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“Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, transmite o se compromete a
transmitir la propiedad de bienes a otra persona llamada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en
beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en el contrato y a transmitirla al
cumplimiento de un plazo o condición al fideicomisario”.
La palabra fideicomiso proviene del latín y su significado es “fe de que se va a cumplir algo”, lo que
quiere decir que es un contrato que genera o se basa en la confianza.
En la práctica, se pueden encontrar tantos tipos de fideicomiso como fines puedan existir (Ej: de
garantía, financiero, de inversión, de administración, etc).
El fideicomiso se introdujo a nuestro sistema a través de la ley 24.440 y hoy se encuentra regulado
en el código civil a partir del art. 1666.
Caracteres
- Consensual
- Bilateral
- Oneroso
- No formal
- Tracto sucesivo
- Típico
DURACIÓN: Cuando se celebra el contrato, se puede poner un plazo de duración o hacerlo hasta
que se cumpla una condición (Ej: Hago un fideicomiso con mis bienes y digo que va a durar hasta
que mis hijos sean mayores de edad. Esa sería la condición).El fideicomiso “no puede durar más de
30 años desde la celebración del contrato”, salvo que el beneficiario sea un incapaz donde puede
hacerse hasta que cese la incapacidad o hasta que el incapaz muera, aunque pasen más de 30
años. Si se pacta un plazo superior, no tiene validez y se toma como que se hizo por 30 años.
Una vez que se cumplió la condición o que pasaron los 30 años (aunque no se haya cumplido la
condición), el fideicomiso se termina y se deben transmitir los bienes tal y como figura en el
contrato. Si en el contrato no dice a quien se transmite (fideicomisario), los bienes vuelven al
fiduciante o sus herederos.
OBJETO: Pueden ser objetos del fideicomiso, todos los bienes que estén dentro del comercio.
SUJETOS:
- Beneficiario: Puede ser una persona humana o jurídica que puede existir o no al momento
de la celebración del contrato (si todavía no existe, se debe constar los datos que permitan
su individualización futura).
Puede ser beneficiarios el fiduciante, el fiduciario o el fideicomisario o cualquier otra
persona.
Pueden designarse varios beneficiarios y si no se establece nada, se considera que todos
se benefician por partes iguales de las ganancias.
El o los beneficiarios deben aceptar ser beneficiarios, si no lo hacen o renuncian, se
considera beneficiario al fideicomisario, y si este también renuncia se tiene como
beneficiario al fiduciante.
Tiene que aceptar ser beneficiario ya sea expresamente en el contrato o tácitamente si
realiza actos que hacen presumir que aceptó (Ej: si cobra las ganancias obtenidas del
fideicomiso todos los meses se supone que lo hace porque aceptó).
-Fideicomisario: El fideicomisario es la persona a quien se transmite la propiedad de los
bienes al concluir el fideicomiso.
Puede ser el fiduciante, el beneficiario o una persona distinta a ellos. “NO PUEDE SER
FIDEICOMISARIO EL FIDUCIARIO”.
Si se designa un fideicomisario y este no acepta o renuncia, queda como fideicomisario el
fiduciante.
Tiene que aceptar igual que el beneficiario.
- Fiduciario: El fiduciario puede ser cualquier persona humana o jurídica.
Hay empresas que se dedican a ser administradores en los fideicomisos (son fiduciarios),
estas personas que hacen esto habitualmente, solo pueden ser entidades financieras
autorizadas o personas jurídicas autorizadas.
El fiduciario puede ser beneficiario, pero siempre debe actuar de forma que no perjudique
al resto de los beneficiarios si los hay ( o sea que el fiduciario puede administrar y a la vez
quedarse con las ganancias que obtiene de los bienes administrados, pero NUNCA PUEDE
SER FIDEICOMISARIO, NUNCA PODRA QUEDARSE CON LOS BIENES UNA VEZ FINALIZADO
EL CONTRATO).
Cabe aclarar que pueden nombrarse más de un fiduciario para que actúen ya sea en forma
conjunta o indistinta administrando el fideicomiso.
El fiduciario, por su trabajo tiene derecho al reembolso de los gastos que tenga y a una
retribución por su trabajo, la que puede ser pactada por las partes en el contrato, como así
también se debe pactar quien es el que paga esa retribución.
El fiduciario cesa en sus funciones por remoción judicial por no cumplir con sus
obligaciones, por hallarse imposibilitado de seguir cumpliendo las funciones, por
incapacidad o por muerte si es una persona jurídica, por disolución si es una persona
jurídica, por quiebra o por renuncia (en caso de renuncia, esta va a tener efecto después
de la transferencia del patrimonio del fideicomiso al fiduciario sustituto).
Los bienes que son registrables, deberá inscribirse en cada registro correspondiente que el bien
forma parte del fideicomiso.
Los bienes fideicomitidos constituyen un patrimonio un patrimonio separado del patrimonio del
fiduciario, del fiduciante, del beneficiario y del fideicomisario.
El fiduciario tiene la obligación de contratar un seguro para el caso de que los bienes del
fideicomiso puedan producir algún daño a otra persona (ej: se pone un auto en el fideicomiso, se
debe contratar un seguro por si choca), si no contrata el seguro, el fiduciario es responsable
personalmente.
Los acreedores del fiduciante, no pueden atacar los bienes del fideicomiso, porque estos están
apartados, salvo que sea un fraude. Los acreedores del beneficiario y el fideicomisario pueden
subrogarse (ponerse en el lugar de) su deudor (ej: el acreedor del beneficiario, puede cobrar las
ganancias de los bienes del fideicomiso hasta cubrir la deuda que el beneficiario tiene con él, pero
no puede quedarse con los bienes porque el beneficiario no es dueño) y en el caso del
fideicomisario, los acreedores del mismo pueden rematar el bien una vez que termine el
fideicomiso para cobrar la deuda que tiene con ellos el fideicomisario, pero no pueden cobrarse de
las ganancias de la administración, porque ellos no tienen nada que ver con eso).
Las deudas generadas por el fideicomiso, se responden con los bienes del fideicomiso, no se tocan
los bienes ni del fiduciante, ni del fiduciario, ni del beneficiario ni del fideicomisario por deudas
que sean del fideicomiso. Si los bienes del fideicomiso no alcanzan para cubrir las deudas, se
aplican las reglas de la quiebra para realizar la liquidación del fideicomiso, pero no se declara
quiebra en el fideicomiso.
Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario está obligado a entregar los bienes al
fideicomisario o a sus sucesores.