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''Año de la Lucha Contra la

Corrupción e Impunidad'

Luciana Abigail
Carrasco Remigio
1ero “B”
Junior Alex
Dominguez
Huaral - 2019
CONQUISTA DEL FILIPO
Tras muchos años de continuas
batallas por ver quién sería y se
establecería como la potencia
hegemónica de Grecia, los
beligerantes principales, es decir,
Atenas, Esparta y Tebas, habían
quedado muy debilitadas. Este
debilitamiento de las grandes polis
griegas no duraría mucho puesto que
su lugar lo ocuparía una nueva
potencia emergente que marcaría el inicio de una nueva época que pondría fin
al período clásico griego. Sería en el norte del Egeo, en Macedonia, donde
surgiría una destacada figura que había alcanzado el poder y se convertiría en
el árbitro de la autonomía griega. Esta figura sería la de Filipo II de Macedonia
que comenzaría un cambio radical en el mundo antiguo, aunque finalmente la
responsabilidad recaerá en su hijo y sucesor Alejandro.
Antes de Filipo II, 20 años
atrás, existió en el norte de
Grecia un monarca absoluto,
Jasón de Feras. Con rapidez
e inteligencia logró dominar
y unir a todas las regiones
de Tesalia, incluso, tenía la
ambición de emprender una
gran expedición contra los
persas. Sin embargo, su asesinato en el 370 pondría fin a su proyecto, pero las
intenciones eran aquellas que luego más tarde se conseguirían. Macedonia, al
igual que Grecia, no era un estado unitario. Así, cuando hubo alguien capaz de
imponer una sólida estructura central al estado macedonio, se encontraría
recompensado con la adquisición de una situación preeminente en el mundo
egeo.

MACEDONIA ANTES DE FILIPO II


En primer lugar, hay
que situar la región de
Macedonia. Se encuentra al
norte de Tesalia, en la parte
septentrional de la península
balcánica. Por el oeste
limitaba con Iliria; por el sur
y sudoeste con el Epiro,
Tesalia y la península Calcídica; por el este con Tracia. De todos los estados
griegos, Macedonia era el más extenso de todos, sin embargo, apenas tenía
organización, sin cohesión política, económica y cultural, lo cual, la hacía muy
vulnerable ante sus pueblos vecinos.
En algunas ocasiones, los propios griegos incluían a los macedonios
entre los pueblos que consideraban bárbaros puesto que sus costumbres y
organización política eran diferentes de las de las ciudades griegas, aunque, por
otra parte, los macedonios hablaban griego, pero que estaba poco evolucionado
en comparación.
Remontándonos al s. VII a.C., los ricos territorios de Macedonia, se
encontraban poblados por gentes muy diversas, aunque con reyes no muy
distintos a los griegos. El principal problema que presentaban estos pueblos es
que no tenían ningún tipo de cohesión entre ellos, estaban fragmentados por lo
que en conjunto eran muy débiles. Así, en el s. VII se asentó la tribu de los
Argéadas que pondría su dominio sobre parte del territorio, aunque, sin
embargo, las gentes oriundas del lugar se negaron a reconocerles, por lo que
surgieron diversas luchas internas.
Como primer rey destacado de la dinastía de los Argéadas tenemos a
Alejandro I (498-454 a.C.). Este monarca buscó la consolidación del poder real
así como la extensión de sus dominios. Para ello, realizó una reforma del
ejército para convertirlo en un instrumento eficaz en sus pretensiones. De este
modo, añadió al ejército, además de los nobles que combatían a caballo, a los
campesinos como infantería ligera. Algunos de su logros militares fue el de
someter la región de los bisaltas situados en la orilla occidental del río Estrimón.
Además, es destacable es hecho de que fuera el primer rey macedonio que
sería admitido y reconocido por los griegos como descendiente de una estirpe
griega, para lo cual, le admitieron en la participación de los Juegos Olímpicos.

LA CRISIS DE LAS POLIS GRIEGAS.


Al final del período clásico,
alrededor del año 360 a.C.,
las ciudades-
estado griegas eran
débiles y se encontraban
desorganizadas tras dos
siglos de guerras:
 en primer lugar los
atenienses lucharon contra los persas en las Guerras Médicas, en la
primera mitad del siglo V a.C.
 a continuación, los espartanos lucharon contra los atenienses, durante
la Guerra del Peloponeso, en la segunda mitad del siglo V a.C.
Esta situación había llevado al debilitamiento de todos los gobiernos de
las ciudades estado griegas. Y por ende, todo esto hizo más fácil para la
ciudad-estado de Macedonia –que anteriormente no se había destacado- el
conquistar militarmente a sus poleis vecinas. Para el año 338 a.C. ya había
dominado a todas las poleis griegas.
CONQUISTA DE GRECIA:

Filipo II, con sus falanges, se apoderó de la ciudad de Elatea , que le permitió
ingresar a la Beocia y al Ática.

Macedonia presentado de color verde claro.


Beocia de color naranja y Ática de color azul.

Iniciada la guerra, la victoria favoreció a los atenienses. Pero la acción decisiva


tuvo por escenario la llanura de Queronea (BATALLA DE QUERONEA, el día 3
de agosto del año 338 a.C.), donde derrotó al ejército coaligado tebano-
ateniense. Entonces, en un Congreso nacional realizado en Corinto, todas las
ciudades griegas, menos Esparta, reconocieron el poderío de Macedonia sobre
ellas.
En rojo, los movimientos de Filipo II. En azul, el de los griegos
coaligados. Notar que, cerrado el paso costero de las Termópilas,
Filipo se dirige hacia el interior, para invadir Beocia por el eje
conformado por la ciudad de Elateia y Queronea, sitio -este último-
elegido por los griegos para enfrentar a las fuerzas macedonias.

Posteriormente, cuando Filipo II se preparaba a invadir el imperio persa, fue


asesinado. Le sucedió su hijo Alejandro El Grande. Había llegado el momento,
del desarrollo de la era macedónica con Alejandro Magno.

LA EXPANSIÓN DE MACEDONIA

Bajo el gobierno firme del rey Filipo II, los macedonios comenzaron a
expandir su territorio hacia el exterior de su territorio. Fueron ayudados por una
serie de avances en la tecnología militar: catapultas de largo alcance, por
ejemplo, junto con unas picas llamadas sarissas de unos 5 metros de largo que
pueden ser usadas como lanzas.
Otro de los rasgos sobresalientes del ejército de Filipo II fue su estrategia de
formación como falange, totalmente innovadora, que fue considerada
invencible por 150 años.
El objetivo último del rey Filipo II la conquista de Persia, adueñándose de las
inmensas tierras y riquezas de este Imperio. Sin embargo, fue asesinado en el
año 336 a.C. antes de que pudiera disfrutar el botín de sus victorias.
Pero fue su hijo, Alejandro, quien aprovechó la oportunidad para hacerse
cargo del proyecto imperial de su padre. El nuevo rey macedonio dirigió a sus
tropas a través del Helespontohacia Asia. A partir de ahí, Alejandro y su
ejército llevaron adelante una impresionante campaña militar por la que
conquistaron enormes áreas de Asia occidental, de Egipto y del valle del
Indo.

El vasto imperio
conquistado
por Alejandro
Magno abarcaba una
gigantesca extensión que
incluía las regiones
de Grecia, Asia Menor,
los Balcanes, Egipto,
Mesopotamia, Persia y
llegaba hasta el río Indo.
La capital fue establecida en la ciudad de Babilonia.
Tras 13 años de reinado, Alejandro Magno falleció en el año 323 a.C, a los 33
años de edad. Esto ocurrió justamente en Babilonia, la flamante capital, en
circunstancias dudosas que nunca fueron aclaradas. Dejaba tras de sí un
extenso imperio, pero poco consolidado.
Tras su muerte, los generales del ejército se disputaron la supremacía hasta
que finalmente, el Imperio se desintegró en varios reinos. A partir de entonces
se inicia una nueva etapa en la historia, que es conocida como el período
Helenístico.

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