You are on page 1of 42

ARQUEOLOGÍA DE LA

VERTIENTE ORIENTAL
SURANDINA
Interacción macro-regional,
materialidades, economía y ritualidad

Beatriz N. Ventura, Gabriela Ortiz y María Beatriz Cremonte


(editoras)
ARQUEOLOGÍA DE LA VERTIENTE ORIENTAL SURANDINA
Interacción macro-regional, materialidades,
economía y ritualidad

Beatriz N. Ventura, Gabriela Ortiz y María Beatriz Cremonte


(editoras)

Buenos Aires
2017
Arqueología de la vertiente oriental Surandina : interacción macro-regional, materialidades,
economía y ritualidad / Beatriz N. Ventura ... [et al.]; compilado por Beatriz N. Ventura;
Gabriela Ortiz; María Beatriz Cremonte. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Sociedad Argentina de Antropología, 2017.
Libro digital, PDF - (Publicaciones de la Sociedad Argentina de Antropología / Leandro
Hernán Luna )

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-1280-32-2

1. Arqueología. I. Ventura, Beatriz N. II. Ventura, Beatriz N., comp. III. Ortiz, Gabriela,
comp. IV. Cremonte, María Beatriz, comp.
CDD 930.1

Publicaciones de la Sociedad Argentina de Antropología


Responsable:
Dra. María Florencia Becerra. CONICET, Instituto de Arqueología, Facultad de
Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires).
edicionessaa@gmail.com

Libro co-editado por Beatriz N. Ventura, Gabriela Ortiz y María Beatriz Cremonte.

Ilustraciones de tapa: Carla Jaimes Betancourt, Fabiana Bugliani, Gabriela Ortiz y


Beatriz Ventura
Armado y diagramación: Beatriz Bellelli

© 2017, by Sociedad Argentina de Antropología

Sociedad Argentina de Antropología


Moreno 350. (1091) Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
edicionessaa@gmail.com
www.saantropologia.com.ar

ISBN 978-987-1280-32-2

Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723


Impreso en Argentina – Printed in Argentina

Este libro es una Co-edición de la Sociedad Argentina de Antropología. El Co editor


asume toda la responsabilidad del mismo, desligando a la Sociedad de las acciones
civiles y penales que pudieran surgir por la publicación de su obra. Declara que
el Libro es de su exclusiva autoría/ de la exclusiva autoría de los autores de cada
capítulo, por lo que el/ella/ellos serán el/los único/s responsable/s ante cualquier
reclamo de terceros y cualquier acción civil o penal que surja con motivo de la edición
y/o publicación de su obra por motivos de su contenido, plagio o paternidad de la
obra, coautoría, injurias, etc. y, en general, ante cualquiera de las responsabilidades
establecidas en la legislación sobre propiedad intelectual y normas reglamentarias,
asumiendo frente a la Editorial todos los daños y perjuicios que pudieren ocasionarle
por tales motivos.
En recuerdo de Ana María Lorandi y Lidia Baldini
Arqueología de la vertiente oriental Surandina.
Interacción macro-regional, materialidades, economía y ritualidad

ÍNDICE

Lista de Autores 8

Lista de Evaluadores 12

AGRADECIMIENTOS 13

PRESENTACIÓN 14

LA VERTIENTE ORIENTAL

Jaimes Betancourt, Carla. Diferencias cronológicas, funcionales y


culturales en la cerámica de los llanos de Mojos, Beni - Bolivia 25

Ortiz, Gabriela; Pablo Mercolli y Violeta A. Killian Galván. Nuevas


evidencias en el estudio de la economía y dieta en poblaciones tempranas
de la cuenca del San Francisco (800 a.C.-500 d.C.) 51
DEBATE 71

Quesada, Marcos N. La periferia desde la periferia. Arqueología de las


sierras de El Alto - Ancasti 79
DEBATE 99

Gordillo, Inés; Verónica Zuccarelli y Luciana Eguia. Las casas del sol
naciente. Arqueología de la vertiente oriental de El Alto - Ancasti 111
DEBATE 131

Cremonte, María Beatriz. Materialidades tardías de la dominación


incaica en áreas meridionales de Jujuy 135
DEBATE 159

Ventura, Beatriz N. La ocupación inca en los valles orientales del norte


de Salta (Argentina) 171
DEBATE 198

Cruz, Pablo. Memorias de montañas y metales. Incas y chiriguanaes en el


este de los Andes 205
DEBATE 228
Taboada, Constanza. Espacio, cultura material y procesos sociales
tardíos en la llanura santiagueña. Modelo para pensar las poblaciones
de la región 237
DEBATE 261

ÁREAS Y TEMÁTICAS VINCULADAS CON LA VERTIENTE ORIENTAL

Lema, Verónica S. Geografías y prácticas: plantas que circulan, que se


quedan y que se van para no volver 267
DEBATE 276

Scaro, Agustina. Hacia las tierras altas. Cerámica de la tradición San


Francisco en Tumbaya (quebrada de Humahuaca, Jujuy) 279
DEBATE 291

Leoni, Juan Bautista. Presencia de cerámica con decoración reticulada


aplicada en Antumpa, sector norte de la quebrada de Humahuaca:
aportes a la caracterización temporal y espacial del Complejo Arasayal 293
DEBATE 305

Pereyra Domingorena, Lucas. Las vinculaciones de la cerámica formativa


del sur Calchaquí con la vertiente oriental del NOA 311
DEBATE 321

Oliszewski, Nurit; Mario Caria y Jorge Martínez. Bienes alóctonos y sus


implicancias en la quebrada de Los Corrales (El Infiernillo, Tucumán)
durante el primer milenio d.C. 329
DEBATE 342

Franco Salvi, Valeria y Julián Salazar. Una ofrenda como acto fundacional
de estructuras de cultivo. Primer milenio de la era en el valle de Tafí
(provincia de Tucumán, Argentina) 347
DEBATE 356

López Campeny, Sara M. L.; Andrés S. Romano; M. Fernanda


Rodríguez; Mariano H. Corbalán y Álvaro R. Martel. De lazos familiares
a redes sociales: nuevos aportes para la discusión de interacciones entre
poblaciones de la Puna y las tierras bajas orientales 359
DEBATE 373

Angiorama, Carlos; Constanza Taboada; Silvina Rodríguez Curletto;


Ezequiel Del Bel; Diego Leiton y Emiliano Azcona. Investigaciones
arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño (Copo, Santiago del
Estero) 383

Lamenza, Guillermo; Gonzalo Garizoain; Mariano Delledone; Elina


Silvera y Horacio Calandra. Arqueología del Chaco meridional: avances 401
en las investigaciones del sector Ribereño Paraguay-Paraná
DEBATE 409

Díaz, María Etelvina. Urnas del Candire. Perduración de prácticas


funerarias en la comunidad Chané de Campo Duran (Salta) 411
DEBATE 422
Arqueología de la vertiente oriental Surandina.
Interacción macro-regional, materialidades, economía y ritualidad

LISTA DE AUTORES

Angiorama, Carlos. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES), Instituto de
Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo,
Universidad Nacional de Tucumán.

Calandra, Horacio. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET), Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional
de La Plata.

Caria, Mario. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Instituto de Geociencias y Medioambiente (INGEMA).
Universidad Nacional de Tucumán.

Corbalán, Mariano. Instituto Interdisciplinario de Estudios Andinos


(INTERDEA). Universidad Nacional de Tucumán.

Cremonte, María Beatriz. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas


y Técnicas (CONICET) - Instituto de Ecorregiones Andinas (INECOA).
Instituto de Geología y Minería (IDGyM). Universidad Nacional de Jujuy.

Cruz, Pablo. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales Regionales y
Humanidades (CISOR). Universidad Nacional de Jujuy.

Del Bel, Ezequiel. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES), Instituto de
Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo,
Universidad Nacional de Tucumán.

Delledone, Mariano. Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad


Nacional de La Plata.

Díaz, María Etelvina. Museo de Antropología de Salta. Universidad Nacional


de Salta.

Eguia, Luciana. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


Lista de autores 9

(CONICET)-Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras,


Universidad de Buenos Aires.

Franco Salvi, Valeria. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET) - Instituto de Humanidades (IDH). Universidad
Nacional de Córdoba.

Garizoain, Gonzalo. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad


Nacional de La Plata.

Gordillo, Inés. Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras.


Universidad de Buenos Aires.

Jaimes Betancourt, Carla. Institut für Archäologie und Kulturanthropologie


Abt. Für Altamerikanistik, Universität Bonn.

Killian Galván, Violeta. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET) - Instituto de Geocronología y Geología Isotópica
(INGEIS), Universidad de Buenos Aires.

Lamenza, Guillermo. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET), Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad
Nacional de La Plata.

Leiton, Diego. Instituto de Arqueología y Museo, Laboratorio de


Investigaciones Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de
Tucumán (LIGIAAT), Universidad Nacional de Tucumán.

Lema, Verónica. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET), Laboratorio de Etnobotánica y Botánica Aplicada -
Departamento Científico de Arqueología. Facultad de Ciencias Naturales y
Museo, Universidad Nacional de La Plata.

Leoni, Juan Bautista. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET), Escuela de Antropología, Facultad de Humanidades y
Artes, Universidad Nacional de Rosario.

López Campeny, Sara. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas


y Técnicas (CONICET) - Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES),
Instituto de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto
Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.

Martel, Álvaro. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


10 Lista de autores

(CONICET) - Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES), Instituto de


Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo,
Universidad Nacional de Tucumán.

Martínez, Jorge. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES). Instituto de
Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo,
Universidad Nacional de Tucumán.

Mercolli, Pablo. Instituto Interdisciplinario Tilcara, Facultad de Filosofía y


Letras, Universidad de Buenos Aires.

Oliszewski, Nurit. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES). Facultad de
Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.

Ortiz, Gabriela. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales Regionales y
Humanidades (CISOR). Universidad Nacional de Jujuy.

Pereyra Domingorena, Lucas. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas


y Técnicas (CONICET) - Instituto de las Culturas (IDECU). Museo Etnográfico,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Quesada, Marcos. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET). Universidad Nacional de Catamarca.

Rodríguez, María Fernanda. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas


y Técnicas (CONICET). Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento
Latinoamericano.

Rodríguez Curletto, Silvina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas


y Técnicas (CONICET) - Departamento de Ciencias Naturales, Facultad de
Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, Universidad Nacional de Río
Cuarto.

Romano, Andrés. Instituto de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias


Naturales e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.

Salazar, Julián. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET) - Instituto de Estudios Históricos. Universidad Nacional de
Córdoba.
Lista de autores 11

Silvera, Elina. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional


de Catamarca.

Scaro, Agustina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


(CONICET)-Instituto de Ecorregiones Andinas (INECOA). Universidad
Nacional de Jujuy.

Taboada, Constanza. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET)-Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES). Instituto
de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel
Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.

Ventura, Beatriz N. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET)-Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires.

Zuccarelli, Verónica. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y


Técnicas (CONICET)-Centro de Investigaciones y Transferencia de Catamarca
(CITCA). Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca.
Arqueología de la vertiente oriental Surandina.
Interacción macro-regional, materialidades, economía y ritualidad

LISTA DE EVALUADORES

Albeck, María Ester. CONICET - Universidad Nacional de Jujuy.

Baldini, Lidia †. CONICET - Universidad Nacional de La Plata.

Braunstein, José. CONICET.

Calla Maldonado, Sergio Alejandro. Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia.

Cerutti, Carlos. CONICET.

Cornejo Guerrero, Miguel. Instituto Riva Agüero, Pontificia Universidad


Católica del Perú, Perú.

De Feo, María Eugenia. CONICET - Universidad Nacional de La Plata.

Farrington, Ian. University of Camberra, Australia.

Hilgert, Norma. CONICET - Universidad Nacional de Misiones.

Korstanje, María Alejandra. CONICET - Universidad Nacional de Tucumán.

Lima, Helena. Museu Paraense Emilio Goeldi-Universidad Federal del


Amazonas, Brasil.

López, Gabriel. CONICET - Universidad de Buenos Aires.

Lorandi, Ana María †. CONICET - Universidad de Buenos Aires.

Presta, Ana María. CONICET - Universidad de Buenos Aires.

Puente, Verónica. CONICET - Universidad Nacional de Mar del Plata.


Ratto, Norma. Museo Etnográfico - Universidad de Buenos Aires.

Rivera Casanova, Claudia. Universidad Mayor de San Andrés, Bolivia.

Rivolta, María Clara. Universidad Nacional de Salta.

Yacobaccio, Hugo. CONICET - Universidad de Buenos Aires.


Arqueología de la vertiente oriental Surandina.
Interacción macro-regional, materialidades, economía y ritualidad

AGRADECIMIENTOS

El TANOA III pudo realizarse gracias a la colaboración de distintas perso-


nas e instituciones. Nuestro agradecimiento al Consejo Nacional de Investiga-
ciones Científicas y Técnicas (CONICET), a la Agencia Nacional de Promo-
ción Científica y Tecnológica (ANPCyT) y a la Universidad Nacional de Jujuy
(UNJu), de los cuales recibimos subsidios. Al Centro Regional de Estudios
Arqueológicos (CREA) de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
de la UNJu. A la Dra. Liliana Lupo, Secretaria de Ciencia y Técnica y Estudios
Regionales (SECTER) de la UNJu por su apoyo y participación. A la Carrera
de Comunicación Social por facilitar los equipos de audio y a los alumnos de
dicha Carrera y de la Carrera de Antropología que colaboraron en diferentes
tareas. A la Sociedad Argentina de Antropología por la edición digital de esta
obra. Un especial reconocimiento merece el trabajo de edición que realizó
la Dra. María Florencia Becerra para la Sociedad Argentina de Antropología.
Nuestro mayor agradecimiento a los evaluadores de los trabajos y especial-
mente a los autores, quienes en el transcurso de este prolongado proceso de
edición nos han demostrado su permanente apoyo y colaboración.
Arqueología de la vertiente oriental Surandina.
Interacción macro-regional, materialidades, economía y ritualidad

PRESENTACIÓN

Beatriz N. Ventura, Gabriela Ortiz y María Beatriz Cremonte

En esta obra se reúne un conjunto de investigaciones articuladas con el


propósito de contribuir al conocimiento de las sociedades que, en el pasado,
habitaron diversos sectores de la vertiente oriental andina del Noroeste de
Argentina y de Bolivia.
La temática general abordada en este libro fue desarrollada en el marco
del Tercer Taller Internacional de Arqueología del Noroeste argentino (NOA) y Andes
centro-sur. Arqueología y etnohistoria de la vertiente oriental de los Andes de Argenti-
na y Bolivia (TANOA III). El evento se celebró en la ciudad de San Salvador
de Jujuy en noviembre de 2011 y fue organizado por Gabriela Ortiz y María
Beatriz Cremonte del Centro Regional de Estudios Arqueológicos (CREA)
de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Na-
cional de Jujuy y por Beatriz N. Ventura del Instituto de Arqueología de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Las tres son
investigadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET).
El primer Taller Internacional de Arqueología del Noroeste argentino y Andes Cen-
tro-Sur (TANOA I) fue gestado por investigadores de la Sección de Arqueología
del Instituto de Ciencias Antropológicas, hoy Instituto de Arqueología, de
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El Taller
se llevó a cabo en agosto de 2004 en Buenos Aires reuniendo a destacados
arqueólogos nacionales y del extranjero, quienes realizan sus investigaciones
en Sudamérica. Las temáticas desarrolladas en esa oportunidad fueron: Cro-
nología, Interacción y Complejidad en el NOA y en Chile, Bolivia (Tiwanaku)
y Perú. Como resultado de las ponencias, los debates y las conferencias se pu-
blicó, en 2007, el libro Sociedades Precolombinas Surandinas editado por Veróni-
ca Williams (CONICET), Beatriz N. Ventura (CONICET), Adriana Callegari
(UBA) y Hugo Yacobaccio (CONICET), organizadores del encuentro.
El segundo Taller Internacional de Arqueología del Noroeste argentino y Andes
Centro-Sur (TANOA II) se llevó a cabo en Jujuy en abril de 2009 y su temática
trató sobre las tierras altas andinas en momentos tardíos, incaicos y coloniales.
Fue organizado por María Ester Albeck (CONICET), María Beatriz Cremon-
te (CONICET) y Marta Ruíz del Centro Regional de Estudios Arqueológicos
(CREA) de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Ju-
juy. En este caso la organización incluyó una recorrida por diversos sitios ar-
Presentación 15

queológicos e históricos de la Puna jujeña, discutiendo en el campo los temas


propuestos. En esta oportunidad se agregó la etnohistoria a la problemática
arqueológica. Los invitados al Taller fueron investigadores nacionales, de Chi-
le, Perú, Bolivia y de Estados Unidos que trabajan en Perú. Posteriormente,
ya en la ciudad de San Salvador de Jujuy, el Taller se desarrolló con las ponen-
cias de los investigadores invitados y las reflexiones de los comentaristas. En
esta etapa se permitió la participación como asistentes de otros investigadores,
graduados y alumnos. Como resultado del encuentro se halla en elaboración
un libro.
El tercer TANOA ha elegido como temática a otro sector de los Andes, su
vertiente oriental. Esta decisión obedeció a que es una de las regiones que,
junto con el Chaco, ha sido poco estudiada en lo que se refiere a la historia
de sus poblaciones tanto prehispánicas como posthispánicas. Por esta razón
adolece de un vacío de información que la distingue, lamentablemente, de las
regiones vecinas del NOA, situación que también se traslada a Bolivia. Es por
ello que en este Taller se quiso reunir a investigadores que han organizado
y/o participado en reuniones previas con temáticas centradas en los valles
orientales de Argentina y Bolivia. Nos referimos a reuniones tales como: El I
Simposio Internacional de Tierras Bajas, Pedemonte Andino y oriente de Argentina y
Bolivia (Jujuy, 1997); los Simposios de Valles Interandinos y de Tierras Bajas
del I Congreso de Arqueología de Bolivia (La Paz, 2004) o el Simposio de Tierras
Bajas del 5º Congreso de la Asociación de Estudios Bolivianos (Sucre, 2009). Asi-
mismo, se destacó, por primera vez dentro de los Congresos Nacionales de
Arqueología Argentina, un Simposio sobre “La vida en la frontera. Arqueolo-
gía en la vertiente oriental de los Andes”, en el XVII CNAA (Mendoza, 2010).
Todo esto muestra que a lo largo de los últimos diez años han aumentado no-
tablemente las investigaciones en estas regiones de Argentina y Bolivia, visua-
lizándose su relevancia en la comprensión de los procesos macro-regionales.
La información brindada en esta obra permitirá percibir la complejidad y
diversidad de los procesos culturales prehispánicos y coloniales en un ámbito
que, a pesar de ser vastísimo, fue tradicionalmente concebido como un terri-
torio “periférico y secundario” respecto de las tierras altas. Hoy sabemos que
estos mundos considerados erróneamente como irreconciliables y opuestos,
se han retroalimentado a través de seculares procesos de interacción, y que
la compleja identidad andina es una recreación y negociación permanente
entre sus multifacéticas particularidades sociales y ambientales.
Este libro refleja los resultados de investigaciones que se llevan a cabo des-
de hace años en las regiones ubicadas al oriente de los Andes de Bolivia y Ar-
gentina, incluyendo también recientes estudios en estos territorios orientales.
Aquellos investigadores con una mayor trayectoria de trabajo fueron invita-
dos especialmente a participar en el Taller. De allí que sus presentaciones y
consiguientes artículos sean más extensos por abordar temáticas con mayor
amplitud y detalle.
16 Presentación

Otras contribuciones de menor extensión corresponden a investigadores


que, aunque sus estudios no se desarrollan estrictamente en el ámbito orien-
tal, presentan problemáticas vinculadas con las antiguas poblaciones que ocu-
paron la vertiente oriental andina.
Fueron invitados como asistentes al Taller los Drs. Verónica Williams, Axel
Nielsen, María Ester Albeck y Liliana Lupo, quienes participaron activamente
de los debates generados luego de las presentaciones.
La obra consta de dieciocho artículos los cuales fueron sometidos a arbitra-
je en su totalidad. La lista de evaluadores se detalla en la página 12.
Con el propósito de ofrecer al lector los debates generados luego de cada
presentación, agregamos la transcripción a continuación de cada trabajo. Los
mismos fueron remitidos a los autores para su revisión. Lamentablemente,
por problemas técnicos de sonido, no pudieron grabarse dos de ellos, por lo
cual pedimos disculpas a los colegas Carlos Angiorama, Constanza Taboada,
Silvina Rodríguez Curletto, Ezequiel del Bel, Diego Leiton y Emiliano Azco-
na, así como a Carla Jaimes Betancourt. También, debido a los mencionados
problemas con la grabación de los debates, la desgrabación de los mismos se
fue dilatando. Esta demora se extendió con la edición de las transcripciones.
Todo ello fue causa del retraso en la publicación de este libro y razón por la
cual en algunos trabajos ciertos datos vieron la luz en publicaciones previas.

LA VERTIENTE ORIENTAL

Bajo este título se abordan diversas temáticas. En primer lugar, el trabajo


de Carla Jaimes Betancourt avanza en el estudio comparativo de la cerámica
procedente de varios sitios arqueológicos contemporáneos de la región de
los Llanos de Mojos (Bolivia), asociados a distintas obras de tierra (montí-
culos, plataformas elevadas de cultivo y zanjas). Como la autora menciona,
a pesar de que existen numerosos relatos que describen a esta región como
multiétnica, es poco lo que se sabe acerca de las poblaciones que la ocuparon
y, menos aún, sobre la naturaleza de las relaciones que establecieron entre sí.
Sobre la base de los trabajos de campo llevados a cabo por diferentes equipos
de investigación, la interpretación estratigráfica de los lugares excavados, los
fechados radiocarbónicos y el análisis de las diferentes fases cerámicas, Jaimes
Betancourt discute las implicancias cronológicas, funcionales y ocupacionales
de los sitios con montículos. A su vez, analiza vínculos entre sus constructores
sobre la base de la cerámica, que tuvo una duración de casi 1.000 años. La
diversidad cultural de la región estuvo caracterizada por desarrollos simul-
táneos, con distintas fases y tradiciones cerámicas en diferentes lugares. Sin
embargo, aún no se ha explorado la dinámica de las relaciones sociales entre
estas poblaciones. Por ejemplo, y a partir de diferentes relatos históricos, es
muy probable que hayan existido fricciones entre grupos vecinos, lo que se
Presentación 17

vería reflejado en la delimitación de territorios y áreas de ocupación. La auto-


ra propone que el correlato material de esta situación puede ser la existencia
de diferentes tipos decorativos cerámicos que comparten iguales escenarios
geográficos y temporales.
Más al sur, en el Noroeste argentino (NOA), el trabajo de Gabriela Ortiz,
Pablo Mercolli y Violeta Killian Galván, se enfoca en un aspecto puntual y no
escrutado de las poblaciones que ocuparon la región de los valles pedemonta-
nos de la provincia de Jujuy: las estrategias económicas desarrolladas por estos
grupos durante el momento Formativo. Se discuten los modelos que fueran
formulados desde la década de 1970 en relación a las opciones de explotación
de diferentes clases de recursos y su vinculación con el emplazamiento de los
sitios arqueológicos. Sobre la base de análisis de isótopos estables de carbono
y nitrógeno y del registro arqueofaunístico se evalúan los diferentes patrones
dietarios y la utilización de diversos recursos por parte de las denominadas
sociedades “San Francisco”. La combinación entre ambas fuentes de datos
permite una primera aproximación a las diferentes opciones alimentarias a
lo largo de una secuencia de más de 1.000 años. La evidencia apuntaría a un
tipo de estrategia económica “mixta”, permitiendo la reflexión acerca de las
elecciones realizadas por individuos de una misma población que ocuparon
ambientes similares en relación a las distintas clases de recursos disponibles.
Los siguientes dos trabajos se desarrollan en las serranías de El Alto - Ancas-
ti, en Catamarca. Allí Marcos N. Quesada plantea un modelo sobre el modo
de vida campesino en esas serranías, durante el primer milenio d.C. Este mo-
delo aporta una nueva e interesante perspectiva para el análisis de áreas tra-
dicionalmente consideradas periféricas y dependientes. Las serranías de El
Alto - Ancasti fueron interpretadas como una zona de frontera donde podían
obtenerse recursos exóticos como el cebil (asociados a las magníficas repre-
sentaciones rupestres Aguada) y donde la economía de base era la pastoril.
Sin embargo, la incorporación y sistematización de nuevas evidencias sobre
asentamientos y áreas agrícolas refleja un modo de vida aldeano con fuerte
énfasis en la agricultura. Estas nuevas evidencias son interpretadas como fac-
tores estructurantes de un paisaje aldeano y ritual que vigoriza lo “local”, otor-
gándole identidad y protagonismo en los procesos de interacción regional.
También Inés Gordillo, Verónica Zuccarelli y Luciana Eguia se focalizan
en los paisajes sociales de la sierra de El Alto - Ancasti, en Catamarca, un
área donde confluyen los ambientes de Pastizales de Altura, Bosque Serrano
(Yungas) y vegetación arbustiva del Chaco Semiárido, existiendo amplia co-
nectividad entre ellos. Las autoras señalan que en los Pastizales de Altura se
habrían desarrollado comunidades autosuficientes y políticamente indepen-
dientes, en las cuales los sectores agrícolas y residenciales estuvieron directa-
mente vinculados. Dada la uniformidad presente en los estilos cerámicos y,
en congruencia con las dataciones, la zona habría sido ocupada únicamente
durante el Período de Integración Regional. El Alto - Ancasti habría confor-
18 Presentación

mado una probable esfera de interacción conjuntamente con el valle central


de Catamarca y el valle de Ambato, pero con la modalidad de combinar la
dinámica de la interacción paralelamente con el desarrollo de aldeas estables,
configurando un nuevo tipo de paisaje social en la región.
El trabajo de María Beatriz Cremonte aborda aspectos ligados a las mo-
dalidades de ocupación y control que los incas habrían ejercido en el sector
centro-sur de la región de la quebrada de Humahuaca y su borde oriental,
en momentos tardíos de la dominación imperial. A partir de la descripción
de diferentes sitios arqueológicos, paisajes sociales y de las discrepancias en
los patrones de consumo de estilos cerámicos, se discute la importancia que
tuvo para el incario la ocupación de los valles ubicados al oriente de la que-
brada de Humahuaca. Sostiene que, durante su anexión al Tawantinsuyu, la
franja oriental habría estado sometida a diversos procesos de reorganización
e intensificación de la explotación de recursos locales. Los sitios considerados
guarniciones habrían sido instalados para proteger los pasos de acceso y los
asentamientos destinados a la extracción de recursos. Las diferencias en los
patrones de consumo de la cerámica en los distintos sitios reflejarían, tanto
el interés por reforzar la afiliación al Imperio, como conductas idiosincráticas
locales de producción. A partir de las evidencias presentadas se plantean pa-
ralelos cronológicos con sitios de otras zonas, situaciones de dinámica social
entre grupos quebradeños y subandinos, así como de interacciones con gru-
pos de la llanura chaqueña en áreas fronterizas porosas.
Beatriz N. Ventura se enfoca en una región escasamente investigada en
el norte de Argentina: los valles que se ubican al este de la Cordillera Orien-
tal, específicamente los valles de Nazareno, Bacoya e Iruya, en el norte de la
actual provincia de Salta. Estos valles han sido considerados, tanto desde la
historia como desde la arqueología, un sector de la frontera sur-oriental del
Tawantinsuyu. Sobre la base de diversos trabajos de campo, del estudio de la
geología regional, la revisión de antiguas colecciones depositadas en distintos
museos, producto de excavaciones de la década de 1930, de análisis especí-
ficos de algunos materiales arqueológicos y del estudio de documentación y
cartografía histórica, Ventura propone la distinción de dos sectores, uno con
funciones administrativas, agrícolas y de control-dominación simbólica, y otro
con funciones minero-metalúrgicas y agrícolas. Tales zonas especializadas de
producción habrían respondido a los requerimientos del poder central. La
propuesta innovadora es que los incas ocuparon este sector oriental de las
serranías de Santa Victoria con fines minero-metalúrgicos y que la re-localiza-
ción de poblaciones de mitmaqkuna, y de grupos jerarquizados y el desarrollo
agrícola se debieron a esos requerimientos. Además, se discuten algunas de
las características de los paisajes donde se encuentran emplazados los sitios
arqueológicos, que tienen claras connotaciones sagradas.
En el este boliviano, en otro sector con escasas investigaciones arqueo-
lógicas, en la llamada Cordillera Chiriguana, Pablo Cruz, con información
Presentación 19

aportada por la documentación histórica y el registro arqueológico, reflexio-


na sobre la gravitación de ese sector de la Montaña y las tierras bajas en los
procesos históricos y las dinámicas culturales durante la conquista incaica en
los territorios orientales. Refiere que desde el inicio de la conquista hispana el
término “chiriguana” fue utilizado de diversas maneras para designar a otros
referentes y no a los grupos guaraníes que ocupaban el pedemonte oriental.
La documentación temprana pudo haber referido a un espacio en el norte de
Chile o a regiones del Noroeste argentino, mientras que posteriormente supo
aludir a pueblos “salvajes”. Cruz utiliza la documentación para registrar la ex-
pansión incaica hacia el oriente boliviano, con la construcción de Samaipata,
las alianzas con los señores locales y el traslado de poblaciones para el trabajo
en las cercanas minas de plata y cobre de Saipuru y de oro en Pampaguana-
co, y la violenta incursión de los guaraníes sobre esos asentamientos incas.
Las prospecciones arqueológicas en este sector registran sitios que pueden
relacionarse con los mencionados en la documentación de Alcaya y detec-
tan cerámicas de diferentes procedencias, así como también ocupaciones con
evidencias de actividades metalúrgicas y orfebres, registrando, además, sitios
pre-incaicos. Cruz propone en Saipuru la existencia de una sociedad local
compleja ocupando ese territorio previamente a la entrada incaica.
Constanza Taboada pone a consideración un modelo para pensar a las
poblaciones tardías de la llanura de Santiago del Estero, analizando la variabi-
lidad material y espacial de ese territorio. Pretende, después de analizar una
multiplicidad de datos y propuestas, aportar a una lectura más dinámica sobre
la diversidad, tanto del registro arqueológico como de las diferencias ambien-
tales de la región santiagueña. Para ello, estudia los materiales de distintas
colecciones, registra los aportes de investigaciones arqueológicas previas, e in-
corpora nuevos trabajos de campo y estudios etnológicos e históricos. Propo-
ne re-pensar una nueva manera de ver ese espacio y a sus poblaciones, alejada
de los viejos esquemas de lo andino versus las tierras bajas, ya que el territorio
santiagueño parece ser un complejo punto de encuentro entre los desarrollos
locales y las poblaciones andinas, mostrando que los procesos se mantuvieron
en el tiempo y fueron aprovechados para establecer y sostener redes sociales
de amplio alcance.
Por otro lado, las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en otras
regiones del Noroeste argentino, en las cuales se presentan temáticas que las
relacionan con la vertiente oriental andina, muestran la importante dinámica
poblacional que vinculó macro-regiones del Noroeste de Argentina, así como
las grandes distancias geográficas y espaciales que fueron cubiertas por la cir-
culación de materialidades diversas.
Además, el conocimiento de la dinámica e interacción entre sociedades de
diversos ambientes ha permitido enriquecer los debates acerca de procesos
de diferente naturaleza en temas relacionados con la espacialidad, economía,
materialidades y cronología.
20 Presentación

AREAS Y TEMÁTICAS VINCULADAS CON LA VERTIENTE ORIENTAL

Las sociedades que ocuparon el Noroeste argentino antes de la llegada


europea reconsideraron los límites de la distribución de ciertas plantas y las
tierras bajas jugaron un importante papel en ese aspecto. Verónica S. Lema,
desde una perspectiva de análisis paleobotánico, identifica y analiza los restos
vegetales de plantas útiles. A partir de sus trabajos realizados en sitios arqueo-
lógicos en distintos ambientes del NOA, destaca que no se puede hablar de
una tendencia lineal desde la recolección a la domesticación, sino que a lo lar-
go del tiempo se registran distintas prácticas de manejo de las plantas, en las
que hay un intercambio desigual en donde las tierras bajas han contribuido
más como donante que como receptores de recursos vegetales, siendo además
un reservorio de diversidad biocultural en el Noroeste argentino.
En la quebrada de Humahuaca, la cerámica es analizada como indicador
de relaciones con la vertiente oriental en dos trabajos. Agustina Scaro aporta
nueva información al conocimiento de la distribución geográfica de la cerá-
mica San Francisco en sectores meridionales de la quebrada de Humahuaca.
En su trabajo, compara a nivel iconográfico y petrográfico los fragmentos ha-
llados en superficie en el área agrícola de Raya Raya con el conjunto alfarero
encontrado hace unos años en el Pucara de Volcán, fechados a inicios de la
era cristiana. Scaro plantea la contemporaneidad de todas estas alfarerías que
habrían formado parte de un paisaje construido desde la cuenca del río San
Francisco, a partir de la circulación de personas y objetos. La ampliación del
área sanfranciscana hacia ambientes occidentales diferentes implicaría, a su
vez, situaciones de negociación con grupos quebradeños.
También el trabajo de Juan B. Leoni aporta nueva información acerca de
un estilo cerámico inusual en el registro arqueológico de la región de la que-
brada de Humahuaca. Se trata del hallazgo, en el sitio Antumpa, de una serie
de fragmentos cerámicos que, por sus características macroscópicas, podrían
ser vinculados al denominado “Complejo alfarero Arasayal”. Este último está
asociado a una distribución espacial discreta en el sector de Selva Montana y
Pedemontana al oeste del río Bermejo. Los hallazgos en Antumpa incluyen
una pequeña cantidad de fragmentos, todos ellos recuperados en un sector
acotado del sitio. Las características decorativas, morfológicas y de pastas de
los tiestos, marcan una clara discrepancia con el material cerámico más abun-
dante recobrado. Resulta interesante no sólo la presencia de este estilo ce-
rámico en el lugar, sino también su asignación cronológica sobre la base de
los fechados obtenidos, que lo ubican a mitad del primer milenio de la era.
El autor discute algunas de las posibles implicancias de la presencia de estos
materiales, que incluye desde variaciones regionales del estilo, dinámicas de
interacción entre poblaciones de diferentes regiones, aspectos simbólicos de
consumo vinculado a cerámicas de prestigio, y caracterización temporo-espa-
cial, entre otras.
Presentación 21

A partir de estudios cerámicos petrográficos y químicos Lucas Pereyra Do-


mingorena aporta interesantes datos sobre las vinculaciones entre las alfare-
rías tempranas del sur del valle Calchaquí y de la vertiente oriental del NOA.
El autor hace especial referencia al estilo Vaquerías, sumándose a uno de los
temas que se han reiterado en los debates a lo largo del Taller, el del origen
probable de estas alfarerías. Pereyra Domingorena plantea el ingreso al valle
Calchaquí de piezas Vaquerías desde el valle de Lerma durante los primeros
siglos de la era como resultado de redes de circulación activas y de procesos
de interacción regional.
Nurit Oliszewski, Mario Caria y Jorge Martínez avanzan en el tratamiento
de la circulación de bienes e información a escala micro y macro-regional.
Trabajan en la quebrada de Los Corrales, a 3.100 msnm, en el Noreste de
Tucumán y evalúan la presencia de materiales arqueológicos provenientes
de sectores orientales. Aunque el área de investigación cuenta con una larga
historia ocupacional ellos tratan el registro entre 1750-1550 años AP. En el
núcleo aldeano de Puesto Viejo hallan, en superficie, cerámica de estilo Va-
querías y en las excavaciones en Cueva de Los Corrales 1, datada en 2100 AP,
registran restos de plantas alimenticias. La cerámica Vaquerías como algunas
de las plantas, provendrían del piedemonte salteño y/o de áreas aledañas del
piedemonte tucumano. En cuanto a los vegetales silvestres y cultivados pro-
vendrían de los valles y el piedemonte salteño y/o tucumano. Los autores
registran una alta proporción de cerámica Vaquerías, por lo que consideran
la posibilidad de una fluida comunicación con algunas poblaciones del pie-
demonte salteño-tucumano durante los primeros siglos del primer milenio
d.C. Proponen que la presencia de esos bienes alóctonos se debió al inter-
cambio con poblaciones de regiones como el piedemonte salteño-tucumano,
así como las de áreas semiáridas del valle de Santa María, jugando un rol de
importancia, generando beneficiosas vías de alianzas entre ciertos grupos de
estas regiones.
Valeria Franco Salvi y Julián Salazar llevan a cabo investigaciones arqueoló-
gicas en el valle de Tafí, en la provincia de Tucumán. Aquí analizan un evento
registrado en una estructura de cultivo en el asentamiento aldeano de La
Bolsa 1, datado entre 70 y 220 d.C. El hallazgo de una estructura de piedra
bajo la cual se colocaron ciertas partes esqueletarias de un camélido, restos
de maíz y fragmentos cerámicos, es asociado con un evento de ofrenda, del
sacrificio de un camélido seleccionado y del entierro de ciertas partes del mis-
mo, y proponen la distribución del resto del animal para ser consumido entre
los participantes al evento o descartados en otro lugar. Dicho ritual debió ser
parte de una ceremonia de inauguración de la estructura para el cultivo, para
lo cual se preparó especialmente el lugar para la colocación de la ofrenda.
Sara López Campeny y colaboradores registran en el sitio puneño de Pun-
ta de la Peña 13, ubicado a 3.600 msnm, en Antofagasta de la Sierra, en el
noroeste de Catamarca, un contexto funerario de un neonato dentro de una
22 Presentación

vasija cerámica, junto con una cesta realizada con fibras vegetales y con 90
cuentas minerales. Un fechado data el contexto entre 640 y 880 años AD. A
fin de proponer posibles áreas de distribución y/o procedencia de los mate-
riales asociados a la inhumación, López Campeny y colegas realizan sobre este
conjunto un riguroso análisis multidisciplinario que abarcó el estudio de la
cerámica, las cuentas minerales, los textiles, y micro y macro-restos vegetales,
junto con otra información arqueológica y antropológica. Como resultado,
los autores plantean que el conjunto funerario tendría un origen foráneo a su
lugar de entierro y que provendría de las tierras bajas orientales. Consideran
que tanto la urna funeraria como el contenido de su interior fueron traslada-
dos desde una región lejana. Para los autores este hallazgo implica el traslado
de elementos y, en este caso, de un paquete funerario de un neonato, entre
lugares distantes, con las significaciones e implicancias que ello pudo tener.
Por otro lado, en el monte chaco-santiagueño, el trabajo de Carlos Angio-
rama y colaboradores, presenta las primeras evidencias arqueológicas para
una región desconocida en la historia de las investigaciones de la disciplina.
El área donde desarrollaron su trabajo corresponde a un sector del Parque
Nacional Copo y de la Reserva Provincial Copo, ambos en la provincia de
Santiago del Estero. Esta región se caracteriza por una baja visibilidad debido
a sus particularidades ambientales, ya que se encuentra cubierta por la vege-
tación típica del monte chaco-santiagueño. Los trabajos de prospección de-
sarrollados permitieron detectar una escasa cantidad de sitios arqueológicos.
Los autores discuten las causas de esta posible escasez del registro arqueológi-
co y marcan algunas diferencias con la información conocida tanto para áreas
aledañas, como para la región de la Mesopotamia santiagueña. El registro
arqueológico podría estar dando cuenta de la presencia de grupos denomina-
dos en las fuentes coloniales como “nómades” y “salvajes”. Si efectivamente se
trata de poblaciones nómades y con una importante movilidad residencial, los
procesos ocurridos presentan un escenario diferente al de la llanura central,
que merece seguir siendo estudiado.
En el Chaco Meridional Guillermo Lamenza y colaboradores nos muestran
el avance alcanzado por sus investigaciones arqueológicas en el sector Ribere-
ño del Paraguay-Paraná, presentando un análisis comparativo con otros sitios
arqueológicos del Chaco argentino. A través del análisis del material cerámi-
co, producto de las recolecciones en superficie, de sondeos y excavaciones,
logran una base de datos de 24.029 fragmentos cerámicos recuperados en
dieciséis sitios arqueológicos. Para su estudio seleccionan los fragmentos de-
corados, sobre los cuales realizan el análisis comparativo usando técnicas de
taxonomía numérica y una metodología de análisis multivariado. Del análisis
de la decoración resultan agrupamientos que permiten aislar motivos deco-
rativos que caracterizan y/o diferencian los sitios considerados. Esta meto-
dología, aplicada en el particular ámbito chaqueño, es útil para observar la
gran variabilidad que presenta la cerámica y, los agrupamientos que se logran,
Presentación 23

permitirían aislar motivos decorativos que caracterizan y/o diferencian los


sitios considerados. Lo cual, consideran los autores, podría interpretarse, con
cierto grado de abstracción, como características diferenciales vinculadas a las
esferas de interacción imperantes en la región durante el Holoceno Tardío.
Por último, el artículo de María Etelvina Díaz presenta un trabajo de ar-
queología de rescate realizado en la región de las Yungas de Salta en la Co-
munidad Chané de Campo Durán, en el departamento San Martín. La parti-
cularidad del trabajo radica en el registro del entierro de un adulto en urna
como una práctica que perdura hasta nuestros tiempos. A partir del análisis
del registro arqueológico, de un fechado radiocarbónico, y del relato oral de
la Comunidad “Chané”, asentada en la zona, Díaz demuestra que esta moda-
lidad de entierros en urnas ha perdurado hasta tiempos actuales. La continui-
dad de estas prácticas permite reflexionar sobre los procesos de aculturación
e identidad de los pueblos aborígenes, más allá de las normas impuestas como
producto de la colonización y la evangelización.
Arqueología de la vertiente oriental Surandina.
Interacción macro-regional, materialidades, economía y ritualidad • 383-399

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN
“EL IMPENETRABLE” SANTIAGUEÑO
(COPO, SANTIAGO DEL ESTERO)

Carlos Angiorama*, Constanza Taboada**, Silvina Rodríguez Curletto***,


Ezequiel Del Bel ****, Diego Leiton***** y Emiliano Azcona

Aquí damos a conocer los resultados de trabajos arqueológicos efectuados


en 2006 y 2007 para la Administración de Parques Nacionales -APN-, con el
fin de determinar la línea de base del patrimonio cultural en la Unidad de
Conservación Copo -constituida por el Parque Nacional Copo y la Reserva
Provincial Copo-, localizada en el extremo nororiental de Santiago del Estero
(Figura 1), y creada para preservar la porción mejor conservada del mon-
te chaco-santiagueño (conocido como “El Impenetrable”). Nuestro trabajo
tuvo como objetivo general registrar y caracterizar evidencias arqueológicas
prehispánicas e históricas, precisar su distribución y vinculación a diferentes
ambientes naturales y/o culturales, su estado de conservación y los factores de
riesgo a futuro, y evaluar la relación identitaria y afectiva de la población ac-
tual para con tales recursos. Todo ello se enmarcó en un proyecto más amplio,
que incluía también el registro de los saberes locales actuales, contemplando
particularmente la percepción, valoración y uso social actual del patrimonio
cultural, lo que fue llevado a cabo por un equipo de antropólogos con el que
trabajamos en forma coordinada1. En este trabajo enfocamos nuestra aten-
ción específicamente en las evidencias de posible origen prehispánico halla-

*
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Instituto Superior de
Estudios Sociales (ISES), Instituto de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e
Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán. carlosangiorama@gmail.com
**
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Instituto Superior de
Estudios Sociales (ISES), Instituto de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e
Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.
***
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Departamento de
Ciencias Naturales, Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, Universidad
Nacional de Río Cuarto.
****
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)-Instituto Superior
de Estudios Sociales (ISES), Instituto de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales
e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán.
*****
Instituto de Arqueología y Museo, Laboratorio de Investigaciones Grupo Interdisciplinario
de Arqueología y Antropología de Tucumán (LIGIAAT), Universidad Nacional de Tucumán.
384 Carlos Angiorama et al.

das durante las tareas de campo realizadas, detallando la metodología diseña-


da y puesta en práctica para el estudio de una región casi desconocida desde
el punto de vista arqueológico y con una cobertura vegetal especialmente
densa. Cabe señalar que se trató de un primer diagnóstico y aproximación a
la arqueología de la zona, pero dado el desconocimiento de sus característi-
cas y de los procesos regionales acaecidos en el área de estudio consideramos
importante dar a conocer los resultados obtenidos en vistas a futuras investi-
gaciones. De hecho, la situación detectada fue tenida en cuenta en avances
acaecidos en los años siguientes a su realización y hoy retroalimentan este
trabajo con algunas hipótesis no contempladas originalmente.

Figura 1. Mapa de ubicación del área de estudio. Referencias: (a): Reserva


Provincial Copo. (b): Parque Nacional Copo.

ANTECEDENTES

El extremo nororiental de Santiago del Estero, donde se ubican el Parque


Nacional y la Reserva Provincial Copo, no había sido objeto de investigaciones
arqueológicas hasta nuestros trabajos. Lo más cerca que había llegado algún
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 385

investigador dentro de la provincia, de quien contemos con registros deta-


llados publicados, fue a los alrededores de Campo Gallo y Nueva Esperanza,
siendo los puntos más próximos a nuestra área de estudio los sitios arqueo-
lógicos registrados a unos 75 km al oeste de la localidad de Los Pirpintos.
Este reconocimiento pionero de la zona fue realizado por Henry Reichlen
en 1938, como parte de la Tercera Misión Arqueológica financiada por la
provincia de Santiago del Estero. En dicha expedición se adentró en la región
chaqueña, trasponiendo hacia el este el río Salado y dirigiéndose al norte de
la provincia, zona hasta entonces inexplorada arqueológicamente. Como re-
sultado de esta expedición localizó y describió una veintena de sitios, algunos
de los cuales fueron parcialmente excavados (Reichlen 1940).
Según la descripción de Reichlen, la mayoría de los sitios por él registrados
compartían las características generales con los conocidos hasta ese entonces
para la región central de Santiago del Estero. Sobre la forma de apropiación
y uso del paisaje señala la típica instalación sobre montículos y la asociación
de los asentamientos a paleocauces. Aun así, el autor observa algunas dife-
rencias claras con el tipo de instalación señalada por los hermanos Wagner
para el centro de Santiago del Estero. La escasa altura que presentaban los
montículos en el norte es una de ellas. Al mismo tiempo, señala que la aso-
ciación de montículos con represas de agua, patrón reiteradamente señalado
por aquellos investigadores (Wagner y Wagner 1934) como característico de
la arqueología de la llanura santiagueña en su sector central, se observa con
menor claridad en el norte. Reichlen indica, incluso, que al menos algunas de
las represas que él observa podrían ser modernas y estar sobreimpuestas a los
sitios arqueológicos.
Acerca de los materiales arqueológicos hallados, Reichlen menciona la
presencia, en algunos montículos de la zona explorada, de cerámica estilo
Averías -que hasta el momento se estima es de aparición tardía en Santiago
del Estero-, y en otros de cerámica de estilo Sunchituyoj, que según las inves-
tigaciones publicadas al día de hoy remontarían su presencia en la provincia
a momentos anteriores, pero llegando también a aparecer en asociación con
Averías hasta época hispano-indígena (Lorandi 1978). Sin embargo, Reichlen
señala que la variabilidad morfológica y decorativa de la cerámica sería menor
que en la zona central de Santiago del Estero. El autor también observa una
menor variedad y cantidad de material asociado a los montículos, indicando
que es raro que la cerámica aparezca acompañada de puntas de flecha de
piedra o hueso, torteros, estatuillas antropomorfas o zoomorfas como se pre-
senta en los sitios trabajados por los Wagner en el centro de la provincia.
A su vez, otros sitios de la región explorados por Reichlen presentan ciertas
particularidades que ya en su momento sirvieron para comenzar a vislumbrar
potenciales relaciones con la arqueología del litoral y chaqueña. Cabe resaltar
al respecto, las referencias del autor acerca de la abundancia en los montículos
de la región de Campo Gallo de “campanas” de alfarería de paredes gruesas y
386 Carlos Angiorama et al.

superficie alisada, provistas de un apéndice zoomorfo y a veces de un agujero


circular en la base, similares a las clásicas que describiera Serrano (1931) para
la cuenca del Paraná. Reichlen plantea que el hallazgo de estas “campanas” en
la región amplía singularmente la zona de dispersión de esta clase de cerámica
sobre el territorio argentino, más allá del área restringida al borde del Paraná
que había propuesto Serrano (Reichlen 1940).
Reichlen menciona también la existencia en el Museo Arqueológico de
Santiago del Estero de un tipo de alfarería que había llamado su atención por
ser totalmente diferente a la conocida hasta el momento para la provincia.
Ésta procede de dos sitios de la región de Charata ubicados en la provincia del
Chaco, al este del límite con Santiago, aproximadamente a la latitud de Tin-
tina. Reichlen obtiene referencias orales de que cerámica similar se encuen-
tra en el sitio Los Dos Quebrachos ya en territorio santiagueño, a la misma
latitud. Describe esta cerámica como de color gris, fina, bien cocida, en parte
lisa y en parte con impresiones de unguiculado, señalando su similitud con la
cerámica guaraní de Asunción del Paraguay y del bajo Paraná. A pesar de la
diferencia en cuanto a dicha alfarería, los sitios de procedencia del material
compartirían el patrón monticular registrado en gran parte de Santiago del
Estero. Un patrón que, de todas formas, en su concepción general, se encuen-
tra presente también en los asentamientos del Chaco y litoral argentino (Bo-
nomo et al. 2011), y se vincularía tanto a la propia morfología fluvial que con-
figura el paisaje como a la necesidad de adecuación de la instalación humana
a la dinámica hidrológica y estacional de inundaciones, desbordes y sequías,
tanto para el aprovechamiento de recursos como para la protección contra los
agentes naturales (Greslebin 1932; Wagner y Wagner 1934; Frenguelli 1942;
Lorandi y Lovera 1972; Togo 2005; Taboada 2017, etc.). Las características
particulares y diferencias a lo largo del tiempo y espacio parecen deberse, en
cambio, al modo de habitar, actividades desarrolladas y patrón de destrucción
de los espacios de habitación (Taboada 2016).
Aparte de la expedición realizada por Reichlen, sólo tenemos noticias de
que recorriera el norte de la provincia de Santiago del Estero con fines de es-
tudio arqueológico Amalia Gramajo de Martínez Moreno (1978) pero, lamen-
tablemente, tales investigaciones no han sido publicadas en detalle. La autora
sólo señala de forma muy general que ha realizado prospecciones a lo largo
del río Salado y sus riberas y paleocauces, planteando su papel como vía de
ingreso al área, y mencionando la presencia de instalaciones indígenas sobre
montículos vinculados a represas. Señala también la presencia de cerámica de
estilo Candelaria. Plantea además que la dispersión geográfica de la cerámica
Sunchituyoj habría alcanzado el Chaco santiagueño llegando hasta la zona
limítrofe con la provincia del Chaco, mostrando en un mapa su alcance hasta
el departamento Copo, en los límites de la zona de nuestra área de estudio. A
una distancia relativamente escasa, en el departamento Alberdi, marca pun-
tualmente la presencia de cerámica de estilo Las Mercedes, la más temprana
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 387

de las descriptas para el territorio de Santiago del Estero (Reichlen 1940; Gó-
mez 1966; Togo 2007), no registrada hasta ese momento para la región. Por
último, la autora señala una zona con evidencias de época hispano-indígena
sobre el río Salado, en el límite entre los departamentos Copo y Pellegrini,
muy cerca de la frontera salteña. Éstas podrían vincularse a las reducciones y
primeras fundaciones que se instalaron sobre el río Salado en la región (ver
también Tomasini et al. 2003; Rossi 2009; Castro Olañeta 2013; Taboada y Far-
berman 2014, etc.), y es el único dato al respecto para la zona, por lo que sería
muy importante establecer su ubicación exacta. Lamentablemente el artículo
no menciona los elementos ni fuentes en base a los cuales se confeccionó el
mapa, ni profundiza en la descripción de las evidencias y lugares de hallazgo.
Finalmente, es necesario mencionar que no contamos con información
arqueológica publicada para las zonas inmediatas vecinas a Copo en las pro-
vincias de Chaco y Salta.

DISEÑO E IMPLEMENTACIÓN DE LOS TRABAJOS DE CAMPO

Nuestro trabajo tuvo lugar en el territorio comprendido por el Parque Na-


cional Copo y la Reserva Provincial Copo, una enorme superficie de 205.517
ha. De las características de la zona de estudio dos aspectos fueron conside-
rados como de fundamental importancia para el planteo metodológico de
campo: la densa cobertura vegetal que se extiende sobre gran parte del área, y
el escaso desarrollo vial, de desigual distribución por la zona. Ambos aspectos
configuran limitantes importantes para la visibilidad arqueológica de superfi-
cie y para el recorrido del área de estudio, y fue fundamental su consideración
para el diseño y desarrollo de las actividades de campo. El trabajo debió hacer-
se en época estival, de fuertes precipitaciones y con el consecuente aumento
de la densidad de cobertura vegetal y la intransitabilidad de zonas anegadas.
Cabe señalar, además, que, dado que se trataba de un trabajo en una Unidad
de Conservación enfocado a un primer diagnóstico de situación arqueológica
para planear acciones futuras no sólo de manejo sino también de investiga-
ción, y que atendía también a evaluar y respetar los sentires de la población
local, por normativa se debían restringir las intervenciones al subsuelo y maxi-
mizar el diagnóstico desde una observación de superficie.
En función de estas limitaciones, los lugares a prospectar se seleccionaron
teniendo en cuenta las zonas con mayor probabilidad de haber sido ocupadas
en época prehispánica y las que mostraban un mayor grado de visibilidad ar-
queológica. En este sentido, en base al análisis de las características referidas
en la bibliografía regional, se concluyó que los bordes e inmediaciones de
paleocauces, las zonas bajas (de origen natural o antrópico, o sea “charcos”
y represas) y las elevaciones monticulares (de origen natural -albardones- o
antrópico) eran los espacios recurrentemente señalados donde se habían re-
388 Carlos Angiorama et al.

gistrado evidencias prehispánicas en la región circundante. Éstos debían in-


corporarse especialmente como sectores a prospectar.
Con respecto a la visibilidad de las evidencias, se consideró que los procesos
antrópicos que favorecerían en mayor medida su exposición eran la defores-
tación, los cultivos, la ganadería, la construcción de viviendas y otras obras de
infraestructura, las excavaciones (represas, pozos, instalación de postes para
alambrados) y la construcción y/o mantenimiento de vías de comunicación
formales e informales (caminos, picadas, sendas). Por otro lado, los procesos
naturales que habrían podido ocasionar la exposición de los restos arqueoló-
gicos eran principalmente la erosión hídrica, los incendios y la acción de los
animales cavadores.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, se definieron los siguientes es-
tratos de prospección: áreas de vivienda (con sus recintos, represas, corrales y
alambrados), represas, campos de cultivo, alambrados, sectores alterados por
el ganado, áreas desmontadas, “charcos” y depresiones, paleocauces (con sus
bordes y albardones) y zonas de monte. Todos estos estratos fueron explora-
dos sistemáticamente mediante prospecciones organizadas según las posibili-
dades de recorrido y acceso, poniéndose especial cuidado en alcanzar todos
los sectores transitables del área de estudio. Según lo considerado en el diseño
metodológico, a estos estratos se sumaron la prospección de lugares específi-
cos señalados por informantes a través de entrevistas y encuestas, y el estudio
detallado de ciertos puntos que presentaban algún tipo de alteración natural
o antrópica que permitía la observación de los estratos sub-superficiales sin
necesidad de practicar excavaciones como, por ejemplo, perfiles naturales o
antrópicos, calicatas, pozos, cuevas de animales cavadores, etc.
El desarrollo de los trabajos de campo se llevó a cabo mediante el recorri-
do total a pie o en vehículo a muy baja velocidad, de todas las vías formaliza-
das y no formalizadas posibles de transitar (caminos, sendas, picadas, huellas,
etc.), haciendo paradas para observación intensiva a pie en cada uno de los
estratos definidos, y en puntos arbitrarios cuando los estratos se encontraban
separados por más de 1 km durante el recorrido realizado. En cada estación
de observación se desplegó un equipo de trabajo recorriendo a pie todas las
inmediaciones accesibles. Si bien los recorridos se organizaron por las vías de
circulación y se concentraron en los espacios que ofrecían mayor visibilidad,
también se realizaron incursiones por zonas de monte cerrado y sin demar-
cación de sendas, a fin de no dejar estratos sin muestrear o sitios puntuales
referidos por los pobladores sin prospectar.
En concreto, se recorrieron completamente y haciendo las referidas esta-
ciones de observación intensiva: la Ruta Nacional Nº16 entre la Picada 7 y la
Picada Las Malvinas, prospectando cada uno de los caminos y huellas que de
ella se desprenden hacia el norte (o sea, hacia el interior de la Reserva Pro-
vincial Copo); la Picada del Límite y la Picada Olmos, también prospectando
cada una de las vías que partían de ellas hacia el interior del área de estudio;
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 389

y todas las huellas y sendas del sector noroeste de la Reserva Provincial Copo.
El sector norte de la Picada Balcanera se recorrió hasta donde la huella se
perdía completamente por vegetación totalmente cerrada. De la Picada 7 se
recorrieron su extremo norte y su mitad sur. No pudo recorrerse completa
por encontrarse inundada en varios tramos de su mitad norte. Desde la Picada
7 se ingresó a cada uno de los sectores de antiguas picadas que aún pueden
identificarse (sector de El Maján, Cisneros, Carrizo y Kubler).
En el interior del Parque Nacional Copo se recorrieron cada una de las
Picadas antiguas (Picada 5, 9, 10, etc.) y huellas transitables, así como largos
sectores de sendas peatonales y de ganado. La única Picada que no pudo
transitarse, por encontrarse completamente inundada en su extremo sur, fue
la huella que sale de la vivienda de la familia Maldonado hacia el norte. Se
recorrieron también varios sectores de paleocauces y monte sin senda alguna.
Además, se prospectaron diversas áreas urbanas de la localidad de Los Pirpin-
tos y cada uno de los caminos que salían desde el poblado mencionado hacia
el interior de la Reserva Provincial Copo.
Finalmente se recorrió gran parte del sector oeste de la Picada que sirve
de límite sur del Parque Nacional Copo. La mitad este no pudo prospectarse
por encontrarse completamente cerrada por la vegetación. Se intentó llegar a
esta Picada por el camino que sale de Pampa de los Guanacos hacia el norte,
pero no se pudo continuar más allá de El Vinalito por encontrarse cerrado el
paso por la vegetación y por sectores inundados. En resumen, se recorrieron
absolutamente todas las vías transitables y sectores accesibles, y se efectuaron
prospecciones intensivas en 238 puntos y sus alrededores, según el siguiente
detalle: tres “charcos”, dieciocho áreas de vivienda, cuatro campos de cultivo,
129 zonas de monte, veintiocho paleocauces, treinta y dos represas y veinti-
cuatro alambrados (ver Figuras 2, 3 y 4).

RESULTADOS DE LOS TRABAJOS DE CAMPO

Los trabajos de campo permitieron la identificación de tan sólo cuatro


sitios arqueológicos asignados provisoriamente a época prehispánica, todos
localizados en la Reserva Provincial Copo (Sitios Casa Chávez, Casa Galván,
Casa Rojas y Represa El Tirano) (Figura 2). En todos los casos se trata de
concentraciones de materiales expuestos en superficie y constituidas funda-
mentalmente por fragmentos cerámicos, a los cuales se asocia material lítico
en Casa Galván y Casa Chávez, y material lítico y un fragmento óseo en Casa
Rojas. En ningún caso se observaron evidencias de montículos, pero sí repre-
sas, aunque su temporalidad prehispánica es discutible.
Los cuatro sitios han sido localizados junto a represas en uso, tres de ellos
en áreas de vivienda actuales. En los cuatro casos se registró material en las la-
deras de las lomadas originadas por la acumulación de sedimento extraído de
390 Carlos Angiorama et al.

las mismas y, como consecuencia del arrastre ocasionado por el escurrimiento


de agua, también en el área llana circundante. Según los informes orales de
los pobladores locales, los materiales arqueológicos provendrían de las exca-
vaciones efectuadas para construir y reacondicionar tales represas. De acuer-
do a las referencias obtenidas, todas las represas habrían sido construidas en
época sub-actual, algunas re-excavadas más recientemente y, en ningún caso,
se trataría de represas prehispánicas reutilizadas. La observación arqueológi-
ca no entregó elementos para sostener lo contrario y se requerirán estudios
ad hoc para determinarlo.

Figura 2. Mapa de ubicación de los sitios arqueológicos registrados y de las


estaciones de observación intensiva (estrato zonas de monte).
Referencias: RPC: Reserva Provincial Copo. PNC: Parque Nacional Copo.
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 391

En el caso de Casa Galván, además, se detectó material arqueológico en un


sector llano localizado a unos 100 m de los bordes de la represa. En este caso,
el material se halló en pequeñas depresiones originadas por el ganado (“re-
volcaderos”) y en cuevas de animales cavadores. Dadas las características topo-
gráficas del lugar, no se trata de material arrastrado desde las represas por la
acción del escurrimiento del agua. Es más, se hallaron evidencias arqueológi-
cas en uno de los perfiles originados por los animales cavadores, a unos 10 cm
de profundidad. En general, los fragmentos cerámicos hallados en este sector
son de mayor tamaño que los recuperados en las lomadas constituidas por la

Figura 3. Mapa de ubicación de los sitios arqueológicos registrados y de las


estaciones de observación intensiva (estratos paleocauces y represas).
Referencias: RPC: Reserva Provincial Copo. PNC: Parque Nacional Copo.
392 Carlos Angiorama et al.

tierra excavada para hacer la represa, y varios parecen corresponder a una


única pieza. El material es escaso en las áreas no alteradas por la acción de los
animales, y en todos los casos los fragmentos cerámicos hallados en los alre-
dedores de los revolcaderos y cuevas han sido arrastrados hasta allí, desde los
sectores perturbados, por la acción del agua. Los fragmentos hallados a 10 cm
de profundidad sugieren que las evidencias arqueológicas se encuentran bajo
la superficie, aflorando únicamente en los lugares alterados. Esto contrasta
notablemente con la situación que presentan los sitios de la llanura central de
Santiago, donde es el material en superficie el que sirve de indicador.

Figura 4. Mapa de ubicación de los sitios arqueológicos registrados y de las


estaciones de observación intensiva (estratos áreas de vivienda, “charcos”, campos
de cultivo y alambrados). Referencias: RPC: Reserva Provincial Copo. PNC: Parque
Nacional Copo.
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 393

La densidad de material en superficie era mucho mayor en Casa Rojas,


Casa Galván y Casa Chávez que en Represa El Tirano. Lamentablemente, las
evidencias recolectadas no pudieron ser fotografiadas ni analizadas en labora-
torio2. No obstante, según lo observado preliminarmente en el campo, se tra-
ta de fragmentos cerámicos ordinarios, con ciertas variantes a nivel de trata-
miento de superficie: la gran mayoría simplemente alisados, algunos pulidos,
unos pocos con engobe rojo desleído y un fragmento con unguiculado. La
identificación del material lítico y el fragmento óseo tampoco pudo llevarse
a cabo, por las razones expuestas. La asignación a tiempos prehispánicos de
los sitios se realizó teniendo en cuenta los tipos de evidencias recuperadas, el
contexto de hallazgo, la distribución de los materiales en el campo y la varia-
bilidad tecnológica de los fragmentos cerámicos que se observó en el terreno.
A ello se sumó la falta de registro de materiales coloniales o hispano-indígenas
y la diferencia sustancial con el material encontrado en las “Jornadas” de la
época de los obrajes madereros. Esta asignación incluye la opción de que pu-
dieran ser sitios de momentos posthispánicos pero de ocupación indígena no
intervenida por la colonización europea, según veremos.

CONSIDERACIONES FINALES

Lo primero que llama la atención es la muy baja densidad de material ar-


queológico visible desde superficie en el área de estudio, en relación a lo que
ocurre en otros sectores aún con alta cobertura vegetal de Santiago del Estero,
como la zona central. En tan sólo el 1,7% de las 238 estaciones de prospección
se han hallado evidencias que posiblemente daten de época prehispánica.
Los sitios definidos muestran escasos materiales en superficie y ausencia de
materiales decorados asimilables a cualquiera de los estilos registrados en la
provincia. Tampoco presentan formaciones monticulares ni rasgos arqueoló-
gicos visibles.
Por otra parte, todos los sitios se encuentran asociados a represas en uso
actualmente. Este dato es muy significativo en términos de asociación entre
ambos elementos, más aún si consideramos que la prospección involucró la
observación intensiva de nueve estratos diferentes y sólo en uno de ellos se
encontraron materiales arqueológicos (represas actualmente en uso). Sin em-
bargo, una vez reconocida esta asociación recurrente, hay que señalar que
sólo el 12,5% de las treinta y dos represas prospectadas mostraron evidencias
arqueológicas. O sea, los sitios detectados han aparecido siempre asociados a
represas de uso actual, pero no todas las represas, ni siquiera la mayoría, han
evidenciado material arqueológico. Esto retoma la pregunta que se hiciera
Reichlen sobre el posible origen moderno de algunas represas asociadas a
material arqueológico de su área de estudio y nos plantea cuestionarnos el
porqué de esta asociación.
394 Carlos Angiorama et al.

Una serie de elementos permiten pensar que esta recurrencia de aparición


de materiales arqueológicos en las zonas de represas parece vincularse a que
los mismos se ponen al descubierto recién cuando se producen excavaciones
de cierta magnitud (algo que en el área ocurre fundamentalmente al cons-
truir represas, que en algunos casos alcanzan una superficie de 1 ha), en lu-
gares donde hay materiales arqueológicos enterrados, y no porque las repre-
sas fueran necesariamente contemporáneas a los sitios, como se ha sostenido
tradicionalmente en la bibliografía regional para otros sectores de Santiago
de Estero, pudiendo ser otra situación diferenciada. La información de los
pobladores de la zona apunta en el mismo sentido.
Así, las observaciones realizadas en los demás estratos prospectados han
permitido constatar que otras acciones que también implican remoción del
suelo, tales como el arado de campos, la colocación de postes de alambrados,
la apertura y el mantenimiento de caminos, e incluso las obras de infraes-
tructura rural que implican mayor grado de excavación, no sacaron a la luz
restos arqueológico. Es más, los pobladores locales no mencionan hallazgos
asociados a la construcción de sus viviendas ni a sus actividades cotidianas, ni
tienen materiales prehispánicos en su poder. Las prospecciones realizadas en
los paleocauces y sus márgenes han dado como resultado el hallazgo de esca-
sas evidencias prehispánicas (Casa Rojas), a pesar de que para otros sectores
de la provincia se ha vinculado el asentamiento antiguo con los bordes de
cauces hoy secos.
En el único sitio arqueológico que aún presentaba un sector no perturba-
do por acción antrópica reciente (Casa Chávez), los fragmentos cerámicos se
encontraban a tan sólo 10 cm de profundidad. Así, el material arqueológico
junto a las represas actuales se debe a que la excavación de las mismas implica
la remoción de sedimento en grandes extensiones que exponen así material
que en principio no presenta una alta densidad. Pero la exclusividad de apari-
ción en estos sectores y la ausencia en otros lugares donde se han practicado
excavaciones de similar o mayor magnitud de extensión como son caminos,
campos de cultivos, infraestructura, parece indicar la asociación específica a
estos espacios donde se construyen las represas. Éstos se caracterizan por ser
bajos, donde se conforman naturalmente los llamados “charcos” de acumu-
lación de agua y que son ahondados para conformar las represas actuales.
Con base a ello exploramos la hipótesis de que la relación entre represas y
materiales arqueológicos pueda deberse a una coincidencia entre los habi-
tantes prehispánicos y actuales del área en la elección del lugar de residencia,
junto a depresiones naturales en las cuales el agua se acumula naturalmente
durante la temporada de lluvias, práctica necesaria aun hoy en zonas alejadas
de cursos de agua.
El otro tema que se abre es la significación de la baja densidad de mate-
riales y las características diferenciadas respecto de las evidencias conocidas
para el resto de Santiago del Estero (Taboada 2011). Un aspecto llamativo
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 395

es el hecho de que en el área de estudio no hayamos detectado montículos


arqueológicos, según podría haberse esperado en base a las características
que aparentemente adquirió la ocupación prehispánica en los sectores más
estudiados de la llanura santiagueña y también en las cercanías. Aunque, para
ellas Reichlen ya señalara que en el noroeste de Campo Gallo resulta casi im-
posible discernir “túmulos”, y la existencia de los sitios arqueológicos se hace
visible sólo por restos materiales extremadamente dispersos en superficie
(Reichlen 1940). A ello se agrega que, en nuestra área de estudio, no hemos
hallado ni un solo fragmento asignable a los estilos cerámicos conocidos para
Santiago. Reichlen, por su parte, señala que, si bien aparece cerámica Averías
y Sunchituyoj en sectores relativamente cercanos a Copo por él explorados,
su cantidad y diversidad son mucho menores que en el sector central de la
provincia. También señala que la alfarería de tipo ordinaria es más abundante
que en el área mesopotámica central, y varios fragmentos presentan notables
similitudes con la cerámica chaqueña o del litoral. Así, la baja densidad de
materiales, la escasa representación de estilos clásicos del centro de la provin-
cia y el registro de cerámica y artefactos de menor desarrollo tecnológico y
variedad, la presencia de tradiciones cerámicas chacolitoraleñas, la dificultad
para identificar montículos por su baja densidad y altura, y la posibilidad de
que las represas del área pudieran no ser prehispánicas se acerca bastante a
nuestras observaciones en Copo, donde estas características son más extremas
y parecen delinear un escenario diferente del de la llanura central.
Si bien la información con la que contamos es aún escasa y fragmentaria,
no podemos dejar de considerar la posibilidad de que los hallazgos efectua-
dos en Copo no sean simplemente el resultado de los procesos post-deposita-
cionales que han actuado de forma diferente que en el centro de la llanura,
sino el producto de una ocupación menos densa y con un instalación menos
permanente que la registrada en aquel sector. Esto, sumado a las distintas
proporciones y tipos de materiales encontrados y a la presencia de caracteres
típicos del Chaco y litoral, podrían indicar, quizás, una diferenciación en las
prácticas y tradiciones culturales a medida que nos adentramos hacia el Cha-
co y nos alejamos del río Salado. En un trabajo reciente de mayor alcance te-
rritorial hemos señalado que dicha zona tampoco presenta registro de objetos
de metal de tipo incaico ni material colonial o hispano-indígena, de gran con-
centración en algunos sitios del sector central. Éstos y otros elementos fueron
analizados como posibles indicadores de diferencias en las relaciones de in-
teracción entabladas con otros grupos, planteándose que la zona oriental del
Salado al norte de la provincia pudo haberse mantenido como un área quizás
no alcanzada por la colonia y otras relaciones intergrupales. El conjunto de
distinciones puede ser vista como referente de grupos diferenciados por su
carácter poco amigable y, a la vez, de asentamiento poco estable, tal como fue-
ron caracterizados por los cronistas los lules y vilelas en relación a los tonocoté
(Taboada y Farberman 2014). Esta hipótesis en desarrollo podría dar sentido
396 Carlos Angiorama et al.

a la diferencia en variedad y densidad de evidencias y en la magnitud de los


asentamientos registrados en ambas zonas y empezar a visibilizar quizás un
registro arqueológico para los grupos “nómades” y “salvajes” señalados por las
fuentes coloniales, y sobre los que la arqueología regional no se había cuestio-
nado ni buscado sus referentes materiales (ver discusión de esta problemática
y categorización taxativa en Farberman y Taboada 2012 y Taboada 2017).
Esta caracterización de una ocupación menos estable sería acorde a la hi-
pótesis de que las represas actuales de la zona de Copo reutilizan antiguos
sectores de instalación en torno a depresiones naturales de terreno para apro-
vecharlas como fuentes de agua, pero que posiblemente no se configuraron
como represas formalizadas en el pasado. También con la observación actual
de no registro de montículos (por ausencia o por baja magnitud aumentada
por procesos erosivos que los tornaron poco reconocibles), dada la posibili-
dad de instalaciones menos formalizadas y duraderas.
Los trabajos realizados en Copo resultan significativos por constituir la pri-
mera exploración de un territorio de enorme extensión y dificultad de explo-
ración, desconocido hasta entonces desde un punto de vista arqueológico, y
por la gran intensidad que alcanzaron las prospecciones realizadas, a pesar
de las limitaciones del ambiente. Sintetizando, como resultado de nuestros
estudios podemos destacar ciertos aspectos que deberán ser contrastados en
el futuro mediante sondeos subsuperficiales y excavaciones diseñados en fun-
ción de los indicios aquí expuestos: la baja densidad de material prehispáni-
co en superficie y posiblemente también a nivel subsuperficial, la aparente
inexistencia (o la escasa magnitud) de montículos, la ausencia o escasez de
alfarería de estilo Averías y Sunchituyoj, la ausencia de materiales europeos,
la presencia de tradiciones alfareras vinculadas al Chaco y litoral, la posible
datación moderna de las represas de esta zona y la instalación prehispánica
en torno a sectores naturales de acumulación de agua. Cabe destacar que to-
dos estos elementos configuran un escenario diferente al conocido para gran
parte de Santiago del Estero durante época prehispánica y su estudio podría
aportar elementos significativos para pensar las identidades y procesos histó-
rico-culturales de la región.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se llevó a cabo como parte de una consultoría para la Adminis-
tración de Parques Nacionales. Queremos agradecer especialmente el apoyo
brindado por Roberto Molinari, Lorena Ferraro y Álvaro Alsogaray. Asimis-
mo, expresamos nuestra gratitud a Luis Vuoto, Patricia Vuoto, Carolina Rivet
y Aldo Gerónimo, el equipo de antropología, por las vivencias compartidas en
Copo durante los trabajos de campo y los aportes al proceso de pensar juntos
las problemáticas del área.
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 397

BIBLIOGRAFÍA

Bonomo, M., G. Politis y C. Gianotti


2011. Montículos, jerarquía social y horticultura en las sociedades indígenas del
delta del Río Paraná (Argentina). Latin American Antiquity 22(3): 297-333.

Castro Olañeta, I.
2013. “Donde están situados los mas yndios de la jurisdicción desta ciudad”. Un
acercamiento etnohistórico a las encomiendas y pueblos de indios del río
Salado. Santiago del Estero entre fines del siglo XVI y principios del siglo XVII.
Surandino monográfico 3(2): 1-23.

Farberman, J. y C. Taboada
2012. Las sociedades indígenas del territorio santiagueño: aportes desde la
arqueología y la historia. Período prehispánico tardío y colonial temprano. Runa
33 (2): 113-132.

Frenguelli, J.
1942. Distribución de los materiales antropológicos en los montículos de Santiago
del Estero. Anales del Instituto de Etnografía y Americana III: 267-274.

Gómez, R.
1966. La Cultura de Las Mercedes (Contribución a su estudio). Santiago del Estero.

Gramajo de Martínez Moreno, A.


1978. Evolución cultural en el territorio santiagueño a través de la arqueología.
Serie Monográfica 5: 35-50. Museo Arqueológico de Santiago del Estero. Santiago
del Estero.

Greslebin, H.
1932. La estructura de las construcciones “tumuliformes” prehispánicas de las
inmediaciones del Río Dulce - Provincia de Santiago del Estero. Revista de la
Sociedad Argentina de Ciencias Naturales (Physis): 121-122.

Lorandi, A.
1978. El desarrollo cultural prehispánico en Santiago del Estero, Argentina. Journal
de la Société des Amèricanistes LXV: 61-85.

Lorandi, A. y D. Lovera
1972. Economía y patrón de asentamiento en la provincia de Santiago del Estero.
Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología (Nueva serie) VI: 173-191.

Reichlen, H.
1940. Recherches Archéologiques dans la Province de Santiago del Estero (Rép.
Argentine). Journal de la Societé des Amèricanistes LXV: 133-225. París.

Rossi, M.
2009. Encomiendas y pueblos de indios en la frontera santiagueña del río Salado
398 Carlos Angiorama et al.

del Norte. La reestructuración del espacio territorial.


http://www.mariaceciliarossi.com.ar/txtacademicos/mercedes/mercedestext.
htm

Serrano, A.
1931. El área de dispersión de las llamadas alfarerías gruesas del territorio argentino.
Revista de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales (Physis) X: 181-187.

Taboada, C.
2011. Repensando la arqueología de Santiago del Estero. Construcción y análisis
de una problemática. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología XXXVI:
197-219.
2016. Montículos arqueológicos, actividades y modos de habitar. Vivienda y uso de
espacio doméstico en Santiago del Estero (tierras bajas de Argentina). Arqueología
de la Arquitectura 13: e040. http://dx.doi.org/10.3989/arq.arqt.2016.003
2017. Espacio, cultura material y procesos sociales en la llanura santiagueña.
Modelo para pensar a las poblaciones de la región. En B. Ventura, G. Ortiz y M.
B. Cremonte (eds.), Arqueología de la vertiente oriental Surandina. Interacción macro-
regional, materialidades, economía y ritualidad. Buenos Aires, Sociedad Argentina de
Antropología. En este volumen.

Taboada, C. y J. Farberman
2014. Asentamientos prehispánicos y pueblos de indios coloniales sobre el rio
salado (Santiago del Estero, Argentina). Miradas dialogadas entre la arqueología
y la historia. Revista Latinoamericana de Arqueología Histórica 8: 7-44.

Togo, J.
2005. Asentamientos humanos y aprovechamiento de los recursos naturales. En
A. Giannuzzo y M. Ludueña (comp.), Santiago del Estero. Una mirada ambiental.
Santiago del Estero, Universidad Nacional de Santiago del Estero.
2007. Los primeros fechados radiocarbónicos de Las Mercedes. Indoamérica I (1):
51-80.

Tomasini, A., J. Braunstein y H. Calandra


2003. Contribución al estudio de la primera ciudad de Esteco (1566-1609). En:
G. Ortiz y B. Ventura (eds.), La Mitad Verde del Mundo Andino. Investigaciones
Arqueológicas en la Vertiente Oriental de los Andes y las Tierras Bajas de Bolivia y
Argentina: 285-316. S. S. de Jujuy, EdiUNJu.

Wagner, E. y D. Wagner
1934. La Civilización Chaco-Santiagueña y sus correlaciones con las del Viejo y Nuevo
Mundo, T. I. Buenos Aires, Compañía Impresora Argentina S.A.

NOTAS

1
El equipo de Antropología estuvo integrado por Diego Vuoto, Patricia Vuoto, Ca-
rolina Rivet y Aldo Gerónimo.
Investigaciones arqueológicas en “El Impenetrable” santiagueño ... 399

2
El permiso de trabajo para la realización de la consultoría en la Reserva Provincial
Copo fue otorgado a la APN por la Dirección de Recursos Forestales y Medio Am-
biente de la provincia de Santiago del Estero, en su calidad de responsable de la
reserva. Según lo acordado, la APN coordinó con la provincia la fecha, hora y lugar
donde se realizaría el control de los materiales hallados mediante los trabajos de
campo y la firma de actas de contralor y préstamo de materiales. Sin embargo, las
autoridades provinciales acudieron a la cita con una Cédula de Notificación emi-
tida por la propia Dirección General de Recursos Forestales y Medio Ambiente de
la provincia de Santiago del Estero (quien había otorgado los permisos), mediante
la cual se notificaba al equipo de consultores que debía “abstenerse de realizar
cualquier actividad de extracción y traslado de muestras, para su estudio y posterior
devolución”. Ante tal inusitada situación, los materiales recolectados en la Reserva
Provincial Copo fueron entregados a las autoridades, sin que pudiera llevarse a
cabo el fotografiado ni los análisis de laboratorio previamente acordados.

You might also like