LA SEQUÍA METEREOLÓGICA Y SU IMPACTO EN LA AGRICULTURA
SEQUÍA METEOROLÓGICA:
Involucra la reducción de la precipitación en algún período (día, mes, temporada, año)
por debajo de una cantidad determinada, normalmente definida como alguna proporción en relación con el promedio a largo plazo y para un período específico. Se ha decidido en esta investigación trabajar con la sequía meteorológica, debido a que es la causante de otros tipos de sequía como la agrícola e hidrológica. A pesar que se abordan aspectos agrícolas, la condición derivada de un déficit marcado y permanente de lluvia que influye en el rendimiento de los cultivos en las superficies agrícolas y en las características del suelo, es directa consecuencia de la sequía meteorológica; mientras que la sequía agrícola, no sólo depende de la cantidad de agua precipitada o almacenada en el suelo, sino también del uso dado. (Colotti, Cedeño, & Montañez, 2013, p. 15) Los aspectos climatológicos:
Factores dinámicos de la sequía: Dinámica del clima usando observaciones y modelos
La dinámica de la sequía: forzantes (circulaciones, SST, humedad del suelo,
cambio climático).
Flujos de humedad atmosférica.
La predecibilidad del clima y la sequía.
Desarrollo de esquemas de pronóstico y evolución de la sequía. (MAGAÑA,
2015, p. 22)
IMPACTOS POR LA SEQUÍA
La sequía es una de las amenazas más destructivas para la agricultura. Según un informe sobre pérdidas ocasionadas por los desastres naturales, publicado por la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), el 83% de todas las pérdidas económicas causadas por la sequía correspondieron a la agricultura, con un costo de $29 mil millones en el mundo. Las sequías extremas en Centroamérica están altamente relacionadas con la presencia del fenómeno de El Niño, que modifica las condiciones de circulación del viento y reduce los niveles de precipitación, principalmente en el corredor seco centroamericano. En los últimos 30 años, la región perdió $9 mil 800 millones a causa de la sequía, más de un 50% en el sector agropecuario. En 2014, las pérdidas estimadas en la agricultura a causa de la sequía ascendieron a $465 millones, según la Asociación Mundial para el Agua. Solo en Panamá, la sequía ha provocado pérdidas que superan los $72 millones en los dos últimos años, con mayor intensidad en el arco seco, según las autoridades agropecuarias. Los granos básicos son la base de la dieta de una parte importante de la población, y también una de sus principales fuentes de ingresos. Sin embargo, son sumamente dependientes de la presencia y adecuada distribución de las precipitaciones. Esta vulnerabilidad tiene un impacto muy fuerte sobre el producto interno bruto, la seguridad alimentaria y nutricional de los países, por lo que debe ser prioritario en la agenda política de la región. Para fortalecer la resiliencia a estos efectos, la FAO está innovando en el área de vigilancia de la sequía agrícola con información geoespacial, especialmente en el corredor seco centroamericano. A través de imágenes satelitales, el sistema de vigilancia de la sequía en agricultura, desarrollado por la FAO, permite la detección temprana de falta de agua que pueda afectar la producción de granos básicos. Esta herramienta ofrece información utilizando sensores remotos, tecnología móvil y drones, favoreciendo la toma de decisiones informadas para la implementación de planes nacionales de mitigación de la sequía u otros mecanismos como seguros agrícolas o fondos de contingencia. (FAO, 2018) En Panamá, la FAO también está apoyando al Instituto de Seguros Agrícolas en el diseño de un seguro agrícola paramétrico con base en información satelital. Toda esta información es de gran relevancia, porque en la medida en que un país maneje eficazmente el riesgo asociado con el clima, también contribuirá a erradicar la pobreza. Lo invitamos a utilizar las herramientas para compartir el artículo vía email o redes sociales. Todo el contenido de www.prensa.com pertenece a Corporación La Prensa, S.A. razón por la cual, el material publicado no se puede reproducir o copiar o transmitir sin previa autorización. (FAO, 2018)