingreso global. Se exploraron respecto, a las actitudes del grupo nativo. También varía en los tres grupos, y en el
con cierto detalle las actitudes hacia los gastos mismo sentido de la antigüedad de residen-
y se presentan aquí algunos resultados. cia o el origen, el clima familiar: es mayor Algunas características
Más de la mitad de las familias inmigradas Relaciones familiares internas en el grupo nativo y de inmigración más an- de la vivienda
experimentan dificultades graves o muy graves tigua la proporción de familias que revelan
para cubrir sus gastos; esta proporción dismi- Una revisión sumaria de los resultados en un ambiente más abierto, una mayor comu- De acuerdo con uno de los criterios fijados
nuye en los dos grupos restantes y en la direc- cuanto a tipo de relaciones familiares inter- nicación entre adultos, actitudes más coope- en la definición de los grupos, uno de ellos,
ción usual. Hay que tener en cuenta que se tra- nas revela diferencias entre los grupos estu- rativas y democráticas, lo que contrasta con el de menor antigüedad, reside en una villa;
ta de expresión de actitudes, de manera que el diados. Se trata a veces de diferencias peque- la incidencia relativamente mayor del clima por lo tanto, las características de su vivienda
problema está medido en función del nivel de ñas; sin embargo, observemos que la mayoría autoritario en las familias recién inmigradas. reflejan, como es obvio, el criterio adoptado.
aspiraciones o de expectativas de cada grupo. de ellas implica un más alto nivel de parti- Mas con respecto a todo el problema del tipo La propiedad del lote o de la vivienda misma,
Es bien posible que dicho nivel, particularmen- cipación familiar en el grupo nativo y en el de vida familiar y de las relaciones internas, el tipo de material, el piso y, particularmen-
te en el grupo menos favorecido, sea inferior a grupo de inmigración más antiguo y con resi- nunca deberán olvidarse las características te, los servicios –agua, cloacales, eléctricos–,
lo que un observador calificaría de exigencias dencia más urbana (isla) es mayor la partici- del ambiente en que se desarrollan. Las con- difieren de lo que se da en los restantes gru-
mínimas para vivir. La forma de responder al pación de los miembros que ganan en el man- diciones de suma precariedad de la vivienda pos y, en cierto modo, los datos presentados
problema de la insuficiencia del ingreso, y el tenimiento de la familia y los casos en que –en la villa miseria– contrastan fuertemente pueden servir para medir la diferencia entre
comportamiento en cuanto a los gastos men- hay dificultades en la entrega de los aportes incluso con las imperantes en las viviendas ellos. Estos pocos índices muestran, en efec-
suales, son una función no solo del nivel de in- tienden proporcionalmente a decrecer con la obreras de la zona urbanizada, a pesar de que to, las condiciones primitivas en que se ven
gresos, sino también del nivel de aspiraciones y mayor antigüedad de residencia. En el grupo estas mismas están constituidas en su mayo- obligados a vivir los habitantes de la villa,
de determinadas actitudes económicas. No hay inmigrado más reciente, en una tercera parte ría por “conventillos” (casas de inquilinato) desprovistos de los servicios esenciales, con
duda que la situación deficitaria de las familias de las familias, se observó que la contribu- de una sola habitación, y con toda clase de un alto grado de hacinamiento, pisos de tie-
de los grupos de inmigración reciente (y aca- ción del marido o del adulto responsable del deficiencias sanitarias y de habitabilidad. rra, materiales totalmente inadecuados para
so una mayor frecuencia de la forma diaria de mantenimiento de la unidad familiar presen- Esas condiciones –en las villas– hacen suma- la construcción y con las consecuencias de
pago) explica de por sí la menor frecuencia de taba graves dificultades y en algunos casos mente difícil o acaso imposible el desarrollo este estado de cosas, por ejemplo el peligro
“previsión” de los gastos. Sin embargo las acti- era nulo. Esta situación se relaciona como es de una vida familiar regular, pues faltan los de inundaciones e incendios y derrumbes (las
tudes del grupo intermedio (bastante próximo obvio con el grado de desorganización fami- elementos esenciales requeridos para la rea- tres cosas ocurridas en la zona estudiada), la
al más reciente en cuanto a ingresos) muestran liar, que se examina en otro párrafo, y que en lización –incluso en un nivel muy bajo– de las casi absoluta falta de protección frente a los
426 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 427

agentes atmosféricos y las consecuencias de residentes; por el otro contribuyó a retener en elevada de jubilados, pensionado, incapacita- calidades de la provincia de Buenos Aires, con
la carencia de servicios cloacales. sus viviendas a las familias, y haciendo además dos y similares. Desocupados había el 5% de las lo cual se produjo una primera inmigración del
Frente a este cuadro, las viviendas de la otra que en una considerable cantidad de casos las personas mayores de catorce años (en los va- interior; como se verá la proporción de obre-
zona aseguran por lo menos ciertos requisitos nuevas familias de los hijos fueran a instalarse rones); en los demás grupos en torno al 2 o 3%. ros ocupados en esta última rama es bastante
mínimos; pero es necesario decir que esto se junto a los padres u otros parientes; mientras El 21% de las mujeres del grupo de inmigración próxima en los tres grupos. Los inmigrantes
percibe sobre todo por comparación. En la ma- han quedado también con un relativo exceden- reciente tenía actividad remunerada. Esta pro- están ocupados sobre todo en actividades ter-
yoría de los casos, se trata de inquilinatos de te de espacio aquellas familias en que los hijos porción era inferior en el caso de las mujeres ciarias: en el puerto como “changadores” o en
dos o tres pisos con un patio común en el cen- se fueron a vivir en un nuevo domicilio. Tenien- nativas. Aquí también parece influir la compo- el transporte marítimo. Estas dos ramas no di-
tro y en torno al cual se encuentran las piezas do en cuenta las proporciones de edades y la sición de edad. El grupo intermedio presentaba fieren en realidad sustancialmente en cuanto al
o los departamentos de una o más piezas. Son composición de la familia en el grupo nativo, es una proporción más elevada de mujeres traba- tipo de tarea que allí realizan los obreros de la
construcciones de madera y cinc, provistas probable que el menor número de personas por jando (no se han analizado las causas posibles zona. En el grupo nativo la tercera parte que
en su gran mayoría de los servicios esenciales pieza sea también el efecto de este proceso. de esta diferencia en el presente informe). no trabaja en industria lo hace en comercio y
(agua, electricidad, sanitarios). Tomadas en sí Hay una proporción creciente según la an- servicios varios; en algunos casos se trata de
mismas las condiciones de estas viviendas tam- tigüedad de residencia en las ocupaciones in- actividades destinadas a la propia zona. Esta
poco son aceptables: hacinamiento, falta de in- Ocupaciones. Actitudes hacia el dustriales (y viceversa, un mayor número de distribución por rama de actividad refleja cier-
timidad, problemas de espacio para los meno- trabajo. Ocupación técnica recién llegados en actividades de comercio, tas modificaciones recientes ocurridas a raíz
res, condiciones de salubridad, etcétera. transportes y servicios). Los nativos trabajan de una huelga prolongada en construcciones
Por otra parte se observan diferencias entre Grado de ocupación y rama principalmente en construcciones navales y navales y que desembocó en el despido o aban-
el grupo inmigrado reciente y el nativo, hallán- de actividad en los frigoríficos; estas dos ramas absorben dono de esa actividad en un sector importante
dose el primero en una situación intermedia, una tercera parte de la fuerza de trabajo de del personal. Esto explica a la vez el hecho de
también en este aspecto. Las familias de an- No se observa casi desocupación en los grupos los casos estudiados. Otro tercio se halla ocu- que cierto número de los estudiados nativos
tigua residencia, además, se han beneficiado estudiados en el momento del relevamiento; pado en industrias varias; estas son, en orden figure con un período bastante prolongado de
de la situación creada por la congelación de aunque hay, como se verá, una alta proporción de importancia: metalúrgica, gráfica, petrole- inactividad en el año anterior; la proporción de
alquileres; cosa que en cambio no ocurre con que en razón del tipo de actividad por distin- ra y eléctrica. nativos empleados en construcciones navales
los que fueron estableciéndose en la ciudad en tas causas no trabajó durante seis o más meses Construcciones navales es una industria ya era por cierto más elevada antes de la huelga;
épocas posteriores. La reglamentación provo- en el último año. El nivel de personas activas tradicional en la zona, que comenzó a instalar- estos obreros tuvieron que buscar trabajo en
có dos consecuencias, una de las cuales es per- depende naturalmente en los tres grupos de se desde fines del siglo pasado. Posteriormente otras actividades y en ciertos casos experimen-
ceptible en el grupo nativo. Por un lado mantu- su respectiva composición por edad; por ello y hace casi tres décadas se instalaron allí dos taron cierto descenso en su situación profesio-
vo alquileres bajos para el sector de antiguos el grupo nativo presenta una proporción más frigoríficos, que fueron trasladados desde lo- nal. También es posible que parte (o todos) de
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los inmigrados que fueron encontrados traba- ubicación profesional que tanto como rama de grantes recientes. El hecho de que se haya ob- de un sencillo índice que registra los desplaza-
jando en esa actividad, hubiera ingresado a ella actividad, como sueldo y como status resulta servado casi una cuarta parte de los nativos que mientos, desde tareas sin especialización algu-
sustituyendo al personal en conflicto. en promedio inferior al grupo nativo, pero su- no trabajaron por la totalidad del año, se debe na, a tareas semiespecializadas, especializadas,
perior a la del recién inmigrado A este último principalmente a la huelga ya mencionada. Aun de supervisión, directivas, etc., se ha tratado de
le correspondieron los lugares menos favoreci- descontando los factores accidentales que han medir grosso modo el sentido de tales despla-
Nivel, estabilidad y movilidad dos, y está probablemente repitiendo, aunque influido en la continuidad de la ocupación, en zamientos; los tres grupos revelan ciertas ten-
ocupacionales en un ambiente distinto y acaso más difícil, la los tres grupos, es evidente que una proporción dencias ascensionales: mayor proporción en
experiencia de sus predecesores. elevada de los inmigrados recientes que fueron ascenso que en descenso. Pero mientras en el
El nivel ocupacional de los tres grupos refleja La mayoría de los recién inmigrados se cla- estudiados no debe considerarse en modo al- grupo nativo la mitad de los casos registró un
claramente la antigüedad de residencia, y las sifican en la categoría de peones, obreros sin guno plenamente ocupado. El nivel de salarios ascenso (y el 40% en los inmigrados antiguos),
diferentes oportunidades y aptitudes con que especialización alguna; apenas la cuarta parte refleja la situación ocupacional reseñada. esta cantidad desciende al 23% en los recientes.
contaron los integrantes de cada uno de ellos registra diferentes niveles de capacitación. En Contrariamente a lo previsto, la segunda ocu- Es claro que también hay un factor de edad que
al incorporarse a la actividad económica. Es el grupo inmigrado reciente la proporción no pación solo es ejercida por un pequeño porcen- se debe tener en cuenta (mayor proporción de
posible que el cuadro ofrecido por los resulta- especializada es aproximadamente la mitad; taje de los inmigrados, y por ninguno de los nati- personas de edad más avanzada en el grupo na-
dos que comentamos refleje fielmente el pro- en el grupo nativo alrededor del 15%. Este gru- vos. Se suponía que esta proporción era mayor. tivo), pero, aun descontando tal elemento dife-
ceso a través del cual las sucesivas olas inmi- po incluye además de obreros especializados, La permanencia en el mismo trabajo, la mo- rencial, queda en evidencia la mayor movilidad
gratorias se han ido integrando a la sociedad cierto número de artesanos que trabaja por su vilidad para la búsqueda de empleo, la antigüe- de los más antiguos residentes, nativos o no.
urbana. Los nativos son hijos de inmigrados cuenta y personal empleado subalterno. Las dad en la empresa; todos estos rasgos caracte- Por otra parte, esas diferentes proporciones re-
extranjeros (italianos en su mayoría) que par- mujeres del grupo recién llegado trabajan so- rizan en el sentido esperado a los tres grupos. flejan la historia de las últimas décadas, el pro-
ticiparon a comienzos de siglo en las primeras bre todo en servicio doméstico, y unas pocas Mayor movilidad ecológica en busca de trabajo ceso ascensional alimentado por las sucesivas
actividades industriales de la zona; su más alta en industrias. del grupo reciente que también presenta el ma- olas inmigratorias, a las que se hizo referencia
capacitación y su ubicación preferente no solo Menos del 50% de los inmigrados trabajó yor número de cambios profesionales. La anti- en párrafos anteriores.
en una industria tradicional, sino también en todo el año; una tercera parte solo alcanzó a güedad de trabajo en la empresa (actual) varía
otras actividades más calificadas, se relaciona trabajar seis meses o menos. La situación de en sentido contrario, creciendo en el grupo
claramente con ello. La inmigración del inte- los inmigrados más antiguos es algo mejor a más antiguo y en el nativo. Actitudes hacia el trabajo
rior que empezó a llegar después de 1930-1935 este respecto (18%). Esto se explica por el tipo Posiblemente, la situación de los tres gru-
se encontraba al comienzo en condiciones más de trabajo (portuario y marítimo) que depen- pos –desde el punto de vista dinámico– pue- Se intentó obtener algunos datos relativos
desfavorables: la encuesta la sorprendió en de de las variables actividades de la zona y que de observarse a través del dato relativo a los a las actitudes hacia el trabajo por medio de
una etapa intermedia, habiendo logrado una ocupa, como se ha visto, muchos de los inmi- cambios en la posición ocupacional. Por medio diferentes conjuntos de preguntas (abiertas
430 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 431

y cerradas) y se dan aquí algunos resultados. total) muy importantes, importantes o menos nes que acaso se expliquen por la composición to a sus afiliados; es este un rasgo compartido
En general, en el nivel de análisis alcanzado importantes en el trabajo. Se registró aquí una por edades de los grupos y las diferentes oportu- –quizá en distinta medida– por toda la pobla-
en este informe, no se ha podido construir una correlación (de rasgos) de 0,94% entre el grupo nidades educacionales a que fueron expuestos. ción de la clase popular de Buenos Aires. Se tra-
imagen coherente de las diferencias (si exis- de inmigración reciente y el más antiguo y de Por un lado, el nivel de instrucción disminuye ta de instituciones nacidas espontáneamente a
ten) y mucho menos de las posibles transicio- 0,84% entre el primero y los nativos. Se observó con la edad (menos en las generaciones más veces sin medios económicos iniciales y que, a
nes entre un grupo y otro, como, por ejemplo, alguna discrepancia (trabajo más liviano, muy viejas); por el otro, los inmigrados más antiguos través de la colaboración de sus asociados han
ha ocurrido en otros aspectos estudiados. Apa- importante) y muchas concordancias. pudieron disfrutar –especialmente si llegaron logrado en algunos casos un considerable nivel
recen, por supuesto, ciertos rasgos previsibles, En una comparación entre el trabajo en la jóvenes o niños– de las mayores oportunidades de equipamiento y organización, con locales (a
vinculados a la diferente posición ocupacional, provincia y en Buenos Aires, los inmigrantes ofrecidas en la ciudad. De cualquier manera, la veces edificios en propiedad), campo deporti-
principalmente. Como ejemplo de tales rasgos vuelven a expresar de diferentes maneras las instrucción técnica recibida en la escuela es ne- vo y demás instalaciones necesarias para llevar
puede citarse la mayor satisfacción en el traba- razones de la migración y de su permanencia tamente superior en el campo más antiguo y, por a cabo sus actividades. La gran mayoría de las
jo que manifiesta el grupo nativo y el inmigrado en Buenos Aires. Los dos grupos de inmigra- supuesto, en el nativo. El grupo de inmigración familias nativas se halla afiliada, a veces a más
más antiguo. Aquí hay una clara transición en dos consideran que el trabajo en provincias era reciente tiene la más alta tasa de analfabetismo de una, y son numerosos los vecinos que pres-
el sentido esperado. La calificación de “mejor mucho más difícil de conseguir, menos pagado, y solamente un 30% ha completado los siete tan muchas de sus horas libres para cooperar
trabajo” atribuida a determinado empleo que menos estable, se gozaba de menores derechos años de enseñanza. en su organización y funcionamiento
los casos estudiados han ocupado (u ocupan) sindicales, era más pesado, había más horas de Además de estas instituciones, que son típi-
depende para los nativos de una variedad de trabajo, menos posibilidades de progreso (esto camente vecinales, pues su radio de acción se
causas mayor que en los inmigrados. Sin em- último sobre todo para los inmigrados más an- Participación social. Recreación circunscribe a la zona, muchos de los nativos
bargo, todos coinciden en ciertas razones que tiguos). Ambos coinciden en afirmar que no se estudiados pertenecen a otras organizaciones,
mencionan con mayor frecuencia: trabajo notan diferencias en cuanto a actitudes de los Acciones voluntarias particularmente sindicatos y asociaciones mu-
agradable (en primer lugar) y buen sueldo. En jefes o capataces, dificultad del trabajo, com- tuales para la asistencia médica. El 90% de las
cuanto a las razones dadas para designar como pañeros y otros rasgos. Uno de los rasgos que diferencian más neta- familias nativas tenía alguna clase de afilia-
“peor trabajo” algún puesto desempeñado, hay mente los recién inmigrados de los nativos, es ción, y el promedio por familia era de casi 2,9;
también coincidencias, y alguna discrepancia. el grado de participación social formal e infor- el nivel de participación –además de la mera
El orden de frecuencia de las motivaciones Nivel de instrucción general y técnica mal, particularmente el primero. Funcionan en afiliación– también tiende a ser elevado. Más
más mencionadas es casi el mismo: trabajo la parte urbanizada de la zona estudiada nu- del 50% se clasifica en la categoría de parti-
pesado, trabajo peligroso, trabajo mal pagado. Aunque en cuanto al nivel de instrucción gene- merosas asociaciones voluntarias destinadas cipación media (de acuerdo con un índice),
Un grado mayor aun de concordancia se obtu- ral, los tres grupos reflejan su origen y diferente fundamentalmente a la práctica de deportes y lo que significa que no solo tiene más de una
vo sobre una pregunta relativa a rasgos (16 en antigüedad de residencia, hay algunas excepcio- a proporcionar varias formas de entretenimien- afiliación, sino que sus miembros concurren
432 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 433

habitualmente o desempeñan algún cargo. No casos, mutualidades, las que, por otra parte, no en los grupos estudiados. Más de una tercera das en el club parece reducida (recordando el
hay duda de que particularmente los clubes parecen utilizar. Es posible que en algunos de los parte de las familias recién inmigradas carece significado que se atribuyó a estas instituciones
desempeñan una función significativa para la clubes se haya practicado alguna discriminación de alguna persona con quien mantener cierto en cuanto a participación social), esto se debe
integración de la comunidad local. La mayoría en contra de los recién llegados (habitantes de la grado de intimidad o confianza (como “para pe- a que, para los nativos particularmente, el club
de los contactos –fuera del trabajo– se realizan villa), pero también se sabe que otras institucio- dirle ayuda o consejo” en caso de necesidad); y el barrio, la comunidad local, se confunden o
dentro de su ámbito ecológico y gran parte de nes no aplicaron ninguna, o incluso intentaron esta proporción se reduce alrededor del 15% se recubren mutuamente, pues incluyen a las
ellos en los clubes, que representan el lugar de alguna forma de atracción de los migrantes. Por para los inmigrados más antiguos y los nativos. mismas personas. Así –como ya se indicó– los
encuentro más frecuente para los varones de lo demás, el Centro de Desarrollo tuvo (y tiene También como cantidad por familia hay dife- varones nativos encuentran en el club más de
las familias nativas. Además, estas organizacio- que superar) graves obstáculos para lograr algu- rencias en los promedios y en la distribución. una tercera parte de todos sus contactos habi-
nes abordan a veces problemas más generales na clase de participación de los habitantes de la En cuanto al tipo de relación que caracteriza tuales fuera de la casa.
de la comunidad local y han constituido –con la villa en una actividad organizada. En contadas a estas personas de confianza, las calificadas El grupo de parentesco fuera de la familia
cooperación del Centro de Desarrollo Integral oportunidades, ciertos grupos de la villa lograron como amigas ocupan el primer lugar en los tres nuclear parece seguir manteniendo impor-
de la Universidad de Buenos Aires que allí fun- algún tipo de organización espontánea, por ejem- grupos, pero en los inmigrados más antiguos y tancia en la participación social informal: no
ciona– un consejo que incluye representantes plo, para bailes. Se trataba de iniciativas de poca en los nativos lo comparten con parientes, que solamente representa una de las fuentes más
de todos ellos. El barrio tiende así a heredar duración y de carácter accidental. La situación también ocupan un lugar destacado. La menor frecuentes de personas de confianza, sino que
–transformadas, y dentro del cuadro de la me- de los inmigrados más antiguos, residentes en la frecuencia de estos en los inmigrados recientes para el ama de casa constituye el núcleo en
trópoli– parte de las funciones de las pequeñas zona urbanizada, es intermedia, acercándose, sin debe relacionarse, como es obvio, con el hecho donde realiza con mayor frecuencia sus con-
comunidades de la sociedad tradicional, man- embargo, mucho más a la del grupo nativo que a de que la mayoría de sus parientes residen en tactos. Debe tenerse en cuenta que aunque las
teniendo incluso ciertos sentimientos de iden- la del inmigrado reciente, especialmente en cuan- provincias. El menor grado de participación se preguntas no midan comportamientos concre-
tificación y permanencia que son bastante per- to a la proposición de familias que tienen alguna pone de relieve, además, en la menor frecuen- tos (que no han sido observados) por lo menos
ceptibles en la zona urbanizada de la isla. afiliación y mantienen una participación, por lo cia de conocidos que declaran los inmigrados. implican una manifestación de actitudes. En
Contrasta este cuadro con la situación impe- menos, en un nivel medio. No faltan inmigrados En cuanto al lugar de donde surgen estos con- los grupos inmigrados la situación es la mis-
rante en la villa, entre los recién inmigrados. Tan- en cargos directivos. tactos con personas de confianza, el barrio ma cuando se tienen en cuenta los contactos
to en el nivel informal como en el formal la parti- ocupa el primer lugar en los tres grupos; pero por correspondencia o los llevados a cabo por
cipación es mucho menor. El 40% de las familias difieren en cuanto a la importancia del lugar de medio de visitas. Los inmigrados recientes si-
no tiene afiliación alguna y la casi totalidad del Participación social informal trabajo (más importante en los inmigrados) y guen teniendo parientes y amigos, y mantienen
resto tiene una sola; por otra parte, muy pocas de del club (más importante para los nativos y los con ellos relaciones; estas, sin embargo, se dan
estas familias pertenecen a los clubes locales; sus Un cuadro análogo se presenta cuando se exa- inmigrados antiguos). Debe agregarse que si la con mucha mayor frecuencia con parientes, y
afiliaciones incluyen a sindicatos y, en algunos mina el grado de participación social informal proporción de personas de confianza conoci- la existencia de amigos en provincia es mucho
434 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 435

menor. Esto mismo ocurre con el grupo de in- y habrán de recordarse al examinar la inciden- nor frecuencia entre estos y los nativos, de los contacto entre los inmigrados y varios aspec-
migración más antigua, en el cual el nivel de cia de diferentes fenómenos patológicos en los diarios más próximos por un contenido y pre- tos de la vida urbana y de la sociedad global,
frecuencia en cuanto a existencia y relaciones distintos grupos. sentación a las clases populares. Con respecto es el diario el que tiene mayor (o universal)
con parientes es por lo menos igual o superior a las revistas, aparecen tendencias análogas penetración; todos los demás medios, inclusive
al de los inmigrados recientes, siendo el corres- (aunque con varias excepciones cuyo significa- la radio, tienen una frecuencia más reducida.
pondiente a amistades muy reducido. Medios de información: diarios do no ha sido estudiado). El hecho de no existir También con relación a este aspecto la parti-
Estas observaciones muy someras sobre los y revistas; radio luz eléctrica en las viviendas de la villa (excep- cipación del grupo recién inmigrado resulta
datos relativos a participación social formal e to en una minoría) constituye probablemente la menos elevada, aunque todavía importante.
informal ponen claramente de relieve el mayor Los tres grupos parecen leer habitualmente principal explicación de que solamente el 42% En general, el grupo recién inmigrado resulta
grado de integración del grupo nativo y del in- diarios, con una frecuencia muy similar: en los escucha habitualmente radio. Sin embargo, en el más aislado, el que menor frecuencia de co-
migrado más antiguo, en el cual, la residencia tres es muy reducido el número de familias que el grupo inmigrado, residente en las viviendas municación presenta con la cultura urbana y la
dentro de la pequeña comunidad local significa no lee ninguno y la proporción de las que leen normales de la zona urbanizada (con servicios sociedad global, este contacto aumenta con la
que la mayoría de sus contactos (barrio y club) dos o más es aproximadamente el 50% en los eléctricos), el público habitual de la radio sigue cultura urbana y la sociedad global, este con-
se hacen dentro de su ámbito y probablemen- tres grupos. Una gradación de frecuencia se siendo más reducido que entre los nativos. tacto aumenta en los inmigrados más antiguos
te con personas nativas o también de antigua observa en cuanto a revistas: dos quintos de los Por último, una igual graduación se advier- y es máximo (para los grupos estudiados) en
residencia urbana. El núcleo de parentesco, inmigrados recientes no las leen mientras que te en cuanto a la concurrencia a espectáculos, las familias nativas.
fuera de la familia nuclear, sigue manteniendo solamente un quinto de los nativos se halla en cine y deportes principalmente. No se han he-
importancia en todos los grupos, mas en los estas condiciones. En el otro extremo, la fre- cho tabulaciones de detalle, pero las de conjun-
inmigrados recientes los contactos se ven re- cuencia de lectura de tres o más publicaciones to indican que más de una mitad de las fami- Algunos aspectos de la
ducidos por razones materiales; por otra parte, varía en el mismo sentido en los tres grupos. lias recién inmigradas no concurre, o lo hace adaptación de los inmigrantes.
estos inmigrados, aislados ecológicamente en Las preferencias por los diarios de mayor fre- ocasionalmente, a espectáculos y que la pro- Desorganización global
la villa, aislados socialmente por las diferen- cuencia de lectura manifiestan también ten- porción de concurrentes aumenta en los otros
cias de costumbres familiares y otros rasgos dencias crecientes o decrecientes en los tres grupos. Se ha separado el caso del jefe único Cumplimiento de expectativas
de cultura, no participan o participan escasa- grupos: dentro de la aceptación más frecuente, concurrente a espectáculos (mayor en la villa); y dificultades según la percepción
mente de la actividad de la comunidad local, no para los tres grupos, de las publicaciones de la incidencia en cuanto a la participación del y las actitudes de los inmigrantes
estando tampoco en condiciones de crear otra carácter más popular, se registra una frecuen- grupo familiar a la cultura urbana, es evidente-
dentro de su propia área. Estos hechos deben cia creciente hacia diarios más próximos a la mente mucho menor en este caso. El motivo más poderoso que impulsaba a los in-
relacionarse, además con el menor grado de clase media, cuando se pasa de los inmigrados En resumen, de los varios medios de co- migrantes, la búsqueda de empleo y de mejores
integración familiar ya señalado anteriormente recientes a los más antiguos; y viceversa, me- municación de masas que pueden asegurar un condiciones de trabajo se vio por cierto cumplido
436 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 437

en Buenos Aires. Por lo menos se realizaron sus formes con su decisión. Tuvieron, muchos de en la zona estudiada la población de la parte misma fueron mejores (recordar lo observado
expectativas al respecto. La mayoría encontró ellos, sus dificultades materiales –sobre todo más urbanizada (isla) no oculta su juicio des- en los párrafos sobre migraciones).
trabajo dentro de los quince días de la llegada, en cuanto a vivienda, y en menor proporción favorable hacia los recién llegados –de quienes Más de la mitad de los inmigrados recientes
otros tardaron un poco más, pero todos o casi con respecto al trabajo– y también dificultades no se diferencia políticamente. Esta actitud, cree que la vida de familia era mejor en pro-
todos lo encontraron. Las condiciones de traba- de adaptación psicológica –la gente y sus cos- sin embargo, solo algunas veces dio lugar a ac- vincias, en los demás la proporción es menor;
jo en Buenos Aires son además juzgadas por los tumbres, el ambiente agitado, el ritmo de vida tos discriminatorios abiertos. En vista de esta en ambos grupos la proporción de los que la
grupos estudiados como definitivamente mejores urbano al que no estaban acostumbrados– mas, situación, podría suponerse que la percepción consideran mejor en la ciudad es muy reduci-
que las de las zonas de donde emigraron. Pero, según las actitudes verbales de los casos estu- de cierto nivel de sentimientos negativos de la da. En qué medida estas actitudes son un refle-
en el orden material, donde experimentaron un diados, esos problemas se presentaron al co- población urbana hacia los inmigrantes fuera jo del alto grado de desorganización social que
empeoramiento fue en la vivienda. A este respec- mienzo; ahora ya se han acostumbrado. Aunque bastante frecuente. El sondeo realizado no con- caracteriza la villa, no es posible determinarlo
to se observa una mayoría igualmente definida muchos mantienen –como se verá– vínculos de firmó esa expectativa; por lo menos no la con- basándose en los análisis realizados hasta aho-
como en el caso de las condiciones de trabajo y visita o de correspondencia con los lugares de firmó plenamente: solamente una cuarta parte ra. Lo que puede afirmarse es que al lado del
lo que interesa es que la misma actitud muestra nacimiento, la mayoría no parece extrañarlos advirtió hostilidad, frente a la mayoría que con- aspecto de adaptación a las pautas urbanas,
la inmigración más antigua, que ocupa viviendas particularmente; en las contestaciones, junto sidera a la gente de la ciudad como favorable y que se ha señalado más arriba, se observa otro
similares a las de las familias nativas. Pero ad- con el recuerdo aparecen también las motiva- a una tercera parte que la cree indiferente. aspecto de desintegración que se examinará en
viértase que también estas, en una jerarquía de ciones que los empujaron hacia la emigración. Las diferencias entre el grupo de inmigración los próximos párrafos.
problemas, colocan en primer plano el de la vi- Lo que en Buenos Aires encontraron peor, reciente y el llegado hace más tiempo van todas
vienda. Además debe recordarse a este respecto además de la vivienda, es el clima, la gente y, en el sentido de una mayor frecuencia de acep-
que las condiciones imperantes en el interior, en aunque con menor frecuencia, la vida familiar. tación por este último de los distintos aspectos Menores, deserción y
zonas ya sean rurales ya sean urbanas, son muy Ninguno dice haber encontrado en Buenos Ai- de la vida urbana que fueron objeto de pregun- abandono escolar
malas; sin embargo estos inmigrantes juzgan que res mejores compañeros de trabajo que en pro- tas; menores dificultades al llegar, menor per-
la situación en que se vieron obligados a vivir en vincia, pero sí hay cierto número que dice lo cepción de hostilidad, juicio más favorable en La deserción y el abandono escolar son más
Buenos Aires es todavía peor. contrario. Es necesario advertir que a raíz de la comparación entre Buenos Aires y las pro- fuertes en las familias inmigradas residentes
Sin embargo, en general el balance que surge la ola migratoria de los últimos quince años, se vincias. Como es obvio, estas actitudes reflejan en la villa que en las nativas y en las inmigradas
de los diferentes sondeos de opinión no resulta observaron reacciones de la población residen- a la vez varios elementos. Los inmigrantes más del grupo más antiguo. En las primeras se en-
de ninguna manera desfavorable a la ciudad. te. Se trató de cierta discriminación en el plano antiguos constituyen un grupo ya mucho más contró que una tercera parte de todos los me-
Frente a una quinta parte o menos que declara verbal, en ciertos casos de hostilidad teñida a ajustado a la vida urbana; el período transcurri- nores de seis a catorce años incluidos, es decir,
haberse arrepentido a veces de la decisión de la vez de matices políticos, pero a menudo in- do desde la migración es mucho mayor y acaso dentro del período de obligación escolar, había
emigrar hallamos dos tercios que están con- dependiente de cualquier otro elemento. Así, las condiciones en que se efectuó la migración dejado de concurrir a la escuela, o nunca lo
438 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 439

había hecho. Esta proporción oscila alrededor cordarse a este propósito que la ley prohíbe el del mismo tienen los adultos que mencionan más) problemas. Más de una quinta parte de las
del 10% en las familias inmigradas o nativas que trabajo a esta edad. A partir de los catorce años sobre todo “las malas compañías” y el “peligro familias recién inmigradas presentaba proble-
viven en la parte urbanizada. En realidad, en y antes de los dieciocho, por el contrario, la pro- de ir por mal camino” como los problemas más mas graves; esta proporción era la misma en
el grupo nativo no concurren únicamente cua- porción de adolescentes, particularmente varo- graves que deben enfrentar; y en esto las fami- los dos grupos de diferente antigüedad en que
tro niñas sobre treinta niños de ambos sexos nes, que tienen empleos regulares es mucho lias de inmigración reciente difieren significati- se pueden clasificar las familias de esta zona
en edad escolar. A este respecto la diferencia más elevada, y es superior en el grupo nativo vamente de las otras. (el 22% en ambos grupos); dicha proporción
puede percibirse más claramente analizando la que en el inmigrado más reciente. Entre las mu- descendía al 15% en los inmigrados más anti-
proporción de familias –en los tres grupos– en jeres el trabajo fuera del hogar es mucho menos guos residentes en la parte urbanizada (isla),
que ninguno de los niños concurre a la escue- frecuente y, en el grupo nativo, casi inexistente. Desorganización social y se reducía a dos casos (aproximadamente el
la: en esta segunda condición hay un 17% de La mayoría de los varones entre catorce y die- 3%) en las familias nativas. Los dos problemas
las familias de inmigración reciente, un 7% de ciocho años que trabaja, en los grupos de inmi- El grado de desorganización social que se ob- más frecuentes fueron prostitución y alcoho-
aquellas de inmigración más antigua y ningu- gración reciente, lo hace como peón o aprendiz serva en la villa es elevado, superior al que lismo, y este último se asocia en general con
na de las nativas. En los grupos inmigrados, el en varias actividades. No hay jóvenes clasifica- caracteriza al grupo de inmigrantes más anti- los demás problemas (menores, malos tratos,
abandono se produce aproximadamente al lle- dos como peones en esta edad en el grupo de guos, residentes en la parte urbanizada y, por juego, vagancia, etcétera).
gar al segundo grado de la escuela primaria, o inmigración más antigua o en el nativo; aquí se supuesto, a la proporción que se pudo deter- Estas comprobaciones plantean varios pro-
antes, y son muy pocos los niños de las familias trata de cadetes en oficinas o aprendices. Entre minar entre las familias nativas. Se determinó blemas solamente algunos de los cuales po-
recién inmigradas que han logrado pasar de ese las mujeres, en los grupos inmigrados recientes la existencia entre los casos estudiados de la drán ser resueltos en el análisis definitivo de
límite (solamente tres estaban cursando entre casi todas trabajan en servicios domésticos. villa de 21 familias que presentaban problemas la encuesta intensiva (y de las subsidiarias).
tercero y sexto grado, poco más del 12% de to- El ambiente de la villa y las precarias condi- graves: acaso con seis excepciones, cuyos pro- En primer lugar, cabe preguntarse si el nivel
dos sus menores). La alta incidencia del aban- ciones de vida familiar, el grado de desorgani- blemas se circunscribían a los hijos, todas las de desorganización observado en los grupos en
dono y de la deserción escolar en estas familias zación que esta presenta, se acompañan de un demás se hallan prácticamente desintegradas o que se realizó la encuesta es superior, inferior o
refleja no solamente su desfavorable situación nivel mucho más elevado de problemas infan- bien con vínculos familiares casi rotos, sin nin- igual al de zonas comparables del Gran Buenos
actual, sino también una característica que tiles que en las familias de los grupos nativos guna participación (o sin participación regular) Aires. Esta pregunta es de muy difícil contesta-
asume una gravedad no menor en las zonas de o de inmigración más antigua, residentes en la del adulto (o los adultos varones) al manteni- ción basándose en los datos de que se dispone.
origen donde se registran en general tasas muy parte urbanizada. Se forman pandillas infan- miento de la casa, próximas a separarse (lo En uno de los hechos que suelen tomarse como
elevadas en cuanto a los dos fenómenos. tiles y juveniles que en algunos casos se van que ocurrió en algún caso durante el período un índice de desorganización familiar –la pro-
Es significativo en las familias inmigradas el transformando insensiblemente hacia verdade- de la encuesta) y de todos modos carentes de porción de familias basadas en matrimonios le-
número de menores de catorce años que ejerce ros grupos delincuentes. Este hecho puede ad- un nivel mínimo de vida familiar regular. Algu- gales–, el grupo estudiado presenta diferencias
un trabajo. Entre las nativas es nulo. Debe re- vertirse también a través de la percepción que nas unidades presentaban a la vez dos (o acaso con respecto a otras villas de Buenos Aires (49%
440 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 441

en la zona en que se llevó a cabo la encuesta y parcialmente, de un traslado de problemas de por lo menos, en el área de la villa, hayan surgi- en este aspecto. Obviamente el cuestionario no
68% promedio de otras siete villas). Ya vimos interior a Buenos Aires. Por otra parte, se tie- do otras formas de reemplazo. incluía preguntas directas, pero a) gran canti-
sin embargo, que esta proporción parece variar ne la impresión de que en varios de los casos Por otra parte, tienden a acumularse en dad de puntos permitían dilucidar con suficien-
según la antigüedad de residencia y la facilidad observados la migración produjo efectos des- estas áreas no solo los factores de desmora- te precisión el tipo de constitución familiar,
de contactos con la vida urbana y no se dispo- integrantes, o agravó los problemas existentes lización debidos a dificultades económicas y relaciones internas, regularidad de comporta-
ne de datos para controlar esos dos factores en o los creó. En este sentido, el análisis definitivo las condiciones primitivas de la vivienda, sino miento en el trabajo, diversión, amistades, etc.,
la comparación. En segundo lugar debe recor- más detallado y el estudio de casos proporcio- también lo que surge de la tendencia a concen- y por lo tanto, determinar la existencia de pro-
darse que dadas las características de la familia narán informaciones más precisas. trarse en las mismas de individuos ya al mar- blemas y su carácter; y b) la entrevista debía
en las zonas de origen, el hecho en cuestión no Por lo pronto, el análisis de la participación gen del comportamiento normal o parcialmen- ser aprovechada para obtener toda la informa-
tiene el significado que suele atribuírsele. De social en sus distintas formas ha mostrado en te desintegrados. El efecto del contagio (con ción posible y realizar un informe especial.
más importancia –con respecto al fenómeno qué medida el grupo de inmigración reciente el cual se indican sumariamente mecanismos Así se hizo, y en muchos casos se obtuvieron
de la prostitución– puede ser la ubicación del difiere del grupo nativo y del de más antigua complejos) tiende entonces a actuar como cau- relatos explícitos de los problemas; en otros ca-
área estudiada: en plena zona portuaria. Se co- residencia. Los mecanismos del control so- sa precipitante acumulándose todas las demás sos, fue posible formular inferencias fundadas
noce además la existencia de una organización cial –tanto en el plano de la familia como en condiciones. En este clima adquieren también acerca de la situación real. A veces se necesitó y
delictiva dedicada a la explotación de la pros- el de la comunidad local y la sociedad global– un distinto significado aquellos rasgos de com- se obtuvo confirmación de instituciones operan-
titución en el lugar. En este sentido, es posible están casi ausentes o muy deteriorados en la portamiento que corresponden más a una dife- tes en la comunidad. La actitud de las familias
que las proporciones sean más elevadas que en villa. También sabemos que por lo menos uno rencia de cultura que a desorganización: esta, nativas fue en general más reservada; esta acti-
otras agrupaciones similares. Por otra parte, se de los resortes de este control, el grupo de pa- en efecto, puede verse favorecida por aquellos, tud con respecto a lo privado puede haber ocul-
sabe que existen –incluso en las proximidades rentesco en torno a la familia nuclear, era más aunque de ningún modo puedan ser subsumi- tado la presencia de ciertos problemas conside-
del área estudiada– zonas de más alto nivel de activo en provincia: existen todavía relaciones dos en la misma categoría. rados vergonzosos o reprobables; sin embargo,
delincuencia y desorganización social. frecuentes con ese grupo y, por cierto, su efec- Aunque en este informe provisional se han es extremadamente difícil que se hayan escapa-
El segundo problema se refiere a la medi- tividad normativa debe haber sido mucho más omitido referencias de detalle a las cuestiones do a la observación casos de desorganización
ción de los efectos de la urbanización en cuan- intensa cuando el contacto era directo. Aun en de orden metodológico, será menester dar aquí del nivel registrado entre los inmigrados, esto
to factor de desorganización social, en el área ausencia de estudios de base, sobre el estado alguna indicación acerca del grado de exacti- es, casos clasificables dentro de la categoría de
estudiada. Tal como se advirtió en los capítulos social de las comunidades de donde salieron tud y de validez de las observaciones realizadas “problemas” según la definición adoptada.
sobre familia, las condiciones reinantes en los los emigrantes, es posible entonces afirmar que
lugares de origen son, por cierto, responsables en el grupo estudiado se ha observado un debi-
en parte de los problemas observados luego en litamiento de los vínculos normales de control
la ciudad. Se trataría entonces, por lo menos (antes más efectivos) sin que al mismo tiempo,
La distribución geográfica
de los habitantes*

Gino Germani

La distribución regional también se dan por separado, en seis regiones región considerada como un todo funcional, Como se ha observado, el centro demo-
–la Litoral, el Noroeste, el Centro y Oeste, el frente a las a menudo antirracionales subdivi- gráfico del país se fue desplazando desde las
Uno de los problemas que más han ocupado la Nordeste y el Sur–, además de la zona del Gran siones administrativas. Hacemos esta adver- regiones del centro oeste y noroeste hacia
atención de los estudiosos de nuestra realidad so- Buenos Aires. Desde el punto de vista aceptado tencia por cuanto no pretendemos afirmar que la zona del litoral, o, con más precisión, ha-
cial es el de la desigual distribución de los habitan- hoy, tales regiones, para ser algo más que una las zonas en que hemos agrupado las diferen- cia el Gran Buenos Aires. Este gran centro
tes en las diferentes zonas del país. Urbanización clasificación geográfica deberían tener ciertas tes jurisdicciones administrativas constituyan urbano es el que ha crecido a expensas de
y despoblamiento rural, concentración en deter- características comunes en el orden históri- “regiones” desde el punto de vista sociológico. todas las demás regiones del país: del 13%
minadas regiones –en particular las provincias del co, social, cultural y económico. Una zona de Indagaciones especiales serían necesarias para que concentraba en 1869 llega casi al 29% en
litoral y algunos territorios–, y disminución en ci- este tipo –socialmente real– no necesariamen- determinar su existencia, mas ellas escapan a 1947. En cambio –en cifras porcentuales– el
fras relativas de la población de las demás provin- te coincide con las sub-divisiones políticas y los propósitos más modestos de este trabajo; Litoral concentra hoy una proporción de ha-
cias; todos estos hechos eran bien conocidos y los administrativas. Esta cuestión, que no tiene por ello la subdivisión elegida2 se limita a tener bitantes algo menor que en 1914 e incluso
últimos datos disponibles –especialmente los del solamente proyecciones teoréticas, se vincula en cuenta ciertas tradiciones existentes, la pre- que en 1869. A casi a una tercera parte de
IV Censo– no hacen sino confirmar las previsio- particularmente con los problemas de la plani- sencia de ciertos nexos notorios entre deter- su importancia relativa se ven reducidas las
nes y estimaciones que se habían ido formulando ficación. El llamado movimiento regionalista minadas provincias y territorios, y el hecho de provincias del Noroeste que del 28,6% que
durante el largo período intercensal. (que en nuestro país ha tenido cierta expre- que en algunos casos ya existe una “conciencia reunían en este entonces, solo cuentan aho-
Para facilitar las comparaciones, agrupa- sión especialmente con relación al Noroeste regional” (nos referimos especialmente a la ra con el 11,6% de la población (solamente
mos los datos por provincias y territorios, que argentino),1 insiste sobre todo en oponer la zona del Noroeste argentino). Santiago del Estero y Salta mantienen su
posición de 1914). Y una reducción relativa
menos grave observamos en las tres provin-
* Germani, G. [1955] 1987 “La distribución geográfica 1 Se ralizaron dos congresos relativos a esa región, 2 Propuesta por Calcaprina (1950: 36). Un intento
de los habitantes” en Germani, G. Estructura Social de en 1946 y en 1950. Del primero se han publicado las sistemático de determinar las regiones naturales, con cias del Centro y Oeste, las cuales pudieron
la Argentina. Análisis estadístico. (Buenos Aires: Edi- Actas: Primer Congreso de Planificación Integral del respecto a la producción agropecuaria, se encuentra en lograr sostenerse sobre el mismo nivel que
ciones del Solar) pp. 56-80. Noroeste Argentino (Santiago del Estero) 1947. Vicien y Del Caballo (1948). en 1914. En cifras relativas, la única región
444 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 445

que registra un avance notable es la que in- Estos desniveles en la distribución geográ- Proporción habitantes Nacidos en Extranjeros
tegran la provincia de Juan D. Perón3 y los fica de la población son naturalmente el resul- Densidad por km2
Regiones sobre el total (%) otras prov. (Sobre el total de ext.)
territorios de Formosa y Misiones en el Nor- tado de las migraciones internas y externas. La 1869 1895 1914 1947 1895 1947 1869 1895 1914 1947 1869 1895 1914 1947
deste del país. También en el Sur se registra región Litoral y la Capital Federal han recibido
Sgo. del Estero 7,6 4,0 3,3 3,4 1,5
1,6 – 0,2 0,4 0,4 0,9 1,1 1,8 3,3
un pequeño aumento. En definitiva, con las el mayor número de inmigrantes extranjeros y La Rioja 2,8 2,1 1,0 0,7 0,9
0,4 0,1 0,1 0,1 – 0,5 0,8 0,9 1,2
dos excepciones relativas de los extremos a la vez han atraído de manera considerable a Salta 5,1 3,0 1,8 1,8 2,8
1,5 1,4 0,5 0,5 1,0 0,6 0,8 0,9 1,9
Nordeste y Sur del país, la orientación ge- los argentinos nacidos en otras regiones. Y en Jujuy 2,3 1,2 1,0 1,0 3,4
1,1 1,4 0,5 0,7 1,3 0,7 0,8 1,3 2,8
neral asumida por la población ha sido cre- verdad es esto último lo que ha caracterizado el 28,6 17,4 12,6 11,6 18,6
7,5 3,3 2,5 3,2 3,7 0,8 1,2 1,5 3,0
ciente y marcadamente centrípeta. proceso en las últimas dos décadas. Centro y Oeste
San Luis 3,0 2,0 1,5 1,1 1,5 0,7 0,3 0,2 0,4 0,2 0,7 1,1 1,6 2,2
Cuadro 1. Distribución porcentual en las diferentes jurisdicciones y regiones de la población total, nativos de San Juan 3,4 2,2 1,5 1,6 1,0 0,7 1,0 0,5 0,7 0,7 0,7 0,9 1,3 2,9
otras provincias y extranjeros. Densidad por km2. Mendoza 3,7 2,9 3,5 3,7 4,3 2,9 2,9 1,6 3,7 2,8 0,4 0,8 1,8 3,9
Proporción habitantes Nacidos en Extranjeros 10,1 7,1 6,5 6,4 6,8 4,3 4,2 2,3 4,8 3,7 0,6 0,9 1,6 3,2
Densidad por km2
Regiones sobre el total (%) otras prov. (Sobre el total de ext.) Nordeste
1869 1895 1914 1947 1895 1947 1869 1895 1914 1947 1869 1895 1914 1947 J. D. Perón3 – 0,2 0,6 2,8 0,7 4,3 – 0,3 0,4 1,7 – 0,1 0,5 4,4
Gran Bs. Aires 12,9 19,4 25,4 28,7 41,4 50,4 48,1 38,6 40,6 43,7 121,9 415,4 1082,8 2501.6 Formosa – – 0,2 0,7 0,2 0,5 – 0,2 0,3 1,4 – 0,1 0,3 0,5
Litoral Misiones – 0,8 0,6 1,5 1,4 0,8 – 1,7 0,9 2,7 – 1,1 1,8 8,3
Buenos Aires* 15,7 20,7 21,0 17,7 4,1 6,0 23,4 24,3 22,2 22,3 0,9 2,7 5,5 8,8 – 1,0 1,4 5,0 2,3 5,6 – 2,2 1,6 5,8 – 0,2 0,6 3,9
Santa Fe 5,1 10,1 11,4 10,6 13,9 11,0 6,6 16,6 13,4 9,2 0,7 3,0 6,8 12,9 Sur
Entre Ríos 77 74 54 48 28 20 87 64 31 17 18 40 58 107 Eva Perón3 – 0,6 1,3 1,0 3,7 1,1 – 0,5 1,6 0,9 – 0,2 0,7 1,2
Corrientes 7,4 6,0 4,4 3,5 0,7 1,4 4,2 2,2 1,4 0,6 1,5 2,8 4,0 6,0 Neuquén – 0,3 0,4 0,5 0,3 0,6 – 1,0 0,6 0,5 – 0,2 0,3 0,9
Córdoba 12,1 8,9 9,3 9,0 4,5 7,4 0,8 3,5 6,4 5,6 1,3 2,1 4,4 8,9 C. Rivadavia – – – – – 1,0 – – – 0,6 – – – 0,5
Río Negro – 0,2 0,5 0,8 0,7 1,0 – 0,1 0,6 0,9 – – 0,2 0,7
48,0 53,1 51,5 45,6 26,0 27,8 43,7 53,0 46,5 39,4 1,1 2,8 5,3 9,4
Chubut – 0,2 0,3 0,6 0,1 0,4 – 0,1 0,5 0,3 – – 0,1 0,3
Noroeste
Santa Cruz – – 0,1 0,1 0,1 0,2 – – 0,3 0,5 – – – 0,1
Catamarca 4,6 1,7 1,3 0,9 1,0 0,5 0,2 0,1 0,1 – 0,7 0,8 0,8 1,2
Tierra del Fuego – – – – – – – – 0,1 – – – 0,2 0,6
Tucumán 6,2 5,4 4,2 3,8 9,0 2,4 0,2 1,1 1,4 1,0 4,0 8,0 12,3 22,0
– 1,3 2,6 3,0 4,9 4,3 – 1,7 3,7 3,7 – – 0,2 0,6
* Excluido Gran Buenos Aires. Total General 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 0,6 1,4 2,8 5,7

Nota: No poseemos ninguna medida directa de las migraciones internas; tan solo podemos guiarnos por algunos indicios in-
3 NE: “Las provincias Juan Domingo Perón y Eva Perón corresponden a Chaco y La Pampa respectivamente” terpretando datos referentes a hechos demográficos vinculados con esos movimientos de población. A.E.R.A. 1948 (Tomo I).
446 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 447

Por lo pronto podemos utilizar el cálculo efec- cuarto censo, en 1947. Si bien estos cómputos Mientras algunas provincias han tenido in- superiores a esta cifra. En algunos casos los
tuado por Vicien (1952) quien, sobre la base se ven gravemente viciados por las omisiones crementos totales de su población inferiores aumentos fueron muy fuertes, como ocurrió
de los resultados del IV Censo y de las series en las denuncias de nacimientos ante el Registro a los que se hubieran producido a través del en Córdoba o Santiago del Estero. Natural-
anuales sobre nacimientos y defunciones, han Civil, los reproducimos por cuanto ofrecen un mero crecimiento vegetativo –es decir, han mente, hubo un notable incremento en la pro-
computado la diferencia entre la población que cuadro muy claro del proceso, aunque las cifras perdido habitantes–, otras lo han superado vincia de Buenos Aires y particularmente en el
correspondería en cada jurisdicción del país, mismas representen meros síntomas. Los exce- de manera muy notable: entre las primeras Gran Buenos Aires.
teniendo en cuenta el crecimiento vegetativo, y dentes, naturalmente, deberían ser el resultado se cuentan Entre Ríos, Eva Perón, San Luis, El factor esencial en moldear la distribución
la que se registró efectivamente al realizarse el del saldo migratorio interno o externo. Santiago del Estero, Catamarca, Corrientes, geográfica de la población, sin embargo, no es
La Rioja y Tucumán; todas las demás jurisdic- solamente el aumento absoluto de los habitan-
ciones tuvieron excedentes sobre su propio tes que se han trasladado de una parte a otra
Cuadro 2. Excedentes y déficit con respecto al crecimiento vegetativo (1914-1947) según las crecimiento vegetativo, pero las más favore- del país, sino la orientación asumida por tales
diferentes jurisdicciones (miles). cidas fueron el Gran Buenos Aires, la Provin- desplazamientos. Dicha orientación, que ya
Con excedente Con déficit cia de Buenos Aires, Santa Fe, Juan D. Perón, fue observada al comparar la distribución por-
Gran Buenos Aires 1.159 Entre Ríos 71 Córdoba y Misiones. centual de la población total en las diferentes
Buenos Aires 586 San Luis 49 En 1947 las migraciones internas habían jurisdicciones, se ve confirmada cuando obser-
Juan Domingo Perón (Chaco) 238 Eva Perón (La Pampa) 44 afectado a por lo menos una cuarta parte de vamos dónde se habían radicado los 3.386.000
Santa Fe 132 Santiago del Estero 45 toda la población del país, pues el porcenta- de argentinos que en 1947 se hallaban viviendo
Córdoba 104 Catamarca 28 je de personas que vivían en una jurisdicción fuera de su jurisdicción natal. La mitad de ellos
Misiones 82 Corrientes 18 diferente que la de origen ascendía a 25,2. En se encontraba en la zona del Gran Buenos Aires,
Mendoza 52 La Rioja 15 1895 la intensidad de las migraciones internas otro 28% en la zona litoral, y el restante 22% en
Formosa 45 Tucumán 14 era poco más que la mitad (15,4% del total de la las demás regiones del país. Cuando se compa-
Salta 42 población). ran estos porcentajes con los que se registraban
Jujuy 40
Esta mayor intensidad de las migraciones en 1895, se verá que –en términos generales– se
Río Negro 36
internas afectaba a casi todas las jurisdiccio- mantiene la misma dirección centrípeta si bien
nes del país. A fines del siglo pasado la mayor con una mayor acentuación hacia la Capital, por
Chubut 31
parte de las provincias (pero no los territo- un lado, y los territorios y provincias colocados
Neuquén 20
rios) contaba con un porcentaje de nacidos al Sur y al Norte del país. Por otra parte el des-
Santa Cruz 14
en otras jurisdicciones inferior al 9%; en 1941 plazamiento de población afectó sobre todo a
San Juan 11
todas las provincias incluían porcentajes muy la población rural, cuyo crecimiento promedio
448 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 449

anual (1914-1947), descendió al 14,3 por mil, es densidad –habitantes por kilómetro cuadra- Gráfico 1. Distribución porcentual de la población sobre el territorio del país según
decir a un nivel inferior al del crecimiento vege- do– que presentan las diferentes zonas del los cuatro censos. 1869-1947
tativo del país, que para el mismo período fue país. Una forma más adecuada de estudiar
del 17,5 por mil anual.4 este fenómeno sería por medio de un mapa
Aumentó constantemente la población del en el que se distinguieran las densidades de
Gran Buenos Aires y de las zonas Nordeste y áreas más pequeñas –por lo menos depar-
Sur; disminuyó la del Litoral, Centro y Oeste y tamentos– que las provincias y territorios;
fuertemente la del Noroeste. sin embargo, aun limitándonos a estos,
La orientación seguida por los inmigrantes nos es dado comprobar los fuertes desni-
extranjeros no difiere sustancialmente de la de veles de densidad tan característicos de
los inmigrantes internos, si bien la tendencia la estructura demográfica de nuestro país.
centrípeta es indudablemente más pronuncia- No puede decirse que en los noventa años
da. Así, en 1947, casi el 83% de los extranjeros transcurridos desde el primer censo pueda
se hallaban en las zonas del Gran Buenos Aires observarse un mayor nivelamiento en esa
y Litoral; el 10% en los Territorios y Provincias distribución: por el contrario, aun cuando
del Nordeste y del Sur del país, y el resto –el la densidad media haya aumentado en casi
7%– en las diez provincias que constituyen el 10 veces desde esa época, y el centro de-
Nordeste y el Noroeste argentinos. mográfico haya modificado su ubicación,
Los resultados de estos movimientos de desplazándose hacia el litoral y la Capital
población pueden también observarse en la Federal, la intensidad de los desniveles no
solo se ha mantenido, sino que ha aumen-
4 Para el período anterior a 1936 pudo comprobar-
tado, aunque ligeramente. Una medida de
se que la intensidad de la emigración hacia Buenos estos desniveles podría ser la desviación Solo corresponde referirnos muy brevemente estructura económica, de la que constituye una
Aires era inversamente proporcional a la distancia en media que presentan las diferentes juris- aquí al significado de este desequilibrio demo- ajustada expresión. Es posible, en efecto –como
kilómetros desde el lugar de origen y a la capacidad dicciones con respecto a la densidad pro- gráfico que representa, sin duda, uno de los lo ha hecho Ortiz (1948: 109-144)–5 seguir los su-
económica de este (medido según los índices compu- medio, de todo el país. Si excluimos la zona rasgos más inquietantes de nuestra estructura
tados en 1930 por el Instituto Técnico de Investiga-
del Gran Buenos Aires se observa que tal social. Como es sabido, tal desequilibrio se halla
ciones y Orientación Económica de la Producción, en 5 Recuérdese también el estudio de Bunge (1940:
Mendoza); las correlaciones establecidas por Moyano desviación –en números relativos– era de condicionado a la vez que por causas históricas Cap. X). Allí el autor distingue tres zonas concéntricas
Llerena (1943: 264-266) son muy altas y conclusivas. 85 en 1869 y de 88 en 1947. y políticas, por una estrecha vinculación con la alrededor de la Ciudad de Buenos Aires: la primera que
450 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 451

Gráfico 2. Migraciones internas: lugar de residencia cesivos desarrollos de la población en las dife- Población urbana y rural variado sustancialmente entre 1914 y 1947 re-
actual de los argentinos nativos que han abandona- rentes zonas del país y relacionarlos de manera velaba ya la existencia de una limitación téc-
do la jurisdicción en que han nacido. 1947
muy estrecha con las características de orden La población del país, no solo tiende a concen- nico-económica al desarrollo de la población
económico. La estructura del sistema de trans- trarse en determinadas zonas de su territorio, rural. En realidad, la cantidad de personas por
portes y sus métodos de explotación, la forma sino que se agrupa de manera creciente en pue- km2 de tierra cultivada aumentó y no disminu-
y distribución asumida por el desenvolvimien- blos y ciudades. Esta tendencia urbanista es yó entre ambas fechas, pues mientras en 1914
to agrícola-ganadero en sus sucesivas etapas, un fenómeno que caracteriza la época moder- había 15,1 personas, en 1947 ese promedio ha-
tanto en el aspecto técnico como en cuanto a na y que se va extendiendo en todo el mundo bía ascendido a 22,1.7 Sin embargo, este crite-
su régimen, el surgimiento de la industria y la conjuntamente con el tipo de civilización que rio funcional y económico no es el que corres-
característica concentración geográfica por ella ha desarrollado. Sin embargo, en la Argentina ponde al adoptado por nuestras estadísticas,
asumida, todos estos elementos han actuado –como en otras partes de Latinoamérica– a los que hasta cierto punto es independiente de la
con efectos recíprocos y acumulativos sobre la factores económico-sociales de urbanización, cantidad de personas ocupadas en tareas agrí-
población; y el hecho demográfico, a su vez, ha propios de la sociedad moderna y occidental, cologanaderas. La definición que siguen los
repercutido sobre los otros órdenes reforzando se agregan ciertas características propias y pre- censos nacionales, de acuerdo con una prác-
la misma tendencia centrípeta. existentes; así, la industrialización y las trans- tica muy generalizada, considera urbana la
La gravedad del desequilibrio reside no so- formaciones económicas colaterales, que sin población que vive en centros de 2.000 o más
lamente en sus efectos actuales sino también duda representan uno de los factores más po- habitantes. De acuerdo con este criterio, la im-
en esa reciprocidad y acumulación de sus efec- derosos en el crecimiento de las ciudades, en la portancia de la población que vive en dichos
tos, características que no se agotan en el solo Argentina solo contribuyeron a intensificar un centros ha ido aumentando incesantemente,
ámbito de lo demográfico y lo económico, sino proceso de urbanización, que de cualquier ma- de manera tal que, mientras en 1869 represen-
El Gran Buenos Aires absorbe más de la mitad de que abarcan también las causales históricas y nera ya estaba dotado de una dinámica propia, taba poco más que una cuarta parte del total,
los argentinos nativos que abandonan su provincia políticas cuyo impacto sobre el fenómeno sería arraigada en las aludidas razones históricas y en 1947 casi alcanzaba a los dos tercios.8
o territorio natal. difícil subestimar. en las características culturales, sociales y po-
líticas del país.6
7 Cómputo de García Adler (1949: 45-67).
abarca dos décimos del territorio del país, comprendía En otro sentido debe recordarse que el he-
(según las estimaciones del autor), los siete décimos de cho de que la superficie cultivada no hubiera 8 Según otro criterio debería considerarse “rural” solo la
la población y una altísima proporción de la capacidad La tercera zona también con cuatro décimos del territo- población afectada a las tareas propias del campo, debién-
económica del país. La segunda con cuatro décimos del rio, solo estaba habitada por menos de un décimo de la dose en cambio rechazar la clasificación un tanto mecáni-
territorio incluía dos décimos y medio de la población población y contaba con una porción inferior al 10 % de ca basada sobre la cantidad de población. Tal es la opinión
y una pequeña fracción de su potencialidad económica. la capacidad económica total. 6 Cf. Canal Feijóo (1951). de Vicien (1952) y de García Adler (1949). No creemos que
452 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 453

Cuando se comparan los ritmos de creci- época de más intensa urbanización correspon- doza, San Juan y Paraná; además se registra un Gráfico 3. Residencia urbana y rural de la
miento de los tres períodos intercensales, se dería al período 1895-1914, durante el cual la nuevo avance de la gran aglomeración urbana población. 1869-1947
observa, de acuerdo con este criterio, que la importancia porcentual de la población de los integrada por Buenos Aires y sus alrededores.
centros de 2.000 y más habitantes avanza a ra- Por ello, aunque el incremento relativo de la po-
zón de 55,5% anual. Sin embargo, este criterio blación urbana en su conjunto haya sido mayor
este criterio pueda aceptarse sin reservas: la distinción
entre lo rural y lo urbano está fundada en una diferencia
no es suficiente para describir el proceso; en en el período 1895-1914, el último período in-
de orden antropológico-cultural, es decir en la oposición primer lugar, el aumento en cifras absolutas tercensal representa una etapa de gran impor-
de dos estilos de vida. Es verdad que en el pasado y hasta fue mucho mayor en el período 1914-1947; en tancia en el proceso de urbanización: es la fase
ahora hay una diferenciación de ocupaciones entre cultura segundo lugar, el mero dato del aumento de la de la formación de las grandes ciudades; mien-
“urbana” y cultura “rural”, prevaleciendo en la primera la
población en núcleos de 2.000 o más habitan- tras en 1914 solamente el 24% de la población
actividad industrial, comercial y de servicios, y en la segun-
da la agrícola-ganadera; pero tal diferenciación de funcio- tes puede ocultar una cantidad de diferentes vivía en centros de más de 100.000 habitantes,
nes, con ser importante, no resume en sí toda la oposición situaciones; para obtener una idea más clara en 1947 esa proporción alcanzaba al 40%; por el
entre el campo y la ciudad. La transformación técnica de del fenómeno es necesario discriminar entre contrario, la proporción de personas radicadas
la agricultura, el perfeccionamiento de los transportes que ciudades de distinto volumen de población. Y, en centros medios y pequeños había disminui-
elimina el aislamiento de la pequeña comunidad rural (y
eventualmente facilita la concentración residencial de la efectivamente, un análisis de esta naturaleza do de 20 a 15% del total en el mismo lapso.
población “agraria” por su ocupación), y la adquisición nos ofrece un cuadro algo distinto de las etapas Vale la pena observar en cantidades absolu-
consiguiente de hábitos y actitudes “urbanas” por parte de urbanización que ha experimentado nuestro tas de qué manera se repartía la población en
de personas cuya función económica sigue siendo “rural”, país (ver cuadro 3 en página siguiente). los diferentes centros:
quita todo significado sociológico a la distinción fundada
sobre la rama de ocupación agrícola-ganadera o industrial- Mientras el período 1895-1914 se caracteri-
comercial. Además, toda la población rural necesita cier- za, sobre todo, por el aumento de los núcleos • 4.618.000 vivían en una sola zona urbana (el
tos servicios y actividades no agropecuarias; cuando estas de poblaciones más reducidas y de tamaño Gran Buenos Aires).
se llevan a cabo en aldeas, cuyo tipo sociológico difiere mediano, el período sucesivo registra el pasaje • 1.637.000 vivían en grandes centros con una
fundamentalmente de la “ciudad”, en este caso también 1869: la Argentina era un país rural; 1947: la Argentina es
las personas dedicadas a tales actividades dentro de esos
de numerosas ciudades a categorías de mayor población de 100.000 a 500.000 habitantes. un país prevalentemente urbano.
pequeños centros, mal podrían ser consideradas “urbanas” importancia cuantitativa. En 1914 se contaban • 1.470.000 vivían en centros medios con una
desde el punto de vista de su “estilo de vida”, de sus hábi- –además del Gran Buenos Aires– dos ciudades población de 20.000 a 100.000 habitantes.
tos, actitudes y “personalidad social”. La distinción basada de más de 100.000 habitantes –Córdoba y Rosa- • 2.276.000 vivían en pequeños centros de Estas cifras configuran claramente lo que se
en las ramas de ocupación tiene su importancia fundamen-
rio–; en 1947 se le agregan otras cinco: Mar del 2.000 a 20.000 habitantes. ha dado en llamar “sociedad de masas”, tér-
tal en una consideración económica del problema, pero no
es la más adecuada cuando el punto de vista que se tiene Plata, Bahía Blanca, Santa Fe, La Plata y Tucu- • 5.962.000 vivían en centros de menos de mino que, si bien no se refiere particularmen-
en cuenta es de orden sociológico. mán, y hay otras tres que se le aproximan: Men- 2.000 habitantes. te al hecho de la concentración demográfica,
454 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 455

Cuadro 3. Población urbana y rural. Cifras absolutas y relativas y crecimiento anual. 1869-1947* Cuadro 4. Centros urbanos con 2.000 y más habitantes. 1895-1947
Aumento Aumento 1895 1914 1947
anual promedio anual promedio
CIFRAS AUMENTO Centros de Población % % %
CENSOS PORCENTAJE por 1000 por 1000
ABSOLUTAS ANUAL
habitantes de la habitantes de la Centros población Centros población Centros población
pobl. urb. pobl. rural
500.000 y más 1’’ 17’’’ 1’’ 24’’’ 1’’ 28’’’
Urbana Rural Urbana Rural Urbana Rural
100.000 a 499.999 --- --- 2 4 7 10
1869 492.600 1.244.300 28 72
20.000 a 99.999 7 7 15 8 38 9
1895 1488.200 2.466.700 37 63 38.000 47.000 46,3 23,0 5.000 a 19.999 38 8 92 10 147 9

1914 4.152.400 3.727.900 53 47 140.000 66.000 55,5 21,8 2.000 a 4.999 67 5 185 7 280 6

Total urbano 113 37 295 53 473 62


1947 9.932.100 5.961.700 62 38 175.000 68.000 26,7 14,3
Total rural --- 63 --- 47 --- 38
* A.E.R.A. 1948 (Tomo I). Datos relativos al aumento anual medio, extraídos de Ventura (op. cit.: 24).
* 1º C. N.; 2º C. N. (Tomo II); 3º C. N. (Tomo I) y A.E.R.A. 1948 (Tomo I).
’Incluye 37 pueblos de más de 2.000 habitantes de la Provincia de Buenos Aires (Gran Buenos Aires).
‘’’Incluye la población urbana de los partidos del Gran Buenos Aires.
sin duda la presupone. Teniendo en cuenta todas sus repercusiones en las varias institu-
las otras características que acompañan las ciones sociales y en los diferentes aspectos
zonas urbanas de nuestro país –estructura de la vida colectiva e individual, desde lo po-
económica, estratificación social, etc.– ello lítico a lo familiar, el trabajo, las recreacio-
significa que para un importante sector del nes, el tipo de relaciones personales, y con
país rige actualmente el tipo de vida propio las tensiones y desajustes psicológicos que
de las grandes ciudades, y que por consi- caracterizan la “personalidad neurótica de
guiente una fuerte proporción de los habitan- nuestro tiempo”.
tes están expuestos a los fenómenos propios Cuando se examina separadamente el crecimien-
de las grandes aglomeraciones urbanas, con to de las ciudades capitales y otros centros im-
456 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 457

Cuadro 5. Población y crecimiento de las capitales de provincias y territorios y de otras ciudades importan- Ciudades Población en 1947 Crecimiento relativo entre 1914 y 1947
tes del país. 1914-1947*
Ciudades cuyo crecimiento es menor que el crecimiento medio de la población del país:
Ciudades Población en 1947 Crecimiento relativo entre 1914 y 1947
Corrientes 56.500 97%
Ciudades cuyo crecimiento es mayor que el crecimiento medio de la población urbana:
Mendoza 97.500 66%
Comodoro Rivadavia 25.700 1,124%
San Luis 25.100 66%
Resistencia 52.400 524%
San Juan 82.400 396%
Mar del Plata 114.700 316% portantes, se advierten fuertes diferencias: tres Como es sabido, el proceso de urbanización
Jujuy 31.100 309%
de ellas –San Luis, Mendoza y Corrientes– regis- no ha sido el mismo en todas las regiones del
traron un porcentaje de aumento que es inferior país: hay provincias y territorios prevalentemen-
Formosa 16.500 284%
al que corresponde al conjunto de la población te urbanos y los hay con predominio rural. Las
Posadas 37.600 272%
(102%); otras siete –entre las que se cuenta el primeras corresponden a la región Litoral (y na-
Córdoba 369.900 253% Gran Buenos Aires– aumentaron en una medida turalmente a la gran zona urbana alrededor de la
La Rioja 23.800 190% inferior al incremento de la población urbana; ciudad Capital), todos los demás tienen mayor o
Santa Rosa 14.600 165% todas las demás9 tuvieron aumentos superiores, menor predominio rural, cuando se toman cifras
Bahía Blanca 112.600 155% aunque muy desiguales entre sí. Esto implica de conjunto para cada región. En realidad, las
Sgo. del Estero 60.000 155% que, aun cuando en cifras absolutas la inmigra- únicas dos jurisdicciones que no pertenecen al
Santa Fe 168.800 143% ción hacia la zona del Gran Buenos Aires haya Litoral y poseen una población con predominio
Ciudades cuyo crecimiento es menor que el crecimiento medio de la población urbana: sido la mayor registrada (hecho este que plantea urbano, son Mendoza y Tucumán (respectiva-
Población urbana 9.932.000 138% otro orden de problemas), las demás ciudades mente 50,4% y 50,5% urbana), en todas las de-
Salta 67.400 137%
del país no dejaron de recibir en su mayoría un más provincias predomina la población rural, si
sustancial aporte inmigratorio, sobre todo inter- bien en muy diferentes medidas: desde el 81,4%
Catamarca 31.100 134%
no (ver cuadro 6 en página siguiente). en Misiones hasta el 54% en San Juan.
Paraná 84.200 133%
Una medida aun más impresionante de esta
Gran Buenos Aires 4.618.000 132%
concentración geográfica de las zonas urbanas
Ciudad Eva Perón (La Plata) 207.000 128% 9 Debe advertirse que en varias ciudades del país se la obtenemos al preguntarnos qué proporción de
Tucumán 194.200 113% está produciendo el mismo fenómeno que alrededor de
Buenos Aires: una extensión de los suburbios y la for- toda la población urbana de la República reside
Rosario 467.900 110% mación de áreas metropolitanas. Sería necesario com- en cada región. Como puede verse, el Gran Bue-
* A.E.R.A., op. cit. pilar estadísticas referidas a tales áreas. nos Aires y el Litoral encierran casi el 85% de los
458 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 459

Cuadro 6. Población urbana y rural en las diferentes regiones del país. 1947* Cuadro 7. Población urbana en diferentes provincias y territorios*.
Población urbana y rural sobre 100 Porcentaje de población urbana Jurisdicción % población urbana
Regiones habitantes de cada zona en cada zona sobre el total Santa Fe 57,8
Urbana Rural de la población urbana del país
Buenos Aires** 55,8
Gran Buenos Aires 98,8 1,2 45,9
Entre Ríos 53,5 Población
Litoral 53,8 46,2 38,7
prevalentemente
Noroeste 38,1 61,9 6,9 Córdoba 52,6 urbana
Centro y Oeste 47,4 52,6 4,8 Tucumán 50,5
Nordeste 25,5 74,5 2,0 Mendoza 50,4
Sur 31,0 69,0 1,6
Misiones 18,6
Total 62 38 100
Formosa 22,8
A.E.R.A., op. cit.
Santiago del Estero 25,8
Río Negro 26,9
habitantes urbanos del país, mientras que todo dos de manera uniforme al área que actualmente
el resto del territorio apenas incluye el 15%. Es se le asigna, es decir, la Capital Federal más los Juan Domingo Perón (Chaco) 30,1
este otro aspecto del desequilibrio demográfico partidos de Avellaneda, Almirante Brown, 4 de Eva Perón (La Pampa) 30,7
que caracteriza a la población de la República. Junio, Gral. San Martín, Las Conchas, Lomas de Población
La Rioja 31,4 prevalentemente
(ver cuadro 7 y 8 en páginas siguientes). Zamora, Matanza, Morón, Quilmes, San Fernan- rural
do, San Isidro y Vicente López.10 Catamarca 32,1
Los cuatro censos nacionales son los pun- Corrientes 34,2
El Gran Buenos Aires tos de referencia de que se dispone; sus datos Jujuy 36,8
San Luis 39,1
Una consideración separada merece el crecimien-
to de la ciudad Capital y de la zona urbanizada 10 Recientemente el Servicio Estadístico Nacional ha Salta 39,6
que la rodea. Si bien históricamente la existencia agregado otros partidos a la zona metropolitana del
San Juan 46,0
Gran Buenos Aires: Esteban Echeverría, Florencio Va-
del Gran Buenos Aires como unidad ecológica no rela, General Sarmiento, Merlo y Moreno.
puede hacerse remontar más allá de 1914, para NE: 4 de Junio y Las Conchas corresponden a los actua- * A.E.R.A., op. cit.
los fines estadísticos se compararán datos referi- les partidos de Lanús y Tigre ** Excluido Gran Buenos Aires.
460 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 461

Cuadro 8. Población del Gran Buenos Aires. 1867-1947* rante desempeñado por la inmigración inter- que Buenos Aires comparte con todas las ciu-
Años Población Porcentaje sobre el Crecimiento total Crecimiento total na en el crecimiento del Gran Buenos Aires. dades argentinas, e incluso de Latinoamérica.
total del país Si hasta 1914 fueron los extranjeros el factor Trátase de una tendencia de lejanas raíces his-
1869 225.000 12,9 más importante –entre 1895 y 1914 casi la mi- tóricas, pues incluso la América precolombina
1895 767.000 19,4 542.000 21.000 tad del crecimiento medio anual se debió a la fue en muchos casos una sociedad prevalen-
1914 1.999.000 25,4 1.232.000 65.000 inmigración externa– desde esa época es el temente urbana, y que se acentúa por factores
1936 3.457.000 26,7 1.458.000 66.000 interior que se va volcando hacia la ciudad ca- sociales, políticos y económicos vinculados a
1943 4.050.000 27,0 593.000 85.000 pital y sus alrededores en un proceso que llega nuestro desarrollo nacional. El segundo es un
1947 4.618.000 28,7 568.000 142.000 a adquirir en los últimos tiempos característi- factor universal de urbanización; el desarrollo
1952 5.173.000 28,7 555.000 111.000 cas de un verdadero desplazamiento en masa industrial, que en la Argentina, después de al-
de la población. Los puntos de referencia que gunas alternativas se va afianzando justamente
* Estimaciones basadas sobre los cuatro censos nacionales, el Censo de la Ciudad de Buenos Aires, el Censo deben tomarse son forzosamente las fechas de a partir de la época indicada. Por supuesto, este
Escolar de 1943 y los datos publicados del Censo de la Provincia de Buenos Aires (1938). Los reajustes necesa- los censos, que solo de manera accidental pue- mismo proceso de industrialización, la época y
rios se han computado utilizando los datos sobre nacimientos y defunciones proporcionados por la Síntesis Esta- den coincidir con las épocas en que se produ- la forma en que se desarrolla, el lugar en que se
dística Mensual.
jeron cambios significativos de tendencia. Una concentra desde el punto de vista geográfico,
de estas puede fijarse sin duda en los primeros todos estos hechos no se hallan desvinculados
confirman todas las suposiciones acerca del niendo en cuenta los resultados del Censo Mu- años de la década del treinta: anteriormente, de la historia social y política de la nación;
extraordinario crecimiento de esta zona, que nicipal de 1936, los datos publicados (y oficial- la inmigración del Interior hacia la Capital, sin embargo, la industrialización constituye
en la actualidad reúne a casi la tercera parte mente aprobados) del Censo de la Provincia con ser considerable y constante, no alcanza el antecedente directo de la extraordinaria
de toda la población del país (28,7% en 1947). de Buenos Aires de 1938, y los resultados del los niveles que aparecen a partir de 1936, co- intensificación de las migraciones internas
Sin embargo, no menos importante que esta Censo Escolar de 1943. Para todos los ajustes incidiendo con el renovado impulso hacia la hacia la zona de la Capital. Puede señalarse,
comprobación sería un análisis de los ritmos correspondientes se han realizado además es- industrialización que se produjo justamente por último, un tercer período en el desarrollo
de crecimiento y del papel que en el mismo timaciones en base a las cifras de población, en esa época y se centralizó sobre todo en la de tales migraciones, y cuyo comienzo puede
han jugado los diferentes factores de cambio nacimientos y defunciones publicadas por zona del Gran Buenos Aires. Este cambio tan fijarse alrededor de 1943, fecha que acaso no
demográfico: el incremento vegetativo, la in- el Servicio Estadístico Nacional. En síntesis, pronunciado en el ritmo de inmigración hacia sea tan arbitraria en cuanto coincide con cam-
migración externa y la interna. En un esfuer- los resultados de estas varias estimaciones se la Capital nos permite distinguir dos factores bios políticos de vastos alcances. A partir de
zo por llegar a establecer, aunque de manera ofrecen en el Cuadro 8. El fenómeno más ca- que han incidido en él: el primero, en acto des- esta última fecha nuevos motivos se van agre-
conjetural y aproximada, tales hechos, se han racterístico que revela nuestra estimación es de el siglo pasado, corresponde a la tendencia gando a los ya en acto: no solo se intensifica
realizado algunas estimaciones sobre todo te- el papel creciente y cada vez más preponde- centralizadora que llamaremos “tradicional”, y el proceso industrial (y particularmente sus
462 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 463

repercusiones en la estructura económica), menor, debido sobre todo a ciertas modifica- Gráfico 10. Inmigración (promedio anual) de argentinos y extranjeros, a la zona del
sino que se agregan nuevos factores de orden ciones en la coyuntura y en la política econó- Gran Buenos Aires. 1895-1947
social y político. En esta época, el “aluvión”, mica del Estado.
como fue llamado, hacia Buenos Aires alcanza Es importante advertir que en vísperas de la 1895-1936 8.000 anuales
niveles jamás igualados anteriormente. Puede serie de cambios políticos y sociales que ocu-
calcularse que en los cuatro años que van de rrieron a partir de 1943, la población del Gran
1943 a 1947, las 117.000 personas que anual- Buenos Aires estaba integrada por una fuerte
mente ingresaron en la zona del Gran Buenos proporción de personas inmigradas del interior 1936-1943 72.000 anuales
Aires, abandonando sus lugares de origen en del país, y desde fecha muy reciente. En efec-

Cuadro 9. Análisis del crecimiento anual del Gran Buenos Aires.*


1943-1947 117.000 anuales
Saldo Saldo
Saldo
Inmigratorio Inmigratorio
Vegetativo
Externo Interno
El número de personas que se establecen anualmente en la zona del Gran Buenos Aires ha aumentado
1895-1914 65.000 + 30.000 en quince veces entre 1936 y 1947.
1914-1936 66.000 + 11.000 8.000 37.000
1936-1943 85.000 – 11.000 72.000 24.000 to para la segunda de esas fechas alrededor de haya influido significativamente en las maneras
1943-1947 142.000 – 15.000 117.000 40.000 los ochocientos mil, proporción muy elevada de pensar y de obrar de las masas urbanas, es-
si se piensa que estos inmigrantes se concen- pecialmente en su sector obrero. Hemos insis-
tran sobre todo en una clase social –la clase tido sobre este punto por razones obvias: los
obrera– y en determinado grupo de edad– las cambios demográficos acontecidos en la zona
el interior, corresponden a casi las dos quintas to, si es razonable suponer que el ritmo de in- personas adultas o por lo menos mayores de del Gran Buenos Aires en el período inmediata-
partes de todo el crecimiento vegetativo anual migración estimado para el período 1936-1943 14 años. Es perfectamente lógico suponer que mente anterior a los años 1943-1945 represen-
atribuible al interior mismo, es decir a todo el corresponde también a algunos años preceden- la inmisión relativamente brusca de esta nueva tan un aspecto fundamental a tener en cuenta
país, menos lo correspondiente a la zona de la tes, la cantidad de inmigrantes del interior con masa de población –dotada de características en el análisis de la evolución político-social de
Capital y pueblos periféricos. El ritmo de esta una antigüedad de radicación no mayor de diez psicosociales propias y diferentes de la de los nuestro país en los últimos tiempos. Es esa jus-
inmigración con posterioridad a 1947 ha sido u once años, puede fijarse con todo fundamen- habitantes de larga radicación en la ciudad– tamente la época en que, por un conjunto de
464 Gino Germani - La sociedad en cuestión

circunstancias, se configura con mayor clari- esa época intensificó por cierto el proceso, mas
dad y fuerza el predominio del tipo de socie- no lo creó: las condiciones para los cambios
dad “masificada” para nuestro país y el ulterior políticosociales ya estaban dadas desde fines
impulso de la corriente inmigratoria a partir de de la década de los treinta.

Cuadro 10. Proporción de nativos de la zona, inmigrantes del interior y extranjeros por cada 100 habitantes
del Gran Buenos Aires.*
Años Nacidos en la zona Inmigrados desde el interior Extranjeros
1936 49 16 35
1943 44 28 28
1947* 40 37 23

* A.E.R.A., op. cit.

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Bunge, A. E. 1940 Una nueva Argentina Economía Argentina (Buenos Aires).
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Nacional (Buenos Aires) III. Informaciones) Publ. Misc. Nº 280.
Asimilación de migrantes
en el medio urbano
Aspectos teóricos y metodológicos

Gino Germani

S i bien la urbanización es un proceso com-


plejo que comprende muchos aspectos di-
ferentes, no hay duda de que las migraciones
siderados en este capítulo se relacionan estre-
chamente con problemas tratados en otros ca-
pítulos sobre movilización social, urbanización
Tres niveles en el análisis
de la migración
rurales. En otros casos podemos encontrar situa-
ciones en las que las condiciones rurales, aunque
realmente están mejorando, todavía son insufi-
internas e internacionales constituyen los más y otros temas conexos. Es frecuente analizar la migración rural-urbana cientes para contrabalancear los abrumadores
importantes, no solo porque la mayor parte del En el análisis de la migración podemos dis- en términos de factores de expulsión y atrac- incentivos que irradian las ciudades.2 Mecanis-
crecimiento demográfico urbano es causado tinguir por lo menos tres procesos principales: ción. Se considera entonces que la migración es mos análogos pueden usarse, por supuesto, para
por movimientos de población, sino también la decisión de migrar, el traslado real y la acul- el resultado de la acción recíproca y el equilibrio describir no solo la existencia y el grado de la mi-
en virtud del hecho de que la migración misma, turación en la sociedad urbana.1 Si bien la ma- de fuerzas expulsivas existentes en el campo y gración rural-urbana sino también su ausencia.
como proceso social, es una expresión de los yoría de los estudios se ocupan principalmente fuerzas atractivas operantes en la ciudad. Com- Si bien este enfoque puede ser bastante útil
cambios básicos que están transformando al del tercero, nosotros incluiremos las tres eta- binaciones equivalentes, esto es, movimientos de en ciertos sentidos, debe reconocerse que im-
mundo, convirtiendo a un planeta de aldeas y pas en nuestro examen. población del mismo sentido. Así, se ha observa- plica el riesgo de simplificar demasiado el pro-
desiertos en un planeta de ciudades y metró- En todo caso, el estudio de la aculturación do a menudo que en tanto que en países desarro- ceso, reduciéndolo a una especie de equilibrio
polis. En América Latina las migraciones in- requeriría el conocimiento y la comprensión llados la migración rural-urbana está relacionada mecánico de fuerzas impersonales externas. Al
ternas representan probablemente uno de los de todo el proceso de migración, incluyendo el principalmente con aumentos de la demanda de mismo tiempo parece otorgar demasiado énfa-
procesos más significativos que caracterizan proceso que ocurre en el lugar de origen y tiene trabajo creados por el crecimiento industrial ur- sis a las motivaciones “racionales” o instrumen-
el cuarto estadio del esquema general. Varios por resultado la decisión de migrar y el trasla- bano, en muchas naciones en desarrollo se pro-
de los enfoques teóricos y metodológicos con- do físico real a la ciudad. ducen movimientos masivos hacia las ciudades
aun cuando esas nuevas y mejores oportunida- 2 Este parece ser el caso en ciertos sectores rurales
des de empleo son extremadamente bajas o com- de Italia y otros países europeos, especialmente entre
* Germani, G. 1969 “Asimilación de migrantes en el la generación joven. Cf. Beyer (1963); Alberoni (1963:
medio urbano. Aspectos teóricos y metodológicos” en pletamente inexistentes. En este caso tenemos 23-50). Véase también, en relación con el peso de los
Germani, G. Sociología de la Modernización (Buenos una combinación de fuerzas diferente en la que el factores de atracción en áreas urbanas, Hauser (1957) y
Aires: Paidós) pp. 124-145. 1 Cf. Eisenstadt (1954: Cap. 1). peso de los factores de expulsión desde las zonas Davis y Golden (1954: 6-26).
468 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 469

tales, sin tener en cuenta la posible compleji- la movilización social. Se distinguirán pues, en limitarnos a los contrastes entre condiciones rura- roles, las expectativas y las pautas de compor-
dad del proceso, reduciéndolo a una especie este análisis, los tres niveles mencionados en el les y urbanas si queremos abarcar todas las clases tamiento institucionalizadas proporcionan el
de equilibrio mecánico de fuerzas impersona- segundo capítulo: nivel ambiental u objetivo, de migraciones urbanas. En muchos países (tan- marco dentro del cual las personas perciben
les externas. Al mismo tiempo parece otorgar nivel normativo y nivel psicosocial. to en desarrollo como avanzados) la migración y evalúan tales condiciones objetivas. Se sabe
demasiado énfasis a las motivaciones “racio- I. En el primero incluiremos dos categorías puede ocurrir y ocurre entre áreas urbanas, gene- que un rasgo frecuente de muchas áreas rurales
nales” o instrumentales, sin tener en cuenta la principales: por una parte, los factores expulsi- ralmente entre ciudades de tamaño y característi- y, en general, de las sociedades más tradiciona-
posible complejidad del proceso psicológico vos y atractivos, y por otra, la naturaleza y las cas diferentes, y en esos centros urbanos fuerzas les (con excepciones como las de los pueblos
que da lugar a la decisión de irse o de quedarse. condiciones de las comunicaciones, la accesi- atractivas y expulsivas operan e influyen sobre el nómadas y similares), es el énfasis en la estabi-
Ahora bien, para los fines del análisis macros- bilidad y el contacto entre las áreas rurales y flujo de la inmigración y el emigrado. lidad, el aislamiento y la fijación de los indivi-
cópico mediante el uso de datos globales prin- urbanas o, en términos más generales, entre el I.2. Las comunicaciones y accesibilidad entre duos al suelo natal. En una sociedad industrial
cipalmente, este modelo puede resultar más o lugar de origen y el lugar de destino. el lugar de origen y el lugar de destino constituyen y más modernizada, la movilidad ecológica es
menos adecuado. En cambio, en los casos en I.1. Los factores expulsivos y atractivos son bien otro conjunto de factores objetivos que condicio- otra respuesta posible (entre muchas) a ciertas
que la investigación apunta a un estudio de los conocidos y no es necesario describirlos aquí.3 Es nan la migración (contactos formales e informa- situaciones. Mientras que en las primeras no es
diferenciales de migración, a una descripción necesario indicar, sin embargo, que no debemos les, medios de comunicación de masas, sistema normalmente esperada y hasta es considerada
de la adaptación, participación y aculturación de transporte, distancia, costos, etcétera). en algunos casos como comportamiento desvia-
de los migrantes en las áreas urbanas, y a un II. Las condiciones objetivas no operan en el do y sancionada negativamente, en la segunda
3 En forma muy sumaria podríamos enumerar tales fac-
análisis causal de los principales factores aso- vacío, sino en un contexto normativo y psico- la movilidad ecológica es por lo menos permiti-
tores como sigue: a) condiciones económicas favorables
ciados con estos procesos, el modelo que se o desfavorables en el campo (estado de los recursos natu- social. En las normas, creencias y valores de la da, si no realmente facilitada y fomentada.
emplee debe tener en cuenta no solo factores rales, su deterioro o mejora, tasa de crecimiento demográ- sociedad de origen pueden encontrarse no solo La pauta normativa también puede facilitar
expulsivos y atractivos sino también las demás fico, relación población-tierra, sistema de tenencia, grado criterios acerca de lo que debe considerarse la migración de ciertas categorías de personas y
condiciones sociales, culturales y subjetivas en de concentración de la propiedad de la tierra, técnicas malas o buenas condiciones, atracciones o ex- dificultar la de otras, como ocurre, por ejemplo,
ineficientes o atrasadas y baja productividad de la agricul-
las que tales factores operan tanto en el lugar tura o, al revés, modernización y reducción de la demanda
pulsiones, sino también actitudes y pautas de con la migración de las mujeres, que puede de-
de residencia como en el lugar de destino. de mano de obra rural; b) falta –o existencia– de oportu- comportamiento que en dicha sociedad regulan pender de su status en la sociedad. En todo caso,
Al formular un esquema teórico para el aná- nidades alternativas en el ambiente rural; c) condiciones la migración. Esto es: en el nivel normativo4 los las normas y los valores deben ser considerados
lisis de las migraciones utilizaremos los prin- económicas favorables o desfavorables en las ciudades: como variables intervinientes en el análisis del
cipios que han guiado la conceptualización del oportunidades de empleo, nivel de salarios, etcétera, y d) impacto de los factores expulsivos y atractivos.
otros diferenciales rural-urbanos no económicos, como 4 Las normas ideales pueden definirse por contraste
proceso de movilización. Como se indicó, la condiciones educacionales y sanitarias, servicios recrea- con las normas reales: estas se refieren al comporta-
Lo que a un observador exterior le parecerían
migración en ciertas condiciones puede consi- tivos, condiciones políticas de seguridad personal (tales miento empírico de los individuos, en tanto que aquellas condiciones económicas excepcionalmente
derarse como una de las formas asumidas por como evitar guerra de guerrillas y bandidaje). indican el comportamiento prescripto por la sociedad. malas, no funcionará en absoluto como factor
470 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 471

expulsivo si corresponde a una pauta tradicio- más frecuente, si no universal. La falta de corres- que respecta a la aculturación y la adaptación a conjunto de nociones que nos permitirán identi-
nal que no solamente está institucionalizada pondencia puede darse de varias maneras: cam- la sociedad recipiente. De hecho, las condicio- ficar los fenómenos y procesos más importantes,
en las normas, los valores y las creencias de la bios en las condiciones objetivas (tales como su- nes objetivas existentes en esta última –oportu- pertinentes para el estudio de la asimilación en
sociedad, sino que también continúa operando perpoblación, bajo salarios, guerra, etc.) pueden nidades de empleo, vivienda, sueldos, oportuni- áreas urbanas: 1) adaptación; 2) participación, y
como una expectativa internalizada en la mente hacer imposible realizar las acciones sociales dades educacionales y similares–, así como las 3) aculturación (Eisenstadt, 1954 y 1969):
de las personas. Esta última observación indica, según las expectativas del marco institucionali- normas, creencias y valores que caracterizan a
sin embargo, que el mero conocimiento de las zado y de los roles y actitudes internalizados; o la sociedad urbana y a los grupos sociales que la 1. La noción de adaptación se refiere a la manera
normas, los ideales y los valores no es suficiente contactos culturales, la comunicación de masas, componen, tendrán un profundo impacto sobre en que el migrante desempeña sus roles en las di-
para el estudio de la migración. Surge así la ne- etc., pueden haber producido cambios en las la recepción de los migrantes y su integración. versas esferas de actividad en que participa. Aquí
cesidad de un tercer nivel de análisis. expectativas; o tal vez, como es más probable, Por último, debe subrayarse que los varios el interés del observador se concentra en el mi-
III. En el nivel psicosocial deben tenerse en diferentes causas de cambio pueden operar si- elementos indicados no operan atomísticamente; grante mismo: es su adaptación personal lo que
por lo contrario, son estrechamente interdepen- se estudia, es decir, su capacidad para desempe-
cuenta las actitudes y expectativas de los in- multáneamente. En cualquier caso, directa o in-
ñar los roles sin tensión psicológica excesiva o
dividuos concretos. En una sociedad perfec- directamente el nivel psicológico estará implica- dientes. El énfasis en las distinciones analíticas
intolerable. Hay, por supuesto, muchas maneras
tamente integrada, sin desviados de la pauta do, y el modo en que son afectadas las actitudes no debe llevarnos a olvidar el hecho básico de
de definir la adaptación; lo que debemos acen-
ideal, el marco normativo estaría exactamente individuales condiciona precisamente no solo la que, en el proceso empírico a observar, esos ele- tuar aquí es la necesidad de distinguir con la ma-
reflejado en las actitudes y expectativas inter- decisión de migrar, sino también el carácter de la mentos constituyen una configuración específi- yor claridad posible este aspecto de los demás.
nalizadas de los individuos. migración y el comportamiento ulterior del mi- ca y no una mera colección de rasgos aislados. 2. Con el concepto de participación adoptamos
Otra condición básica para el mantenimien- grante en la sociedad recipiente. Debemos ahora aplicar este esquema conceptual el punto de vista, no del individuo migrante,
to de esa integración sería que las condiciones Destaquemos que no estamos reduciendo general al problema específico de la asimilación sino de la sociedad recipiente. Aquí debemos
objetivas correspondieran efectivamente a las las causas de la migración exclusivamente a un de los migrantes en las áreas urbanas. Se sabe distinguir otra vez tres dimensiones diferentes
expectativas, las actitudes y el comportamiento proceso psicológico; lo que estamos tratando que este concepto es algo ambiguo. Por una parte por lo menos. En primer lugar podemos pre-
real. Tal situación de correspondencia perfecta de señalar es la necesidad de usar un contexto tenemos una serie de términos que se refieren a guntar por la extensión y el grado de la partici-
los mismos fenómenos o a fenómenos conexos;5 pación del individuo: ¿cuántos y qué roles des-
o cuasi-perfecta entre los tres niveles (condi- psicológico y un contexto normativo con el fin
por la otra, muy a menudo el mismo término empeña dentro de las instituciones, los grupos
ciones objetivas, marco normativo y actitudes de comprender el funcionamiento de los facto- sociales y los diversos sectores de la sociedad
internalizadas) es en realidad extremadamente res objetivos. Además debe recordarse que este tiene diferentes significados. Este no es el lugar
urbana? Esta pregunta incluirá la participación
difícil de encontrar, y debe recordarse que cierta esquema conceptual, u otro equivalente, debe para una discusión terminológica y teórica del
tanto como la no-participación, y también la
proporción de desviación debe ser considerada emplearse en el análisis de todas las etapas del tema; empezaremos más bien por distinguir un
participación en estructuras no-urbanas, por
normal en toda sociedad. En las actuales nacio- proceso de migración, es decir, no solo en cuan- ejemplo, ¿en qué medida está todavía conecta-
nes en desarrollo la situación opuesta es mucho to a la decisión de migrar, sino también en lo 5 Cf. Herskowitz (1938). do (es decir, participa) con su comunidad de
472 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 473

origen? O, muy a menudo y si el individuo par- 3. El término aculturación indica el proceso (y enfrenta con la necesidad de adquirir nuevos ro- cas nuevas, pero su aculturación a tipos nuevos
ticipa en instituciones y grupos sociales ubi- el grado) de adquisición y aprendizaje, por les, nuevos conocimientos y también nuevas ac- y modernos de relaciones sociales industriales
cados ecológicamente dentro de las fronteras parte del migrante, de los modos urbanos de titudes y nuevos valores. Pero en esta re-socia- en la fábrica o el sindicato toma normalmente
del área urbana en que vive, ¿hasta qué punto comportamiento (incluyendo roles, hábitos, lización puede lograr, a veces, un conocimiento mucho más tiempo y puede no ser lograda de
dichas instituciones y grupos pertenecen a la actitudes, valores, conocimientos). Como han suficiente, pero no profundamente vivido, de las manera tan completa.8 Hay algunas observacio-
sociedad urbana propiamente dicha?6 En se- observado los antropólogos, tal proceso no se nuevas pautas de comportamiento, y en otros nes más que formular con respecto a las tres
gundo lugar podemos preguntarnos con qué produce sin ejercer alguna influencia sobre la
eficiencia el individuo desempeña los roles, de- casos internalizarlas más profundamente. En el nociones de adaptación, participación y acul-
sociedad recipiente. Este aspecto debe ser re-
biendo definirse la eficiencia desde el punto de campo de las actitudes y valores la re-socializa- turación. Todas ellas se refieren a la vez a cierto
cordado, aunque no siempre sea considerado
vista de las instituciones y grupos recipientes muy importante desde el punto de vista de un
ción puede llevar a un profundo compromiso e estado de cosas, en un momento determinado,
y de los valores de la sociedad recipiente. En estudio que se ocupa principalmente de la asi- identificación con la nueva pauta urbana, a una y a un proceso en el tiempo: en este sentido el
tercer lugar, podemos ocuparnos de la recep- milación de los inmigrantes en la ciudad. Otra aceptación muy superficial o a un rechazo más interés de la investigación puede estar centrado
ción brindada por la sociedad urbana: ¿cómo observación es más importante: la adquisición o menos completo.7 El reconocimiento de estas en uno u otro, o en ambos. Se puede querer es-
reaccionan sus grupos e instituciones frente de nuevos rasgos culturales puede tener lugar diferentes formas y grados de aculturación es a timar el grado de ajuste, participando, etcétera,
a los inmigrantes y su participación? Aquí po- de diferentes maneras: puede consistir en un veces de suma importancia. El aprendizaje inte- que se observa en cierto período, y/o puede de-
demos encontrarnos con situaciones de parti- aprendizaje relativamente superficial o que los lectual es más fácil que la adquisición de rasgos sear estudiar el proceso por el cual los migran-
cipación aceptada, no aceptada y conflictual. rasgos penetren profundamente en la persona- en los que dominan los componentes emocio- tes se adaptan a las condiciones urbanas. Esta
Tal vez podríamos hablar a este respecto de lidad. Los rasgos pueden ser internalizados en nales y afectivos: actitudes, valores o pautas de distinción parece bastante obvia y en cada caso
integración, refiriéndonos específicamente al mayor o menor grado y el sujeto sentirse más comportamiento asociados con determinados deben emplearse técnicas diferentes.
grado de participación aceptada y/o no con- o menos comprometido en la nueva pauta de
flictual. Esta distinción significa que un grupo
campos de las relaciones interpersonales. Por otra parte, los tres procesos no son ne-
conducta. Al hablar de “internalización” nos re- Sabemos que los migrantes rurales pueden cesariamente simultáneos ni se dan necesaria-
de migrantes podría participar en una deter- ferimos al proceso por el cual el rasgo se vuel-
minada estructura urbana sin estar integrado adquirir con relativa rapidez habilidades técni- mente asociados en un mismo grupo o indivi-
ve parte de la personalidad del individuo; en el
en ella, si el grupo desempeña roles dentro de duo. Esta es, por supuesto, la razón principal de
caso de una pauta de comportamiento comple-
ella pero tal actividad es resistida o no acep- tamente internalizada, esta sería vivida como la introducción de las distinciones menciona-
tada por otros grupos importantes (los casos una expresión espontánea del sujeto mismo. 7 Mayer (1963: 10-11) describe tres tipos de migrante das. También es posible que se logre un grado
comunes de conflictos raciales y políticos). aculturado: el de “cultura doble”, que “puede ir y venir determinado de adaptación (o participación, o
A través del proceso normal de socialización y libremente de los ambientes rurales y urbanos conser- aculturación) en una esfera de actividad y no
vando siempre el otro conjunto de pautas en estado la-
6 El término “amalgamación” indica a veces matri-
aprendizaje dentro de la familia, durante la in- tente”, el “rústico” que sigue comportándose como tal
monios cruzados. Hay una buena discusión del término fancia, el migrante ha internalizado la cultura de aun en la ciudad y, finalmente, el migrante que se ha 8 Véase, por ejemplo, el informe de Brandao Lopes
“asimilación” en Tilly (1963). su sociedad de origen. En el ambiente urbano se vuelto un “renegado en sentido cultural”. (1962).
474 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 475

en otra. Una persona puede estar (o sentirse) llevar a cabo esas actividades y desempeñar los pítulo sino también por el estado todavía muy profundamente sobre el tipo de migración, sino
muy adaptada con respecto a las tareas técni- diversos roles implícitos en las situaciones so- imperfecto de nuestro conocimiento teórico y también porque el grado de semejanza o de di-
cas concretas requeridas en su trabajo, y ser ciales correspondientes. Pero al mismo tiempo empírico. Intentaremos, sin embargo, indicar ferencia entre el lugar de origen y el de destino
incapaz de soportar las tensiones psicológicas esas mismas personas pueden seguir viviendo la clase de datos que el investigador debe bus- (esto es, la distancia cultural) es en sí mismo
introducidas por las relaciones humanas “im- en un barrio aislado formado por migrantes del car en un estudio dedicado a la asimilación de un factor importante en el condicionamiento de
personales”. La aculturación a ciertos rasgos mismo origen, manteniendo o tratando de man- migrantes en áreas urbanas. la incorporación del migrante al modo de vida
no implica la aculturación a otros, la participa- tener la misma cultura de su aldea o lugar de En esta sección nos ocuparemos principal- urbano. Por otra parte, para fines de compara-
ción en determinados grupos urbanos puede origen y estrechas relaciones interpersonales mente de lo que hemos denominado las dos pri- ción con cambios posteriores a la migración, la
realizarse con una aculturación insuficiente, con amigos y parientes que todavía residen allí. meras etapas del proceso: la decisión de migrar información sobre el lugar de origen (y sobre las
etcétera. Es verdad que, por lo menos con res- Aunque viven físicamente en la ciudad y hasta y el traslado real. Consideraremos entonces el características de los grupos migrantes) debe ser
pecto a ciertas esferas de actividad, la adap- participan en un conjunto de actividades urba- tipo de datos necesarios para tal análisis y, en bastante detallada. Por ejemplo, una descripción
tación, la participación y la aculturación nor- nas, estos migrantes permanecerán parcial o particular, los datos sobre: a) característica del general de las principales instituciones –familia,
malmente van juntas, pero las incongruencias totalmente ajenos a otros importantes sectores lugar de origen; b) características de los mi- trabajo y economía, religión, política, educación,
entre diferentes esferas de actividad pueden de la vida urbana, como ciertas formas de ocio, grantes antes de la migración; c) motivación etcétera– y su funcionamiento constituye una in-
ser muy frecuentes. Con respecto a esta posi- participación en el sindicato, política, asocia- para migrar, y d) circunstancias del traslado. formación muy importante sobre los inmigrantes
bilidad debe advertirse que, si bien la mayoría ciones voluntarias y otros. en la ciudad. De especial importancia serán los
de los migrantes pueden por lo menos desem- datos relativos al grado de desarrollo económi-
peñar cierto número de roles que constituyen Lugar de origen co y de modernización cultural y a los aspectos
el mínimo requerido para continuar viviendo Los orígenes de los migrantes particulares que pueden caracterizar el lugar de
en las áreas urbanas, permanecen sin embar- y su motivación para migrar: No es frecuente encontrar estudios sobre migra- origen desde el punto de vista de la transición de
go segregados o ajenos a un conjunto de otras datos y análisis ción a áreas urbanas que incluyan investigaciones una estructura menos moderna (o más tradicio-
actividades, que, por lo contrario, pueden ser sistemáticas realizadas en el lugar de origen y so- nal) a una más moderna (o menos tradicional):
consideradas “normales” para los habitantes Las dos secciones precedentes habrán sugerido bre los grupos migrantes antes de la migración. formas de tenencia de la tierra, grado de concen-
nativos –con la misma educación y el mismo al lector la complejidad de las situaciones que La mayoría de los estudios obtienen información tración de la propiedad de la tierra, extensión de
status económico-social– de la ciudad. caracterizan a la migración y la aculturación, y sobre ambos puntos sea mediante el análisis de la economía monetaria o de subsistencia, grado
Por ejemplo, es probable que tengan un tra- la variedad de factores que pueden condicionar fuentes secundarias o por la investigación direc- de integración del área en el mercado nacional,
bajo, que usen los servicios públicos, que com- estos procesos. Sería imposible examinar aquí ta de los migrantes después de la migración. tipo de relaciones sociales que prevalece en el
pren bienes, etc., y en este sentido tienen que en forma completa y coherente esos procesos, El conocimiento del lugar de origen es necesa- campo del trabajo y la economía, así como en
haber adquirido el conocimiento necesario para no solo a causa del alcance limitado de este ca- rio no solo porque sus características influirán otros órdenes de la vida.
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Infortunadamente, el investigador rara vez sociedades folk o tribales, puede existir un im- mano de obra no-agrícola son dos de los indica- con otros datos relativos a las áreas de migra-
encuentra estudios previos o siquiera datos pri- portante cuerpo de estudios etnográficos y an- dores más conocidos de la modernización y el ción, tales como tasas de fecundidad, mortalidad
marios sobre estos esenciales asuntos. Sin em- tropológicos susceptibles de contribuir mucho desarrollo económico. Sin embargo, aun cuan- general y mortalidad infantil, tamaño de la fami-
bargo, no sería aconsejable limitarse al mate- al trazado de un cuadro complejo del carácter do ambos estén a menudo asociados con tales lia, proporción de la población empleada en la
rial obtenido de los migrantes entrevistados en de las sociedades de origen, de su presente procesos, sería muy engañoso basarse exclusi- industria, tamaño de las fábricas, ingreso per ca-
la ciudad; se debe tratar de lograr por lo menos grado de integración y de las características de vamente en ellos. Por razones no solo teóricas, pita, proporción de estratos socioocupacionales
un cuadro aproximado acudiendo a otras fuen- los grupos de los que provienen los migrantes. sino también empíricas, se los debe considerar medios, alfabetismo y otras tasas educacionales,
tes o a un mediante la experiencia personal. Tales son, por ejemplo, los casos de África y de como procesos diferentes. De hecho, tenemos proporción de votantes proporción de afiliados
Un ejemplo sobresaliente de análisis com- los países indio-mestizos de América Latina. En tanto áreas rurales modernizadas como ciuda- a sindicatos, circulación de diarios, aparatos de
pleto de la sociedad de origen es el estudio la mayoría de los casos los autores no hacen un des tradicionales. En algunos de los países más radio y televisión en funcionamiento, etcétera.11
clásico de Thomas y Znaniecki (1958) sobre el análisis específico del lugar de origen, sino que avanzados, los diferenciales rural-urbanos con Además de los indicadores relativos al grado
campesino polaco.9 Como se sabe, estos auto- emplean un conocimiento de otras informacio- respecto a características demográficas, socia- de modernización debe explorarse lo que po-
res incluyeron en su libro sobre la asimilación nes sobre aquel, principalmente con fines de les, culturales y psicosociales han disminuido dríamos llamar el “grado de desintegración” del
del migrante polaco en los Estados Unidos un comparación con la sociedad recipiente y como considerablemente. En tales casos, la distancia orden tradicional. Cambios de actitud, nuevas
profundo análisis de la sociedad campesina po- la base de inferencia que se necesita cuando se cultural entre áreas modernizadas, ciudades pe- expectativas, rechazo parcial de valores, creen-
laca, sus instituciones principales y el proceso estudian problemas de aculturación.10 queñas y ciudades grandes puede ser no muy cias y obligaciones antiguas, y otros tipos de
de desorganización individual y social. Su in- A veces, las comparaciones sumarias entre grande o totalmente inexistente. comportamiento innovador a menudo pueden
vestigación se basó en colecciones de cartas, el lugar de origen y el lugar de destino pueden Una situación análoga de distancia cultural ser inferidos, a partir del grado de moderniza-
periódicos y material biográfico complemen- ser muy útiles para obtener el contexto general reducida se encuentra a menudo en aquellos ción estimado sobre la base de los indicadores
tados por fuentes etnográficas, otros estudios dentro del cual es posible hacer un análisis más países subdesarrollados donde las pautas tradi- demográficos y de otro tipo sugeridos más arri-
sistemáticos y su propio conocimiento de la detallado (Textor, 1956). cionales todavía prevalecen tanto en las áreas ba. Sin embargo, y especialmente en las prime-
sociedad polaca. En los países en desarrollo en A menudo la información más fácilmente dis- ras etapas de la transición, los cambios psico-
urbanas como en las rurales. Sin embargo, consi-
los que una población indígena vive todavía en ponible en relación con estos asuntos generales sociales más importantes para la migración –es
derables desniveles internos en cuanto al grado
se encuentra en los datos censales y otras esta- de modernización son bastante normales en la decir, la difusión de desviaciones actitudinales
9 Un estudio sobre las áreas de orígenes fue realizado dísticas análogas. El tamaño de la ciudad y la mayoría de los países en desarrollo y no raros en respecto de los valores y normas predominan-
en la Argentina por Margulis, Mario 1968 Migración y los desarrollados. De acuerdo con las indicacio-
marginalidad de la sociedad argentina (Buenos Aires:
Paidós). Lamentablemente este trabajo no pudo ser te- 10 Véase por ejemplo el informe de Matos Mar (1962)
nes precedentes, el tamaño de la ciudad y la pro- 11 Sobre indicadores de desarrollo económico y social
nido en cuenta en el presente análisis por haber apare- y varios trabajos incluidos en International African Ins- porción de la población empleada en actividades y sobre modernización, véanse: United Nations (1961:
cido después de su redacción. titute (1956). no-agrícolas deben ser siempre completados 49-62), Deutsch (1961) y Hauser (1961).
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tes– bien pueden preceder al tipo de cambios gración no es suficiente para averiguar los di- actitudes innovadoras, aspiraciones altas, de las otras categorías y de las definidas por
que dichos indicadores pueden descubrir. versos factores que pueden intervenir en su liderazgo y otras, están entre las caracterís- el SES (es decir, los estratos socioeconómi-
El tamaño y la composición de la inmigra- decisión de emigrar, produciendo diferentes ticas individuales más importantes. cos), categoría que puede concebirse como el
ción y emigración del área de origen deben ser propensiones y diversos tipos de motivaciones, resultado de combinar la ocupación, la educa-
cuidadosamente analizados, si es posible, no y en su ulterior comportamiento en la ciudad. Puede verse que la distinción entre los dos ti- ción y las otras variables indicadas antes. Los
solo para estimar las características demográfi- Podemos distinguir dos tipos de caracterís- pos de características no es muy clara: por una individuos pertenecientes al mismo estrato so-
cas de los migrantes, sino también en relación ticas: 1) aspectos socioculturales (incluyendo parte todas las características socioculturales cioeconómico están expuestos a condiciones
con la naturaleza de la migración y la sociedad los aspectos biosociales o demográficos), y 2) son expresadas –empíricamente– como atribu- análogas, que facilitan o impiden la migración,
de origen en su conjunto. Por ejemplo, una atributos individuales. tos individuales, no menos que los denomina- determinan su tipo, y facilitan o dificultan la
tasa alta de emigración de un ambiente que es dos individuales o psicológicos; por otra parte, adaptación y la aculturación. Esto puede verse
tradicional en los demás aspectos sugeriría la 1. Entre los primeros, los más conocidos y uni- estos últimos no son (o no son siempre) inde- bastante claramente en el caso de las condicio-
hipótesis, digna de ser explorada, de una des- versales son la edad y el sexo: la mayoría pendientes de los aspectos socioculturales (por nes económicas: la desocupación o los salarios
integración avanzada del viejo orden o, tal vez, de las migraciones se caracterizan por tales ejemplo, inteligencia, etc.) y pueden estar dis- bajos afectan a algunos estratos socioeconó-
de la existencia de fuertes factores expulsivos. diferenciales; tipos diversos de sociedades tribuidos diferencialmente entre los diversos micos, no a todos; las formas de tenencia de
En estos casos la selectividad de la migración y configuraciones de condiciones originan estratos socioeconómicos, etcétera. La razón la tierra o la relación tierra-población ejercen
de ver más bien baja. Por lo contrario, una tasa diferentes propensiones entre los diversos de la distinción se aclarará cuando conside- influencia solo sobre ciertas categorías de
baja en una sociedad en una etapa tradicional grupos de edad y también inducen propor- remos el papel que desempeñan, en el análisis campesinos, etcétera. Pero las mismas consi-
equivalente debería ser interpretada como alta- ciones diferentes de migración familiar e de la motivación, la adaptación y la acultura- deraciones pueden hacerse con respecto a los
mente selectiva y probablemente no relaciona- individual. Pero no menos significativas con ción. Las características socioculturales afec- valores, normas y actitudes; los estratos so-
da con procesos desintegrativos. las educaciones y la ocupación, muy impor- tan a los individuos, no como individuos, sino cioeconómicos pueden constituir hasta cierto
tante en sí mismas y también por el hecho por el hecho de pertenecer a cierta categoría, punto subculturas específicas caracterizadas
de estar estrechamente correlacionadas con grupo o estrato sociales. Las mujeres no son por marcos normativos diferentes y, en conse-
Características de los migrantes otras variables, como nivel de vida, ingre- una categoría definida solamente por caracte- cuencia, dotadas de diferentes propensiones a
antes de la migración (y de las so, vivienda o, en términos más generales, rísticas biológicas, sino también por un status la migración y, en última instancia, a la asimi-
categorías, grupos y estratos de el status económico-social (SES), en el que específico, definido por un conjunto de normas lación. Más aun: en las sociedades transicio-
los que provienen) normalmente se incluyen todas, justamente y valores: es precisamente este status el que nales, las diferentes categorías biosociales y
con la ocupación y la educación. prohíbe, dificulta o facilita su migración. Y, por socioeconómicas pueden estar expuestas de
La información sobre la sociedad en que los 2. La inteligencia y otros rasgos psicosociales supuesto, tal status es parte de la estructura manera diferencial al proceso de desintegra-
migrantes nacieron y vivieron antes de la mi- relacionados con la propensión a adquirir social de la sociedad. Lo mismo puede decirse ción del viejo orden y a cambios de actitudes.
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Mientras que las condiciones que afectan a un Debe advertirse que las dos categorías de atri- to al lugar o área de origen, y las dificultades La motivación de migrar
estrato determinado pueden haberlo dejado butos son empleadas como factores explicativos y limitaciones que suelen surgir en este caso
inalterado, de manera que la mayoría de sus en la motivación de migrar y en el comporta- son similares. Normalmente el censo ofrece El estudio de la motivación es un punto estra-
miembros todavía sienten y se comportan de miento posterior. Sin embargo, no agotan toda la por lo menos cierta información que puede dar tégico en toda la investigación. Por una parte,
acuerdo con la pauta tradicional, en otro es- acusación en ninguno de los dos aspectos. Una un cuadro de las características demográficas para comprenderla correctamente, todos los
trato esto puede resultar imposible a causa de tercera serie de factores puede intervenir y lo de los migrantes; por ejemplo, grupos de edad datos considerados hasta aquí deben ser objeto
modificaciones en las condiciones objetivas o hace: podríamos llamarlos factores puramente y sexo, a menudo por lugar o área de origen. de una integración significativa y usados como
en virtud de cambios en las actitudes, tal vez aleatorios, tales como los rasgos idiosincráticos, Estos datos pueden permitir una comparación base para interpretar cualquier información
como resultado de la exposición diferencial los accidentes biográficos, etc. No los hemos tendiente a averiguar hasta qué punto provie- directa que pueda obtener sobre la decisión
a los medios de comunicación. Un grupo so- incluido en las categorías que deben tenerse en nen desproporcionadamente de ciertas cate- individual de migrar; por otra parte, los tipos
cioeconómico determinado puede sentirse tan cuenta porque la investigación se concentra en el gorías. En algunos casos es posible extender de migración (por ejemplo, permanente o tran-
frustrado que recurra a la migración aun en descubrimiento de regularidades, en la determi- dichas categorías. En algunos casos es posible sitoria), los tipos de motivación y de migran-
una sociedad que la prohíbe o la desalienta. nación de la probabilidad de que cierto compor- extender dichas comparaciones a otros atri- tes son aspectos estrechamente relacionados
Los “rasgos individuales” operan dentro tamiento tenga lugar en determinada categoría butos, como la educación. Pero en todo caso que representan una de las claves básicas para
del marco general establecido por las catego- de individuos y no en la predicción del compor- la mayor parte de la información puede obte- comprender la adaptación, la participación y la
rías tal como son definidas por las caracterís- tamiento individual como tal. Podría observarse, nerse de los migrantes, y la comparación debe aculturación.
ticas socioculturales. Aun si una proporción por otra parte, que a veces lo que en la mayoría hacerse entre este grupo y los datos relativos Los datos sobre el carácter de la migración
considerable de los jóvenes, de las mujeres de las situaciones es considerado un “accidente a la población del lugar de origen.12 En cuanto y su motivación son obtenidos generalmente de
o de los trabajadores quiere migrar (o de he- biográfico” resulta ser, en circunstancias dife- a la inteligencia y otras características psicoló- los propios migrantes mediante cuestionarios,
cho migra), habrá otros que prefieran quedar- rentes, una condición común que afecta a todas gicas –si se incluye este tipo de atributos en el entrevistas e instrumentos similares. En algunos
se. Siempre hay una selección, y los factores las personas clasificadas en una categoría dada. diseño de la investigación–, generalmente será casos puede usarse otro tipo de documentos
que condicionan esa selección. dentro de la Pero en tales casos, precisamente a causa de su necesario un estudio especial. personales. Los estudios en el lugar de origen
categoría sociocultural, deben ser buscados carácter de condición común, que afecta a todos sobre actitudes o sobre la propensión a migrar
precisamente en las diferentes de inteligen- un estrato, grupo de edad, etc., no será conside- son mucho más raros; su interés es, sin embar-
cia, necesidad de logro, etcétera. En ciertas rada por el investigador como un acontecimien- 12 Un ejemplo de uso de datos censales para carac- go, muy alto, porque iluminan el contexto socio-
condiciones dadas los más inteligentes, o los to biográfico, individual. terizar región de origen y grupos migrantes puede en-
psicológico total que conduce a la decisión de
contrarse en Deshmukh Delhi (1956). Comparaciones,
que tienen más alta necesidad psicológica de Las fuentes de datos sobre las característi- basadas en el mismo tipo de fuente, entre población migrar o de quedarse. También puede intentarse
realizarse, serán los que migren o los que se cas consideradas hasta aquí son aproximada- migrante y no-migrante nacida en el mismo lugar de reconstruir dicho contexto interrogando a los
aculturen más fácilmente. mente las mismas que las indicadas con respec- origen, puede verse en Zaccone de Rossi (1962). migrantes entrevistados en la ciudad.
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La literatura pertinente revela que, en la cas (es decir, el deseo de reunirse con otros miento), en el que la migración no es expresión metas de toda la vida, en tanto que la segunda
abrumadora mayoría de los casos, se atribuye miembros de la familia), educacionales y de un propósito personal y madurado, sino re- está determinada principalmente por factores
la migración a motivos “económicos”; de esta otras (deseo de nuevas experiencias, deseo sultado de circunstancias fortuitas, presiones situacionales del momento. Podría sugerirse
manera las respuestas directas de los sujetos de escapar del ambiente tradicional, de aspi- o atracciones ocasionales (como cuando se que esta tipología debe ser referida no solo al
parecen confirmar el análisis hecho en térmi- raciones y movilidad mayores, etcétera).13 ofrece al migrante un trabajo industrial, sin es- estrato social, sino también al grado de moder-
nos de factores expulsivos y atractivos. He- b. Intención manifiesta del migrante con res- fuerzo deliberado de su parte por obtenerlo); nización y desarrollo existentes en el lugar de
mos visto, sin embargo, que la migración es el pecto al carácter temporario o permanente départ (partida), en la que por lo menos esa origen en su conjunto: cuanto más avanzada
resultado de un proceso muy complejo, en el de la migración. intención existe y es bastante consciente; y fi- sea la modernización cultural de esta sociedad,
que tanto las presiones o atracciones llamadas c. Carácter de la decisión, que podría analizar- nalmente mobilité (movilidad), en la que la mi- más frecuentes serán las decisiones “racional-
“económicas”, como las de otro tipo, solo pue- se en términos del grado de deliberación, gración es motivada por aspiraciones delibera- intencionales”, en tanto que las “hedonistas a
den expresarse a través de los valores y nor- que iría, por ejemplo, desde la elección al- das de un status social más alto. Es importante corto plazo” serán más probables en áreas de
mas peculiares de la sociedad y de los grupos tamente racional hasta la pura impulsividad, observar que los tres modos están relaciona- transición.14 Por otra parte, los tipos de mo-
sociales a que pertenece el migrante, así como en la que no podría descubrirse ninguna eta- dos con el proceso de asimilación o, en caso tivación no son independientes del grado de
por la de las actitudes de este. pa consciente de deliberación. de ser permanente, que la aculturación no se desorganización y cambio del orden tradicio-
Como indicamos más arriba, aunque no nos produzca o sea incompleta. En consecuencia, nal. La migración puede ser un sustituto de la
interesa descubrir las peculiaridades y comple- Por supuesto, hay muchos otros aspectos que la participación en estructuras urbanas puede revolución; en todo caso es una expresión de
jidades de las motivaciones y decisiones indivi- se podrían agregar a los indicados. Pero el es- ser muy restringida y mayor la probabilidad de movilización social y, como se ha observado a
duales como tales, subrayamos la necesidad de quema de análisis debe ser diseñado de acuer- inadaptación. Por lo contrario, en el caso de la menudo, la propensión a emigrar está correla-
establecer el carácter de la migración en la me- do con los fines específicos de la investigación mobilité, la asimilación a la vida urbana será cionada con el rechazo del orden tradicional
dida en que está relacionado con el contexto y también en relación con las particulares cir- más fácil y más completa. Otra tipología de (Galtung, 1962). Por último, se ha sugerido
social del lugar de origen y con la adaptación y cunstancias de la migración que se está estu- orientaciones de movilidad (Beshers y Nishio- que los tipos de decisión también pueden ser
la aculturación en la ciudad. Desde este punto diando. Tal vez algunos ejemplos tomados de ra, 1960: 214-218) tiene en cuenta la conexión determinados en parte por la posición relativa
de vista podemos indicar algunos aspectos de la literatura pueden ilustrar esta posibilidad. entre status ocupacional y modo de decisión. del lugar de origen y el de destino en cuanto
la motivación que deben explorarse. Touraine y Ragazzi (1961: Cap. 1), por ejem- Estos autores proponen la hipótesis de que a prestigio y por la distancia cultural entre el
plo, distinguen entre déplacement (desplaza- cuanto más alto es el status, más frecuente es
a. Motivos manifiestos, que pueden ser regis- el modo de decisión “intencional-racional” y,
14 El 62 por ciento de los migrantes estudiados en una en-
trados y analizados en los términos habitua- 13 Véanse ejemplos de tales clasificaciones de motivos
viceversa, cuanto más bajo el status, mayor la cuesta realizada en Buenos Aires dijo que había decidido
les de razones económicas (salarios bajos, de migrar en Matos Mar (1962), Balandier (1955: 40-43); frecuencia de la orientación “hedonista a cor- migrar “por un impulso del momento” (Germani, 1962) (las
desocupación, falta de tierra, etc.), domésti- Germani (1963: 287-345). to plazo”. La primera está condicionada por tablas figuran solo en UN/UNESCO doc. E/CN/12/URB/10).
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uno y el otro: cuando el lugar de origen todavía Circunstancias del traslado dad: luego vendrán amigos, parientes y vecinos, en términos de tres procesos: adaptación, partici-
es aceptado o muy valorado por los individuos encontrando ayuda para conseguir ubicación y pación y aculturación. Tales procesos pueden ser
(una indicación de buena integración en esa El aspecto más importante a incluir aquí es la trabajo, así como un poderoso mecanismo de observados en las diversas esferas de actividad
sociedad) y la distancia cultural entre ese y el naturaleza de lo que podríamos llamar el “canal” adaptación a la nueva situación. Puede obser- de un individuo y en relación con diferentes insti-
lugar de destino es muy grande, la migración, por el cual tiene lugar el traslado. Al igual que varse que estos dos modos de traslado están tuciones, grupos y sectores de la sociedad. La in-
si la hay, tenderá a ser transitoria y el migrante los otros aspectos, no es un rasgo independien- estrechamente conectados con el modo de de- clusión de ciertas esferas específicas y la omisión
propenderá a aislarse de la sociedad recipiente, te del proceso de migración. A este respecto se cisión y con la motivación. Por otro lado, están de otras depende del alcance y la amplitud del
participando en ella tan poco como sea posible ha distinguido entre canales relacionados con relacionados con el proceso de adaptación y estudio. La literatura revela una gran variedad de
y aculturándose en escasa medida. Cuando la el trabajo y canales relacionados con parien- aculturación: vale la pena mencionar aquí que temas: de hecho los inventarios antropológicos16
distancia cultural es menor, el lugar de origen tes y amigos.15 Un caso típico y “puro” de uso la cadena de migración facilita el aislamiento y puede dar una idea de tal variedad. La mayoría
menos valorado que el lugar de destino, y el del primer tipo de canales es la migración de el apartamiento de la participación plena en la de los estudios, sin embargo, restringen el cam-
grado de integración en el primero es más bien ejecutivos u otros empleados de una empresa cultura urbana, aun cuando, como hemos indi- po de observación a cierto número de sujetos y
bajo, la migración tenderá a ser permanente y privada o de una institución pública, que pasan cado, pueda proporcionar sostén psicológico. definidos de acuerdo con los propósitos princi-
la aculturación más fácil (Alberoni, 1963). de un lugar a otro por las líneas de la “red orga- Otro aspecto importante relacionado con pales de la investigación. Hay, por supuesto, al-
Este esquema parece adecuado para mu- nizacional”; casos similares son las migraciones las circunstancias del traslado es la distinción gunos temas muy frecuentes y rara vez omitidos,
chas situaciones existentes en los países en de profesionales y de personas de otras ocupa- entre migración familiar e individual. Por fa- aunque se les dé diferente énfasis: familia y pa-
desarrollo –en África y en América Latina, por ciones, en cuyo caso puede hablarse de una milia entendemos aquí solo la familia nuclear o rentesco, trabajo (aspectos técnicos, sociales y
ejemplo–, y la existencia y el grado de efecto “red de contacto ocupacional” (Katz, 1958: 52- conyugal. La información sobre este aspecto, psicológico), ubicación y vecindario (cultura ma-
de demostración entre el lugar de origen y el de 55), esto es, de un sistema de comunicación que así como sobre el tipo de canal antes mencio- terial y relaciones sociales), medios de comuni-
destino podrían ser usados en la construcción sostiene la movilidad ecológica. Los canales de nado, puede ser muy importante en el análisis cación de masas, participación de masas y otros
de una interesante hipótesis de trabajo. Tam- parientes y amigos son ilustrados por las típicas de la motivación y de los ulteriores procesos de contactos con la sociedad mayor, participación
bién otras situaciones pueden afectar el modo migraciones en cadena, que se encuentran tan asimilación en la ciudad. informal (especialmente participación política),
y el tipo de migración. Por ejemplo, podríamos comúnmente en muchos países; la afluencia de educación (formal e informal, tipos especiales
comparar situaciones de migración masiva con inmigrantes se produce por la cadena estableci- como técnica y profesional), costumbres y hábi-
la migración aislada; en el primer caso puede da por los pioneros que se establecen en la ciu- El proceso de asimilación: tos (vestimenta, alimentación), lenguaje, pautas
sugerirse que la selectividad será baja y la de- datos y análisis
cisión tendrá a ser del tipo “hedonista a corto
plazo”, y que se dará la tendencia opuesta en el 15 Esta distinción es sugerida (en términos diferentes) Como hemos indicado en una sección anterior, la 16 Véanse, por ejemplo: Human Relation Area Files
caso de la migración aislada. por Tilly (1963). asimilación de los migrantes puede ser analizada (1950) y Royal Institute for Anthropology (1951).
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de carrera y movilidad social (tanto intra como muestras de muchas situaciones posibles, en equivalentes de los habitantes nativos de la ciu- vestigador puede compararlo con la situación
intergeneracional). Se incluyen normalmente en diversas áreas).17 dad. Muchas investigaciones adoptan, explícita actual o, a veces, con la situación histórica, pre-
los estudios información sobre hechos ocurri- La elección de indicadores debe guiarse por o implícitamente, este tipo de criterio pragmáti- valeciente en Europa y en los EEUU. Trátase de
dos, comportamiento manifiesto y aspectos de el criterio del máximo poder de discriminación co.18 Hay, sin embargo, otras soluciones: el cri- un enfoque relativamente adecuado, con la con-
la cultura material, así como información sobre entre el comportamiento (y las actitudes) de los terio puede ser establecido por un modelo no dición de que se tengan debidamente en cuenta
actitudes y otros aspectos psicológicos. “asimilados” y de los “no asimilados”. Esto impli- empírico sino teórico. En este caso es necesa- las diferencias históricas pertinentes19.
Cualquiera que sea el interés particular de ca, por supuesto, una definición operacional de rio construir un “tipo”, y esto debe hacerse en Las comparaciones con el criterio adoptado
la investigación y el particular aspecto que se la “asimilación” para cada uno de los elementos concordancia con un marco teórico específico. como modelo de la “asimilación” no son sufi-
acentúe (trabajo, familia, participación políti- específicos observados. Como se sabe, la deter- Una definición explícita y teóricamente funda- cientes: es necesaria también una “línea bási-
ca, etcétera), es conveniente tener en cuenta la minación de la validez es uno de los problemas da del “hombre industrial” o del habitante de las ca” con respecto a la cual sea posible medir o
posibilidad subrayada en una sección anterior, cruciales en la investigación social, y su solución ciudades modernas (urbanite) (con todas las comparar los cambios ocurridos desde que se
a saber, que una misma persona puede no al- es bastante difícil. El investigador puede deci- especificaciones relativas a edad, sexo y SES) produjo la migración, y esto no solo en estudios
canzar simultáneamente grados comparables dirse aquí a favor de un criterio pragmático. Por podría emplearse como criterio para comparar explicativos, sino también cuando simplemente
de asimilación en todas las esferas de compor- ejemplo, el comportamiento modelo o medio los diversos tipos empíricos observados en la se quiere describir el proceso. La descripción
tamiento, y que esta falta de congruencia pue- del habitante nativo de la ciudad se toma como investigación. Debemos decir que tal construc- de la sociedad del lugar de origen y las carac-
de ser muy importante cuando no se trata de un modelo con el cual se compara al migrante. ción explícita rara vez se encuentra en la inves- terísticas del migrante antes de la migración
una expresión idiosincrática de un individuo Por supuesto, tal comparación debe limitarse a tigación sobre urbanización y migración. Más proporcionan tal “línea básica”. Por lo general
aislado, sino que afecta a categorías enteras lo que es realmente comparable: debe tenerse frecuente es que el modelo sea implícito y que, no se trata aquí de una comparación del mis-
–estratos sociales, grupos sociales– de sujetos. en cuenta consideraciones de edad, sexo y ni- cuando este no coincide con el modelo empíri- mo grupo concreto: los migrantes que se en-
Cada uno de los diversos aspectos de la vel socio-ocupacional. El grado y la extensión co ofrecido por los urbanistas locales, se tomen cuentran actualmente en el lugar de destino
asimilación (la adaptación, la participación, de la participación política del obrero migrante como base de comparación los ejemplos ofreci- son comparados con el grupo correspondiente
la aculturación) requiere indicadores específi- no calificado, sus actitudes hacia los sindicatos, dos por la sociedad urbana de países más avan- observado actualmente en el lugar de origen.
cos que han de elegirse dentro de las esferas o los tipos de relaciones interpersonales que se zados. Por ejemplo, al estudiar el surgimiento de Este procedimiento tiene sus riesgos, pero muy
de actividad consideradas en la investigación. dan dentro de la familia, son comparados análo- la “conciencia obrera de clase” entre los obreros
El estudio de la adaptación es realizado tam- gamente, tomando como criterio las categorías de origen rural en un país en desarrollo, el in-
19 Este tipo de enfoque puede encontrarse en una se-
bién en un nivel más general, por medio de
rie de artículos dedicados a los obreros y los sindicatos
tests psicológicos, no necesariamente relacio- 17 Puede encontrarse una ilustración en el estudio de 18 Nativos y migrantes de diferente antigüedad de re- en América Latina, que se ocupan del problema de la
nados con el comportamiento o las actitudes la salud mental en relación con la urbanización de Ro- sidencia urbana fueron empleados en las comparacio- asimilación de inmigrantes, escritos por Touraine, Car-
en instituciones específicas (o bien incluyendo tondo (1962). nes por Germani (1962). doso, Simao y Brandao Lopes (1961).
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a menudo es el único de que dispone el investi- (comp.) Urbanization in Latin America Germani, G. 1963 “El proceso de urbanización Urbanization in Latin America (París:
gador; sea como fuere, debe ser complementa- (París: UNESCO). en la Argentina” en Revista Interamericana UNESCO).
do con datos adicionales referentes a posibles Davis, K. y Golden, H. H. 1954 “Urbanization de Ciencias Sociales (Washington) 3. Royal Institute for Anthropology 1951 Notes
cambios que puedan haber alterado la situación and the Development of Pre-Industrial Hauser, Ph. (comp.) 1957 Urbanization in and Queries en Anthropology (Londres:
en el lugar de origen desde la partida de los mi- Areas” en Economic Development and Asia and the Far East (Calcula: UNESCO, Routledge & Kegan Paul).
grantes que se encuentran actualmente en la Cultural Change Research Center). Textor, R. M. 1956 “The Northeastern
ciudad. La consideración de la selectividad de (s/d) iii. Hauser, Ph. (comp.) 1963 Urbanization in Samlor Driver in Bangkok” en UNESCO
la migración y otras precauciones por tomar Deshmukh Delhi, M. B. 1956 A Study of Latin America (París: UNESCO). Research Center Social Implications
son también bastante obvias. Como indicamos Floating Migration (Calcuta: UNESCO Herskowitz, M. J. 1938 Acculturation (Nueva of Industrialization in Southern Asia
antes, el entrevistado actualmente en la ciudad Research Center). York: J. J. Agustin). (Calcuta: UNESCO).
o en el lugar de origen puede proporcionar in- Deutsch, K. W. 1961 “Social Mobilization Human Relation Area Files 1950 Curtline or Thomas, W. I. y Znaniecki, F. 1958 (1918-
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La inmigración masiva y su papel
en la modernización del país*

Gino Germani

La inmigración como parte de cular en las zonas de mayor significación eco- nominar un verdadero plan basado en tres fun- pel esencial que debía cumplir la inmigración
un plan de transformación nómica, social y política. No existe otro caso, damentos: 1) inmigración masiva; 2) educación en la transformación del país, y que por cierto
de la sociedad argentina incluso en los países de gran inmigración como universal y obligatoria, y 3) importación de capi- cumplió, aunque con consecuencias que acaso
los Estados Unidos, en que la proporción de ex- tales y desarrollo de formas de producción mo- no fueron previstas ni deseadas por aquellos
La Argentina contemporánea no podría ser tranjeros haya alcanzado, en las edades adultas, dernas con la creación de una agricultura, una gobernantes que la fomentaron.
comprendida sin un análisis detenido de la in- el nivel que logró en Argentina, donde por más ganadería y una industria, y con la implantación La revolución que inició el movimiento para
migración masiva. En primer lugar, esta se halla de sesenta años los extranjeros representaron de una red adecuada de transportes. la independencia nacional y la logró fue obra de
vinculada, como parte integrante y fundamen- alrededor del setenta por ciento en la ciudad ca- El propósito principal explícito de la in- una minoría ilustrada inspirada en las ideas ilu-
tal, con el proceso que transformó, desde me- pital (que fue concentrado de una quinta a una migración no era solamente el de “poblar el ministas y racionalistas del siglo XVIII. Estaba
diados del siglo pasado, a la sociedad argentina tercera parte de todos los habitantes del país), desierto”, el de procurar habitantes para un constituida por grupos pertenecientes a las cla-
en una nación moderna dotada de una estructu- casi la mitad en el grupo de provincias de ma- inmenso territorio que en considerable exten- ses superiores urbanas esencialmente de Bue-
ra vinculada todavía con las formas tradiciona- yor peso demográfico y económico. sión permanecía deshabitado o solo poseía nos Aires; es decir, se trataba de personas so-
les; en segundo lugar, la intensidad y el volumen El significado de la inmigración aparecerá to- una bajísima densidad, sino, y sobre todo, la de cial e intelectualmente muy superiores al resto
de la inmigración, en relación con la población davía más claro cuando se recuerde que ella re- modificar sustancialmente la composición de de la población, en gran parte rural, que consti-
nativa residente, fue tal que en un sentido no sultó de un esfuerzo consciente por parte de las su población; y en el fondo al mismo propósi- tuía la gran masa de los habitantes de la antigua
metafórico podría hablarse de una renovación élites que dirigieron la organización del país para to apuntaban los demás aspectos del plan: la colonia. Es verdad que esta masa abrazó con
sustancial de la población del país, en parti- sustituir su vieja estructura, heredada de la so- educación y la expansión y modernización de entusiasmo la iniciativa revolucionaria de esa
ciedad colonial, con una estructura social, inspi- la economía. Para entender todo esto es nece- minoría, pero también es cierto que el significa-
rada en los modelos de los países más avanzados sario recordar cuál fue el punto de partida de do de tal adhesión era profundamente distinto
* Germani, G. 1962 “La inmigración masiva y su papel
en la modernización del país” en Germani, G. Política de Occidente. Se trató para decirlo, en términos las élites que concibieron y realizaron lo que en los dos sectores. La élite soñaba con esta-
y sociedad en una época de transición (Buenos Aires: contemporáneos, de promover el desarrollo del en la historia del país se llamó “organización blecer un Estado nacional, basado en una cons-
Paidós) pp. 239-299. país y para ello se formuló lo que podríamos de- nacional”. Ello nos permitirá comprender el pa- titución de tipo liberal, que realizase el mismo
492 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 493

programa político y económico que las burgue- volucionaria. Para los estratos populares, por actitud, por lo demás se veía también reforzada habían impuesto los españoles a su colonia.
sías europeas y que los Estados Unidos estaban el contrario, no podría hablarse de ningún por las ideas, tan difundidas en esos momentos, Los gobernantes de las dos décadas siguientes
llevando a cabo en sus respectivos países. Para modo de una ideología democrática, sino de con respecto al papel de los factores raciales en el pusieron de relieve la necesidad de atraer inmi-
los estratos populares se trataba sobre todo de sentimientos democráticos, sentimientos que carácter nacional. La intención para muchos fue grantes. Esto fue lo que ocurrió especialmente
liberarse del dominio español y de alcanzar la buscaban su expresión en formas también con- la de modificar el “carácter nacional” del pueblo con Rivadavia, que dio pasos concretos para
independencia, pero esta era concebida más en cretas e inmediatas (tal como ocurría con sus argentino de manera que fuera adecuado para la crear una corriente inmigratoria procedente de
términos concretos e inmediatos de la comu- sentimientos de nacionalidad), que se exterio- realización del ideal político a que aspiraban esas Europa. Pero estos intentos estaban destinados
nidad local que en términos nacionales. No se rizó en definitiva con la adhesión a caudillos lo- élites de la “organización nacional”: un Estado a fracasar por las mismas razones fundamen-
olvide, y esto es esencial, que se trataba de es- cales, de tipo autoritario, y que eran portadores nacional moderno, según el modelo ofrecido por tales que destruyeron el sueño de establecer
tratos cuya mentalidad pertenecía de pleno a la de los mismos rasgos psicológicos y sociales algunos países europeos y sobre todo por los Es- un Estado nacional moderno poco después de
sociedad tradicional. Así, del mismo modo que que caracterizaban a sus partidarios. tados Unidos. Era necesario “europeizar” a la po- que se había logrado la emancipación. Durante
todavía no había una clara identificación con el El resultado de este contraste entre élites y blación argentina, producir una “regeneración de las primeras dos décadas de la independencia
Estado nacional en el sentido moderno del tér- masas populares fue la década de anarquía que razas”, según la expresión de Sarmiento. La ins- solo arribó a la Argentina un número limitado
mino, sus tendencias “democráticas” y “republi- siguió a la independencia y su desemboque en trucción misma –el otro poderoso medio de trans- de inmigrantes y, en los treinta años siguientes;
canas”, que eran innegables y desempeñaron un una dictadura más que veintenal cuyo significa- formación– tenía un límite infranqueable en las la dictadura de Rosas prácticamente restable-
papel decisivo en la evolución política del an- do histórico fue el de prolongar en cierto modo características psicosociales de la población exis- ció la antigua barrera que se imponía a los ex-
tiguo territorio colonial, tenían un significado la estructura social tradicional, aunque ya li- tente: no menos necesario era traer físicamente tranjeros en la época colonial. En la segunda
profundamente distinto del que podría darse en berada de los vínculos coloniales con España. Europa a América1, si se deseaba una transforma- mitad del siglo, tras la caída de la autocracia,
las élites ilustradas que habían iniciado y dirigi- Cuando esa dictadura fue derribada, la nueva ción radical de la sociedad y de los hombres. aumentó la inmigración. Promoverla se convir-
do el movimiento de independencia. generación de dirigentes, cuyos propósitos fi- tió en una función explícita del Estado según
Para estas no solo se trataba de organizar nales no diferían en el fondo de los que habían consta en la Constitución de 1853. Durante
un Estado nacional moderno fundado en un or- inspirado a los iniciadores del movimiento por Un siglo de inmigración extranjera unos setenta años a partir de entonces la co-
denamiento democrático representativo, sino la independencia, se vio enfrentada con la ne- rriente inmigratoria europea fue continua; solo
Uno de los primeros cambios introducidos por
que tal democracia era concebida –explícita cesidad de evitar aquellos errores que habían ocasionalmente quedó interrumpida a causa de
el nuevo régimen que reemplazó al gobierno
o implícitamente– como la expresión de una conducido a la anarquía y a la dictadura. acontecimientos internos como la crisis econó-
colonial en 1810, fue abrir el país a los extranje-
voluntad política limitada a los estratos “cul- La obra de la “organización nacional” solo po- mica de 1890 o por conmociones internaciona-
ros, eliminando así el estricto aislamiento que
tos y responsables” de la sociedad, es decir, a día apoyarse en una renovación de la estructura les como la Primera Guerra Mundial.
esa misma naciente clase media y burguesía social del país y, en particular, de su elemento De los casi sesenta millones de europeos
que habían tomado a su cargo la iniciativa re- dinámico principal, el elemento humano. Esta 1 Según la famosa frase de J. B. Alberdi. que emigraron, la Argentina recibió un once
494 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 495

por ciento, proporción mucho menor que la zado en la primera década del siglo (112.000 Cuadro 1. Saldos inmigratorios. Inmigración extranjera de ultramar únicamente. 1857-1965
registrada en los Estados Unidos, pero mucho de promedio) y en particular en los años in- (períodos decenales)
más elevada por cierto que la de cualquier otro mediatamente anteriores a la Primera Guerra Períodos
Saldo inmigratorio
país2. Pero lo que realmente hace de Argenti- Mundial, que registró el año máximo con un (ultramar) (miles)
na un caso especial es que los seis millones y saldo en la inmigración de ultramar de más de 1857 - 1860 11
medio de extranjeros que ingresaron3 en el país 200.000 personas. Después de la interrupción 1861 - 1870 77
entre 1856 y 1930 se encontraron con una po- provocada por el conflicto, la década 1920-1930 1871 - 1880 85
blación local pequeña, estimada en 1.200.000 volvió a registrar saldos muy altos. Desde 1930, 1881 - 1890 638
habitantes en 1856. Esto significaba que duran- coincidiendo con la depresión mundial, cam- 1891 - 1900 320
te muchas décadas la proporción de nacidos bios políticos en la Argentina y en los países de 1901 - 1910 1.120
en el extranjero era mayor que la de nativos en emigración europeos (especialmente Italia), se 1911 - 1920 269
muchos sectores importantes de la población. produce una interrupción en la inmigración de 1921 - 1930 878
La inmigración comenzó a partir de la segun- ultramar que se prolonga hasta 1946. 1931 - 1940 73
da mitad del siglo pasado, pero se mantuvo en Desde 1947 y por el espacio de cinco años se 1941 - 1950 386
un promedio inferior los diez mil anuales (saldo vuelve a tener un promedio anual comparable 1951 - 1960 316
inmigratorio) hasta 1880, en que alcanzó en el a la década anterior a 1930 (90.000 aproxima- 1961 - 1965 206
decenio 80-90 un promedio de 64.000, con algu- damente), para después bajar nuevamente a un
nas alternativas debido a circunstancias políti- nivel muy reducido en los años 1952 a 1958. Se Fuente: Bunge (1944), y datos de la Dirección Nacional de Estadística; todas las cifras se refieren al saldo de “pasajeros
extranjeros de ultramar”.
cas y económicas. El máximo anual fue alcan- pueden así distinguir tres períodos en la inmi-
gración de ultramar con respecto al volumen
2 Los otros países que recibieron el más elevado apor-
del saldo de población dejado en cada uno de importancia la inmigración desde países veci- lación de estos inmigrantes son muy próximos
te inmigratorio intercontinental fueron: Canadá (8,7%), ellos: un primer período de inmigración cre- nos –en particular Bolivia, Paraguay y Chile–, a los de adaptación a la vida urbana de los inmi-
Brasil (7,4%), Australia (5%), Nueva Zelanda (1%) y Su- ciente solo interrumpido por la Primera Gue- la que alcanza considerable intensidad a partir grantes internos de origen rural o semirrural4.
dáfrica (1,3%). Los Estados Unidos, Argentina y los paí- rra Mundial y que termina en 1930; un segundo de 1940. Este movimiento inmigratorio tiene
ses antes mencionados recibieron el 90 porciento de la
período de repunte de la inmigración que dura un significado que en realidad lo acerca mu-
inmigración total de este período. Véase Isaac, J. 1947 4 Se ha puesto de relieve en estudios recientes so-
Economics of Migration (Nueva York: Oxford Univer- solamente cinco años (de 1947 a 1951), y por cho más a las grandes migraciones internas
bre estos inmigrantes. Véase también Germani, G. 1961
sity press) 62. fin, el período actual de inmigración de bajos que ocurren en el país en el mismo período. Es “Efectos sociales de la inmigración en un sector obrero
3 Esta cifra se refiere a las personas que llegaron al niveles inmigratorios. Es necesario agregar parte del proceso de urbanización masiva más de Buenos Aires” en Hauser, Ph. La urbanización en
país. Para la inmigración “neta” véase el Cuadro 1. que desde mediados de 1930 empieza a cobrar reciente, y los problemas que presenta la asimi- América Latina (París: UNESCO).
496 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 497

Esta inmigración, además, se realiza en gran cumplir sus propósitos de radicación definiti- Cuadro 2. Pasajeros extranjeros de ultramar de 2ª y 3ª clases que salieron del país, por cada
parte en forma clandestina no registrándose en va. En este sentido, por lo menos parte de la 100 ingresados en el mismo período. 1857-1958
la estadística de inmigración; su magnitud solo elevada proporción en la salida de pasajeros Períodos Pasajeros salidos por cada 100 ingresados
puede inferirse a través de las cifras censales. de ultramar debe considerarse como expresión 1857 - 1913 40
Los datos presentados en el Cuadro 1 son, del “fracaso” de la inmigración misma. Las cau- 1914 - 1920 151
como se indica, saldos; ellos resultan de un sas posibles de este fenómeno serían enton- 1921 - 1930 38
movimiento bastante complejo que es impo- ces –en términos muy generales– análogas al 1931 - 1940 67
sible medir con exactitud, pues las cifras no movimiento de “retorno” de inmigrantes que 1941 - 1946 79
registran entradas y salidas definitivas de inmi- se registró en las últimas dos fases de la inmi- 1947 - 1950 14
grantes de ultramar sino de pasajeros extranje- gración europea, a partir de 1947. Sin embargo, 1951 - 1958 56
ros de 2ª y 3ª clases, lo que es muy distinto5. No como se dirá, aun cuando los dos hechos ten-
puede decirse, por ejemplo, que las altas pro- gan analogías, las razones específicas en uno
porciones de salidas sobre los ingresos repre- y otro caso deben haber sido muy distintas. Al –una quinta parte en total– la inmigración más se produjo en mayor número entre el fin y el
sentan en su totalidad “retornos” de inmigran- considerar los varios efectos de la inmigración numerosa fue la polaca, siguiéndole la rusa, la comienzo de este siglo, y luego en el decenio
tes. En realidad, particularmente en el primer sobre la sociedad argentina hay que tener en francesa y la alemana. En época más reciente posterior a la Primera Guerra Mundial. En esta
período, antes de la Primera Guerra Mundial, cuenta no solo el “saldo”, es decir la inmigra- se intensificó, como se ha dicho, la inmigra- misma época la inmigración mayor es la alema-
hubo una fuerte inmigración estacional que sin ción “neta”, sino también la cantidad total lle- ción de otros países americanos, pero estos na, eslava y de otros países del este europeo.
duda alimentó considerablemente el volumen gada, puesto que muchos de los que regresaron han sido excluidos de nuestros cómputos por Esta corriente contenía una fuerte proporción
de los ingresos y egresos de pasajeros de ultra- a su país de origen (o emigraron a otro país), los motivos antes expresados. De todos modos judía que contribuyó a hacer de Buenos Aires
mar. Sin embargo, aun descontando a estos, se permanecieron un tiempo, a veces muy largo, no modificarían sustancialmente las propor- el tercer centro urbano en el mundo en cuanto
sabe que hubo una cantidad bastante elevada en la Argentina. Desde el punto de vista de las ciones consignadas en el Cuadro 3. Como pue- a población de esta religión (ver cuadro 3 en
de personas que se vieron obligadas a regresar consecuencias del impacto inmigratorio uno de verse en el mismo, la inmigración italiana página siguiente).
a sus respectivos países a causa de las dificul- de los elementos más significativos está dado mantuvo su predominio durante casi todo el
tades insuperables que debieron enfrentar para por la proporción de los extranjeros en el total período, con pocas excepciones. En la década
de la población y también en sus grupos o sec- inmediatamente posterior a la Primera Guerra El impacto demográfico
tores más estratégicos. Mundial se registró una notable inmigración de la inmigración
5 Son notorias las dificultades presentadas por las es-
tadísticasde inmigración. Sólo recientemente se dispo-
Casi la mitad de todos los inmigrantes lle- polaca, que se prolongó también en la década
ne de cifras basadas en las definiciones internacionales gados de ultramar eran italianos, y una tercera posterior, siendo entonces la más importante La Argentina tenía, en 1869 una población de
(tampoco son muy seguras). parte, exactamente, españoles. De los restantes del decenio en cuestión. La inmigración rusa poco más de 1.700.000 habitantes en 1959 había
498 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 499

Cuadro 3. Principales nacionalidades por cada 100 inmigrantes (saldo migratorio) de ultramar. 1857-1958 Cuadro 4. Componentes del crecimiento de población en cuatro países de América. 1841-1940
Períodos Italianos Españoles Polacos Otros Aumento natural de nativos Inmigración Aumento natural de inmigrantes
Países
% % %
1857 - 1860 79 21 – –
En toda América 163,0 70,9 36,0 15,6 31,0 13,5
1861 - 1870 65 21 – 14
Brasil 28,6 81,0 3,3 9,4 3,4 9,6
1871 - 1880 44 29 – 27
Argentina 5,2 41,9 3,6 29,0 3,6 29,0
1881 - 1890 57 21 – 22
Canadá 8,0 78,4 1,0 9,8 1,2 11,8
1891 - 1900 62 18 – 20
Estados Unidos 67,7 59,1 25,0 21,8 21,8 19,0
1901 - 1910 45 45 – 10
1911 - 1920 12 68 – 20 Fuente: Resumido de Mortara (1947).
1921 - 1930 42 26 13 19
1931 - 1940 33 – 58 8 drían un límite fijo al aumento de población. la población nacional excede el aumento natu-
1941 - 1950 66 29 4 1 Sobre la base de supuestos diferentes, otros ral de la nativa.
1951 - 1958 58 34 – 8 autores han llegado a las mismas conclusiones En este sentido, Argentina representa un
1857 - 1958 46 33 4 17 de Malthus; en los Estados Unidos por ejem- caso extremo, aun comparándola con los Es-
plo, se ha discutido muchísimo una “teoría de tados Unidos (cuatro veces en 80 años). En lo
Fuente: Dirección Nacional de Estadística. la sustitución”. Hoy se admite que los efectos que respecta a los demás países latinoameri-
de la inmigración son bastante complejos. Mu- canos, es evidente que el aporte inmigratorio
chas de estas hipótesis no pueden superar la resultó decisivo para el crecimiento de la po-
pasado a más de 20 millones, aumentando así población contribuyó a la expansión de la capa- prueba de los hechos, aun cuando continuaron blación. Durante el período 1869-1960, la de
casi doce veces en 90 años. En esta extraordi- cidad de reproducción demográfica del país. circulando como alegatos ideológicos en con- Argentina creció casi doce veces en tanto que
naria expansión la inmigración contribuyó de Algunos demógrafos y otros científicos so- tra de la inmigración. En todo caso, nadie ha la de otro país de inmigración como Brasil au-
manera decisiva. La proporción de extranjeros ciales han cuestionado en el pasado la idea discutido su papel esencial en un país de poca mentó seis veces, y Chile, donde prácticamen-
en la población total –que alcanzó casi a una corrientemente aceptada de que la inmigra- densidad de población como la Argentina. te no existió inmigración, necesitó 110 años
tercera parte y así se mantuvo durante, aproxi- ción implica siempre un aumento de la pobla- Una estimación formulada por Mortara se- para que su población aumentara menos de
madamente 40 años– no da, como es obvio, una ción que la recibe (véase Spenglet en Thomas, ñala el aporte de inmigrantes y sus hijos a la cuatro veces. Mortara estimó que sin inmigra-
medida completa de la contribución al creci- 1958:22). Malthus sostenía que la inmigración población argentina. ción, el número de habitantes en la Argentina
miento. No solo la proporción de inmigrantes en no produciría ningún efecto duradero, puesto El Cuadro 4 indica que la contribución de los en 1940 hubiera sido de 6.100.000 en vez de
las edades activas era mucho mayor, sino que la que los recursos disponibles o potenciales pon- inmigrantes y sus descendientes en conjunto a superar los 13 millones (Mortara, 1947).
500 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 501

Cuadro 5. Distribución geográfica de los extranjeros. 1869-1960 Cuadro 6. Distribución de la población extranjera por distritos rurales y urbanos*.
Zona metropolitana Provincias de Córdoba, Buenos Aires, Distritos que incluyen ciudades de población 1869 1895 1914 1947 1960
Resto del país Total
Años de Buenos Aires Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe, La Pampa determinada en el censo de 1947 % % % % %
% %
% % Zona metropolitana de Buenos Aires 52 39 42 51 57
1869 52 38 10 100 100.000 y más 5 10 12 12 11
1895 39 52 9 100 50.000 - 99.000 3 3 3 3 2
1914 42 48 10 100 2.000 - 9.999 34 42 39 30 25
1947 51 35 14 100 Menos de 2.000 6 6 4 4 5
1960 57 27 16 100 Total 100 100 100 100 100

Fuente: Censo Nacional Argentino. Fuente: Censo Nacional Argentino.


* Incluye la población del sector rural del área. * Los distritos se clasificaron sobre la base del tamaño de las ciudades principales que incluían según el censo de 1947.
Cada categoría de distritos comprende también un porcentaje de población “rural” (que vive en centros de menos de 2.000
habitantes). Esa proporción fue muy pequeña (en 1947) en las dos primeras categorías, pero fue aumentando en las otras
Por otra parte, las consecuencias del volu- se agregó el otro fenómeno de carácter ge-
men alcanzado por la inmigración se vieron neral que señalamos, la concentración de los
enormemente acrecentadas por el hecho de extranjeros en las ciudades. La inmigración residente o nacida en zonas rurales, semirru- fue apenas menor, pues osciló entre el 36 y el
su concentración en determinadas zonas del de ultramar representó, en efecto la base del rales y ciudades menores. 46% hasta 1914; en los demás centros urbanos
país, y dentro de ellas, sobre todo en las ciuda- extraordinario crecimiento urbano en la Ar- Alrededor del 50% del crecimiento del área la contribución fue algo inferior al promedio del
des. La aglomeración metropolitana del Gran gentina y puede demostrarse que la formación metropolitana de Buenos Aires se debió, entre aporte total, que, como se dijo, representó en el
Buenos Aires concentró a lo largo de todo el de la aglomeración de Buenos Aires y de las 1869 y 1914, al aumento en el número de residen- período indicado un 35%, del crecimiento total
período considerado entre el 40 y el 60% de grandes ciudades del país se debió principal- tes extranjeros entre esta última fecha y 1936, a de la población (Germani, 1958).
la población extranjera total. Según el último mente al aporte de estos inmigrantes. En rea- pesar de las interrupciones en la inmigración de La inmigración extranjera a la Argentina fue,
censo conocido esta proporción era en 1960 lidad, la época de mayor crecimiento urbano ultramar, esta significó una quinta parte del au- pues, principalmente un fenómeno urbano, aun
del 57%. Otra proporción análoga residió en corresponde justamente al período de mayor mento de la población. Y estos incrementos no cuando también se radicó en las áreas rurales,
un grupo de cinco provincias que representan, inmigración. Solo más tarde, desde mediados incluyen, como es obvio, el aporte debido a la contribuyendo a la transformación económica
sin duda, la parte más importante del país des- de la década del treinta, el proceso de urba- expansión de la capacidad reproductiva vincu- de estas con la implantación de una agricultura
de el punto de vista de su significado demo- nización obedeció a las migraciones internas, lada con el ingreso de una cantidad tan elevada en el sentido moderno.
gráfico, político y económico. A esta concen- es decir, al desplazamiento de la población ar- de personas adultas. El aporte a las ciudades Para analizar las consecuencias sociales de
tración geográfica en ciertas regiones del país gentina (y probablemente también inmigrada) que en 1947 tenían más de 100.000 habitantes esta concentración regional y urbana de la po-
502 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 503

blación inmigrada, es necesario además obser- población argentina según edad y sexo. Impacto sobre la estructura sociales tradicionales fueron intensamente
var de qué manera la distribución por edades Las consecuencias económicas y sociales económica y social afectados por la masa abrumadora de pobla-
de los inmigrantes afectó de distinto modo las más importantes fueron la gran expansión de la ción extranjera. La antigua estirpe criolla fue
proporciones en que estos se encontraban den- fuerza de trabajo y una proporción extremada- No es necesario destacar especialmente el reemplazada por un nuevo tipo que aún está
tro de la población total de cada región y en los mente elevada de extranjeros entre los adultos papel de la inmigración en el rápido creci- claramente definido.
diferentes centros urbanos. varones. Los efectos demográficos de la inmi- miento económico de la Argentina. Sin em- La participación de los inmigrantes en el
En otra sección del capítulo volveremos sobre gración sobre la composición por sexo y edad bargo, es muy difícil separarlo de su con- campo de la economía fue muy diversa: no fue
este tema. Por ahora puede notarse que el 71% de comenzaron a disminuir después de 1930, pero texto general. La inmigración proporcionó solo una consecuencia de los conocimientos
los inmigrantes eran varones y alrededor del 65% aún eran visibles en el último censo conocido la mano de obra necesaria para trabajar la que traían sino también del tipo de estructura
eran adultos entre veinte y sesenta años. (1960). En ese año la mayoría de los inmigran- tierra que no se explotaba y desarrollar la socioeconómica que hallaron en el país y de las
Esta proporción no cambió de modo signifi- tes estaban concentrados en los grupos de más producción agrícola que permitió a la Ar- condiciones en que se había dado la expansión
cativo a lo largo del período de la inmigración edad. Dos tercios de los extranjeros tenían más gentina, un país que en 1870 solo importa- económica.
masiva (Willcox, 1929). Esta concentración de- de cuarenta años y casi un tercio sobrepasaba ba, convertirse en uno de los principales La mayoría de los inmigrantes provenían de
mográfica afectó mucho la composición de la los sesenta. exportadores del mundo. Al mismo tiempo, los estratos inferiores de sus países originarios.
la inmigración brindó el potencial humano Alrededor del 41 por ciento eran campesinos
para construir un sistema ferroviario, obras un 23 por ciento trabajadores no especializa-
Cuadro 7. Promedio según el sexo y composición por edades en Argentina. 1869-1960 públicas y, viviendas, y para ampliar las ac- dos y un 36 por ciento estaba capacitado para
Promedio según el sexo % (varones por cien tividades comerciales y los servicios. Por úl- realizar tareas manuales y de otro tipo. Hasta
14-65 años
Población mujeres) timo, la población de inmigrantes fue la que 1890, más del 70 por ciento eran campesinos,
Censo
total Población Población Población proporcionó la mayor parte de la mano de pero este porcentaje disminuyó mucho en los
Nativos Extranjeros
total nativa extranjera obra del sector empresario en los comienzos años siguientes. Es bien sabido que hasta aque-
1869 106 94 251 56,5 –- –- del desarrollo industrial. Pero se necesitaba llos que originariamente eran campesinos no
1895 112 90 173 57,9 48,6 85,0 una relativa estabilidad política y grandes permanecieron en las zonas rurales.
inversiones de capital para que esta función ¿De qué manera esta masa inmigratoria se in-
1914 116 98 171 61,4 50,3 87,4
pudiera cumplirse con éxito. corporó a la actividad económica del país?
1947 105 100 138 65,2 61,9 83,7
No menos importante fue la influencia de Como ya se vio, a pesar de su origen rural, la
1960 101 99 110 63,0* 61,3* 75,0* la inmigración extranjera en los cambios mayoría se fue a las ciudades y casi la mitad se
Fuente: Censo Argentino. experimentados por la estructura social. El concentró en la zona metropolitana de Buenos
* Estimado sobre la base de una muestra del Censo de 1960. sistema de estratificación y muchos valores Aires. Esto quiere decir que para muchos la in-
504 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 505

Cuadro 8. Inmigrantes de ultramar por rama de actividad principal, agrícola o no agrícola, y por situación ción de personas empleadas en esta rama den- aquí: a lo largo de toda la historia del país, ya
ocupacional con ocupación o sin ella. 1857-1954 tro de la población activa. desde la época colonial y luego durante los su-
Con ocupación Situación ocupacional En este proceso de expansión y maduración cesivos regímenes posteriores a la declaración
Períodos
agrícola no agrícola con ocupación sin ocupación económica los inmigrantes desempeñaron una de la independencia, y con pocas excepciones,
1857 - 1870 76 24 64 36 función de gran importancia aunque la misma se procedió a distribuir las tierras de manera
1871 - 1890 73 27 68 32 alcanzó niveles bastante distintos en los dife- que la propiedad tendió, a concentrarse en un
1891 - 1910 48 52 73 27 rentes sectores; estas diferencias se dieron número relativamente reducido de familias
1911 - 1924 30 70 66 34
tanto en cuanto a la proporción que ellos al- con el consiguiente predominio del latifundio.
canzaron en el total de personas ocupadas en Esa tendencia en realidad no se interrumpió
1934 - 1939 39 61 44 56
cada uno de ellos, como con respecto al rol –de con el período de la “organización nacional”
1940 - 1945 20 80 44 56
dirección, propiedad y control, o de participa- y durante el cual siguieron las adjudicaciones
1946 - 1954 41 59 38 62
ción como mano de obra, o de ambos aspectos en bloque, en forma gratuita o a bajo precio,
a la vez– que les tocó cumplir. de las tierras públicas. Estos procedimientos
Fuente: Dirección Nacional de Estadística.
Para comprender el sentido de esta distinta inevitablemente debían dificultar seriamente la
participación de la masa inmigratoria en las va- realización: de uno de los propósitos principa-
rias actividades económicas y su desigual im- les de la inmigración masiva: la radicación de
migración significó un cambio de ocupación y a ta cualitativo como cuantitativo, colocándose portancia en los diferentes niveles, parece con- población europea en las áreas rurales desier-
la vez un tránsito del campo a la ciudad. El res- también en una posición de gran relieve en el veniente recordar ciertos aspectos que presen- tas o semidesiertas del país. Por supuesto este
to se radicó en zonas rurales, concentrándose comercio internacional de carnes. En esa mis- tan un particular significado por la orientación poblamiento se logró, pero sin duda fue mucho
principalmente en las colonias agrícolas. ma época se construía lo esencial del sistema impresa al desarrollo económico y a sus reper- menor del que se hubiese obtenido de no haber
Ya observamos que el proceso inmigratorio de transporte ferroviario y, por último, entre cusiones sobre la estructura social y también predominado el aludido tipo de propiedad la-
es inseparable del desarrollo económico que se fines del siglo anterior y comienzos del actual sobre ciertas características demográficas. Nos tifundiaria. En segundo lugar, el afincamiento
verificó de manera contemporánea y en buena se registra el desarrollo de una actividad indus- referimos principalmente al régimen de la tie- de la inmigración europea en las áreas rurales
medida como resultado de ese mismo proceso. trial que no solo reemplazó totalmente, en la rra. La forma en que se realizó el doblamiento solo de manera muy limitada pudo realizarse,
En la última década del siglo, la Argentina se región litoral por lo menos, las antiguas formas rural por la inmigración campesina obedeció asegurando al campesino la propiedad de la
transformó en uno de los principales países ex- artesanales y domésticas, sino que alcanzó, por sobre todo a la preexistente distribución de la tierra. En general, no se trató de un tipo de “co-
portadores en cuanto a su producción agrícola, su producción y por el personal empleado, un tierra y a los métodos empleados por los go- lonización” en la que el inmigrante, que, como
a la vez que su ganadería había ya adelantado volumen de notable importancia dentro de la biernos de la época para repartir y adjudicar se dijo, carecía en general de capital, pudiese
su transformación, tanto desde el punto de vis- economía del país y acreció bastante la propor- las tierras públicas. Dos hechos hay que retener transformarse en propietario de su explota-
506 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 507

Cuadro 9. Extranjeros en las actividades primaria, secundaria y terciaria por cada 100 personas ocupadas logas, antes que enajenarlas. También debe resultado de alejar las posibilidades de adqui-
en total en cada una de ellas. 1914 y 1947 tenerse en cuenta que el tipo de explotación sición de parte de los inmigrantes, que mien-
Actividades 1895 1914 1947 predominante en el país favorecía en muchos tras tanto seguían ingresando en el país en
Primaria 30 37 18 casos la permanencia de unidades de tamaño: grandes cantidades: se sabe que pocos logra-
Secundaria 46 53 26 esto es aplicable por cierto a la ganadería pero ron la propiedad después de 1900. Todas es-
también a la agricultura extensiva. Por último, tas circunstancias significaron que solamente
Terciaria 42 50 22
a medida que se desarrollaba la actividad agrí- una minoría de los campesinos europeos pudo
Población activa 38 47 22
cola y ganadera la tierra se valorizaba cada arraigarse de manera más estable en el campo
Fuente: Censos Nacionales. vez más y su precio iba aumentando, con el a través de la propiedad de la tierra; una can-
tidad bastante mayor solo pudo obtenerla en
ción, sea a través de la asignación gratuita, ya su posición con respecto a las vías de comu- arriendo, y por fin la mayoría acabó por fijarse
de la tierra estaba aumentando rápidamente. Además, en las ciudades o bien, en una proporción des-
por otros métodos adecuados a su situación nicación y a los centros urbanos y otras áreas muchos terratenientes preferían destinar sus tierras al
social y económica (precios accesibles, crédi- importantes, prefirieron explotar sus tierras pastoreo y no a la agricultura y el sistema de arrenda- conocida, regresar a su país o emigrar a otro.
tos a largo plazo y bajo interés, etcétera). Este por medio del arriendo6 u otras formas aná- miento les permitía utilizar la tierra para uno y otro fin Además, las condiciones en que se realizó la
procedimiento se siguió durante muy poco al mismo tiempo que se mejoraban las condiciones de apropiación de la tierra por los inmigrantes,
esta, y ellos se beneficiaban con el aumento de su va- y aun más, las características de la situación
tiempo (hasta 1865) y, prácticamente, duran- 6 La difusión del sistema tenía muchas causas, pero lor. Uno de los aspectos más negativos del sistema de
te todo el período de inmigración masiva, la de los arrendamientos, unidas a las alterna-
los intereses de los grandes terratenientes junto con la arrendamiento era la duración de los contratos que, en
“colonización” fue llevada a cabo a través de falta casi total de ayuda oficial para llevar a cabo una la mayoría de los casos, se hacían por un lapso menor tivas climáticas y la estrecha vinculación de
la intervención de compañías o individuos que verdadera colonización, fueron los factores básicos. de tres años. Esto originó una especie de “agricultura ese tipo de actividad con el comercio interna-
tomaron a su cargo a subdivisión de la tierra y Ya se han mencionado también otras causas comple- nómada” y llevó al campesino a una situación de extre- cional de productos agropecuarios, implicó
mentarias. En un comienzo el arrendamiento era ge- ma inestabilidad, con todas sus consecuencias sociales bastante inestabilidad en los grupos y en las
la organización de “colonias”, realizando estas neralmente bajo y algunos inmigrantes, aun cuando y económicas. Sobre este problema véase Bejarano,
operaciones con finalidades lucrativas, de ma- dispusieran del capital necesario, se inclinaban más M. 1962 “ La política colonizadora en la Provincia de
familias campesinas. Si bien muchos lograron
nera que en definitiva originaron una intensa por el arriendo. Dada la alta demanda del mercado, el Buenos Aires” (Buenos Aires: Instituto de Sociología y prosperar, también sufrieron alternativas ad-
especulación. inmigrante propendía a producir tanto como le era po- Centro de Historia Social de la Universidad de Buenos versas. Esto puede afirmarse sobre todo con
sible y prefería tomar en arriendo grandes extensiones Aires), especialmente el párrafo dos. Véase también respecto a los arrendatarios, para los cuales
Además, en muchos casos, los propietarios de de tierra y no comprar pequeñas parcelas. Esto debe Jefferson, M. 1926 The Peopling of Argentine Pampas esa situación significó casi siempre “la última
relacionarse con el propósito escencial de los inmigran- (Nueva York: American Geographic Society) 114-114,
las grandes extensiones territoriales existen- tes de enriqueserse y retornar luego a su tierra natal. 141 y sgtes. El libro clásico sobre la centralización de
etapa de su ascenso social”, pues jamás llega-
tes situadas en las zonas más favorecidas, tan- Al mismo tiempo, el terrateniente consideraba mucho la propiedad de la tierra es el de Oddone, J. 1930 La ron a transformarse en propietarios y además
to como capacidad de producción cuanto por más conveniente arrendar que vender, ya que el precio burgesía terrateniente argentina (Buenos Aires) se vieron obligados a desplazarse frecuente-
508 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 509

mente de una zona a otra en busca de mejores arriendo o que los emplearon en sus explota- los modernos sistemas de explotación. Por inmigrados sin tierra permaneció en el cam-
condiciones. ciones. En el sector ganadero la participación esas razones, los trabajadores rurales criollos, po, trabajando como peón asalariado. El
No se dispone de muchos datos que per- del inmigrante fue más reducida en todos los que no se adaptaban al trabajo agrícola, cuando crecimiento de las ciudades, el surgimiento
mitan medir con precisión el acceso de los niveles. El desarrollo de este sector comenzó no emigraron a las ciudades se concentraron de una industria y la consiguiente transfor-
inmigrantes a la propiedad rural y el nivel de con anterioridad al de la agricultura; sea por sobre todo en las explotaciones ganaderas. El mación de la estructura social fueron partes
su participación en la expansión agropecuaria. su naturaleza, sea por las tradiciones ya exis- Cuadro 10, aun en su fragmentariedad, ilustra en este proceso. Como es obvio, todas estas
En resumen, puede decirse que, en lo referen- tentes, su expansión y modernización estuvo a de manera bastante clara esta situación. Te- circunstancias contribuyeron a configurar no
te a la producción agrícola, fueron los inmi- cargo de los grandes propietarios argentinos, niendo en cuenta que la proporción de extran- solamente la distribución geográfica de los
grantes europeos los que tuvieron a su cargo aunque, por supuesto, con la contribución ex- jeros en la población adulta era –en las zonas extranjeros y sus proporciones en las distin-
de manera predominante, si no casi exclusiva, tranjera. También el personal empleado fue de mayor desarrollo agrícola– de alrededor del tas ramas de actividad, dentro de la pobla-
su expansión. Pero tal participación solo en con preferencia nativo, lo que se explica por el 50% del total, es importante subrayar que este ción activa, sino también la forma en que se
una medida menor se desarrolló en el nivel de hecho de que se trataba justamente del tipo de nivel solo es superado por la categoría de los incorporaron de manera definitiva a la vida
propietario. Más frecuentemente estuvo some- trabajo que había tradicionalmente realizado dirigentes de explotaciones agrícolas, que por del país e influyeron en ella.
tida al control y condiciones establecidas por hasta ese momento, aunque, como es obvio, en lo demás incluye a la vez propietarios, arren- La expansión del comercio exterior e in-
los titulares de la tierra, que se la cedieron en condiciones distintas de las que se dieron bajo datarios y personal directivo asalariado. En la terno y el aumento general de riqueza, el au-
categoría de los propietarios de bienes raíces mento en las actividades del Estado, la cons-
–no se distingue rurales de urbanos–, los ex- trucción de obras públicas, particularmente
Cuadro 10. Extranjeros en algunas categorías ocupacionales y económicas de la rama primaria, por 100
personas de cada categoría. 1914* tranjeros ocupan una proporción mínima, y de los ferrocarriles, y por fin, desde los últi-
también muy baja en relación con el nivel ge- mos quince o veinte años del siglo anterior,
Categorías ocupacionales y económicas Extranjeros por cada 100 personas de cada categoría
neral es la proporción de propietarios extran- el surgimiento y desarrollo de la industria,
Propietarios de bienes raíces en general 10
jeros de explotaciones ganaderas. todas estas actividades absorbieron la masa
Propietarios de explotaciones ganaderas 22
En términos generales puede decirse que el de inmigrantes que constituían, como se
Arrendatarios de explotaciones ganaderas 34 resultado de la política agraria que condicio- ha visto, la mayoría de la población de las
Administradores, directores, gerentes (incluyendo
44 nó la inmigración extranjera no fue tanto el grandes ciudades del país. Su participación
propietarios y arrendatarios) de explotaciones ganaderas de poblar las extensas áreas rurales semi- en los distintos sectores fue preponderante.
Administradores, directores, gerentes (incluyendo desiertas, aunque lo logró en cierta medida, Como se refiere en el Cuadro 9, en térmi-
57
propietarios y arrendatarios) de explotaciones agrícolas cuanto el de proporcionar una abundante nos generales, en las ramas secundarias y
Fuente: III Censo Nacional. mano de obra urbana, y aunque en mucho terciarias, la participación extranjera era,
* Excluida la Ciudad de Buenos Aires. menor escala rural pues una minoría de los en 1914, algo más elevada que la correspon-
510 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 511

diente a la proporción dentro del total de la rior a la de la población activa en general nos para ilustrar la orientación asumida por plantas de envasamiento de carne que deben
población activa. Las tasas que se incluyen y también a la población adulta, mayor de la inmigración y su distribución en los dife- ser consideradas las únicas de “gran escala”
en el Cuadro 11 indican diferente incidencia 20 años. Los nativos predominaban en las rentes estratos de la estructura ocupacional en esa época. El resto de la industria se dedi-
de los inmigrantes en algunas ocupaciones y actividades de tipo artesanal y otras indus- y económica. Aparentemente, en el proceso caba en su mayoría a la producción de mer-
ramas de actividad. Según el Censo de 1895, trias domésticas, en la burocracia pública y de transformación de la sociedad argentina, caderías de consumo de poco costo y baja
la gestión de la industria y el comercio se en el servicio doméstico. Los datos presen- que estaba ocurriendo en esa época, los ex- calidad para los estratos inferiores, mientras
hallaba en alrededor de un ochenta por cien- tados en el cuadro que comentamos son, tranjeros se situaban con referencia en los que el mercado para la élite y la clase me-
to en manos de extranjeros, que la ejercían por supuesto, demasiado incompletos para nuevos estratos que iban surgiendo a causa dia alta era principalmente abastecido por
como propietarios. En el personal asalaria- ofrecer una base de observación sistemáti- del desarrollo económico; empresarios de la las importaciones. Muchas de las empresas
do de ambas ramas –empleados y obreros–, ca; sin embargo, lo mismo que otros datos industria y el comercio, obreros y empleados industriales eran pequeñas7 y no representa-
la proporción era menor pero siempre supe- señalados anteriormente, sirven por lo me- en estas dos ramas; es decir, predominaban ban un sector clave en la economía nacional
sobre todo en la clase media en expansión y de la época, aun cuando ellas constituyeran
en el nuevo proletariado urbano industrial, los dos tercios del consumo total del merca-
Cuadro 11. Extranjeros en algunas categorías ocupacionales económicas de las ramas secundarias y ambas categorías correspondientes a las es- do interno. No obstante, el número creciente
terciarias, por 100 personas de cada categoría. 1895 y 1914 tructuras económicas que reemplazaban a de empresas industriales locales desempe-
Categorías ocupacionales y económicas 1895 1914 las existentes en la sociedad tradicional. Era ñaron con el tiempo un papel esencial en la
Propietarios de industria* 81 66 sobre todo en estas, por el contrario, donde transformación de la sociedad argentina. El
Propietarios de comercios* 74 74 seguían predominando los nativos, aparte de rápido crecimiento de la población y la ex-
Personal (obreros y empleados) de comercio* 57 53 las actividades más vinculadas con la direc- pansión económica general estimularon el
Personal (obreros y empleados) de industria* 60 50 ción del Estado, como los empleos públicos,
Profesionales liberales** 53 45
los que seguían en sus manos.
7 En 1913 solo la mitad de las empresas industriales
Desde el punto de vista económico, las ac- podían ser consideradas “industrias de fabricación”;
Personas ocupadas en industrias artesanales y domésticas** 18 27
tividades industriales recientes fueron solo concentraban un 60 por ciento del capital, 80 por ciento
Empleados públicos** 30 18
de importancia secundaria. Una gran pro- de la producción y aproximadamente el 65 por ciento
Empleados de comercio** 63 51 porción de la industria estuvo directamen- de los trabajadores. El número promedio de trabajado-
Trabajadores del servicio doméstico** 25 38 te vinculada con la agricultura y la cría de res por planta industrial era de 8,4; en 1947 se había
elevado a 14,7. Véase Dorfman, A. 1942 Evolución in-
Fuentes: ganado. Este sector, un 40 por ciento de la dustrial argentina (Buenos Aires: Losada) 16-17. Véa-
* II y III Censos Nacionales: censos especiales. producción industrial total, incluía las indus- sea también Germani, G. 1955 Estructura social de la
** II y III Censos Nacionales: censo de población. trias dedicadas a artículos perecederos y las Argentina (Buenos Aires: Raigal) 130.
512 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 513

mercado interno. Esto trajo como resultado tuales) reúne más de 2.000.000 de habitantes. Cuadro 12. La población activa o con recursos propios clasificada en grandes estratos
gran incremento en el número de empresas Ya se ha visto de qué manera la inmigración socio-ocupacionales. 1864-1960
industriales y comerciales y el crecimiento europea desempeñó un papel exclusivo en el Estratos socio-ocupacionales 1869 1895 1914 1947 1960
de los servicios públicos. Esta expansión no crecimiento de estas ciudades. Propietarios y patrones (agropecuarios, comerciales, industriales y rentistas 6 18 17 20 20
solo absorbió la mano de obra de inmigrantes La transformación del tipo de estratifica- Empleados, funcionarios y profesionales libres y dependientes 5 8 15 20 25
sino que también estimuló un cambio decisi- ción social ocurre en el mismo lapso. Aunque Artesanos y otros trabajadores por cuenta propia 15 24 18 5 5
vo en la estructura social: la urbanización y los datos disponibles solo permiten la clasifi-
Obreros urbanos; peones rurales y trabajadores del servicio doméstico 74 50 50 55 50
el ascenso de una gran clase media. cación de la población activa (o con recursos
Entre 1870 y 1910 se cumple gran parte de propios) en categorías bastante imprecisas Fuente: “Análisis provisional de los tres primeros censos nacionales para la determinación de la estructura socio-ocupa-
la transición de la estructura tradicional hacia y de comparación insegura, no cabe duda de cional”, preparado por el Instituto de Sociología, 1959; Germani (1955); análisis de los resultados del V Censo Nacional
formas más avanzadas y más próximas de las que, en el período considerado, se pasa de una (sobre muestra).
sociedades industriales, por lo menos en lo que de las formas típicas de la estructura tradicio-
respecta a la zona metropolitana de Buenos nal, en la que no hay prácticamente estratos clara cuál fue el rol de la inmigración en el riqueza y poder político se situaban en esa
Aires y a la región litoral, donde, como se ha medios, y la población se polariza en dos ca- surgimiento de este nuevo tipo de estratifica- época en la cúspide de la pirámide social. Las
visto, se concentraron los extranjeros y que re- pas, una de las cuales, la popular, tiene una ción que estaba reemplazando al tradicional. razones de este hecho no residen solamente
presentaba tres cuartas partes de la población proporción muy alta, a una estratificación en Solamente cabe agregar –completando lo di- en su carácter de grandes propietarios aunque
total del país. Dicha transición puede medirse que las capas medias adquieren mucho mayor cho, acerca del origen nacional o extranjero este a la larga resulta decisivo, sino también
en especial sobre la base del proceso de urba- significación. A la vez se modifica su compo- de los propietarios de tierra– que la participa- en la barrera del prestigio basado en la ma-
nización y de la transformación de la estratifi- sición interna con el surgimiento de estratos ción de inmigrantes en la clase alta fue escasa, yor antigüedad del grupo, como residentes en
cación social. medios urbanos dependientes, y la creciente aunque por supuesto, hubo casos de ascenso la Argentina y como participantes activos en
La población urbana (centros de 2.000 habi- importancia de los empresarios del comercio de este tipo. Así, mientras los extranjeros lle- la vida institucional y en la historia del país.
tantes y más), que en 1869 abarcaba poco más y la industria, y con la paralela transformación gaban a constituir hasta las tres cuartas partes El hecho que destacamos tiene importancia
que una cuarta parte del total, alcanza en 1914 cualitativa de las capas populares, en las que de la burguesía urbana comercial e industrial, para el problema de la asimilación, puesto que
a más del 50% de la población. El censo de 1914 el grupo de los obreros urbanos adquiere ma- particularmente en Buenos Aires, y también esta, en cierta medida, también se asocia con
halla ya constituida la estructura urbana del yor importancia numérica a expensas de los formaban dos tercios aproximadamente de las modificaciones sobrevenidas luego en el
país: poco menos de una tercera parte de los trabajadores rurales, artesanales y de ocupa- los trabajadores de cuello blanco del sector orden político y en relación con los cambios
habitantes viven en ciudades medias o grandes ción indefinida. privado, eran muy pocos entre los grandes en la estructura social.
de 50.000 y más personas, y ya hay una aglome- El análisis realizado en los párrafos anterio- terratenientes. Estos precisamente compo- El ritmo rápido de la transición después de
ración urbana, que (dentro de sus límites ac- res ha permitido apreciar de manera bastante nían la “clase alta”, ya que por su prestigio, 1870, especialmente la expansión de la clase
514 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 515

Cuadro 13. Estratos socio-ocupacionales de los inmigrantes, de acuerdo con la ocupación que declararon Cuadro 14. Porcentaje de extranjeros en estratos ocupacionales diferentes. 1895-1914
en el momento de ser admitidos en el país. 1857-1925 Estratos ocupacionales 1895 (a) 1914 (a) 1960 (b)
Categorías Total
1857-1870 1871-1899 1900-1920 1921-1924 Estratos medios en los sectores secundario y terciario 59 51 16
socio-ocupacionales 1857-1924
Estratos medios en el sector primario 43 45 16
Empleados en el comercio, la industria, servicios,
4,4 5,4 8,6 13,4 7,2 Estratos inferiores en los sectores
agricultura; profesionales independientes, técnicos 39 48 15
secundario y terciario
Administrativos y afines; Trabajadores especializados
95,6 94,6 91,4 86,6 92,1
y no especializados, peones y afines Estratos inferiores en el sector primario 25 35 15

Fuente: Ministerio de Agricultura (1925). (a) Computado de una reclasificación inédita de los Censos Argentinos de 1895 y 1914, preparado para el Instituto de
Sociología de la Universidad de Buenos Aires por Ruth Sautú y Susana Torrado.
(b) Estimaciones sobre la base de una muestra del Censo de 1960.
media, convirtió la movilidad social en un dores manuales (véase capítulo “La movilidad
factor importante en la formación del proce- en la Argentina”).
so histórico. Una gran mayoría de inmigrantes La movilidad social llegó a ser una pauta nor- del treinta a la zona del área metropolitana de sos en este grupo, el factor importante es que la
pertenecía a los estratos inferiores de sus so- mal en la sociedad argentina (o por lo menos Buenos Aires y el Litoral, los que abarcaban élite se preocupó cada vez más por mantener la
ciedades. El Cuadro 13 no muestra con exacti- en las zonas centrales), y esta característica unos dos tercios del total de la población del estructura social y económica favorable a sus
tud la composición social de los inmigrantes, estaba acompañada por los cambios de actitud país. Por el contrario, hasta la década nombra- intereses. Esto significó, precisamente, limitar
pero por lo menos señala el tipo de miles de y expresiones ideológicas correspondientes. da aquellas áreas geográficas y grupos sociales el proceso de modernización que ella misma
personas que ingresaron en el país en aquellos Debe considerarse la movilidad social como un menos afectados por la inmigración extranjera había iniciado. Ya que sus intentos de controlar
años. Muy pocos de los inmigrantes tenían an- factor importante no solo para explicar el pro- tendieron a conservar características primiti- el proceso en su totalidad estaban condenados
tecedentes de clase media. Como resultado, ceso de absorción de los inmigrantes extranje- vas. La persistencia de estas contradicciones al fracaso, la élite procuraba mantener una po-
la nueva clase media argentina, reclutada en ros, sino también los aspectos fundamentales internas tuvo un efecto duradero sobre el de- sición económica clave y continuar orientando
gran medida entre los inmigrantes, tuvo en de la historia política y social de la Argentina sarrollo económico y social ulterior del país. Es la economía hacia la exportación de la materia
su mayoría su origen en la clase baja. Entre en el siglo XX. verdad que la élite terrateniente no constituía prima. Por otra parte, la existencia de un gran
1895 y 1914 no menos de dos tercios de la Otro hecho que es importante subrayar es una clase completamente cerrada, ni siquiera porcentaje de la población en las regiones me-
clase media era de origen popular; es decir que esta transformación radical y en extremo en esa época; sus orígenes eran bastante re- nos desarrolladas implicaba el problema de su
que estaban formados por individuos que ha- rápida de la sociedad argentina, ocurrida en las cientes y un cierto número de familias “nuevas” movilización e integración futura en un esque-
bían comenzado su carrera ocupacional como cuatro décadas –desde 1870 a 1910– se limitó, pudieron alcanzar el nivel social superior. Sin ma moderno. Ambos problemas iban a expre-
trabajadores manuales o eran hijos de trabaja- en ese período y hasta mediados de la década embargo, dejando de lado los límites impreci- sarse en forma dramática después de 1930.
516 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 517

La asimilación de la población progresivamente hasta llegar al actual 5,4 por Cuadro 15. Población total y porcentaje de extranjeros en la Argentina y en los Estados Unidos.
extranjera durante la época ciento. En la Argentina los inmigrantes cons- 1810-1960
de la inmigración masiva y su tituían más de una cuarta parte de la pobla- Población total (en millones)
Porcentaje de extranjeros en la población
ción total en la última década del siglo XIX. Años total (en millones)
impacto sobre la sociedad y el
Esta proporción aumentó hasta casi el 30 por Estados Unidos Argentina Estados Unidos Argentina
carácter nacional
ciento antes de la Primera Guerra Mundial y 1810 7,2 0,4 11,1 *
El problema que tuvo que enfrentar la Ar- permaneció en un 23 por ciento hasta 1930. 1850 23,2 1,3 9,5 *
gentina en los sesenta años que corren en- En 1960 todavía era casi el 13 por ciento, es 1870 39,8 1,7** 14,1 12,1**
tre 1870 y 1930 no tiene probablemente otro decir, un porcentaje bastante parecido a la 1890 62,9 * 14,6 *
ejemplo en los países de inmigración. Inclu- más alta que habían tenido los Estados Uni- 1895 – 4,0 – *
so los Estados Unidos, que recibieron la pro- dos. Sin embargo, estas cifras no indican con 1900 76,0 * 13,6 *
porción mayor de las grandes migraciones exactitud el impacto de la inmigración en la
1910 92,0 * 14,7 *
internacionales, jamás se hallaron en una sociedad argentina.
1914 – 7,9 – 29,9
situación parecida: la proporción de extran- Es conveniente ante todo recordar los aspectos
jeros en su población total y en la corriente más importantes de la situación, tal como han 1920 105,7 8,8 13,2 24,0
migratoria anual, aunque elevada en cantida- surgido del análisis de las secciones anteriores. 1930 122,8 11,7 11,6 23,5
des absolutas, era relativamente mucho más 1950 150,7 17,0 6,8 15,8
reducida de lo que aconteció en la Argentina. a. La inmigración tuvo carácter masivo, es de- 1960 150,7 20,0 5,4 12,8
Además, el volumen de población nativa era cir, implicó la radicación de un contingente
Fuentes: Thomas (1958: 136); De Aparicio y Difrieri (1961: 94) y Boletines de la Dirección Nacional de Estadísticas y
suficientemente grande como para asegurar de extranjeros muy elevado, en términos re-
Censos (varios años).
la posibilidad de asimilación, o por lo menos lativos y absolutos.
* No se dispone de datos.
de una solidez mínima, en la estructura pre- b. Al comienzo de la inmigración y por varias ** Censo de 1869.
existente como para resistir el impacto mi- décadas, el volumen de la población nativa
gratorio. Hay aquí un aspecto cuantitativo en –base de la asimilación– era muy reducido,
el problema de la asimilación que en el caso también en términos relativos. Además, millón y medio de argentinos nativos, y en banos, y demográficamente, según edades
argentino asume particular importancia. En esta población se hallaba diseminada en 1895, menos de tres millones. y sexos.
los Estados Unidos la proporción máxima un territorio vastísimo: su densidad era ex- c. Los extranjeros, por el contrario, se con- d. La población nativa de base, al transcurrir
de la población extranjera fue del 14,7 por tremadamente baja (lo que se llamaba “el centraron de dos maneras: geográficamen- las primeras décadas, aumentó, por cierto,
ciento en 1910; después de 1920 disminuyó desierto”); en 1869 había poco más de un te, en ciertas regiones y en los centros ur- pero gran parte del aumento estaba consti-
518 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 519

tuido por hijos de inmigrantes, por personas ción adulta era predominantemente extranjera Cuadro 17. Extranjeros de 20 y más años de edad por cada 100 personas de la misma edad, en la
de padres extranjeros. o por lo menos igualaba a la argentina nativa. población total de tres zonas del país. 1869-1947
e. Al emerger el tipo de sociedad industrial en Si, por lo demás, tenemos en cuenta a la po- Años
Ciudad de Buenos Provincias de Córdoba, Buenos Aires,
Resto del país
reemplazo del tradicional, los extranjeros blación masculina adulta, lo que en realidad Aires Entre Ríos, Mendoza, La Pampa
llegaron a predominar aun más en los secto- corresponde para medir la posible influencia 1869 67 – –
res correspondientes a la nueva estructura extranjera en la actividad social en una época 1895 74 44 11
que iba surgiendo. en que la mujer no se hallaba todavía incorpo- 1914 72 51 20
rada plenamente a todos los aspectos de la vida 1947 37 23 16
Un somero examen de los Cuadros 16 y 17 de la comunidad, estas proporciones se hacen
Fuentes: Censos nacionales.
permitirá apreciar el influjo que la inmigración todavía más elevadas: alrededor del 80% de ex-
masiva debió ejercer sobre la sociedad argen- tranjeros en la ciudad capital y entre el 50 y el
tina. En la ciudad capital que siempre ejerció 60% (según las épocas) en la región que señala- jeras. No cabe duda de que por espacio de más les las demás condiciones– será elevado; y a
una hegemonía política, económica y cultural mos más arriba. A todo esto cabe agregar otro de medio siglo, por lo menos en sus centros de la inversa, si tal población “base” es reducida.
sobre el país, y en las provincias también de elemento sobre el que no disponemos de datos mayor peso, la Argentina fue literalmente un Este efecto, vinculado con el volumen absoluto
mayor significado en todos esos órdenes, don- para aquella época: la creciente cantidad de ha- país de inmigrados, “de primera o de segunda de la población nativa, será tanto mayor cuanto
de por espacio de unos sesenta años la pobla- bitantes nativos, pero hijos de familias extran- generación”. más elevada sea la proporción de extranjeros
Puede verse así lo que significaban estas cir- que ingresan. El Cuadro 18 ilustra la situación
cunstancias en términos relativos, proporcio- en la Argentina. En 1869 había en Buenos Ai-
Cuadro 16. Proporción de extranjeros en la población total.
Cada área clasificada según el tamaño del centro urbano principal. 1869-1947 nes del orden del 70 u 80% de extranjeros en res doce mil argentinos y cuarenta y ocho mil
Distritos que incluyen uno o más centros urbanos
muchas áreas geográficas, centros urbanos y extranjeros adultos, varones; en 1895, 42.000
1869 1895 1914 1947 categorías socioeconómicas. También conviene argentinos y 174.000 extranjeros. La situación
con los habitantes que se indican
Gran Buenos Aires 47 50 49 26 destacar las implicaciones de estas proporcio- en las provincias no era muy distinta, o quizá
100.000 y más 9 34 35 15 nes en términos absolutos. Aunque el problema presentaba caracteres más acentuados, dado
50.000 - 99.999 8 18 22 7
no ha sido muy estudiado, se puede proponer que, mientras la población nativa estaba dise-
20.000 - 49.999 12 23 26 10
la hipótesis de que si el volumen absoluto de minada, los inmigrantes se concentraban en
la población nativa que recibe la inmigración colonias homogéneas en cuanto a su origen na-
2.000 - 19.999 7 19 23 10
(la población “base”) es muy alto, su capacidad cional, o que a lo sumo reunían extranjeros de
Menos de 200.000 3 9 14 9
de asimilación o límite de tolerancia para la distintas nacionalidades y ningún argentino o
Fuente: Germani (1958). preservación de su identidad –quedando igua- casi ninguno.
520 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 521

Existen otras condiciones igualmente im- un reducido número de individuos libres. Cuadro 18. Argentinos y extranjeros varones de 20 años y más.
portantes que afectan el proceso: la estructu- Pero aun en este caso la sociedad receptora Ciudad de Buenos Aires y algunas provincias. 1869-1947 (cifras absolutas)
ra del poder de la sociedad receptora: la po- eventualmente cambiaría en respuesta al im- Buenos Aires*
Provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba,
sición de los inmigrantes en la estructura; su pacto inmigratorio. En la Argentina las con- Años Entre Ríos, La Pampa, Mendoza
ubicación en los sistemas de estratificación diciones distaban mucho de estar en este ex- Argentinos Extranjeros Argentinos Extranjeros
de las sociedades de origen y de la nueva tremo. Los inmigrantes no eran homogéneos 1869 12.000 48.000 – –
sociedad a la que se incorporaban, las dife- ni en lo nacional ni en lo cultural pero por 1895 42.000 174.000 287.000 309.000
rencias entre las culturas nativa y extranjera lo menos existía un grupo nacional muy ex- 1914 119.000 404.000 557.000 752.000
y su prestigio relativo; el grado de segrega- tenso. El grado de identificación con su país 1947 614.000 433.000 2.115.000 747.000
ción de la población inmigrante respecto de de origen era variado, pero probablemente
la sociedad receptora y de sus diferentes era bajo puesto que muchos provenían de Fuentes: Censos Nacionales.
* Únicamente ciudad.
sectores y estratos; el grado de homogenei- culturas tradicionales atrasadas. Sin em-
dad cultural de los inmigrantes; su solidari- bargo, no consideraron al nuevo país como
dad; sus actitudes; su nivel de educación; la una cultura superior que debían imitar. Aun- miento, 1900: 229-64). Por otra parte, pronto jeras y de las colonias agrícolas, memorias,
fuerza de su identificación nacional con el que muchos eran analfabetos, introdujeron obtuvieron una posición económica y social teatro y novela, y por fin los análisis impre-
país de origen; el grado de aceptación que nuevas técnicas y actitudes frente a las ac- mejor que la de los nativos de los estratos sionistas –pero muy valiosos– de los con-
hallaron en el nuevo país y, especialmente, tividades económicas. Además, el hecho de inferiores. Al mismo tiempo, sin embargo, temporáneos, todo esto podría proporcionar
el grado de movilidad social que experimen- haber emigrado implicaba una ruptura con permanecían prácticamente excluidos de material suficiente para una reconstrucción
taron en el país que los recibió. Solo en el su pasado tradicional. Se habían desprendi- las posiciones de poder económico que con- científica de este proceso, del que, a pesar
caso de una población inmigrante subordi- do de él y ahora se habían “movilizado”, aun tinuaba firmemente en manos de la élite. de muchos conflictos y contradicciones, fue
nada y heterogénea, caracterizada por un cuando su motivación básica no era estable- La documentación sobre este período de emergiendo lo que es la actual población del
nivel cultural muy inferior al de la sociedad cerse de modo permanente en el nuevo país, inmigración masiva es muy abundante: des- país. Un proceso, por lo demás, que no está
nueva y ubicado en condiciones de extrema sino enriquecerse, regresar a su pueblo na- graciadamente está casi enteramente por es- concluido aún.
segregación, una pequeña población nativa tal y comprar tierras. De hecho, sus tentati- tudiar. Los diarios y periódicos, los discursos Porque el resultado de la inmigración masiva
podría limitar el impacto de la inmigración vas de realizar sus propósitos los llevaron a y declaraciones de los políticos, los actos ofi- no fue la absorción de una masa extranjera que
en la estructura social y cultural existente. abandonar sus costumbres tradicionales. Y, ciales de los diferentes organismos públicos, llegó a asimilarse es decir, a aparecerse e iden-
Un ejemplo de este caso extremo podría ser este cambio fue irreversible: inconsciente- archivos, correspondencia privada, cartas de tificarse con la población nativa. Aunque en todo
una gran población de esclavos de otros paí- mente y sin desearlo los inmigrantes fueron los inmigrantes, actas y otra documentación proceso de este tipo hay una doble influencia de
ses ubicada en una sociedad compuesta por los que sustentaron la modernización (Sar- de las numerosísimas organizaciones extran- manera que la estructura del país de inmigración
522 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 523

y su “carácter nacional” (usando este término ba de mucha libertad concreta. Podía moverse En las zonas rurales, y probablemente tam- culturales. Ciertos elementos materiales de
con todas las precauciones del caso) quedan libremente en las inmensas extensiones de la bién en los estratos inferiores de las ciudades y gran significación concreta y simbólica, como
afectados por los llegados desde afuera, a la vez estancia que, además, antes de la implantación los centros urbanos, la población carecía de iden- el caballo, perdieron toda su importancia; y del
que estos adquieren las modalidades del país y de formas modernas de explotación ganadera, tificación nacional; su lealtad era principalmente mismo modo se transformaron los utensilios de
se integran en su estructura en la Argentina este no tenía límites fijados por alambradas. Su tra- local y solía encarnarse en el personaje conocido trabajo, las vestimentas, los medios de trans-
proceso implicó la virtual desaparición (en re- bajo se basaba únicamente en su habilidad per- como el caudillo. Esto, por supuesto, fue la base porte, los alimentos. Aunque especialmente al
giones y centros de inmigración) del tipo social sonal, en su capacidad de jinete, en su coraje. social de la disolución del “Estado unitario” que comienzo algunas de las técnicas locales fue-
nativo preexistente, a la vez que la destrucción de Son estos los valores que lo orientan. Carece se dio poco después de la Independencia. ron adoptadas, ello se debió sobre todo a ne-
parte de la estructura social que le correspondía. de hábitos de regularidad, ahorro, previsión y El gaucho representaba claramente un tipo cesidades materiales. En cuanto la expresión
En su lugar emergió un nuevo tipo, aún no bien cálculo racional en su comportamiento. Por el de personalidad correspondiente a una “socie- de la capacidad productiva lo permitió, ellas se
definido, según algunos, y una nueva estructura. contrario, estas características son considera- dad tradicional”, previa a las formas modernas vieron reemplazadas por otros procedimien-
En la población rural, es decir, en el sector das negativas, opuestas a su ideal de hombre. de organización económica y social. El inmi- tos. Cada grupo nacional o regional imprimió
que reunía al comienzo del proceso la mayoría No tiene aspiraciones de ascenso social; en grante europeo, entonces, no solo fue portador sus características de origen a los distintos as-
de los habitantes, predominaba un tipo huma- particular, no desea llegar a poseer tierras en de los rasgos culturales de su región de origen, pectos de la cultura material e inmaterial, y de
no ajustado a la ocupación predominante y a propiedad. Su condición de dependencia se sino también de distintas actitudes hacia el este modo la innovación implícita o requerida
las condiciones sociales del campo durante la halla totalmente internalizada y se traduce en trabajo, la actitud agrícola, el ahorro, las aspi- tanto en la actividad económica como en otros
época colonial. En sus rasgos psicológicos se una adhesión personal al estanciero, regida por raciones de ascenso. Aunque a menudo perte- sectores por el desarrollo de la agricultura, se
han señalado muchos de los elementos que ca- sentimientos de fidelidad, lealtad y admiración. necía también a poblaciones muy poco desa- realizaron con el sello de formas culturales im-
racterizaban a los conquistadores españoles. El No se trata, de ningún modo, de una relación de rrolladas, en general, y en la medida en que las portadas de Europa.
“gaucho”, que luego se erige en mito nacional y asalariado a patrón. Los elementos de la cultu- condiciones locales se lo permitieron, significó La circunstancia de que a menudo se trata de
llega a personificar la tradición del país, sobre ra material corresponden a las necesidades de un impulso poderoso de modernización, que centros relativamente aislados y homogéneos, ét-
todo por su participación decisiva en las gue- la ganadería en un nivel técnico muy primitivo resultó, como es sabido, en la transformación nicamente reforzó aun más tales consecuencias.
rras de la independencia, era un cuidador de y al tipo de vida nómade que la caracterizaba. del país en uno de los principales productores Según Gori, el inmigrante no se despojó fácilmen-
ganado que trabajaba en relación de dependen- Los trabajos agrícolas y sedentarios en general agrícolas. Bajo el impacto de esta inmigración te de su cultura europea, por el contrario, “pro-
cia del estanciero8. En su vida personal goza- son considerados inferiores9. se disolvieron prácticamente las viejas formas curó refirmarla, especialmente el de procedencia
suiza o alemana, en la educación familiar y esco-
9 La literatura sobre el gaucho es muy vasta. Para FCE) vol I, 237-292. Véase también la obra citada de
lar de sus hijos. Tuvo puestas sus miras más en el
8 Aunque también algunos estancieros eran conside- una evaluación y síntesis véase Martinez Estada E. 1948 Gastón Gori y La Pampa sin gaucho, 1952 (Buenos Ai- consulado de su país como agente de gravitación
rados gauchos. Muerte y transfiguración de Martín Fierro (México: res: Raigal) legal, que en los representantes de la autoridad
524 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 525

provincial o nacional, de los cuales solía descon- sobre una estructura organizativa muy desarro- Cuadro 19. Asociaciones voluntarias clasificadas según la nacionalidad de la mayoría de
fiar y de quienes no pudo prescindir”. llada, prensa, asociaciones voluntarias, acción los socios. Número de afiliados por cada 1000 habitantes de origen argentino y extranjero,
respectivamente. 1914
Según este mismo autor y otros observado- de los gobiernos de los respectivos países de
res, el idioma corrientemente empleado era el emigración y de sus representantes locales. Afiliados por cada 1000 argentinos
Nacionalidad de la mayoría Número de sociedades
y cada 1000 extranjeros
de origen, leían periódicos en esa lengua, y en En algunos casos la acción de los gobiernos de los socios
Buenos Aires Resto del país Buenos Aires Resto del país
sus asociaciones fomentaban la adhesión a la extranjeros a través de estas asociaciones fue
patria de ultramar. Hasta donde podían, se ca- más allá de lo que las actitudes de los inmigran- Argentinos 104 21 19 153
saban con sus propios connacionales. A veces, tes hubiera podido justificar. En el caso de los Extranjeros:
al comienzo, las colonias agrícolas elegían sus italianos y los españoles, el grado de identifica- De una sola nacionalidad 145 151 97 752
propias autoridades, y en las condiciones de ais- ción nacional con su país de origen era bastante “Cosmopolita” (y círculos obreros) 197 14 98 83
lamiento geográfico a menudo “solo les faltaron bajo. Entre los primeros, por ejemplo, el patrio-
Fuente: III Censo Nacional.
murallas y cañones para ser campos fortificados tismo surgió en general después de haber emi-
en medio de la nación que los atrajera”. Se llegó grado, tal vez por efectos de la nostalgia, como
a votar impuestos a carretas de argentinos que señaló Sarmiento. Además, las expresiones más protección de recreación y educación. Sobre española es la que más fácilmente se asimila,
atravesaran el territorio de la colonia. marcadas de identificación nacional con el país todo poseían hospitales y escuelas, y a menu- llegó a constituir un núcleo que fue percibido
En las ciudades no se daba el aislamiento de origen no provinieron de las masas desorga- do contaban con el apoyo material y moral de por muchos argentinos como una amenaza a la
y la segregación que predominaba en las co- nizadas sino de las élites de cada sector nacio- los gobiernos extranjeros correspondientes. integridad nacional del país.
lonias rurales aunque, por supuesto, se regis- nal. Puesto que, como hemos señalado, la iden- Estos servicios al comienzo suplían los que el Las asociaciones tenían algunas funciones
traba, particularmente en Buenos Aires, cierta tificación nacional de los grupos más grandes e país no se hallaba en condiciones de proporcio- latentes. Por ejemplo, proporcionaban a los
concentración ecológica por nacionalidades, inmigrantes era débil, este debe ser considerado nar, pero, más tarde, especialmente al impul- tradicionales inmigrantes un medio de integra-
concentración que aún subsiste en algunos ca- como un factor importante en la supervivencia sarse la organización educacional, no parecía ción a la sociedad argentina. Estas funciones
sos. Con todo, el problema de la asimilación se de una identidad nacional argentina. que tuvieran otra función que la de mantener permiten comprender el hecho de que el entu-
presentó en condiciones parecidas. El término Las asociaciones voluntarias llegaron a agru- las tradiciones y el idioma de origen de los gru- siasmo por las asociaciones fuera mucho ma-
“colonia” se extendió a los miembros de cada par una cantidad muy elevada de los inmigran- pos nacionales de inmigrantes. Naturalmente yor entre los inmigrantes que entre los nativos.
grupo nacional residente en los centros urba- tes, particularmente si se tiene en cuenta el hubo grandes diferencias según los orígenes. Esto no puede explicarse simplemente como
nos, y también se generalizó a los miembros bajo nivel cultural y económico de la mayoría Los que más se apartaban de la cultura latina una consecuencia de la emigración y de la si-
de una nacionalidad en todo el país. Tendían de ellos, lo que no facilita, como es sabido, la o hispana tendían a mantenerse más alejados tuación especial en que se halla quien vive en
a construir unidades separadas por la lealtad participación formal en organizaciones. Estas y fieles a sus formas nacionales. Sin embargo, el extranjero. En condiciones similares, medio
común hacia la nación de origen, y fundándose entidades tenían finalidades asistenciales, de la inmigración italiana, que juntamente con la siglo después, el grado de participación formal
526 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 527

e informal de los emigrantes internos en la Ar- administrar justicia y preservar los derechos cho. En primer lugar, la Constitución acuerda a niencia. En este sentido la resistencia a pedir la
gentina era extremadamente bajo: en realidad, y los privilegios de los mismos inmigrantes. los extranjeros todos los derechos excepto el naturalización era, sin duda, una expresión del
el obstáculo que impedía que se asimilaran era, Hasta los italianos, que después resultaron los de votar y ser elegidos en elecciones políticas. mantenimiento de la lealtad al país de origen.
precisamente, su desorganización al llegar a la más fáciles de asimilar, aparecían como una Bajo ciertas condiciones pueden participar en Esto obviamente es válido solo para la minoría
ciudad. poderosa amenaza a la independencia e iden- las administrativas, sin necesidad de adquirir la de inmigrantes que realmente tenía una identifi-
La marcada propensión a cooperar y a crear aso- tidad nacionales. Esta era una consecuencia ciudadanía argentina. También pueden acceder cación nacional con el país de origen. También
ciaciones voluntarias entre los inmigrantes ex- de su alta proporción y concentración, sus a casi todos los empleos sin necesidad de ad- existe un tercer factor, a saber, desinterés por
tranjeros se debió también a otros factores. En poderosas organizaciones y las actitudes del quirir la ciudadanía. De consiguiente, no había la participación política en general y no por tra-
primer lugar, ellas expresaban valores y actitudes gobierno italiano que consideraba a los inmi- ningún incentivo para la nacionalización en tér- tarse de un país extranjero para el inmigrante.
muy diferentes del carácter anárquico y al mismo grantes italianos y a sus descendientes como minos de conveniencia económica o cualquier En apoyo de esta explicación baste recordar el
tiempo “sometido-autoritario” que predominaba ciudadanos de su país, según el principio del otra, excepto el deseo de participar o influir en nivel educacional muy bajo de los inmigrantes
entre los nativos, especialmente en las zonas ru- Jus Sanguinis. El problema de las escuelas la vida política. Además de este aspecto legal, y el hecho de que en la mayoría de los casos lle-
rales. En segundo lugar, la inmigración extranje- extranjeras, el propósito de crear comunida- que sin duda es de gran importancia, estaba gaban de países donde tampoco habían tenido
ra incluía una importante élite de clase trabajado- des nacionales separadas, la ausencia de una el deseo en muchos de no perder la nacionali- participación política alguna.
ra que, con frecuencia, no había abandonado su tradición argentina entre los inmigrantes y dad de origen. Se suscitaron varias polémicas Con respecto a este problema, al que se
tierra natal por razones económicas solamente. su completa separación política continuaron alrededor de esta actitud. En cierto momento asignó particular importancia, deben sin em-
Esta élite ejercía el liderazgo de las asociaciones siendo durante mucho tiempo serias preocu- algunos grupos llegaron a pedir que la naturali- bargo formularse algunas observaciones que
voluntarias y también de los movimientos de pro- paciones para la élite argentina. zación fuera concedida sin ser solicitada, pero estimamos esenciales. Si bien la élite políti-
testa que surgían dentro del nuevo proletariado Con respecto a esto último, es necesario re- no en forma compulsiva: es decir, que fuera un ca deseaba de manera explícita un funciona-
industrial. cordar que los propósitos de la inmigración fue- derecho que los inmigrantes podrían utilizar sin miento real de la democracia prevista en la
El formidable desafío que significó para la ron justamente los de dar una base humana es- solicitarlo, o bien dejar de utilizar, a su conve- Constitución, y para ello había fomentado la
Argentina la avalancha de extranjeros se re- table para el funcionamiento de la democracia.
fleja en los escritos de las décadas cercanas Frente a esto se descubrió que los esperados
al fin del siglo XIX y comienzos del XX. Sar- ciudadanos quedaban totalmente apartados de Cuadro 20. Extranjeros naturalizados por cada 100 extranjeros residentes en cada zona. 1895-1947
miento describió a la Argentina como una la vida política del país. En efecto, a pesar de Zonas 1895 1914 1947
“república de extranjeros”, manejada por un la facilidad legal para obtener la naturalización Ciudad de Buenos Aires 0,2 2,3 9,5
reducido número de ciudadanos que desem- con dos años de residencia, la casi totalidad de Resto del país 0,1 0,9 7,2
peñaban tareas pesadas y mal remuneradas, los inmigrantes no la solicitaron. Hay varias
como guardar el orden, defender el territorio, causas que pueden conducir a explicar este he- Fuentes: II, III y IV Censos nacionales.
528 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 529

inmigración, por el otro también se hallaba los cambios en la estructura social originaron Cuadro 21 . Extranjeros analfabetos por 1000 extranjeros de cada zona. 1895-1914
indudablemente limitada por su particular la presencia de clases medias y clases popu- Extranjeros analfabetos
Zonas
posición histórica como grupo integrado en lares urbanas dotadas de suficiente volumen 1895 1914
determinado sector de la estructura social. y solidez como para imponerse. Buenos Aires 31 25
Había una ambivalencia con respecto a la En las ocasiones en que los extranjeros realiza- Resto del país 40 34
extensión efectiva de los derechos políticos, ron movimientos que significaban una partici-
y esta ambivalencia se aplicaba tanto a los pación política activa, no pareció que la élite lo Fuertes: II y III Censos nacionales.
extranjeros como a los argentinos de las cla- aprobara. En realidad se trataba de movimien-
ses populares. Con respecto a los primeros, tos de protesta. Algunos se vinculaban con la
se hallaban frente a la paradoja de un país situación agraria y surgieron en las colonias. En país, y no lo hacían en función de su condición solamente una parte del problema más ge-
en el que del 60 al 80% de los habitantes va- verdad que su organización no podía conside- de extranjeros ni mucho menos apuntando a su neral de la asimilación o, más precisamente,
rones adultos de las zonas más importantes rarse realmente como un canal de integración particular lealtad étnica, sino en su carácter de de la fusión de los distintos componentes
no tenía derecho a votar y era gobernado a la vida nacional, pues se nuclearon en los integrantes de la sociedad nacional argentina, argentinos y extranjeros en una unidad na-
por la restante minoría del 20 al 40%. Mas en Centros Políticos de Extranjeros y no en parti- aunque, es cierto, con ideologías que la élite li- cional relativamente integrada. Pues esto es
realidad tampoco estas eran las proporcio- dos políticos nacionales. Pero los movimientos beral difícilmente podía aceptar. Era, en efecto, lo que pareció emerger tras sesenta años de
nes verdaderas: entre los argentinos nativos obreros que se manifestaron vigorosamente en imposible que tales élites pudiesen reconocer casi ininterrumpida inmigración masiva, a pe-
solamente una pequeña minoría participaba particular en Buenos Aires, desde fines de siglo, en esa época la función latente de estas agrupa- sar de las tensiones, conflictos y problemas a
efectivamente en la vida política, y no debe no tenían un origen nacional específico. Por el ciones obreras, y de hecho no solo no las acep- que hemos aludido brevemente. Este resulta-
extrañar que las elecciones se realizaran en contrario, aunque compuestos de extranjeros taron sino que las hicieron objeto de represión do fue el efecto de muchos factores entre los
medio de la indiferencia general de argenti- en su mayoría –pues tal era el naciente proleta- y persecución, con leyes y medidas policiales que cabe mencionar como muy importantes:
nos y extranjeros por igual, por lo menos en riado industrial– no tenían un carácter nacional, muy severas. Se descubre aquí una contradic- el papel creciente de los descendientes de los
los estratos populares, que constituían la gran es decir, eran internacionales por su ideología y ción análoga a la que condujo al fracaso par- inmigrados; la interrupción de la inmigración
mayoría de la población. Como lo muestra la cosmopolitas por su composición. En realidad cial de la colonización. Se propusieron poblar masiva a partir de 1930; las características de
historia política del país, la élite gobernante, estas sociedades “cosmopolitas” y “círculos de el desierto, pero no modificaron la estructura las dos corrientes inmigratorias principales
cualquiera que fuese su ideología y sus pro- obreros” tan numerosos en Buenos Aires en esa agraria de la que eran principales beneficiarios. –la española y la italiana–; su participación
pósitos explícitos, se resistió durante tiempo época (Cf. Cuadro 19), tuvieron, como se indi- Deseaban integrar a los inmigrantes, pero no desde el comienzo en esferas esenciales de
a admitir que el poder saliera de sus manos có antes, una real función integradora y asimi- compartir el poder con ellos. la actividad social y por fin la acumulación
por vía de elecciones sobre la base del su- ladora de la masa inmigrante. En efecto cana- La participación política, sin embargo, de estos mismos factores, que a medida que
fragio universal efectivo, y solo cedió cuando lizaban su participación en la vida política del considerada en su adecuada perspectiva, era transcurría el tiempo se hacían más pode-
530 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 531

rosos, mientras que se debilitaban paralela- lo recibe, aunque segregado socialmente Cuadro 22. Jefes de familia argentinos y extranjeros por status socio-económico. Zona metropolitana
mente las causas de resistencia. de ella. de Buenos Aires. 1961
Para analizar, aun someramente, los mecanis- 2. Otro aspecto importante de la participa- Jefes de familia nacidos en Argentina Jefes de Población
mos principales de este proceso, y el grado de ción es la eficiencia con que se desempe- Status socio-económico Ambos padres Un padre Ambos padres familia total de jefes
asimilación o síntesis alcanzado, es necesario ñan los roles. En este caso, la eficiencia argentinos extranjero extranjeros extranjeros de familia
distinguir varias dimensiones10: se define desde el punto de vista de las Bajo (no especializados y obreros
45,6 30,0 33,3 48,2 41,5
instituciones y los grupos receptores. especializados)
a. El concepto de adaptación se refiere a la 1. Finalmente, debemos considerar la acogi- Medio (bajo, medio y medio superior) 49,0 65,6 60,8 49,8 55,4
manera en que el inmigrante desempeña sus da que el país ha brindado a los inmigran- Superior (bajo superior y alto superior) 5,4 4,4 5,9 2,0 4,1
roles en las distintas esferas de actividad en tes. Es importante subrayar que la partici- Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
las que participa. En este sentido lo impor- pación puede concederse en ciertas esfe- 519 262 534 736 2.051
tante es su capacidad para desempeñar esos ras de actividad pero no en otras; a decir
roles sin una tensión psicológica excesiva o verdad, este es generalmente el caso. Fuente: “Stratification and Mobility in Buenos Aires”. (Datos inéditos del Instituto de Sociología de la Universidad de
Buenos Aires.) Investigación basada en una muestra tomada al azar. El status socioeconómico se computa sobre la
insoportable. c. Al hablar de aculturación nos referimos al base del promedio de cuatro indicadores: ocupación, ingresos, educación y nivel de vida.
b. El concepto de participación alude a la asi- modo en que los inmigrantes internalizan
milación desde el punto de vista de la socie- las pautas culturales de la sociedad que los
dad receptora. En este punto distinguimos recibe. Dicha absorción puede consistir en En cuanto a adaptación personal, la inmigra- Algunos han estimado que la población ru-
tres dimensiones diferentes. un aprendizaje relativamente superficial o ción masiva debe haber implicado un costo ral nativa no exhibía un alto grado de organi-
1. Grado de participación: qué roles desem- impregnar profundamente la personalidad muy elevado. Las cifras de los regresos, y zación familiar. Si esto es verdad, entonces la
peña el inmigrante dentro de las institu- del individuo. La aculturación nunca es un todo lo que se ha dicho en párrafos anterio- inmigración ayudó a establecer un modelo de
ciones y grupos de la sociedad recepto- proceso unilateral: no solo afecta a los inmi- res acerca del fracaso parcial de la coloniza- vida familiar más regular y organizada entre los
ra; en qué medida está vinculado con su grantes sino también a la cultura receptora. ción y las dificultades de arraigo rural, son estratos inferiores11.
tierra natal; qué roles desempeña en las d. Por último, un aspecto importante de la asi- solamente una parte de la historia. Todos los La participación de los inmigrantes variaba
instituciones y grupos de la sociedad que milación es el grado de identificación de los documentos de la época abundan en referen- según las distintas esferas de actividad. En la
extranjeros y sus descendientes con el nue- cias y descripciones sobre los sufrimientos,
vo país: hasta qué punto pierden su identifi- restricciones y penurias de los inmigrantes en
10 Algunas partes de la tipología siguiente se han re- cación anterior y adquieren una nueva; qué el campo y en la ciudad. Muy poco sabemos 11 En 1942 se observaba todavía esta diferencia. Cf.
sumido del artículo de Germani, G. “The assimilation las observaciones de Taylor, C. C. 1948 Rural Life in
grado de profundidad tiene esta última y además en términos de desorganización fami-
of Inmigrants in Urban settings en Hauser, Ph. (comp.) Argentina (Baton Rouge: Louisiana State University
Handbook of Urban Studies (París: UNESCO). cómo afecta sus actitudes y conducta. liar y personal. Press) cap. 13.
532 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 533

esfera económica era siempre alta. Puesto que 1890 hasta 1910, cerca del 40 por ciento de los herente debido a las actitudes ambivalentes de la En cuanto a otras formas de participación:
la participación de los inmigrantes en la vida inmigrantes se casaron con personas que no élite gobernante. Pero esto no vale solo para los por ejemplo, participación formal en asocia-
económica de la nación implicaba una movili- eran connacionales, y muchos de ellos con mu- nacidos en el extranjero ni tampoco para sus hi- ciones voluntarias participación informal en
dad social ascendente, esto debe haber sido un jeres argentinas. jos. Después de 1916 comenzó a aumentar entre grupos espontáneos de tipo primario, y por fin
medio poderoso de integración. Treinta años La participación de los extranjeros en la vida los políticos activos la proporción de inmigrantes participación en el sistema de estratificación
después de que finalizara la inmigración masi- intelectual del país fue otra vía de integración. de segunda generación. En 1889 solo había un 38 social, es necesario distinguir todo el período
va, en la zona de Buenos Aires los inmigrantes Aunque por supuesto, no era un medio de par- por ciento entre los legisladores (diputados y se- que duró la inmigración masiva, hasta 1930, del
de segunda generación se hallaban en su mayo- ticipación masiva, ofrecía a los inmigrantes un nadores), pero esta cifra se había elevado al 55 período posterior hasta 1947 en que práctica-
ría en los estratos medio y superior y, junto con papel importante dentro de la élite intelectual y por ciento en 1916 (Cantón y Arruñada, 1960). El mente no hubo inmigración. En el primero, los
los de origen extranjero, constituían más de las contribuyó mucho al establecimiento de mode- grado de participación de los inmigrantes de se- inmigrantes construyeron sus propias estruc-
tres cuartas partes de los individuos ubicados los nacionales de expresión intelectual y artís- gunda generación era un reflejo de la historia po- turas –tanto en lo que se refiere a organización
en esos niveles12. Entre la élite empresaria esta tica. Las consecuencias de este hecho todavía lítica del país. La participación aumentó cuando formal como informal–, ya que sin duda exis-
proporción fue aun mayor: casi el 90 por cien- dan lugar a polémicas. Tanto los nacionalistas la clase media tuvo acceso al poder y disminuyó tían, uno al lado de otro, sistemas de estrati-
to aproximadamente en la misma época (Imaz, de derecha como los neonacionalistas de iz- cuando la “oligarquía” retornó mediante la revo- ficación especiales para cada nacionalidad. Se
1964: 136-138). quierda sienten que el cosmopolitismo típico lución militar de 1930. Aumentó nuevamente des- constituyó así una estructura pluralista en es-
El matrimonio cruzado fue otro instrumen- de la intelligentsia argentina es uno de los pués de 1945. Es digno de señalar que los últimos tas esferas y cuya existencia durante un largo
to esencial de participación e integración en la principales obstáculos para el surgimiento de dos presidentes constitucionales eran inmigran- período parecía, a juicio de muchos, poner en
vida del país. Durante el período que va desde una “auténtica” conciencia nacional. Con fre- tes italianos de primera generación. Si conside- peligro la integración de la sociedad nacional.
cuencia se ha culpado a la “oligarquía” y a su ramos los otros dos sectores de la élite dirigente Mientras, en efecto, la participación en las es-
afirmación de fe intelectual13. Pero cualquiera –los militares y la Iglesia– veremos que la parti- feras económicas y otras se realizaba en térmi-
12 El status socioeconómico promedio de los argentinos que sea la evolución del proceso, no puede ne- cipación de los descendientes de inmigrantes es nos de tal sociedad nacional, aquí se daban una
nativos cuyos padres eran también nativos era inferior al garse su existencia. muy elevada. En los últimos 25 años, el 77 por serie de sectores yuxtapuestos cada uno de los
de los inmigrantes de segunda generación. La posición cuales reclamaba la adhesión y lealtad de sus
Como hemos visto, la participación política direc- ciento de los generales y almirantes del ejército,
relativa promedio del extranjero era inferior a la del na-
tivo, pero algo más elevada que la de los que realizaban ta del extranjero fue poca y con frecuencia inco- la marina y la aeronáutica y el 77 por ciento de
migraciones internas. En este aspecto, la emigración a la los obispos eran de origen extranjero, en su ma- cuarta parte del total, el 35 por ciento eran de origen espa-
ciudad fue otro factor importante en la determinación del yoría hijos de inmigrantes14. ñol, mientras que el 16 por ciento restante eran de origen
status socioeconómico. Cf. Germani, G., Ferrari, B. y Se- 13 Para las ideologías de la “izquierda nacional” espe- español, mientras que el 16 por ciento restante eran des-
gre, M. 1965 “Características sociales de la población de cialmente véase Hernández Arregui, J. J. 1957 Imperia- cendientes de franceses o anglosajones (incluyendo ale-
Buenos Aires” (Buenos Aires: Instituto de Sociología de lismo y cultura (Buenos Aires: Amerindia) y 1960 La 14 Imaz, op. cit., págs. 60 y 175. En las Fuerzas Armadas. manes). Entre los obispos se destaca la influencia italiana:
la Universidad de Buenos Aires) (trabajo inédito). formación de la conciencia nacional (Buenos Aires). los altos oficiales de origen italiano representaban una la mitad de ellos eran hijos de campesinos italianos.
534 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 535

integrantes. Con el tiempo, sin embargo, se vio las asociaciones voluntarias –sobre todo en Otro mecanismo decisivo y que operó en la misma dirección lo encontramos en el hecho de
que aun cuando en determinados períodos la las clases populares– estaban inspiradas en las que los descendientes de los inmigrantes ingre-
existencia de esta segregación étnica consti- mismas ideologías políticas, y más en general, saban a menudo en las mismas asociaciones vo-
les el 3,5 por ciento. Estas reacciones se obtuvieron
tuía sin duda un factor negativo con respecto a en los mismos valores que predominaban en la de personas de distintas nacionalidades y de todas las luntarias de sus padres, y por este camino tales
la integración de los inmigrantes a la sociedad Argentina en esa época y que habían orienta- clases sociales. Las actitudes de los argentinos nativos organizaciones se fueron modificando, es decir,
nacional, gradualmente sus efectos, se limita- do la tarea de la “organización nacional” y esta clasificados por status socioeconómicos (véase cuadro perdieron cada vez más su carácter étnico espe-
ron a sectores especializados, pues tendieron coincidencia, en los principios democráticos, A) mostraron la correlación usual entre el bajo nivel de cífico; por ejemplo, el uso del idioma de origen
educación (y nivel socioeconómico) y el prejuicio.
a abarcar sobre todo aspectos expresivos y liberales o progresistas, fue otro poderoso ele- fue cada vez menor, hasta que en muchas de
adaptativos del comportamiento, lo que ocurría mento de vinculación con el país15. Cuadro A. Actitudes de los jefes de familia nativos frente a los ellas desapareció casi del todo, siendo reempla-
inmigrantes. Porcentaje de personas que respondieron que zado por el español. Es obvio que la interrup-
claramente con la mayoría de las asociaciones “excluirían” a los grupos étnicos o de nacionalidad diferente.
voluntarias, de carácter recreativo, asistencial Zona metropolitana de Buenos Aires. 1961 ción de la corriente inmigratoria, a partir de
y similar. Y el pluralismo en estos aspectos, 15 En la Argentina hay cierto antisemitismo. Sin em-
Grupos étnicos Status Status Status
1930, fue un poderoso factor en este proceso.
bargo, su grado de difusión no es mayor que en otros Debe señalarse, por último, que la partici-
como es sabido, de ninguna manera tiene por y nacionales socioeconómico socioeconómico socioeconómico
países occidentales, como en los Estados Unidos o en “excluidos” bajo medio alto
qué afectar el ejercicio adecuado de roles de Francia. Algunos episodios que han concentrado la
pación de los inmigrantes en estas estructuras
Italianos 12 3 1
carácter universal dentro de la estructura glo- atención internacional son una expresión de la comple- Españoles 9 2 0
plurales fue sin duda muy variable según las na-
bal. Por otra parte, estas mismas estructuras ja situación de la compleja situación política, pero no Judíos 34 22 14 cionalidades y los niveles económico-sociales.
plurales pudieron tener la función –y crecien- constituyen un prejuicio racial pronunciado o difundi- Norteamericanos 24 13 5 Con respecto a esto último, y relativamente a
do. En una investigación se halló que cerca del 22 por Ingleses 18 10 3 las inmigraciones de mayor volumen –la italia-
temente a medida que transcurría el tiempo de ciento de los jefes de familia que se consultaron en una Polacos 17 10 7
residencia– de intermediarios entre los grupos muestra tomada al azar en la zona metropolitana de Rumanos 15 8 7
na y la española– puede suponerse que la par-
inmigrantes y la sociedad nacional. En este Buenos Aires dieron respuestas antisemitas (cuando se ticipación del inmigrante de clase popular fue
sentido, favorecieron sin duda su integración a les preguntó específicamente por los judíos). Para pre- La hostilidad contra italianos y españoles era la menor menor, y se prolongó por mucho menos tiempo.
guntas similares, los informes sobre actitudes verbales y más reducida en todos los niveles socioeconómicos. Aunque las grandes asociaciones voluntarias
la vida del país aun cuando pudieran mantener
de los estudios realizados en Alemania Occidental, Las actitudes antinorteamericanas y antiingleses indi-
en vigencia tradiciones culturales de los países estaban constituidas sobre todo por personas
Francia y los Estados Unidos indicaron una proporción caban más una orientación ideológica que en prejuicio
–más a menudo de las regiones– de origen. Di- similar o más pequeña de respuestas prejuiciadas. Cf. racial. Fue muy evidente que las reacciones negativas de este nivel, en el promedio la proporción de
cha vigencia, como se sabe, es perfectamente Germani, G. 1962 “Antisemitismo ideológico y antise- con respecto a los judíos y a otros europeos del este afiliados era probablemente menor que para los
compatible con un alto grado de asimilación mitismo tradicional” en Comentarios Nº 34. En todo de clase baja eran con más frecuencia una expresión
caso, se sabe bien que el prejuicio contra los italianos de “tradicionalismo” que de antisemitismo ideológico.
en las demás esferas, sobre todo en un am- o los españoles es mucho menor. En la misma encues- Cf. Germani, G. 1962 “Antisemitismo ideológico y an- en Buenos Aires” (trabajo inédito basado en la misma
biente –como el argentino– libre de tensiones ta las respuestas que demostraban prejuicio contra los tisemitismo tradicional” en Comentarios Nº 34 y Korn, encuesta) (Buenos Aires: Instituto de Sociología de la
y antagonismos étnicos. Además, a menudo italianos fueron el 4,4 por ciento y contra los españo- F. “Algunos aspectos de la asimilación de inmigrantes Universidad de Buenos Aires).
536 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 537

niveles superiores, en las asociaciones corres- los Estados Unidos la diferencia consiste sobre Cuadro 23. Origen nacional o extranjero de la población. 1947-1960
pondientes. En cuanto a los sistemas plurales todo en que faltan, o son muy leves, los efectos Todo el país
Ciudad de Zona metropolitana de Buenos Aires. 1961**
de estratificación social, la hipótesis más proba- de actitudes discriminatorias, diferencias de 1947*
Buenos Aires
ble es que estos solo se mantuvieron en los ni- prestigio y tensiones hostiles entre los distin- Origen nacional (todas las
1947 Población de
edades) Jefes de familia
veles superiores, en el sentido de que, por ejem- tos grupos étnicos con la población nativa en % %
18 años y más
% %
plo, los grupos superiores de cada nacionalidad general. En varios casos, en las grandes ciuda-
mantuvieron cierta segregación y una escala des, cierta modalidad de vivienda –por ejemplo Argentinos de padres argentinos 53,3 30,9 25,2 33,1
de posición interna a cada grupo. En cambio el “conventillo”– ejerció más bien una función Argentinos de padres extranjeros 31,1 41,1 39,3 39,3
dicha segregación fue menor, y cada vez más integradora de las distintas nacionalidades. (uno o ambos extranjeros) 15,6 28,0 35,5 27,6
reducida con el tiempo, en los estratos inferio- Como es obvio, en la desaparición o disminu- 100,0 100,0 100,0 100,0
res. Aquí, por supuesto, al citado mecanismo de ción drástica de zonas vecinales de relativa ho-
Fuentes:
transformación interna de las asociaciones vo- mogeneidad fue también decisiva la renovación
* Censo de 1947.
luntarias y a la menor participación formal, se aportada por las sucesivas generaciones de hi- ** “Stratification and Mobility in Buenos Aires”, op. cit.
agregaron otros elementos que favorecían la in- jos y nietos de inmigrantes.
tegración en la sociedad nacional. En estos mis- El proceso descripto en cuanto a grado de
mos sectores, la segregación ecológica de los participación de la masa inmigrada en la socie- que hay pocos estudios científicos, pero en el que grantes a la cultura argentina preexistente, o de
grupos étnicos –en parte causa, en parte efecto dad global o en las estructuras plurales, y la gra- hay una abundante bibliografía sobre todo de ca- esta a algunas de las corrientes extranjeras más
de las estructuras plurales–, fue disminuyendo dual disolución de estas, debe ser considerado rácter literario y ensayístico, en la que se ha trata- numerosas: fue, por el contrario una sincresis
a través del tiempo. Aunque no se han utilizado dentro de un proceso mayor: la emergencia de do de caracterizar la sociedad que emergió o está que originó –sobre esto caben muy pocas dudas–
sistemáticamente los datos existentes y que po- nuevas formas culturales, y de un nuevo tipo emergiendo de la inmigración masiva16. Como se un tipo cultural nuevo, que todavía no se halla
drían permitir un análisis más refinado del pro- humano que sucede al existente en la sociedad empezó a señalar a propósito de la transforma- estabilizado. En el mismo es dable reconocer to-
ceso, las observaciones realizadas permiten ver previa a la inmigración masiva, y como efecto ción de la cultura rural, el resultado del “aluvión davía muchos de los diferentes aportes de distin-
–en la zona de Buenos Aires, por ejemplo– una de la interacción entre esta y aquella. inmigratorio”, como se lo suele denominar en tos grupos nacionales –particularmente aquellos
paulatina disminución de las áreas ocupadas Es, en efecto, con la emergencia de tales for- esta literatura, no fue la asimilación de los inmi- de mayor volumen como el italiano y el español–
por determinadas nacionalidades, aunque en mas culturales y la aparición de este nuevo tipo pero todos modificados sustancialmente y su-
1947 eran todavía perceptibles algunas de ellas. humano que hay que relacionar el grado de acul- mergidos en un contexto que tiende a darles una
16 Entre los escritores argentinos, los más importan-
Es importante agregar, sin embargo, que estas turación de inmigrantes, su identificación con tes son Esequiel Martinez Estrada, Jorge Luis Borges,
significación distinta. Particularmente visible
zonas no tenían muchas de las características el nuevo país y la pérdida de la identificación José Luis Romero, Carlos Alberto Erro, Eduardo Mallea en la zona metropolitana de Buenos Aires (seis
que son comunes en el caso de las ciudades de anterior. Nos encontramos aquí en un campo en y Raúl Scalabrini Ortiz. millones y medio de habitantes, un tercio del
538 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 539

país), es la influencia italiana en el lenguaje, mo- tos criollos, a pesar de distinguirse claramente Cuadro 26. Algunos indicadores de aculturación, participación e identificación en la población italiana y
dales, gestos, alimentos y muchas costumbres. de estos. Algunos productos populares de esta española de 18 años y más. Zona metropolitana de Buenos Aires. 1961
La influencia española, por lo demás no menos sincresis –como el tango, por ejemplo– poseen Status socioeconómico*
Indicadores Bajo
fuerte, resulta acaso menos visible por el hecho gran importancia emocional y simbólica como Alto Medio
de confundirse más fácilmente con los elemen- expresiones de la sociedad argentina. Más apego por la Argentina que por su país natal:
Inmigrantes italianos 48,6 48,7 46,8
Cuadro 24. Población extranjera por grupos de edad. 1947 Inmigrantes españoles 28,9 46,4 51,3
Grupos de edad Zona metropolitana de Buenos Aires Resto del país No afiliados a ninguna asociación extranjera:
Hasta 39 años 26,2 25,3 Inmigrantes italianos 88,9 95,7 95,3
De 40 a 59 años 51,8 50,1 Inmigrantes españoles 75,0 86,3 89,5
Más de 60 años 21,2 24,5
No desean retornar a sus países de origen y permanecer allí:
Se desconoce la edad 0,8 0,1
Inmigrantes italianos 94,4 91,7 93,2
100,0 100,0
Inmigrantes españoles 83,5 92,7 94,5
Fuente: IV Censo Argentino. Los amigos más íntimos son argentinos o argentinos y
extranjeros en la misma proporción:
Cuadro 25. Porcentaje de población extranjera por años de residencia en el país. 1947-1951 Inmigrantes italianos 100,0 89,5 86,1
Zona metropolitana Inmigrantes españoles 78,6 91,7 88,2
Ciudad de Buenos Aires.
Años de residencia Todo el país de Buenos Aires
1947* No se comunican con personas de su país natal:
1961**
Inmigrantes italianos 34,3 46,1 47,6
Hasta 9 años 7,9 6,9 13,9
10 a 19 años 16,5 20,7 17,5 Inmigrantes españoles 13,8 40,1 51,0

20 a 29 años 25,5 26,7 12,1 Nunca sintieron la discriminación:


Más de 30 años 45,2 41,5 56,5 Inmigrantes italianos 94,3 92,2 94,9
No se tienen datos 4,9 4,2 – Inmigrantes españoles 96,6 96,0 93,9

Fuentes: Nunca o pocas veces leen en su lengua materna:


* IV Censo Nacional (datos inéditos). Inmigrantes italianos 80,0 71,9 88,9
** “Stratification and Mobility in Buenos Aires”, op. cit.
540 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 541

En cuanto a los inmigrantes mismos, par- Podemos considerar también el papel de las
Status socioeconómico*
ticularmente a partir de la interrupción de la migraciones internas masivas en este proceso.
Indicadores Bajo
corriente inmigratoria, no hay duda de que por El Censo de 1947 es el único que proporcio-
Alto Medio
obra del tiempo y de la acumulación de los na alguna información sobre el origen nacional
No sienten preferencia por los filmes, teatro, etc., en su demás factores indicados aquí (en especial el de los padres. En esa época más de la mitad
propia lengua: surgimiento de esta cultura sincrética, perso- de la población había nacido de padres argen-
Inmigrantes italianos 21,4 54,1 49,7 nificada por sus hijos) adquirieron un grado tinos. El resto eran hijos de migrantes o inmi-
En su hogar hablan español, o español y su propia lengua en cada vez mayor de aculturación y sin perder grantes ellos mismos. La proporción del ele-
la misma proporción: su identificación emocional con la patria de ori- mento extranjero era mayor en Buenos Aires.
Inmigrantes italianos 92,9 67,6, 39,2 gen alcanzaron una identificación con la patria En 1961 solo una cuarta parte de los jefes de
Número de personas que respondieron: nueva. Su marginalidad en este sentido, no familia eran argentinos de tercera generación
Inmigrantes italianos 20 274 335 debe haber sido, ni es, conflictiva en la mayoría por parte de ambos padres; esta proporción se
Inmigrantes españoles 33 228 257 de los casos; y esto sobre todo por la carencia elevó a un tercio entre los adultos. La mitad de
Fuentes: Datos resumidos de Francis Korn: “Algunos aspectos de la asimilación de inmigrantes en Buenos Aires”. de tensiones y hostilidades de carácter étnico. las familias que vivían en Buenos Aires conta-
Instituto de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Trabajo inédito basado en la encuesta “Stratification and Gran parte de las proposiciones anteriores ban entre sus miembros por lo menos con uno
Mobility in Buenos Aires”, op. cit. podrán traducirse en hipótesis explícitamente nacido en el extranjero.
* Indice compuesto sobre la base de cuatro indicadores: ocupación, educación, ingresos y nivel de consumo. formuladas, a verificar en el estudio de la pobla- Así, la composición de la población es todavía
ción extranjera existente en la actualidad una bastante heterogénea, aun considerando solo
Los portadores de este nuevo tipo cultural son de que la heterogeneidad de los orígenes, y el parte de la cual se remonta a los años más próxi- el lugar de nacimiento de la población actual
los hijos de los inmigrantes y sus descendien- carácter reciente de su formación, hayan im- mos de la época de la inmigración masiva. y de sus padres, y dejando de lado el origen de
tes; en este sentido –con las excepciones poco pedido una verdadera fusión de los elementos sus abuelos. Solamente un proceso de rápida
importantes numéricamente de determinados componentes. Se trataría de una masa –afirma síntesis y una gran distancia cultural entre la
grupos nacionales y de los niveles socioeconó- J. L. Romero (1956)– “de carácter híbrido, re- La argentinización de la primera y la segunda generación de inmigran-
micos altos– se trata de personas perfectamen- sultante de los elementos extranjeros y crio- argentina y la supervivencia tes puede explicar el grado de homogeneidad
te aculturadas (como que son, en un sentido, llos que la constituyen y que coexisten en ella de la población extranjera que evidentemente se ha logrado. El efecto del
las creadoras de esta cultura) o identificadas sin que se resuelva predominio alguno en uno tiempo sobre la población extranjera fue otro
con el país, careciendo por lo general de toda u otro sentido”. Esta yuxtaposición sería tam- Examinemos en qué medida el proceso de factor que facilitó la homogeneización. No
identificación con la nacionalidad de origen de bién la causante de una insuficiente integración asimilación fue facilitado al interrumpirse la solo ha envejecido el grupo inmigrante sino
sus ascendientes. Se ha avanzado la hipótesis nacional. inmigración masiva de ultramar 35 años atrás. que también está compuesto por una mayor
542 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 543

proporción de personas con muchos años de tad de los inmigrantes. Sin embargo, muchos res, aun cuando en el presente todavía dispon- Germani, G. 1955 Estructura social de la
residencia en el país (ver cuadro 24 en página escritores argentinos lo pusieron en tela de gamos de ellos. Las interpretaciones contradic- Argentina (Buenos Aires: Raigal).
siguiente). juicio. Estas dudas no solo se han expresado torias pueden tener su origen en expectativas Germani, G. 1958 El proceso de urbanización
En investigaciones recientes pueden hallarse cuando el país estaba sumergido en el torrente diferentes acerca del grado y tipo de homoge- en la Argentina (Buenos Aires: Instituto de
algunos datos acerca del grado de asimilación de inmigración extranjera; también en años re- neidad cultural y conciencia nacional que po- Sociología).
e identificación de la población inmigrante que cientes hallamos una nostalgia por la sociedad drían lograrse en la Argentina. Si se consideran Imaz, José 1964 Los que mandan (Buenos
aún sobrevive. En el Cuadro 26 se incluyen solo criolla homogénea. Esta actitud es típica no los riesgos que implica incorporar semejante Aires: Eudeba)
los dos principales grupos de inmigrantes (ver solo de los nacionalistas del ala derecha sino cantidad de extranjeros en tan poco tiempo, la Bunge, A. 1944 “Ochenta y cinco” en Revista
cuadro 25 en página siguiente). también de intelectuales liberales como Erro, situación presente puede verse con optimismo. de Economía Argentina (Buenos Aires).
Pueden notarse algunas diferencias entre ita- Borges o Mallea. Pero si esta se mide según los estándares de un Ministerio de Agricultura 1925 Resumen
lianos y españoles, especialmente entre los estra- La inestabilidad política a partir de 1930, país que cuenta con una extensa tradición his- estadístico del movimiento migratorio
tos socioeconómicos bajo y alto. Los primeros se el estancamiento económico de los últimos tórica de homogeneidad cultural, por supuesto (Buenos Aires: Ministerio de
asimilaron más fácilmente que los segundos. Sin quince años y especialmente la fragmentación habrá menos motivos de optimismo. El proble- Agricultura).
embargo, los dos tipos de inmigrantes en conjun- de muchos grupos e instituciones se han im- ma es en primer lugar de tiempo y este es un Mortara, Giorgio 1947 “Pesquisas sobre
to parecen haberse asimilado bastante. putado a la falta de un verdadero sentimiento límite que posiblemente no pueda superar ni Populações Americanas” en Estudos
Aun cuando ellos no han perdido todos los vín- comunitario. Sin embargo, la Argentina era siquiera la asimilación más eficaz. Brasileiros de Demografía (San Pablo)
culos emocionales con su tierra natal, muestran estable y económicamente próspera cuando Monografía Nº 3, julio.
una identificación cada vez mayor con el nuevo el grado de homogeneidad cultural era mucho Romero, José Luis 1956 Argentina. Imágenes
país. Prácticamente nadie en estos dos grupos de- más bajo y la amenaza a la identidad nacional Bibliografía y perspectivas (Buenos Aires: Raigal)
sea retornar a su tierra. Con excepción de la clase mucho más seria. Los problemas presentes tie- Sarmiento, Domingo 1900 Obras completas
alta, la mitad de ellos están más apegados a la Ar- nen otras causas, aun cuando sean en parte una Canton, Dario y Arruñada, Mabel 1960 vol. V y XXIII
gentina que a su país de origen. Solo una minoría expresión del doloroso proceso de integración “Orígenes sociales de los legisladores” Thomas, Brinley (comp.) 1958 Economics
de españoles e italianos participa en las asociacio- nacional. De hecho, una de las consecuencias (Buenos Aires: Instituto de Sociología de la of International Migration (Londres:
nes extranjeras o tiene más amigos extranjeros. de las grandes migraciones internas fue preci- Universidad de Buenos Aires) Macmillan).
Entre los italianos, el empleo de la lengua mater- samente detener la segregación de la antigua De Aparicio, Francisco y Difrieri, Horacio Willcox, Walter (comp.) 1929 International
na parece estar confinado a sus hogares. población criolla y facilitar su fusión con los (comps.) 1961 La Argentina, suma de Migrations (Nueva York: National Boureau
La Argentina ha tenido bastante éxito en el descendientes de inmigrantes. geografía (Buenos Aires: Peuser). of Economiv Research)
logro de un alto grado de homogeneidad cultu- Quizá los testimonios reales no puedan por
ral e identificación nacional y en captar la leal- sí solos disipar o confirmar las dudas y temo-
Investigación en el campo
de la migración interna
en la América Latina* **

Gino Germani

E stas notas han sido preparadas para iniciar


una discusión sobre el tema y reflejan más
bien el punto de vista enfocado desde el campo
tegorías: (i) Investigación histórica con el fin
de analizar las migraciones internas tal como
ocurrieron en el pasado, en relación con otros
ser empleados sistemáticamente por parte del
científico sociólogo. Las migraciones internas
constituyen un aspecto muy importante del
proporcionar muestras y tabulaciones especia-
les a instituciones responsables.
Las posibilidades de la investigación, par-
sociológico que del demográfico. cambios sociales, culturales y económicos. proceso del desarrollo socio-económico, y la tiendo de los datos del censo, aumentan mucho
La investigación que más se necesita acer- (ii) Investigación del proceso de la migración investigación histórica en este campo es abso- más con el uso directo de tarjetas. Es cierto
ca de las migraciones internas en la América y las características de los migrantes hoy en lutamente necesaria. que la falta de recursos económicos y adecua-
Latina puede ser clasificada en dos amplias ca- día descrita, analizada e interpretada dentro En el censo de 1950 y aun más en el de 1960, dos equipos IBM (incluyendo computadores)
del contexto social total. Estas dos categorías ha sido incluida más información acerca de las que aqueja a los latinoamericanos dedicados
guardan una estrecha relación entre sí pero la migraciones internas; sin embargo, la mayor al estudio de las ciencias sociales no ha sido
* Esta es la traducción de un documento de trabajo que
debió haber sido usado en la versión inglesa de las Actua-
casi completa carencia de investigación histó- parte de esta información no será usada en ta- solucionada; sin embargo, el disponer de datos
ciones. La declaración en la versión en inglés fue basada rica hace conveniente considerar a esta como bulaciones cruzadas pertinentes a este tipo de es un importante paso de avance hacia el uso
en la presentación oral del autor ante la Conferencia. Cf. un sub-campo especial. migración. Respecto a los censos de 1960, los más completo de la información arrojada por
Germani, Gino 1965 “Needed Research on Internal Mi- En ambas categorías se requiere un uso más estudiosos y los institutos de investigación po- los censos.
gration” en Latin America. A paper in Components of amplio e intenso de los datos del censo. Aun drían solicitar tablas especiales de las Oficinas En ciertos casos, se podría emplear para in-
Population Change in Latin America, págs. 324-337.
** Germani, G. 1965 “Investigación en el campo de la
así los censos latinoamericanos –especialmen- Nacionales de Estadística, o se podrían obte- vestigación histórica el material de censos sin
migración interna en la América Latina” en The Mil- te en el pasado– ofrecen solo datos limitados ner muestras de las tarjetas. Aunque en el pa- publicar. Esto sería posible por ejemplo: (i)
bank Memorial Fund Quarterly, “Components of Po- apropiados para el estudio de las migraciones sado era casi o totalmente imposible obtener la cuando no han sido publicadas (y todavía es-
pulation Change in Latin America” (Nueva York) 45, internas, esta información disponible debe ser ayuda de estas oficinas en la mayor parte de los tán a la disposición) todas las tablas de censos
2ª parte, traducción del autor. empleada, lo cual no ha ocurrido hasta ahora. países latinoamericanos, la situación parece pasados, y (ii) cuando las tarjetas originales o
(Reimpreso de “Componentes de los Cambios Demográ-
ficos en América Latina”. Traducción de “Components Partiendo de los datos censos publicados, se haber cambiado recientemente. CELADE tiene los cuestionarios originales del censo han sido
of Population Change in Latin America” en The Milbank dispone de diferentes técnicas para calcular las varias muestras de los censos; y países como destruidos. Este caso en la Argentina, donde se
Memorial Fund Quarterly, 45, octubre, 1965, 2ª parte.) migraciones internas; y estos cálculos podrían Argentina, Chile, y otros, están dispuestos a dispone de los cuestionarios de los censos de
546 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 547

1869 y pueden 1895, pueden ser usados. El cos- básicos: (i) decisión de emigrar; (ii) transferen- gunos años, la UNESCO patronizó algunos es- Deberá hacer énfasis en la observación de
to de volver a codificar y perforar nuevas tar- cia; (iii) asimilación dentro de la sociedad en tudios acerca de la asimilación de los inmigran- los procesos transicionales que pueden ocurrir
jetas IBM para una muestra de 10.000 familias el lugar del destino. También, la investigación tes e las zonas urbanas. CELADE ha realizado en el lugar de origen, el grado de integración
(de 50 a 60.000 personas) ha sido calculado en deberá emplear un esquema conceptual más una encuesta sobre la migración en Santiago de o desintegración de la estructura tradicional y
$3.600 (dólares) (para cada censo), lo cual no adecuado y más completo que el habitual ba- Chile; en el Brasil, en El Salvador y Venezuela el proceso de movilización, que pueden afectar
es una cifra muy elevada. En mi opinión, se les sado en factores de atracción-y-repulsión. En han sido completados varios estudios sobre el a algunos sectores de la población. Para este
debe hacer ver a los investigadores de ciencias otra ocasión he sugerido el uso de tres niveles: terreno; al igual que en otros países. Son muy tipo de estudio, es esencial un análisis de ca-
sociales en América Latina la importancia de (i) un nivel “objetivo” que incluye los factores escasos los estudios llevados a cabo en el lugar racterísticas (demográficas, sociales y psico-
las varias posibilidades que conciernen el uso de atracción-y-repulsión bien conocidos, ya de origen y, en general, se puede decir que se lógicas) de los migrantes en comparación con
de datos de censos publicados o no. que existen “objetivamente” (o sea, según se sabe muy poco de los tres aspectos sobre la mi- los no-migrantes procedentes del mismo ori-
El amplio empleo de la información proporcio- observa sobre la base de indicadores dados) gración mencionados anteriormente. gen. Especialmente para el análisis de los pro-
nada por los censos significaría para el sociólogo en forma independiente de las percepciones, Los estudios en el lugar de origen incluyen un cesos selectivos y las motivaciones y actitudes
una riqueza considerable de información, espe- actitudes y motivaciones de las personas; (ii) análisis de niveles “objetivos” y “normativos” relacionadas con la migración o la estabilidad.
cialmente respecto a las características de los mi- un nivel “normativo” que se refiere a las nor- de los factores que determinan y condicionan Mientras que las actitudes y propensiones ha-
grantes. El estudioso podría usar las tarjetas del mas culturales que regulan la migración en el las migraciones. El conocimiento acerca del lu- cia la migración pueden ser estudiadas en el
censo como en la encuesta corriente, aplicando lugar de origen, y que en el lugar de destino gar de origen es necesario no solo debido a que lugar de origen, las características de los mi-
los procedimientos del análisis multivariado. Aun son relevantes al proceso de asimilación en sus sus características afectan la cantidad y tipo de grantes reales deben ser observadas en el lugar
si la información que proporciona el censo tiene diferentes aspectos; (iii) y, finalmente un nivel las migraciones y la selección de los migran- de destino.
un número de desventajas que reduce su confia- ”psico-social”, que concierne las actitudes, mo- tes, sino también porque la distancia cultural Los estudios sobre las circunstancias de la
bilidad, no necesitamos volver a hacer énfasis en tivaciones y comportamiento empírico de las entre el lugar de origen y el lugar de destino es transferencia deberán incluir varios temas, ta-
la gran utilidad que significa el uso de las tarjetas personas en el lugar de origen y en el lugar de un factor importante para determinar las con- les como el “canal” a través del cual ocurre a
de censo empleadas por el sociólogo. destino, en relación con los tres procesos bási- diciones de asimilación de los migrantes en el la migración (trabajo, canales relacionados, ca-
Aun haciendo completo uso de la informa- cos de migración. La investigación de este tipo nuevo contexto social. Esto prueba ser cierto nales de amistad o familia, etc.), migraciones
ción que proporcionan los censos, la investiga- requeriría una combinación de varias técnicas, especialmente en el caso de la migración rural- familiares o individuales, migraciones de una o
ción de las migraciones internas requiere estu- y especialmente encuestas de muestreo y estu- urbana, o la migración de zonas menos urba- múltiples etapas, etcétera.
dios ad hoc, especialmente las encuestas por dios sobre el campo tanto en el lugar de origen nizadas y modernizadas a otras urbanizadas y El aspecto principal de los estudios en el
muestreo y los estudios realizados sobre el mis- como en el de destino. modernizadas. Este tipo de análisis deberá in- lugar del destino es el análisis del proceso de
mo campo. La investigación de este tema pue- En la América Latina solo hay unos pocos cluir las condiciones económicas y sociales y asimilación. Este es el tipo de estudio más co-
de incluir uno o más de los tres procedimientos ejemplos de este tipo de investigación. Hace al- las principales instituciones sociales. rriente. En general, las encuestas sobre la po-
548 Gino Germani - La sociedad en cuestión

blación migrante han sido llevadas a cabo en extensión y condición de la participación del
el lugar de residencia, y los otros aspectos de migrante en las varias instituciones y sectores
migraciones –condiciones en el lugar de ori- de la sociedad receptora. También deberá ser
gen, motivaciones y circunstancias de la trans- considerada la naturaleza –conflictiva o no– de
ferencia– han sido incluidos en cuestionarios dicha participación; (iii) finalmente, la acultu-
dados a los migrantes entrevistados en el lugar ración de los migrantes es otro aspecto impor-
del destino. Sin embargo, este procedimiento tante del estudio de la asimilación.
deberá ser complementado, como indicamos Es de importancia capital un mayor conoci-
anteriormente, con estudios llevados a cabo en miento de los procesos de asimilación de los
el lugar de origen. migrantes –especialmente de su asimilación en
El procedimiento de asimilación es afectado las zonas urbanas– para comprender mejor los
en gran parte por las motivaciones y condicio- procesos del cambio de estructura que están
nes que han determinado la migración. ocurriendo a gran velocidad en la América Lati-
Otros factores importantes son: la distancia na. El surgimiento de un moderno proletariado
cultural entre el lugar de origen y el de desti- urbano, el impacto de la movilidad social y eco-
no, y las condiciones –en los niveles objetivos, lógica en grandes sectores de la población, y las
normativo y psicosocial– de la sociedad recep- consecuencias de estos procesos en la sociedad,
tora. Deberán analizarse varios aspectos en el son todos ejemplos de la clase de problema que
proceso de asimilación: (i) el grado y condición puede ayudar a resolver y entender la investiga-
de ajuste personal del inmigrante; (ii) el grado, ción acerca de la migraciones internas.
V
Las bases sociales de las
actitudes políticas
Los estudios electorales de Germani
Las bases sociales del voto, con referencia
particular a ocupación y voto

Raúl Jorrat

L os artículos de Germani sobre la “Diferen-


ciación de las actitudes políticas en función
de la estructura ocupacional y de clases” y “El
de las actitudes políticas” según diferentes cli-
vajes sociales. Y es así que Germani nos ofrece
el primer estudio de investigación electoral en
lar que, si bien no es necesario “que exista una
estrecha homogeneidad entre las dos series de
datos”, podría pensarse en “utilizar las listas
Por lo que respecta al cálculo de porcentajes
de votos, el autor nota que los hace sobre los
“votos emitidos” y no sobre los “votantes”. En
surgimiento del peronismo: el rol de los obreros Argentina usando datos agregados, a partir de del padrón que registran la ocupación de los realidad, por este último término Germani hace
y de los migrantes internos” constituyen, cada lo que se denomina “correlaciones ecológicas”. electores. A pesar de su imprecisión, tendrían referencia a los “inscriptos”, ya que observa
uno a su vez, un hito en la historia de los estudios Su inspiración surge de la geografía política la decisiva ventaja de proporcionar una infor- que otros estudios deberían tomar en cuenta a
electorales en la Argentina. El primero, por ser francesa y de la ecología política norteameri- mación de la composición ocupacional del mis- los que se abstienen de votar.
el primer análisis electoral en base a herramien- cana. mo cuerpo electoral” (p. 251). Esta sugerencia Germani está siempre atento a las cuestio-
tas estadísticas (correlaciones ecológicas) en el En tal sentido, ofrece correlaciones por ran- de Germani sería casi una necesidad en inves- nes metodológicas vinculadas a las herramien-
país, hasta donde llega nuestra información. El gos (coeficiente de Spearman) entre porcen- tigaciones posteriores, en la medida en que tas que usa. En este sentido, ofrece todas las
segundo, por ser el primer estudio –por parte de tajes de categorías ocupacionales sobre la po- la información ocupacional, particularmente previsiones del caso para las correlaciones
investigadores de ciencias sociales locales ex- blación económicamente activa y porcentajes desagregada en unidades más chicas como las ecológicas y cita bibliografía crítica, sin que
cluyendo a economistas– que utiliza herramien- de votos sobre el total de votos emitidos, para circunscripciones o departamentos, fue des- ello implique cuestionar su uso. Aceptando
tas estadísticas algo más sofisticadas como el resultados electorales de la ciudad de Buenos apareciendo de escena. Dificultades de este las críticas –y señalando que hubo respuestas
análisis de regresión múltiple. En ambos casos, Aires (naturalmente para varones solamente tipo enfrentaron estudios posteriores como los a las mismas– nota que esa argumentación
Germani fue un pionero. en esa época) en 1940, 1942, 1946 y 1948 (20 de Cantón y Jorrat, quienes debieron descansar “es correcta, mas no disminuye la utilidad
En cuanto al estudio publicado en 1955, una circunscripciones electorales). Germani, quien en la información ocupacional de los padrones de esta técnica cuando se la usa para deter-
vez completada la descripción y análisis de la utiliza información ocupacional censal (datos en sus estudios de la ciudad de Buenos Aires.1 minar tendencias, conjuntamente con otros
estructura de clases de la Capital Federal, el no publicados en el Censo de 1947 –Cuadro
interés de vincular clase y voto aparecía como 41– y que surgen de planillas especiales a las
1 Cantón y Jorrat, para correlaciones y regresiones Richard J. Walter, quien la construyera para su estudio
algo casi inevitable para el autor, en particular que tuvo acceso el autor, si bien no lo aclara vinculadas a resultados electorales de 1946, usan da- sobre la política en Buenos Aires a comienzos del siglo
para alguien interesado en la “diferenciación puntualmente en esta parte), no deja de seña- tos de una muestra del Padrón de 1934 facilitados por XX.
554 Gino Germani - La sociedad en cuestión Raúl Jorrat 555

datos” (p. 263, Nota al pie Nº 20; énfasis en el Ya en la consideración de los resultados sus- de una polarización Germani la encuentra más polémica, ya que constituye una evaluación crí-
original). Además, tiene el cuidado de seña- tantivos, señala Germani que los mismos avalan definida en sus resultados de 1946-1948 que en tica de diversos trabajos, en particular uno de
lar que lo que muestran estos coeficientes de la relación de los grandes grupos ocupacionales los que obtiene para elecciones anteriores. Peter Smith de 1972.
correlación ecológica, por ejemplo “una fuer- con comportamientos electorales específicos. Y Hay otros matices y especificaciones de in- La conclusión básica de Germani a partir
te correlación positiva […] tan solo significa agrega que no solo existe la diferenciación según terés que podrán encontrase en la lectura del de su análisis de regresión es que “se con-
que en aquellas zonas donde hay una fuerte las orientaciones políticas predominantes, sino trabajo de Germani que nos ocupa. Lo funda- firma la hipótesis ‘clásica’ relativa a la gran
proporción de cierta categoría ocupacional, por el “grado de homogeneidad (inferido del va- mental de estos comentarios introductorios preponderancia de los obreros urbanos en el
también se registra un fuerte porcentaje de lor de las correlaciones computadas) existente fue señalar los aspectos destacados de su con- electorado peronista, el rol esencial de los
votos de determinado partido” (p. 252). Para en el seno de cada grupo, y en la composición tribución, tanto por haber sido el generador de migrantes internos, la posición negativa de
atender a la significación de los coeficientes económico-social del electorado de los diferen- este tipo de estudios en la Argentina como por la clase media”. Y agrega que cuando en otra
de correlación por rangos de Spearman, hace tes partidos” (p. 259). Si bien esta observación la cuidadosa atención a las cuestiones metodo- ecuación “se aíslan los departamentos más
referencia a “una fórmula ampliada del error sobre la “homogeneidad” a partir de los valores lógicas y conceptuales involucradas. Y aquí hay rurales”, se observa que “los obreros rurales
estándar”, mencionando la cita correspon- altos de los coeficientes de correlación es algo no un último punto que es necesario destacar. Su apoyaron al peronismo, y que en estos distri-
diente; indica que para 20 unidades el coefi- necesariamente justificado por el valor de dichos aporte no hubiera sido posible sin su esfuerzo tos el porcentaje de empleados mantiene una
ciente de correlación debería alcanzar un va- coeficientes, es importante el esfuerzo de Germa- minucioso por rescatar planillas no publicadas correlación positiva, aunque baja, con el voto
lor de +/- 0,229 para ser significativo (p. 263, ni por avanzar en la interpretación de los datos. del Censo de 1947 y elaborar las categorías peronista, en contraste con lo que ocurre en
Nota al pie Nº 19).2 Y esta homogeneidad de orientación política la ocupacionales de interés. Que es normalmente los departamentos urbanos” (p. 443-444). En
encuentra particularmente acentuada en los ex- la tarea más ardua, menos “vistosa” y menos una observación precedente, el autor cita un
tremos de la estructura ocupacional: “obreros reconocida en este tipo de contribuciones. trabajo de Cantón, que a partir de correla-
2 La fórmula que usa Germani, según el texto citado, por un lado, profesionales por el otro”, mientras En el segundo trabajo sobre el surgimiento ciones ecológicas por provincias confirmaría
para el error estándar del coeficiente de correlación por los empleados exhibirían comportamientos más del peronismo, la indagación es mucho más “la hipótesis de que el peronismo es apoya-
rangos de Spearman es: error estándar = 1 / raíz de N-1; ambiguos” (p. 260). Las “clases populares” apo- amplia y ambiciosa. Recordemos que el artícu- do mayormente por los obreros y las clases
N = 20 en este caso. El valor de los coeficientes que
yando al naciente peronismo –antes al socialis- lo dio lugar a una abundante polémica, sobre bajas en general de todas las áreas” (p. 440-
Germani considera significativos son los superiores a
+/- 0,229, según su mención en Nota al pie Nº 19 a partir mo–, las medias y altas a la UCR. Esta tendencia, la que no entraremos aquí, polémica que le dio 441). No es la idea, recordemos, reflotar una
de su referencia al texto de Peters y Van Voorhis (1940). dejando de lado expresiones como las de “homo- amplia difusión a ese trabajo, distinto del pri- polémica, sino acentuar algunos puntos de
El valor usual sería el doble de indicado en su texto, geneidad”, ha sido repetidamente encontrada en mero.3 El propio artículo de Germani inicia la vista de Germani.4
+/- 0,450, bilateral, para un nivel del 0.025. De todas for- las investigaciones de Cantón y Jorrat desde esa
mas, esto no afecta básicamente el análisis, porque la
fecha –y anteriores– hasta el presente, en particu-
mayoría de los coeficientes de correlación a los que él 4 De todas formas, debemos señalar que nuestros
presta atención son bastante altos. lar para la ciudad de Buenos Aires. La existencia 3 Ver Llorente y Mora y Araujo, 1980. estudios con Cantón están en línea con la idea de un
556 Gino Germani - La sociedad en cuestión Raúl Jorrat 557

Una pregunta siempre central para Germa- ción para los coeficientes de regresión (solo el contexto de apoyar empíricamente sus afir- Tomo II (1912-1973) (Buenos Aires:
ni es ver en qué medida están empíricamente presenta la del coeficiente de correlación múl- maciones. Instituto Histórico de la Ciudad de
sustentadas sus afirmaciones. Hemos seña- tiple al cuadrado), para la cantidad de casos En estas breves notas presentando los es- Buenos Aires).
lado que el autor ofrece uno de los primeros considerados en esa ecuación, 35, el coefi- tudios electorales de Germani, nuestro énfa- Germani, Gino 1955 Estructura social de la
análisis de regresión múltiple por parte de ciente de obreros urbanos de +0,947 es sin du- sis estuvo puesto en resaltar los esfuerzos del Argentina (Buenos Aires: Raigal).
investigadores sociales argentinos.5 En este das altamente significativo. Más allá de estas autor en fundamentar o apoyar empíricamen- Germani, Gino 1973 “El surgimiento del
caso el autor vuelve a hacer uso de los datos observaciones, el enorme mérito de Germani te sus preocupaciones centrales, sin implicar peronismo: El rol de los obreros y de
inéditos del censo de 1947, aclarando aquí esa de producir hitos metodológicos ya hacia el ello que sus aportes se redujeran a este aspec- los migrantes internos” en Desarrollo
circunstancia y el número del cuadro, 41. Se final de su carrera académica es una contribu- to. Pero es lo que nos pareció crucial resal- Económico (Buenos Aires) 13, 51.
indica que son resultados provisorios y que ción singular. Y si tales avances metodológi- tar, en particular su obsesión en ensuciarse Llorente, Ignacio y Mora y Araujo, Manuel
todavía no se pudieron especificar algunas ca- cos van acompañados de su lucidez para leer las manos con la obtención y elaboración del (comps.) 1980 El voto peronista (Buenos
tegorías ocupacionales “más refinadas”, como e interpretar los datos, su figura se magnifica dato, su esfuerzo por manejar el estado de las Aires: Sudamericana).
“obreros industriales”, “obreros de servicios”, aun más. Es cierto que su lectura en este caso artes conceptual y metodológico de las dos Peters, Ch. y Van Voorhis, W. R. 1940
etc.6 Si bien no presenta valores de significa- llevó al difundido intercambio en Desarrollo épocas de los estudios electorales vistos aquí Statistical Procedures and their
Económico, lo que por otra parte resaltaba el (publicados en 1955 y 1973) –convirtiéndose Mathematical Bases (Nueva York:
aspecto cortante y polémico que a veces so- en pionero en ambos casos–, a la par de su no- McGraw-Hill) [Citado por Germani].
apoyo generalizado de la clase obrera al naciente pero- lía caracterizar a Germani.7 Pero siempre en table “imaginación sociológica” para avanzar Smith, P. H. 1972 “The Social Base of
nismo. Ver Cantón y Jorrat, 2001. sobre tales datos. Peronism” en Hispanic American
5 Es cierto que su presentación de los resultados de Historical Review (s/d) 52. [Reproducido
las ecuaciones son menos detallados que los que por deral) fue la de “obreros urbanos”. Señalamos esto por en Llorente y Mora y Araujo.]
ejemplo presenta Smith en su trabajo original y luego tratarse de una ecuación de interés básico.
en su réplica a Germani.
Bibliografía Smith, P. H. 1974 “Inferencia ecológica y
7 Por ejemplo, sobre el mencionado estudio de Smi- las elecciones argentinas de 1946”. En
6 En algunas ecuaciones hay variables que no entran th, luego de presentar los resultados básicos de este au-
Cantón, Darío y Jorrat, Jorge Raúl 2001 Desarrollo Económico (Buenos Aires) 14,
en la regresión y una nota con asterisco dice “No inclui- tor y posibles deficiencias, Germani afirma: “Dadas las
do en la regresión”, refiriendo a un Apéndice al final del graves omisiones en los datos originales y la relación Elecciones en la ciudad, 1864-2003. 54. [Reproducido en Llorente y Mora y
artículo. En otros casos, una nota con un guión señala, tenue e incierta entre los indicadores, (…) se puede Araujo.]
para los sectores rurales, “No utilizado en este análisis”. saber muy poco sobre la composición socioeconómica Walter, Richard J. 1993 Politics and Urban
Esto último es claro, aunque no sabemos bien por qué del apoyo peronista en 1946 en base a este estudio” estadística (…) de Smith, pero fundada en indicadores Growth in Buenos Aires: 1910-1942
al final –dejando de lado las ocupaciones rurales– la (p. 440; énfasis en el original). Y agrega más adelante, adecuados” (p. 443). No es de extrañar que Smith en su
única categoría ocupacional considerada para la ecua- introduciendo a su propio análisis de datos: “Se trata de respuesta de 1974, comience señalando estas dos afir- (Nueva York: Cambridge University
ción de “Gran Buenos Aires” (que incluye la Capital Fe- un análisis ecológico conducido con la misma técnica maciones críticas de Germani. Press).
Diferenciación de las actitudes
políticas en función de la estructura
ocupacional y de clases*

Gino Germani

Algunos antecedentes importancia. No corresponde ocuparnos aquí donde corresponde a André Siegfried el mérito Con todo, la obra de Siegfried representa una
de la extensa bibliografía teorética que se ha ido de haber iniciado estudios sistemáticos en este contribución de primera magnitud al estudio de
El estudio de la conexión entre estructura de acumulando desde las clásicas obras de Marx y campo con su ya clásico libro Tableau politique la sociología política y en particular de las re-
clase e ideologías políticas constituye en la ac- Engels hasta los más recientes aportes de Mann- de la France de l’Ouest sous la Troisième Ré- laciones entre estructura total de la sociedad y
tualidad uno de los capítulos de mayor interés heim y otros; solo nos referiremos a los trabajos publique (1913),1 se habla de geografía electoral comportamiento político. En Francia ha inspi-
de la sociología y de la psicología social. Toda experimentales o de observación que se han rea- más que de ecología política, mientras que este rado una larga serie de investigaciones en este
una disciplina especial –la sociología del cono- lizado recientemente sobre el problema de las término se emplea en los Estados Unidos. Tam- campo; recordamos los trabajos de Goguel, Le
cimiento– se ha constituido alrededor de este correlaciones entre ideologías políticas y clases bién hay ciertas diferencias de métodos, pues los Bras, George, Labrousse, Morazé. Otra notable
tema, aunque por supuesto su objeto no se limita sociales. En general, tales investigaciones han estudios de este último país utilizan con mayor investigación europea basada sobre estadísti-
meramente al pensamiento político y se extien- utilizado dos fuentes: las existentes previa o in- frecuencia técnicas estadísticas y datos cuantita- cas electorales es la de Heberle (1945) sobre
de al problema más general del condicionamien- dependientemente del estudio, o bien otras re- tivos. En la obra de Siegfried, por ejemplo, hay Alemania;3 sus conclusiones, alcanzadas a tra-
to social de todas las esferas del conocer. Desde cogidas especialmente por medio de encuestas interesantes descripciones geográficas y sobre vés de un estudio descriptivo de las diferentes
otra perspectiva la psicología social estudia los planeadas a tal efecto. el ambiente humano, económico y social, los as- áreas de la región alemana tomada en conside-
determinantes y concomitantes de las ideologías Las primeras han consistido casi invariable- pectos religiosos, de historia política, etc., más ración, fueron verificadas con la utilización de
políticas, y entre ellos el nivel económico-social, mente en los resultados electorales combinados escasos datos cuantitativos y pocos intentos de técnicas estadísticas (índices de correlación).
la ocupación, la clase social revisten esencial de varias maneras con otros datos relativos a las fundamentar explícitamente las inferencias.2 También en los Estados Unidos se han utiliza-
características económico-sociales, étnicas y reli-
giosas de la población. Típicamente, esta clase de
* Germani, G. 1987 “Diferenciación de las actitudes 1 También el historiador Ch. Seignobos se cuenta en- 3 Véase un resumen en la obra del mismo autor
investigación utiliza el método ecológico: lo que tre los iniciadores de estas investigaciones en Francia.
políticas en función de la estructura ocupacional y de Social movements. An introduction to political
clases” en Germani, G. Estructura social de la Argen- se estudia son áreas, la difusión de determinadas sociology (1951: 222 y sigs.). Véase allí una biblio-
2 Es la crítica que le dirige Goguel (1947: 57-58). Cf.
tina. Análisis estadístico. (Buenos Aires: Ediciones ideologías políticas (observada a través del voto) en este libro una bibliografía de los trabajos de geogra- grafía sobre otros estudios de ecología política en
Solar) pp. 247-263. en las diferentes zonas de un país. En Francia, fía electoral publicados en Francia. Alemania.
560 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 561

do ampliamente los resultados electorales. Re- dustrial, ganadera, etc.), la economía deter- la topografía determina cuáles zonas de titutos de opinión pública), hasta el empleo de
cordamos el estudio de Lundberg (1937: 719- mina la estructura de las clases y esta a su la ciudad son más convenientes para las cuestionarios más complicados, de escalas so-
732), Stuart Rice (1928), Gosnell (1942)4 (que vez la naturaleza de los problemas sociales diferentes funciones (la “city”, las zonas ciométricas, y de tests de exploración psicológi-
además de las correlaciones emplea el análisis y políticos sociales así como su actitud con industriales, residenciales, etc.); de allí la ca profunda.6 En todos los casos se estudian las
factorial), Ogburn (1919: 413-433), y muchos respecto a los problemas de orden nacional. diferenciación en el precio de la tierra y opiniones políticas en función de determinadas
otros. En la América Latina conocemos el es- De aquí la formación, el desarrollo y la persis- el nivel de los alquileres; sigue también la características: clase social, ocupación, sexo,
tudio de Cruz Coke (1952) sobre Chile, en el tencia de constelaciones de específicos movi- concentración selectiva de las varias capas religión, edad, grupo étnico, rasgos de la per-
que se analizan las cifras electorales en función mientos políticos y sociales en la región.5 sociales en determinadas zonas de la ciu- sonalidad. En algunos trabajos predomina una
de las características geográficas, económicas 2. El mismo esquema puede aplicarse muta- dad (barrios obreros, aristocráticos, etc.). orientación más claramente sociológica (por
y sociales del país. Trátase de una obra direc- tis mutandis a las grandes áreas urbanas: Por fin, la estructura de clase de cada zona ejemplo correlación entre opiniones políticas
tamente inspirada en la escuela francesa, bien dentro del área urbana se reflejará en los y ocupación o clase social) y en otros se trata
documentada y muy analítica. resultados electorales. de problemas más propios del campo de estu-
Todos estos trabajos de ecología política o 5 La importancia de los factores históricos ha sido dio de la psicología social (ideología y tipo de
puesta bien de relieve por la escuela francesa. La per-
geografía electoral se basan sobre ciertas hi- sistencia de ciertas constelaciones políticas llega a Huelga agregar que este esquema es una ex- personalidad).7
pótesis que representan el esquema teorético, manifestarse con la extraordinaria coincidencia en la trema simplificación del sistema de hipótesis Dejando de lado estos últimos, que escapan
explícito o implícito que guía y fundamenta proporción de votos reunidos por corrientes políticas que se deben emplear en cada caso: especial- a nuestro tema, recordaremos los numerosos
la investigación empírica propiamente dicha. análogas a distancia de un siglo. En algunos casos los mente cabe mencionar los factores históricos, trabajos realizados en los Estados Unidos,8
Heberle (1945: 213 y sigs.) los resume de este factores históricos modifican los efectos del tipo de
estructura social: así, el partido comunista en Francia composición étnica y religiosa de la población,
modo: resulta fuerte en dos zonas; la primera al norte, corres- contingentes cuestiones políticas, relaciones 6 Véase una reseña de los principales métodos de es-
ponde a una estructura económica altamente industrial entre los partidos, y otros elementos. tudio en Gerani (1944: 85-107).
1. las características geográficas de una región y capitalista (grandes empresas) y la segunda (al sur y El segundo tipo de investigaciones, que se
al centro) se caracteriza por un tipo de economía tradi- 7 Los ejemplos más típicos de estos últimos los encon-
–topografía, cualidad del suelo, materias pri- vale de datos recogidos en encuestas ad hoc, tramos en la investigaciones sobre el llamado “carácter
cional: aquí el predominio comunista presenta una co-
mas, clima, accesibilidad física, proximidad constituye una línea de estudio algo distinta de autoritario”, que se vinculan con las teorías de la per-
incidencia notable con el de otro partido de izquierda
de mercados, etc.– determinan el desarrollo de hace un siglo (1849): los montagnards (Cf. Goguel, la que hemos reseñado hasta ahora, pues aquí sonalidad social básica, ya aludidas en otras notas. De
económico de la región misma (agrícola, in- la abundante bibliografía sobre el tema citamos la obra
1947: 51-52). Haberle y otros, por otra parte, han verifi- falta el acento ecológico o geográfico. Los mé-
cado, con respecto a Alemania, la hipótesis de que “si más importante hasta la fecha: Adorno et al. (1950).
todos de recolección de datos varían: desde las
bien los partidos pueden cambiar, las actitudes políti- 8 De la numerosa bibliografía sobre el tema recorda-
simples entrevistas, con preguntas sencillas y
4 Este autor ha publicado también otros numerosos cas básicas tienden a permanecer constantes mientras mos además de la obra de Centers (1949), los trabajos
trabajos sobre el mismo tema, utilizando técnicas esta- permanezcan invariados los intereses y otros factores empleo de muestras representativas (como en de Saengers (1945: 103-112); Almond (1945: 213-255) y
dísticas. estructurales de la sociedad” (Heberle, 1945: 225). el caso de las encuestas Gallup y de otros ins- Stagner (1936: 438-454).
562 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 563

Inglaterra,9 y otros países anglosajones10 sobre psicológicos (tipo de personalidad, peculiarida- Cuadro 1. Ideologías políticas de diferentes grupos ocupacionales. Estados Unidos. 1945*
la conexión entre clase social y opiniones polí- des biográficas de cada individuo, etc.). Como Ideologías políticas
ticas. En general, estos estudios han verificado ejemplo del tipo de resultados a que suele lle- Liberales e
Grupos ocupacionales Ultra- Izquierdistas
la hipótesis de una fuerte correlación entre am- garse en estas investigaciones reproducimos un Conservadores Indetermindos izquierdistas
conservadores extremos
bas variables, comprobándose sin embargo un cuadro del libro de Centers, en el que se dan los moderados
amplio margen de indeterminación; de ninguna porcentajes de “conservadores” y “liberales” o Grandes capitalistas 55,5 31,4 11,1 0,0 1,9
manera todos los miembros de una clase o de un izquierdistas (ambos bajo la denominación de Profesionales 30,2 39,7 19,2 4,1 6,8
grupo ocupacional manifiestan la misma orien- “radicales”) en diferentes estratos ocupaciona- Pequeños propietarios
45,8 28,2 17,6 6,9
tación política. La correlación se verifica en el les (muestra representativa de los Estados Uni- comercio e industria
sentido de que en cada estrato predominan de- dos; la ideología se determinó con un cuestiona- Empleados 24,4 31,4 28,5 10,5 5,2
terminadas ideologías, quedando una minoría de rio). Los efectos de la pertenencia a una clase Obreros manuales
12,2 26,4 34,4 17,2 9,8
mayor o menor importancia que sustenta otras sobre la ideología profesada es evidente, mas de especializados
opiniones. Estas divergencias son menores en ninguna manera se trata de una determinación Obreros manuales
5,2 16,1 29,3 28,7 20,7
las capas extremas (especialmente en la clase rigurosa (ver cuadro 1 en página siguiente). semiespecializados
alta) y están vinculadas al grado de conciencia Con esta digresión del tema principal se ha Peones 2,5 20,8 39,0 20,8 16,9
de clase de cada grupo, a otros posibles facto- querido señalar la importancia de estudios de * Adaptación del Cuadro 8 de Centers (1949: 57).
res sociológicos (religión, origen étnico, etc.) o esta naturaleza para el conocimiento de la rea-
lidad social del país. Aun dentro de la escasez
de datos y de medios disponibles, creemos que cional de la población se han computado algunas mujeres; en cambio la población activa incluye
9 Citamos entre otros: Bonham y Martin (1952: 222-
la atención de los estudiosos podría verse re- correlaciones entre preferencias políticas, ex- personas de menor edad (desde los 14 años), los
241), Birch y Campbell (1950: 197-208); Eysenk ha uti-
lizado en estos trabajos el análisis factorial (1951: 198- compensada al emprender investigaciones en presadas a través del voto en algunas elecciones extranjeros y las mujeres. Ahora bien, aunque lo
209). Este autor ha mostrado entre otras cosas que en este campo, prácticamente inexplorado. nacionales, y características de la estratificación que se pretende comparar son zonas, tratándose
el seno de un mismo partido hay notables diferencias social en diferentes zonas urbanas de la Capital de establecer si ciertas constelaciones de prefe-
entre los miembros pertenecientes a las clases medias y Federal. Es necesario recordar que las dos series rencias políticas corresponden a determinado
los que pertenecen a las populares, hecho por lo demás
ya conocido; recuérdense las observaciones de Michels
Categoría de ocupación y voto de datos –resultados electorales y composición tipo de estructura de clases, se comprende que la
(1912, especialmente en Parte IV, Cap. VI). político en la Capital Federal ocupacional de la población activa– son hetero- presencia de los factores de perturbación apun-
10 Ver Hammond (1952). Un artículo de síntesis críti- géneos. El cuerpo de votantes se compone de tados podría quitar todo sentido a las correlacio-
ca sobre los trabajos más recientes puede hallarse en Con la ayuda de la información recogida sobre ciudadanos argentinos mayores de 18 años, ex- nes a computar. Para evitar este inconveniente se
Touraine (1951: 155-176). la estructura de clases y la composición ocupa- cluyéndose hasta las últimas elecciones a las pueden emplear dos técnicas: estimar la propor-
564 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 565

ción de mujeres extranjeras y menores en cada Por los motivos aludidos nos hemos circuns- Profesionales; Empleados, Empleados públi- fuerte correlación positiva no indica natural-
grupo ocupacional, y eliminarlos para obtener así cripto a realizar una limitada investigación de cos, Obreros públicos). También se ha realiza- mente que todos los miembros de determinado
cifras comparables con las del patrón electoral. O ecología política urbana en la Ciudad de Buenos do una estimación de la proporción de clases grupo ocupacional hayan votado al partido con
bien podrían estudiarse zonas comparativamen- Aires, efectuando también algunos cómputos populares en cada provincia, depuradas de respecto al cual se registra la correlación: tan
te más homogéneas desde el punto de vista de la para el Gran Buenos Aires y el resto del país. menores extranjeros y mujeres. Por último, se solo significa que en aquellas zonas donde hay
presencia de esos tres elementos ajenos. Así, la Para determinar las preferencias políticas han calculado los índices de correlación entre una fuerte proporción de cierta categoría ocu-
diferencia en cuanto a porcentaje de extranjeros de cada zona urbana de la Capital se han cal- los porcentajes obtenidos por cada partido y pacional, también se registra un fuerte porcen-
es muy fuerte entre la Capital Federal y el resto culado en primer lugar los porcentajes de vo- los correspondientes a cada grupo ocupacio- taje de votos de determinado partido; o bien,
de país, mas es mucho menor cuando se compa- tos obtenidos en 20 circunscripciones por los nal. Recordamos que el índice de correlación12 en el caso de correlación negativa, que se da la
ran las diferentes circunscripciones de la ciudad principales partidos políticos en las elecciones varía entre –1 y +1, indicando fuerte conexión situación inversa. Una correlación significativa
misma, o de los partidos del Gran Buenos Aires. de diputados nacionales realizadas en los años (positiva o negativa) entre los dos variables al permite inferir la existencia de una tendencia
A los fines de una correlación ecológica en el sen- 1940, 1942, 1946 y 1948; además, para las de acercarse a la unidad y ausencia de la misma al por parte de los miembros de cierto estrato so-
tido ya definido (estructura de clase de cada zona este último año se han calculado también las acercarse a 0. El límite de significación estadís- cial hacia una ideología política, mas es insufi-
y voto político) no es en realidad necesario que cifras correspondientes a los 13 partidos que tica está dado por el error standard:13 cuando ciente para estimar a qué proporción del total
exista una estrecha homogeneidad entre las dos integraban el Gran Buenos Aires, y en un caso, el índice resulta inferior al valor de este no de- afecta en realidad esa preferencia. Ciertas con-
series de datos, y por este motivo es posible uti- las de 1946, elecciones presidenciales única- bería ser tenido en cuenta. La existencia de una jeturas pueden hacerse a partir del volumen
lizar este segundo recurso, mucho más práctico mente para todo el país. Para determinar la de votos de cada partido: una correlación muy
que las laboriosas estimaciones necesarias para composición ocupacional de cada circunscrip- fuerte entre un partido que obtuvo pocos votos
el primero. Debemos advertir, sin embargo, que ción de la Capital y partidos de la Provincia se 12 Se ha utilizado el índice de correlación no pondera- y una ocupación con gran cantidad de miem-
en un estudio más profundo y más general, estos han calculado los porcentajes sobre la pobla- do (o de rangos) clásicamente usando en esta clase de bros sugiere que probablemente entre los vo-
investigaciones. Su fórmula es:
cómputos no podrían evitarse. Además, podrían ción activa de diferentes categorías de ocupa- tantes de ese partido se cuenta con una buena
utilizarse las listas del padrón que registran la ción (Obreros, Obreros industriales; Patronos proporción de miembros de tal ocupación, mas
ocupación de los electores. A pesar de su impreci- industriales, Patronos de comercio y servicios; en la que d = diferencia entre porcentajes de las dos no la inversa: todos los restantes miembros de
sión tendrían la decisiva ventaja de proporcionar series en cada zona y N = número de zonas. esta pueden haber votado en gran porcentaje a
una información de la composición ocupacional 13 Se ha empleado la fórmula ampliada del error otro partido.14
del mismo cuerpo electoral.11 O también podría estudiarse los resultados de “mesas” standard que para estos casos aconsejan Peters y Van
electorales. O también podría estudiarse los resultados Voorhis (1940: 153). En los cómputos relativos a las 20
de “mesas” cuyos patrones fueran particularmente ho- circunscripciones de la Capital, el Error Standard es 14 Recientemente un autor ha formulado graves reser-
11 Debería naturalmente emplearse una muestra repre- mogéneos desde el punto de vista de su composición 0,229; es decir las correlaciones encontradas deben ser vas acerca del empleo de la correlación ecológica para
sentativa de los varios millares de “mesas” electorales. económico-social. superiores a ±0,229 para ser significativas. la determinación de la conducta de los individuos. Debe
566 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 567

Observemos ahora las correcciones obte- mente) gran parte del voto obrero se repartió Cuadro 2. Correlaciones entre porcentajes de varias categorías ocupacionales y porcentajes
nidas estudiando por separado los diferentes entre los demás partidos; de estos únicamente de votos obtenidos por partidos políticos en las 20 circunscripciones de la Capital Federal.
grupos ocupacionales (ver cuadro 2 en página el Socialista gozó de cierta ligera preferencia 1940, 1942, 1946, 1948
siguiente). y otro de un fuerte rechazo (Concordancia). (A) OBREROS
Con respecto a los demás no se manifestó nin- Partidos 1940 1942 1946 1948
guna tendencia especial. Cuando se observan Alianza – – -0,829 -0,866
Obreros y obreros industriales los obreros industriales se advierte –en estos Comunista – – – +0,624
(Cuadro 2, A, B y C) años– la misma orientación que para el conjun- Concentración Obrera +0,528 +0,417 ** **
to de los obreros, con una notable diferencia: la Concordancia -0,076* -0,644 – –
Antes de 1946 se registra una notable correla- preferencia hacia el Partido Socialista es más Peronista – – +0,973 +0,895
ción positiva con Concentración Obrera y una marcada, del mismo modo que la asociación Socialista +0,197* +0,388 -0,820 +0,671
menor con el Partido Socialista (especialmente negativa con respecto a Concordancia. Unidad y Resistencia – – -0,378 –
en 1942); correlación negativa se observa con En las elecciones de 1946 y 1948 (únicas to- Unión Cívica Radical -0,243 -0,116* -0,908 -0,951
respecto a Concordancia; para los demás par- madas en cuenta después de la primera fecha)
tidos no se registran correlaciones significati- se observa un cambio radical de orientación: (B) Obreros industriales
vas (la negativa, muy débil, con respecto a la una correlación altísima corresponde al Partido Partidos 1940 1942 1946 1948
UCR en 1940, se halla demasiado próxima al Peronista y –en 1948– otra bastante fuerte al Co- Alianza _ _ -0,853 -0,939
nivel mínimo para ser tenida en cuenta). Como munista; todas las demás son negativas y en al- Comunista – – – +0,718
el partido Concentración Obrera reúne un es- gunos casos, bastante altas. En 1948, en los par- Concentración Obrera +0,733 +0,626 ** **
caso número de votantes (30.000 aproximada- tidos del Gran Buenos Aires, los cómputos de Concordancia +0,268 -0,731 – –
correlaciones muestran la misma orientación, Peronista – – +0,898 +0,771
advertirse que esta técnica es ya clásica, no solo en la
mas con índices más bajos (excepto el Partido Socialista +0,276 +0,554 -0,705 -0,539
ecología política, sino en toda clase de investigaciones Comunista), disminuyendo hasta por debajo del Unidad y Resistencia – – -0,352 –
sociológicas, algunas de ellas de gran importancia den- límite de significación la correlación negativa Unión Cívica Radical -0,340 -0,211* -0,966 -0,913
tro de la historia de esta ciencia. La argumentación ma- del Partido Socialista. En 1946 y 1948 se mani-
temática de Robinson (1950: 351-357) es correcta, mas fiestan además fuertes correlaciones negativas (C) Obreros de entidades públicas
no disminuye la utilidad de esta técnica cuando se la
usa para determinar tendencias, conjuntamente con
con respecto a Alianza. La interpretación de los Partidos 1940 1942 1946 1948
otros datos. Véase a este propósito el comentario de resultados electorales y de los mismos índices Alianza – – -0,641 -0,719
Menzel (1950: 674) y el de Goodman (1953: 663-664). de correlación se complica por el hecho del Comunista – – – +0,392
568 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 569

Partidos 1940 1942 1946 1948 (F) Profesionales


Concentración Obrera +0,467 +0,451 ** ** Partidos 1940 1942 1946 1948
Concordancia -0,004* -0,005* – – Alianza – – +0,849 +0,863
Peronista – – +0,920 +0,878 Comunista – – – -0,612
Socialista -0,006* -0,006* -0,853 -0,617 Concentración Obrera -0,535 -0,434 ** **
Unidad y Resistencia – – -0,518 – Concordancia +0,316 +0,656 – –
Unión Cívica Radical -0,196* -0,196* -0,802 -0,907 Peronista – – -0,869 -0,860
Socialista -0,215* -0,383 +0,810 +0,645
(D) Empleados
Unidad y Resistencia – – +0,357 –
Partidos 1940 1942 1946 1948
Unión Cívica Radical +0,226* +0,084* +0,918 +0,942
Alianza – – +0,490 +0,595
Comunista – – – -0,458 (G) Patronos industriales
Concentración Obrera -0,377 -0,236 ** ** Partidos 1940 1942 1946 1948
Concordancia +0,104* +0,293 – – Alianza – – +0,003* -0,014
Peronista – – -0,653 -0,580
Comunista – – – +0,291
Socialista -0,174* -0,232 +0,571 +0,372
Concentración Obrera +0,511 +0,672 ** **
Unidad y Resistencia – – +0,173* –
Concordancia -0,262 -0,372 – –
Unión Cívica Radical +0,353 +0,446 +0,692 +0,658
Peronista – – -0,095* -0,164*
(E) Empleados públicos Socialista +0,064* +0,294 +0,082* +0,036*
Partidos 1940 1942 1946 1948 Unidad y Resistencia – – +0,133* –
Alianza – – +0,713 +0,633 Unión Cívica Radical -0,032* +0,047* -0,036* +0,062*
Comunista – -– – -0,595
(H) patronos de comercio y servicios
Concentración Obrera +0,353 +0,160* ** **
Concordancia +0,238 +,0389 – – Partidos 1940 1942 1946 1948

Peronista – – -0,689 -0,669 Alianza – – +0,371 +0,428


Socialista -0,143* -0,286 +0,566 +0,562 Comunista – – – -0,031*
Unidad y Resistencia – – -0,083* – Concentración Obrera -0,189* -0,129* ** **
Unión Cívica Radical +0,250 +0,142* +0,720 +0,683 Concordancia -0,217* +0,141* – –
570 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 571

Partidos 1940 1942 1946 1948 Cuadro 3


Peronista – – -0,515 -0,447 Diferencias 1946/1942
Socialista +0,163* +0,020* +0,430 +0,080* Votos Votos
Votantes
P. Soc. UCR
Unidad y Resistencia – – +0,675 –
10 circunscripciones con mayor porcentaje obrero* (4, 2, 1, 3, 15, 16, 12, 8, 9, 17) +48% -35,1% +17,2%
Unión Cívica Radical +0,272 +0,440 +0,435 +0,553
10 circunscripciones con menor porcentaje obrero * (18, 13, 13, 6, 7, 10, 5, 14, 19,
* Correlación no significativa +46% -13,4% +17,4%
11, 20)
– No participó en las elecciones
** No se computó * Excluido personal del servicio doméstico.

fuerte incremento en el patrón electoral y en la voto al Socialismo, Concentración Obrera y en Empleados y empleados públicos producente afirmar que los votos de los emplea-
cantidad de votantes.15 En las elecciones de fe- menor medida de la UCR, al Partido Peronista. dos en 1946 y 1948 se orientaron a primer lugar
brero de 1946 participaron casi el 46% más de Véanse, en efecto, cuáles fueron las modificacio- La característica del grupo de los “empleados” hacia la UCR y el Partido Socialista; es bastante
votantes que en las de 1942. No hay duda de que nes porcentuales entre las dos elecciones (ver en general es la de no manifestar tendencias muy probable que cierta proporción haya ido al Par-
muchos de los 190.000 nuevos votos pertenecían cuadro 3 en página siguiente). definidas. Esto es particularmente cierto para el tido Peronista, pero en medida acaso inferior a
a personas de ocupación obrera (recuérdese la Estas cifras confirman el cambio de tenden- período anterior a 1946: las únicas correlaciones la de las agrupaciones nombradas. En cuanto a
inmigración de masa de los años anteriores) y cia señalado por la inversión de las correlacio- que superan perceptiblemente el límite mínimo Alianza, el significado de la correlación positiva
por lo tanto fueron a engrosar en alta propor- nes entre porcentajes obreros y votos socialis- son las positivas con respecto al voto radical, con el porcentaje de empleados indica que en
ción al electorado peronista. Sin embargo, un ta: aunque cierta cantidad de votantes de esta y quizás la negativa (1940) con Concentración su electorado esta categoría es importante, mas
examen de las diferencias de votos en las cir- categoría puede haber seguido sin duda apo- Obrera. Todas las demás están debajo o muy cer- –dado el escaso caudal electoral de la agrupa-
cunscripciones más obreras con respecto a las yando a tal partido. Las menores pérdidas de la ca de ese límite y no pueden tomarse en consi- ción y el elevado volumen numérico del grupo de
menos obreras demuestra que una considerable UCR en las zonas obreras y las relativas ganan- deración. En 1946 y en 1948 se manifestaron ten- los empleados– el porcentaje de estos que votó
cantidad de preexistentes debieron trasladar su cias en las no obreras también concuerdan con dencias más pronunciadas: una asociación posi- Alianza es reducido. Los empleados públicos no
la orientación revelada por las correlaciones. tiva con la UCR, el Partido Socialista (en menor manifiestan tendencias muy distintas de las de
La composición social del electorado de estos medida) y Alianza Libertadora, y correlaciones la categoría en general: mayor asociación posi-
15 Los cómputos se han realizado –para simplificar–
sobre el total de votos emitidos y no sobre el de vo- dos partidos queda por otra parte confirmada negativas con el Partido Peronista y el Partido tiva con Concordia, y menor con la UCR, antes
tantes. En realidad, en una investigación más completa, al examinar las preferencias de las otras cate- Comunista (1948). Teniendo en cuenta el caudal de 1946; luego mayor asociación positiva con la
deberían analizarse atentamente las abstenciones. gorías ocupacionales. de votos de cada orientación política parecería UCR y Alianza.
572 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 573

Patronos comerciales y de servicios. excepto la asociación negativa con respecto a va, mas se halla por debajo del nivel de significa- tente en el seno de cada grupo, y en la com-
Patronos industriales. Concentración Obrera, no manifestó otras ten- ción. Con respecto al Gran Buenos Aires (1948) posición económico-social del electorado de
dencias estadísticamente perceptibles antes se observa la misma orientación registrada en la los diferentes partidos.
Es interesante la comparación del comportamien- de esa fecha. En 1946 y en 1948 se destaca por Capital Federal, pero menos acentuada. c. Ciertos grupos de posición más extrema en la
to de estas dos categorías de la clase media autó- la fuerte correlación negativa con respecto al A pesar de las limitaciones en los datos dis- estructura –obreros por un lado y profesiona-
noma: los industriales revelan actitudes algo más Partido Peronista y positivas en primer lugar ponibles y la imperfección del método, estos les por el otro– tienden a mayor homogeneidad
próximas de las adoptadas por las clases populares, con la UCR y el Partido Socialista (con menor cómputos no solo confirman la bien conocida en cuanto a su orientación política. Actitudes
mientras que los comerciantes se acercan más al intensidad en 1948). El apoyo que este grupo vinculación entre estructura económico-social más ambiguas corresponden a la categoría de
tipo de orientación de las clases medias en su con- acordó a Alianza es aparentemente el más pro- e ideologías políticas, sino que también propor- los empleados. A este respecto, sin embargo,
junto. Los industriales manifiestan antes de 1946 nunciado de todos los aportes que esta recibió. cionan un cuadro bastante claro de la orien- conviene distinguir el período anterior a 1946
una correlación positiva con Concentración Obre- Es notable también la inversión de tendencia tación de las diferentes clases sociales en el del posterior. La posición de todos los grupos
ra; con respecto a los demás partidos no se descu- entre 1946 y 1948 con respecto a las listas de período estudiado y en particular muestran in- ocupacionales aparece, en efecto, mucho más
bren tendencias definidas. Después de esa fecha las Unidad y Resistencia y Partido Comunista: en teresantes aspectos de los profundos cambios definida en este segundo período. Así, mien-
correlaciones descienden por debajo del nivel de 1946 hay una ligera asociación positiva con la producidos en el electorado entre 1943 y 1946. tras con anterioridad a 1946 las correlacio-
significación o casi. Por el contrario, los patronos primera lista; en 1948 la situación con respecto En síntesis esta investigación –que como se nes computadas no revelan la existencia de
de comercio y servicios, que solo habían manifesta- a la segunda se invierte por completo. advirtió debe considerarse como un estudio partidos con electorado homogéneo desde el
do una ligera asociación positiva con la UCR, acen- Estas consideraciones se ven grosso modo preliminar– ha puesto de relieve lo siguiente: punto de vista de su composición ocupacio-
túan luego esta tendencia revelando también cierta confirmadas por algunos cómputos que se han nal, después de esa fecha el panorama cambia
asociación positiva con respecto al Partido Socia- realizado con respecto a la zona del Gran Buenos a. Los grandes grupos ocupacionales estudiados fundamentalmente con la polarización de la
lista (1946). Su correlación con el peronismo es en Aires y a todo el país. Después de haber estima- –obreros, empleados, profesionales, industria- clase popular (obreros urbanos únicamente
cambio negativa, como ocurre –para las elecciones do el volumen numérico de las clases populares, les y comerciantes– revelan en el acto electo- en el caso de la Ciudad de Buenos Aires) por
estudiadas– con todas las categorías de la clase me- eliminando extranjeros, menores y mujeres, se ral comportamientos específicos vinculados un lado, y de las clases media y alta –patro-
dia. También se observa cierto apoyo a Alianza. ha calculado el índice de correlación con el voto con la diferente posición en que tales grupos nos, profesionales, empleados– por el otro,
peronista, para el total del país, que resultó po- se ubican dentro de la sociedad global. nucleándose esas dos categorías alrededor de
sitivo (+0,623); con los patronos la correlación b. Los efectos de tal ubicación se revelan no las dos agrupaciones políticas más importan-
Profesionales es negativa (-0,539), pero debe advertirse que es solamente en el tipo de orientación política tes, una mayoritaria (Partido Peronista) apo-
menor para los patronos industriales, y nula para predominante en cada grupo, sino también yada prevalentemente por la clase popular, y
Esta categoría es la que manifestó la más alta los arrendatarios rurales. La correlación con la en el grado de homogeneidad (inferido del otra minoritaria (Unión Cívica Radical) apo-
correlación con Concordancia antes de 1946; categoría de “empleados” es ligeramente negati- valor de las correlaciones computadas) exis- yada por las clases media y alta.
574 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 575

d. Discriminaciones más detalladas en la clasi- una investigación más profundizada del nexo actitudes sociales” en Boletín del Instituto Menzel, H. 1950 American Sociological
ficación ocupacional permiten también dis- estructura social-orientación ideológica. de Sociología (Buenos Aires) 3. Review (Chicago) 15.
tinguir ciertas variaciones significativas en Goguel, F. 1947 Initiation aux recherches de Michels, R. 1912 Sociologia del partito
las actitudes de diferentes grupos. El hecho, Géographie Electorale (París: Centre de politico (Torino: U.T.E.T.).
por ejemplo, de que los patronos industria- Bibliografía Études Sociologiques). Ogburn, R. 1919 “How women vote” en
les no revelan prácticamente ningún grado Goodman, L. 1953 “Ecological regressions Political Science Quarterly (s/d) 34.
de homogeneidad en cuanto a la orienta- Adorno, T. W. et al. 1950 The authoritarian and behavior of individuals” en American Peters, Ch. y Van Voorhis, W. R. 1940
ción de su voto, especialmente desde 1946 Personality (Nueva York: Harper & Sociological Review (Chicago) 18. Statistical procedures and their
en adelante (en contraste con la posición Brothers). Gosnell, H. F. 1942 Grassroots politics. mathematical basis (Nueva York: McGraw
más definida de los comerciantes) se halla Almond, G. 1945 “The Political Attitudes of National Voting Behaviour of tipical Hill).
probablemente vinculado a la particular Wealth” en Journal of Politics (s/d) VII. states. (Washington: American Council on Rice, S. A. 1928 Quantitative methods in
composición de este grupo durante el pe- Birch, A. M. y Campbell, P. 1950 “Voting Public Affairs). politics (Nueva York: Knopf).
ríodo examinado. El proceso de industria- behavior in a Lancashire Constituency” Hammond, S. B. 1952 “Stratification in an Robinson, W. S. 1950 “Ecological correlations
lización, que se fue acelerando desde 1936, en British Journal of Sociology Australian city” en Swanson, G. E. et al. and behavior of individuals” en American
originó, en efecto, un fuerte movimiento (Londres) I. Readings in social psychology (Nueva Sociological Review (Chicago) 15.
de ascenso en el sector industrial: es pre- Bonham, J. y Martin, F. M. 1952 “Two studies York: Holt). Saengers, G. H. 1945 “Social Status and
sumible que en el grupo clasificado como in the middle classes vote” en British of Heberle, R. 1945 From Democracy to Nazism: Political Behavior” en American Journal of
“patrón industrial” se hallaron numerosos Sociology (Londres) III. a regional case study on political parties Sociology (Chicago) LI.
obreros transformados en período reciente Centers, R. 1949 The Psychology of Social in Germany (Baton Rouge: Louisiana State Siegried, A. 1913 Tableau politique de la
en patronos industriales y la persistencia Classes (Princeton: Princeton University University Press). France de l’Ouest sous la troisième
en ellos de actitudes políticas específicas Press). Heberle, R. 1951 Social movements. An République (París: Colin).
del grupo ocupacional originario podría ex- Cruz Coke, R. 1952 Geografía electoral de introduction to political sociology. (Nueva Stagner, R. 1936 “Fascist attitudes: their
plicar la mayor heterogeneidad política de Chile (Santiago: Ed. del Pacífico). York: Appleton Century). determining conditions” en Journal of
toda la categoría. También podría aducirse Eysenk, H. J. 1951 “Primary social attitudes Lundberg, G. A. 1937 “The demographic and Social Psychology (s/d) 7.
la política favorable a la industrialización as related to social class and political economic basis of political radicalism and Touraine, A. 1951 “Classe sociale et
seguida por el gobierno nacional. party” en British Journal of Sociology conservatism” en American Journal of statut socioéconomique” en Cahiers
(Londres) II. Sociology (Chicago) XXXII. internationaux de Sociologie (París) XI.
La verificación estadística de estos hechos no Gerani, G. 1944 “Métodos cuantitativos en
puede sino considerarse un primer paso para el estudio de la opinión pública de las
El surgimiento del peronismo
El rol de los obreros y de los migrantes internos* **

Gino Germani

E n los últimos tiempos se han publicado va-


rios trabajos1 que cuestionan el significado
histórico del peronismo, la índole de su apoyo
parados, en especial las hipótesis sobre el rol
de la movilización y del “desplazamiento”, el
autoritarismo de la clase trabajadora, factores
considerable proporción de la población del
país. También se examinarán los posibles efec-
tos de este último fenómeno en los cambios
cambios estructurales del período. El presen-
te trabajo, así como los estudios mencionados
anteriormente, pueden contribuir con sugestio-
entre 1943-1946, el tipo de alianzas de clase in- estructurales versus psicosociales, etcétera. psicosociales que se expresaron políticamente nes, hipótesis y algunos datos a una discusión
volucrado (si es que las había) y su importan- Estas críticas desarrollan dos aspectos: con la aparición del peronismo, y el papel de constructiva sobre una época de singular im-
cia para la teoría política y los estudios com- en unas se cuestiona la evidencia empírica las organizaciones sindicales preexistentes, portancia en el desarrollo nacional del país.
mientras que otras sugieren un marco teórico por un lado, y el espontaneísmo de los sectores
* Los datos inéditos utilizados en este trabajo se alternativo tal como la particularísima etapa de formación obrera urbana más reciente, por
han recolectado y elaborado en el proyecto “Sociedad de capitalismo “dependiente” por la cual pasa- el otro. Otros temas de gran importancia, alu- La composición de clase del apoyo
Argentina: Estructura y Cambio”, como también en el ba la Argentina, o bien desde una orientación didos en el párrafo anterior –alianza de clases, popular peronista en 1943-1946
programa de investigación sobre “Desarrollo Nacional enteramente diferente, destacan la “tradición autoritarismo obrero, rol de la “dependencia” y
Comparado en Países Latinos” (Argentina, Brasil, Italia
cultural latinoamericana”. En este trabajo me de los factores externos– no serán examinados Según la hipótesis corriente sobre las bases
y Chile).
** Traducido por Sibila S. de Yujnovsky. voy a referir sobre todo a los datos empíricos en el artículo. También debo señalar que para sociales del peronismo en sus orígenes, los
*** Germani, G. 1973 “El surgimiento del peronismo: el relativos a la base social del peronismo y a la muchas de las cuestiones tratadas, si no para sectores obreros urbanos constituyeron el nú-
rol de los obreros y de los migrantes internos” en Desa- naturaleza del movimiento en sus orígenes. todas, la evidencia empírica reunida es insufi- cleo central del movimiento, tanto en términos
rrollo Económico (Buenos Aires) 13 (51), pp. 435-488. En particular se considerará la composición ciente: en realidad carecemos de sólidos estu- cuantitativos como por su rol dinámico en su
1 Entre otros: Smith (1972: 55-73; 1969: 30-49); Snow por clase social del apoyo popular (no de las dios históricos sobre el sindicalismo, tanto en afirmación. Sin negar el aporte de otros secto-
(1969: 163-167); Kenworthy (1973); Murmis y Portantie- elites), la composición interna de los sectores el período peronista como en la época anterior, res –en particular los obreros rurales y algunos
ro (1971); Peralta Ramos (1972); Cantón (1971; 1973); obreros urbanos (migrantes y no migrantes), y sobre los procesos políticos de los años cua- segmentos de la baja clase media– la hipótesis
Wierda (1973: 206-235; 1972: 464-490); Newton (1970:
1-24). Una visión y crítica de marcos teóricos diferentes su rol respectivo en el surgimiento y triunfo del renta, sobre las características demográficas mencionada considera que estos últimos gru-
sobre el desarrollo político en América Latina lo brinda movimiento, así como los cambios estructura- y sociales de las grandes migraciones internas pos desempeñaron un papel menor, y en todo
Schmitter (1972: 83-105). les que provocaron el desplazamiento de una del período 1935-1946, así como sobre los otros caso insuficiente para caracterizar el proceso
578 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 579

político. La literatura crítica reciente señalada para evaluar el comportamiento de la gente, y pasadas y en cualquier caso el procedimiento Los indicadores del estudio de Smith están muy
al comienzo enfatiza por el contrario el aporte en ciertas circunstancias hasta pueden ser con- es extremadamente costoso. Una unidad rela- lejos de cumplir con estos requisitos. Su varia-
de otros sectores sociales, llegando a afirmar, traproducentes. Muchos científicos sociales las tivamente más accesible es el departamento (o ble “obreros industriales” está operacionalizada
en algunos casos, que la proporción obrera en usan, ya que a menudo son la técnica más di- partido), que en la mayoría de los casos incluye como “porcentaje de obreros sobre asalariados
el electorado, y en la composición del peronis- recta y cuantitativa de que se dispone. Es obvio una o más ciudades junto con las áreas rura- industriales”; la “clase obrera” son “los obre-
mo, fue minoritaria en el período considerado. que su interpretación debe ser muy cauta y que les. Los indicadores más cercanos de la com- ros comerciales más los obreros industriales
Gran parte de la discusión está basada en siempre requerirá ulteriores evidencias, cuali- posición social están dados por la distribución sobre total de hombres adultos”; los “emplea-
análisis ecológicos y sus interpretaciones. En tativas y cuantitativas. Además de los proble- ocupacional de la población económicamente dos comerciales” son “el número medio de
uno de los estudios citados, Smith correlacio- mas intrínsecos a la técnica estadística misma, activa (PEA), que no obstante tiene ciertas defi- asalariados por establecimiento comercial”, y
nó el voto peronista (en las elecciones de 1946) el tipo de unidades ecológicas y de indicadores ciencias, especialmente para el censo de 1947, y lo equivalente ocurre con “empleados industria-
con otras variables, tomando unos 365 depar- afecta en forma decisiva los resultados. Los que no distingue a los votantes de los no votan- les”; “obreros comerciales” se computa como el
tamentos (o partidos) como unidades ecológi- indicadores deberían reflejar lo mejor posible tes en la PEA: extranjeros, mujeres (en 1946) y “porcentaje de obreros sobre asalariados co-
cas. Los resultados los interpretó en el sentido la composición de la población en función de menores de 18 años. En cuanto a la migración merciales”. Estos indicadores reflejan solo de
de que si bien el apoyo de los obreros urbanos variables significativas y excluir los efectos de interprovincial, el mejor indicador se puede ob- manera muy indirecta la composición social de
fue tan fuerte, estuvo lejos de ser decisivo; que confusión o de contaminación de otros fac- tener a partir del número de individuos nacidos la PEA (y del electorado); a veces hasta pueden
el rol de los migrantes internos “desplazados” tores. En el caso del análisis de elecciones lo en otra provincia y que viven en cada departa- significar algo bastante distinto. Por ejemplo,
fue de poca monta; que de todos modos solo que interesa es la composición demográfica y mento controlando nacionalidad, sexo y edad, el “porcentaje de obreros industriales sobre
una minoría de migrantes era de origen “rural” social del electorado, más que de la población lo cual es posible. La migración intraprovincial asalariados industriales”, no tiene nada que ver
o “tradicional”, y que muchos otros grupos so- activa total. Como lo señalo en mi investigación –importante aspecto– no se conoce para 1947.2 con la proporción de obreros industriales en la
ciales y clases intervinieron en una “coalición (1955: 263), la unidad ideal en la Argentina se- PEA del departamento, sino que es función del
amplia” que llevó al peronismo al poder. En ría el “circuito” o, mejor aun, la mesa (la unidad grado de burocratización del establecimiento
dicha coalición, la participación de los traba- más pequeña para la cual se tienen padrones 2 Smith lo reconoce en la obra citada (1972: 63). Sin industrial, pues los establecimientos de tipo
embargo hay más problemas con los datos publicados
jadores habría sido menor que la de las clases de electores: 200-300 votantes). Para cada una artesanal o cuasi artesanal casi no tienen perso-
que utiliza, como se indicara en el texto. Los datos de
medias. Según Smith (1972), estos resultados de estas unidades se podría establecer, sobre composición ocupacional de la PEA, por departamen- nal empleado no obrero. Cuanto más baja en la
implican un rechazo parcial o completo de las la base de los padrones electorales, la compo- tos, puede encontrarse en el Cuadro 41 de las tablas burocratización, o sea, cuanto menor es el nú-
hipótesis corrientes y refutan otras interpreta- sición por edad, ocupación (si bien la precisión inéditas del IV Censo Nacional. Yo las usé en mi estu- mero de empleados administrativos, mayor es
ciones teóricas. y confiabilidad es muy baja) y la condición de dio de 1955. En ese momento las tabulaciones todavía
eran incompletas. Ahora, se están utilizando para el
Es bien sabido que las correlaciones eco- migrante o no. Lamentablemente muy pocas
proyecto “Sociedad Argentina” y en el programa sobre el Centro de Investigaciones Sociales, ITDT, Buenos
lógicas son un procedimiento muy indirecto veces se dispone de estas listas para elecciones Desarrollo Nacional Comparado; pueden obtenerse en Aires.
580 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 581

el índice, que de hecho varía entre 0 en algunos ronista en las “ciudades grandes” y una negativa la que trabaja; la distorsión, podemos suponer, que complica estos estudios es que los departa-
departamentos y 100 en otros, con un promedio muy baja (no significativa) en el resto. De paso es importante para la categoría “ciudades gran- mentos se clasifican según el tamaño de la ciu-
de 89,4. Smith obtiene una baja correlación ne- sea dicho, para otro autor este dato significa des”. No es de extrañar pues, que las correla- dad más grande que contienen y exceptuando
gativa entre ese índice y el voto peronista para que “en otras áreas del país” el electorado de ciones sean bajas y “raras”. Por ejemplo, para a las mayores, todo el resto incluye una propor-
el total de departamentos. Luego estratifica Perón “...incluía a los empleados comerciales “clase obrera” es baja, pero negativa para las ción de residentes rurales que aumentan con
su universo, según tamaño de la cabecera, en (por contraste con los obreros industriales)”, “ciudades grandes” y “campo”; es positiva para el tamaño decreciente de las ciudades en las
“ciudades grandes”, “pueblos” y “campo”, y le interpretación que contradice el resultado men- “pueblos”, y levemente positiva para el total de distintas categorías de departamentos (16 por
vuelve a dar correlación negativa para “campo” cionado y que ni fuera mencionado por Smith departamentos. La falta de relevancia de “clase ciento rural en la categoría de 50.000 a 100.000
y “pueblos”, pero ella resulta positiva (la más (Kenworthy, 1973). obrera” en la regresión múltiple para el “cam- hasta 75 por ciento en las de menos de 5.000,
alta, curiosamente) para las “ciudades grandes” En lo referente a la variable “clase obrera”, po” puede tal vez explicarse por la omisión total etcétera). También pueden incluir aldeas y po-
(50.000 y más habitantes, incluyendo el área de el estudio de Smith se basa en fuentes que sub- de obreros agrícolas en el índice; la exclusión blación dispersa. Dado que el comportamien-
Buenos Aires). Si es que este tipo de correla- estiman extraordinariamente su dimensión, de casi todos los trabajadores del sector servi- to de muchas variables es influido por el gra-
ciones significa algo, más bien indica que den- pues omiten muchas pequeñas empresas in- cios daría cuenta del resultado en las “ciudades do de urbanización, aun el procedimiento de
tro de las áreas industriales (ciudades grandes) dustriales, comerciales y de servicios, como grandes”. Ahora bien, en los centros urbanos usar categorías separadas de departamentos
cuanto más subdesarrollado el tipo de industria también ramas enteras. Una confrontación de- intermedios (“pueblos”), esta variable aparece no elimina el problema. Otra deficiencia global
en cada departamento, mayor el voto peronista. tallada con los censos demuestra que se está y Smith (1972) interpreta este dato como indi- de algunos estudios –especialmente el de Smi-
Esta interpretación converge con lo que Smith excluyendo al 25 por ciento de los obreros in- cador de que los adeptos a Perón constituían th– es la inclusión indiscriminada de todo tipo
denomina “el bajo valor explicativo de los caba- dustriales, al 89 de los obreros en el comercio “una amplia clase baja, poco definida, que tal de variables sin que exista una hipótesis para
llos de fuerza por industria”, que según él “in- y los servicios (sin contar a los trabajadores vez encontraba la unidad en la conciencia eco- sustentarlas ni una idea clara sobre su posible
dica que el nivel tecnológico del desarrollo in- por cuenta propia) y al 100 por ciento de los nómica”. Dadas las graves omisiones en los da- significado. Todo esto provoca efectivamente
dustrial tiene poca incidencia política” (Smith, obreros agrícolas. tos originales y la relación tenue o incierta en- gran confusión y disminuye de por sí el valor
1972: 63). En cuanto a la variable “empleados Las subestimaciones, por otra parte, varían tre los indicadores, y las características de los un tanto frágil de la investigación.
comerciales”, la forma en que se la operaciona- mucho en los 365 departamentos de acuerdo departamentos que debían medir, se puede sa- Es indudable que se necesitan más estudios
liza hace que ella indique el tamaño medio del con una serie de factores (tipo de organización ber muy poco sobre la composición socioeco- –cuantitativos y cualitativos– para obtener una
establecimiento comercial, cuya relación con el del trabajo de campo, urbanización, visibilidad nómica del apoyo peronista en 1946 en base a mejor noción de las elecciones del 46. Entre-
porcentaje de empleados en cada departamen- de los establecimientos, etcétera). Finalmente, este estudio. Como veremos, se pueden extraer tanto, otras investigaciones ecológicas confir-
to es bastante tenue, si es que existe. Esta va- la gente vota en la circunscripción en que resi- las mismas conclusiones con respecto al rol de man (dentro de los límites de esta técnica) la
riable resultó tener una importante correlación de (es decir, la misma, probablemente, que la los migrantes internos y el proletariado urbano hipótesis de que el peronismo es apoyado ma-
negativa, una de las más altas, con el voto pe- registrada en el censo de población) y no en “viejo” versus el “nuevo”. Un aspecto general yormente por los obreros y las clases bajas en
582 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 583

general de todas las áreas. Cantón encuentra del régimen el movimiento adquiere un mayor ción de la clase media no es muy convincente. de rango para Buenos Aires y el voto en blanco
una correlación positiva de .54 para “obreros” apoyo de clase obrera (Kenworthy, 1973). Los Tomemos, por ejemplo, a Peter Snow (1969), mostraba exactamente las mismas relaciones
y una negativa (.62) para los “propietarios”, en hechos demuestran exactamente lo contrario. quien analiza 15 unidades ecológicas, “circuns- con obreros y otros estratos socioocupaciona-
tanto que los “empleados” dan una correlación Los peronistas no solo hicieron una alianza con cripciones” de la ciudad de Buenos Aires, cla- les que en 1946 y 1948 (Germani, 1960).
muy reducida. Yo computé nuevamente a los las clases medias radicales frondizistas en 1958, sificadas “de un modo impresionista” sobre la En el mismo artículo Snow cita otro estu-
“obreros” clasificándolos en dos sectores: “no sino que las nuevas generaciones que emergen base de su actual composición ocupacional. Si dio basado en comparaciones entre “votos
agrícolas” (industria, comercio y servicios) y al escenario político, es decir, los sectores de observamos la composición dada por el Cen- y ocupaciones”. También en este trabajo se
“agrícolas”. El primero da la misma correlación clase media, incluyendo una gran proporción so de 1960 (Dirección Nacional de Estadística incluyeron todos los circuitos de la ciudad y
que para todos los obreros mientras que el se- de estudiantes, que fueron archienemigos de y Censos, 1960: 166 y sigs.), resulta que hasta su composición ocupacional fijada sobre la
gundo es cero (Canton, 1973: 149-154). Aquí los Perón bajo su mandato, se convierten al pero- los distritos electorales de más, “clase obrera” base de la ocupación declarada por los vo-
indicadores fueron el porcentaje de cada cate- nismo. Poco después de la caída del régimen en que se localizaron las circunscripciones, tantes en el momento de registrarse (lo que
goría en la PEA, de acuerdo con el censo de- comienza a surgir un peronismo de clases tenía un 35 por ciento de estratos ocupacio- tiene sus limitaciones). Por lo que sé, este es
mográfico, pero las unidades eran “provincias”, medias, ante la evidencia del antagonismo de nales medios, mientras que los de clase alta el único estudio de su tipo en la Argentina; en
que son mucho más heterogéneas y grandes, lo clase de los sectores conservadores de la coali- estaban ubicados en distritos de no menos él las correlaciones entre voto peronista (en
cual obviamente reduce su validez. Tomando ción antiperonista.3 Los observadores políticos del 40 por ciento de trabajadores manuales. 1962 bajo la denominación de “laborista”) es
una muestra al azar de 50 partidos de la pro- concuerdan en que el peronismo abarca hoy Además debe recordarse que en las elecciones de +.805 con obreros, –.930 con la clase media
vincia de Buenos Aires, que incluyen unidades en día un espectro de clase media mayor que de 1957 el peronismo fue proscripto y votó en (estudiantes, profesionales, comerciantes y
tanto rurales como urbanas (y solo unas pocas el que tenía en 1946. No obstante, los obreros blanco, obteniendo el menor porcentaje de propietarios) y cero para “empleados” (Huerta
pertenecen al área metropolitana), otro estudio continúan siendo su apoyo más poderoso. votos que se recuerda (24 por ciento). En es- Palau, 1963). Esta investigación, que muestra
descubre una correlación de .56 con los obre- Por otra parte, aun dejando de lado la impor- tas condiciones, con una tasa de abstenciones la importancia del voto obrero properonista
ros industriales. tancia de este cambio, la interpretación de es- también inusitadamente alta, se ve que mien- también fuera del área de Buenos Aires, puede
Antes de referirme a un último estudio so- tudios que pretenden ver una mayor participa- tras el voto en blanco en toda la ciudad llega al darnos un cuadro preciso del apoyo peronista
bre las elecciones de 1946, veamos otras esti- 18 por ciento, en los circuitos de clase baja es en la década del sesenta.
maciones de la composición social de la base de 28 y en los de clase alta 9. Sobre esta base no De acuerdo con la encuesta Kirkpatrick de
peronista en 1946, basadas en observaciones 3 El cambio producido en las clases medias y la joven se puede llegar a ninguna conclusión y en sus 1965 que comprendía a todo el país, los pero-
relativas al comportamiento electoral en años intelectualidad antiperonista ha sido bien caracteriza- comentarios más cautelosos el autor sostiene nistas tenían un 53 por ciento de su apoyo en
da, entre otras, por las interpretaciones publicadas en
posteriores. En efecto, para apoyar la hipóte- la revista Contorno (Nº 7, julio de 1956), y reimpresas
que “el peronismo es a grandes rasgos un movi- el estrato “bajo” y un 42 en el “medio bajo”, o
sis de una base clasista “débil” del peronismo parcialmente en Fayt (1967: 192 y sigs). El libro tam- miento de las clases bajas y medias bajas.” Para sea un 95 por ciento en ambos estratos. Sin
en 1946, se presume que después de la caída bién incluye otros análisis con la misma orientación. las elecciones de 1957 y 1958, las correlaciones embargo, hay que destacar que los criterios
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de clase utilizados no coinciden con los socio- las elecciones de marzo de 1978, donde por pri- aíslan los departamentos más rurales (dentro grantes se vuelve muy alta cuando se aíslan los
ocupacionales usuales. En dicha encuesta, la mera vez se legaliza la participación peronista, de las 144 unidades incluidas), que los obreros departamentos muy urbanizados (es decir in-
“clase baja” representa solo un 36 por ciento muestra que aproximadamente un 70 a 80 por rurales apoyaron al peronismo, y que en estos cluyendo centros de 50.000 y más habitantes) y
de la muestra, lo cual haría de la Argentina un ciento del voto peronista en las grandes ciuda- distritos el porcentaje de empleados mantiene se mantienen separados los departamentos del
país con un 64 por ciento de clases medias y des proviene de la clase obrera, incluyendo a una correlación positiva, aunque baja, con el área de Buenos Aires cuyos datos a este res-
altas. En 1960 el estrato ocupacional manual los obreros calificados. voto peronista en contraste con lo que ocurre pecto son de validez dudosa (ver cuadro 1).
entre los argentinos varones alcanzaba al 56,4 Volviendo ahora a las elecciones de 1946 en los departamentos urbanos. En general las Por cierto se necesitan estudios más com-
por ciento de la PEA. La explicación reside en me referiré a un estudio que aunque todavía correlaciones obtenidas son extremadamen- pletos para alcanzar conclusiones definitivas,
que “la más importante firma de encuestas” que incompleto proporciona resultados que, junta- te altas, y en las ecuaciones de regresión muy pero esta exploración muestra de manera muy
realizó la investigación, clasificó a las “clases” mente con los demás elementos recogidos en pocas variables (para ciertos conjuntos de uni- clara que, cuando se utilizan indicadores ade-
de acuerdo con criterios adquisitivos; de ahí otras secciones de este trabajo, dan una visión dades, una o dos) son suficientes para explicar cuados, las correlaciones ecológicas confirman
que la gran “clase media baja” (clase “C” en las de conjunto acerca del peso de los distintos gran parte de la variancia. las hipótesis corrientes acerca de la composi-
encuestas de consumo) incluyera a los obreros sectores sociales en el electorado peronista El Cuadro 1 que resume los coeficientes es ción del electorado peronista. Ya se ha subra-
calificados (15 por ciento en el censo) y artesa- (ver Apéndice). Se trata de un análisis ecológi- muy claro a este respecto. Debe advertirse que yado la limitación que presenta esta técnica y
nos independientes. Por otra parte, la respues- co conducido con la misma técnica estadística –en el área de Buenos Aires– el indicador sobre sabemos que sus resultados deben ser interpre-
ta “properonista” se redujo efectivamente por utilizada en el ya mencionado trabajo de Smith, migración interna (porcentaje de varones naci- tados juntamente con otros datos cuantitativos
la alta proporción de cuestionarios que no se pero fundada en indicadores adecuados. Para dos en otras provincias, sobre el total de varo- y cualitativos. Pero es importante señalar que
completaron: 85 por ciento (Kirkpatrick, 1972: las áreas incluidas en el estudio (partidos, de- nes argentinos que viven en cada departamen- el procedimiento da resultados que apoyan y
Cap. 5 y Apéndice A). Esta pérdida sustancial partamentos y circunscripciones que incluyen to) tiene graves limitaciones, pues no permite no desmienten la hipótesis.
ocurrió en todas las encuestas políticas duran- por lo menos un centro urbano con 5.000 habi- distinguir, dentro de los nacidos en la provincia Cualquier movimiento político, hasta el más
te la proscripción del peronismo. Por último, tantes o más, lo que corresponde a más del 80 de Buenos Aires, (y que viven en el área) a quie- clasista, tiene un componente bastante grande
las últimas encuestas4 completadas antes de por ciento del electorado), se confirma la hipó- nes han nacido en los partidos que correspon- de estratos sociales distintos al que supuesta-
tesis “clásica” relativa a la gran preponderancia den al área misma de quienes han emigrado allí mente representa. Los partidos comunistas y
de los obreros urbanos en el electorado pero- desde el resto de la provincia de Buenos Aires. socialistas en Italia, el partido comunista fran-
4 Esta encuesta la realizó el Centro de Investigaciones nista, el rol esencial de los migrantes internos, Por este motivo se han computado coeficien- cés y muchos otros partidos de clase se basan
Motivacionales y Sociales, Buenos Aires, bajo la dirección la posición negativa de la clase media –parti- tes para diferentes grupos de departamentos, en un apoyo relativamente heterogéneo. Visto
de José E. Miguens. La encuesta incluye los mayores cen-
tros urbanos. Las estimaciones mencionadas en el texto
cularmente los patronos urbanos y rurales y en algunos casos excluyendo los que corres- desde una perspectiva comparada, el caso del
se obtuvieron a través de la reclasificación del estrato me- los empleados (white collars) en los centros ponden al área metropolitana de Buenos Aires. peronismo es de una homogeneidad alta. Has-
dio bajo, según ocupaciones manuales y no manuales. urbanos. También se pone de relieve cuando se Esto permite ver que la importancia de los mi- ta que no se presenten pruebas convincentes
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de lo contrario, los datos existentes y el juicio concibe comúnmente (ver cuadro 1 en página Cuadro 1. Ecuaciones de regresión para departamentos que tienen centros urbanos de más de 5.000 habitantes.
común de todos los contemporáneos muestra siguiente).
Coeficiente beta, y correlaciones múltiples al cuadrado.
(como lo mantuve en varias oportunidades Variable dependiente: voto peronista en 1946
desde mi primer artículo en 1950) (Germani,
1952: 559-579) que el peronismo obtiene un Composición de la clase obrera Excluyendo el Gran Buenos Aires
apoyo masivo de los obreros con cierta con- urbana Todos los
tribución de empleados de oficina y vendedo- departa-
res menores (en almacenes y similares) en las Según el estudio mencionado por Kenworthy Solo departamentos Solo departamentos mentos
Incluyendo el Gran
Todos los cuyo porcentaje cuyo porcentaje con 50
áreas menos urbanizadas, así como también (1973), al que antes hicimos referencia, “solo Buenos Aires
departamentos urbano es 60% urbano es menos % o más
de sectores del estrato intermedio arcaico (y un tercio de la clase obrera en el área de Bue- o más del 60% de su
pobre) que forma parte de las clases bajas en nos Aires estaba compuesto por migrantes in- Variables población
las comunidades pequeñas. Pero el apoyo de- ternos recientes en 1946 y solo el 14 por cien- económi-
cisivo en la elección vino de los obreros ma- to provenía del campo” (es decir, pasaron de Con Con camente
Todos Con Con cen- Con Con cen- Con
Gran cen- cen- activa en
nuales, cuyo gran aumento y desplazamiento rural a urbano). Esta es una posición extrema, los centros tros de centros tros de centros
ocupa-
Buenos tros de tros de
hizo posible la existencia misma del movi- que sigue sin embargo una orientación común departa-
Aires
de 50.000
20.000 y 50.000 y
20.000 a de 5.000 20.000 a de 5.000
ciones
mentos y más 49.999 a 19.999 49.999 a 19.999
miento. Igual origen tiene la dinámica que lo a otros estudios citados al comienzo de este más más rurales
anima: la acción en la calle, tan decisiva para trabajo. Debemos considerar aquí tres aspec- (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10)
su surgimiento, y los partidarios del nuevo par- tos distintos: i) la proporción de migrantes in- Obreros
+0.600 + 0.947 + 0,706 + 0.403 * + 0.528 * * +0.310 +0.697
tido. Si he denominado al peronismo un mo- ternos en la clase obrera urbana; ii) el período urbanos
vimiento populista (un movimiento nacional de residencia en la ciudad; iii) la proporción Obreros
+ 0,607 – – – – – 0.205 – 0.419 + 0.569 + 0.472 + 0.928
popular para ser más precisos) es porque se de obreros de origen rural y más tradicional; Rurales

posibilitó y adquirió su forma peculiar a tra- o sea, con más exactitud, la proporción sin “Empleados”
+ 0.118 * * – 0.313 – 0.709 – 0.365 * * + 0.111 + 0,313
urbanos
vés de una “alianza de clase” implícita entre experiencia industrial y moderna en la vida y
“Empleados”
los obreros y los nuevos empresarios indus- en el trabajo, previa a la migración. También + 0.153 – – – – – + 0.259 * + 0.056 + 0.375
rurales
triales, con la participación de un liderazgo es importante considerar la contribución re-
Patronos
político de distintos orígenes –incluyendo a lativa de migrantes de las regiones desarrolla- urbanos
– 0.296 * – 0.308 – 0.372 – 1.058 * – 0.860 – 1.353 – 0.358 – 0.367
muchos fascistas– que colocan al peronismo das comparada con la de las más pobres. El Patronos
– 0.133 –- –- –- –- –- – 0.098 – 0.616 – 0.200 *
en una categoría eminentemente diferente a la problema principal es determinar la magnitud rurales
de los partidos de “clase obrera”, como se los relativa del “nuevo proletariado urbano”, su
588 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 589

Excluyendo el Gran Buenos Aires origen social y económico, así como el grado argentinos y no los extranjeros (solo el 7 por
Todos los de aculturación política en el ámbito urbano. ciento eran ciudadanos naturalizados, en su
departa- Si bien las cuestiones básicas sobre la inter- gran mayoría de clase media). Existe un pro-
Solo departamentos Solo departamentos mentos pretación del peronismo no pueden reducir- blema serio en el área metropolitana de Bue-
Incluyendo el Gran
Todos los cuyo porcentaje cuyo porcentaje con 50
Buenos Aires se a la composición demográfica de la clase nos Aires. Allí los datos publicados incluyen
departamentos urbano es 60% urbano es menos % o más
o más del 60% de su obrera, consideraré primero esta temática en la migración dentro del área (por ejemplo de
Variables población sus tres aspectos. la Capital Federal a los suburbios, donde se la
económi- considera migración interprovincial). Este
Con Con camente hecho altera completamente las proporciones
Todos Con Con cen- Con Con cen- Con
Gran cen- cen- activa en
los centros tros de centros tros de centros
ocupa-
La proporción de migrantes internos de los “migrantes” dentro de los 36 partidos del
Buenos tros de tros de
departa-
Aires
de 50.000
20.000 y 50.000 y
20.000 a de 5.000 20.000 a de 5.000
ciones Gran Buenos Aires e introduce un sesgo gene-
mentos y más 49.999 a 19.999 49.999 a 19.999 La interpretación errónea –que también se en- ral en la categoría “ciudades grandes” cuando
más más rurales
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) cuentra en el estudio de Smith– parte de tres incluye al área metropolitana de Buenos Aires.
Analfabetismo – 0.160 * * – 0.311 – 0.436 – 0.614 * – 1.442 – 0.398 – 0.475 equivocaciones: olvido de la alta proporción de Por lo tanto, el indicador adecuado de la mi-
extranjeros que vivía en Buenos Aires y otras gración interna con respecto a la composición
Tamaño grandes ciudades en 1946; la falta de control del electorado y de la población que tiene rele-
+ 0.112 – 0.079 * + 0.180 + 0.017 – 0.014 + 0.184 + 0.233 * – 0.225
industrial
para la edad y graves problemas concernientes vancia política, es el porcentaje de argentinos
Tamaño rural – –- – – – – * – 0.667 – 0.321 – 0.225 a la inmigración al área metropolitana de Bue- (en edad de votar) que han nacido en otra pro-
Migrantes + 0.214 * + 0.168 + 0.266 + 0.764 + 0.835 + 0.278 – 0.310 * + 0.054 nos Aires. Había un 26 por ciento de extranje- vincia y viven en Buenos Aires (u otra ciudad
Correlación
ros en la población total de Buenos Aires en grande) sobre el total de residentes nativos (en
múltiple al 0.442 0.890 0.727 0.462 0.816 0.806 0.919 0.975 0.361 0.552 1946; esta proporción es mayor en los grupos edad de votar). Debe agregarse que las cifras
cuadrado de edad adulta y en la PEA. Aun para la pobla- indicadas arriba eran estimaciones bajas de la
Significación 0.001 0.001 0.001 0.002 0.004 0.016 0.001 0.313 0.009 0.010 ción general, cuando se toma como base para población migrante argentina; investigaciones
el porcentaje al total de los nativos, la propor- demográficas posteriores han confirmado una
Número de
Departa- 144 35 50 39 15 15 17 9 52 34
ción de migrantes argentinos sube del 29 al 38,3 seria subestimación en las cifras del censo.5
mentos por ciento (Germani, 1969a). Obviamente este
porcentaje sería mucho mayor en la PEA si se 5 Alfredo Lattes documenta esta grave subestimación
* No incluido en la regresión.
– No utilizado en este análisis.
efectuara un control por edad (migrantes adul- en Migraciones en la Argentina (1970). Véase especial-
Nota: Para aclaraciones véase el Apéndice. tos). Los votantes y activos en política eran los mente la pág. 66 con la comparación entre las tasas de
590 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 591

El mismo efecto se produce por descuidar la ese mismo año en Buenos Aires7 (ver cuadro 2 Cuadro 2. Porcentaje de migrantes internos sobre el total de argentinos en cada estrato. 1960 (a)
migración intraprovincial (interdepartamen- en página siguiente). Estrato Partidos que componen Departamentos clasificados según el centro urbano mayor (b)
tal, dentro de la misma provincia) que también En esta última encuesta los migrantes in- sociocupacional el Gran Buenos Aires 100.000 y más 20.000 a 99.999 Menos de 20.000
es importante y abarca los desplazamientos de ternos sobre el total de ciudadanos argentinos Obrero agrícola – – 37,7 39,4
entorno rural a urbano y de menos urbano a fueron el 81 y el 52 por ciento respectivamente Obrero no calificado 76,9 65,5 47,2 36,7
más urbano. Todas estas cuestiones pueden en los dos estratos más bajos (Germani, 1966); Obrero semicalificado 57,8 57,1 44,1 40,2
resolverse en parte, utilizando datos inéditos.6 el censo de 1960 confirma estos datos, de los Obrero calificado 44,6 53,3 41,3 41,6
Podemos darnos una idea de la composición cuales también se puede extraer un cuadro ge-
Agricultor independiente – – 20,2 25,2
migrante/no migrante de la población obrera, neral de la incidencia de la migración interna
Obrero 56,0 50,2 40,7 36,3
tomando el censo de 1960 y una encuesta so- sobre la composición de distintos estratos so-
Medio 44,6 41,2 38,0 38,6
bre estratificación y movilidad que se realizó cioocupacionales en áreas con diferentes gra-
Medio alto y alto 25,7 41,0 42,9 45,7
dos de urbanización (Cuadro 2).8 Sin embargo,
debe agregarse que en términos porcentuales (a) Muestra del censo de 1960 (43.000 casos).
la migración interna total en 1960 era menor (b) Excluido el Gran Buenos Aires.
migración estimadas por el método de tasas de super-
que las proporciones subestimadas del censo
vivencia y las que pueden obtenerse a través del censo.
Para Buenos Aires (Capital Federal y provincia) la sub- de 1947, como lo muestra el Cuadro 3.9 Para
estimación oscila alrededor del 90 por ciento, la mayor extrapolar a 1947 la proporción de migrantes internos observados en los varios estratos internos en relación inversa al porcentaje de
para el país y para todos los períodos. Dado que el área sociales en 1960, los mismos deberían ser re- extranjeros en cada área. Como su categoría
metropolitana de Buenos Aires incluye 17 partidos de ajustados teniendo en cuenta la proporción de “ciudades grandes” mezcla los partidos que
la provincia, se complica la estimación de migración
interna porque el lugar de nacimiento se da por provin- 7 Esta encuesta se basa en una muestra al azar del área más elevada de migrantes que se registraba en componen el Gran Buenos Aires (51 por cien-
cia y no por departamento; obviamente hay migrantes que incluye 2.100 familias. Los detalles del procedimien- 1947. Esto llevaría la proporción de migrantes to de los extranjeros vivían allí, además de las
provenientes del resto de la provincia no incluidos en el to de muestreo, etcétera, están en Germani (1962). Estos al 73 por ciento de toda la clase obrera a esa personas que se mueven dentro del área) con
Gran Buenos Aires (unos 100 partidos). Lattes también datos también se encuentran en el Survey Research Cen-
ter de la Universidad de California, Berkeley.
fecha. La alta proporción de extranjeros y su otros partidos urbanos (de 50.000 o más habi-
demuestra que toda la migración a la provincia y dentro distribución despareja explican los resultados tantes) que solo incluyen el 15 por ciento de
de la misma se concentra en los partidos del Gran Bue- 8 Datos de una muestra especial del Censo Nacional
nos Aires (pág. 206). de 1960. La muestra se tomó de las cédulas originales
de Smith con respecto al rol de los migrantes los mismos, es en esta categoría donde la co-
para el Programa sobre “Sociedad Argentina”. Los da- internos. Su indicador para la variable “mi- rrelación con migración interna se reduce mu-
6 En 1970, un quinto aproximadamente de toda la
migración interna era interprovincial. En el momento tos están en el Survey Research Center de Berkeley. grantes” (“hombres nacidos en otra provin- cho, en tanto que es mayor en los “pueblos”
de escribir este trabajo no se ha completado todavía el 9 Fuente: véase la nota anterior y Germani (1969: ta- cia sobre por ciento de todos los hombres”) y “campo” donde el efecto distorsionante de
análisis de los datos inéditos. bla 8). en general reduce la proporción de migrantes la población extranjera es mucho menor. Sin
592 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 593

embargo, los “migrantes” aparecen en la ecua- las ciudades grandes, efecto que aumenta en tad, mientras que en los departamentos urba- alfabetizados que los migrantes internos;10
ción de “ciudades grandes” y, de acuerdo con las áreas urbanas intermedias y es mayor aun nos intermedios (20.000 a 99.999 habitantes), dado que cuando hay más extranjeros hay
Smith, “estos resultados confirman fehacien- en el “campo” (Smith, 1972: tabla 3). Esto, en entre los trabajadores en actividades secunda- menos migrantes internos (en el indicador
temente la idea general que Perón obtuvo sus cambio, según lo que acabamos de ver, pro- rias o terciarias, se mantenía por arriba del 40 de Smith), el resultado es invertir el signo de
partidarios urbanos del proletariado indus- bablemente es consecuencia de la distorsión por ciento o cerca del 50. Aunque no fuera la correlación haciéndolo positivo. Parecería
trial nativo y de la población migrante despla- combinada introducida por el tipo de indica- más que por esto, la existencia de estas enor- que la fuerte influencia negativa del alfabetis-
zada”. Según Smith, los “migrantes” ejercie- dores socioeconómicos, agregado al efecto de mes proporciones, necesariamente hace pen- mo sería una indicación del respetable peso
ron una “influencia estadística” menor sobre migración extranjera. sar que los migrantes fueron el componente que tenía el voto de los migrantes (ver cuadro
más importante del voto peronista. Hay va- 4 en página siguiente).
rios indicadores en la investigación de Smith En síntesis: hacia 1945-1946, la mayor par-
Cuadro 3. Migrantes internos (interprovinciales) del total de argentinos nativos que viven en departamentos
que apuntan en la misma dirección. Como te de la clase obrera nativa y urbana había
clasificados por centro urbano mayor (en 1947: áreas geográficas constantes). 1895-1960
ya lo señaláramos, la variable “migrantes” es sido reemplazada por los recién llegados de
(En porcentajes)
más relevante en especial donde el “efecto las provincias. Como se demostrará en otra
Áreas 1895 1914 1936 1947 1960
de población extranjera” es menor. Este efec- sección, este reemplazo se produjo por un des-
Gran Buenos Aires 16,4 21,4 18,9 38,0 32,0 to reduce extraordinariamente el peso de la plazamiento masivo en la mano de obra y a
100.000 y más 16,8 16,3 – 20,0 19,0 migración interna en las “ciudades grandes”, través de un proceso de ascenso social –inter
50.000 - 99.999 11,0 12,6 – 19,0 12,0 lo cual puede deducirse a través del rol de la e intrageneracional– dentro de la clase obrera
20.000 - 49.999 7,8 10,5 – 19,0 14,0 variable “alfabetismo”, que en esta área tiene preexistente.
Menos de 20.000 10,5 12,6 – 16,0 12,0 un comportamiento “inesperado”: aparece en
el análisis de regresión como el factor (negati-
vo) más importante en el voto peronista, pero La proporción de migrantes “recientes”
Es difícil escapar a la conclusión de que en este criterio, notamos que los migrantes in- se relaciona negativamente con “obreros” y
1947 una gran mayoría de la clase obrera ur- ternos al Gran Buenos Aires no bajaban, de positivamente con “migrantes”. Así entra en Si aceptamos el plazo arbitrario de 10 años de
bana estaba compuesta por migrantes inter- tres cuartos entre los no calificados, casi tres contradicción con el hecho de que los migran- residencia máxima en la ciudad como defini-
nos que pasaban de las áreas rurales y ciuda- quintos entre los semicalificados y solo en- tes internos están menos alfabetizados que ción de migración “reciente”, se apreciará con
des pequeñas a las intermedias y grandes. A tre los obreros manuales calificados descen- los no migrantes y simplemente es otra conse- claridad que la enorme mayoría de migrantes
pesar de que la composición de migrantes de día a algo menos del 50 por ciento. En otras cuencia del efecto causado por la proporción
1960 aplicada a 1947 presenta una subestima- ciudades grandes las proporciones eran algo de población extranjera en las “ciudades gran- 10 Las mismas diferencias se observaron en el Censo
ción considerable, si aplicamos igualmente menores pero siempre por encima de la mi- des”. En efecto, los extranjeros están menos de 1936 de la Ciudad de Buenos Aires, Vol. IV.
594 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 595

Cuadro 4. Porcentaje de analfabetos entre los nativos no migrantes y migrantes y extranjeros. 1960 un año antes (en 1946) la proporción fuese algo Argentina un “centro” y una “periferia”. El pri-
Áreas Nativos no migrantes Nativos migrantes Extranjeros menor, más de la mitad de la clase obrera es- mero lo constituye Buenos Aires y las provin-
Gran Buenos Aires 1,2 5,0 8,7 taba constituida por migrantes “recientes” en cias del Litoral; la segunda son la mayoría de
100.000 y más 2,0 7,1 12,8 su mayor parte con menos de 5 años de resi- las regiones circundantes y algunas de las pro-
20.000 - 99.999 6,0 8,2 18,1
dencia urbana. Una vez más se demuestra que vincias internas centrales. Pueden distinguirse
dada su considerable magnitud, el componente los diferenciales comunes: la mayor parte de
Menos de 20.000 11,2 13,1 20,1
de migrantes “recientes” era necesariamente el la riqueza, la industria, el PBN, alfabetismo,
Fuente: Idem Cuadro 2. más alto en el voto y el apoyo peronista. etcétera, se localizan en la región “centro”. La
mayor parte del subdesarrollo está en la peri-
feria: pobreza, analfabetismo, desempleo, mar-
internos era reciente. La migración masiva no nos en el Gran Buenos Aires aumentó de unos Experiencia moderna e industrial ginalidad, estructuras económicas arcaicas, la
comenzó antes de 1935,11 y como se señala en 400.000 (para todas las edades) en 1935 a más previa de los migrantes en la vida que también es menos moderna en términos
otra sección que trata de la índole y magnitud de de 1,5 millones en 1947. Considerando la pro- y en el trabajo de educación, estratificación, movilidad y re-
los cambios estructurales causados por la alta porción en clase baja, la distribución por edad, laciones interclase, tamaño y tipo de familia,
tasa de migración, el proceso se intensificó mu- la tasa de supervivencia y el número de perso- Enfoquemos dos lados de la cuestión: moder- relaciones interpersonales, tasas vitales (en la
cho después de 1938. Aquí, el factor crucial es nas que estaban en edad de trabajar durante la nismo relativo o tradicionalismo en regiones década del cincuenta llegaron a niveles equiva-
que entre 1935 y 1946 el total de migrantes inter- década, estos migrantes de clase baja anteriores de origen; extracción rural y experiencia agrí- lentes a los de América Latina, en comparación
a 1935 y que todavía vivían en Buenos Aires en cola o no industrial previa a la migración. con los bajos niveles “modernos” de la región
1947 no serían más de 150.000. Por lo tanto, en central). La periferia conserva gran parte de
11 Como lo indica el Cuadro 3, se pudieron estimar para 1947, la clase trabajadora en el área estaba for- lo que fue la sociedad previa a la inmigración
1935 en 19 por ciento los argentinos nacidos en el Gran mada por un 27 por ciento de nativos y un 73 Modernismo y tradicionalismo en europea, ya que solo una pequeña minoría de
Buenos Aires. La falta de censos generales entre 1914 y regiones de origen extranjeros se radicó en ella (en 1947, el 16 por
1947 nos impide dar una respuesta precisa a la magnitud
por ciento de migrantes: el 57 por ciento eran
de la migración antes de 1936 para todos los departa- “nuevos” (llegados en gran parte después de ciento del total, o sea entre el 1 y el 5 por cien-
mentos, pero existen fuentes indirectas. Por ejemplo, el 1938) y el 16 “viejos”.12 Aun suponiendo que Como en la mayoría de los países desarrolla- to de la población). En 1947, la mayoría de los
número de electores registrados en el Gran Buenos Aires dos y en vías de desarrollo, encontramos en la migrantes internos en Buenos Aires (provincia
aumentó en 18.600 por año desde 1916 a 1930 y en 31.700 y Capital Federal) provenía de las provincias y
de 1930 a 1946. Considerando la tasa de incremento natu- 12 Los datos sobre migrantes internos en 1936 y 1947 son territorios menos desarrollados (62 por cien-
ral, las diferencias de tasas anuales entre ambos períodos tomados de Germani (1969: tabla 9); del Censo de Buenos Ai- extrapolados al Gran Buenos Aires a partir de cifras de la
es de aproximadamente el 100 por ciento. Véanse también res 1936, Vol. IV; Censo de la Provincia de Buenos Aires 1938 Capital Federal. Lattes confirma que los migrantes de 1947 to), y su proporción era considerablemente
los comentarios de Lattes (1970: 130 y 234-235). (solo se publicó un informe provisional); grupos de edades eran “recientes”, como lo indica su estructura de edad. mayor que al principio de la migración inter-
596 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 597

na.13 Antes de 1930, la mayoría de los migrantes ciento de los migrantes internos en Buenos en la villa miseria que yo estudié, era una ex- tina y su más drástica y rápida reducción en
nativos venían de “distancias cortas”, mientras Aires habían nacido en departamentos cuyo cepción. En mi informe decía: “Encontramos los siete años siguientes. Estudios realizados
que la migración interna masiva provenía de centro urbano mayor tenía menos de 20.000 una proporción mayor de origen netamente a principios de los años sesenta en el lugar de
“larga distancia”. Las tasas de emigración más habitantes (82 por ciento en departamentos rural en otras villas (de Buenos Aires) donde origen, elevaba a más del 50 por ciento la emi-
altas del país que se observan en 1947, se loca- cuya población está totalmente dispersa o que las cifras de ocupaciones agrícolas (previas a gración de hijos (14 a 30 años) de las familias
lizan en la región “periférica”, de la cual había incluye centros de menos de 5.000 habitantes la migración) abarcan desde un máximo de 54 rurales que vivían en diferentes regiones (For-
emigrado entre un tercio y el 45 por ciento de y un 40 en departamentos con pueblos chi- por ciento hasta un mínimo de 26.” De acuer- ni y Mármora, 1967: 53).16 Por otra parte, la
los que nacieron en ella.14 Por otro lado, los mi- cos). Esta composición era más pronunciada do con el estudio sobre urbanización en todas existencia en 1946 de una alta proporción de
grantes criollos también provenían de la región en otras ciudades de tamaño medio o grande. las demás villas donde se disponía de infor- trabajadores previamente agrícolas no puede
central dada su distribución desproporcionada En 1947, obviamente, el origen rural o de pue- mación, la proporción de migrantes que antes considerarse una conclusión inesperada, si se
en la arcaica estructura productiva, agrícola y blo chico de los migrantes era mucho mayor estaba ocupada en agricultura y ganadería, toma en cuenta la composición ocupacional
no agrícola, comparada con los inmigrantes ex- debido al menor grado de urbanización en ese era en promedio del 42 por ciento. Sin embar- heterogénea de los partidos con diferente gra-
tranjeros y, probablemente, sus descendientes. momento. Esto contrasta con el 14 por ciento go, aun en la villa miseria recién mencionada, do de urbanización residencial. Hasta 1947, el
“rural” que un autor extrae de mis encuestas no menos del 30 por ciento había trabajado ya sector primario en departamentos que tenían
(Kenworthy, 1973).15 La causa debe buscarse sea en el sector agrícola o como “peones” no centros de entre 2.000 y 20.000 habitantes ab-
Experiencia de vida y trabajo previas en la índole excepcional del ejemplo tomado clasificados en cualquier rama de actividad. sorbía un 52 por ciento de la PEA; incluso en
a la migración y la confusión existente entre lugar de re- Por otra parte, la encuesta de Buenos Aires los departamentos con pueblos y ciudades de
sidencia rural y ocupación rural. Como lo (1960) que abarca toda el área metropolitana entre 20.000 y 50.000 habitantes, la agricultura
La mayoría de los migrantes procede de ciu- indican claramente los dos estudios que he- muestra otro aspecto significativo. Entre los concentraba cerca del 40 por ciento de la po-
dades chicas y pueblos. En 1960, el 72 por mos citado, el porcentaje relativamente bajo jefes de familia, la última ocupación de un 40 blación (Germani, 1969a: Tabla 21). A media-
procedente de áreas residenciales “rurales” por ciento de los padres de los migrantes era dos de la década del treinta y en los primeros
en la agricultura o en la ganadería. Dicha pro- años del proceso, necesariamente estas pro-
13 IV Censo Nacional, datos inéditos, y Dirección Na- porción refleja el ambiente de su socialización porciones fueron mayores.
cional de Estadística y Censos (1956). 15 En su estudio, Kenworthy utiliza los dos informes temprana y la composición ocupacional y la
14 La migración previa a 1936 provenía de distancias citados en el texto, pero no considera la Tabla 1 de “In- extracción sociocultural de los migrantes en
cortas, de acuerdo con un estudio de Moyano Llerena quiry into the Social Effects...” (1961); las tablas están las generaciones anteriores (25 a 30 años an- 16 Según Forni y Mármora (1967) más de la mitad de
(1943: 263-266); esto queda confirmado por el estudio publicadas en el informe mimeografiado. El texto ci- los varones emigraron a las grandes ciudades. Véanse
de Lattes ya citado. Los datos de orígenes de los mi- tado es de este informe. En el otro informe, también
tes), pero indudablemente en un nivel menor, también Margulis (1968: Cap. VI) y García Aller (1951: 53-
grantes por provincia son tomados del IV Censo Nacio- usado por el mismo autor, la Tabla 26 incluye las cifras ya que en 1937 el sector agrícola en la PEA 58). Este último efectúa una impresionante descripción
nal, Informe, ob. cit. citadas en el texto (Germani, 1969). alcanzó su punto más alto en la historia argen- de pueblos y chacras abandonadas en esas provincias.
598 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 599

Cuadro 5. Grado de urbanización al nacimiento de los migrantes internos nativos por grado de urbanización en el Pero la actividad agrícola no es la única experien- migrantes que previamente habían trabajado en
lugar de residencia actual. 1960 cia de trabajo “no industrial” o “no moderna”. Ni los sectores secundario y terciario tenía origen
Grado de urbanización Lugar de residencia tampoco necesariamente la agricultura ha de ser similar en cuanto al nivel de modernización en
al nacimiento* Gran Buenos Aires 100.000 y más 20.000 a 99.999 Menos de 20.000 “no moderna”. En realidad los asalariados de las el estilo de vida y en la experiencia laboral. Ha-
Gran Buenos Aires – 6,3 3,6 1,9 economías agrarias en el capitalismo desarrolla- bía pequeños artesanos, tenderos, todo tipo de
100.000 y más 7,2 – 2,0 2,7 do no difieren mucho de los obreros industriales intermediarios menores, propietarios indepen-
50.000 - 99.999 5,2 13,9 – 1,6
urbanos, desde el punto de vista de su “concien- dientes que trabajaban solos o con sus familias,
cia proletaria”. El problema, pues, es determinar obreros asalariados en artesanías, pequeñas
20.000 - 49.999 14,6 12,1 – 3,6
el grado de desarrollo del ámbito socioeconómi- industrias, empresas familiares de comercio o
10.000 - 19.999 16,1 12,6 3,8
co en las ocupaciones previas a la migración en servicios, empleados domésticos, changarines o
5.000 – 9.999 25,5 22,6 22,6 todas las ramas de actividades. El origen rural peones que trabajaban ya sea en empleos agrí-
90,2
2.000 - 4.999 17,8 22,4 17,8 de los migrantes ya ha demostrado una alta pro- colas o no agrícolas, campesinos golondrina y
Menos de 2.000 13,6 10,1 22,2 porción de atraso premigratorio. Más aun, en el otros. En un país rico como la Argentina, cuya
sector primario, el cambio de la agricultura a la distribución del ingreso, aun en esa época, era
* Nacido en departamentos clasificados según su centro urbano mayor.
Fuente: Idem Cuadro 2.
ganadería (que consideraré más adelante) invo- más igualitaria que la de otros países latinoame-
lucró la desaparición de un número muy alto ricanos, parte de las riquezas generadas por las
de agricultores independientes. Los migrantes exportaciones primarias se filtraron a los grupos
rurales comprendían, además de los peones sin urbanos. Estos, al igual que el resto de la econo-
tierra, a un gran sector de pequeños agriculto- mía, fueron muy vulnerables a los altibajos del
res previamente independientes: propietarios, comercio internacional y de las crisis agrícolas.
Cuadro 6. Migrantes internos cuya última ocupación del padre era agrícola. Porcentaje sobre el total de migrantes; arrendatarios, medieros y otras formas bastante
migrantes de regiones “centrales” y “periféricas”. Gran Buenos Aires. 1960
atrasadas de campesinado y tenencia de la tierra.
obreros golondrina en las cosechas de otras regio-
Migrantes de Migrantes de la región Migrantes de las
Si bien la mayor parte del sector agrícola era del
Status socioeconómico nes. En 1960 todavía había campesinos que trabaja-
todo el país “central” (Litoral) regiones “periféricas” tipo comercial, las relaciones de trabajo a menu- ban en campos que no alcanzaban para su manteni-
50% con status socioeconómico más bajo (clase baja) 38,1 35,3 40,0 do eran arcaicas y ello determinó la experiencia miento (“subfamiliares”). Véase Comité Interameri-
50 % con status socioeconómico más alto (clase media y alta) 24,6 27,9 24,0
laboral de los asalariados.17 La mayoría de los cano de Desarrollo Agrícola (1965: Tabla 10 y sigs.).
La distribución de la tierra y el sistema de tenencia
Total 33,0 32,9 33,1 era el mismo o peor que en años anteriores. Para la
17 En muchos lugares poseían lotes pequeños, in- distribución de la tierra en 1937 y 1947 véase Germa-
Fuente: Muestra del Gran Buenos Aires (2.100 casos, 1960). Véase nota 8. suficientes para ganarse la vida y trabajaban como ni (1955: Cap. X).
600 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 601

Con la Crisis de 1930 y la reducción en la agri- significado real de las modificaciones en la Cambios en la estructura rios internos. Los primeros son harto conoci-
cultura después de 1938, la situación de este PEA en el sistema de clases, el consecuen- socioeconómica y en la dos: la Gran Depresión (desde 1930) y la Se-
sector arcaico empeoró súbitamente. Ambos te desplazamiento y los movimientos so- estratificación ocupacional de la gunda Guerra Mundial. Los segundos abarcan
factores produjeron una restricción importante ciales y políticos que emergen del mismo, regiones periféricas y centrales desde tendencias históricas antiguas, como el
del mercado interno y un desempleo intenso. En es fundamental considerar los cambios en desde 1935 hasta 1946 sistema de tenencia de la tierra y las circuns-
Buenos Aires y en dos provincias del Litoral, al- dos aspectos principales de la sociedad: tancias que retardaron la industrialización,
gunos años después del surgimiento industrial la estructura socioeconómica y la compo- La ausencia de censos de población entre 1914 hasta hechos coyunturales como la extensión
en 1940, había 181.000 desempleados registra- sición sociocultural de las poblaciones en y 1947 constituye un obstáculo serio, si bien excesiva de tierra cultivada en la década del
dos, que se calcula en más del 10 por ciento de la región “central” y en la “periférica”. Es los censos especiales y otras informaciones y veinte y principios del treinta, o la evolución
los asalariados del área, la mitad de los cuales común mencionar por lo menos algunos estudios existentes (especialmente de econo- del trigo, del maíz y de la carne en el mercado
estaba en la agricultura. Las consideraciones de estos procesos entre las causas del pe- mistas) proporcionan una cierta base confia- internacional. Lo que más directamente nos
precedentes nos llevan a la conclusión de que ronismo, junto con otros factores políticos ble para reconstruir una situación que, aunque concierne aquí es su impacto combinado so-
en los años 1935-1946 la gran mayoría de los más obvios: la desmovilización parcial de la admitamos “conjetural”, da una aproxima- bre la economía y la estructura social. La gran
migrantes internos era gente cuya situación las clases medias y bajas después de 1930, ción suficiente a nuestro propósito.18 Se pro- crisis mundial produjo el derrumbe de la eco-
previa se caracterizaba por un estilo de vida el fraude sistemático de los años treinta, el dujeron dos tipos de modificaciones en la nomía agroexportadora y creó una protección
y experiencia laboral no industriales y menos golpe militar de 1943, etcétera. Muy a me- PEA: un traslado masivo del sector agrícola al para la industria nacional, ya existente desde
modernos, tanto en el sector agrícola como en nudo se dieron por sentado los cambios es- industrial y de servicios, con una transforma- principios de siglo pero con un ritmo de desa-
el no agrícola. Una rápida revisión de los cam- tructurales sin un análisis y olvidando sus ción interna de todos ellos. Tanto los cambios rrollo mucho menor. La guerra intensificó
bios ocurridos en la década podrá dilucidar la efectos de reafirmación mutua. Tampoco se cualitativos como los cuantitativos se debie- enormemente este proceso, y contribuyó aun
índole de los factores estructurales subyacentes mencionaron algunos de los factores crucia- ron a dos factores externos principales y va- más a reducir los precios agrícolas aumentan-
que generaron un desplazamiento económico y les, tales como la súbita desaparición de la do al mismo tiempo el valor de la exportación
social de tal magnitud. inmigración europea. Este tipo de análisis 18 La existencia de censos agrícolas e industriales para
de carnes, si bien por otra parte intensificó la
todavía constituye una tarea a completar, a 1935, 1937 y 1947 facilita la labor. Los censos anteriores necesidad de la sustitución de importaciones
pesar de la existencia de estudios valiosos no subestiman la PEA en el sector agrícola. Por el contra- y el crecimiento industrial. El impacto de la
Índole y magnitud del pero parciales. Hay muchos datos disponi- rio, incluyen los que en general no se cuentan en la PEA. depresión de 1930, si bien produjo una crisis
desplazamiento, 1935 a 1945 bles, si bien el acceso a ellos y su sistema- Los censos industriales, por otra parte, incluyen porcio- en los precios de exportación, estuvo algo re-
nes del sector secundario representadas principalmente
tización no son fáciles. Trataré aquí de dar por la industria manufacturera, mientras que el trabajo
trasada en cuanto a la ocupación en agricul-
Con el objeto de comprender, tanto desde una visión global de la índole, magnitud y artesanal y casero no se enumera. Esto es fundamental tura y lo mismo sucedió con la aceleración
una perspectiva histórica como teórica, el proporción de los cambios. para observar los cambios en la composición del sector. del desarrollo industrial. Así, el área dedicada
602 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 603

a agricultura (contrariamente a la ganadería) bién aumentaron (Giberti, 1964: 42). La mag- taban desempleados.20 También es muy im- portante analizar la composición de diferen-
continuó expandiéndose hasta 1937, año que nitud del proceso se revela comparando los cias entre los censos de 1937 y 1947. La mayor
marcó el récord en toda la historia argentina censos agrícolas de 1937 y 1938. Si tomamos parte de ellas se produce entre los campesi-
20 Una reconstrucción de la composición de la PEA en
hasta la actualidad.19 Esta gran expansión, la mano de obra total en agricultura y gana- nos independientes y su ayuda familiar: el 18
1935, así como la compilación de series históricas desde
acelerada durante los años veinte, explica el dería (comprendiendo a los trabajadores go- mediados del siglo XIX, es una tarea que todavía queda por por ciento de los campos dedicados a la pro-
aumento de la ocupación agrícola desde el londrina y a los miembros de la familia de hacer. Las estimaciones que utilizo aquí deben considerarse ducción de trigo y maíz desaparecieron. Si
período previo a la guerra. Las actividades menos de 14 años, generalmente no incluidos conjeturales, aunque me parecen suficientes para verificar bien esta disminución estuvo compensada por
primarias (31 por ciento en 1914) habían au- en la PEA), la reducción fue de 660.000 obre- las hipótesis en discusión. El Censo Agrícola de 1937 arroja
2 millones de personas utilizando una definición similar a la
mentado a un 33 por ciento estimado en 1935, ros, es decir, un 25 por ciento de la mano de que comúnmente se usa en la clasificación de PEA y 2,6 mi- tra el texto. Ferrer confronta sus estimaciones con la distri-
mientras que en los años intermedios había obra agrícola total según el censo de 1937. Si llones cuando se incluyen a otros integrantes de la familia bución de la inversión. Véase también en la misma tesitura
absorbido casi un 40 por ciento del incremen- no tomamos en cuenta la ayuda familiar, que de menos de 14 años. En 1935, la PEA en agricultura tiene Di Tella y Zymelman (1967), particularmente el Capítulo III;
to anual de la PEA y continuaron creciendo no se cuenta ordinariamente en los criterios que haber sido menor que ambas cifras, dado que 1937 fue Portnoy (1961: Capítulos IV y V); Fuchs (1965); Dorfman
en 1936 y 1937. Desde 1938 se produce una standard de PEA, la reducción igual alcan- un año pico en cuanto a empleo permanente en agricultura (1970) y Lebedinsky (1965: Capítulos VII, XII, XIII).
y trabajo estacional, que a menudo pasa del sector prima- Otro problema para reconstruir la distribución de la
declinación precipitada, causada por una zaba a más del 20 por ciento. Sin embargo, rio al secundario y terciario. La CEPAL ha estimado que la PEA en 1935 es la existencia de una mano de obra flo-
transición de la agricultura a la ganadería y debe señalarse que un mejor indicador del agricultura absorbió un 38 por ciento del aumento total de tante que trabaja a veces en el sector primario y otras en
otras cosas. La primera absorbe mucho más tipo de vida y experiencia de trabajo previa a PEA entre 1910-1914 y 1935-1939 (CEPAL, 1958). También el secundario y terciario. En muchos casos se agregan
mano de obra que la segunda; de allí que el la migración lo constituye el número de per- estima que la industria absorbió un 22 por ciento y el resto a los obreros golondrina que migran de una provincia a
cambio involucró una expulsión masiva de fue al sector terciario. (En la versión definitiva, Vol. I. cam- la otra para la cosecha u otras labores estacionales; a
sonas de todas las edades que realmente tra-
bió las definiciones de los sectores y las fechas, pero las ello se debe que los censos especiales sobrestiman la
mano de obra de la agricultura que no quedó baja en agricultura (como trabajadores go- estimaciones son similares). Aplicando las estimaciones de PEA en agricultura, en comparación con el censo de po-
compensada con el crecimiento de la ganade- londrina o integrantes de la familia), ya que la CEPAL al incremento total de PEA entre 1914 y 1935 y blación. Esta mano de obra flotante ya existía en 1914,
ría o de las “cosechas industriales” que tam- la comparación de dichas cifras indica la pro- computando la PEA total de acuerdo con el mismo criterio donde se consideraba “sin clasificación” en alguna rama
porción expulsada de este tipo de trabajo y que el censo de 1947, comparable también al censo de 1914 de la actividad económica a más de 800.000 “peones” y
(Germani, 1955) y al de 1960, es posible reconstruir las se- “jornaleros”. En los censos posteriores desaparece esta
estilo de vida. Dicho sea de paso, la categoría ries para los tres sectores principales, de acuerdo con otras categoría de “sin clasificación”; pero siguió existiendo
19 Entre 1937 y 1947 el área cultivada de trigo, maíz de trabajadores “temporarios y golondrina” fuentes sobre composición del PBN, la productividad y de- una mano de obra “estacionaria” o “temporal” y parte
y cosechas industriales se redujo en un 21,3 por ciento ofrece un gran interés. Parte de ellos eran más datos económicos, así como la bibliografía económica de la misma se encuentra en el sector primario durante
(de 22.226 hectáreas a 17.500). Si se considera solo tri- agricultores de subsistencia o campesinos de que disponemos. Es probable que la misma tienda a sub- el resto del año (como era el caso de los agricultores
go, maíz y lino, la disminución fue del 36,5 por ciento. “subfamiliares”, pero otros eran sin duda jor- estimar al sector primario, sobreestimando el secundario de subsistencia más pobres que a la vez trabajan en su
La mayoría de estas áreas se dedicó a pasturas para la y terciario. Tal el caso de las estimaciones de Aldo Ferrer campo y se conchaban como jornaleros para la época
ganadería. Véase Fuchs (1965: 254-255). Todo el creci- naleros y peones que trabajaban también en (1963: 140). Si ese fuera el caso, el desplazamiento de PEA de cosechas). Véase sobre esta cuestión a Bunge (1940:
miento se produjo entre 1922 y 1937. el sector secundario y terciario cuando no es- entre 1935 y 1947 sería aun más importante de lo que mues- Cap. VII) y Weil (1944: Cap. IV y Statistical Excursus).
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establecimientos con cosechas “industriales” ción rural siguiese trabajando en predios pe- sector marginal de la agricultura sufrió una 1) hay una sincronización evidente entre este
y ganadería que arrojaban un leve aumento de queños y primitivos, del tipo de subsistencia. decadencia catastrófica y una proporción con- crecimiento y la caída en agricultura; 2) dado
asalariados, este crecimiento fue insuficiente Durante el período entre ambas guerras y has- siderable tuvo que abandonar sus tierras. Es- que los censos industriales incluyen a todos
para compensar las serias pérdidas en el cam- ta 1938, el auge agrícola significó un aumento tos cambios modificaron el sector primario al los obreros fabriles (y subestima las activida-
pesinado pequeño. Todo ello implica que la del sector con la ocupación de tierras menos mismo tiempo que en la industria se producía des artesanales y caseras) el crecimiento se
transición hacia la ganadería fue acompañada productivas y la creación de unidades subeco- un salto cualitativo y cuantitativo. La industria produce precisamente en la industria “moder-
por otro cambio importante, a saber, una con- nómicas. En estos años (1914-1937) el número no era nueva en el país. Una primera ola de na”. En efecto, se puede estimar que todos los
siderable caída en los tipos de agricultura de de establecimientos aumentó un 18 por cien- industrialización se había producido desde la incrementos en el sector secundario se produ-
subsistencia y otros menos capitalistas, que to, principalmente en los minifundios (47 por última década del siglo XIX y siguió desarro- jeron en la industria manufacturera, cuya
pudieron subsistir. En 1937 los asalariados ciento del aumento total en la categoría “me- llándose a ritmos variables. En los años vein- mano de obra pasó del 80 por ciento (de todo
agrícolas todavía representaban algo más de nos de 25 hectáreas” y otro 18 en la de 25 a 50 te, después de la Primera Guerra Mundial, la el sector “secundario”) en 1936, al 50 en 1946,
la mitad de todo ese sector, aumentando al 78 hectáreas). Además, estas pequeñas chacras industria no cesó de crecer, si bien a un ritmo mientras la de los artesanos (empresas con 1 a
por ciento diez años más tarde. Ambos proce- eran “subfamiliares”, es decir que no alcanza- mucho menor, absorbiendo cerca del 22 por 10 obreros) bajó del 52 al 30 por ciento y la de
sos (la expulsión de mano de obra agrícola y ban a cubrir los medios de subsistencia para ciento del incremento anual de la PEA. Esto las actividades artesanales (solo independien-
la agricultura no comercial o menos rentable) una familia, eran técnicamente atrasadas y les significó una reducción de la proporción en la tes y ayuda familiar) se redujo al 14 por ciento
es más pronunciada en las regiones periféri- faltaba la inversión de capital adecuada para PEA y probablemente un cambio en su com- (ver cuadro 7 y 8 en página siguiente).
cas: el 62 por ciento de la población agrícola su explotación económica.21 El sistema muy posición, aumentándose la de obreros fabriles Hubo cambios similares en el sector tercia-
expulsada proviene de esta última, donde la generalizado de arrendamiento, medieros y industriales. En la década 1935-1946 este pro- rio; si bien se podrían obtener pruebas cuanti-
proporción de trabajadores asalariados au- otras formas de tenencia de la tierra, junto ceso de industrialización se aceleró enorme- tativas, estas exigirían una investigación espe-
menta del 47 por ciento en 1937 al 84 en 1947, con el deterioro de las tierras (debidas en par- mente. Comparando los censos industriales cial que no podemos encarar en este momento.
en tanto este cambio fue del 54 al 78 por cien- te al sistema antes mencionado) contribuyó a (que subestiman las actividades secundarias y Hasta la década del treinta su crecimiento fue
to en las regiones centrales. La mayor parte de que los pequeños agricultores fuesen más vul- no incluyen la construcción), la tasa de absor- posiblemente lento, pero aumentó en forma
la producción del sector agroexportador ar- nerables. Mientras los grandes propietarios ción durante el período fue del 62 por ciento. considerable durante los años siguientes, expe-
gentino proviene en efecto de una organiza- pudieron dedicar parte de sus tierras a la ga- Debe destacarse también la diferencia neta rimentando al mismo tiempo una transforma-
ción económica capitalista y totalmente co- nadería que ahora era más rentable y otros las entre la primera mitad y la segunda mitad de ción interna sustancial, como la que ocurriera
mercializada, pero este proceso de moderni- dedicaron a las “cosechas industriales”, el la década: en la primera, la tasa de absorción en el secundario: concentración tecnológica y
zación en la agricultura y ganadería (que se industrial fue del 46 por ciento del incremento económica con formas y límites de las carac-
produjo en las últimas décadas del siglo XIX) anual total de PEA, mientras que en la segun- terísticas de servicios y comercio. El creci-
permitió que una buena proporción de pobla- 21 Véase la nota 18. da fue del 72. Caben aquí dos observaciones: miento y modernización del mercado interno,
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Cuadro 7. Proporción de asalariados e integrantes de familia que trabajan en agricultura con rápida urbanización y consumo masivo, tribución no pueden entenderse sin considerar
y ganadería. 1937 y 1947 los nuevos roles del estado con la ampliación los aspectos mencionados con anterioridad: la
Total Regiones centrales (pampeana) Regiones periféricas del sector público y la intervención estatal (ya inmigración europea, su distribución ecológica
1937 1947 1937 1947 1937 1947 desde 1930), la mayor burocratización, el gran y ocupacional y la brecha entre regiones cen-
Asalariados y aumento de la educación y otros servicios (in- trales y periféricas.
demás personal 54 78 59 74 47 84 cluido el turismo popular, las vacaciones de la La inmigración europea masiva finalizó súbi-
con sueldo (a) clase obrera y demás), implicaron un cambio tamente en 1930. Hasta ese año la inmigración
Miembros de la real de escala de la sociedad que se tradujo en neta desde Europa arrojaba un promedio anual
familia que 46 22 41 26 53 16 un aumento del sector terciario “moderno” re- de 88.000 personas, lo que equivalía al incre-
trabajan (b) emplazándose en considerable medida el “seu- mento total de mano de obra en la Argentina.
do” terciario tradicional y “no moderno” tan En la década siguiente bajó a 7.300 por año y a
(a) Incluye personal temporario.
común de las economías en desarrollo.22 5.500 en 1940-1946 (Germani, 1955: 82). Hasta
(b) Incluye personas de menos de 14 años.
Fuente: CIDA (1965: Cuadro 5).
1930, los europeos constituían la mayor parte
de la población que trabajaba en la industria y
Desaparición de la inmigración servicios, especialmente en el sector moderno
europea y cambios en la composición (en 1914, entre el 50 y 70 por ciento de los que
sociocultural de la población trabajaban en estas actividades, pero bastante
alto aun en los años veinte). Los inmigrantes
Cuadro 8. Diferencias en la composición del sector secundario. 1935-1946 Estos cambios tan drásticos y veloces en la habían ayudado a establecer una agricultura
Composición del sector, secundario Diferencia 1935-1946 Porcentaje total del cambio composición cuantitativa y cualitativa de la moderna, pero incluso durante el auge de la in-
Obreros fabriles 434 + 81 PEA exigieron una amplia redistribución de la migración su proporción en el sector fue muy
Obreros no fabriles, cuenta propia y
población. El grado, forma e índole de la redis- baja y más tarde siguió declinando.
ayuda familiar (a)
- 38 -7 De todos modos esta tendencia se vio refor-
Otros que trabajan en fábrica e
zada en la década del veinte cuando los inmi-
industria (propietarios y empleados)
141 +26 22 Para el concepto de “seudo terciario” véase Germa- grantes llenaron en gran parte las demandas
ni (1969b: Caps. V y VII). La existencia de una fuerza del sector secundario y terciario. Como ya se
Incremento total en el secundario 537 100 de trabajo flotante en la Argentina, como se dijera más
arriba, indica la existencia de una “marginalidad” bas-
indicara, los europeos se concentraron geo-
(a) Incluye el rubro construcción. tante alta en la década del treinta y en un período de gráficamente en las regiones “centrales” (98
Fuentes: Censos industriales de 1935 y 1946, Censo de población de 1947 y estimaciones de la CEPAL (1958). crisis. Véase Weil (1944) sobre el desempleo en 1914. por ciento en 1947) y en las grandes ciudades
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(Germani, 1969a y 1955). Más aun: en la perife- finalización de la inmigración de ultramar. meros había sido reemplazado por obreros iv. Por último, el reemplazo de la vieja clase
ria la proporción de europeos era menor que Cuando se incrementaron tanto las nuevas de- “nuevos”; esta proporción (casi igual en trabajadora significó otra transformación
en el resto del país (menos del 5 por ciento). mandas de industria y servicios modernos, ya otras ciudades grandes) alcanzaba a un 40 profunda en la sociedad argentina. Debido a
Por último, dada su alta tasa de fecundidad, las había desaparecido la reserva normal de mano por ciento en los centros intermedios. la doble concentración geográfica y ocupa-
provincias periféricas aportan mucho más que de obra constituida por el influjo de los extran- iii. Esta sustitución se llevó a cabo a través del cional (en clase obrera) de la “inmigración
su parte proporcional en el incremento natural. jeros en la PEA. Ahora la migración interna ascenso social (y tasas de fecundidad meno- argentina” en la región central, las ciudades
Una vez terminado el influjo europeo, su con- reemplaza a la internacional. La sustitución res): en 1960 la mitad de los que habían naci- grandes y las actividades más modernas, los
tribución fue crucial. normal de los que egresan de la mano de obra do de padres obreros en la ciudad, se habían migrantes provinieron de aquellas áreas me-
Todas estas circunstancias determinaron la y la exigencia adicional originada por el cre- convertido en clase media y otro 40 por cien- nos modificadas por la inmigración masiva
naturaleza de la redistribución ocupacional y cimiento y cambio en la industria y servicios, to había pasado de empleos no calificados de ultramar, es decir, de la periferia, partes
ecológica, que involucró una alta proporción debía llenarse con el incremento demográfico a ocupaciones calificadas. El cambio se pro- del área rural, de las ciudades y pueblos chi-
de población argentina (especialmente de los natural, el exceso de población desplazada de dujo tanto por la movilidad individual como cos que habían preservado en mayor medida
estratos bajos) en todas partes y con mayor la agricultura (en especial sus componentes ar- por la sucesión generacional: un tercio de la cultura original previa a la inmigración.
intensidad de aquella que vivía en las regiones caicos) y la traslación interna de los sectores los “jefes de familia” en 1960 había pasado La “Argentina inmigrante”, en cambio, ha-
atrasadas y en las más tradicionales de las re- secundarios y terciarios menos desarrollados o del estrato de trabajador manual al de clase bía surgido del gran crisol cultural y étnico
giones centrales, ya sea en sus áreas desarro- más tradicionales. media durante el curso de su vida; además creado por la inmigración internacional. El
lladas o en los enclaves arcaicos que todavía El análisis de los cambios estructurales des- las tasas de ascenso social de hijos en tareas componente “criollo” de la nueva clase tra-
subsistían. La composición de la clase obrera y emboca en la misma conclusión que exhibe la no manuales cuyos padres eran trabajadores bajadora fue tan prominente que produjo la
de sus elementos migrantes en Buenos Aires y composición de la clase obrera urbana en fun- manuales y que ingresaban a la fuerza de tra- aparición de un estereotipo: el “cabecita ne-
en otros centros urbanos –en especial las gran- ción de experiencia laboral previa y lugar de bajo en la década del treinta y del cuarenta gra”, que a su vez fue sinónimo de peronis-
des ciudades– así como también las pautas de origen. Hay que destacar varios aspectos: era de más del 50 por ciento. También los mi- ta. Como todo estereotipo, poseía grandes
expulsión de la agricultura y el crecimiento y grantes participaron de la movilidad social, distorsiones, pero también una fuerte base
cambios cualitativos en los sectores secunda- i. El impacto de la transformación y el “despla- la que se restringió principalmente al estrato de realidad. Fue reconocido por todos: la
rio y terciario, se combinaron con las drásticas zamiento” afectó no solo a los centros urba- manual, de obrero no calificado a calificado. clase obrera y la media, los peronistas y los
modificaciones que se produjeron en el reclu- nos y al área central, sino a todo el país. Esta transición contribuyó al alto porcentaje antiperonistas, si bien con reacciones emo-
tamiento de la mano de obra en 1930. Todos es- ii. Estuvo acompañado por un vasto proceso de migrantes entre los calificados.23 cionales opuestas. Para los nacionalistas de
tos procesos se produjeron simultáneamente, de sustitución de obreros urbanos preexis- derecha y parte del peronismo se lo concibió
a saber: cambios estructurales en la economía tentes por los migrantes internos. En 1947, 23 Fuente: ídem nota 8. Datos publicados parcialmen- como el retorno de la “auténtica” Argentina
y en la distribución ocupacional y ecológica; entre la mitad y el 70 por ciento de los pri- te en Germani (1966). y su triunfo sobre ese Buenos Aires y Litoral
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tan extranjeros y cosmopolitas. Para los “li- país: su expresión lo constituyó el peronis- al menos el más importante, en el surgimiento b. la situación previa, altamente conflictiva, de
berales” de viejo cuño significó la vuelta a la mo y su posterior evolución.24 del peronismo. Las explicaciones son variadas. las organizaciones gremiales, tanto en su as-
“barbarie” del siglo XIX que supuestamente En algunos casos la tesis es simplemente de pecto interno como frente a los gobiernos
había desaparecido con la inmigración eu- Esta rápida revisión de una parte de la eviden- una coalición política posibilitada por circuns- conservadores represivos de los años treinta;
ropea. En un país tan llamativamente libre cia existente muestra que los rápidos cambios tancias del momento cuyas causas no han sido c. la política de fuerte represión y supresión em-
de prejuicios étnicos, este estereotipo adqui- socioeconómicos y socioculturales generaron exploradas; otros interpretan la orientación prendida por el régimen militar, así como su uti-
rió peso emocional debido a su contenido un impacto, produciendo un desplazamiento “sindicalista” como resultado de una elección lización, combinada con la atracción, por parte
político e ideológico, desapareciendo en el importante de la población, modificando sus- política largamente debatida y meditada de de Juan Perón después del golpe de 1943;
período posperonista con el surgimiento de tancialmente la composición de las clases bajas cuál era la posición más conveniente para los d. el contraste de la cultura política predomi-
un peronismo de clases medias, las alianzas y arrojándolas a experiencias de trabajo, estilos obreros. En un nivel teórico más profundo se nante en gran parte del movimiento obrero,
ideológicas y los cambios culturales de la de vida y contextos sociales enteramente nuevos. lo describe como una “alianza de clases” cuyas donde existía una orientación “hacia el exte-
sociedad. No obstante, ese período reforzó condiciones fueron creadas por la particularísi- rior” identificada con las ideologías marxis-
los efectos traumáticos del desplazamien- ma fase que estaba viviendo el capitalismo “de- tas, socialistas y comunistas, su interés por
to estructural con una crisis de inclusión El rol del sindicalismo y la pendiente” en la Argentina. Se asigna a menudo los sucesos internacionales, el fascismo, la
dentro de la sociedad nacional de un sector “nueva” clase obrera un rol determinante a los sindicatos “viejos” y guerra, etcétera, contraste muy marcado con
hasta entonces marginalizado. En realidad a la Confederación General del Trabajo (CGT) la cultura política del “nuevo” proletariado.
fue una etapa de consolidación más en el Ciertas interpretaciones solían negar, subesti- en la creación de una base política para el pe-
proceso de construcción nacional: la fusión mar o dejar de lado específicamente el rol des- ronismo, en la organización de la trascendental Sería imposible brindar una visión siquiera resumi-
de la Argentina “criolla” o lo que de ella que- empeñado por los sindicatos preexistentes a huelga de octubre y en el apoyo de la candida- da de todas estas cuestiones. Me restringiré pues
daba, con la “Argentina inmigrante”; del “in- la época peronista en la creación de un apoyo tura de Perón para las elecciones. a mencionar ciertos aspectos que han sido olvi-
terior” con el ‘Litoral”. La cultura argentina masivo al régimen. Algunos trabajos actuales La actitud del “sindicalismo”, su orientación, dados en las nuevas interpretaciones y otros que
fue modificada por la incorporación de los en cambio lo consideran como factor central, o su acción política concreta y el peso de su rol no han sido analizados o considerados a veces en
restos de sociedad “criolla” y los recién llega- en el surgimiento del peronismo, solo puede estudios anteriores. En general faltan todavía es-
dos fueron rápidamente absorbidos por este entenderse en el contexto de las siguientes tudios históricos serios para el período 1943-1945,
nuevo crisol y la cultura nacional renovada. 24 Hay muchas descripciones sobre el impacto de condiciones: especialmente de los sindicatos y sus liderazgos,
Los mismos procesos de fusión y absorción los migrantes internos sobre la Argentina inmigrante, la situación concreta con que se enfrentaron con
pero la mayoría son muy parciales. Véanse entre otros:
se produjeron con los rasgos divergentes de Romero (1956); Luna (1969); Jauretche (1969); Peter
a. cambio en la composición de las clases tra- respecto a sus afiliados, los “nuevos” obreros, los
su cultura política, pero dejaron un impacto (1968); Perelman (1961); Belloni (1960) y Hernández bajadoras y sus características predominan- militares y la represión, los partidos políticos, los
profundo y duradero en la vida política del Arregui (1960). tes en el período 1943-1945; empresarios industriales (viejos y nuevos), la oli-
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garquía terrateniente, los componentes nacionalis- las dos Confederaciones Generales del Trabajo gremios que se oponían a sus intenciones po- de medios contundentes. La represión políti-
tas y fascistas fuera y dentro del peronismo y Pe- (CGT), muchos sindicatos fueron intervenidos dían ser desconocidos o cancelárseles la per- ca (supresión de todos los partidos políticos,
rón mismo. La aparición del socialismo nacional por el gobierno, mientras la CGT sobreviviente sonería gremial; también se los podía disolver censura de la prensa, persecución de intelec-
(que tiene poca importancia como rol concreto, fue sometida a distintos controles. Los dirigen- o suprimir (variaba de acuerdo al clima polí- tuales, estudiantes, políticos o dirigentes gre-
pero es de extraordinaria relevancia teórica), sus tes sindicales y políticos, principalmente comu- tico, las orientaciones ideológicas, el grado miales) continuó hasta junio de 1945, se alivió
orígenes, como también el origen de los nuevos nistas y otros de izquierda, fueron arrestados, de amenaza política, etcétera). De cualquier algo en septiembre para reanudarse a comien-
líderes sindicales y sus relaciones con las viejas enviados a la cárcel o a los campos de concen- modo, ningún gremio que no mostrase su dis- zos de octubre.29 Además, se establecieron un
orientaciones marxistas, con nuevos grupos den- tración. En octubre de 1948 se estableció una posición de colaborar podía obtener algo en gran número de gremios nuevos: en 1941 había
tro del Partido Radical (en especial FORJA),25 los ley sumamente restrictiva que debía regular los conflictos laborales, en la legislación, en los 356; en 1945, 969. La mayor parte del incremen-
sectores nacionalistas y fascistas, además de otras los sindicatos y que fuera muy resistida por los servicios sociales, etcétera. También las opor- to estaba constituido por “gremios paralelos”
facciones. Es esta una de las empresas que todavía dirigentes gremiales. Si bien Perón la suspen- tunidades de éxito de un dirigente gremial para creados para sustituir aquellos que rechazaban
no se han acometido y que limitan la validez de la dió en diciembre, la aplicación de facto de su lograr mejores condiciones para los trabajado- o se oponían a la política de Perón, en tanto
mayoría de las interpretaciones. propósito fundamental no cambió: solo los gre- res dependían de su actitud con respecto a las otros representaban nuevas ramas de activi-
mios reconocidos oficialmente por el gobierno metas políticas del ministro de Trabajo.28 Esta dad u otras previamente no agremiadas. En
podían representar a los obreros en los conve- política permitía distintos grados de libertad y ambos casos sus organizadores y dirigentes
El poder del estado. nios colectivos. (Se restablecieron formalmen- dependía mucho de las brechas internas de la eran favorables a Perón y el ministro de Tra-
Represión y atracción. te en septiembre de 1945, convirtiéndose en la “vieja” dirección: ideológicas, personales y de bajo intervenía directamente con recursos hu-
base legal de la organización política peronista organización. La flexibilidad podía convertirse manos y materiales.30 El porcentaje de afiliados
El régimen militar comenzó con la represión un en tanto autorizaba a los gremios a convertirse en despiadada represión cuando la coyuntura no aumentó: entre 1941 y 1945, menos del 20
mes después del golpe.26 Se suprimió a una de en los núcleos de un partido político.)27 La po- política, las orientaciones ideológicas o el tipo por ciento. En consecuencia, solo una fracción
lítica seguida por Perón era muy flexible y usa- de conexiones con la oposición exigían el uso de los obreros urbanos estaba agremiada. No
ba tanto la represión como la atracción frente siempre, pero a menudo, los nuevos gremios
25 FORJA fue un movimiento de juventud dentro del a las organizaciones y los dirigentes. Aquellos
28 Sobre esta política de represión-atracción véase
Partido Radical con orientación marcadamente nacio- Rotondaro (1971) y Bailey (1967: Cap. 4). Para com-
nalista y antiimperialista. Su mayor importancia reside prender esta política también es útil consultar la bi- 29 Sobre las alternativas de la represión y liberaliza-
en el surgimiento de un nacionalismo de izquierda (y 27 Es interesante destacar que el dirigente gremial pe- bliografía ideológica (que, como siempre, es la más ción, véase Luna (1969: passim).
en parte también el cambio de la derecha). Entre otros, ronista Luis Angeleri insiste en la continuidad de la Ley común). Véase, por ejemplo, Iscaro (1958: Cap. XIII); 30 Dice Cerruti Costa en la obra citada que la CGT y
véase Jauretche (1962). de Asociaciones Profesionales precisamente con este Puiggrós (1969: Caps. II y V); Cerruti Costa (1957). la Secretaría de Trabajo y Previsión facilitaban la or-
26 Ver Rotondaro (1971: 185 y sigs.); Bailey (1967: 73 y decreto, que había sido “suspendido” por Perón como También varios documentos y entrevistas incluidos en ganización legal, locales, fondos, asesores y dirigentes;
sigs., 85 y sigs.); Alexander (1951: 12-19). gesto favorable al sindicalismo. Véase Angeleri, 1967. Fayt (1967). citado por Luna (1969: 64).
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eran poco más que organizaciones sobre el pa- la habían debilitado, y cuando el crecimiento industriales a este sector. Dentro del sindicato Según el criterio que se quiera aplicar, este
pel. Sin embargo, sirvieron a un propósito im- industrial creó condiciones más favorables, la la industria representaba un 36 por ciento de nivel de sindicalización puede considerarse
portante: el de establecer una red de organiza- política hostil del régimen conservador creó los afiliados, en tanto los dos tercios restantes “alto” o “bajo”. Lo fundamental es que la mayor
ción entre la clase obrera, difundir (además de muchos obstáculos a su desarrollo. Al mismo estaba en servicios (principalmente transportes parte de la clase obrera no estaba agremiada y
los medios de masa) los resultados de la políti- tiempo, su organización pasaba por una etapa y comercio). El incremento total en el período más importante aun, muchos de los recién lle-
ca laboral de Perón y en especial a estimular el de transición: de la artesanía a la industria, es 1935-1945 fue del 12 por ciento; bastante exiguo gados quedaron fuera del sindicato, lo cual se
contacto directo (en manifestaciones masivas) decir, de una complejidad organizativa menor a si recordamos la alta tasa de migración urbana debe a muchas razones:
con el líder, como también a aumentar el núme- un grado mucho mayor de burocratización, de interna y el desplazamiento ocupacional hacia
ro de personas favorables a Perón en el Comité un tamaño reducido a uno enorme. Es así que el sector secundario y el terciario. Como dijera, i. en primer lugar el mismo hecho de su re-
Central Confederal, en la Asamblea General y surgen nuevos tipos de dirigentes laborales más en el período siguiente, con una intensificación ciente inserción en la economía urbana y
otros órganos de la CGT (Murmis y Portantie- orientados hacia la autonomía política de la masa de ambos procesos, la situación no cambió mu- en el ámbito social;
ro, 1971: 103).31 trabajadora (opuestos a la dependencia con los cho. El nivel general de afiliación permaneció en ii. en segundo lugar, el origen regional y la
partidos de izquierda), lo cual hasta condujo en el 12 por ciento, pero hubo un incremento en las cultura concomitante;
ciertos casos al vago deseo de crear una orga- actividades secundarias: 13 por ciento si consi- iii. ambas características crearon un obstáculo
Grado de afiliación gremial de la nización política propia. Sin embargo, el grado deramos la industria manufacturera. Hay que para su incorporación a través de dirigentes
clase obrera y activismo sindical de de sindicalización de la clase obrera continuó destacar que estas cifras provienen de encues- sindicales típicos de la región central que
los nuevos trabajadores siendo bajo a pesar del aumento cada vez mayor tas voluntarias realizadas entre funcionarios y ideológicamente tenían una posición y que
de su afiliación. Especialmente en la industria representantes de los gremios por la Oficina del a menudo estaban tan o más interesados
En el período previo a 1930, la magnitud del manufacturera, que era el sector más dinámico, Trabajo. No representan necesariamente a los por los temas políticos e internacionales
sindicalismo –el mayor de América Latina– era siguió siendo un grupo minoritario el de obre- “asociados que pagan cuotas” y hay pruebas de que por mejorar las condiciones de trabajo.
comparativamente reducida con respecto a los ros agremiados. Tomando como base el total de grandes diferencias entre lo que declara la en- Es bien cierto que comenzaba a surgir un
asalariados de la PEA. Obviamente, ello refleja- asalariados en la PEA, la afiliación en 1941 esta- cuesta y la situación real, dada la tendencia a nuevo tipo de liderazgo, más directamen-
ba la estructura económica en la cual, si bien la ba alrededor del 11 por ciento, pero este nivel inflar el número de afiliados.32 te interesado en la autonomía del gremio
industria era importante, tenía un nivel mucho era ciertamente mayor en los centros urbanos frente al paternalismo de los partidos po-
menor que años más tarde. La Gran Depresión industriales. En todos los sectores secundarios líticos o de las ideologías, menos preocu-
y el desempleo generalizado después de 1930 la afiliación gremial llegaba al 13 por ciento, 32 Weil aporta detalles de estas encuestas. Era bien
sabido que los sindicatos inflaban el número de sus afi-
pero considerando solo la industria manufac- liados y que tanto la Oficina del Trabajo como las orga- fras indicadas en el texto se computaron sobre la base
turera, la sindicalización llega al 23 por ciento, nizaciones patronales, por su propio interés, estimaban de los informes de la Oficina del Trabajo, citados por
31 Véase también Bailey (1967: Cap. IV). si adjudicamos a los integrantes de los gremios conveniente confirmar esa ficción (1944: 83-86). Las ci- Rotondaro (1971), y fuentes sobre la PEA.
616 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 617

pado por la ideología y más interesado en embargo, dado que tanto el reemplazo de los Cuadro 9. Huelgas, huelguistas y jornadas de trabajo perdidas. Promedios de cinco años. 1907-1949
condiciones concretas de la clase obrera. que abandonaban la fuerza de trabajo como el Período Número de huelgas Número de huelguistas (en miles) Días de trabajo perdidos
No obstante, solo una fracción de la nueva aumento de las actividades modernas e indus- 1907-1909 162 62 345
clase obrera se agremió; triales se llenó en su gran mayoría con “recién 1910-1914 132 187 422
iv. otro factor poderoso, antes y después del llegados”, habría que agregar una cierta canti- 1915-1919 164 123 1568
golpe militar de 1943, fue el clima de repre- dad a los afiliados, pero mucho menor que su 1920-1924 116 115 1397
sión o al menos la gran hostilidad por parte creciente proporción en la clase trabajadora. 1925-1929 92 30 290
del gobierno. Esta hostilidad que antes de Este hecho de su bajo grado de sindicaliza- 1930-1934 73 20 568
1943 se generalizó a todas las actividades ción es bastante importante para compren- 1935-1939 71 43 994
sindicales, después de esa fecha se hizo der el rol y la índole de su participación en
1940-1944 66 15 247
selectiva: solo se reprimió a los gremios el surgimiento del peronismo. Si bien en el
1945-1949 78 245 1.939
políticamente peligrosos, en especial a los sector no agremiado la participación sindical
comunistas. era inexistente, igualmente se beneficiaba de
contratos laborales más favorables y de las le-
Con todo, hasta aquellos que gozaban del po- yes de seguridad social; también estaban ple- número de obreros que participaron en ellas Es también significativo comparar el bajo
deroso apoyo de la Secretaría de Trabajo y namente informados del papel decisivo que fue en 1940-1944 el menor que se registra en la número de huelgas con el alto número de con-
Previsión no pudieron agremiar a la mayoría aquí desempeñaba el “coronel” que los de- historia sindical argentina, lo que aumentó en tratos laborales. En 1944 se firmaron 548 con-
de los recién llegados. Sin otras investigacio- fendía desde la Secretaría de Trabajo. Si bien 1945-1949 solo un 31 por ciento sobre el máxi- tratos –todos favorables a los obreros– y 864 en
nes es imposible saber con certeza qué pro- podía haber participado en las huelgas, es in- mo alcanzado en 1910-1914, aunque el núme- 1945. El contraste con el período precedente es
porción de obreros nuevos había en los sin- teresante destacar que mientras que la mano ro total de trabajadores era dos o tres veces llamativo: entre 1936 y 1940 solo se firmaron 46
dicatos y mucho menos su participación en de obra industrial y la clase obrera habían mayor. El gobierno conservador hostil en los contratos (Murmis y Portantiero, 1971: 89; Fayt:
actividades específicas de los mismos.33 Sin aumentado 246 y 137 por ciento respectiva- tres primeros años de la década del cuarenta, 1967: 108-109). Aun tomando en consideración
mente desde 1914, el número de huelgas fue la represión de los militares en 1944-1945 y el las condiciones económicas distintas en ambos
mayor en las primeras dos décadas del siglo control peronista después de 1946, evidente- períodos, es notable el doble contraste entre
33 Hasta bastante recientemente, la CGT dio gran im- que en 1940-1944 y 1945-1949, mientras que el mente explican en parte este nivel tan bajo de las negociaciones laborales ganadas en 1944 y
portancia a los migrantes: entre 1938 y 1943 solo hubo resistencia laboral organizada en 1940-1943 1945 y el bajo nivel de huelgas por un lado y por
dos menciones de problemas planteados por los migran-
y su moderado incremento en el período si- el otro la situación de 1935-1940. Esto significa
tes internos al sindicato (Bailey, 1967: 81). Los comunis- por los compromisos ideológicos especialmente rígidos
tas trataron muy activamente de organizar a los nuevos durante la Segunda Guerra Mundial y el rechazo de los guiente (Germani, 1969a). Sin embargo, esto que la afiliación al sindicato e incluso la parti-
obreros, pero sus esfuerzos estuvieron obstaculizados migrantes, además de una fuerte represión policial. no es todo. cipación en las huelgas no eran realmente ne-
618 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 619

cesarias para las conquistas de los trabajado- davía tradicional de la estratificación, basada jo proletariado urbano (o lo que del mismo les brindó una fuerte convicción con respec-
res. La mayoría de los beneficios se obtuvieron en la oposición entre “ricos” y “poderosos” quedaba) y la experiencia cotidiana dentro to a su intervención personal en los cambios
por presión del Ministerio. Es cierto que los contra “pobres” y “humildes”). El acceso di- y fuera del sindicato, no ayudaron a los mi- políticos y proporcionó una nueva conciencia
aumentos de salarios fueron posibilitados por recto a grandes masas de obreros fue efecti- grantes a adquirir las actitudes y pautas de de su presencia como actores importantes en
cambios estructurales en la economía, pero las vamente una de las metas fundamentales de comportamiento necesarias para ejercer sus la política nacional. Sin embargo, paralela-
soluciones pacíficas, la ausencia de huelgas, la estrategia de Perón, como lo reconocieron derechos de obreros y ciudadanos dentro de mente, el vínculo directo que se había estable-
significaron en realidad un triunfo obrero sin más tarde ciertos sindicalistas que pensaron la organización laboral, como tampoco en el cido con el líder y dado que su integración al
la participación de sus miembros. Este proceso que esta relación era un precio exiguo para nivel de la vida política local y nacional. Este panorama político se había producido a través
fue fundamental en la configuración de la rela- compensar los beneficios logrados por los fue un proceso más largo que continuó du- de un “movimiento colectivo” y un líder caris-
ción directa entre los recién llegados y el líder sindicatos. Sin lugar a dudas y especialmen- rante y especialmente después del mandato mático, estas circunstancias fueron durante
carismático. Los gremios peronistas, o los que te para los obreros no agremiados, significó de Perón. En el lugar de trabajo esta experien- mucho tiempo componentes importantes del
colaboraron, solo fueron instrumentos de este que sus victorias se lograban a través del es- cia se obtuvo mediante la acción personal en peronismo. Sus representantes principales
proceso y proporcionaron el marco administra- fuerzo personal del líder. luchas vinculadas a problemas de la fábrica, eran los “peronistas de siempre”, como los
tivo y legal para los convenios colectivos. Más El sindicato mismo no era más que un ins- reparando injusticias a través de sus repre- llaman algunos observadores.35 Con el tiem-
importante que todo, proporcionaron el clima trumento administrativo y podía ser obviado, sentantes elegidos e incluso participando en po estos factores tendieron a disminuir y solo
necesario para facilitar los lazos personales como muchas veces lo fue.34 No quiero negar, huelgas organizadas, pero con más frecuencia las experiencias negativas con los gobiernos
con los dirigentes a través de visitas a plantas sin embargo, que en 1941-1945 y también du- en huelgas no oficiales, durante el régimen pe- militares y civiles que siguieron a la caída de
y sindicatos, así como también los frecuentes rante el gobierno peronista, una parte de los ronista mismo. Si bien la masa obrera perdió Perón, ayudaron a prolongar decisivamente la
actos masivos en los cuales Perón presentaba nuevos obreros participó en cierta medida de su autonomía en la cúspide dirigente duran- figura del líder como un símbolo poderoso de
las conquistas obreras a todos, afiliados y no las actividades gremiales y las huelgas. Por te la época peronista, debe reconocerse que una era mítica, más allá de lo que hubiese po-
afiliados. En efecto, este procedimiento junto el contrario, creo que el contacto con el vie- continuó ejerciendo una importante presión dido ocurrir en otras circunstancias.
con una amplia utilización de los medios de a nivel de bases, presión que a veces impuso
masa, especialmente la radio, fue uno de los limitaciones y condiciones a la conducción de 35 Como lo demuestra Kirkpatrick, en la década del
factores centrales para erigir la figura de Perón 34 Alexander informa que en las entrevistas con viejos la CGT. En las condiciones de los gobiernos sesenta los peronistas “ortodoxos” y los que De Imaz
en la del “hombre”, el único que podía ayudar a dirigentes sindicales estos admitieron más tarde con posteriores a Perón, esta experiencia se inten- llama “peronistas de siempre” estaban constituidos
los trabajadores. (Cabe señalar aquí que en esa toda franqueza “que cuando empezaron a darse cuenta sificó aun más. Por otra parte, el rol crucial principalmente por criollos. Eran los que seguían pro-
de lo que habían hecho, Perón ya les había quitado a sus longando la mística personal del “hombre”, mientras
época la propia propaganda peronista llamaba seguidores y no hubo mucho que hacer para cambiar
de los “nuevos trabajadores” en el movimien- que otros peronistas continuaban en una orientación
a los trabajadores “los humildes”, término que la situación” (1951: 28). También contribuyeron otros to colectivo de 1944-1945, que culminara con ideológica o pragmática del movimiento. Véase Kirkpa-
claramente revelaba la imagen dicotómica to- factores tales como cultura política y represión. los sucesos de octubre y el triunfo electoral, trick (1972: Cap. V y sigs.) y De Imaz (1962).
620 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 621

El sindicalismo como “actor” unificado dirigentes, muchos de los cuales pertenecían a actitudes como consecuencia de una opción estas cuestiones.37 La otra alternativa tam-
la fracción “sindicalista” y se oponían siempre a deliberada. La gama de cursos de acción bién era difícil. No solo exigía un alto grado
Si bien el movimiento obrero se estaba recupe- la hegemonía de los socialistas y comunistas so- efectivamente posibles se limitó a un marco de conciencia política para ser comprendida,
rando de las consecuencias de la depresión, se bre la masa trabajadora, adoptaron una postura estrecho de condiciones rígidas. El dirigente sino que las experiencias concretas del pasa-
hallaba profundamente dividido en 1943 y enre- firme en favor de la colaboración.36 gremial estaba muy restringido por el poder do habían sido totalmente opuestas. Aquellos
dado todavía en todos sus problemas irresueltos. El 17 de octubre constituyó un hecho decisivo que ejercía el estado, al mismo tiempo que que se oponían a Perón eran considerados
En el momento del golpe militar de 1948 había en la crisis y las actitudes de la conducción, ya que debía afrontar las condiciones que le impo- amigos de los patrones o bien los patrones
dos CGT, otra Federación y gremios indepen- demostró que no solamente en Buenos Aires, sino nían las bases tanto de obreros agremiados mismos. Además hubo muchas ocasiones en
dientes. Estas divisiones continuaron bajo el ré- en el resto del país, la clase baja urbana apoyaba como no agremiados. La oposición a Perón las cuales se demostró de manera fehaciente
gimen militar y contribuyeron a la lucha interna a Perón. Esta movilización popular sin preceden- debía ser puramente ideológica o bien de- que tal era el caso. En 1945 y fundamental-
alrededor de la cuestión del grado de coopera- tes creó las condiciones para organizar el Partido mostrar en el largo plazo que los beneficios mente durante la crisis de octubre, cada vez
ción u oposición al régimen, en especial con res- Laborista, dejando aislados de la clase obrera a la actuales del régimen serían ilusorios debido que se debilitaba el régimen militar o Perón
pecto a Perón. Si bien los militares rápidamente mayoría de los dirigentes sindicales antiperonistas. a la corrupción, los errores o la falta de liber-
suprimieron la CGT controlada por socialistas y Pero estos acontecimientos no fueron provocados tad y de control sobre los gobernantes. Am-
comunistas, reemplazando en muchos casos sus de ningún modo por los sindicatos, ni tampoco bas alternativas eran imposibles. La primera 37 Véase Bailey (1967: Caps, II, IV y V); Rotondaro
gremios por organizaciones “paralelas” favora- ejercieron estos una opción deliberada. fue abordada por los dirigentes comunistas, (1971), y desde perspectivas ideológicas opuestas Is-
caro (1958), y Puiggrós (1969) (especialmente el Cap.
bles a Perón, la oposición siguió bajo distintas socialistas y democráticos. Aun cuando su
II y las págs. 126 y sigs.). Los peronistas acusaron con
formas en la otra CGT, entre y dentro de los sin- Obreros “agremiados” y “no actividad se desarrolló principalmente en la frecuencia de elitismo a los dirigentes sindicales so-
dicatos. Por ello es poco conducente referirse al agremiados” e índole de la opción por ilegalidad, este obstáculo, si bien serio, no cialistas, comunistas y democráticos. Es bien sabido
“sindicalismo” en bloque. El mismo no existía. parte de la conducción obrera fue el único. En varias ocasiones las huelgas que las ideologías marxistas y socialistas nunca tuvie-
Existían en cambio muchas posiciones distintas puramente ideológicas habían fracasado to- ron importancia en la Argentina, ni siquiera en el área
central. No era solo cuestión de valores y cultura po-
en las que los viejos problemas y el sectarismo Si es falso referirse al sindicalismo como talmente aun cuando el período ofrecía po- lítica, si bien el componente carismático del liderazgo
se combinaron de diversas maneras con las di- actor unificado, lo es aun más concebir sus sibilidades objetivas de éxito. Ello se debió de Yrigoyen fue fundamental en el triunfo del Partido
fíciles cuestiones políticas planteadas por el ré- simplemente a que la terminología ideológica Radical; más bien se debía a la estructura de estratifica-
gimen militar, la política personal de Perón y la del marxismo o del socialismo democrático ción particularmente abierta que impedía la formación
36 Un relato de los conflictos internos durante la década que manejaba antinomias exóticas como las de una larga tradición de clase obrera. Una familia co-
oposición democrática (incluyendo una amplia
del treinta y comienzos del cuarenta, desde distintas pers- menzaba con un padre extranjero (campesino u obrero
gama que abarcaba desde los comunistas hasta pectivas, puede encontrarse en, entre otros, Bailey (1967);
de “fascismo versus antifascismo”, no en- no calificado) quien pasaba a través de sus hijos a un
la oligarquía conservadora). Antes de los suce- Rotondaro (1971); Alexander (1962); Marotta (1970); Isca- contraba respuesta en la nueva clase obrera, status de clase media o de alta calificación y la tercera
sos de octubre, solo una minoría de los viejos ro (1958); Casaretto (1947); Odone (1949) y Ponce (1947). cuya cultura política se hallaba muy lejos de generación en general ya era clase media.
622 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 623

(hubo muchos altibajos en ese año), se elimi- Sin embargo hubo oposición: la única que vilización social desencadenado por una rápida to de masas de alto grado de espontaneidad.
naban las conquistas sociales, se echaba a los era posible en las circunstancias, especialmen- y amplia transformación de la estructura social Por cierto que el espontaneísmo operó sobre
delegados obreros en las fábricas, etcétera. te tratando de evitar un apoyo político abierto y el impacto del desplazamiento producido en la base de una red organizativa; pues sería im-
Varias veces la CGT (e incluso los sindicatos al peronismo (otros como Borlenghi, que más los estratos populares, así como también su posible explicar el curso de los acontecimien-
“independientes” o no peronistas) se sintió tarde fuera ministro de Interior durante un lar- composición; por otra parte, la contribución de tos de esos días sin su existencia. Pero nin-
seriamente amenazada por la actitud hostil go período, cambiaron de lado varias veces); una fracción de los viejos cuadros sindicales guna organización hubiera podido funcionar
y revanchista del empresariado. (Cabe desta- algunos eran nacionalistas, otros elegían la en conjunción con la nueva conducción de los sin la participación activa de la masa. Cual-
car que muchos empresarios industriales, así manera más fácil y conveniente. Pero, para el sindicatos paralelos, agregado a las elites más quiera que haya sido el papel respectivo de la
como la industria nueva en general, estaban a caso, lo fundamental es que la opción impor- estrictamente políticas. organización y la espontaneidad, ni la CGT ni
favor del régimen).38 Para el dirigente gremial taba poco o nada. Existen muchas pruebas de En relación a esto debemos distinguir en el su Comité Confederal ni los viejos sindicatos
que quería seguir siéndolo, había pocas o nin- ello, pero la más crucial es el hecho decisivo peronismo dos aspectos diferentes: a) el pero- tuvieron un rol importante o significativo en
guna opción. Si se oponía a Perón perdía el del 17 de octubre. nismo como movimiento de masas, es decir, ese día y en el “movimiento colectivo” que se
apoyo de los obreros y además podía correr como expresión de movilización social, y b) el generó. La reunión de la CGT tuvo lugar la
muchos riesgos perdiendo también muchos peronismo como “organización política”. tarde del 16 y después de 10 horas se decre-
beneficios personales.39 La “nueva” clase obrera. El peronismo tó, por 21 votos contra 19, una huelga gene-
como movimiento de masas y como a. Los sucesos de octubre proporcionan una ral... para el 18 de octubre. Cuando los dele-
partido político organizado. excelente ilustración para comprender la gados del Comité Confederal salieron de la
38 La industria estaba dividida en dos sectores princi- índole del peronismo como movimiento de reunión, los obreros ya estaban en las calles,
pales: la industria “vieja” y “establecida”, reunida en la Lo que sucedió ese día resume el rol y el peso masas. Más allá de la retórica peronista y de en huelga desde hacía muchas horas, desde
Unión Industrial Argentina, que representaba en gran
de cada factor: por una parte el proceso de mo- la difamación antiperonista, el 17 de octubre el día anterior. Lo mismo estaba sucediendo
parte a la industria previa a 1930 y que apoyaba la coa-
lición democrática en contra del peronismo. Luego es- de 1945 marca una verdadera “encrucijada” en los centros urbanos de las provincias. En
taba la industria “nueva” creada después de 1930, muy máticas de buenos puestos en el Ministerio de Trabajo
en la historia argentina. No solo creó un realidad la CGT y el Comité Confederal no te-
impulsada por la guerra, cuya supervivencia dependía a todos los dirigentes con cierta influencia, como lo in- mito popular y una mística hondamente sen- nían ninguna infraestructura, ninguna orga-
de que se continuara la protección contra las importa- dica Alexander (1951: 29 y sigs.). No hay dudas de que tida, arraigada en la conciencia colectiva del nización, ni medios; estaba formada simple-
ciones extranjeras. En este sector el componente del
“interior” fue considerable.
hubo corrupción en gran escala, pero no fue el único y pueblo, sino que fue decisiva en la victoria mente por individuos que representaban un
ni siquiera el factor más importante que tuvo que ver del peronismo. gremio. En la reunión los viejos sindicatos
39 Rotondaro y otros se refieren al “cambio de status” con el sindicalismo Sin embargo, debe mencionárselo.
de los dirigentes gremiales, favorecido por la política de Probablemente, lo más importante haya sido la multi-
Sin embargo, el 17 de octubre no se debió a votaron en contra de la huelga. De no haber
“atracción” de Perón; otros hablan de la existencia de plicación de oportunidades de contactos directos entre la huelga declarada por el Comité Central mediado la reorganización introducida por
un soborno generalizado, por ejemplo, las ofertas siste- el líder y los obreros a través de actos masivos. de la CGT: fue la expresión de un movimien- Perón en el Comité Confederal en setiembre
624 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 625

para fortalecer su control y por el hecho de miten que todo el “movimiento en las calles”, nicipalidades, la policía provincial y federal que la mayor parte de las declaraciones en
que tres de los viejos sindicatos (entre ellos fenómeno que asumió un papel decisivo, se y otros órganos pueden haber desempeñado esos días. El motivo de tal cautela, hasta
La Fraternidad, uno de los más antiguos) se centró casi exclusivamente en los “nuevos” un rol, ya sea por omisión (no reprimiendo), por parte de los delegados peronistas, fue
habían retirado de la CGT en protesta contra obreros.42 Los dirigentes y las organizaciones ya sea favoreciéndola y contribuyendo a ca- la incertidumbre de la situación. Nadie se
el “colaboracionismo” con los militares, la fueron desbordados por la “acción colectiva” nalizarla. Pero no puede haber duda de que quería comprometer con una causa que tal
huelga no se habría decretado.40 No obstante, de las masas. Un tipo de participación bas- ese acontecimiento fue la culminación de un vez ya estaba perdida. En el momento en que
nada hubiese cambiado. La mayor parte de la tante común y efectivamente típico del pero- largo proceso durante el cual la irrupción de la situación parecía tan confusa e incierta,
bibliografía, peronista y antiperonista, como nismo, explotó como revuelta popular el 17, los nuevos sectores sociales en la vida polí- los partidos democráticos y conservadores,
también los pocos relatos imparciales, coin- tomando por sorpresa no solo a los antipero- tica asumió la forma de adhesión a un líder los comunistas, las clases medias y altas y
ciden en destacar el espontaneísmo de la ex- nistas y a las clases medias que por primera carismático, no mediada por organizaciones mucha gente más, creían que Perón estaba
plosión popular de octubre y en afirmar que vez descubrían “cómo vive la otra mitad”, de clase ni fundada en una conciencia obrera perdido y que los militares devolverían el
cualquiera fuese la organización,41 ella pudo sino también a los dirigentes peronistas, a claramente estructurada. gobierno a manos civiles.43 En un país don-
canalizar o estructurar la participación, pero los delegados de la CGT y a los propios sin- b. Es llamativo el contraste entre la cauta decla- de ocupacional y socialmente hay un 40 por
no crearla. Aun aquellos que se oponen a la dicatos. Es posible –aunque habría que con- ración de la CGT y lo que estaba sucediendo ciento de clase media y alta, se puede com-
hipótesis de la heterogeneidad interna del firmarlo– que la red de gremios “paralelos” en las calles. Las declaraciones evitaban cui- prender esta percepción, ya que el ambiente
proletariado y el rol de la espontaneidad, ad- tuviese cierta intervención. De todos modos, dadosamente mencionar el nombre de Pe- social y ecológico de la mayoría de la gente
ya hemos visto que la mayor parte de estas rón. Hablaban tan solo de la defensa de los de estos estratos confirmaba esa visión. Ade-
organizaciones tenían pocos afiliados y que derechos obreros y la necesidad de defender más los partidos obreros preexistentes eran
40 Sobre los cambios que se produjeron en la CGT en en general la mano de obra agremiada repre- las nuevas conquistas, la legislación social, antiperonistas. Esto creó al estereotipo del
septiembre y octubre, véase Bailey (1967: 85 y sigs.).
sentaba una fracción de la clase obrera. Es el salario. Para los obreros, la huelga general
41 Luna (1967: 328-398); véase también su opinión so- también posible que varios órganos adminis- apuntaba a otra meta: la libertad de Perón.
bre el rol de Evita en los acontecimientos (que Luna 43 Para la declaración de la CGT véase Luna (1967).
considera insignificante) (pág. 421 y sigs.). Otros des-
trativos y políticos del estado, a nivel muni- La gente de la calle lanzaba un solo grito: Durante la discusión en el Comité Central Confederal,
tacan la intervención de un grupo de dirigentes de la cipal, provincial e incluso nacional hayan co- exigía su libertad y su presencia y ambas las muchos adujeron que de cualquier modo si Perón des-
conducción, pero todos coinciden en que el esponta- laborado o apoyado la manifestación. Así las obtuvieron. La promesa de elecciones inme- aparecía, siempre podían encontrar “algún otro coro-
neísmo de los obreros y delegados locales fue el factor delegaciones de Trabajo y Previsión, las mu- diatas ya la habían formulado los militares nel”. En ese momento todas las clases medias y altas, la
principal y esencial. Véase también los relatos directos mucho antes bajo la presión de la oposición mayoría de los militares y los políticos creían que el go-
de las reuniones de la CGT y del 17 de octubre en la bierno pasaría en poco tiempo a manos de la coalición
bibliografía citada en Luna (1967), y Bailey (1967: Cap.
democrática, la derrota del Eje y la debacle democrática. Perón mismo había renunciado a toda
4); Perelman (1961); Belloni (1971); Rotondaro (1960); 42 Este rol fundamental también es reconocido por del fascismo argentino. La declaración de la esperanza, como lo evidencia su carta y sus declaracio-
Gambini (1971); Fayt (1967: 110 y sigs.). Murmis y Portantiero (1971: 121-122). CGT pasó prácticamente inadvertida, igual nes explícitas.
626 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 627

obrero “real” contra el “lumpen”. El primero, parecía argentino y podía tener orientacio- llegados de las provincias, ni tenían tanta esta cualidad era necesaria), sino también
naturalmente, era el “viejo” obrero –el inmi- nes ideológicas, no tenía importancia polí- actividad en política sindical como antes. enraizada en el sentimiento del derecho a
grante extranjero o sus hijos–; el segundo, tica y no votaba. Lo mismo había sucedido Todo ello apunta a la distinta cultura políti- participar.44 Este origen histórico y la fuer-
el “cabecita negra”, el “criollo” que invadía durante los agudos conflictos sociales de la ca y a una experiencia de vida y trabajo que te influencia de la vieja tradición sindical y
las calles del centro de Buenos Aires y de primera década del siglo, cuando la protesta contrasta con los demás componentes de la política que predominaba en los centros ur-
otras ciudades. Pocos fueron los que se die- de la clase obrera no tuvo ningún impacto clase obrera. Nótese que hablo de cultura banos entre obreros argentinos y extranje-
ron cuenta que estos últimos efectivamente político directo ya que su componente prin- política y no simplemente del tradicionalis- ros, aceleró la asimilación de los de origen
eran mayoría en la clase obrera de 1945. Más cipal eran los extranjeros. En ese momento mo de los migrantes. Es cierto que su estilo rural a la práctica política sindicalista, o sea,
aun: era el obrero que votaba. Como hemos se los percibía, justificadamente, como ex- pasado no correspondía a las exigencias de más exactamente, la fusión de ambas tradi-
visto, el componente de extranjeros todavía tranjeros: por su inmigración reciente, su la vida industrial y urbana, pero su contigüi- ciones. Volviendo al punto principal, es sufi-
era alto en la clase obrera. Para 1947 podía grado de asimilación todavía bajo, el idioma dad y espontaneidad en el comportamiento ciente decir por el momento que, cualquiera
estimarse en no menos del 29 por ciento; distinto (las principales publicaciones de iz- político fueron factores importantes en el fuese la índole del movimiento social, el tipo
junto con los obreros urbanos argentinos quierda eran en italiano o en alemán) y su movimiento colectivo y en la efectividad de de acción colectiva y su impacto posterior
componían el 48 por ciento de la clase obre- ideología extremista, considerada como in- la atracción carismática de Perón. El 17 de sobre la cultura política, su protagonista fue
ra del Gran Buenos Aires y en menor grado filtración “foránea”. El arma legal más efec- octubre no fue un fenómeno nuevo en la his-
de las otras ciudades grandes. En todo caso, tiva destinada a reprimir los movimientos de toria política argentina. Si bien este tipo de
44 Es cierto, como señala Zorrilla, que este “com-
su proporción era lo suficientemente alta protesta fue una ley de deportación contra “comportamiento colectivo” es un fenóme-
ponente externo y espectacular de la participación
como para dar una base objetiva al estereoti- los extranjeros. No tenemos estudios sobre no universal, la participación política direc- política, disfrazaba el ‘verdadero’ contenido oligarca
po del obrero “verdadero”: “instruido” y “ob- el rol y las actitudes de los obreros extranje- ta, con o sin caudillo, fue parte de la cultura de la política de caudillos”. Una tradición cultural de
viamente” democrático, socialista o comu- ros en los sindicatos en 1943-1946; sin duda política criolla. Esta interpretación, notoria- participación política directa no necesariamente está
nista, nunca presente en la acción callejera nos darían algunas respuestas sobre estos mente preferida por los nacionalistas de de- relacionada a una percepción clara de los resultados
de dicha participación para los participantes. Lo im-
de los peronistas. Además era un sector más viejos sindicalistas en vías de desaparición. recha, los historiadores “revisionistas” y los portante es el apoyo popular de las clases bajas, su
visible para los demás estratos en la vida Sus hijos, en muchos casos, tenían un nivel socialistas nacionales de extracción marxis- intervención (en gran medida) voluntaria en las luchas
cotidiana debido a su ubicación predomi- superior de instrucción, podían postularse ta, ha sido reelaborada por investigadores “contra la oligarquía”, que generaron una característi-
nante en posiciones calificadas y altas, con para empleados o en puestos, técnicos o serios quienes ven en esa participación una ca cultural de actuación personal en política y cuya
contactos personales más frecuentes con profesionales; ellos mismos con frecuencia especie de “democracia inorgánica” basada importancia se reveló más tarde durante la campa-
ña de la Unión Cívica Radical por lograr el sufragio
técnicos, profesionales, gerentes y empresa- habían ascendido dentro de las ocupaciones no solamente en la aceptación pasiva de un universal y las diversas rebeliones civiles. Sobre los
rios. Lo que no se advirtió es que si bien el manuales. Los trabajadores europeos, ade- gobernante autoritario, legitimizado por la caudillos véase Zorrilla (1972). También alguna docu-
extranjero estaba completamente asimilado, más, eran mucho más viejos que los recién tradición o aceptado por su carisma (si bien mentación en Luna (1966).
628 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 629

la “nueva” clase obrera, con poca interven- cia inmediata al 17 de octubre. Se trataba de cos de los miembros fundadores quedaron de autonomía se produjo en los niveles más
ción de otros agentes, si se exceptúa el rol una situación totalmente nueva, cristalizada para luchar por la independencia de la orga- altos de la organización y mucho menos al
necesario del “líder”. por la rebelión popular, que al final conven- nización. Si bien se utilizó con seguridad el nivel de planta. La base continuó ejerciendo
c. Para acceder al poder, un movimiento social ció a los muchos delegados indecisos a se- sistema usual de corrupción, es difícil creer presión cuando lo necesitaba y siempre que
no solo necesita un líder sino también una guir a aquellos dirigentes que habían decidi- que prácticamente todos, a todos los niveles, fuera posible iban a la huelga, independien-
elite y una organización política. Es aquí don- do organizar el Partido Laborista. Para gran hayan sido sobornados. Si este fuera el caso, temente de los deseos del sindicato o del
de una serie de viejos dirigentes sindicales parte de este grupo, su propósito fue la crea- los motivos reales de su apoyo para erigir el estado. También pudo ejercer cierta presión
jugaron un rol necesario: el de proporcionar ción de una organización política genuina e partido con tanto esfuerzo, parecerían dudo- en la conducción, especialmente cuando
una parte de los cuadros del canal de organi- independiente, basada en las masas movili- sos. Eran las mismas personas que lo habían se renovaban los contratos laborales. Pero
zación política para las masas movilizadas y zadas. Su ingenuidad se hizo evidente unos organizado unos meses antes. La única hipó- luchaban por condiciones concretas de tra-
su caudillo. No fueron los únicos dirigentes meses después de las elecciones cuando se tesis alternativa es que les faltaba el control bajo, no por motivos políticos. Aun cuando
sindicales; hubo muchos otros nuevos, que disolvió el Partido Laborista. Este hecho es efectivo de los obreros o que comprendieron realizaron huelgas no oficiales, la intención
provenían de muy diferentes contextos ideo- la contraparte exacta del 17 de octubre. Con la imposibilidad de crear una resistencia a no era luchar contra Perón o el peronismo a
lógicos y sociales. Además, la elite política él se demuestra que en ese período el apoyo cuestiones tan abstractas y remotas como la pesar de la rigidez y la represión provenien-
peronista era mucho más numerosa que la de las masas era para el líder, no para la defensa de una “organización”. Esta vez no te del gobierno peronista. Sin embargo, a
conducción sindical e incluía no solo los gru- organización. En ese momento todavía hu- se produjo ningún 17 de octubre: ni siquiera través de esta resistencia desarrollaron una
pos radicales disidentes sino también otros, biera sido posible resistirse a la disolución. los dirigentes más populares pudieron mo- conciencia de clase obrera (“reformista”,
como por ejemplo fascistas, nacionalistas Las autoridades y funcionarios del partido, vilizar el apoyo obrero.45 La “nueva” clase por supuesto) e incorporaron la tradición
de extrema derecha, católicos, falangistas, en todos los niveles, rechazaron al principio obrera tenía un vínculo directo, inmediato, preexistente del activismo obrero con impli-
como también comunistas, trotskistas y la decisión de integrarse a un partido úni- con el líder carismático. La situación cambió cancias políticas diferentes. En este proceso
otros marxistas (estos últimos una minoría co. Los laboristas habían obtenido el 85 por lentamente; es paradójico observar que el de aculturación y fusión, los viejos cuadros
reducida y circunscripta a los sindicalistas). ciento del voto peronista, controlaban la ma- proceso empezó justo cuando los sindicatos sindicales y lo que restaba de los antiguos
Si bien la creación de un partido político ba- yoría del Congreso y tenían un contacto di- se sometían más y más al estado. También miembros jugaron un papel importante. Aquí
sado en los sindicatos era una idea antigua recto con los obreros a través de los sindica- tiene importancia reconocer que la pérdida reside la diferencia con otros movimientos
y las nuevas leyes que los regulaban expre- tos. En el partido nadie quería la disolución y regímenes nacionales y populares pareci-
samente lo permitían, su creación y triunfo y el régimen todavía no tenía mecanismos dos, como el de Brasil, donde la tradición
45 Sobre la disolución del Partido Laborista y la
solo fue posible gracias a la existencia de un de represión. No obstante, la gran mayoría frustrada resistencia, véase, entre otros, Fayt (1967:
sindicalista era más débil y la organización
movimiento social de masas. No es casual de los cuadros fueron rápidamente conven- 151 y sigs.); Alexander (1962: 54 y sigs.) y Bailey desde arriba precedió a la formación de una
que el partido se fundara como consecuen- cidos de revocar su opinión y solo unos po- (1967: Cap. 6). moderna clase obrera urbana.
630 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 631

Algunas conclusiones provisorias persona o grupo cambiaba de orientación, Este rol político solo pudo ejercerse real- asimilación a la cultura política urbana. Los
sobre la naturaleza del peronismo haciendo una reversión completa. Un núme- mente después del 17 de octubre, concen- repetidos fracasos de sucesivos gobiernos
ro elevado de casos acusa estos cambios si- trándose mayormente en la organización del militares para controlar los sindicatos son
En resumen, para evaluar el rol desempeñado guiendo las alternativas de una situación po- Partido Laborista que dio estructura legal a el resultado efectivo de este proceso y en
por el “sindicalismo” en el surgimiento del pero- lítica bastante inestable y la mayoría de los la candidatura de Perón. Pero su peso como menor medida la prolongación del liderazgo
nismo y para lograr una mejor comprensión de dirigentes simplemente trata de evitar com- movilizador efectivo de las masas era esca- carismático de Perón.
su idiosincrasia, debemos distinguir en primer prometerse con lo que en el momento parece so o inexistente como lo demuestra luego la 2. Los drásticos y rápidos cambios estructu-
lugar a la conducción de las bases. En segundo una causa perdida. Un rasgo constante de la disolución forzada del Partido Laborista. La rales en la sociedad argentina aceleraron la
lugar debemos considerar por separado diferen- CGT es la creación de gremios nuevos y pa- mayoría del apoyo de las áreas industriales admisión de los estratos bajos y de las regio-
tes roles: en la acción callejera, particularmente ralelos y la división entre “viejos” y “nuevos” provenía del “nuevo” proletariado, que había nes periféricas al ámbito nacional; también
en el momento crucial del 17 de octubre; en las a pesar de la influencia de otras diferencias protagonizado la acción callejera. Esta gen- involucraron una nueva etapa en la forma-
elecciones, como movilizador efectivo del voto antiguas y recientes, y de que muchos diri- te tenía un círculo directo con el líder. Tam- ción de una población nacional culturalmen-
peronista; después del triunfo electoral, su rol gentes quedaron afuera o pasaron a la ilega- bién los “viejos” obreros urbanos votaron a te homogénea y modificaron sustancialmen-
de aceleración de la aculturación de los nuevos lidad. La votación acerca de las huelgas de Perón: su apoyo fue con seguridad la mejor te las características de la vida política. Las
obreros a la cultura política industrial. Por últi- octubre es una ilustración bastante típica. transacción en estas circunstancias, pero condiciones históricas particulares del país
mo debemos ubicar este proceso en el contexto La separación de tres gremios importantes de cualquier manera no se debió a su afilia- determinaron la forma que adoptó la movili-
de los grandes cambios estructurales que se es- en septiembre fue otro ejemplo típico de lo ción sindical. Por último, el rol del sindicato, zación de los nuevos sectores. En ese senti-
taban produciendo en la sociedad. que comúnmente ocurría durante el período. o para decirlo con mayor precisión, la exis- do muchos actores y factores contribuyeron
Gente de muy distintos orígenes ideológicos tencia de una larga trayectoria sindical en a configurar el proceso concreto: los milita-
1. Evidentemente no se puede hablar de la se convirtieron en funcionarios y organiza- la Argentina y la fusión de nuevos y viejos res, los partidos políticos existentes, la larga
conducción sindical como si se tratara de un dores de viejos y nuevos sindicatos. Hasta obreros en las mismas organizaciones (bajo tradición de sindicalismo, la forma “criolla”
bloque monolítico. Su división fue profunda los acontecimientos de octubre, la mayoría el régimen la afiliación gremial se generali- peculiar de participación política “tradicio-
antes, durante y después del ascenso, go- de los dirigentes evitaba en lo posible asumir zó), juntamente con el grado de autonomía nal”, las circunstancias internacionales y
bierno y caída del peronismo. Dada la gran una posición comprometida aun dentro de de la clase obrera (por lo menos al nivel de otros componentes. En todo caso, fue con-
restricción de opciones –del estado de las la CGT, mientras otros permanecían fuera de organización de planta) y a pesar de los es- secuencia de un rápido desplazamiento de
masas– los dirigentes gremiales adoptaron ella en todas las gradaciones de la oposición. fuerzos del régimen por lograr su máximo una gran masa de población y su posterior
una amplia gama de actitudes distintas: des- De cualquier modo su efecto político sobre control, fue un factor muy determinante en y rápida movilización que no encontró ex-
de la decidida oposición ilegal hasta la total las masas fue muy reducido: ninguno o muy la creación de una conciencia de clase obre- presión política apropiada en la estructura
colaboración. En muchos casos la misma escaso en la calle, poco en la acción política. ra entre los “nuevos” trabajadores y en su preexistente de partidos y sindicatos, con-
632 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 633

tribuyendo a crear su propia expresión den- diferentes perspectivas, tendiente a lograr asalariado), en actividades secundarias y • Peronismo: Porcentaje de votos peronis-
tro de las restricciones que le impusieron una visión global del proceso. terciarias, sobre el total de la PEA. tas sobre el total de votos.
las condiciones históricas prevalecientes. • Patronos rurales: Por ciento (igual defi-
Como en otros cambios sociales importan- nición que la anterior) en actividades pri- La variable urbanización ocupacional se usó
tes, la comprensión del surgimiento del pe- Apéndice marias, sobre el total de la PEA. para clasificar los departamentos en categorías
ronismo exige distintos niveles de análisis. • “Empleados” urbanos: Por ciento de asa- según grado de urbanización. Se la define como
En el nivel de la estructura socioeconómica Ecuaciones de regresión para lariados no manuales que trabajan en acti- el por ciento formado por las ramas secundaria
se puede estudiar como expresión del desa- departamentos que tienen centros ur- vidades secundarias y terciarias, sobre el y terciaria sobre el total de la PEA.
rrollo de una forma particular de capitalis- banos de 5.000 habitantes o más. total de la PEA. La variable migrantes presenta un difícil
mo, de la etapa de desarrollo alcanzado, y en Elecciones de 1946 • “Empleados” rurales: Por ciento de asala- problema para los departamentos incluidos en
función de las “alianzas de clases” posibilita- riados no manuales que trabajan en activi- el Gran Buenos Aires. En esta área la tabla pu-
das o necesarias para una configuración de- 1. El análisis aún no se ha completado (no incluye dades primarias, sobre el total de la PEA. blicada por el Censo considera “migrantes” a
terminada de componentes económicos. En departamentos con centros urbanos de menos • Tamaño industrial: Número medio de tra- personas nacidas en la Capital y que ahora viven
el nivel de la estructura sociopolítica debe de 5.000 habitantes, y no usa categorías más re- bajadores por establecimiento industrial. en el resto del Gran Buenos Aires, y viceversa;
percibírselo como una crisis de movilización finadas, como “obreros industriales”, “obreros • Tamaño rural: Número promedio de tra- es imposible saber, en base a tablas publicadas
que involucró a las clases bajas, afectando de servicios”). Los datos para los demás depar- bajadores por establecimiento rural. o inéditas, quiénes de los que vivían en el Gran
las viejas y nuevas elites, así como también tamentos, así como información ocupacional • Analfabetismo: Por ciento de analfabetos Buenos Aires no capitalino habían migrado des-
a las clases medias, proceso análogo a lo que más detallada, están siendo procesados. en la población de 14 años o más. de el resto de la provincia, y quiénes venían de
Gramsci (1949) denomina “crisis orgánica”, 2. Las variables usadas en las correlaciones y • Migrantes: Por ciento de hombres naci- otro de los partidos del mismo Gran Buenos
expresado en el nivel psicosocial a través de ecuaciones son las siguientes: dos en otra provincia, sobre el total de Aires. Se puede hacer estimaciones, que aún no
un “movimiento de masas” que proporcionó • Obreros urbanos: Por ciento de obreros hombres argentinos nativos que viven en están terminadas. Por esta razón, los resultados
la base para un movimiento político organi- manuales (asalariados) en actividades se- el departamento. para migrantes en esta área no son confiables.
zado, en el que luego se transformó. cundarias y terciarias sobre el total de la Fuentes En las columnas del Cuadro 1 se han realiza-
3. En este trabajo hemos considerado sola- PEA (población económicamente activa). a. Los tres volúmenes del IV Censo Nacio- do diversas reagrupaciones de los departamen-
mente algunas de todas estas posibles pers- • Obreros rurales: Por ciento de obreros nal (1947). tos, según que se incluya o no al área del Gran
pectivas. Una comprensión adecuada del pe- manuales (asalariados) en actividades b. La tabla 41 de las planillas inéditas del mis- Buenos Aires, y según tamaño del centro urbano
ronismo requeriría otros análisis parciales primarias, sobre el total de la PEA. mo Censo, para los datos ocupacionales; principal. De las columnas 6 a 9 se ha dividido a
relativos a los niveles no considerados aquí • Patronos urbanos: Por ciento de patronos tamaño industrial, tamaño agropecuario, su vez a los departamentos de un cierto tamaño
y, lo que es más difícil, una integración de las (personas que emplean por lo menos un analfabetismo, tomados de Di Tella (1965). (absoluto) de centro urbano, según el porcentaje
634 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 635

que la actividad ocupacional urbana significa en comercios y mercados, se parecen más bien a Bunge, Alejandro 1940 Una nueva Argentina Dirección Nacional de Estadística y Censos
él. Los más “urbanos” en este sentido son los de “obreros” del terciario. Un nuevo cálculo que se (Buenos Aires: Kraft). 1956 Informe demográfico de la República
las columnas 6 y 7, donde el 60 por ciento o más está realizando, en base a la tabla 41, inédita, del Cantón, Darío 1971 La política de los militares Argentina (Buenos Aires).
de la PEA es ocupacionalmente urbana. Los más IV Censo, puede arrojar luz sobre esta situación. argentinos (Buenos Aires: Siglo XXI). Dirección Nacional de Estadística y Censos
rurales están en las columnas 8 y 9, donde menos Teniendo en cuenta esta corrección conceptual, Cantón, Darío 1973 Elecciones y partidos 1960 Censo Nacional de Población (Buenos
del 60 por ciento de la PEA es ocupacionalmente parece claro que en todos los departamentos políticos en la Argentina (Buenos Aires: Aires) Vol. 2.
urbana. En la columna 10 se toman todos los de- rurales con centros de 5.000 habitantes o más Siglo XXI). Dorfman, Adolfo 1970 Historia de la
partamentos preponderantemente rurales. (pero incluyendo fuertes sectores rurales) la Casaretto, Martín 1947 Historia del industria argentina (Buenos Aires:
Los resultados generales que muestra el Cua- base del voto peronista son los obreros (prima- movimiento obrero argentino (Buenos Ediciones del Solar).
dro 1 confirman en general la gran importancia rios, secundarios y terciarios) y los migrantes Aires: Lorenzo). Fayt, Carlos S. 1967 La naturaleza del
de los obreros, y de los migrantes, en todas las (necesariamente obreros en su gran mayoría). CEPAL 1958 El desarrollo económico de peronismo (Buenos Aires: Viracocha).
áreas urbanas (con la excepción del Gran Bue- la Argentina (Santiago) Vol. V, edición Ferrer, Aldo 1963 La economía argentina
nos Aires, por las razones señaladas). Es impor- preliminar. (México: Fondo de Cultura Económica).
tante señalar que la correlación múltiple al cua- Bibliografía Cerruti Costa, Luis B. 1957 El sindicalismo, las Forni, Floreal y Mármora, Lelio 1967
drado es uniformemente mucho más alta que masas y el poder (Buenos Aires: Trafac). Migración diferencial en comunidades
las que obtiene Smith (1972); la gran importan- Alexander, Robert J. 1951 The Perón Era CIDA 1965 Tenencia de la tierra. Argentina. rurales (Buenos Aires: CEUR).
cia de los migrantes puede verse en las colum- (Nueva York: Columbia University Press). (Washington DC: Unión Panamericana). Fuchs, Jaime 1965 Argentina, su desarrollo
nas 5 y 6, que corresponden a los lugares más Alexander, Robert J. 1962 Labor Relations in Comité Interamericano de Desarrollo Agrícola capitalista (Buenos Aires: Cartago).
urbanos (excluyendo el Gran Buenos Aires); la Argentina, Brazil and Chile (Nueva York: 1965 Tenencia de la tierra y desarrollo Gambini, Hugo 1971 El 17 de Octubre (Buenos
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casos. En los departamentos rurales los obreros Angeleri, L. 1967 “Los sindicatos y el (Washington DC: Unión Panamericana). García Aller, A. H. 1951 “El hombre y el suelo
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y los rurales tienen correlaciones negativas en Viracocha). (Buenos Aires: IDES). Germani, G. 1952 “Algunas repercusiones
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positivas en zonas rurales. En estas zonas los Rutgers University Press). (Buenos Aires: Eudeba). Conferencias (Buenos Aires).
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636 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 637

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VI
Democracia y autoritarismo
La democracia, ¿tan solo una ilusión?

Juan Carlos Marín y Julián Rebón

G ermani ha sido a lo largo de gran parte de


su vida –y quizás aún lo sigue siendo– el
chivo expiatorio de muchas luchas. Lo fue en la
“Democracia y autoritarismo en la Sociedad
Moderna” es un sugerente –y pesimista– en-
sayo en el cual Gino Germani retoma un tema
vivir a gran parte de la ciudadanía de esos te-
rritorios sino a partir del abordaje de procesos
de larga duración involucrados en el desenvol-
tes acontecimientos del mundo actual. Su plan-
teo acerca de que la sociedad moderna consti-
tuye cada vez más a la historia universal, reem-
lucha contra el comunismo, por ser considera- abordado a lo largo de su trayectoria: las con- vimiento de las sociedades contemporáneas. plazando a los desarrollos paralelos y locales,
do un marxista, supuesto representante activo tradicciones y vulnerabilidades del proceso de Es este recorrido, en la perspectiva del cambio planteando límites y contradicciones de diver-
del denominado Grupo de Frankfurt según los secularización y modernización. Escrito poco social, el que le permite argumentar la hipóte- so tipo a las democracias de los estados nacio-
servicios de inteligencia de Argentina. Lo fue antes de su muerte, este artículo retoma pre- sis estructurante de su trabajo: la democracia nales anticipa problemas de la etapa actual de
también en las luchas del antisemitismo por ocupaciones inicialmente esbozadas a prin- moderna –pluralista y extendida a todos los globalización.1 No obstante, la fuerza central
considerarlo judío. Y finalmente, el izquierdis- cipios de los años cincuenta en sus conferen- miembros de la sociedad– encuentra su base de su análisis radica en el señalamiento de que
mo y el ensayismo le atribuyeron un carácter cias acerca del cambio social y el proceso de en la modernización pero paradójicamente son la unificación social del mundo, la creciente di-
cientificista a su emprendimiento académico secularización en el Colegio Libre de Estudios las contradicciones intrínsecas de la misma las ferenciación e interdependencia del conjunto
en la construcción de una sociología científica. Superiores, cuando se vio obligado –por el go- que obstaculizan su desarrollo. de la especie humana2 configura también una
Quizás hacer presente su último escrito –en es- bierno peronista– a abandonar la universidad. Un importante aporte del texto reside en el
pañol– publicado en Argentina nos ayude a co- El artículo fue escrito en un contexto político contenido analítico y profético de ciertas hipó-
nocer y comprender con más claridad la iden- en el cual se configuraban diferentes proyectos tesis planteadas. En particular, consideramos 1 Recientemente el gran historiador Eric Hobsbawm
tidad de cuál fue y era finalmente el contenido socialdemócratas con la pretensión de liderar que su formulación acerca de la creciente in- señaló “Deberemos enfrentar los problemas del siglo
activo de su mensaje. la transición a la democracia en la América La- terdependencia internacional, la tendencia ha- XXI con un conjunto de mecanismos políticos especta-
cularmente inapropiados […] Se trata de mecanismos
El supuesto cientificista y anti-ensayista se tina de fines de los setenta aún signada por las cia la transformación del planeta en un espacio que están, en efecto, dentro de las fronteras de unos
nos presenta como un intelectual consecuente dictaduras cívico-militares con vocación geno- social unificado y la concomitante creciente estados nacionales enfrentados a un mundo interco-
en la defensa de sus valores, con una reflexión cida de muy diverso tipo. No obstante, no em- vulnerabilidad física y social del orden social nectado” (Hobsbawm, 2009).
racional creciente que solo puede ser expresa- prende su argumentación analítica a partir del frente a la acción de grupos o individuos son 2 Esta tendencia evolutiva a la creciente interde-
da en la libre expresión de un ensayo. contexto inmediato de la realidad que le tocaba interesantes intuiciones para analizar diferen- pendencia y diferenciación funcional de la estructura
642 Gino Germani - La sociedad en cuestión Juan Carlos Marín y Julián Rebón 643

importante vulnerabilidad en el campo de la dos o auto-excluidos que pueden encontrar en en distintos lugares y situaciones elegidas ar- democracia aparece despojada de su carácter
dimensión de poder. Una estructura social con el atentado violento un modo de enfrentar el bitrariamente. De tal modo no existe una des- social histórico-concreto, sin las dualidades y
alta interdependencia de todos sus componen- orden social produciendo graves consecuen- cripción sistemáticamente rigurosa de dichos particularidades que envuelven a cada proceso
tes y que presupone la acción diferenciada del cias en su funcionamiento. Esta vulnerabilidad procesos que justifique la formalización acerca de democratización. Por el contrario, conside-
conjunto de los humanos vuelve posible que puede ser sentida y vivida como inseguridad de los procesos señalados y la relación plantea- ramos que los procesos de democratización
cualquier ataque en una localización nodal por la ciudadanía conformando condiciones da entre los mismos. Cualquier lector perspicaz incorporan y legitiman en diferentes ámbitos
de la misma provoque graves consecuencias. favorables para gobiernos fuertes y preventi- y crítico podría elegir, con igual arbitrariedad, posibilidades de relaciones previamente nega-
La paradoja es que el orden social tiende a la vamente represivos. Así esta vulnerabilidad del ejemplos que pongan en cuestión varias de das, integran a los ciudadanos a estilos de vida,
concentración de poder, pero en simultáneo a orden social configura una de las fragilidades las afirmaciones, así como mostrar que casos pero al mismo tiempo marcan exclusiones,
su fragmentación. Depende sobremanera del de las democracias. El atentado a las Torres que representan en relación a la formalización sin muchas de las cuales las incorporaciones
comportamiento funcionalmente esperable de Gemelas en septiembre de 2001 en la ciudad “desviaciones” o “asincronías” no representen no serían posibles. Las formas concretas que
cada quién. Aun grupos que estén por fuera de de Nueva York nos sirve como un interesante lo mismo con relación a los procesos históri- operan estos procesos son marcadamente dife-
la élite en la medida que logren actuar de modo ejemplo para verificar que en el mundo de hoy cos-concretos. rentes según las situaciones histórico-concre-
no esperado en un punto neurálgico pueden algunos de los argumentos de Germani poseen El mismo proceso de democratización es tas. Germani reduce la democracia a un tipo
provocar su caotización3. Por otra parte, una una fuerte vigencia. planteado más como un hecho con existencia de proceso, la democracia liberal. Soslaya de
sociedad que tiende al pluralismo y cambio de No obstante, más allá de este indudable objetiva –la democracia– que como un proce- este modo, los procesos de democratización
valores y normas, y que al mismo tiempo cons- aporte del artículo, también corresponde seña- so contradictorio. Esta reificación de la ilusión –autonomización e igualación– que constitu-
tituye diversas formas de marginación social, lar algunas de las “vulnerabilidades” del texto democrática, cosificación de los procesos de yen y expresan en diversos ámbitos de lo so-
conforma permanentemente grupos de exclui- como totalidad sistémica que articula una for- democratización, retoma y valora elementos cial movimientos populares que articulan a
malización sociológica acerca de la democra- de ciertos procesos históricos, excluyendo y sectores excluidos del régimen. Estos tienden
cia y la modernización. soslayando arbitrariamente atributos inhuma- a ser reducidos a movimientos totalitarios, o en
social había sido previamente planteada por Norbert
Elias en sus investigaciones acerca del proceso de la El nivel de generalización del artículo, su nos presentes en los mismos. Se presupone el mejor de los casos a autoritarios, pasando
civilización (Elias, 1989). difusa escala temporal y espacial, promueve la existencia de sociedades pluralistas y sin a ser considerados los “peores enemigos de la
3 Aquí reside una de las razones de la fortaleza de simplificaciones y reducciones de diversos exclusión pero no se demuestra su existencia democracia”.5 Así las luchas anticapitalistas y
la acción directa –no mediada por la institucionalidad procesos que encuentran formas concretas di- real y operante en ningún caso concreto4. La
dominante– en el mundo actual. Recurrentemente, su- ferentes en distintos lugares y situaciones. Los
jetos carentes de recursos institucionales –o que han no era comunista para que le sea otorgada su visa para
procesos abordados –democratización, secula- residir en los Estados Unidos (Germani, A. 2004: 277).
visto disminuir los mismos– actuando inesperada y dis- 4 Paradójicamente, Germani en su propia vida perso-
ruptivamente al margen de los canales institucionales rización, modernización, desarrollo– son trata- nal conoció parte de los procesos de exclusión de las de- 5 Estos “peores enemigos” han sido llamativamente
logran alcanzar sus metas. dos en base a presupuestas ejemplificaciones mocracias. Así tuvo que demostrar reiteradamente que los protagonistas centrales de una porción significa-
644 Gino Germani - La sociedad en cuestión Juan Carlos Marín y Julián Rebón 645

antiimperialistas tienden a ser reducidas a las de toda la humanidad, conformando original- permitirían señalar a Germani que la historia se ricamente con formas muy heterogéneas8. En
luchas de identidades sociales antidemocráti- mente su dimensión social. Solo a partir de su convierte en historia universal.6 términos generales, podemos identificar dos
cas. De este modo, el viejo luchador antifascis- desarrollo la organización de la diversidad de La expansión capitalista, y las formas con- fuentes que en las situaciones concretas tien-
ta corre el riesgo de realizar una valoración de acciones de los individuos de la especie va a cretas que ella asume, no dependen meramen- den a entremezclarse.
la democracia a expensas de negar el carácter tender a depender de relaciones de causalidad te de la lógica económica de la acumulación Por una parte, expresan necesidades diver-
de lucha democratizante a la diversidad de las e implicación con la totalidad de la misma. Este de capital. La misma es ininteligible sin incor- sas resultantes de la formación de la clase do-
luchas anticapitalistas, situándose como un de- carácter universalista reside en la estructura porar el modo de confrontación que se estruc- minante. En la perspectiva de la expansión ca-
fensor del orden social. básica que ordena la formación social: la repro- tura implicativamente con el modo de produc- pitalista, requieren recurrentemente librar con-
En nuestra perspectiva, los procesos de ducción ampliada del capital. Esta estructura ción. El carácter de clase de las confrontacio-
democratización no pueden ser analizados al asumió –y lo sigue haciendo– diferentes for- nes sociales –cómo en su resultante alteran o
margen de los procesos de expansión de la mas y modalidades en las distintas etapas de reproducen la estructura de clases– expresa 8 Las formas de esta expansión no pueden ser reduci-
formación social de carácter capitalista a ni- su historia como formación social. Pero ope- y configura a la misma7. Los procesos de de- das a generalizaciones. Cada caso tiende a asumir una
forma original de remover obstáculos y construir las
vel mundial. La particularidad del capitalismo ra permanentemente con una doble mecánica: mocratización son ininteligibles al margen de condiciones para una nueva expansión. Por ejemplo,
como formación social es su vocación univer- formación primaria de capital fundada en la dichas dinámicas. Los mismos operan histó- los procesos revolucionarios del siglo XX han construi-
salista. Su desarrollo territorial presupone si- expropiación de condiciones de existencia de do distintas vías de expansión capitalista.
multáneamente una heterogeneidad producto las poblaciones y la materialización de la acu- Estas luchas democráticas y antiimperialistas asumie-
ron en simultáneo el intento por conformar un modo
de las condiciones que inicialmente encuentra, mulación capitalista propiamente dicha ba- 6 Análogamente a Germani, aunque en una perspec- productivo alternativo; no obstante, a través de las re-
y tendencialmente la articulación creciente sada en la explotación de la fuerza de trabajo tiva diferente, Marx considera que la expansión de la voluciones han paradójicamente configurado vías origi-
asalariada. Mediante estos operadores, desa- interdependencia, el creciente carácter social de la pro- nales para la democratización del capitalismo, al mis-
ducción, le otorga vulnerabilidad al sistema, asumiendo
rrolla tendencialmente una expansión exten- sus contradicciones inmanentes un carácter creciente-
mo tiempo que el desenvolvimiento de su expansión.
tiva de las luchas antidictatoriales. Más aun, aquellos siva incorporando nuevos territorios y nuevos Por una parte, en complejos, contradictorios y largos
inspirados en una perspectiva anticapitalista, a pesar mente catastrófico. procesos removieron los obstáculos para la expansión
de sus deseos, han tenido más éxito en el carácter
espacios de acción; así como intensivamente 7 Corresponde aclarar que en tanto la formación so- capitalista, promoviendo la construcción de estados
democrático de su lucha que en el socialista. Así han conformando más plenamente como subsun- cial no es plenamente capitalista, representando en la burocráticos y la ciudadanización de la población. Por
logrado potenciar procesos de democratización pero ción real los espacios sociales ya previamente práctica la combinación y articulación de diversas for- otra parte, su existencia como amenaza fue un elemen-
sin trascender su carácter capitalista. Nicaragua o El dominados. Estos procesos conducen a que mas productivas y sociales bajo el dominio del capital, to promotor de la profundización de la ciudadanización
Salvador son ejemplificaciones latinoamericanas rela- por primera vez en la historia humana una for- el carácter de clase no es el único contenido de los en- de amplios sectores de la población en las democra-
tivamente recientes de tal paradoja, la democracia-li- frentamientos en términos de diferenciación y desigua- cias occidentales. El capitalismo actual –y con este la
beral no ha sido resultado de una iniciativa de la clase
mación social tienda a representar la acumula- lación social. Estos asumen también otros principios democracia– no podría ser entendido sin estas formas
dominante, sino de la lucha de los “peores enemigos ción de toda la especie. Son estas tendencias ordenadores que varían según los territorios sociales revolucionarias de integración a la formación social de
de la democracia”. producto de la expansión capitalista las que le comprometidos en las mismas. carácter capitalista.
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frontaciones intercapitalistas, la incorporación crean espacios de innovación social, de auto- zación en ciertos ámbitos puede en paralelo cratización en contextos progresivos ejercidos
al régimen de sectores previamente excluidos nomización del orden social, sobre todo en los implicar procesos de concentración del poder por iniciativas autonomizadas de las clases do-
representa una estrategia de fortalecimiento en momentos de crisis. Posteriormente, el orden en otros. En otras ocasiones, en una misma minantes y, más aun, a su pesar. Por ejemplo,
función de dicha confrontación. En ocasiones, social tiende a aniquilar, reprimir, cooptar o dimensión o ámbito de la realidad una menor la eliminación de los resabios de sistemas de
las confrontaciones asumen un carácter inter- subsumir los espacios de innovación social concentración relativa puede representar una castas, como en Bolivia, o la incorporación a
estatal, por ejemplo, cuando se incorpora a utilizándolos productivamente. El capital hege- mayor concentración absoluta. El carácter so- la ciudadanía de sectores excluidos como en
nuevos sectores de la población al consumo o a moniza la formación social pero en un dominio cial de los procesos en los cuales se produce Venezuela10. En suma, la construcción demo-
la defensa nacional en función de la competen- que no es pleno. Buena parte del orden social la democratización no necesariamente es pro- crática es socialmente heterogénea. Dicho en
cia con otras burguesías nacionales. En otras, es resultado adaptativo de formas provisorias gresivo, es decir expresa una relación inversa términos que eran habituales a Germani, lo im-
el ámbito de confrontación se restringe al inte- de resolver luchas diversas. La lucha de clases entre empoderamiento e identidad previa en el portante es desentrañar la existencia sociológi-
rior del Estado-nación, por ejemplo, cuando la –en la perspectiva de los expropiados y explo- campo del poder. Pueden significar el recono- ca real de la democracia. Y esto no es una tarea
movilización y ciudadanización se producen a tados– no es solo una amenaza posible para el cimiento de derechos previamente excluidos, a posible cuando se analiza a la misma como una
partir de la iniciativa de una fracción capitalis- orden democrático, como el Germani pesimis- expensas de procesos de concentración en otra abstracción.
ta de conformar una nueva alianza social en la ta y preocupado del texto nos advierte. Es tam- dimensión social. Así muchas transiciones a la Hoy en día las democracias-liberales, proba-
determinación de desplazar a otra fracción del bién una fuente de su desarrollo. democracia de las dictaduras cívico-militares blemente a despecho de lo que Germani creía
bloque dominante. Las situaciones concretas en las cuales los que marcan el contexto inmediato de referen- en su pesimismo, se han expandido planetaria-
Por otra parte, la democratización no se li- procesos de democratización se desenvuelven cia en el cual Germani escribe se conformaron mente. Su predominio es tal que ninguna otra
mita a la resultante de la iniciativa de las clases no representan formas polares a los procesos a partir del exterminio y exclusión de la disi- forma política –a excepción de la teocracia
dominantes. Por el contrario, los procesos de de concentración del poder9. La democrati- dencia política y social del período anterior y islámica– pretende desafiar su existencia. En
democratización creciente han sido mayor- legitimando procesos de concentración econó- paralelo, casi supersticiosamente, esta forma
mente la resultante de las luchas sociales de mica acaecidos durante los regimenes dictato- social ha sido envuelta por el proceso constitu-
9 Germani a su modo advierte parcialmente en el
sectores no incorporados al régimen de do- texto esta paradoja al plantear la tesis de la tendencia
riales. Por el contrario, en la América Latina yente de una ilusión sacralizada. En su misma
minación. Esta fuente ha operado tanto como a la concentración y fragmentación del poder en las más reciente encontramos procesos de demo- identidad, expresa la contradicción del proce-
producto de la realización directa de las metas sociedades capitalistas avanzadas. Lamentablemente
de sus luchas, así como forma preventiva de Germani tiende a reducir la fragmentación del poder,
las clases dominantes para evitar la vulnera- forma que en ocasiones asumen los procesos de su dis- de sectores más aventajados. La concepción cosificada 10 Dichos casos no están exentos de contradiccio-
persión, a un riesgo para la democracia. En ocasiones, de democracia planteada por Germani le conduce recu- nes, de procesos de concentración de poder en pa-
ción del orden social. La expansión de la for- el uso de dicha fragmentación puede expresar y cons- rrentemente a defender a la institucionalidad democrá- ralelo a la democratización, pero lo que les otorga su
mación es la expansión en simultáneo de sus tituir procesos de democratización al incrementar el tica existente en detrimento de procesos de democrati- carácter progresivo es el balance entre estas tenden-
diversas contradicciones. Muchas de las cuales poder social de quienes tienen menos poder a expensas zación que para desarrollarse deben alterarla. cias encontradas.
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so de secularización planteada por Germani: el bertades democráticas en nombre de la segu- construcción de la democracia en el mundo se democracias reales, desterrar el pesimismo
desarrollo creciente de este conduce a la nece- ridad nacional. Pero la estrategia de seguridad transforma en una misión divina. En la emer- enfrentando las condiciones objetivas que lo
sidad de mantener un núcleo central prescrip- nacional a expensas de democracia excede los gencia del nuevo milenio, después de siglos de producen, para dar lugar a las luchas por crear
tivo que permita la integración. Así, más secu- límites del Estado-nación, poniendo en suspen- desarrollo del proceso de secularización por conocimiento en una perspectiva universalista
larización pueda derivar en más sacralización. so el derecho internacional y los derechos hu- Germani analizado, una guerra santa se dispu- en el que germine nuevamente la esperanza.
La sacralización de ciertas formas operantes manos en general en cualquier parte del plane- ta el mundo, confrontando al mesianismo de- Por último, en defensa de Germani.
de democratización implica un obstáculo para ta. Las democracias reales, presentes en ausen- mocrático con el mesianismo del Islam y otros No se opuso al uso del “ensayo” para ex-
la democratización ya que al limitar la acción cia en el ensayo de Germani, declaran la guerra mesianismos. presar y defender los valores de los investiga-
electiva limita la posibilidad de su expansión. al terrorismo. En nombre de la democracia es Esta situación actualiza la necesidad de dores, se opuso a la reflexión especulativa en
Al mismo tiempo, convierte a la misma en un legítimo mentir, secuestrar, torturar y exter- enfrentar investigativamente el conocimiento detrimento del conocimiento riguroso preexis-
estandarte para el desarrollo de las guerras de minar poblaciones. Expandir la democracia a acerca de los procesos constitutivos de la di- tente.
ocupación promovidas por el mesianismo de- nuevos territorios presupone la ocupación mi- mensión poder en el mundo actual, poniendo Tampoco cayó en la búsqueda cómoda de
mocrático11. litar de los mismos y exterminar a aquellos que en crisis los sentidos comunes dominantes. No investigar desde una torre de marfil, ejerciendo
Volvamos a un ejemplo ya señalado. Con los se resistan. La misma busca ser instalada uni- se trata de enfrentar la realidad con una ilusión la arbitrariedad ciega de aislarse ante la ame-
atentados a las Torres Gemelas el 11 de setiem- versalmente como forma prescriptiva. Y como a partir de crear una irrealidad milenariamente naza del infierno de lo realmente existente en
bre de 2001, se muestra –como Germani plan- tal la argumentación divina no puede dejar de optimista. Tampoco de convocar al pesimismo el orden de la realidad social que le tocó vivir.
tea– la vulnerabilidad del orden institucional estar presente. La mayor democracia del mun- de nuestra imaginación. Por el contrario, siempre intentó enfrentarse a
ante la acción directa de un pequeño grupo. do vive y plantea su determinación como una La apuesta pasa por aquello que Germani ese infierno.
Sus efectos indirectos amenazan a los espacios guerra santa contra el “eje del mal”, y si hace en un momento de su vida personificó social- Fue un luchador antifascista. Pero lo hizo,
democratizados. Al interior del Estado-nación falta su presidente se comunica con dios, para mente, la determinación de investigar como sin saberlo, prisionero de las complejas, preca-
atacado, diversas iniciativas gubernamentales hacer su “trabajo en la faz de la Tierra”12. La forma de poder no solo entender la direccio- rias y crecientes contradicciones de la limitada
recortan preventiva e instantáneamente las li- nalidad del cambio social sino hacerlo desde cultura científica dominante.
12 Es pertinente señalar la importante presencia de
la perspectiva de poder intervenir consciente No fue un luchador comunista, ni se dejó
elementos sacralizados en el modelo paradigmático de y humanamente en él. Esta es la determina- manipular en la lucha del anticomunismo de la
11 Los presidentes de los Estados Unidos de Améri- una forma de gobierno secularizada. En el mismo acto ción secular, que sin lugar a dudas podrá pro- guerra fría que también le tocó vivir.
ca R. Reagan y, posteriormente, G. Bush, han sido las de asunción de los presidentes de los Estados Unidos porcionar mejores herramientas para la lucha No fue un creyente religioso, pero sí sacrali-
personificaciones emblemáticas de este tipo de mesia- de América la presencia de estos elementos es central:
nismo. El mismo aparece combinado con otros ele- se acostumbra jurar la presidencia sobre… ¡la Biblia!
por un proceso de democratización creciente. zó su determinación antiautoritaria y le otorgó
mentos prescriptivos de índole nacionalista, religiosa Se comprometen a respetar a la normativa secular –la Abandonar el terreno de la superstición y de un carácter milenarista, ciego y reificante, a su
y económica. constitución– a partir de los mandamientos divinos. las ilusiones que siembran los dueños de las adscripción democrática en las democracias
650 Gino Germani - La sociedad en cuestión

reales. Aunque finalmente expresó en su pesi- identidades sociales. Reconocer este hecho es
mismo, ante esas democracias reales, su modo una empresa deseable y posible; aún resta re-
de no encubrir la inhumanidad presente en solver cómo lograrlo.
esos procesos y la impotencia personal de su
intento libertario.
Perteneció a una generación que buscó en
el “más conocimiento de lo social” el arma ins- Bibliografía
trumental para comprender lo aberrante de lo
realmente operante en este estadio de la for- Elias, N. 1989 El proceso de la civilización.
mación de nuestra especie. Una generación de Investigaciones sociogenéticas y
investigadores que concentraron sus esfuerzos sicogenéticas. (México: Fondo de Cultura
en intentar captar y conocer lo estructurante Económica).
de esa negatividad para poder enfrentarla. Lo Germani, A. 2004 Gino Germani. Del
hicieron desde una perspectiva en la cual no antifascismo a la sociología (Buenos
estaba ausente la impronta de las investiga- Aires: Taurus).
ciones de Karl Marx, pero lo hicieron sin tener Germani, G. 1979 “Democracia y autoritarismo
presente, soslayando, al interlocutor que les en la sociedad moderna” en Crítica y
otorgaría la necesaria fuerza social para su in- Utopía (Buenos Aires) Nº 1, pp. 25-63
tento. Se distanciaron de quienes expresaban Hobsbawm, E. 2009 “La crisis internacional
el profundo malestar social de los más despo- y las políticas de los gobiernos. La
seídos e inhumanizados en sus condiciones de democracia y el pueblo” en Página 12
vida… y se dejaron albergar al margen de esas (Buenos Aires) 18 de enero.
Democracia y autoritarismo
en la sociedad moderna*

Gino Germani

Introducción1 ha tratado específicamente de los problemas futuro, llevan a la supresión de la democracia particular, la sobrevivencia del mercado como
latinoamericanos, por cuanto, en mi opinión, misma, a menos que se puedan intentar nuevos mecanismo económico autorregulado, aun fun-
En este ensayo se consideran algunos de los estos problemas son de carácter general y se caminos, los que –en opinión del autor– son cionando en forma parcial o en determinadas
problemas que deben enfrentar la democracia los encuentra en todas las sociedades moder- por ahora utópicos. áreas de la economía (en coexistencia, por
en las sociedades modernas y en aquellas en nas avanzadas o no. Por cierto que asumen ejemplo, con sectores públicos y/o oligopóli-
proceso de desarrollo económico social. No se características muy distintas según los países, cos o monopólicos), ha sido percibida como un
mas al considerar las bases sociales de la de- Modernización, desarrollo y regí- elemento esencial para el funcionamiento de la
* Germani, G. 1979 “Democracia y autoritarismo en
mocracia no pueden ser ignorados. Es posible menes políticos democracia y la efectiva sobrevivencia de las
la sociedad moderna” en Crítica y Utopía (Buenos Ai- que los países llamados en desarrollo tengan libertades políticas y los derechos civiles. Debe
res) Nº 1, pp. 25-63. mejor oportunidad de hallar soluciones origi- El desarrollo económico y social y la moder- agregarse sin embargo que la relación inversa,
1 Algunos de los problemas considerados en este es- nales a las graves contradicciones que encierra nización han sido considerados frecuentemen- a saber, democracia y pluralismo como prerre-
crito han sido tratados sintéticamente en otras publica- la sociedad industrial en todas sus versiones y te como relacionados de varios modos, con la quisitos de la modernización y el desarrollo (o
ciones del autor, en particular Autoritarismo Fascismo formas. Tales contradicciones, algunas de las democracia, el liberalismo, el pluralismo, la por lo menos cierto grado de democracia y de
e Classi Sociali (Bolonia: Il Muline, 1975), y en la edición cuales se señalan aquí, son inherentes a ciertos extensión progresiva de los derechos políticos, pluralismo), que en el siglo XIX eran considera-
americana, ampliada, de este libro: Authoritarianism,
Fascism and National Populism (New Brunswick:
aspectos centrales de la estructura moderna. civiles y sociales, el individualismo y el iguali- dos en general –incluso por el marxismo “clá-
Transactions Books, 1978). El presente es un primer de- Paradójicamente –como suele ocurrir a me- tarismo, ya sea como precondiciones o como sico” (a falta de mejor palabra)– como factores
sarrollo de las hipótesis sugeridas en los dos libros. Allí nudo en la historia– la sociedad moderna, que consecuencias o simplemente como procesos necesarios para el “progreso” (o el desarrollo
también se encuentra la bibliografía relevante. El tema ha ofrecido el marco necesario para desarro- correlacionados. En general se reconoce que capitalista, según los términos preferidos), son
de la secularización fue tratado en escritos ahora muy llar las formas democráticas hasta sus últimas cierto grado de modernización en las esferas ahora percibidos por ideologías y teorías cien-
lejanos. Algunas menciones de la perspectiva aquí adop-
tada se hallan en el artículo “Modernización, Industriali- consecuencias lógicas, encierra también, en sociales y económicas representa una condi- tífico-sociales más bien como obstáculos, o de
zación” de la última edición de la Encyclopaedia Britan- su propia forma de integración, ciertas tensio- ción básica para el surgimiento y el manteni- todas maneras como causas de seria demora
nica (1974, 15ª Edición, Vol. IX). nes que en el pasado y presumiblemente en el miento de la democracia y el pluralismo. En en el proceso de desarrollo económico y so-
654 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 655

cial. Al mismo tiempo, otros estudiosos no han se empleó para explicar las características de el desarrollo del capitalismo en su evolución modernización, y la supervivencia de la demo-
dejado de observar tendencias destructivas de ciertas etapas de la transición en países occi- hacia la madurez y luego la decadencia. Por fin, cracia frente a las amenazas crecientes del au-
la democracia en la sociedad moderna: la cre- dentales y los tipos de alianzas entre sectores muchos eruditos negaron la hipótesis del auto- toritarismo (en sus formas modernas o no) hay
ciente democratización que conduce a la ma- diferentes de la clase gobernante, necesarias ritarismo moderno como modo intencionado que distinguir varios aspectos:
sificación, con el efecto de desindividuación; para continuar o acelerar el proceso de mo- de acelerar la modernización. En particular en
el pluralismo que conduce a la destrucción de dernización. Por ejemplo, se encontró una alta cuanto al fascismo y otros regímenes de de- a. El carácter del proceso de secularización
todos los sistemas de valores y a la anomia; la propensión hacia soluciones totalitarias o au- recha, la solución autoritaria fue considerada que ha llevado a la emergencia de las socie-
ruptura del consenso y la amenaza de disolu- toritarias en países en que una configuración como una tentativa deliberada de rechazar la dades industriales en sus varias formas, y la
ción y de desintegración del orden social; todo de rasgos existentes en el “punto de partida”, modernización, o al menos, de atrasar el proce- naturaleza del modo de integración típico
eso podría resultar en el fracaso de la demo- es decir, al principio del proceso de moderni- so, de volver a formas preindustriales de inte- de este tipo de sociedades, particularmente
cracia y concurrir al restablecimiento del con- zación (formas de relaciones de clase, de sus gración y de liderazgo, rebajando de una u otra aquellas de régimen democrático-burgués
senso mediante el totalitarismo o alguna otra alianzas, estructura social agraria, papel de las manera el nivel político y social de las clases con economías neo-capitalistas, públicas y/o
forma de régimen autoritario. instituciones políticas particularmente el esta- populares, y la forma y grado de su participa- privadas.
Otra manera de relacionar negativamente do, etc.), impidieron la formación de una base ción. En estas interpretaciones, los efectos mo- b. El totalitarismo como forma específica del
democracia y modernización, o desarrollo eco- social para la democracia burguesa como en el dernizadores a veces observados en regímenes autoritarismo moderno.
nómico social, es la de considerar lo contrario caso de algunos de los “first corners”. Pero la involuntarios e imprevistos de orientaciones c. Las consecuencias de la secularización y la
de la democracia, a saber, el autoritarismo, mayoría de las teorías tienden a subrayar los sociales, económicas o políticas adoptadas por forma moderna de integración social sobre
acompañado de formas totales y casi totales rasgos surgidos durante el proceso, y en una el régimen autoritario mismo. Además, hay que las instituciones, las actitudes, la conducta,
de negación del pluralismo, como uno de los etapa relativamente avanzada del capitalis- recordar que las ideologías de la gran mayoría el control social y la estabilidad del orden
caminos o de los medios para promover la mo más bien que en sus principios, como por de los movimientos autoritarios tratan en rea- democrático.
transformación de una sociedad pre-industrial ejemplo, la crisis de la clase media, la movili- lidad de una mezcla de “derecha” e “izquierda” d. La planificación como condición sine qua
en una sociedad industrial de desarrollo eco- zación de las clases bajas, la marginalización (vagamente y ampliamente designada según la non para la supervivencia y la continua evo-
nómico autosostenido. Esta orientación ideo- de grandes estratos de la población debida a tradición del siglo XIX). También los compo- lución de las sociedades industriales, y las
lógica estrechamente conexa a la señalada cambios en las estructuras sociales inducidas nentes populistas que estuvieron casi siempre contradicciones entre los requisitos de la
arriba, concerniente a la correlación negativa por procesos externos o internos. Para ilustrar presentes en estos movimientos contribuyen planificación y la naturaleza de la forma tí-
entre democracia y condiciones para el desa- estas interpretaciones se puede mencionar las fuertemente a aumentar la ambigüedad de sus pica de integración en la sociedad moderna,
rrollo, ha sido aplicada en manera especial a teorías marxistas que atribuyen la aparición ideologías. sus consecuencias tecnológicas y sociales,
los países del Tercer Mundo, en particular a los del totalitarismo a la emergencia de tensiones Analizando las relaciones entre la sociedad particularmente con la extensión progresiva
ajenos a la cultura occidental. Pero también propias de etapas particularmente delicadas en moderna industrial, el proceso de desarrollo y de la secularización a la mayoría o todas las
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esferas de la organización social (o sus sub- nazador para el surgimiento y la estabilidad del por la fuerza y/o por vía de difusión cultural, mas de que atenúa y, dentro de su propia lógica,
sistemas, como podría llamárselos), y a to- orden democrático. que no representan la única ni probablemente la tiende a eliminar completamente todo carácter
das las áreas del comportamiento individual, mejor orientación de la que es capaz el hombre. “sagrado” o intangible en sus principios bási-
social, colectivo. Otras muy diferentes orientaciones eran, o quizá cos, su sistema de valores, sus instituciones,
e. Las consecuencias de la creciente interde- Secularización e integración son todavía, posibles. sus normas, sus actitudes y sus modelos de
pendencia internacional, o en otras palabras en la sociedad moderna La tesis central que me propongo desarrollar conducta. Ciertos grados y formas de secula-
la transformación del planeta en un espacio aquí es que si bien la democracia moderna (es rización son, por supuesto bastante comunes
unificado en lo económico, lo social, lo polí- He tratado el tema de la secularización y de decir pluralista y extendida a todos los miem- en todas las civilizaciones. Algunos filósofos de
tico y lo militar. los caracteres generales de la sociedad moder- bros de la sociedad sin exclusiones) halla su la historia consideran este proceso como una
f. La creciente vulnerabilidad física y social de na en muchos otros escritos muy conocidos y base teórica y práctica en la modernización y etapa normal en la vida de todas las grandes
todas las instituciones, grupos, individuos y muy criticados en América Latina. No desearía el desarrollo económico, estos mismos proce- culturas mundiales. No podemos negar, sin em-
el orden social como un todo frente a la ac- volver a tratar este argumento. Sin embargo se sos –ya sea en sentido dinámico, ya sea con bargo, que la forma particular adquirida en Oc-
ción legítima o ilegítima de otros grupos o trata de un punto central, pues constituye uno referencias a las configuraciones estructurales cidente, especialmente desde el Renacimiento,
individuos. de los supuestos generales en los que se funda el que caracterizan a las sociedades modernas– y su extensión e intensidad, ponen la sociedad
g. Los efectos de la creciente concentración análisis de las condiciones sociales de la demo- encierran contradicciones intrínsecas que pue- moderna en una clase particular, radicalmente
del poder con respecto a determinado nivel cracia. Por ello debo volver a enunciar lo más den en algunos casos a impedir el surgimiento distinta de todas las otras. En primer lugar, un
de decisiones y a su naturaleza, combinado brevemente posible algunos de los conceptos de regímenes democráticos, y en otros llevar rasgo común en la “secularización” de las gran-
con la fragmentación del mismo en otros más relevantes para nuestros propósitos. Debo a su destrucción. En esta sección no se hace des civilizaciones no occidentales es el hecho
niveles y aspectos y la consecuente elevada agregar que, aunque la definición formal de mo- referencia a los problemas particulares concer- de que permanece limitada a miembros de la
conflictividad, neutralización recíproca y si- dernización y secularización es casi la misma, ya nientes al grado de desarrollo y modernización élite y muy a menudo a una parte especial de
tuación de empate. conocida, ella se encuadra ahora en una pers- retrasadas, ni a factores ligados a la “resisten- ella; casi todos los otros estratos o clases están
pectiva histórica muy distinta: es decir, estos cia al cambio” (como se los acostumbraba lla- excluidos. La distinción entre el saber esotéri-
En la presente discusión me limitaré a un exa- principios formales deben ser vistos como una mar hace más de 20 años), ni a los problemas co y exotérico se mantiene en forma muy rígida
men somero de los aspectos mencionados, síntesis de los resultados de una serie de proce- de la dependencia y el imperialismo. Se trata y siempre relacionada con el carácter sagrado
dedicando alguna mayor atención a aquellos sos históricos ocurridos a lo largo de milenios aquí de tensiones estructurales implícitas en la de las creencias, normas y valores tradicionales
que me parecen se colocan por así decirlo en dentro de una cultura particular, es decir, no en forma de integración de la sociedad moderna, que continúan imponiéndose al pueblo común
la base y el origen mismo de la crisis actual de forma universalmente evolucionista, sino como como tipo general de sociedad. y a la gran mayoría de la población. Segundo,
todas las sociedades industriales, y que repre- la evolución de una cultura particular, que han La sociedad moderna es única entre todos las elecciones, los cambios y las innovaciones
sentan al mismo tiempo el obstáculo más ame- terminado por imponerse al resto del planeta los tipos conocidos de sociedad por el hecho tienden a evitar la ruptura completa con el
658 Gino Germani - La sociedad en cuestión Gino Germani 659

pasado tradicional; intentan ser o, al menos, dos, dentro de ciertas áreas de conducta y sub- soluciones autoritarias bajo ciertas condicio- los rasgos distintivos de la “modernidad” (hay
parecer una continuación de creencias institu- sistemas o ambientes institucionales, la “acción nes críticas. También es preciso notar que las otros obviamente) existen otras orientaciones
cionalizadas, o una especie de desarrollo “natu- electiva” tiende a predominar sobre la acción características de la secularización abstracta- y objetivos muy distintos cuya naturaleza y
ral” de tales creencias. La continuidad entre el “prescriptiva”. La acción electiva sigue siendo mente traducidas en los tres “principios” de la posibilidades se vislumbran en algunas de las
pasado sagrado y las ideas nuevas, los valores, una forma de conducta socialmente regulada, acción electiva, el cambio y la especialización grandes culturas históricas, desarrolladas fue-
las normas, las instituciones están acentuadas pero se distingue de la acción prescriptiva en son el resultado de la confluencia en cierto ra del área de Occidente, pero ahora sometidas
todo lo posible. Por último hay también lími- cuanto lo que las normas indican son criterios punto en tiempo y espacio, de una serie de a su poderosa influencia y a su fuerza física
tes en cuanto a cuáles esferas de organización de elección u opción y no modelos de conduc- procesos analíticamente distinguibles y a ve- basada en el control (si bien parcial y lleno de
social y de la conducta individual pueden mo- ta atribuidos de modo rígido a cada “situación ces concreta o históricamente identificables. efectos negativos) que ha logrado sobre las
dificarse. En todo caso, siempre hay un núcleo socialmente definida”. Los criterios de elección Aunque tales procesos estén en gran parte in- fuerzas “naturales”.
central de valores y normas que permanece pueden ser racionales (en sentido instrumen- tercorrelacionados, no siempre convergen ne- He mencionado arriba que ciertos procesos
en teoría y en práctica más allá de las dudas tal) o emocionales. Así es que en la sociedad cesariamente. En efecto, en algunas épocas his- de secularización han sido observados en todas
y negaciones. La particularidad de la cultura moderna, la política, la ciencia, la economía y tóricas la convergencia fue solamente parcial, las grandes culturas históricas. Pero las dife-
occidental es que –al menos en teoría y poten- la tecnología necesitan elecciones basadas en y aquella configuración particular de rasgos rencias que he indicado al introducir el tema
cialmente– todos estos límites no existen, y la criterios “instrumentalmente” racionales, pero estructurales y psicosociales que se observó en eran sobre todo cuantitativas: mucha mayor
tendencia a extender la secularización a todas en otros casos los criterios racionales se com- Occidente de modernización “fallida”, como en extensión en términos de instituciones y áreas
las áreas del comportamiento, o a todas las es- binan muy a menudo con criterios emociona- el caso del “capitalismo antiguo” o de las comu- de comportamiento, y en cuanto a sectores de
feras de organización social no tiene límite al- les (como, por ejemplo, la elección en la esfera nas italianas y de otras regiones europeas. la población afectados por el proceso. Pero es
guno y no permanece restringido a un pequeño íntima e individual como el matrimonio, la vo- Ya se indicó que no se considera aquí al pro- necesario mencionar que hay otras diferencias
sector de la población, sino que se extiende “en cación profesional, las preferencias estéticas, ceso de modernización como un universal, una no menos esenciales, o quizás aun más signifi-
principio” –como derecho y deber– a todos los etc., donde los criterios incluyen como valor forma única o necesaria de evolución huma- cativas, que se refieren a la naturaleza de la se-
seres humanos. positivo o como fin aprobado, el esfuerzo de na. Aun incluyendo en el concepto de moder- cularización. Recordemos en primer lugar que
La noción de secularización que utilizamos alcanzar, dadas ciertas condiciones, la máxima nización varias distintas y opuestas formas y en mi opinión la transición desde la llamada
aquí abarca tres rasgos principales: acción expresión de individualidad, de lo que se quiere orientaciones en términos de estructura social, “comunidad primitiva” a la llamada “civiliza-
electiva basada en la decisión individual, la ins- hacer y de lo que se es capaz de hacer). Los económica y política, la concentración de la ción” (o cultura mundial o histórica, etc.), su-
titucionalización o legitimación de cambio, la principios sintetizados aquí pueden proveer creatividad humana en alcanzar el control y el pone no solamente la existencia de un surplus,
creciente diferenciación y especialización de una base apropiada para subrayar las tensio- dominio de las fuerzas naturales “externas” (lo escritura, la ciudad, y los demás criterios con-
roles, status e instituciones. En su forma más nes estructurales implícitas en la sociedad mo- que los occidentales –y los modernos– consi- vencionalmente incluidos en la distinción entre
limitada eso significa que para grupos élites da- derna, lo que podría crear propensiones para deran “naturaleza”) y que por cierto es uno de lo “primitivo” y lo “civilizado”, sino también
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otros componentes que tienen mucha relación contrastes interpretativos, el modo asiático su- subjetividad. Y también diferentes modos de muy particular. En ella, desde sus raíces en la
con el tipo de secularización que puede ocurrir giere la posibilidad de caminos diferentes –que individuación y de individualidad con respecto antigüedad –es decir la tradición griega y roma-
en el curso del proceso evolutivo. Estos com- en una visión evolucionista unilineal (como se a la sociedad, y en particular un modo colectivo na, con todos sus orígenes, y en el aporte ju-
ponentes son esencialmente dos: uno fue indi- puede atribuir a Marx) conducen a un estanca- (en el cual el yo no se distingue del nosotros, y deo-cristiano– se ha producido un proceso evo-
cado por Marx, es decir, la forma de disolución miento milenario, pero que desde otras pers- así es vivido por el sujeto concreto), o, por el lutivo que ha cristalizado en una construcción
de la propiedad comunitaria. La segunda, ape- pectivas pueden conducir a diferentes formas contrario el yo es un individuo que se vive como de la realidad y en un tipo de individuación en
nas mencionada por Marx, y compartida por de civilización con procesos evolutivos radical- tal, no solamente por su cuerpo material, sino las que la realidad “externa” (como opuesta y
muchos antropólogos del siglo XIX, concierne mente diferentes de lo ocurrido en Europa. A por su autonomía psicológica y vivencial con radicalmente distinta de la autoconciencia, del
a la naturaleza del individuo en esas comunida- conclusiones parecidas, pero más claras, aun- respecto al grupo, es decir, se siente un “yo” percibirse a sí mismo como sujeto) es vista
des: simple elementos indiferenciado de la que por supuesto todavía conjeturales, se po- individual y no un “nosotros”. Las vivencias an- como algo conocible y manipulable a través del
“horda”, dado que el hombre “se individualiza dría llegar con respecto al segundo componen- tropológicas, históricas y los aportes de la psi- conocimiento “racional” instrumental como
solamente a través del proceso histórico y ori- te, es decir la individuación. Con este término cología apoyan la hipótesis de una variabilidad opuesto a un diferente “conocer” basado en la
ginariamente aparece como un ser genérico, un entiendo la emergencia de la subjetividad de la histórico-cultural en cuanto al tipo y grado de intuición y en otras formas no desconocidas
ser tribal”. Por eso se refiere a lo primero, a la conciencia del “sí mismo” y del “yo” como suje- individuación. Hay, es decir, diferencias cuali- del todo por Occidente, mas consideradas (jus-
disolución de la propiedad comunitaria, debe to diferenciado de la naturaleza (del “no yo”) tativas y cuantitativas en la individuación, ya tamente) como religiosas, místicas o filosóficas
decirse que la línea evolutiva que da lugar a por un lado, y separado de la comunidad como sea en cuanto a los límites entre lo “subjetivo”, e irracionales desde la perspectiva del conoci-
su completa disolución y desemboca en la pro- individuo, por el otro. Si consideramos que el y la “realidad externa”, la que puede ser cons- miento científico occidental y de la posibilidad
piedad individual absoluta (tal como ocurre individuo autoconsciente y separado del mun- truida por la sociedad e incorporada a la cultu- de controlar y utilizar las fuerzas de la “natura-
en el derecho romano) es la que lleva a la do externo, y de la comunidad, es él mismo un ra de manera notablemente diferente en las leza”. El tipo occidental de subjetividad fue
emergencia del capitalismo, a su vez base del producto histórico, entonces son concebibles grandes culturas históricas, ya sea en cuanto al acompañado por una forma extrema de separa-
desarrollo de la sociedad industrial. Tiene im- diferentes formas y tipos de “subjetividad” y de grado de diferenciación del “yo” y el “sí-mismo” ción del individuo con respecto a la sociedad,
portancia aquí la distinción entre los varios mo- “individualidad”. Por la primera se entienden individual con respecto a la comunidad (o so- hasta el punto que se llegó a teorías contractua-
dos de producción “antiguo”, etc. y el modo diferentes formas de diferenciar lo subjetivo de ciedad global), y a grupos e instituciones den- listas según las cuales la sociedad existe (por
“asiático”, en el cual no hay verdadera disolu- lo “objetivo”, es decir, del mundo o realidad ex- tro de ella. Existen elementos suficientes por lo lo menos a nivel lógico, si no concretamente a
ción de la propiedad comunitaria y desde el terna. Por la segunda, diferentes vivencias del menos para dar alguna plausibilidad a la hipó- nivel histórico) en virtud de un contrato o pac-
cual se desarrollan los grandes imperios “des- yo en relación a la comunidad. Hay así distin- tesis de que la forma adquirida por la individua- to social entre individuos autónomos, un
póticos”, mas no la ciudad en su forma occi- tos modos histórico-culturales de construir la ción (y por consiguiente la secularización de la “acuerdo sobre los principios fundamentales”
dental. Aunque hay una polémica recientemen- “realidad” o el mundo “externo”, de establecer que aquella forma representa un componente capaz de asegurar la convivencia. La sociedad
te reavivada acerca de este tema, y notables los límites de la subjetividad y de lo que no es decisivo), en la cultura occidental es de un tipo misma es nada más que un nomen siendo única
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realidad la del individuo aislado. Esta línea de liberada es un rasgo más característico (más duación restringidas a élites –es verdad– pero dejan de ser aceptados o dados por supuesto
evolución no es un proceso puramente psico- que la misma racionalidad instrumental, que es del mismo tipo que debía volver con fuerza sin discusión, o explicados en términos de re-
social: por el contrario parece arraigarse en un componente de la misma) y es elevada a va- abrumadora desde el Renacimiento y que de velación religiosa (o aun en términos de alguna
arreglos estructurales congruentes. No es pura lor central y máximo. El individualismo como todos modos fue suficiente para introducir fac- noción positivista de “naturaleza” o cualquier
casualidad que es solo en la línea evolutiva de ideología está arraigado en un tipo de indivi- tores de disolución que acabaron con la socie- otra creencia semejante). Con la extensión
Occidente que se llega a la privatización extre- duación como proceso histórico psicosocial dad ateniense y romana, en su forma política progresiva de la secularización esos fines y
ma de la propiedad, al surgimiento y afianza- que diferenció en carácter y grado las formas democrática. valores centrales acaban por ser vistos como
miento del mercado, como mecanismo econó- de individuación desarrolladas en Occidente Volviendo ahora a las consecuencias de la artefactos humanos modificables, susceptibles
mico, a una “sociedad económica” y a una tec- de las que se dieron en otras culturas mundia- forma moderna de integración y seculariza- de cambio, y más precisamente de cambio de-
nología de enorme poder sobre el mundo mate- les, particularmente las civilizaciones orienta- ción, el rasgo más relevante para este análisis liberado y planeado. En la sociedad moderna,
rial, que se vuelven no solo sub-sistemas cen- les. Por otra parte también en Occidente, a esas es el hecho de que el marco normativo mismo el cambio que en los sistemas normativos no
trales de la sociedad global, sino que adquieren formas extremas se llega a través de una evolu- –es decir, el componente prescriptivo de la ac- secularizados o sagrados es totalmente o en
una autonomía a menudo determinante de los ción. La disolución de la propiedad comunita- ción electiva– puede convertirse en objeto de gran parte negado o fuertemente resistido y en
otros procesos sociales. Tendencias similares ria primitiva, la emergencia de la propiedad elección, puede ser cambiado. En efecto, tal todos los casos visto como ilegítimo o sacríle-
no faltan por cierto en las otras grandes cultu- privada, el surgimiento del mercado como me- marco proporciona (prescribe) los criterios go, llega a ser legitimado, aceptado y aun nor-
ras (y recíprocamente la potencialidad por las canismo económico, la autonomización de la según los cuales es preciso realizar las eleccio- malmente deseado y esperado cuando se trata
demás posibles orientaciones se observa en la economía, la formación de la ciencia natural, el nes. Esto presupone un núcleo común de signi- de satisfacer las crecientemente diversificadas
cultura occidental antigua y moderna), pero es desarrollo tecnológico y todos los cambios so- ficados, valores, creencias, y fines dotados con necesidades materiales y psicológicas. Es ver-
solamente en Occidente, y en su cristalización ciales en las demás esferas (incluso la política, suficiente congruencia para asegurar un grado dad que tales cambios son a menudo resistidos
en la sociedad moderna, que el peculiar tipo de la democracia y el pluralismo) fueron el resul- de compatibilidad entre las acciones y elec- y originan conflictos sociales que pueden ser
individuación y de consiguiente secularización tado de un proceso milenario dentro de una ciones de individuos y grupos, y para proveer catastróficos para la supervivencia de la socie-
con los arreglos estructurales concomitantes misma orientación original. Una evolución, sin mecanismos aptos para dar soluciones relati- dad misma. Pero precisamente en esto consiste
han alcanzado una forma extrema, llegando a embargo, que se dio exclusivamente en Occi- vamente pacíficas o conflictos interindividua- el problema. Junto a este proceso está el tercer
sus últimas consecuencias lógicas en cuanto a dente. Y este mismo proceso, puede descubrir- les e intra o intergrupales dentro de la socie- rasgo que define la secularización, la siempre
extensión a esferas del hacer social e interindi- se en cuanto a la individuación: desde la subje- dad. Cuando el marco normativo mismo llega creciente diferenciación y especialización de
vidual y a inclusión de la totalidad de los miem- tividad colectiva que observamos en los poe- a ser un objeto de deliberación y elección, es normas y roles, y la creciente autonomización
bros de la sociedad. Tales consecuencias se mas homéricos hasta la extrema individuación ese núcleo común que se pone en duda directa de valores dentro del mismo sistema social. La
perciben claramente cuando notamos que en la y secularización del siglo V a.C. en Atenas, o en o indirectamente. Remontando las cadenas de interdependencia entre las “partes” diferentes
sociedad moderna la elección individual y de- la Roma de Augusto. Secularización e indivi- fines y medios, los fines últimos de la sociedad de la estructura social se mantiene y al contra-
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rio, tiende a aumentar con la especialización. “prescriptivo”, de un “acuerdo sobre los fun- nas de origen occidental o no occidental halla- nalismo. Es pertinente notar aquí que la “la na-
Pero de este modo el problema de la integra- damentos” (como los llama Lasky) para asegu- ron la base de su estabilidad en la conservación ción” es el lugar de nacimiento y/o la familia
ción del sistema social global se complica aun rar una base suficiente para la integración: un o en la transformación de núcleos prescriptivos de origen, es decir, algo que no tiene que ver
más, pues al pluralismo y divergencias de las núcleo de valores y normas en que se arraigan pre-existentes, o a veces en la creación de nue- con elección individual. No es por casualidad
elecciones individuales y grupales se agrega los criterios para las elecciones y que regulan el vos. Sin embargo, tal estabilidad siempre fue que al menos uno de los valores supremos de
el pluralismo causado por la multiplicación de cambio sin rupturas catastróficas. Si el núcleo interrumpida por conflictos agudos, cuando la sociedad moderna encuentra sus raíces en lo
subsistemas especializados, que si bien son au- central, según la lógica intrínseca a la moder- algún aspecto del núcleo básico prescriptivo que está más allá de preferencias individuales,
tónomos en sus valores y normas, deben fun- nidad también se expone a cambios, entonces necesario para la integración social se atenuó siendo un dato no modificable por la voluntad
cionar en estrecha interdependencia. deberían existir mecanismos para llevar a cabo o se disolvió. En Occidente al desaparecer los individual o lo es solo ritualmente. Recordemos
Tal vez se pueda sugerir que para la emergen- tales cambios manteniendo o reconstruyendo principios religiosos y dinásticos, la nación, y también un fenómeno característico de la hora
cia y el desarrollo de la modernidad, la secu- simultáneamente bases viables para el con- los valores, normas y símbolos correspondien- actual: el resurgimiento de grupos étnicos pre-
larización podría limitarse a algunas áreas del senso. Es desde esta condición fundamental tes llegaron a constituir un componente esen- rrenacentistas, el nuevo regionalismo que está
comportamiento y a algunos subsistemas de la que surge un factor potencial (a un nivel de cial del núcleo prescriptivo inmodificable. Y, en floreciendo en naciones desde siglos estable-
sociedad, como ser el conocimiento científico, generalidad máxima) para la aparición del au- las crisis de las sociedades modernas o moder- cidas como tales. Este puede ser otro síntoma
la tecnología y la economía, mientras que todas toritarismo en sentido moderno. En efecto, la nizantes, aun cuando la ideología predominante de la búsqueda de “raíces” en una época en
las demás esferas institucionales, incluso ha- sociedad moderna está caracterizada por una era fuertemente internacionalista, las crisis re- que se da en forma rápida la obsolescencia de
cia cierto punto, la política, podría mantenerse tensión intrínseca a su forma particular de volucionarias fueron resueltas en nombre y en la nación-estado reemplazada por luchas entre
dentro de la forma prescriptiva de integración. integración. Esta tensión es la consecuencia de función de la “nación” como ultima ratio y esto estados gigantes, continentales y multinaciona-
Así ha ocurrido en otras grandes civilizaciones la contradicción entre el carácter expansivo de ya sea en las soluciones democráticas como en les en un espacio unificado social, económico y
y también en Occidente, en el pasado. Sin em- la “secularización” y la necesidad de mantener las autoritarias. En estas, empero, la nación ten- político que abarca el planeta entero.
bargo aunque los rasgos tradicionales se man- un control universalmente aceptado sin el cual dió a reconstituirse como una “comunidad” (en Las precedentes consideraciones llevan a
tengan o puedan “fusionarse” con estructuras la sociedad cesaría de existir como tal. No es el sentido de Tönnies), como un organismo total formular en un nivel de máxima generalidad la
“modernas”, es un hecho que la forma moderna sorprendente que usualmente la filosofía de la infinitamente superior a los Individuos negados hipótesis de que la tensión estructural implíci-
de la secularización por su propia naturaleza historia ubique el comienzo de la decadencia de en muchos o todos sus derechos. Es significati- ta en la sociedad moderna, entre la creciente
tiende a extenderse a toda la sociedad, a todas las grandes civilizaciones exactamente en las vo que en el uso de las ideologías internaciona- secularización, por un lado, y la necesidad de
las áreas de conducta, a todos los subsistemas fases de aguda secularización, aun si esta queda listas de izquierda, en las que la clase debiera mantener un núcleo central prescriptivo míni-
y a todos los estratos y sectores de la pobla- limitada a la élite. Toynbee, Spengler, Sorokin y haber reemplazado la nación, aquella acabó mo suficiente para la integración por el otro,
ción. Por otro lado, parece que ninguna socie- otros, dan claros ejemplos de esta orientación por ejercer un papel secundario y se combinó constituye un factor general causal de crisis
dad puede prescindir de cierto núcleo central teórica. Históricamente, las sociedades moder- en diferentes modos con un acentuado nacio- catastróficas que al eliminar los insuficientes
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mecanismos de control de los conflictos llevan “moderno”. Esta distinción es relevante pues considerará como una expresión de “autorita- de autoritarismo moderno, cuya forma “pura”
a soluciones destructivas de la democracia. implica distintas formas de “soluciones” au- rismo”. En la situación prescriptiva, el control es el totalitarismo.
Tales tendencias y los procesos históricos que toritarias frente a la crisis de la democracia. social tiene lugar “naturalmente” por medio de En los países con un amplio sector de la po-
conducen a ellos, la naturaleza e intensidad de En las diferentes áreas de actividad, o en los modelos de conducta internalizados principal- blación en situación escasamente seculariza-
la crisis, así como la manera en que las socieda- subsistemas en que predomina el tipo “pres- mente a través de la socialización primaria (es da, la crisis de la democracia (generalmente de
des las afrontan dependerá de una serie de otras criptivo” de acción, el comportamiento segui- decir, durante los primeros años de vida). En participación limitada), toma a menudo forma
condiciones, estudiadas a nivel de “alcance me- rá modelos internalizados para los cuales son este caso el autoritarismo se expresa mediante de autoritarismo tradicional. De este tipo han
dio” en términos de época, tiempo y especifici- “impensables” respuestas alternativas o dife- mecanismos psicológicos y sociales “espontá- sido la mayoría de los regímenes militantes o/y
dad socio-cultural interna e internacional, es de- rentes. El autoritarismo, entonces, está im- neos”, aun cuando el control social “externo” otras formas de despotismo casi monárquico y
cir, dentro de determinados contextos histórico- plícito en la cultura y no es mirado como tal continúa siendo necesario para reprimir las hereditario en América Latina, particularmen-
sociales, y también a nivel de “corto alcance”, lo por los sujetos, para quienes los modelos de posibles desviaciones. En la situación “electi- te antes del estadio de “movilización masiva”
que puede incluir eventos traumáticos, acelera- comportamiento que siguen en sus acciones va”, tal como fue definida, el control interno cuyos inicios se pueden fijar grosso modo y
ción de cambios, intervenciones externas y has- queda más allá de cualquier duda o discusión se limita a los “criterios” de opción, y no a las con excepciones, hacia los años treinta. Se
ta acontecimientos “accidentales”. La quiebra de posible. Para tomar un ejemplo extremo, el opciones mismas. Además, la creciente espe- trata en general de regímenes desmovilizan-
la democracia y las “soluciones” autoritarias son tabú del incesto no es percibido como una im- cialización y la autonomía de las esferas ins- tes, cuyo fin es la neutralización de las masas
posibles, y, bajo ciertas condiciones probables, posición de una autoridad externa, sino como titucionales o subsistemas, la legitimidad del o su despolitización, con la exclusión efectiva
en cualquiera de las crisis generadas por las ten- “instinto” o “ley de la naturaleza” u otras acti- cambio y el carácter dinámico de la sociedad de su participación en política y otras esferas
siones estructurales implícitas en la sociedad tudes semejantes. Este tipo de autoritarismo tecnológica interfieren a menudo dificultando consideradas peligrosas para la estabilidad del
moderna pero cuya forma específica dependerá fundado en normas y valores socioculturales la internalización de las normas y de los va- orden social. Hay en América Latina otro tipo
de todos modos no solo de las causas profundas internalizados “espontáneamente” dentro de lores centrales y haciéndolos problemáticos. peculiar de autoritarismo tradicional que es el
mencionadas aquí, sino también de esos facto- un marco prescriptivo es el que denomina- Los mismos procesos de socialización en las caudillismo, cuando este se funda sobre el apo-
res de medio y corto alcance. mos tradicional. Al contrario, donde la “ac- varias esferas se hacen menos espontáneos yo de una considerable masa popular. Aquí se
ción electiva” predomina, y el criterio de ac- y más deliberados (son ahora “elegidos”). Lo puede hablar de autoritarismo tradicional tam-
tuar según su propia determinación individual que antes ocurría “naturalmente” llega a ser bién pero de tipo populista, en tanto se funda
El totalitarismo como forma es válido (aunque persista el marco normativo tema para manuales (los ejemplos más típicos sobre formas tradicionales de movilización
típica del autoritarismo moderno que proporciona los “criterios de elección”), son probablemente los manuales dedicados a (como ha tratado de explicar en otros escri-
cualquier coerción que tienda a obstaculizar la las madres sobre la crianza de los niños) de- tos la movilización política “tradicional” es la
La idea de “secularización” nos permite distin- voluntad individual es vivida como una impo- jados en el pasado a un saber tradicional no forma que pueden asumir procesos que bajo
guir entre el autoritarismo “tradicional” y el sición de parte de una autoridad externa y se “científico”. En esta situación se puede hablar otras condiciones podrían originar movimien-
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tos milenaristas, o “bandidismo social” o re- moderna y la tecnología. La socialización po- acción “electiva” tienen una fuerte tendencia diante la política y la acción militar), llegó a ser
vueltas campesinas desprovistas de ideologías lítica de los jóvenes en los regímenes totalita- a extenderse en la política. Dicha extensión una parte esencial del nuevo modelo cultural.
y de liderazgo político). Por fin en sociedades rios es un ejemplo de este tipo. Y la creación tal vez no es “funcionalmente” necesaria para Tal vez en el interés de la clase dominante se
predominantemente tradicionales es también de “climas psicológicos e ideológicos totales”, el funcionamiento de una economía moderna, hubiera limitado la participación política ex-
posible observar intentos a veces parcialmente por medio de los cuales el individuo queda su- pero los procesos históricos concretos que cluyendo del disfrute de la ciudadanía plena a
exitosos, de resolver la crisis de la democracia mergido en su vida diaria, también pertenece condujeron al surgimiento del nuevo complejo gran parte de la población. Y eso ocurrió, en
“formal y limitada” (es decir, en América Lati- al mismo tipo de reconstrucción deliberada de moderno-industrial bajo forma de capitalismo, efecto. Pero tal exclusión resultó mucho más
na, “oligárquica”), a través de regímenes movili- modelos prescriptivos de conducta. A veces el y cuyo principal actor fue la burguesía, tenía difícil de mantener, una vez que la población
zantes, es decir con métodos totalitarios. En las resultado de tales climas “totales” convierte en que incluir necesariamente la extensión de los tuvo que intervenir activamente en la nación,
sociedades modernas o modernizantes –donde “normalidad” lo que a un observador externo derechos políticos a la nueva clase dominan- no solamente como soldados, sino también en
el proceso de secularización es bastante avan- parece ilusión o locura. te. Eso se hizo en nombre de principios uni- roles ocupacionales crecientemente diferen-
zado y abarca muchas esferas institucionales y Lo que es necesario en el autoritarismo mo- versalísticos, es decir extendiendo la “acción ciados y calificados, y como consumidores.
la mayoría o una parte significativa de la pobla- derno, es su forma “pura”, es el hecho de que el electiva” en el área política: libertad e igualita- Eso significó la necesidad de más educación
ción–, en caso de quiebra de la democracia el fin de la socialización y resocialización planea- rismo. Por otra parte el proceso de creciente para todos, y a su vez eliminó la mayoría de
tipo de régimen que le puede seguir tiene fre- da sea la transformación de toda la población individuación (como desarrollo psicológico las justificaciones para excluir a las clases po-
cuentemente características modernas, es de- en participantes activos e ideológicamente histórico), así como el “individualismo” (como pulares. La historia de la extensión progresiva
cir “totalitarias”. “Soluciones” autoritarias, en “militantes”. Esto deriva del hecho de que la es- ideología, tan ligada al nuevo orden capitalista) de los derechos (civiles, políticos y sociales),
efecto, que tienden a restablecer o a crear nue- tructura industrial moderna, en sus numerosas tienen una tendencia intrínseca a extenderse a con todas sus luchas es bien conocida y con-
vos núcleos prescriptivos ya no pueden valerse variedades requiere siempre un nivel de parti- todas las áreas de conducta. Si la religión y la firma que muchos factores –todos inherentes a
–o pueden hacerlo solamente en parte– de los cipación activa de parte de todos los habitantes revelación ya no podrían interferir más ni en la estructura y a la ideología de la sociedad in-
mecanismos “espontáneos” de la sociedad pre- del país. La creciente especialización y el alto la ciencia ni en la economía, sería muy difícil dustrial en desarrollo– contribuyó al aumento
industrial. En este caso deben usarse controles nivel de interdependencia generado por ella imaginar cómo el derecho divino de los reyes de la participación política. El individuo en la
externos, y esto de dos modos. Por un lado, a acaba por envolver la población entera. u otro equivalente hubiera podido mantenerse. sociedad moderna –bajo cualquier forma– cesa
través de la represión violenta, la que normal- No se excluye la participación política de este Además hemos visto que la “nación” y la lealtad de considerarse un “súbdito” o un no partici-
mente no puede ser aplicada sobre la masa de proceso. Mientras que en la estructura prein- a esta llegaron a ser el nuevo núcleo prescrip- pante. Tiene que tener opiniones, basadas en
la población: de otro lado, mediante formas de dustrial la gran mayoría de la población perma- tivo sobre el cual se construyeron la mayoría decisiones propias y “racionales”, mientras que
socialización “artificial” (o resocialización), es nece “fuera” de la política que para el hombre de las normas y los valores integrativos. Como el “súbdito” de la sociedad no-moderna tiene
decir, en formas deliberadamente inducidas, común sigue siendo regulada por prescripción, consecuencia de esto, la participación en la creencias, basadas en la “fe”, en la religión o
usando los medios provistos por la ciencia en la sociedad moderna la secularización y la vida de la nación (expresado en gran parte me- en la revelación. El consenso está más allá de
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cualquier discusión, está “naturalmente” allá no muy diferente ocurre en las democracias en era percibido por la clase dirigente y la mayoría “puro”, es decir, totalitario o una forma “mix-
sin alternativas posibles. La legitimidad de sociedades de masa, pero el pluralismo y otros de las clases medias como una amenaza inme- ta”) en que la desmovilización de las clases
los gobernantes no tiene que ser formalmente arreglos institucionales modifican sustancial- diata al orden social. Para ello se formó una populares resulta ser el mejor medio de lograr
aprobada por los sujetos. Cuando la nación se mente el contexto. Los controles externos, la coalición integrada por todos (o casi) los secto- los fines básicos. En el comunismo (tomando
vuelve al núcleo prescriptivo en que se funda represión y el terror son también necesarios, res del establishment y las clases medias. Pero el caso ruso como un ejemplo), el movimien-
la integración social, y la presencia activa de pero cuando el estado totalitario tiene éxito, se tales fines podían alcanzarse de varios modos, to fue expresión de grandes masas populares
todos los miembros de la comunidad nacional aplican a una parte reducida de la población, según el grado de modernización y el carácter parcial o totalmente marginales al sistema, que
es funcionalmente necesaria a causa de la co- principalmente a los intelectuales. Es verdad de la situación social y cultural de cada país. La bajo el impacto de eventos traumáticos llega-
nexión con muchas otras formas de participa- que esta descripción se acerca más al comunis- forma política debía ser totalitaria en algunos ron a movilizarse. Mas en este caso las élites
ción, la participación política activa es también mo totalitario que al fascismo en sus varias for- casos (Alemania, Italia), y eso necesitó la adoc- que las canalizaron y dirigieron, utilizaron esa
necesaria, aun si en muchos casos tal partici- mas. Pero es esencialmente correcto para algu- trinación de las clases populares y su activación misma movilización para fines ideológicos y
pación puede ser que permanezca solamente nos casos de fascismo “clásico”. Hay que notar según una ideología diferente (la construcción prácticos diametralmente opuestos a los del
formal o simbólica. aquí que las diferencias entre el fascismo “clá- del hombre “fascista”) o, bajo condiciones dife- fascismo. Este, como movimiento triunfante,
Es precisamente aquí que hallamos uno de sico” y el socialismo “en un solo país” se origi- rentes (España, Portugal) podía ser suficiente y sobre todo como régimen, tenía por objeti-
los aspectos más paradójicos del sistema to- na en sus raíces históricas, en sus ideologías y una forma política autoritaria en que la desmo- vo básico la defensa del orden capitalista, y la
talitario. Como se indicó, el autoritarismo mo- sobre todo en su “razón de ser”, en el significa- vilización forzada de las clases populares las desmovilización de las clases populares y su
derno en su forma “pura” (es decir totalitaria) do histórico de cada régimen. Tal razón de ser mantenía en pasividad como “sujetos”, no ciu- eventual re-socialización en función del status
no tiende a reducir a los individuos a “sujetos” y significado histórico cualesquiera que sean dadanos participantes. Lo que define al fascis- que se les atribuía en la reconstruida “comu-
pasivos, en cierto sentido, quiere que ellos sean las formas políticas, son considerablemente di- mo no es su forma política, sino la razón de ser nidad” nacional. (Si bien no faltaron elemen-
“ciudadanos”. Su fin no es la “despolitización” ferentes en los dos tipos de sistemas autorita- del régimen, sus propósitos. Si el fin principal tos sociales o populistas en el fascismo-movi-
(aunque eso pueda ocurrir), sino la “politiza- rios. En la definición de fascismo en efecto he es consolidar un estado de cosas considerado miento, e intentos de “superar” el capitalismo
ción” según cierta ideología específica. Tienen distinguido entre el significado histórico (y los apto para forzar por un cierto período, la des- a través de formas corporativas –como ser la
que tener “opiniones políticas” (y no “creen- fines básicos) del régimen, y la forma política movilización de las clases populares eliminan- “corporación propietaria” de Ugo Spirito–, fue-
cias” en el sentido que le diera Ortega). Tienen que puede asumir. Hay muy a menudo una con- do aquellos aspectos de la modernización que ron rápidamente eliminados por la coalición
que ejercer opciones y llegar a tener ciertas fusión acerca de eso, y es algo que introduce podrían amenazar los intereses de la coalición, “establishment-clases medias” y drásticamente
convicciones que ellos mismo vivan como ele- serias consecuencias en la interpretación. Los aun a costa de un estancamiento económico y suprimidos por el régimen.) La transformación
gidas. Pero el contenido tiene que corresponder fines básicos del fascismo “clásico” fueron la social prolongado, entonces se puede hablar de del comunismo en un estado totalitario, mix-
a la ideología oficial. Hay, entonces, una elec- desmovilización de las clases populares en lu- “fascismo” en sentido estricto cualquiera que to, con importantes componentes autoritarios
ción, pero está abiertamente manipulada. Algo cha por una extensión de sus derechos, lo que sea la forma política (autoritarismo moderno tradicionales (en el sentido aquí definido), ya
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que esto en Rusia era perfectamente posible, causada por el impacto de los cambios sociales cismo la conexión no fue subrayada sino por subrayado una forma particular de tales con-
obedeció a otra dinámica, cuyas raíces también rápido, la obsolescencia de valores y normas algunos autores, en particular Mannheim, cuyo flictos, es decir, lucha de clase dentro de va-
se hallan en las contradicciones estructurales internalizadas por la socialización primaria, y concepto de “democratización fundamental” rias posibles situaciones de un capitalismo en
de la sociedad moderna, pero combinadas con la destrucción recíproca de sistemas de valores representa una etapa decisiva en esta direc- transformación, es decir evolucionando (o de-
otros poderosos factores internacionales e in- contrastantes, o la desorientación inducida por ción. En todo caso la sociedad de masa y las teriorándose) hacia su destrucción final. Pero
ternos peculiares del país y particularmente la el pluralismo y la autonomización de valores y consecuencias anómicas de la secularización el conflicto de clase –y particularmente dentro
amenaza bélica interna y externa. normas que corresponden a esferas institucio- no operan solas. Son nada más que el contex- de una noción estrictamente marxista de clase–
nales diversas, son todos fenómenos que pue- to en que la conflictividad creciente creada por constituyen tan solo uno de los muchos tipos
den observarse en grados diferentes de intensi- las necesidades contrastantes de una sociedad de conflicto al cual una sociedad moderna se
Las consecuencias de la dad en las sociedades modernas. compleja produce desorganización y eventual- expone a causa de la peculiaridad de su forma
secularización en las Hay, sin embargo, ciertos límites bastante mente la movilización de élites y masas capa- de integración, las consecuencias no se limitan
instituciones, las actitudes, la comunes en las teorías fundadas en la sociedad ces de desembocar en soluciones totalitarias. a los “efectos de la sociedad de masa” tan a
conducta, el control social y la de masa. En primer lugar cuando estas hipóte- El carácter de esos conflictos se halla en gran menudo descritas. El proceso de “democratiza-
estabilidad del orden social sis están acompañadas por una negación total parte determinado por un lado por las tensiones ción fundamental”, la extensión progresiva de
del papel de las clases y las luchas de clase en inmediatas a las cuales está expuesto el orden los derechos, cualquiera que sea su contraparte
La mayoría de estas consecuencias han sido el surgimiento de los regímenes totalitarios, y social y político actual, y por otra por las situa- infraestructural (en términos marxistas), o su
analizadas en varias teorías y especialmente particularmente del fascismo “clásico”, su valor ciones sociales y culturales específicas de cada fondo histórico, no producen solamente efec-
por aquellos que utilizan el concepto de “socie- explicativo queda, en mi opinión, considerable- nación. Esto se debería explicar en términos tos de masificación o solamente lucha de clase.
dad de masa” como instrumento principal para mente disminuido. En segundo lugar, a menu- de los caracteres originales peculiares del país Determinan también –a medida que el proceso
explicar el surgimiento y la supervivencia del do el efecto de la sociedad de masa es conside- y de las condiciones internas y externas bajo abarca sectores crecientes de la población y se
totalitarismo. Aunque en general no haya nin- rado un fenómeno patológico, no claramente o los cuales se dieron las primeras etapas de la extiende a todas las esferas de la organización
guna referencia específica a la secularización directamente relacionado con las tensiones es- transición. Esto significa que el análisis debería social– toda clase de causas y condiciones para
en dichas teorías en el sentido indicado aquí tructurales creadas por la dinámica intrínseca realizarse a un nivel más concreto e histórico. el desencadenamiento de conflictos interindi-
hay poco que añadir a estos análisis a nivel de de la secularización moderna. Estas tensiones Sin embargo, es posible y puede ser útil suge- viduales e intergrupales dentro de la enorme
descripción fenomenológica. Los procesos de fueron percibidas claramente por los pensado- rir hipótesis en cuanto al carácter general de cantidad de grupos y sectores creados por la
atomización, de desindividuación, la quiebra res tradicionalistas de la primera parte del siglo los conflictos que conducen a la movilización complejidad de una sociedad altamente tecno-
o desaparición de los vínculos comunitarios XIX, o por los filósofos sociales como Comte y de masas y de las élites y a los conflictos que lógica y comunicante. La democratización fun-
con el deterioro o la destrucción de los grupos luego por muchos otros durante las primeras de allí se originan. Las interpretaciones marxis- damental se relaciona lógica e históricamente
primarios e intermedios, la anomia endémica décadas del siglo XX. Pero en el análisis del fas- tas del fascismo y de otros autoritarismos han a una alta individuación y a la efectividad de
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acción, es decir los dos aspectos centrales de de un “acuerdo sobre principios fundamenta- tipos de conflictos posible, pueden tomar una una ideología sin base estructural sino que tiene
la secularización moderna. Este tipo de conflic- les” (lo que Lasky consideraba esencial para variedad de formas en que la composición de sus raíces en procesos concretamente en mar-
to al cual me refiero tal vez se pueda designar la democracia), de principios, es decir, aptos las alianzas de clase, el carácter de los acto- cha en la estructura social y cultural. Se puede
como conflicto entre los tres principios inmor- para proporcionar criterios aceptados univer- res principales (clase o sectores de clases), su añadir la hipótesis que cuando estas demandas
tales de la Revolución Francesa. Como ya ha salmente y capaces de armonizar las demandas orientación ideológica y política, todas están adquieren gran intensidad dentro de un corto
sido notado por pensadores conservadores o de individuos extremadamente diferenciados, fuertemente condicionadas por sus situacio- período de tiempo, como por ejemplo cuando
reaccionarios así como por progresistas desilu- y de una multitud de categorías sociales, sec- nes históricas, sociales y culturales. Todavía están causados por un rápido cambio social o
sionados, la Égalité no siempre se concilia con tores, estratos grupos de todo género, genera- se puede sugerir una proposición general que por eventos traumáticos, tienden a originar for-
la Liberté ni tienden los dos a acordarse dema- dos por la división del trabajo, la especializa- abarca luchas de clase como categoría espe- mas de rápida movilización social y política, y
siado con la Fraternité. No se trata tan solo de ción de las instituciones, la diversificación de cial. Me refiero a las luchas originadas por la ponen una fuerte presión en el orden social ya
las contradicciones entre libertad e igualdad, o las orientaciones culturas o la coexistencia de marginalización. Si definimos a la margina- existente. Si la estructura social y cultural in-
entre democracia igualitaria y liberalismo, sino una multiplicidad de grupos étnicos, religiosos lidad como la exclusión de ciertos derechos terna de la sociedad, y el sistema internacional
sobre todo, de las contradicciones entre estos o ideológicos. Esta enorme variedad de acto- (muy ampliamente definidos como cualquier dejan de proveer defensas suficientes, pueden
dos valores ideales y la posibilidad de mantener res sociales tan heterogéneos en sus fines, va- papel y rango activo y pasivo) que individuos producirse conflictos explosivos y un régimen
una “fraternidad” razonable, o en el lenguaje de lores y comportamientos crea un contexto de o grupos se sienten autorizados a ejercer, en- totalitario (o autoritario como sea el caso) ten-
pensadores sociales del siglo XIX, “consenso”, altísima conflictividad expuesto a escapar muy tonces la marginalización puede resultar de derá a aparecer. Los fines básicos del régimen y
armonía o altruismo en un mundo de personas fácilmente a cualquier control de mecanismos dos categorías principales de causas: (a) como la forma política que puede asumir dependerán
altamente individualizadas e individualistas, de resolución de conflictos y que pone a seve- consecuencia de la privación de ciertos dere- de las condiciones históricas particulares tanto
fuertemente competitivas e influidas por lo ra prueba los órganos que pueden mediar en chos anteriores reconocidos y efectivamente internas como externas. En otra parte he enu-
que se considera por la ideología dominante términos de intereses globales de la sociedad, ejercidos o (b) como consecuencia del hecho merado las condiciones bajo las cuales, en mi
como plenamente legítimo –y aun sagrado–, el especialmente el Estado. de que los individuos y los grupos en cuestión u opinión, “el fascismo clásico” (en forma autori-
egoísmo en sus intereses económicos, o por la Las causas de conflicto son demasiadas, de- otros sectores relevantes dentro de la sociedad taria y totalitaria) podría surgir.
necesidad de expresión plena e irrestricta de masiado diversas para poderlas describir y aun se dan cuenta de que ciertos roles y status que Trataré aquí de sugerir unas condiciones
su individualidad y su deseo de plena igualdad enumerar. En todo caso cada contexto social les han sido negados (legalmente o de facto) más generales que podrían abarcar también
en todos los sentidos, incluso con la virtual eli- y cultural y las condiciones históricas existen- deberían en cambio ser abiertos a ellos. Ambos regímenes nacional populistas autoritarios así
minación de diferenciaciones cursadas por la tes, sea internas o internacionales, originan sus derivan de la lógica de la acción electiva y de como “sustitutos funcionales” del fascismo:
división del trabajo. La extensión universal de propias particulares versiones. Aun los conflic- la extensión de derechos, tomando también en
los derechos individuales –es decir libertad e tos de clase ampliamente definidos en la teo- consideración el hecho de que el aumento de la a. Sociedades modernas en diferentes estadios
igualdad– y la continua erosión o la falta total ría marxista, y es solo uno de los muchísimos demanda por tales derechos no es meramente de modernización y desarrollo.
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b. Algún tipo de democracia liberal (aunque so- naza seria contra la estabilidad del orden so- do, dentro de tal sistema, y el grado de su nacional, el comunismo) y obviamente tales
lamente formal, limitada y/o ficticia). cial y de los intereses, las creencias, los valo- relativa dependencia o independencia con fines influyen fuertemente sobre la forma que
c. Ciertas “debilidades” en la estructura social res y las ideologías de un sector substancial relación a los países hegemónicos favorecen asumirá el régimen político y el grado y la na-
y cultural (en cuanto al grado de adecuación de las clases gobernantes. soluciones autoritarias. turaleza del autoritarismo. Entre la variedad de
de la democracia liberal a la cultura y a la so- h. Conflictos agudos y al parecer insolubles k. La “época histórica” tal como se ha cristali- formas que este puede asumir, además de las
ciedad) tal como se desarrollaron a partir de dentro de sectores de las clases gobernantes zado al cabo de los cambios y procesos ocu- formas autoritarias (con fuertes componen-
la sociedad preindustrial y las primeras eta- o del establishment, en particular cuando es rridos a nivel internacional hasta la época tes tradicionales, desmovilizantes y apoyadas
pas de la transición en el país considerado. causado por el desplazamiento parcial de al- considerada proporciona modelos de autori- en considerable medida sobre la subsistencia
d. La existencia de un número relativamente gún sector y acompañado por la existencia tarismo que parecen viables. Esto incluye el de grandes sectores no secularizados o par-
grande de habitantes no incorporados en la de grupos o categorías que aunque estén no “clima ideológico” (por ejemplo después de cialmente secularizados) y de las totalitarias
sociedad nacional (política, social o econó- directamente amenazados puedan usarse o la Segunda Guerra Mundial, muchas ideolo- (según la definición ya mencionada), se pueden
micamente marginales), los cuales a causa puedan ser manipulados para fines políticos gías han perdido validez como tales: fascis- dar soluciones populista-nacionales, las que, si
de cambios estructurales y/o de difusión (esto es el caso de los militares, en países mo, comunismo estalinista, etc.). También se apoyan en una mayoría efectiva de la pobla-
ideológica están disponibles para una rápida donde la cultura política incluye el modelo de determinados acontecimientos, la crisis o el ción (masas populares y sectores de las bajas
movilización la intervención militar en política, como ins- éxito de ciertos regímenes, etc., pueden in- clases medias), pueden mantener elementos
e. Uno o más sectores sociales anteriormen- trumento oficialmente condenado pero efec- fluir globalmente sobre el curso de los acon- de tipo democrático coexistentes con compo-
te incorporados y más tarde desplazados, tivamente usado por los principales actores tecimientos políticos de cada país. nentes autoritarios. La naturaleza de las crisis
marginalizados o bajo amenaza de margina- políticos, o la clase política en general). es lo que determina en forma preponderante el
lización, sea esta amenaza real o solamente i. La no existencia o falta de eficiencia de me- Cuando ocurran todas o la mayoría de las carácter de los fines básicos, o sea su significa-
percibida. canismos para resolución de conflictos, y condiciones enumeradas arriba, y en varias ción histórica. Y tal naturaleza es el resultado
f. Efectos similares a los dos mencionados particularmente en ciertos casos, de medios combinaciones con las consecuencias de la de la confluencia de cantidad de factores, entre
arriba (d, e), cuando en un largo período de legítimos o generalmente aceptados (dentro sociedad de masa, podrían surgir y tener éxito los cuales son significativas la época histórica
movilidad ascendente, formalmente “espe- del orden existente social y político) aptos movimientos y regímenes autoritarios (o tota- en que ocurre el proceso, y las fuerzas a nivel
rada”, se ve total o parcialmente bloqueada, para canalizar las masas y/o élites moviliza- litarios). Sus fines básicos (es decir, sus fines internacional.
y este fenómeno se realiza en forma rápida das de manera de darle parcial satisfacción verdaderos en términos de significación histó- Me he ocupado en esta sección de los con-
(traumática). (aun simbólica) y diluir en el tiempo la pre- rica) pueden ser muy distintos (como por ejem- flictos y de las crisis originadas particular-
g. El grado de movilización originado por los sión disruptiva. plo las diferencias entre el fascismo “clásico”, mente en los procesos de marginalización y
procesos arriba indicados, y los conflictos j. El estado de sistema internacional, y parti- los “substitutos funcionales del fascismo”, los desplazamiento de categorías y grupos, en el
creados por ellos se perciben como una ame- cularmente la situación del país considera- regímenes burocrático-militares, el populismo proceso de modernización y en sociedades mo-
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dernizadas. Antes de cerrar esta discusión es del desplazamiento fue resuelto por medio de giraba precisamente alrededor de este fenóme- capitalismo ha puesto de nuevo en marcha el
necesario recordar que la marginalización no lo que he denominado movilidad social auto- no de movilidad social autosostenida, típica del proceso de marginalización de sectores hasta
es un rasgo que se halla solamente en países sostenida. Esta consiste en el hecho de que con neocapitalismo. Al mismo tiempo se daba el ahora incorporados en el sistema, y ha frenado
en curso de desarrollo, por el contrario pare- el aumento del PBN y la productividad y las continuo incremento de la necesidad de técni- el real o imaginario ascenso social continuo y
ce ser un carácter que vuelve a reproducirse continuas innovaciones tecnológicas fue po- cos y de empleos terciarios de tipo burocrático. normalmente esperado de los años cincuenta
si bien de diferentes maneras en todas las so- sible elevar continuamente ya sea la posición La generalización de la organización sindical y sesenta. También, por lo que se refiere a los
ciedades industriales, bajo distintos sistemas ocupacional de la mayoría sobre todo con la para todas las ocupaciones, especialmente en países del Tercer Mundo, particularmente aque-
económico-sociales y en diferentes grados transferencia a las máquinas –o a inmigrantes Europa y los EEUU, fue otra forma de aparente llos con fuertes tasas de incremento demográfi-
de desarrollo, aun “avanzado”. Ya el fascismo desde zonas subdesarrolladas– de los trabajos transformación en sentido igualitario. En una co, América Latina en primer lugar, esta nueva
clásico presenta un ejemplo típico de los efec- menos retribuidos y menos prestigiosos. A este situación de creciente expansión económica, marginalización adquiere ahora dos aspectos.
tos de la marginalización y el desplazamiento ascenso producido por el sistema productivo, los mecanismos de resolución de conflictos De un lado frena la incorporación primaria, es
de las clases medias (si bien en combinación se agregó una movilidad ascendente de masa sindicales parecieron entrar en la normalidad. decir de ese enorme sector de la población que
con otros procesos que permitieron la alianza basada en la elevación de la calidad y cantidad Esta fue la época en que fue posible hablar del todavía permanece en muchos respectos, fuera
clases dirigentes-clases medias). En esa época de los consumos. Los consumos funcionan “fin de las ideologías”, pues los conflictos ya no o a los márgenes de la sociedad nacional. Pero
las clases medias se vieron desplazadas por el como se sabe como poderosos símbolos de parecían poner en peligro el orden social y se a esto se agrega el de la posible y cada vez más
creciente poder organizado del proletariado ur- status: la circulación continua de nuevos pro- desarrollaban en base a demandas pragmáti- real marginalización de sectores ya incorpora-
bano, y la necesidad de las clases propietarias ductos desde la cumbre (o la parte medio-alta cas, concretas, negociables dentro del sistema. dos, o de todos modos, ha puesto término a la
y en general del establishment, de defender de la pirámide social), hacia abajo, a los niveles Mas las características estructurales de esta posibilidad de ascenso real o ficticio al que las
sus posiciones que creían amenazadas por la inferiores de dicha pirámide, podía dar la ilu- época histórica contenían tensiones internas generaciones de los últimos diez o veinte años
revolución triunfante en Rusia, y por la movili- sión de un continuo ascender y la expectativa e internacionales que se pusieron en evidencia se habían acostumbrado a esperar como nor-
zación de las clases populares de su país. Esto de una continua movilidad hacia arriba. Espe- con las crisis monetarias, y sobre todo con la mal, y al que, al contrario, aspiraban mejorar
originó el fascismo clásico. Después de la Se- cialmente la difusión de la educación media y crisis petrolífera de 1973, aunque van mucho o modificar sustancialmente con un salto en la
gunda Guerra Mundial hubo un cuarto de siglo superior a capas que estuvieron excluidas des- más allá de estos dos componentes. No es ta- “calidad de la vida”. La crisis, mezcla de infla-
–o quizá treinta años (hasta los años setenta)–, de siempre de esos niveles, y el acceso a for- rea que corresponda al tema actual especular ción y estancamiento, está poniendo fin a estas
en que el modelo neocapitalista modificó nota- mas de consumo ostentoso (aunque a menudo sobre tales contradicciones (parte, o expresión esperanzas y ha creado en cambio una situación
blemente el sistema de estratificación (en los se tratara de Ersätze o imitaciones inferiores), del carácter planetario de la civilización indus- opuesta de miedo y ansiedad para el futuro. Es-
países avanzados y en las zonas urbanas más dio la impresión de que se estaba subiendo de trial y de su contradictoria organización polí- pecialmente los jóvenes, los grupos menos fa-
desarrolladas del tercer mundo, en especial en status. La polémica alrededor de la llamada tica en estados nacionales y en súper estados vorecidos de la población y varios sectores de
algunos países latinoamericanos). El problema “nueva clase obrera” y su “aburguesamiento” en conflicto permanente). Pero el fin del neo- las clases medias y de las capas superiores de
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los obreros, temen por su empleo y el valor de Los conflictos originados entre clases socia- con sus complejas estadísticas, sus modelos, ma que no fue resuelto ni en el plano teórico ni
su salario. La interrupción del crecimiento real les, sectores y grupos han sido el tema central sus proyecciones, sus computadoras, no hay mucho menos en el práctico. No se habla más
(al nivel necesario para satisfacer las aspira- de esta sección: no constituyen sin embargo la sino una diferencia cuantitativa. A medida que de él ahora, por lo menos en estos términos.
ciones), está creando una nueva fractura en la única amenaza al orden político democrático. las fuerzas productivas (para emplear un tér- Mas, aunque sea bien conocido, es necesario
sociedad –avanzada o en desarrollo–: la parte Otros aspectos serán examinados someramen- mino marxista), amplían el espacio necesario mencionarlo aquí.
de población ya incorporada al sistema y que te en las secciones siguientes. para desenvolverse, el área de la planificación Hay dos aspectos centrales del problema:
lucha por quedar dentro del mismo (empleo, debe extenderse, no solo geográficamente sino conciliar las elecciones autónomas de los indi-
salario, habitación, calidad de la vida), y los en profundidad. A medida que la interdepen- viduos y los grupos dentro de la sociedad con
que han quedado afuera y que teniendo todos Planificación y democracia dencia entre las varias actividades económicas las decisiones de los planificadores y conservar
los requisitos para ser admitidos (educación y entre estas y todas las demás esferas del que- para la ciudadanía el poder de control sobre los
y aptitudes, especialmente), no lo pueden ser La sociedad moderna es esencialmente una so- hacer social se incrementa, la posibilidad de planificadores mismos. El primer aspecto coin-
porque el sistema ha dejado de expandirse. Y ciedad planificada. Aunque las teorías econó- ajustes espontáneos disminuye y la necesidad cide en gran parte con el problema de armoni-
como hay una proporción de los todavía incor- micas clásicas y las ideologías democrático-li- de planificación aumenta y se extiende a mu- zar las voluntades individuales y de grupos par-
porados que probablemente (de no producirse berales en sus orígenes confiaban en el laissez chas otras esferas más allá de lo económico. ticulares, a lo cual ya se ha hecho referencia al
una inversión de tendencia) va a ser expulsa- faire y en la hidden hand, en los mecanismos Es lo que ocurre con el aumento de las interfe- comienzo y que se va a considerar brevemente
da del sistema, se crean todos los ingredientes espontáneos del mercado, la planificación es in- rencias del hombre en los procesos naturales. en otra sección. El segundo se relaciona por un
para explosiones catastróficas. Una vez más herente a la naturaleza misma de los procesos A medida que aumentan, las repercusiones se lado con las exigencias tecnocráticas de la so-
son los “anillos” más débiles entre los países que han conducido al surgimiento de la moder- hacen más amplias y profundas y a menudo ne- ciedad industrial, y por el otro con el problema
más industrializados, aquellos que se encuen- nidad, y al principio esencial de la electividad. gativas y amenazadoras. Esto a su vez obliga de la concentración del poder.
tran en mayor peligro (por ejemplo Italia, y en El estado liberal, no menos que el absoluto pla- a realizar nuevas intervenciones, a extender La extrema especialización del conocimien-
menor medida Inglaterra) y que pueden poner nificaba al nivel que era posible en sus respec- el control deliberado y consciente sobre áreas to en todos los campos hace imposible que el
a prueba no solo su propia democracia, sino el tivas épocas. La empresa misma, es una insti- cada vez más vastas. Y así siguiendo en un pro- hombre común, aun con educación superior,
equilibrio mundial. Hay razones para creer que tución que, dentro de su espacio económico y ceso aparentemente infinito. La planificación pueda comprender el significado para él y para
en los países llamados socialistas existen situa- social planifica, y usa todos los instrumentos económica requiere la planificación social y la comunidad de las propuestas y decisiones
ciones comparables aunque en ellos los regí- necesarios para ello. Entre la contabilidad, el esta a su vez la planificación a nivel psicológi- de los planificadores. Debe necesariamente
menes autoritarios o totalitarios y el carácter cálculo y las previsiones dentro de la empresa, co, la programación del hombre. La tensión en- confiar en los tecnócratas, directamente o por
menos avanzado de la secularización, ofrecen que con Weber y Sombart podemos considerar tre libertad y planificación fue advertida desde intermedio de los políticos. En ambos casos
al Estado y a la clase dirigente un control mu- esencial y simbólica del capitalismo, y la con- hace mucho. Era un tema preferido en las dé- están expuestos no solo al engaño delibera-
cho más fuerte y seguro. tabilidad nacional, las previsiones y los planes cadas de los treinta y los cuarenta. Un proble- do sino a la pérdida parcial o total del control
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sobre los planificadores o la clase política o acción desesperada de retaguardia, destinada de subsistencia para gran parte de la población El verdadero núcleo del problema del imperia-
ambos. Aun el sistema representativo, con sus al fracaso en una sociedad cuya vulnerabilidad requiere una planificación a nivel planetario. lismo, la dependencia y las multinacionales re-
elecciones y controles periódicos no puede re- empuja a controles cada vez más estrictos. En estos y en muchos otros casos, la planifi- side precisamente en esto, aunque casi nunca
mediar esta situación, pues muchas decisiones Hay por último otros dos factores que de- cación además debe abarcar no ya años, sino es considerado desde esta perspectiva, juzgada
son irreversibles, o producen consecuencias ben recordarse. En primer lugar los medios décadas: debe planificarse para períodos que demasiado abstracta y como una forma de es-
de larga duración. De todos modos situaciones de comunicación de masa, sobre cuya efecti- con mucho rebasan la duración de la vida de capismo. Pero el tema será retomado en otra
de esta naturaleza despojan al ciudadano de vidad para la manipulación de la gente no hace aquellos que hoy planifican y deciden. Dentro sección. Por lo que concierne a la extensión
sus poderes, y constituyen uno de los elemen- falta hablar. En segundo lugar, es un hecho –y de la actual distribución del poder a nivel in- temporal, la situación es, aun más, sin salida.
tos (entre otros) de la concentración del poder no solo ficción científica– que la ciencia está ternacional, unos pocos países (sus clases di- En una sociedad caracterizada por una alta in-
–o por lo menos de ciertas decisiones, usual- creando de continuo instrumentos de control rigentes) deciden (o dejan de decidir) para la dividuación, y con una ideología individualista
mente las de máximo nivel– en las manos de del comportamiento, y en una sociedad uno de enorme mayoría de los hombres y las mujeres, predominante, es difícil ver qué tipo de racio-
personas cuya responsabilidad hacia la ciuda- cuyos requisitos es la planificación total, será para los que viven actualmente y para las gene- nalidad de largo alcance temporal sería posible
danía es escasa, incluso en el más democrático por lo menos muy difícil reprimir la tentación raciones futuras. Esto por supuesto ha ocurri- o la más adecuada. Aquí no se trata de privar
de los sistemas. La expansión de las funciones de los que detentan el poder de utilizarlos para do en el pasado lejano y reciente: recordemos del derecho de decidir sobre asuntos esencia-
del poder Ejecutivo, su amplia y decisiva inter- la creación de ese consenso. La programación las generaciones sacrificadas durante la época les que los afectan a las generaciones futuras
vención en la esfera legislativa no son “pato- del hombre, que ya ha empezado, es un destino paleo-capitalista, y de manera, ya expresamen- que no estando presentes no pueden opinar,
lógicas”: representan un requerimiento de la inevitable si no se modifican sustancialmente te planeada, durante los varios planes quinque- sino de cómo suscitar las motivaciones efecti-
sociedad industrial. algunas de las características sociales y tecno- nales soviéticos, particularmente los de la épo- vas para aplicar una racionalidad de largo al-
Hay además otro factor que hace más ame- lógicas de la sociedad industrial. ca estalinista. Por lo que se refiere al problema cance, aun a unos diez o veinte años de plazo,
nazadora aun esta situación: la misma tecno- El segundo factor se relaciona solo indirec- de la ampliación geográfica de la planificación en un sistema en que todos, especialmente los
logía requerida por la planificación –tecnología tamente con el problema de la preservación y a nivel planetario (que no es una cuestión aca- dirigentes –en países democráticos o en países
material, como las computadoras y organiza- el mejoramiento del orden democrático. Me re- démica, sino que está presente aquí y ahora), totalitarios por igual– deben moverse dentro
cional, como las estadísticas, las informacio- fiero al hecho de que la planificación (en todas debe decirse que aun las más perfectas de las de circunstancias que los condicionan aquí y
nes completas y centralizadas sobre personas, las esferas) requiere un área cada vez más am- democracias actuales no tiene una respuesta ahora, antes de las próximas elecciones, o de
cosas y hechos–, todo esto pone cada vez más plia de aplicación tanto en sentido geográfico, adecuada. Por ejemplo, no se sabe por qué la las posibles maniobras de las facciones inter-
al cuidado común a merced de burocracias como en la extensión temporal. El problema del vida de billones de personas deba depender de nas que siempre combaten entre sí, detrás de
poderosas e irresponsables, lo que vale decir sistema monetario, el de las materias primas, los electores que votan en los Estados Unidos, la fachada monolítica de los regímenes totalita-
a merced de las personas y grupos y las infor- de las armas nucleares, de la defensa ecológi- o los que podrían votar, si pudieran en Rusia rios. Sobre estas decisiones además, tiene una
maciones secretas, lo que no es más que una ca, de la explosión demográfica, de los medios o en muchos países productores de petróleo. influencia decisiva la doble y contradictoria si-
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tuación del poder, en los países modernos con en unos 150 estados legalmente considerados una planificación internacional real y efectiva, –según algunas filosofías de la historia, etapas
régimen democrático: a saber, su tendencia a “iguales”, “independientes” y “soberanos”, uni- es decir capaz de llevar a cabo las operaciones finales de las grandes civilizaciones– se mani-
la concentración combinada con su fragmenta- dades jurídicas de enorme diversidad en térmi- necesarias para un adecuado funcionamiento festaron como dominación sustentada en la
ción creciente. nos de tamaño, población, grado de desarrollo, de la sociedad en sus varias esferas. Tal pla- fuerza militar. Es verdad que en ciertos casos
tipo de cultura, y sobre todo poder económico, nificación no existe, ni podrá existir mientras –particularmente en el Occidente clásico– el
político y militar. Las mismas contradicciones subsistan los estados nacionales u otras unida- poder central después de la conquista, gober-
Interdependencia a nivel observadas dentro de cada sociedad nacional des supuestamente “soberanas”. Por otra parte naba por vía indirecta, a través de autoridades
internacional y democracia moderna o en proceso de modernización se re- debe agregarse que, incluso a nivel teórico, una de origen local y a veces elegidas por un sec-
producen a escala planetaria dentro de lo que planificación en escala mundial rebasa, por lo tor de la población. Tal fue el caso del imperio
Es bien sabido que con la sociedad moderna ahora constituye el “sistema internacional”. menos por ahora, la capacidad organizativa y romano, en el cual las burguesías municipales
se inicia realmente la historia universal, es de- Aquí contradicciones y conflictos adquieren la imaginación misma del hombre contempo- representaron por largo tiempo la base de la
cir en escala planetaria. Las historias y los de- dimensiones monstruosas, capaces de destruir ráneo. Con otras palabras incluso el “Estado administración a través de la cual actuaba la
sarrollos “paralelos” que caracterizaron todo toda vida humana sobre la tierra. No se trata mundial”, utópico desde el punto de vista his- administración central, si bien al lado de sus
el pasado del hombre son reemplazados cre- solamente del holocausto nuclear, o incluso de tórico y político, resulta inimaginable en térmi- procónsules y sus legiones. Mas hay grandes
cientemente por un proceso único de transfor- las guerras “limitadas”, sino también de lo que nos operativos, no ya desde el punto de vista de diferencias con los fenómenos contemporá-
mación. Aunque siempre es posible descubrir concierne al funcionamiento y la subsistencia la tecnología material, sino desde la perspecti- neos. Por un lado la penetración del estado en
contactos e “influencias” entre áreas y cultu- misma de todas las sociedades nacionales, en va de su complejidad organizacional. la sociedad civil en los países no modernos era
ras geográficamente lejanas, es solamente con el orden económico, tecnológico, ecológico, Por un lado las débiles organizaciones in- extremadamente limitada, pues la gran masa de
la “gran transformación”, a nivel económico, social y político. Ninguno de los problemas ternacionales, a nivel proletario y regional, por los habitantes campesinos, siervos o esclavos,
social y tecnológico, que el espacio real en el más vitales que enfrentan los países, cualquiera el otro los muchos más efectivos “imperialis- permanecía de todos modos marginal a la vida
que se desenvuelven los procesos históricos sea su grado de desarrollo, puede enfrentarse mos”, “multinacionales” y el consiguiente fenó- de la sociedad imperial y a la vida local. Por el
se unifica. Sobre todo en el siglo XX aparece a nivel nacional. Desde los problemas ecológi- meno de la “dependencia” y subordinación de otro, la interdependencia y la necesidad de pla-
la “aldea mundial”, y ningún rincón del plane- cos a los concernientes al sistema monetario, todos los países en escala jerárquica según su nificación era mínima o inexistente. La única
ta escapa a la espesa red de interdependencias la distribución y el uso de las materias primas, poder económico, político y militar, represen- experiencia histórica del pasado pre-moderno
que destruyen el aislamiento y la autonomía de los alimentos, las facilidades sanitarias, el uso tan como es bien sabido las manifestaciones que puede considerarse todavía válida en la
los cuales habían quedado por milenios áreas y y el desarrollo tecnológico y científico, la dis- más visibles de las redes organizativas gene- época actual con respecto a este problema es
grupos humanos. Frente a esta unificación que tribución de la población sobre el planeta, la radas hasta ahora por el proceso histórico de el hecho de que ninguna unificación de grandes
afecta todos los procesos esenciales de la vida producción y distribución de la energía, todo unificación del espacio mundial. También los regiones, o incluso de espacios limitados, se
social, la sociedad humana queda organizada esto y mucho más depende de la existencia de imperios “mundiales” de la época premoderna llevó a cabo pacíficamente: siempre y sin ex-
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cepciones hubo el uso directo o indirecto de la logías del antiimperialismo han tenido el efecto de una democracia firmemente establecida rales y artificiales, así como todo otro recurso
fuerza, usualmente la fuerza militar. Parece di- de reforzar un nacionalismo furioso en los paí- y operante, hay un número considerable de de interés común para la población del plane-
fícil que esta afirmación pueda refutarse invo- ses llamados “dependientes”, han contribuido decisiones vitales que son tomadas fuera de ta, deberían ser controlados por autoridades
cando las bien conocidas hipótesis del marxis- poderosamente a dar apariencia “democrática” todo posible control y participación directa o supranacionales, que respondieran al control
mo. Bastará apenas recordar el desvanecerse y “progresista a toda clase de movimientos “so- indirecta de los ciudadanos: se trata de aque- democrático precisamente de esa población.
teórico y práctico de estas ilusiones, que en sus cialistas o comunistas-nacionales”, todos los llas cuestiones que caen bajo la jurisdicción De ninguna manera se puede considerar demo-
varias y a menudo contradictorias versiones cuales resultaron estar entre los peores enemi- territorial (o a la esfera de influencia) de otros crático el principio de que estos recursos, de
imputaban a características estructurales de la gos de la democracia y la libertad. estados “soberanos”. Este fenómeno ha sido cualquier naturaleza, correspondan al pueblo
sociedad capitalista la causa esencial o única Con esto dejamos de lado los problemas usualmente atribuido a los países “centrales” que diríamos “accidentalmente” se encuentra
de la guerra y de los fenómenos de dominación más generales de supervivencia conexos a la o hegemónicos, pero en realidad la posibilidad en condiciones de controlarlo. Sin embargo los
y dependencia y más especialmente del impe- falta de planificación internacional efectiva, y de afectar la vida y hasta la supervivencia de nacionalismos de todo color y países de todo
rialismo en todas sus formas. No era por cierto a las demás exigencias que el actual contexto los ciudadanos de otros países está al alcance grado de desarrollo sostienen este principio
necesaria la dura lección de la historia con sus internacional no puede satisfacer, y volvemos a también de países periféricos, no desarrollados como una expresión genuina del ethos demo-
abundantes ejemplos de explotación, colonia- los interrogantes concernientes a la posibilidad y militarmente débiles. El ejemplo más claro es crático. Es verdad que, como se ha menciona-
lismo, agresiones políticas y militares y guerras de establecer o en su caso mantener formas de obviamente el de los países petrolíferos, pero do anteriormente, existen tremendos obstá-
abiertas, entre países llamados socialistas y de efectiva democracia en el plano interno de cada cualquier estado que por azar se encuentre en culos históricos, políticos y hasta de técnicas
todos modos regidos por sistemas económicos estado nacional y a nivel internacional. condiciones de controlar ciertas materias pri- organizativas, para hacer posible en términos
en los que no existe propiedad privada de los El análisis relativo a las posibilidades de la mas, factores “ecológicos” o particulares vías operacionales el ejercicio de ese control. Pero
bienes de producción, para probar que el factor democracia en los estados nacionales del pre- de comunicación o que simplemente provo- este hecho de ninguna manera presta validez a
esencial de la anarquía y del estado de guerra sente debe partir del hecho –difícilmente re- quen “disturbios” (conflictos locales, revolu- la legitimidad del control nacional sobre cues-
de todos contra todos que domina la escena futable– de que en la actualidad la distinción ciones, etc.) en zonas estratégicas o sensibles tiones de interés internacional. Por otra parte
internacional debe buscarse en otra parte. Es- entre política interior y política internacional a nivel internacional, pueden incidir de manera incluso decisiones como el votar por un parti-
tas hipótesis teóricamente endebles y exitosa- se ha vuelto obsoleta, por lo menos para las significativa en la vida interna de otros estados do en cambio de otro puede incidir profunda-
mente refutadas más de una vez, no parece que esferas más vitales de la vida de un país y esto y originar procesos políticos u otros, totalmen- mente en la vida de otros países. Y obviamente
puedan seguir ejerciendo el rol ideológico que no solamente en el “Tercer” o “cuarto” mundo, te contrarios a la voluntad democráticamente este tipo de influencias atribuye mayor peso
tuvieran hasta ahora, particularmente en Amé- sino también, aunque de distinta manera, en los expresada de sus ciudadanos. Dentro de la –en estos casos, no en todos– a las decisiones
rica Latina. Mas esperar actitudes realistas en países centrales y hasta hegemónicos. lógica democrática, no solo las tecnologías y de los ciudadanos de países centrales.
la situación actual es probablemente un exceso Sobre el plano más general es ya de por sí el patrimonio científico, sino también las ma- Al lado de estas influencias y repercusiones
de optimismo. Queda por señalar que las ideo- evidente, que incluso en los países que gozan terias primas, las vías de comunicación natu- ejercidas sobre la vida de otros países, están
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las intervenciones deliberadas –militares, po- interno democrático, se generen resistencias al participación de la ciudadanía, a través de los al tornarse más intensa la inseguridad genera-
líticas, económicas, culturales, etc.– que son apoyo de un régimen autoritario de lo que en órganos democráticos, en el gobierno del país. da por el estado del sistema internacional y la
usualmente el objeto de las ideologías del an- cambio ocurre en un país imperialista con un Agreguemos que las ideologías nacionalistas endémica amenaza exterior, el pluralismo y el
tiimperialismo. El efecto de estas influencias régimen autoritario. La invasión de Cuba o la hallan en la amenaza exterior y en la insegu- principio de la elección individual deliberada
constituye en términos generales una grave guerra de Vietnam generaron resistencias muy ridad su mayor refuerzo. Y los nacionalismos, cede frente a los imperativos de la “solidaridad
amenaza para la supervivencia o la instauración visibles, aunque solo muy parcialmente efec- cualesquiera sean su nombre y orientación, nacional” con consecuencias necesariamen-
de regímenes genuinamente democráticos. Se tivas, en los Estados Unidos, mientras que los tienden a ser autoritarios. te autoritarias o totalitarias. Este proceso se
introduce la expresión “en términos generales”, tanques soviéticos en Hungría y Checoslova- El tema de las propensiones antidemocráti- torna mucho más agudo en los países depen-
pues no siempre es así. Las interferencias en la quia fueron pasivamente aceptadas, sin oposi- cas de los nacionalismos nos lleva a una última dientes o ex colonias. Aquí a los problemas
política llamada interior de una nación de par- ción visible o mínimamente efectivas. consideración. Como ya se dijo, el principio contemporáneos señalados se agregan los re-
te de otros estados o grupos de poder de otros Dicho esto, sin embargo, en el presente es- integrativo que en la sociedad moderna reem- querimientos del nation building, de la orga-
países, son marcadamente libres “de prejui- tado del “sistema internacional”, la situación plaza las formas religiosas y dinásticas de inte- nización nacional, y el nacionalismo exaltado
cios” ideológicos, o por lo menos tienden cada de estrecha interdependencia, y la interna- gración social, es precisamente el principio de hasta formas tribales se torna en la ideología
vez más a serlo, especialmente a medida que las cionalización de la política interior, tienden a nacionalidad. La nación representa aun ahora más eficiente para responder a las que apare-
ideologías revelan su función meramente mani- favorecer las soluciones autoritarias, más que el núcleo prescriptivo que conjuntamente con cen como necesidades supremas de la época.
pulatoria. Una potencia “capitalista” puede ha- las democráticas. La razón más general de ello las supervivientes normas éticas y religiosas Se manifiesta así otra de las contradicciones en
llar conveniente apoyar un estado “socialista”. debe buscarse en el alto grado de inseguridad hace posible el funcionamiento de la sociedad. que es rica la sociedad moderna: precisamente
Del mismo modo los sectores democráticos de generada por el carácter errático e irracional En lo político tiende a construir la Gemeins- en el momento en que las necesidades estruc-
un país pueden hallar ayuda y cooperación de de los procesos internacionales. Por un lado en chaft, la comunidad basada en los principios turales han hecho obsoleta la organización en
parte de un país imperialista o bien un régimen todos los países las decisiones de significado prescriptos. No es entonces por azar que todos estados nacionales, las ideologías nacionalis-
internamente democrático puede apoyar una militar directo o indirecto quedan en las ma- los nacionalismos tiendan en mayor o menor tas se intensifican creando nuevos obstáculos
dictadura. Hay ciertas limitaciones a esto: por nos de pequeños grupos de líderes, políticos, medida hacia formas autoritarias. El ejemplo a la creación de una comunidad internacional
ejemplo en la Comunidad Europea no se acep- burócratas, tecnócratas o militares y todo esto paradigmático del nazismo, el nacional-socia- que constituiría un componente necesario de la
tan países con régimen autoritario; mas se trata como necesario requerimiento del tipo de deci- lismo alemán, no menos que el del nacional- creación de mecanismos adecuados para ase-
de una excepción, generada acaso por el hecho siones a tomar en situaciones de extrema flui- comunismo soviético ilustran claramente esta gurar la supervivencia social, cultural y hasta
de la existencia de cierto control democrático dez, impredictibilidad y secreto. Por el otro la conexión. Conexión que en los nacionalismos física de las sociedades humanas.
en el interior de cada uno de los actuales países amenaza exterior y la inseguridad consiguiente democráticos se atenúa mas no desaparece, Podría agregarse que el surgimiento de
miembro. Es también cierto que es más proba- han sido desde siempre la causa o la excusa –o como se confirma en todos los casos de pro- los países avanzados, de las “nacionalidades
ble que en países “imperialistas” con régimen ambas a la vez– de severas restricciones a la fundas crisis sociales. Es por este camino que prerrenacentistas”, al que ya se aludió, y en
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general la tendencia hacia el regionalismo y debe intervenir un gran número de personas y razón u otra, pueden actuar en forma distinta acepta en teoría un pluralismo casi sin límites.
formas de nacionalismos locales, podría quizá que, aun aquellos que desempeñan roles ocupa- de lo esperado y, deliberadamente o no, cau- Incluso la criminalidad llamada “común” pue-
facilitar la solución del problema internacio- cionales de bajo status y remuneración, pueden sar gravísimos y hasta irreparables daños al de ser considerada una expresión de protesta
nal, eliminando los omnicomprensivos esta- operar en posiciones clave, es decir en lugares funcionamiento de componentes esenciales de política. O bien, confundiendo “explicación
dos nacionales. El agregado de una multitud desde donde están en condiciones de perturbar la vida social. No necesariamente estos com- sociológica” con “justificación ética”, resulta-
de unidades pequeñas, relativamente más a con su acción o su abstención enteros secto- portamientos son contrarios o reprimidos por do de determinados aspectos de la sociedad, y
la escala humana podría resultar más factible res de la vida de un país. A estos dos factores la ley o las normas no escritas consideradas por lo tanto, colocada fuera de la esfera de la
que la agregación de las actuales “nacionales”, que se podrían denominar de orden estructu- usualmente válidas. En realidad aquí el fenó- responsabilidad individual. Los más sangrien-
con su pesada herencia de política de poder y ral (en la organización y en la tecnología), se meno que denominamos vulnerabilidad de la tos actos de terrorismo pueden ser justificados
tradiciones bélicas. Mas se trata de una espe- agregan otros de orden cultural y psicosocial. sociedad moderna, origina dos consecuencias como un acto revolucionario en nombre de
ranza todavía utópica. Estos ya han sido examinados anteriormente distintas aunque no claramente separadas. Por principios que no son sino la aplicación en sus
y se relacionan por un lado con la pluralidad un lado tiende a dar cierto poder a grupos pe- más extremas consecuencias lógicas, de aque-
de sistemas valorativos, de orientaciones y ac- queños y de todos modos situados fuera de la llos ideales de libertad y de igualdad que todos
Vulnerabilidad física y social titudes y, por el otro con las dificultades que se élite dirigente y que no podrían considerarse o la enorme mayoría de los individuos de las
de la sociedad moderna encuentran en el proceso de socialización pri- “desviados” bajo ningún punto de vista. En este sociedades modernas o modernizantes dicen y
maria y secundaria, cuando este proceso se de- sentido la “vulnerabilidad” sería un factor en creen sustentar. Desde el momento en que el
La vulnerabilidad de la sociedad moderna de- sarrolla en condiciones de cambios continuos la fragmentación del poder que coexiste con terror supremo de las armas nucleares, o los
pende de varios factores, muchos de los cuales en el marco normativo y dentro de un clima de el opuesto proceso de concentración y a los horrores de los medios “tácticos” son conside-
se señalan en otras secciones. Recordemos en problematicidad y crítica que afecta todas las que se refiere la sección siguiente. Por el otro, rados legítimos por los gobiernos y las clases
primer lugar el alto grado de interdependencia instituciones. En otras palabras, mientras por ofrece la posibilidad a individuos y grupos que dirigentes de todos los países, resulta bastante
de todos los componentes (subsistemas, insti- un lado la tecnología y la forma organizativa desde el punto de vista de los valores y normas difícil –por lo menos desde el punto de vista de
tuciones, grupos, categorías, áreas y regiones de la sociedad moderna requieren el cumpli- dominantes podrían considerarse “desviados”, una lógica meramente deductiva– objetar las
en el interior de un país y en el plano interna- miento estricto de ciertos roles y funciones, de de realizar acciones violentas contra puntos bombas y los asesinatos de los terroristas. Es
cional, etc.) de la estructura social. Tal interde- acuerdo con las normas técnicas y sociales que especialmente neurálgicos de la sociedad –per- verdad que la distinción entre crímenes “públi-
pendencia se verifica tanto en la organización corresponden en cada caso, por el otro, el tipo sonas, grupos y cosas– con consecuencias gra- cos” (como la guerra), y los “privados” (como
social como en la estructura tecnológica. En de integración y las características que la so- vísimas y hasta catastróficas. Aquí el término el robo de una gallina) existe desde siempre,
segundo lugar el hecho de que en el funciona- cialización adquiere dentro de ese tipo de inte- “desviado” ofrece dificultades insolubles en antes y después del diálogo entre Alejandro
miento de muchos aspectos de la vida social, gración, conducen a la continua formación de una sociedad que se basa sobre un sistema de Magno y el pirata. La sociedad moderna, sim-
caracterizados por su alta interdependencia, grupos e individuos “desviados” que, por una normas y valores en continuo cambio y que plemente, mientras por un lado se encuentra
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en muy malas condiciones ideológicas y lógi- “fuertes” y altamente represivos. Bajo esta esferas, y en altísimo nivel decisional, el poder militar sobre el uso de armas nucleares están
cas para defender el “derecho” de Alejandro y perspectiva, la vulnerabilidad tecnológica y or- tiende a restringirse cada vez más también en restringidas a poquísimas personas, y son de-
legitimar la criminalidad del pirata, por el otro ganizacional de la sociedad moderna, unida a los estados democráticos. La creciente inter- cisiones realmente “finales”. Mas hay otras de
debe enfrentar amenazas desmesuradas “públi- la crisis radical del sistema normativo, ponen a dependencia favorece necesariamente la con- notable importancia que dependen del consen-
cas” y “privadas”. Mas no corresponde analizar dura prueba las instituciones democráticas aun centración del poder, a lo que se agregan las so de amplios grupos, o de grupos pequeños,
aquí los lados éticos de la cuestión: desde el en los países en los cuales ellas parecen firme- tendencias oligárquicas en las organizaciones pero fuera de la élite dirigente.
punto de vista que nos preocupa, el hecho es mente establecidas. políticas, burocráticas y otras, tendencias ya Ahora bien, las peculiaridades estructurales
que la inseguridad creada por la vulnerabilidad bien estudiadas por las ciencias sociales. Mas de la sociedad industrial que originan estas dos
interna, no menos que la originada por el siste- es también verdad, que la multiplicación de los contradictorias tendencias: fragmentación del
ma internacional, crea condiciones muy negati- Concentración y fragmentación grupos, categorías y sectores, y su participa- poder por un lado, concentración máxima por
vas para la democracia. No es necesario insistir del poder. Consecuencias para ción en una sociedad tan compleja, pone en las el otro, constituyen en ambos casos una seria
sobre el hecho obvio, y ahora reconocidos por la democracia manos de estas entidades y de los individuos amenaza para la democracia. En cuanto a lo
todos, de que las amenazas internas inducen que las representan, cierto grado de poder. A segundo, la concentración del poder, el peligro
–y en ciertos casos requieren– la adopción de Hace varios años hubo una encendida polé- esto se agrega el alto grado de vulnerabilidad es obvio, y no es necesario agregar nada, salvo
medidas restrictivas de la libertad y los dere- mica entre sociólogos en los Estados Unidos. de la sociedad. Como se vio en la sección pre- que en las circunstancias actuales no se ve de
chos individuales. Aun sin llegar a las atrocida- Algunos sostenían que en la sociedad capita- cedente en casi todos los sectores de la vida qué manera se lo podría superar. Por lo que se
des de algunos regímenes militares en América lista avanzada el poder tendía a concentrarse económica y social, existen puntos neurálgi- refiere a lo segundo, la amenaza no es menor.
Latina, la consecuencia de la inseguridad gene- cada vez más, cualesquiera que fueran las ins- cos, en que la acción (o la omisión) por par- Esta fragmentación fue observada en sus efec-
ralizada que en una medida u otra ha invadi- tituciones políticas; otros en cambio opinaban te de pocas personas (aun de bajo y/o medio tos destructivos de la democracia en varios
do casi todos los países, está provocando una que el poder, por el contrario, tendía a demo- status ocupacional), puede impedir o perturbar países latinoamericanos, pero no se limita a
serie de medidas preventivas y represivas que cratizarse, difundiéndose a varios niveles de la seriamente el funcionamiento de grandes orga- ellos. Es más fuerte y por razones culturales y
inevitablemente se reflejan sobre todos los ciu- sociedad, justamente debido a la complejidad nizaciones o de sectores enteros de la econo- estructurales, en los países latinoamericanos y
dadanos. La enorme mayoría de las personas creciente de una sociedad tecnológica y plura- mía o de otras esferas esenciales. De aquí no latinoeuropeos, pero es endémica y creciente
de las naciones con regímenes democráticos lista que originaba la multiplicación de grupos, solo la posibilidad de acciones violentas, sino en las democracias bien establecidas y consi-
no parece tener propensiones para el autorita- organizaciones, sectores, cada uno dotado de también el hecho que cierto poder –aunque sea deradas fuertes, como Inglaterra o los Estados
rismo, pero frente al terrorismo, la violencia, y cierto poder y capaz de influir sobre muchas de veto, o negativo– recaiga en las manos de Unidos. La participación en las decisiones, por
la criminalidad y la amenaza que ello significa decisiones e intervenir de algún modo en todas. una gran cantidad de grupos. Hay ciertamente vía directa o indirecta de tantos grupos, parti-
para su vida diaria, difícilmente podrán resis- Lo que no fue bien aclarado en la polémica es diferencias notables en cuanto al nivel de deci- dos, organizaciones sindicales, redes de solida-
tir a la tentación de las promesas de gobiernos que ambos procesos existen: en determinadas siones: por ejemplo las decisiones de carácter ridad, “lobbies”, entidades religiosas, étnicas,
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ideológicas, determina en todos los países la democracia, estas acciones llevan a graves cionalistas avanzadas desde los albores de la Parece sin embargo razonable suponer que las
situaciones a veces insolubles que llevan a la restricciones de las libertades y derechos fun- sociedad moderna, y con más claridad como potencialidades humanas son mucho mayores
parálisis del poder. El veto recíproco produce damentales, es decir, tienen efectos compara- reacción a la Revolución Francesa y los otros y distintas de lo que ha realizado la cultura oc-
la postergación indefinida de problemas que bles a los del terrorismo político. movimientos que de allí se originaron, desde cidental y moderna y las otras grandes cultu-
reclaman soluciones urgentes –y estos son la El factor central, en cuanto a la dificultad de los comienzos del siglo XIX. Hay sin embargo ras. Mas lo que debe enfrentarse ahora no son
mayoría de los países industrializados o en de- hallar una solución a las consecuencias de la una diferencia y es la que introduce la expe- las limitaciones de la “naturaleza humana” en
sarrollo– o bien soluciones de compromiso que fragmentación del poder, es una vez más la di- riencia histórica de los últimos ciento cin- general, sino la del hombre tal como se ha rea-
en realidad quedan sin ningún efecto o tienen ficultad de construir y reconstruir las bases del cuenta años, particularmente desde la Primera lizado históricamente hasta ahora. Es esta par-
consecuencias negativas. Por cierto que la po- consenso social, en una sociedad que por su Guerra Mundial. El autor no ha renunciado a ticular versión histórica de la realidad lo que
sibilidad de planificación, incluso a corto plazo dinámica interna y forma de integración pone los valores de la sociedad moderna, mas tam- debe enfrentarse. Y las consideraciones prece-
y dentro de un mismo país, o sector, queda dis- continuamente en duda sus valores centrales y poco a la lógica y al sentido de realidad. Las dentes sugieren un diagnóstico negativo. Qui-
minuida extremadamente si no del todo anula- es al mismo tiempo incapaz –o lo ha sido hasta ciencias del hombre no están en condiciones zá esté equivocado. O quizá se den soluciones
da. La incapacidad de tomar decisiones (lo que ahora– de reemplazarlos por otros que cons- ahora (y probablemente no lo estarán nunca) no previstas que la imaginación muy limitada
en Italia se llama immovilismo), ha llevado de tituyan una base viable de consenso, aunque de afirmar si esos valores son o no realizables. del autor no ha sabido descubrir.
manera directa a soluciones dictatoriales: así provisorio.
por ejemplo en la Argentina, en 1966, y de algún
modo en otras ocasiones. Las críticas al siste-
ma democrático, y las frecuentes inclinaciones Conclusiones
tecnocráticas de los regímenes militares, obe-
decen al mismo tipo de causas. Más grave aun, Desafortunadamente el análisis desarrollado
por las amenazas potenciales que encierra, es en los apartados anteriores no sugiere conclu-
la vulnerabilidad de la sociedad tecnológica a siones optimistas, ni sobre el destino de la de-
las acciones unilaterales de pequeños grupos mocracia, ni sobre el de la sociedad moderna,
situados en posiciones clave dentro del proce- y del género humano en general. Este escrito
so productivo u otra esfera esencial de la so- se sitúa sin quererlo dentro de la ya abundan-
ciedad. Las huelgas de estos pequeños grupos te literatura de la catástrofe. También puede
pueden paralizar una nación. Y ello está ocu- legítimamente ser considerado “reaccionario”,
rriendo en algunos países avanzados. Aunque pues no cabe la menor duda de que vuelve a
no se llegue por este camino a la supresión de proponer muchas de las clásicas tesis tradi-
Los autores

Ana Alejandra Germani Facultad de Ciencias Sociales e investigadora Fue profesor en la UBA, FLACSO y otras uni- Miguel Murmis
Nació en Buenos Aires, emigró a los Estados del Instituto de Investigaciones Gino Germani, versidades de Argentina y de otros países de Es Profesor de Filosofía por la Universidad de
Unidos y más tarde a Italia. Cursó estudios de donde dirige el Programa de Investigaciones América Latina. Fue coordinador general del Buenos Aires. Realizó estudios de Posgrado en
Ciencias Sociales en la Universidad “La Sapin- sobre Conflicto social. Programa Latinoamericano de Población de Sociología en la Universidad de California, es
za” de Roma y en la Universidad Gregoriana. CLACSO; presidente de la Sociedad de Inves- Doctor Honoris Causa por la Universidad de
Colaboró con varios Centros de Investigación Raúl Jorrat tigadores de Ciencias Sociales y Humanidades Quilmes, Profesor Honorario de la Universidad
de Italia y Argentina. Desde 1995 se desempeña Doctor en Sociología, investigador del CONI- de la Argentina y presidente de la Asociación Nacional de General Sarmiento, Retired Profe-
como socióloga en la Administración Pública CET y del Instituto de Investigaciones Gino de Estudios de Población de la Argentina. sor de la Universidad de Toronto. Realizó inves-
Italiana. Ha publicado numerosos artículos en Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. tigación y cursos en Chile, Ecuador, Gran Breta-
revistas especializadas italianas. Es director del Centro de Estudios de Opinión Juan Carlos Marín ña, Venezuela y Argentina. Es autor de estudios
Pública de la UBA. Sus trabajos se centran tanto Es Profesor Honorario de la Universidad de sobre los orígenes del peronismo con Juan Car-
Inés Izaguirre en estudios electorales como de estratificación Buenos Aires y Director del Programa de Inves- los Portantiero y trabajos sobre sociología rural,
Hizo su posgrado en Sociología bajo la direc- y movilidad social. Entre sus publicaciones se tigaciones sobre Cambio Social del Instituto de pobreza y desempleo e historia de la sociología.
ción de Gino Germani, de quien fue becaria y cuentan Estratificación social y movilidad y Investigaciones Gino Germani. Participó junto
asistente. En 1966 fue declarada cesante de una secuencia de tres tomos de estudios elec- a Germani, como dirigente del movimiento es- Ruth Sautu
la Universidad por la dictadura y permaneció torales de la Capital Federal, en colaboración tudiantil, en la creación de la Carrera de Socio- Licenciada en Economía por la Universidad
fuera de la misma hasta su reincorporación en con Darío Canton, Elecciones en la ciudad, logía de la Universidad de Buenos Aires. Fue de Buenos Aires. PhD Economics, Sociology,
1985. Fue miembro fundadora del Centro de 1864-2007. miembro fundador y Director del CICSO. En- The London School of Economics and Political
Investigaciones en Ciencias Sociales (CICSO), tre sus investigaciones se destaca Los hechos Science, University of London. Es Profesora
directora del Instituto de Sociología entre 1986 Alfredo E. Lattes armados, trabajo que se ha convertido en un Emérita de la Universidad de Buenos Aires y
y 1989, y de la Carrera de Sociología entre 1990- Investigador emérito del CENEP. M. A. en De- clásico de las investigaciones sobre el conflicto Profesora Titular de Metodología de la Investi-
1991. Actualmente es Profesora Consulta de la mografía, Universidad de Pennsylvania, 1970. social y el poder en Argentina. gación Social de la misma Universidad.
698 Gino Germani - La sociedad en cuestión

Carolina Mera Julián Rebón


Doctora en Antropología Social y Etnología Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad
Urbana por la EHESS (Francia) y Doctora en de Buenos Aires. Es investigador del CONICET
Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos y se especializó en el estudio de las vinculacio-
Aires. Es Profesora de de la Facultad de Cien- nes entre el conflicto y el cambio social. Actual-
cias Sociales e investigadora del CONICET, tra- mente es Director del Instituto de Investigacio-
baja temas en el área de estudios migratorios, nes Gino Germani y Profesor de la Carrera de
diáspora e interculturalidad. Fue Directora del Sociología y de la Maestría en Investigación en
Instituto de Investigaciones Gino Germani. Ac- Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos
tualmente es Secretaria de Estudios Avanzados Aires.
de la Facultad de Ciencias Sociales de la Uni-
versidad de Buenos Aires.

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