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Art. 6º.

- Son deberes fundamentales del abogado:

1. Actuar con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez, eficacia
y buena fe; así como del honor y dignidad propios de la Profesión;

2. Orientar su actuación al servicio preferente de la sociedad y apoyar en especial a los


sectores carentes de recursos económicos, para hacer prevalecer el Derecho y alcanzar
Justicia;

3. Cumplir oportuna y eficientemente los demás deberes y obligaciones profesionales


establecidas en la ley y en las normas del Colegio de Abogados al que pertenece.

Los Mandamientos del Abogado

1°) Estudia. El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás


cada día un poco menos abogado.

2°) Piensa. El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

3°) Trabaja. La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.

4°) Lucha. Tu deber es luchar por el derecho: pero el día que encuentres en conflicto
el derecho con la justicia, lucha por la justicia.

5°) Sé leal. Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aún cuando él sea
desleal contigo. Leal para con el juez que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú
dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le
invocas.

6°) Tolera. Tolerar la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea
tolerada la tuya.

7°) Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.

8°) Ten fe. Ten fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo
bondadoso de la justicia; y sobre todo, ten fe en la libertad sin la cual no hay derecho,
ni justicia, ni paz.

9°) Olvida. La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fuera cargada tu
alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.

10°) Ama a tu profesión. Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en
que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle
que se haga abogado.
Símbolos o emblema de la abogacía:

Como sabemos, el distintivo institucional es una estrella dorada con siete puntas o
ángulos salientes y una corona cívica en el centro, dentro de la cual se lee en tres
líneas paralelas el lema: ORABUNT CAUSAS MELIUS , pendiente de una cinta de
color celeste aurora de aguas.

Para ilustración de los miembros de la Orden alcanzamos este breve ensayo, que no
hace sino recoger las lecciones de los grandes. Que en el transcurso del tiempo
hacían posible dar paso a una modesta inquietud intelectual.

1. HISTORIAL

En relación a este tema, nuestra fuente histórica inicial la constituyen dos trabajos que
reseñan la historia institucional; el primero es el de Dn. Aníbal Gálvez, en su obra
editada en 1915 "El Colegio de Abogados de Ica, Historia de su fundación".

Ilustrada así la simbología de la estrella de siete puntas a la cual hiciera referencia el


Dr. Andrés Aramburu Menchaca y el significado de la inscripción latina conforme lo
anotara el Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino, culmina este modesto trabajo.

El distintivo o insignia de la Orden es patrimonio institucional. En la actualidad se


encuentra debidamente registrado e inscrito en el Registro de Marcas de Servicio de la
Propiedad Industrial, mediante Resolución N° 010629 de fecha 30 de setiembre de
1999, extendida por la Oficina de Signos Distintivos del Instituto Nacional de Defensa
de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual INDECOPI , así
como también la denominación Colegio de Abogados.

Cabe destacar que las gestiones para este fin fueron iniciadas y finalmente ejecutadas
por la Comisión especial designada para este efecto en el año 1999, que integraron
los doctores Pedro Patrón Bedoya, en su Calidad de Director de COMUNICACIONES
e INFORMÁTICA JURÍDICA, Juan José Blossiers Mazzini y Silvia B. Calderón García.
Se obtuvo en tal forma la resolución antes mencionada, la misma que fue puesta en
conocimiento del Colegio al año siguiente. La entrega oficial de este importante
documento para la institución tuvo lugar en ceremonia especial llevada a cabo el día
viernes 4 de mayo del año 2001 presidida por el señor Decano de la Orden Dr. Martín
Belaunde Moreyra, y con la asistencia del señor Director de Comunicaciones e
Informática Jurídica, Dr. Carlos Torres Caro , quien como directivo desde un primer
momento ha impulsado su difusión.

2. SIGNIFICADO DEL DISTINTIVO

Como sabemos, el distintivo institucional es una estrella dorada con siete puntas o
ángulos salientes y una corona cívica en el centro, dentro de la cual se lee en tres
líneas paralelas el lema: ORABUNT CAUSAS MELIUS , pendiente de una cinta de
color celeste aurora de aguas.

En los libros antes mencionados no encontramos una precisión respecto del


significado de las siete puntas de la estrella que es el distintivo del Colegio, así como
también la fuente u origen de manera indubitable respecto de la inscripción en latín
que aparece en su parte central. Se hacía necesario por tanto determinar su origen en
mejor forma y con el rigor exigible en estos casos.

El derrotero nos fue dado por dos maestros del Derecho, quienes fueron igualmente
ilustres Decanos de la Orden; me refiero al Dr. Andrés Aramburú Menchaca, ya
fallecido, y al Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino.

En efecto, con tal fin acopiamos información de carácter oral o escrita, puesto que ya
desde 1973 tuvimos referencia sobre el punto. Más tarde, en los años 1991 y 1992
está a nuestro alcance la esclarecida palabra del señor Decano Dr. Aramburú, y para
el caso específico que nos ocupa se presentó oportunidad propicia durante las
ceremonias de incorporación de los nuevos abogados al Colegio. Precisaba en ese
entonces el maestro a los abogados y a los asistentes que las 7 puntas del distintivo
del Colegio, medalla que se les había impuesto al incorporarse en ese momento,
representan los siete dones del Espíritu Santo, pero no los siete dones que
propiamente tiene el Espíritu Santo, sino los dones que otorga o concede; acto
seguido los mencionaba diciendo:.. "estos dones del Espíritu Santo son los de
sabiduría, ciencia, inteligencia, piedad, consejo, fortaleza y temor de Dios".., y
agregaba que así se preservaba con este concepto la expresión de la religiosidad de
sus mayores.

Esta explicación es coherente, por cuanto es concordante con el pensamiento cristiano


y comprensible para nosotros, pues tratándose de la Virgen María, quienes estaban
bajo su manto protector y guardaban sus preceptos no solamente recibían su
protección como expresión de su bondad, sino que además se hacían receptores de
ello a través de los dones que otorgaba.

Este mensaje responde sin duda alguna al espíritu religioso de la etapa pre-
republicana y subsiste más tarde en el proceso de la República. Como podemos
observar es un sentimiento propio de la época fundacional del Colegio, y estuvo muy
arraigado en toda la sociedadn durante el Virreinato. Y esto es así, por cuanto muchas
instituciones, entre ellas los gremios de artesanos y algunos círculos profesionales
(poco numerosos en ese momento) insurgían bajo la advocación de un santo protector
o el Corazón de Jesús o la Virgen María.

Teniéndose a la vista los antecedentes de la creación del Colegio encontramos


también esta motivación. Así, al remontarnos a los orígenes cuando se instauró la
hermandad de abogados, que fue erigida en el año de 1726 por el señor Virrey don
José de Armendáriz, Marqués de Castelfuerte, se dispone que dicha hermandad
estuviera bajo la advocación del.. "purísimo corazón de María Santísima..", y así se
ratifica y está expresado en el Estatuto primigenio fundacional de nuestro Colegio de
1808, que en su ARTICULO I dice:.."El establecimiento de este Colegio ha de correr
baxo de los auspicios del Purísimo Corazón de María Santísima nuestra Señora, de
Santa Rosa de Santa María Patrona de esta Ciudad, y del esclarecido Mártir San Juan
Nepomuceno, a quienes elige por sus gloriosos Tutelares renovando en la primera
advocación la piadosa memoria de la Ilustre Hermandad que erigió en la capilla interior
de la casa profesa de los Desamparados de esta ciudad el Excmo. Señor Marqués de
Castelfuerte, el año de 1726 y la han inutilizado ocurrencias posteriores." Es esta
profunda espiritualidad la que forma parte también, como sabemos, de la herencia
cultural del Virreinato recibida por los peruanos, y es la característica general de las
actividades humanas que se desarrollaron durante la sociedad virreinal.

Hasta aquí, damos por concluida nuestra primera inquietud.

Respecto de la inscripción emblemática en latín, debo anotar previamente que, tal


como lo expresara el Dr. Arosemena Garland, el Estatuto VI del Colegio dado en 1808
en principio dice en el artículo 4º que los miembros de la Orden usarán como distintivo
en los juzgados y tribunales puños lisos y traje de ropilla; pero la corporación misma
no tenía ningún emblema. Para salvar esta situación y dar el mayor realce posible al
Colegio se acordó en una de las primeras Juntas Generales la adopción de un sello o
escudo que simbolizara la alta misión de la abogacía. Esta inscripción latina que
aparece en el escudo primigenio de 1818 subsiste en el sello luego de declarada la
independencia del Perú en 1821, y permanece vigente en el nuevo escudo más de un
siglo en los diplomas de los miembros del Colegio y en folletos y revistas hasta el año
1941 en que siendo Decano el Dr. Manuel C. Gallagher es cambiado el distintivo de la
Orden por la estrella de oro de siete puntas conservándose en la parte central el lema
primigenio: ORABUNT CAUSAS MELIUS .

La estrella de siete puntas, no era propiamente una innovación sino por el contrario es
la expresión auténtica de la insignia que como distintivo de los miembros del Colegio
se acordó en Junta General del 04 de enero de 1838, que en su parte central tiene la
inscripción en texto latino que dice: "ORABUNT CAUSAS MELIUS" cuyo exacto
significado literal, repetimos, es "defenderán mejor las causas".

Ahora bien, tanto Don Aníbal Gálvez como el Dr. Arosemena Garland no hacen
referencia a lo que podríamos denominar el origen mismo de esta sentencia
emblemática.

INSIGNIAS DE LOS MAGISTRADOS

Las insignias de los Magistrados del Poder Judicial son las siguientes:

1.- Los Vocales de la Corte Suprema.- Llevan pendiente del cuello una cinta de bicolor
nacional de cinco centímetros de ancho, con una medalla dorada en forma de elíptica,
de cinco centímetros en su diámetro mayor, con la figura a medio relieve de la Justicia.

2.- Los Vocales de las Cortes Superiores.- Usan la misma insignia con cinta de color
rojo;

3.- Los Jueces Especializados o Mixtos.- Usan la misma insignia con cinta blanca;

4.- Los Jueces de Paz Letrados.- Usan medalla igual, pendiente de una cinta color
blanca en la solapa izquierda; y,

5.- Los Jueces de Paz.- Usan la misma medalla plateada con cinta blanca, pendiente
en la solapa izquierda.

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