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EL REALISMO QUE ATRAPA

Abordar la pintura de Benito Cerna es transitar por un camino que atrapa, que conduce por múltiples
senderos a una felicidad visual que se convierte casi que inmediatamente en magia, palabra que
contiene la esencia de la pincelada de Benito, pues más allá de toda realidad, la obra de Benito crea
un mundo propio, en el cual lo mismo es diferente, así como suena, lo igual, lo cotidiano, lo evidente
es convertido por este artista en algo diferente, ya que en su obra se impregna un ser lleno de
comunicación, de color, de contraste, de vida, de alegoría, su pintura es un encaje a la mirada, donde
las formas llevan al infinito, donde los colores se convierten en cascadas que caen y no terminan.

Cada vez que contemplo una obra de este artista, descubro ese lenguaje intuitivo y directo que
comunica lo visual con las emociones, ya que a través de la mirada, nuestro ser se llena de regocijo,
admiración, color, me impacta ese tránsito directo que impone su pintura frente a la forma visual, que
finalmente se convierte en emoción, es ahí donde Benito con su pincelada, transforma la
contemplación visual del espectador, en un mensaje que se descifra ante los ojos y se revela como
alegría.

Cómo complace mirar sus composiciones y sus personajes que habitan algunas veces en escenarios
arquitectónicos, otras en un claro oscuro romántico e incluso en fondos claros, sin que por ello el
contenido de las imágenes se afecte en lo más mínimo, en otras palabras, Benito es un pintor de un
universo tal, que no requiere un fondo cromático determinado para transmitir su fuerza visual, que no
solo la transmite en la limpieza de su pincelada, sino en la fuerza de la espátula que con su capas
pictóricas alimenta al espectador, llevándolo a soñar despierto, pues su obra es eso, un homenaje a
los sueños, a través del color, la composición y esa fuerza visual que de ella fluye.

En las obras de Benito está inmersa una maestría universal, se trata de una pintura que no requiere
intrincadas explicaciones, pues su fuerza visual lo es todo, su color trasciende y emerge con tal fuerza,
que el espectador a través de sus emociones converge en una aceptación inmediata del color y las
formas de la imagen, identifica la emoción, es una pintura con sentimiento, que lleva en sus pinceladas
y su espátula incluida el alma del artista, por ello, predico que se trata de un maestro, no de un pintor
más.

En mi tránsito por el arte, he visto muchos artistas, muchos pintores, grandes maestros, por ello, me
atrevo a afirmar que Benito Cerna León, tiene cualidades excelsas que me llevan a calificarlo como un
maestro, pues sus obras transmiten, y de qué manera, con que fuerza, impactan, llegan al alma, por
eso, afirmo que su pintura de lenguaje universal, actual y en ocasiones contemporáneo, solo requiere
ser mirada sin prejuicios para recrearse y contemplarla como lo que es, una obra de arte de impecable
factura.

JORGE DIEGO ZAPATA LONDOÑO

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