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Las personas superdotadas son aquellas que gozan de una inteligencia superior, una
notable creatividad y una curiosidad extrema. Todo esto convierte a estas personas en
seres con unas necesidades y exigencias especiales, siendo de gran importancia, en el
caso de los niños, una orientación profesional especializada.
1. Concepto
Sin embargo, la superdotación no tiene por qué ser a nivel general, esta puede darse
en un campo específico de conocimiento. Una persona puede nacer con unas
aptitudes o dones especiales para la música, pero no para las matemáticas.
Según este modelo, una persona superdotada debe poseer una combinación
perfecta y equilibrada de estas tres cualidades:
Por otra parte, el Departamento Americano de Educación indica seis criterios a cumplir
por el alumno a fin de ser considerado como intelectualmente superdotado:
Así, la definición exacta de lo que para este colectivo sería un alumno superdotado se
correspondería con la capacidad que presentan niños o niñas con una gran precocidad
en el desarrollo general o en el desarrollo de aptitudes específicas.
2. Etiología
Actualmente se acepta que un 70% de la inteligencia viene dada por lo genes y el
resto por el ambiente: los estímulos y las oportunidades que se le han dado al niño.
Genética y ambiente son muy importantes y se interrelacionan.
Según Acereda y Sastre (1998), entre las características por las que destacan esta
clase de alumnos se diferencian tres áreas:
4. Tipos de superdotación
a. Superdotación creativa
Originalidad
Fluidez en las ideas
Elaboración
Sentido del humor
Visión de perspectivas inusuales
Riqueza en la imaginación
Calidad imaginativa
Resistencia al cierre
Abstracción de los títulos
Habilidad de prolongar o romper uniones de formas completas
Las personas con una puntuación de coeficiente intelectual sobre los 140
puntos son consideradas como personas con una inteligencia general elevada.
Camacho (2016), sostiene que dentro de esta categoría se pueden distinguir tres
agrupaciones:
Además, disfrutan de un gran talento para resolver problemas, así como una
alta capacidad de reacción y aguante en situaciones tensas o de estrés.
Aunque, ocasionalmente, fracasan en cuando a su sensibilidad debido a la
alta valoración de ellos mismo y su autoconfianza.
Superdotados con escasos recursos económicos
Por todo esto, acostumbran a estar muy bien valorados por compañeros y
profesores, y tienden a acabar siendo los líderes de grupo, pero sin presentar
posturas de autoridad o dominantes. Asimismo, se caracterizan por ser más
conformistas y menos espontáneos, poseyendo una integración de las
normas y reglas mucho más elevada.
Existe modelo educativo demasiado inflexible, que no prioriza las altas capacidades,
que no cuenta con recursos para la detección temprana ni de adaptaciones
curriculares adecuadas para este colectivo.
a. Nivel psicológico
Proporcionarles un entorno intelectualmente dinámico.
Combatir el posible aburrimiento en determinadas materias a base de
facilitar que los compañeros y él mismo pueda intervenir de alguna
manera sobre los contenidos y no sean meros agentes receptivos.
Flexibilidad en sus actividades y horarios. Normalmente no toleran bien
interrupciones en su trabajo si no obedecen a una razón aceptable.
No ejercer una excesiva presión respecto a rendimientos, notas o
expectativas. No se debe dar por supuesto de que siempre debe sacar
las mejores notas o saberlo todo.
Supervisar la relación con sus iguales, puede ser objeto de fácil
etiquetado (“sabelotodo”, “cerebrito”, etc.) y presentará dificultades al no
coincidir sus intereses con los de la mayoría. A veces reaccionará con
un humor sarcástico y sofisticado para defenderse.
Recordar siempre que pese a su avanzada capacidad cognitiva no
ocurre lo mismo con sus necesidades afectivas o emocionales que se
sitúan en igualdad con los de su mismo grupo de edad (disincronía
evolutiva).
b. Nivel social
Conseguir que se sientan integrados y aceptados en clase. Un entorno
donde pueda confiar en sus profesores y compañeros es el mejor
remedio para que ellos tengan claro que es lo que se espera a nivel
social y el efecto que su comportamiento tiene en los demás.
Sus intereses específicos muy centrados en el conocer o descubrir dé
una imagen en los iguales, aparentemente fría, distante y con poca
empatía. Para ellos, algunos de los temas de preocupación recurrente
en sus iguales (fútbol, moda, juegos, etc.) no le suscitan ningún interés
y no dudan en calificarlos de banales o frívolos. Ello crea más distancia
con sus compañeros.
Plantear dinámicas de grupo en los que hablemos de determinados
temas (también los “triviales” por ejemplo el fútbol) y se ponga de relieve
el respeto a la diversidad de opiniones y la riqueza que eso supone
como parte del funcionamiento social humano.
c. Nivel intelectual
Introducir una enseñanza
individualizada en las materias
específicas en las que superan
a los demás compañeros,
adaptando sus programas para
que puedan contar con un ritmo
más rápido, asignaturas
especiales u opciones alternativas.
Facilitarles el acceso a recursos adicionales de información en arte y
ciencia y, cuando sea posible, el contacto con profesionales expertos
en distintos campos. Esto no debe entenderse como una imposición
sino como un acompañamiento en sus inquietudes.
Incentivar su desarrollo personal pero también hacerlo capaz de
compartir con los demás sus intereses y habilidades.
Introducir actividades de interacción en grupo que desarrollen la
capacidad social y la capacidad de liderazgo, pero también, actividades
que fomenten el aprendizaje cooperativo.
Proporcionarles estímulos suficientes para que potencien su creatividad
y puedan utilizar sus habilidades para resolver problemas y efectuar
investigaciones más allá del material estandarizado.
7. Intervención
b. El agrupamiento
Consiste en agrupar a los niños con altas capacidades en grupos dentro de
un mismo centro (si existe un número suficiente de alumnado) o hacerlo en
centros especializados donde se llevan a cabo programas adecuados a sus
capacidades y destrezas.
En la práctica, el superdotado se integra normalmente en el grupo de iguales
pero recibe apoyos puntuales, conjuntamente a otros niños con su perfil. Así
evitamos la posible exclusión del grupo de iguales a la vez que atendemos
sus necesidades.
Otros recursos interesantes para estos niños lo constituyen algunos cursos
de fin de semana y campamentos de verano que se organizan
específicamente para este colectivo. En ellos encuentran compañeros de sus
mismas características y pueden compartir experiencias.
c. El enriquecimiento
La opción más desarrollada recientemente, como soporte a las necesidades
de los superdotados en la escuela, es mantenerlos ubicados en sus clases
habituales, junto con el resto de compañeros pero elaborando un currículo
cualitativamente diferente que se adecúe a sus necesidades.
Estos programas educativos individualizados se aplican dentro del horario
escolar y suponen una mayor amplitud temática y de mayor nivel de
complejidad respecto a los contenidos curriculares pertinentes.
Mediante esta estrategia, la motivación del alumno superdotado suele
aumentar pues es él mismo quien marca su ritmo de trabajo, al menos en los
contenidos extendidos.
No obstante, supone una sobrecarga de trabajo a los profesores y el ajuste
de programas a determinados alumnos supone un trabajo extra para el que
quizás no hay tiempo o recursos.
d. Otras estrategias
Destacamos las Tutorías que consiste en responsabilizar al superdotado del
rendimiento de un niño de capacidad inferior, de
manera que se incentiva la adecuación al nivel de
lenguaje y conocimientos de éste. También una
mayor comunicación con el resto de sus
compañeros y una mejor aceptación por parte del
grupo de iguales.
Renzulli, J. (1994). “Desarrollo del talento en las escuelas. Programa práctico para
enriquecimiento el total rendimiento escolar”, en escolar BENITO, Y. Mediante
(coor.): El modelo de Intervención e investigación psicoeducativa en alumnos
superdotados. Salamanca: Amaru Ediciones.