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Elisabeth Roudinesco FEMINISMO Y REVOLUCION THEROIGNE DE MERICOURT Traduccién de Bernardo Moreno Carrillo ediciones peninsula® FEMINIDADES DE ANTIGUO RsGIMEN comprender el itinerario de Théroigne en el proceso hhay que examinar la historia de la[eondicién, "en visperas de aquel gran acontecimlent idisciarsor atraviesan los ideales de la ée las ven el tema de la femninidad. El primero, sido de la ‘woria de los temperamentos, sostione Ia existencia . Puts, oF, ci, P.M, ast como un documesto de Hechado el? de mate de 183, BN, sn a8, 108. Thaeown, op. ait, p. 15. de otra naturalcza fernening invariable, Toma como principal referencia la tesis expresada por Jean-Jacques Rovsseat en a quinta parte del Ennio y en la Nueva Blotsa. Invitiendo In perspectiva cristiana/Rousseau afirma que la mujer es el ‘modelo primordial de fovhumano, Pero, al perder el estado de naturaleza, se convirtié en un ser artificial, falso y mune ddano. Para regenerarse debe aprender, pues, a vivie sega st origen verdadero. La regeneracién corre pareja con Ja vuelta ‘8 um lenguaje anterior a las palabras y al pensammiento, capa de {raducir el amor conyugal y materad, ste se emparenta ‘onluna esencia fisioldgica de a feminidad, segtn Ia cual Ia ‘mujer seria un ser corporal, instintivo, sensible, débil de Gr- 1gan0s y, sobre todo, inepta para Ta lgica de Ta razén. Su na- furslera ta obliga a una actividad complementaria respecto el hombre, el cual encarna Ja esencia de la potencia inte. Teetual. ) Esta tesis obtuvo un gran éxito en un libro aparecide en 1775 y redactado por el médico Pierre Rouse! con el titulo de Siscera fsico 9 moral de la mujer El aator vulgarica las tesis rousseaumianas, que se expresan igvalmente en el. ar ticulo «Mujers de la Encletopedia, redactado por otro médico, De temperamento uterina, Ia mujer es definida por st blan ura y humedad. Est4 sujeta a enfermedades especticas, ‘como las afecclones vaporosas, y se parece slempre a una especie de nino, La textura de sus drganos esta masreada Dor tuna debilided eongénita. Sus huesos son més pequefios y me- hos duros que los del hombre, y su caja tordeiea es mas = trecha, Los tefidos esponjosos ge in iaman con facilidad, los mlsculos son poco eonsistentes, la piel es fragil. En cuanto a las caderas, se balancesn para encontrar si eentra de grave: dad, provecando que ande con tin paso incerto, Io que Te fm. pple correr con rapide. Estos hechos pruehan que st desti- ho es traer jos al mundo, alimentarlos y protegerlos. Si la ‘mujer manifiesta in exceso de cualquier orden en el plano sexual, se tora librica, como Mesalina o Cleopatra, Adem, ‘cuanto mas frfa permanece una mujer, mas esperma retiene ¥y mejor eoneibe. Si todo su destino se resume en la procrea- 1S, of, Pere Rouse, Syme physiaus e moral del femme, 175; ‘¥, Kupatiiey C Poun ka foe offs mac, Pl Hachette, 188; Paul Horan, Le fntme Canela pote des Larry Extaebut- 0, phys, 8, Peete Dasa, ltyhologie deta femme das Tanto. ‘Re France, Pes, Seu, 19, 2 Jn vejez Ie hace perder lo esencial de st naturaleza. Por apetito sexual de una mujer vieja es siempre conde- Siuscita repugnancia e indignacién. No obstante, como in de Ia virlizcién inducida por la menopausia, jer de cierta edad adquiere tna libertad que le permite or sf sola. Al no estar ya sometida al servicio de la es sige tora més responsable que Ta esposa joven, some- Ja autoridad marital, De al vendré en parte, bajo Ia én, la idea de que hay que conceder a Ins vindas y a folteras de cierta edad determinados derechos de que Tes demas mujeres. sta tesis, que valora una hipotética «naturalera feme- , perfeciamente imaginaria, se apoya sobre una eviden- Tn diferencia anatomica y fisiol6gica de los sexos, Pero ‘en la concepein de wna feminidad reducida a sus Desde esta perspectiva, la diferencia de los sex08 como patron de una desigualdad moral y cultural. ffecto, st la mujer es por naturaleza wn ser més d&bil y sense que el hombre, e9 preciso, para consevala 0 | profibirle el acceso a Ia razén y a la inteligencia, cuya, ia es masculina. Pues, en ella, In adquisicién de una ifuras la tornaria vir, artifelal yn apta para Ja procrea- M este discurso naturalista se opone una sola cortiente fa foros de las Luces, Proviene de Tas (sis enunciadas Ain siglo antes por Pollan dela Barre! y sera elaborado te: Berne rvs ain rans Cpe ot defo gue paricpard en In Revolucén.” Sepin esta perspestiva, la constaacion de la diferencia de sexs no conduce a valorar el primado llamado enatual> tine hipotstica esenla fermenina,reducida al destino de la eacion, 8, por lo tanto, desemiboca en 1a eaboracién ~ fleun desigualiteriamo que ‘mpediria ala mujer el acceso & avin, Ea ver de introduciae en el terreno de la sfemink | fiudnatural, Condoreet concibe Ia condicion femenina a par- fir de una categoria de derecho natural, que somete a todes fos individuos a ls mismas leyes, Como las mujeres forman Poulin we ia Banas, De aid des deus sexes 173. ify Gf Elta a Rosner our Emile et por Emile Sophie cu itn mene, Temps Moderns, 2, ayo de 0, slsaisth ion fontaine ‘on SUT sete Pel, Pla Mi hunstun'y DAuwocss, Hore au fe 2

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