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Convenios y Recomendaciones de la OIT

sobre trabajo infantil


La mayor parte de los países han adoptado leyes que prohíben o imponen severas
restricciones al empleo y el trabajo de los niños, en gran medida, impulsados y guiados
por normas adoptadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pese a estos
esfuerzos, el trabajo infantil sigue existiendo a escala masiva y en ocasiones tiene lugar
en condiciones deplorables, en particular, en el mundo en desarrollo. Este fenómeno es
infinitamente complejo, y a ello se debe que el progreso haya sido lento o
aparentemente inexistente. Es imposible hacerlo desaparecer de un plumazo.

No obstante, la base de una acción determinada y concertada debe ser una legislación en
la que se establezca la eliminación total del trabajo infantil como objetivo último de las
políticas y que establezca las consiguientes medidas para lograrlo, y en la que se
determinen y prohíban de manera explícita las peores formas de trabajo infantil que se
han de eliminar como prioridad.

Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas


de trabajo infantil, 1999
Tal como lo demuestran a las claras las estadísticas, el trabajo infantil es un problema de
inmensas proporciones y de ámbito mundial. Tras realizar estudios exhaustivos en esta
materia, la OIT llegó a la conclusión de que era necesario mejorar los Convenios sobre
trabajo infantil existentes. El Convenio núm. 182 ayudó a despertar un interés
internacional respecto de la urgencia de actuar para eliminar las peores formas de
trabajo infantil prioritariamente y sin perder de vista el objetivo a largo plazo de la
abolición efectiva de todo el trabajo infantil.

 Texto del Convenio núm. 182 de la OIT

 Texto de la Recomendación núm. 190 de la OIT

 Lista de ratificaciones

Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad mínima de


admisión al empleo
Uno de los métodos más efectivos para lograr que los niños no comiencen a trabajar
demasiado temprano es establecer la edad en que legalmente pueden incorporarse al
empleo o a trabajar. En el cuadro que se presenta más abajo figuran los principios
fundamentales del Convenio de la OIT por lo que respecta a la edad mínima de
admisión al empleo.

 Texto del Convenio núm. 138 de la OIT


 Texto de la Recomendación núm. 146 de la OIT

 Lista de ratificaciones

Edad mínima Posibles


autorizada para que excepciones para
los niños comiencen algunos países en
a trabajar desarrollo

Trabajo peligroso 18 años


18 años
Ninguna persona menor de 18 años debe (16 años siempre
(16 años siempre que
realizar trabajos que atenten contra su que se cumplan
se cumplan estrictas
salud o su moralidad. estrictas
condiciones)
condiciones)

Edad mínima límite

La edad mínima de admisión al empleo no


15 años 14 años
deberá ser inferior a la edad en que cesa la
obligación escolar, o en todo caso, a 15 años.

Trabajo ligero

Los niños de entre 13 y 15 años de edad


podrán realizar trabajos ligeros, siempre y
cuando ello no ponga en peligroso su salud o Entre 13 y 15 años Entre 12 y 14 años
su seguridad, ni obstaculice su educación, su
orientación vocacional ni su formación
profesional.

Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el


Trabajo
Tanto el Convenio núm. 138 como el Convenio núm. 182 son Convenios
fundamentales. De conformidad con la Declaración de la OIT, incluso los Estados
Miembros que aún no han ratificado estos Convenios deben observar, promover y
poner en prá

Preocupación de la OIT sobre la nueva


ley en Bolivia sobre trabajo infantil
El nuevo Código Niño, Niña y Adolescente, Ley núm. 548, del 17 de julio de 2014,
publicado en la Gaceta Oficial del Gobierno de Bolivia el 23 de julio de 2014 aborda el
“Derecho a la protección de la niña, niño y adolescente en relación al trabajo” (Capítulo
VI).

Discurso | 28 de julio de 2014


El Gobierno de Bolivia ha ratificado el Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad
mínima de admisión al empleo y el Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores
formas de trabajo infantil. La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y
Recomendaciones (CEACR) de la OIT, el único órgano investido con la autoridad
necesaria, analizará la compatibilidad del nuevo Código con los convenios arriba
mencionados en su próxima sesión en noviembre-diciembre de 2014. Sin prejuicio de
cualquier observación que pueda ser realizada por la CEACR al respeto y en la espera
de su análisis, la OIT pone de manifiesto las siguientes preocupaciones sobre algunos
aspectos del nuevo Código.

El nuevo Código fija en 14 años la edad mínima para trabajar, edad declarada por
Bolivia en 1997 cuando ratificó el Convenio núm. 138. Sin embargo, el nuevo Código
también contempla en ciertas circunstancias la posibilidad de reducir dicha edad mínima
de admisión al empleo o al trabajo.

Por un lado, el nuevo Código abre la posibilidad a las niñas, niños o adolescentes de 10
a 14 años de llevar a cabo actividades laborales por cuenta propia. Cabe indicar que el
Convenio núm. 138 solo permite el trabajo o el empleo (por cuenta propia) a partir de la
edad declarada internacionalmente, es decir, 14 años en el caso de Bolivia.

Por otro lado, permite a las niñas, niños o adolescentes de 12 a 14 años de llevar a cabo
una actividad laboral por cuenta ajena. En ese sentido también hay que indicar que el
Convenio núm. 138 solo permite el trabajo a partir de los 12 años en trabajos ligeros, es
decir, en trabajos que no sean susceptibles de perjudicar la salud o seguridad de los
niños ni su educación u orientación profesional y formación.

Asimismo, la OIT también está preocupada por el hecho que el nuevo Código pudiera
no brindar la adecuada protección a las niñas, niños o adolescentes que realizan trabajos
peligrosos en el ámbito familiar o social comunitario en la pesca en ríos y lagos, en la
agricultura, en la cría de ganado mayor o en la albañilería. La misma ley considera estas
actividades como peligrosas y, por consecuencia, las prohíbe. Sin embargo, las excluye
de tal consideración cuando son realizadas en el ámbito familiar o social comunitario.
Es decir, las niñas, niños y adolescentes que llevan a cabo tales actividades en el ámbito
familiar o social comunitario podrían estar realizando trabajos peligrosos que, además,
podrían resultar en un impedimento para el acceso a la educación. En línea con los
Convenios núm. 138 y núm. 182, esos niñas, niños y adolescentes deberían gozar,
respecto a tales actividades, de la misma protección que el Código ofrece a aquellos que
las pudieran desempeñar fuera del ámbito familiar o social comunitario.

Cabe recordar que tanto el Convenio núm. 138 como el Convenio núm. 182 prohíben
que cualquier niña, niño o adolescente menor de 18 años lleve a cabo actividades
peligrosas. No existe excepción general posible a este límite de edad respecto a los
trabajos peligrosos, tanto si el trabajo se lleva a cabo en el marco de una relación de
trabajo como si se realiza en el ámbito familiar o social comunitario.

Además, la OIT quiere señalar que ciertas manifestaciones vertidas en el marco de la


adopción del nuevo Código dan a entender que el trabajo infantil es una realidad
inevitable. Numerosos estudios y análisis muestran el ciclo intergeneracional que existe
entre la pobreza y el trabajo infantil. El trabajo infantil representa un impedimento para
que los niños adquieran la educación y las competencias que les permitirán obtener un
trabajo decente en la edad adulta y, en el futuro, hacer posible la escolarización de sus
propios hijos. El trabajo infantil no puede justificarse como un “mal necesario” ni como
una estrategia de desarrollo. Los gobiernos tienen la obligación de proteger a las niñas,
niños y adolescentes del trabajo infantil, entre otras medidas, mediante el
establecimiento de pisos de protección social que los resguarden de la pobreza.

El nuevo Código difiere de la tendencia mundial de elevar progresivamente la edad


mínima de admisión al empleo o al trabajo, en línea con la edad de educación
obligatoria. Numerosos países, incluidos varios en América Latina, han adoptado en los
últimos años nuevas leyes en este sentido.

Según los últimos datos disponibles, en 2008, 746.000 niñas y niños se encontraban en
una situación de trabajo infantil en Bolivia. La OIT se congratula de que en Bolivia se
hayan fortalecido en los últimos años los servicios públicos de educación, salud, empleo
y protección social. También de que se haya aumentado la edad de la educación
obligatoria a los 17 años (Ley de Educación núm. 70 “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”
de 2010). Todas estas medidas son una muestra clara de la intención y voluntad, por
parte de las autoridades bolivianas, de promover un desarrollo humano y económico
digno para todas las ciudadanas y ciudadanos.

La OIT reconoce los esfuerzos de Bolivia en pos de actualizar la legislación para


proteger y garantizar el conjunto de los derechos de las niñas, niños y adolescentes
bolivianos mediante el nuevo Código Niño, Niña y Adolescente.

La OIT continuará apoyando los esfuerzos de las autoridades bolivianas, de las


organizaciones de empleadores y de trabajadores, y de la sociedad civil para trabajar en
pro de la eliminación del trabajo infantil.
LinkedIn
© EFE
Álvaro García Linera promulgó ayer el Código Niño, Niña, Adolescente, en su calidad de presidente (i),
por el viaje de Morales a Brasil.

Bolivia se convirtió esta semana en el único país en el mundo que


"excepcionalmente" autoriza el trabajo infantil desde los diez años de edad, una
tendencia contraria al resto de la región, que hace esfuerzos para eliminar el trabajo de
menores.

La "excepción" está contenida en el Código Niño, Niña, Adolescente que acaba de ser
promulgado por el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera. El funcionario
aseguró que la nueva normativa establece "un equilibrio" entre los convenios
internacionales y la realidad boliviana.

Según el texto de la norma, los pequeños podrán trabajar desde los diez años
únicamente en tareas de "cuenta propia", es decir, nunca para un empleador y siempre
que cuenten con la autorización de las Defensorías de la Niñez, instancias dependientes
de las alcaldías.

La representante de la Defensoría del Pueblo de La Paz, Teófila Guarachi, sostuvo que


ni el Estado ni las más de 300 municipalidades, existentes en país tienen las capacidades
materiales y profesionales para ejercer el control orientado, según el Código, a evitar la
explotación infantil.

"Hay varios municipios, especialmente en las áreas rurales, donde no existen


instaladas estas oficinas defensoriales que ahora tienen mayores
responsabilidades", dijo la funcionaria a dpa. De hecho, la nueva ley concedió un año
para que se hagan los ajustes institucionales.
"En conjunto, tenemos una buena ley que protege al niño y a la niña, que articula los
sistemas dispersos del Estado, que reconoce derechos y convierte a los niños, niñas y
adolescentes en sujetos participantes de sus derechos", afirmó García Linera el día de la
promulgación.

Bolivia había ratificado un convenio de la Organización Internacional del Trabajo


(OIT) que fija la edad mínima laboral en 14 años, entre otras normativas
internacionales que obligan a erradicar las peores formas de explotación, entre ellas la
zafra y la minería.

Según la OIT, en América Latina y el Caribe unos 13 millones de niños forman


parte del mercado laboral. En Bolivia sumaron 850.000 pequeños trabajadores en
2008, una cifra que será actualizada este año con un estudio desarrollado por el
gobierno boliviano.

El sociólogo y politólogo boliviano Franco Gamboa explicó que instituciones como el


Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Defensoría del Pueblo
intentaron convencer a las autoridades del gobierno y del poder legislativo de los
riesgos de legalizar el trabajo infantil.

El Código, que remplazará una ley anterior que estuvo vigente durante 15 años, obliga a
los empleadores a reconocer todas las prestaciones laborales, sociales y políticas de
los niños trabajadores desde los 14 años de edad y fija en seis horas la jornada
laboral para los obreros de entre 14 y 17 años de edad.

"La intención es sana, pero se crean condiciones para crear una generación de adultos
tempranos que, al contrario de lo que se quiere, incentivará a las familias a enviar a sus
hijos al mercado laboral", apuntó Gamboa en un contacto con dpa.

Según Gamboa la norma, debió consignar mayores medidas de protección a los niños
por parte del Estado con la asignación de bonos que promuevan la formación escolar. El
experto destacó así la existencia de los recursos que actualmente entrega cada año el
gobierno boliviano a los estudiantes para respaldar su permanencia en las escuelas.

Por su parte, la organización Human Rights Watch (HRW) condenó la nueva ley y
destacó que con esta medida Bolivia se convierte en el único país del mundo que
autoriza el empleo de niños de tan corta edad. "Creemos que es una medida terrible",
señaló a dpa la experta en infancia de HRW, Jo Becker. "Es un retroceso y va en contra
de la tendencia mundial".

La nueva ley también endurece las penas de cárcel para las personas que sean
responsables de las muertes de niños y facilita la adopción de menores.

Además, el nuevo Código establece que "el o la adolescente (desde los 14 años de
edad) que incurra en la comisión de conductas punibles tipificadas como delitos en
el Código Penal y en leyes especiales, responderá por el hecho de forma
diferenciada del adulto". El diputado Rodolfo Calle dijo que se ha dispuesto un
tratamiento especial para los niños que hayan cometido delitos con "sanciones
socioeducativas".
Trabajo infantil en Bolivia

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sí.

El trabajo infantil y adolescente es aquel que se realiza en actividades productivas que


resultan nocivas para el desarrollo tanto físico como mental de los niños, niñas y
adolescentes, actividades que los privan de su infancia o adolescencia, de su potencial y
de su dignidad 1.

El trabajo de los adolescentes a partir de los 14 años está reconocido por la legislación;
sin embargo, es indiscutible que éste conlleva un conjunto de factores que pueden
profundizar la desigualdad, causar daños a la autoestima de los adolescentes y generar
problemas futuros. Por este motivo, la actividad laboral de los adolescentes está
protegida por un conjunto de disposiciones legales, cuyo objetivo básico es preservar
sus más legítimos derechos, compatibles con el proceso de formación física y mental en
el que se encuentran.

Como Estado miembro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 1997


Bolivia ratificó el Convenio 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo y dispuso
que sea de 14 años; esta decisión está plasmada en el Código Niño Niña y Adolescente,
en concordancia con la Ley General del Trabajo. Asimismo, el año 2002, mediante Ley
Nº 2428, ratificó el Convenio 182 sobre la prohibición de las peores formas de trabajo
infantil, y así se comprometió a adoptar las medidas necesarias para eliminarlas con
carácter de urgencia.

Los avances normativos en el país son considerables; sin embargo, según la Encuesta de
Trabajo Infantil realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el año 2008, se
establece que hay 850 mil niños, niñas y adolescentes bolivianos que trabajan, lo que
representa que el 28% de la población entre 5 y 17 años realiza varias actividades
laborales, y más del 87% está inmerso en las peores formas de trabajo. El trabajo
infantil peligroso pone en riesgo su salud, su integridad y su formación y los expone al
maltrato físico, psicológico o moral, que puede ocasionarles daños para el resto de sus
vidas.

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Los niños, niñas y adolescentes deben estar en la escuela recibiendo educación y


adquiriendo habilidades que los preparen para acceder a un trabajo digno y decente en
su vida adulta. El ingreso prematuro al mercado laboral les priva de esos dos derechos
fundamentales para que ellos, sus familias y sus comunidades salgan del ciclo de
pobreza.

Pasos a seguir:

 Aplicar la normativa nacional sobre el trabajo infantil y adolescente.

 Adoptar políticas y programas nacionales que garanticen un progreso efectivo en


la lucha contra el trabajo infantil.

 Poner en marcha iniciativas para ampliar el movimiento nacional y mundial


contra el trabajo infantil.

El trabajo infantil en Bolivia: ¿Necesidad o esclavitud encubierta?


En Bolivia hay 850.000 niños y adolescentes trabajadores
El 87% de los niños de entre cinco y 17 años desempeña oficios considerados
peligrosos
Un 77 % de los trabajos no es remunerado porque el niño trabaja ayudando a su
familia
Evo Morales se opone a eliminar el trabajo infantil

La presidenta de la Cámara de Senadores, Gabriela Montaño, durante...

La presidenta de la Cámara de Senadores, Gabriela Montaño, durante una reunión con


niños trabajadores. EFE
GINA BALDIVIESO (EFE) La Paz
Actualizado: 23/12/2013 18:19 horas

El debate en Bolivia sobre un nuevo código de protección de menores ha puesto en


evidencia la precaria situación de los 850.000 niños que trabajan en el país, que exigen
que no se les impida ganarse la vida.

Decenas de menores trabajadores alzaron la voz la semana pasada en La Paz contra el


nuevo "Código Niña, Niño y Adolescente" que debate el Parlamento, porque esta norma
establece como edad mínima para trabajar los 14 años.

La normativa busca poner orden en un sector en el que planea la duda constante de qué
niños trabajan por necesidad real, y cuáles lo hacen obligados por sus familias, lo que
convertiría su actividad laboral en esclavitud infantil encubierta.

Los menores exigen que se respete su "derecho al trabajo" alegando que es su forma de
subsistencia y que deben ayudar a sus padres porque viven en condiciones de pobreza.

A pesar de lo sorprendente del reclamo de los niños, se trata de una realidad que se ve a
diario en las urbes bolivianas, donde es común verlos en las calles vendiendo caramelos,
lavando parabrisas, haciendo malabares en las esquinas, limpiando calzados o ayudando
a sus padres en quioscos y mercados.(el mundo)

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