Professional Documents
Culture Documents
Resumen
Abstract
The accelerated demographic growth of Argentina’s intermediate cities has caused the
management capacity of local Governments to collapse, and it has consequently made its
management methods obsolete. Intermediate cities stand out as regional, economic, social and
political centres, as well as historical and symbolic referents, which contributes to their
local/regional identity. Such characteristics make intermediate cities comparable to other Latin-
American Historical Centres, for which innovative management mechanisms have been developed
in the last decade. The possibility of learning from those experiences, which are generally
successful, is outlined in this exploratory study.
Introducción
Las ciudades intermedias de la Argentina son las que más dinamismo han demostrado en su
crecimiento demográfico, con fuertes implicancias de crecimiento en los demás ámbitos
(económico, cultural, político, social). En las dos últimas décadas una tercera parte de la
población se concentra en este tipo de aglomeraciones; fueron las que más crecieron (5% en
el período 1981- 1991 y otro 4% entre 1992-2001), y son las únicas que incrementaron su
participación en el total nacional, para el mismo período.4
Pero esta categoría, definida por el tamaño de su población, no implica que las ciudades
que la componen constituyan un conjunto homogéneo, sino que por el contrario, se engloba
en ella una diversidad en sus formas institucionales, volúmenes poblacionales, características
geográficas y niveles de desarrollo socioeconómico. Un criterio regional parecería ser más
esclarecedor, al momento de dar cuenta de la diversidad de tipos en la Argentina 5.
Este crecimiento se debe por un lado, a los aportes poblacionales que realiza el área rural,
como viene sucediendo en forma continua desde la Revolución Industrial, y como fenómeno
más reciente, el comportamiento de las grandes zonas metropolitanas, que han visto
desacelerar y hasta detener su crecimiento. Esto implica que son las ciudades intermedias las
que actualmente estarían absorbiendo en definitiva la migración rural; en parte
directamente, y en parte luego de una larga estadía de los migrantes en las grandes ciudades.
En este trabajo se apunta a aquellas ciudades que, contando con alrededor de 100.000
habitantes, juegan un papel relevante en el sistema de ciudades provincial y/o regional.
La hipótesis directriz es que en estas ciudades existen dos caracteres que reemplazan el
papel que cumple el Centro Histórico, como factor dinamizador de la gestión y el desarrollo;
el rol de centro administrativo – político provincial, y el pasado histórico que le otorga
también un papel destacado en la conformación de la identidad colectiva, tanto para la
ciudad como para la provincia.6
Una situación menos analizada en este momento, es el de ciudades intermedias que, sin
ser centros políticos, poseen una importante actividad económica, cultural y social, que la
posicionan en un lugar trascendental en el sistema de ciudades de la región que integran 7.
Conflictos y potencialidades. Problemas concurrentes
De la misma manera en que se presentaron los conflictos y potencialidades para los centros
históricos, se presentan cuadros para sintetizar la problemática de las ciudades intermedias,
observándose a simple vista que existen similitudes entre ambas problemáticas.
Conclusión: Enseñanzas de un aprendizaje
Del análisis de la gestión de los CH, surgen una serie de estrategias empleadas para
abordar una problemática urbana específica, que se combina con: a) un contexto regional
signado por la crisis socioeconómica que desde los ´70 sumió a la región en un proceso de
desindustrialización, desempleo e informalización de la economía 8, y b) el retroceso del
Estado, tanto por incapacidad, como por ineficacia y transformación ideológica (del estado
social al estado neoliberal). Considero que dichas estrategias pueden ser aplicadas a los
conflictos que afectan al complejo de vida social que es la ciudad, tanto si está adjetivada
como “con centro histórico” o como “de tamaño intermedio”.
Como primer enseñanza me interesa citar la necesidad de tener una visión integral 9, de
las problemáticas y las soluciones que se propongan a las mismas. A esta altura del desarrollo
de la teoría y las técnicas de planificación urbana, los conceptos de planificación estratégica,
participativa e interdisciplinaria parecen verdades de Perogrullo; sin embargo, los procesos
reales de planificación, administración y gestión urbanas frecuentemente responden mas a
cánones tradicionales, cometiéndose los mismos errores que agravan cada vez más los
conflictos.
Pensar que los gobiernos locales pueden por sí mismos “construir” el espacio urbano,
omitiendo el diálogo y la articulación con otros actores, implica cometer el doble error de
sobrevalorar su propia visión (la soberbia es una virtud muy frecuente en nuestros
gobernantes) por un lado, y por el otro desconocer que dicho espacio es construido por
múltiples actores, los cuales en algunos casos tienen mayor poder que el Estado para imponer
sus propios intereses. La participación ciudadana será uno de los elementos que fortalezcan
una postura que pueda morigerar los efectos negativos de la presión inmobiliaria, por
ejemplo. Estamos pensando entonces en la planificación participativa de las acciones a
llevar a cabo, y la gestión asociada, para implementarlas.10
En relación con lo anterior, adecuar las estructuras de gestión, implica profesionalizar la
administración 11, involucrar a los habitantes en la misma, y adecuar la legislación a la
complejidad de cada situación. Por ejemplo los mecanismos de financiamiento (fideicomisos,
créditos nacionales e internacionales, fondos mixtos), requieren en muchos casos de figuras
que la administración y/o la legislación vigente no contemplan.
El desaliento al desarrollo de la vida social, especialmente en los espacios centrales, es
uno de los grandes nudos problemáticos a enfrentar. Valorar la centralidad, recuperando la
habitabilidad del mismo, es entonces, otra de las estrategias a seguir. Considero muy
apropiada la frase de Marshall Berman: “La trágica ironía del urbanismo modernista es que su
triunfo a contribuido a destruir la misma vida urbana que esperaba liberar 12.” La
modernidad, entendida como un creciente proceso de racionalización, a cosificar al elemento
humano en la ciudad; se pierde la escala humana, peatonal de la ciudad; los grandes centros
urbanos privilegiaron una estructura para el automóvil, no para el caminante. Revertir esto
implica consolidar los espacios centrales, como centros vivos de ciudad, induciendo la acción
concertada de actores públicos y privados para el logro integral y sostenible de su
revalorización.
Se suma a esto el hecho que la gravitación que tiene la centralidad en la definición del
desarrollo de las ciudades intermedias podrá ser determinante en su futura sustentabilidad
económica. En este sentido, se aprecia una tendencia al cambio en el proceso de
suburbanización de los sectores medios y altos, por un alentador movimiento tendiente a la
revalorización del espacio central de las ciudades. Medidas (líneas de crédito, incentivos
fiscales) que alienten esta recuperación del uso residencial en el espacio central son ejemplos
a seguir.
Un rasgo característico de las ciudades intermedias es la raigambre o sentimiento de
pertenencia e identidad local de la población. Esto se explica por el rol que han jugado
histórica y culturalmente (en algunos casos son las aglomeraciones que dieron origen a la
provincia). Ese sentimiento de identidad puede ser la matriz ideológica – cultural, que
motorice procesos concretos de desarrollo local endógeno de estos centros. Fortalecer la
conciencia colectiva, mediante el involucramiento de la comunidad en la gestión de la
ciudad, aparece como estrategia importante para apoyar esta tendencia.
Finalmente, considero importante destacar que, más allá de la validez de la hipótesis
propuesta, quedan planteados unos lineamientos para la gestión de las ciudades intermedias,
cuya pertinencia, deseabilidad, factibilidad y oportunidad de aplicación son materia de
discusión. Queda abierto el debate.
Notas
*Ponencia presentada en el “Seminario Virtual Internacional Desarrollo, Crecimiento Y Urbanidad. San Luis,
Argentina 2004”
2Como contraposición al aparato burocrático estatal tradicional, que por su alto grado de politización, entre
otras causas, ha perdido eficacia en su accionar.
3Extraído de “Plan Estratégico de Recuperación del Centro Histórico de Lima. Análisis de su formulación y
ejecución. Marzo 1998.” Arqto. Juan de Dios Salas Canevaro. Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad de
los Andes. Mérida Venezuela.
5La literatura especializada hace referencia con este término a las ciudades cuya población oscila entre 50.000
y 500.000 habitantes. Un trabajo que describe el fenómeno en Argentina, propone que las ciudades intermedias
de este país serían las que tienen entre 10.000 y 100.000 habitantes, excepto para el centro del país, donde se
concentra la mayor parte del total de la población, en donde serían las de entre 30.000 y 250.000 habitantes.
(PNUD, 1997).
6San Luis (135.000), La Rioja (146.000), San Fernando del Valle de Catamarca (164.000). Se puede incluir en el
Sur, a Río Gallegos (79.000).
7Villa Mercedes (100.000), Comodoro Rivadavia (137.000) y Trelew (90.000), entre otras.
8Un trabajo que refleja esta situación y los efectos del desempleo es el de Beccaria y López (1997).
9Funtowicz y Ravetz (1993), proponen que una “comunidad de pares extendida”, lo que hace más
transparentes y sustentables los procesos de toma de decisiones, y por lo tanto, las acciones que de éstas deriven.
10 Poggiese, H.
Bibliografía
•Beccaria, L. Y López, N. (comps.): Sin trabajo. Las características del desempleo y sus efectos en la sociedad
argentina. UNICEF/Losada. Buenos Aires, 1997.
•Berman, Marshall: Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Siglo XXI. México,
1990.
•Clichevsky, Nora et al: Construcción y Administración de la Ciudad Latinoamericana. IIED-AL/GEL. Bs. As.,
1990
•Funtowicz, S y Ravetz, J.: Epistemología política. Ciencia con la gente CEAL. Bs. As., 1993.
•García Delgado, D (comp.): Hacia un nuevo modelo de gestión local. Municipio y Sociedad civil en
Argentina UBA – FLACSO. Bs. As., 1997.
•Rodriguez Luiz, F. : Análisis de la gestión de los centros Históricos en Latinoamérica PROPUR/FADU – UBA. Bs.
As., 1998 (mimeo).
•Torrent, H. y Heredia, E., (comp.): El patrimonio de las ciudades CURDIUR. Rosario, 1995.
•Vattimo, Giuseppe C. Urbanismo y austeridad. Siglo XXI. Bs. As., 1981.
•Vapñarsky, César: La transformación del sistema de asentamiento desde mediados de siglo Proceedings of the
International Seminar Metropolitan areas: Network dynamics and Sustainable development. Buenos Aires, Octubre
1992. Universidad de Buenos Aires.
Harry Smith
School of the Built Environment – Heriot-Watt University (Edimburgo, Reino Unido)
H.C.Smith@sbe.hw.ac.uk
Resumen
Abstract
This article presents an overview of the achievements and pending issues related to
the regeneration of historic quarters in Europe, Latin America and the Caribbean since
1980. As a result, it can be concluded that in these three regions, although the contexts
are different, the main challenge is still the transformation of these urban areas into
spaces of culture and life in which cultural and social groups that are representative of
their own societies may coexist.
Como consecuencia de ello, a partir de los años sesenta la problemática de los centros
históricos empezó a afrontarse como un campo particular y específico, al tiempo que
durante la década de 1970 comenzaron a ser percibidos también como bienes
económicos que precisan ser protegidos de los efectos negativos de las operaciones
especulativas. Fue entonces, en unos momentos en los que la ciudad tradicional
adquiría un mayor protagonismo frente a la expansión indefinida de la periferia
urbana, cuando se propuso para la salvaguarda de dichos espacios la conservación
integrada. Con este nuevo concepto se puso de relieve la necesidad de adoptar
criterios de intervención que apuesten en el plano funcional por el desarrollo de
actividades que contribuyeran al mantenimiento del aspecto y la estructura social y
económica tradicional de dichos espacios, evitando la expulsión de las capas de
población tradicionales (González-Varas Ibáñez, 2005: 341, 376 y 540).
Desde entonces hasta nuestros días han sido numerosos los proyectos puestos en
marcha para la recuperación de centros históricos en diferentes ciudades del planeta.
Pese a la existencia de un importante número de instituciones de ámbito internacional,
continental, nacional, regional y local involucradas en este asunto, y de un corpus
legal revisado y discutido por profesionales de diferentes disciplinas, aún son muchos
los retos que quedan por solventar en esta materia. ¿Cuáles son los principales
asignaturas pendientes?, ¿qué posibles factores obstaculizan el cumplimiento de lo
expresado en la legislación existente relativa a esta cuestión? Estas son algunas de las
preguntas a las que trataremos de dar respuesta.
Para ello comentaremos las novedades que se han producido en el marco conceptual y
metodológico desde la década de 1980 hasta nuestros días, y pondremos de relieve los
logros conseguidos y los retos existentes en contextos tan diferentes como el europeo,
el latinoamericano y el caribeño. Estas regiones conservan un importante número de
centros históricos de gran relevancia, con espacios urbanos y complejos
arquitectónicos que testimonian diferentes períodos del pasado, y que en algunos
casos se encuentran habitados por contingentes poblacionales que mantienen fuertes
sentimientos de identidad respecto al espacio que habitan. Desde nuestro punto de
vista, el intercambio de experiencias desarrolladas en contextos políticos, económicos,
sociales y culturales tan distantes puede contribuir al enriquecimiento del debate sobre
las consecuencias derivadas de las actuaciones desarrolladas hasta la fecha; también a
la búsqueda de posibles alternativas de cara al futuro que permitan hacer frente a los
nuevos retos que se van planteando.
Novedades en el marco conceptual
Fue durante los años sesenta cuando se produjo en los centros de algunas ciudades
europeas el retorno de sectores medios, proceso que Ruth Glass llamó de
‘gentifrication’ en su obra Introduction to London: aspects of change, de 1963 (Glass,
1963). En América Latina y el Caribe dicho fenómeno se produjo algo después,
concretamente durante los años noventa, tras el agotamiento de la emigración campo-
ciudad y el engrandecimiento de las periferias hasta el límite (Rodríguez Alomá,
2005b: 70).En la primera, uno de los grandes retos desde entonces ha sido la
adaptación de espacios que durante el siglo XIX y gran parte del XX estuvieron por lo
general orientados a la producción, en lugares de consumo (Tiesdell et al., 1996: 21).
En la segunda, solventar la falta de recursos y conciencia generalizada sobre la
necesidad de conservar los centros históricos para convertirlos en dinamizadores de la
economía, así como contribuir a la mejora de las condiciones de vida de sus
habitantes.
Por todo ello, el debate sobre estos espacios, lejos de agotarse, ha continuado
enriqueciéndose, especialmente a partir de la incorporación en el mismo de
especialistas de nuevas disciplinas. A la presencia tradicional dearquitectos y
urbanistas se han ido uniendo otros del campo de la Antropología, la Arqueología, la
Geografía, la Historia, la Historia del Arte, Humanidades o la Sociología
principalmente. Gracias a ello se cuenta en la actualidad con enfoques y
planteamientos diferentes para la resolución de algunas cuestiones puestas de relieve
por el geógrafo Víctor Fernández Salinas, como las de “la autenticidad, la defensa de
lo público y el apoyo al desarrollo” (Fernández Salinas, 2005: 2).
Por otra parte se han incorporado conceptos en el debate relativo a los centros
históricos, como el de ‘desarrollo sostenible’ o ‘sustentable’, aparecido por primera
vez en el informe socio-económico elaborado en 1987 para la ONU, originalmente
llamado Our Common Future (Brundtland, 1987: 43). Con el mismo se ha incidido
entre otras cosas, en la necesidad de poner en marcha iniciativas duraderas para la
recuperación de estos espacios, que perduren en el tiempo y satisfagan las necesidades
del presente sin perjudicar las de las generaciones futuras (Coulomb, 2005: 99).
También otros conceptos como el de ‘ciudad educadora’, formulado en Barcelona en
1990 con el objetivo de consolidar una ciudadanía organizada y autónoma, que
solucione pacíficamente sus conflictos y sepa convivir en la diferencia[9] (Rodríguez
Rodríguez, sd.). O el de ‘Patrimonio Inmaterial’ o ‘Intangible’, a partir de la
aprobación de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial
en la 32° Conferencia General de la UNESCO realizada en octubre de 2003[10].
Al mismo tiempo se han producido importantes novedades respecto a los actores que
se encuentran involucrados en la discusión y puesta en marcha de este tipo de
proyectos. Estos podemos clasificarlos según los siguientes grupos:
Por otra parte, el aporte de ICOMOS ha sido también destacado a través de acciones
como la fundación del ‘International Committee on Historic Towns and Villages’
(CIVVIH) en 1982[18] o la promulgación de documentos como la ‘Carta Internacional
para la Conservación de las Poblaciones y Áreas Urbanas Históricas’ de 1987 (Carta
de Toledo / Washington), las ‘Recomendaciones para la educación y formación en
conservación de monumentos, conjuntos y sitios’ de 1993 o el ‘Documento de Nara
sobre la autenticidad en relación con la Convención del Patrimonio Mundial’ de
1994[19]. Asimismo, creó en 1998 del Comité Internacional de Itinerarios Culturales
(CIIC), orientado a promover el respeto y la puesta en valor de los distintos tipos de
patrimonio cultural, tanto tangible como intangible[20]. También ha publicado
diferentes estudios relativos a la gestión de centros históricos y emite informes de
evaluación que, en casos como el relativo al Plan Especial de Protección (PEP) del
casco histórico de La Laguna en Canarias, ponen de relieve algunos aspectos que
hacen peligrar la conservación de valores de índole histórica y cultural (Heritage At
Risk…, 2005: 227 – 231; Navarro Segura, 2005).
Junto a España, países como Alemania, Bélgica, Francia o Italia han desempeñado un
importante papel en el desarrollo de medidas encaminadas a la recuperación de
centros históricos latinoamericanos y caribeños. Entre las iniciativas puestas en
marcha por estos países destacan algunas como la de SIRCHAL (Sitio Internacional
sobre la Rehabilitación de los Centros Históricos de la América Latina y del Caribe).
Creado en 1998 por los ministerios de Cultura y Relaciones Exteriores de Francia, ha
promovido la celebración de talleres de trabajo interactivos en los que se reúnen
expertos y actores locales de diversos orígenes y competencias, tanto del ámbito
público como del privado, con el objetivo de aportar soluciones para la revitalización
de centros históricos de la región[25].
Es preciso mencionar por otro lado la tarea desarrollada por las universidades en el
terreno de la cooperación internacional, al promover la formación de especialistas de
diferentes disciplinas que trabajan en proyectos de recuperación de centros
históricos[26]. También la organización de eventos de ámbito nacional, regional o
internacional sobre esta temática, así como en la realización de estudios e informes
para la puesta en marcha de proyectos de colaboración entre los gobiernos nacionales
y locales y/o las empresas y la banca privada.
A nivel europeo destacan asimismo otras instituciones que han puesto en marcha
medidas que han favorecido de manera directa o indirecta la recuperación de centros
históricos. Entre ellas se encuentra el Consejo de Europa, que en 1981 lanzó
la Campaña Europea para el Renacimiento de la Ciudad, con el fin de profundizar en
los principios de la conservación integrada y contribuir al intercambio de
experiencias. Este ha emitido también documentos como el de la Convención de
Granada de 1985, acto jurídico encaminado a la aprobación de medidas para la
conservación del patrimonio arquitectónico (González-Varas Ibáñez, 2005: 496 -
498). Asimismo, la Unión Europea está financiado un importante número de
proyectos que se relacionan con esta temática.
Hay que destacar también otras iniciativas como la Red Iberoamericana del
Patrimonio Cultural (REDIPAC), surgida de la Asociación Española de Gestores de
Patrimonio Cultural con el fin de englobar a todas las entidades profesionales,
académicas e institucionales públicas y privadas, dedicadas a la gestión y la puesta en
valor del Patrimonio Cultural en todo el ámbito iberoamericano[27]. O el Centro
Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de América Latina
(CRESPIAL), nacido tras la aprobación de la Convención para la Salvaguardia del
Patrimonio Cultural Inmaterial en el marco de la 32a Conferencia General de la
UNESCO, realizada en octubre de 2003. Su misión principal consiste en trabajar para
que en cada país se generen procesos de identificación, registro, difusión y protección
de sus respectivos patrimonios inmateriales[28].
Públicas
El peso adquirido por los gobiernos locales de la región en este sentido, se manifiesta
a través de hechos como la celebración de Encuentros de alcaldes y autoridades de
ciudades de América Latina y el Caribe con centros históricos en proceso de
recuperación. El primero concretamente tuvo lugar en 1997 en la ciudad de Lima,
celebrándose posteriormente el de La Habana en 1998 y México D.F. en 2000. Entre
las propuestas realizadas por sus integrantes se encuentran algunas como la de crear
una RED que reúna a las autoridades y técnicos para poder abordar de forma conjunta
los grandes retos existentes en la gestión de centros históricos; la necesidad de poner
en marcha o fortalecer en cada ciudad una entidad de gestión propia del centro
histórico; o la conveniencia de involucrar e incentivar la participación de la
comunidad y del sector privado en los procesos de intervención urbana (Mutal, 2005:
32; Rodríguez Alomá, 2005a: 91).
Públicas y privadas
Junto al incremento del peso de los gobiernos locales se ha producido también, tanto
en Europa como en Latinoamérica y el Caribe, un aumento de la presencia de
fundaciones o empresas privadas que trabajan de manera conjunta con los primeros en
la aplicación de medidas de diversa índole en centros históricos. El trabajo conjunto
del sector privado con el público se plantea desde hace unos años como vía para la
preservación sostenible del medio urbano, al permitir que las limitaciones que ambos
presentan por separado, se vean en cierta medida mitigadas. Mientras que ambos
comparten riesgos, uno aporta su visión, su compromiso a largo plazo y su capacidad
de coordinación, y el otro su experiencia en el mercado y la capacidad de poder
gestionar varios proyectos respondiendo a la demanda existente[30] (Rojas, s.d.: 9). No
obstante, es preciso destacar que la relación público-privado se está dando bajo
parámetros de desigualdad, especialmente en el contexto latinoamericano y caribeño,
puesto que los gobiernos municipales han recurrido generalmente a la privatización de
ámbitos de su competencia tras recibir de los gobiernos centrales lo poco rentable e
improductivo y no contar con recursos suficientes para gestionarlos (Rodríguez
Alomá, 2005b: 71).
En el caso europeo existen empresas de capital mixto como ‘Promoció Ciutat Vella S.
A.’ (PROCIVESA), a partir de 1999 sustituida por ‘Foment de Ciutat Vella’, ambas
con la misión de recuperar el centro histórico de Barcelona[31]. En América Latina
destacan algunas como los ‘patronatos’ en Lima, las ‘corporaciones’ en Santiago, las
‘fundaciones’ en México o las ‘empresas’ en Quito, que se encuentran integrados en
los municipios. También otras que realizan inversiones de forma directa y organismos
multilaterales de crédito que fomentan una mayor presencia del capital privado
(Carrión, 2005a: 49).
Independientes
Europa
En casos como los de antiguas ciudades industriales que no cuentan con paisajes
urbanos y arquitectónicos armónicos y presumiblemente destacados, como Bradford,
Birmingham, Liverpool o Manchester en el Reino Unido, o Duisburg en Alemania, se
ha tenido que recurrir también para ello a la construcción de una nueva imagen para
inversores, visitantes y residentes con el objetivo de reemplazar connotaciones
negativas preexistentes (Law, 1994: 1; Tiesdell et al., 1996: 69 y 70). En este sentido
destacan especialmente casos como el de Glasgow en Escocia, donde junto a la
aplicación de medidas para la recuperación de zonas como la Merchant City, uno de
los máximos exponentes de la arquitectura victoriana del Reino Unido, su equipo de
gobierno optó por la elaboración de una imagen sofisticada de la ciudad como capital
cultural. Con ello se trató de paliar la visión negativa que se tenía sobre la misma por
los elevados índices de desempleo y de conflicto urbano existentes, produciéndose
con ello una ruptura consciente con el pasado al dejarse fuera del nuevo imaginario
construido al grupo obrero-industrial que le imprime un carácter distintivo (Ruiz
Ballesteros, 2000: 152 - 154). Esto se logró en buena medida mediante la celebración
de acontecimientos de gran alcance internacional y nacional, tras su nombramiento
como ‘Ciudad Europea de la Cultura’ en 1990 y la ‘UK City of Architecture and
Design’ en 1999. La imagen poco real pero vendible de la ciudad que se construyó
desde el gobierno local fue duramente criticada entonces por colectivos como el de los
‘Worker’s city’ (Boyle y Hughes, 1991: 217-228).
Por otra parte, los países que conformaron el antiguo bloque comunista han visto
también en el turismo cultural una vía con la que mejorar sus economías, dado el gran
potencial con el cuentan los monumentales centros históricos de muchas de sus
ciudades. Algunas como Budapest han aplicado en este sentido una inserción
controlada de las actividades turísticas en su centro histórico (González-Varas Ibáñez,
2005: 428). Otras como Varsovia, tras su reciente incorporación a la Unión Europea,
aspira con el desarrollo de iniciativas como el Proyecto de Ruta Real, que pretende la
regeneración de los recursos culturales del centro de la capital, a la mejora de la
competitividad de la región dentro del mercado turístico europeo (Nefanda Trepka,
2005).
Latinoamérica y el Caribe
El fomento del turismo y las actividades culturales asociadas a dicha actividad han
sido también uno de los principales motores que han impulsado la recuperación de
centros históricos de ciudades latinoamericanas y caribeñas. Como destacamos
anteriormente, el Banco Interamericano de Desarrollo ha llevado a cabo junto a
instituciones de diversa índole, una destacada labor en este sentido. Tras apoyar
durante la década de 1970 proyectos financiados y ejecutados por organismos
públicos, como el destinado al desarrollo turístico de la ciudad de Cuzco, pasó a
concentrar las inversiones en otros centros urbanos de la región Nordeste de Brasil, en
Ciudad de Panamá o en el barrio de la Boca en Buenos Aires. No obstante, estas
iniciativas no obtuvieron por lo general los resultados esperados, debido a los
problemas derivados de la especulación inmobiliaria y la expulsión de sus habitantes.
En el caso concreto del nordeste brasileño, las divergencias políticas entre los
gobiernos locales y regionales, y el escaso financiamiento local, dificultaron que
dicho proyecto, que recibió el nombre de PRODETUR, obtuviera relevantes
resultados, salvo en casos concretos como el de la ciudad de Recife (Mutal, 2005: 23
y 26; Rojas y Mouro Castro, 1999: 1).
Entre las iniciativas que han contado con el apoyo del BID durante los últimos años se
encuentran otras como el ‘Proyecto estación de Montevideo’, orientado a la
rehabilitación y equipamiento de la estación de ferrocarriles General Artigas para
fines culturales y comerciales con el sector privado. También el ‘Proyecto centro de
São Paulo’, que desde el 2001 pretende la revitalización del centro histórico de la
metrópoli brasileña garantizando su diversidad funcional y el incremento del peso de
la residencial, consolidando la identidad de la zona, recuperando los espacios públicos
y creando mecanismos de gestión democrática (Mutal, 2005: 27-28).
Figuras 1 y 2: Plaza de la Catedral ocupada por establecimiento turístico y mejora del espacio público en la Plaza
Vieja (La Habana, Cuba).
Fotos: Emilio Luque Azcona (2005) y Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana.
Fruto de las medidas aplicadas hasta la fecha ciertas ciudades de Brasil, Cuba,
México, Perú o República Dominicana, principalmente, han desarrollado
infraestructuras que les permiten acoger a un importante volumen de turistas
internacionales, y otras de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay o
Venezuela, a turistas nacionales y de países vecinos. En algunos casos, el fomento de
la actividad turística ha permitido la obtención de recursos para la protección y la
rehabilitación del patrimonio edilicio y el crecimiento del sector terciario. Este se ha
llevado a cabo mediante políticas encaminadas por lo general a la construcción de
museos y centros culturales, la erradicación del comercio ambulante y la expulsión de
la población residente (Carrión, 2000: 20). Asimismo, en ciudades como La Habana,
Lima, México, Morelia, Ouro Preto y Quito se ha procedido a la reubicación del
comercio callejero, creándose en algunos casos zonas especiales para el desarrollo de
dicha actividad[40] (Cabrales Barajas, 2002; Mutal, 2005: 31).
Las experiencias encaminadas a resolver el problema de vivienda y recursos de la
población de bajos ingresos en centros históricos han sido bastante escasas por lo
general en el ámbito latinoamericano y caribeño. En este sentido destacan apenas
algunas iniciativas como las desarrolladas en La Habana y Quito principalmente,
ciudades que han contado con planes integrales de actuación que plantean estrategias
y programas orientados a la conformación de una “sustentabilidad social de los
procesos de rescate” (Coulomb, 2005: 100). En la primera concretamente, los vecinos
son realojados temporalmente por lo general en construcciones prefabricadas mientras
se desarrollan los trabajos de restauración de sus viviendas, al tiempo que se han
venido fomentando aspectos como la rehabilitación participativa (Rodríguez Alomá,
2005c: 82). En la capital ecuatoriana destacan en este sentido iniciativas como la del
‘Proyecto de Vivienda Social del Centro Histórico de Quito’, que financiada por el
BID, ha buscado la generación de viviendas dignas a un precio asequible para la
población residente con menor nivel de ingresos, preservando al mismo tiempo el
valor histórico y monumental de la zona (Carrión, 2000: 21).
Otras ciudades en las que se han puesto en marcha medidas orientadas a la resolución
de esta problemática son Lima, México y Montevideo. En la segunda concretamente.
fue a partir del terremoto de 1985 cuando se pusieron en práctica modelos
experimentales de organizaciones cooperativas y asociaciones de vecinos destinadas a
la recuperación de su centro histórico. No obstante, planes estratégicos desarrollados
posteriormente, como el diseñado por el Fideicomiso del Centro Histórico, que incluía
medidas para favorecer el desarrollo social, no pudieron ponerse en práctica por los
escasos recursos destinados para su ejecución[41] (Coulomb, 2005: 101; Mesías
González y Suárez Pareyón, 2002).
A pesar de los avances conseguidos, son todavía numerosos los retos que quedan por
solventar en los procesos de revitalización de centros históricos en las regiones
analizadas. En el plano de nacional, regional y local, tanto en Europa como en
América Latina y el Caribe, uno de los principales consiste en conseguir mecanismos
de actuación más eficaces que permitan la puesta en marcha de programas coherentes
para la mejora de dichos espacios. En muchos casos esto último se ve dificultado por
el uso político con fines partidistas del patrimonio y su consideración como recurso
del que sacar partido, hecho que lleva en muchos casos a que se piense más en las
necesidades de inversores y visitantes, que en las de los residentes en centros
históricos. También a apostar únicamente por proyectos con resultados a corto plazo,
de cara a la obtención de votos. Junto a ello, la excesiva burocracia, la falta de
estructuras con las que darles continuidad, la poca conciencia patrimonial o la
carencia de fondos. También los enfrentamientos partidistas entre instituciones
involucradas en la gestión patrimonial dificultan el consenso o la aplicación de
medidas proyectadas. En este sentido, en casos como el de Roma por ejemplo, la ya
mencionada ‘L’Ufficio speciale per gli intervente sul centro storico’ mantiene difíciles
relaciones con los demás servicios municipales, con las autoridades del Estado e
incluso con el vecindario (Office for the Management of the Historic Centre, 2005).
En Lima, por otra parte, existe también una falta de entendimiento entre los gobiernos
locales y central sobre el uso de los fondos, y discrepancias con el Instituto Nacional
de Cultura (Mutal, 2005: 30)[42].
Esta situación responde en líneas generales a factores muy diversos. Entre ellos se
encuentra el incremento excesivo del precio del suelo de áreas con potencial de
renovación, situación que lleva a numerosos propietarios a abandonar sus viejos
inmuebles con el objetivo de que empresas constructoras, interesadas principalmente
por los solares, los compren. Estas últimas prefieren por lo general, por motivos
económicos, proceder al derribo de lo existente con el objetivo de construir oficinas o
viviendas de nueva planta. Por ello, en aquellas ciudades en las que no existen
controles exhaustivos, se terminan perdiendo valiosos testimonios arquitectónicos o se
preservan todo lo más las fachadas de algunos considerados como más relevantes. En
países como el Reino Unido por ejemplo, no ha sido hasta 1991 cuando las
demoliciones de edificios, estuvieran o no en ‘conservation areas’, comenzaron a
requerir de ‘planning permission’, hecho que propició hasta esos momentos la pérdida
de valiosos testimonios arquitectónicos (Tiesdell et al., 1996: 60).
Por otra parte, los deseos de una malentendida modernización siguen ocasionando la
desaparición de valiosos testimonios de arquitectura regional o local que son
sustituidos por edificios que no contribuyen al enriquecimiento del patrimonio edilicio
existente. Es el caso por ejemplo de lo que está sucediendo con la arquitectura de
madera en ciudades como Estambul (Turquía)[46], o de tierra al Norte de México[47].
En el sentido opuesto, también es posible observar la tendencia al mantenimiento de
algunos monumentos como los de Antigua de Guatemala, reducidos a ruinas. Por
último, es preciso destacar asimismo con respecto al patrimonio inmueble de los
centros históricos, la presión a la que numerosos complejos monumentales y entornos
turísticos se están viendo sometidos, como consecuencia del desarrollo del turismo de
masas.
En otros casos ha sido el auge inmobiliario desatado en aquellos centros en los que se
ha potenciado la función residencial de sectores medios y altos de la sociedad, el
responsable de la sustitución del tradicional vecindario por otro de mayor poder
adquisitivo. Es lo que sucede por ejemplo en el sector de la Alameda – San Gil de
Sevilla (España), donde incluso los conocidos popularmente como “asustaviejas”
atemorizan a la población residente anciana para que abandone sus antiguas viviendas.
Con ello, además de perderse manifestaciones culturales y rituales que prácticamente
permanecen vivos en esa zona de la ciudad, también se está viendo afectada la
industria tradicional del barrio. En este sentido, resulta admirable la labor desarrollada
por diversos colectivos, como La Plataforma Casa del Pumarejo, para la defensa de
los intereses del vecindario.
Figuras 5 y 6: Mercado de alimentos y espacios de ocio en el barrio de San Telmo (Buenos Aires, Argentina).
Fotos: E. L. A. (2006).
Figura 7: Mercado de antigüedades en la plaza Matriz de la Ciudad Vieja (Montevideo, Uruguay).
Foto: E. L. A. (1999).
Conclusiones
En las tres regiones se han producido en términos generales mejoras respecto a las
infraestructuras y la recuperación de inmuebles de valor histórico y artístico existentes
en centros históricos, si bien la falta de recursos o de conciencia patrimonial mantiene
aún a un buen número en un estado casi total de abandono, especialmente en América
Latina y el Caribe. En algunas ciudades europeas se ha conseguido incorporar una
arquitectura contemporánea de calidad en esos espacios, con la que se ha contribuido
al enriquecimiento del legado patrimonial de las mismas de cara a futuras
generaciones, aunque en otros casos este tipo de actuaciones no han logrado dicho
propósito. Asimismo, se han puesto en marcha iniciativas de peatonalización de
plazas y calles, construcción de aparcamientos subterráneos en puntos periféricos y
reimplantación de tranvías, con las que se están obteniendo resultados muy positivos,
que para los casos latinoamericano y caribeño son de más limitado alcance.
Estos conforman algunos de los principales retos que tanto políticos como técnicos,
académicos y ciudadanos de ambas orillas del Atlántico, tenemos de cara al futuro
para la salvaguarda efectiva de los centros históricos de nuestras ciudades. En este
sentido, el aprendizaje recíproco de los errores y aciertos cometidos en las regiones
analizadas aporta nuevas pistas a un debate que, lejos de agotarse, continua más
abierto que nunca.
Notas
[1] Por recomendación de uno de los evaluadores del presente artículo y para evitar posibles confusiones en los
lectores del presente artículo, empleamos el término ‘centro histórico’ en lugar del de ‘área central antigua’. Este
último, como explicamos en el apartado dedicado a las novedades aparecidas en el marco conceptual, es preferido
por diversos especialistas, dado que las ciudades por lo general cuentan con más de una centralidad, y la percepción
de lo histórico y la protección mediante legislación tienden a extenderse desde los tradicionales centros históricos al
conjunto de las tramas urbanas.
[2] Trabajo realizado con el apoyo de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de
Educación y Ciencia de España.
[3] Las principales instituciones de alcance internacional creadas entre las décadas de 1930 y 1970 fueron entre otras
United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) - 1946, International Council of
Museums (ICOM) – 1946, International organization for conservation of cultural heritage (ICCROM) – 1959 e
International Council of Monuments and Sites (ICOMOS) – 1965. Con respecto a los documentos redactados
durante el mismo período mencionamos algunos como la Carta de Atenas – 1931, Carta de Urbanismo de Atenas –
1933, Carta de Gubbio – 1960, Carta de Venecia – 1964, Normas de Quito – 1967, Carta de Ámsterdam – 1975,
Declaración de Nairobi – 1976, Carta de Machu Picchu – 1977.
[4] En este sentido, el Grupo de Trabajo Urbano establecido por el gobierno británico en 1998 para determinar las
causas de la decadencia urbana en las ciudades del Reino Unido, destaca en su informe la necesidad de conformar
ciudades de barrios compactas “que proporcionen espacios de viviendas, trabajo y ocio en una corta distancia, con
nuevas actuaciones urbanísticas centradas en las zonas industriales abandonadas y en la recuperación del tejido
existentes, y centros claramente definidos que limiten la expansión periférica y protejan al campo” (Urban Task
Force, 1999).
[5] Dicha apreciación fue puesta de relieve por varios de los ponentes que participaron en el IV Encuentro
Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, celebrado en La Habana (Cuba) entre el 6 y el 9 de
diciembre de 2005.
[10] Este se define como “el conjunto o formas de cultura tradicional y popular o folklórica”, incluyendo en ellas
“las tradiciones orales, las costumbres, las lenguas, la música, los bailes, los rituales, las fiestas, la medicina
tradicional y la farmacopea, las artes culinarias y todas las habilidades especiales relacionadas con los aspectos
materiales de la cultura tales como las herramientas y el hábitat”. UNESCO [en línea]
http://www.unesco.org/culture/heritage/intangible/html_sp/index_sp.shtml [1 de junio de 2006].
[11] Información aportada por Armando Silva en el seminario Imaginarios urbanos: de ida y vuelta, organizado por
la Universidad Internacional de Andalucía en enero de 2006 en Sevilla (España).
[12] Entre ellos destacamos algunos trabajos que aparecen citados en la bibliografía consultada (Appleyard, 1979;
Carrión, 2001; Castlefield Management Company, 1993; Da Bologna a Palermo…, 1993; Ferrer Regales, 2003;
González-Varas Ibáñez, 2005; Hardoy y Gutman, 1992; Larkham, 1992; Mendes Zancheti, et al., 1998a; Ochoa
Alomá, 2002; Raspi Serra, 1990; Roberts and Sykes, 1999; Tiesdell et al., 1996).
[13] Durante los preparativos de la Conferencia de Naciones Unidas Habitat II surgió la primera Convocatoria de
Buenas Prácticas. Con esta iniciativa se pretendió la identificación de políticas y actuaciones urbanas eficaces para
la mejora sostenible de las condiciones de vida en las ciudades y pueblos. No obstante, a niveles prácticos los logros
de esta iniciativa han sido bastante limitados. La Municipalidad de Dubai anunció entonces la creación del `Premio
Internacional de Buenas Prácticas para la mejora de las condiciones de vida’. Para más información consultar la
Web de UNESCO en el siguiente enlace: http://www.un.org/Conferences/habitat/ (21/08/2006).
[14] El PNUD utiliza su red mundial para ayudar al sistema de las Naciones Unidas y a sus asociados a despertar
una mayor conciencia y verificar los progresos realizados en aspectos relacionados con la reducción de la pobreza,
la enfermedad, el analfabetismo, la degradación del medio ambiente y la discriminación contra la mujer. Asimismo,
conecta a los países con los conocimientos y los recursos necesarios para lograr estos objetivos. PNUD [en línea]
<http://www.undp.org/> [3 de marzo de 2006].
[15] Entre ellas se encuentran algunas como la Cátedra UNESCO en conservación del patrimonio urbano y
arquitectónico, establecida en 1998 en el Instituto para el Arte de la Restauración (Federación Rusa); Cátedra
UNESCO en conservación y gestión de centros históricos, creada en 1999 en ‘Samarcanda State Architectural and
Civil Engineering Institute Miezo Ulugbek’ (Uzbekistán) o la Cátedra UNESCO en gestión del patrimonio cultural
integrado a la planificación urbana en América Latina, iniciada en el año 2000 en la Universidad Federal de
Pernambuco (Brasil). Portal Urbo [en línea]
<http://urbo.ovpm.org/index.php?module=pagesetter&tid=2&rc=1&filter=categorie:eq:60&newlang=eng> [17 de
agosto de 2006].
[16] Entre 1991 y 2005 la OWHC ha celebrado concretamente ocho coloquios internacionales, en los que se han
debatido diferentes problemáticas que afectan a las Ciudades del Patrimonio. Las sedes han sido Québec (1991), Fez
(1993), Bergen (1995), Évora (1997), Santiago de Compostela (1999), Puebla (2001), Rodas (2003) y Cuzco (2005).
En ellos se han tratado cuestiones que se relacionan tanto con la gestión, como con el intercambio de información, el
turismo o la educación patrimonial.
[17] Datos aportados por Juan Manuel Martínez en su conferencia sobre la Organización de Ciudades del
Patrimonio Mundial, impartida en el ya citado IV Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros
Históricos celebrado en La Habana.
[22] El CICOP posee subsedes en Argentina, Bolivia, Cuba, EEUU, Grecia, Italia, México, Paraguay, Perú, Portugal
y Siria Entre sus programas de actuación se encuentra la línea de colaboración que mantiene con la Oficina del
Historiador de la Ciudad de La Habana para la recuperación de su centro histórico. CICOP [en línea]
<http://www.cicop.com/> [11 de agosto de 2006].
[26] En este sentido, diversas universidades españolas han puesto en marcha durante los últimos años programas de
maestrías y doctorados orientados específicamente a la formación de especialistas iberoamericanos en temáticas
relacionadas con el patrimonio cultural. Entre ellas se encuentran algunas como la Universidad Internacional de
Andalucía, con su Maestría en Conservación del Patrimonio, o la Universidad Pablo de Olavide, con su programa
de doctorado sobre Historia del Arte y Gestión Cultural en el Mundo Hispánico.
[29] El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO exige precisamente en este punto, que todas las ciudades y
sitios patrimoniales urbanos tengan un plano de gestión de conservación y una entidad responsable para su
aplicación (Mendes Zancheti, 2005a: 1 y 2).
[30] Un ejemplo en este sentido lo conforman proyectos como el ‘Corredor Rio’ que, puesto inicialmente en marcha
por el gobierno local de Rio de Janeiro, ha logrado unir con el tiempo recursos estatales y privados, permitiendo la
recuperación arquitectónica de numerosos inmuebles y la revalorización de espacios públicos (Mutal, 2005: 28 y
29).
[31] ‘Foment de Ciutat Vella’ [en línea] <http://www.fomentciutatvella.net/esp/> [26 de agosto de 2006].
[35] Fruto de las mejoras producidas en la zona, en 1997 el precio de las casas subió un 10%, la demanda de
alquileres creció en un 30% y hubo un aumento del 50% en locales nuevos. “Ocio de invierno en Chueca” [en
línea]. El País digital. Madrid, 20 de enero de
2000. <http://www.elpais.es/articulo/madrid/MADRID/MADRID_/MUNICIPIO/CENTRO_/DISTRITO/_MADRI
D/MADRID/MADRID_/MUNICIPIO/MADRID/elpepiautmad/20000120elpmad_19/Tes/> [23 de agosto de
2006]. Para más información consultar GARCÍA ESCALONA, E. (2000) Del ‘armario’ al barrio: aproximación a un
nuevo espacio urbano. En: Anales de Geografía de la Universidad Complutense. Madrid: Servicio de Publicaciones
de la Universidad Complutense.
[37] Otras iniciativas destacables en este sentido son la ‘Noche del Patrimonio’ en Francia o las ‘Noches Blancas’ de
la cultura que, involucrando al patrimonio, se celebran en varias ciudades europeas.
[38] El Programa Monumenta incluyó inicialmente a las ciudades de Ouro Preto, Olinda, Recife, Rio de Janeiro,
Salvador de Bahia, São Luis y São Paulo. En 2002 se sumaron nuevas ciudades, hasta contemplar veintiseis en la
actualidad. UNESCO [en línea]
<http://www.unesco.org.br/areas/cultura/destaques/monumenta/index_html/mostra_documento> [15 de agosto de
2006].
[40] En este sentido, en el caso de Quito se han producido importantes avances a partir de la aplicación del Plan de
Modernización del Comercio Popular. Entre ellos, la creación de centros comerciales populares, aspecto que ha
contribuido a la mejora de las condiciones de venta (propiedad de los locales, seguridad, guardería, …) (Moreira
Ortega, 2005: 96).
[41] El Cine Latinoamericano se ha hecho a veces eco de esta temática en películas como la del director de cine
colombiano Sergio Cabrera, titulada La estrategia del Caracol, de 1993. En ella se muestra la historia de unos
inquilinos del antiguo barrio de la Candelaria de Bogota, que se resisten a ser desalojados de sus hogares.
[42] La Declaración de México de Alcaldes de América Latina de abril de 2000 hizo hincapié precisamente en este
punto, incluyendo entre sus objetivos la necesidad de propiciar una mayor colaboración y coordinación entre el
gobierno nacional y el gobierno de la ciudad, “erradicando cualquier forma de enfrentamiento político partidista
entre los dos niveles de gobierno, exigiendo del gobierno nacional la voluntad política para que le otorgue los avales
y facilidades necesarias, particularmente, ante los organismos multilaterales de crédito” (Mutal, 2005: 30 y 32).
[44] La arquitectura urbicida. El empeño de los edificios monumento daña la cohesión urbana. El País Extra. La
ciudad, cielo e infierno. Madrid: viernes, 10 de septiembre de 2004, p. 4.
[45] La Unesco critica el bloque de viviendas de Moneo junto a la muralla de Ávila. La Razón. Madrid: 11 de agosto
de 2003.
[46] Información aportada por David Michelmore en el Seminario ‘Monuments & Sites at Risk: A presentation of
ICOMOS Actions’, celebrado en Edimburgo el 8 de septiembre de 2006.
[47] Con el objetivo de contribuir a la revalorización de este valioso tipo de arquitectura, en los años noventa un
grupo de académicos procedió a la creación de una organización denominada Seminario Internacional de
Conservación y Restauración de Arquitectura de Tierra (SICRAT). Información aportada por el arquitecto Luís
Fernando Guerrero Baca en el Simposio Patrimonio cultural e Identidad, durante el 52 Congreso Internacional de
Americanistas celebrado en Sevilla en julio de 2006.
[48] Coalición Internacional para el Habitat (HIC) [en línea] <http://www.hic-net.org/default.asp> [10 de agosto de
2006].
[49] Para más información sobre el Proyecto Malecón 2000 consultar la Web de la Municipalidad de Guayaquil [en
línea] <http://www.guayaquil.gov.ec/49.gye> [16 de agosto de 2006] y la de la Fundación Malecón 2000 [en línea]
<http://www.malecon2000.org/servicios/proyectomalecon2000.asp> [16 de agosto de 2006].
Bibliografía
APPLEYARD, D. (ed.) The Conservation of European Cities. Cambridge: Mit Press, 1979.
APRIL y BARR, S. y CHAPLIN, P. (ed.) Cultural Heritage in the Arctic and Antarctic
Regions. Oslo: ICOMOS, IPHC, Monuments and Sites, VIII, 2004.
BOYLE, M. y HUGHES G. The Politics of the Representation of the Real: Discourse from the
Left on Glasgow’s Role as European City of Culture, 1990. En: Area, n. 23-3, 1991.
BRUNDTLAND, G. (ed.) Our Common Future. Oxford: Oxford University Press,
1987.
CAPEL, H. El Modelo Barcelona: un examen crítico. Barcelona: Ediciones del Serbal, 2005.
CARRIÓN, F. Lugares o flujos centrales: los centros históricos urbanos. En: Publicaciones
de CEPAL, Serie Medio Ambiente y Desarrollo. [En línea] Santiago de Chile: no. 29, 2000.
<http://www.cepal.org/publicaciones/xml/7/6557/LCL1465PE.pdf#search=%22Lugares%20o%2
0flujos%20centrales%3A%20los%20centros%20hist%C3%B3ricos%20urbanos%22> [13 de
mayo de 2006]
CARRIÓN, F. Gestión o gobierno de los Centros Históricos. En: Manejo y Gestión de los
Centros Históricos. Conferencia de los I y II Encuentros Internacionales. La Habana Vieja,
2003 y 2004. [CD-rom]. La Habana: Colección Arcos, Ediciones Boloña, 2005a.
CARRIÓN, F. El Centro Histórico como proyecto y objeto de deseo. En: Manejo y Gestión de
los Centros Históricos. Conferencia de los I y II Encuentros Internacionales. La Habana Vieja,
2003 y 2004. [CD-rom]. La Habana: Colección Arcos, Ediciones Boloña, 2005b.
COULOMB, R. Sostenibilidad social en los Centros Históricos. En: Manejo y Gestión de los
Centros Históricos. Conferencia de los I y II Encuentros Internacionales. La Habana Vieja,
2003 y 2004. [CD-rom]. La Habana: Colección Arcos, Ediciones Boloña, 2005.
Da Bologna a Palermo. Vent’anni di recupero nei centri storici. En: L’ufficio tecnico. Vol. XV,
n. 6, 1993.
DELAS, B. Charter to enhance the occupancy of public space. A rule of space for
everyone. En: Organisation des villes du Patrimoine Mondial. Portal Urbo, 2004 [En línea].
<http://urbo.ovpm.org/index.php?module=pagesetter&func=viewpub&tid=4&pid=21&newlang
=eng> [27 de agosto de 2006]
HEWISON, R. The Heritage Industry: Britain in a climate of decline. London: Methuen, 1987.
Heritage At Risk. ICOMOS world report 2004 / 2005 on monuments and sites in
danger. Munich: SAUR K.G., ed., 2005 [en línea]
<http://www.international.icomos.org/risk/2004/spain2004.pdf> [14 de mayo de 2007].
KEARNS, G. y PHILO, C. Selling Places: the City as Cultural Capital, Past and Present.
Oxford: Pergamon Press, 1993.
LAW, C. M. Urban Tourism: Attracting Visitors to Large Cities. London: Mansell, 1994.
MC CRONE, D; MORRIS, A.; KIELY, R. Scotland – The Brand: The making of Scottish
Heritage. Edinburgh: Edinburgh University Press, 1995.
MUTAL, S. El futuro de las ciudades históricas. En: Manejo y Gestión de los Centros
Históricos. Conferencia de los I y II Encuentros Internacionales. La Habana Vieja, 2003 y 2004.
[CD-rom]. La Habana: Colección Arcos, Ediciones Boloña, 2005.
NEFANDA TREPKA, E. The Royal Route to the year 2013. Portal Urbo, 2005. [En línea].
<http://urbo.ovpm.org/index.php?module=pagesetter&func=viewpub&tid=4&pid=23&newlang
=eng> [17 de agosto de 2006].
Office for the Management of the Historic Centre. Portal Urbo, 2005 [En línea].
<http://urbo.ovpm.org/index.php?module=pagesetter&func=viewpub&tid=4&pid=30&newlang
=eng> [17 de agosto de 2006].
ROBERTS, P., SYKES, H. (eds). Urban regeneration: a handbook. London: Sage, 1999.
RODRÍGUEZ ALOMÁ, P. Cultura e instrumentos de planificación del desarrollo de los Centros
Históricos. En: Manejo y Gestión de los Centros Históricos. Conferencia de los I y II Encuentros
Internacionales. La Habana Vieja, 2003 y 2004. [CD-rom]. La Habana: Colección Arcos,
Ediciones Boloña, 2005a.
RODRÍGUEZ ALOMÁ, P. Gobernar el Centro Histórico, un reto para su desarrollo. En: Manejo
y Gestión de los Centros Históricos. Conferencia de los I y II Encuentros Internacionales. La
Habana Vieja, 2003 y 2004. [CD-rom]. La Habana: Colección Arcos, Ediciones Boloña, 2005b.
RODRÍGUEZ ALOMÁ, P. Modelo de gestión para el desarrollo integral del Centro Histórico de
La Habana. En: Manejo y Gestión de los Centros Históricos. Conferencia de los I y II
Encuentros Internacionales. La Habana Vieja, 2003 y 2004. [CD-rom]. La Habana: Colección
Arcos, Ediciones Boloña, 2005c.
ROJAS, E. La preservación del patrimonio histórico urbano en América Latina y el Caribe. Una
tarea de todos los actores sociales. [En línea]. Washington, D.C.: Banco Interamericano de
Desarrollo. <http://www.iadb.org/sds/doc/SOC125sp.pdf> [12 de marzo de 2006].
TIESDELL, St.; HEATH, T.; OC, T. Revitalizing historic urban quarters. England:
Architectural Press, 1996.
URBAN TASK FORCE. Towards an urban renaissance: final report of the urban task
force. London: E & FN Spon, 1999.