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“El Año del dialogó y la reconciliación

nacional”

Escuela Académica Profesional


DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
Asignatura
DERECHO DE FAMILIA Y SUCESIONES
TEMA :LA SENTENCIA 2663-2003-HC ELEOBINA MABEL
APONTE CHIQUIHUANCA, PRINCIPIO DE
EXCEPCIONALIDAD, MODELO DE DEMANDA Y
CONSTITUCIOONES DEL PERÚ.

PROFESOR: DR. JHONNY ALARCON AVELLANEDA

INTEGRANTES: César Augusto Yupa Mendoza

Alexander Vilca Pecho

Joins Venturo gutierrez

Estefani Cueto Uribe

Tatiana Ormeño Sarmiento


AÑO : IV - E

ICA – PERÚ

2017
“LAS LEYES INJUSTAS SON LAS TELARAÑAS
A TRAVÉS DE LA CUAL PASAN LAS MOSCAS GRANDES
Y LAS MÁS PEQUEÑAS QUEDAN ATRAPADAS”

HONORÉ DE BALZAC.
ÍNDICE

CAPITULO I
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 2663-2003-HC
CASO ELEOBINA MABEL APONTE CHIQUIHUANCA
PAG.
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………………………………………
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL…………………………………………………………………………..
ANTECEDENTES………………………………………………………………………………………………………………………..
FUNDAMENTOS……………………………………………………………………………………………………………………….
FALLO………………………………………………………………………………………………………………………………………

CAPITULO II
HÁBEAS CORPUS – TIPOLOGIAS – MODELO DE DEMANDA

LAS GARANTIAS CONSTITUCIONALES……………………………………………………………………………………..


EL PROCESO DE HÁBEAS CORPUS……………………………………………………………………………………………
1.- ETIMOLOGÍA………………………………………………………………………………………………………………………
2.- ORIGEN Y OBJETO DE ESTA INSTITUCIÓN…………………………………………………………………………..
3.- ANTECEDENTES………………………………………………………………………………………………………………….
4.- DEFINICIÓN………………………………………………………………………………………………………………………..
5.- AMBITO DE TUTELA DEL HÁBEAS CORPUS…………………………………………………………………………
6.- DERECHOS PROTEGIDOS……………………………………………………………………………………………………
7.- CLASES DE HÁBEAS CORPUS………………………………………………………………………………………………
8.- EN QUE SITUCIONES NO PROCEDE EL PROCESO DE HABEAS CORPUS……………………………….
9.- LEGITIMACION ACTIVA……………………………………………………………………………………………………..
10.- LEGITIMACION PASIVA……………………………………………………………………………………………………
11.- ¿ACCIÓN ESCRITA O VERBAL?.............................................................................................
12.- HÁBEAS CORPUS EN EL MUNDO…………………………………………………………………………………….
13.- CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………………………………..
CAPITULO III
MODELO DE DEMANDA DE HÁBEAS CORPUS

MODELO DE DEMANDA……………………………………………………………………………………………………………

CAPITULO IV
PRINCIPIO DE EXCEPCIONALIDAD
INTRODUCCIÓN

Nuestra Carta Magna resalta la importancia de la protección de libertad


individual como uno de los derechos más significativos e indispensables de la
persona humana, por esta razón que ha configurado un ordenamiento para su
finalidad porque sin el ejercicio de libertad los demás derechos no se pudieran
ejercer y una de las formas para dar a conocer el desarrollo democrático y
constitucional de un estado es analizando el respeto por la libertad personal, su
ejercicio y apreciar si los mecanismos previstos para la protección y defensa de
este derecho fundamental resultan eficaces; en tal sentido el
Proceso Constitucional del Habeas Corpus es una Institución Jurídica de mucho
valor para el buen desarrollo de nuestra sociedad, toda vez que se trata de una
acción de garantía que se da para casos que violen o amenacen los derechos
constitucionales por acción u omisión de actos que son obligatorios.
El Habeas Corpus es un proceso constitucional referido a la protección del
derecho a la libertad personal. Todo ciudadano detenido o preso, al presentarse
inmediata y públicamente ante un Juez o Tribunal para que oyéndole resuelva
si su arresto fue o no legal, se trata de impedir que la autoridad o alguno de los
agentes puedan prolongar de forma arbitraria la detención o la prisión de un
ciudadano
En el presente trabajo realizaremos un análisis breve de las garantías
constitucionales las cuales están establecidas en el Artículo 200 del Título V de
nuestra constitución estudiaremos el proceso de Habeas Corpus el cual es
materia de investigación, analizaremos el origen y objeto de esta institución,
antecedentes, definición, normatividad, clases y jurisprudencia en relación a esta
garantía constitucional.
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 2663-2003-HC
CASO ELEOBINA MABEL APONTE CHIQUIHUANCA

EXP. N.° 2663-2003-HC/TC


CONO NORTE DE LIMA
ELEOBINA MABEL APONTE CHUQUIHUANCA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 23 días del mes de marzo de 2004, reunido el Pleno
del Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores magistrados
Bardelli Lartirigoyen, Vicepresidente; Aguirre Roca, Revoredo Marsano,
Gonzales Ojeda y García Toma, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por doña Eleobina Mabel Aponte
Chuquihuanca contra la resolución de la Segunda Sala Penal de Reos en Cárcel
de la Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima, de fojas 182, su fecha
8 de setiembre de 2003, que declaró improcedente la acción de hábeas corpus
de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 26 de agosto de 2003, la recurrente interpone acción de
hábeas corpus contra el Juez del Segundo Juzgado de Paz Letrado de Comas,
Ronald Soto Cortez, por violación de su derecho a la libertad individual. Solicita,
por tanto, que se ordene al referido juez levantar la orden de captura que pesa
en su contra.
Sostiene que con motivo del proceso judicial N.° 121-02, fue designada
como custodia judicial de un televisor y un ropero de madera, los que depositó
en su domicilio; que, posteriormente, el Juzgado desafectó el ropero y la notificó
para que lo ponga a disposición del juzgado, por lo que presentó 3 escritos a fin
de que el juzgado precise el lugar donde debía poner a disposición el bien
requerido, hecho que recién se produjo con la Resolución N.° 24, de fecha 23 de
junio de 2003, y notificada el 14 de julio del mismo año, en la que se le requiere,
por última vez, para que el día 24 de julio de 2003 cumpla con apersonarse al
local de juzgado con el bien, bajo apercibimiento de ordenarse su captura; que,
en la fecha en que le notificaron la Resolución N.° 24 se encontraba de viaje, por
lo que su hermana, mediante escrito de fecha 22 de julio de 2003, solicitó que
dicha diligencia se realice en el propio domicilio de la custodia, debido a que no
contaba con los medios económicos para trasladar el bien al local de juzgado; y
que el 13 de agosto de 2003, mediante Resolución N.° 26, el juez ordenó su
captura sin motivación alguna. Agrega que el 20 de agosto de 2003 presentó al
Juzgado un escrito pidiendo la nulidad de la Resolución N.° 26, sin que hasta la
fecha de la interposición de la demanda exista pronunciamiento alguno.
El emplazado manifiesta que notificó en diversas oportunidades a la
demandante para que se apersone al local del juzgado con el bien mueble en
custodia, y ésta no cumplió con dicho mandato, por lo que ordenó su ubicación
y captura mediante resolución de fecha 26 de agosto de 2003, conforme a la
facultades conferidas por el inciso 2) del artículo 53° del Código Procesal Civil.
Agrega que hasta la fecha de su declaración la accionante no ha cumplido con
entregar el bien en custodia.
El Noveno Juzgado Especializado en lo Penal del Cono Norte de Lima,
con fecha 26 de agosto de 2003, declaró improcedente la demanda, por
considerar que no ha existido violación alguna a la libertad individual, pues el
demandado, dentro de un proceso regular y conforme a la normatividad vigente,
con las garantías que la ley establece, ha actuado de acuerdo a sus atribuciones.
La recurrida confirma la apelada, por los mismos fundamentos.
FUNDAMENTOS
1. El objeto de la presente demanda es que se ordene al Juez del Segundo
Juzgado de Paz Letrado de Comas que levante la orden de captura que pesa
sobre la accionante, ordenada mediante Resolución N.° 26, de fecha 13 de
agosto de 2003.
2 La libertad personal es un derecho subjetivo, reconocido en el inciso 24) del
artículo 2.° de la Constitución Política del Estado, el artículo 9.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 7.2 de la Convención
Interamericana sobre Derecho Humanos. Al mismo tiempo que derecho
subjetivo, constituye uno de los valores fundamentales de nuestro Estado
Constitucional de Derecho, por cuanto fundamenta diversos derechos
constitucionales a la vez que justifica la propia organización constitucional.
3. Asimismo, es de señalarse que, como todo derecho fundamental, la libertad
personal tampoco es un derecho absoluto. Ningún derecho fundamental, en
efecto, puede considerarse ilimitado en su ejercicio. Los límites que a éstos se
puedan establecer pueden ser intrínsecos o extrínsecos. Los primeros son
aquellos que se deducen de la naturaleza y configuración del derecho en
cuestión. Los segundos, los límites extrínsecos, son aquellos que se deducen
del ordenamiento jurídico, cuyo fundamento se encuentra en la necesidad de
proteger o preservar otros bienes, valores o derechos constitucionales. Es así
que pueden ser restringidos o limitados mediante ley.
4. Según lo ha señalado este Tribunal [Exp. Nº 1091-2002-HC], la libertad
individual “En cuanto derecho subjetivo, garantiza que no se afecte
indebidamente la libertad física de las personas, esto es, su libertad locomotora,
ya sea mediante detenciones, internamientos o condenas arbitrarias. Los
alcances de la garantía dispensada a esta libertad comprende frente a cualquier
supuesto de privación de la libertad locomotora, independientemente de su
origen, la autoridad o persona que la haya efectuado”.
5. Ahora bien, el proceso de hábeas corpus como señala Luis Alberto Huerta
Guerrero -Libertad Personal y Hábeas Corpus. Lima: Comisión Andina de
Juristas, 2003, pág. 47- “es una institución cuyo objetivo consiste en proteger la
libertad personal, independientemente de la denominación que recibe el hecho
cuestionado (detención, arresto, prisión, secuestro, desaparición forzada, etc.)
De acuerdo a la Constitución de 1993 [...] procede contra cualquier autoridad,
funcionario o persona, por cualquier acción u omisión que implique una amenaza
o violación de la libertad personal”.
Dicha acción de garantía es básicamente un proceso de resguardo y tutela
de la libertad personal en sentido lato. En puridad representa la defensa de
aquello que los antiguos romanos denominaban ius movendi et ambulandi o los
anglosajones consignaban como power of locomation.
Lo que se tutela es la libertad física en toda su amplitud. Ello en razón a
que ésta no se ve afectada solamente cuando una persona es privada
arbitrariamente de su libertad, sino que también se produce dicha anomalía
cuando encontrándose legalmente justificada esta medida, es ejecutada con
una gravedad mayor que la establecida por la ley o por los jueces.
En efecto, la facultad de locomoción o de desplazamiento espacial no se
ve afectada únicamente cuando una persona es privada arbitrariamente de su
libertad física, sino que ello también se produce cuando se presentan
circunstancia tales como la restricción, la alteración o alguna forma de amenaza
al ejercicio del referido derecho; asimismo, cuando a pesar de existir
fundamentos legales para la privación de la libertad, ésta se ve agravada
ilegítimamente en su forma o condición; o cuando se produce una desaparición
forzada, etc.
6. Tal como expone Néstor Pedro Sagües -Derecho Procesal
Constitucional- Hábeas Corpus. Buenos Aires: Astrea, 1988 pág. 143- “en su
origen histórico surge como remedio contra una detención. Sin arresto, el
hábeas corpus parecería no tener razón de ser, ya que es un remedio,
precisamente, contra aprehensiones ilegales. Su meta natural, por los demás
estriba en disponer una libertad.

Sin embargo, el desarrollo posterior del instituto [...] lo ha hecho proyectarse


hacia situaciones y circunstancias que si bien son próximas a un arresto, no se
identifican necesariamente con él”.

De ahí que se reconozca que “algunas figuras del hábeas corpus [...]
abandonan los límites precisos de la libertad física para tutelar derechos -
constitucionales también – aunque de índole distinta”

Al respecto, en la Opinión Consultiva OC-9/87 N.° 29, la Corte Interamericana


de Derechos Humanos, se justificó y convalidó la ampliación de los contornos
del hábeas corpus al manifestarse que “es esencial la función que cumple el
hábeas corpus como medio para controlar el respeto a la vida e integridad de la
persona, para impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar de
detención, así como para protegerla contra la tortura u otros tratos o penas
crueles, inhumanas o degradantes”.
En función a este ensanchamiento del carácter y contenido del hábeas
corpus, la doctrina ha elaborado una tipología, de la cual resumidamente damos
cuenta:

a) El hábeas corpus reparador


Dicha modalidad se utiliza cuando se produce la privación arbitraria o
ilegal de la libertad física como consecuencia de una orden policial; de un
mandato judicial en sentido lato -juez penal, civil, militar-; de una decisión de un
particular sobre el internamiento de un tercero en un centro psiquiátrico sin el
previo proceso formal de interdicción civil; de una negligencia penitenciaria
cuando un condenado continúe en reclusión pese a haberse cumplido la pena;
por sanciones disciplinarias privativas de la libertad; etc.
En puridad, el hábeas corpus reparador representa la modalidad clásica o inicial
destinada a promover la reposición de la libertad de una persona indebidamente
detenida.

b) El hábeas corpus restringido


Se emplea cuando la libertad física o de locomoción es objeto de molestias,
obstáculos, perturbaciones o incomodidades que, en los hechos, configuran una
seria restricción para su cabal ejercicio. Es decir, que, en tales casos, pese a no
privarse de la libertad al sujeto, “se le limita en menor grado”.
Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición de acceso o circulación a
determinados lugares; los seguimientos perturbatorios carentes de fundamento
legal y/o provenientes de órdenes dictadas por autoridades incompetentes; las
reiteradas e injustificadas citaciones policiales; las continuas retenciones por
control migratorio o la vigilancia domiciliaria arbitraria o injustificada, etc.
c) El hábeas corpus correctivo
Dicha modalidad, a su vez, es usada cuando se producen actos de
agravamiento ilegal o arbitrario respecto a las formas o condiciones en que se
cumplen las penas privativas de la libertad. Por ende, su fin es resguardar a la
persona de tratamientos carentes de razonabilidad y proporcionalidad, cuando
se ha determinado cumplir un mandato de detención o de pena.

En efecto, en el caso Alejandro Rodríguez Medrano vs. la Presidencia


del Instituto Nacional Penitenciario y otro (Exp. N.° 726-2002-HC/TC), el Tribunal
Constitucional señaló que:

“Mediante este medio procesal puede efectuarse el control constitucional de las


condiciones en las que se desarrolla la restricción del ejercicio de la libertad
individual, en todos aquellos casos en que éste se haya decretado judicialmente”

Así, procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, la


integridad física y psicológica, o del derecho a la salud de los reclusos o personas
que se encuentran bajo una especial relación de sujeción internados en
establecimientos de tratamiento públicos o privados (tal el caso de personas
internadas en centros de rehabilitación y de menores, en internados
estudiantiles, etc.). Igualmente, es idóneo en los casos en que, por acción u
omisión, importen violación o amenaza del derecho al trato digno o se produzcan
tratos inhumanos o degradantes.

Es también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de


arbitraria restricción del derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad
del traslado de un recluso de un establecimiento penitenciario a otro; y por la
determinación penitenciaria de cohabitación en un mismo ambiente de reos en
cárcel de procesados y condenados.

d) El hábeas corpus preventivo

Éste podrá ser utilizado en los casos en que, no habiéndose concretado


la privación de la libertad, existe empero la amenaza cierta e inminente de que
ello ocurra, con vulneración de la Constitución o la ley de la materia..

Al respecto, es requisito sine qua non de esta modalidad que los actos
destinados a la privación de la libertad se encuentran en proceso de ejecución;
por ende, la amenaza no debe ser conjetural ni presunta.

En efecto, en el caso Patricia Garrido Arcentales y otro contra el capitán


PNP Henry Huertas (Exp. N.° 399-96-HC/TC), el Tribunal Constitucional precisó:

“Que, en cuanto a las llamadas telefónicas a través de las cuales se


amenazaría con detener a los recurrentes, según afirman, este Tribunal
considera que no se han dado los supuestos para que se configure una situación
que constituya amenaza a la libertad personal que haga procedente la acción de
Hábeas Corpus, es decir, tal y como lo consagra el artículo 4° de la Ley N.°
25398, se necesita que ésta sea cierta y de inminente realización; se requiere
que la amenaza sea conocida como verdadera, segura e indubitable, que se
manifieste con actos o palabras que no dejen duda alguna de su ejecución y
propósito e inminente y posible, esto es, que no deje duda sobre su ejecución en
un plazo inmediato y previsible”.

e) El hábeas corpus traslativo


Es empleado para denunciar mora en el proceso judicial u otras graves
violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir, cuando se
mantenga indebidamente la privación de la libertad de una persona o se demore
la determinación jurisdiccional que resuelva la situación personal de un
detenido.
César Landa Arroyo, Teoría del Derecho Procesal Constitucional, Editorial
Palestra, Lima 2003, pág. 116, refiere que en este caso “se busca proteger la
libertad o la condición jurídica del status de la libertad de los procesados,
afectados por las burocracias judiciales [...]”.

En efecto, en el caso Ernesto Fuentes Cano vs. Vigésimo Cuarto Juzgado


Penal de Lima (Exp. N.° 110-99-HC/TC), el Tribunal Constitucional textualmente
señaló lo siguiente:

“Que, el tercer párrafo del artículo 9° del Pacto Internacional de Derechos


Civiles y Políticos, aprobado mediante Decreto Ley N.° 22128, dispone que toda
persona detenida o presa a causa de una infracción penal tiene derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad y, en el caso de
autos, se inicia el proceso en marzo de 1993, y en diciembre de 1997 se
encontraba en el estado de instrucción, por haber sido ampliada ésta; y el hecho
de no haberse completado la instrucción no justifica que se mantenga privada de
su libertad a una persona que ya lo había estado por más de veinte meses, no
dándole cumplimiento así al artículo 137° del Código Procesal Penal, en caso de
efectivizarse esta nueva orden de captura”.

f) El hábeas corpus instructivo


Esta modalidad podrá ser utilizada cuando no sea posible ubicar el paradero
de una persona detenida-desaparecida. Por consiguiente, la finalidad de su
interposición es no sólo garantizar la libertad y la integridad personal, sino,
adicionalmente, asegurar el derecho a la vida, y desterrar las prácticas de
ocultamiento o indeterminación de los lugares de desaparición.

En efecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Ernesto


Castillo Páez vs. República del Perú, (párrafo 84 de la sentencia del 3 de
noviembre de 1997), estableció lo siguiente:

“Habiendo quedado demostrado como antes se dijo (supra, párrafo 71), que
la detención del señor Castillo Páez fue realizada por miembros de la Policía del
Perú y que, por tanto, se encontraba bajo la custodia de éste, la cual lo ocultó
para que no fuera localizado, la Corte concluye que la ineficacia del recurso de
hábeas corpus es imputable al Estado, configurando con ello una violación del
artículo 25° de la Convención en relación con el artículo 1.1.”.

g) El hábeas corpus innovativo


Procede cuando, pese a haber cesado la amenaza o la violación de la libertad
personal, se solicita la intervención jurisdiccional con el objeto de que tales
situaciones no se repitan en el futuro, en el particular caso del accionante.
Al respecto, Domingo García Beláunde [Constitución y Política, Eddili, Lima
1991, pág.148], expresa que dicha acción de garantía “debe interponerse contra
la amenaza y la violación de este derecho, aun cuando éste ya hubiera sido
consumado”. Asimismo, César Landa Arroyo [Tribunal Constitucional, Estado
Democrático, Editorial Palestra, Lima 2003, pág. 193], acota que “... a pesar de
haber cesado la violación de la libertad individual, sería legítimo que se plantee
un hábeas corpus innovativo, siempre que el afectado no vea restringida a futuro
su libertad y derechos conexos”.

h) El hábeas corpus conexo


Cabe utilizarse cuando se presentan situaciones no previstas en los tipos
anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado
defensor libremente elegido desde que una persona es citada o detenida; o de
ser obligado a prestar juramento; o compelido a declarar o reconocer culpabilidad
contra uno mismo, o contra el o la cónyuge, etc.

Es decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la


libertad física o de la locomoción, guarda, empero, un grado razonable de
vínculo y enlace con éste. Adicionalmente, permite que los derechos
innominados –previstos en el artículo 3° de la Constitución– entroncados con la
libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados.

Esta Tipología ha sido elaborada de modo casuístico, en atención a la contínua


evolución que ha experimentado este proceso constitucional, por lo que no
puede ser tomada como unnumerus clausus.

7. En el presente caso aunque la recurrente no ha sido privada de su libertad


existe una amenaza, que proviene de una orden de detención dictada por el
órgano jurisdiccional emplazado. Nos encontramos, entonces, ante un hábeas
corpus preventivo.

8. De acuerdo al literal f, del inciso 24), del artículo 2° de la Constitución, nadie


puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez o por las
autoridades policiales en caso de flagrante delito.

En cuanto a la primera forma de restricción de la libertad individual, esto es, la


originada en un mandato del juez, éste necesariamente debe ser escrito; y, a su
vez, motivado. Por otro lado, la facultad de dictar el mandato de detención no es
potestad exclusiva del juez penal, pues dicho precepto constitucional no hace
referencia a la especialización del juez, y no puede descartarse casos especiales
donde la ley contempla la posibilidad de que jueces no penales ordenen la
detención de una persona, como es el caso del inciso 2) del artículo 53° del
Código Procesal Civil, siempre que detrás de ello se persiga satisfacer un bien
constitucionalmente relevante.
El mandato de detención, obrante a fojas 157 de autos, se basó en el
incumplimiento de la recurrente de apersonarse al local del juzgado con el ropero
de madera cuya custodia le había sido encomendada. Sin embargo, la resolución
cuestionada no hace referencia al escrito presentado con fecha 22 de julio de
2003, en el que indica su falta de recursos económicos para efectuar el traslado
del mueble, solicitando, a su vez, que dicha diligencia se realice en su domicilio.
Por tanto, no hay en el presente caso, renuencia a acatar los mandatos judiciales
por parte de la recurrente que justifique la medida de detención
cuestionada.

FALLO

Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad


que la Constitución Política del Perú le confiere,

Ha resuelto

1. Declarar fundada la acción de hábeas corpus.


2. Declarar nula la resolución Nº 26 de fecha 13 de agosto de 2003, dictada
por el Juzgado de Paz Letrado de Comas en el proceso Nº 121-2002, la cual
ordena la inmediata ubicación y captura de Eleobina Mabel Aponte
Chuquihuana.

Publíquese y notifíquese.

SS.

BARDELLI LARTIRIGOYEN
AGUIRRE ROCA
REVOREDO MARSANO
GONZALES OJEDA
GARCÍA TOMA
EL PROCESO DE HÁBEAS CORPUS

LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES


Los artículos 1° y 2° del Capítulo I del Título I de la Constitución Política del Perú
de 1993, tratan sobre los “Derechos Fundamentales de la Persona”, de igual
manera el artículo 200° del Título V se refiere a las Acciones de Garantías
Constitucionales las mismas que protegen derechos, a nuestro entender no
podemos decir que hacen referencia a los derechos fundamentales, sino que los
menciona como derechos constitucionales o derechos reconocidos por la
Constitución.
Este tratamiento es adecuado con el articulo 3° de la constitución, que forma
parte del capítulo I, que dispone: “La enumeración de los derechos establecidos
en este capítulo no excluye los demás que la constitución garantiza, ni otros de
naturaleza semejante o que se fundan en la dignidad del hombre o en
principios de soberanía del pueblo, del estado democrático de derecho y de
forma republicana de gobierno”.
Por lo que se puede manifestar que las acciones de garantía protectoras de
derechos no solamente sirven para proteger los “Derechos Fundamentales” sino
también para proteger:
a) Los demás derechos que la constitución garantiza.
b) Derechos de naturaleza análoga a los reconocidos por la constitución.
c) Derechos que se fundan en:
- La dignidad del hombre.
- El principio de soberanía del pueblo.
- El principio del estado democrático de derecho.
- El principio de la forma republicana de gobierno.
El Código Procesal Constitucional, en este tema, tiene la siguiente sistemática:
trata primero de las disposiciones generales de los procesos de hábeas corpus,
amparo, hábeas data y cumplimiento, luego se ocupa por separado de cada uno
de estos procesos. De igual manera trata de los procesos de acción popular e
inconstitucionalidad.
EL PROCESO DE HABEAS CORPUS
No está demás que todo ciudadano sepa lo que es un Hábeas Corpus o en qué
circunstancias procede. Si bien es cierto, el Código Procesal Constitucional nos
señala que podemos interponer proceso de Hábeas Corpus cuando se ven
alterados nuestros derechos contra la Libertad Individual, no todas las personas
tienen conocimiento de cuáles son los derechos en mención.
Este proceso se interpondrá ante el Juez Penal, no es necesaria la
representación de un abogado, no requiere tasas ni formalidades. Puede
hacerse por escrito, verbalmente, algún medio electrónico o idóneo.

1.- ETIMOLOGÍA
Este término proviene del latín hábeās corpus [ad subiiciendum] que tengas [tu]
cuerpo [para exponer]’,"tendrás tu cuerpo libre", siendo hábeās la segunda
persona singular del presente de subjuntivo del verbo latino habēre (‘tener’). O
puede ser llamado igualmente como "cuerpo presente" o "persona presente".

2.- ORIGEN Y OBJETO DE ESTA INSTITUCIÓN

Aunque el hábeas corpus como acción o remedio en la forma y desarrollo con


que existe hoy como institución no existió en Roma, las palabras latinas con que
se le denomina, denotan que su origen proviene del Derecho Romano.

En la época de los Pretores y con el nombre de «Interdicto» ya era designado en


las Pandectas bajo el título de Homine libero exhibendo y los compiladores de
dicho cuerpo legal romano transcribían un comentario del jurisconsulto Ulpiano,
que decía:
«Este remedio se ha instituido para proteger la libertad a fin de que ninguna
persona libre fuere detenida.»
La palabra persona libre incluía a cualquier niño o adulto, hombre o mujer, sea
uno o sean varios, que eran sui iuris, deduciéndose de aquí que este remedio
era para devolver la condición de persona libre a aquella a quien se hubiese
intentado convertir en esclavo sin motivos legales; es decir, que con
este interdicto ya se devolvía la libertad a aquellos a quienes se les privaba de
ella con una esclavitud ilegal.
3.- ANTECEDENTES
Según García Belaunde, el antecedente más remoto del Habeas Corpus en
América Latina se encuentra en el seno de las Cortez de Cádiz, en la propuesta
realizada por el Diputado Suplente por Guatemala Manuel Del Llano el 14 de
Diciembre de 1810.
El primer texto legal latinoamericano que lo consagra es el Código Penal del
Imperio de Brasil en 1830 – artículos 183º y 184º - y más propiamente en el
artículo 340º del Código de Procedimientos Penales del mismo país sancionado
en 1832, desde entonces emprende un desarrollo lento pero seguro hacia los
demás países del área. Hoy en día el Habeas Corpus se ha extendido incluso a
países Europeos y a muchos denominados como del Tercer Mundo, en especial
los independizados en la década del 60 de este siglo, pero a América Latina
pertenece el mérito de haber hecho suya esta institución que ha tenido desarrollo
propio y perfiles definidos.
Así se tiene que en nuestro país:
De 1879 a 1933. Periodo en el cual el Habeas Corpus aparece circunscrito para
la defensa de la libertad individual. Este periodo cubre la entrega de la primera
Ley de Habeas Corpus en 1897, para la sola protección de la libertad individual,
y así permanece hasta 1933. Aspecto importante de este periodo es que la
constitución de 1920 la reconoce por primera vez con el nombre de HABEAS
CORPUS, elevándola a rango constitucional, en su artículo 24° inciso 2 señalaba
lo siguiente: “Nadie podrá ser arrestado sin mandamiento escrito del juez
competente o de las autoridades encargadas de conservar el orden público,
excepto in-fraganti delito debiendo en todo caso ser puesto el arrestado dentro
de las 24 horas a disposición del juzgado que corresponda. Los ejecutores de
dicho mandamiento están obligados a dar copia de él siempre que se le pidiera”.
“Las personas aprehendidas o cualquier otra podrán interponer, conforme a ley
el recurso del HABEAS CORPUS por prisión indebida”.
De 1933 a 1979. La Carta Política de 1933 incluyó el Habeas Corpus para la
defensa de todos los derechos individuales y sociales, no obstante, al hablar de
los derechos los llamó “garantías individuales y sociales”. Sin embargo, el
Habeas Corpus funcionó para todo e hizo las veces no sólo del Habeas Corpus
stricto sensu, sino también del Amparo. La parte procesal se complicó y así, en
1968, se distinguió el Habeas Corpus Civil del Penal.
De 1979 hasta nuestros días. Con la sanción de la Constitución de 1979 y la
de 1993 vuelve el Habeas Corpus a su concepción originaria y se establece el
Proceso de Amparo para la protección de los demás derechos fundamentales.

4.- DEFINICIÓN
El Hábeas Corpus es una acción de garantía Constitucional, que busca reponer
una situación al estado anterior en el que se inició una amenaza o vulneración
de libertad individual o derechos conexos, es decir, si en algún momento nos
vemos envueltos en una situación en la que nuestra libertad e integridad son
vulneradas podemos recurrir al hábeas corpus.
El hábeas corpus es una institución jurídica que garantiza la libertad personal
del individuo, con el fin de evitar los arrestos y detenciones arbitrarias. Se basa
en la obligación de presentar a todo detenido en un plazo perentorio ante el juez,
que podría ordenar la libertad inmediata del detenido si no encontrara motivo
suficiente de arresto.
El hábeas Corpus puede ser entendido como Derecho Fundamental y como
proceso. Podemos hacer referencia al derecho que tienen las personas para
recurrir a un Juez o Tribunal competente para que sin demora se pronuncie sobre
la legalidad de su detención y ordene su libertad, si la detención fuera ilegal.
El hábeas Corpus protege el derecho a la libertad y seguridad personal frente a
actos que quitan esa libertad o la limitan sin causa o sin las formas legales es
una, su fin es evitar el arresto indebido y busca garantizar la libertad personal del
individuo.
Procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos. Cuando se vulnera o amenaza la libertad individual o
los derechos constitucionales conexos con ella, por una autoridad, funcionario o
persona, sea por acción u omisión. A modo de ejemplo, podemos mencionar que
son derechos conexos con la libertad, la libertad de conciencia y de religión, el
derecho a no ser violentado para obtener declaraciones, no ser exiliado o
desterrado o confinado sino por sentencia firme, no ser secuestrado, no ser
detenido por deudas, etc.
También podemos referirnos al procedimiento establecido, de carácter sumario,
sin demora, como lo prescribe el artículo 7 inciso 6 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, mediante el cual el Juez competente tutela el derecho
que protege el Habeas Corpus.
De igual forma se puede decir que tutela los derechos fundamentales derivados
de la vida y la libertad frente a cualquier acto u omisión de cualquier autoridad,
funcionario o persona que pueda vulnerar dichos derechos.

5.- AMBITO DE TUTELA DEL HABEAS CORPUS.


Bajo la esfera de protección del Habeas Corpus se encuentran todos aquellos
derechos que, de modo enunciativo, han sido establecidos en el Art. 25º del
Código Procesal Constitucional. En este aspecto repite en esencia el listado de
derechos que previó la Ley Nº 23506, excluyendo sin embargo, de su ámbito de
protección el derecho de las personas a guardar reservas sobre las convicciones
políticas, religiosas, filosóficas o de cualquier otra índole, el derecho a la libertad
de conciencia y de creencia, y el derecho de no ser secuestrado.
Frente a esta aparente reducción del elenco de derechos constitucionales que
protege el Habeas Corpus, el Código Procesal Constitucional acoge otros
nuevos de singular importancia, como el derecho a la integridad personal
(Art.25.1) que implica que nadie puede ser lesionado o agredido físicamente, ni
ser víctima de daños mentales o morales que le impidan conservar su estabilidad
psicológica o emocional, además, este derecho está integrado por la prohibición
de torturas y otros tratos crueles inhumanos o denigrantes.

Resulta necesario destacar además que el derecho a la inviolabilidad de


domicilio pasa a formar parte del ámbito de tutela del Habeas Corpus, lo cual
resulta razonable atendiendo a la ampliación que ha merecido en la
jurisprudencia comparada el concepto de domicilio, de modo más exacto, el
replanteamiento de la forma típica de entender los supuestos en los que se
produce una lesión a este derecho, convirtiéndose en un derecho a la libertad en
el domicilio que protege a la persona en dicho ámbito contra cualquier injerencia
exterior que impide o dificulte su libertad de movimiento.
También merece comentario la “cláusula de no autoincriminación” (Art. 25.2) que
fue reconocida expresamente en la Constitución de 1979, no así en la
constitución de 1993, y funciona contra quien es objeto de una imputación penal
de carácter judicial, o bien si la atribución delictiva se produce en sede policial,
Ministerio Público, o en una instancia congresal o administrativa. Por esta
garantía normativa de no autoincriminación nadie está obligado a reconocer
culpabilidad contra su cónyuge, ni sus parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad.
Constituye también una acertada innovación en la esfera de protección del
Habeas Corpus, el derecho a decidir voluntariamente prestar el servicio militar,
conforme a la ley de la materia, la misma que señala como objeto “regular el
Servicio Militar Voluntario, su organización, alcances, modalidades,
procedimientos y su relación con la movilización, de conformidad con la
Constitución Política del Perú y los Convenios Internacionales de los cuales el
Perú es parte. En consecuencia, cualquier acto por el cual se pretenda incorporar
a la persona en edad militar al servicio en el activo, con prescindencia de su
expresa y libre manifestación de efectuarlo en esos términos, constituye una
forma de detención y, por lo tanto, susceptible de ser reparada a través del
proceso constitucional del habeas Corpus.

6.- DERECHOS PROTEGIDOS


1.- El de libertad de conciencia y de creencia.
2.- El de no ser violentado para obtener declaraciones.
3.- El de guardar reserva sobre sus convicciones políticas, religiosas, filosóficas
o de cualquier otra índole.
4.- El de no ser obligado a prestar juramento ni exigido a declarar o reconocer
su culpabilidad en causa penal contra sí mismo, ni contar su cónyuge, ni contra
sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
5.- El de no ser exiliado o desterrado o confinado sino por sentencia firme.
6.- El de no ser expatriado ni separado del lugar de su residencia sino por
mandato judicial o por la aplicación de la ley de extranjería.
7.- El de no ser secuestrado.
8.-El del extranjero a quien se le ha concedido asilo político de no ser expulsado
al país cuyo gobierno lo persigue, o en ningún caso si peligrase su libertad o
seguridad por el hecho de ser expulsado.
9.- El de los nacionales o de los extranjeros residentes, de ingresar, transitar o
salir del territorio nacional, salvo mandato judicial o aplicación de la ley de
extranjería o de sanidad.
10.- El de no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del juez o por las
autoridades policiales en el caso de flagrante delito; o el de no ser puesto el
detenido, dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a disposición del
juzgado que corresponda.
11.- El de no ser detenido por deudas, salvo los casos de obligaciones
alimentarias.
12.- El de no ser privado del pasaporte, dentro o fuera de la República.
13.- El de no ser incomunicado, sino en caso indispensable para el
esclarecimiento de un delito y en la forma y por el término previstos por la ley.
14.- El de ser asistido por un abogado defensor de su elección desde que es
citado o detenido por la autoridad.
15.- El de hacer retirar las guardias puestas a un domicilio o suspender el
seguimiento policial cuando ello atente contra la libertad individual.
16.- El de la excarcelación, en el caso de un detenido procesado que haya sido
amnistiado, indultado, sobreseído, absuelto o declarada prescrita la acción penal
o la ejecución de la pena.
17.- El de que se observe el trámite correspondiente cuando se trate del
procesamiento o detención de las personas a que se refiere el artículo 99° de la
Constitución. (Altos funcionarios de la República por infracción de la Constitución
y por todo el delito que cometan en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco
años después que hayan cesado en estas).

La jurisprudencia ha establecido reiteradamente que esta lista enunciativa puede


admitir más elementos dentro de lo que puede ser tramitado por el hábeas
corpus.
7.- CLASES DE HABEAS CORPUS
El Código Procesal Constitucional presenta una variada gama del instituto del
Habeas Corpus, según las situaciones y circunstancias en que se produce la
afectación a la libertad fundamental afectada. Al respecto, el Supremo Intérprete
de la Constitución en el Caso Nº 2663-2003 ha desarrollado los siguientes tipos
de Habeas Corpus.
7.1.- HÁBEAS CORPUS REPARADOR
Dicha modalidad se utiliza cuando se produce la privación arbitraria o ilegal de
la libertad física como consecuencia de una orden policial; de un mandato judicial
en sentido extenso; Penal, Civil, Militar; de una decisión de un particular; por
ejemplo sobre el internamiento de un tercero en un centro psiquiátrico sin el
previo proceso formal de interdicción civil, en una negligencia penitenciaria
cuando un condenado continúe en reclusión pese a haberse cumplido la pena,
por sanciones disciplinarias privativas de la libertad; es decir el Hábeas Corpus
Reparador, pretende reponer las cosas al estado anterior de la violación. (Art. 25
inc. 7 del Código Procesal Constitucional).
En puridad, el habeas corpus reparador representa la modalidad clásica o inicial
destinada a promover la reposición de la libertad de una persona indebidamente
detenida.
7.2.- HÁBEAS CORPUS RESTRINGIDO
Ante una continua y obstinada limitación de la libertad personal, como las
restricciones a la libertad de tránsito por un particular o autoridad, las reiteradas
citaciones policiales infundadas o las permanentes retenciones por control
migratorio, cabría presentar un Hábeas Corpus restringido. (Art. 25 inc. 6 y 13
del Código Procesal Constitucional).
Se emplea cuando la libertad física o de transito es objeto de molestias,
obstáculos, perturbaciones o incomodidades que, en los hechos, configuran una
seria restricción para su cabal ejercicio. Es decir, que, en tales casos pese a no
privarse de la libertad al sujeto, se le limita en menor grado.
Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición de acceso o circulación a
determinados lugares; los seguimientos perturbatorios carentes de fundamento
legal y/o provenientes de órdenes dictadas por autoridades incompetentes; las
reiteradas y injustificadas citaciones policiales; las continuas retenciones por
control migratorio o la vigilancia domiciliaria arbitraria o injustificada, etc.
7.3.- HÁBEAS CORPUS CORRECTIVO
Procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, integridad física y
psicológica o moral, o del derecho a la salud de los reclusos o personas que se
encuentran bajo una especial relación de sujeción internados en
establecimientos de tratamiento públicos o privados (tal es el caso de personas
internadas en centros de rehabilitación y de menores, en internados
estudiantiles, etc.). Busca corregir el trato indebido irrazonable o
desproporcionado en prisión y, de ser el caso disponer el cambio del lugar de
detención cuando no fuera el adecuado. (Art. 25 inc. 17 del Código Procesal
Constitucional).
7.4.- HÁBEAS CORPUS PREVENTIVO
Cuando se amenace de manera cierta y concreta la libertad personal, la libertad
de tránsito o la integridad personal, cabe interponer Hábeas Corpus preventivo.
Es condición indispensable de esta modalidad que los actos destinados a la
prevención de la libertad se encuentren en proceso de ejecución; por ende, la
amenaza no debe ser conjetural ni presunta. (Prescrito en el Art. 2 del Código
Procesal Constitucional).
7.5.- HÁBEAS CORPUS TRASLATIVO
Es empleado para denunciar mora en el proceso judicial u otras graves
violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir. Cuando se
mantenga indebidamente la privación de la libertad de una persona o se demore
la determinación jurisdiccional que resuelva la situación personal de un detenido.
(Prescrito en el Art. 25 inc. 14; y parte in fine del Código Procesal Constitucional).
7.6.- HÁBEAS CORPUS INSTRUCTIVO
Esta modalidad puede ser utilizada cuando no sea posible ubicar el paradero de
una persona detenida, desaparecida por autoridad o particular. Por consiguiente,
la finalidad de su interposición es no solo garantizar la libertad y la integridad
personal, sino, adicionalmente, asegurar el derecho a la vida, y desterrar las
prácticas de ocultamiento o indeterminación de los lugares de desaparición. Es
deber del Juez adoptar todas las medidas tendientes a la ubicación de la persona
desaparecida. (Art. 25 inc. 16 y 32 del Código Procesal Constitucional).
7.7.- HÁBEAS CORPUS INNOVATIVO
A pesar de haber cesado la violación o amenaza de violación de la libertad
individual, sería legítimo que se plantee un Hábeas Corpus Innovativo. Se solicita
la intervención jurisdiccional con la finalidad de que tales situaciones no se
repitan en el futuro. (Ha sido previsto por el Art. 1 del Código Procesal
Constitucional).
Al respecto, Domingo García Belaúnde, expresa que dicha garantía debe
interponerse contra la amenaza y la violación de este derecho, aun cuando este
ya hubiera sido consumado.
7.8.- HÁBEAS CORPUS CONEXO
Es utilizado cuando se presentan situaciones no previstas en las clases
anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado
defensor libremente elegido desde que una persona es citada o detenida; o de
ser obligado a prestar juramento; o forzado a declarar o reconocer culpabilidad
contra uno mismo, o contra él o la cónyuge, etc. (Prescrito en el Art. 25 inc. 17
parte final del Código Procesal Constitucional).

8.- EN QUE SITUACIONES NO PROCEDE EL PROCESO DE HABEAS


CORPUS.
1.- Si el recurrente tiene la instrucción abierta o se encuentre sometido a juicio
por hechos que originan la acción de garantía.
2.- Cuando la detención que origina el recurso ha sido ordenada por el juez
competente dentro de un proceso regular.
3.- En materia de liberación del detenido, cuando el solicitante sea prófugo de la
justicia, o desertor de las Fuerzas Armadas o Policía Nacional, o evasor del
servicio militar obligatorio o militar en servicio arrestado por sus jefes o esté
cumpliendo pena privativa de la libertad ordenada por los jueces.
4.- En el caso de personas detenidas por el delito de Tráfico Ilícito de Drogas
durante la detención preventiva en la investigación policial, en la que haya
participado el representante del Ministerio Publico y el caso haya sido puesto de
conocimiento de la autoridad judicial competente.

9.- LEGITIMACION ACTIVA


1.- La persona afectada.
2.- Un pariente, amigo, compañero de trabajo o cualquier otra persona en su
nombre sin necesidad de poder.
3.- El Defensor del Pueblo, quien además está facultado para intervenir en los
procesos de hábeas corpus, para colaborar en la defensa del perjudicado. (Art.
9° Inc. 2 de la Ley N° 26520 - Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo).
Artículo 9.- El Defensor del Pueblo está facultado, en el ejercicio de sus
funciones, para:
2.- Ejercitar ante el Tribunal Constitucional la acción de inconstitucionalidad
contra las normas con rango de ley a que se refiere el inciso 4) del Artículo 200
de la Constitución Política, asimismo, para interponer la Acción de Hábeas
Corpus, Acción de Amparo, Acción de Hábeas Data, la de Acción Popular y la
Acción de Cumplimiento, en tutela de los derechos constitucionales y
fundamentales de la persona y de la comunidad.
Asimismo, está capacitado o facultado para intervenir en los procesos de Hábeas
Corpus, para coadyuvar a la defensa del perjudicado.

10.- LEGITIMACION PASIVA


1.- La acción se dirige contra el que agrede o amenaza la libertad individual o
derechos vinculados.
2.- El agraviante puede ser cualquier autoridad, funcionario o persona.

11.- ¿ACCIÓN ESCRITA O VERBAL?


El Habeas Corpus se presenta ante cualquier juez instructor competente, sin
necesidad que este de turno. Puede ser ante el juez del lugar donde haya sido
dictada la orden.
La demanda de acuerdo al artículo 14° de la ley 23506 la acción puede ser
ejercida:
- Verbalmente: se levantara una acta ante el Juez o Auxiliar sin otra exigencia
que la de suministrar una relación concisa de los hechos.
- Escrita: No se requiere firma de letrado, ni de boleta de litigante ni de derecho
de pago o formalidad alguna.
El solicitante debe indicar el día y la hora en que se produjo la detención y el
lugar donde se encuentra la persona detenida. Cabe destacar que existe
ausencia de formalidades.

12.- EL HABEAS CORPUS EN EL MUNDO

Diversas organizaciones promueven entre sus principios el derecho de acceder


al hábeas corpus mundial (establecimiento de una jurisdicción que abarcaría
todas las naciones y todo el territorio del planeta tierra) como parte fundamental
de los derechos humanos). Asimismo, sobre la realidad de las diversas
legislaciones nacionales y acuerdos internacionales existentes, estas
organizaciones promueven la aplicación del hábeas corpus a los detenidos sin
motivación legal.

Entre esas organizaciones se encuentra Amnistía Internacional -organización


creada en 1961-, Human Rights Watch y World organization for human rights -
las dos últimas en Estados Unidos de América-. Entre sus promotores está el
abogado Luis Kutner, creador del movimiento por un hábeas corpus mundial
"World hábeas corpus".

Para la efectividad de un hábeas corpus mundial es imprescindible la existencia


de un tribunal internacional que vele por su cumplimiento y garantice los
derechos ante las detenciones ilegales y torturas.

12.1.- SU ADOPCIÓN EN INGLATERRA


El primer documento que establece la necesidad de justificar la detención de un
súbdito, bajo las restricciones siguientes: mediante un proceso público,
controlado y solo por voluntad del Monarca. Fue la Carta Magna, conocida
como Magna Carta Libertatum, elaborada después de tensas y complicadas
reuniones en Runnymede (Surrey) entre nobles normandos y la realeza inglesa.
Después de muchas luchas y discusiones, entre los nobles de la época, la Carta
Magna fue finalmente sancionada por el rey Juan I o Juan Sin Tierra,
en Londres el 15 de junio de 1215.
El primer registro del uso de este recurso contra una autoridad establecida data
de 1305 durante el reinado de Eduardo I de Inglaterra, cuando se exigió al rey
que rindiera cuentas de la razón por la cual la libertad de un sujeto era restringida
donde quiera que esta restricción se aplicara.
Más tarde se convertiría en la ley del Hábeas Corpus de 1640, aunque no sería
hasta la ley del Hábeas Corpus de 1679 que se establece los procedimientos
correspondientes. La institución del Hábeas corpus estaba concebida como una
forma de evitar agravios e injusticias cometidas por los señores feudales contra
sus súbditos o personas de clase social inferior.
12.2.- SU ADOPCIÓN EN ESPAÑA
En la historia jurídica española figura en el denominado recurso de las personas
del Reino de Aragón 1428 y en las Constituciones de 1869 y 1876. En 1526 el
Fuero Nuevo del Señorío de Vizcaya establece el hábeas corpus en su territorio.
El art. 17.4 de la Constitución española de 1978 señala que «La ley regulará un
procedimiento de "hábeas corpus" para producir la inmediata puesta a
disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se
determinará el plazo máximo de duración de la prisión provisional».
En la actualidad el procedimiento de hábeas corpus se encuentra regulado en el
ordenamiento jurídico español por la Ley Orgánica 6/1984 de 24 de mayo, en la
que se desarrolla la garantía constitucional que permite a todo aquel que se
encuentre detenido o privado de libertad solicite ser puesto de inmediato a
disposición judicial. El art. 1 de la L.O. 6/1984 de 24 de mayo considera personas
detenidas ilegalmente:6
Las que lo fueren por una autoridad, agente de la misma, funcionario público
o particular, sin que concurran los supuestos legales, o sin haberse cumplido las
formalidades prevenidas y requisitos exigidos por las Leyes.
Las que estén ilícitamente internadas en cualquier establecimiento o lugar.
Las que lo estuvieran por plazo superior al señalado en las Leyes si,
transcurrido el mismo, no fuesen puestas en libertad o entregadas al Juez más
próximo al lugar de la detención.
Las privadas de libertad a quienes no les sean respetados los derechos que
la Constitución y las Leyes Procesales garantizan a toda persona detenida.
El artículo 3 de la citada Ley determina quienes están legitimados para solicitar
el procedimiento, que son:
El detenido, su cónyuge, descendientes, ascendientes y hermanos.
El Defensor del Pueblo.
El Ministerio Fiscal.
El Juez de Instrucción competente puede iniciar de oficio (instar) el proceso.
La solicitud ha de cursarse ante el Juzgado de Instrucción de guardia del lugar
donde se hallare privado de libertad, donde hubiera sido detenido o bien del lugar
donde se hubiera tenido última noticia de su paradero. El Juez competente
adoptará las resoluciones oportunas para conocer de inmediato del estado del
privado de libertad, recabando para ello de la autoridad custodia del detenido
toda la información necesaria. En el plazo de 24 horas desde que se acuerde la
incoación del procedimiento mediante auto, el Juez oirá tanto al privado de
libertad, como al Ministerio Fiscal, como al que ordenó la detención y el
responsable de la custodia del mismo, resolviendo lo que proceda sobre la
legalidad o ilegalidad de la privación de libertad y ordenando, en cada caso, la
continuación de la detención o la inmediata puesta en libertad del detenido.
Existe una sentencia del Tribunal Constitucional de 1998, que consideró que el
abogado del detenido podría solicitar el hábeas corpus en nombre del detenido,
siempre que haya sido apoderado, tácita o expresamente a tal efecto.
12.3.- ARGENTINA
En este país, la acción de hábeas corpus tiene reconocimiento constitucional
explícito desde la reforma a la Constitución de 1994. Si bien, anteriormente, ya
gozaba de efectiva vigencia en la práctica jurisprudencial, en su artículo 43
(último párrafo) la Constitución de la Nación Argentina expresa: "Cuando el
derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o
en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en
el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser
interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de
inmediato, aún durante la vigencia del estado de sitio".

12.4.- BOLIVIA
La finalidad con la que nació el hábeas corpus en Bolivia, se adscribe dentro de
los fines que persiguió esta garantía desde sus primeras articulaciones jurídicas,
hasta su configuración moderna: dotar a la persona humana de un medio de
defensa breve y sumario, destinado a conservar o recuperar su libertad, cuando
la misma hubiere sido indebida o arbitrariamente vulnerada, como alternativa a
los procedimientos ordinarios caracterizados por la morosidad en su trámite y
resolución.

Esta acción tutelar instituida en resguardo de los derechos a la libertad física y a


la libertad de locomoción, no puede ser dirigida en contra de particulares, sino
únicamente en contra de funcionarios y/o autoridades públicas.

Al igual que sucede con el Amparo Constitucional, existe un álgido debate


respecto a la naturaleza jurídica del hábeas corpus (ahora denominado en la
Constitución del 9 de febrero de 2010 como Acción de Libertad) en sentido de
determinar si en Bolivia se configura como un juicio, un recurso, una acción, un
derecho, un proceso o un procedimiento. Al respecto es posible indicar que:
En el art. 18 de la Constitución de 1967 se configuraba como un recurso
constitucional, posición que se ve fortalecida con el criterio jurisprudencial del
Tribunal Constitucional, en el sentido de que el hábeas corpus únicamente
revisaba la actuación de las autoridades públicas, y no así, la de los particulares.
Otros se oponen a considerar al hábeas corpus como un “recurso”, pues
indican que un “recurso” puede ser accionado por el sujeto procesal que, al
interior de un juicio, se siente lesionado por una medida judicial; mientras que el
hábeas corpus es una acción que no siempre procede al interior de un proceso
judicial o administrativo.
Por otra parte, existen quienes sostienen que es un “derecho” que tiene todo
ciudadano detenido o preso, para que el juez o tribunal competente resuelva si
su privación de libertad es o no ilegal.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la Opinión Consultiva
8/87 de fecha 30 de enero de 1987, ha indicado que: “El hábeas corpus es su
sentido clásico, regulado por los ordenamientos americanos, tutela de manera
directa la libertad personal o física contra detenciones arbitrarias, por medio del
mandato judicial dirigido a las autoridades correspondientes, a fin de que se lleve
al detenido a la presencia del juez para que este pueda examinar la legalidad de
la privación y en su caso, decretar su libertad”, y continua indicando que de un
análisis del amparo y del habeas corpus se tiene que: “puede afirmarse que el
Amparo es el género y el hábeas corpus uno de sus aspectos específicos, en
efecto, de acuerdo con los principios básicos de ambas garantías recogidos por
la convención así como con los diversos matices establecidos en los
ordenamientos de los Estados partes, se observa que en algunos supuestos el
hábeas corpus se regula de manera autónoma con la finalidad de proteger
esencialmente la libertad personal de los detenidos o de aquellos que se
encuentran amenazados de ser privados de su libertad, pero en otras ocasiones
el Habeas Corpus es denominado “amparo de la libertad” o forma parte
integrante del amparo”.
La nueva Constitución Política del Estado boliviana de 2009 cambia el
nombre del Recurso de Hábeas Corpus por el de “Acción de Libertad”
dentándose así el término “acción” procesal entendida básicamente como el
derecho de todo ciudadano de acudir a un órgano jurisdiccional en defensa de
sus derechos fundamentales que protege la acción de libertad (la libertad de
locomoción, la vida, la salud e integridad personal).
Para el Constitucionalista boliviano Boris Wilson Arias López, en su
libro Amparo Constitucional y Hábeas Corpus, la figura jurídica del hábeas
corpus es sui generis, debido a que no existe ningún otro parangón con el que
se la pueda comparar, razón por la cual, no es posible catalogarlo dentro de una
institución o género mayor.
12.5.- CHILE
La Constitución de 1828 establecía en su artículo 104 una acción popular para
proteger la libertad y seguridad personal.

La Constitución de 1833 consagró formalmente el hábeas corpus señalando en


el artículo 143 que "Todo individuo que se hallase preso o detenido ilegalmente
por haberse faltado a lo dispuesto en los artículos 135, 137, 138 y 139, podrá
ocurrir por sí o cualquiera a su nombre, a la magistratura que señale la ley,
reclamando que se guarden las formas legales. Esta magistratura decretará que
el reo sea traído a su presencia, y su decreto será precisamente obedecido por
los encargados de las cárceles o lugares de detención. Instruida de los
antecedentes, hará que se reparen los defectos legales y pondrá al reo a
disposición del juez competente, procediendo en todo, breve y sumariamente,
corrigiendo por sí, o dando cuenta a quien corresponda corregir los abusos". Con
la Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales de 1875 se estableció la
magistratura competente: la Corte de Apelaciones respectiva. En el Código de
Procedimiento Penal en 1906 se contempló una regulación del "procedimiento
de amparo".

La Constitución de 1925 reconocía esta acción en el artículo 16, reproduciendo


con ligeras modificaciones la regulación proveniente de la Constitución de 1833.
En 1932 se complementó la reglamentación de su procedimiento mediante un
auto acordado de la Corte Suprema. Desde aquella época el hábeas corpus es
conocido en Chile como "recurso de amparo".

El Código Orgánico de Tribunales de 1943 estableció que el "amparo" sería


conocido en primera instancia por la Corte de Apelaciones respectiva y, en
segunda instancia, por la Corte Suprema.
La Constitución de 1980 contempló el hábeas corpus en el artículo 21, como un
recurso protector de la libertad personal y la seguridad individual (lo amplía a
esta última). Consagra, además del tradicional "amparo represivo" o "correctivo",
la figura denominada "amparo preventivo" (ante perturbación o amenaza a la
libertad personal y la seguridad individual). Por otro lado, este texto constitucional
contempla, en el artículo 20, el llamado recurso de
protección (amparo en derecho comparado).

En el Código Procesal Penal del 2000 se contempló, a la vez, una "amparo ante
el juez de garantía", de carácter correctivo y en única instancia.

12.6.- COLOMBIA
Estatuido en la Constitución Política Colombiana, el hábeas corpus, tiene el
doble carácter de derecho fundamental y de acción, por la cual cualquier
persona privada de la libertad que se considere estarlo ilegalmente, puede acudir
ante cualquier Juez de la República, para que en el término máximo de 36 horas,
se pronuncie sobre la legalidad de dicha restricción y en consecuencia, ordene
la inmediata libertad del retenido, o, la considere ajustada al derecho.

Pese a ser considerado como derecho fundamental, al existir la correlativa


acción, esta desplaza a la acción de tutela, al tener un término inferior para su
resolución, dado el máximo interés en juego. Se encuentra regulada en la Ley
1095 de 2006. También es el derecho que tiene toda persona privada de la
libertad a solicitar la revisión judicial del encarcelamiento y la cesación inmediata
cuando este haya sido legal.

Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en concordancia con el


artículo 93 de la Constitución Política de 1991, este derecho hace parte de los
tres derechos fundamentales que no pueden ser limitados en Estado de
Excepción. A saber, la tutela, el habeas corpus y el debido proceso; entendiendo
por éste último la garantía y la protección judicial.

12.7.- COSTA RICA


El caso de Costa Rica, que es muy interesante. En efecto, si bien existía el
Habeas Corpus desde tiempo atrás, al sancionarse en 1989 la Ley de
Jurisdicción Constitucional y crearse dentro de la Corte Suprema una Sala
Constitucional verdaderamente autónoma, ha creado un órgano especial dentro
del Poder Judicial, pero con características afines al denominado "modelo
concentrado". La Sala Constitucional interpretando en forma extensiva la ley de
la materia, ha actuado no sólo en la libertad personal y su defensa, sino que ha
llegado incluso hasta intervenir en procesos penales en curso para enmendar
yerros o marcar pautas de conducta a la magistratura, considerando que el
Habeas Corpus procede en cualquier procedimiento penal cuando no se respeta
el debido proceso, entendiendo por tal al juez regular, el derecho de defensa, el
principio de inocencia, el in dubio pro reo, la libre actuación de las pruebas, la
doble instancia, el derecho a la sentencia justa, la eficacia de la sentencia, etc.
(cf. Daniel González Álvarez, Justicia constitucional y debido proceso en
"Ciencias Penales", San José, marzo de 1994 Nº 8; Gilberth Armijo Sancho, El
control constitucional en el proceso penal, Editec Editores, San José 1992).
Yendo más allá, Rubén Hernández señala dos casos en los cuales la Sala
Constitucional ha anulado dos sentencias penales firmes (cf. R. Hernández
Valle, Derecho procesal constitucional, Edit. Juricentro, San José 1995, pág.
155). Los defensores de esta irrupción de las acciones de Habeas Corpus dentro
de un proceso penal en curso e incluso para alterar una sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada, han aducido que no se trataba de una incursión de
la Sala Constitucional en las salas, cortes o juzgados penales, sino de una
incursión de la Constitución en defensa de los derechos humanos, desconocidos
por el ordenamiento procesal penal costarricense, del cual dan varios ejemplos.
Admitiendo que ese ordenamiento procesal penal fuera represivo y no garantista
(no obstante ser un país de gran tradición democrática) y que la jurisprudencia
de la Sala Constitucional haya contribuido a enmendar esos extremos, es
indudable que como práctica habitual es perniciosa y sólo puede explicarse como
un proceder transitorio y, en todo caso, de carácter excepcional, que debería ser
minuciosamente reglamentado. Por eso es que con el nuevo Código Procesal
Penal de 1996, moderno y garantista, la situación ha cambiado notablemente (cf.
Gilbert Armijo S., Javier Llobet R. y Juan Marcos Rivero S., Nuevo proceso penal
y constitución IJSA, San José 1998).
12.8.- ECUADOR
La Nueva Constitución de la República del Ecuador públicada en el Registro
Oficial Nro. 449 de 20 de octubre de 2008, en el Art. 89 de la Sección 3a. del
Capítulo III del Título II, establece:
Acción de hábeas corpus:

Art. 89.- La acción de hábeas corpus tiene por objeto recuperar la libertad de
quien se encuentre privado de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima, por orden
de autoridad pública o de cualquier persona, así como proteger la vida y la
integridad física de las personas privadas de libertad. 65 Inmediatamente de
interpuesta la acción, la jueza o juez convocará a una audiencia que deberá
realizarse en las veinticuatro horas siguientes, en la que se deberá presentar la
orden de detención con las formalidades de ley y las justificaciones de hecho y
de derecho que sustenten la medida. La jueza o juez ordenará la comparecencia
de la persona privada de libertad, de la autoridad a cuya orden se encuentre la
persona detenida, de la defensora o defensor público y de quien la haya
dispuesto o provocado, según el caso. De ser necesario, la audiencia se realizará
en el lugar donde ocurra la privación de libertad. La jueza o juez resolverá dentro
de las veinticuatro horas siguientes a la finalización de la audiencia. En caso de
privación ilegítima o arbitraria, se dispondrá la libertad. La resolución que ordene
la libertad se cumplirá de forma inmediata. En caso de verificarse cualquier forma
de tortura, trato inhumano, cruel o degradante se dispondrá la libertad de la
víctima, su atención integral y especializada, y la imposición de medidas
alternativas a la privación de la libertad cuando fuera aplicable. Cuando la orden
de privación de la libertad haya sido dispuesta en un proceso penal, el recurso
se interpondrá ante la Corte Provincial de Justicia.
12.9.- MÉXICO

En el Derecho Mexicano se instituyó en el año de 1840, en la


llamada Constitución Yucateca, por el abogado Manuel Crescencio Rejon, una
institución jurídica que controlara el ejercicio del poder público, protegiendo los
derechos del individuo frente a aquel, en forma muy similar al derecho de hábeas
corpus estadounidense, al que se le denominó juicio de amparo, figura que
prevalece en la legislación mexicana actual.

12.10.- PARAGUAY
La Constitución paraguaya de 1992 en su Art. 133, consecuente con la evolución
del Hábeas Corpus que no solamente constituye en la actualidad un mecanismo
judicial reparador de las privaciones legales de la libertad, sino también de otros
tipos de amenazas a la misma, como el seguimiento, vigilancia u otros tipos de
restricciones a la libertad ambulatoria, ha reconocido siguientes modalidades:

Hábeas Corpus Preventivo: Es la acción que tiene por finalidad evitar las
detenciones ilegales o cualquier otra modalidad de restricción ilegal a la libertad
física.
Hábeas Corpus Reparador: Es el Hábeas Corpus tradicional o clásico que
supone la existencia de una persona privada de su libertad corporal y que se
deduce para hacer cesar la detención ilegal.
Hábeas Corpus Genérico: en virtud del cual se podrán demandar rectificación de
circunstancias que, no estando contempladas en los dos casos anteriores,
restrinjan la libertad o amenacen la seguridad personal. Asimismo, esta garantía
podrá interponerse en casos de violencia física, psíquica o moral que agraven
las condiciones de personas legalmente privadas de su libertad.

12.11.- REPÚBLICA DOMINICANA


La Ley 5353 de hábeas corpus del 22 de octubre de 1914 establece en su artículo
1 lo siguiente:
"Todo el que por cualquier causa haya sido privado de su libertad en la República
Dominicana tiene derecho, sea a petición suya o de cualquiera persona, excepto
cuando haya sido detenido por sentencia de Juez o Tribunal competente, a un
mandamiento de hábeas corpus con el fin de averiguar cuales son las causas de
la prisión o privación de su libertad y para que en los casos previstos se le
devuelva ésta.
El mandamiento de hábeas corpus podrá ser requerido, expedido y entregado
cualquier día; pero el caso no será visto sino en día hábil o habilitado
especialmente al efecto.
En caso de enfermedad comprobada o por cualquier otro motivo justificado, la
audiencia será celebrada sin la presencia del impetrante, el cual se hará
representar sin necesidad de un poder, por un abogado o por cualquier defensor
que postule en su nombre."
Actualmente la Ley 5353 de hábeas corpus del 22 de octubre de 1914, fue
derrogada por el Nuevo Código Procesal Penal Dominicano (Ley 76-02),
rigiendose de este modo por el Título VII del CPP, en los artículos 381 hasta el
392.
12.12.- URUGUAY
El recurso de hábeas corpus se encuentra regulado en la Constitución de 1967,
que en su artículo 17 se expresa así:
"En caso de prisión indebida el interesado o cualquier persona podrá interponer
ante el Juez competente el recurso de 'hábeas corpus', a fin de que la autoridad
aprehensora explique y justifique de inmediato el motivo legal de la aprehensión,
estándose a lo que decida el Juez indicado".
En el caso de que corresponda el recurso de hábeas corpus, según la Ley
16.011, no corresponderá el recurso de amparo.
En Uruguay se entiende a hábeas corpus en un sentido amplio y no solo el
perjudicado puede presentar el recurso sino un familiar, amigo, etc. Y no solo se
entiende para casos de prisión, se aplica a cualquier tipo de privación de libertad
por parte del estado. Se ha reglamentado por la Ley 16.893.
En octubre de 2010 el Senado uruguayo reglamentó nuevamente el hábeas
corpus, recogiendo el espíritu de la Constitución de 1918. 8 Es decir, mejorando
las garantías y el respeto a los derechos humanos.

13.- CONCLUSIONES
El proceso de habeas corpus es pues una institución cuyo objetivo consiste en
proteger la libertad personal, independientemente de la denominación que recibe
el hecho cuestionado (detención, arresto, prisión, desaparición forzada, etc.).
Nuestra actual constitución señala que procede contra cualquier autoridad,
funcionario o persona, por cualquier acción u omisión que implique una amenaza
o violación de la libertad personal.
Dicha acción de garantía es básicamente un proceso de resguardo y tutela de la
libertad personal en sentido extenso. En puridad representa la defensa de
aquello que los antiguos romanos denominaban ius movendi et ambulando o los
anglosajones consignaban como power of locomotion.
Lo que se tutela es la libertad física en toda su amplitud. Ello en razón a que ésta
no se ve afectada solamente cuando una persona es privada arbitrariamente de
su libertad, sino que también se produce dicha anomalía cuando encontrándose
legalmente justificada esta medida, es ejecutada con una gravedad mayor que
la establecida por la ley o por los jueces.
En efecto, la facultad de locomoción o de desplazamiento espacial no se ve
afectada únicamente cuando una persona es privada arbitrariamente de su
libertad física, sino que ello también se produce cuando se presentan
circunstancias tales como la restricción, la alteración o alguna forma de amenaza
al ejercicio del referido derecho; asimismo, cuando a pesar de existir
fundamentos legales para la privación de la libertad, ésta se ve agravada
ilegítimamente en su forma o condición, o cuando se produce una desaparición
forzada, etc.
Podemos decir entonces que la función que cumple el habeas corpus es
esencial, pues actúa como medio para controlar el respeto a la vida e integridad
de la persona, para impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar de
detención, así como para protegerla contra la tortura u otros tratos o penas
crueles, inhumanas o degradantes.
En el caso Alejandro Rodríguez Medrano Vs La Presidencia del Instituto Nacional
Penitenciario y otro – Exp. Nº 726-2002-HC/TC, el tribunal Constitucional señaló
que: “Mediante este medio procesal puede efectuarse el control constitucional
de las condiciones en las que se desarrolla la restricción del ejercicio de la
libertad individual en todos aquellos casos en que éste se haya decretado
judicialmente”. Así procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida,
la integridad física y psicológica, o del derecho a la salud de los reclusos o
personas que se encuentran una especial relación de sujeción internados en
establecimientos de tratamiento públicos o privados. Igualmente es idóneo en
los casos en que por acción u omisión, importen violación o amenaza del derecho
al trato digno o se produzcan tratos inhumanos degradantes.
Es también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de
arbitraria restricción del derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad
del traslado de un recluso de un establecimiento penitenciario a otro; y por la
determinación penitenciaria de cohabitación en un mismo ambiente de reos en
cárcel de procesados y condenados.
“Que en cuanto a las llamadas telefónicas a través de las cuales se amenazarían
con detener a los recurrentes, según afirman, este tribunal considera que no se
han dado los supuestos para que se configure una situación que constituya una
amenaza a la libertad que haga procedente la acción de Habeas Corpus, es
decir, tal y como lo consagra el Art. 4º de la Ley Nº 25398 se necesita que ésta
sea cierta y de inminente realización; se requiere que la amenaza sea conocida
como verdadera, segura e indubitable, que se manifieste con actos o palabras
que no dejen duda de su ejecución y propósito e inminente y posible, esto es,
que no deje duda sobre su ejecución en un plazo inmediato y previsible.

14.- BIBLIOGRAFÍA
- http://www.articulosya.com/article/1277/EL PROCESO DE HABEAS CORPUS
EN EL PERU.aspx.
- El ABC del Derecho Constitucional y Procesal Constitucional – Editorial San
marcos.
- Nuevas Leyes de Habeas Corpus y Acción de Amparo – V. Berrio B. – Primera
Edición.
- Manual de Derecho Procesal Constitucional – Elvito A. Rodríguez Dominguez
3ra Edición.
- Código Procesal Constitucional.

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