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Síntesis y Comentario del texto

El lugar de la argumentación en la filosofía de Fernando Leal Carretero

De acuerdo con Leal1, la argumentación ocupa un lugar central en la filosofía.


Argumentar, sin embargo, no es lo mismo que filosofar. El autor explica por qué. Aclara
que, en primer lugar, el propósito fundamental de la filosofía es expresar una visión del
mundo –o de la vida- que le dé fundamento o sentido a nuestras acciones. La filosofía
es entonces discurso y acción. Dicha visión define cómo deben ser las cosas y las
personas (se trata de una propuesta esencialmente normativa) y se plasma en un texto
mediante un discurso expresivo. Para sustentar esa visión, la filosofía se vale de otro
tipo de discurso: el argumentativo, el cual consiste en una serie de razonamientos
entrelazados y orientados a persuadir sobre la relevancia y solidez de la visión. Leal
aclara que la visión llega primero (sin saber de qué manera) y luego hay que
argumentar para confirmarla, ya que los argumentos constituyen la única razón para
sostenerla. A fin de cuentas, recalca Leal, razonamos y argüimos para vivir: el discurso
filosófico tiene como fin prepararnos para la acción. Sin razones –o argumentos- dicho
discurso puede terminar siendo muy imperfecto y brindarle muy poco apoyo a la visión.
Añade Leal que cuando el filósofo quiere persuadir a los demás de su visión, se
compromete a vivir en congruencia con ella. De otro modo puede perder credibilidad,
tanto él como su propuesta. Advierte además que es muy raro que quienes filosofan
den las razones de su visión y sólo utilicen el discurso expresivo para articularla. Es
también lo más común que el discurso argumentativo indirecto sea el mayormente
utilizado, es decir, aquel discurso que sustenta una visión que no es la propia, en
contraste con el escasamente utilizado discurso argumentativo directo, el cual,
razonando, sí da cuenta de la propia y auténtica visión. Así las cosas, pareciera que la
argumentación más frecuente (la indirecta) nos está alejando del fin último de la
filosofía: vivir con autenticidad.
A partir de la división de los argumentos en directos e indirectos, Leal los
subdivide según se muestra en el diagrama siguiente, y señala que en su opinión el
argumento discursivo que mejor apoya una cosmovisión (declarada en un discurso
expresivo) es el Directo-Trascendente.

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El lugar de la argumentación en la filosofía de Fernando Leal Carretero

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Reconoce Leal, sin embargo, que el más usual –y quizás menos valioso pero
comprensible en principiantes- es el argumento discursivo que “salta” del argumento
doxográfico directamente al expresivo. Habrá que tener en cuenta esta tendencia para
ponerse en guardia contra ella y pulir y precisar las habilidades argumentativas.
También señala Leal que la trayectoria lógica de la argumentación filosófica –de
principiante a experto- debiera transcurrir de izquierda a derecha hasta llegar a la
auténtica vida filosófica, según se muestra a continuación.

Discursos Filosóficos

Vida
Doxográfico Filológico Metodológico Inmanente Trascendente Expresivo
Filosófica

Caso más usual

En conclusión, el texto de Leal subraya con precisión el propósito fundamental


de la argumentación filosófica: sustentar con razones la visión que se profesa. Subraya
cómo esa visión determina nuestra forma de vida. De ahí la importancia de comprender
a fondo las diversas cosmovisiones propuestas por los diversos pensadores y evaluar
la fuerza racional en la que se apoyan, de modo que, a partir de esa comprensión, se
pueda asumir una auténtica postura personal y diseñar una visión propia que esté
basada en argumentos discursivos vigorosamente sostenidos. Aunque en la práctica
esta meta no siempre se logre argumentando “de un tirón” sino, como apunta Leal,
atravesando una trayectoria discursiva que vaya tocando, y en momentos saltando de
uno a otro, los discursos filosóficos señalados en la gráfica anterior. Lo importante ha
de ser, si se quiere vivir filosóficamente, no perder de vista la meta final: vivir de
acuerdo a la razón.

Bibliografía

1. Mayorga M.; A. C; Leal C.; F.; Ramírez G.; C. F. (2013). Estudios filosóficos.
Argumentación, Guadalajara: Universidad de Guadalajara, pp. 153-183.

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