den, fue desafiado en el siglo XIX por el principio del desorden
(entropía) y ambos deben ser englobados por el principio más comprensivo de la organización. De otro lado la naturaleza no sólo es estructura, sino también acción y funcionamiento. La se- gunda parte del volumen desarrollauna teoría de la accióny la pro- ducción centrada en el análisisy construcción de un concepto ci- bernética de máquina recursivamenteaplicable al sol, a la tierra, a las especiesvivas,a la sociedad y a los artefactos. La tercera par- te, fmalmente, procede a una revisiónde la idea de conocimiento a la luz de los principios de la actual teoría de la información. Ana Sánchez
P.H. NIDDITCH, El desarrollo de la lógica matemática, Madrid:
Cátedra, 1978, 99 págs. Esta concisa obra da cuenta del proceso de la lógica mate- mática con un lenguaje muy sencillo (originalmente fue escrita en el "inglés básico" de Ogden, un subconjunto del inglés que cuenta con poco más de 850 palabras). Nidditch encuentra las raíces de la lógica matemática en cuatro líneas de pensamiento, que analiza en los primeros capítu- los de la obra: (a) la lógica antigua (Aristóteles, Megáricos y Estoi- ~os); (b) la idea de un lenguaje completo y automático para el razonamiento (Llull, Descartes, Leibniz); (c) los nuevos progresos en álgebra (Peacock, Abel y Galois, Hamilton, Grassman) y geo- metría (Lobatchevsky) del siglo XIX; y (d) la idea, que se remon- ta a Euclides, de la matemática como sistema deductivo. El nacimiento de la lógica matemática tuvo lugar en la dé- cada de 1840. Y en su desarrollo, dice Nidditch, cabe distinguir dos vertientes. Una, la matemática de la lógica, se preocupa de dar forma matemática al razonamiento y se encuentra reflejada por el álgebra de Boole y la lógica posterior de Jevons, Peirce y Schroder. La segunda vertiente es más bien una lógica de la matemá- tica, pues se orienta hacia cuestiones de fundamentación lógica de ésta. Sus raíces las sitúa Nidditch en el programa logicista de Frege -que hubiera merecido mejor exposición- y la teoría de conjun- tos de Cantor. Tras las paradojas, el autor descnDe el desarrollo de Revista'de liliros 101
la lógica matemática en el s. XX: escuela de Peano, Principill ma-
thematica de Whitehead.Russen, metaIPatemática de Hilbert, in. tuicionismo de Brouwer, teorema de Go~el y funciones recursivas. Por su brevedad y cumplida informacion, este horito re. cuerda al ya clásico de Heinrich Scholz'Abriss der Geschichte der Logik (1931) cuyo valor ftlosófico dista de alcanzar, pero al que supera y complementa por su mayor acopio de datos actuales. Teresa Orduña Jonathan HARRISON,Hume's MoralEpistemology, Oxford Uní. versity Press, 1976, vili - 131 págs. Por la abundancia de citas y discusionessobre los textos de Hume, este libro puede considerarse casi como un detallado comentario del libro 111,secciones1 y 11del Treatise,y de la sec- ción 1 y apéndice 1 del Enquiry Concerningthe Principiesof Mo- ra/s. La obra se estructura, si dejamos aparte el capítulo IlI, que ofrece una sucinta exposición de la epistemología generalde Hu- me, alrededor de cinco grandes temas, que coinciden con las ar- gumentaciones de Hume en contra de la explicación racionalista del juicio moral: que la razón no nos mueve a la acción, mientras que la moralidad sí lo hace; que razonable y no razonable no se aplican a las acciones; que la moralidad no es susceptible de de- mostración; que tampoco es un asunto de hecho; y, fmalmente, que de un enunciado fáctico no se sigue una emisión de obliga- ción. El capítulo fmal intenta establecer las conclusionesque po- drían haber sido planteadas por Hume, como alternativa al racio- nalismo en ética, ninguna de las cuales es totalmente coherente, dice Harrison, con su doctrina epistemológicageneral. Tales con- clusiones son: o sobre el contenido de losjuicios morales: losjui- cios morales son sobre los sentimientos del que juzga, o sobre los sentimientos de la mayoría; o sobre la manera de captados: son juicios que capta un sentido moral específico; o sobre su estructu- ra como juicios: un juicio moral no tiene estructura proposicio- nal, expresa un sentimiento; o bien, los juicios morales son sola- mente juicios aparentes, porque, en realidad, el juicio moral es él mismo una especiede sentimiento. L. MI.V.