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Trabajo I Unidad

Informe de lectura

Por

Gonzalo Tapia Zúñiga


13 de mayo de 2019
“He advertido hace ya algún tiempo que desde mi
más tempranera había admitido como verdades muchas
opiniones falsas, y que lo edificado después sobre
cimientos tampoco sólidos tenía que ser por fuerza muy
dudosos inciertos”.
Descartes.

Al investigar sobre un Magíster en Coaching, llego a la página de UNIACC, en la


cual aparece en el perfil de egreso lo siguiente “El graduado del Magíster en
Coaching Organizacional estará en condiciones de auto liderarse y gestionar el
cambio grupal y organizacional, utilizando distintas habilidades y herramientas, a
partir de su formación como Coach fenomenológico. A su vez, podrá entregar sus
habilidades al servicio de las personas, sistemas y organizaciones, orientando sus
esfuerzos a la expansión de posibilidades asociadas al logro de objetivos, como
también a un alto bienestar individual y organizacional.” Al leer esta declaración,
una de las cosas que me llama la atención es que los estudiantes tienen una
formación como Coach Fenomenológicos, con lo cual me sirgue la siguiente
interrogante:

¿Cuál es la relación entre Coaching y la fenomenología?, para poder responder a


esta interrogante, primero se debe entender que es la fenomenología,
entendiéndola como “La fenomenología no solamente es un método, sino también
una perspectiva distinta y complementaria a todas las demás disciplinas que
buscan estudiar la realidad y las relaciones de los objetos y sujetos dentro del
mundo, cuya diferencia yace en el énfasis que coloca en la conciencia y en la
posibilidad de establecer una relación íntima entre las distintas conciencias que
habitan el mundo”. (Lavoz, 2018, pág. 7) para ello en el siguiente trabajo se tratara
de realizar una aproximación en esta temática, basándose en los estudios de
Réne Descartes, principalmente en su meditación primera, y en los trabajos de
Immanuel Kant, centrados en El giro copernicano.
Primero se analizara a Descartes en su meditación primera, en la cual se da
cuenta que muchas de las opiniones que había tenido hasta el momento eran
falsas de modo que decide abrirse camino hacia la certeza, pero no por ello
pondrá en duda todas las opiniones que él posee, sino que rechazará todo aquello
que puede ser puesto en duda por alguna razón. Llegará a la verdad mediante la
duda de esta forma comienza poniendo en duda sus propios sentidos ya qué a
veces las cosas que percibimos de ellos no son ciertas.

Después duda de la existencia del mundo real dado que nuestros sueños a veces
se presentan con una gran diversidad de la misma manera que cuando estamos
despiertos. Como sabemos si realmente estamos despiertos y no estamos
soñando “lo que acaece en sueños no me resulta tan claro y distinto como todo
esto. Pero, pensándolo mejor, recuerdo haber sido engañado, mientras dormía,
por ilusiones semejantes. Y fijándome en este pensamiento, veo de un modo tan
manifiesto que no hay indicios concluyentes ni señales que basten a distinguir con
claridad el sueño de la vigilia” (Descartes, 2005, pág. 9).

Aun así, tanto dormidos como despiertos la matemática siempre existirá, pero
tampoco podemos afirmar que las verdades matemáticas son tan seguras, ya que
muchas veces nos equivocamos al realizar algunos cálculos, por lo tanto como
nos podemos asegurar que estos fallos matemáticos no los cometemos siempre.

Por último, Descartes pone en duda el razonamiento, ya que para él sus verdades
pueden estar equivocadas llegando finalmente a la existencia de un genio maligno
un dios engañador que utiliza todo su poder para hacernos errar una y otra vez
sobre lo que percibimos, sin que nosotros nos podamos dar cuenta de ello, “Así
pues, supondré que hay, no un verdadero Dios —que es fuente suprema de
verdad—, sino cierto genio maligno, no menos artero y engañador que poderoso,
el cual ha usado de toda su industria para engañarme” (Descartes, 2005, pág. 10).
Entonces, ¿que será verdadero si finalmente todo puede engañarnos?, todas las
cosas nos pueden engañar incluso su propio cuerpo, pero aun así, el engañado
debe existir, así sea que todas las cosas engañan por sí mismas o por obra del
genio maligno este engaño necesita que el engañado exista, por esta razón,
Descartes termina concluyendo que si existe la duda es porque pienso y si pienso
por lo tanto existo ya que yo sólo soy pensamiento.

Otro pensador importante para nuestro trabajo es Kant, el cual nos dice, que si
podemos entender que la realidad que nosotros conocemos no está escrito de
antemano, no están determinadas, que no son exactamente iguales para todos
Manuel Kant se planteó esta teoría ¿porque la realidad debe estar prefijada que es
más real mi forma de ver el mundo o la tuya?

Antes de él se pensaba que el individuo al conocer y al captar el mundo exterior


tomaba una posición pasiva, es decir, se consideraba que era el objeto a conocer
el que determinaba las condiciones del conocimiento, pero Kant encuentra un
problema, si es el objeto que se conoce el que determina las condiciones no
puede existir el conocimiento a priori, ya que este conocimiento se basa en
conocer las cosas antes de experimentarlas, este conocimiento es el único que
ofrece la suficiente seguridad para poder avanzar sus teorías, además si todo
estuviera prefijado la realidad seria exactamente igual para todos, lo cual no lo es.

Kant decide invertir la relación para el hombre el polo positivo del acto de conocer
“La experiencia se considera ya en esta etapa incipiente del idealismo
trascendental, no meramente como lo dado, sino como el producto resultante de
aplicar la actividad del intelecto al material que ofrecen los sentidos a través de
una serie de operaciones (comparación, subordinación, examen según el principio
de no-contradicción)” (Vázquez, 2004, pág. 73) . Nosotros conocemos el mundo
desde las estructuras de nuestros sentidos e inteligencia, de esta forma la realidad
es configurada por el propio sujeto, el cual a partir de una serie de condiciones a
priori determina las condiciones del objeto. El hombre entonces deja de ser un
mero receptor y se transforma también en un constructor de las imágenes que
aparecen en su mente. Para Kant un objeto en sí no se puede conocer, pero
cuando nuestra mente reconfigurar esos datos a través de nuestras estructuras el
objeto adquiere identidad y es conocido, por lo tanto la ciencia no es conocimiento
del mundo en sí, sino del mundo tal como parece nuestra mente.

Como conclusión se puede señalar que por la falta de bibliografía y lo acotado de


este trabajo, no es posible responder a la primera interrogante que se planteo
“¿Cuál es la relación entre Coaching y la fenomenología?”. Este estudio se
transformo solo en una aproximación para poder responder a esta interrogante en
investigaciones futuras.

No obstante se considera que los antecedentes planteados en este trabajo


respecto a los pensamientos de Descartes y Kant, son claves para entender el
desarrollo de la fenomenología, Descartes con su duda metodológica y su afán de
poder llegar a un conocimiento verdadero y Kant el llamado filosofo de la
ilustración, con su giro copernicano y su juicio sistémico.
Bibliografía

 Lavoz, A. (2018) Lo fenomenológico en el coaching. Apunte de clase


Unidad 1, El arte del coaching, Universidad UNIACC.
 Descartes, R. (1977). Meditaciones Metafísicas.pdf
 Vázquez, M (2004). Immanuel Kant. El giro copernicano.pdf
 Philosophica. (s.f.). Mariano Crespo Sesmero. Recuperado de
http://www.philosophica.info/voces/husserl/Husserl.html
 Philosophica. (s.f.-b). Sergio Sánchez-Migallón Granados. Recuperado de
http://www.philosophica.info/voces/fenomenologia/Fenomenologia.html
 Philosophica. (s.f.-c). Antonio Malo Pé. Recuperado de
http://www.philosophica.info/voces/descartes/Descartes.html
 Philosophica. (s.f.-d). Rubén Pereda. Recuperado de
http://www.philosophica.info/voces/razon-suficiente/Razon-suficiente.html

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