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Calificar no es evaluar

1. LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE:

Ambos términos envuelven fenómenos complejos, por lo que la evaluación también


se incluye en esta categoría y se resiste a soluciones simplistas, como lo son la
aplicación de tecnologías objetivadoras y exámenes que aseguran fehacientemente
la medición del logro educativo. Adjunto a la idea de que la evaluación no puede
aceptar la simplificación de su objetivo, el autor comenta sobre el proceso de toma
de decisiones que implica el fenómeno, donde a través de la misma, se lequita el
valor de decisión al docente y se da éste importante espacio de acción a otro,
ejemplo de esta aseveración son las pruebas tipo test y la obediencia de la técnica.
Es por esto que debemos reflexionar: ¿Calificamos o evaluamos? Si efectivamente
nos encontramos calificando a nuestros estudiantes mediante la evaluación: ¿Qué
evaluamos; conocimientos, conductas, saberes, valores? Etc., más EVALUAR es la
clave.

2. LA EVALUACIÓN REPRESENTA UNO DE LOS EJES CENTRALES DEL SISTEMA


EDUCATIVO:
J.J. González hace hincapié en la importancia del propósito evaluativo: el
aprendizaje, el conocimiento, es por esto, que se debe evaluar para aprender y no
para ser calificado. La evaluación como fenómeno es el espejo en el que se reflejan
los dilemas éticos, morales, políticos y pedagógicos, que exigen del educador tomar
una postura que deje atrás una labor pasiva que se posicione en la neutralidad.
EVALUAR para COMPRENDER y FORTALECER apropiadamente los procesos
formativos de nuestros estudiantes, con el fin de que sean ellos quienes los que a
través de las mejoras avancen en su proceso de aprendizaje.

3. LA RACIONALIDAD TÉCNICA EN LA EVALUACIÓN:


Este espacio de reflexión está emparentado con las corrientes del conductismo y el
positivismo, donde se aparta la subjetividad en este proceso, puesto que como
menciona el autor: la evaluación justa se rige por principios éticos y le apuesta a la
formación integral de los agentes que aprenden. La racionalidad en el fenómeno en
cuestión, reduce “la prueba” a un fin y no a un medio que permitirá aprendizaje.

4. OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD EN LA EVALUACIÓN:


La objetividad es algo subjetivo y se parte desde la idea que existe una neutralidad
en las interacciones entre profesor y estudiante, donde el maestro debe evaluar
objetivamente al estudiante, evitando las preferencias y los prejuicios, también de
reducir a las personas a categorías.
5. DE LA PERSPECTIVA CRÍTICA:
En las pedagogías críticas no hay evaluación sin sujeto evaluado, existiendo un
compromiso docente con la vida humana y la libertad.
Evaluación fertilizada en pro de la libertad y la dignificación del docente y por su
puesto del estudiante. Teniendo la evaluación para el disfrute, el goce y el
crecimiento, no así para el padecimiento.
Por lo tanto, se entiende que evaluar es formar valores, conocimientos, en poder,
en uso de tecnologías, en pensar, en políticas y en emociones. Es así, que la escuela
no se mueve por la razón, sino más bien por las emociones, como señala Humberto
Maturana.
Se evalúa el proceso de aprendizaje, donde no se abandona al sujeto en la
evaluación, ya que es intersubjetiva, pues no objetiva para simplificar y controlar
los resultados. Donde la pedagogía crítica no niega los instrumentos, sino que
problematiza el uso. Entendiendo que no se hacen buenos estudiantes con
exámenes y buenos resultados, sino más bien que garantizando que los
estudiantes aprendan conocimientos, buenos hábitos y valores, el manejo de
tecnologías y el uso inteligentes de sus emociones. Añadiendo que el PEI no se
puede hipotecar a las evaluaciones masivas.

6. ALGUNAS PREGUNTAS PARA LA RACIONALIDAD TÉCNICA, LA OBJETIVIDAD, LA


SUBJETIVIDAD Y PARA NOSOTROS DESDE EL CONTEXTO:

Se presentan diferentes preguntas, sobre distintos casos de estudiantes con


problemáticas y realidades que dificultan el proceso de aprendizaje, enfrentados
ante una calificación y una evaluación. Contrastando con casos de estudiantes con
un entorno sano y preocupado de ellos, donde el contexto les ayuda al proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Es en esta línea que se invita a que se siga profundizando en ideas de como evaluar
a las tipologías de estudiantes, creando nuestra propia ruta haciéndole el quite a la
norma, que es la que tiene a los profesores en ascuas y no la pedagogía, ni la
epistemología.

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