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OBJETIVOS
• Caracterizar y analizar de la economía chilena, a partir de los cambios propuestos por
la dictadura desde 1973 y hasta 1981.
• Caracterizar y análizar las justificaciones que se esgrimieron para realizar cambios
institucionales durante la dictadura.
• Análizar y sintetizar de las disposiciones de la Constitución de 1980.
DEFINE: El término neoliberalismo suele asociarse con políticas que implican apoyar una
amplia liberalización de la economía, el libre comercio en general, grandes reducciones del gasto
público y de impuestos, así como disminución de la intervención del Estado en la sociedad y
economía en favor del sector privado, conformado principalmente por consumidores y empresarios.
Las reformas neoliberales implementadas en Chile durante las décadas de 1970 y 1980,
significaron en términos económicos y sociales la proyección de una nueva manera de afrontar el
desarrollo de la sociedad, constituyéndose en una revisión radical de la política económica del país
durante los últimos tres cuartos del siglo XX. Atrás quedó el control que en dichas materias ejerció
el Estado, situación que se agudizó aún más durante el mandato de Salvador Allende Gossens.
Finalmente, el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 conllevó la puesta en marcha de una
nueva política económica, hasta el momento no aplicada en el país.
Las bases teóricas de la política económica implementada desde 1974 por la dictadura,
encabezado por Augusto Pinochet Ugarte, se pueden encontrar en El ladrillo. (VER PPT) Este
documento fue elaborado, desde agosto de 1972, por los economistas Andrés Sanfuentes, Juan
Villarzú y José Luis Zabala Ponce; su propósito fue elaborar un programa económico alternativo al
implementado por la Unidad Popular entre 1970 y 1973. Como consecuencia del pesimista
diagnóstico que realizaron de la economía nacional, llegaron a la conclusión de la necesidad de
liberalizarla hasta entonces cerrada economía chilena, que adolecía de una férrea regulación del
Estado, actuando éste como empresario, promotor de la inversión y la industrialización, y
anulando la participación de agentes privados en dichas áreas. Además, durante este período se
produjo un desequilibrio en la balanza de pagos y una hiperinflación que por mucho tiempo se
ubicó en tres dígitos, situación que persistió por algunos años y que se convirtió en uno de los
principales objetivos a regularizar por este nuevo modelo económico.
La primera etapa del modelo neoliberal chileno, que comprendió los años 1974 a 1982, se
caracterizó por una férrea ortodoxia de los postulados liberales suscritos por los Chicago boys.
Esto se tradujo en una extrema liberalización de las importaciones, sello distintivo de las
principales áreas estratégicas: la política anti-inflacionaria, las reformas del sistema financiero y la
apertura comercial hacia el exterior. Como respuesta a las políticas contractivas adoptadas
durante esos años, se experimentó un elevado índice del desempleo, disminución de los salarios,
numerosas quiebras de empresas y desaliento en la formación de capital de inversión, principal
motor de crecimiento y progreso.
La crisis cambiaria de 1982-1983, originada por la devaluación del tipo de cambio real, por la
duplicación de la deuda externa y por un retroceso de las exportaciones, significó un giro en las
decisiones económicas adoptadas hasta ese momento por Pinochet y su equipo asesor.
A partir de 1985, con la incorporación de Hernán Büchi como Ministro de Hacienda, se
inició una etapa de flexibilización de las políticas económicas. De este modo se aceleró e
intensificó la privatización de las empresas estatales y de los servicios sociales con el objetivo de
reactivar la alicaída economía nacional. Asimismo, se redefinieron algunas funciones del Estado,
con atribuciones subsidiarias y fiscalizadoras de los desequilibrios macroeconómicos. Esto sumado
a un notable mejoramiento de los términos de intercambio como consecuencia del precio
favorable del cobre y de la reestructuración sustancial realizada en la política fiscal, en
las reformas comerciales y financieras y en las reformas sociales, conformaron la totalidad del
conjunto de transformaciones económicas propiciadas por el régimen militar y por los gobiernos
de la Concertación durante los últimos treinta años.
El modelo neoliberal de la década de 1990 se mantuvo consolidado durante las administraciones
de los presidentes Patricio Aylwin Azócar, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Ricardo Lagos Escobar. En sus
gobiernos se puso énfasis en el gasto público social, privilegiando el crecimiento con equidad,
dirigido a reducir la pobreza, disminuir la cesantía y, por sobre todo, resguardar la estabilidad
macroeconómica. A pesar de ser éste uno de los períodos de mayor crecimiento económico que
ha experimentado Chile durante el siglo XX, el país es considerado todavía como uno de los peores
del mundo en términos de distribución del ingreso, factor que se ha constituido en el mayor
desafío a combatir. La desaceleración que sufrió Chile en 1998 a causa de la crisis asiática que
penetró en toda América Latina, puso freno a un período de enorme prosperidad económica
desarrollada por estos gobiernos democráticos. La aprobación del Tratado de Libre Comercio
(TLC), firmado entre Chile y Estados Unidos, constituye un importante avance para robustecer la
inversión extranjera en el país.
Por otro lado, las políticas de control del gasto público cumplieron un rol primordial en el plan de
estabilización económica. El mecanismo utilizado, en principio, contempló tres aristas: 1) la
regularización del “área de propiedad social”, para lo que se devolvieron 325 empresas
expropiadas durante la UP; 2) reducción de empleados públicos y de los salarios reales, y 3) el
recorte de la inversión y del consumo públicos, los que disminuyeron cada vez más, especialmente
en áreas como vivienda y obras públicas.
CONCEPTOS CLAVES
La nueva institucionalidad
En un primer momento, las declaraciones de la junta militar indicaban que su intención era
restablecer en la mayor brevedad posible la “institucionalidad quebrantada”; sin embargo, en la
medida en que se consolidó en el poder, tal posición perdió fuerza. Augusto Pinochet, por presidir
la institución castrense de mayor antigüedad, automáticamente pasó a desempeñar el cargo de
presidente de la junta de gobierno; luego, a través del Decreto Ley 527 de junio de 1974, ostentó
el título de jefe supremo de la nación, delegando en el resto de los miembros la labor legislativa, y
finalmente, un Decreto Ley de diciembre de 1974 lo nombró presidente de la república, a pesar de
la oposición de Gustavo Leigh. Así, en un corto lapso, los militares pasaron del compromiso por el
“restablecimiento de la institucionalidad quebrantada” a la idea de un régimen militar de largo
plazo.
El proyecto refundacional
Una vez definido el proyecto político de la junta de gobierno, se creó una Comisión de Estudios
Constitucionales, que dio cuenta de la intención de los militares de introducir un cambio profundo
a nivel institucional. Así, a partir de 1976 se materializó la derogación de la Constitución de 1925,
con la promulgación sucesiva de Actas Constitucionales, decretos leyes de jerarquía constitucional
que dieron paso a un nuevo cuerpo jurídico. El 9 de julio de 1977, en la conmemoración de la
Batalla de La Concepción, en lo que se conoce como el "discurso de Chacarillas", Pinochet enunció,
en líneas generales, el proyecto político de la junta militar, cuyo eje principal fue generar una
democracia “autoritaria, protegida, integradora, tecnificada y de auténtica participación social”,
de la cual las Fuerzas Armadas y de Orden serían garantes. El discurso quedó patente al señalar
que "el 11 de septiembre no significó solo el derrocamiento de un gobierno ilegítimo y fracasado
sino que representó el término de un régimen político-institucional definitivamente agotado, y el
consiguiente imperativo de construir uno nuevo". Este proyecto político se basaba ideológica y
políticamente en las propuestas emanadas desde los sectores políticos gremialistas, que tenían en
el asesor personal de Augusto Pinochet, Jaime Guzmán, a su más importante representante.
Dentro de las disposiciones transitorias se establecía que el período presidencial que regiría a
partir de la puesta en vigencia de la Constitución se prolongaría por 8 años, es decir, qué Pinochet
se mantendría en el cargo hasta el término del mismo, lo que era extendido también a la junta de
gobierno, que mantenía el ejercicio del poder constituyente y legislativo, lo que significó que la
conformación de un Congreso Nacional, tal como lo establecía la Constitución, solo se concretó
tras el llamado a elecciones democráticas en 1989.
ACTIVIDAD
Senado
Sistemas electorales
Poder Ejecutivo
Democracia Protegida