Professional Documents
Culture Documents
Introducción
Además todas las formas de transporte por tierra que trataban estaban relacionadas con el
transportista de cosas, con excepción de lo dispuesto por el art. 8, inc 5, el art. 173 que regia el
del equipaje de los pasajeros y el art. 184 que contemplaba el transporte de personas por
ferrocarril pero que se aplicaba por extensión y analogía a todos los transportes terrestres.
En el aspecto contractual, el régimen legal se contemplaba con las disposiciones del código
civil, en tanto que las normas destinadas a regular específicamente los otros tipos de
transportes fueron dictadas a posteriori.
Hay que tener en cuenta que en el SXIX era impensable que los caminos pudieran ser
competidores del ferrocarril. No obstante la industria automotriz empezó a competir
fuertemente en los años 20, luego en los años 60 se hizo predominante en el transporte de
personas, debido a la extensión de las redes viales y la fabricación de vehículo cada vez más
cómodos y potentes.
El régimen jurídico aplicable del servicio público (como lo es transporte) se integra con las
reglamentaciones y marcos regulatorios y las normas de defensa a la competencia , lealtad
comercial y defensa al consumidor, fue receptado en el art. 42CN, reforma en 1994.
Esta disposición constitucionalizo el servicio público y dejo de lado la posibilidad del que sea
una actividad reservada exclusivamente al propio estado, por lo que debe ser prestado en
competencia de acuerdo a las reglamentaciones, siguiendo las reglas del mercado evitando
distorsiones, para proteger la calidad de vida desde el ambiente como también para hacer
efectivo los derechos de los consumidores. Desde entonces la responsabilidad del
transportista no se basa exclusivamente en criterios economistas de costos, sino que debe
prevalecer la protección de la persona humana en toda su proyección.
Es por ello que los transportistas están obligados a brindar un trato digno a los pasajeros
transportados, adoptando las medidas necesarias para asegurar su integridad física, no solo
durante el trayecto, sino también al tiempo de ascenso y descenso a los vehículos.
El código en cuestión además, no contenía una definición de transporte, ya que sólo contaba
con una disposición que hacía referencia a una serie de elementos caracterizantes del contrato
de transporte, tales como la mención de uno de los sujetos del contrato el transportista, el
pago por el servicio prestado y la entrega de la cosa transportada en el lugar y en el plazo
convenido.
Transporte de personas
El transporte de personas se inicia una vez que el pasajero llega al lugar de embarcos o
partidas y finaliza cuando haya terminado el desembarco. No es requisito indispensable el
pago del boleto porque la relación contractual nace con el consentimiento de las partes, por
ejemplo, al tomarse del pasamano para subir al colectivo o al ingresar a la terminal con el
propósito de realizar un traslado.
c) garantizar su seguridad;
d) llevar su equipaje.
El inc. A establece que el transportista debe garantizarle al pasajero las comodidades de viaje
que hayan pactado o brindarle el lugar que se encuentre libre para usar, siempre que aquel se
encuentre habilitado reglamentariamente con espacio para trasladar a las personas.
El inc. C dispone específicamente que el transportista tiene la obligación de llevar sano y salvo
al pasajero durante el transporte, desde el principio hasta el fin. La obligación de seguridad es
la garantía fundamental del contrato de transporte y en caso de incumplimiento el
transportista será responsable en forma integral y objetiva.
El inc. D establece que debe trasladar el equipaje y entregarlo en el lugar de destino en las
condiciones en que fue dejado por el pasajero al momento de iniciar el viaje.
A continuación se establecen expresamente las obligaciones básicas del pasajero, sin perjuicio
de señalar que las partes pueden pactar otras obligaciones mientras no se encuentre
comprometido el orden público. La falta de cumplimiento de las obligaciones y las cargas
dispuestas pueden ocasionar la pérdida de derechos o beneficios al pasajero.
El inc. C dispone que el pasajero debe cumplir las reglas establecidas a los fines de que el
transportista pueda brindarle seguridad y comodidad a todos los usuarios.
El inc. D determina que debe adecuar el equipaje a las medidas y pesos establecidos en la
reglamentación correspondiente, en caso de no cumplir con la carga, el transportista puede
cobrar un precio por el exceso de equipaje.
Se dispone que la responsabilidad está sujeta a lo dispuesto por los art. 1757 y siguientes del
CC y C que contempla la responsabilidad derivada de la intervención de cosas y de ciertas
actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por
las circunstancias de su realización, como lo es el transporte. La garantía de seguridad que se
consagra en el art. 1289 como una de las obligaciones del transportista el cual debe conducir o
trasladar sanas y salvas a las personas transportadas hasta el lugar convenido, es una
obligación que dimana de la naturaleza del contrato como un elemento natural calificado
como de resultado por estar presente en el entramado de las obligaciones contractuales y en
los deberes de protección que se relacionan con la obligación subyacente de velar por la
integridad del pasajero frente a los daños eventuales que puede sufrir durante la ejecución de
la prestación , la responsabilidad del transportista sera de naturaleza objetiva, es decir que la
conducta subjetivamente reprochable del agente es irrelevante a los fines de imputarle
responsabilidad. El factor de atribución aplicable
es el riesgo. Por ende, para eximirse de responsabilidad deberá acreditar la causa ajena, es
decir, el hecho de la víctima, de un tercero por el cual no debe responder o el caso fortuito o
fuerza mayor. En definitiva, el transportista estará obligado al pleno resarcimiento de los
daños y perjuicios, salvo que pruebe que el accidente provino de fuerza mayor o que hubo
culpa de la víctima o de un tercero por quien la empresa no sea civilmente responsable.
Tampoco podrá oponerse a la acción incoada por la víctima la adopción de las medidas de
prevención necesarias para evitar la producción del daño.
o Clausula limitativa de responsabilidad- se tendrán por no escritas aquellas clausulas
que limiten la responsabilidad del transportista de personas por muerte o daños corporales,
solución que encuentra justificación en la naturaleza del interés jurídico protegido que
consiste precisamente en la integridad del pasajero. Se impone desechar la posibilidad que una
de las partes, el transportista, quien generalmente es la parte preponderante, pueda convenir
a su favor una clausula que lo libere de todo tipo de responsabilidad ante el incumplimiento y
daño sufrido por el pasajero. Es por ello que la existencia de cláusulas que resulten abusivas,
como las que limitan la responsabilidad del transportista por muerte o daños corporales y se
tengan por no escritas, no serán consideradas en la relación que une a las partes; son inválidas.