Métodos alternativos para la solución de conflictos
Una de las funciones esenciales de nuestro Estado de Derecho es garantizar la
tutela de los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos.
La mediación es un procedimiento de solución de conflictos por el cual las partes,
asistidas por un tercero neutral llamado mediador, procuran un acuerdo voluntario que verse sobre materia transigible, de carácter extrajudicial y definitivo, que ponga fin al conflicto. Para poder llevar a cabo un proceso de mediación debe existir la voluntad de todas las partes inmiscuidas en el conflicto de resolverlo mediante este mecanismo; en él se llevarán a cabo tantas y cuantas audiencias o reuniones de conciliación sean necesarias, en las que el mediador hará única y exclusivamente el rol de guía para que sean las partes quienes de forma voluntaria, y a satisfacción de ambas, logren solucionar el conflicto firmando en unidad con el mediador un acta de acuerdo total o de ser el caso un acta de acuerdo parcial dentro del iniciado proceso de mediación. Del mismo modo, encontramos centros de arbitraje en la misma Función Judicial liderados por el Consejo de la Judicatura, así como por las cámaras de Comercio de distintas ciudades del país.Estos mecanismos, liberados de las formalidades que atañen a los procesos judiciales, se presentan como una opción válida para la resolución de las controversias de forma mucho más ágil, permitiendo, sobre todo al empresario, ahorrar recursos no solo en su representación judicial, sino en la liberación de cargas que en ocasiones, impiden su óptimo desarrollo empresarial.