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EVANGELIO DE JUAN

¿QUÉ ES DIOS?
EL CAMINO DEL ESPÍRITU
Salmo 19
Juan 14
Pastor: Diego F. Albarracín R.
5 de febrero de 2017

Preliminares

El primer domingo de mes tenemos una celebración especial, porque obedecemos el mandamiento
del Señor Jesús, al celebrar la Santa Cena; él, la noche que fue entregado, dice la escritura, tomó
el pan, y habiéndolo partido lo dio a todos sus discípulos diciendo: -tomad, comed, este es mi
cuerpo que fue por vosotros es partido-después tomó la copa y dijo: -esta compa es el pacto en mi
sangre; hagan esto todas las veces que se congreguen en memoria mía- y todos bebieron de la
copa y comieron del pan; desde entonces en la iglesia se realiza la Santa Cena, la Cena del Señor;
nosotros tomamos la copa recordando ese pacto en su sangre; un pacto que él estableció. El pacto
tiene muchas partes, pero una principal: que él perdonó nuestros pecados; que con su sangre él
nos lavó; él nos limpió; ¡para qué nos lavó!; ¡para qué nos limpió!; ¡para qué nos sacó de las
tinieblas!; ¡para qué nos hizo salir lodo cenagoso!; para poner nuestros pies en el camino y que
ahora nosotros caminemos la senda; esto es lo que se conoce como comer el pan –caminar la
senda- vivir en su palabra, obedecer su mandamiento; esa es la vida espiritual.

Sermón

Hoy vamos a aprender acerca de Dios es que Dios es Espíritu. Hay un problema con esto de
entender que Dios es Espíritu; es porque la religión jamás hablará de esto; entonces no
entendemos; cuando uno le va a hablar a alguien del espíritu le pregunta: ¿usted sabe del
espíritu?; y la gente responde: -sí, claro, el alma, el alma- no; no es igual; una cosa es el alma y
otra el espíritu, pero a veces por esa misma confusión no se hace distinción; entonces uno piensa
que el alma es el espíritu, pero la persona que no conoce dice, -bueno, yo no sabía del espíritu;
cuénteme qué es el espíritu- y se responde, -el espíritu es.., pues el espíritu es el espíritu- sí; pero
¡qué es el espíritu!; la respuesta es: -pues eso que uno tiene por dentro- preguntan: ¡qué, ¿el
corazón?- no; no; el corazón no; eso que uno tiene que hace que uno sea…- pregunta: ¡qué!, ¿la
mente?; no; no; la mente no; cómo explicarle, es que usted como no entiende..; el espíritu es
eso…; ¡qué!; ¡qué!, como ¿el alma?, sí; sí; como el alma; ahí queda la cosa; pero ¡qué es la vida
del espíritu!; (espero que hoy usted entienda bien qué es el espíritu y qué es la vida en el espíritu)
porque es muy fácil entender lo que es la vida de la carne, porque estamos en la carne,
respiramos, dormimos, comemos, sentimos sed, tenemos ganas de un alimento, y hacemos todo
para la carne; (usted ha visto que hoy en día todos los jóvenes se vuelven gourmets; ahora todos
quieren ser chef y uno ve los programas de cocina que tienen una gran audiencia; enseñan cómo
preparar un solomillo a la italiana; -shhssssssat- séllelo primero, añádale finas hierbas, derrame
una copita de coñac encima y flambéelo) claro, uno se deleita en esas cosas de comer o de beber;
degustar una buena bebida y todo lo que constituye placer para la carne, disfrutar una buena
siesta; uno entiende todas esas cosas; no tiene problema porque la carne es tangible; lo mismo
sucede con las cosas del alma; con las cosas del alma no tiene problema porque uno escucha una
canción que le gusta y se deleita, el alma se pone contenta; como uno no tiene relación con ciertos
géneros musicales, pues no vive para eso; fíjese que dije –no vive para eso- quiere decir que no
tiene comunión con eso; no le interesa; existe y sabe que existe, pero definitivamente no le
interesa; (cada persona vive para una cosa diferente) se entiende muy bien lo del alma, lo de los
sentimientos, lo de los gustos; pero cuando uno habla del espíritu a veces no entiende. ¡Cómo así
el espíritu!; ¡hábleme del espíritu!; ¿no es el alma?; no; no es el alma; vivir para el espíritu es que
usted encuentra gozo, deleite, complacencia, felicidad, plenitud de la existencia, en Dios; en la
palabra de Dios; en la relación con Él, en rendirle el culto; en tener esa experiencia de predicar el
evangelio; de llevar a la gente a la vida; y le aseguro: -no hay placer más alto- no se compara con
nada; usted se puede comer el mejor solomillo, o ver la mejor película; puede escuchar la mejor
canción o lo que sea, pero no se compara con ¡qué!; con amar a Dios; es un placer..; por eso
Jesucristo dice: -doy mi gozo no como el mundo lo da- su gozo es una paz, es una llenura; mire lo
que dice la Biblia; hay gente que sin conocer, anda buscando.

Mire lo que dice Mat. 5: 6 (se lee) ojo; no está hablando de la justicia de este mundo; usted sabe; la
justicia de este mundo comienza con Génesis 1: 1 lo vimos la vez pasada; desde la creación del
hombre y después da la justicia de los hombres en el libro del Éxodo cuando Dios le da a Moisés la
revelación de la ley; pero antes de la creación del mundo, mire conmigo Ro. 3: 21-24 (se lee) dice
–la justicia de Dios testificada por la ley y por los profetas- ¿usted entiende que esa justicia de Dios
que es por medio de la fe en Jesucristo, está establecida desde antes de la fundación del mundo?;
y es manifestada en los postreros tiempos, dice 1ª Pedro por amor a nosotros; pero esa justicia ya
estaba establecida antes de crear el cielo, antes de crear a los ángeles donde estaba el ángel que
cayó, antes de crear al tierra y el universo, antes de crear a los hombres, antes de crear a Adán,
antes de sacar a Eva del costado de Adán, antes de que Satanás engañara a Eva y ella comiera
del fruto, antes del pecado del hombre, ya estaba establecida la justicia de Dios que es por medio
de la fe en Jesucristo y esa justicia de Dios es de la que está hablando Mat. 5: 6 (se lee) usted ve
por ejemplo, ¡quiénes buscaron a Jesús!; ¡quiénes fueron los que buscaron a Jesús!; mire
conmigo un momento Juan 16: 7a (se lee) está hablando Jesús Juan 16: 7b-11 (se lee) ¡cuál es
ese pecado que produce la perdición eterna!; ¡qué dice la Biblia!; -de pecado por cuanto ¡qué!; por
cuanto no creen en mí- por eso los fariseos son unos personajes tan importantes en el Nuevo
Testamento; porque en cuanto a la justicia que es por medio de la ley, por medio de guardar los
mandamientos de la ley, ellos eran impolutos, ellos eran santos, ellos eran religiosos; Pablo dijo: -
en cuanto a la ley, yo era irreprensible- ellos diezmaban la menta y el eneldo; ellos daban las
limosnas; ellos iban todos los días a la Sinagoga; ellos oraban 3 veces al día; ¿se acuerda la
oración del fariseo?; él decía: -Dios, te doy gracias porque nos soy como los pecadores ni aun
como este publicano que está ahí arrastrado que ni levanta la cara; oro tres veces, doy limosna,
conozco las escrituras, eran gente piadosa según la carne; piadosa según la ley, pero ¿sabe cuál
era el problema?; no tenían hambre y sed de justicia o sea de Jesús; ellos no lo buscaban; ellos no
estaban anhelando a Jesús; fíjese todo lo contario.., por eso es que los evangelios son tan
importantes para mostrar qué es la justicia de Dios; había un hombre que era el campeón de los
malvados; era un recontra requete, requete, requete pecador; ¡quién era!; Zaqueo; era el jefe de
los publicanos; era un malvado de 7 suelas, pero cuando supo que Jesús iba a pasar por cierto
lugar, dice la Biblia que corrió junto al camino, se subió al árbol de sicómoro, ¡para qué!; para ver a
Jesús; con todo su pecado; con toda su maldad; con todo lo descalificado que estaba para los
religiosos, pero a este hombre algo le importaba; algo llegó a importarle más que el dinero; ¡qué!;
poder ver a Jesús; él tenía hambre y sed de justicia y cuando hizo todos los esfuerzos para ver a
Jesús y se subió al sicómoro para verlo pasar porque era bajito y la multitud no lo dejaba ver, dice
la escritura que Jesús pasando por ahí lo miró y le dijo: -Zaqueo, baja de ahí porque me es
necesario que hoy pose en tu casa- y él rápidamente bajó, le preparó un banquete, invitó a sus
amigos malvados e hizo una fiesta para Jesús; y en medio de la fiesta, lo que no había podido
hacer la ley, lo que no había podido hacer el escarnio social, lo hizo Jesús, porque ese hombre, en
medio de la cena se puso de pie sin que nadie le dijera, dijo: -si le he robado a alguien, le voy a
devolver 4 veces lo que le robé y la mitad de mis bienes la voy a dar a los pobres; ¿se da cuenta el
poder del evangelio?; ¿se da cuenta el poder de la gracia?; ¿se da cuenta del poder de que Dios
se acercó y nos tocó y se sentó a la mesa y comió con nosotros, aunque ninguno de nosotros lo
merecía?; ninguno de nosotros lo merecía que el Señor se acercara, pero lo hizo; tuvo compasión
de nosotros y él vino a nuestro encuentro y ese encuentro con Dios Absoluto, con Dios que es
Espíritu, es lo que se llama –la vida en el espíritu-

¡Por qué es tan difícil entender lo del espíritu!; porque somos carne y estamos pensando (además
con la mente del siglo XXI, racionalista, que piensa que solamente lo que se ve es la verdad, pero
hay cosas que no se ven y son verdad; por ejemplo: en este momento están pasando millones de
ondas de teléfono por aquí, porque todos tienen el celular prendido y nos atraviesan; pasan por
nosotros esas ondas, ¿las vemos?; no; no las vemos, pero sabemos que ahí están; estamos
pensando que esas ondas pasan y nos atraviesan; ¿existen?; sí; ¿las vemos?; no; no las vemos;
pero esas ondas son ondas físicas en todo caso) pero el espíritu no lo vemos; para poder entender
lo del espíritu, Dios lo preparó en el Antiguo Testamento para que el hombre entendiera qué es la
vida en el espíritu y cómo se accede a ella.

Usted tiene que entender que el Antiguo Testamento no es la verdad; lo dice la Escritura
claramente; ¡ojo!; el Antiguo Testamento no es la verdad; el Antiguo Testamento es –sombra- de la
verdad así lo dice el libro de los hebreos; en el Antiguo Testamento cogían aceite y lo derramaban
sobre el sacerdote o sobre el rey, pero ese aceite no era la unción sino que en el Nuevo
Testamento nos lo explicó el Señor Jesús, la unción es el Espíritu Santo morando en nosotros; no
es un chorrito de aceite; ¿se da cuenta cómo nosotros seguimos cogiendo las cosas del Antiguo
Testamento, que son símbolo, para traerlas al presente como si fueran la verdad porque no
estamos entendiendo?; todas las cosas; el tabernáculo; el ángel que daba la manifestación; la
serpiente que fue levantada en el desierto; el maná; el arca de la propiciación; la sangre del
cordero sin mancha, todo, todo era una sombra, una alegoría ¡de qué!; de la verdad; ¿se imagina
donde nosotros en lugar de celebrar hoy la Santa Cena cogiéramos aquí un corderillo sin mancha y
sin arruga y le levantáramos el cuello y lo degolláramos y cogiéramos los hisopos, con plantas y
mojáramos en la sangre y asperjáramos sobre todos y dijéramos, -mire, el Señor está diciendo que
esta es la sangre del pacto para perdón de los pecados- y nos vemos dentro de un año; ¿entiende
que eso es sombra de la verdad?; ¿que ese cordero sin mancha estaba hablando de Jesucristo?;
por eso cuando Jesús llegó, Juan el Bautista dio la profecía y dice: -este es el Cordero de Dios- y
que la sangre de los corderos y de los machos cabríos no pueden hacer perfectos a los inmundos,
o sea a nosotros, pero ahora nosotros tenemos una sangre preciosa; la sangre del Hijo que puede
limpiar, comprar y pagar por nosotros; eso es sombra; todo eso era sombra de lo que había de
venir para que entendiéramos; es como la pedagogía de Dios, pero lo raro es que nosotros,
cuando ya tenemos la manifestación de la verdad, otra vez estamos volviendo a la sobra y viviendo
en la sombra. Deut. 4: 12-20 (se lee) Moisés le estaba recordando al pueblo de Israel que ellos no
habían visto ninguna imagen ni ninguna figura; que por eso no podían hacerse ninguna figura
porque el Dios que se había manifestado es Espíritu; no era una forma ni una figura; es que todas
las naciones de la tierra adoraban figuras; usted iba a los templos de los griegos y tenía la figura de
Apolos, la figura de Diana, la figura de algunos de sus dioses o adoraban el meteorito que habían
caído del cielo o a un pez raro que habían sacado de las aguas y lo tenían ahí para adorarlo,
porque el hombre está dado para adorar; el hombre está hecho para eso; si usted no adora a Dios,
adora cualquier cosa; ¡qué adora!; respuesta, adoro el fútbol; adoro el fútbol; el Barsa es mi dios;
(el Barsa puede ser muy bueno pero no puede ser Dios) ¡para qué vive!; hay gente que vive para
coleccionar estampillas; ¿usted qué hace?; colecciono estampillas; y en qué consiste eso; no pues
mire, las estampillas; y ¡qué hace con su dinero!; compro las estampillas; esta estampilla me costó;
y va la persona y mira y pregunta; ¿son esos cuadritos de papel viejitos?; sí; y eso ¿para qué?; no;
es que eso es muy interesante; sí, pero ¿para qué?; se muere el dueño de las estampillas y la
familia coge las estampillas y va y las ferea por 3 pesos y ahí se quedó su adoración; ahí se quedó
su servicio; ¡a qué le servía!; ¡para qué vivía!; para las estampillas. Aquí le está hablando y les
dice: -les puse las estrellas a los pueblos para que los pueblos adoren eso, pero ustedes no;
ustedes no pueden adorar ni servir; y uno dice, pero cómo así que servir para las estrellas; cómo
puede uno servirle a las estrellas; estrellas, ¡qué necesitan!; ¿necesitan agua?; no; no; sino que
adorar es servir; vivir para eso; depender de eso; confiar en eso; apostarle la vida a eso (recuerdo
que a mi casa llegaba el periódico los domingos por la mañana y todos los hijos nos colocábamos
alrededor de la cama y mi mamá cogía el periódico y empezaba a leer el tarot de Mabel; Piscis: los
nacidos en Piscis tendrán…, y nosotros felices escuchando; tendrán una sorpresa en esta semana,
pero cuidado, tienes riesgo; entonces uno quedaba ahí, pero se encontraba un billete de 5 mil; ¡ay!,
la sorpresa que el tarot me dijo y pasaba el bus rapidísimo casi por encima y ¡ay!, el riesgo que me
dijo el tarot; ¡cómo acierta el horóscopo!; ¿entiende que uno empieza a vivir para eso?; por eso es
lo que le digo; uno llega y se conecta a las series de televisión es como cuando conectan al niño
con un chupo; 3 horas, 6 horas, me vi toda la temporada y al otro día a trabajar) ¡a qué le está
dedicando toda la vida!; ¡por qué está viviendo!; ¡a qué le está sirviendo!; ¡cuál es la motivación de
su vida!; Dios le dijo al pueblo de Israel, -ustedes no vieron ninguna figura; no se hagan ninguna
figura; ustedes no vieron ninguna imagen; no se hagan ninguna imagen- y especifica, ¿no?, les
dijo: -no se hagan figura de pescado, ni de reptil, ni de animal., ni de hombre, ni de mujer, ni de
estrella, mejor dicho les especifica como para que no les quedara ningún espacio; ¡por qué!;
porque solamente Dios es el único que tiene la imagen; solo podemos adorar la imagen de Dios;
¡cuál es la imagen de Dios que es Espíritu! ¿Dios tiene imagen?, o no tiene imagen; algunos
podrían decir, no; Dios no tiene imagen porque Él es Espíritu; sí; está muy bien; Dios es Espíritu,
pero Él tiene imagen y solamente se puede adorar a esa Imagen; ¿sabía usted que Dios tiene
imagen?

Miremos Col. 1: 15-17 (se lee) ¿Dios tiene imagen?; sí; Jesús es la imagen de Dios; esto es tan
importante entenderlo, porque algunos niegan la imagen de Dios; por eso Jesús le dijo a Felipe: -
Felipe, el que me ha visto a mí, ha visto al Padre- porque ¿no ve que él es la imagen del Dios
invisible?; lo estamos leyendo en la Biblia; no me lo estoy inventando. Dice 2ª a los Cor. 4: 4-6 (se
lee en Versión Reina y Valera y en otra versión que no establece el audio) que resplandeció ¡en el
rostro de quién!; en el rostro de Cristo; ¡cuándo escuchamos la voz de Dios!; ¡cuándo vimos el
rostro de Dios!; ¡cuándo tuvimos la experiencia de Dios que es Espíritu! Mire conmigo Juan
capítulo 1 y vamos a leer 3 versículos seguidos, que no están seguidos, pero en estos 3 versículos
está resumida toda la introducción de Juan. Juan 1: 1, 14, 18 (se lee) ¡esto es una maravilla!;
porque Dios que es Espíritu, Dios que es el Verbo; Dios que es el primero, desde el principio se
hizo, ¡qué!, carne; ¡ojo!; no todo Dios; ¡qué de Dios se hizo carne; el Verbo de Dios, o sea la
Palabra de Dios; ¿entiende?; no todo Dios; no todo Dios se hizo carne; sino que la Palabra; en el
principio era la Palabra (voy a decir -la palabra-, aunque no es un buen término) en el principio era
la Palabra, la Palabra estaba en Dios y la Palabra era Dios; y la Palabra de Dios se hizo carne y
habitó entre nosotros; vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre lleno de gracia y de
verdad; a Dios nadie le vio jamás, el Unigénito Hijo (me encanta la versión que dice: -que es Dios-)
y que vive en comunión íntima con el Padre, él le ha dado a conocer; entonces no teníamos otra
manera de conocer a Dios que es Espíritu, sino solamente a través del Hijo. Estamos asociando la
palabra Espíritu y la estamos halando desde Génesis para poder entender lo que significa la vida
espiritual; usted entiende la vida de la carne y la vida del alma, pero hoy debe entender la vida del
espíritu.

Mire: estábamos leyendo en Mateo 5: 6, -los que tienen hambre y sed de justicia aunque no lo
conozcan; por eso dice: -bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos
serán saciados- (como Zaqueo, tenía hambre y sed y fue saciado) como los que fueron a buscar;
¿se acuerda del etíope eunuco que iba por el camino, por el camino leyendo las escrituras pero no
entendía?; le dijo Felipe: -entiende lo que está leyendo- a lo que contestó el etíope: ¡cómo si no
hay quién me lo explique y comenzando por esa escritura y llevándolo por esas escrituras, Felipe
le mostró que Jesús era el Cristo o sea el Mesías, el Enviado de Dios y ese hombre después de
que creyó dijo: -¿me puedo bautizar?- y él le dijo: -primero tiene que hacer un curso, después tiene
que mostrarme la partida de matrimonio y después tiene que pagar una plata para poder
bautizarlo; no; ¡qué dijo!; si crees, listo (en marzo tendremos bautizos; si usted quiere bautizarse,
hágalo; ¡qué necesita!; haber creído que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente)
bienaventurados los que tienen hambre y sed; ¿entiende que usted está aquí porque tuvo hambre
y sed de justicia?; ¡de cuál justicia!; de la justicia de Dios; de Cristo; aunque no lo sabía; aunque no
lo conocía; ¡dónde está!; ¡quién es!; ¡en dónde se debe adorar!; ¡cómo es que tengo que
acercarme a Dios!; ¡necesito a Dios!; y mire, mucha gente está perdida en el camino; perdida por la
vera del camino buscando a Dios; no saben; pero están ahí indagando; ¿será por aquí?; ¿serán
los agnósticos?; no; ¿serán los dianeticos?; no; ¿será la metafísica?; no; ¿será en esta religión?;
no; ¿será en la otra?; no saben, pero están buscando porque tienen sed; ¡cuál es nuestra labor!;
¡cuál es nuestra labor!; ¡cuál es nuestra razón de ser!; ¡para qué nos sacó él de las tinieblas a su
luz admirable. Mire Luc. 4 (mi versículo favorito) Luc. 4: 17-21 ¡para qué nos sacó de las tinieblas a
su luz admirable!; dice la Biblia en 2ª de Pedro, para que anunciemos sus virtudes; para que
contemos quién es él. Dice Luc. 4: 16 (se lee) Jesús conforme a su costumbre, ¡qué hacía!; se
congregaba en la Sinagoga; versículo 17 (se lee) el libro de Isaías 700 años antes de que Jesús se
manifestara; Luc. 4: 18b (se lee) buenas noticias, dice en otras versiones; a proclamar la salvación
a los pobres; Luc. 18c (se lee) ¡a cuáles pobre!; a los pobres de espíritu; a los que deseaban
arrodillarse ante su palabra; Luc. 4: 18d (se lee) los que no sabían qué hacer; Luc. 4: 18e (se lee) a
los que estaban oprimidos por el diablo; Luc. 18f (se lee) ¡a quién!; a los ciegos; a los que no veían
espiritualmente; Luc. 4: 18g-21 (se lee) creo que es uno de los relatos más hermosos de los
evangelios; Israel, los judíos, 2000 años esperando esas palabras; que viniera el Salvador; que
viniera el Mesías; que viniera el que podía abrir los ojos; que viniera el verdadero pan del cielo; el
maná; el que quitara esta hambre; el que calmara esta sed; el que quitara estas ansias; el que
quitara esta esclavitud; el que quitara esta opresión; el que quitara este sin sentido de la vida, llegó
–hoy se ha cumplido- ¿entiende lo que es la unción?; el Espíritu de Dios sobre él; no es el aceite;
el Espíritu de Dios sobre él; y ya; se manifestó; nos lo dio a conocer.

Juan 4: 22 Esta mujer samaritana era una mujer completamente piadosa que tenía hambre y sed
de justicia; y mire, cuando Jesús se encontró con ella, tuvieron un encuentro particular; ella tenía
un jarrón lleno de agua que había sacado del pozo y Jesús en su humildad, siendo el Hijo de Dios;
siendo el Ser igual a Dios, siendo el Absoluto, desde el principio el Verbo de Dios, le dijo a esa
mujer: -dame de beber- ¿entiende que Jesús se ha acercado así a nosotros?; él ha dicho a cada
uno: -te necesito- cuando estábamos angustiados, vacíos, en tinieblas, él nos necesita; ¡por qué!;
porque está buscando adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad; y usted es uno de esos
adoradores; él nos está buscando; algunos dicen: ¡Dios no necesita de nada!; la Biblia dice que sí;
que Él está buscando adoradores que lo adoren en espíritu y en verdad; por eso nos llamó; sí, yo
sé; en ocasiones somos tonticos y a veces (ya vamos a hablar de eso) nos perdemos un poco en
el camino, pero ¿entiende que le éramos necesarios para su obra?; ¡increíble!, ¿no?; nosotros con
nuestro jarrito ahí, limitado, y él nos dice, -dame de beber- ¡tú por qué me pides a mí de beber!;
¿de verdad?; -si tú supieras quién es el que te pide –dame de beber- tú le pedirías y él te daría
agua viva que salte para vida eterna; el que de mí beba, no tendrá sed jamás-; esa mujer que tenía
sed toda la vida buscando a quién había que adorar; ¡cómo sabemos que tenía sed!; porque ¿no
ve que le pregunta inmediatamente?; ¿tú eres profeta?; ¡dime!; ¡dime!; ¡qué le preguntó!; ¡dime!,
¿con quién me voy a casar?; ¡dime!; ¿cuál es el número del baloto?; ¡dime!; ¿voy a tener
camioneta, o casa?; ¡dime!; ¿cómo hago para curar este corazón herido que lo tengo roto?; ¡dime!,
¡qué hago con mis hijos que no me hacen caso?; ¡dime!; ¡qué es lo que le pregunta!; ¡dime, dónde
se debe adorar!; aunque ella era samaritana que adoraba en Jerisím, no le importa encontrar la
verdad porque la estaba buscando; ella no dijo: -mire, aquí nosotros somos samaritanos, no golpee
mi puerta por favor, aquí se respeta, no me toque- no; preguntó: -¡dónde se debe a dorar!- y Jesús
le respondió, Juan 4: 22a (se lee) ¿se da cuenta que hay gente que tiene hambre y sed, pero no
sabe dónde adorar?; y Dios nos ha mandado a recoger esa cosecha; Él nos está diciendo, ¡vaya!;
(¿usted jugó alguna vez ese juego de roles de la era de los imperios?; eso es una pendejada; me
asustó porque me conecté un día a las 10 de la mañana y al otro día empezaron a cantar los
pajaritos y yo seguía jugando y dije: -no; esto es horroroso- lo rompí porque me dije, -yo no voy a
servir a un juego de rol; pero en ese juego aprendí que es un lugar de tinieblas; es un mapa, pero
estaba todo en tinieblas y a medida que avanzaba el muñequito, se iluminaba; entonces
encontraba oro, madera y encontraba otros muñequitos y los llevaba allá y les decía, -venga para
acá, vamos a construir la obra y tenemos que construir nuestro imperio porque tenemos que
destruir al enemigo; ¡a qué le suena!; bueno yo encuentro evangelio en todo) ¿entiende que
nosotros estamos yendo a la gente que está en la oscuridad para llevarles la luz?; a los que tienen
hambre y sed de justicia; a esta mujer le dice Jesús, Juan 4: 23a (se lee) esa mujer es una
verdadera adoradora; Juan 4: 23-26 (se lee) mire lo que está asociando; servir o adorar, verdad y
espíritu; espíritu, verdad y adorar o servir; ¡para qué!; ¡para qué tenemos vida en el espíritu!; ¡para
qué!; para poder vivirla, pero ¡para qué vivirla!; ¡qué es vivir la vida en el espíritu!; hacer lo que él
nos está mandando a hacer; vivir para él; vivir para su causa; levantarnos y decir, -bueno Señor,
hoy ¡qué tenemos!; ¡qué nos toca hacer!; ¡a quién le vamos a llevar la luz!; ¡a quién vamos a traer
al camino!; es que nosotros estamos en el Camino; leamos de nuevo Juan 14: 6 Jesús le dijo ¡qué!
(se lee) fíjese, de nuevo; -verdad, camino, vida, espíritu, Jesús- (se lee de nuevo) nadie, nadie,
nadie, nadie viene al Padre sino por mí; si usted no va por ese Camino, se pierde; dice la Biblia: -
hay caminos que al hombre le parecen derechos, pero su fin es camino de muerte- ¿entiende que
cada uno de nosotros estábamos por su camino?; cada uno buscando; no; ¡dónde está Él!; en los
dianeticos; no; en los gnósticos; no; en esta religión; no; ¡Señor, Dios!, ¿tú existes?; ¡por qué siento
este vacío!; ¡por qué estoy en esta vaciedad!; ¡por qué nada me satisface!; ¡por qué las cosas de
este mundo, las cosas de la carne no me satisfacen!; lo tengo todo y no me satisface; no tengo
nada y no me satisface; ¡qué es!; hasta que él llegó y nos tocó y nos dijo: -dame de beber-
(¡increíble!; me impacta esto) –dame de beber y seré en ti una fuente que salte para vida- -
entrégueme su vida y seré en usted una fuente que salte para vida eterna- pero ¿a mí, a mí?; ¡por
qué me estás buscando a mí!; y Jesús dice: -porque estoy buscando adoradores que me adoren
en espíritu y en verdad- ¿entiende por qué nos ama?; porque nadie en el mundo ha querido
escuchar su voz; ¿se acuerda lo que dice el Salmo?; Salmo 19: 4-5 (se lee) pero aunque Él se
manifestó, por eso dice: -de pecado, por cuanto no creen ¡en quién!; en el que Él envió; en Jesús;
y nosotros tenemos que tomar esa decisión. Él es el Camino; hay gente que está ciega y no sabe
que existe el Camino (hablábamos con mi hermana de familia y el pastor de Venezuela y él me
preguntó: -¿toda su familia cree?- le contesté, no; hay unos que están ciegos; no ven; todos están
ahí y escuchan por allá una voz y se preguntan, ¡qué será eso!, pero siguen dando vuelta en sus
propios caminos, dando tumbos; hay otros que han escuchado la voz, pero lo que están viendo es
una muralla, una pared como ésta y dicen, -no, pero yo a qué hora voy a escalar esa pared, no; es
que no tengo tiempo; qué pereza, es que es tan difícil para mí, no; me voy mejor a hacer mis
cosas; escuchan la voz como si estuviéramos parados allá arriba, detrás de la muralla) algunos
están predicando así el evangelio; desde la muralla; ¡oiga!; ¡usted no quiere escuchar!; sálvese!;
¡venga para acá!; y ellos miran la muralla y dicen, ¡pero cómo!; en otros, abrieron un hueco, pero
en ese hueco de la muralla lo que hay es un vidrio martillado o esmerilado; entonces ven la
sombra que se mueve ahí, pero no saben y dicen: ¡oiga!, ¿hay alguien ahí?; y la voz les dice, sí;
¡venga!; ¡qué será!; ¡cómo me gustaría conocer!, pero no pasan al otro lado; hay otros que tienen
un vidrio transparente; ya han visto, pero no quieren pasar y se quedan saludando desde el vidrio
(saludando desde la cámara) ¡hola!; ¡hola!; allá están detrás del vidrio ¡hola!; ¡tan rica esa vida de
fe!; pero no dan el paso; otros, ya han metido la cabeza y están ahí como a través de una malla;
primero les pasaron cositas ahí como quien dice, bueno, ya pasaron la cabeza, pero todavía sigue
el cuerpo en el camino, a la vera del camino; otros ya están adentro caminando; otros ya
comenzaron a caminar; ¿entiende que no hay ventaja en ese Camino que es un Camino Eterno?;
es un Camino hasta que lleguemos a la casa del Padre; que no podemos ufanarnos; bueno, y
usted, ¡cuánto lleva en el Camino!, no; yo acabé de entrar; yo llevo 25 años; ¡y por qué estamos en
la misma posición!; porque no depende de las habilidades, sino del amor, de la entrega; en ese
Camino no hay tiempo de decirle al otro, ¡venga y conoce al Señor!; porque una vez que ya está en
el Camino, ya; ya está en el Camino; ya no es superior y ¡venga y le enseño!; no; ya son
hermanos; ya van corriendo esa carrera; a veces uno tropieza; mire, cuando salimos, no salimos
de nuestro camino (dije esta mañana mal) cuando salimos de nuestro confort, vamos hacia afuera
como el muñequito de la edad de los imperios e iluminamos, y decimos, ¡venga!, ¡venga al
Camino!; entonces nosotros salimos, hallamos pastos y entramos otra vez al redil; y ¡vamos por el
Camino!; ¡qué felicidad!; y de pronto me tropiezo (se cae al piso) ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!,
¡ayúdame! (se incorpora) sigamos (muy gráfico) ¿entiende para qué es la compañía en el
Camino?; ¿entiende por qué no puedo decir, ¡viejo!, se quedó botado, chao?; no; ¡vamos!; ¡vamos
adelante!; puede ser que la otra persona diga: -no; ya no quiero más, adiós; no me interesa; ya no
quiero más- bueno, pues si no quiere, no podemos perdernos con esa persona; nos toca continuar
el Camino y sí; ahhhhh, bueno; bueno; pero nos toca seguir porque no podemos salirnos de él; no
podemos desviarnos del Camino; nada nos puede distraer; nada nos puede apartar; no vale la
pena; él prometió; él dijo ahí en Juan capítulo 14: -yo voy por mi camino y vuelvo; ustedes ya
saben el camino; yo soy el Camino, la Verdad y la Vida; si alguno me ama ay guarda mi palabra y
permanece en mi palabra, yo y el Padre vendremos a él y estaremos con él; no los dejaré
huérfanos- la expresión que dice –yo y el Padre vendremos a él (desafortunadamente traducen y
haremos morada con él)- como si Él construyera una casa con nosotros, pero no es una casa; lo
que realmente dice es: -tabernaculizaré con ellos- quiere decir que hará un tabernáculo; el
tabernáculo es como una tienda de campaña (¿ha visto los caminantes?; no edifican casa; ellos
van caminando, los coge la noche y ¡qué hacen!; sacan la tienda de campaña, (ahora son tan
prácticas que sólo con sacudirlas fuerte quedan armadas) se meten a dormir ahí, al otro día salen,
recogen la tienda de campaña y siguen caminando; imagínese donde el caminante construyera
una casa; pone las bases levanta los muros y la hace bien bonita, tarda un poco de tiempo; se
acuesta a dormir y al otro día cuando se despierta, ¡qué hace!; ¡ay!, ¡no!; yo cómo voy a dejar mi
casa tan linda; no; mejor esperemos aquí; y chao; se acabó el camino) dice la Biblia que nosotros
no; que nosotros vamos; dice que somos extranjeros y peregrinos y que Él estará con nosotros
todos los días hasta el fin; ese es el pacto; es el pacto que él estableció en su sangre; hoy
celebramos ese pacto; vamos a decirle: -Señor, nosotros creemos; tú pagaste por nuestros
pecados; perdonaste nuestras maldades; tú vas a caminar con nosotros en este Camino; tú vas a
estar con nosotros; Señor, creemos que este pan es tu palabra que comeremos hasta que
tengamos el encuentro contigo; celebramos ese pacto; Él es el pan que bajó del cielo y la sangre
que fue derramada por nuestros pecados.

Oremos

EVANGELIO DE JUAN - ¿QUÉ ES DIOS? EL CAMINO DEL ESPÍRITU

Dios es Espíritu Santa Cena Pan Vida Espiritual Amor Gozo Hambre y sed de justicia de Dios
manifestada por medio de Jesucristo Pecado Fariseos Santos Religiosos Maldad Imagen Figura de
Dios Rostro de Dios Gloria Verbo Palabra Unigénito Seno del Padre Jesús se congregaba Ungido
Mesías Buenas Nuevas Evangelio Verdad Vida Adorar Servir Espíritu Ríos de Agua viva Muerte
Perdón Cielo Amor
MNA

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