Israel acampaba en Sitim, en la región de Moab, y allí perdieron la cabeza con las chicas del lugar. Ellas le hicieron una invitación muy, muy tentadora… ¿Qué pasó entre ellos y las señoritas de Moab? (25:1 y 2). A todos nos encanta recibir invitaciones. Nos sentimos tenidos en cuenta y valorados, pero hay invitaciones ¡que matan! Imagínate qué contentos se pusieron los muchachos de Israel cuando las “simpáticas” y “tiernas” chicas de Moab fueron a invitarlos para una “fiestita privada”. ¡Era algo nuevo para ellos! Dios siempre les había prohibido, prohibido y prohibido, y ellos, pobres chicos de iglesia, no conocían nada de lo que era “divertirse en serio”. ¡Se la pasaban encerrados en sus aburridos templos! Pero, ahora, gracias a estos bomboncitos femeninos, ellos disfrutarían en serio. ¡Por fin libertad! ¡Y meta música no más… y cerveza…, y baile… y striptease… y sexo… y más sexo!... y sacrificios a los dioses paganos… y adoración a Satanás. ¡Guuaauuhh! ¡Qué fiestita, nenas! ¿Cuál fue el juicio de Dios para ellos? (25:3 al 5, 9). Dios no pacta con el pecado. Ya lo sabes. Él te dio la capacidad para evaluar a dónde ir y con quiénes ir, incluso cuando sales con tus amigos/as de la iglesia. No todas las invitaciones que recibes son buenas. Pregunta quiénes van, a dónde es, qué hacen. No sea que por querer probar “cosas nuevas” Dios tenga que “apretarte la cabeza” para aclararte un poco las ideas. ¡Desubicado total fue el que metió a la madianita en el campamento! (25:6). ¿Qué música metes en tu cabeza? ¿A qué videojuegos juegas? ¿Qué tipo de películas miras? ¿Qué revistas lees? ¿Cómo hablas cuando estás con tus amigos cristianos y no cristianos? Tú eres santo. No contamines tu vida. ¿Cuándo cesó la mortandad? (25:7 al 13). Dios limpió a su pueblo. Pero fue necesario que se levantara alguien con las cosas muy claras para frenar la matanza. Piénsalo. ¿Te dejas influenciar negativamente por los demás? o eres de los que dicen: “Basta con esto, no lo hagamos porque deshonra a Dios” ¿Eres de los que aceptan que otros te muestren tu error para corregirte? o eres de los que dicen: “No pasa nada, está todo bien, sigamos haciéndolo” Cuando estas con chicos/as no cristianos, ¿Tienes el valor para decir: “Yo no participo de esto porque está mal”, o “gracias por haberme invitado, pero a esa hora tengo el encuentro del grupo en la iglesia”? Devocional 02 – Exitosos… Se Buscan Pasaje clave: Lucas 6:1-26. Luego de aclarar un tema sobre el día de reposo (vs.1-5), de sanar a un hombre (vs.6-10), de elegir a sus 12 discípulos (vs.12-16) y de atender a la enorme multitud que lo seguía (vs.17-19), (uufff, Jesús sí que era un hombre ocupado), Jesús se dedicó a una de sus tareas favoritas: enseñar las verdades de Dios. Y enseñó muchas. Muchachos, ¿ustedes son bienaventurados? Bienaventurado significa “bendito, dichoso, feliz”. Y cuando pensamos en alguien con estas características generalmente nos confundimos porque nos enfocamos en alguna “súper modelo, súper simpática con un súper cuerpo” o en algún futbolista con un contrato “súper millonario” que sale en todas las revistas, en los siempre “sonrientes y ganadores” conductores de T.V., o en algún genio de la música que llena estadios y las hace gritar a ellas… Generalmente tenemos esta idea. Pero, ¿qué dice Jesús de estos “exitosos”? (vs.24-26). Aclaremos algo: No está mal tener dinero, ni ser popular, ni lograr cosas espectaculares, pero no es esto lo que te hace exitoso. Para Jesús, los exitosos son otros y él los llama “bienaventurados”. ¿Quiénes son? (vs. 20-23). ¿El pobre? ¿El que tiene hambre? ¿El que llora? ¿El que es rechazado? ¿Jesús se sentía bien? Espera… no te apresures a sacar conclusiones. No cualquier pobre, sino los que se sienten pobres adentro y reconocen que necesitan a Dios (aunque tengan sus bolsillos llenos de dinero). No los que tienen hambre de “comida”, sino los que tienen hambre, desesperación, por comer de la presencia de Dios. No cualquier llorón, sino aquellos que lloran reconociendo que solos no pueden y que necesitan las fuerzas de Dios. No cualquier “rechazado”, sino aquellos que por jugársela por Jesús son dejados a un lado. En la cuenta del banco de los cielos Dios tiene tesoros para todos ellos. Ellos son los exitosos. Y son los más buscados por el Señor.? Piénsalo. ¿Cómo consideras el éxito en tu vida? ¿Te dejas llevar sólo por lo que la gente dirá? ¿Qué es lo Dios “ve” en ti para que puedas ser considerado exitoso? ¿Crees que Jesús es radical al enseñarnos una nueva forma de éxito? ¿Por qué? Devocional 03 – ¿ORIGINALES O COPIAS? Pasaje clave: Génesis 1:3-31. ¿Qué diferencias hay entre una creación original y una copia? En Génesis 1 Dios se presenta a sí mismo como el máximo Creador. De la nada absoluta él produce algo inédito. No copia, no imita, sino que de su propia imaginación y sabiduría crea cosas nuevas. ¿Qué características sobresalientes encuentras en la creación de Dios? ¿Qué opina Dios de su propia creación? Léelo en 1:4, 10, 12, 18, 21, 25, 31. De la nada absoluta él creo los cielos y la tierra. Pero a nosotros, ¿cómo nos hizo? (1:26-27). ¿Qué significa “a imagen y a semejanza”? Dios es el único Creador, no el big-bang, ni la evolución. Dios te creó, te hizo con características personales (no con características de animales) a su imagen y semejanza, por eso puedes amar, pensar, decidir, sentir, soñar, conocer, aprender, disfrutar. Semejantes a Él, pero no iguales. Tú no eres “dios” en chiquito. Somos originales, no copias. Ser original significa que eres único, no existe nadie más como tú. En todo el universo tú eres único y tienes un llamado y un propósito únicos. ¡Esto es muy bueno! Siéntete especial, siéntete único. No te compares con nada ni con nadie, ni permitas que te comparen. No trates de parecerte a otros porque Dios te hizo exclusivo/a. Dios es original. Pero Satanás es imitador y falsificador. A tal punto es imitador que quiso “ser como Dios”. ¡Imposible! Pero se ha ocupado de hacer copias falsas de todo lo que Dios ha creado tan originalmente, además de intentar arruinar todo aquello que él mismo es incapaz de imitar. Sus falsificaciones se han introducido en todas las áreas de la vida humana: la cultura, la economía, la vida sexual, la educación, la familia, la iglesia, la música, el arte… ¡en todo! Satanás, el falsificador, tiene un sólo objetivo en mente: arruinarte la vida. ¡No se lo permitas! ¿Qué cosas piensas que Satanás ha querido copiar o distorsionar de la creación de Dios? Anótalas a continuación.
Creación ORIGINAL de Dios Copia FALSA de Satanás
Sexo Pornografía Libertad Fe – Adoración Matrimonio – Vida Gobierno – Autoridad Santidad – Pureza Palabras que bendicen Música que Honra a Dios
Tu enemigo es cualquiera que te tienta a vivir de falsificaciones. Tu amigo más
importante es aquel que te alienta a vivir de acuerdo a los originales de Dios. Piénsalo. Devocional 04 – Cambios Que Valen la Pena Pasaje clave: Lucas 5 Cuando el Señor te llama para ser parte de su reino, debe ser un momento muy especial en tu vida. Podrás experimentar un poderoso cambio que comenzará de adentro hacia afuera. Pedro, Jacobo y Juan fueron los primeros llamados por Jesús. No cambiaron instantáneamente, les llevó tiempo, pero comenzó ese día cuando “dejándolo todo le siguieron”. ¿Qué otros cambios poderosos sucedieron en la vida de las personas? (vs.12-13, 18-25). El deseo del paralítico, la actitud de sus amigos y el encuentro con Jesús, produjo el milagro. Pero si no hubiera sido por la insistencia de los amigos el paralítico hubiera muerto paralítico. La actitud marcó la diferencia: el paralítico quiso ser sanado, los amigos trabajaron para que tuviera un encuentro con Jesús, y finalmente, Jesús lo sanó y restauró. Tú y yo, somos “los amigos”. Tus amigos que no conocen a Jesús son como “el paralítico”. Y Jesús ya sabes quién es. Si invitas a tus amigos y te animas a compartirles de Jesús, y si ellos quieren y deciden conocer a Jesús, entonces Jesús los salvará, los perdonará y los sanará. ¿Y sabes qué? Habrá un “paralítico” menos, un pecador menos, un condenado menos, y será un salvado más, un discípulo más, un líder más, un amigo más con quien puedas compartir la misma fe y el mismo amor por el Señor. ¿Cómo reaccionaba la gente ante esos poderosos cambios? (vs.15 y 26). Lo que Jesús hace siempre es increíble, y salvo que seamos muy mal llevados, no podemos menos que reconocerlo y adorarlo. ¡Eso sí es fama y popularidad! Aunque Jesús nunca la buscó ni le importó porque Él no venía buscando el reconocimiento de la gente. Y acuérdate que muchos de los que lo admiraban y lo seguían para oírle hablar, fueron quienes después le gritaron “¡crucifíquenlo!”. Jesús no se dejaba influenciar por la opinión de la gente, ¿sabes por qué? Porque la opinión de las personas cambia, y cambia, y cambia. Hoy te dicen que eres el mejor y mañana que no sirves para nada No vivas tu vida ni tomes tus decisiones por la opinión de los demás. Busca consejo y pregunta todo lo que necesites saber, pero cuando tengas que decidir métete en la presencia de Dios y consulta con el Señor. La fama y popularidad de Jesús iban en aumento, pero, ¿Él qué hacía? (vs.16). Piénsalo. ¿Qué cambios Jesús debe hacer en tu vida? ¿Recuerdas quién te invitó a la reunión de adolescentes o al campamento? Agradécele porque son como los amigos de paralítico. ¿Has pensado cuanto necesitas de Jesús para poder ser mejor en tu vida?