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basura"
El reconocido biólogo y periodista especializado en temas ambientales habló con Infobae
sobre el estreno de la tercera temporada de su programa “Ambiente y medio” por la TV
Pública. Además, analiza los problemas que enfrenta el país: el Riachuelo, la minería a cielo
abierto, la soja, la fumigación, basura.
El reconocido biólogo y periodista ambiental Sergio Federovisky dialogó con Infobae sobre
los desafíos que enfrenta, entonces, ante una nueva temporada al mando del único
programa sobre ecología que tiene en la actualidad la televisión local de aire, "Ambiente y
medio" . Y también sobre algo que va en paralelo: los principales problemas ambientales que
tiene, como una gran deuda pendiente, la Argentina.
"Es muy desafiante porque, por un lado, está el orgullo que significa estar tres años seguidos
en la televisión abierta haciendo el único programa de ecología. Al mismo tiempo esto es
una paradoja porque se supone que a todo el mundo le preocupa el tema y, sin embargo, hay
una sola manifestación periodística en la televisión abierta, que es la nuestra. Esto nos carga
de mucha responsabilidad", afirma.
"La otra paradoja es que los temas son siempre los mismos. Esto da la sensación de que hay
algo que no se resuelve, sobre lo cual no se trabaja. Y esa es una parte de la realidad de la
cuestión ambiental en la Argentina que genera cierto desasosiego", reflexiona Federovisky,
uno de los referentes más importantes del país en temas vinculados con la ecología, quien
trabaja en la materia desde hace más de tres décadas.
–¿Cómo vivís el hecho de mostrar estos temas en una pantalla como la de la Televisión
Pública? ¿Creés que en este sentido tenés que hacer un trabajo distinto, algo vinculado
con la educación?
–La Televisión Pública está haciendo, creo yo, lo que tiene que hacer. Es decir, poner en la
pantalla aquellos temas que son centrales, medulares para una sociedad, como lo son la
cultura y el arte, entre otros. El medio ambiente es un tema medular para una sociedad,
para reflexionar, para pensar, para tomar conciencia, para demandar, para exigir, para lo
que fuese. Y yo creo que la Televisión Pública está haciendo lo correcto en ese punto.
–¿Hablás de todos los temas, incluidos los que atañen a políticas ambientales del
Gobierno?
–Sí, con libertad absoluta. Esto también es destacable, porque podemos –y de hecho lo
hacemos– señalar incluso cosas con las que no estamos de acuerdo en la marcha del
Gobierno en el manejo de la política ambiental. Hemos hablado de la minería a cielo abierto,
de la soja, de la fumigación. Es decir, de todos los problemas que le preocupan a la gente.
Está claro que, también porque es la pantalla de la TV Pública, tiene que haber un piso de
rigor, desde el punto de vista periodístico y de mensaje de concientización y de formación
ciudadana en relación al medio ambiente, porque es la pantalla del Estado en definitiva.
En este sentido, esta preocupación que decís que tiene la sociedad, ¿se refleja en actos
cotidianos? ¿Cómo ves eso en los argentinos?
–La Argentina tiene un problema serio con la basura. La Argentina en su conjunto, no solo la
Ciudad de Buenos Aires. Ocho de cada diez ciudades en la Argentina tiran la basura en
un pozo y la queman. Hay tres mil basurales a cielo abierto en el país, en un país donde
el 90 por ciento de la población vive en ciudades. Por lo tanto hoy el problema
ambiental principal de la Argentina es la basura. Lo que creo es que esto está mal
planteado desde la política. Discutir la incineración en sí misma puede tener sentido pero es
como discutir una tecnología. ¿Cuál es la más apta? ¿Es la incineración, con determinados
parámetros de control, como ocurre en Europa? ¿Son los rellenos sanitarios con
determinados parámetros tecnológicos como todavía ocurre en Estados Unidos, donde tienen
tierra suficiente como para eso? En definitiva esto es empezar por el final de la historia.
–Hay experiencias interesantes. Yo creo que la Argentina tiene un atraso particular muy
grande en este tema. De hecho, la Argentina fue el último país de América Latina en crear
un Ministerio de Medio Ambiente. ¡El último! Y esto que indudablemente hoy parece una
buena noticia también en el contraste lo que está mostrando es que hay dificultades de la
Argentina para asimilar la temática ambiental más allá del discurso, más allá del reto al
ciudadano para que haga lo que el Estado no hace. No es ni mucho más difícil ni mucho más
sencillo que eso. Es simplemente definir política pública lo que implica tener una meta y
disponer aquellas herramientas e instrumentos para llegar a esa meta. Eso el Estado
argentino claramente no lo ha logrado hacer.