El norteamericano Edwin Hardin Sutherland, fue un Sociólogo estadounidense, nacido en Gibbon Nebraska el 13 de agosto de 1883, Graduado de la Universidad Sioux Caídas, Dakota del Sur. En 1924, publicó sus "Principles of Criminology" obra en la que desarrolló la famosa Teoría de la Asociación Diferencial, cuyo éxito inusitado imprimiría un giro radical a la vida y prestigio de Sutherland, hasta el punto de consolidarlo como uno de los más renombrados e influyentes criminólogos del siglo XX dicha teoría también es conocida como la Teoría de los Contactos Diferenciales.
Para Sutherland el delincuente o criminal no nace, es decir, el
crimen no se hereda ni se imita, ni se inventa, ni es algo irracional el crimen se aprende. Él enseña su teoría con las siguientes proposiciones La conducta criminal se aprende, del mismo modo que se aprende el comportamiento virtuoso o como el hombre aprende cualquier actividad en la vida cotidiana. La conducta criminal se aprende en interacción con otros individuos en sociedad, mediante el proceso de comunicación La parte decisiva de dicho proceso de aprendizaje tiene lugar en el seno de las relaciones más íntimas del individuo. La influencia criminógena depende del grado de intimidad del contacto interpersonal.
El aprendizaje del comportamiento criminal incluye el de las
técnicas de comisión del delito. La dirección especifica de motivos e impulsos se aprende de las definiciones más variadas de los preceptos legales, favorables o no de estos, una persona se convierte en delincuente cuando las definiciones favorables a la violación de la ley superan a la desfavorable, esto es, cuando por sus contactos diferenciales ha aprendido más modelos criminales que respetuosos de la ley. Las asociaciones diferenciales del individuo pueden ser distintos según la frecuencia, duración, prioridad e intensidad de los mismos. El proceso de aprendizaje del comportamiento criminal, o la conducta desviada del individuo en suciedad, a través del contacto o asociación diferencial del individuo con modelos delictivos o no, implica y conlleva el de todos los mecanismos inherentes a cualquier proceso de aprendizaje. La génesis de la conducta delictiva no puede ser explicada como consecuencia de las necesidades y motivaciones de los miembros de las subculturas criminales, pues también los actos virtuosos son expresión de esas mismas necesidades y motivaciones.
La hipótesis de la asociación diferencial ha dado lugar a diversas
investigaciones empíricas que en general no arrojan resultados concluyentes, por otro lado, Sutherland colocó más énfasis en los procesos de transmisión de los delincuentes que en los de acción y elaboración personal, ya que influía el ambiente que manejaban a su alrededor, es de ahí que se formaba el delincuente. El comportamiento criminal es producto del conflicto surgido a raíz de que en el seno de una misma sociedad, coexisten varios tipos de cultura, una de ellas predomina sobre las otras y, por tanto, define los valores que debe observar la mayoría.
Sin embargo, los miembros de las subculturas minoritarias, pueden
asumir respecto de ese código axiológico, una actitud de indiferencia, o incluso contradictoria. Para Sutherland (en Principios de criminología de 1939 y Criminalidad de cuello blanco en 1940), el individuo lejos de nacer delincuente, o heredar o imitar comportamientos socialmente reprochables, aprende a ser criminal. Sutherland, en sus investigaciones sobre la delincuencia de cuello blanco, llega a la conclusión de que no puede referirse la conducta desviada a disfunciones o inadaptación de los individuos de la clase baja, sino al aprendizaje efectivo de valores criminales, hecho que podría acontecer en cualquier cultura. El presupuesto de la teoría del aprendizaje viene dado por la idea de organización social diferencial, que, a su vez, se conectará con las concepciones del conflicto social. Es decir, Sutherland concibe a la sociedad como una sociedad conflictiva y no armónica, en lo que constituye un hallazgo no menor dentro de la sociología. Ello, implica, por un lado, la posibilidad de que en el interior de esos modelos organizativos, se apruebe no sólo la realización de actividades delictivas, sino incluso, que las características de la propia subcultura favorezcan la puesta en marcha de mecanismos de aprendizaje del comportamiento criminal, a través de procesos de íntima interacción entre los miembros que la integran, procedimientos en los que está imbíbita la transmisión de técnicas y códigos de conducta.
Una organización social diferencial significa que en toda sociedad
existen diversas asociaciones estructuradas en torno a distintos intereses y metas. El vínculo de unión que integra a los individuos en tales grupos constituye el sustrato psicológico real de los mismos al compartir intereses y proyectos que se comunican libremente de unos miembros a otros y de generación en generación. Dada esa divergencia existente en la organización social, resulta inevitable que muchos grupos apoyen y respalden modelos de conducta delictivo, que otros tomen una posición neutral; y que otros, se enfrenten a los valores criminales y profesen los valores mayoritarios de debido acatamiento a las normas.
En síntesis, la existencia de las asociaciones diferenciales
presupone la existencia de una cultura dominante, integrada por la mayoría de los ciudadanos, quienes profesan un determinado código axiológico pero cuya validez, no sólo es ignorada o incluso negada por los integrantes de tales grupos minoritarios, quienes se mantienen en constante conflicto con las sociedad.